LAS RELACIONES INTERNACIONALES EN EL SIGLO XXI: AMÉRICA LATINA EN EL TABLERO INTERNACIONAL PRINCIPALES RETOS Y PERSPECTIVAS

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Descripción

Universidad Central de Venezuela Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas Centro de Estudios de Postgrado Especialización en Derecho y Política Internacionales

LAS RELACIONES INTERNACIONALES EN EL SIGLO XXI: AMÉRICA LATINA EN EL TABLERO INTERNACIONAL PRINCIPALES RETOS Y PERSPECTIVAS Trabajo Especial de Grado que se presenta para optar al Título de Especialista en Derecho y Políticas Internacionales

Autor: Lic., y Abg. JONNATHAN EDUARDO PÉREZ PIÑA Tutora: Dra. ROSA MARÍA PÉREZ LÁREZ

Caracas, noviembre 2016

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DEDICATORIA A Dios por sobre todas las cosas. Gracias por darme una segunda oportunidad al poder estudiar Ciencias Políticas. A ti abuelo Rufino. Hace tiempo tuviste que partir a otro destino. Pero siempre estas presente en cada ámbito de mi vida. Espero estés orgulloso de mi. A mis padres. Sin ustedes esto hubiera sido imposible. Ninguna palabra podrá expresar todo lo que han hecho. A mis tías Gladys y Delia. Mis dos segundas madres. Gracias por amarme como un hijo. A mis hermanos y hermanas: Ibrahim, Johnny, Castor José, Rubén, Endelismar. A los pequeños de la familia que apenas dan sus primeros pasos y merecen un mundo mejor: Sergio, Sebastián, Aranza, Andrés, Sofía, Valentina y la Chiqui. Para mi sus ojos brillan como las estrellas del firmamento, iluminando, guiando y alegrando mi vida a cada momento. A todos los gigantes que me han permitido subir sobre sus hombros para ver un poco más lejos. En especial a la Doctora Rosa María Pérez, al Especialista Carlos Luna y al Doctor Fernando Falcón por ser mis principales guías intelectuales y académicos, en la Escuela de Estudios Políticos y Administrativos y en la Especialización. A los demás profesores. A todos aquellos que me han apoyado en este largo camino que inició en octubre de 2008 con mí ingresó en la Escuela de Estudios Políticos y Administrativos y que continuó en la Especialización.

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RECONOCIMIENTOS Agradezco a la Universidad Central de Venezuela por haberme recibido en la Escuela de Estudios Políticos y Administrativos de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas en octubre de 2008 y en el Centro de Estudios de Postgrado de la misma Facultad, para cursar la Especialización en Derecho y Política Internacionales. Este trayecto de vida y académico nunca hubiera sido igual sin la guía de tres profesores que desde el pregrado han sido mis principales influencias intelectuales y académicas: la Doctora Rosa María Pérez, quien sin dudarlo aceptó ser mi tutora. Madrina mi más profundo, infinito y total agradecimiento. Al Especialista Carlos Luna y al Doctor Fernando Falcón. Bajo esta invaluable guía pude entender y aclarar muchas de mis inquietudes, dudas y deudas intelectuales que permitieron pudiera corregir mis errores y mis fallas. En otras palabras, a la difícil tarea de tener que vencer mis propias sombras. Para vencerlas hay que enfrentar los propios miedos y a comprender que cuando hay un largo camino, sólo las personas que se mantienen a tu lado apoyándote sin condiciones, sin prejuicios y sin reclamos son quienes realmente te aman. Porque, aquellas que, advertidas de los objetivos, tarde o temprano lo hacen, nunca lo hicieron. A esas personas, por difícil que pueda ser, lo mejor es alejarlas y olvidarlas. Isaiah Berlin en su ensayo Libertad y necesidad en la historia: dos conceptos de libertad, citando a Epicuro lo dijo de esta manera “el conocimiento libera eliminando automáticamente los miedos y deseos irracionales”. Gracias totales!!! Ex praeterito/ Praesens prudenter agit/ Ni futura actione detvrpet. Por la experiencia del pasado, el presente actúa para no malograr la acción futura. Tiziano Vecellio

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CONTENIDO GENERAL Resumen……………………………...………………………………..……………….vii Summary…………………………………………………………………..…………….ix Introducción…………………………………………………………………..……..…...x

CAPÍTULO I PRINCIPALES ASPECTOS TEÓRICOS Y METODOLÓGICOS……………..…..11 1 PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA OBJETO DE INVESTIGACIÓN…..........11 1.1 Propósito general u objeto de la investigación………………………………….11 1.2 Objetivo de la investigación………………………………………………………11 1.3 Motivaciones para la selección del tema………………………………………..11 1.4 Antecedentes del problema………………………………………………………11 1.5 Ubicación contextual en el ámbito teórico y empírico…………………………15 1.6 Razones teórico prácticas que justifican la vigencia del problema…………..21 1.7 Descripción del diseño de investigación……………………………………..….31 1.7.1 Diseño de investigación………………………………………………........…31 1.7.2 Tipo de investigación……………………………………………………........31 1.7.3 Técnicas operacionales……………………………………………………….31 1.7.4 Técnicas de procesamiento y análisis de datos…………………………….31 1.8 Propuesta capitular del marco teórico…………………………………………..32 1.9 Interrogantes de la investigación…………………………………………..........32 1.10

Objetivos………………………………………………………………...……..33

1.10.1 Objetivo General………………………………………………………..……..33 1.10.2 Objetivos Específicos………………………………………………………....33

CAPÍTULO II RELACIONES INTERNACIONALES: ELEMENTOS INTEGRADORES Y CONCEPTOS BÁSICOS…………………………………………………….............34 2.1 Definición general de política………………………………………...…..……....34 2.2 Dos criterios para analizar los cambios políticos…………………………….…37

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2.3 Definición de relaciones internacionales……………………………….………..40 2.4 Definición de sistema internacional, orden/estructura internacional, política internacional,

política

exterior

y

Estado……………………………………………………………………………....46 2.5 Definición de poder, estrategia y voluntad………………………......................51 2.5.1 Definición de poder………………………………………………...……….…51 2.5.2 Definición de estrategia……………………………………………….……....53 2.5.3 Definición de voluntad………………………………………………..…….…58

CAPÍTULO III PRINCIPALES ENFOQUES QUE EXPLICAN LAS RELACIONES INTERNACIONALES EN EL SIGLO XXI………………………………..…………..59 3.1 Periodo 1991-2001…………………………………………………………..........59 3.1.1 La democracia…………………………………………………………………...59 3.1.1.1 Henry Kissinger………………………………………………………………..60 3.1.1.2 Seymour Martin Lipset………………………………………………..……....61 3.1.1.3 Michael W. Doyle………………………………………………………..........61 3.1.1.4 Francis Fukuyama…………………………………………………..………...64 3.1.1.5 David Held……………………………………………………………….........66 3.1.2 Globalización…………………………………………………………………….71 3.1.2.1 Ulrich Beck …………………………………………………………………….71 3.1.2.2 David Held y Anthony McGrew ……………………………………………...72 3.1.2.3 Robert Gilpin………………………………………………………….…….…75 3.1.2.4 Joseph E. Stiglitz ……………………………………………………………..78 3.1.2.5 Paul Kennedy ………………………………………………………………....79 3.2 Periodo 2001-2016……………………………………………………….…….…81 3.2.1 Cultura (Multiculturalismo/Choque de civilizaciones)………………….........81 3.2.1.1 Multiculturalismo………………………………………………….…………...81 3.2.1.1.1 Wiil Kymlicka……………………………………………………………...…82 3.2.1.1.2 Charles Taylor……………………………………………………..……..…84

VI

3.2.1.2

Samuel

Huntington:

choque

de

civilizaciones…………………………………………………………………………...85 3.2.2 Caos-Anarquía………………………………………………………………..…88 3.2.2.1 Robert D. Kaplan……………………………………………………..……….88 3.2.2.2 Moisés Naím………………………………………………………………..…89 3.2.3 Seguridad………………………………………………………………………...92 3.2.3.1 Barry Buzan…………………………………………………………..………..93

CAPÍTULO IV EL TABLERO TRIDIMENSIONAL INTERNACIONAL Y AMÉRICA LATINA: RETOS Y PERSPECTIVAS…………………….……………………..………….….98 4.1 Definición del tablero tridimensional internacional……………………………99 4.2

Dimensiones

del

tablero

tridimensional

internacional

unimultipolar…………………………………………………………………..………103 4.2.1 Dimensión Militar…………………………………………………………..…..103 4.2.2 Dimensión Economía……………………………………………………........107 4.2.3 Dimensión Cultural……………………………………………………...……..108 4.3 El tablero tridimensional internacional y América Latina: retos

y

perspectivas………………………………………………………………………..…109 4.3.1 América Latina cambios……………………………………………………….112 4.3.2 El tablero tridimensional internacional y América Latina……………….…116 4.3.2.1 Dimensión militar…………………………………………………………….116 4.3.2.2 Dimensión económica ……………………………………………………...118 4.3.2.3 Dimensión cultural……………………………………………………..........119 4.3.3 Perspectivas de América Latina en las relaciones internacionales del siglo XX…………………………………………………………………………...…………121

CONCLUSIONES………………………………………………..…………………..124 REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS……………………………..…………………134

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Universidad Central de Venezuela Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas Centro de Estudios de Postgrado Especialización en Derecho y Política Internacionales LAS RELACIONES INTERNACIONALES EN EL SIGLO XXI: AMÉRICA LATINA EN EL TABLERO INTERNACIONAL PRINCIPALES RETOS Y PERSPECTIVAS Autor: Lic., y Abg. Jonnathan Eduardo Pérez Piña Tutora: Dra. Rosa maría Pérez Lárez Fecha: noviembre 2016 RESUMEN La caída de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas puso fin al sistema bipolar y al enfrentamiento ideológico. Junto a otras características del actual contexto internacional generaron una serie de transformaciones, reajustes, turbulencias, inseguridades e incertidumbres en las relaciones internacionales, en el sistema internacional, en el orden/estructura internacional y en la política internacional. Esa dinámica global ha impactado en América Latina. Ante esta situación, el objetivo principal del presente Trabajo Especial de Grado, es realizar un análisis sobre las relaciones internacionales en el siglo XXI a través de los principales enfoques teóricos y del tablero tridimensional internacional de Joseph Nye. Para luego estudiar el impacto que esas transformaciones y reajustes de poder han generado sobre América Latina, para deducir sus retos y sus perspectivas. Este objetivo se logrará, primero desarrollando un capítulo donde se explicará el planteamiento del problema objeto de investigación y los aspectos metodológicos. Posteriormente, se fijaron los siguientes objetivos específicos: 1. Entender que son las relaciones internacionales, sus elementos integradores y otros conceptos básicos; 2. Estudiar los principales enfoques que explican las relaciones internacionales en el siglo XXI; y 3. Analizar la configuración del tablero tridimensional internacional y su interacción con América Latina, para deducir sus principales retos y perspectivas. Se aspira a demostrar cuáles son los principales enfoques que explican las transformaciones y los cambios de las relaciones internacionales contemporáneas, en el sistema internacional, en el orden/estructura internacional y en la política internacional y su relación con las transformaciones y cambios ocurridos en América Latina. Descriptores: Relaciones internacionales, sistema internacional, internacional, política internacional, enfoques, América Latina.

tablero

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Universidad Central de Venezuela Faculty of Legal and Political Sciences Center for Postgraduate Studies Specialization in International Law and Politics THE INTERNATIONAL RELATIONS IN THE 21ST CENTURY: LATIN AMERICA IN THE NTERNATIONAL CHESS GAME, CHALLENGES AND PERSPECTIVES Author: Jonnathan Eduardo Pérez Piña. Tutor: Rosa María Pérez Lárez. Date: November, 2016. SUMMARY The collapse of the Union of Soviet Socialist Republics, along with other characteristics of the current international context, ended the bipolar system and the ideological dispute. This all resulted in transformation, readjustment, turmoil, uncertainty in the international relations, in the international system, in the international order/mechanism and in the international politics. That global scenario impacted Latin America. Thus, the main objective of this Special Project is to analyze the international relations in the 21st Century through the main approaches and theories, including Joseph Nye’s three-dimensional chess game. Then, the impact on those transformations and readjustments of power on Latin America are studied in to deduce its challenges and perspectives. This objective will be achieved by developing a chapter where the approach to the problem and the methodological aspects are detailed. The specific objectives are: 1) understand the concept of international relations, their integrating elements and other basic definitions; 2) study the main approaches that explain the international relations in the 21st century; and, 3) analyze the three-dimensional international game and its impact on Latin America, to deduce their mains challenges and perspectives. We hope to demonstrate the main theories that explain the contemporary international relations’ transformations and changes in the international system, in the international order/mechanism and in the international politics and their relation with changes and transitions in Latin America. Descriptors: International Relations, International System, International Chess Game, International Politics, Approaches, Latin America.

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INTRODUCCIÓN Actualmente se están produciendo un conjunto de transformaciones globales bajo diversas formas debido a los complejos reajustes de poder que se están produciendo en el sistema internacional. Ese proceso hace que muchos de los esquemas teóricos-conceptuales conocidos para estudiar y analizar las relaciones internacionales resulten incompletos e insuficientes por no abarcar los nuevos actores y los nuevos problemas de la agenda internacional. Profundizar en esa nueva realidad internacional hace necesario entender la complejidad, la heterogeneidad y la interdependencia del sistema internacional, del orden/estructura internacional y de la política internacional en la nueva centuria. Para realizar esa labor, se partirá del acontecimiento que a finales del siglo pasado marcó la historia de la humanidad y dio lugar a una nueva dinámica internacional, la caída de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas en 1991. Ese acontecimiento generó la tarea, altamente compleja de construir nuevos enfoques teóricos-conceptuales que permitieran hacer inteligible la nueva realidad internacional. En consecuencia, se busca, analizar las transformaciones globales que están afectando las relaciones internacionales en el siglo XXI bajo los principales enfoques teóricos que explican la nueva realidad internacional y los reajustes de poder bajo el tablero tridimensional internacional de Joseph Nye. Para luego, analizar como esas transformaciones globales y reajustes de poder, están relacionados con los cambios ocurridos en América Latina. Finalmente, se aspira que el presente Trabajo Especial de Grado, sea un pequeño aporte que, permita investigar el conjunto de transformaciones y reajustes de poder que actualmente están suscitándose en el sistema internacional y en el orden/estructura internacional. Para de ese modo, analizar el papel de la región en el constante devenir del mundo internacional.

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CAPÍTULO I PRINCIPALES ASPECTOS TEÓRICOS Y METODOLÓGICOS

1 PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA OBJETO DE INVESTIGACIÓN 1.1 Propósito general u objeto de la investigación La presente investigación tiene como objetivo fundamental estudiar las relaciones internacionales en el siglo XXI, con especial énfasis en la región de América Latina. 1.2 Objetivo de la investigación Profundizar en el conocimiento de las relaciones internacionales en el siglo XXI

permitirá

entender

su

actual

complejidad,

heterogeneidad

e

interdependencia, tras la caída de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas en 1991. Ese fenómeno representó para algunos un triunfo sin igual en la historia de la humanidad. No obstante, ese optimismo inicial duraría poco. La realidad internacional tomaría una nueva dinámica que transformaría las relaciones internacionales y la sociedad internacional, al punto de, dar lugar a un nuevo orden/estructura internacional, con nuevos temas de agenda internacional y con diversos espacios de interacción altamente complejos como consecuencia de lo difuso que es el poder hoy en día. En este contexto, es importante analizar las respuestas de América Latina ante esa nueva realidad internacional. 1.3 Motivaciones para la selección del tema Los motivos para realizar la presente investigación consistirán en analizar la nueva dinámica de las relaciones internacionales en el siglo XXI, para luego estudiar, cómo esa nueva realidad ha generado cambios, retos y perspectivas en América Latina. 1.4 Antecedentes del problema

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Un ejercicio de retrospectiva lleva a precisar que la transformación de las relaciones internacionales estudiada en el marco del Tercer Debate de las Relaciones Internacionales entre Realistas y Transnacionalistas, introdujo un conjunto de cambios en las Relaciones Internacionales. Como bien lo precisa Celestino del Arenal en su libro Introducción a las relaciones internacionales, este cambio se desarrolló “en los años setenta, reflejo de una nueva realidad” (2003: 30) que se produjo como consecuencia del periodo conocido como la Distención1 durante la Guerra Fría. En ese periodo Robert Keohene y Josep Nye comenzaron hablando de transnacionalismo para finalmente hablar del paradigma de la interdependencia compleja. Para esos autores los cambios producidos “en el campo social, económico y de las comunicaciones [impedían hablar] exclusivamente de una sociedad de Estados con relaciones limitadas prácticamente al campo diplomático y militar” (Ídem: 31). (Corchetes nuestros). Sin descuidar los temas duros o suma cero, producto de la naturaleza anárquica y por ende, conflictiva de la sociedad internacional como reflejo de la tradición hobbbesiana (Barbé siguiendo a Hedley Bull. 2003: 40) que desarrollan los denominados teóricos realistas (enfocados en política exterior) y neorrealistas (enfocados en política internacional), por el contrario, complementándola, harán énfasis en un análisis, donde además del Estado, van a incorporar al sistema internacional otros actores, tales como: “organizaciones internacionales, empresas multinacionales, organizaciones no gubernamentales, unidades políticas sub-estatales e individuos” (Barbé. 2003: 59). La incorporación de otros actores al sistema internacional diferentes a los Estados, se debe a que, como señala Esther Barbé, siguiendo a Keohane

1

Ver: Capítulos XXVIII; XXIX y XXX de Kissinger H. (2004). La diplomacia. México. Fondo de la Cultura Económica. Segunda Edición, Primera Reimpresión. La Distensión marca el punto de ruptura o quiebre entre la hegemonía, liderazgo y/o la posición privilegiada que en las relaciones internacionales había alcanzado EE.UU., luego del fin de la Segunda Guerra Mu ndial y la perdida relativa de poder por parte de este Estado, debido al surgimiento de Europa y Japón como centros económicos. Posteriormente, está situación se agravará con al surgimiento de la Cuenca del Pacífico como rival económico. Ese acontecimiento es tratado por Henry Kissinger, por Robert Keohane en su obra Después de la hegemonía. Cooperación y discordia en la política económica mundial y por Robert Gilpin en su obra La economía política de las relaciones internacionales entre otros.

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y Nye, la transnacionalidad aparece cuando se relativiza “la premisa de que los estados son los únicos actores del sistema y centramos nuestra atención en los canales múltiples que conectan las sociedades a través o por encima de las fronteras estatales” (ídem: 185). Paralelamente, van a introducir “una nueva agenda de investigación [donde figuraran temas como]: relaciones comerciales

y

financieras,

desarrollo

tecnológico,

mundo

de

las

comunicaciones, grandes negociaciones de baja política (derecho del mar), cuestiones energéticas, temas culturales, problemas ecológico, etc” (ídem: 60). Estos nuevos temas de agenda, en donde el juego entre los diferentes actores del sistema internacional no es suma cero, permitió introducir en la anárquica sociedad internacional, elementos que reflejan la tradición grociana (Barbé siguiendo a Hedley Bull. 2003: 40). Esa tradición grociana, reconoce y hace posible la negociación y la cooperación entre los otros actores del sistema internacional, en temas donde en un primer momento no está envuelta la seguridad del Estado. Como precisa Lincoln Bizzozero en su libro Aproximación a las Relaciones Internacionales: una mirada desde el siglo XXI, para los transnacionalistas “´el interés nacional´ debía necesariamente expresar un fenómeno más complejo. Por otra parte, el poder no se sintetizaba únicamente en el factor militar, aunque este factor seguía siendo clave en las relaciones internacionales” (2011: 61). (Corchetes nuestros). La interdependencia compleja es concebida entonces “como el incremento de los intercambios entre los Estados y otros actores a distintos niveles, cuyos efectos generan costos y beneficios diferentes de acuerdo al manejo del poder en la cuestión específica (régimen)” (Bizzozero. 2011: 147), es decir, en un tema de la agenda internacional concreto. El concepto en principio refiere “una situación de mutua dependencia, que puede ofrecer situaciones muy distintas” (Del Arenal. 2003: 313) entre los Estados y los demás actores del sistema internacional generando relaciones, contactos, coaliciones e interacciones transnacionales simétricas y/o asimétricas, a través de las fronteras estatales

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que no están controladas por los órganos centrales de los gobiernos encargados de la

política

exterior.

En resumen,

la

teoría

de la

interdependencia compleja, en su momento, permitió dar una respuesta a la nueva realidad internacional que había emergido como consecuencia de ciertos cambios en el sistema internacional. Esos cambios reconocieron el surgimiento de nuevos actores y nuevos temas de agenda en las relaciones internacionales. Por otra parte, es conocido que los paradigmas dominantes en la Teoría de las Relaciones Internacionales se han elaborado principalmente en Estados Unidos y en países europeos. Por esa razón, para Arlene B. Tickner en Relaciones de conocimiento centro periferia: hegemonía, contribuciones locales

e

hibridización,

“Históricamente, los estudios de

relaciones

internacionales, así como los demás campos de las ciencias sociales en los países de la periferia, han sido descritos en términos de su apego a modelos estadounidenses y europeos (s/f: 1). En este sentido, es posible afirmar que, América Latina, ha absorbido estos paradigmas y a través de ellos ha mirado las relaciones internacionales y la política internacional. No obstante, como expresa Bizzozero habría que hacer mención a que, en la región, se generó el debate sobre el tema del desarrollo como prioridad por parte de los Estados y “la inclusión de los países periféricos como integrantes del sistema […], [bajo] dos momentos históricos: el primero atañe al planteamiento de la teoría de la dependencia y el segundo el diseño de aportes novedosos frente a la globalización” (Ídem: 65). En el primer caso como expresa Arlene B. Tickner: Durante los años cincuenta y sesenta tendieron a coexistir dos escuelas distintas para dar cuenta de este fenómeno: la teoría de la modernización o la teoría desarrollista, creada en los Estados Unidos; y la escuela cepalina, liderada originalmente por Raúl Prébisch, el primer director de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL). (Ídem: 2)

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En el segundo caso, como expresa Bizzozero, existen diferentes teóricos de la región que han abordado el tema de la globalización realizando un aporte desde otra perspectiva (ídem: 66). 1.5 Ubicación contextual en el ámbito teórico y empírico Desde la caída de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviética (URSS) en 1991 hasta el presente, solo han transcurrido veinticinco años. Sin embargo, en este breve lapso de tiempo, las relaciones internacionales han cambiado vertiginosamente. No hay duda, ese acontecimiento modificó profunda y sustancialmente la manera de observar, entender, explicar y evaluar política y teóricamente al mundo. Eso ha generado, la compleja tarea de tener que construir nuevos enfoques teóricos-conceptuales que permitan aprehender y aprender la nueva realidad internacional, los cuales serán brevemente descritos en el presente Trabajo Especial de Grado, sin privilegiar ninguno en particular, pero al propio tiempo dando cuenta de que existe un solo mundo, pero muchas explicaciones. Un primer periodo se puede caracterizar en términos generales de un gran optimismo. Ese optimismo se va a reflejar bajo el desarrollo teórico-conceptual de dos conceptos fundamentales: 1. El triunfo y la expansión de la democracia 2 2

Ver: Ver: Giovanni S. (2007). ¿Qué es la democracia?. Madrid España. Ediciones Taurus; Held D. (2007). Modelos de democracia. Madrid España. Alianza Editorial; Tercera Edición; Bobbio N. (2006). Liberalismo y democracia. México. Fondo de la Cultura Económica. Undécima reimpresión; Del Águila C. (2004). El centauro transmoderno: liberalismo y democracia en el la democracia liberal. En Historia de la Teoría Política Vol. 6. Madrid España. Alianza Editorial. Primera Edición; Giddens A. (2005). La tercera vía: la renovación de la socialdemocracia. Colombia. Editorial Taurus. Sexta reimpresión; Henry K. (2004). La diplomacia. México. Fondo de la Cultura Económica. Primera reimpresión; Held D. (1997). La democracia y el orden global: del Estado moderno al gobierno cosmopolita. Barcelona. Ediciones Paidós Ibérica, S.A. Primera edición; Dahl R. (1987). Un prefacio a la teoría democrática. México. Ediciones Gernika S.A. Primera Edición; Dahl R. (1974). La poliarquía: participación y oposición. Madrid-España. Guardiana de Publicaciones – Biblioteca Universitaria Guardiana; Dahl R. (1991). La democracia y sus críticos. España. Editorial Paidós Ibérica. Primera Edición; Bobbio N. (1993). Las promesas incumplidas de la democracia. Disponible en línea en: https://docs.google.com/file/d/0ByxKm0S1hLKTYTYyNDEzOTktMmQ2MS00MjE1LWIyODctMWQzYmU5MGFmMG Yy/edit?hl=en_US&pref=2&pli=1 [Consultado en línea el 21/05/2016]; Doyle M. (1983). Kant, Liberal Legacies, and Foreign Affairs: part 1. Disponible en línea en: http://www.politics.ubc.ca/fileadmin/user_upload/poli_sci/Faculty/price/Debating_the_Democratic_Peace__Doyle.pdf . [Consultado el 20/05/2016] Doyle M. (1983). Kant, Liberal Legacies, and Foreign Affairs: part 2. Disponible en línea en: http://www.ibrarian.net/navon/paper/Kant__Liberal_Legacies__and_Foreign_Affairs__Part.pdf?paperid=11083519. [Consultado en línea el 20/05/2016]. Para un análisis de la democracia desde un ángulo distinto o diferente ver: Rosanvallon P. (2007). La contrademocracia: la política en la era de la desconfianza. Buenos Aires. Ediciones Manantial; y, Wolin S. (2008).

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como la mejor forma de gobierno; y, 2. El triunfo y la expansión de la libertad económica como el mejor modelo económico para el desarrollo y la prosperidad bajo la globalización3. En este contexto, es posible mencionar a una diversidad de autores. Los más representativos pueden ser: Michael Doyle con su Tesis de la Paz Democrática y Francis Fukuyama, con su Fin de la Historia. Por razones de espacio se hará referencia a la obra de Francis Fukuyama, quien, primero en su Conferencia en la Universidad de Chicago. Luego, en su artículo en la revista The National Interest en 1989, argumentaba sobre el gran consenso que había surgido en el mundo en los últimos años, en torno a la legitimidad de la democracia liberal como forma de gobierno tras vencer las otras ideologías opositoras, entiéndase “la monarquía hereditaria, el fascismo y, […] el comunismo. […] argüía que la democracia liberal podía constituir , la , y que como tal marcaría ” (1992: 11). Posteriormente, en su libro El fin de la historia y el último hombre, desarrollaría su propuesta. El autor argumenta que “el crecimiento de la democracia liberal, con su compañero el liberalismo económico, ha constituido el fenómeno macropolítico más notable en los últimos cuatrocientos años” (ídem: 86). Por ende, “Al llegar al final de la historia no quedan ya competidores ideológicos serios para la democracia liberal” (ídem: 289). (Corchetes nuestros). En ese contexto de finales de 1980 al 2001 y en el ámbito de la Teoría de las Relaciones internacionales se produjo el inicio del denominado Cuarto Debate, el cual, como sostiene Lincoln Bizzozero en su libro Aproximación a las relaciones internacionales: una mirada desde el siglo XXI “planteó una Democracia S.A.: la democracia dirigida y el fantasma del totalitarismo invertido. España. Katz Editores. Primera Edición. 3

Ver: Beck U. (1998). ¿Qué es la globalización? falacias del globalismo, respuestas a la globalización. España. Ediciones Paidós; Stiglitz J. (2004). El malestar en la globalización. España. Ediciones Taurus. Décima Edición; Ianni O. (1998). Teorías de la globalización. España. Siglo Veintiuno Editores; Held D. y McGrew A. (2003). Globalización/antiglobalización: sobre la reconstrucción del orden mundial. Barcelona. Ediciones Paidós Ibérica, S.A.

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disyuntiva distinta en términos de los agrupamientos y aproximaciones teóricas. Por un lado, se posicionaron los positivistas y racionalistas y por el otro los post-positivistas agrupados en los análisis cuyos enfoques provienen del constructivismo” (ídem: 63). Como señala Kepa Sodupe en La teoría de las Relaciones Internacionales a comienzos del siglo XXI: Estos enfoques han impulsado un proceso de renovación teórica y filosófica, abriendo las Relaciones Internacionales a los debates que están teniendo lugar en el campo de la teoría social. Dada la revisión de las bases ontológicas y epistemológicas de las corrientes dominantes, los enfoques reflectivistas han provocado una autentica convulsión en la disciplina. De la mano de los nuevos enfoques, las Relaciones Internacionales han experimentado dos giros: uno sociológico y otro interpretativo. El giro sociológico se manifiesta en tendencias ontológicas que priman la importancia de las estructuras y de las ideas sobre los individuos y las fuerzas materiales, respectivamente. El giro interpretativo se pone de relieve en un pospositivismo caracterizado por la defensa de epistemologías y metodologías más próximas a las Ciencias Sociales (2003:151).

Bajo el denominado Cuarto Debate en la Teoría de las Relaciones Internacionales, hay un gran número de autores, los cuales, siguiendo a Mónica Salomón en su artículo La teoría de la Relaciones Internacionales en los albores del siglo XXI: dialogo, disidencia, aproximaciones, pueden agruparse

en

cuatro

grandes

tendencias:

la

teoría

critica,

los

postmodernismos, los feminismos y el constructivismo social (2002: 23). Posteriormente, emergería un segundo periodo, con una nueva dinámica que se pensaba había desaparecido (o había permanecido en la oscuridad bajo la división binaria y simplista Este-Oeste/ Socialismo-Capitalismo) y se va a reflejar bajo el desarrollo teórico-conceptual de los siguientes conceptos fundamentales: 1. El fenómeno cultural (multiculturalismo/choque de civilizaciones). 2 Caos o Anarquía; y 3. Seguridad. Uno de los primeros en advertir los cambios de este segundo periodo fue Samuel Huntington con su ensayo ¿Choque de civilizaciones? Publicado en Foreing Affairs en 1993. Luego, con su libro El choque de civilizaciones y la

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reconfiguración del orden mundial. Su obra permite entender, en parte, los cambios ocurridos en la postguerra fría. En concreto precisó que “la cultura y las identidades culturales, que en su nivel más amplio son identidades civilizacionales, están configurando las pautas de cohesión, desintegración y conflicto en el mundo de la posguerra fría” (2011: 20). En este sentido, sus observaciones, sirven como una aproximación para precisar la configuración de los nuevos actores y espacios de poder que emergieron tras la caída del bloque soviético y que estarían luchando por imponer su voluntad en la arena internacional. Esos actores son: China, Japón, India, Rusia, EE.UU., Europa, Latinoamérica y África, cada una con sus respectivas identidades culturales y religiosas. Otro autor, Robert D. Kaplan en su libro La anarquía que viene: la destrucción de los sueños de la postguerra fría, sistematizó la nueva realidad internacional emergente, como caos o anarquía, al afirmar que, muchos habían creído que el triunfo en la Guerra Fría “iba a traer simplemente libertad y prosperidad bajo los estándares de y . Pero, al igual que después de la Primera y Segunda Guerra Mundial, nuestra victoria ha dado paso a la siguiente lucha por la supervivencia” (2000: 11-12). La obra de Robert Kaplan sirve entonces como una aproximación sobre los nuevos temas que absorberá la agenda y la seguridad internacional. Con base en lo expuesto por Robert Kaplan es posible analizar y contextualizar a Moisés Naím, quien, en su Conferencia, ante la Sociedad Estadounidense de Derecho Internacional, habló de Las cinco guerras de la globalización. En ella, logró identificar las cinco principales actividades ilícitas más lucrativas del mundo (armas, drogas, tráfico de seres humanos, la piratería de la propiedad intelectual y legitimación de capitales). A esta lista, sin duda, es posible agregar otros ilícitos altamente lucrativos4. Tesis que

4

Ver: http://www.bbc.com/mundo/noticias/2016/03/160316_economia_crimen_organizado_mj

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posteriormente, ampliaría en su obra Ilícito: cómo traficantes, contrabandistas y piratas están cambiando el mundo. En el ámbito de la Teoría de las Relaciones internacionales, tras los atentados terroristas del 11 septiembre de 2001, como sostiene la Doctora Rosa María Pérez5 en Una aproximación crítica al estado actual de la Teoría de las Relaciones Internacionales, aunque no se debe dar por terminado el Cuarto Debate de la Teoría de las Relaciones Internacionales: …existen ideas que se están gestando más allá de sus fronteras, y a pesar de haber sido tildadas como “complejas”, constituyen un punto válido para la reflexión, y forman parte de lo que se ha tendido a llamar un posible “Quinto Debate” (2012: 3)

En ese posible Quinto Debate, la citada autora, señala que, existen distintos enfoques que tratan de explicar la actual realidad internacional como: el terrorismo, el poder inteligente, los temas de seguridad, la tesis de la paz democrática, la tesis de aquellos autores que se oponen a la instauración de la democracia a nivel mundial y el enfoque civilizacional. En el plano de la Teoría de las Relaciones Internacionales hay un conjunto de propuestas ontológicas. A nivel empírico, diversos acontecimientos pusieron en evidencia que las cosas habían cambiado: la Primera y Segunda Guerra del Golfo Pérsico en 1990 y 2003. Las Guerras de la extinta Yugoslavia entre 1991 y 1999, con conflictos menores hasta 2001. Inmediatamente, se produjo el acontecimiento que terminaría de marcar un antes y un después en las relaciones internacionales y en la Teoría de las Relaciones Internacionales. Los

Mientras quien suscribe realiza la presente introducción salió al conocimiento público el caso de los denominados Panamá Papers. Ver: http://www.bbc.com/mundo/noticias/2016/04/160404_economia_offshore_panama_panamapapers_lf 5

Ver: http://www.iaeal.usb.ve/mundonuevo/revistas/MN07/MN_07(09).pdf https://www.academia.edu/19351066/UNA_APROXIMACI%C3%93N_CR%C3%8DTICA_AL_ESTADO_ACTUAL_D E_LA_TEOR%C3%8DA_DE_LAS_RELACIONES_INTERNACIONALES?auto=download https://issuu.com/melydec/docs/archivos_viii

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atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York y Washington. Como afirmó Joseph Nye en La paradoja del poder norteamericano “Todo cambio el 11 de septiembre” (2003: 10). Para este autor, los atentados del 11 de septiembre serían el terrible “síntoma de los cambios profundos que [se estaban] sucediendo en el mundo” (Ibíd.) (Corchetes nuestros). Moisés Naím en la obra citada, también afirmó que “La primera señal inequívoca en todo el mundo de esta transformación se produjo el 11 de septiembre de 2001” (ídem: 22). Samuel Huntington también se expresó en igual sentido en su libro ¿Quiénes somos?: los desafíos a la identidad estadounidense, señalando que “El 11 de septiembre simbolizó de manera dramática el final del siglo XX de la ideología y del conflicto ideológico y el inicio de una nueva era” (2004: 387). David Held en Modelos de democracia, diría que: El 11 de septiembre y su impacto constituyen una prueba suficiente de todo lo anterior: el mundo después del 11 de septiembre es completamente diferente del que predijo Fukuyama. […] El liberalismo y la democracia se enfrentan a un nuevo desafío. Lejos del , podríamos encontrarnos al principio de un nuevo comienzo. (Ídem: 321) (Corchetes nuestros)

Seguidamente, se produjeron otros atentados terroristas, como por ejemplo: los del 11 de marzo de 2004 en Madrid; los del 7 de julio de 2005 en Londres; los del 7 y 9 de enero junto a los del 13 de noviembre de 2015 en Paris, los del 22 de marzo de 2016 en Bruselas y los del 28 de junio en el aeropuerto Ataturk de Estambul 6. Estos atentados han puesto sobre la agenda internacional el problema del terrorismo vinculado al Yihadismo islámico y el peligro del grupo terrorista autodenominado Estado Islámico en Oriente Medio. Ahora denominado Daesh7. Aunado a lo anterior, se presentó la “crisis financiera que estalló en el Este asiático en 1997 y [que] llegó a envolver al

6

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Estos últimos ocurridos mientras quien suscribe realiza la presente introducción.

Ver: n463551

http://www.nbcnews.com/storyline/isis-terror/paris-attacks-what-does-daesh-mean-why-does-isis-hate-

20

mundo entero” (Stiglitz. 2004: 11). Adicionalmente, entre el 2008 y el 2015, se produjo la crisis económica que afectó el mundo, conocida como la burbuja inmobiliaria. Tampoco, se puede dejar de mencionar otro conjunto de temas que

están

presentes

en

la

realidad

internacional

cambiándola

y

transformándola constantemente, tales como: la crisis migratoria, la crisis sanitaria ante casos como el ébola, H1N1 y la gripe aviar por nombrar sólo tres; la crisis medioambiental reconocida y evidenciada con el Protocolo de Kioto sobre el cambio climático en 1997 y en el acuerdo realizado en la Cumbre de Paris de diciembre de 2015; unos recursos naturales cada vez más escasos; el aumento demográfico a escala mundial; el aumento de las índices de criminalidad a nivel transnacional y estatal; la violación de derechos humanos y la crisis de gobernabilidad en muchas partes del mundo. Esos problemas son los que ha tenido que enfrentar y explicar las Ciencias Políticas, las Ciencias Sociales, las relaciones internacionales y la Teoría de las Relaciones Internacionales en este siglo XXI. Por supuesto, la realidad de América Latina no es ajena a ninguno. Por el contrario, muchos representan el día a día que deben afrontar los Estados, los gobiernos, las sociedades y los individuos de la región. 1.6 Razones teórico prácticas que justifican la vigencia del problema Lo antes expuesto, necesariamente, debe insertase en un contexto o marco superior que encierra el doble problema que actualmente enfrentan las Ciencias Políticas, las Relaciones Internacionales y en general todas las Ciencias Sociales. El primer problema, es el discutido declive del Estado Nación Moderno. Entendiendo por Estado la ya clásica definición de Max Weber como “aquella comunidad humana que en el interior de un determinado territorio –el concepto del ´territorio´ es esencial a la definición- reclama para sí (con éxito) el monopolio de la coacción física legitima” (2008: 1056). En otras palabras, actualmente, el concepto de soberanía en su sentido westfaliano es 21

cuestionado debido a la existencia de un conjunto de actores supraestatales e infraestatales (legales/ilegales - internos/externos) que hacen que el Estado este perdiendo el monopolio de la violencia legítima. Eso está afectando la forma de entender y explicar dos conceptos fundamentales en las relaciones internacionales, en la Teoría de las Relaciones Internacionales y en las Ciencias Políticas como son la guerra (trinitaria – Clausewitz / no trinitaria – Van Creveld)8 y la seguridad (Seguritización – Seguridad Humana – Nuevo Concepto Estratégico de la OTAN)9. Lo precedente obligatoriamente hay que articularlo con el segundo problema, sobre el cual sólo es posible esbozar una idea muy general 10. Hablar del Estado Nación Moderno, es hablar del Paradigma de la Modernidad y hablar del Paradigma de la Modernidad, es hablar de la Civilización Occidental11 (porque pareciera que lo que se está diluyendo y discutiendo no sólo es el Estado Nación Moderno, sino, el Paradigma de la Modernidad en general) y con ello el poder (que una potencia de Occidente conjunta o separadamente) ha ejercicio sobre las relaciones internacionales (es decir, en la guerra, en la economía, en la negociación y en la cultura) en los últimos 500 a 600 años aproximadamente.

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Ver: Van Creveld M. (2007). La transformación de la guerra. Buenos Aires. José Luis Uceda Editor; Kaldor M. (2001). Las nuevas guerras: la violencia organizada en la era global. Barcelona España. Tusquets Editores S.A. leído conjuntamente con Kaldor M. (2005). La sociedad civil global: Una respuesta a la guerra. Barcelona España. Tusquets Editores S.A; Liang Q. y Xiangsui W. (1999). Unrestricted warfare. Disponible en línea en: http://www.c4i.org/unrestricted.pdf. y E, Muños y A, Ortiz. 2010. 9

Ver: Waltz K. (1959). El hombre, el Estado y la guerra. Buenos Aires. Editorial Nova; Buzan B. People, States & Fear: An Agenda for International Security Studies in the post-Cold War Era. Disponible en línea: http://www.relacionesinternacionales.info/ojs/article/viewFile/124/115.html. Sisco C. y Chacón O. (2004). Barry Buzan y la teoría de los complejos de seguridad. Disponible en línea en: http://www.saber.ula.ve/bitstream/123456789/24849/2/articulo7.pdf; El nuevo concepto Estratégico de la OTAN: una aportación española. Disponible en línea en: http://www.falternativas.org/opex/documentos/documentos-detrabajo/el-nuevo-concepto-estrategico-de-la-otan-una-aportacion-espanola; El concepto de seguridad humana de la ONU http://www.un.org/humansecurity/sites/www.un.org.humansecurity/files/untfhs_booklet_-_spanish.pdf. http://www.un.org/humansecurity/es/content/el-concepto-de-seguridad-humana. Entre otros. 10

La presente idea general es producto de un trabajo de investigación realizado por quien suscribe. El referido trabajo se encuentra en borrador y tentativamente tiene por título: Entre imágenes y libros: aproximación al paradigma de la Modernidad en Occidente. 11

A los efectos del presente Trabajo Especial de Grado se entenderá por Civilización Occidental aquella comunidad humana donde predominan las ideas, valores y principios grecorromanos y judeocristianos (en su vertiente católicaprotestante).

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Hoy, pareciera estar sobreviniendo un cambio en el sistema internacional y en el orden/estructura internacional. Cambio que está afectando las relaciones diplomáticas, económicas, culturales, la forma de hacer la guerra, de entender la seguridad, la geopolítica y la geoestrategia internacional. Siendo Occidente el principal afectado en caso de no “saber en qué medida nuestras tradiciones greco-latinas y cristianas [deban ser] salvaguardadas y plenamente explotadas” (Beaufre. 1966: 215). Samuel Huntington lo advertía en su momento, cuando logró precisar que “El poder se está desplazando, de Occidente, predominante durante largo tiempo, a las civilizaciones no occidentales, la política global se ha vuelto multipolar y multicivilizacional” (ídem: 25). Ese cambio está representado, por lo que, un análisis sistémico, estructural y estratégico, pudiera ser el desplazamiento del poder político, militar, económico, diplomático y cultural de lo que puede designarse como un primer eje compuesto por: Europa Occidental - Mediterráneo - Océano Atlántico – América, es decir, Occidente, a un segundo eje compuesto por: El Medio Oriente - África (debido a la expansión del islam del norte al centro y sur del continente. Así como, a la penetración de China) - Asía Central - Océano Índico - extremo Oriente (India - China). Ese desplazamiento implica altas dosis en el ejercicio del poder, la estrategia, el liderazgo, la voluntad, el despliegue económico, diplomático, militar y cultural, los cuales, pueden ser observados actualmente en la arena internacional a través la gran cantidad de conflictos e incertidumbres que se reflejan en la inseguridad actual que existe en las relaciones internacionales, en el sistema internacional y en la política internacional. Por eso, no es casual que el segundo de los ejes identificados haya experimentado un crecimiento y un desarrollo económico en diferentes fases desde 199012. Primero bajo Japón. Segundo, bajo los Tigres Asiáticos 12

Ver: Gilpin R. (1990). La economía política de las relaciones internacionales. Buenos Aires Argentina. Grupo Editor Latinoamericano S.R.L. Primera Edición. Como el autor señala en el prefacio de su obra “se presta especial atención al notorio cambio en el emplazamiento geográfico del centro de la economía mundial que, en las décadas finales del siglo veinte, ha pasado del Atlántico al Pacífico” (1990: 10). La obra de Gilpin sirve para analizar el declive del poder

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de Primera y Segunda generación. Actualmente, bajo la República Popular China y la República de la India, a pesar del leve decrecimiento en 2015-2016. Ante ese acontecimiento, resulta oportuno referirse al historiador británico Paul Kennedy, quien, en su obra Auge y caída de las grandes potencias, logró precisar la estrecha relación que existe entre el poder económico y el poder militar o entre la economía y la estrategia, con las respectivas repercusiones que eso tiene en el ámbito diplomático y cultural, al señalar que: …los cambios económicos anunciaban el ascenso de nuevas grandes potencias que algún día tendrían una influencia decisiva en el orden militar-territorial- Ésta es la razón por la que el movimiento en los balances productivos globales hacia la , que se ha producido en las últimas décadas, no puede interesar exclusivamente a los economistas. De la misma manera, el registro histórico sugiere que a largo plazo hay una conexión muy evidente entre el ascenso y caída económicos de una gran potencia y su crecimiento militar y declive como poder militar importante, o imperio mundial. Tampoco esto es sorprendente porque emana de dos hechos relacionados. El primero es que los recursos económicos son necesarios para soportar un estamento militar a gran escala. El segundo consiste en que, en lo concerniente al sistema internacional, tanto la riqueza como el poder son siempre relativos y como tales habría que considerarlos. (1998: 20)

Un análisis retrospectivo o para decirlo junto al historiador francés de Segunda Generación de la Escuela de los Annales Fernand Braudel (1974: 60) de larga duración, permite afirmar (con las limitaciones correspondientes) que, en siglos anteriores13 a nivel sistémico, estructural y estratégico hubo cambios similares.

económico con su cuota parte política de EE.UU., desde la década del 70 del siglo XX, lo cual, a su vez hay que analizar conjuntamente con la interdependencia compleja y el posterior crecimiento y desarrollo económico de Japón y en menor medida de los llamado Tigres Asiáticos, los cuales, generaron desde el punto de vista económico un auge de los denominados nuevos proteccionismos (mercantilismo contemporáneo) que permitieron impulsar las nuevas economías en detrimento del libre comercio. Este fenómeno ha repercutido en las relaciones internacionales debido al papel asumido por el Estado. 13

Sobre el auge de la historia en la Teoría relaciones internacionales ver Barbé E. (2003). Relaciones Internacionales. Madrid España. Editorial Tecnos. Segunda Edición. En particular el capítulo II, subtitulo 4 (evolución reciente de la teoría) apartado C denominado Nuevo tiempo mundial (84-94)

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Siguiendo a Jacques Pirenne en su obra Historia Universal: las grandes corrientes de la historia (Tomo I y II: 1973), a Henry Kissinger en su libro China y al historiador Británico Paul Kennedy (capítulo I: El ascenso del mundo Occidental de su obra arriba citada), se tiene que, en la Antigüedad el Imperio Persa (bajo la dinastía de los Aqueménidas) controlaba política, militar, cultural y económicamente parte del eje Sureste de África del Norte - Medio Oriente Asía Central. Los persas tenían contactos en el Asia Central con Extremo Oriente (India y China bajo la Dinastía Han 206 a.C. al 220 d.C.) a través de la conocida Ruta de la Seda14. Más tarde, fortuna, providencia, casualidad, destino o azar, casi paralelamente a la caída del Imperio Romano de Occidente en el 476 d.C. en los preludios de la Alta Edad Media (siglos VIII al XIII), se produce la expansión del Islam, tras la muerte del Profeta Mahoma en el 632 d.C. Eso implicó un control similar al ejercido por el Imperio Persa, aunque habría que incluir parte de Europa, por el Oeste, al conquistar lugares de lo que hoy es España. Por el Este, cuando en 1453 los turcos toman Bizancio (la Segunda Roma que no por casualidad fue fundada en ese lugar. Su fundación vislumbra ese cambio sistémico, estructural y estratégico) y llegan a Viena, donde serían finalmente detenidos en la conocida Batalla de Kahlenberg en Viena en 1683, marcando la derrota y expulsión musulmana de Europa del Este. Los musulmanes en Asia Central tenían contactos con Extremo Oriente (India y China bajo las Dinastías Song 960-1279 d.C. y Ming 1368-1644 d.C.). Los musulmanes y las dinastías del Reino Medio, lograron desarrollar para la época un poderío

14

Hasta que fue derrotado por la alianza de las polis griegas en las denominadas Guerras Médicas. Posteriormente, sería barrido de manera definitiva por Alejandro Magno, quien, los expulsaría hasta el Asia Central. Para las Guerras Médicas ver: Heródoto (1977). Los nueve libros de la historia. México. Editorial cumbre. Décima Edición. Posteriormente, seguiría el control de buena parte de lo que hoy es Europa, el norte de África y toda la Costa Este del Mediterráneo, incluyendo el Mar Mediterráneo, llamado Mare Nostrum por Roma, hasta su caída en el 476 d.C. La caída de la Roma del Tiber va a coincidir con el nacimiento y muerte del Profeta Mahoma y la expansión del mundo Islámico. Los Libros: Segundo Libro de Crónicas, Esdras y Nehemías del Antiguo Testamento, hacen una clara referencia histórica al dominio que los Persas bajo la dinastía de los Aqueménidas ejerció en el Medio Oriente y por ende sobre el pueblo de Israel.

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marítimo considerable que les permitió dominar y controlar a los primeros buena parte del Océano Índico, Mar arábigo, Mar Rojo y el Mar Mediterráneo. A los segundos la antigua Ruta de Las Especies en el Océano Índico y el Mar Meridional de China (Ruta del Cinturón). Pero por razones internas (invasión de los mongoles y otras medidas internas) el Reino Medio detuvo su expansión marítima, dando lugar a un proceso de recogimiento continental. Ese proceso coincidiría con la progresiva expulsión por parte de Occidente de los musulmanes de Europa, del Mediterráneo, del Mar arábigo, del Mar Rojo y del Océano Índico. Inicialmente bajo las Cruzadas. Luego, tras el auge y expansión del poder marítimo de Occidente (con el desarrollo de una marina mercante y de guerra) durante la Baja Edad Media (siglos XIII y XVI) y la Modernidad (primero bajo la Serenissima República de Venecia. Luego, bajo la casa real Habsburgo –España y Austria- y Portugal. Posteriormente, bajo las Provincias Unidas –Holanda-. Seguidas por Francia y Reino Unido; y, finalmente, por Estados Unidos respectivamente). Eso ha implicado que Occidente ejerza un domino sobre el Continente Euroasiático en los ámbitos militar, económico, diplomático, cultural, geopolítico y geoestratégico. Así como, sobre los Océanos, Mares, estrechos y rutas marítimas por donde circula la mayor cantidad de tráfico comercial y de materias primas del mundo, necesarias para el aparato industrial y tecnológico y en general para mantener el desarrollo, crecimiento y bienestar económico y social que permite satisfacer las necesidades individuales y colectivas de Occidente15. La pertinencia de las anteriores consideraciones históricas radica en que, si bien, los pueblos de Occidente parecieran haber olvidado ese desarrollo

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Ver: Mackinder H. (2010). El pivote geográfico de la historia. Geopolítica(s). Revista de estudios sobre espacio y poder, vol. 1, núm. 2, 301-319; Spykman N. (1944). Estados Unidos frente al mundo. México. Fondo de la Cultura Económica; Brzezinski Z. (1998). El gran tablero mundial: la supremacía estadounidense y sus imperativos geoestratégicos. España. Editorial Paidos; Agnew J. (2005). Geopolítica: una re-visión de la política mundial. Madrid. Trama Editorial. Primera edición en español; Célélier P. (1965). Geopolítica y geoestrategia. Buenos Aires. Ediciones Pleamar; Ortega R. (2010). Escenario y estrategia. Disponible en línea en: https://issuu.com/rodolfoortegaprado/docs/libro_escenario_y_estrategia_ortega; Mahan, Alfred T. (2013). Análisis de los elementos del poder naval. Geopolítica(s). Revista de estudios sobre espacio y poder, vol. 4, núm. 2, 305-334. Disponible en línea en: https://revistas.ucm.es/index.php/GEOP/article/download/46354/43574. Entre otros.

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histórico, las civilizaciones no Occidentales, no lo han hecho. Tanto es así que, actualmente, primero, la República Popular China a nivel estratégico, ha retomado y rediseñado su política exterior con base en lo que han denominado la Ruta de la Seda y el Cinturón del siglo XXI 16, la cual, trata de envolver el continente Euroasiático a nivel continental por medio de la primera y a nivel marítimo bajo la segunda. Segundo, el terrorismo Islámico, es el intento de expansión y supervivencia del mundo musulmán, ya que, por un lado, está en medio de los dos centros económicos del mundo (Costa del Atlántico - Costa del Pacífico), y por el otro, debido a la presión que desde el norte ejerce la Federación de Rusia en la búsqueda de una salida a los mares calientes y al océano Índico e Pacifico, atentan principalmente contra Occidente, mediante la instrumentalización de las diferencias religiosas que históricamente ha tenido contra la civilización judeocristiana17. Finalmente, no se puede dejar de mencionar a la Republica de India y su expansión hacia el Océano Indico. En síntesis, estos Estados están desafiando el poder que las potencias Occidentales han ejercido en los ámbitos políticos, militar, económico, diplomático, cultural y en el dominio sobre los mares y Océanos18. De triunfar y expandirse estos centros (el sínico, el islámico, el ortodoxo y el hindú, entre los cuales existe cierto grado de cooperación contra Occidente), pudiéramos estar a las puertas de algo similar a lo que sucedió en los dos periodos históricos antes identificados. En donde el dominio de las relaciones internacionales, es decir, el desarrollo y control de la guerra, de la economía, de la negociación, de la cultura, de los mares y de los océanos estuvieron en el segundo de los ejes. Si ese proceso se terminará de llevar a cabo, estaríamos a las puertas de una profunda transformación de las relaciones 16

Ver: Kissinger H. (2012). China. Colombia. Editorial Debate; León R. y Gachúz J. (2015). Política exterior China: relaciones regionales y cooperación. Disponible en línea en: http://www.observatorioasiapacifico.com/data/OBSERVATORIO.Images/FContent/temp/20150225110834Polu00EDt icaExteriorChina-RelacionesRegionalesyCooperaciu00F3n-electru00F3nico.pdf. 17

Ver: http://elpais.com/diario/2011/01/15/babelia/1295053933_850215.html

18

Ver: http://www.politicaexterior.com/articulos/politica-exterior/el-mar-tablero-geopolitico-del-siglo-xxi/

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internacionales, del sistema internacional, del orden/estructura internacional y de la política internacional. No obstante, para que ese proceso ocurra, Occidente tendría que entrar o estar en un proceso de decadencia interna que, como bien, señala Jacob Burckhardt en Reflexiones sobre la historia universal “En la historia la desaparición de los pueblos va precedida siempre por un proceso de decadencia interna, de ocaso interno. Sólo entonces puede un empuje de fuera poner fin a todo” (ídem: 69). Ahora, si Occidente se encontrará en un proceso de decadencia o de ocaso interno ¿hará falta entonces un proceso similar al Renacimiento y a la Reforma Protestante? los cuales, en su momento, sacudieron las bases de la Civilización Occidental para dar lugar a la Modernidad y al auge de su poder. Por eso, ese fenómeno, evidentemente choca, rivaliza y desafía los intereses de Occidente, generando en buena medida los altos niveles de conflictividad actual. Por eso, no es casual que la gran mayoría de los conflictos internacionales que actualmente amenazan y ponen en riesgo la paz y la seguridad internacionales, se encuentren en lo que Zbigniew Brzezinski en El gran tablero mundial: la supremacía estadounidense y sus imperativos geoestratégicos, denomina la zona global de infiltración de la violencia (ídem: 61). Eso no significa que se reduzcan a esa zona. Pero es esa área, donde se encuentra como sostiene el autor en el capítulo 5 del libro, lo que él denomina los Balcanes Euroasiáticos En síntesis, actualmente, existe una guerra (no-trinitaria) declarada entre Occidente y las potencias no Occidentales, siendo este el principal problema en las relaciones internacionales del siglo XXI. Por eso, no es casual que, Moisés Naím en El fin del poder. Empresas que se hunden, militares derrotados, papas que renuncian y gobiernos impotentes: cómo el poder ya no es lo que era, exprese que, cuando algunos procuran un cambio en el sistema

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internacional, se asoman los fantasmas de la guerra (¿Qué tipo de guerra? Respuesta: no-trinitaria) y la anarquía, “De hecho, cuando se altera el orden de importancia, la jerarquía, entre potencias, lo que está en juego no solo es el prestigio de esos países y su influencia relativa, sino la estabilidad misma de todo el sistema internacional” (2014: 202). Dado el contexto previamente descrito, para uno de los padres de la interdependencia compleja, Joseph Nye el siglo XXI ha forjado nuevos cambios en la realidad internacional. En su libro La paradoja del poder norteamericano, expresa que, la teoría de la interdependencia compleja bajo la globalización ha tomado nuevos matices debido a lo que él cataloga como “La revolución de la información” (2003: 71). Esa nueva realidad, exige nuevamente ampliar el número de actores en el sistema internacional y los temas de la agenda internacional. Para Joseph Nye en este “mundo tan abigarrado, (…) [existen] tres resortes de poder –militar, económico y blando[que] siguen siendo relevantes, aunque en grados diferentes según los distintos tipos de relaciones” (ídem: 34). Esos tres resortes permitirán que él autor califique el actual orden/estructura internacional como un tablero tridimensional internacional unimultipolar, donde los principales actores son: China, Japón, Rusia, India, Europa y por supuesto Estados Unidos. Lo desarrollado por Nye (junto con lo anterior), permite, en parte entender y analizar el estado actual de las relaciones internacionales. Así, el tablero tridimensional internacional de las relaciones internacionales, con sus respectivos procesos de interacción, es decir, de cooperación, competición, conflictos, alianzas y coaliciones simétricas y/o asimétricas, con sus costos y beneficios para unos y otros, está en una dinámica compleja, heterogénea e interdependiente, interviniendo diversos actores que convergen en diversos espacios, cada uno tratando de imponer su agenda y su voluntad en un sistema internacional y en un orden/estructura internacional que pudiera estar transformándose. Además, como puede observarse, los temas

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involucrados se deben a que son muchas las variables que intervienen. Por si no fuera suficiente, esa misma realidad que se trata de aprehender y de aprender se encuentra en constante y continua metamorfosis debido a la dinámica propia de las relaciones humanas. Eso trae como consecuencia el surgimiento de nuevos problemas cuyo conocimiento, solo es posible, luego de un tiempo y por ende es cuando pueden ser insertados en la agenda internacional, donde cada actor va a privilegiar unos temas sobre otros, según su poder estructural, necesidades, percepciones, identidades e intereses, los cuales, como expone Alexander Wendt autor del constructivismo social en política internacional en su artículo La anarquía es lo que los estados hacen de ella: la construcción social de la política de poder, “se forman mediante significados colectivos que están continuamente en movimiento. [Y] Como Sheldon Stryker subraya, ´el proceso social consiste en construir y reconstruir el yo y las relaciones sociales´” (2005: 15). (Corchetes nuestros). No obstante, a pesar de las diferencias que puedan existir ante estos problemas, su tratamiento es obligatorio, pues lo que siempre estará en juego será la existencia, la supervivencia y la satisfacción de las necesidades de los diferentes grupos sociales, es decir, de los individuos, de la comunidad, de la sociedad, del Estado, de una región, de una civilización (Occidente) y sin dudas de la humanidad. Ante tal estado del arte, muchas son las variables a considerar al analizar la política exterior de un Estado, la política internacional, el orden/estructura internacional, el sistema internacional, las relaciones internacionales y las Relaciones Internacionales. Por ende, muchas las razones para no despreciar ninguna, en el presente trabajo que pretende analizar como un espacio específico, América Latina, ha logrado enfrentar la realidad de siglo XXI, por intermedio de un sistema internacional anárquico que se tenga conocimiento o no, guste o no, se quiera o no, se alimenta: primero de los Estados más débiles y menos preparados del sistema internacional debido a la desigual

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distribución del poder y capacidades y segundo de aquellos pueblos mediocres e ignorantes que eligen vivir en la oscuridad y en la penumbra de los tiempos. En resumen, como afirma Alexander Wendt, esa: Distribución de poder puede que afecte siempre a los cálculos de los estados, pero la manera en la que lo hacen depende de las interpretaciones y de las expectativas intersubjetivas, y depende también de la “distribución del conocimiento” que da forma a sus concepciones de sí mismo y del otro. (2005: 7)

1.7 Descripción del diseño de investigación 1.7.1 Diseño de investigación El presente trabajo, se hará, seleccionando un diseño de investigación cualitativo que permitirá responder adecuadamente a las interrogantes planteadas en la investigación y con ello lograr los objetivos formulados. Así, para lograr el resultado deseado, la metodología a utilizar será la investigación documental de base bibliográfica. 1.7.2 Tipo de investigación El tipo de investigación será analítico descriptivo. Debido a la intención de analizar los principales enfoques teóricos-conceptuales que interpretan la realidad internacional del siglo XXI, para luego estudiar como esas transformaciones y cambios a nivel global han generado retos y perspectivas en América Latina. 1.7.3 Técnicas operacionales Las técnicas operacionales a utilizar para el manejo de las fuentes documentales responderán a la forma de cómo recabar la información por parte del investigador, considerando el diseño, el nivel y el tipo de la investigación. En este sentido, se utilizaran los métodos correspondientes al uso de fuentes bibliográficas, tales como: notas, citas y subrayado entre otras. 1.7.4 Técnicas de procesamiento y análisis de datos

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El procesamiento y análisis de los datos de las fuentes documentales recolectadas, serán sometidos a diferentes técnicas como la observación documental, al análisis crítico, resúmenes analíticos y síntesis, de manera que, sea posible apreciar, comprender y determinar las ideas y los elementos claves de las fuentes sometidas a análisis. Esta forma permitirá lograr de manera lógica y coherente los objetivos propuestos, en aras de responder las interrogantes formuladas en la investigación, con la finalidad última de construir conocimientos en la disciplina. 1.8 Propuesta capitular del marco teórico La propuesta capitular del marco teórico será organizada de la siguiente manera: un primer capítulo, donde se definirá qué se entenderá por relaciones internacionales, los elementos que la integran y cómo abarca otros conceptos básicos. El segundo capítulo, tiene como finalidad, precisar los principales enfoques que explican las relaciones internacionales en el siglo XXI. Un tercer capítulo que busca analizar la configuración del actual orden/estructura internacional como un tablero tridimensional internacional y su interacción con América Latina, para deducir sus principales retos y perspectivas. Luego, se procederá a dar las conclusiones de la investigación; y, finalmente se hará referencia a la bibliografía consultada. 1.9 Interrogantes de la investigación La presente investigación dará respuesta a las siguientes interrogantes: 

¿Qué se entiende por relaciones internacionales, elementos integradores y otros conceptos básicos para el análisis?



¿Cuáles son los principales enfoques que explican las relaciones internacionales en el siglo XXI?



¿Cuál es la configuración del tablero tridimensional internacional y su interacción con América Latina, para deducir sus principales retos y perspectivas?

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1.10 Objetivos 1.10.1 Objetivo General 

Analizar las relaciones internacionales en el siglo xxi: el tablero internacional y América Latina principales retos y perspectivas

1.10.2 Objetivos Específicos 

Entender que son las relaciones internacionales: elementos integradores y otros conceptos básicos



Estudiar

los

principales

enfoques

que

explican

las

relaciones

internacionales en el siglo XXI. 

Analizar la configuración del tablero tridimensional internacional y su interacción con América Latina, para deducir sus principales retos y perspectivas.

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CAPÍTULO II RELACIONES INTERNACIONALES: ELEMENTOS INTEGRADORES Y CONCEPTOS BÁSICOS El presente capítulo tiene como finalidad desarrollar brevemente un concepto de política, sus dos dimensiones y binomios, para luego describir cuales son los dos criterios para analizar los cambios políticos. Esas definiciones básicas, son el punto de partida para definir y precisar que se entiende por relaciones internacionales, sus elementos integradores y otros conceptos básicos sobre la materia. Eso permitirá conocer los instrumentos (medios) teóricos-conceptuales elementales que todo analista debe manejar al momento de realizar un análisis de la realidad internacional. Así mismo, hay que entender y explicar cómo se relacionan entre sí al momento de un estudio. El conocimiento, manejo y la relación de esos conceptos básicos, son debidamente aplicados en el presente Trabajo Especial de Grado, por eso la importancia y relevancia del presente capítulo. Finalmente, esos instrumentos teóricos-conceptuales a definir son: la política; los dos criterios para analizar los cambios políticos; las relaciones internacionales y sus cuatro tipos de procesos; el sistema internacional; el orden/estructura internacional; la política internacional; la política exterior; Estado; el poder; la estrategia y la voluntad. 2.1 Definición general de política Para el pensamiento político occidental la política en esencia (implícita o explícitamente) gira en torno al poder y al conflicto (bien a lo interno o bien a lo externo de una unidad político-territorial independiente, de un Estado o de una civilización). Max Weber en El político y el científico definió la política como “El esfuerzo por compartir el poder o por influir en su distribución, ya sea entre los Estados, o en el interior del Estado. Entre los grupos humanos que comprende” (1987: 58). Por eso “Quien actúa en política se esfuerza por

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obtener el poder, bien como medio para servir a otros fines, ideales o egoístas, o como ´poder por el poder mismo´, es decir, para gozar del sentimiento de prestigio que confiere” (Ídem: 59). Para Bhikhu Parekh en Pensadores políticos contemporáneos “La política es una actividad práctica que trata de la forma en que vivimos colectivamente, de cómo manejamos nuestros asuntos, de cómo hacemos nuestras elecciones, de cómo resolvemos nuestras diferencias y así sucesivamente, y suscita necesariamente temas morales” (2005: 9) Manuel García-Pelayo en su Idea de la Política, señala que, la política se desenvuelve en dos dimensiones. Una estática que surge con fundamento en un sistema de valores que justifica y legitima un orden que permite el mayor grado de convivencia política pacífica a nivel nacional o internacional. Se destacan los conceptos de paz, orden y justicia. La otra dimensión es dinámica y está presidida por la tensión y el conflicto que se desarrolla entre “conjuntos o constelaciones de Estados, sea entre Estados particulares, sea, dentro de éstos, entre partidos, camarillas, intereses e ideologías; la política se nos muestra desde esta perspectiva como una pugna entre fuerzas o grupos” (1999: 5). Se destacan los conceptos de lucha, poder y voluntad. Esta dimensión “es propia de las épocas críticas en las que se pretende poner al desnudo o desenmascarar las apariencias de las cosas” (Ídem: 10), porque, no es posible desenmascarar las cosas ni “actualizar un sistema de valores configurado en un ideal de justicia sin un poder capaz de quebrantar las resistencias que se le opongan” (Ídem: 21). En todo caso, ambas conviven en una constante interrelación de tiempo y espacio, porque entre ambas existe “una especie de correlación dialéctica” (Ídem: 20), de donde surgen los siguientes binomios: 1. Justicia-Poder: La historia de la política en buena parte se puede resumir como “el intento de vincular un sistema axiológico al poder

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político, la búsqueda por parte del espíritu, de la fuerza histórica capaz de materializarlo” (Ídem: 21). 2. Lucha-paz: La lucha (el conflicto) se encuentra presente en las relaciones humanas. Se desarrolla en los más diversos planos donde este se desenvuelve, porque en el fondo consiste en ser o no ser, en existir o no existir, en ser reconocido o no ser reconocido, en ser visible o en ser invisible. Por tal razón, es difícil eliminarla. Sólo que, dependiendo del momento histórico y de las fuerzas profundas e intereses en juego, ese conflicto para decirlo en términos de la Teoría de los Juegos podrá ser existencial o agonal. En las relaciones internacionales, este binomio se refleja mediante los procesos o interacciones de tipo conflictivo (la guerra) y de tipo pacifico (la cooperación y la competencia). 3. Voluntad-Razón: Toda “acción política ha de saber darse a sí misma cuenta y razón de la naturaleza, de la necesidad, de la posibilidad, pues sin ello se aniquila a sí misma transformándose en agitación estéril o en frustración” (Ídem: 35). Por eso, toda voluntad (acción política) debe estar precedida de un análisis racional (medios y fines) que le permita saber y precisar: a) ¿Qué se quiere? b) ¿Qué se puede? c) ¿Cómo hay que saberlo? d) ¿Cuándo hay que hacerlo? e) ¿Dónde hay que hacerlo? y f) ¿Cuál es la intención que se busca realizar?. En síntesis, toda acción política para que sea exitosa debe apoyarse en un cálculo racional, es decir, en un cálculo de los medios con que se cuenta para poder alcanzar los fines propuestos. 4. Orden-Justicia: Para mantener, defender, expandir o modificar el orden establecido, es necesario la articulación de un sistema axiológico que maneje una idea de justicia (concepción normativa) aceptada por la mayoría (legitimidad). Un cambio en los valores y principios que rigen una sociedad (nacional o internacional), no es otra cosa que, un cambio en lo que se considera justo o no dentro de esa sociedad y eso altera

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el orden de esa sociedad (nacional e internacional). Esa constante, continua y periódica actualización, es lo da origen a la lucha y nos repone al binomio inicial de justicia-poder. Para decirlo con Henry Kissinger en Un mundo restaurado: la política del conservadurismo en una época revolucionaria, lo cual aplica, para lo interno de un Estado y para lo externo de un Estado “sin orden no puede existir la vida social [interna o internacional], y sin autoridad no hay orden [interno o internacional]” (1973: 255). Quizás este es el motivo, por el cual, para García-Pelayo “la esencia del poder es siempre idéntico [el conflicto, el dominio, imponer la voluntad sea a lo interno o a lo externo de una unidad político territorial independiente, de un Estado o de una Civilización], la estructura del poder puede ser más o menos la misma [burocracia, ejército, finanzas, relaciones exteriores], pero la estructura política formada en torno a ese poder es distinta si son distintos los valores a los que sirve [monarquía, tiranía; aristocracia, oligarquía; democracia, demagogia; república]” (García-Pelayo. 1999: 22). (Corchetes nuestros). 2.2 Dos criterios para analizar los cambios políticos Para analizar los cambios políticos es posible hablar de dos grandes criterios. Unos dando mayor importancia a los elementos externos, sostienen que, su importancia, es de tal magnitud que, influyen de una manera decisiva sobre la realidad interna. Eso se logra mediante la configuración de una presencia o sujeto externo que, como expresa Reinhart koselleck en Futuro pasado: para una semántica de los tiempos históricos, permite a toda “Una unidad social o política de acción [constituirse] mediante conceptos en virtud de los cuales delimita y excluye a otras, es decir, en virtud de los cuales se determina a sí misma” (1993: 206). Esa “distinción ayuda a fundamentar tanto la organización interna como la política exterior” (Ídem: 214). Otto Hintze en Historia de las formas políticas con base en la evolución histórica Europea,

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expresa “si la forma exterior de los Estados, que las más de las veces está condicionada por momentos de política exterior, influye sobre la estructura interna, es decir, sobre su constitución” (1968:16). Esa forma exterior condiciona la configuración de los Estados: …en oposición al desarrollo social interno, todo lo que atañe a la delimitación exterior, la magnitud y la figura, la trabazón apretada o laxa, incluso la composición ética del Estado. (…). La configuración de los Estados crea el terreno firmemente delimitado sobre el cual puede desplegarse el desarrollo social. Pone los cimientos para la vida estatal y para la forma del gobierno. (Ibíd)

Esa configuración de los Estados se da a través de “la guerra y la colonización, de la conquista y del asentamiento pacífico, de la fusión y de la segregación de fragmentos, todo ello bajo el cruzamiento y asilamiento alternativos de razas y culturas, de tribus y lenguas entre sí” (Ídem: 17). Esta forma de análisis tiene gran arraigo en el pensamiento político europeo. Sirve para definir lo que se es a lo interno, contraponiéndolo a la presencia de un sujeto externo desconocido que, como bien señala Sheldon Wolin en Política y perspectiva: continuidad y cambio en el pensamiento político occidental genera “el temor a una fuerza intrusa que disolvería la trama de las relaciones políticas y sociales, [es] un elemento constitutivo del pensamiento occidental [desde] la época en que los griegos tomaron conciencia del Imperio Persa” (1973: 115). Posteriormente, esa idea se verá reforzada con otros hechos similares como el temor que causó la presencia musulmana en Europa durante parte de la Edad Media y con la presencia de Gengis-Khan cuando en 1241 conquistara Polonia y Hungría amenazando la existencia del orbe romano-cristiano, generando como dice Manuel García-Pelayo en Formas políticas de la alta edad media, el temor mogol que quedó grabado “en el inconsciente colectivo de los pueblos europeos para surgir de tiempo en tiempo bajo el mito del , nueva versión del Gog y

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Magog19” (2003: 21). Hoy el peligro islámico y el peligro amarillo, han revivido. La actual expansión islámica, bajo la presencia del Estado Islámico y el traslado del poder económico y financiero a la Costa del Pacifico especialmente a la República Popular de China lo comprueban. Otros siguiendo el método critico-negativo heredado de Heráclito de Éfeso y de Platón, que en Hegel se transformó en el método dialéctico o negación de la negación y que Marx adoptó a su modo, sostienen como señala Irving Zeitlin en Ideología y teoría sociológica que, una cosa llega a ser verdadera “” (1982: 104). Los partidarios de este método ven en las ideas y en la realidad interna y sus vínculos constitutivos entre sí y con el exterior la esencia de toda crisis del ser, es decir, ven en las ideas y en la realidad interna las condiciones que generan y propugnan el constante devenir, el constante cambio, ya que el: … desarrollo de las cosas es un automovimiento, interno y necesario, y que, en su movimiento, cada cosa se encuentra en interconexión e interacción con las cosas que la rodean. La causa fundamental del desarrollo de las cosas no es externa sino interna; reside en su carácter contradictorio interno. (…). El carácter contradictorio interno de una cosa es la causa fundamental de su desarrollo, en tanto que su interconexión y su interacción con otras cosas son causas secundarias. (Mao. 2001: 3)

Desde el punto de vista epistemológico, el método crítico-negativo de Hegel se opone al modelo empírico inglés. Al método de Hegel los epistemólogos 19

Mención especial, por su significación en las concepciones históricas y escatológicas de la época, merecen los pueblos de Gog y Mogog, simbolización del mito de un lejano enemigo, casi infrahumano pero dotado, no obstante, de una misión histórica (…) de invadir con sus hordas el pueblo de Dios antes del fin de los tiempos. Para la visión medieval expresaron, además, los pueblos que en cada momento histórico constituyeron una amenaza a la cristiandad, como los godos, los hunos, los árabes, los normanos, los turcos, los magiares y los mogoles, es decir, pueblos que vienen del norte y, en especial, de Oriente pues como resultado de la vinculación de los textos y tradiciones judeo-cristianas con la leyenda de Alejandro, predominaba la idea de que tales pueblos míticos se encontraban en el Caspio, de donde saldrían al fin de los tiempos, bien como tropa que precede, bien como tropa que sigue al anticristo. (García-Pelayo. 1991: 790)

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franceses e ingleses le opondrán el modelo empírico-positivista. A este modelo empírico-positivista se opondrá Marx retomando el método dialectico. Posteriormente, al método de Marx y a los contextualistas, se le opondrá el método neopositivista del Círculo de Viena y de la filosofía analítica. Para Irving Zeitlin los métodos epistemológicos empírico, positivista y neopositivista, tienen en su esencia el problema de que sólo estudian y entienden aquellos fenómenos como verdaderos “en la forma en que se dan inmediatamente. Al rechazar los conceptos universales y reducir la verdad a lo observable y verificable en forma inmediata, los positivistas [y los neopositivistas] excluyen ” (Ibíd). No obstante, para quien suscribe, la razón de fondo del rechazo del método critico-negativo es más compleja. Se encuentra conectada a la esencia de la Modernidad. La Modernidad para desmantelar el aparato teórico-conceptual del Orden Político Feudal y su Constitución Estamental, tuvo que separarse de las conexiones que ese orden político tenía con el pensamiento de Platón, quien, usa el método dialectico y la retórica a través de sus diálogos. En resumen, ambos criterios deben ser debidamente observados al momento de realizar un análisis de la realidad interna y externa de una unidad político-territorial independiente, de un Estado o de una Civilización. 2.3 Definición de relaciones internacionales Como se puede observar, la política gira en torno al poder y al conflicto que sobre el poder puede darse a lo interno de una unidad político-territorial independiente o de un Estado y a lo externo de una unidad político-territorial independiente, de un Estado y de una civilización. Por eso, sus dimensiones, sus binomios y sus criterios sirven de marco general para el análisis. Cuando se hace referencia a la segunda hipótesis, se está en el ámbito de las relaciones internacionales, es decir, del conjunto de “relaciones

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transfronterizas [que se producen o se generan] entre distintos actores” (Bizzozero. 2011: 25-26) del sistema internacional. Para Esther Barbé citando a Holsti las relaciones internacionales se refieren “a cualquier interacción, sea o no iniciada por un gobierno, entre los miembros de sociedades separadas” (ídem: 125). Esas relaciones transfronterizas o interacciones como señala Esther Barbé generan que “las relaciones internacionales [sean] relaciones sociales que inciden en la distribución del poder a nivel mundial” (Ibíd.). Esas relaciones transfronterizas, interacciones o relaciones sociales que inciden en la distribución del poder mundial, pueden ser ordenadas en las siguientes áreas (o como las denomina Esther Barbé procesos que están profundamente interconectados, por eso la estrategia es y debe ser global): 1. La negociación (Diplomacia – cooperación): siguiendo la definición de Henry A. Kissinger en Un mundo restaurado: la política del conservadurismo en una época revolucionaria, consiste en: …el arte de relacionar a los Estados entre sí por el consentimiento antes que por el ejercicio de la fuerza, por la presentación de un campo de acción que concilie las aspiraciones particulares con un consenso general. Porque la diplomacia depende de la persuasión y no de la imposición, presupone un marco determinado, ya sea mediante un acuerdo sobre un principio legitimador, o teóricamente a través de una interpretación idéntica de las relaciones de poder, aunque esto último resulta sumamente difícil de lograr en la práctica (1973: 414)

Adicionalmente, agrega el académico y diplomático estadounidense que: En toda negociación se entiende que la fuerza es el último recurso. Pero el arte de la diplomacia consiste en mantener esta amenaza en potencia, conservar su magnitud indeterminada y utilizarla sólo en última instancia. Porque en cuanto el poder se convierte en realidad, las negociaciones propiamente dichas cesan. Una amenaza del empleo de la fuerza que no se cumple no regresa la negociación al punto en que se encontraba antes de que la misma se formulase. Destruye por completo la posición de negociación porque no es una confesión del poder finito sino de impotencia (ídem: 221)

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Como señala el mismo autor en La Diplomacia, mantener la “posición negociadora de un país depende de las opciones que se vea que tiene. Reducirlas favorece los cálculos del adversario y reduce la de los practicantes de la Realpolitik” (2004: 121). 2. La economía (competencia) genera los medios (actuales y/o potenciales) con que cuenta un Estado para negociar o ejercer la fuerza como último recurso y abarca las siguientes áreas: i. Finanzas. ii. Producción: (manufactura industrial y agrícola). iii. Tecnología (educación). iv. Infraestructura (energía - materias primas - transporte – comunicaciones). v. Distribución. vi. Intercambio. vii. Consumo. Siguiendo a Fernando Frade Merino en La Guerra Psicológica, por económica se entiende el estudio del “conjunto de procedimientos de que se vale una sociedad para aprovechar los recursos de todas clases de sus medios, necesarios o útiles para su vida, así como el modo en que los escoge, transforma, usa, distribuye y hasta el modo en que aprovecha los restos que van quedando en estas fases” (1994: 34) con el fin último de satisfacer las demandas y necesidades materiales de esa sociedad. De esa definición se destacan dos características: 1. Los recursos son escasos y 2. La escases genera la eficiencia en su búsqueda, manejo, transformación, distribución y consumo, puesto que,

como

precisa

Domingo

Maza

Zabala

en

Metodología

macroeconómica: …la escasez de los recursos y medios para la creación de riqueza y, por tanto, de la riqueza misma, impone restricciones y limitaciones a la conducta humana –individual y social-, de tal manera que se hace indispensable tomar decisiones para ajustar objetivos y medios entre sí, estableciéndose condiciones de compatibilidad, viabilidad y necesidad. Tan importante como la maximización de la riqueza social –objetivo de la productividad- es la distribución óptima del producto creado, no sólo entre los titulares de los factores productivos sino también entre los miembros de la sociedad como tales, de modo que la economía, como disciplina científica del conocimiento, tiene como

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objeto descubrir y establecer las leyes de la creación y la distribución de la riqueza, inherentes a cada sistema social, a las cuales están vinculadas las leyes de acumulación y de la productividad, como leyes históricas objetivas. (2000: XXIV)

Por otra parte, con base en lo anterior, a grosso modo la economía puede ser divida en las siguientes áreas: i) Financiera (nacional e internacional): es la existencia de un sistema monetario estable y confiable necesario para establecer el valor de los productos permitiendo su intercambio, así como, para otorgar los prestamos necesarios para ser invertidos en el aparato industrial, agrícola y tecnológico. ii) Manufactura (industrial-agrícola-tecnología): producir los bienes que una sociedad necesita para su subsistencia y satisfacción de necesidades. Además, generar un excedente para ser comerciado (intercambiado) con otras sociedades. Para ello, es indispensable el uso de la tecnología que permita transformar la materia prima en bienes necesarios y óptimos para satisfacer las necesidades de los individuos. iii) Comercial: esos bienes manufacturados, es decir, producidos, deben ser vendidos y distribuidos en el mercado interno para satisfacer las necesidades materiales de una sociedad y en el mercado externo para generar un excedente financiero que permita adquirir materias primas necesarias al proceso manufacturero y seguir produciendo. Ninguna sociedad posee todos los bienes (recursos o materias primas) existentes. iv. Contar con una infraestructura: que haga posible y facilite el libre tránsito y distribución de los bienes y servicios producidos; y finalmente, v. Tener un control (seguridad): que permita ejercer un dominio, poder, vigilancia, supervisión y control sobre las rutas marítimas y terrestres por donde fluya el comercio con el fin de asegurar el flujo normal de las mismas sea a nivel interno y/o externo, para tener acceso a las fuentes o materias primas necesarias para abastecer el aparato industrial interno que permita la producción, la distribución, el comercio y el consumo.

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Ahora, dependiendo de la capacidad de un actor internacional (unidad político-territorial independiente, de un Estado o de una Civilización) de controlar, influir o dominar estos elementos dependerá su posibilidad de contar con mayores o menores recursos (medios) de manera actual y/o potencial para ejercer su voluntad política a escala nacional, continental (regional) o global (mundial). Oswald Spengler en su libro Años decisivos: Alemania y la evolución histórica universal, lo sistematizó de la siguiente manera “la economía no es un reino independiente; está indisolublemente ligada a la gran política [relaciones internacionales: negociación-economía-guerra]; [por eso] no es concebible sin una vigorosa política exterior y con ello dependiente en último término del poderío militar del país en el cual vive o muere” (1962: 165). (Corchetes y negrillas nuestras). 3. La Guerra (conflicto): Siguiendo a Barthelémy Courmont en su obra La guerra, puede ser definida como “la oposición frontal o no, de al menos dos beligerantes, de fuerza igual o asimétrica, que desemboca en enfrentamientos que pueden revestir distintas formas” (2010: 12). Martin Van Creveld en su libro La transformación de la guerra, la define como: …una competencia violenta entre dos oponentes cada uno gobernado por una voluntad independiente y hasta cierto punto libre de hacer lo que le convenga. La necesidad de concentrar la mayor fuerza posible y asestar un golpe demoledor en el punto decisivo continuará chocando con la necesidad de la astucia, engaño, decepción y la de sorprender al enemigo. La victoria, siempre estará del lado de quien mejor entienda como balancear estos dos requerimientos contradictorios, no en forma abstracta sino en una oportunidad específica, en un lugar específico y contra un enemigo específico (2007: 304)

La guerra en esencia puede tomar dos formas: bajo la concepción trinitaria o limitada expuesta por Karl Von Clausewitz en su obra ya clásica De la guerra y bajo la concepción no trinitaria o total expuesta por Martin Van Creveld su libro La transformación de la guerra. En

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ambos casos el fin último es hacer uso de un “acto de fuerza… [para] imponer la voluntad al adversario.” (Clausewitz. 2003: 18). Por medio de ese acto de fuerza (violencia política) las unidades político territoriales independientes, los Estados o las civilizaciones pretende imponer

su

voluntad

a

otras

unidades

político

territoriales

independientes, a otros Estados o a otras civilizaciones. No obstante, siguiendo a Clausewitz, hay que dejar claro que la guerra es “un arma [medio] de negociación política… que no es… independiente en sí misma” (Ídem: 239). Es un instrumento (medio) de disuasión, proyección y/o imposición de la voluntad de los actores políticos, bien hacia el interior o bien hacia el exterior de las unidades políticas territoriales independientes, de los Estados o de las civilizaciones. (Corchetes nuestros) Pierre Célélier en Geopolítica y geoestrategia sostiene que “Durante siglos las guerras entre países diferentes no tuvieron otra causa, más o menos evidente, que la conquista: de territorios, de recursos, de poblaciones” (Ídem: 122). De eso resulta que “la guerra no pertenece ni a la esfera de las artes ni a la de las ciencias, sino al de la existencia social. Es una disputa de intereses superiores que sólo se distingue de otras disputas porque se resuelve con el derramamiento de sangre” (Ídem: 149). Esos intereses superiores en esencia son reducibles al ser y estar o al no ser y al no estar, en fin a existir o no existir. Por eso la guerra puede transformase en términos de Clausewitz de limitada a absoluta. En términos de Carl Schmitt el adversario se transforma en enemigo. En términos de la teoría de los juegos el conflicto agonal se transforma en conflicto existencial. En síntesis, como dice Sun Tzu en El arte de la guerra, “La guerra es un asunto de importancia vital para el Estado, es la provincia de la vida y de la muerte, el camino que lleva a la supervivencia o a la destrucción” (2000: 33). (Corchetes y negrillas nuestras).

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4. Finalmente, esas interacciones pueden ser de naturaleza cultural y está

referida a los principios y valores esenciales que definen, delimitan, diferencian y excluyen a una comunidad, a una sociedad, a un Estado y/o a una civilización de otras. Esto se logra como expresa Reinhart koselleck en Futuro pasado: para una semántica de los tiempos históricos, “mediante conceptos en virtud de los cuales [una comunidad, una sociedad, un Estado y/o una civilización se] delimita y excluye a otras, es decir, en virtud de los cuales se determina a sí misma” (1993: 206). Al relacionar los conceptos anteriores, se observa que, con los medios disponibles se está en el campo de la economía. Pero, al adecuar esos medios escasos a la obtención de fines políticos (sean de expansión, mantenimiento o defensa) y a la satisfacción de las necesidades se entra en contacto (se tenga conocimiento o no, se quiera o no, guste o no) con el sistema internacional, con el orden/estructura internacional y con la política internacional. Eso implica diseñar obligatoriamente una política exterior con base en el interés nacional definido en términos de poder. Una política exterior definida en esos términos, tiene que, coordinar y articular de manera racional (medio-fines) ese poder mediante: 1. Una diplomacia que maneje las negociaciones para obtener la mejor y mayor cantidad de recursos económicos, materiales, políticos, culturales y morales que permitan satisfacer las distintas necesidades al menor costo posible; y 2. Un aparato de guerra para mantener, expandir o defender la voluntad propia ante los diversos actores (internos-externos y/o legales-ilegales). 2.4 Definición de sistema internacional, orden/estructura internacional, política internacional, política exterior y Estado Como se señaló precedentemente, cuando un actor internacional (entiéndase una unidad político-territorial independiente, un Estado o una Civilización), adecua sus medios escasos a la obtención de fines políticos y a

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la satisfacción de las necesidades del colectivo, entra en contacto con las relaciones internacionales. Esas relaciones internaciones se desarrollaran dentro de un sistema internacional, un orden/estructura internacional y una política internacional, ante lo cual, hay que elaborar una política exterior. Por eso, resulta importante definir brevemente estos conceptos: 1. El sistema20 internacional siguiendo a Bizzozero es aquel que: posibilita identificar las interacciones entre los distintos actores, los cuales obedecen a determinadas lógicas y son regulares y predecibles en el tiempo, por lo que un cambio afecta necesariamente a los demás actores, en la medida que se ajustan a determinadas previsiones, en un marco de racionalidad limitada” (Ídem: 173).

Esther Barbé define el sistema internacional con base en tres elementos o variables que permiten y facilitan el análisis: 1. Los actores; 2. La estructura; y 3. El proceso. Así, el Sistema internacional “está constituido por un conjunto de actores, cuyas relaciones generan una configuración de poder (estructura) dentro de la cual se produce una red compleja de interacciones (proceso) de acuerdo a determinadas reglas [orden]” (Ídem. 133). La principal característica del sistema internacional es su naturaleza anárquica, consecuencia directa de la ausencia de una autoridad central superior, legítima, legal y común a todos los actores del sistema internacional. En ese ambiente anárquico, los actores deben y tienen que, en un primer momento, de manera inexorablemente garantizar su propia supervivencia mediante la autoayuda, el poder y sus capacidades. 2. No obstante, a pesar de esa anarquía, todo sistema internacional por intermedio de sus actores, tiende a buscar y a encontrar una estabilidad relativa. Esa estabilidad relativa que buscan los actores, principalmente

Se entiende por sistema “un conjunto de componentes dotados de ciertas propiedades y atributos, los cuales están unidos entre sí por conexiones indirectas o directas de interdependencia. De tal manera que, un cambio en uno de ellos pronto produce efectos inmediatos sobre los demás y están unidos también por conexiones de feed-back o retroacción, de modo que, quiere decirse con esto, que el efecto de un acontecimiento vuelve a operar a su vez; o sea, opera sobre su causa” (García-Pelayo. 2008: 16-17). 20

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los Estados, para decirlo con Kenneth Waltz en su libro Teoría de la política internacional (1988: 150), se basa en la desigual distribución de capacidades para el logro de los objetivos entre las unidades. Por lo tanto,

esa

estabilidad

relativa

tiene

como

fin,

instituir

un

orden/estructura internacional que va a estar representado por la “configuración de fuerzas entre las principales unidades de la época” (Bizzozero. 2011: 176). Esther Barbé lo define como “la configuración de poder generada por las potencias del sistema” (ídem: 211). La idea de orden/estructura internacional siguiendo a Barbé sirve “para establecer los límites dentro de los que se mueven los actores en su conjunto” (Ibíd.). Luego, como precisa Alexander Wendt, Kenneth Waltz define el orden/estructura internacional “según tres dimensiones: los principios constitutivos (en este caso, la anarquía), los principios de diferenciación (que aquí se abandonan), y la distribución de capacidades” (Ídem: 7). Pero hace falta determinar que “Para pasar de la estructura a la acción, necesitamos añadir una cuarta dimensión: la estructura de identidades e intereses construida de forma intersubjetiva dentro del sistema” (Ídem: 11). Así, de acuerdo al momento histórico en estudio, a los principios constitutivos, a los principios de diferenciación, a la desigual distribución de capacidades y a la estructura de identidades e intereses, ese orden/estructura internacional podrá ser: 1. Imperial; 2. Hegemónico; 3. Equilibrio de poder (concierto Europeo o Guerra Fría); 4. Unimultipolar, y 5. Multipolar. Esos modelos o tipos de orden/estructura se deben a la “Creación, cambio y desaparición de un sistema internacional” (Ídem: 217). 3. En el marco de ese sistema internacional, jerarquizado mediante un orden/estructura internacional concreto en un momento histórico determinado, un Estado podrá interactuar [procesos: 1. Cooperar (diplomacia); 2. Competir (economía) o 3. Entrar en conflicto (guerra)], con diferentes políticas exteriores del resto de los Estados (y con la 48

actuación más limitada del resto de los actores del sistema internacional). Esas interacciones o procesos van a tomar esas tres características fundamentalmente debido a dos cosas: 1. Por la escasez de recursos o bienes existentes (sean reales o potenciales); y 2. Por la incompatibilidad de valores y principios axiológicos que configuran una noción o idea de justicia en un cuerpo social (Barbé. 2003: 220). Este proceso dinámico de interacción podrá afectar de diferentes formas al sistema internacional y al orden/estructura internacional (sea para mantenerlo, desgastarlo, transformarlo). Esa dinámica, generará que las diversas políticas exteriores de cada uno de los Estados concurran en la arena internacional, dando lugar a lo que se conoce como política internacional, es decir, el “comportamiento del Estado y las interacciones con otros Estados” (Bizzozero. 2011: 25). En síntesis, la política internacional será la sumatoria de las diferentes políticas exteriores que convergen en la arena internacional. Por eso, para Jean-Baptiste Duroselle en Todo imperio perecerá: teorías sobre las relaciones internacionales, señala que, en la política internacional se busca “doblegar la voluntad del extranjero. Los métodos se reducen a cuatro grandes tipos: 1) la persuasión; 2) el regateo; 3) la amenaza, y 4) el uso de la violencia” (2000: 135) 4. Ante el ambiente descrito, todo Estado, se ve en la inexorable y obligada necesidad de diseñar una política exterior delineada con base en el interés nacional21 definido en términos de poder. Eso como expresa Henry Kissinger en La Diplomacia, es lo que, algunos autores denominan Realpolitik22, es decir, “una política exterior basada en 21

Siguiendo a Kenneth Waltz en su obra Teoría de la política internacional, el interés nacional significa que: tras haber examinado sus requerimientos de seguridad, ese país intenta satisfacerlos. Esto es un hecho simple, y también importante. Implícita en el concepto de interés nacional está la noción de que los movimientos diplomáticos y militares deben ser cuidadosamente planeados si no se quiere arriesgar la supervivencia del Estado. (1999: 199). 22

Ver: Viroli M. (2009). De la política a la razón de estado: la adquisición y transformación del lenguaje político (12501600). Madrid España. Ediciones AKAL; Botero G. (1962). La razón de estado y otros escritos. Caracas. Instituto de Estudios Políticos, Facultad de Derecho UCV; Naudé G. (1964). Consideraciones políticas sobre los golpes de estado. Caracas. Instituto de Estudios Políticos, Facultad de Derecho UCV; Foucault M. (2009). Seguridad, territorio,

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cálculos de poder y en el interés nacional (ídem: 133). Así, la política exterior son los lineamientos racionales que se encargan de la proyección de los intereses del Estado, en el sistema internacional. Esta proyección se expresa de manera: 1. Pacífica (uso de la diplomaciacooperación- y el intercambio económico-competencia-). Desde una perspectiva de la Teoría de los Juegos representan un juego no suma cero; y 2. Violenta (la guerra) que desde una perspectiva de la Teoría de los Juegos representa un juego suma cero. 5. Finalmente, la política exterior sólo la hacen los Estados. Entendiendo por Estado la definición de Max Weber como “aquella comunidad humana que en el interior de un determinado territorio –el concepto del ´territorio´ es esencial a la definición- reclama para sí (con éxito) el monopolio de la coacción física legitima” (2008: 1056). Así, a lo interno de sus fronteras se centralizará el poder y la autoridad, evitando con ello la anarquía. Hablar del Estado, implica hablar brevemente de la forma en que Occidente se ha organizado políticamente. El punto de partida es la idea de un individuo libre que crea un Estado, con una forma de gobierno y una sociedad civil. Por eso, en Occidente la organización política a lo interno del Estado, se complementa con: 1. Un individuo libre. 2. Una forma de gobierno (republicana-hoy democrática) y 3. Una sociedad civil

(hoy globalización).

Esas

cuatro ideas

(individuo-Estado-

Republica-Sociedad Civil) representan la teoría política de occidente bajo el Paradigma de la Modernidad y constituye su modo de organización política. Ahora, no es casual (como veremos) que el autor que sirva como fundamento para el periodo optimista sea Immanuel Kant. En Sobre la

población: curso en el Collègede france (1977-1978). México. Fondo de la Cultura Económica. Tercera reimpresión. Foucault M. (2008). El nacimiento de la biopolítica: curso en el Collègede france (1978-1979). México. Fondo de la Cultura Económica. Primera reimpresión.

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Paz Perpetua sistematiza dicho Paradigma. Hegel hará lo propio, para sentar las bases de la organización política del Estado (Imperio) Alemán, luego de las Guerras Napoleónicas. Agregando, como señala Jacob Burckhardt que en su Filosofía de la Historia, la historia universal es una evolución hacia la libertad, porque en “Oriente sólo era libre uno, en los pueblos clásicos lo eran unos pocos y los tiempos modernos hacen libres a todos. Y asimismo encontramos en él la teoría, cuidadosamente introducida, de la perfectibilidad, es decir, de lo que suele llamarse progreso” (1971: 45). En resumen, las ideas de democracia, globalización y el multiculturalismo, no serán más que, una aplicación y una extensión del Paradigma de la Modernidad a las relaciones

internacionales

y

la

Teoría

de

las

Relaciones

Internacionales. 2.5 Definición de poder, estrategia y voluntad 2.5.1 Definición de poder Si

las

relaciones

internacionales,

el

sistema

internacional,

el

orden/estructura internacional, la política internacional y la política exterior giran en torno al poder, se tiene que, siguiendo a Manuel García-Pelayo en su ensayo Auctoritas el poder es “la posibilidad de sustituir la voluntad ajena por la propia en la determinación de la conducta de otro o de otros, mediante la aplicación potencial o actual de cualquier medio coactivo, o recurso psíquico inhibitorio de la resistencia” (1998: 5). Para David Held en La democracia y el orden global: del Estado moderno al gobierno cosmopolita, es “la capacidad de los agentes, las agencias y las instituciones sociales para mantener o transformar su ambiente, social o físico; y se refiere a los recursos que constituyen esta capacidad y las fuerzas que moldean e influyen sobre su ejercicio “(1997: 208-209). Esos medios pueden ser: 1. Directo mediante el uso

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de la violencia (guerra) o 2. Indirectos mediante el uso de la auctoritas23, la influencia (disuasión)24, el poder blando25 y el poder estructural26. Finalmente, todo poder es aplicado: 1. Sobre un espacio y los recursos que contiene. Las áreas del conocimiento humano que se ocupan de su estudio son la geopolítica y la geoestratégica, esta última como expresa Zbigniew Brzezinski en El gran tablero mundial: la supremacía estadounidense y sus imperativos geoestratégicos es “la gestión estratégica de los intereses geopolíticos” (1998: 11-12); y 2. Sobre los seres humanos que ocupan o se encuentran sobre ese espacio y el conjunto de relaciones y cosas que se producen y reproducen entre ellos. Las áreas del conocimiento humano que se ocupan de su estudio, es decir, de cómo se influye o no sobre las personas son las operaciones psicológicas (bajo la propaganda-contrapropaganda como concepto base de donde se desprenden las acciones psicológicas y la

Manuel García-Pelayo en su ensayo Auctoritas lo define como “la posesión de cualidades valiosas de orden espiritual, intelectual o moral, lleva siempre adheridas unas cualidades axiológicas que hacen sentir el seguimiento como un deber. No significa jamás una anulación de la personalidad, sino, por el contrario, una inclinación hacia lo axiológicamente superior, lo que significa un engrandecimiento de la personalidad y, por eso, no cabe contar entre sus fenómenos el sentimiento masoquista de la entrega o sumisión pasiva hacia el poder, ni el deslumbramiento por el poderoso” (1998: 7). 23

Manuel García-Pelayo en su ensayo Auctoritas, la define como “la posibilidad de orientar la conducta ajena en una dirección determinada, sea utilizando un ascendiente de origen afectivo, social o de otra especie, del influyente sobre el influenciado, sea mostrándole explícita o implícitamente los obstáculos, inconvenientes, dificultades o incomodidades, en un palabra, las consecuencias penosas que derivarían por acción o por omisión de una acción contraria. No utiliza la coacción, sino la presión y, por tanto, no sustituye la voluntad ajena, pero la induce o disuade de seguir una conducta o de realizar un acto” (1998: 6). 24

Para André Beaufre en su obra Disuasión y estrategia, “La disuasión tiende a impedir que una Potencia adversa tome la decisión de emplear sus armas o, más generalmente, que actúe o reaccione frente a una situación dada, mediante la existencia de un conjunto de disposiciones que constituyan una amenaza suficiente. Por tanto, es un resultado psicológico el que se busca mediante una amenaza. Semejante resultado psicológico procede de la combinación de un cálculo que lleva a comparar el riesgo a correr con el envite y el temor producido por los riesgos con las incógnitas del conflicto. El cálculo se deriva del estudio de los datos materiales. El temor nace de factores psicológicos complejos de orden político, social, moral, etc. Tales factores se encuentran con frecuencia vinculados al cálculo material, aunque a veces resulten independientes de él” (Ídem: 35-36) Para Josep Nye en su libro La paradoja del poder norteamericano, el poder Blando es aquel que “procede en gran parte de nuestros valores. Esos valores se expresan en nuestra cultura, en la política interna de nuestro país y en la forma en que actuamos en el contexto internacional “(2003: 31). 25

Para Esther Barbé el poder estructural es “la habilidad para determinar las reglas del juego en la política internacional” (2003: 161). Sigue agregando la autora española que “el poder estructural comporta el control sobre la seguridad, sobre la producción, sobre las finanzas y sobre los conocimientos (ciencia, técnica y cultura” (Ídem: 212). 26

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guerra psicológica), las ideas, los lenguajes, los conceptos, los enunciados y las ideologías (según el autor que se tome como referencia). 2.5.2 Definición de estrategia Para ser efectivo (adecuación para la obtención de un fin), eficiente (compatibilizar la motivación individual con el fin colectivo) y eficaz (obtener un fin con el menor tiempo y costo posible) el poder debe contar con un conjunto de medios para el logro de unos fines. Para eso los medios deben ser articulados en torno a una estrategia. Martin Van Crevel en La transformación de la guerra, la define como el enfrenamiento “a un oponente inteligente que no acepta pasivamente nuestro proyecto y quien activamente lo obstruye mientras trata de realizar el suyo” (2007: 166). Beaufre en Introducción a la estrategia, la define como “el arte de la dialéctica de las fuerzas, o aún más exactamente, el arte de la dialéctica de las voluntades que emplean la fuerza para resolver su conflicto” (2002: 13). Finalmente, para Carlos Romero en Estrategia y política en la era nuclear, “se refiere al mantenimiento y empleo de la fuerza en sus diversas manifestaciones para la consecución de objetivos políticos. La tarea de una doctrina estratégica consiste en trasladar el poder potencial a una concepción política” (1979: 23). Para Beaufre la estrategia tiene como fin “alcanzar los objetivos fijados por la política utilizando lo mejor posible los medios de que se dispone” (Ídem: 14). Esos objetivos pueden ser “ofensivos (conquista, imponer la aceptación de tales o cuales condiciones onerosas), defensivos (protección del territorio o de tales o cuales intereses) o incluso pretender sencillamente el status quo político” (Ibíd). Para lograr esos objetivo, como precisa Martin Van Crevel, los grandes estrategas como Moltke, Schlieffen y Lidell Hart sostienen que “el objetivo máximo de la estrategia ha sido justamente lo opuesto: mayormente, flanquear al enemigo, cercarlo, cortarlo, privarlo de sus suministros y obligarlo a rendirse sin realmente haber tenido que pelear por el terreno sobre el cual éste está parado” (ídem: 131). Ese objetivo se logrará cuando el adversario 53

y/o enemigo tome la decisión de aceptar “las condiciones que se quieren imponer… [esta] decisión es un acontecimiento de orden psicológico [y moral] que se quiere producir en el adversario: convencerle de que emprender o proseguir la lucha es inútil” (Ibíd). Por ese motivo, agrega Beaufre que: Para alcanzar la decisión, la estrategia dispondrá de una gama de medios materiales y morales que van desde el bombardeo nuclear hasta la propaganda o el tratado de comercio. El arte consistirá en elegir entre los medios disponibles y en combinar su acción para que concurran a un mismo resultado psicológico que sea lo bastante eficaz como para producir el efecto moral decisivo. (Ídem: 15)

Con base en lo expuesto, Raymon Aron en Paz y guerra entre las naciones, nos recuerda que “la política no puede determinar los objetivos haciendo abstracción de los medios de que se dispone” (1995: 54). Por tanto, toda “elección de los medios ha de estar perfectamente adaptada a las posibilidades amigas y a las vulnerabilidades adversas” (Beaufre. 2002: 15), para así poder lograr imponer en el otro las condiciones y las decisiones que se pretenden. Pierre Célélier en Geopolítica y geoestrategia, siguiendo a Foch, precisa que la estrategia tiene tres principios: 1. Economía de fuerzas, 2. Seguridad y 3. Libertad de maniobras que permitan lograr la destrucción de las fuerzas enemigas. Para Pierre Célélier esa destrucción de las fuerzas enemigas puede en esencia adoptar dos modelos estratégicos: …unos [los fuertes] preconizan una acción decisiva sobre el grueso de la fuerza adversaria, otros [los débiles], el desgaste consecutivo con destrucciones parciales repetidas, y evidentemente, la elección depende también de los medios de que se dispone. Todos, lo mismo, se fundan en una ley que no sufre más que raras excepciones: el más fuerte gana, es preciso, por consiguiente, golpear del fuerte al débil, y el objeto de la maniobra estratégica es ser el más fuerte en el momento y en el punto deseados, aun cuando se disponga en conjunto de fuerzas inferiores. La aplicación de los principios demanda previsión, preparación y ejecución. (1965: 73) (Corchetes nuestros)

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André Beaufre logra precisar cinco modelos estratégicos27: 1. La amenaza directa (disuasión nuclear), 2. La presión indirecta, 3. Las acciones sucesivas (Liddell Hart), 4. Conflicto de larga duración (Mao Tse-Tung) y 5. El conflicto violento (Clausewitz). Así, la estrategia como dialéctica de voluntades que emplean la fuerza para resolver un determinado conflicto, sirve a todo actor político (que pretenda implantar, mantener o expandir su voluntad, bien a lo 27

Resulta oportuna la observación de Pierre Rosanvallon, quien, en su obra La contrademocracia: la política en la era de la desconfianza, siguiendo a François Jullien, señala que: “En un ensayo estimulante, traité de l´efficacité, el filósofo y sinólogo François Jullien ha analizado en estos términos lo que considera la diferencia esencial de la acción entre la visión occidental y la china. Por el lado occidental se impuso, desde Maquiavelo hasta Shopenhauer, la tarea de edificar un imperio del sujeto, con un hombre dueño de las situaciones, que impone a las cosas la impronta de su voluntad, erigiendo al mundo en campo de experimentación de su facultad de realizarse en la creación radical o en el enfrentamiento de las resistencias. La acción es comprendida en ese caso como un choque entre dos universos, una empresa de conquista y domesticación. No hay nada de ello en la visión china: lo esencial reside allí en una atención al mundo que permite explotar en forma permanente sus tensiones, utilizar mejor sus características. El ejercicio del poder no consiste entonces en desplegar fuerzas sino en dejarse guiar por al terreno por una atención minuciosa, en optimizar el potencial de las situaciones. Antes que una “psicología de la voluntad”, los chinos prefirieron una “fenomenología del efecto”, escribe Jullien. Vemos claramente las diferencias que pueden derivarse de ello en materia de estrategia. Cara-a-cara clausewitziano, por un lado, con el horizonte de grandes confrontaciones decisivas; arte de la no batalla enseñado por Sun Tzu, por otro lado, con un aprovechamiento incesante y discreto del potencial de las situaciones. De ello se derivan visiones diferentes de la eficacia y del éxito y, in fine sin duda, dos visiones de lo político. Al arte occidental de gobernar desde arriba, imponiéndose por la fuerza, se le opone la perspectiva de un gobierno desde abajo, casi invisible, que consiste acercar a los demás insensiblemente a la propia posición, modelando el marco de su acción” (2007: 50-51). Henry Kissinger en su libro China, señala que: “Los chinos han sido siempre hábiles practicantes de la realpolitik y estudiosos de una doctrina estratégica claramente distinta de la estrategia y diplomacia predominante en Occidente. Una historia turbulenta enseñó a los dirigentes chinos que no todos los problemas tenían solución y que un énfasis excesivo en el dominio total de los acontecimientos específicos podría alterar la armonía del universo. China siempre tuvo demasiados enemigos del imperio para vivir en una seguridad absoluta; su destino era el de una seguridad relativa, lo que implicaba también una relativa inseguridad: la necesidad de aprender las n ormas básicas de más de una docena de estados limítrofes con historias y aspiraciones significativamente distintas. En muy pocas ocasiones los dirigentes chinos se arriesgaron a resolver un conflicto en una confrontación de todo o nada; su estilo era más el de elaboradas maniobras que duraban años. Mientras la tradición occidental valoraba el choque de fuerzas decisivo que ponía de relieve las gestas heroicas, el ideal chino hacía hincapié en la sutileza, la acción indirecta y la paciente acumulación de ventajas relativas. Este contraste se ve reflejado en los respectivos juegos intelectuales por los que se ha inclinado cada civilización. El juego que más ha durado en China es el del wei qui, conocido también en Occidente por una variación de su nombre japonés, go. Wei qui significa y lleva implícita la idea de cerco estratégico. […]. En el ajedrez, en cambio, se juega para la victoria total; su objetivo es el jaque mate, colocar al rey adversario en una posición que no pueda moverse sin ser destruido. […]. En el ajedrez se busca la batalla decisiva y en el wei qi (sic), la batalla prolongada. El ajedrecista tiene como meta la victoria total. El que juega al wei qi pretende conseguir una ventaja relativa.[…]” (2012: 42-43) La estrategia adoptada por China tiene como fundamento varios principios expuestos por Tzu Sun en El arte de la guerra. En el Libro I afirmaba que “17. Todo el arte de la guerra está basado en el engaño (2000: 37)” y en el Libro II señalaba que “10. …los que son expertos en el arte de la guerra someten al ejército enemigo sin combatir. Toman ciudades sin efectuar el asalto y derrocan un Estado con operaciones prolongadas” (ídem: 55). Por eso para el objetivo principal de toda guerra es conocer la estrategia del adversario y/o enemigo, esto lo expresaba al afirmar que “31. Por este motivo digo: “Conoce al enemigo y conócete a ti mismo y, en cien batallas, no estarás jamás en peligro”. (Ídem: 61). Finalmente, lo anterior, sirve de fundamento para entender parte de la estrategia adoptada por La República Popular China, desarrollada por los dos Coroneles del Ejército: Qiao Liang y Wang Xiangsui para oponerse a EE.UU y en general a Occidente en el libro La Guerra sin Restricciones.

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interno o bien a lo externo de una unidad político-territorial independiente, de un Estado o de una civilización) “como método de pensamiento, que permite clasificar y jerarquizar los acontecimientos, para luego escoger los procedimientos más eficaces” (Beaufre. 2012: 8). Luego, en un mundo como el de hoy donde la guerra es total como agrega Beaufre la estrategia también debe ser total. Por eso, toda estrategia, debe abarcar los ámbitos: diplomático, económico, militar, cultural (el de las ideas) y social. Esa Estrategia total busca establecer el método de pensamiento y los procedimientos para realizar un análisis racional (medios-fines) que permita precisar y definir con claridad: 1. ¿Qué se quiere? y ¿Qué se puede?: Identificar el problema político. 2. ¿Cómo hay que hacerlo?: Identificación de los distintos medios con los que se disponen. 3. ¿Cuándo hay que hacerlo?: Evaluación del tiempo para logra objetivos a corto, mediano y largo plazo. Mediante un análisis situacional, coyuntural y estructural. 4. ¿Dónde hay que hacerlo?: Identificación y evaluación del espacio y temas donde se pueden realizar o no determinadas acciones. 5. ¿La intención?: Identificación de los fines políticos que se persiguen (defensivos, ofensivos o mantenimiento). Adicionalmente, hay que realizar un análisis constante entre otros de: 1. Las categorías de análisis: el contexto interno (local y nacional), el contexto externo (continental o regional y global). Si se quiere ser más acucioso se puede hacer un análisis individual donde se realice el perfil de uno o varios actores o personajes políticos relevantes. 2. El potencial de poder propio y del otro. Por el otro se entienden, los Estados amigos, aliados, enemigos y/o neutrales circunstanciales. 3. Los grupos subnacionales y transnacionales sean estos: 3.1 Legales en cuanto aducen perseguir fines políticos y luchar por el bien común. En este grupo es posible mencionar: organizaciones 56

internacionales, empresas transnacionales, organizaciones no gubernamentales (ong´s), empresas de seguridad, la opinión pública internacional y los individuos con capacidad de influir, cambiar y modificar la opinión de otros, grupos beligerantes o separatistas. 3.2 Ilegales que no persiguen ni fines políticos ni el bien común. Al contrario, son claros enemigos de la humanidad. Sólo procuran el enriquecimiento y beneficio privado por medio de actividades ilícitas, entiéndase criminales. En este grupo es posible mencionar: el crimen común, el crimen organizado y sus vínculos con las distintas redes de crimen organizado transnacional. Ejemplo: mafias (rusa, yakuza, china), carteles del narcotráfico, grupos terroristas. 4. El análisis costo-riesgo: El primero hace referencia a aquello que una comunidad política está dispuesta a sacrificar para obtener un determinado objetivo o fin. El segundo es la capacidad de respuesta del otro, para determinar la capacidad de movilización en caso de cooperación, competición, conflicto o amenaza directa e indirecta. Esa capacidad de respuesta implica las reacciones que él otro puede realizar en ámbitos “internacionales, o nacionales, morales, políticos, económicos, o militares” (Beaufre. 2012: 16). 5. Lo anterior lleva al uso de la técnica de los escenarios y la prospectiva. Todo esto sirve para que un actor político pueda determinar, fijar, precisar, diferenciar y seleccionar racionalmente, los objetivos deseables (en cualquier lugar y momento) y los objetivos posibles (en circunstancias concretas de tiempo y espacio), según las capacidades y medios reales y efectivos. En eso consiste el ejercicio de la prudencia, ya que, lo que siempre estará en juego será la existencia, la supervivencia y la satisfacción de las necesidades del grupo social, es decir, de la comunidad, de la sociedad, del Estado, incluso hoy de una civilización y no la de un individuo aislado. Asunto que se complejiza en un mundo actual cuya dinámica se encuentra en un constate y

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vertiginoso cambio producto de la globalización, de la rapidez de las comunicaciones, de la porosidad de las fronteras y de la soberanía estatal, a un crecimiento y una expansión demográfica cada vez mayor, unos recursos cada vez más escasos que hacen que los niveles de conflictividad (local, nacional, internacional y civilizacional) vayan en aumento, generando nuevas amenazas y riesgos a la seguridad. Así, este cálculo racional (vínculos entre medios y fines) condiciona el poder, la estrategia, el discurso, la voluntad y las acciones de los actores involucrados. 2.5.3 Definición de voluntad Finalmente, los conceptos antes identificados hacen referencia a la voluntad. Pero ¿Qué es la voluntad? El diccionario de la Real Academia de Lengua Española, lo define como “La faculta de decidir y ordenar la propia conducta. Acto con que la potencia volitiva admite o rehúye una cosa, queriéndola, o aborreciéndola y repugnándola. Libre albedrio o libre determinación. Elección de algo sin precepto o impulso externo que obligue a ello” (DRAE. 2006: 1535). En el plano político, la voluntad debe ser entendida como el ejercicio de la Libertad (Libre de dominación), Independencia y Soberanía. A lo interno de las fronteras, esa voluntad se expresa, mediante la creación y organización de un Estado, que contenga un gobierno que mediante la centralización del poder legítimo sea capaz de generar leyes que regulen la vida y las relaciones sociales internas, es decir, de la sociedad civil. Finalmente, las precisiones anteriores, permiten, por un lado, fijar su contenido; y por el otro, entender los vínculos existentes entre sí, con la finalidad de realizar el análisis de las relaciones internacionales, del sistema internacional del orden/estructura y de la política internacional que se hará posteriormente.

Esos

aspectos

teóricos-conceptuales

(implícita

o

explícitamente) se encuentran presentes en el conjunto de autores que intentan explicar la realidad internacional de la nueva centuria y que a continuación se estudiara 58

CAPÍTULO III PRINCIPALES ENFOQUES QUE EXPLICAN LAS RELACIONES INTERNACIONALES EN EL SIGLO XXI Para entender las transformaciones globales y los reajustes de poder en el siglo XXI hay que partir de la caída de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviética en 1991. Ese acontecimiento modificó la manera de observar, explicar y evaluar política y teóricamente al mundo. En consecuencia, existe la compleja tarea de tener que construir nuevos enfoques que permitan aprehender y aprender esa nueva realidad. Así, bajo el presente capítulo, se abordaran los principales enfoques que intentan explicar las causas de esas transformaciones globales y de esos reajustes de poder identificados en el capítulo I. Eso se realizará mediante la siguiente división temporal: 1. 1991-2001 y 2. 2001-2016. En cada periodo se han precisado los conceptos claves fundamentales con base en los cuales se busca explicar la realidad internacional, seleccionando, clasificando y analizando la propuesta de los autores más representativos. Así, el primer periodo se analizará bajo los conceptos de democracia y globalización. El segundo bajo: 1. El tema cultural; 2. El caos-anarquía y 3. La seguridad. 3.1 Periodo 1991-2001 La característica principal de este periodo es el optimismo 28 que produjo la caída de una de las dos superpotencias de la Guerra Fría. Eso implicó la supervivencia y el triunfo de un modelo político, económico, social y cultural que se reflejará con el desarrollo y articulación de dos conceptos fundamentales la democracia y la globalización. 3.1.1 La democracia

Este optimismo generará el auge de las teorías normativas. Esther Barbé siguiendo a Chris Brown precisa que “En esencia se centra en la naturaleza ética de las relaciones entre comunidades y estados. Lo que significa, en el contexto de la agenda clásica, dedicarse a la violencia y a la guerra, mientras que en la nueva agenda hay que unir a dichos temas tradicionales las demandas actuales de justicia distributiva internacional” (Ídem: 91) 28

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3.1.1.1 Henry Kissinger En La Diplomacia precisa que en la política exterior de Estados Unidos, como proyección de su política interna, existen dos escuelas que dan origen a dos actitudes: La primera es que la mejor forma en que los Estados Unidos sirven a sus valores es perfeccionando la democracia en el interior, actuando, así como faro para el resto de la humanidad; la segunda, que los valores de la nación le imponen la obligación de hacer cruzada por ellos en todo el mundo. […] Ambas escuelas de pensamiento –de los Estados Unidos como faro y de los Estados Unidos como cruzado- consideran normal un orden global internacional fundamentado en la democracia, el libre comercio y el derecho internacional (ídem: 12).

Con base en esta apreciación, la caída de la URSS representó que “Por tercera vez [la segunda en 1945 y la primera en 1918] en este siglo, los Estados Unidos proclamaron así su intención de edificar un nuevo orden mundial aplicando sus valores propios al mundo en general” (ídem: 802). Esto daría lugar a dos cosas: 1. La vuelta a las teorías normativas (semejante al Idealismo del primer debate de la Teoría de las Relaciones Internacionales) y 2. La construcción de lo que el autor denominó un Nuevo Orden Mundial 29. (Corchetes nuestros). Para Kissinger esto se refiere a que: La idea de que la paz depende, ante todo, de promover las instituciones democráticas ha seguido siendo característica del pensamiento norteamericano hasta el día de hoy. La tradicional sabiduría norteamericana ha asegurado continuamente que las democracias no se hacen la guerra entre sí. (Ídem: 27).

Lo expuesto por Henry Kinssinger permite entender las dos escuelas de pensamiento sobre la política exterior estadounidense. No obstante, con ese trasfondo a los efectos del presente Trabajo Especial de Grado, se va a privilegiar la aproximación teórica que los autores realizan sobre ese concepto.

29

Ver: Barbé E. (2004). Orden internacional: ¿uno o varios? Neoimperialismo, caos y posmodernidad. Disponible en línea en: http://www.ehu.eus/cursosderechointernacionalvitoria/ponencias/pdf/2004/2004_1.pdfhttp://www.ehu.e

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3.1.1.2 Seymour Martin Lipset En una Conferencia sobre El Futuro de la Libertad celebrada en Milán en 1955, expresaba que “la democracia no constituye solamente, ni siquiera principalmente, un medio por el cual diferentes grupos pueden conseguir sus fines, o aspirar a una sociedad justa; es precisamente la sociedad justa en acción” (1963: 7). En esa Conferencia para David Held en Modelos de democracia (2007: 271) se “desarrolló la tesis del , argumentando dentro del marco del pluralismo clásico” (ibíd.), el cual, era un proceso que, hacía evidente el “descenso en el apoyo de los intelectuales, los sindicatos y los partidos políticos de izquierda” (ídem: 271-272); y al: …consenso fundamental sobre los valores políticos generales –a favor de la igualdad, el logro y los procedimientos de las democracias- otorgaba legitimidad a las disposiciones políticas y sociales presentes. Por consiguiente, las democracias occidentales disfrutarían de un futuro caracterizado por una progresiva estabilidad, una convergencia entre las posturas políticas de las clases económicas, los partidos y los estados y una constante reducción del conflicto. (Ídem: 272)

3.1.1.3 Michael W. Doyle En 1983 escribiría el artículo Kant, Liberal Legacies, and Foreign Affairs part 1 y 2. Comienza, criticando las posturas realistas, para seguidamente afirmar que, busca describir: …las diferencias entre la práctica liberal hacia otras sociedades liberales y la práctica liberal hacia sociedades no liberales. […]. Valorando estos legados liberales se pide otra mirada a uno de los más grandes filósofos liberales, Immanuel Kant, porque él es una fuente de conocimiento, política y esperanza. (Ídem: 206)30

Así, primero describe a grandes rasgos los principios e instituciones internas dentro de los regímenes liberales y la fecha en que diversos Estados (no exentos de problemas internos) adoptaron la democracia y la libertad Original: …the differences between liberal practice toward other liberal societies and liberal practice toward nonliberal societies. It argues that liberalism has achieved extraordinar success in the first and has contributed to exceptional confusión in the second. Appreciating these liberal legacies calls for another look at one of the greatest of liberal philosophers, Immanuel Kant, for he is a source of insight, policy, and hope. (ídem 206) 30

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económica. Después, analiza las deficiencias y las implicaciones del liberalismo en los asuntos exteriores (ídem: 213). Su tesis es que: El postulado básico de la teoría del liberalismo internacional sostiene que los Estados tienen el derecho de ser libres de intervención extranjera. Desde que los ciudadanos moralmente autónomos tienen el derecho a la libertad, los Estados que democráticamente los representan tienen el derecho de ejercer la independencia política. El mutuo respeto de estos derechos se convierte entonces en la piedra de toque de la teoría del liberalismo internacional. Cuando los Estados respetan sus derechos entre sí, los individuos son libres de establecer lazos privados internacionales sin la interferencia del Estado. El intercambio lucrativo entre comerciantes y los intercambios educativos entre estudiosos crean entonces una red de ventajas mutuas y compromisos que refuerzan el sentimiento de respeto público. Estas convenciones de respeto mutuo han formado una base cooperativa para las relaciones entre democracias liberales de un tipo muy eficaz. A pesar de que los Estados liberales se han involucrado en numerosas guerras con Estados no liberales, Estados liberales constitucionalmente seguros todavía tienen que comprometerse en guerra el uno con el otro. Nadie debería discutir que tales guerras son imposibles; pero la evidencia preliminar parece indicar que existe una predisposición significativa en contra de la guerra entre Estados liberales. En efecto, amenazas de guerra también han sido consideradas como ilegítimas. Una zona liberal de paz, una unión pacífica, se ha mantenido y se ha expandido a pesar de numerosos conflictos particulares de economía e intereses estratégicos. (Ídem: 213-215)31

Posteriormente, pasa a relatar una serie de guerras, donde, a su criterio, se demuestra, como a pesar de tener conflictos entre sí, las democracias liberales no se han hecho la guerra, porque esos conflictos se resuelven de manera pacífica. Al contrario, los Estados no liberales si se han visto involucrados en

31

Original: The basic postulate of liberal international theory holds that states have the right to be free from foreign intervention. Since morally autonomous citizens hold rights to liberty, the states that democratically represent them have the right to exercise political independence. Mutual respect for these rights then becomes the touchstone of international liberal theory. When states respect each other's rights, individuals are free to establish private international ties without state interference. Profitable Exchange between merchants and educational exchanges among scholars then create a web of mutual advantages and commitments that bolsters sentiments of public respect. These conventions of mutual respect have formed a cooperative foundation for relations among liberal democracies of a remarkably effective kind. Even though liberal states have become involved in numerous wars with nonliberal states, constitutionally secure liberal states have yet to engage in war with one another. No one should argue that such war are impossible; but preliminary evidence does appear to indicate that there exists a significant predisposition against warfare between liberal states. Indeed, threats of war also have been regarded as illegitimate. A liberal zone of peace, a pacific union, has been maintained and has expanded despite numerous particular conflicts of economic and strategic interest (Idem: 213-215)

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guerras. Después, realiza una crítica a la teoría realista de la Teoría de las Relaciones Internacionales, por ver la anarquía de la sociedad internacional a partir del Estado de naturaleza Hobbesiano, siendo imposible la cooperación entre los Estados. Para eso, refuta a Raymond Aron, quien, en Paz y Guerra entre las Naciones, expresaba que la paz era posible por la existencia de un imperio, de una hegemonía o un equilibrio de poder. Así, con base en La Paz Perpetua de Kant y su crítica a los realistas plantea su Tesis de la Paz Democrática, argumentando que: …la Paz Perpetua será garantizada por la cada vez mayor aceptación de tres “artículos definitivos” de paz. Cuando todas las naciones hayan aceptado los artículos definitivos en un “tratado” metafórico de paz perpetua que él pide que firmen, se habrá establecido la paz perpetua. (Ídem: 225)32

El primero de esos tres artículos es el establecimiento de una forma de gobierno

republicana

(hoy

democracia),

con

división

de

poderes,

representación de los individuos en el gobierno (elecciones) y una economía de mercado (Ídem: 226). El segundo, corresponde a la expansión de esas republicas liberales para una Unión Pacifica. El tercero es la creación y respeto a una ley cosmopolita que permita la relación dentro de esa Unión Pacifica. El conocimiento del derecho cosmopolita genera: …incentivos materiales a los compromisos morales. El derecho cosmopolita a la hospitalidad permite que al “espíritu del comercio” [intercambio] tarde o temprano afianzare en todas las naciones, impulsando así a los Estados a promover la paz y a tratar de evitar la guerra. (Ídem 231)33. (Corchetes nuestros)

En la segunda parte, nuevamente rechaza los argumentos realistas por el criterio normativo que rige su obra. Analiza las intervenciones de los Estados

Original: … Perpetual Peace will be guaranteed by the ever-widening acceptance of three "definitive articles" of peace. When all nations have accepted the definitive articles in a metaphorical "treaty" of perpetual peace he asks them to sign, perpetual peace will have been established. (Ídem 225) 32

33

Original: Lastly, cosmopolitan law, adds material incentives to moral commitments. The cosmopolitan right to hospitality permits the "spirit of commerce" sooner or later to take hold of every nation, thus impelling states to promote peace and to try to avert war. (Ídem: 231)

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democráticos liberales desde la Inglaterra del siglo XIX a los Estados Unidos en la Guerra Fría, señalando que, cuando han intervenido en algún conflicto ha sido para preservar la libertad del mundo (1983: 335). Finalmente, reafirma su hipótesis de que la reducción de los conflictos bélicos, como expresaba Kant, se debe a que estos pasan a ser de naturaleza económica. Esa idea, Kant la toma de la Ilustración Escocesa, donde Adam Smith y Adam Ferguson34 “sostenían que la sociedad comercial creó el tipo de individuos que constituía la condición necesaria para la sociedad civil” (Ibíd). Sociedad civil que era un “´sistema de necesidades´, es decir, un sistema de mercado que implica trabajo social e intercambio de mercancías” (ídem: 38). 3.1.1.4 Francis Fukuyama David Held precisa que Fukuyama se remite al “debate sobre ” (2007: 316) (ver Seymour Lipset). Así, primero en su Conferencia en la Universidad de Chicago en el John M. Olin Center for Inquiry into the Theory and Practice of Democracy. Luego, con su artículo en la revista The National Interest en 1988, donde argumentaba sobre la legitimidad de la democracia liberal tras vencer a las ideologías opositoras de la monarquía, el fascismo y el comunismo, ya que, la democracia constituiría “, la , y que como tal marcaría ” (1992: 11). Después, en El fin de la historia y el último hombre, desarrollaría su propuesta. Fundamentada en Kant (Ideas para una Historia Universal en Clave Cosmopolita y Por la Paz Perpetua), en Hegel35 (Fenomenología del Espíritu y Lecciones sobre la Filosofía de la Historia Universal) (ídem: 14) y en Kojéve (ídem: 107), el autor expresa que “el crecimiento de la democracia liberal, con su compañero el liberalismo económico, ha constituido el fenómeno 34

Ver: Ferguson A. (2010). Ensayo sobre la historia de la sociedad civil. Madrid España. Ediciones AKAL.

35

Ver: D´Hondt J. (1974). De Hegel a Marx. Buenos Aires. Amorrortu Editores.

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macropolítico más notable en los últimos cuatrocientos años” (ídem: 86). Así, “Al llegar al final de la historia no quedan ya competidores ideológicos serios para la democracia liberal” (ídem: 289). Su obra es posible dividirla en dos partes. En la primera sostiene que “la libertad humana se materializa en el moderno Estado constitucional o, de nuevo, en lo que llamamos democracia liberal” (ídem: 100). Ahora, dentro del Paradigma de la Modernidad Occidental, la idea del Estado-Nación es complementada con: 1. La forma de gobierno (republicana, hoy democrática) y 2. Una sociedad civil. Mary Kaldor en La sociedad civil global: una respuesta a la guerra, expresa que para Hegel “la sociedad civil se situaba en el centro de la vida pública, entre el Estado y la familia” (2005: 21). Esa idea Hegel la toma de la Ilustración Escocesa donde Adam Smith y Adam Ferguson “sostenían que la sociedad comercial creó el tipo de individuos que constituía la condición necesaria para la sociedad civil” (Ibíd). Sociedad civil que era un “´sistema de necesidades´, es decir, un sistema de mercado que implica trabajo social e intercambio de mercancías” (ídem: 38). La segunda parte, es una proyección de esas ideas a la Teoría de las Relaciones Internacionales y a las relaciones internacionales. En cuanto a la primera es una propuesta normativa, porque, como sostiene Mary Kaldor “la sociedad civil continua siendo el telos del desarrollo humano, pero ese telos ya existe en Occidente: es la tesis del de Fukuyama (ídem: 45). Para eso, refuta las ideas del realismo político argumentando que “Con el fin de comprender la influencia en la política internacional de la extensión de la democracia, debemos analizar las debilidades de esta escuela realista de interpretación, hoy dominante (ídem: 334). Luego, tomando los postulados de la Ilustración Escocesa, pasa a hablar de lo que puede denominarse una sociedad civil global36 o sociedad civil internacional. Sostiene 36

Este concepto de Sociedad Civil Global no guarda relación con la obra de Mary Kaldor La sociedad civil global: una respuesta a la guerra, donde la autora expone la evolución semántica del concepto. No obstante, al leer ese libro en conjunto con Las nuevas guerras: violencia organizada en la era global y El poder y la fuerza: la seguridad de la

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que “Dado que el acceso a [los] recursos puede obtenerse pacíficamente mediante un sistema global de libre comercio, la guerra [no tendrá] mucho menos sentido, económicamente, del que tenía hace doscientos años” (ídem: 354). Así, para Fukuyama “El fin de la historia significará el fin de las guerras y las sangrientas revoluciones. […] [Los hombres] Satisfarían sus necesidades mediante la actividad económica […]” (ídem: 415). (Corchetes nuestros) Con base en las ideas expuestas en la segunda parte, divide el mundo en una parte poshistórica y otra histórica. En el primero “el eje principal de interacción entre los Estados será económico y en él perderán cada vez más importancia las viejas reglas de la política de poder” (ídem: 374). En ese mundo los conflictos internacionales serán por la “competencia económica pero apenas ninguna militar” (ibíd.). Con base en Michael Doyle afirma que “El carácter fundamentalmente no guerrero de las sociedades liberales se hace evidente en las extraordinariamente pacíficas relaciones que se mantienen unas con otras” (ídem: 355). En el segundo existirán “una diversidad de conflictos religiosos, nacionales e ideológicos […], [en ese] mundo […] seguirán aplicándose las viejas reglas de la política de poder (ibíd.). Ante tal estado de cosas, “La conducta pacífica de las democracias sugiere, además, que Estados Unidos y otras democracias [tengan] un interés a largo plazo en proteger la esfera de la democracia en el mundo y en extenderla cuando sea posible y prudente (ídem: 379). (Corchetes nuestros) 3.1.1.5 David Held En Modelos de democracia habla de la democracia en la era de la globalización, como un proceso de “ampliación de la autonomía democrática sobre una base cosmopolita: la (ídem: 427-428). Para Held la democracia cosmopolita:

población civil en un mundo global un lector atento puede percatarse que la propuesta de Mary Kaldor no es nada original. En esencia son las ideas en las que se fundamenta la Modernidad en Occidente y que Kant, Hegel, Doyle y Fukuyama sistematizan.

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…no debería demandar una disminución per se de la capacidad estatal en todo el mundo, sino que debería perseguir la ampliación y desarrollo de las instituciones democráticas en los niveles regional y mundial como complemento necesario de dichos desarrollos en el nivel de la naciónestado. Esta concepción de la democracia se basa en el reconocimiento de la persistente importancia de las naciones-estados, aunque abogue por un estrato de gobierno que imponga una limitación a la soberanía nacional (ídem: 428)

Su democracia cosmopolita la desarrollada en La democracia y el orden global: del Estado moderno al gobierno cosmopolita. Igual que los autores precedentes, afirma que, con la caída de la URSS “La democracia liberal fue consagrada como el agente del progreso, y el capitalismo como el único sistema económico viable: el conflicto ideológico, se llegó a afirmar, está siendo efectivamente desplazado por la razón democrática universal y los cálculos del mercado” (1997:23). Luego de criticar las posiciones realistas y neorrealistas argumentando su poca probabilidad para “ofrecer un cuadro convincente del entrelazamiento de los Estados con el orden global, de los efectos del orden global sobre los Estados, y de las implicaciones políticas de estos procesos para el Estado democrático moderno” (ídem: 47-48), plantea una visión normativa sobre la democracia cosmopolita. En la primera y segunda parte de su libro realiza una síntesis del proceso evolutivo que dio origen al Estado-Nación en los albores del siglo XIV-XV, hasta su conformación definitiva con las paces de Westfalia en 1648, finalizando en siglo XX. Luego, el siglo XX marca el fin del orden político internacional westfaliano y del Estado-Nación y los atributos que la soberanía le otorgaba. Ese sistema se ha visto relativa y progresivamente debilitado por un conjunto de variables (disyuntivas) tales como: 1. El auge de organizaciones internacionales regionales y globales que socavan y reclaman una mayor cantidad de áreas reservadas a la soberanía estatal. 2. La Jerarquía y el dominio que ocupa cada Estado dentro del sistema internacional y del orden/estructura internacional. El Estado visto desde su individualidad como un actor militar y estratégico autónomo, está inmerso en un conjunto de

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relaciones, “La inserción de un Estado individual dentro de la jerarquía de poder global impone restricciones sobre el tipo de políticas exteriores y de defensa que su gobierno, en particular si fue electo democráticamente, puede llevar a cabo” (ídem: 145). 3. Los avances científico-tecnológicos en diversas áreas. Especialmente en las comunicaciones, donde los “nuevos sistemas de comunicación crean un mundo en el cual las particularidades de lugar e individualidad están constantemente mediadas por redes de comunicación regionales y globales” (ídem: 155), reduciendo el vector tiempo-espacio afectando diversos ámbitos estatales e individuales como: el militar, el económico, el científico, el social y el cultural (en el último ha generado: asimilación/ hibridación; adaptación y choque o rechazo. 4. La globalización de las relaciones económicas. Ha afectado y alterado las relaciones en los sistemas productivos y financieros. Las compañías transnacionales “organizan su producción y sus estrategias de venta y distribución sobre un escenario regional o global” (ídem: 160-161). Los mercados financieros internacionales también actúan a escala global. En consecuencia, “La globalización de las relaciones económicas alteró la posibilidad de implementar varios conjuntos de estrategias económicas” (ídem: 164) por parte de los Estados. En resumen, la articulación de las variables identificadas: derecho, comunidad política, seguridad, identidad y espacio cultural y economía están “redefiniendo la arquitectura del poder político asociado con el Estado-nación. […]. Los procesos globales llevaron a la política muy lejos de la actividad que simplemente se cristaliza alrededor del Estado y los asuntos interestatales” (ídem: 168). Ese proceso permite que el autor siguiendo a Hedley Bull hablé de una forma neomedieval, al expresar que, se está redefiniendo el concepto de soberanía porque los Estados están compartiendo su: …autoridad sobre los ciudadanos, y la capacidad para disponer de su lealtad, con las autoridades regionales y mundiales por un lado, y con las autoridades subestatales y subnacionales por otro, […], se podría hablar de la emergencia de una forma neomedieval de orden político universal (1977, págs. 254-255) (Corchetes nuestros). 68

Lo anterior le lleva preguntarse ¿Cómo articular la democracia bajo el proceso de reestructuración regional y global descrito?. El autor responde: …es posible hacer frente a los peligros de un si sus componentes fundamentales promulgan y acatan las reglas que requiere . Para labrar un futuro político democrático, los Estados y las organizaciones y las corporaciones internacionales pueden optar por formar parte de esta estructura. Denomino a esta posibilidad o ; con estas expresiones me refiero, ante todo, a un sistema de gobierno democrático que se organiza a partir de las diversas condiciones e interconexiones de las diferentes naciones y poblaciones y que se adapta a ellas. (Ídem: 174)

La tercera y cuarta parte los dedica a la “reflexión sobre las circunstancias y los conceptos básicos de la política moderna con el propósito de elucidar las condiciones y posibilidades de una comunidad política democrática en el mundo contemporáneo” (Ídem: 179). Con base en tres ideas fundamentales: 1. La autonomía expresando “esencialmente dos ideas básicas: […] que las personas deben autodeterminarse y […] el gobierno democrático deber ser un gobierno limitado”37 (Ídem: 183). Ese principio es acompañado de siete esferas de poder que (Ídem: 216-229) derivan de siete derechos: salud, sociales, culturales, cívicos, económicos, relaciones pacíficas; y a las relaciones políticas. Eso permite, 2. La idea de un Estado legal democrático que garantiza y hace posible esos derechos; y, 3. La democracia cosmopolita que es desarrollada en la cuarta parte, donde igual que los autores previos, critica las teorías realistas y neorrealistas, se fundamenta Immanuel Kant, y construye su tesis normativa. Señala el autor que: …Según la concepción de Kant, el imperio de la justicia requiere la instauración de la y la abolición de la guerra como medio de la política. Los del comercio y el republicanismo proporcionan un importante impulso a esta posibilidad; pues el comercio Para David Held el concepto de autonomía: …connota la capacidad de los seres humanos de razonar de forma consciente, de ser autoreflexivos y de autodeterminarse. Implica la capacidad de deliberar, juzgar, elegir y actuar (o no actuar según el caso) siguiendo alguno de los diferentes cursos de acción posibles tanto en la esfera privada como en la esfera pública, y teniendo en cuenta el bien democrático o, en palabras de Rousseau, el . (ídem: 182) 37

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genera redes de mutuo autointerés hostiles a los trastornos propio de la guerra y las empresas bélicas; y el republicanismo labra una asociación política que depende del consenso y lleva a sus ciudadanos a ser extremadamente cautos ante la guerra (dado que deben soportar directamente todas sus ) y a respetar a todos los pueblos cuyas organizaciones también estén basadas en el consenso y las leyes (Kant, 170, págs.. 100 y 114). […]. Más aún, para regir de forma efectiva, el derecho democrático debe ser consagrado no sólo dentro de los dominios de poder que integran las comunidades políticas particulares sino también entre las redes de interacción que atraviesan las fronteras territoriales. Las redes de poder pueden ser nacionales, transnacionales e internacionales. Por consiguiente, el derecho público democrático dentro de una comunidad política requiere del derecho democrático en la esfera internacional. El derecho público deber ser sostenido y respaldado por una estructura legal internacional a la que llamaré . [Ese derecho democrático cosmopolita hace referencia a la hospitalidad que señala Kant en la Paz Perpetua] (Ídem: 271) (Corchetes nuestros)

Esa “condición de hospitalidad universal o, como preferiría expresarlo, de la orientación cosmopolita, es el derecho público democrático cosmopolita” (Ídem: 273). Eso depende de una Unión Pacífica de los Estados que debe ser creada de manera pacífica y voluntaria. Tomada esta decisión y en: El contexto de la interconexión regional y global, sin embargo, sólo se puede proteger de forma adecuada el interés de las personas en la autonomía por medio del compromiso de todas las comunidades cuyas acciones, políticas y las leyes estén interrelacionadas y entremezcladas. Por lo tanto, la implementación del derecho democrático cosmopolita y el establecimiento de una comunidad cosmopolita –una comunidad de todas las comunidades democráticas- debe convertirse en una obligación para los demócratas, la obligación de construir una estructura común, transnacional, de acción política que pueda, finalmente, organizar la política de la autodeterminación. (Ídem: 276-277)

La comunidad cosmopolita tiene como punto previo la pérdida de parte de la soberanía del Estado, porque estos ya no serán los únicos centros de poder legítimo (Ídem: 278). Este proceso de pérdida de la soberanía debido a la existencia de diversas fuentes de legitimidad democrática, es lo que el autor, siguiendo a Hedley Bull denomina neomedievalismo. Luego, desde un punto de vista socialdemócrata (sin negar libertad económica), describe el modo en que deben ser esas relaciones económicas (Ídem: 300). Finalmente, Anthony

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Giddens en La tercera vía: la renovación de la socialdemocracia y Robert A. Dahl38 en La democracia y sus críticos, asimilan las ideas de David Held. 3.1.2 Globalización La globalización es un tema altamente discutido. Existen diferentes enfoques que tratan de explicarlo privilegiando una o varias dimensiones. Entre otras posiciones y autores se encuentran: 3.1.2.1 Ulrich Beck En ¿Qué es la globalización? Falacias del globalismo respuestas a la globalización distingue entre globalismo, globalidad y globalización. El globalismo es “la concepción según la cual el mercado mundial desaloja o sustituye el quehacer político; es decir, la ideología del dominio del mercado mundial o la ideología del liberalismo” (1998: 27). Para Beck “Ésta procede de manera monocausal y economicista y reduce la pluridimensionalidad de la globalización a una sola dimensión, la económica” (Ibíd.). Por globalidad entiende que, desde “hace ya bastante tiempo que vivimos en una sociedad mundial, de manera que la tesis de los espacios cerrados es ficticia” (Ídem: 28). Eso genera lo que el autor llama una segunda modernidad o sociedad mundial, es decir, “la totalidad de las relaciones sociales que no están integradas en la política del Estado nacional ni están determinadas (ni son determinables) a través de ésta” (Ibíd.). Finalmente, la globalidad le permite hablar de globalización como “los procesos en virtud de los cuales los Estados nacionales soberanos se entremezclan e imbrican mediante actores transnacionales y sus respectivas probabilidades de poder, orientaciones, identidades y entramados varios” (Ídem: 29).

38

En el presente Trabajo Especial de Grado se privilegió esa. Ver: Dahl R. (1987). Un prefacio a la teoría democrática. México. Ediciones Gernika S.A. Primera Edición; Dahl R. (1974). La poliarquía: participación y oposición. MadridEspaña. Guardiana de Publicaciones – Biblioteca Universitaria Guardiana.

71

Para

Ulrich

Beck la globalización abarca, diversas dimensiones

(informática; ecológica; económica; organización de la producción; cultural y la sociedad civil) (Ídem: 40) que le permiten dividir los estudios en: 1. Los que privilegian una dimensión y 2. Las “teorías que hacen reconocibles las complejas y multicausales lógicas de la globalización” (Ídem: 55). En el primer grupo están autores como: 1. Wallerstein (con su sistema mundial “el capitalismo es el motor de la globalización” (Ídem: 56). Énfasis en la dimensión económica). 2. James Rosenau (Turbulence in world politics), Robert Gilpin (La economía política de la relaciones internacionales) y David Held (La democracia y el orden global: del Estado moderno al gobierno cosmopolita) hacen énfasis en: i) la política internacional; ii) el papel del Estado ante otros actores que le disputan su soberanía; iii) la tecnológica; iv) los tema políticos-militares, y v) La economía. 3. La sociedad de riesgo mundial resalta “las crisis ecológicas en una visión monocausal y unidimensional de la sociedad global. 4. Diversos autores que privilegian la dimensión cultural como proceso de homogenización o choque; y 5. Autores como Zygmunt Bauman que hacen énfasis en la sociedad mundial y sus nuevas desigualdades sociales producto de la globalización. En el segundo grupo está el propio autor quien hace una síntesis propia de las vertientes anteriores bajo los tres conceptos arriba mencionados de globalización, globalidad y globalismo. 3.1.2.2 David Held y Anthony McGrew En Globalización/Antiglobalización: sobre la reconstrucción del orden mundial sistematizan las ideas principales de algunas teorías e incluyen la propia. Para estos autores la globalización: …designa la escala ampliada, la magnitud creciente, la aceleración y la profundización del impacto de los flujos y patrones transcontinentales de interacción social. La globalización remite a un cambio o transformación en la escala de la organización humana que enlaza comunidades

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distantes y expande el alcance de las relaciones de poder a través de regiones y continentes de todo el mundo. Pero no debemos pensar que la globalización prefigura el surgimiento de una sociedad mundial armoniosa o que es un proceso universal de integración global en el que se da una creciente convergencia de culturas y civilizaciones (2003: 13).

Su análisis reproduce la idea sobre la pérdida de soberanía del EstadoNación (idéntico al realizado en La democracia y el orden global: del Estado moderno al gobierno cosmopolita). Seguidamente, dividen los estudios sobre la globalización en dos áreas: 1 globalistas y escépticos (estudiados en los capítulos 2-7); y, 2 posiciones con respecto a la política de la globalización (Ídem: 137). Los primeros sostienen lo siguiente sobre: 1. El Estado en la vida social contemporánea: los escépticos (realistas y neorrealistas) cuestionan “la idea de que la construcción o el mantenimiento del orden internacional pueda trascender la lógica de la política de poder. El orden internacional es el orden producido por los Estados

más

poderosos”

(Ídem:

28).

Para

los

globalistas

(interdependencia compleja) el Estado se encuentra sumergido “en redes de

interconexión

regional

y

global

penetradas

por

fuerzas

supranacionales, intergubernamentales y transnacionales, y que es incapaz de determinar su propio futuro” (Ibíd.). 2. La dimensión cultural: los escépticos lo asocian a la creación y formación del Estado-Nación, ven difícil que pueda erosionarse “por las fuerzas transnacionales y, en particular, por el desarrollo de una supuesta cultura de masas global” (Ídem: 40). Para los globalistas la comunicación global y “Los flujos culturales están transformado la política de la identidad nacional y, más general, la política de la identidad. […], estos fenómenos están creando un nuevo sentido de pertenencia y vulnerabilidad global que trasciende las lealtades del Estado-nación” (Ídem: 48). 3. Económica: Para los escépticos los gobierno nacionales todavía “siguen siendo fundamentales para la gobernanza de la economía mundial, pues ellos tienen autoridad política formal para regular la actividad económica”

73

(Ídem: 59). Para los globalistas con las nuevas comunicaciones “el capital –tanto productivo como financiero- se ha liberado de las constricciones nacionales y territoriales, al tiempo que los mercados se han globalizado hasta el punto de que la economía nacional tiene que adaptarse constantemente a las condiciones de la competencia global” (Ídem: 66). 4. Los neomarxistas y radicales: ven la globalización como el “dominio global de Estados Unidos” (ídem: 75)39. 5. En torno al desarrollo y la pobreza: Los globalistas ven la globalización como “el único camino efectivo para reducir la pobreza global, mientras que las causas de la desigualdad deben buscarse en el fracaso de los países en integrarse […] en la economía mundial” (ídem: 96). Para otros es la causa principal de la pobreza y la desigualdad (ídem: 98). Por otra parte, están las posiciones a favor o en contra de las políticas de la globalización: 1. Para los neoliberales “la creación de un orden mundial radicalmente nuevo que. […], fomentará la libertad y la prosperidad humana sin que le estorben los dictados de una burocracia pública opresiva y la política de poder de los Estados” (ídem: 118). 2. Para los internacionalistas liberales la necesidad “política exige, y ayudará a conseguir, un orden mundial más cooperativo. En esta posición hay tres factores esenciales: la creciente interdependencia, la democracia y las instituciones globales” (Ídem: 118). 3. Los reformadores institucionales sostienen una reforma institucional con base en el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo. Los segundos se agrupan en: 1. Transformadores globales: para reestructurar la globalización se debe democratizar a fondo el Estado y la sociedad civil y crear mayores niveles de transparencia, control y democracia a través de las fronteras territoriales. (Ídem: 123-127). 2. Estatalistas/Proteccionistas: promueven y refuerzan “las capacidades de los Estados para gobernar, en otras palabras, para ayudar a organizar la seguridad, el bienestar económico, y las 39

Para una ampliación de estas posturas ver: Ianni O. (1998). Teorías de la globalización. España. Siglo Veintiuno Editores

74

prestaciones asistenciales de sus ciudadanos” (ídem: 128). 3. Radicales: promueven otorgar el poder a las personas para que tomen un mayor control sobre sus condiciones de poder. 3.1.2.3 Robert Gilpin En La economía política de las relaciones internacionales, estudia la globalización con base en la evolución de la economía política internacional de finales del siglo XX. Con Gilpin la globalización comienza a acercarse a las posiciones que los Teóricos de las Relaciones Internacionales denominan neorrealismo debido a los cambios estructurales en la economía internacional y las consecuencias en: 1. La relativa decadencia del liderazgo económico de EE.UU., en la economía internacional de la posguerra; 2. El surgimiento de la Costa del Pacífico como polo económico y 3. La progresiva integración de las economías de EE.UU., y Japón. (1987: 15-16). Eso le permite: estudiar como la interacción entre el “´Estado´ y el ´mercado´ en el mundo moderno, crean la ´economía política`” (ídem: 19) y coincidir con los neorralista debido a que, el proceso de desarrollo desigual: …estimula el conflicto político porque socava el statu quo de la política internacional. Los cambios en la ubicación geográfica de las actividades económicas modifican la distribución de la riqueza y el poder entre los Estados pertenecientes al sistema. Dicha redistribución del poder y sus efectos acentúan el conflicto entre los Estados en ascenso y aquellos en declinación (Ídem: 67)

Con base en las observaciones previas analiza las tres teorías que explican la interacción Estado-Mercado (la liberal, la mercantilista y la marxista) en sus aspectos monetario y comercial a nivel internacional, en la producción por parte de las empresas multinacionales (transnacionales), en las finanzas internacionales y el desarrollo económico desigual. Eso le permite realizar un análisis sobre el declive relativo del poder económico y político de EE.UU., que inició en 1970, fecha que denota el fin del sistema económico de la segunda postguerra40 y de la teoría liberal de la estabilidad hegemónica (liderazgo40

Ver en la introducción los antecedentes: la interdependencia compleja

75

responsabilidad) de Charles Kindleberger bajo la cual “una economía mundial abierta y liberal exige la existencia de una potencia hegemónica o dominante” (Ídem: 86), que tenga la capacidad “de establecer y mantener las normas y reglas de un orden económico liberal y, con su decadencia, se debilita en gran medida el orden económico liberal” (Ibíd.). Para el autor, la “escalada de la Guerra de Vietnam y siguiendo con la administración Reagan, con su mayor déficit presupuestario, Estados Unidos explotó su posición hegemónica de manera tal que desencadenó las fuerzas inflacionarias y contribuyó a la inestabilidad económica global” (Ídem: 104), dando inicio a la práctica de nuevos proteccionismos por parte de EE.UU., y de las economías emergentes (Japón y los Estados del Asia Oriental), generando “diferentes concepciones de la legitimidad” (ídem: 242) en materia económica, al practicar tres medidas “Un Estado fuerte, inversiones en recursos humanos y un mercado eficiente […] (Hofheinz y Calder, 1982)” (Ídem: 317). Esos sucesos generaron los siguientes cambios estructurales en la economía política internacional (Ídem: 359): 1. La auge y decadencia del liderazgo de EE.UU., fue producto de las condiciones en las quedó EE.UU., en la Segunda Guerra Mundial, ejerciendo su liderazgo al defender a “las democracias industriales, permitiéndoles así a los europeos occidentales y en especial a los japoneses, concentrar sus energías en el desarrollo económico” (Ídem: 362), posición que cambia en 1970. 2. La transformación en las condiciones de la oferta (cambio tecnológico, las empresas trasnacionales, aumento del precio de la energía –petróleo- nuevos proteccionismos). 3. Las limitaciones en el manejo de la demanda (fin de las políticas keynesianas). 4. El problema de la transición entre “un nuevo entorno dentro del cual la política económica debe funcionar y al cual se debe ajustar la economía mundial” (Ídem: 378). En síntesis, la economía mundial en 1980 “está en […] transición entre las normas y relaciones propias del sistema de Bretton Woods y un modo

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diferente de organización y funcionamiento de las relaciones económicas globales” (Ibíd.). Estos cambios estructurales han producido tres problemas en la economía política internacional: 1. El del liderazgo político y económico. 2. “el ajuste económico requerido por la redistribución global de las actividades económicas y el paso a nuevos sectores industriales lideres” (Ídem: 381). 3. El choque “entre autonomía interna y normas internacionales” (Ibíd.). Las soluciones: 1. Sobre el liderazgo ha generado “como resultado la necesidad de un liderazgo pluralista y una coordinación de políticas” (Ídem: 385). Hay una referencia a la obra de Robert Keohane (Después de la hegemonía) y al paradigma de la interdependencia compleja que desarrolla junto a Joseph Nye, bajo “la idea de que la cooperación o el manejo pluralista puede funcionar en ausencia de hegemonía” (Ídem: 384). Ese liderazgo relativamente debilitado “ha permanecido intacto en lo esencial. […].Sus principales socios comerciales son aliados o dependen de Estados Unidos para su seguridad militar (Ídem: 398). Con referencia al segundo y tercer problema, el asunto es más complejo por la aplicación de políticas económicas proteccionistas con el fin de controlar sectores económicos considerados estratégicos para evitar conflictos sociales. En el contexto de finales de 1980, Robert Gilpin señala que “la economía internacional liberal establecida a fines de la Segunda Guerra Mundial, se ha transformado de manera significativa” (Ídem: 413). Esa transformación ha provocado tres consecuencias en el sistema internacional: 1. El incremento de los nuevos mercantilismos, con el aumento de la intervención “del Estado y del poder económico en las relaciones económicas internacionales. Los Estados (especialmente los grandes) han comenzado a usar la influencia económica de manera extensiva, con el fin de incrementar sus ganancias relativas provenientes de las actividades económicas internacionales” (Ídem: 414) en la

77

“lucha por ganar acceso a los mercados mundiales” (Ibíd.). 2. La creación de bloques económicos regionales “la economía mundial está concentrándose alrededor de tres ejes” (Ídem: 416). De las tres, la Costa del Pacífico ha crecido más. Preocupado porque los “grandes cambios [de] lugar de las actividades económicas globales, [generan] consecuencias políticas” (ídem: 418), plantea un escenario de conflicto. 3.1.2.4 Joseph E. Stiglitz En El malestar de la globalización termina de vislumbrar el rechazo a la globalización económica, principalmente, a las medidas del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM) por considerarlas perjudiciales a la estabilidad política, económica y social. En la introducción, expresa que, después de trabajar en el BM comprobó “el efecto devastador que la globalización puede tener sobre los países en desarrollo, y especialmente sobre los pobres en esos países” (2004: 11). Por eso, sostiene que debe replantearse la forma en que “la globalización ha sido gestionada, incluyendo los acuerdos comerciales internacionales que tan importante papel han desempeñado en la eliminación de dichas barreras y las políticas impuestas a los países en desarrollo en el transcurso de la globalización” (Ibíd.). Haciendo énfasis en la dimensión económica de la globalización, señala que, las principales medidas promovidas entre los años ochenta y noventa por el FMI y el BM bajo el llamado Consenso de Washington eran: la austeridad fiscal, la privatización y la liberalización de los mercados (Ídem: 81). No obstante, a pesar de impulsar esas medias y de que “Occidente animó la liberalización comercial de los productos que exportaba, […] siguió protegiendo sectores en los que la competencia de los países en desarrollo podía amenazar su economía” (ídem: 89). En contrapartida, los Estados del Este Asiático “habían tenido éxito no sólo a pesar del hecho de no haber

78

seguido los dictámenes del Consenso de Washington, sino porque no lo habían hecho” (ídem: 123). Por eso: No es ninguna casualidad que los dos grandes países en desarrollo que escaparon de los azotes de la crisis económica global [de 1997] –la India y China- tuvieran controles de capitales. Mientras que los países del mundo subdesarrollado que liberalizaron sus mercados de capitales vieron caer sus rentas, la India creció a un ritmo superior al 5 por ciento, y China casi al 8 por ciento (ídem: 164) (Corchetes nuestros)

Para Joseph Stiglitz la crisis del Este Asiático de 1997 generó dudas “sobre esta nueva visión del mundo, salvo que pudiera probarse que el problema no radicaba en el capitalismo sino en los países asiáticos y sus malas políticas” (Ibíd.: 268). Eso originó una opinión más equilibrada sobre los roles del Estado y el libre mercado en una “asociación algo diferente según los países, dependiendo de los estadios de su desarrollo tanto político como económico. (Ídem: 275). Con base en lo anterior, concluye que: Hoy la globalización es desafiada en todo el mundo. Hay malestar con la globalización, y con sobrados motivos. La globalización puede ser una fuerza benigna: la globalización de las ideas sobre la democracia y la sociedad civil han cambiado la manera de pensar de la gente […]. Pero los países que más se han beneficiado han sido los que se hicieron cargo de su propio destino y reconocieron el papel que puede cumplir el Estado en el desarrollo, sin confiar en la noción de un mercado autorregulado que resuelve sus propios problemas. Ahora bien, para millones de personas la globalización no ha funcionado. La situación de muchas de ellas de hecho empeoró, y vieron cómo sus empleos eran destruidos y sus vidas de volvían más inseguras. Se han sentido cada vez más impotentes frente a fuerzas más allá de su control. Han visto debilitadas sus democracias y erosionadas sus culturas. (Ídem: 309)

3.1.2.5 Paul Kennedy

79

En Auge y caída de las grandes potencias 41 explica los problemas en las relaciones económicas internacionales de los últimos años analizando la interacción entre economía y estrategia. La hipótesis de su obra es que: […] Por lo general, el triunfo de cualquier gran potencia de este período, o el colapso de cualquier otra ha sido consecuencia de prolongadas luchas de sus fuerzas armadas, pero también de la utilización más o menos eficiente de los recursos económicos productivos del Estado en tiempos de guerra y, más en segundo término, la consecuencia de la forma en que la economía de ese Estado había estado mejorando o empeorando en relación con la de otras naciones líderes durante las décadas que precedieron al conflicto armado. […] Dicho así parece brutalmente mercantilista, pero por lo general se necesita de la riqueza para sostener el poder militar y del poder militar para adquirir y proteger la riqueza. Sin embargo, si una proporción excesiva de los recursos del Estado se desvía de la creación de riqueza para colocarla en objetivos militares, esto pudo conducir a un debilitamiento del poder nacional a largo plazo. De la misma manera, si un Estado se excede estratégicamente –digamos por la conquista de territorios extensos o el mantenimiento de guerras costosas-, corre el riesgo de que los beneficios potenciales de la expansión externa sean superados por el enorme gasto del proceso, problema que se agudiza si la nación involucrada ha entrado en un período de declive económico relativo. (Ídem: 9-11).

Con base en esa idea, analiza el auge y caída de las potencias de turno en el sistema internacional entre 1519-1980. Posteriormente, estudia el estado del sistema internacional actual, precisando que, efectivamente, los cambios económicos advertían el auge de nuevas potencias: …que algún día tendrían una influencia decisiva en el orden militarterritorial- Ésta es la razón por la que el movimiento en los balances productivos globales hacia la , que se ha producido en las últimas décadas, no puede interesar exclusivamente a los economistas. (1998: 20).

Finalmente, en el último capítulo (ídem: 683-831), señala que ese desplazamiento económico es acompañado por un crecimiento de fuerzas

Esther Barbé señala que “Los análisis históricos sobre el auge y la desaparición de las potencias nos muestran que en, mayor o menor medida, las cuatro dimensiones del poder aquí enunciadas están presentes” (ídem: 212). [Con las cuatro dimensiones del poder hace referencias al poder estructural ver 2.5.1 Definición de poder] 41

80

armadas

de

la

región,

incrementado

los

problemas

de

seguridad

internacionales. 3.2 Periodo 2001-2016 Este periodo reflejará una dinámica distinta. El acontecimiento clave los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001, para David Held en Modelos de democracia, fue la prueba de que: …el mundo después del 11 de septiembre es completamente diferente del que predijo Fukuyama. El fundamentalismo sigue extendiéndose, […] alterando las condiciones del debate político. Los sistemas establecidos de creencias religiosas e ideas políticas están evolucionando, en algunos casos radicalmente. Además, el modelo de globalización occidental no sólo se cuestiona en el movimiento antiglobalización, sino también en un contraproyecto global articulado por algunos grupos islámicos radicales. […]. El liberalismo y la democracia se enfrentan a un nuevo desafío. Lejos del , podríamos encontrarnos al principio de un nuevo comienzo. (Ídem: 321)

Estos nuevos desafíos han generado enfoques que tratan de explicarlos bajo los siguientes conceptos: 1. Cultura (Multiculturalismo/Choque de civilizaciones). 2. El caos-anarquía y 3. La seguridad. 3.2.1 Cultura (Multiculturalismo/Choque de civilizaciones) 3.2.1.1 Multiculturalismo El multiculturalismo plantea el respeto, reconocimiento y tolerancia hacia las diferencias culturales. Como sostiene Daniel Gutiérrez Martínez en Multiculturalismo: desafíos y perspectivas, esto, está asociado a dos ideas. La primera: ante la oposición de crear una “identidad única y unitaria, de aglutinar semejanzas e igualdades culturales, de homogenizar lo social –que predominó, por lo menos en los últimos cuatro siglos, como la única estrategia política posible-, pasamos a una búsqueda de conciliación y cohabitación de diferencias” (2007: 10). Idea asociada al declive del poder de Occidente y al Paradigma de la Modernidad como modelo de organización política.

La

segunda: es reflejo de “las sociedades democráticas cuya legitimidad en la 81

actualidad se sustenta en la capacidad de ligar justicia social, pluralidad (hablar de un nosotros) y respeto-difusión a las diferencias” (Ibíd.). Idea vinculada a la expansión de la democracia y de la globalización. En resumen, el multiculturalismo comprende: …la tríada democracia/globalización/pluralidad que marca el eje investigativo de nuestros tiempos con el fin de atender y entender los asuntos ligados a este reconocimiento político de la diversidad. A esta tríada conceptual habría que asociarle la tríada empírica: territorialismo local/ movilidad/expansión. En efecto, por un lado el multiculturalismo actual se ha visto enarbolado con el crecimiento de los estados-nación […], y por la expansión de las minorías territoriales que visten las nuevas dinámicas políticas locales y globales. Por el otro, la creciente movilización de grupos, particularmente ligados al fenómeno de la migración (intra-inter-trans) sigue legitimando los antiguos flujos de poblaciones, enmarcando una vez más la tendencia a las reivindicaciones culturales, pero esta vez bajo el rubro de la reivindicación de derechos de toda índole. (Ídem: 13) (Corchetes nuestros)

3.2.1.1.1 Wiil Kymlicka En Ciudadanía multicultural: una teoría liberal de los derechos de las minorías, formula tres premisas: 1. Reconoce que “Desde el final de la guerra fría, los conflictos etnoculturales se han convertido en la fuente más común de violencia política en el mundo, sin que se vislumbren síntomas de que la situación vaya a cambiar” (1996: 13). 2. Su objetivo es exponer como la “teoría liberal de los derechos de las minorías debe explicar cómo coexisten los derechos de las minorías con los derechos humanos, y también cómo los derechos de las minorías están limitados por los principios de libertad individual, democracia y justicia social” (ídem: 19); y 3. “La globalización ha hecho que el mito de un Estado culturalmente homogéneo sea todavía más irreal y ha forzado a que la mayoría, dentro de cada Estado, sea más abierta al pluralismo y a la diversidad” (ídem: 23). Para Will Kymlicka “Las sociedades modernas tienen que hacer frente cada vez más a grupos minoritarios que exigen el reconocimiento de su identidad y la acomodación de sus diferencias culturales” (Ídem: 259). Eso es el

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multiculturalismo. Un Estado es multicultural “bien si sus miembros pertenecen a naciones diferentes (un Estado multinacional), bien si éstos han emigrado de diversas naciones (un Estado politécnico), siempre y cuando ello suponga un aspecto importante de la identidad personal y la vida política” (Ídem: 36). El autor aclara que excluye de estas minorías a los movimientos sociales, discapacitados entre otros (Ídem: 36-37). La propuesta del académico canadiense es que los “derechos diferenciados en función del grupo para las minorías son coherentes con los principios básicos de libertad individual y justicia social” (Ídem: 238). La razón de su propuesta es que: El final del siglo XX se ha descrito como porque cantidades ingentes de personas atraviesan fronteras, haciendo que prácticamente todos los países sean más y más poliétnicos. También se ha descrito como , ya que en todo el mundo es cada vez mayor el número de grupos que se movilizan y afirman su identidad. A consecuencia de todo ello, en muchos países las normas establecidas de la vida política se ven cuestionadas por una nueva (Ídem: 265)

Si se estudia bien, la propuesta del autor, en el fondo es un rechazo al Paradigma de la Modernidad. Primero se pone en tela de juicio el papel crucial que juega el individuo, debido a que, a diferencia de otras civilizaciones en Occidente es donde el todo se construye a partir del individuo. Así, se tiene que, “los derechos diferenciados en función del grupo parecen reflejar una perspectiva colectivista o comunitarista más que la creencia liberal en la libertad y la igualdad de los individuos” (Ídem: 57), hecho que, según el autor es erróneo. Segundo, ese individuo juega un papel crucial en la conformación y creación del Estado y de la Nación, ya que, cada Estado está conformado por distintos individuos que profesan una cultura más o menos homogénea creando una nación, es decir, un Estado está conformado por un pueblo que abraza una identidad cultural y religiosa determinada que lo diferencia de otros. Ahora, en la actualidad, el tema cultural pasa por precisar que en Occidente los pueblos que lo conforman han adoptado y asimilado el Paradigma de la Modernidad como modelo de organización política, cultural e

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identitario común a todos. El problema realmente surge cuando otros grupos culturales, religiosos e identitarios provenientes de otras civilizaciones llegan se instalan en Occidente y quieren mantener un estatus diferenciado conforme a sus prácticas culturales, sin adoptar o incluso rechazando las Occidentales. 3.2.1.1.2 Charles Taylor En su ensayo El multiculturalismo y la “política del reconocimiento” expone “la necesidad, y a veces la exigencia, de reconocimiento” (2001: 43). Ese reconocimiento tiene nexos con la identidad, porque: …designa algo equivalente a la interpretación que hace una persona de quién es y de sus características definitorias fundamentales como ser humano. La tesis es que nuestra identidad se moldea en parte por el reconocimiento o por la falta de éste; a menudo, también, por el falso reconocimiento de otros, y así, un individuo o un grupo de personas puede sufrir un verdadero daño, una auténtica deformación si la gente o la sociedad que lo rodea le muestran, como reflejo, un cuadro limitativo, o degradante o despreciable de sí mismo. El falso reconocimiento o la falta de reconocimiento puede causar daño, puede ser una forma de opresión que aprisione a alguien en un modo de ser falso, deformado y reducido (ídem: 43-44).

En consecuencia, el reconocimiento es “una necesidad humana vital” (ídem: 45). Para el autor ese reconocimiento se basa en el desplome de las jerarquías sociales que estaban basadas en el concepto de honor y su relación con la desigualdad (Ibíd). A ese concepto de honor Taylor le opone el moderno concepto universal de dignidad e igualdad que es “compatible con una sociedad democrática” (ídem: 46). Eso se debe a que “La democracia desembocó en una política de reconocimiento igualitario, que adoptó varias formas con el paso de los años, y que ahora retorna en la forma de exigencia de igualdad de status para las culturas y para los sexos” (Ibíd). Adicionalmente, el reconocimiento tiene dos niveles: uno individual y otro público. Concentrándose en el segundo, hace que todas las culturas sean respetadas y se respeten por igual. Por ese motivo, para el autor es indispensable que “todos reconozcamos el igual valor de las diferentes

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culturas, que no sólo las dejemos sobrevivir, sino que reconozcamos su valor” (ídem: 94). Ese reconocimiento y esa valoración que argumenta Charles Taylor se debe a que: …todas las sociedades se tornan cada vez más multiculturales y a la vez se vuelven más porosas. En realidad, estos dos hechos van unidos: su porosidad significa que están más abiertas a la migración multinacional y que un número cada vez mayor de sus miembros lleva la vida de la diáspora, cuyo centro está en otra parte” (ídem: 93)

Por otra parte, afirma Taylor que, ese reconocimiento está vinculado a la coacción que algunas culturas ejercen sobre otras, con fundamento en una “supuesta superioridad que posibilita esta imposición. Se cree que las sociedades liberales de Occidente son sumamente culpables a este respecto, debido en parte a su pasado colonial y en parte a la marginación de los sectores de su población que proceden de otras culturas” (Ídem: ídem 94). Para Taylor esa idea es reforzada mediante la educación y los programas educativos. Siguiendo a Frantz Fanon argumenta que “los grupos dominantes tienden a afirmar su hegemonía inculcando una imagen de inferioridad a los subyugados. Por lo tanto, la lucha por la libertad y la igualdad debe someterse a la revisión de estas imágenes” (ídem: 97). Revisión que debe realizarse con base en el respeto y la valoración a todas las culturas. Esta última idea debe ser entendida con lo expuesto por Huntington sobre el multiculturalismo sobre el rechazo a la dominación de Occidente sobre las relaciones internacionales. Finalmente, Taylor no hace la misma valoración sobre la dominación que otras culturas o civilizaciones hicieron y harán sobre lo que hoy se conoce como Occidente (ver capítulo I). Eso no quiere decir que no sea inviable conocer otras culturas y civilizaciones, para saber los peligros y amenazas que hay que enfrentar. 3.2.1.2 Samuel Huntington: choque de civilizaciones Una civilización es una “construcción histórica y territorial que incluye la cultura, valores, ideales, conceptos sobre organización social, factores

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materiales y tecnológicos y económicos. Una civilización es una entidad cultural que como tal persiste, se transforma, se divide o se integra en nuevos conjuntos” (Sanoja. 2007: 45). Finalmente, para Fernand Braudel una civilización es un: …espacio, un , como dicen los antropólogos, un alojamiento. Imagínese en el interior de una localización, más o menos amplia pero nunca reducida, una masa muy diversa de , de rasgos culturales (…). El agrupamiento regular, la frecuencia de ciertos rasgos y la ubicuidad de éstos en un área precisa constituyen los primeros síntomas de una coherencia cultural. Si a esa coherencia en el espacio se añade una permanencia en el tiempo, llamo civilización o cultura al conjunto, al del repertorio. Este total constituye la forma de la civilización así reconocida (1974: 174)

Samuel Huntington en su ensayo ¿Choque de civilizaciones? publicado en Foreing Affairs en 1993 expresaba que, con el fin de la Guerra Fría las divisiones de la humanidad y la fuente de los conflictos serán de naturaleza cultural (1993: 1). Los puntos de mayor intensidad serán las líneas de ruptura. Esos conflictos se deben a “los esfuerzos que Occidente hace por mantener su predominio militar, favorecer sus intereses económicos y promover la democracia y el liberalismo como valores universales [produciendo] reacciones adversas en otras civilizaciones” (ídem: 4). Esa hipótesis la desarrolla en El choque de civilizaciones y la reconfiguración del orden mundial. Su obra permite entender, en parte, los cambios ocurridos en la postguerra fría. En concreto precisó que “la cultura y las identidades culturales, que en su nivel más amplio son identidades civilizacionales, están configurando las pautas de cohesión, desintegración y conflicto en el mundo de la posguerra fría” (2011: 20). En este sentido, sus observaciones, son una aproximación para estudiar parte de los nuevos actores (China, Japón, India, Rusia, EE.UU., Europa, Latinoamérica y África) que emergieron tras la caída del bloque soviético y que estarían luchando por imponer su voluntad en la arena internacional. Por el otro, para precisar las principales amenazas que se ciernen sobre Occidente.

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En la primera parte de su libro logra conceptualizar el origen y que se entiende por civilización. En la segunda parte, hace una aproximación al poder que Occidente ha ejercido en las relaciones internacionales en los últimos siglos, para luego señalar que, ese poder y dominio en las últimas décadas ha estado en declive debido al auge económico y expansión demográfica de las civilizaciones no occidentales, con especial referencia a la región de Asía (China e India) y al mundo Islámico. Ese declive ha provocado una reacción por parte de las civilizaciones no occidentales, mediante la instrumentalización y afirmación de sus religiones y valores culturales como principales medios para canalizar ese rechazo, diferenciación y superioridad ante los valores culturales occidentales, más no, a sus elementos de desarrollo económico e industrial. Ante esa situación, “las décadas venideras verán el continuo resurgimiento de un poder y una cultura no occidentales y el choque de pueblos de civilizaciones no occidentales con Occidente y entre sí” (Ídem: 162). En la tercera parte, analiza como la identidad cultural será el “factor fundamental que [determinará] las asociaciones y antagonismos de un país” (Ídem:

156)

mediante

el

surgimiento

de

diversas

organizaciones

internacionales regionales con distintos propósitos y fines. Para el autor, cada civilización cuenta con un Estado central que guía y lidera esas relaciones. En la cuarta parte, precisa las principales amenazas que enfrenta Occidente, especial referencia a la cooperación entre “la intolerancia islámica y la autoafirmación sínica” (Ídem: 243). Eso ha provocado un incremento de la carrera armamentística en el segundo eje identificado en el capítulo I. En la última parte realiza: 1. Un llamado para que Occidente renueve sus bases y evite su posible decadencia; y 2. Un rechazo al multiculturalismo que, en cierta medida desarrollada en ¿Quiénes somos?: los desafíos a la identidad estadounidense, donde expresa que:

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El multiculturalismo [que] es, en su esencia, civilización antieuropea. Es, como dijo un académico, un . Básicamente, se trata de una ideología antioccidental. (Ídem: 204) (Corchetes nuestros)

3.2.2 Caos-Anarquía Las transformaciones y reajustes de poder internacional brevemente descritas permiten que otros autores analicen las relaciones internaciones del siglo XXI, expresando que la sociedad internacional está envuelta en un caos, anarquía y desorden, debido al conjunto de variables que están afectando las relaciones internacionales. Para ello vamos a examinar dos autores. 3.2.2.1 Robert D. Kaplan En La anarquía que viene: la destrucción de los sueños de la postguerra fría sistematizó la nueva realidad internacional que venía emergiendo, al precisar que, el fin de la Guerra Fría “iba a traer simplemente libertad y prosperidad bajo los estándares de y . Pero, al igual que después de la Primera y Segunda Guerra Mundial, nuestra victoria ha dado paso a la siguiente lucha por la supervivencia” (2000: 11-12). Como advierte el autor: …Quienes creen que Estados Unidos puede establecer la democracia en todo el mundo deberían tener en cuenta las palabras del difunto teólogo y filósofo político americano Reinhold Niebuhr: La misma fuerza que ha extendido nuestro poder más allá del continente también […] nos ha arrastrado a una vasta red de la historia en la que otras voluntades, que van en direcciones oblicuas o contrarias a la nuestra, inevitablemente obstaculizan o contradicen aquello que deseamos con más fervor. No podemos salirnos siempre con la nuestra, ni siquiera cuando creemos que nuestro camino promete la (ídem: 81-82)

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La obra de Robert Kaplan sirve como una aproximación para abordar los nuevos temas de la agenda internacional, tales como: las pandemias, el aumento de la criminalidad, el aumento demográfico, la crisis medio ambiental, la escases de recursos naturales42, las rivalidades y conflictos con base en diferencias étnicas, culturales e identitarias, terrorismo y en última instancia la pobreza y la desigualdad. Esos temas interconectados serán los principales riesgos, amenazas y problemas de seguridad de la humanidad (además de los temas tradicionales) debido a que, como señala el autor, para entender los sucesos de los próximos años hay que pensar sobre: ...la escasez medioambiental, el choque cultural y racial, el destino geográfico y la transformación de la guerra. El orden en que acabo de mencionar estos factores no es casual. Cada concepto salvo el primero depende en parte del o de los que lo preceden, lo que significa que los dos últimos –los nuevos enfoques de la cartografía y de la guerra- son los más importantes. También son los menos comprendidos. (2000: 33)

Por otra parte, algunos de esos problemas están vinculados a la estrategia adoptada por esas otras voluntades. En consecuencia, la guerra adoptará nuevas formas. Por eso: La hipótesis que rige en Fort Bragg es que, a pesar de los tribunales de crímenes de guerra y las Convenciones de Ginebra, los adversarios del futuro actuarán con aún menos respeto por las reglas que los del presente. Terrorismo, tráfico de drogas, blanqueo de dinero, espionaje industrial, etc. Se convertirán en nuevas formas de lucha que dotarán a los líderes autoritarios de medios para librar la guerra sin tan siquiera admitirlo (ídem: 129).

3.2.2.2 Moisés Naím La obra de Robert Kaplan permite contextualizar y analizar a Moisés Naím, quien, en su Conferencia, ante la Sociedad Estadounidense de Derecho Internacional, habló de Las cinco guerras de la globalización. En ella, identificó las cinco principales actividades ilícitas más lucrativas del mundo: armas, drogas, tráfico de seres humanos, propiedad intelectual y legitimación de 42

Ver: Klare M. (2003). Guerra por los recursos: el futuro escenario del conflicto global. España. Ediciones Urano.

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capitales. A esa lista, es posible agregar otros ilícitos altamente lucrativos 43, pues existen redes que operan con “otros productos más oscuros –como órganos humanos, animales y plantas en peligro de extinción, basura y otros residuos tóxicos, objetos artísticos robados, etcétera- que operan con los mismos métodos que las responsables de los tipos de tráfico ilícitos más conocidos” (2006: 200). Posteriormente, publicaría Ilícito: cómo traficantes, contrabandistas y piratas están cambiando el mundo, donde señala que: Es cierto que en la década de 1990 las actividades delictivas aumentaron y se globalizaron. Pero pensar en el comercio ilícito internacional como una manifestación más de un comportamiento delictivo equivale a ignorar un hecho mayor y más importante: las actividades delictivas globales están transformando el sistema internacional, invirtiendo las reglas, creando nuevos agentes y reconfigurando el poder en la política y la economía internacionales. (Ídem: 20).

Actualmente, la creciente expansión de distintos grupos de crimen organizado en el ámbito nacional ha generado que muchas de ellas o la gran mayoría tengan claros y evidentes vínculos e interconexiones con otras a nivel internacional, generando redes de crimen organizado transnacionales “interrelacionadas con las actividades licitas del sector privado, [y] también profundamente implicadas en el sector público y el sistema político” (ídem: 23). Ese fenómeno, por un lado, está desbordando las bases del Estado-Nación, cuya función es velar por la seguridad de los ciudadanos, promover el bien común, el desarrollo y el bienestar social; y, por el otro, ha permeando y está corroyendo a las propias instituciones del Estado y de gobierno con la complicidad de funcionarios corruptos. Adicionalmente, algunos Estados, han adoptado una estrategia y una política exterior mediante la cual promueven y apoyan estas redes del crimen organizado transnacional con el objeto de desestabilizar a otros Estados. Por ese motivo, hoy, nadie puede poner en

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Ver: http://www.bbc.com/mundo/noticias/2016/03/160316_economia_crimen_organizado_mj

Mientras quien suscribe realiza la presente introducción salió al conocimiento público el caso de los denominados Panamá Papers. Ver: http://www.bbc.com/mundo/noticias/2016/04/160404_economia_offshore_panama_panamapapers_lf

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duda que estos actores ilegales (nacionales y/o transnacionales), son enemigos de la humanidad: Es obvio que los traficantes violan continuamente la soberanía de los estados, y no solo por hacer contrabando. En muchos países –a menudo con el respaldo de sus socios extranjeros- se apoderan del propio Estado o de las administraciones locales utilizando su propio dinero para influir en la política y situar a sus cómplices en el poder. A través de la fuerza y la violencia han obtenido el control de grandes franjas de territorios o de barrios enteros de grandes ciudades. En muchas áreas metropolitanas de ciudades como Río de Janeiro, Manila, Ciudad de México, Bangkok o El Cairo, existen grandes y poblados sectores que en la práctica se hallan bajo el control de las redes de traficantes y delincuentes, antes que de la administración local (Ídem: 343)

La gran pregunta ante la proliferación de estos grupos es ¿Hasta qué punto se dejará que sigan creciendo? ¿Hasta qué punto se permitirá que dañen el tejido social, las instituciones del Estado y de gobierno? ¿Se permitirá que destruyan la comunidad, la sociedad, el gobierno y el Estado?. Por ese pequeño motivo “Tratar el comercio ilícito como mero y a quienes participan en él como a simples , reduciendo la solución a su aspecto , constituye un error” (ídem: 55). Adicionalmente, no es un secreto que “Todas las fronteras tienen filtraciones; siempre. Ni siquiera el Estado policial más feroz es capaz de sellar por completo sus fronteras nacionales” (Ídem: 341). Esa pérdida del poder estatal fomenta “la aparición de infinidad de grupos criminales, terroristas y otros que atentan contra la seguridad ciudadana y en algunos casos hasta erosionan la estabilidad internacional. Para ellos, las fronteras son irrelevantes y los gobiernos, un obstáculo cada vez más ineficaz que atacan, socavan o ignoran” (Ídem: 323). El aumento de las redes ilícitas a nivel nacional y transnacional hace evidente que: …las conexiones entre el comercio ilícito y la seguridad (e inseguridad) global resultan tan poderosas como peligrosas. (…). El comercio ilícito desbocado está haciendo el mundo menos seguro. Da impulso a quienes rechazan el buen gobierno y las normas sociales. Proporciona un abrigo económico a rebeldes, ladrones y terroristas. Estimula la corrupción, perjudica al desarrollo económico, y nos hace más vulnerables a quienes

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obedecen las leyes y dependen de ellas para su protección (…). Ya no se trata del aumento de los índices de delincuencia, sino de la expansión de la inestabilidad mundial (ídem: 332)

3.2.3 Seguridad Lo anterior, permite entender que en la actualidad haya un repunte sobre los temas de seguridad en la agenda internacional y en la Teoría de las Relaciones Internacionales. Desde el origen del Estado la seguridad era vista como defensa contra otros ejércitos convencionales pertenecientes a los Estados (concepción trinitaria de Clausewitz). En la Guerra Fría la seguridad de los bloques era, además, la defensa de los bloques frente al exterior. Así, hasta mediados de 1980 del siglo pasado el tema era estudiado en términos del poder y capacidad militar de los Estados. Hoy esa concepción es inadecuada y debe adaptarse a las necesidades del nuevo sistema internacional, porque como señala Martín Van Creveld en La transformación de la Guerra “No estamos ingresando a una era de competencia económica pacífica entre bloques comerciales; sí a una de guerras entre grupos étnicos y religiosos. Aun las formas más conocidas de conflicto armado están siendo relegadas al arcón de los recuerdos, mientras formas radicalmente nuevas están elevando sus cabezas listas para tomar su lugar” (2007: 6). Entramos en la era de la guerra no-trinitaria de Martin Van Creveld donde evidentemente no hay reglas que observar. Esos acontecimientos dan pie para que haya un consenso sobre la transformación o reconceptualización del concepto de seguridad. Para Ximena Cujabante “el concepto de seguridad imperante durante la Guerra Fría fue reevaluado durante el período post Guerra Fría, introduciéndose nuevos sujetos de seguridad y, asimismo, ampliándose la agenda de amenazas a la misma” (2009: 95). Agrega Cujubante: …las llamadas amenazas no tradicionales a la seguridad, propias de la post Guerra Fría, se pueden analizar desde la óptica de la interdependencia, en la medida en que éstas se caracterizan porque la

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mayoría de ellas no se centran en el Estado como sujeto de seguridad, sino que emanan en su mayoría de actores de carácter sub-estatal o trans-estatal. De acuerdo con esto, no se identifican fácilmente con los análisis y teorías centradas en el Estado, como la teoría realista; además, estas amenazas no tienen un lugar geográfico con el cual se puedan identificar. En la visión realista, el foco de peligro se ubica en el poder militar que otros Estados poseen y en la utilización de estos recursos para contener la amenaza. En el mundo del realismo, el sine qua non de la seguridad es la construcción y el mantenimiento de los balances militares en las regiones estratégicas. Las amenazas no tradicionales, por su parte, representan un peligro difuso, en la medida en que la fuente de donde provienen es indeterminada, multidimensional, en la medida en que las amenazas pueden provenir de diferentes temas y multidireccional, pues estas amenazas pueden atentar contra la seguridad de actores tanto estatales como no estatales. Además, estas amenazas no pueden ser manejadas solamente por las políticas de defensa tradicionales, es decir, a través de la utilización de los recursos militares, sino que se deben buscar nuevas formas de contrarrestarlas, pues en la mayoría de los casos la utilización de la fuerza no ha sido la herramienta más útil, si tiene en cuenta que estas «nuevas» amenazas presentan características disímiles a las tradicionales. Finalmente, los análisis que se han elaborado sobre este tema sugieren que se deben ampliar los sujetos objeto de seguridad y dejar de considerar al Estado como el único actor cuando de seguridad se trate (Ídem: 101)

En general, como señala la autora la “reconceptualización del concepto de seguridad, […] ha girado en torno a dos ejes: por un lado, aquellos denominados «expansionistas», y por otro lado, la división más importante que se da entre los enfoques críticos y los enfoques constructivistas” (ídem: 102). En resumen, frente a una realidad en metamorfosis, el concepto de seguridad debe igualmente reevaluarse para adaptarse al siglo XXI. No obstante, ante la gran variedad de autores y propuestas, en el presente Trabajo Especial de Grado sólo se hará una breve referencia a Barry Buzan. 3.2.3.1 Barry Buzan Es uno de los primeros autores que plantea una reconceptualización del concepto de seguridad. Junto a otros autores, forma parte de la llamada Escuela de Copenhague. El principal aporte de Buzan y en general de la Escuela se debe evaluar en dos momentos. El primero es la Teoría de los

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Complejos de Seguridad Regional44 la cual como señalan Claudia Sisco Marcano y Oláguer Chacón Maldonado: En un intento por revalorizar la importancia de los niveles regionales de análisis, Barry Buzan en 1983 formuló la teoría de los complejos de seguridad en el libro People, states and fear (Huysmans, 1998: 482). Las dinámicas subregionales han sido “ensombrecidas por las rivalidad global de los superpoderes” (Buzan, 1992: 168). Si no comprendemos esto, no será posible entender las relaciones entre los Estados, ni entre las superpotencias. Es por esta razón que Buzan, en la teoría de los complejos de seguridad hace énfasis en el estudio de los subsistemas, que se soslayaron por mucho tiempo bajo el sistema bipolaridad. Para la organización de la investigación en el enfoque de seguridad propone 5 niveles de análisis: (1) El sistema internacional, relaciones en el ámbito global; (2) Subsistemas, relaciones de interdependencia entre algunas unidades, pueden ser regionales, como la Unión Europea, o no, como en el caso de la OPEP; (3) Unidades, actores que poseen la suficiente coherencia e independencia para ser diferenciados de los otros, como Estados o naciones; (4) Subunidades, grupos dentro de la unidad, que tienen influencia en el rumbo de las decisiones de la unidad, y; (5) Los individuos, que actúan en el sistema por sí mismo, no en representación de un nivel más alto. Los complejos de seguridad están representados en el nivel de los subsistemas, que es donde la metodología de Buzan hace mayor hincapié (2004:134).

El segundo momento es cuando el concepto de seguridad es extendido más allá de los límites tradicionales (militares) por uno “más acorde con el mundo interdependiente de hoy. Buzan sugiere que la seguridad de las colectividades humanas es afectada en cinco sentidos: militar, político, económico, social y del medio ambiente” (Cujubante. 2009: 103). Como expresa el propio Barry Buzan en la introducción de su libro People, States & Fear: An Agenda for International Security Studies in the post-Cold War Era45: …la seguridad militar se refiere a la interacción bidimensional de las capacidades armadas ofensivas y defensivas de los estados, y las percepciones que los estados tienen sobre las intenciones de los demás. La seguridad política se refiere a la estabilidad organizacional de los 44

La Teoría de los Complejos de Seguridad Regional es una actualización de los niveles de análisis propuestos y desarrollados por Kenneth Waltz (1959) en El hombre, el Estado y la Guerra. Buenos Aires. Editorial Nova 45

También ver: Buzan. B. (1991). New patterns of global security in the twenty-frst century. Disponible en: http://home.sogang.ac.kr/sites/jaechun/courses/Lists/b7/Attachments/10/New%20Patterns%20of%20Global%20Sec urity%20in%20the%20TwentyFirst%20Century_Buzan.pdf. Consultado en línea el 30/09/16.

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estados, de los sistemas de gobierno y de las ideologías que les proporcionan legitimidad. La seguridad económica se refiere al acceso a los recursos, financiación y mercados necesarios para sostener niveles aceptables de bienestar y poder estatal. La seguridad de la sociedad se refiere a la sostenibilidad, dentro de condiciones aceptables de la evolución, de los patrones tradicionales de lengua, cultura y religión e identidad nacional y costumbres. La seguridad medioambiental se refiere al mantenimiento de la biosfera local y global como sistema esencial de sustento del cual dependen todas las actividades humanas. Estos cinco factores no funcionan de manera independiente. Cada uno de ellos define un foco central dentro del problema de la seguridad y también una manera distinta de ordenar las prioridades, pero todos están interrelacionados entre sí por una fuerte red de conexiones (2008:20)

Así, Gabriel Antonio Orozco Restrepo, siguiendo a Buzan sostiene que, la seguridad “consiste en librarse de las amenazas y ser capaz –sean los Estados y las sociedades- de mantener su independencia en lo que se refiere a su identidad y a su integración funcional frente a fuerzas de cambio consideradas hostiles” (2006:148). En este sentido, como bien lo explica el autor “La seguridad se aplica a un campo de múltiples dimensiones para preservar a un individuo, sociedad o Estado. Esta forma de asumir la seguridad desde distintas dimensiones se relaciona directamente con las amenazas a las que está sometida una región o una persona concreta” (ídem: 148-149). Surge como sostiene Claudia Sisco Marcano y Oláguer Chacón Maldonado el tema de la Securitización, el cual, siguiendo a Buzan es cuando: “el tema es presentado como una amenaza existencial, que requiere medidas de emergencia y justifica acciones fuera de los límites normales de procedimiento político” (Buzan et al., 1998:23-24). Esto quiere decir, que ya el tema ha sobrepasado el punto de no retorno, que está en peligro la supervivencia de la población y ya no puede resolverse sino con acciones extremas: control cambiario, racionamiento, estado de excepción, restricción de la emigración, golpes de Estado y en el caso más extremo la guerra. (Ídem 138)

En una clara referencia al constructivismo social, un tema se securitiza mediante un proceso de construcción social, es decir, termina siendo un asunto cultural y de percepciones que se dan mediante un análisis del discurso. Consecuencia de lo anterior, se tiene que, los temas de seguridad

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“no son los mismos en todas partes, pues lo que es una amenaza para algunas unidades, no lo es para otras” (ídem: 144-145). Finalmente, este análisis de las relaciones internacionales en torno a los conceptos más relevantes en los periodos analizados han dejo en evidencia el conjunto de transformaciones globales que han estado ocurriendo en los últimos veinticinco años a nivel estratégico, sistémico y estructural. Esas transformaciones son consecuencia directa de los reajustes de poder que a nivel internacional se han estado gestando desde 1970 y que se agudizaron en 1990. Eso debe insertase en el doble problema que actualmente afrontan las Ciencias Políticas, las Relaciones Internacionales y en general a todas las Ciencias Sociales expuesto en el capítulo I. El primero, es el discutido declive del Estado-Nación. Como lo expresa Martin Van Creveld en The Rise and Decline of the State: El Estado, el cual desde mediados del siglo diecisiete XVII ha sido la más importante y característica de todas las instituciones modernas, está en decadencia. (…) Independientemente de si se desmoronan por separado o unidos, ya muchas de sus funciones están siendo asumidas por una variedad de organizaciones las cuales, cualquiera que sea su naturaleza precisa, no son Estados.46 (1999: viii)

En otras palabras, el concepto de soberanía en su sentido westfaliano está siendo cuestionado por la existencia de un conjunto de actores supraestatales e infraestatales (legales/ilegales - internos/externos) que limitan cada vez más las acciones del Estado en materia política, militar, diplomática, económica, social y cultural. Eso afecta la forma de entender y explicar la guerra (trinitaria - no trinitaria) y la seguridad. El segundo problema es que hablar del EstadoNación, es hablar del Paradigma de la Modernidad y hablar del Paradigma de la Modernidad, es hablar de la Civilización Occidental (porque pareciera que

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Original: The state, which since the middle of the seventeenth century has been the most important and most characteristic of all modern institutions, is in decline. (...) Regardless of whether they fall apart or combine, already now many of their functions are being taken over by a variety of organizations which, whatever their precise nature, are not states. Traducción propia de la obra de Van Creveld M. (1999). The Rise and Decline of the State. United Kingdom. University Press, Cambridge.

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lo que se está eclipsando no sólo es el Estado-Nación, sino el Paradigma de la Modernidad) y el poder que ha ejercicio en las relaciones internacionales en la últimas centurias. Hoy pudiera estar entonces sobreviniendo un cambio en el sistema internacional que se refleja en la configuración de un nuevo orden/estructura internacional conforme puede observase en la política internacional. Esté cambio, está afectando las relaciones diplomáticas, las relaciones económicas internacionales, la forma de hacer la guerra, las ideas, valores y principios identitarios y culturales occidentales, la geopolítica y la geoestrategia.

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CAPÍTULO IV EL TABLERO TRIDIMENSIONAL INTERNACIONAL Y AMÉRICA LATINA: RETOS Y PERSPECTIVAS Los capítulos precedentes han servido para entender parte de las transformaciones (sistémicas, estructurales y estratégicas) que se está produciendo a nivel global, así como, el funcionamiento dinámico, heterogéneo, complejo e interdependiente de las relaciones internacionales y del sistema internacional debido a la intervención de diversos actores (legales/ilegales–nacionales/transnacionales) que convergen en multiplicidad de espacios, cada uno tratando de imponer su agenda y su voluntad en la arena internacional. Eso genera una política internacional con diversos procesos de cooperación, competición y conflicto bajo alianzas y coaliciones simétricas y/o asimétricas, con mayores y/o menores costos y beneficios para unos y otros. Esos procesos globales con sus respectivos reajustes de poder están impactando y alterando la configuración del orden/estructura internacional. En ese sentido, el presente capítulo busca identificar y explicar ¿Cuál es la configuración del orden/estructura internacional del siglo XXI?. Así, con base en el tablero tridimensional internacional propuesto y descrito por Joseph Nye se analizará y determinará, como está configurado el orden/estructura internacional de la nueva centuria con base en el poder: militar, económico y cultural. Eso permitirá entender que, en el mundo de hoy, la presencia de diversos actores y nuevos medios (producto de los diferentes avances científicos-tecnológicos) han hecho del poder algo cada vez más difuso y complejo. Finalmente, precisado el orden/estructura internacional se procederá a estudiar la interacción de América Latina con ese tablero tridimensional internacional. Eso permitirá conocer cómo las relaciones, transformaciones y reajustes de poder del sistema internacional y del orden/estructura

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internacional, han impactado en la región, generando nuevos retos a nivel militar, económico y cultural, para finalmente deducir algunas perspectivas. 4.1 Definición del tablero tridimensional internacional En el capítulo I se señaló que las sociedades organizadas políticamente mediante Estados, van a entrar en contacto con un sistema internacional (cuya principal característica es su naturaleza anárquica). Esa característica hace que la autoayuda sea el rasgo principal que guie la actuación de los Estados, obligándolos a adecuar de manera racional sus medios escasos, para poder cumplir y garantizar diversos fines, tales como: la supervivencia, la satisfacción de diversas necesidades y la persecución de otros fines políticos que se hayan propuesto. No obstante, a pesar de esa naturaleza anárquica de la sociedad internacional, todo sistema internacional buscará una estabilidad relativa para su funcionamiento. Esa estabilidad relativa para decirlo con Kenneth Waltz (1988: 150) se configurará conforme a la desigual distribución de capacidades para el logro de objetivos entre las unidades (Estados), instituyendo (implícita o explícitamente), un orden/estructura internacional que representará la “configuración de fuerzas entre las principales unidades de la época” (Bizzozero. 2011: 176). Luego, como precisa Alexander Wendt, Kenneth Waltz define el orden/estructura internacional “según tres dimensiones: los principios constitutivos (en este caso, la anarquía), los principios de diferenciación (que aquí se abandonan), y la distribución de capacidades” (Ídem: 7). Pero hace falta determinar que “Para pasar de la estructura a la acción, necesitamos añadir una cuarta dimensión: la estructura de identidades e intereses construida de forma intersubjetiva dentro del sistema” (Ídem: 11). Así, de acuerdo al momento histórico en estudio, a los principios constitutivos, a los principios de diferenciación, a la desigual distribución de capacidades y a la estructura de identidades e intereses, ese orden/estructura internacional podrá

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ser: 1. Imperial; 2. Hegemónico; 3. Equilibrio de poder (concierto Europeo o Guerra Fría); 4. Unimultipolar, y 5. Multipolar. Así se tiene que, el fin de la Guerra Fría implicó también el fin del llamado sistema bipolar. En consecuencia, diversos analistas, académicos e intelectuales han realizado varias propuestas sobre la configuración del orden/estructura internacional posterior a ese acontecimiento. Por ejemplo, para Henry Kissinger en La diplomacia, la caída da la URSS “ha creado lo que algunos observadores llaman un mundo ´unipolar´ o de ´una superpotencia´. Pero en realidad, los Estados Unidos no están en mejor posición para imponer unilateralmente la agenda mundial […], el poder también se ha vuelto más difuso” (ídem: 806). Continua precisando el diplomático y académico estadounidense que “Los Estados Unidos serán la nación más grande y poderosa, pero una nación que tendrá sus iguales; los Estados Unidos serán primus inter pares” (ídem: 807). En síntesis, para este autor, el orden/estructura internacional del siglo XXI, será lo más parecido a una hegemonía. El principal argumento es que, el sistema internacional del siglo XXI “Contendrá al menos seis grandes potencias –los Estados Unidos, Europa, China, Japón, Rusia y probablemente India- […]. Al mismo tiempo, las relaciones internacionales se han vuelto por vez primera auténticamente globales” (2004: 18). Samuel Huntington en ¿Quiénes somos?: los desafíos a la identidad estadounidense, expresa una idea similar, al argumentar que: Ni el supuesto de la supremacía ni el supuesto universalista reflejan correctamente el estado del mundo de comienzos del siglo XXI- Estados Unidos es la única superpotencia, pero hay otras grandes potencias: Gran Bretaña, Alemania, Francia, Rusia, China y Japón a nivel global; y Brasil, India, Nigeria, Irán, Sudáfrica e Indonesia en sus respectivas regiones. Estados Unidos no puede alcanzar ningún objetivo significativo en el mundo sin la cooperación de, al menos alguno de estos países. (Ídem: 414)

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Joseph Nye en La paradoja del poder norteamericano, afirma que, la caída de la URSS ha generado lo que unos han llamado un mundo unipolar y otros un mundo multipolar. Sin embargo, como precisa el autor, ambos bandos tienen razón y están equivocados al mismo tiempo. Argumenta que cada bando privilegia una dimensión del poder en detrimento de otras dimensiones. Los partidarios del mundo unipolar se equivocan al privilegiar la dimensión militar y “el grado en el que Estado Unidos es capaz de obtener los resultados que pretende en algunas dimensiones de la política mundial, pero la multipolaridad es engañosa porque implica a varios países aproximadamente iguales” (ídem: 66). En fin, la nueva centuria ha forjado consigo nuevos cambios en la realidad internacional que hacen difícil definir el actual orden/estructura internacional. No obstante, Joseph Nye uno de los padres de la interdependencia compleja, en el libro precedentemente citado, es la guía a seguir. Este autor expresa que la teoría de la interdependencia compleja bajo la globalización ha tomado nuevos matices debido a “La revolución de la información” (2003: 71). Esa revolución de la información fue y es producto de los avances científicostecnológicos que lograron reducir los vectores de tiempo, espacio, capacidad y eficiencia en las comunicaciones, haciendo posible la comunicación en tiempo real. Para Joseph Nye la principal cualidad de esta revolución de la información “no es la de las comunicaciones (…). El cambio crucial es la enorme reducción del de transmitir información. (…) por tanto, la cantidad de información que se puede transmitir al mundo entero es de hecho infinita” (Ídem: 73). En concreto: Este cambio espectacular en las tecnologías hermanas de la informática y las comunicaciones, a veces denominado la , está cambiando la naturaleza de los gobiernos y la soberanía, incrementando el poder de los agentes no estatales y ampliando la importancia del poder blando en la política exterior (Ibíd.)

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Por ese motivo, “La revolución de la información está haciendo más compleja la política mundial [entiéndase internacional] al incorporar a agentes transnacionales y reducir el control de los gobiernos centrales, pero también está afectando al reparto del poder” (ídem: 96). Así, en este mundo heterogéneo, interdependiente, complejo, globalizado, de comunicaciones instantáneas e infinitas, los factores que generan un cambio en un espacio, tiempo y/o tema de la agenda internacional, generaran efectos que impactan, perturban o desestabilizan de manera casi instantánea (positiva o negativamente) al resto de los elementos que integran esa red debido a su conocimiento. En consecuencia, la nueva realidad que emergió tras los diversos cambios ocurridos en el sistema internacional, están afectando a las relaciones internacionales en lo que va de siglo XXI. Específicamente señala que: La globalización –el crecimiento de las redes de interdependencia globalestá añadiendo nuevos temas a nuestra agenda nacional e internacional, nos guste o no. Muchos de los asuntos no podemos resolverlos solos. […]. Y en un mundo donde las fronteras son más porosas que nunca, en todo, desde las drogas hasta las enfermedades infecciosas pasando por el terrorismo, estamos obligados a trabajar con otros países más allá de sus fronteras y dentro de las nuestras (…) (Ídem: 13-14) (Corchetes nuestros)

Con base en lo expuesto, es posible, afirmar que, en la década de los setenta del siglo pasado, las relaciones transnacionales estaban creciendo “pero afectaban a números relativamente pequeños de elites involucradas en empresas multinacionales, grupos científicos, instituciones académicas. Hoy en día, Internet, debido a su bajo coste, está abriendo las comunicaciones transnacionales a millones de personas” (ídem: 86-87). Así, a los cambios introducidos inicialmente por la interdependencia compleja (nuevos actores y nuevos temas de agenda) se le superpone la realidad del siglo XXI, la cual, exige nuevamente ampliar el número de actores y temas del sistema internacional.

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En consecuencia, para Joseph Nye, el mundo previamente descrito genera un tablero (orden/estructura internacional) tridimensional

internacional

unimultipolar, parecido a una partida de ajedrez tridimensional, con sus correspondientes actores, temas y espacios de poder como son China, Japón, Rusia, India, Europa y Estados Unidos. Ese tablero tridimensional internacional contiene “tres resortes de poder –militar, económico y blando[que] siguen siendo relevantes, aunque en grados diferentes según los distintos tipos de relaciones” (ídem: 34), pues como afirma Esther Barbé “los esquemas de poder y de influencia a nivel global cambian en razón del ámbito (militar, económico, social) y de la fuente de autoridad (estados, organizaciones internacionales, empresas, individuos organizados” (Ídem: 276). 4.2 Dimensiones del tablero tridimensional internacional unimultipolar47. Para Joseph Nye el poder en el tiempo de la información global se distribuye como un juego de ajedrez tridimensional que configura un tablero tridimensional internacional unimultipolar que contiene las siguientes dimensiones de poder: 4.2.1 Dimensión Militar En la parte superior del tablero tridimensional internacional está el poder militar, el cual, es unipolar, debido a que “Estados Unidos es el único país con armas nucleares intercontinentales, gigantescas fuerzas terrestres y navales de tecnología de punta, y un potencial global” (Ídem: 67). En esta parte del tablero Joseph Nye hace referencia a la teoría realista y neorrealista que hacen énfasis en la seguridad y la guerra como los temas cruciales de la política exterior y de la política internacional respectivamente.

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Ver el siguiente artículo de Joseph Nye: Entender el juego del poder: http://edant.clarin.com/diario/2007/03/20/opinion/o-02502.htm

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Esa superioridad militar como lo expone el autor estadounidense citando a Sebastian Mallaby genera la paradoja en el poder de EE.UU., ya que, es “>” (ídem: 69). La afirmación anterior debe ser conectada a los temas identificados en los capítulos previos sobre: 1. La transformación de la guerra. 2. La seguridad. 3. El caos y la anarquía. 4. El multiculturalismo. 5. Las civilizaciones. 6. La globalización. 7. La revolución de la información. 8. Las potencias emergentes. 8. La estrategia adoptada por esos Estados emergentes, especialmente: China, Rusia, India y el mundo Islámico. Esas potencias emergentes como expresa el autor, citando a John Ikenberry “” (ídem. 218). En términos de Henry Kissinger en Un mundo restaurado: la política del conservadurismo en una época revolucionaria, China, Rusia, India y el mundo Islámico, consideran el actual sistema internacional y el orden/estructura internacional como ilegítimo y opresivo. En consecuencia, como afirma el académico y diplomático estadounidense en La diplomacia “Un orden internacional que no parezca justo será desafiado tarde o temprano” (ídem: 74). Por eso, las relaciones que esas potencias emergentes tienen con otras potencias (las Occidentales) y otros Estados deben describirse como de carácter revolucionario. En este caso, como señala Kissinger es “el sistema mismo, el que [está] en tela de juicio. Los ajustes son posibles, pero los mismos se concebirán como maniobras tácticas para consolidar posiciones con miras al enfrentamiento inevitable, o como instrumentos para minar la moral del antagonista” (1973: 12). Con base en lo anterior, no es casual que el propio Joseph Nye advierta que “La seguridad nacional –la ausencia de amenazas para nuestros valores primordiales- está cambiando. (…) las medidas militares no son una solución

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suficiente para nuestras vulnerabilidades” (ídem: 90). Vulnerabilidades que se deben a que “Hoy los atacantes pueden ser gobiernos, grupos, individuos, o una combinación de varios. Pueden ser anónimos y ni siquiera acercarse al país” (ídem: 91). Basta con recordar que Martin Van Creveld en La trasformación de la guerra precisa que: La guerra convencional a gran escala –la guerra como es hoy entendida por los principales poderes militares- puede en efecto encontrase en sus últimos suspiros; sin embargo, la guerra misma, la guerra como tal, está viva y coleando y próxima a entrar a una nueva era (ídem: 17).

En consecuencia, en “el futuro, la guerra no será librada por los ejércitos, sí por grupos a quienes hoy llamamos terroristas, guerrillas, bandidos y ladrones, pero seguramente encontraran un título más formal para designarse a sí mismos (ídem: 268). Con fundamento en lo expuesto por Martin Van Creveld, no es casual que, el autor haga referencia, por un lado, a “las redes terroristas [como] una nueva forma de globalización militar” (ídem: 122), y por otro lado, a la estrategia adoptada por La República Popular China (propuesta y desarrolla por los dos Coroneles del Ejército chino: Qiao Liang y Wang Xiangsui en La Guerra sin Restricciones para oponerse a EE.UU., y en general a Occidente) usando el “terrorismo, el narcotráfico, la degradación medioambiental y la propagación de virus informáticos. Argumentan que, cuanto más complicada fuera la combinación (…), mejores serían los resultados” (ídem: 127). Lo anterior, evidentemente rivaliza, choca y desafía los valores, los principios, la identidad, la cultura y los intereses grecorromanos y judeocristianos de Occidente, generando en buena medida los altos niveles de conflictividad, incertidumbre e inseguridad en la actual arena internacional 48. Por eso, desde el punto de vista estratégico, geopolítico y geoestratégico, como expresa Zbigniew Brzezinski en El gran tablero mundial: la supremacía estadounidense y sus imperativos geoestratégicos, es en el continente

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Este fenómeno puede ser observado en la película: DragonBlade: The Legend of Lang. Ver: http://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-37769879

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Euroasiático donde “el tablero en el que la lucha por la supremacía global sigue jugándose” (Ídem: 11-12), siendo “esencial que no se produzca el surgimiento de ningún aspirante al poder euroasiático capaz de dominar Eurasia” (Ibíd.). Esos aspirantes han sido identificados: China, Rusia, India y el mundo islámico. Por eso, no es casual que, la mayoría de los conflictos internacionales se encuentran ubicados principalmente en lo que este autor, denomina la zona global de infiltración de la violencia (ídem: 61), lo cual, no significa que se reduzcan a esa zona. Pero es en esa área, donde se encuentra, como sostiene el autor en el capítulo 5 del libro, lo que él denomina los Balcanes Euroasiáticos. Al respecto, señala que: También Eurasia tiene sus , pero los Balcanes euroasiáticos son mucho mayores, más poblados e incluso religiosa y étnicamente más heterogéneos que los otros. Están situados dentro de esa gran extensión territorial ovalada que delimita la zona central de inestabilidad global identificada en el capítulo 2 y que abarca zonas de Europa Sudoriental; Asia Central y partes de Asia del Sur, [el Océano Índico], el área del golfo Pérsico y el Oriente Próximo [y agregaríamos África debido a la expansión del Islam desde el norte al centro y sur del continente. Así como, a la presencia de China]. (Ídem: 128) (Corchetes nuestros)

Sigue explicando el autor que: …Los Balcanes euroasiáticos, situados a horcajadas de las redes de transporte cuyo surgimiento es inevitable y que vincularán más directamente a las ricas e industriosas extremidades occidental y oriental de Eurasia, son también geopolíticamente significativos. Además, son importantes desde el punto de vista de la seguridad y de las ambiciones históricas de al menos tres de sus vecinos inmediatos y más poderosos: Rusia, Turquía e Irán; China además, muestra un creciente interés político por la región [con la ya mencionada Ruta de la Seda y el Cinturón]. Pero los Balcanes euroasiáticos son infinitamente más importantes como recompensa económica potencial: en la región hay una enorme concentración de reservas de gas y petróleo, además de importantes minerales, incluso oro. (Ídem: 129-130) (Corchetes nuestros)

En síntesis, en esta región de Eurasia confluyen las políticas exteriores de las principales potencias y polos de poder militar y económico del actual sistema internacional: 1. EE.UU., y Europa presionan desde el Oeste, hacia el Este; 2. La Federación de Rusia presiona desde el Norte, hacia Europa del

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Norte (el Mar Báltico), Europa del Este y Asia Central; y, 3. China e India presionan desde el Este, hacia Asía Central, el Sudeste asiático y el Océano Índico y el Océano Pacífico. Adicionalmente, para complicar y complejizar más el asunto, habría que agregar: 1. Las distintas políticas exteriores de los Estados de la región. 2. Las rivalidades y conflictos étnicos, identitarios, religiosos, nacionales y tribales tan diversas en la zona; y, 3. La lucha por el acceso, control y dominio de los cinco mares existentes en la región: el Mar Negro, el Mar Mediterráneo, el Mar Rojo, Mar Caspio y el Mar Arábigo y el Océano Índico. Este tema apasionante, pero limitado por los objetivos del presente Trabajo, debemos finalizarlo remitiendo al lector al punto 2.5.2 definición de estrategia. 4.2.2 Dimensión Economía En la parte central del tablero tridimensional internacional se encuentra la dimensión económica. Para entenderla y no repetir argumentos (remitimos al punto 3.1.2 sobre la Globalización). En consecuencia, sólo se precisará que, para el autor está parte del tablero es: …multipolar, con Estados Unidos, Europa y Japón representando dos tercios de la producción mundial, y con China [e India] como [jugadores importantes], debido a su espectacular crecimiento. Como hemos visto, en este tablero económico Estados Unidos no es el país hegemónico y a menudo debe negociar como homólogo de Europa. Esto ha llevado a algunos observadores a denominarlo un mundo híbrido Unimultipolar. Pero la situación es incluso más complicada y difícil de captar en la terminología tradicional del equilibrio de poderes. (Ídem: 67) (Corchetes nuestros)

Finalmente, está parte del tablero, es posible vincularla al tercer debate de la Teoría de las Relaciones Internacionales, específicamente, con la teoría de la interdependencia compleja que introdujo en la agenda internacional principalmente temas relacionados a los acuerdos tecnológicos, comerciales, financieros, es decir, en general a temas económicos. Finalmente, en el capítulo II se identificó la estrecha relación que existe entre economía y guerra. Joseph Nye la reconoce al expresar que “Si nuestra

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economía falla, perderemos la base de nuestro poder duro además de nuestro poder blando” (ídem: 157). En este sentido, habría que advertir sobre esta dimensión el mencionado traslado del desarrollo y crecimiento económico de la Costa de Atlántico a la Costa del Pacifico y que además “China es el mayor tenedor de bonos del gobierno norteamericano, con 1,26 billones de dólares, junto a Japón, que posee 1,22 billones”49 4.2.3 Dimensión Cultural50 En la parte inferior del tablero tridimensional internacional está la dimensión cultural, es decir: …el reino de las relaciones transnacionales, que rebasan las fronteras, quedando fuera del control gubernamental. Este reino incluye en un extremo a agentes no estatales tan diversos como los banqueros que transfieren electrónicamente sumas de dinero mayores que la mayoría de los presupuestos nacionales, y en el otro, a los terroristas que organizan atentados y a los piratas informáticos que interfieren las operaciones realizadas por internet. En este tablero inferior el poder está muy disperso, y en él no tiene sentido hablar de unipolaridad, multipolaridad o hegemonía. Quienes recomiendan una política exterior estadounidense hegemónica basada en descripciones tradicionales del poder de Estados Unidos hacen un análisis penosamente inadecuado. Si se participa en una partida tridimensional, uno perderá si se centra sólo en el tablero militar interestatal y no repara en los otros tableros y en las conexiones verticales entre ellos (ídem: 67)

Esta dimensión del tablero hace que el autor estadounidense haga referencia al llamado poder blando, es decir, a “la capacidad de organizar la agenda política de forma que configure las preferencias de otros” (ídem: 30). Este poder blando se encuentra ampliamente vinculado al tema de la globalización, a la revolución de la información y al aumento de los actores y a los temas de agenda internacional, ya que, por medio de la información, es posible transmitir la “universalidad de la cultura de un país y su capacidad para establecer una serie de normas e instituciones favorables que gobiernen 49

Ver: http://www.lainformacion.com/economia-negocios-y-finanzas/economia-general/por-que-nadie-puede-dejarcaer-a-china-y-menos-eeuu_GSiJCe930lCorIbNriCRS5/ [Consultado en línea el 21/10/16]. 50

Ver el siguiente artículo de Joseph Nye: http://edant.clarin.com/diario/2005/11/10/opinion/o-02901.htm

La

cultura

vence

a

los

misiles:

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áreas de actividad internacional son importantes resortes de poder. Los valores de democracia, libertad personal, movilidad ascendente y apertura” (ídem: 32). Valores y principios desarrollados cuando se habló de democracia, globalización y multiculturalismo. Por otra parte, para el autor estadounidense el “poder duro y el poder blando están relacionados y pueden reforzarse entre sí” (ídem: 31). Esa combinación da origen al llamado Smart Power o Poder Inteligente. Ambos son necesarios para entender el interés nacional de un Estado en un mundo globalizado, en el cual, actúan diferentes fuerzas transnacionales (actores). Esa variedad de actores generan una gran variedad de temas en la agenda internacional que son necesarios manejarlos y controlarlos. Por eso, como afirma Esther Barbé “la relevancia de un tema, su inclusión en la agenda (agenda setting) global, está directamente relacionada con el poder estructural” (Ídem: 288). Finalmente, esta parte del tablero, es posible vincularla a las ideas expuestas por el constructivismo social en el marco del cuarto debate de la Teoría de las Relaciones Internacionales. Para decirlo junto a Esther Barbé “en lugar de enfatizar exclusivamente los incentivos materiales (económicos, militares) [parte intermedia y superior del tablero respectivamente], el constructivismo presta gran atención a la construcción de identidades (principios y valores compartidos, percepciones del mundo, marcos históricosculturales generadores de identidades, mecanismos de interiorización” (Ídem: 81), que permiten a los actores pasar de la estructura a la acción. 4.3 El tablero tridimensional internacional y América Latina: retos y perspectivas En un primer momento hay que precisar que la realidad de los Estados de América Latina es compleja. No obstante, por las limitaciones del presente Trabajo Especial de Grado, se hará abstracción de esa complejidad, para sólo

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enfocarnos en la dinámica del siglo XXI. Esto no quiere decir que se desconozca que parte de los problemas actuales tengan mayor o menor grado de vinculación (según el caso) con el pasado. Resumiendo, dado que el tema cultural tiene gran acogida en el ámbito académico e intelectual contemporáneo, es posible afirmar que, los Estados de América Latina desde su independencia han buscado, por un lado, formase una identidad propia. Por la otra, de organizarse políticamente con base en el Paradigma de la Modernidad. Eso genera un problema de fondo. El Paradigma de la Modernidad, para decirlo junto al historiador británico de la denominada Escuela de Cambridge Quentin Skinner51 tiene sus fundamentos en el Renacimiento y en la Reforma Protestante. Eso se debe a que, la Civilización Occidental heredó todo un aparato teórico-conceptual en el cual juzgar y analizar sus acciones, es decir, de conocerse a sí misma y saber qué es, bajo dos tradiciones culturales, la grecorromana y la judeocristiana. Por eso, es posible afirmar que, la Civilización Occidental ha evolucionado sobre la base de estos dos pilares fundamentales que le dan vida a su ser y estar, logrando de esta manera cierto grado de unidad espacial, política, económica, social, cultural e identitaria. En su momento, esos dos movimientos (el Renacimiento y la Reforma Protestante), fueron capaces de renovar y actualizar esas dos bases teórico-conceptuales para crear una nueva subjetividad y una nueva cosmovisión capaz de desplazar y barrer las bases o fundamentos de la Respublica Christiana (entiéndase el Orden Político Feudal y su Constitución Estamental de la Edad Media), insertando al individuo en una nueva metanarrativa. En consecuencia, por distintas razones, al no haber existido en América Latina movimientos similares, esos fundamentos y su posterior

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Ver: Skinner Q. (1993). Los fundamentos del pensamiento político moderno I el renacimiento. México. FCE. Primera reimpresión y Skinner Q. (1993). Los fundamentos del pensamiento político moderno II la reforma. México. FCE. Primera reimpresión. También ver: Foucault m. (2009). Seguridad, territorio, población: curso en el Collègede france (1977-1978). México. Fondo de la Cultura Económica. Tercera reimpresión.

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evolución, posiblemente, no se hayan propagado adecuadamente, haciendo que el Paradigma de la Modernidad sea poco, nada o mal entendido. Eso debería ser considerado el origen del realismo mágico y el principal argumento para que el reconocido académico Juan Carlos Rey en Problemas sociopolíticos de América Latina52, exprese que, buena parte de la historia de los Estados de la región represente: …el fracaso del intento de imponer un orden político liberal mediante el trasplante de constituciones escritas, pues el modelo importado no funciona en la práctica al faltar los supuestos históricos-sociales de que depende su validez. Se produce así un dualismo insalvable, por un lado, el orden formal, proclamado en la constitución escrita, pero que solo es tenido en cuenta en la retórica oficial, por otro lado la conducta política efectiva que no es confesada públicamente y que obedece a un modelo propio distinto al formal (1998: 22)

No obstante, como expresa Jairo Niño en Relaciones internacionales de América Latina: lectura para la configuración de un sentido comunitario eficiente, para algunos, la búsqueda de una identidad propia “continúa sin resolverse (2008: 62). Pero a pesar de los fracasos y/o errores, nadie puede dudar que América Latina tiene sus bases culturales e identitarias en las tradiciones grecolatina y judeocristiana que probablemente sean necesarias regenerar, renovar y actualizar. Ahora, situándonos en el siglo XXI se han identificado un conjunto de autores que han tratado de realizar la ardua y complicada tarea de entender y explicar la nueva realidad y la nueva dinámica internacional. Así, desde distintos ángulos, esos serán los principales problemas y temas de la agenda internacional que surgirán como consecuencia de los cambios ocurridos en las

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Ver también: Uslar P.; Malavé M.; Escovas R., Maza Z. (1992). Perfiles de América Latina: ocho visiones venezolanas. Caracas. Monte Avila Editores Latinoamérica. Primera edición; Kaplan M. (2001). Formación del Estado nacional en América Latina. Buenos Aires. Amorrortu Editores; Soriano G. (2004). Hispanoamérica: historia, desarrollo discrónico e historia política. Caracas. Fundación Manuel García-Pelayo; Boersner D. (2007). Relaciones internacionales de América Latina. Caracas. Grupo editorial Random House Mondadori S.A. Sexta Edición y Carrera Damas G y otros. (2008). Formación histórico-social de América Latina. Caracas. Ediciones de la biblioteca UCVCENDES; Tomassini L. (1991). Política internacional en un mundo postmoderno. Buenos Aires Argentina. Grupo Editor Latinoamericano.

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relaciones internacionales, en el sistema internacional y en la política internacional. De esta manera, serán esas las variables para analizar cómo América Latina: 1. Ha logrado afrontar los retos que las relaciones internacionales, del sistema internacional, del orden/estructura internacional y de la política internacional actual demandan, para luego, 2. Evaluar las perspectivas de la región. Esas transformaciones globales con sus reajustes de poder permiten analizar las relaciones internacionales con sus respectivos impactos a nivel regional, nacional y local. Así, ante la dinámica expuesta, como expresa Francisco Rojas Aravena “En este periodo de incertidumbres globales, América Latina también ha sufrido transformaciones significativas. Los reajustes de poder y los cambios en el sistema global [entiéndase internacional] tienen consecuencias directas en la región (2013: 7) (corchetes nuestros). No obstante, como precisa Jairo Niño: Latinoamérica más que por la búsqueda de hegemonía, pugna por la maximización de sus posibilidades de inserción autodeterminada en el Sistema en una dinámica que privilegia la cooperación, entendiendo que la dinámica de Alianzas estratégicas, por su carácter supone la alineación con una potencia global que necesariamente condiciona la acción autónoma. De esto se entiende, que la actualidad del Sistema Internacional supone unas particularidades claras en la lógica de ejecución de la política exterior y las relaciones internacionales para Latinoamérica, dadas en función de unas condiciones materiales y unos objetivos comunes. (2008: 79).

4.3.1 América Latina cambios Con base en lo anterior, es posible afirmar que, esas transformaciones y reajustes de poder han repercutido en la región (previa explotación y aprovechamiento de circunstancias internas que escapan de los objetivos del presente Trabajo Especial de Grado). Ese impacto, se puede observar mediante los cambios ocurridos en las siguientes áreas:

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1. A nivel político: con la llegada al poder aproximadamente desde el año 2000 de los denominados gobiernos progresistas o de izquierda (moderados o radicales). La razón de esos ascensos, además de causas internas (proceso de desgaste y no-renovación de las elites políticas y a las dudas que generaron las políticas económicas del Consenso de Washington aplicadas durante la década del 90 del siglo pasado. Ver lo expuesto sobre la globalización), se deben a que, como precisa Andrés Serbín en Tres liderazgos y un vacío: América Latina y la nueva encrucijada regional a: La disminución del interés estratégico de los Estados Unidos en América Latina y el Caribe en función de sus prioridades en otras regiones del planeta, a partir del 11 de septiembre de 2001, ha dado lugar al incremento de la autonomía de los países de la región. Esta autonomía se evidencia tanto en sus políticas exteriores, como en la reconfiguración del mapa político regional con el ascenso electoral al poder de gobiernos de izquierda y centro-izquierda; el cuestionamiento al llamado “consenso de Washington” y a las reformas neoliberales de la década de los noventa (y, en particular, a sus secuelas negativas en el plano social); el impulso a políticas neodesarrollistas, el cuestionamiento al Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA) y la merma de la influencia de los Estados Unidos en la OEA. […]. En este sentido, mientras que algunos gobiernos apuntan a ampliar sus márgenes de autonomía, tanto a nivel regional como global, sin poner en cuestión las relaciones con los Estados Unidos, otros, como en el caso de Colombia, establecen alianzas estratégicas estrechas, o asumen una confrontación abierta con Washington, como en el caso de Venezuela. No obstante, es evidente que, en primer lugar, la menor presencia estratégica de los Estados Unidos en la región ha creado un vacío que diferentes países buscan ocupar proyectando un liderazgo regional y que, en segundo lugar, esta búsqueda estimula la competencia y la rivalidad entre los aspirantes a este liderazgo, con posicionamientos variados frente a los Estados Unidos. (2008: 137). (Corchetes nuestros)

Esa disminución del interés estratégico y geoestratégico, por parte de Estados Unidos, se debe a la prioridad sobre el continente Euroasiático, donde realmente se encuentra situada la lucha por la supremacía

113

global, debido a las aspiraciones de: China, Rusia, India y el mundo islámico, tal y como se mencionó previamente. 2. A nivel económico: como consecuencia de lo anterior, algunos Estados de América del Sur han decidido vincularse al desarrollo y crecimiento económico de la Costa del Pacífico (especialmente a China y Rusia). Básicamente para satisfacer las demandas de materias primas necesarias y requeridas por ese polo económico industrial. Para Bernardo Sorj y Sergio Fausto en América Latina: transformaciones geopolíticas y democracia, “El actual cuadro internacional se caracteriza por la disminución del poderío estadounidense, la ascensión de nuevas potencias, en particular China, y el papel estratégico que asumieron los recursos naturales en la inserción de América Latina en los mercados internacionales” (2010: 5). En este sentido, el crecimiento económico de China genera un conjunto de intereses sobre la región 53. Así, su estrategia fundamental consiste en “asegurar líneas de abastecimiento de recursos naturales y mercados, sin relación con la promoción de un discurso sobre valores o ideología deseable para los países con los cuales comercializa” (Ídem: 11). Para estos autores la inserción de China en el continente ha generado dos posiciones: 1. Una catalogada como benévola, porque se ve “como favorable a los intereses latinoamericanos, pues promueve el crecimiento económico por la valorización de sus commodities y la reducción de su dependencia en relación a los mercados norteamericanos” (Ídem: 12); y 2. Otra crítica que señala que: …si bien los países latinoamericanos se favorecieron del incremento de los altos precios de los commodities, el acelerado aumento de la importación de productos manufacturados chinos, impulsada por una amplia oferta de bienes a precios bajos, ha generado impactos negativos crecientes sobre un número cada vez mayor de sectores industriales. Según esta visión, procesos 53

Ver: http://www.hispantv.com/noticias/opinion/325470/comercio-chino-conquista-america-latina-occidente-peruchile-ecuador

114

de desindustrialización amenazan recolocar las economías latinoamericanas como simples proveedores de materia prima en la división internacional del trabajo. (Ibid).

En el caso de Rusia, su interés pasa por buscar recuperar espacios de inserción en el continente, como en otrora lo hiciera la URSS. Esto con base en una política exterior más dinámica pero “Sus posibilidades de inversión y comercio con América Latina son limitadas, siendo su principal potencial el de proveedor de armas para los países de la región” (ídem: 16). 3. La disminución del interés estratégico y del liderazgo de UU.EE., sumado a la presencia China y Rusa en la región han incrementado un discurso que privilegia el proceso de Integración Regional y la multiplicación del número de organizaciones internacionales regionales (con distintas funciones generales o específicas) paralelas a las ya existentes o tradicionales, las cuales, reflejan el choque de intereses de los Estados de la región y la lucha por asumir el liderazgo. Esa propagación de organizaciones internacionales regionales (ALBA, ALADI, UNASUR, CELAC, PETROCARIBE, ALIANZA DEL PACÍFICO, SICA, CAN, CARICOM, OEA, ALCA tienen poco y/o ningún impacto real en la transformación de la región). Para Andrés Serbín en Soberanía e integración en América Latina esa …proliferación de nuevas formas y expresiones de regionalismo –que no necesariamente son formas de integración regional– apunta fundamentalmente a formas de concertación política importante entre los países de la región, con nuevos temas de agenda, también muy importantes, y, en cuyo marco, se ha generado además un debate conceptual en la región, también extremadamente importante, acerca de si son formas que responden a un regionalismo de carácter posliberal, posneoliberal, poscomercial o poshegemónico por las características que detenta y que lo diferencian de experiencias anteriores en América Latina y el Caribe. (2013: 66)

Este cambio, siguiendo al mismo autor (ídem: 70), se debe a un supuesto cambio conceptual en las nuevas formas de regionalismo que,

115

siguiendo a algunos analistas denomina los tres retornos: el primero es el privilegio a una agenda sobre temas políticos que desplaza a la agenda de liberalización económica y comercial. La segunda gira sobre el Estado como actor fundamental de ese proceso con sus atributos de soberanía (en un mundo donde la soberanía westfaliana va en retroceso). En tercer lugar “al desarrollismo, muchas veces asociado con el extractivismo y la sobreexplotación de los recursos naturales de la región” (ídem: 71). En resumen, los diversos cambios identificados y analizados han generado nuevos retos en América Latina a nivel militar, económico y cultural, forjando con ello un conjunto de nuevas perspectivas que deben ser manejas con gran atino para no incurrir en errores ni desaciertos. Estos cambios con sus respectivos retos son posibles identificarlos en el tablero tridimensional internacional. 4.3.2 El tablero tridimensional internacional y América Latina Se ha observado como las relaciones internacionales, el sistema internacional, el orden/estructura internacional y la política internacional están transformándose en el nuevo siglo. Adicionalmente, se analizó, los efectos que esos cambios han producido en la configuración del orden/estructura internacional bajo el mundo unimultipolar descrito por Joseph Nye, en el tablero tridimensional internacional y sus respectivas conexiones. En este apartado se estudiará brevemente la relación de América Latina con ese tablero tridimensional internacional. 4.3.2.1 Dimensión militar Al analizar cómo América Latina enfrenta los cambios del actual sistema internacional en la dimensión militar hay que precisar que, es posible observar, como existen dos polos o grandes centros de poder mundial que están en una abierta y aunque no declarada guerra por el dominio y control de las relaciones internacionales. Así, por un lado, están las potencias occidentales (con 116

Estados Unidos, Europa y algunos aliados en el resto del continente euroasiático como Israel, Japón, Corea del Sur, Filipinas y Australia por nombrar algunos como actores principales). Por el otro lado, están las potencias no occidentales (China, Rusia, India y gran parte del mundo musulmán). Al estudiar esta dimensión, no se puede dudar que, la identidad de América Latina está inexorablemente vinculada a la herencia cultural grecolatina y judeocristiana, es decir, a la civilización Occidental. Por eso, ante el surgimiento de un nuevo bloque de poder conformado por potencias no occidentales, con valores culturales e identitarios distintos e incompatibles a los valores culturales e identitarios occidentales y que además atentan y rechazan abiertamente los mismos, los Estados de la región, se han alineado con las potencias occidentales con mayores capacidades de poder, es decir, con Estados Unidos de Norteamérica y Europa Occidental, para conformar una alianza en defensa de esa identidad y de esos valores. Por otra parte, las fuerzas armadas de la región conjunta o separadamente, difícilmente podrían enfrentar o contrarrestar el poder militar de las potencias emergentes por sí solas, sin la cooperación de Estados con mayores capacidades. No obstante, bajo la actual dinámica internacional, existen Estados (entiéndase gobiernos) de la región que, bajo una determinada retórica argumenten diferentes motivos (históricos, políticos, económicos, culturales y sociales), para alinearse (en contra natura) con la alianza rival, es decir, con las potencias no occidentales emergentes. En ambos casos, lo anterior, es posible definirlo bajo la lógica del comportamiento internacional de los Estados conocido como bandwagoning. Práctica que, como expresa Kepa Sodupe en Teoría de las Relaciones Internacionales a comienzos del siglo XXI, “consiste en alinearse con el Estado más fuerte” (Ídem: 90). De la misma opinión es Joseph Nye, quien, en La paradoja del poder norteamericano, precisa que, a veces los Estados

117

“reaccionan ante el auge de una sola potencia -es decir, uniéndose al bando aparentemente más fuerte en vez de al más débil“(Ídem: 37). Este comportamiento se debe a que, como Expresa Jairo Niño, mientras EE.UU., y Europa “conciben sus interrelaciones en el sistema como mecanismos de ascenso en una dinámica de poder; Latinoamérica concibe las suyas como instrumentos de inserción en una dinámica de cooperación para alcanzar el Desarrollo. (Ídem: 79) 4.3.2.2 Dimensión económica La dimensión económica como lo expresó Joseph Nye es multipolar, debido a la existencia de varios centros de poder económico como consecuencia del ya mencionado “desplazamiento de los ejes de gravitación comerciales, financieros, de inversiones, así como los estratégicos-militares a la Cuenca del Asia-Pacífico. En consecuencia, el peso del Atlántico ha disminuido considerablemente”

(Rojas.

2014:

207).

Esto

ha

generado

varias

consecuencias: 1. La pérdida relativa de poder de EE.UU., sobre región. 2. La parte norte de la región está conectada económicamente con Estados Unidos, mientras que, la parte sur ha tendido vínculos con la Costa del Pacífico. Este acontecimiento, como señala Francisco Rojas Aravena, ha hecho que el supuesto “crecimiento económico de muchas naciones de la región éste ligado al crecimiento de China y a su demanda de bienes primarios. Este cambio es clave porque genera una tendencia a la reprimarización de las exportaciones latinoamericanas” (2013: 11). No obstante, en los últimos dos años, se puede observar que, esa tendencia pudiera cambiar progresivamente debido al retroceso de los llamados gobiernos progresistas en la región. 3. El surgimiento de Brasil como líder político y potencia económica regional, con pretensiones de alcance global. Esto se refleja en un

118

principio con su inserción y cooperación en materia económica, en torno al bloque de potencias emergentes denominadas por el analista de Goldman Sachs Jim O´Neill “en 2001 [bajo] el acrónimo BRIC´s (en inglés, ladrillos), para describir gráficamente la rápida e impetuosa aparición en la escena internacional de cuatro gigantes políticos y económicos –Brasil, Rusia, India y China- como algo ineluctable y necesario” (Westendorp y Cabeza. 2011: 28). No obstante, sus problemas internos obstaculizan y dificultan esta actuación y su liderazgo. Adicionalmente, habría que analizar la política exterior del nuevo gobierno de la República de Brasil bajo la administración de Michel Temer, quien, pareciera estar realineándose hacia el bloque de potencias occidentales. 4.3.2.3 Dimensión Cultural En la parte inferior del tablero tridimensional está la dimensión cultural se refiere al “reino de las relaciones transnacionales, que rebasan las fronteras, quedando fuera del control gubernamental” (Ídem: 67). En esta dimensión hay una gran diversidad de actores (legales/ilegales y nacionales/transnacionales) y de temas de agenda que dan origen al poder blando, entiéndase a “la capacidad de organizar la agenda política de forma que configure las preferencias de otros” (ídem: 30). La ampliación de las relaciones transnacionales como consecuencia de la globalización y de la revolución de la información está emparentada, por un lado, con la interacción que se genera entre los diferentes actores sobre el rechazo, la asimilación o la hibridación cultural. Por el otro lado, están los diferentes problemas de agenda que ha tenido que enfrentar la región. Ante esos problemas la realidad de América Latina no es ajena a ninguno de ellos. Por el contrario, muchos representan el día a día que deben afrontar los Estados, los gobiernos, las sociedades y los individuos. En este sentido, la región posee índices de desigualdad social bastante elevados. Esto

119

necesariamente hay que vincularlo a la pobreza, a la violencia, a los altos índices de criminalidad común y organizada (ejemplo: los maras en Centro América; los carteles de narcotráfico, las narcoguerrillas, la minería ilegal y sus vínculos con la tala de bosques como en el caso amazonia, los paraísos fiscales, los graves índices de corrupción, entre otros ilícitos), el aumento demográfico, el tema de la degradación medioambiental y el problema del acceso a los recursos básicos para satisfacer las necesidades más elementales de los seres humanos, la violación de derechos humanos, las diferentes epidemias sanitarias (ejemplo: chikungunya y zika). Estos acontecimientos, hay que articularlos, con lo expuesto sobre el declive del Estado Nación Moderno, el surgimiento de nuevas amenazas sobre la seguridad, los problemas de gobernabilidad y la pérdida o deterioro de los valores y principios democráticos54. Ante estos problemas, que representan la agenda común en la región, se ha buscado cooperar para buscar una solución conjunta, porque como afirma Francisco Rojas Aravena “Muchos de estos fenómenos son ´intermésticos´, es decir globales y domésticos a la vez” (2013: 3). Finalmente, en el contexto internacional actual, donde se privilegian los valores culturales e identitarios, la región coopera y colabora para la solución de los mismos, vinculándose, en primer lugar, con los Estados de la región (por percibir que son problemas similares y comunes a todos) y en segundo lugar con las potencias occidentales con mayores capacidades, es decir, con Estados Unidos de Norteamérica y Europa Occidental por compartir visiones

54

Ver: http://www.laprensa.com.ni/2013/05/21/internacionales/147548-la-violencia-en-america-latina-mal-endemicoo-expresion-de-la-desigualdad http://www.2001.com.ve/en-el-mundo/afp--venezuela-con-cifras-record-en-violencia.html http://internacional.elpais.com/internacional/2014/11/05/actualidad/1415211182_812699.html http://www.fao.org/agronoticias/agro-noticias/detalle/es/c/384768/ https://www.plazapublica.com.gt/content/tendencias-y-paradojas-del-narcotrafico-en-america-latina http://www.eluniversal.com/noticias/internacional/eeuu-presenta-informe-sobre-derechos-humanos-americalatina_69153

120

de mundo similares, es decir, valores culturales e identitarios y problemas semejantes. 4.4 Perspectivas de América Latina en las relaciones internacionales del siglo XXI. Se sabe que salvo casos excepcionales el futuro es difícil y casi imposible de conocer de predecir. No obstante, las tendencias y las transformaciones globales, descritas y analizadas en el presente Trabajo Especial de Grado, pueden servir como guía para realizar un conjunto de proyecciones e interrogantes entre los diferentes actores políticos: Estados, gobiernos, elites, sector privado: empresas nacionales y transnacionales, organizaciones no gubernamentales, sociedades y en general los habitantes e individuos de la región sobre ¿cuál puede ser el futuro que a corto, mediano y largo plazo aguarda? y ¿cuál futuro es el deseable? Las respuestas a estas interrogantes y otras similares dependerán de como los distintos actores observen, estudien, analicen, perciban (si es que lo hacen) esas transformaciones globales con sus reajustes de poder y los distintos problemas de la agenda internacional aquí identificados. Porque, dependiendo de esas percepciones será posible construir, emprender y ejecutar soluciones y medidas concretas. En resumen, como expresa Francisco Rojas Aravena, cualquier perspectiva o proyección sobre el futuro pasa “al menos por poder prevenir las situaciones y los procesos que generan ingobernabilidad, fragmentación, tensiones y pérdida de democratización” (2013: 22). En este sentido, las perspectivas para la región tanto a nivel individual como colectivo, dependerán de como los diversos actores, es decir, los Estados, los gobiernos, las elites, el sector privado, las sociedades y en general los habitantes perciban, aborden y articulen un conjunto de respuestas para la solución a los distintos problemas (políticos, económicos, sociales, culturales) que los Estados deben afrontar a nivel interno y a nivel internacional.

121

En el ámbito interno esto amerita la creación, articulación y ejecución de un conjunto de políticas públicas que permitan un desarrollo humano sustentable, que genere un crecimiento económico e impacto social, dirigido a reducir el principal problema de la región como lo es la pobreza y la desigualdad. “Por este motivo, la productividad exige invertir en capital humano, educación, ciencia y tecnología” (Ídem: 17). Esas políticas implican una mejor distribución de la riqueza, acceso a los recursos naturales de forma sustentable, en armonía y protección del medio ambiente, acceso a los servicios públicos básicos necesarios para la vida humana, la inclusión social de los diversos sectores de la sociedad, puesto que, “La exclusión incide en la precariedad de la gobernabilidad y de la estabilidad democrática así como el debilitamiento de la convivencia democrática y de la autoridad cívica” (Ídem: 18). Mientras esos problemas no sean solucionados y al contrario vayan en aumento, esos procesos de ingobernabilidad, fragmentación, tensiones sociopolíticas, violación a los derechos humanos, la pérdida de los valores y principios democráticos y cívicos se agravaran cada vez más. ¿Quizás? Al punto disolver y descomponer todo tejido político, institucional, económico, social y cultural conocido. Para formular, ejecutar y supervisar ese conjunto de políticas públicas es necesario el fortalecimiento y el reimpulso, por un lado, del Estado para que asuma un papel principal en la promoción del desarrollo (Ídem: 20). Para asumir ese papel el Estado debe ser el promotor del acceso a las oportunidades que generen el desarrollo mediante “El acceso equitativo de todos los ciudadanos a educación, vivienda, salud y empleo de excelencia” (Ibíd.). Adicionalmente, debe garantizar y facilitar el ejercicio de los derechos (políticos, civiles, económicos, sociales, culturales y medioambientales) por parte de los ciudadanos, para asegurar una participación democrática y la transparencia en todos los ámbitos de ese proceso. Por el otro, se necesita una población cada vez más consciente y activa que participe en el desarrollo y bienestar social común. 122

En el ámbito internacional, es posible mencionar que, por un lado, frente a la emergencia de nuevas potencias no occidentales, que atentan contra los valores y principios culturales e identitarios (grecorromanos y judeocristianos) occidentales, es necesario cooperar y colaborar con los grupos identitarios similares en su defensa y salvaguarda. Por el otro, frente a las nuevas amenazas y fenómenos transnacionales, dado el carácter ´intermésticos` (internacionales y domésticos al mismo tiempo) es necesaria la colaboración y cooperación Estados para la búsqueda de una solución. Finalmente, a lo largo del presente Trabajo Especial de Grado, ha sido posible identificar un conjunto de transformaciones globales que se están produciendo a nivel internacional en los ámbitos políticos, militar, económico, cultural, tecnológico, comunicacional e informático ampliamente relacionados. Esas transformaciones globales están produciendo procesos de reajustes de poder en las relaciones internacionales. El estudio e impacto de esas transformaciones, fue posible mediante el análisis de un conjunto de autores que han aprendido y aprehendido la nueva realidad que refleja el sistema internacional actual, a través de unos conceptos claves desde el punto de vista teórico. Su profundización pone en evidencia que los diferentes procesos que se suceden en la nueva realidad internacional son altamente complejos, interdependientes y heterogéneos, al punto, de evidenciar que, América Latina, a pesar de no estar en el centro de esos procesos, no es una región ajena a esas transformaciones y reajustes. Por contrario, los cambios que ha sufrido la región en los últimos veinticinco años son el reflejo de esas transformaciones y sus respectivos reajustes de poder que están concurriendo en el sistema internacional, en el orden/estructura internacional y en la política internacional y no como consecuencia del realismo mágico.

123

CONCLUSIONES El presente Trabajo Especial de Grado, tenía por objeto principal, analizar las relaciones internacionales en el siglo XXI bajo los principales enfoques teórico-conceptuales que explican las profundas transformaciones globales con sus respetivos reajustes de poder que están aconteciendo en el mundo, de manera que, fuera posible determinar la configuración del actual orden/estructura internacional con base en el tablero tridimensional internacional de Joseph Nye, para estudiar como esos acontecimientos están vinculados a los cambios ocurridos en América Latina haciendo posible deducir algunos retos y perspectivas. Profundizar en su estudio y conocimiento ha permitido entender la complejidad,

la

interdependencia

y

la

heterogeneidad

del

sistema

internacional, del orden/estructura internacional y de la política internacional en el siglo XXI. Para realizar el análisis, hubo que partir del acontecimiento que a finales de la centuria anterior representó un hito en la historia de la humanidad y que dio lugar a una nueva dinámica en la realidad internacional, la caída de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas en 1991. Hoy nadie duda que este acontecimiento modificó profunda y sustancialmente la manera de observar, entender, explicar y evaluar política y teóricamente al mundo. Eso generó la tarea altamente compleja de construir nuevos enfoques teóricosconceptuales que permitieran hacer inteligible la nueva realidad internacional. Adicionalmente, casi de manera paralela, acaecieron un conjunto de fenómenos muy diversos que hicieron que la realidad internacional se complejizará y complicará aún más. Entre esos fenómenos, es posible identificar: la globalización económica y de las ideas, como consecuencia de la revolución de la información que produjeron los distintos desarrollos científicos-tecnológicos en el área de las comunicaciones, en la informática, en la electrónica y áreas conexas que lograron reducir y mejorar progresivamente el tiempo, el espacio, la capacidad, la cantidad, la eficiencia

124

y el precio en las comunicaciones y en la información que se puede transmitir a diversas partes del mundo alcanzando a millones de personas por igual. Los acontecimientos previamente descritos han impactado de diversas formas las relaciones humanas sea a nivel individual, social, estatal, regional y global. Ese impacto, es posible medirlo a catalogarlo de dos maneras: 1. Positivamente, siempre que ayude a solucionar los diversos problemas que enfrentamos los seres humanos y 2. Negativamente, cuando son usados para producir o generar cualquier tipo de daño. En todo caso, a los efectos que interesan al presente trabajo, esos acontecimientos han generado como consecuencia que, en el mundo de hoy, el poder sea mucho más difuso y complejo al momento de calcular su potencial y de percibirlo en la dinámica estatal interna, como en la dinámica de las relaciones internacionales. Así se tiene que, el objetivo principal propuesto en el presente Trabajo Especial de Grado, se cumplió fijando tres objetivos específicos que permitieron analizar cómo las transformaciones globales y los reajustes de poder que han ocurrido durante el siglo XXI, han configurado un sistema internacional, un orden/estructura internacional y una política internacional muy diferente al que muchos presagiaban con la caída de la URSS. En ese sentido, el desarrollo del capítulo I buscaba dar a conocer el planteamiento

del

problema

y

los

principales aspectos

teóricos

y

metodológicos de la investigación que servirían de respaldo para realizar el análisis. Sus elementos integradores fueron el objeto de la investigación, las motivaciones de la selección del tema, los antecedentes del problema, la ubicación contextual en el ámbito teórico y empírico, las razones teórico prácticas que justifican la vigencia del problema, la descripción del diseño de investigación y las interrogantes de la investigación. Los dos fines concretos perseguidos y alcanzados eran: 1. Precisar y delimitar el problema objeto de investigación y los aspectos metodológicos para realizar la investigación y 2.

125

Que el lector tuviera el conocimiento de los mismos para un mejor conocimiento del trabajo. El primer objetivo específico se desarrolló en el capítulo II. El desarrollo de ese capítulo buscaba definir y precisar que son las relaciones internacionales sus elementos integradores y otros conceptos básicos. Eso permitió conocer los instrumentos (medios) teóricos-conceptuales elementales que todo analista tiene que manejar al momento de realizar un análisis o estudio de la realidad internacional y entender cómo se relacionan cada uno entre sí. La importancia y relevancia de definir y precisar estos conceptos previamente se debe a que los mismos fueron aplicados en el presente Trabajo Especial de Grado. Los instrumentos teóricos-conceptuales básicos definidos fueron: la política, sus dos dimensiones y sus binomios; los dos criterios para analizar los cambios políticos; las relaciones internacionales y sus cuatro tipos de transacciones; el sistema internacional; el orden/estructura internacional; la política internacional; la política exterior; el Estado; el poder; la estrategia y la voluntad. Los dos fines concretos perseguidos eran: 1. Utilizarlos en el análisis realizado en el presente Trabajo Especial de Grado y 2. Que el lector tuviera el conocimiento básico para un mejor entendimiento del trabajo. El segundo objetivo específico se desarrolló en el capítulo III. El desarrollo de este capítulo buscaba estudiar los principales enfoques que explican las relaciones internacionales en el siglo XXI. Eso permitió conocer los principales enfoques teóricos que explican o pretenden explicar el origen y las causas de las transformaciones globales y los respectivos reajustes de poder que han ocurrido en la realidad internacional tras la caída de la URSS. Para esta labor se procedió a realizar una división temporal en dos periodos. En cada periodo se

precisaron

los

conceptos

fundamentales

que

lo

caracterizaron,

seleccionando, clasificando y analizando la propuesta de los autores más representativos. En el primer periodo se analizó la expansión de la democracia y la globalización como forma de gobierno y modelo económico. Al realizar el

126

análisis de los autores estudiados, se pudo observar que, por un lado, esas propuestas se fundamentaban en el Paradigma de la Modernidad Occidental. En otras palabras, la democracia y la globalización, no son más que, el traslado al ámbito de las relaciones internacionales y de las Relaciones Internacionales que, el modo en que Occidente se ha organizado políticamente en la Modernidad. No obstante, paralelo a ese proceso, se pudo detectar que, desde 1970 se venía gestando un traslado de los balances productivos desde la Costa del Atlántico a la Costa del Pacífico, con su cuota parte a nivel estructural en materia política, militar, diplomática, cultural, estratégica, geopolítica y geoestratégica que desembocó en el malestar de la globalización a finales del siglo anterior. Eso genero un segundo periodo, que se analizó en tres fases: 1. El tema cultural bajo el multiculturalismo y el choque de civilizaciones. El primero es el reconocimiento de otras culturas ante la evidente pérdida de poder de Occidente en comparación con años precedentes y con ello del Paradigma de la Modernidad como modelo de organización política viable. Ese reconocimiento hay que analizarlo paralelamente con los evidentes intentos por parte del resto de las civilizaciones de reivindicar sus valores culturales e identitarios. El segundo implica el surgimiento e intento de explicar las diversas reacciones que se produjeron en otras partes del mundo, al ver trasgredidos o afectados sus valores culturales e identitarios propios, ante lo que catalogaron como pretensiones o intentos de desplazarlos o sustituirlos por los valores Occidentales bajo la democracia y la globalización. Los acontecimientos demostrativos de esta situación han sido los diversos atentados terroristas. En especial los del 11 de septiembre de 2001. 2. El caos y la anarquía. Esos atentados terroristas juntos a otros similares, fueron la prueba definitiva de que todo había cambiado, al

127

poner en evidencia el problema del terrorismo vinculado al Yihadismo islámico y el peligro del grupo terrorista autodenominado Estado Islámico en Oriente Medio, ahora denominado Daesh. Así, sumado a otro conjunto muy diverso de problemas como: las diversas crisis económico-financieras que han estallado desde 1997 hasta la burbuja inmobiliaria; la actual crisis migratoria; la crisis sanitaria ante casos como el ébola, H1N1 y la gripe aviar entre otros; la crisis medioambiental (Protocolo de Kioto sobre el cambio climático en 1997 y el acuerdo realizado en la Cumbre de Paris de diciembre de 2015); unos recursos naturales que cada día se hacen más escasos; el aumento demográfico a escala mundial; el aumento de las índices de criminalidad a nivel transnacional y estatal; la violación de derechos humanos; el aumento de la desigualdad y la pobreza a escala mundial y la crisis de gobernabilidad en muchas partes del mundo. Ese conjunto de temas generan la percepción de que efectivamente el mundo actual se encuentra en completo caos y anarquía. Adicionalmente, habría que agregar que, una parte del aumento de estos problemas, se debe a la estrategia que Estados no occidentales emergentes o en ascenso actualmente están implementando con la deliberada finalidad de debilitar, deslazar y conquistar los espacios de poder controlados por los Estados Occidentales. Finalmente, esas variables en su conjunto han generados que surjan y se perciban nuevos riesgos y nuevas amenazas, al punto de generar un cambio en el modo de ver, hacer y conducir la guerra. De manera tal que, hoy se hable de una reconceptualización de la seguridad. Adicionalmente, habría que agregar que, una parte del aumento de estos problemas, se debe a la estrategia que Estados no occidentales emergentes o en ascenso actualmente están implementando con la deliberada finalidad de debilitar, deslazar y conquistar los espacios de poder controlados por los Estados Occidentales. Finalmente, esas variables en su conjunto

128

han generados que surjan y se perciban nuevos riesgos y nuevas amenazas, al punto de generar un cambio en el modo de ver, hacer y conducir la guerra. De manera tal que, hoy se hable de una reconceptualización de la seguridad. 3. En este contexto, la seguridad se presenta ahora como elemento principal al analizar las relaciones internacionales ante los cambios sistémicos, estructurales, estratégicos que están suscitándose en el sistema internacional y debido al surgimiento de nuevos problemas, riesgos y amenazas en la realidad internacional. Así se tiene que, el incremento y la relevancia del tema de la seguridad, puede ser interpretada como la respuesta que han dado los Estados de Occidente ante los nuevos riesgos y las nuevas amenazas internacionales antes precisadas. Con base en lo precedente, los dos fines concretos perseguidos con este objetivo eran: 1. Analizar los conceptos fundamentales con base en los cuales se explican esas transformaciones y cambios descritos a nivel internacional tomando como referencia a los principales autores que estudian la actual realidad y dinámica internacional, haciendo un resumen de sus ideas principales y secundarias que la respaldan y 2. Que el lector las conozca. El tercer y último objetivo específico se desarrolló en el capítulo IV. El desarrollo de ese capítulo buscaba analizar la configuración del tablero tridimensional internacional y su interacción con América Latina, para deducir los principales retos y perspectivas de la región. Eso permitió conocer como esos cambios y reajustes de poder han generado la configuración del orden/estructura internacional actual, con base en el tablero tridimensional internacional propuesto y descrito por Joseph Nye. Este autor es quien mejor analiza y determina cómo está configurado el orden/estructura internacional de la nueva centuria bajo tres resortes de poder (militar, económico y cultural).

129

Así, siguiendo a Joseph Nye el orden/estructura internacional del siglo XXI puede ser calificado como unimultipolar, debido a que, en el mundo de hoy, los

distintos

avances

científicos-tecnológicos

en

el

campo

de

las

comunicaciones y la informática, ha vuelto el poder cada vez más difuso por la presencia de un conjunto muy diverso de actores que interactúan en una compleja, heterogénea e interdependiente red a nivel nacional y/o transnacional en diversos ámbitos y espacios que pueden ser legales y/o ilegales. Ese análisis permitió conocer e identificar, cómo las relaciones, transformaciones y reajustes de poder del sistema internacional, de la política internacional y del orden/estructura internacional descrito como un tablero tridimensional unimultipolar, ha repercutido e impactado en la región (previa explotación y aprovechamiento de algunas circunstancias internas que escapan de los objetivos del presente Trabajo Especial de Grado). Ese impacto, se puede observar mediante los cambios ocurridos en la región en materia: 1. Política con el ascenso o llegada al poder, desde aproximadamente el año 2000 de los denominados gobiernos progresistas (moderados o radicales). 2. Económica cuando algunos Estados de América del Sur decidieron vincularse e insertarse al desarrollo y crecimiento económico de la Costa del Pacífico (especialmente a China y Rusia), básicamente para satisfacer las demandas de materias primas necesarias a este polo económico industrial y abrir los mercados internos a sus productos, en contrapartida obtienen

cierto

apoyo

internacional

ante

ciertas

organizaciones

internacionales y acceso crediticio desde los centros financieros que las potencias emergentes han creado como “alternativa” al Banco Mundial y al Fondo Monetario Internacional; y 3. Con la constitución de un conjunto de organizaciones internacionales regionales con distintas funciones (generales o específicas) paralelas a las ya existentes que reflejan la disminución del liderazgo geoestratégico de EE.UU., en la región y al intento de algunos Estados de llenar ese vacío. 130

En consecuencia, los diversos cambios identificados, descritos y analizados han generado nuevos retos en América Latina a nivel militar, económico, social y cultural, forjando con ello un conjunto de nuevas percepciones y perspectivas que deben ser manejas con gran atino para no incurrir en errores ni desaciertos. De este modo, los dos fines concretos perseguidos eran estudiar: 1. Cómo las transformaciones y reajustes que se están produciendo en el sistema internacional han impactado en el orden/estructura internacional, para describir su configuración actual. 2. Cómo esas transformaciones y reajustes de poder a nivel global están vinculados a los cambios ocurridos en la región; y 3. Que el lector las conozca e identifique. Así, conforme a lo estudiado a lo largo del presente Trabajo Especial de Grado, se pudo comprobar que las relaciones internacionales constituyen un conjunto de relaciones transfronterizas, de interacciones y de relaciones sociales que distribuyen el poder a nivel mundial en los ámbitos: militar, económico, diplomático, cultural y geoestratégico. En ese sentido, fue posible identificar que, efectivamente esos procesos se encuentran presentes en las relaciones internacionales del siglo XXI, generando un conjunto de transformaciones globales que se están produciendo a nivel internacional en distintos ámbitos ampliamente relacionados como lo son: el político, el militar, el económico, el cultural, el tecnológico, el comunicacional y el informático. Estas transformaciones han producido reajustes en el poder internacional, configurando un nuevo orden/estructura internacional bajo el tablero tridimensional internacional. El estudio e impacto de esas transformaciones, fue posible mediante el análisis de un conjunto de autores que han aprendido y aprehendido la nueva realidad que refleja el sistema internacional. Su profundización pone en evidencia que los diferentes procesos que se suceden en la nueva realidad internacional son altamente complejos, interdependientes y heterogéneos, al punto, de evidenciar que, América Latina, a pesar de no estar en el centro de esos procesos, no es una región ajena a esos reajustes de poder global. Por el contrario, los cambios suscitados en la región en el 131

nuevo siglo están ampliamente interconectados a los acontecimientos ocurridos en el sistema internacional y en la política internacional. Finalmente, en la medida de lo posible y según los objetivos lo permitieron, al elaborar el presente Trabajo Especial de Grado, se pretendió realizar un análisis de las relaciones internacionales bajo una retrospectiva histórica de larga duración que permitió comprobar que en periodos previos a la Modernidad el poder de las relaciones internacionales no estuvo en lo que hoy conocemos como Occidente. Eso hizo posible percibir y entender que actualmente pudiera estar suscitándose un cambio de poder en las relaciones internacionales a nivel estratégico, sistémico y estructural que consiste en el traslado del mismo del primer eje al segundo eje identificado en el capítulo I, es decir, de Occidente a potencias no Occidentales (con especial referencia a China debido a sus capacidades e intenciones de ejercer un dominio universal fundamentado en su identidad cultural y tradición imperial heredera del Reino Medio). Con base en esa conjetura fue posible entender el tema civilizacional y la manera de cómo Occidente se ha organizado políticamente bajo el Paradigma de la Modernidad, cuando el poder de las relaciones internacionales se

trasladó

al

primer

eje,

es decir,

a

Occidente.

Posteriormente, se puedo precisar que, ese modo de organización política se ha intentado trasladar a las relaciones internacionales y a la Teoría de las Relaciones Internacionales. Su traslado a otras latitudes ha generado diversas reacciones, principalmente adversas al realzar y reivindicar sus valores culturales e identitarios y porque esas otras voluntades (agrupadas en las potencias no occidentales) perciben cierto grado de decadencia y junto con ello la pérdida del poder por parte de las potencias de Occidente. Ese proceso fue estudiado bajo la identificación y clasificación de los conceptos claves individualizados en el capítulo III, lo cual, fue posible sistematizarlos con base en las ideas expuestas en el posible Quinto Debate de la Teoría de las Relaciones Internacionales. Bajo esas directrices fue posible comprender y entender ¿Qué era? y ¿Qué es Occidente? ¿Cuál es su organización política? 132

¿Cuáles son sus riesgos, sus amenazas y sus peligros? Así como, sus repuestas. En síntesis, a conocer y a entender su situación actual de donde resulta que, sólo queda defender, luchar, renovar y actualizar nuestros valores y principios culturales e identitarios grecorromanos y judeocristianos.

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