Las razones de Ameghino (sobre las inundaciones en Buenos Aires)

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Las razones de Ameghino

03.09.15 19:00

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IDEAS Miércoles 2 de septiembre de 2015 - 02/09/15

Las razones de Ameghino Por Irina Podgorny

Buenos Aires. Brilla el sol luego del diluvio y de esas infaustas noticias que cada tanto alimentan los periódicos. Vuelvo, por eso, a leer los de mayo de 1884, cuando el ritmo de los trabajos de nivelación anunciaba la pronta excavación de los canales para sacar al mar el desborde de los ríos. Justo entonces La Prensa anunciaba el "Triunfo del sabio Ameghino", recomendando al pueblo y representantes de la Provincia de Buenos Aires las ocho columnas donde este trataba científicamente el colosal problema de las secas y las inundaciones de las pampas. Ameghino dudaba. Se iba a canalizar según el modelo europeo de lluvias regulares, mientras que aquí, "si hoy nos ahogamos por excesiva abundancia de agua, mañana nos morimos de sed", recordando que hacia fines de la década de 1870 se habían desbordado el Samborombón y el Salado y, en 1883, la sequía había asolado los campos de Carhué. Sugería, en cambio, combinar la plantación de árboles, la canalización para el desagüe y la navegación, las represas con compuertas, los estanques y las lagunas artificiales. La silvicultura repararía la situación creada al extirparse los grandes pajonales que retenían gran parte de las aguas pluviales. De este modo, se cambiarían las condiciones climáticas de la pampa y se fertilizaría la tierra: los inviernos serían más húmedos, menos fríos; los veranos, no tan calurosos, con más rocío. Y también contaba con el carácter colectivo del desafío: "si cada propietario de grandes áreas de campo en vez de dejar llevar a las peonadas durante una parte considerable del año, una vida de holgazanes, los obligara a reducir dentro de estrechos límites los bañados de sus campos cavando estanques artificiales, con plantaciones de árboles en derredor, y con la tierra que removiesen hiciera nivelar y levantar el resto de los bañados; si por otra parte los gobiernos ayudaran esos trabajos estimulando a los propietarios que más se distinguieran en ellos, y dedicando a esas obras recursos especiales, es seguro que al cabo de veinte años habríanse modificado por completo las condiciones físico-climatológicas de la llanura." La conferencia causó sensación. Durante semanas, se habló de proteger la capa de humus mediante la ingeniería del clima. Con lenguaje supuestamente gauchesco, se explicó a los criadores de ovejas la lógica de la erosión hídrica y de la denudación de los suelos. La Sociedad Rural prometió esforzarse para salvar la fertilidad amenazada por las obras del Gobierno. Aún hoy esta conferencia se cita como un ejemplo de tino y neutralidad científica sin recordar que también fue un ariete contra el gobernador. Sus palabras fueron al corazón de una de las glorias que se atribuía Dardo Rocha, "ese ilustrado y progresista rival de don Juan de Garay": los famosos canales no eran otra cosa que una gran macana, cuyo único efecto sería el desperdicio de cientos de millones para beneficio de los vampiros que esquilmaban la magnífica presa que había caído en sus manos- la Provincia de Buenos Aires. Hoy, como ayer, sobre llovido, mojado. http://www.revistaenie.clarin.com/ideas/Ameghino-razones_0_1421257874.html?print=1

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