Las harpias del imperialismo y los cesares de las calles

Uruguay, año 2014. Un candidato de la derecha habla sobre la violencia hacia las mujeres, y un candidato de izquierda desliza que la opresión de las mujeres es importante pero posicionar a determinadas mujeres en puestos de poder es maquillar los cambios para que no cambie nada. Si los hombres dejamos para un mañana utópico la opresión diaria que ellas viven, y no nos hacernos cargo de nuestras responsabilidades en este sistema capitalista y patriarcal, seguiremos siendo "compañeros" que explotan diariamente la fuerza de trabajo no remunerada de las "compañeras". Y subimos a la tribuna para hablar de la explotación de la patronal mientras ellas embanderan la tribuna, venden las tortas fritas y los refrescos, van a buscar los pegotines a la imprenta, reparten listas, trabajan en el mercado formal y vuelven a su casa a preparar la cena para la familia. Me duele que no podamos verlo, que nos digamos hombres de izquierda y nos moleste que una feminista nos marque estas cosas hasta llegar a insultarla, que pensemos que estas mujeres le están haciendo el juego al imperio. Hacen falta hombres sensibilizados y solidarios más allá de la corrección política.