Las finanzas islámicas como una alternativa socialmente responsable

July 17, 2017 | Autor: F. Cevallos-Vera | Categoría: Finance, Islamic Finance, Social Responsibility, Interest Rates, Responsabilidad Social, Finanzas Islámicas
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Descripción

Las finanzas islámicas como una alternativa socialmente responsable Franco A. Cevallos MBA Gerencial LXI

Para que una organización tenga éxito en cualquier emprendimiento internacional, es de vital importancia que esta conozca las características del mercado donde desea ingresar. Las características propias de los mercados internacionales pueden exigir que la empresa cambie su modelo de negocio tradicional para adaptarlo al nuevo entorno. Un claro ejemplo de esta afirmación son la banca y finanzas del mundo islámico, basadas en la participación en las ganancias y pérdidas y la prohibición de la usura o el interés. El modelo de negocios islámico se ha convertido en una alternativa interesante a raíz de la reciente crisis originada por el modelo financiero tradicional representado por Wall Street (Venardos, 2010). Asimismo, el mundo islámico es un sector interesante por sí mismo para hacer negocios. Si se toma en cuenta los diferentes grupos religiosos, los musulmanes representan el segundo grupo más numeroso en el mundo, solo superada por las diversas manifestaciones del cristianismo (Pew Research Center, 2012). Es evidente que un mercado potencial de más de 1,600,000,000 de personas es atractivo, siempre y cuando se les brinde productos que satisfagan sus necesidades de forma alineada con la visión que tienen del mundo. Para entender el enfoque islámico sobre las finanzas es necesario conocer un poco más sobre los fundamentos básicos de esta cultura. El islam se considera un estilo de vida y una visión del mundo, en la cual hay una relación de correspondencia entre el estado y la religión que

2 busca crear una sociedad justa e inclusiva (Mills & Presley, 1999; Millar, 2008). Según la tradición musulmana, Mahoma recibió de Dios el mandato de enseñar a las personas del mundo un modelo integral de cómo vivir y trabajar en comunidad, incluyendo desde luego la manera de cómo llevar a cabo negocios (Abdul-Rahman, 2010). Cuando se habla del modelo de negocios musulmán, no se está hablando de un camino fácil hacia las riquezas derivadas de los grandes recursos petroleros del mundo árabe (AbdulRahman, 2010). Debemos entender a la banca y finanzas islámicas como la aplicación de principios económicos islámicos al financiamiento de los negocios (Visser, 2009). Dicho de otra forma, se hace referencia a servicios financieros que cumplen con los principios de la ley islámica denominada Sharia, es decir, el conjunto de leyes derivadas en primera instancia del Corán y la Sunna o tradiciones de Mahoma, considerado como modelo de persona a seguir, recogidas en los hadices (Millar, 2008; Ali, 2010). Se considera que el modelo financiero musulmán nació como respuesta académica al análisis del modelo de negocio de los bancos comerciales tradicionales que se habían establecido en el mundo islámico hacia mediados del siglo XX a la luz de los principios de Sharia (Ayub, 2007). Tomando en cuenta las necesidades humanas y empresariales, se desarrolló modelos no basados en los intereses y que cumplen con la ley islámica. El modelo de banca y finanzas islámico está fuertemente basado en el sector real, y persigue proteger al mercado de los abusos del apalancamiento y reconciliar las finanzas con valores esenciales que se han perdido en los mercados tradicionales (Venardos, 2010). El modelo islámico considera al dinero como algo que por sí mismo no tiene razón de uso, y que solo puede ser intercambiado por su valor a la par (Ali, 2010).

3 De forma específica, existen cinco prohibiciones principales para los servicios financieros que se dicen cumplir con Sharia (Ali, 2010). La primera ya se mencionó, y es la prohibición del interés o riba, mencionada en cuatro pasajes del Corán (Mills & Presley, 1999). De hecho, según los académicos musulmanes, un análisis de la tradición judía, cristiana y musulmana – culturas abrahámicas – revela un origen común con respecto a la condena de la usura, entendida esta como el acto de aprovecharse de los necesitados al cobrarles un interés por los préstamos que estos toman para satisfacer sus necesidades básicas (Abdul-Rahman, 2010). Es evidente que el modelo financiero islámico es sostenible a pesar de no contar con los intereses como fuentes de ingreso, ya que al fin y al cabo, sigue siendo un negocio. La segunda prohibición que hace Sharia sobre los negocios islámicos se denomina gharar y consiste en la obligación de brindar información completa y clara; es decir, no está permitido según la ley islámica elaborar contratos con excesiva incertidumbre en sus elementos esenciales tales como los precios (Shanmugam & Zahari, 2009). Otro acercamiento a este concepto es que la venta de algo de lo que no se tiene certeza es similar a una apuesta, una actividad ilegal o haram según Sharia. De acuerdo con esta definición, riba es haram, y Mahoma lo consideraba uno de los peores pecados, similar al asesinato. Si una transacción es libre de riba, entonces se supone que también es libre de gharar (Abdul-Rahman, 2010). La tercera o maysir prohíbe explícitamente la especulación y apuestas, actividades haram. La cuarta prohibición se refiere a la búsqueda de lucro, ya que la ley ordena al financiero islámico a obtener beneficios de los proyectos donde invierta y asuma riesgos, es decir, participe en las ganancias y pérdidas de los proyectos de los emprendedores que decida financiar. La quinta prohibición está dirigida hacia inversiones no éticas, y el financiamiento debe brindarse

4 para actividades permitidas o halal, es decir que no sean haram, tales como alcohol, loterías y hoteles (Millar, 2008). Como es de esperarse, la interpretación de la ley varía de lugar a lugar y con ello las posibilidades de inversión; sin embargo, en épocas actuales se considera como parte de la prohibición el invertir en negocios ambientalmente irresponsables o de trato injusto a sus empleados (Abdul-Rahman, 2010). El enfoque bancario libre de usura que propicia el sistema financiero islámico puede ser considerado un modelo de negocios socialmente responsable, ya que motiva a los financistas a invertir directamente en los emprendimientos que desee financiar, prestando de forma más prudente y haciendo que las personas mantengan sus gastos bajo control (2005). (Ali, 2010). (Millar, 2008) (Mills & Presley, 1999) (Abdul-Rahman, 2010)

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5 Referencias

Abdul-Rahman, Y. (2010). The art of Islamic banking and finance: tools and techniques for community-based banking. Hoboken, NJ: John Wiley & Sons. Ali, A. (2010). Viewpoint: Shariah Law—Bringing a New Ethical Dimension to Banking. En QFINANCE, Islamic Finance: Instruments and Markets (págs. 3-5). Londres: Bloomsbury. Ayub, M. (2007). Understanding Islamic Finance. Hoboken, NJ: John Wiley & Sons. Millar, R., & Anwar, H. (Edits.). (2008). Islamic Finance: A Guide for International Business and Investment. Edinburgh: GMB Publishing. Mills, P. S., & Presley, J. R. (1999). Islamic Finance: Theory and Practice. Londres: Palgrave Macmillan. Pew Research Center. (18 de Diciembre de 2012). The Global Religious Landscape. Recuperado el 27 de Septiembre de 2013, de Pew Research: Religion & Public Life Project: http://www.pewforum.org/2012/12/18/global-religious-landscape-exec/ Shanmugam, B., & Zahari, Z. R. (2009). A primer on Islamic finance. Charlottesville, VA: Research Foundation of CFA Institute. Venardos, A. M. (2005). Islamic banking and finance in South-east Asia : Its development and future. Singapur: World Scientific.

6 Venardos, A. M. (2010). Current Issues in Islamic Banking and Finance: Resilience and Stability in the Present System. Singapur: World Scientific. Visser, H. (2009). Islamic Finance: Principles and Practice. Cheltenham, Reino Unido: Edward Elgar.

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