Las fíbulas del oppidum celtibérico de Contrebia Carbica (Villas Viejas, Cuenca)

Se analizan un conjunto de fíbulas procedentes del oppidum celtibérico de Contrebia Carbica y su entorno inmediato. Las 112 fíbulas analizadas constituyen uno de los conjuntos más números de este tipo de piezas recuperados en una ciudad prerromana de Hispania. Destaca un reducido conjunto de fíbulas anulares hispánicas, bien contextualizadas en el Sureste peninsular entre los siglos IV al III a.C., momento al que cabe adscribir, igualmente, algunos ejemplares de los tipos de La Tène inicial realizados en una pieza. El conjunto más numeroso corresponde a modelos latenienses más evolucionados, sobre todo aquellos realizados en dos piezas, muchos de ellos caracterizados por presentar un remate caudal profusamente decorado con incisiones y troquelados, rematado en una pequeña pieza hueca destinada a alojar un adorno de vidrio o coral. Se trata de tipos que perduran hasta el siglo II a.C., cuando se pondrían de moda las fíbulas con representaciones zoomorfas, en forma de caballito o de paloma, a las que cabe sumar una fíbula simétrica con figuraciones de cabezas de jabalíes. Al mismo tiempo se van a ir introduciendo nuevas mejoras técnicas en las fíbulas características ya de La Tène II, que cubren ampliamente el siglo II e incluso se adentran en el I a.C., documentándose fíbulas filiformes de una pieza cuyo pie queda sujeto al arco, entre los que encontramos alguna variedad que muestra esferas decorativas en el extremo del pie, e incluso un ejemplar ya realizado en dos piezas. Algo más tardías son aquellas fíbulas cuyos pies, de perfil trapezoidal, pueden aparecer lisos o adornados con esferas o diversos elementos totalmente integrados en el puente, modelos todos ellos ampliamente registrados en el área carpetana y celtibérica en el tránsito entre los siglos II-I a.C., un período convulso, en el que estas tierras se irían romanizando. Finalmente, se registrándose nuevos aportes hasta ahora extraños a estas poblaciones, como las fíbulas de tipo ‘Nauheim’, relativamente numerosas, en cambio, ya testimonial la presencia de otros, como el tipo ‘Alesia’, o las fíbulas de anillo abierto en omega, con un ejemplar de plata, un tipo de difícil adscripción cronológica pues ofrece una amplia perduración, desde principios del siglo I a.C. hasta la Antigüedad Tardía, con pocos ejemplares bien contextualizados. Finalmente, una fíbula de placa plana, objetos todos éstos que podrían ya relacionarse con el establecimiento en este solar de una villa altoimperial. Aunque se trata de materiales carentes de contexto, su estudio conjunto permite abordar interesantes cuestiones sobre aspectos tipológicos y estructurales, su dispersión y la existencia de posibles centros de producción, al tiempo que constituyen un elemento esencial para abordar una aproximación cronológica a este destacado oppidum, uno de los más importantes de la Hispania céltica.