Las Farsa del Genocidio en Guatemala

July 11, 2017 | Autor: Oscar Platero | Categoría: História
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Descripción

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La farsa del genocidio en Guatemala

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Óscar Germán Platero Trabanino

La farsa del genocidio en Guatemala

Guatemala, Centroamérica 2014 5

OBRA: LA FARSA DEL GENOCIDIO EN GUATEMALA AUTOR: ÓSCAR GERMÁN PLATERO TRABANINO. DERECHO RESERVADOS POR EL AUTOR. PROHIBIDA LA REPRODUCCIÓN PARCIAL O TOTAL POR CUALQUIER MEDIO, SIN AUTORIZACIÓN POR ESCRITO DEL AUTOR. © EDITORIAL ÓSCAR DE LEÓN PALACIOS. PRIMERA EDICIÓN: 2014. ISBN: 978-9929-642-21-8 DIAGRAMACIÓN: SONIA ELIZABETH PÉREZ AGUIRRE. IMPRESO EN GUATEMALA, CENTROAMÉRICA POR OSCADEL, S. A. GUATEMALA, CENTROAMÉRICA

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¡Dedicado a quienes cayeron siguiendo a nuestra bandera, en contra de los que ahora pretenden falsear nuestra historia!

Capitán Óscar Platero Autor

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Oscar Platero Trabanino 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. 12. 13. 14. 15. 16. 17. 18. 19. 20. 21. 22.

Oficial del Ejército graduado en la Escuela Politécnica de Guatemala. Graduado en el Curso Superior de la Escuela de Inteligencia del Ejército Argentino. Fundador de la Escuela de Inteligencia del Estado Mayor de la Defensa Nacional, Ejército de Guatemala. Instructor de la Escuela de Inteligencia, del Ejército de Guatemala. Instructor en la Escuela Politécnica de Guatemala. Instructor invitado en el Centro de Estudios Militares. Curso de Inteligencia Técnica en los Estados Unidos de Norteamérica. Curso de Guerra Política con instructores de la República de Taiwán. Distintivo Placa de Combatiente con cuatro estrellas, por haber participado en múltiples combates contra unidades terroristas. Distintivo Roble de oro, por haber sido herido en combate en varias oportunidades. Curso como Analista de Inteligencia en los Estados Unidos de Norteamérica. Curso de Seguridad de Puertos, aeropuertos y recintos aduaneros. Estudios de Criminalística y Criminología. Licenciatura en Criminalística y Criminología. Estudios de post grado en Sistemas Penitenciarios. Asesor sobre Estructuras Criminales, del Ministerio de Gobernación en dos oportunidades. Conferencista sobre la Historia del Enfrentamiento Armado Interno en Guatemala, a nivel nacional e internacional. Autor del Libro Las Batallas Por Guatemala, que en siete tomos describe la verdadera Historia del Enfrentamiento Armado Interno en Guatemala. (tres de ellos ya publicados). Autor del Libro “La farsa del genocidio en Guatemala”. Vice-Presidente de la Fundación Contra El terrorismo. Columnista del diario digital La Noticia en Guatemala.com. Miembro activo y columnista de la Red Justicia, Verdad y Libertad para las Américas,  www.rjvla.org.

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En defensa de la verdad, la libertad y la justicia y denunciando a la mentira Cuando Oscar Platero me pidió que le escribiera el prólogo para un libro tan importante, era consciente de la responsabilidad que tenía y de la trascendencia que este ensayo podría tener para la historia de Guatemala. Desde los años sesenta, en que triunfó la Revolución Cubana y se asumió por parte de la izquierda la mitología del discurso guevarista y castrista, en el sentido de crear por la vía violenta, cuando no terrorista, “dos o tres…muchos Vietnam”, miles de personas, casi todas ellas inocentes víctimas, han caído en las calles de este continente por seguir a esta utopía criminal. Guatemala, al igual que ocurrió en Argentina, Brasil, Chile, Colombia, El Salvador, Nicaragua, Perú, Uruguay o Venezuela, por citar tan solo algunos de los casos más paradigmáticos, se vio atrapada por esta violencia sectaria e indiscriminada, siempre cruel y terrible. Abstraídos por la idea de crear un “paraíso” revolucionario en la tierra siguiendo la senda de la isla-prisión de la Cuba construida por los Castro a sangre y fuego y siempre en la línea de que el fin justifica los medios, las nuevas organizaciones de corte marxista-leninista en todas sus versiones perpetraron los más abyectos crímenes en nombre de sus ideas. Sus supuestos nobles ideales, algunos de tan dudosa legitimidad como la creación de un “hombre nuevo” que nunca debería discutir la naturaleza policiaca y criminal del régimen en ciernes, les llevaron a una auténtica degeneración política e ideológica, capaz de disculpar todo en aras del proyecto revolucionario e incapaz de detenerse a sopesar moralmente sus fechorías. Llevados de esta orgía de sangre y violencia, impulsada por una suerte de razón redentora y el fundamentalismo totalitario, llegaron a fusilar hasta compañeros suyos, como le pasó al poeta salvadoreño Roque Dalton, y a justificar todo en nombre la causa revolucionaria. Ya se lo había dicho Fidel Castro a sus pupilos, reunidos en La Habana, unos años antes: “¡Dentro de la revolución, todo; fuera de la revolución, nada!”. Miles de inocentes, muchos de ellos niños e incluso jóvenes ajenos al fragor revolucionario, murieron fruto de esta locura por la que todavía, ni mucho menos, ha pedido perdón la 9

izquierda. Ni se espera a que, al día de hoy, lo haga. Decenas, por no decir centenas, de organizaciones de extrema izquierda se reprodujeron por todo el continente como hongos y cometieron miles de atentados sin un atisbo de arrepentimiento y sin tener que pedir perdón a nadie. Su razón absoluta, sus verdades indiscutibles, se sustentaban en una suerte de pureza ideológica izquierdista, incluso en un odio irracional ya no solo contra el adversario, sino contra aquellos que por su inocencia eran neutrales y no habían tomado partido por sus abyectas ideas. Los casos de Sendero Luminoso, en el Perú, o las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), junto otros grupos, son algunos de los ejemplos más conocidos de esta violencia revolucionaria indiscriminada y salvaje. Decenas de miles de mutilados, cuerpos destrozados por las bombas, hombres, niños y mujeres sin sus órganos vitales por la acción de las minas, y un sinfín de víctimas de todas clases, colores y profesiones sacrificados en el altar de la ideología marxista que exhibían orgullosamente estos grupos. Platero, en este sentido, denuncia la violencia irracional de ese sesgo de la mano de la Unión Revolucionaria Nacional Guatemalteca (URNG), no menos sangrienta que los anteriores, y lo hace con arrojo, valentía y objetividad. Todavía puedo recordar cuando fui invitado por el Ministerio del Interior peruano a conocer los “efectos” y las fotos que mostraban a las víctimas del grupo maoísta Sendero, que en su afán demencial por inocular el miedo a toda la población tomaban material gráfico de sus desarmados objetivos presentados como “lacayos del imperialismo”. Y después estas personas, muchas veces desnudas, eran torturadas y exhibidas, sin ningún atisbo de humanidad, en las calles peruanas antes de ser vilmente “ejecutadas”. Por no hablar de las fotos de hombres y mujeres indígenas a los que se les había cortado sus dedos por haber emitido el voto libre en unas elecciones para elegir a sus representantes. Trataban de infundir el terror para construir al “hombre nuevo” en el sentido que soñaran esos grandes “humanistas” que eran los Castro, los Guevara y compañía. ¡Qué ignominia!

Nunca tantos debieron tanto a tan pocos Y es que en la historia reciente de América Latina nunca tantos debieron tanto a tan pocos, habría dicho Winston Churchill en una de esas ocasiones memorables. Hombres como Platero, que sacrificaron sus vidas por los demás, es un claro ejemplo de todo ello y sus palabras hoy resuenan con más fuerza que nunca para denunciar la mentira y reivindicar, para siempre ante la historia, a aquellos compañeros que dieron todo, incluidas sus vidas, por defender la paz, la libertad y la democracia. Si hoy en este continente podemos celebrar libremente elecciones en todos los ámbitos, elegir presidentes, alcaldes y parlamentos, gozar de las libertades y derechos fundamentales, 10

junto un sinfín de avances en todos los órdenes, es por un puñado de militares que en este continente dieron su vida por defender la palabra frente a la fuerza bruta, el diálogo como expresión del librepensamiento frente a la brutalidad. Pero, desafortunadamente, muchos de estos hechos, de estas batallas, como las luchas que acontecieron en Guatemala o en la Argentina, entre el ejército legítimo y esa pandilla de asesinos iluminados que respondían al nombre de Montoneros, son desconocidos para la gran mayoría e incluso deliberadamente olvidados. Decía también Churchill que la primera víctima de una guerra es la verdad y nunca mejor dicho, sobre todo si nos atenemos a este caso. Los grandes olvidados de la última gran tragedia latinoamericana, en que el continente se debatía entre democracia y tiranía, entre progreso social y barbarie, fueron los militares. Y lo fueron, en gran medida, porque los que escriben la historia son aquellos que dominan el presente, esa izquierda que aprovechó los beneficios de la democracia para llegar al poder y dedicarse a las labores de la manipulación histórica y la burda propaganda. Se trata de ocultar la verdad, tergiversando hechos y capítulos de las respectivas historias del continente, en aras de servir a sus objetivos políticos. Un escritor británico bien conocido, George Orwell, que hizo su “viaje” desde la izquierda hasta las ideas democráticas, había dicho, hace ya muchos años, que “quien controla el presente controla el pasado. Y quien controla el pasado controlará el futuro”. Es definitivamente, como sigue señalando Orwell, “saber y no saber, hallarse consciente de lo que es realmente verdad mientras se dicen mentiras cuidadosamente elaboradas, sostener simultáneamente dos opiniones sabiendo que son contradictorias y creer sin embargo en ambas, emplear la lógica contra la lógica, repudiar la moralidad mientras se recurre a ella”.

Una batalla ideológica largamente larvada sin que nadie haya sido capaz de hacerla frente Pero Platero, en su libro de denuncia y exposición de unos hechos innegablemente ciertos, y que vivió en primera persona, no solo arremete contra esta manipulación, contra esta falsificación deliberada de los acontecimientos, sino contra otros agentes que tienen una buena parte de responsabilidad en los luctuosos episodios que han ocurrido en las Américas desde el triunfo de la Revolución Cubana. Entre estos actores que estuvieron en la batalla ideológica y política en favor de la izquierda, hay que señalar a un sector de la Iglesia católica, que presa de la doctrina de la teología nacional, profundizando en la lucha de clases, fue una parte sustancial en ese proceso de cuestionamiento y “demolición” de las instituciones legítimas y democráticas. También participó activamente en las labores de desautorización, deslegitimación y calumnia genera11

lizada de las Fuerzas Armadas en casi todas partes del continente. En su lucha por buscar un mundo más justo, basado el respeto a los derechos humanos, eran capaces de hacer de todo; el fin justificaba los medios, para llegar al poder todo valía. La izquierda europea, a través de todo un entramado de organizaciones no gubernamentales, entidades supuestamente “neutrales” y grupos legales de defensa de las libertades, también participó en ese proceso, y amparó, protegió, dio cobertura mediática y fue el principal sustento de estos grupos terroristas. Los veían como un grupo de jóvenes románticos, o idealistas, como llamaban a los Montoneros, pero no eran más que organizaciones terroristas fanatizadas sin escrúpulos y dispuestas a cometer todo tipo de desmanes y tropelías para llegar al poder. Estos izquierdistas de salón eran los “tontos útiles” de los que hablaba Lenin antes de llegar al poder, los Kerensky de turno. Creo que los demócratas del continente, tal como se vio en la crisis de Honduras en el 2009, cuando Roberto Micheletti desafiando al totalitarismo marxista de los Castro y los Chávez supo ganar la batalla en defensa de la legalidad de una forma democrática y ejemplar, no han sabido estar a la altura y defender en todos los frentes sus ideas, principios y valores. Han dejado a la izquierda campo libre para imponer sus ideas sin discusión y para alterar el curso de la historia modificándola a su antojo, a su servidumbre ideológica. No han sabido dar la batalla en favor de sus pueblos y ejércitos. Y así estamos, derrotados en todos los frentes y la democracia acosada en todos las naciones del continente. De todo lo dicho, aunque quedaría más por denunciar y contar, tal como hace Platero en su prolijo y bien documentado libro, se podrían dar más argumentos, más pruebas de que se existió un plan orquestado y organizado por las fuerzas de izquierda para dar la batalla cultural, en el sentido que la entendía ese teórico italiano todavía tan actual como lo es Antonio Gramsci. Para Gramsci, lo fundamental que debe hacer la izquierda para llegar al poder total es conquistar la sociedad civil para luego ocupar el Estado, controlarlo. Gramsci plantea, para lograr ese objetivo fundamental, lo que él llama la “agresión molecular”, ya que concibe a la sociedad como un complejo sistema de relaciones culturales. Hay que librar batallas en cada uno de los mecanismos que son capaces de transmitir ideas, hay que conquistar a las escuelas, a las universidades, a los medios de comunicación y también a la Iglesia, para después dar el golpe definitivo hacia el poder absoluto, hacia la “dictadura del proletariado” en el sentido cubano. Gramsci señalaba muy acertadamente que un poder político que no tenga una sociedad civil que lo apoye caerá como una fruta madura y, en este sentido, se deben suplir los valores en que se asienta la sociedad para avanzar en el camino hacia el triunfo de su “revolución”. Sin estas ideas fundamentales, que ya fueron denunciadas en su momento en otras latitudes, no se pueden entender los procesos actuales de manipulación y tergiversación de la historia que 12

acontecen en América Latina. Mientras la izquierda actúa así en casi todo el continente, los demócratas no han sabido dar la batalla de las ideas y mostrar al mundo la realidad de lo que aconteció en las últimas décadas. Ha faltado la carga ideológica y política para hacer frente a esta ofensiva de la izquierda. Teníamos la razón ética y moral de nuestra parte, pero no supimos pasar a la acción y haber dado la respuesta al discurso oficial.

Los peligros que nos acechan Termino estas reflexiones en un momento de notable regresión de las ideas democráticas en toda la región y cuando también se perciben en la escena internacional señales de preocupación ante ciertas actitudes que, cuando menos, deberían de llamar a la reflexión e incluso a la condena de los mismas. La brutal represión del movimiento estudiantil en Venezuela, aparte de la deriva totalitaria del régimen de Nicolás Maduro, muestran a las claras que la involución democrática en el campo “bolivariano” es un hecho. Por no hablar, de la epidemia reeleccionista que nos invade en todos los países dominados por la extrema izquierda, como son los casos de Bolivia, Ecuador, Nicaragua y Venezuela, y el desguace del Estado de Derecho en toda la zona, que ve como se derrumba la institucionalidad, se impide el libre mercado, se difumina la separación de poderes e incluso se restringe la libertad de prensa. Asistimos a una deriva totalitaria sin parangón en toda América Latina, mientras el mundo calla y los Estados Unidos, junto con la Europa de las luces y la razón, asienten. ¿Serán capaces de comprender la batalla que se está dando en esta parte del mundo? ¿Habrá alguien entendido los peligros letales que nos acechan? ¿Nos hemos quedado tan solos en esta parte del mundo? Y concluyo con una cita, una vez más, del genial y tan vigente Churchill:«¿Cómo podríamos soportar que nos trataran como escolares, cuando somos hombres adultos, que nos hicieran desfilar por decenas de miles, marchando y aclamando este eslogan o aquél, que filósofos, profesores y escritores fueran intimidados y obligados a trabajar hasta la muerte en campos de concentración, que nos obligaran en todo momento a ocultar el normal funcionamiento natural del intelecto humano y los latidos del corazón humano? Para no someternos a semejantes opresiones, seremos capaces de hacer cualquier cosa». Oscar Platero, con este impresionante libro en defensa de la la verdad y la libertad, ya lo está diciendo. Ya lo está haciendo. Leámoslo con detenimiento.

Ricardo Angoso García

Presidente del Foro Ideas para la Democracia Corresponsal de Cambio 16 en Colombia 13

Ricardo Angoso (1966, Salamanca) es sociólogo, analista internacional y periodista. Ha escrito, trabajado y colaborado, en los últimos años, para El Independiente, Diario 16, El Mundo, Fax Press, Colpisa, La Aventura de la Historia, Safe Democracy, Infomedio, Historia 16, Radio Francia Internacional, Radio Exterior de España, Ideas y Debate, Raíces e Historia y Vida. Durante mucho tiempo ha residido en el extranjero, siendo un buen conocedor de los Balcanes y habiendo pasado largas temporadas en Albania, Bosnia y Herzegovina, Hungría, Rumanía, Macedonia, Montenegro, Serbia y Turquía. Como observador electoral de la Organización para la Seguridad en Europa (OSCE) ha participado en numerosos procesos electorales en una decena de países. A su vez, ha sido profesor en la Universidad Nacional de Honduras y becario del Ministerio de Asuntos Exteriores español en Hungría, Rumanía y Turquía. También ha ganado varios premios literarios, entre los que destacan el Joven y Brillante, el Ciudad de Periana y el Ateneo de Jaén. En la actualidad, colabora en varios medios de comunicación, es Coordinador General de Diálogo Europeo y dirige la revista Lecturas para el Debate. Libros publicados:Europa a Debate, Las próximas guerras europeas y Rapsodia húngara sobre fondo rojo.

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Contenido Prólogo................................................................................................................................

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Conspiración marxista desde la iglesia católica.................................................................. 17 Resumen de algunas de las masacres efectuadas por los Frentes Guerrilleros del EGP........................................................................................................... 27 Algunas de las masacres cometidas por los Frentes Guerrilleros de la ORPA................... 35 La teología de la liberación................................................................................................. 48 Premio Nóbel otorgado a Rigoberta Menchú..................................................................... 69 Ricardo Falla Sánchez y Luis Gurriarán Sánchez............................................................... 84 Análisis efectuado por Ricardo Falla de la relación CPR/IGE/EGP/URNG...................... 92 La farsa del genocidio en Guatemala y sus otros actores................................................... 98 Crímenes de lesa humanidad y gemocidio. El caso de José Efraín Ríos Montt...................................................................................... 100 El final de los enfrentamientos armados internos en Latinoamérica y las guerras de Cuarta Generación.................................................................................... 116

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“La farsa del genocidio en Guatemala” “Conspiración marxista desde la Iglesia católica” ¡El mundo merece, conocer la verdad! Pocas veces en la historia de la humanidad se ha orquestado con tanta enjundia y bajeza una campaña de desinformación y mentiras, repetidas con tanta frecuencia y en forma tan sistemática que, ante la complacencia, contubernio, complicidad y financiamiento por parte de los países europeos y algunos sectores político-sociales estadounidenses han terminado por aparecer “como verdad”, ante los ojos de algunos sectores sociales guatemaltecos, regionales y mundiales, a quienes los marxistas denominan “masas”. Ya en la década de los años 30s del siglo XX, dos de los ideólogos del Partido Comunista Italiano, Palmiro Togliati y Antonio Gramsci, habían diseñado una estrategia de comunicación, convertida en una verdadera “arma sicopolítica” destinada a ser utilizada en la mente de las masas occidentales. Para lo cual los marxistas infiltrados mediante estas técnicas en todos los estamentos político-sociales e Instituciones del Estado, deberían enfocar su esfuerzo principal en adueñarse mediante el copamiento, de la voluntad e iniciativa de tres de los más importantes sectores: 1.

La religión (mediante obtener el control de sus principales congregaciones),

2.

La educación (mediante el copamiento de sus liderazgos gremiales) y,

3.

Los medios de comunicación (en donde los marxistas deberían hacerse del control de las “columnas de opinión y principalmente de la línea editorial”. La finalidad, consecuentemente, era incidir e inducir la opinión pública de cada país que estuviera dentro de sus objetivos, pero orientado principalmente hacia los países occidentales, posicionando temas tan específicos y favorables a sus objetivos como:

1.

La paz (orientándola hacia el pacifismo, que no se opusiera a sus planes expansionistas).

2.

El desarme (pero, lógicamente, de las naciones occidentales).

3. El feminismo (restando fuerza a la virilidad y patriotismo de los varones, que como tales deberían ser llamados a defender a sus naciones). 4.

La libertad de prensa (a ultranza, para desgastar a sus opositores, gubernamentales o no).

5.

La familia (pues los jóvenes deberían ser captados y cooptados, aun sin su conocimiento, abriendo brechas generacionales favorables a sus intenciones. Divide y vencerás era, pues la máxima a aplicar.

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6.

La tenencia de la tierra (sabedores los marxistas, que la demografía impediría la obtención de tierras para todos los campesinos ideologizados, y manipulados, pero se debería utilizar como un “catalizador político de masas”, creando agitación a su favor, como una estrategia que les permitiría el acceso al poder).

7. Otros. Favorables y aplicables a la coyuntura e idiosincrasia, en particular a la coyuntura política de cada país o región. A este perverso y siniestro (pero sencillo y estratégico) plan, se le denominaría en adelante “El triangulo de Gramsci”. Por lo extenso del tema sobre la sicopolítica, le daremos tratamiento más adelante con propiedad, por lo que nos dedicaremos a develar los fundamentos y alcances de la conspiración urdida para intentar posesionar, por parte de los marxistas, en la opinión pública nacional y mundial ¡La farsa del supuesto genocidio en Guatemala! Para comprender cómo se gestó esta trama, debemos recordar que las fuerzas terroristas del Ejército Guerrillero de los Pobres (EGP), la organización mayor y más sanguinaria de las que integrarían posteriormente la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca (URNG), seleccionaron como área de operaciones, el noroccidente de nuestro país, y alcanzaron su mayor desarrollo organizativo y militar precisamente en la región Ixil, en donde contaron, como veremos más adelante, con el abierto y decisivo apoyo brindado por curas marxistas extranjeros (españoles en su mayoría), quienes sirvieron en bandeja de plata a su feligresía, para lograr los resultados, que en sus países de origen jamás obtendrían, luego de la derrota sufrida por las fuerzas marxistas republicanas e internacionalistas durante la Guerra Civil española. Es por ello que para entender el porqué específicamente se utiliza burdamente esta región, para intentar justificar la tesis de un supuesto genocidio, debemos describir la importancia estratégica para sus fines anteriores y actuales, que los terroristas asignan a la misma. Y comprender con toda su crudeza, cómo se inició la campaña terrorista delineada para tomar el control de esta región y sus áreas circundantes, a partir de la Plenaria (Conferencia Guerrillera) efectuada por los integrantes de la Dirección Nacional (ampliada) a mediados del año 1974, y el posterior inició de ésta, mediante una cadena de asesinatos efectuados para imponer mediante el uso del terror su influencia y control. Se debe establecer que arrancaron con el asesinato del Comisionado Militar y dirigente cooperativista Guillermo Monzón, realizado por integrantes de las denominadas Fuerzas Irregulares Locales (FIL), especie de milicias armadas por los cabecillas del EGP, durante la mañana del 28 de mayo de 1975, en la comunidad La Cuchilla Xacbal, de la selvática región conocida como Ixcán. Luego de analizar el miedo infundido a los habitantes de la región después del hecho, días más tarde, el 7 de junio, asesinaron al finquero Luis Arenas Barrera, más conocido por los vecinos como “El Tigre de Ixcán”, en el casco de su finca “La Perla”, crimen ejecutado ante los ojos de sus empleados; este asesinato fue utilizado por los terroristas, para dar a conocer públicamente a la nueva organización terrorista que operaba en el Ixcán desde el año 1972. 18

A partir de ese momento como parte de su estrategia de “Guerra popular revolucionaria” (GPR), el EGP declaró como “Objetivos militares” (sujetos o enlistados para ser asesinados) a los Comisionados Militares (ejecutando sumaria y cobardemente a más de 20 de ellos en la región, en los primeros años de lucha terrorista), con el claro objetivo de destruir el poder local y desaparecer de escena a las autoridades indígenas, para poder entonces substituirlas por quienes ellos nombraran, miembros de su organización, e instituir o suplantar el poder local tradicional, por el “Poder local Revolucionario”. Como parte de la misma estrategia, el EGP deseaba lograr varios objetivos paralelos: 1.

Generar a su favor una base social masiva dentro de la población, principalmente la indígena, mediante la aplicación del terror resultante del asesinato de los líderes tradicionales.

2.

Enfrentar con sus huestes al Ejercito de Guatemala, e intentar “expulsarlo de la región” (Ixil, principalmente), haciéndolo chocar irresponsablemente en contra de las estructuras de población armada, organizada por ellos con el nombre de Fuerza Irregular Local (FIL).

3.

Controlar totalmente la infraestructura productiva y funcional de la región.

4.

Destruir a la autoridad local representativa del Estado y ancestral, substituyéndola por la propia, para de esta manera tomar el control del campesinado indígena, como parte de lo delineado en el “Documento de marzo del 67”.

5.

Para lograr sus objetivos, las fuerzas guerrilleras se valieron de: el asesinato de los líderes locales y religiosos ancestrales, la destrucción y posterior quema de los edificios municipales y de las instituciones del Estado, que brindaban servicios a los habitantes de la región; la destrucción de la mayor parte de la infraestructura vial (puentes, torres y estaciones de conducción eléctrica, oficinas de correos y telégrafos, etc.); predios de vehículos estatales, tales como los de la Dirección General de Caminos; quema de gasolineras y estaciones de servicio; destrucción y quema de unidades de transporte extraurbano, etc. Acciones ejecutadas en cientos de oportunidades, principalmente entre los años 1978 a 1981. Mientras desarrollaban esta campaña terrorista, las estructuras de base social de la organización crecía en base al terror y la imposición, ante la carencia de presencia del Estado, y estaban constituidas inicialmente por dos tipos de agrupaciones, nacidas como forma de organización terrorista, en el lejano Vietnam, en donde cuadros de la guerrilla comunista, el “Vietcong” habían entrenado a algunos cabecillas del EGP. Siendo estos:

1.

Los Comités Clandestinos Locales (CCL): que constituían “los cuadros políticos locales de la guerrilla” y orientaban (ordenaban) a la masa de la población organizada, sobre las “misiones Revolucionarias” a cumplir. Constituían el enlace entre las Fuerzas Guerrilleras permanentes (o Unidades Militares Permanentes UMP), y la población organizada por la guerrilla. Los CCL estaban integrados normalmente por cuatro personas, todos líderes locales impuestos por la guerrilla. Éstos organizaban a la población, la 19

entrenaban militarmente, y seleccionaban a los mejores en el entrenamiento y capacitación política, para integrarse a las fuerzas irregulares locales (FIL), grupos de población armada que apoyaban a las fuerzas permanentes (UMP) en la realización de acciones militares en contra de las fuerzas de Ejército. Como parte de la estrategia diseñada para dar profundidad a la organización, se orientó de tal manera que: varios CCL constituían un “Distrito guerrillero”, a su vez, varios distritos guerrilleros, constituían una “Región guerrillera”, y varias regiones guerrilleras constituían un “Frente guerrillero”. Basado en esta organización de tipo vietnamita, el EGP llegó a tener en su época de mayor fuerza siete frentes guerrilleros. Los miembros de los CCL destruyeron en la región Ixil a casi toda la autoridad local y a la jerarquía tradicional y ancestral indígena, terrible hecho que ocultan deliberadamente quienes pretenden vengar su derrota mediante la farsa del supuesto genocidio. 2.

Las Fuerzas Irregulares Locales (FIL): fueron estructuras constituidas por campesinos quienes durante el día trabajaban su tierra, permaneciendo dentro de los linderos de su Comunidad (palabra derivada del famoso “Común” indígena) pero contaban con diverso tipo de armamento “embuzonado” (enterrado o escondido en los famosos “tatúes”).

Todosanteros en armas. fotografía publicada por el EGP (colección CIRMA). Integrantes de las FIL del área de Huehuetenango posan con el armamento proporcionado por los terroristas del EGP. Nótese las subametralladoras UZI, carabinas M-1 y otras armas.

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Niños con armas de madera que la guerrilla usaba para entrenar combatientes (colección CIRMA). En la fotografía tomada de la “Colección CIRMA”, se pueden apreciar fotografías de los archivos del EGP en donde ellos mismos confirman la constante utilización de niños para acciones armadas. Inicialmente los entrenaban con armas de madera, mientras los “mentalizaban”. ¿Qué dirán al respecto los “Defensores de los derechos humanos y de la niñez, de la Naciones Unidas y Países amigos”?

Siguiendo a pie juntillas la doctrina vietnamita, habían calcado su organización, basándola como ya quedó indicado, de la de las guerrillas marxistas del Vietcong. Por lo tanto la concepción de guerra político militar cobraba inusitada importancia al imitar la forma en que éste estaba estructurado. Por lo tanto, las FIL permanecían bajo el mando de los CCL, efectuando diferentes “tareas revolucionarias”, tales como: colocar y preparar trampas construidas con estacas de madera o bambú, enclavadas en fosos abiertos a la orilla de los caminos; trampas explosivas del tipo quita pie, y saltarinas, utilizadas profusamente en Vietnam en contra de los soldados gringos; trampas cazabobos de alivio de presión (para que los soldados tropezaran con ellas y de esta manera activaran el tiempo de retardo de la espoleta utilizada). Efectuaban tam21

bién, constantes servicios de posta (vigilancia), en las proximidades o rutas de aproximación hacia los campamentos de la fuerza regular (UMP), siendo entrenadas de igual manera por los responsables o mandos políticos militares, en tácticas de emboscadas, hostigamientos y rápidos ataques en contra de patrullas militares en marcha o temporalmente detenidas. Con la finalidad de desgastarlas emocionalmente y retrasar su avance en las áreas en donde operaban los frentes guerrilleros; sumándose constantemente a la Fuerza Guerrillera Permanente (FGP), unidades distritales y regionales que apoyaban a las UMP de cada frente terrorista, para efectuar acciones denominadas de “Guerra Amplias” (ataques de mayor envergadura contra destacamentos y unidades militares, toma de poblaciones en acciones de Propaganda armada, además de acciones de sabotaje y destrucción de infraestructura estatal, además de ser las encargadas regularmente, de efectuar los asesinatos que dispusieran los CCL. Y mandos del la Dirección de Frente. Constituían por lo tanto, “Fuerzas auxiliares” y de apoyo a las UMP de cada frente guerrillero.

Un pelotón de Fuerza Regular (UMP), del frente guerrillero “Ho Chi Minh” (se puede notar con el nombre impuesto, el grado de influencia de los marxistas vietnamitas, sobre los terroristas del EGP). La diversidad de armamento, fusiles alemanes G-3, fusiles belgas FAL, subametralladoras israelíes UZI, subametralladoras gringas Thompson, carabinas gringas M-1, y fusiles Galil (robados a los soldados asesinados), representan un mayor volumen de fuego que el de las FIL. Fue tomada durante la conformación de la “Compañía 19 de Enero”, durante el año 1980.

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Una patrulla guerrillera (UMP) se mueve en la selva de Ixcán. Nótese su mejor entrenamiento y armamento proporcionado por los cubanos y vietnamitas.

Algunos de los lectores se preguntarán, ¿Qué tiene que ver con el tema del supuesto genocidio esta información? Pues bien, nos ayudará a “dimensionar” el grado de amenaza que enfrentó el Estado de Guatemala en su momento más álgido, pues ya para el año 1980 los frentes terroristas sólo del EGP (sin incluir a las otras tres organizaciones terroristas) habían alcanzado un altísimo nivel de organización, al contar con el descarado apoyo e intervención de los curas marxistas involucrados (Maryknoll, Jesuitas, Misioneros del Sagrado Corazón, etc.). Estos curas extranjeros en su mayoría y con muchos españoles a su vez, a través del programa de “Acción católica” habían armado un entramado perfectamente diseñado por militantes de la Teología de la Liberación, tales como Javier Gurriarán (Párroco de Santa María Nebaj), Marcelino García (Párroco de San Juan Cotzal, quien años más tarde sería nombrado como Superior de la Orden Jesuita para Centro América), y Manuel Antonio González (Párroco de San Gaspar Chajul); obteniendo con su intervención y adoctrinamiento marxista, un amplio dominio sobre las principales comunidades del denominado “Triangulo Ixil” (Guatemala, El Silencio del Gallo, escrito por Luis Guarriarán). 23

Fotografía de otra UMP del frente “Ho Chi Minh”, correspondiente al año 1987. Puede apreciarse el uso de equipo norteamericano (fundas, arneses, cantimploras, porta tolvas, etc.). Además de fusiles gringos M-16 A-1, lanza cohetes RPG-2 y los nuevos fusiles AK-47 aún en pequeñas cantidades, que se masificarían posteriormente.

Fotografía tomada a Luis Gurriarán, cura marxista español, misionero de la Orden del Sagrado Corazón, quien preparó las bases de apoyo iniciales y la logística en varias aldeas del Ixcán, para recibir a la patrulla guerrillera de la Nueva Organización Revolucionaria de Combate (NORC), convertida posteriormente en EGP. Como se puede apreciar, la manipulación de indígenas especialmente de los más jóvenes, fue una estrategia montada desde la plataforma diseñada por el ala izquierda de la Iglesia católica, a través del programa de Acción católica, y sus “Comunidades de Base”.

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Todo este esfuerzo de involucramiento religioso era coordinado desde las Cooperativas de Santa María Tzejá, Rubelolom, Santo Tomás, etc. Poblaciones que, en la práctica, fueron las primeras bases de apoyo del EGP, en el área de la tierra caliente del departamento del Quiché (Ixcán). Los religiosos marxistas se encargaron de esta manera, de desarrollar una estrategia de captación y posteriormente reclutamiento para la organización. Esta estrategia, basada en la teoría y praxis de la denominada “Iglesia de los Pobres”, oscilaba en sus procedimientos para lograr acrecentar su influencia, desde visitas y reuniones de adoctrinamiento constante y sistemático hasta asesinatos, para implantar el terror a quienes se negaban a incorporarse a la guerrilla. Uno de los primeros casos fatídicos, fue el del dirigente cooperativista Andrés Ixcoy, quien fue cobardemente asesinado frente a su familia en el año 1979, con la complicidad y silente apoyo de Luis Gurriarán y de otro cura marxista (jesuita) Ricardo Falla Sánchez, Coordinador de Acción Católica a nivel de la república. Estos dos curas ideólogos dirigieron, de esta manera, los pasos iniciales en el EGP, de una red conspirativa que comprometió en su momento a más de 100 curas y monjas de diferentes órdenes religiosas, actuando para esta organización terrorista.

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El cura terrorista Luis Gurriarán, seudónimo “Julio”, recibe de manos del cura gringo de la orden Benedictina, Thomas Morrison, una avioneta Cessna 185, nueva, que fue empleada para los fines del EGP, conservando como “pantalla” y cobertura la matricula gringa y el logo de “Wings of Hope”, en las alas y las puertas de la aeronave. ¿Desconocimiento o complicidad de los curas gringos?

Otro de los curas marxistas, convertidos en terroristas del EGP, fue Fernando Hoyos Rodríguez, seudónimo “Comandante Carlos”. Surgido luego de su llegada a Guatemala, del “Centro de Investigación y Acción Social” (CIAS), organismo de fachada de algunos de los jesuitas comprometidos con la Teología de la Liberación, autodefinidos como “científicos sociales”. Esta comunidad marxista, tenía su sede en la zona 5 de la ciudad capital. En esta base de adoctrinamiento, funcionaron como instructores e ideólogos, marxistas de pura cepa como Ricardo Falla Sánchez (actualmente creando agitación desde su sede en Santa María Chiquimula, Totonicapán), Severo Martínez Peláez (autor de La patria del Criollo), Juan Hernández Pico, Carlos Cabarrús y César Jerez, entre otros. En la fotografía Fernando Hoyos posa como Comandante del Frente Guerrillero Ho Chi Minh, con un fusil Galil ARM, robado a soldados asesinados en cobardes emboscadas. ¿Qué pueden decir la curia y la ODHAG, al respecto?

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Para contextualizar los resultados de la campaña de terror desarrollada por las unidades guerrilleras, así como la permanente y sistemática manipulación de las masas campesinas indígenas realizada por los curas marxistas en los departamentos de Huehuetenango y Quiché (inicialmente), luego irradiada a todo el altiplano occidental, debemos indicar que la información disponible, más los análisis de inteligencia de la época, indican que para el año 1981, solo esta organización terrorista (la mayor de las cuatro organizaciones que atacaban al Estado y sus instituciones) contaba con aproximadamente 2,000 combatientes como fuerza regular, 60,000 integrantes de las fuerzas irregulares locales FIL (esperando las armas que enviarían Cuba y la Nicaragua sandinista, descritas en el Documento de Manolo (Gustavo Adolfo Meoño Brenner, quien actualmente es el encargado de “manipular” los archivos de la extinta Policía Nacional (PN), para ser usados en contra de nuestros compañeros detenidos presos políticos) y 250,000 militantes de base organizados; en espera de la planificada, ansiada y nunca realizada Insurrección, que complementaría su ofensiva final. En contra de nuestro Ejército Nacional, integrado en esas fechas por solo 14,500 hombres, más fuerzas policiales estimadas en 5,000 hombres (mal equipadas y peor entrenadas). Estos resultados organizativos de las fuerzas terroristas no se hubieran concretado, si no hubiera sido por la falta de presencia, previsión, y acción del Estado como tal, en la mayor parte de las áreas rurales de nuestro país, pero principalmente en el altiplano occidental, lugar seleccionado por los cabecillas terroristas, y los curas marxistas, venidos en su mayor parte de España luego de su derrota y la de los internacionalistas, ante las fuerzas nacionalistas encabezadas por el generalísimo Francisco Franco Bahamonde. Además jugaría un papel primordial, la política de terror impuesta por la guerrilla a los pueblos indígenas. Ya para los inicios del año 1981, todas las poblaciones y comunidades del altiplano occidental fueron obligadas a substituir “nuestra bandera nacional, azul y blanco”, por la bandera roja con la esfigie del “Che Guevara”, que en adelante las identificaría como territorio guerrillero, bajo control del EGP. No acatar esta orden y negarse a sumarse al movimiento terrorista, significó la comisión de muchas masacres realizadas en contra de población civil desarmada. Campaña terrorista ejecutada por las fuerzas guerrilleras, de las cuales enlistamos algunas, como constancia histórica:

Resumen de algunas de las masacres efectuadas por los frentes guerrilleros del EGP 1.

Aldea Coyá, San Miguel Acatán, Huehuetenango. Año 1976.

2.

Aldea Santa Avelina, San Juan Cotzal, Quiché. Año 1979.

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3.

Municipio de Chiché, Quiché. 29/4/79.

4.

Caserío Juil, Chajul, Quiché. 18 de septiembre de 1979.

5.

Aldea Pulay, Nebaj, Quiché. 24 de septiembre de 1979.

6.

Aldea Chenicham, San Miguel Acatán, Huehuetenango. 2 Ayudantes de Comisionados Militares y cuatro hijos menores fueron secuestrados, torturados y asesinados por negarse a colaborar con los terroristas. 29/9/79.

7.

Caserío Santa Clara Chel, Quiché. Enero 20 de 1980.

8.

Aldea Chel, Chajul. Quiché. 22/1/80.

9.

Caserío Juá, Chajul. Quiché. 23/1/80.

10. Aldea Chichipate, El Estor, Izabal. 23/1/80. 11. Aldea Xemal. Nebaj, Quiché. Masacre posterior a una emboscada en contra de personal militar de la Zona Militar Aguilar Santa María, de Jutiapa, que se encontraban destacados en Nebaj. Soldados fueron heridos y mutilados vivos. Luego fueron asesinados varios Comisionados Militares y alcaldes auxiliares. 20/2/80. Responsable UMP, del FGHCM. Comandada por (s) Lacho. 12. Aldea Chelulultzé, Nebaj, Quiché. 22/2/80. 13. Caserío Cocob, Nebaj, Quiché. 23/2/80. 14. Aldea Pulay, Nebaj, Quiché. 28/2/80. 15. Caserío Pexlá, Nebaj, Quiché. 28/2/80. 16. Municipio Nebaj, Quiché. 1/3/80. 17. Finca Covadonga, Nebaj, Quiché. 12/3/80. 18. Aldea Ixlaj, Chajul, Quiché. 24/3/80. 19. Aldea Río Blanco, Sacapulas, Quiché. 24/4/80. 20. Aldea Las Majadas, Aguacatán, Huehuetenango. 28/4/80. 21. Municipio Chajul, Quiché. 17/5/80. Asesinados 3 Comisionados Militares y 8 familiares. 22. Aldea Chupol, Chichicastenango, Quiché. 28/6/80. 23. Finca Chamul, San Juan Cotzal, Quiché. 29/6/80. 24. Caserío Chichabracán, Santa Cruz del Quiché. 14/7/80. 25. Aldea Potrero Viejo, Zacualpa, Quiché. Julio 1980.

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26. Municipio de San Miguel Acatán, Huehuetenango, 24/8/80. 27. Aldea Sactá, Municipio Cahabón, A.V. 28/9/80. 28. Aldea Chajbelém, Cahabón A.V. 29/9/80. 29. Finca El Petate, Cobán A.V. 14/10/80. 30. Finca El Faisán, Cobán. A. V. 18/10/80. 31. Finca Santa Inés Chicar, San Cristóbal, A.V. 22/10/80. 32. Aldea Cataljí, San Cristóbal, A.V. 2/11/80. 33. Aldea San Isidro, San Cristóbal, A.V. 2/11/80. 34. Caserío Sanimtajac, San Cristóbal, A.V. 30/11/80. 35. Aldea Semuy, San Pedro Carchá, A.V. Masacre dirigida por (s) Capitán Gil, del FGMAYS. 5/12/80. 36. Aldea Setoc, Carchá, A.V. 7/12/80. 37. Aldea Yalijux, Cahabón. A.V. 16/12/80. 38. Aldea Patzaj, San Martín Jilotepeque, Chimaltenango. 26/12/80. 39. Aldea Sibaná, Chajul, Quiché. 26/12/80. 40. Aldea Chicuá, Chichicastenango, Quiché. 26/12/80. 41. Caserío Cucabaj, Santa Cruz del Quiché. 26/12/80. 42. Aldea Coyegual. Santa Ana Huista. Huehuetenango. 27/12/80. 43. Caserío El Carmen, Zacualpa, Quiché. 29/12/80. 44. Aldea Batzul, Chajul, Quiché. 19/1/81, 45. Aldea Santa Marta, Chajul, Quiché. 19/1/81. 46. Aladea Catarina Vieja, Jacaltenango, Huehuetenango. 20/1/81. 47. Aldea Buena Vista, Santa Ana Huista, Quiché. 22/1/81. 48. Finca San Francisco, San Juan Cotzal, Quiché, Enero 1981. 49. Aldea Magdalena, Sacapulas, Quiché. 10/2/81. 50. Aldea Lajcholaj, San Antonio Huista, Huehuetenango. 11/2/81. 51. Aldea Calanté, Quiché, 15/2/81. 52. Aldea Chituj, Quiché, 15/2/81. 53. Finca Chaculá, Nentón, Huehuetenango, 3/3/81. 29

54. Aldea Santa Avelina, San Juan Cotzal. 18/3/81. 55. Aldea El Carmen Chitatul, Santa Cruz del Quiché.12/4/81. 56. Aldea Llano Grande, Sacapulas, Quiché, 15/4/81. 57. Aldea Chajixay, San Juan Cotzal, Quiché. 22/4/81. 58. Aldea Chinamaquim, San Juan Cotzal, Quiché. 22/4/81. 59. Caserío Saraguate, Uspantán, Quiché. 24/4/81. 60. Municipio de Nentón, Huehuetenango. Mayo/81. 61. Aldea Batzul, Quiché, 13/5/81. 62. Aldea Xoxlac Buena Vista, Santa Cruz Barillas, Huehuetenango. Varios Comisionados Militares y alcaldes auxiliares fueron asesinados, frente a sus familias. 10/5/81. 63. Aldea Chichel, San Juan Cotzal, Quiché, 18/5/81. 64. Aldea Bastalchil, Quiché, 2/6/81. 65. Municipio de Ixcán Grande, 2/6/81. 66. Aldea Salac, Cahabón, A.V. 13/6/81. 67. Aldea Setsacpec, Cahabón, A.V. 13/6/81. 68. Aldea Ixcán Chiquito, Municipio de Ixcán, Quiché. 8/6/81. 69. Municipio de San Cristóbal Verapaz, Cobán, 8/6/81. 70. Aldea Sacaj, San Andrés Sajcabajá, Quiché, 9/6/81. 71. Aldea Las Pacayas, San Cristóbal Verapaz, Cobán, 11/6/81. 72. Aldea Ilom, Quiché, 14/6/81. 73. Finca El Carmen, Huehuetenango 16/3/81. 74. Aldea Xoxlac Buena Vista, Santa Cruz Barillas, Huehuetenango. 30/6/81. 75. Municipio de San Pedro Jocopilas, Quiché. 1/7/81. 76. Aldea Sawachil, Chisec, Quiché. 30/7/81. 77. Aldea La Estancia, Santa Cruz del Quiché. 14 de agosto 1981. 78. Municipio de Ixtahuacán, Huehuetenango, agosto de 1981. 79. Aldea Panacal, Rabinal, Baja Verapaz. 20/9/81. 80. Aldea Tzununul, Sacapulas, Quiché. 26/9/81. 81. Aldea El Pinal, Uspantán, Quiché. 28/9/81. 30

82. Aldea Patzité, Santa Cruz del Quiché. Septiembre de 1981. 83. Aldea Bicalamá, Nebaj, Quiché. Octubre de 1981. 84. Aldea Chuatuj, Nebaj, Quiché. 20 de octubre de 1981. 85. Aldea Jolomhuitz, San Juan Ixcoy, Huehuetenango. 21/10/81. 86. Aldea Najtilabaj, San Cristóbal Verapaz, A.V. 30/10/81. 87. Aldea Chirrisquiché; San Cristóbal Verapaz, A.V. 30/10/81. 88. Municipio de San Miguel Ixtahuacán, Huehuetenango. Cometidos sistemática y colectivamente en contra de indígenas Mames en octubre y noviembre del 81. 89. Municipio de Tecpán, Chimaltenango. 16/11/81. 90. Cantón Chuacruz, Municipio de Sololá. 17/11/81. 91. Municipio de Santa Lucía La Reforma, Totonicapán. 21/11/81. 92. Municipio de San Miguel Acatán. Huehuetenango. Diciembre 1981. 93. Aldea Bicalamá, Nebaj, Quiché. Diciembre 1981. En contra de ex miembros Ixiles del EGP. 94. Aldea Santa Marta, Nebaj, Quiché. Año 1981. 95. Aldea Xesic, Santa Cruz del Quiché. Año 1981. 96. Municipio de Santa María Nebaj, durante el mes de diciembre del 81, 15 colaboradores del Ejército fueron asesinados sistemáticamente, por las FIL/EGP. (Ref. STOLL Entre dos Fuegos). 97. Aldea La Mesilla, La Democracia, Huehuetenango, 26/12/81. 98. Municipio de Santa Eulalia, Huehuetenango, el·3 de enero de 1982, terroristas del Frente Guerrillero Ernesto Guevara, tomaron la población e incendiaron la municipalidad, asesinaron a 4 guardias de seguridad que se encontraban de servicio. 99. Municipio de San Miguel Ixtahuacán, Huehuetenango. 4/1/82. Fue tomado por asalto, destruida la municipalidad y la oficina de telégrafos, asesinando los terroristas al telegrafista de turno y a 4 guardias de seguridad. 100. Parcelamiento La Libertad, Municipio La Gomera, Escuintla, 12/1/82. 101. Finca La Estrella Polar, Chajul, Quiché, Enero 82. 102. Aldea Bisichum, Chajul, Quiché, Enero 82. 103. Municipio de Chiantla, Huehuetenango, 4 de febrero de 1982. Fue tomada la población por terroristas del Frente Guerrillero Ho Chi Minh, destruyeron la Municipalidad y ase31

sinaron a 4 guardias de seguridad que se encontraban de servicio. 104. Municipio de Santa Cruz Barillas, 7 de marzo de 1982. Durante una toma de carreteras efectuada en la ruta que desde la aldea El Quetzal conduce hacia dicho municipio, los terroristas obligaron a pasajeros de buses y vecinos, a cavar zanjas y construir barricadas, esperando la llegada del Ejército. Mientras tanto, asesinaron a 2 Policías Nacionales y a 8 colaboradores civiles del Ejército, retirándose posteriormente. 105. Paraje Cajixay, San Juan Cotzal, Quiché. 18/2/82. 106. Municipio de Chisec. Alta Verapaz. 28/2/82. 107. Paraje San Miguel Sechochoch, Chisec, Alta Verapaz. Marzo 1982. 108. Paraje Chiché. Municipio Chiché, Quiché. 22/3/82. 109. Aldea La Taña, Municipio Uspantán, Quiché. Marzo 1982. 110. Municipio de San Rafael La Independencia, Huehuetenango, 16/3/82. 111. Aldea San Miguel, Municipio Chisec, Alta Verapaz. Abril 1982. 112. Municipio de Santa Eulalia, Huehuetenango, 5 de abril de 1982. Terroristas ocuparon la población y quemaron dos buses de transporte extraurbano, asesinando a sus conductores, ayudantes y 3 agentes de la Policía Nacional). 113. Comunidad Los Cerritos Segundo Centro, Chiché, Quiché. 10/4/82. 114. Aldea Llano Grande, Sacapulas-Quiché; 10/4/82. 115. Cantón Chorecales, Santa Cruz del Quiché. 15/4/82. 116. Cabecera municipal de Huehuetenango: 24 de abril de 1982. En horas de la madrugada un grupo de terroristas del grupo de Comandos del EGP, bajo el mando de Camilo se movilizaron desde el FACS (Frente guerrillero Augusto César Sandino) y efectuaron una “acción de distracción”, para aliviar presión sobre los otros frentes guerrilleros. Destruyendo bodegas de café y una gasolinera (Texaco), ubicada en la entrada del municipio. Asesinaron y robaron sus armas a 6 guardias de seguridad, que custodiaban ambas instalaciones, retirándose con rumbo a la capital. 117. Aldea Xemal, Colotenango, Huehuetenango (25 de abril de 1982). el grupo de Comandos del FACS tomó por asalto el campamento de la Zona Vial de Caminos, incendió gran cantidad de maquinaria que efectuaba mantenimiento de caminos vecinales, y asesinó a 5 guardias de seguridad, empleados de la misma, y se retiro con rumbo a la capital. 118. Municipio de San Antonio Ilotenango, Quiché. 2/5/82. 119. Aldea Xeputul, Nebaj, Quiché. 7/5/82. Asesinato de 18 patrulleros civiles, 12 de ellos en la aldea y 6 más que fueron víctimas de “desaparición forzada/secuestro”. 32

120. Aldea Chamuxu, Municipio de la Democracia, Huehuetenango. 9/5/82. 121. Aldea Salacuim, Ixcán, Alta Verapaz, 10/5/82. 122. Aldea Batzul, Chajul, Quiché, Mayo 1982. 123. Aldea Najtilabaj, San Cristóbal Verapaz, Alta Verapaz, 14/5/82. 124. Cantón Semeja ll, Chichicastenango, Quiché, 15/5/82. 125. Caserío Chemiché, Colotenango, Huehuetenango. 15/5/82. 126. Cantón Saquiá, Chichicastenango, Quiché, 19/5/82. 127. Aldea Chichel. San Juan Cotzal. Mayo 1982. 128. Municipio de San Juan Cotzal. Asesinato de 13 patrulleros civiles bajados a la fuerza de un bus extraurbano, hecho cometido el 6/6/82. 129. Aldea Nueva Libertad Chancolín, Santa Cruz Barillas, Huehuetenango. 7 de Junio 82. 130. Aldea Chacalté, Chajul, Quiché. 120 ixiles asesinados, el 12/6/82. 131. Aldea Sebep, San Mateo Ixtatán, Huehuetenango. 15/7/ 82. 132. Aldea Ixquisis, San Mateo Ixtatán, Huehuetenango. 22 /7 /82. 133. Aldea Chex, Aguacatán, Huehuetenango. 27 de julio 82. 134. Aldea Santa Rosa, Nentón, Huehuetenango. 30 de julio 82. 135. Aldea Patalcal, San Mateo Ixtatán, Huehuetenango, agosto/82. 136. Municipio de Santa Cruz Barillas, Huehuetenango. 7 y 8 de agosto 1982. 137. Aldea Pajuil País, Aguacatán, Huehuetenango. 26 de agosto 82. 138. Aldea El Quetzal, Santa Cruz Barillas, Huehuetenango. 28 de Agosto 1982, 139. Aldea Bipulay, Nebaj, Quiché. Agosto 82. 140. Aldea Xecox, Nebaj, Quiché. Agosto 82. 141. Aldea Papumay, Municipio San Juan Comalapa, Chimaltenango. Agosto 1982. 142. Aldea Xenimaquín, San Juan Comalapa, Chimaltenango. Agosto 1982. 143. Aldea Varituc, Municipio San Martín Jilotepeque, Chimaltenango. 30/8/82. 144. Aldea Varituc Segundo, San Martín Jilotepeque, Chimaltenango. Agosto 1982. 145. Aldea Salinas Magdalena, Municipio Sacapulas, Quiché. Agosto 1982. 146. Aldea El Quetzal, Municipio de Nentón, Huehuetenango. 25/8/82. 147. Aldea La Nueva Comunidad, Chajul, Quiché. Septiembre 1982. 33

148. Aldea Lancetillo, Municipio Uspantán Quiché. Septiembre 1982. 149. Aldea Chisis, San Juan Cotzal, Quiché. Septiembre 82. 150. Aldea Chitás, Municipio Chicamán, Quiché. 25/10/82. 151. Aldea El Rosario Monte María, Chicamán, Quiché. Octubre 1982. 152. Aldea Salquil, Nebaj, Quiché. 19 de noviembre de 1982. 153. Cantón Salquilito, Nebaj, Quiché. 20 noviembre 1982. 154. Aldea Xacbal, Playa Grande, Quiché. Diciembre 1982. 155. Aldea Chuacamán, Santa Cruz del Quiché. Diciembre 1982. 156. Aldea El Carmen Chitatul, Santa Cruz del Quiché. Diciembre 1982. 157. Aldea La Plazuela, San Martín Jilotepeque, Chimaltenango. Diciembre 1982. 158. Aldea Pichiquil, Aguacatán, Huehuetenango. 1 de marzo de 1983. 159. Aldea Ojo de Agua, Santa Ana Huista, Huehuetenango. 6 de marzo 1983. 160. Aldea Santiago Ixcán, Playa Grande, Quiché. Mayo 1983. 161. Aldea Tiomac, San Juan Cotzal, Quiché. Mayo 1983. 162. Aldea Chiacal, San Cristóbal Verapaz, Alta Verapaz. Mayo 1983. 163. Cantón Chijtinimit, Chichicastenango, Quiché. Julio 1983. 164. Aldea Xoloché, Nebaj, Quiché. Julio 1983. 165. Aldea Tzalbal, Nebaj, Quiché. Julio 1983. 166. Aldea Agua Dulce, Municipio Cuilco, Huehuetenango. 26 de julio 1983. 167. Cantón Xeabaj, Municipio Joyabaj, Quiché. 28 de julio de 1983. 168. Aldea Santa María, Chisec, Alta Verapaz. 29 de julio de 1983. 169. Campamento de refugiados Matzan, Chiapas, México. 30 de julio de 1983. Varios campesinos Qanjobales y un periodista, fueron hacia ese campamento de refugiados para aconsejar a sus parientes y amigos que volvieran a Guatemala a amnistiarse. Y fueron asesinados por orden de la DN del EGP. 170. Aldea Choyomché, municipio Chiché, El Quiché. Marzo 1984. 171. Aldea Chuaxán, Chiché, Quiché. Mayo 1984. 172. Aldea Pacoc, Municipio Zacualpa, Quiché. 3/5/84. 173. Aldea Biquisichum, Chajul Quiché. Mayo 1984.

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174. Aldea Xacbal, Playa Grande, Quiché. Mayo 1984. 175. Aldea Chacalté, Chajul, Quiché. Febrero 1985. (Cinco asesinados cerca de la aldea) 176. Aldea Xeucalbitz, Nebaj, Quiché. Abril 1985. 177. Alea Sumal, Nebaj, Quiché. Abril 1985. Los terroristas asesinaron a 18 campesinos retenidos, que se entregarían al Ejército. 178. Aldea Tululché, municipio de Chiché, Quiché. Mayo 1985. Existe un listado en proceso de comprobación, que eleva esta cantidad hasta un total aproximado a las 200 masacres. Nota: La casi totalidad de estas masacres cometidas por el EGP, cuyo número aún está incompleto, fueron ignoradas “deliberadamente” por La Comisión para el Esclarecimiento Histórico (CEH), de las Naciones Unidas, debido al sesgo ideológico de quienes la integraron; y por supuesto, por el Proyecto de Recuperación de la Memoria Histórica (Remhi), criatura perversa, orientada por el obispo Juan Gerardi Conedera, y su grupo marxista, enquistado en la Oficina de Derechos Humanos del Arzobispado (ODHAG). Además, como aporte al verdadero esclarecimiento histórico, se enlistan las masacres cometidas por la autodenominada Organización del Pueblo en Armas (ORPA), a las cuales se sumarán en fecha próxima, las realizadas por las otras dos organizaciones terroristas, las Fuerzas Armadas Rebeldes (FAR), y el Partido Comunista guatemalteco (PGT).

Algunas de las masacres cometidas por los frentes guerrilleros de la ORPA 1.

Enero 1981: Parcelamiento Palmira, Colomba, Quetzaltenango.

2.

Enero 1981: Aldea Tibuj, Tajumulco, San Marcos.

3.

Enero 1981: Aldea Totaná, Tajumulco, San Marcos.

4.

7 de enero de 1981: Aldea San Isidro Chacayá, Santiago Atitlán, Sololá.

5.

22 de febrero de 1981: Aldea Labor de Falla, Chimaltenango, Chimaltenango.

6.

Junio 1981: Aldea Bullaj, Tajumulco, San Marcos.

7.

Diciembre 1981: Aldea Las Delicias Tejutla, San Marcos.

8.

17 de diciembre de 1981: Aldea Chuacruz Pujujil Sololá, Sololá.

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9.

15 de diciembre de 1981: Municipio de Sololá, Sololá.

10. ¿? Aldea La Victoria, Ostuncalco, Quetzaltenango. 11. 1981: El Tumbador, El Tumbador, San Marcos. 12. 1981: Aldea El Retiro, El Tumbador, San Marcos. 13. 1981: Aldea Totaná, Tajumulco, San Marcos. 14. 22 de febrero de 1982: Aldea El Adelanto Pujujil, Sololá, Sololá. 15. 23 de marzo de 1982: Aldea La Igualdad, San Pablo, San Marcos. 16. 21 de abril de 1982: Aldea Xolhuitz, Tajumulco, San Marcos. 17. 3 de abril de 1982: Aldea Chuacruz Pujujil, Sololá, Sololá. 18. 2 de abril de 1982: Aldea El Adelanto Pujujil, Concepción, Sololá. 19. 4 de abril de 1982: Aldea El Adelanto Pujujil, Concepción, Sololá. 20. 15 de abril de 1982: Aldea El Adelanto Pujujil, Concepción, Sololá. 21. 28 de junio de 1982: Aldea Pujujilito Patzutzún, Concepción, Sololá. 22. 28 de junio de 1982: Aldea Pachuchabaj, Concepción, Sololá. 23. 28 de junio de 1982: Caserío El Triunfo Pujujil, Sololá. 24. 18 de agosto de 1982: Caserío San Bernardino, San Miguel Pochuta, Chimaltenango. 25. 7 de agosto de 1982: Aldea Las Trampas, Sololá, Sololá. 26. 12 de septiembre de 1982: Aldea Xecoxol, Tecpán, Chimaltenango. 27. 29 de septiembre de 1982: Aldea Xepac, Tecpán Chimaltenango. 28. Octubre de 1982: Aldea San Diego Chimachoy, San Andrés Itzapa, Chimaltenango. 29. 15 de diciembre de 1982: Aldea El Cajón, Cuilco, Huehuetenango. 30. 1982: Aldea Tibuj San Pablo, San Marcos. 31. 1982: Aldea San Pedro Petz, Sacatepéquez, San Marcos. 32. 1982: Aldea Sacuchúm, San Pedro Sacatepéquez, San Marcos. 33. 1982: Aldea Pachuchabaj, Patzutzún, Concepción, Sololá. 34. 1982: Aldea El Copado, Santo Domingo Suchitepéquez. 35. Junio 1983: Aldea Laguna Escondida Ixcahuin, Nuevo Progreso, San Marcos. 36. Julio 1983: Aldea Xolhuitz, Tajumulco, San Marcos.

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37. Octubre 1983: Caserío Pachalí, Tecpán, Chimaltenango. 38. 25 de noviembre de 1983: Aldea Montecristo Bullaj, Tajumulco, San Marcos. 39. 1983: Aldea Agua Dulce, Cuilco, Huehuetenango. 40. 1983: Aldea Los Romeros, Tajumulco, San Marcos. 41. 1983: Aldea Las Casas, La Reforma, San Marcos. 42. 30 de agosto de 1984: Aldea Tuicubnibe, Concepción Chiquirichapa, Quetzaltenango. 43. Agosto de 1984: Aldea Barranca de Gálvez, San Marcos, San Marcos. 44. 1984: Municipio Santa Lucía Utatlán, Santa Lucía Utatlán, Sololá. 45. 24 de noviembre de 1988: Aldea El Aguacate, San Andrés Itzapa, Chimaltenango. 46. 12 de marzo de 1989: Aldea El Tablón Central, Sololá, Sololá. Y muchas más, aún sujetas a investigación. Casi TODAS fueron omitidas deliberadamente, tanto por la CEH como por el REMHI. Como resultado de esta política terrorista, el control poblacional deseado y planificado por los terroristas, tuvo su cúspide cuando las autoridades civiles locales, poco a poco, fueron siendo substituidas por “Los poderes Revolucionarios”, de la siguiente manera: los Registros Civiles fueron quemados, al igual que decenas de edificios municipales, substituyéndolos por “Registros revolucionarios” (que inscribían nacimientos, casamientos, etc. En libros improvisados bajo control guerrillero). Para, supuestamente, “solucionar los problemas de tierras” fueron quemadas las oficinas del Instituto de transformación Agraria (INTA), y substituidas por “Comités revolucionarios de tierras” (quienes organizaron a los campesinos para trabajar para el EGP, enviando parte de las cosechas obtenidas por los campesinos sojuzgados a los campamentos guerrilleros. Las oficinas de la Dirección General de Rentas Internas (institución estatal encargada de la recaudación oficial), fueron destruidas y posteriormente quemadas substituyéndolas por “Recaudadores revolucionarios”, quienes impusieron a los campesinos bajo su control una cuota mensual de 25 centavos, (cifra alta para el campesinado pobre aquellos años) so pena de ser asesinados (ajusticiados, en la jerga terrorista). De igual manera sucedió con los “Comités revolucionarios de salud”, de educación, etc. (Kobrak, Historia de una guerra). Poco a poco, las autoridades locales y ancestrales indígenas, y sus alcaldes auxiliares, fueron substituidas; destruyendo y prohibiendo el uso de sus tradicionales “varas edilicias” (que los identificaban como autoridades electas por el pueblo, o sea las comunidades ancestrales), substituyéndolas, al igual que nuestra Bandera Nacional, por las estructuras armadas locales impuestas por los militantes guerrilleros integrantes de los CCL y las banderas rojas del EGP.

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Consecuentemente, ¡todo aquel que se opusiera, o no cumpliera sus órdenes, tenía que emigrar forzosamente, o era asesinado! En el municipio de San Antonio Huista, del departamento de Huehuetenango, por ejemplo (y muchas otras localidades), el EGP publicó listas de ciudadanos (ladinos en su mayoría) que deberían abandonar la región o sería eliminados con toda su familia. (Kobrak, Historia de una guerra). Ejemplo patético de esta campaña terrorista indiscriminada, lo constituye la destrucción repetitiva del edificio municipal y otras oficinas gubernamentales de ese municipio, efectuadas algunas de ellas el 26 de diciembre de 1981, y el 9 de febrero de 1982; los libros del Registro civil fueron reducidos a cenizas y ejecutaron sumariamente, ante sus familias, al alcalde Vicente Morales Hidalgo, sumamente apreciado por la población urbana del municipio, y a su compañero, funcionario de Correos y telégrafos, Emilio Escobedo Velásquez, y muchos más, personas de bien que habían quedado inmersas dentro de la lucha que instigaban los guerrilleros en los grupos de FIL, compuestos en gran parte por habitantes de las aldeas, en contra de los habitantes de las cabeceras municipales, utilizando demagógicamente, como siempre lo han hecho los marxistas, la “bandera política, de la tenencia por la tierra”, para dividir y agitar al campesinado. La realidad es que los terroristas deseaban destruir los títulos comunales del municipio de San Antonio Huista, otorgados a sus favor por gobiernos anteriores, con la finalidad, de destruir la historia registral del municipio y otorgar estas tierras, a los militantes del EGP traídos de otras regiones, siendo estos títulos: El de Agua Zarca (otorgado en el año 1859) y el de El Tabacal (otorgado en 1874). Ambos fueron salvados de su destrucción, por la acción patriótica y ejemplar de ciudadanos que se enfrentaron a los terroristas, y aún actualmente, son fuente de divisionismo, ante la agitación y acciones desestabilizadoras y de ingobernabilidad, promovidas y dirigidas por ex integrantes del EGP/CUC, en la región noroccidental de nuestro país. 38

Nota: El listado completo de acciones terroristas, masacres, asesinatos, sabotajes, secuestros, asaltos, robos, etc., realizados por los terroristas del EGP puede ser consultado por el lector, con ubicación, nombres, localidades, responsables, datos y fechas comprobables, en el Tomo II del compendio Las batallas por Guatemala, escrito luego de una minuciosa investigación realizada insitu, durante un período de más de 10 años, por el autor. La crónica de estos hechos, incluye las masacres cometidas por los terroristas en contra de sus mismos “compañeros”, militantes del EGP, y de las otras organizaciones guerrilleras y grupos disidentes.

Miembros de la Dirección Nacional del EGP: de izquierda a derecha: 1) Carlota Cáceres (s) Lolita. 2) Víctor Manuel López Vásquez (s) Vicente. 3) Comandante Raúl. 4) Guillermo Cruz (s) Comandante Mariano. 5) Ricardo Arnoldo Ramírez de León (s) Comandante Rolando Morán, Comandante en jefe del EGP. 6) Gustavo Adolfo Meoño Brenner (s) Manolo. 2o. comandante del EGP y después director de la Fundación Rigoberta Menchú. 7) Alba Estela Maldonado (s) Lola. 8) Saturnino Bailey. (s) Comandante Milton. Comandante Compañía “19 de enero”. Sentados: 9) (s) Sergio de la Comisión Logística Internacional (CLI). 10) Fernando Hoyos Rodríguez (s) Comandante Carlos. (s) 11) Comandante Camilo y 12) Silvia Solórzano Foppa (s) Rita.

Durante el transcurso de los años 1981 y 1982, cinco alcaldes municipales del departamento de Huehuetenango, los señores Lorenzo Sales Pérez del municipio de Santa Bárbara; Marcos Domingo Maldonado, del municipio de Ixtahuacán; Francisco Pedro, del municipio de San Rafael La Independencia; Vicente Paul Morales Hidalgo, del municipio de San Antonio Huista; y Arcángel Herrera López, del municipio de Santa Ana Huista, fueron salvajemente asesinados, en algunos casos también sus familias y compañeros de labores, o ciudadanos honestos que se opusieron a estas acciones de lesa humanidad. Su delito, negarse 39

rotundamente a colaborar con los terroristas del EGP. Además, durante la campaña de terror ejecutada sistemáticamente, 13 importantes puentes vitales para el desenvolvimiento de las operaciones comerciales y sociales del departamento, más de 100 torres de conducción eléctrica, más de 30 edificios municipales (de diferentes municipios y aldeas importantes por su ubicación) fueron incinerados con sus correspondientes registros civiles, con la clara intensión de borrar de tajo toda la historia registral y social de los municipios, y la seguridad jurídica, sobre el “Derecho de Propiedad Privada”. Los ataques y destrucción de estaciones de servicio, almacenes, bodegas de almacenamiento de café privadas, gasolineras, los cascos (instalaciones) de las principales fincas de la región, plantaciones, predios de vehículos estatales y privados, subestaciones de policía nacional y municipales, estaciones privadas de radiodifusión, parqueos de buses urbanos y extraurbanos, buses que se conducían en las carreteras principales y vecinales, etc., fueron destruidos con la clara intención de hacer colapsar al país y sus instituciones públicas y privadas. “Quebrar la economía nacional” era la consigna terrorista, y lo sigue siendo actualmente para sus herederos ideológicos, que tiene en zozobra a las mismas regiones del altiplano occidental en donde operaron anteriormente. Por la doble moral con que se ha manejado posteriormente la información con respecto a esta campaña terrorista, por parte de algunos medios de comunicación dominados por simpatizantes o militantes de la izquierda terrorista (caso Solórzano Foppa, por ejemplo) y mucho casos más, intentaron, pero no lograron ocultar uno de los miles de casos emblemáticos e históricos, que marcaron para siempre, y en adelante, las débiles relaciones entre las grandes mayorías del pueblo Ixil y la guerrilla. ¡El salvaje y artero asesinato de Sebastián Guzmán, “Principal de los principales” y líder espiritual de los Ixil. Ejecutado con alevosía, cuando un grupo de terroristas del EGP se introdujo a la población de Nebaj en el mes de diciembre de 1981, y ante la mirada estupefacta de cientos de pobladores durante el transcurso de un día de plaza (mercado) lo asesinaron sin miramientos por negarse a apoyarlos, por estar él en contra de la imposición de “Nuevos liderazgos” surgidos de las filas guerrilleras, que atentaban contra “La espiritualidad y tradiciones Ixiles”. Este cobarde asesinato, significó un parte-aguas histórico, pues al presentarse posteriormente ante la población, para dar su pésame a la misma, el Jefe del Estado Mayor del Ejército, General Benedicto Lucas García, “La población indignada le pidió a gritos, armas para defenderse del acoso guerrillero”. Dando pie de esta manera a la conformación de los primeros “Comités voluntarios de auto defensa civil” (CVDC) en esa región, que fueron fundamentales para definir el viraje estratégico del enfrentamiento que se estaba iniciando de esa manera. La correlación de fuerzas en apoyo a la Patria y a la institucionalidad, se inclinaba a partir de ese momentum, a favor del Ejército y del Estado. Por supuesto, los libros escritos por ex insurgentes jamás harán mención de estos hechos. Si no estuvieran perfectamente documentados, los negarían, y al igual que sus pares que elaboraron tanto el informe de la CEH, como el REMHI, continuarán achacando su responsabilidad 40

a quienes los derrotamos, satanizando la acción militar de sus vencedores como parte de una ¡acción de venganza por haber hecho fracasar ¡su mayor operación subversiva en Latinoamérica! y la consiguiente vergüenza ante sus mentores internacionales y financistas. Al iniciarse el año 1980, luego de encaminada su misión de adoctrinamiento y presionados por el contexto regional, luego del triunfo de los marxistas sandinistas en 1979, muchos de los curas extranjeros militantes del EGP, así como de otras organizaciones terroristas guatemaltecas decidieron cambiar de nicho o trinchera para acrecentar la búsqueda de más recursos y ayuda internacional, ante lo que ellos consideraban un inminente triunfo de la guerrilla salvadoreña del FMLN, seguros de que a éste seguiría inmediatamente el triunfo de la URNG. Ese año, la forzada (por la presiones extranjeras) alianza denominada Tripartita, compuesta por el partido comunista PGT, el EGP y las FAR, ya se hallaba presionada por Cuba para integrar la Cuatripartita con la integración de la ORPA; asumiendo con base en las apreciaciones y “Partes de Guerra”, que dieron vida al “Plan para la toma del poder” elaborado por los cabecillas del EGP, que preveía que si no existían variantes a su estrategia de guerra, este sería tomado durante el mes de marzo de 1982 y en base a ello, se acordó que en apoyo de este plan, se montarían (sumarían) el resto de organizaciones terroristas. Resulta ser que el EGP, había diseñado un plan para declarar “territorio liberado” el departamento de Huehuetenango, específicamente la región de la sierra de los Cuchumatanes, considerando que se podía convertir ésta en un bastión guerrillero; contando de esta manera con un corredor logístico que los uniera a México, cuyo gobierno apoyaba el plan, al igual que Francia, Venezuela, España, Panamá, la Nicaragua sandinista (base de operaciones al igual que México, de estructuras terroristas chapinas, por supuesto Cuba, el principal gestor de estos grupos, Vietnam, etc.).

Rasgos generales del plan del EGP/URNG, para el inicio de la ofensiva que finalizaría (según ellos) con la toma del poder.

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Por lo que todos los frentes guerrilleros del EGP a quien se le asignaba el esfuerzo principal, y de la ORPA, el esfuerzo secundario, contribuirían para aislar esta área del resto del país, y deberían efectuar todas las acciones necesarias para esperar el prometido reconocimiento internacional al nuevo “Gobierno provisional revolucionario” que encabezaría a continuación (según ellos) una ofensiva de los frentes guerrilleros sobre la ciudad capital, que estaría simultáneamente enfrentando una insurrección general, supuestamente liderada por los cabecillas de las organizaciones de masas (estudiantiles, obreras y campesinas), de la Comisión de Trabajo Amplio de masas (COTRAM) del EGP, FAR y PGT. Como podrán apreciar los lectores, coloquialmente “La boca se les hacía agua” a los terroristas, por lo que no podían despreciar la oportunidad que les brindaba el Frente Sandinista para establecer un “Centro de operaciones logísticas y de propaganda” en su territorio. Por lo que un grupo de curas y monjas comprometidos con la Teología de la Liberación y los planes marxistas para la región y nuestro país, militantes del EGP, decidieron aprovechar esta coyuntura para fortalecer el trabajo del frente internacional de dicha organización y de la URNG, mediante acciones que atrajeran la atención de la Comunidad Internacional. Ya en esas fechas, el Obispo Marxista Juan Gerardi Conedera (quien había sido nombrado como Obispo del Quiché, en diciembre de 1974), tomo la decisión de cerrar la Diócesis, como una medida de presión orientada a que el gobierno retirara sus unidades militares del departamento quichelense, apoyando en forma directa, la insistente petición de las estructuras de fachada que actuaban como voceras del EGP, abandonando de esta manera a su grey.

Para Gerardi, desde luego, no era un secreto que el Comité de Unidad Campesina (CUC), brazo campesino del EGP, se había formado precisamente en su Diócesis desde el año 1976, cuando lo fundaron Chichicastenango curas amigos y “compañeros de él”, como Fernando Hoyos Rodríguez (s) Comandante Carlos, Andrés Ignacio Lanz (fundador de la estructura de masas “Cristianos revolucionarios”), y Luis Gurriarán Sánchez (s) Julio y los curas. Francisco y Arbian, enlaces con el Frente Sandinista. Como se puede apreciar en la propaganda del CUC, que antecede al comentario, la “Salida del Ejército de departamento del Quiché”, para que pudieran operar con impunidad sus dos frentes guerrilleros principales en Ixcán y el Triangulo Ixil, fue la consigna apoyada por Gerardi y sus curas marxistas. Desde luego les urgía la consolidación del CUC, para apoyar los planes de campaña terroristas del EGP. Cualquier parecido con la situación actual, ¡es pura casualidad!

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Las “monjitas”, bondadosamente, marchan acompañadas por terroristas (con la cara tapada y armados) integrantes del Frente Otto René Castillo (frente urbano del EGP), en apoyo a las demandas del CUC, para que el Ejército abandonara el altiplano, que deseaba controlar aceleradamente esa organización terrorista.

Gerardi, gran bebedor de coñac y brandy, además de fumador empedernido y consumidor de “finos habanos” (según Gurriarán, en Guatemala, El silencio del Gallo), de quien era gran amigo y “compañero de luchas”, había abrazado también la Teología de la Liberación, a través de lo que ellos denominaban “La Iglesia de los Pobres”, y participaba activamente en todas las acciones tendientes a fortalecer la acción guerrillera en ese departamento. Existe un suceso casi desconocido para los guatemaltecos, que se difundió ampliamente por el mundo. Se suscitó cuando en el año 1980, Gerardi fue citado al Vaticano por orden del Papa San Juan Pablo ll, quien inmediatamente después de recibirlo le espetó una “reprimenda sensacional”, llamándole la atención por su actitud (militancia, en el EGP) y el consecuente comprometimiento de la Iglesia como consecuencia de la misma, máxime por su papel en aquel momento, como Presidente de la Conferencia Episcopal. Gerardi, prácticamente, se descaró e insubordinó ante su santidad, confirmándole su identificación, apoyo y complicidad con los terroristas. “Karol Wojtyla, que tan solo lleva-

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ba dos años en el cargo y nunca mostró especial simpatía hacia las actitudes ¿progresistas? de sus misioneros en América, tuvo que oír como le ponían las cosas claras: si quería otro obispo, que lo buscara”. (Luis Gurriarán. Guatemala, el silencio del gallo, página 231. Por lo que fue inmediatamente relevado, por el Papa, hombre de carácter y sólidos principios. El relevo asignado fue el sacerdote Pablo Urízar, nombrado como nuevo Obispo del Quiché. El Papa le prohibió regresar a Guatemala, por lo que debió marcharse a Costa Rica, en donde vivió desterrado por órdenes superiores durante un tiempo, conspirando en la Parroquia de San José Tibás.

Obispo Juan Gerardi Conedera, ideólogo de la Iglesia Guatemalteca en el Exilio (IGE), órgano de propaganda del EGP.

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Luis Gurriarán, posa para la historia, cuando se encontraba al frente de la Iglesia Guatemalteca en el Exilio (IGE), estructura de fachada del Frente Internacional del EGP, y parte de su aparato de propaganda. Luego de haberse incorporado como enlace con el FSLN, estuvo bajo el mando de Camilo Ortega Saavedra (s) José, hermano de Daniel y Humberto Ortega Saavedra, máximos cabecillas del FSLN. Ese era el nivel de importancia que los sandinistas daban a este cura guerrillero.

Desde allí dio inicio la tarea de aprovechar el nicho, recursos, e infraestructura que el gobierno sandinista puso a disposición del EGP. Inmediatamente Gerardi y Gurriarán establecieron dos bases de operaciones para consolidar el proyecto de apoyo al Frente Internacional, Costa Rica sería la base de operaciones de Gerardi, y San Juan del Sur, provincia costeña de Nicaragua, sería el centro de operaciones de Gurriarán y su grupo de curas y monjas marxistas. Al proyecto en mención, se le denominaría en adelante (1980) “Iglesia Guatemalteca en el Exilio” (IGE).

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Sus miembros iniciales fueron los curas marxistas María de Jesús Carro, Isabel Tavares, Javier Gurrirán (como ya sabemos, sobrino de Luis, quien se alzó por un tiempo, incorporándose a las fuerzas regulares del Frente Ho Chi Minh. Actualmente dirigente del CUC en el municipio de Nebaj), Manuel Antonio González, Axel Mencos; y algunos militantes del EGP, tales como Allen González y Patricia Urrutia. Desde su inicio, el apoyo recibido por el gobierno Sandinista fue muy importante, Daniel Ortega delegó su representación en los curas marxistas nicas Miguel Descoto y Ernesto Cardenal, funcionarios del gobierno sandinista. En palabras de Luis Gurriarán, a partir de ese momento ¡La iglesia centroamericana “como bloque”, tenía una línea muy clara, la opción preferencial por los pobres! De esta manera los religiosos marxistas se definían “por la lucha armada a nivel centroamericano”. La descarada injerencia de los curas extranjeros y diplomáticos marxistas europeos y gringos en Centro América había logrado impulsar “su objetivo estratégico” “Lograr en nuestros países, lo que no habían logrado hacer en los suyos” 46

Según palabras de Gurriarán (Guatemala. El silencio del gallo): ¡Toda la iglesia de América Latina, vivía días de ebullición, de debate y de tránsito, entre un pasado “que no servía”, y un futuro que no acababa de llegar! Según él, Con la Teología de la liberación, “que en Guatemala alcanzaba sus máximas expresiones”, se había extendido por todo el continente el deseo de participar en “Movimientos encaminados a lograr una mayor justicia social”. Agregando que numerosos católicos abrazaron y participaron en “La revolución y LA GUERRA”.

Importante papel jugó también en este grupo el cura español de origen valenciano, Salvador Huguet, quien durante varios años se dedicó a manipular a jóvenes estudiantes, formando supuestos “Grupos de Cristiandad” que ya dentro de la Cotram se convirtieron en otro grupo de masas muy beligerante, denominado “Cristianos Revolucionarios Vicente Menchú”.

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La Teología de la Liberación Es una corriente teológica que surge en el seno de la Iglesia católica, principalmente en Latinoamérica, en forma posterior al concilio Vaticano II y la Conferencia Episcopal realizada en la ciudad de Medellín, Colombia; en el año de 1968. Sus principales exponentes fueron los curas Gustavo Gutiérrez Merino, de origen peruano; Leonardo Boff, de origen brasileño, y el famoso cura guerrillero Camilo Torres Restrepo, colombiano, involucrado activamente en las actividades terroristas, luego del famoso levantamiento callejero del año 1949 denominado “el Bogotazo”. Gustavo Gutiérrez marcó la senda o el primer marco teórico, con su famoso libro Historia, política y salvación de una Teología de la liberación. Mientras Latinoamérica vivía según lo definido por Gurriarán, días de ebullición y sedición marxista apoyada por este tipo de religiosos, se dio en nuestro país un hecho trascendental que ayudó a muchos sectores políticosociales, a abrir los ojos y comprobar fehacientemente un hecho que rodaba en forma de rumor en todos los estratos de nuestra sociedad. Haciendo acopio de un destacable valor personal, recuperación de la ética religiosa y fuerte compromiso con el futuro de nuestro país, apareció ante la prensa nacional e internacional el sacerdote jesuita Luis Pellecer Faena, quien decidió renunciar al marxismo y a su arma política más valiosa en Latinoamérica, la Teología de la Liberación, afirmando en forma clara y contundente su involucramiento en el EGP, y las connotaciones de su larga militancia. En parte de sus largas y fundamentadas declaraciones, afirmó: “Para penetrar en la sociedad se necesitan cuatro años de estudios, que yo efectué en México y El Salvador, es decir, me convertí en un experto de esta clase de doctrinas. Al principio pensé que ese instrumental marxista, solo quedaría en un ideal y que nunca podría llevarse a la práctica. Aquí tuve una equivocación muy grande, porque efectivamente, el marxismo ha llegado a lo trágico”. Agregando a continuación, “los sacerdotes de mi generación efectuaron cuatro años de estudios en el Marxismo leninismo. Pero se llegó a la conclusión, de que no podía ser sólo un marxismo técnico, teórico, sino leninismo práctico y esto solo puede lograrse por medio de la Incorporación a la guerrilla”. Luego remata esta parte de sus declaraciones agregando que: “Se nos indicó que deberíamos de radicalizar nuestro mensaje del “Jesús pobre”. Por lo tanto, nuestras vidas y conocimientos deberían de ponerse al servicio del campesinado y del obrero. Nuestro objetivo era alejar al campesino y al obrero de la Iglesia tradicional, para convertirlos en auténticos luchadores, en función de una fe y de un espíritu religioso. Fuimos capaces de saber entrarle al pueblo, de dosificar toda aquella ciencia marxista, para los niveles propios de las personas que tienen una cultura general y política muy baja. Fuimos capaces de crear una pedagogía para el oprimido, transmitimos nuestros conocimientos con catecismos matemáticos, recursos audiovisuales y con la autoridad que da la Iglesia al sacerdote. Esta actividad 48

la desempeñé primero en Nicaragua, luego en El Salvador y a continuación en Guatemala”. Con Pellecer Faena, hombre valiente que renunció al marxismo por el bien de la sociedad y encaró su compromiso histórico, se involucraron otros muchos sacerdotes y monjas, entre otros: José Luis González, Luis Gurriarán, Ricardo Falla Sánchez, Enrique Corral Alonzo, José María Gran Cirera, Faustino Villanueva, Juan Alonzo, Carlos Pérez, André Lanz, Ángel García, Marcelino García, Manuel Antonio González, Fernando Hoyos Rodríguez, Jesús Bengeochea, Guillermo Mullen, Ángel Berna, Eugenio Jalón, Juan de Dios Antolinez, la mayoría españoles, pudiéndose agregar también al cura irlandés Donald Mackenna, así como los norteamericanos Arthur y Thomas Melville (hermanos), Guillermo Woods y muchos otros más. A las monjas más comprometidas, las dirigían Julia Esquivel, Lucía Godoy, Raquel Saravia Valdéz y muchas más; estimándose que para 1980, había más de 120 religiosos activos, organizados en el EGP y la ORPA. Varios de estos curas guerrilleros, que se integraron de lleno al EGP, y luego de la Firma de La Paz, incapaces de comprender y asimilar la derrota militar de la guerrilla terrorista, se quedaron manipulando a las masas campesinas y dieron vida nuevamente al Comité de Unidad Campesina (CUC), que con la desaparición del EGP/ URNG, dejó de ser “nido de combatientes, para pasar a autodenominarse “Luchadores sociales”. Importante papel dentro de esta estructura juegan varios ex comandantes terroristas, uno de los cuales, Javier Gurriarán Prieto (sobrino de Luis), quien compenetrado del espíritu de venganza post enfrentamiento, formó el “Colectivo iniciativa de memoria histórica” y con Enrique Corral Alonzo (s) Comandante Abel, fundador de la “Fundación Guillermo Toriello” dirigen también “el trabajo de registro, búsqueda, exhumación y dignificación de los ex combatientes guerrilleros. Pues ambos, "casualmente", conocen la ubicación en donde fueron enterrados los caídos de las FIL y de sus fuerzas regulares UMP, a los cuales pretenden hacer pasar como víctimas de masacres, endilgándolas/ adjudicándolas, al Ejército de Guatemala. La Teología de la Liberación, que había dado vida al CUC, cambia de ropaje, del guerrillero terrorista al supuesto luchador social, dirigido por los mismos terroristas de siempre. La relación de dependencia del CUC a los ex comandantes guerrilleros se mantiene hasta el presente, como lo describe muy bien y en forma muy ajustada Yvon Le Bot en su libro La guerra en tierras mayas. El cura Gaspar García Laviana, compañero y amigo de Luis Gurriarán, en julio de 1977, envió a los periódicos nicaragüenses una carta en la cual develaba su militancia con el FSLN, al indicar ¡Como sacerdote cristiano, siento la obligación de participar en la lucha armada, para liberar al pueblo de Nicaragua, de la dictadura! La noticia se regó por todo el país y Centro América, pues no era común que un cura guerrillero declarara públicamente su actividad y militancia terrorista, y lo efectuó ante el “silencio cómplice de las más altas autoridades de la Iglesia católica”. ¡Cualquier parecido con nuestra realidad actual, es pura casualidad! A estas aclaraciones se sumarían poco después las palabras de Gurriarán, al afir49

mar que: “Yo mismo me sentía parte de estos movimientos y los apoyaba conscientemente. Tomé entonces una determinación, si me acusan de guerrillero, voy a implicarme en la guerrilla hasta sus últimas consecuencias”. Esta teología de la revolución marxista, se irradió, como veremos más adelante, por toda Centro América y el sur de México, en donde surgió el 1º de enero de 1994, el “Frente Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), criatura terrorista nacida bajo el seno y cobertura de la Diócesis de Chiapas, que dirigió durante 30 años otro cura jesuita marxista de pura cepa, el Obispo Samuel Ruiz García, más conocido como “El obispo rojo”.

Samuel Ruiz García, “El Obispo Rojo”, fundador del Frente Zapatista para la Liberación Nacional. Apoyó abiertamente a las estructuras del FMLN de El Salvador y de la URNG, para que operaran en territorio mexicano.

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Volviendo a la IGE, que se conformaba y fortalecía sus acciones desde su base de operaciones en la Nicaragua sandinista, a partir de ese momento la plataforma o estructura de propaganda montada por la IGE/EGP estaba en marcha. La actividad se había disparado con el impresionante apoyo económico y logístico proporcionado por los sandinistas, y en gran medida también, por el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), salvadoreño, cuyo frente internacional también tenía una de sus sedes en Managua. La IGE conformó rápidamente en forma paralela una red interna en Guatemala, con la finalidad que los religiosos comprometidos con la guerrilla replicaran y distribuyeran la propaganda en todos los ámbitos posibles bajo su influencia (iglesias parroquiales, colegios, universidades, centros de adoctrinamiento, organizaciones de masas, etc.), agilizando también el envío de estos materiales y comunicaciones hacia los frentes guerrilleros, y viceversa, retroalimentando a su vez a la DN del EGP, con información originada desde los siete frentes guerrilleros. El objetivo estratégico para victimizarse y obtener apoyo político en el extranjero, era magnificar y exagerar el alcance de sus acciones, y a la vez denunciar o propagar la comisión por parte del Ejército de Guatemala de supuestas masacres y violaciones de los “Derechos humanos” en contra de la población indígena, que constituían la mayoría de los habitantes de las regiones en donde operaban sus frentes terroristas. “El apoyo internacional” y contar con una “caja de resonancia para su propaganda” en el frente internacional, era vital para sus intenciones y planes, previos a su proyectada “Ofensiva final”. Simultáneamente, junto con la red montada en el interior, se tejió paulatina y minuciosamente, una red de contactos en el extranjero, integrándose por parte de los curas marxistas de la IGE, la “Network in Solidaridad with the People of Guatemala” (NISGUA), estableciendo irónicamente sus oficinas en la capital de quienes esbozaban como su enemigo a vencer, Washington. La farsa, entonces, estaba en marcha. Luego incrementaron su accionar lobista y de propaganda con la creación de: “La Guatemala Scholars Network” (organización de pantalla en donde se escondían todos los marxistas habidos y por haber… antropólogos, supuestos historiadores, supuestos “intelectuales”, geógrafos, estudiantes “progresistas” y “democráticos”, “colectivos sociales y de estudio”, feministas “representantes de género”, “artistas”, etc. A la vez, en Europa una comisión dirigida por Luis Gurriarán se dedicaba a abrir muchas puertas, con el apoyo de sus incondicionales y tradicionales financistas: los gobiernos socialistas y “Las organizaciones eclesiales”. El apoyo político y económico, brindado a los numerosos curas extranjeros involucrados en subvertir el orden y atacar al Estado guatemalteco, se hizo sentir. Curas marxistas, socialistas, liberacionistas, y tontos útiles de todas las nacionalidades, en especial españoles, italianos, belgas, ingleses, holandeses, etc. dirigidos por Luis Gurriarán, se movían como peces en el agua, “denunciando” demagógicamente, supuestas atrocidades de los militares guatemaltecos, a quienes apoyaban empresarios “oligárquicos y feudales”. Las constantes visitas de Gurriarán y su séquito a Alemania, financiadas 51

por gobiernos socialistas, pronto dieron frutos: Los “Comités de solidaridad alemanes”, muy activos en conseguir apoyo económico y político, les abrieron las puertas de los países nórdicos, a un importantísimo nivel gubernamental. Estas relaciones inmediatamente se reflejaron en una abierta participación en apoyo de los terroristas (consciente o inconsciente), de los sacerdotes y Obispos de la “Iglesia Luterana de Suecia” logrando de hecho que un destacado pastor “progresista” y su esposa, se integraran en forma permanente al creciente equipo que trabajaba para la IGE, en Nicaragua. Con esta acción, los religiosos nórdicos europeos pasaban de colaboradores y financistas, a MILITANTES. También en 1980, abrió otro frente de operaciones y lobby en Canadá. Este nuevo frente, dirigido por obispos canadienses, se denominaba “Desarrollo y paz”, y estaba compuesto por “Estudiantes, sindicalistas y grupos eclesiales”. Por vez primera en esta eficiente ofensiva propagandística y lobista, el tema tratado con los clérigos y religiosos de un frente amplio canadiense, fue la existencia del “Supuesto Genocidio”. Como la mentira vertida fue exitosa, “conmoviendo” a los incautos e inocentes asistentes presentes, con fuertes señales de júbilo por el éxito logrado por sus mentiras, que habían llegado más lejos de lo inicialmente propuesto, inmediatamente, para explotar el logro alcanzado, fue tratado en audiencia especial con la “Conferencia de obispos” y con el ¿incauto? viceministro de relaciones exteriores canadiense. Nótese, que los planes de campaña del Ejército, que actualmente son manipulados y tergiversados para ser utilizados como base para la acusación de un “Supuesto genocidio”, estaban lejos aún de elaborarse, y sin embargo, sabedores los curas marxistas del impacto logrado con la acusación por “el supuesto genocidio”, ante incautos, desactualizados y desinformados auditorios extranjeros, desconocedores de la realidad nacional, se dispusieron a profundizar en esta FARSA. De tal manera que “La mentira de tanto repetirse, empezaba a cuajar”. Bajo el lema de que “Lo que no se cuenta, no existe” y de que “quien miente y le creen, miente dos veces”, se dieron a la tares de mentir, mentir, y volver a mentir, recorriendo Canadá, los Estados Unidos, y Europa, aplaudidos por sus acólitos socialistas. Los “Boletines” enviados a sus nuevos contactos en forma mensual, “documentos y libros especialmente diseñados”, trabajos de “investigación” sobre la violencia en Guatemala”, “Análisis” sobre Guatemala, efectuados por todos los actuales Onegeros y “expertos” todólogos, enviados ahora desde Managua, donde el grupo de trabajo de la IGE de San Juan del Sur había abierto con apoyo Sandinista otra oficina de propaganda, poco a poco fueron permeando la mente de sus contactados. Para reforzar este nuevo esfuerzo, en el año 1981 la IGE abrió una nueva oficina de propaganda para sus mentiras en México DF. Todo esta labor de propaganda y desinformación, fue enfocada también hacia el interior de Guatemala, los religiosos de la IGE, y la Confederación de religiosos de Guatemala (Confregua), impulsaron el trabajo político ideológico en la Universidad de San Carlos, Colegios como el Monte María, Liceo Javier, Liceo Guatemala, Don Bosco, Belga Guatemalteco, Institutos nacionales de educación media, como el Rafael Aqueche, el Inca, Belén, María Luisa Samayoa, Escuela Normal de Varones, Instituto Central para Varones, etc., organizaciones de 52

masas (sociales, sindicales, estudiantiles, pobladores, religiosas) y todas las organizaciones de frente (encubiertas) que componían la “Comisión de trabajo amplio de masas” (Cotram), dirigida desde el Frente urbano (FGORC), por Gustavo Adolfo Meoño Brenner (Manolo) y Gustavo Porras Castejón (Héctor), cumplían con lo planificado. Este último fue llamado a jugar un papel muy especial en la guerra psicopolítica que enfrentamos actualmente pues su actuación fue fortalecida a través del papel crucial para los intereses de la URNG, que jugó durante el Gobierno de Álvaro Arzú. En la actualidad todos los ex marxistas “intelectuales” siguen dirigiendo las “mesas de diálogo”, “tanques de pensamiento”, “conversatorios”, etc. Imponiéndonos su jerga y llevándonos de la mano ¿o de la nariz? hacia donde ellos quieren, en todos los frentes de ingobernabilidad actuales. Retomando el tema del frente internacional del EGP y su campaña de propaganda, y desinformación, para imponer el tema de la “Farsa del genocidio” es necesario hacer mención de las palabras de Gurriarán al decir: “La IGE pidió ayuda (no puede ser más cínico) a la guerrilla, para perfilar sus análisis de situación, los grupos guerrilleros tenían gran capacidad analítica pues manejaban mucha información y conocían como nadie sus propias fuerzas y las del Ejército”. Omite este cura marxista informar que el Gobierno Sandinista, a través de Tomás Borge, ministro del Interior, contaba con una unidad de inteligencia estratégica, dedicada a monitorear y espiar a los Ejércitos de Guatemala, El Salvador y Honduras. Esta unidad dirigida por militares cubanos y búlgaros se denominaba Brigada de exploración radio electrónica “BERE”, y tenía empeñados sus equipos móviles y fijos en rastrear, descriptar, clasificar y analizar todas las comunicaciones de nuestra red de comunicaciones militares, proporcionando a los terroristas información puntual y periódica sobre nuestras operaciones militares, perfiles de los Comandantes Militares, unidades empeñadas en los operativos, y el orden de batalla correspondiente. Esta preciosa herramienta, intrusiva, era utilizada por los frentes guerrilleros para evadir nuestros operativos, en las diferentes Zonas de Operaciones. Luego añade que la IGE pidió a la URNG que enviara a Nicaragua a uno de “sus expertos” en análisis y “Orientación política” (el autor añadiría y psicopolítica, o sea el arte del engaño, la infiltración, etc.) para orientar sus actividades. El seleccionado fue Gustavo Porras Castejón. El esquema diseñado para montar la farsa, compuesto por la IGE, la URNG, Confregua, la Cotram, Gerardi y su grupo, FMLN, FSLN, etc., funcionaba a la perfección, añadiendo Gurriarán “Gerardi había pedido pasar inadvertido (perfil bajo, oculto, etc.) de tal manera que el Gobierno de Guatemala no se opusiera a su retorno”, pues consideraba que su trabajo nuevamente en el interior del país sería sumamente provechoso para la causa terrorista. Gerardi, efectivamente, regresó a Guatemala (irónicamente, durante el gobierno del general Ríos Montt), quien ignoraba que al facilitarle el retorno a este disociador y conspirador marxista, facilitaría la labor de desinformación y reorganización de quienes actualmente le atacan. Inmediatamente que retornó al país, durante el año 1982, cuando ya se conocía que la derrota de los frentes rurales de la URNG había sido estratégica, Gerardi se puso 53

en acción para iniciar la conformación del equipo que daría vida a su venganza, y la de sus “compañeros”, el Proyecto de Recuperación de la Memoria Histórica” (REMHI). Gurriarán expresa en su libro Guatemala. El silencio del gallo, página 244: “Yo creo que Gerardi estaba acariciando esa idea (de vengarse a través de su libelo REMHI) en Costa Rica y que ya entonces debió (como que si no lo supiera, pues él participó en las reuniones de Costa Rica) de empezar la búsqueda de fondos, para las investigaciones. (Luego agrega con certeza) Gracias a esos fondos, en los que tuvo que ver la Iglesia europea, en esa investigación (iniciada en el año 1982, o sea que la farsa se montó 14 años antes de la “firma de la paz”) participaron más de 200 personas”. ¡La venganza de los teólogos de la liberación, ante la derrota de su plan para hacerse del poder del triángulo norte de Centro América y del Sur de México, estaba en marcha! Como insumo, para que lector pueda apreciar y analizar la amenaza terrorista que se cernía sobre el Estado de Guatemala en el año 1981, y ponerse en contexto en cuanto a la grave situación que sufría la región, ante los planes y estrategia común de las organizaciones terroristas marxistas centroamericanas apoyadas por los cubanos, sandinistas y los países comunistas y socialistas del orbe, me permito hacer una sinopsis del pensamiento, sentir y planes que tenía el EGP como organización más fuerte y desarrollada de la URNG en aquella época, según uno de sus principales responsables militares, Mario Payeras Solares (s) comandante Roque o Benedicto. Luego de la lectura de su intencionalidad y espíritu triunfalista, se podrá evaluar y concluir en el fuerte impacto psicológico que tuvo para ellos, la derrota estratégica sufrida. Finalizada la versión de Roque, deberá el lector poner atención a las acciones desesperadas e inhumanas que realizaron los terroristas para intentar preservar sus estructuras de base social, o bases de apoyo. El desplazamiento forzoso de las mismas, so pena de ser asesinados, produjo inenarrables sufrimientos en las masas indígenas que habían sido organizadas por ellos, y que de acuerdo con la distancia en que se encontraban de la frontera mexicana, fueron obligadas a cruzarla y convertirse en refugiados, o a reconcentrarse en las profundidades de la montaña y convertirse en las denominadas por estos “Comunidades de Población en Resistencia” (CPR). Los sufrimientos, enfermedades, penurias, y cantidad de muertes sufridas por las poblaciones forzosamente desplazadas por los terroristas, nunca se sabrán en su totalidad, pero ahora vergonzosamente pretenden hacerlas ver como víctimas de supuestas masacres cometidas por fuerzas militares, tras exhumaciones unilaterales llevadas a cabo por sus “compañeros” de la “Fundación de Antropología Forense”. (FAFG), ONG al servicio de los ex terroristas, a quienes Claudia Paz y Paz, en forma ilegal, les otorgó funciones exclusivas del Ministerio Público y del Inacif). Pasemos conjuntamente revista entonces, a la versión escrita por Roque, en su libro Los fusiles de Octubre. Nota: Las observaciones entre paréntesis, subrayados y resaltados son agregadas por el autor. (En lo personal, considero a Roque uno de los mejores analistas táctico-estratégicos del 54

EGP, pues además de ser fundador de la organización, dirigió acciones político-militares en los frentes guerrilleros, Ho Chi Minh, Ernesto Guevara y Otto René Castillo; siendo también representante del EGP en Cuba posteriormente, debido a la enfermedad que finalmente le produjo la muerte. Su análisis autocrítico del EGP/URNG es muy válido. Ya como disidente del EGP formó, acompañado por otros ex miembros de diferentes organizaciones, “Octubre Revolucionario” (OR), del que fue miembro hasta su muerte. Inicia así: “A partir de 1976, la organización, en la ciudad (Frente Urbano) y en el Llano (Frente de la Costa Sur), inició “El trabajo amplio de masas”, vinculándose a obreros, estudiantes, y pobladores en la capital y a proletarios agrícolas, semiproletarios migratorios y campesinos medios (a través del CUC) en el Llano y en el área Paracentral (Chimaltenango, Sololá, Totonicapán, Sur del Quiché, etc.) Continúa Roque indicando que en aquel año, se despliega trabajo político principalmente propagandístico, entre las organizaciones de masas y se crean las llamadas “Organizaciones revolucionarias de masas” (ORM), compuestas por campesinos, obreros, estudiantes y pobladores. Agregando que durante la etapa de “Generalización de la Guerra de Guerrillas” (1979-1981), las tareas centrales a resolver por las fuerzas revolucionarias en general y en particular por el EGP, consisten en pasar “al ataque” de la fuerza viva enemiga, conducir (manipular) al movimiento de masas y hacerlo coherente con la acción militar, construir la alianza con las fuerzas democráticas, “abrir el frente político diplomático” y darle expresión orgánica y práctica a la “unidad de las fuerzas revolucionarias”. (Que constituyeron, por presión de cubanos y sandinistas, la URNG). Acotando que en la experiencia del EGP, el problema militar se comienza a resolver creando frentes guerrilleros a partir de un modelo estructural mediante el cual, se delimitan “terreno y base de apoyo” (según tipo de territorio y de acuerdo con las características de la población), “en función, del desarrollo de las unidades militares. El objetivo de esta estructuración socio territorial es organizar a las fuerzas militares y sus respectivas “bases de retaguardia”, de tal manera que por una parte, se le dificulten al máximo las operaciones al adversario y, por la otra, permitan la propia acumulación de fuerzas y las maniobras de unidades militares de determinada magnitud. (Estaban los mandos guerrilleros en este momento, diseñando la futura conformación del “Ejército Guerrillero”, como se podrá concluir, siempre planificando la utilización o manipulación de las bases de apoyo campesinas indígenas).

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Marcha del CUC. Brazo campesino de masas del EGP y el miembro de la COTRAM Algunas de las organizaciones de masas de la COTRAM: – NOR: Núcleo de Obreros Revolucionarios. – CDP: Coordinadora de pobladores. – FERG: Frente estudiantil Robin García. – CUC: Comité de Unidad Campesina. – CR: Cristianos Revolucionarios.

FERG Secundaria Universidad

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Afirma también Roque “En el proyecto del EGP se crean los frentes guerrilleros en el norte del Quiché y Huehuetenango (Frentes Ernesto Guevara y Ho Chi Minh) iniciándose el trabajo organizativo con similar propósito en Alta Verapaz (Frente Marco Antonio Yon Sosa) en el área paracentral (Frente Augusto César Sandino) en la ciudad (Frente Otto René Castillo) y el Llano (Costa Sur, Frente Luis Turcios Lima). Es hasta 1980 que se comienza a trabajar en la conversión de las estructuras existentes en ambas, al modelo de frente mencionado. En 1979 y 1980 entran en acción los frentes guerrilleros organizados por la ORPA en la Sierra Madre (desde San Marcos a Chimaltenango), cuyas actividades se proyectan a las áreas costeras colindantes con el espinazo montañoso. Durante esta etapa, las regionales norte, central y sur de las FAR en Petén, la capital y la Costa Sur, respectivamente, también se incorporaron al esfuerzo político militar (tomando como base modelo del EGP), aunque contando con menores fuerzas y medios. El ataque a las fuerzas vivas del enemigo (unidades militares del Ejército) tiene lugar entonces en las tres cuartas partes del territorio nacional (como respuesta, el Ejército de Guatemala efectuó un redespliegue de sus unidades militares). En el Plano de masas tienen lugar importantes luchas de carácter económico político en los principales centros fabriles y agrícolas del país (toma de fábricas, secuestro de sus propietarios, atentados con bombas, paros de labores, etc.). Debe recordarse por su impacto, la huelga de los cañeros de la Costa Sur, en la cual el EGP prácticamente paralizó presionando a los trabajadores agrícolas dicha zafra, y destruyó importantes recursos y medios de los ingenios (avionetas, transporte terrestre, etc.). Así como las acciones realizadas en los centros de estudios estatales de nivel medio (en la capital y Quetzaltenango, toma de establecimientos, barricadas y obstrucción de tránsito, quema de buses urbanos, etc.) representando de hecho el frente de lucha política en contra del Estado. Las formas de lucha que adoptan las masas incluyen el paro laboral, la ocupación de centros de trabajo, las marchas de protesta y denuncia, la ocupación de embajadas (España, Brasil, Japón, etc.) y edificios gubernamentales (Congreso, Palacio Nacional, Correos, Caminos, Inde, etc.) así como distintas modalidades de acción paramilitar. El movimiento de masas encuentra su expresión orgánica unitaria, en el “Frente democrático contra la represión” (FDCR). Esta instancia agrupa además a las representaciones de las principales fuerzas democráticas, constituyendo en esa medida el primer paso para la formación de un gran frente político de oposición”. (Como se puede apreciar, los terroristas consideraban que la correlación de fuerzas estaba a su favor, asumiendo que el plan del EGP de declarar territorio liberado a Huehuetenango y el norte del Quiché, el posterior reconocimiento internacional de un supuesto gobierno revolucionario, más las armas que esperaban de Cuba y Nicaragua con las que armarían a las FIL, así como la posible insurrección de los sectores organizados que se estaba preparando en la capital, bastarían, como decían estos, para desaparecer al Ejército de Guatemala, “de una pasada”.

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Agrega Roque: “A partir del triunfo de la revolución sandinista en el año 1979, se masifica la participación popular. La conducción de este extenso y vigoroso movimiento de masas, por una parte, y la coordinación de la guerra de guerrillas a nivel nacional, por la otra, plantean entonces la necesidad de la unificación de las organizaciones revolucionarias, a las cuales se suma desde 1978 una escisión del PGT. Es entonces, cuando el EGP, las FAR, y el PGT (Núcleo de Dirección Nacional) crean, en 1979, la llamada Tripartita, que con la incorporación de ORPA en 1980 se transforma en un frente de organizaciones revolucionarias (cuatripartita) que coinciden en una estrategia única: la Guerra Popular Revolucionaria. Teniendo como proyecto político el derrocamiento del gobierno (y por ende, del sistema político vigente). Para ello y como un esfuerzo de primera magnitud, se inicia en 1980, la actividad político diplomática en el Frente internacional. Al iniciarse 1981, se considera que el desarrollo de los factores estratégicos existentes en ese momento: 1.

La lucha de masas.

2.

La guerra de guerrillas.

3.

El frente político diplomático.

4.

La unidad revolucionaria.

exigían al movimiento revolucionario entrar en una nueva etapa de desarrollo. En el proyecto del EGP, esta etapa estaba prevista como de: Disputa de masas, terreno y poder local. En 58

la ciudad (capital) y en los centros urbanos del Llano (Costa Sur), la nueva etapa implicaba la implementación de formas insurreccionales de lucha. (La Cotram a través de sus diversas organizaciones de masas, debería dirigir insurrecciones en todos los centros urbanos posibles, con la finalidad de crear caos, mediante el terror). En la montaña: desde la base de los frentes guerrilleros, la nueva etapa exigía sistematizar la toma del poder local (defendiéndolo en los lugares en donde ya lo hubieran usurpado), más la construcción simultánea de fuerzas militares regulares que liberaran y defendieran el territorio insurreccionado. Este territorio, a su vez, pasaría a jugar el papel de retaguardia estratégica de dichas fuerzas regulares”. (Como se puede apreciar, desde su concepción inicial el EGP impulsó el uso de las masas como un medio para la consecución de sus objetivos; ordenando preservar a toda costa sus unidades regulares (UMP). Demostrando que ¡no les importó lanzar contra las unidades militares a grandes grupos de civiles armados, sin detenerse a considerar las bajas que pudieran sufrir, pues a ellos sólo les interesaba preservar sus cuadros y recursos! Ello explica el porqué de muchas bajas civiles en los lugares cercanos a las emboscadas y ataques a destacamentos militares, pues la orden dada a las FIL (civiles armados) era robar las armas de los soldados heridos y muertos, ¡exponiéndolos innecesariamente al fuego de las armas, de quienes se defendían! “En el plano político, la nueva etapa exigía la construcción de un Frente Nacional de Oposición, que en el plano externo les adjudicara calidad de beligerancia”. Este último objetivo era muy importante para los terroristas, pues al ser reconocido este estatus, se estaba dando un gran paso para lo que ellos siempre soñaron: El futuro enjuiciamiento de militares, pues si se aceptaba internacionalmente esta situación, quedarían ambos bandos sujetos a los Protocolos de Ginebra y a las Leyes Internacionales suscritas por el Estado de Guatemala en materia de Derechos Humanos. Como veremos más adelante, la farsa se iba armando poco a poco, pues el retorcimiento de las leyes ha sido, como decía Carlos Manuel Pellecer, especialidad marxista. En palabras de Roque: “En el primer semestre de 1981 en efecto, la guerra de guerrillas entró a plenitud en la fase de Generalización. El desarrollo alcanzado, la experiencia de combate lograda, la sistematización de nuevas tácticas irregulares y la obtención de importantes lotes de armamento, le permitieron al movimiento revolucionario, dar saltos de calidad, parciales y locales. El Ejército enemigo perdió la iniciativa prácticamente en todos los frentes de guerra, mientras tanto las guerrillas, le dieron continuidad y sistematización a las emboscadas, ataques y hostigamientos con minas y fusilería, ocasionándole a la tropa adversaria un importante desgaste de efectivos, medios y recursos, forzándolo a reducir sus movilizaciones, sobre todo por las carreteras, y obligándolos a recurrir a tácticas más complejas, para evitar los efectos del creciente y generalizado golpeteo del que comenzó a ser objeto. El inicio de hostilidades en el área paracentral (Frente Augusto César Sandino FACS, que comprendía Chimaltenango, Sololá, Totonicapán y el Sur del Quiché) por parte de la fuerzas revolucionarias a principios de 1981, significaba para el ejército ¡El riesgo de perder el control de un trecho completo de la estratégica ruta panamericana, y la consiguiente amenaza del bloqueo de la capital” (Como podrá comprender el lector, esta amenaza se in59

crementaría de producirse el planificado levantamiento insurreccional al que se empujaría por parte de los terroristas, a la población indígena del altiplano paracentral, para aislar a la urbe, y evitar cualquier posible movilización militar, hacia el territorio liberado y su gobierno revolucionario). Luego agrega Roque: “Pero…. ¡En octubre/noviembre de 1981, da inicio la contraofensiva general del Ejército!” Nota: (Parte de los importantes lotes de armamento de los que habla Roque, les fueron arrebatados durante los combates en la ciudad, cuando se logró destruir su retaguardia logística, al caer en manos de las fuerzas de seguridad casi todas las casas de seguridad (reductos) del EGP y la ORPA, en el Frente Urbano, en los meses de junio y julio de 1981. Cuando él se refiere a que el Ejército había perdido la iniciativa en todos los frentes de guerra, ignora que en realidad se estaba efectuando una fuerte labor de Inteligencia, que consiguió posteriormente, inhabilitar su logística, como paso previo a la ofensiva en contra de los frentes guerrilleros rurales. La apreciación de los terroristas, que desconocían la intención del mando militar, era que se estaba a la defensiva o se estaba efectuando un repliegue, subestimándonos como siempre lo hicieron, ¡Y lo siguen haciendo! Como se podrá apreciar, el triunfalismo que estaban padeciendo todos los integrantes de la Dirección Nacional del EGP y la ORPA, abarcaba lógicamente a los curas marxistas, practicantes de la teología de la liberación. Pronto, todos, como consecuencia de nuestra ofensiva militar, ¡verían cómo su plan piloto para nuestro continente, desaparecía paulatinamente, ante sus miradas incrédulas! En consecuencia, poco a poco, ante la confundida mirada de los curas marxistas y de los mandos terroristas del EGP, las masas campesinas forzadas a conformar las FIL, fueron cambiando de rumbo y de bando. La ofensiva militar en contra de los frentes guerrilleros hizo retroceder a éstos hasta su retaguardia estratégica en el departamento de Huehuetenango, “Abandonando en forma perversa y por demás cobarde, a sus bases de apoyo” (FIL y CCL). Consecuentemente, reaccionando ante la visible y manifiesta traición, y aprovechando la amnistía decretada por el Gobierno en el año 1982, se iniciaron las entregas masivas de numerosos grupos de indígenas, que los terroristas habían tenido retenido bajo fuerte y permanente presión. Ante esta apabullante realidad, el EGP ordenó a quienes aún continuaban bajo su égida atacar a las unidades militares, “con lo que tuvieran a la mano y robar su armamento a los soldados, especialistas y oficiales muertos y heridos, en los ataques a destacamentos y emboscadas realizadas”. Estas órdenes cobardes emanadas desde la retaguardia a los CCL, provocaron muchas bajas en las FIL (compuestas por hombres, mujeres y niños), que se lanzaban sobre los soldados para quitarles su armamento; atacando a nuestras tropas con escopetas, machetes, granadas, fusiles, hachas, etc., bajo la presión y amenazas de muerte de los CCL (al mejor estilo bolchevique). Luego de los ataques, las bajas producidas en las filas de las FIL, fueron enterradas en fosas comunes cuyas ubicaciones, lógicamente, sólo ellos conocieron y las que actualmente, actuando con la perversidad y falsedad tradicional de los marxistas, pretenden hacer ver, como resultantes de supuestas masacres ejecutadas por las fuerzas del Ejército y de las PAC. 60

Ante la ofensiva militar, que se prolongó sin interrupción durante seis meses, “la desbandada” se generalizó y las masas campesinas que actuaron en algún momento como base de apoyo de los terroristas, pudieron comprobar que habían sido abandonadas por sus “responsables”, y que las unidades regulares de la guerrilla que sobrevivieron a la ofensiva, los habían abandonado, marchándose hacia “El refugio” como ellos le denominaban a las tierras mexicanas próximas a la frontera. Para evitar perder completamente lo que consideraban su base social, que se estaban entregando a las unidades del Ejército, el EGP ordenó resistir, “Sin importar las consecuencias”, como lo relata Luis Gurriarán en su libro, (Guatemala, el silencio del gallo, página 254), en donde afirma cómo La guerrilla amenazó con fusilar a quienes los abandonaran, pues en palabras de Gurriarán, “La huida o entrega de la población organizada, significaba para la guerrilla, la pérdida de su base social”. Inicialmente, la orden impartida fue que las FIL y CCL se quedaran en la montaña a cualquier costo y les ordenaron “Preparen agua caliente y cal, para echársela en los ojos a los soldados” y que prepararan “trampas de todo tipo, avisperos (panales), que hostigaran con todo a las unidades militares, y que quemaran sus ranchos antes de retirarse y mataran a sus animales que no pudieran trasladar hacia la frontera. Durante el lapso comprendido de finales de 1981 a 1983 el EGP perdió un 90% de sus bases, que se entregaron a las fuerzas gubernamentales y fueron reorganizadas en “Polos de Desarrollo” y luego pasaron a conformar conjuntamente con los campesinos que nunca apoyaron a la guerrilla, los “Comités voluntarios de auto defensa civil” (CVDC). Con ello, ¡el EGP y las otras organizaciones terroristas fueron derrotadas estratégicamente!

En Ixcán, católicos huehuetecos reciben la hostia en un servicio clandestino en una comunidad en resistencia (colección CIRMA). Nótese en la fotografía, la manipulación de los grupos indígenas por parte de religiosos marxistas, a los cuales mantenían retenidos en la montaña bajo presión. Se puede observar el arma de fuego que porta el cura, que imparte la hostia. ¿Por qué usar armas frente a campesinos desarmados?

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Por lo tanto, es lógico deducir que sólo un 10% restante del total de la población organizada por el EGP en los años comprendidos de 1974 a 1982, fueron retenidos y obligados a conformar en 1984 las concentraciones humanas denominadas por los terroristas “Comunidades de Población en Resistencia” (CPR), que fueron utilizadas, como se puede comprobar con sus relatos, como mano de obra para que sembraran y sostuvieran con su trabajo a los debilitados frentes guerrilleros, manteniendo abierto un corredor estratégico entre los campamentos de refugiados y las CPRs, con su impuesta tarea de actuar como correos y cargadores, de los embarques de armamento y equipos llegados desde los campamentos en México. Pero mientras preparaban “el escenario” para tan “dantesca obra de teatro”, destinada al frente internacional, para que fuera divulgada en los terrenos fértiles de la izquierda gringa y europea, en el interior del país la farsa se les desmoronaba apresuradamente, pues luego de ser liberadas por la acción del Ejército la gran cantidad de poblaciones que vivían sojuzgadas por el terror impuesto por la guerrilla marxista, ¡estas reaccionaron ante el trato recibido y teniendo presente la fuga cobarde de los terroristas hacia México, se volcaron de lleno a conformar las patrullas de autodefensa civil! En los años siguientes, más de 500,000 campesinos, del altiplano en su gran mayoría, fueron organizados proporcionándoles fusiles M-1 Garand gringos y Máuser alemanes, a un gran número de ellos. La farsa marxista y su elucubración perversa sobre un supuesto genocidio se desmorona, entonces, ante la pregunta ¿Si el Ejército de Guatemala hubiera tenido la intención de exterminar alguna etnia o varias, habría organizado y armado a esta enorme cantidad de indígenas? Para cualquier analista independiente o no comprometido es fácil responder, “NO”. Esa cantidad de personas armadas ¡hubieran podido acabar con el Ejército, si no lo hubieran respaldado! Además, como se expondrá más adelante, el General Efraín Ríos Montt, cuando fue candidato presidencial, ¡fue apoyado en forma masiva por los ixiles y otras etnias del altiplano! Establecida esta axiomática realidad, entonces pasemos a conocer cómo se fraguó en el ámbito internacional esta farsa. Como es del conocimiento del lector, siguiendo la dinámica impuesta por los planes establecidos por el EGP y las otras organizaciones terroristas, en el mes de enero de 1982 se realizaron dos acciones significativas para la guerrilla: primero, la salida a luz pública de la cuatripartita que daba vida a la “Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca” (URNG). Criatura impuesta, como ya se expuso, por los cubanos, sandinistas y la guerrilla salvadoreña, como requisito para proporcionar más medios y recursos a los terroristas guatemaltecos, inmersos como estaban dentro de la estrategia regional marxista. El segundo hecho destacable para sus planes fue la ofensiva marxista realizada en el frente internacional, en la búsqueda del apoyo de la izquierda mundial para que se presionara al gobierno guatemalteco, de tal manera que se detuviera la ofensiva general del Ejército, que para ese momento llevaba ya dos meses ininterrumpidos y la debacle de los marxistas chapines se veía venir. Factor esencial de esa ofensiva diplomática y propagandística internacional fue intentar ganar adeptos y apoyos para la insurgencia, propagando a nivel mundial la supuesta 62

comisión de inventadas atrocidades cometidas por el Ejército durante sus exitosas acciones ofensivas para provocar la intervención de los países que les apoyaban, y frenar a como diera lugar las acciones militares que les habían arrebatado para siempre la iniciativa operativa, y lo peor para ellos, “su base social del altiplano”. Ante la grave crisis que enfrentaban los sorprendidos terroristas, que imploraban a sus aliados ideológicos detener de cualquier manera la ofensiva militar gubernamental, el esfuerzo y acciones tendenciosas, político diplomáticas (lobby) que realizaba la Iglesia Guatemalteca en el Exilio (IGE) en Europa, Canadá y los Estados Unidos, desesperadamente se reforzaría con el trabajo de nuevos grupos de “fachada” que efectuarían la misma tarea. Según palabras de Luis Gurriarán: “en enero de 1982, mi organización (EGP/IGE) me tenía preparada una tarea muy distinta a la que yo esperaba”. Yo tenía la seguridad, de que iba a trabajar al interior (de Guatemala) en forma “clandestina” pero me piden que siga viajando y realizando ciertos trabajos de responsabilidad. En febrero me voy a Managua a un Congreso de cristianos revolucionarios. Luego iré a Caracas, para participar en un Congreso de Fuerzas de oposición bajo los auspicios de la internacional Socialista. En marzo y abril me toca volver a Europa a coordinar las actividades de Los Comités de Solidaridad, organizar otros, mantener Contactos y actividades a nivel de prensa y a nivel político…Desde el 28 de abril al 23 de mayo, me tienen este tipo de trabajo muy organizado en Alemania. Aparte, me tocará viajar a Bélgica, España, Italia, y Suecia”. Luego de efectuar estas “Tareas revolucionarias”, Gurriarán fue designado por la URNG para ¡conformar el Frente de New York! (que, como veremos más adelante, sigue vigente en la actualidad, encabezado por Raúl Molina, terrorista de escritorio, cuyo perfil aparecerá con la RUOG). Pero, retornando a mediados de 1982: conforme pasaban los meses y la ofensiva militar no disminuía su ímpetu, la correlación de fuerzas se inclinaba aceleradamente a favor del Estado con la conformación de los CVDC. Cada día que pasaba, los terroristas estaban claros de que la derrota sufrida era de carácter estratégico y que el curso del Enfrentamiento Armado Interno (EAI) se había volteado para siempre en su contra; por lo tanto, decidieron ¡volcar todo su esfuerzo hacia el área internacional, con la intención de obtener una condena en contra del Estado de Guatemala, por supuestas atrocidades cometidas en contra de sus bases de apoyo (cuando fueron ellos quienes luego de la ofensiva mantuvieron a pequeños grupos a su lado en base al terror), e intentar “posesionar el tema de un supuesto genocidio” cometido por el Estado. Ese año también, en un esfuerzo paralelo al “Frente de New York”, conformaron rápidamente el autodenominado “Comité Guatemalteco de Unidad Patriótica” (CGUP), como un grupo de “intelectuales y exiliados que intentarían difundir por el mundo los problemas del país. Debe conocer el lector que el “Frente de New York” fue conformado por la URNG con representantes de diferentes sectores que componían sus organizaciones terroristas, de masas, y organizaciones de fachada, siendo ellos: 63

1.

Pablo Ceto: comandante guerrillero del frente Ho Chi Minh del EGP, maestro de educación primaria, originario de Santa Cruz del Quiché. Fundador del Comité de Unidad Campesina (CUC), conjuntamente con Gurriarán y con los curas marxistas Enrique Corral Alonzo y Ricardo Falla Sánchez, entre otros.

2.

Rigoberta Menchú Tum: hija de Vicente Menchú, indígena campesino originario de la aldea Chimel, Uspantán, Quiché. Miembro dirigente del CUC, responsable de haber lanzado un coctel molotov, que produjo una explosión en serie durante el incendio de la Embajada de España. Siendo muy joven y como activista del CUC, tras la muerte de su padre, fue acogida por monjas del “Colectivo de la zona 5” (ligadas al EGP), y sacada del país con rumbo a México, en donde fue entrenada por los terroristas, para integrarse al trabajo político diplomático del Frente internacional del EGP/URNG.

3.

Enrique Torres Casanova: abogado laboralista miembro del EGP, hermano de Sandra Julieta Torres Casanova, ligada a la ORPA mediante una antigua relación sentimental con el Comandante Isaías, uno de los responsables del secuestro de la señora Olga Alvarado de Novella. También fue primera Dama de la Nación, y esposa de Álvaro Colom Caballeros, ex Presidente de la República y hermano de la dirigente terrorista Yolanda Colom Caballeros (Lucía), una de las Comandantes del Frente Guerrillero Comandante Ernesto Guevara (FGCEG), el más sanguinario del EGP y pareja sentimental de su principal Comandante, de seudónimo Roque (Mario Payeras Solares). Posteriormente, ambos fueron fundadores de la organización terrorista “Octubre Revolucionario” (OR).

4.

Gloria de Torres: abogada laboralista miembro del EGP, esposa de Enrique Torres Casanova.

5. Raúl Molina: profesor universitario integrante del frente internacional del EGP. Recientemente dirigía, en la ciudad de New York, la autodenominada “Red por la Paz y el Desarrollo de Guatemala” (RPDG). Otra ONG destinada a conseguir fondos para sus actividades de desestabilización actuales y para mantener viva “La farsa del genocidio en Guatemala”. 6. Frank Larrué Levy: abogado salvadoreño, ex miembro del Frente internacional de las FAR. Fue uno de los principales promotores de este proyecto. Siendo aún joven se ligó a las actividades terroristas, estrechando los nexos con los terroristas salvadoreños del FMLN debido a su origen, parentescos y relaciones políticos familiares. Maliciosamente emigró a los Estados Unidos, en donde mediante la denuncia de una supuesta persecución en nuestro país, obtuvo el status de refugiado. Dadas sus dotes manipuladoras y a través de su especialidad, la victimización, fue abriendo espacios en los grupos de lobistas de Washington con el apoyo permanente y orientación de los lobistas del FMLN. Logró vender textualmente la idea en ese país, de que se trataba de un auténtico 64

demócrata, hasta llegar a ser aceptado como “Defensor de los derechos humanos”. De la mano de otro ex terrorista, Eduardo Stein Barillas, fundó posteriormente durante el Gobierno de Óscar Berger, el “Centro de acción legal por los Derechos Humanos” (CALDH) y fue nombrado por su padrino político Stein como director de La “Comisión presidencial de los Derechos Humanos” (COPREDEH). Ambos juegan un papel muy importante en la “Estrategia de venganza” promovida en contra de nuestros compañeros militares detenidos presos políticos. Aunque para evitar suspicacias y encubrir sus intenciones, mantienen una discreta distancia, al igual que otros actores psicopolíticos. Este grupo de terroristas de corbata, fue enviado inicialmente a México DF, para entrenarlos antes de ser enviados al “Campo de batalla diplomático”, como lo refiere Gurriarán. Inmediatamente fueron sometidos a un intenso trabajo de capacitación, por “Prestigiosos exiliados de diferentes nacionalidades” (tal fue la importancia asignada a esta FARSA por la derrotada izquierda internacional, furiosa por el fracaso del proyecto Guatemala, que se les fue de las manos en el último momento). Instructores marxistas, casi todos profesores de las universidades mexicanas, quienes lo primero que hicieron fue manipular y preparar “lo que iban a presentar” y luego “en dónde lo iban a presentar”. Nada menos que “en la Asamblea General de las Naciones Unidas”. A continuación, sus mentores marxistas les indicaron en septiembre de 1982: “Ahí tienen ustedes el ¡Frente nuevo de combate! New York”. ¡El objetivo es conseguir a toda costa, una resolución en contra del Gobierno, por genocidio! (Guatemala. El silencio del gallo, página 270). Tildando en adelante al gobierno de turno de genocida, la farsa estaba montada, solo era cuestión de tiempo, para ¡revertir en el campo político diplomático, la derrota militar que habían sufrido sus huestes en el campo de batalla! Para el efecto, y con la intención de hacer más amigable o creíble su actividad, este grupo de expertos conspiradores nacionales e internacionales se constituyeron y en adelante se dieron a conocer como “Representación Unitaria de Oposición Guatemalteca” (RUOG). Recurriendo para la apertura de los necesarios “espacios de credibilidad”, a gente con mucha experiencia ligados a bufetes y grupos lobistas norteamericanos, con pensamiento marxista, quienes les aconsejaron “Deben de conseguir que alguna institución afín a los grupos a los que pertenece, les apoye y les dé una credencial”. Para ello, maquiavélicamente “utilizaron a Rigoberta Menchú Tum” ya que el “Congreso Internacional de Tratados Indios”, creado por los Consejo de los Pueblos indios de los Estados Unidos, había sido reconocido como grupo “no gubernamental” o sea una ONG con ¡sede permanente en Las Naciones Unidas! Fueron ellos quienes, después de que se victimizara como indígena Rigoberta Menchú, le proporcionaron una credencial. Ya con uno de los integrantes del grupo acreditado, al salvadoreño Frank Larrué a su vez lo avaló una asociación de juristas. Luis Gurriarán consiguió, luego de bastantes súplicas y regateos, que una asociación de Popes de la Iglesia ortodoxa rusa, fingiera y mintiera sobre su pertenencia a ésta, identificándolo a su vez. 65

Con ello la punta de lanza de los terroristas guatemaltecos había logrado acreditarse, agotando el primer paso indicado por los lobistas gringos. Eufóricos por su logro, inmediatamente efectuaron alianzas en todas direcciones (como buenos marxistas, habían leído seguramente el documento de Carlos Marx Sobre las políticas de Alianzas). Una de las primeras fue muy importante, pues virtualmente se pegaron al cura marxista salvadoreño, Óscar Moreno, lobista del FMLN, quien les aventajaba con “Dos años de experiencia en el arte del cabildear”. Este cura teólogo de la Liberación, les explico detenidamente qué tenían que hacer para obtener los votos necesarios para la resolución contra el Estado de Guatemala. Inmediatamente entró a batear a su favor la representación cubana castrista, quienes sin tapujos se comprometieron a obtener todos los votos de las naciones pro comunistas (marxistas disfrazados). Poco a poco la conspiración iba avanzando. Ya con una marcada correlación de votos a su favor, los terroristas guatemaltecos obtuvieron el apoyo de otro aliado estratégico: “Wola” (Washington office for Latin América), una fogueada oficina lobista de “orientación cristiana” con múltiples contactos a nivel del gobierno, Congreso y del Senado de los Estados Unidos. Con la obtención de estas y otras alianzas, y el mayoritario desconocimiento de la realidad guatemalteca por los diferentes gobiernos representados en las Naciones Unidas, “El cerco se iba cerrando alrededor del Estado de Guatemala”. A decir de un orgulloso Gurriarán, “Me dicen los compañeros, que mientras ellos luchan en la montaña, nosotros tenemos que avanzar aquí, que ésta también es una trinchera”. (Guatemala. El silencio del gallo, página 273). Con este siniestro nombramiento, la guerra política continuaba avanzando y los apoyos de naciones como Suecia y Noruega, pronto fueron obtenidos a través de un pastor de la Iglesia luterana, miembro de la IGE. Para terminar de inclinar la balanza a favor de los terroristas y su campaña de propaganda y desinformación, un viejo aliado del EGP, el ex embajador Máximo Cajal responsable directo al igual que Gustavo Meoño Brenner (Manolo), de la quema de la Embajada de España en nuestro país (el 31 de enero de 1980), “casualmente” fue nombrado como “Cónsul de España en New York”. Este marxista español, incondicional del EGP, inmediatamente se convirtió en el “enlace”, con el embajador de España en las Naciones Unidas, Jaime de Piniés, marxista convencido, quien inmediatamente les ofreció un respaldo “total, sin matices, ni condiciones”. Según Gurriarán, “apoyar su causa es parte de mi trabajo, nos dijo el veterano diplomático”. (Guatemala. El silencio del gallo. Página 274). Con la consecución de estos apoyos “la suerte estaba echada”, la consigna que se generalizó en los pasillos de las Naciones Unidas, exacerbada por todos los países marxistas socialistas, era que el Gobierno del General José Efraín Ríos Montt debía ser condenado a toda costa, y los preparativos para ello se intensificaron. El objetivo inmediato lo consiguieron: azuzado por los socialistas, el embajador de Suecia “se ofreció para presentar y defender la resolución de condena en contra del Estado de Guatemala”. Según palabras de Gurriarán, “el embajador les presentó un esquema o borrador, todos los involucrados le dieron 66

vueltas (manipularon) y redactaron el texto, que consistía en: “una virulenta condena al Gobierno de Guatemala, por sus violaciones a los derechos humanos” (ya no importaba si era cierto o no, lo importante era seguir con la farsa y estigmatizar al Ejército vencedor) acompañada por una petición a los demás gobiernos para que no les prestaran ¿ayuda militar? El objetivo, claro, ¡era aislar y luego ahogar a un Ejército, que luchaba por defender al Estado y sus instituciones, con míseros recursos, pero con una moral combativa y un liderazgo a toda prueba! La conspiración, en base al apoyo de los países socialistas y la izquierda gringa, se fortalecía aceleradamente. Pronto, como consecuencia del intenso trabajo de lobby efectuado por el embajador de Suecia ante las Naciones Unidas, a la ofensiva diplomática marxista se sumaron los gobiernos de España, Holanda, y Bélgica. La propuesta final del documento mártir, corregido sistemáticamente por todos los involucrados, estuvo listo. Sin embargo, aún con la fuerte presión de los lobistas de URNG y del embajador de Suecia, no incluía la palabra mágica esperada con ansiedad por Gurriarán y sus acólitos: “genocidio”. Quienes la redactaron, sabedores de que era imposible comprobar una acusación de esa magnitud y connotación, decidieron no incluirla. Sin embargo, siguiendo la línea trazada por los cubanos y marxistas mexicanos, salvadoreños, sandinistas y españoles, hacía referencia a la supuesta “represión masiva” dirigida por el Estado, además de la supuesta ¡matanza y desplazamiento masivo de poblaciones indígenas! (El EGP, de esta manera, expiaba su culpa en cuanto a las posibles consecuencias de la campaña de desplazamiento forzoso hacia las profundidades de las montaña, o hacia la frontera mexicana; ordenada a los CCL, para que movieran a las pocas bases que les quedaban, en esas dos direcciones, de acuerdo a la distancia de la frontera a que se encontraran). Con ello, los objetivos estratégicos de la URNG en el campo internacional estaban prácticamente alcanzados. Los profesionales del lobismo que les asesoraban, los convencieron de que tuvieran paciencia, que el éxito alcanzado para entonces con esa resolución era muy importante y que “todo era cuestión de tiempo y de un juego de matices”. Con el beneplácito de todos los involucrados ¡la resolución fue aprobada durante la Asamblea General de la ONU, con fecha 17 de diciembre de 1982. Sin pérdida de tiempo los terroristas de corbata encabezados por Frank Larrué, Gurriarán y Rigoberta Menchú, iniciaron a partir de enero de 1983 una fase más de la farsa. Con los vastos recursos económicos obtenidos de parte de los países socialistas comprometidos, emprendieron un importante esfuerzo en dos direcciones: Rigoberta Menchú, a quien ya se había seleccionado por parte de la URNG para el “Proyecto Premio Nobel de la Paz”, contando con el completo apoyo de España, Francia, Suecia y Noruega, fue enviada a intensificar el trabajo político diplomático a Ginebra, específicamente en la Comisión permanente de las Naciones Unidas sobre los derechos humanos. Frank Larrué y Gurriarán fueron enviados a Washington. Según palabras de Gurriarán, para “abrir una nueva trinchera en el Congreso y Senado de los Estados Unidos”. Relata en su libro Gurriarán: “orientados por la Wola y Frank Larrué, concentramos nuestras presiones en los demócratas, aunque también tocamos a los republicanos de orientación liberal. Me 67

pasé un año y medio visitando congresistas”. Al cabo de dos años (1984), el perverso trabajo de lobby de Gurriarán, Frank Larrué y el ala izquierda de la Iglesia católica guatemalteca obtuvo el resultado deseado. ¡Lograron que el Congreso de los Estados Unidos, emitiera una moción en la que se negaba cualquier opción de una posible ayuda militar al Estado de Guatemala (paupérrima ayuda suspendida por el gobierno de Jimmy Carter desde la década de los 70s). Pero lo más importante, para concretar parcialmente esta FARSA, basados en un documento de “la Conferencia Episcopal guatemalteca” (liderada en aquel entonces, nuevamente, por Gerardi) se utilizaba por vez primera el ansiado término de “genocidio”! ¡La farsa, pues, lograba su objetivo estratégico! Que el Estado de Guatemala, fuera sindicado de genocida y estigmatizado por un supuesto genocidio que nunca existió. Como veremos más adelante, luego de los rechazados y por lo tanto ilegales “acuerdos de Paz”, acuerdos efectuados por los gobernantes de turno y la cúpula de la URNG en 1996, fueran rechazados masivamente por la población guatemalteca convocada al referéndum realizado en el año 1999, y que Alfonzo Portillo intentó rescatar para que sirviera a sus fines, mediante una ley del Congreso que lógicamente no puede obviar ni suplantar el abierto rechazo de la población hacia los mismos, el ala marxista de la Iglesia católica comprometida con la Teología de la Liberación, que fue derrotada en sus intenciones de tomar el poder acompañando a la guerrilla marxista, asestaría la puñalada final al Ejército y al Estado de Guatemala, sus vencedores, mediante el denominado “Proyecto de recuperación de la memoria Histórica” REMHI. Instrumento de venganza elaborado, como ya quedó demostrado, por el equipo marxista dirigido por Juan Gerardi mediante la “Organización de Derechos humanos del Arzobispado de Guatemala” (ODHAG). Lo demás, hasta el presente, es historia sesgada y perversa escrita por algunos de quienes fueron nuestros oponentes, que en su falta de hombría y de principios, la utilizan como el instrumento para llevarnos irremediablemente hacia un nuevo enfrentamiento. El siguiente paso, luego de la moción obtenida del Congreso gringo, fue trasladar el centro de la conspiración hacia Europa. Mediante el Frente Internacional del EGP, el mejor afincado en ese continente, decidieron utilizar a una indígena guatemalteca, hija de Vicente Menchú, el cabecilla del CUC que murió durante el incendio de la embajada española en nuestro país, cuando en forma suicida lanzó una bomba incendiaria tipo molotov en el interior de la misma, provocando la deflagración de las que llevaban el resto de sus acompañantes. La clara intención, más que económica, fue política, pues presentar a una “supuesta víctima” del Estado guatemalteco, como premio Nobel, convirtiéndola de la noche a la mañana, en una exitosa escritora, que relataba “los sufrimientos de los indígenas”, por las supuestas acciones del gobierno, y clamaba ante la “Comunidad Internacional”, por aislar a ese gobierno y a su supuesto “Ejército genocida”, sería un éxito sin precedentes en la lucha político propagandística de los terroristas. Veamos a continuación, explicado por sus protagonistas y diferentes autores, qué fue lo que sucedió. 68

“La farsa del genocidio en Guatemala” (El premio Nobel otorgado a Rigoberta Menchú durante el año 1992)

1. La lucha armada y la cuestión étnica: Regis Debray, compañero de aventuras del Che Guevara en Bolivia, y esposo de Elizabeth Burgos, afirmaba: “La integración de los indígenas a la elaboración, a las tareas de ejecución y de dirección de la guerra revolucionaria es el problema número uno de la revolución guatemalteca, pero también el de más difícil solución”. Y se preguntaba: ¿Cómo podrá esta guerra llegar a ser algún día su guerra? 69

2.

IVON LE BOT. (La guerra en las tierras Mayas). La Teología de la Liberación generó primeramente, como manipulación de las masas, la organización del Comité de Unidad Campesina (CUC), el cual va a nutrir al EGP.

3. YVON LE BOT (La guerra en las tierras Mayas). Fondo de Cultura Económica 1995). La guerrilla guatemalteca de los años setenta y ochenta presentó como su principal originalidad, la decisión y el hecho de haber movilizado a una parte de la población indígena. Esta anotación es válida para el EGP y para la ORPA, aunque los enfoques de la cuestión indígena por estas dos organizaciones, presenten diferencias considerables. La primera (EGP) centra el debate en la relación clase/etnias y permanece apegada a una perspectiva esencialmente clasista; mientras la segunda (ORPA), parte de una reflexión sobre el racismo y ve en el pueblo autóctono un actor histórico en una perspectiva que va evolucionando hacia un nacionalismo revolucionario a la manera guatemalteca. (Manipulación de sectores indígenas por ambas organizaciones terroristas.) 4.

Como el lector puede apreciar, la manipulación de la población indígena guatemalteca se constituyó en un objetivo de primer orden para los planes de las nuevas organizaciones terroristas, luego de la elaboración del Documento de marzo de 1967, concebido por Rolando Morán y Aura Marina Arriola, como una autocrítica, que supuestamente daba tratamiento a los motivos que habían conducido a la derrota de la guerrilla (FAR), en la Sierra de las Minas en la década de los sesenta.

70

Aura Marina Arriola y otros miembros de las FAR, cuando fueron recibidos en Vietnam del Norte en el año 1968. Como resultado de esta visita obtuvieron armas y entrenamiento, con los que asesinaron a diplomáticos y militares gringos, entre otros, en Guatemala.

Como ya se comentó anteriormente, las fuerzas guerrilleras a finales del año 1981 consideraban que en marzo de 1982 se harían del poder cuando llegaran las prometidas armas que Cuba, Nicaragua, Venezuela y otros países les habían ofrecido, las que servirían para abastecer de armamento moderno a las Fuerzas Irregulares de las tres organizaciones que tenían trabajo político organizativo en el movimiento campesino, puesto en bandeja de plata para los terroristas por los teólogos de la liberación. Las Fuerzas Irregulares Locales del EGP, la Resistencia Popular Campesina de la ORPA, y las Milicias Revolucionarias de las FAR jugarían, cada una, su papel asignado dentro del plan elaborado por el EGP, sobre el cual se montaría el resto de las organizaciones terroristas. Los sueños de imitar a Castro ingresando en La Habana, o a los hermanos Ortega Saavedra ingresando en Managua a la cabeza de sus huestes, se quedaría durmiendo para siempre en el caso de los terroristas guatemaltecos. Pues nuestro ejército les salió al paso, con base en un eficiente trabajo de la Inteligencia Militar, el profesionalismo de sus mandos, y la mística y espíritu de sacrificio de oficiales, especialistas y tropa, quienes durante seis meses ininterrumpidos, conscientes de su desventaja numérica y precariedad de equipos, libraron la batalla decisiva. La debacle moral de los alzados en armas ante el giro de los acontecimientos fue mayúscula, y aban71

donaron a su suerte a los grupos campesinos que habían creído en una rápida victoria militar. Para luego lanzarlas perversamente en contra de las fuerzas militares del Estado, sin embargo vieron cómo su perfidia y traición fue correspondida por los engañados campesinos, que se volcaron de lleno en su contra, conformando los Comités voluntarios de Autodefensa Civil (CVDC). Luego de esta derrota estratégica, los cabecillas de la guerrilla se enfrascaron de lleno a tratar de revertirla en el campo político internacional; y con el apoyo de los países socialistas, lanzaron el proyecto para posesionar el tema de un supuesto genocidio como instrumento de venganza contra sus vencedores, y crear una figura emblemática que les sirviera para hacer resonar esa farsa a nivel mundial. Esta pieza importante para sus fines, para entonces era miembro de la “Representación Unitaria de oposición Guatemalteca” (RUOG) y paulatinamente sería llevada al pináculo de la visión mundial a través de un activismo y lobby que culminaría años más tarde con el Premio Nobel de la Paz.

A continuación plantearemos la verdad de esta conspiración, expuesta por dos escritores: el primero, representante de la izquierda marxista y del Frente Internacional del EGP/ URNG en Europa; y el segundo, un escritor y científico norteamericano considerado opuesto a los marxistas. 72

Arturo Taracena Arriola, representante del Frente Internacional del EGP en Europa, rompe el silencio. Quien fue representante del Frente Internacional del EGP y posteriormente de la URNG en Europa, Arturo Taracena Arriola, fue durante muchos años asesor personal de Rigoberta Menchú Tum, a quién dirigió durante la elaboración del libro Me llamo Rigoberta Menchú y así me nació la conciencia.

73

Arturo Taracena Arriola nació en la ciudad de Guatemala el 13 de mayo de 1948. Obtuvo el título de bachiller en ciencias y letras en el Liceo Javier en octubre de 1965. Luego de reunirse con algunos amigos que compartían su ideología, pasó a ser fundador del Ejército Guerrillero de los Pobres en 1972. Estudiante de la Universidad de San Carlos, obtuvo la licenciatura en Historia, en 1978. En 1982 obtuvo el doctorado por la École des Hautes Études en Sciencies Sociales de París. Fungió como representante de la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca (URNG) de 1982 a 1988. Posteriormente fue miembro de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO), y miembro del equipo de apoyo al Comité de Unidad Campesina (CUC), brazo campesino del EGP. Fue quien dirigió en Europa la conspiración para que le fuera otorgado el Premio Nobel de la Paz a Rigoberta Menchú en diciembre de 1992. Luego de haber logrado este objetivo estratégico propagandístico de la URNG, entre 1992 y 1996 continuó sus actividades de apoyo a la URNG como profesor en la Escuela de Historia de la Universidad de Costa Rica (UCR). Y siguió manipulando la temática Indigenista, como por ejemplo, con el libro: Invención criolla, sueño ladino, pesadilla indígena. De 1997 a 1999, como parte de la Asociación de Investigación y Estudios Sociales (ASIES), se sumó al grupo encargado de manipular nuestra historia reciente, especialmente lo sucedido en el Enfrentamiento Armado Interno (EAI), por lo que con perfil bajo se integró la Comisión para el Esclarecimiento Histórico.(CEH) (Como podrá notar el lector, esta “Comisión” de las Naciones Unidas”, como queda demostrado, estuvo integrada por ex cabecillas de la guerrilla terrorista, los “informes” y “documentos escritos con rigor científico” según los neo marxistas, son libelos propagandísticos de estos “intelectuales”, maestros en la desinformación. Posteriormente pasó a coordinar entre 1998 y 2005 el “equipo de investigación histórica” del Centro de Investigaciones Regionales de Mesoamérica (CIRMA), que produjo la obra Etnicidad Estado y Nación en Guatemala, 1808-1985. Marxista convencido y familiar de Aura Marina Arriola, quien, como sabemos, en los años en que se implementó esta farsa, era la pareja sentimental de Ricardo Ramírez de León o Rolando Morán, Comandante en Jefe del EGP, fue quien dirigió e indujo las entrevistas realizadas a Rigoberta Menchú Tum, por Elizabeth Burgos (esposa del marxista Francés Regis Debray), capturado en la población de Camiri, Bolivia, en 1967, luego de haber permanecido algún tiempo acompañando al grupo guerrillero de Ernesto Che Guevara. Para contribuir a esclarecer en forma documentada las interioridades principales de esta nueva FARSA, a continuación transcribiremos la entrevista realizada por el periodista Luis Aceituno, reportero de investigación del matutino elPeriódico, publicada en ese medio escrito el 10 de enero de 1999: 1.

¿Cuál fue la génesis del libro Me llamo Rigoberta Menchú y así me nació la conciencia?

En enero de 1982 se acercó a mí Marie Tremblay, representante de la ORPA en París, cuyo verdadero nombre es Cecile Rosseau, psiquiatra canadiense, diciéndome que Elizabeth 74

Burgos (a quien yo había conocido en 1975 en París) estaba interesada en publicar un testimonio de algún indígena guatemalteco y ella, Marie, le había dicho que en París estaba en ese momento una muchacha muy interesante dando su testimonio, que se llamaba Rigoberta Menchú Tum y que la forma de conectarla era a través mío, porque estaba viviendo en mi casa. 2.

¿Qué hacía Rigoberta en París?

Estaba con una delegación del CUC haciendo concientización, no solo sobre lo ocurrido en la Embajada de España, sino sobre lo que pasaba en Guatemala. Ella venía de México, en donde habían tomado muy en cuenta su capacidad de expresarse para que hiciera esa gira por toda Europa. 3.

¿Y cómo se dio el encuentro entre Rigoberta y Elizabeth Burgos?

Pues, yo llamé a Elizabeth por teléfono, concertamos una cita y el día domingo siguiente llegué a verla acompañado de Rigoberta. Y no como ella ha dejado entender a David Stoll, de que Rigoberta llegó por sus propios medios a su casa. Eso era imposible, Rigoberta no hablaba francés, no sabía manejarse en el metro, pues era la primera vez que estaba en París. En esa primera discusión del día domingo, llegamos a un acuerdo de cómo iba a desarrollarse la entrevista. El interés de Elizabeth por Guatemala venía de su amistad en años anteriores con Ricardo Ramírez (Rolando Morán) y con Aura Marina Arriola. Durante una semana totalizamos 26 horas de grabación, y una vez Rigoberta dejó París, nunca más volvió a ver el material. No tuvo la oportunidad de ver cómo lo fuimos editando entre Elizabeth Burgos y yo. 4.

¿Cómo se realizo este proceso de edición?

Bueno, Elizabeth insiste en que ella hizo la transcripción y eso es totalmente falso. Trató, pero no pudo. Para la transcripción yo busqué dinero y el “Comité Católico contra el hambre y por el desarrollo”, me dio alrededor de 30,000 francos, que yo negocié con Marlise Strasser, encargada para América Latina, para hacer una publicación a favor del CUC, debido a que “el CUC era el movimiento al que más apoyaba la Solidaridad Francesa”. Con ese dinero se le pagó a una muchacha de origen cubano, Paquita Rivas, que era la secretaria de “Gonzalo Arroyo, Jesuita chileno exiliado en Francia”, quien dirigía “El Central”. 5.

¿Es cierto que el material fue revisado por el EGP?

Bueno, una vez se tuvo la versión en limpio, a la que Elizabeth hace referencia, se envió a Nicaragua (allí se encontraba la Dirección Nacional del EGP), no a México como ella 75

dice, y se envió a Nicaragua por intermedio de Vicente, seudónimo del compañero Víctor Manuel López Vásquez, que había llegado a París en mayo de 1982 acompañado de José Luis Balcárcel y Héctor Nuila Ericastilla anunciando la creación de la URNG.

José Luis Balcárcel, ideólogo del EGP. Otro de los implicados en la conspiración para diseñar “La farsa del genocidio en Guatemala”.

Héctor Nuila Ericastilla, seudónimo Enrique. Miembro del Frente Internacional de la ORPA, responsable de los “becados” a Cuba y otros países. Operaba desde Managua, Nicaragua.

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Continúa describiendo Taracena: “Vicente, como ya indiqué, fue el que llevó el manuscrito y él fue el que me lo devolvió a mí, con una carta. Luego, yo siempre creí que el que había revisado el documento era Mario Payeras (Roque/Benedicto). Él lo leyó, pero hace como un año me enteré, de que quien realmente emitió opinión sobre los pasajes que había que suprimir, fue Gustavo Meoño Brenner (Manolo/Jonás) (Jefe de la “Comisión de Trabajo Amplio de Masas” COTRAM, y uno de los responsables del Frente Guerrillero Otto René Castillo (FGORC), Frente Urbano del EGP. Responsable del atentado con explosivos del Parque Central en 1980, y de haber dado la orden de ejecutar el “Plan Subida”, para la toma de la Embajada de España. Años más tarde, luego de dirigir la “Fundación Rigoberta Menchú” fue nombrado para dirigir/manipular, el “Archivo de la Policía Nacional”. Continúa Taracena, “Meoño pidió que se quitaran tres pasajes del relato: el número 1. “Que el EGP ponía a los niños a recoger las bombas que no explotaban”. Número 2. “El que hablaba de las relaciones entre el Frente Popular 31 de Enero (FP-31) y la ORPA”, algo absurdo pues “todo el mundo sabe que el FP-31 era un movimiento de masas que pertenecía al EGP”. El número 3 es la parte donde Rigoberta afirmaba que el testimonio de Máximo Cajal (embajador de España involucrado en la planificación y facilitación de la toma de la embajada) sobre la quema de la embajada “indicaba que las bombas molotov las habían tirado los del CUC, centrando la acción en el padre de Rigoberta” (Vicente Menchú).

Rigoberta Menchú Tum en su visita a Quilmes (en el Gran Buenos Aires, Argentina).

Su candidatura fue sostenida por el premio Nobel argentino Adolfo Pérez Esquivel, cuyo país fue visitado por Rigoberta Menchú en agosto de 1992. “La campaña pro Nobel” 77

contó con la organización de Ana González, antropóloga, hija del también antropólogo Rex González y de Lucrecia Lomban (secretaria de la APDH Quilmes), entre otros activistas y “organizaciones humanitarias”. Como el lector puede constatar, los marxistas movieron (y siguen moviendo) sus piezas por el mundo, para vengarse de la derrota militar sufrida, ante un Ejército pequeño y escaso de recursos, pero gigante en su mística y moral combativa.

El apoyo incondicional de Michelle Mitterrand, esposa del ex Presidente francés François Mitterrand, amigos personales de Regis Debray, fue decisivo para completar la farsa. En la fotografía, Jaques Chirac felicita a la protegida y favorecida por su ex colega Presidente.

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Empresaria Farmacéutica

En el año 2003, ya purgada por la URNG, a quienes no entregó como estaba convenido, el premio en efectivo otorgado con el premio Nobel, se involucró con la industria farmacéutica mexicana como presidenta de la compañía “Salud para Todos” (subsidiaria guatemalteca de las “Farmacias Similares”, llamadas ahora “Farmacias del Doctor Simi”), con la finalidad de proveer medicinas genéricas a bajos precios. Sin embargo, en 2008, su participación en este sector terminó, cuando quedó fuera del Consejo de administración de “Salud para Todos” a partir de diferencias existentes con el dueño de la sociedad, el millonario mexicano Víctor González Torres; además de resultados competitivos bajos en el sector farmacéutico guatemalteco. (Rigoberta Menchú nunca ha trabajado, por lo tanto comprobó lo difícil que resulta ser empresario).

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Mentiras comprobadas sobre su autobiografía

“Rigoberta Menchú, desenmascarada y cuestionada por académico estadounidense” En 1999, el antropólogo David Stoll publicó el libro Rigoberta Menchú and the Story of All Poor Guatemalans (‘Yo, Rigoberta Menchú, y la historia de todos los pobres guatemaltecos’), donde sostenía que una parte de la biografía de Menchú es falsa. Según Stoll se habrían alterado o exagerado elementos de su vida, para hacer ver que la familia Menchú era una luchadora de los derechos sociales. Por ejemplo: el gobierno de Guatemala entregó un lote de tierra a su padre, Vicente Menchú. Su familia no habría estado en condiciones de 80

esclavitud en las grandes plantaciones de café; Rigoberta Menchú no estuvo presente cuando, como ella afirmaba falsamente, su hermano fue quemado vivo en medio de una plaza etc. Se sospechó de la antropóloga que grabó las declaraciones de Rigoberta en París y que transformó sus historias en libro. Elizabeth Burgos era la esposa de Régis Debray, el marxista francés que teorizó que, en su lucha revolucionaria, Latinoamérica podía seguir el camino precursor de la guerrilla establecido por Fidel Castro y el Che Guevara en Cuba. La promoción del libro de Rigoberta y Elizabeth en Cuba no disipó la sospecha de que éste velaba más por la guerrilla que por los campesinos. Las luchas intestinas que dividieron a los vecinos indígenas de Rigoberta se obviaron, ocultaron y marginaron de la historia, haciendo que la lucha armada sonara como una reacción inevitable a la opresión, en un momento en que los mayas estaban desesperados por escapar a la violencia. Me llamo Rigoberta Menchú, se volvió un medio de movilizar apoyo externo para una insurgencia herida “que se batía en retirada”.

Rigoberta Menchú en el momento en que se victimizaba ante los medios de comunicación (como es costumbre en ella y sus titiriteros), luego de que la farsa sobre su libro fuera descubierta por David Stoll. La acompaña uno de sus manipuladores, Gustavo Adolfo Meoño Brenner, terrorista asesino, experto en desinformación y manipulación.

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En una entrevista concedida a la agencia de noticias Associated Press, el 11 de febrero de 1999, Rigoberta Menchú reconoció que en el libro escrito por Elizabeth Burgos (no por ella como queda demostrado) “posiblemente” hubiera confundido, en algunos casos, su historia personal con la de otras víctimas del supuesto genocidio guatemalteco.

Luego de la derrota de principios de 1982, los cabecillas terroristas huyeron hacia Nicaragua, México y Europa y permanecieron en el extranjero “los titiriteros”. Aparte de unas cuantas columnas guerrilleras aisladas, la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca (URNG) apenas contaba para su lucha con el simbolismo de los muertos, lo que lograba más resultados ante las desinformadas audiencias extranjeras, que en nuestro país. La sangre culpaba a las organizaciones guerrilleras, que tanto habían contribuido a su derramamiento. Los comandantes de la URNG no estaban dispuestos a admitir “que habían sido derrotados estratégicamente”. Pero negociar era su única esperanza, y la batalla para esto se tenía que librar en la arena internacional, puesto que la mayoría de la oficialidad del ejército no veía razón alguna para negociar con un oponente tan débil. La URNG necesitaba un apoyo externo que compensara la falta de apoyo en nuestro propio país. Ahí residía la importancia de la FARSA de Rigoberta Menchú, que podía ser utilizada para “convertir una insurrección muerta en un supuesto movimiento campesino”. Una fracasada y repudiada (por la

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mayoría de la población) guerra de guerrillas, en una supuesta “reivindicación de derechos humanos”. Y una derrota estratégica, en un reconocimiento diplomático en el extranjero, manipulado por sus pares marxistas. A principios de 1983, Rigoberta Menchú Tum era una de las cuatro personas de la delegación de la URNG que asistieron a las seis semanas de sesión de la “Comisión de Derechos Humanos” de las Naciones Unidas en Ginebra. Léase bien, “de la URNG”. Un excombatiente de Nebaj relató, al ver su fotografía, que en 1984 Rigoberta Menchú había visitado un campamento del EGP en Ixcán, cerca de la frontera mexicana. «No tengan pena, no se desanimen luchando contra el ejército», recuerda que les dijo. «Yo por mi parte estoy trabajando internacionalmente, haciendo todo lo posible para obtener recursos para los combatientes y los refugiados». Como se puede comprobar entonces con las declaraciones de un testigo principal, nacidas de su militancia como responsable del Frente internacional del EGP, además de su responsabilidad sobre Rigoberta en Europa por un lado; y las investigaciones de un reputado antropólogo norteamericano por el otro; la FARSA DEL PREMIO NOBEL DE LA PAZ otorgado con la complicidad sueca y de la izquierda socialista europea en el año 1992, fue solo otro engranaje más del montaje conspirativo para lograr posesionar La Farsa del genocidio en Guatemala. Años más tarde, en una entrevista hecha por Magnolia Consuegra Navarro al Comandante guerrillero Pablo Monsanto y publicada en elPeriódico de fecha 2 de septiembre de 2007, a la pregunta ¿Está restándole mérito a la Premio Nobel? El Comandante contestó: "Lo digo con toda honestidad, se lo puede decir a ella: Rodrigo Asturias y yo la propusimos. Rigoberta jamás va a hablar en contra mío, porque “sabe que nosotros la hicimos”. Fue “un error del movimiento revolucionario”, el Ejército Guerrillero de los Pobres (EGP) creyó que “tener a la Premio Nobel sería su principal fuente de financiamiento. Eso generó problemas internos y, por último, la separaron del movimiento." Este comentario demuestra el origen de la conspiración urdida por razones político económicas para crear la FARSA en torno a los méritos, pero, sobre todo, “de los supuestas violaciones de derechos humanos sobre su familia y las comunidades indígenas”, elucubradas por marxistas como Luis Gurriarán, Ricardo Falla Sánchez, Arturo Taracena, José Luis Balcárcel, Frank Larrué, Héctor Nuila, Pablo Ceto, etc. Eran los años en que algunos países se dejaban impresionar por movimientos antidemocráticos, como todavía sucede en el presente. Rigoberta Menchú es, por decir lo menos, uno de los últimos eventos de la “Gran Estafa Urdida”.

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Ricardo Falla Sánchez (Marcos) y Luis Gurriarán Sánchez (Julio) “Ideólogos del EGP”

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Conforme fue pasando el tiempo y la FARSA se iba posesionando, la población que fue retenida por los terroristas fue reorganizada siguiendo instrucciones giradas por la Dirección Nacional del EGP a dos de sus principales ideólogos, Ricardo Falla Sánchez (s) Julio y Luis Gurriarán (s) Marcos, y reubicada de una manera estratégica que servía a sus intereses y planes. Finalmente, luego de varios años de penosa actividad impuesta, de los 36 campamentos dispersos surgidos inicialmente bajo orientación de los CCL en la selva del Ixcán y la Sierra, estos forzosamente se redujeron a solo seis, convenientemente ubicados en las cercanías de los campamentos principales, de los revitalizados y reequipados frentes guerrilleros y sus unidades regulares. La finalidad de “pegar” al terreno cercano a la frontera mexicana y a los campamentos de las unidades de los dos frentes principales, sobrevivientes, era proveerles de alimentos obtenidos de las siembras que fueron trabajadas en lo profundo de la montaña, en el caso de las CPR de la Sierra a cargo de Luis Gurriarán, y las CPR de la Selva, a cargo de Ricardo Falla. Ubicadas de la misma manera, pero en este caso siguiendo la planificación diseñada para mantener abierto el corredor hacia los campamentos de refugiados, situados del otro lado de la frontera. Demagógicamente, como un eslabón más de la FARSA, a estos campamentos de las CPR fueron traídos en diferentes oportunidades periodistas y activistas de izquierda gringos y europeos, para manipular y vender las ideas del supuesto genocidio, y del desplazamiento forzoso, que sí existió como quedó comprobado, por la presión ejercida por los terroristas a sus bases de apoyo, pero, esta vez, demagógicamente prepararon a los miembros más lucidos de los CCL y da las Fil, para proporcionar sus datos de identificación y presentar a sus cómplices y complacientes oyentes, compañeros “ideológicos extranjeros”, su manipulada versión culpando al Ejército de haber sido el supuesto responsable, de su “forzosa migración”; producto según lo aprendido de sus mentores religiosos, de “terribles masacres”. Basta leer los libelos elucubrados por Ricardo Falla Masacres en la Selva, y Negreaba de Zopilotes”, para comprender la intención de los mismos.

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Carta dirigida por Luis Gurriarán (s) Julio a las CPR, bases del EGP, que se encontraban organizadas en apoyo a las unidades militares permanentes (UMP), para las cuales efectuaban labores agrícolas, logísticas, correos; y de apoyo directo cuando efectuaban ataques a las unidades del Ejército. Como se puede apreciar, la manipulación de la fe de los campesinos pudo más que la ideologización de los mismos.

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Interesante y reveladora misiva, enviada por Ricardo Falla (Marcos), al Obispo del Quiché, Monseñor Julio Cabrera, el 21 de septiembre de 1991. Como se puede apreciar, el apoyo logístico del Obispo a los terroristas fue constante. Justificándolo bajo una supuesta misión pastoral. ¿Desconocía el Obispo la relación de Ricardo Falla con el EGP, la Iglesia guatemalteca en el Exilio (IGE), y la Representación Unitaria de Oposición Guatemalteca (RUOG)? Es difícil de creer, por la evidencias que presentaremos, dichas a los medios de comunicación, por otro integrante de la DN del EGP. Sería interesante, también, saber qué explicación da el Obispo Cabrera sobre la actividad de ¡su esposa! en la organización terrorista y con Ricardo Falla.

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Block de notas de Ricardo Falla en el cual con su propia mano tituló: “DENUNCIAS HISTÓRICAS DEL HO CHI MINH”. Documentos apócrifos y falsos que le sirvieron de base para escribir los libros Masacres en la Selva, y Negreaba de Zopilotes, y dos breves notas personales que confirman su militancia y la de sus compañeros religiosos marxistas.

Nótense los rasgos y trazos de la firma de Ricardo Falla (Marcos). Compárelos con los ya expuestos y saque el lector sus propias conclusiones.

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Comunicación de Ricardo Falla (Marcos) con Luis Gurrirán (Julio), cuando este se encontraba efectuando trabajo del EGP en el feudo del Obispo marxista Samuel Ruiz García, en la diócesis de Chiapas, México. Samuel Ruiz fue fundador e ideólogo del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), organización terrorista cuyos miembros fueron entrenados en los campamentos de refugiados de la URNG en México. Recientemente los Zapatistas ovacionaron al “heredero” de Samuel Ruiz, Álvaro Ramazzini Imeri, en una concentración en dicho país. “Casualmente”, con su traslado desde San Marcos, en donde dejó organizada “La resistencia”, la conflictividad se trasladó hacia su nuevo destino, Huehuetenango.

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Notas de Ricardo Falla que comprueban relación URNG/EZLN 1. “En esos mismos días, tuve la primera noticia, de que en México había un incipiente movimiento guerrillero con el que habían tenido conversaciones los combatientes guatemaltecos; quienes les pidieron que demoraran su presentación pública e incluso si fuera posible, que desaparecieran de la zona, para no poner en riesgo a los refugiados “y a quienes teníamos la frontera como garantía”. Ese grupo era el embrión de un grupo que daría mucho que hablar en el futuro. “El Frente Zapatista de Liberación Nacional” EZLN. Luis Gurriarán (Julio), Guatemala. El Silencio del Gallo. Página 313.

Campamentos URNG en territorio mexicano 2. “En México, hicimos escala en un recóndito lugar, un campamento que tenía la guerrilla (guatemalteca) en la punta de un cerro. La noche del 20 de diciembre reanudamos la marcha y al cabo de unas horas nos encontramos, en plena selva, “con un sacerdote que tomó el relevo” y me llevó hasta Comitán, un pueblecito de la frontera donde me recogieron unos amigos de “La Iglesia Guatemalteca en el Exilio”. Luis Gurriarán, Guatemala. El silencio del gallo. Página 315.

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Análisis efectuado por Ricardo Falla de la relación CPR/IGE/EGP/URNG

Falla convoca a una reunión de la Dirección Nacional (DN) del EGP. ¿Quién puede convocar a una instancia, si no la dirige o forma parte de ella? Nótense los rasgos grafológicos, el mismo trazo que las otras notas. ¿Estará dispuesto Falla a negarlo y someterse a un peritaje grafológico?

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La hoja de ruta diseñada para nuestro país, por los “Funcionarios de la ONU”. Organización cundida de marxistas decididos a tomar el control de nuestros recursos naturales, a como dé lugar. Suecia, Holanda, Alemania y el País Vasco, son algunos ejemplos de esas ambiciones; la primera soñando con nuestro recursos mineros e hidrológicos, que ellos sí explotan a toda capacidad en su territorio, y los vascos soñando con emanciparse de España en el 2014, para lanzarse sobre los territorios americanos a cuyas poblaciones indígenas ellos empujan a la “Defensa de sus territorios”, para substituir al poder local, y luego afincarse ellos, sus ideólogos y financistas, en el nunca abandonado “Proyecto Mayaland”. Objetivo inicial, convertir a Guatemala en un estado paria mediante la “Farsa del Genocidio”. En seguida, llevar a los “colectivos dirigidos y financiados por ellos, al poder”. A continuación asesorar a “los compañeros” en la forma correcta de cómo explotar nuestros recursos naturales, pero esta vez dirigidos por ellos y beneficiándose ELLOS. ¿Le parece ilógico al lector?

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Como se puede apreciar con esta nueva confesión de Luis Gurriarán (Julio), sobre su “Labor Pastoral”, con las bases de apoyo de la URNG en los campamentos de “refugiados”, su actividad de toda la vida fue… “Politizar la religión”.

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Luis Gurriarán (Julio) describe las labores actuales de “su equipo del EGP, la IGE y la RUOG”, en Guatemala. El silencio del gallo. Como el lector puede apreciar, algunos de ellos, como Beatriz Manz, intervinieron como testigo en el montaje del juicio por el supuesto genocidio. La criatura perversa de Ricardo Falla y Luis Gurriarán, más sus acólitos de la OHDAG. Juzgue usted.

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La estrategia de negociación de la URNG, con el Gobierno de Guatemala. Vista según este documento, “Como un nuevo campo de lucha política”. Nótense las anotaciones en el margen izquierdo, del ideólogo Ricardo Falla. Que nunca se nos olvide la proclama y advertencia de (s) Rolando Morán: ¡EL DIÁLOGO ES LUCHA, NO RENDICIÓN!... al entendido, por señas…

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Una “bien intencionada, monjita”… “asesorando a una de las testigos, durante una de las audiencias del burdo montaje elaborado para el juicio por “La farsa del genocidio”. ¡La imagen habla por sí misma!

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¡La farsa del genocidio en Guatemala y sus otros ACTORES!

Las OGs y negocios con las donaciones que “NADIE FISCALIZA”. FINANCIAMIENTO PARA ORGANIZAR LA VENGANZA.

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Uno de los principales cerebros de toda esta FARSA, Frank Larrué Lewy. Salvadoreño conspirador y manipulador por naturaleza, terrorista de corbata comprometido con las causas neomarxistas en el continente americano. Acompañado por LUIS GURRIARÁN SÁNCHEZ y RIGOBERTA MENCHÚ TUM, poseen un fuerte nicho lobista en la Organización de Naciones Unidas, desde donde concibió la idea de la CICIACS, convertida luego en CICIG.

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Por la importancia histórica de que este tema sea tratado con propiedad, erudición y sea debidamente fundamentado de acuerdo con nuestras leyes nacionales y al marco jurídico internacional, reproducimos a continuación parte del riguroso análisis efectuado por el prestigioso académico y docente guatemalteco, el licenciado Luis Enrique Pérez Estrada, uno de los más eruditos periodistas y escritores de nuestro medio.

Crímenes de lesa humanidad y genocidio EL CASO DE JOSÉ EFRAÍN RIOS MONTT Por Luis Enrique Pérez Profesor universitario de filosofía. Periodista y estudioso de la Filosofía del Derecho Guatemala, enero de 2014

Primera parte. 1.

Concepto de crimen de lesa humanidad.

2.

Concepto de genocidio.

3.

Relación entre crimen de lesa humanidad, y genocidio.

Segunda parte. 4.

Un atributo esencial del genocidio: “el dolus specialis”.

Tercera parte. 5.

El caso del militar José Efraín Ríos Montt.

6.

¿Qué puede suceder?

Cuarta parte. 7.

Conclusiones.



Algunos documentos consultados.

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Primera parte. 1. Concepto de crimen de lesa humanidad. La palabra lesa deriva de la palabra latina laesio. Uno de sus significados es ser un delito que consiste en causar un daño físico o psiquico1ógico. La palabra humanidad denota, evidentemente, al ser humano en general. Un crimen de lesa humanidad lesiona a la humanidad; pero no en sentido estricto, porque realmente el ser humano en general no puede ser lesionado, sino solo un ser humano en particular (o un grupo de seres humanos). El crimen de lesa humanidad lesiona a la humanidad porque es tan grave el daño que causa, que puede afirmarse que la esencia misma del ser humano ha sido objeto de lesión. El Estatuto del Tribunal Militar Internacional de Núremberg, aprobado el 6 de octubre del año 1945, incluyó, entre los crímenes de lesa humanidad, el asesinato, el exterminio, la esclavitud, la deportación y “otros actos inhumanos cometidos contra la población civil antes de la guerra o durante la misma”; y la persecución por motivos políticos, raciales o religiosos. El Código de Crímenes contra la Paz y la Seguridad de la Humanidad, propuesto por la Comisión de Derecho Internacional, de la Organización de Naciones Unidas, y aprobado por la asamblea general de esa organización en el año 1996, incluyó, entre los crímenes de lesa humanidad, el asesinato, el exterminio, la tortura, la esclavitud, la persecución política, racial, religiosa o étnica; la discriminación institucionalizada racial, étnica o religiosa, conexa con la transgresión de derechos fundamentales y causante de desventaja de una parte de la población; la deportación arbitraria o el traslado forzoso de población; la prisión arbitraria, la desaparición forzada, el secuestro, la prostitución forzada y otras modalidades de abuso sexual; y “otros actos inhumanos que dañan severamente la integridad física o mental, la salud o la dignidad, como la mutilación y el daño corporal severo.” Esos actos criminales atentan contra la humanidad “cuando son cometidos de manera sistemática y en gran escala, y son instigados o dirigidos por un gobierno o por una organización o por un grupo.” Doudou Thiam, Relator Especial de la Comisión de Derecho Internacional, de la Organización de Naciones Unidas durante el periodo 1983‐1995, afirmó que un solo ser humano puede ser víctima de un crimen contra la humanidad si el acto criminal no es aislado o casual, sino que ocurre “dentro de un sistema o se ejecuta según un plan, o si ocurre con frecuencia tal que se disipa cualquier duda sobre la intención del autor del crimen”; o si es “un acto individual que es parte de un conjunto coherente y de una serie de actos frecuentes e inspirados por el mismo motivo, que puede ser político, religioso, racial o cultural.” El Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional, aprobado en el año 1998 durante una conferencia diplomática de representantes plenipotenciarios, patrocinada por la Organización de Naciones Unidas, incluyó, entre los crímenes de lesa humanidad, el asesinato, el exterminio, la esclavitud, la deportación o el traslado forzoso; el encarcelamiento “u otra privación grave de la libertad física que viole las normas fundamentales de derecho internacional”; la tortura, la violación, la esclavitud sexual, la prostitución forzada, el embarazo forzado, y la esterilización forzada 101

“o cualquier otra forma de violencia sexual de gravedad comparable”; la persecución conexa con motivos políticos, raciales, nacionales, étnicos, culturales o religiosos, “u otros motivos universalmente reconocidos como inaceptables conforme al derecho internacional”; la desaparición forzada; el apartheid, y “otros actos inhumanos de carácter similar que causen intencionalmente gran sufrimiento o atenten contra la integridad física o la salud física o mental.” Con la finalidad de denotar esencialmente los mismos delitos, se han empleado las expresiones delitos contra los deberes de la humanidad y crimen contra la humanidad. Por ejemplo, en la versión francesa del Estatuto de Roma, la expresión que denota los delitos de lesa humanidad es crime contra l’humanite; y en la versión inglesa, la expresión que denota esa misma clase de delitos es crime against humanity. El Código Penal de Guatemala los denomina delitos contra los Deberes de humanidad. Ese código no define esos delitos sino que únicamente afirma que “quien violare o infringiere deberes humanitarios, leyes o convenios con respecto a prisioneros o rehenes de guerra, heridos durante acciones bélicas, o que cometiere cualquier acto inhumano contra población civil, o contra hospitales o lugares destinados a heridos, será sancionado con prisión de veinte a treinta años”. 2. Concepto de genocidio. La palabra genocidio tiene dos partes. La primera parte deriva de la palabra griega genos, que significa gente o pueblo, y también raza o tribu. También puede derivar de la palabra latina genus, que tiene un significado muy similar a genos. La segunda parte deriva de la palabra latina cidium, que significa matar o, más precisamente, matanza. La palabra genocidio puede significar, en un sentido amplio, matar a un grupo de seres humanos, o por lo menos a una parte de ese grupo. El abogado Rafael Lemkin fue quien primero empleó la palabra genocidio, en el año 1944. Lemkin formuló una definición de genocidio, en estos términos: “la destrucción de una nación o de un grupo étnico.” El genocidio tenía dos fases: “la destrucción de la identidad nacional del grupo oprimido”, y “la imposición de la identidad nacional del opresor.” En el año 1933, Lemkin había planteado ya la creación del delito de genocidio en el derecho internacional, porque se temía que la doctrina del nacional‐socialismo alemán provocaría matanzas cuya intención específica era exterminar grupos raciales. Algunos de los ejemplos de guerra de exterminio en la historia de la humanidad, que citó Lemkin, fueron la destrucción de Cartago en el año 146 antes de la Era Cristiana, obra de los romanos; la destrucción de Jerusalén en el año 70 de la Era Cristiana, también obra de los romanos; y el saqueo de Magdeburgo durante la Guerra de los Treinta Años. En diciembre del año 1948, la Organización de Naciones Unidas aprobó la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio. En esa convención, el genocidio fue definido así: actos criminales cometidos con la intención de destruir total o parcial102

mente a un grupo nacional, étnico, racial o religioso como tal. Esos actos criminales consistían en matanza de los miembros del grupo; lesión grave de la integridad física o mental de los miembros del grupo; sometimiento deliberado del grupo a un estado de vida capaz de provocar su destrucción física total o parcial; impedimento de reproducción biológica de los miembros del grupo; y traslado forzoso de un grupo, a otro grupo. El Código Penal de Guatemala afirma que “comete el delito de genocidio quien, con el propósito de destruir total o parcialmente un grupo nacional, étnico o religioso”, ejecute cualquiera de los siguientes actos: primero, “muerte de los miembros del grupo”; segundo, “lesión que afecte gravemente la integridad física o mental de miembros del grupo”, tercero, “sometimiento del grupo o de miembros del mismo, a condiciones de existencia que puedan producir su destrucción física, total o parcial”; cuarto, “desplazamiento compulsivo de niños o adultos del grupo, a otro grupo”; y quinto, “medidas destinadas a esterilizar a miembros del grupo o de cualquiera otra manera impedir su reproducción.” La creación del delito de genocidio fue una reacción a la denominada doctrina racial, la cual, en Europa, fue profesada por el gobierno nacional‐socialista alemán, y aplicada por medio del poder legislativo y el poder judicial. Fue aplicada, por ejemplo, en Europa del Este, por medio de un programa denominado Operación Barbarossa, dirigido por agencias exterminadoras denominadas Einsatzgruppen, o Grupos de operaciones. El objeto del exterminio eran miembros dirigentes de organizaciones políticas comunistas, o de organizaciones judías; o grupos raciales eslavos, judíos u otros grupos raciales considerados inferiores. Un documento denominado La politica racial nacionalsocialista, cuyo autor fue Richard Walther Darre, dirigente nacional‐socialista alemán, brinda un ejemplo de la doctrina racial. Darre lo preparó para la formación ideológica de miembros dirigentes del Partido Nacional Socialista Alemán del Trabajo, en Múnich, en el año 1941. He aquí un párrafo del documento: "En las cuestiones étnicas, en la medida en que por ello entendamos cualidades humanas, todo devaneo acerca del progreso termina abruptamente. En las cuestiones étnicas vale solo lo que está dado, aquello que nos ha sido legado, merced a las leyes de la creación y la vida, por medio de nuestros antepasados. La única y verdadera riqueza de nuestro pueblo es su fortaleza biopsíquica. Podemos perder los bienes materiales de este mundo, como pueblo o como individuos aislados; pero dicha pérdida no nos provocará mayores consecuencias si logramos mantener incontaminada nuestra salud biológica y psíquica como conjunto étnico, porque manteniendo nuestra fortaleza biopsíquica podremos recobrar, en cualquier momento, los bienes materiales perdidos." 3. Relación entre crimen de lesa humanidad, y genocidio. El crimen de lesa humanidad y el delito de genocidio pueden no ser delitos independientes, porque entre ellos puede haber una relación de dependencia similar a la que hay entre

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especie y género. Efectivamente, el crimen de lesa humanidad puede constituir un género, y el delito de genocidio puede ser una especie de ese género. Es decir, el genocidio puede ser un caso particular de crimen de lesa humanidad. Si hay tal relación de dependencia, entonces no todo crimen de lesa humanidad es genocidio; pero el genocidio necesariamente es un crimen de lesa humanidad. Un ser humano, entonces, puede ser acusado de cometer un crimen de lesa humanidad, y no por ello necesariamente será acusado también de cometer el delito de genocidio; pero si es acusado de cometer el delito de genocidio, necesariamente será acusado de cometer un crimen de lesa humanidad. Es así porque, en términos meramente lógicos, el género no necesariamente implica la especie; pero la especie necesariamente implica el género. Empero, el delito de genocidio y el crimen de lesa humanidad pueden ser independientes, y por consiguiente, entre ellos puede no haber una relación similar a la que hay entre género y especie. Entonces un ser humano puede ser acusado de cometer el delito de genocidio, y no ser acusado de cometer el crimen de lesa humanidad. Precisamente en el derecho internacional, el delito de genocidio es independiente del crimen de lesa humanidad. Por ejemplo, la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio, es convención sobre el delito de genocidio, y no sobre el delito de lesa humanidad; y esa misma convención define el delito de genocidio como si no fuera una especie del género de crimen de lesa humanidad, sino una clase independiente de delito. Es una independencia judicial entre ambos delitos, en este sentido: acusar de cometer el delito de genocidio no es acusar de cometer un crimen de lesa humanidad, aunque el delito haya sido cometido por medio de crímenes de lesa humanidad. También en el derecho nacional guatemalteco, el delito de genocidio es independiente del crimen de lesa humanidad. Precisamente el Código Penal distingue entre delitos contra los deberes de la humanidad, y delito de genocidio; e impone una pena de prisión de por lo menos 30 años y hasta 50 años por el delito de genocidio, y una pena de por lo menos 20 años y hasta 30 años por el crimen de lesa humanidad. Se colige que quien fuera sujeto de sentencia condenatoria por haber cometido un crimen de lesa humanidad, no puede ser condenado a más 30 de años de prisión; pero quien fuera sujeto de sentencia condenatoria por haber cometido el delito de genocidio, puede ser condenado a más de 30 años de prisión. Es decir, la diferencia del número máximo de años prisión en cada caso no supone que el delito de genocidio es una especie del género de crimen de lesa humanidad. Es la razón por la cual el ex‐jefe de Estado José Efraín Ríos Montt ha sido acusado de cometer el delito de genocidio y el delito contra los deberes de la humanidad, como si fueran delitos independientes. Y en la sentencia que dictó el tribunal que juzgó a Ríos Montt (sentencia que fue anulada por la Corte de Constitucionalidad), hubo una condena de 30 años de prisión por el delito contra los deberes de la humanidad, y una condena de 50 años de prisión por el delito de genocidio. Se colige que Ríos Montt pudo haber sido acusado de cometer únicamente el delito de genocidio pero no un crimen de lesa humanidad; o pudo haber sido acusado de cometer únicamente un crimen de lesa humanidad pero no acusado de cometer el delito de genocidio. 104

Segunda parte. 4. Un atributo esencial del genocidio: “el dolus specialis”. Los juristas distinguen ente mens rea y actus reas. La expresión latina mens rea significa mente culpable. La expresión latina actus reus significa acto culpable. Los juristas emplean esta expresión latina: actus non facit reum nisi mens sit rea, que traducimos estrictamente así: Ningún acto es culpable excepto que la mente sea culpable; y no estrictamente traducimos así: un ser humano es culpable de cometer un acto delictivo únicamente si su intención es cometerlo. Dedujese, en general, que el actus reus no es suficiente para que haya delito. Es necesaria la mens rea. Dedujese, en particular, que el actus reus no es suficiente para que haya delito de genocidio. Es necesaria la mens rea. Empero, no es suficiente una mens real propia de cualquier acto criminal. Es necesaria una mens rea adicional, o dolus Specialis, que consiste en la intención específica de destruir total o parcialmente, a un grupo nacional, étnico, racial o religioso como tal, como declara la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio. O es necesario el propósito de destruir total o parcialmente un grupo nacional, étnico o religioso, como declara el Código Penal de Guatemala (el cual no emplea la palabra intención sino la palabra propósito, y no incluye la palabra racial sino solo la palabra étnico. También podemos afirmar que la intención específica, o dolus specialis propia del genocidio, presupone ya una mens rea genérica. Por ejemplo, la mens rea del autor de una matanza masiva de seres humanos es genérica. El delito que comete es asesinato, y puede ser clasificado como crimen de lesa humanidad. Empero, si su intención es destruir un grupo nacional, étnico, racial o religioso, y las víctimas de la matanza son asesinadas por pertenecer a ese grupo, se agrega una mens rea específica, o un dolus specialis; y el delito ya no es meramente asesinato. Es genocidio, precisamente cuando Jean Jacques Dessalines, primer gobernante de Haití independiente, en el año 1804, ordenó asesinar a los habitantes blancos, su dolus specialis fue asesinarlos por ser blancos. O cuando los Jóvenes Turcos del Imperio Otomano, entre los años 1915 y 1923, ordenaron matar a los armenios, su dolus specialis fue asesinarlos por ser armenios. O cuando Adolfo Hitler, durante la Segunda Guerra Mundial, ordenó asesinar a los judíos, su dolus specialis fue asesinarlos por ser judíos. Tribunales constituidos para juzgar a quienes han sido acusados de cometer crímenes de lesa humanidad, o cometer el delito de genocidio, han destacado, en el caso del delito de genocidio, la presencia esencial del dolus specialis. También lo han destacado instituciones jurídicas académicas. Lo han destacado, por ejemplo, en los casos siguientes. Caso de Georges Rutaganda. En el año 1994, en Ruanda, los miembros gobernantes de la etnia Hutu ordenaron la matanza de los miembros de la etnia Tutsi. El Tribunal Criminal Internacional para Ruanda juzgó a Georges Rutaganda, vicepresidente de la milicia Hutu, acusado del delito de genocidio. El tribunal afirmó que el genocidio “se distingue de otros crímenes porque requiere de un dolus specialis, o de una intencionalidad específica.” Esa intencionalidad específica “requiere 105

que el autor del delito haya querido claramente el resultado del cual se le acusa”. Ese resultado es “destruir, total o parcialmente, a un grupo nacional, étnico, racial o religioso, como tal”. En el año 1999, Rutaganda fue sentenciado a prisión vitalicia por genocidio, crímenes contra la humanidad y asesinato. Murió en prisión, en octubre del año 2010. Caso de Goran Jelisic. El Tribunal Internacional Penal para ex Yugoslavia juzgó a Goran Jelisic, acusado de cometer crímenes contra la humanidad durante la guerra en Bosnia y Herzegovina, ocurrida a partir de marzo del año 1992 hasta diciembre del año 1995. El tribunal declaro: “De hecho la mens rea le confiere al genocidio su especificidad, y lo distingue de un delito común y de otros crímenes contra el derecho internacional humanitario.” En el año 1999, Jelisic fue absuelto del delito de genocidio pero fue condenado a 40 años de prisión por el delito de crímenes de lesa humanidad, y por el delito de transgresión de las costumbres de guerra. Caso de Momcilo Krajisnik. El Tribunal Internacional Penal para ex Yugoslavia juzgó a Momcilo Krajisnik, ex Presidente de la Asamblea Serbo Bosnia, por crímenes de lesa humanidad durante la guerra en Bosnia y Herzegovina. El tribunal no encontró pruebas “incontrovertibles” de que cualquiera de los actos criminales juzgados fuera cometido con la intención de destruir un grupo étnico; y entonces no fue declarado culpable de cometer el delito de genocidio étnico, ni de complicidad en cometerlo. El tribunal declaró que el genocidio requiere prueba no solo de la intencionalidad de cometer el acto subyacente, o actus reus, sino prueba de la intencionalidad específica genocida, es decir, el dolus specialis de la mens rea; y precisamente no pudo demostrarse ese dolus specialis. En el año 2006, Krajisnik fue condenado a 20 años de prisión por el delito de crímenes contra la humanidad. Caso de Zoran Kupreskic. El Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia juzgó a Zoran Kupreskic, comandante del Consejo Croata de Defensa, acusado de crímenes contra la humanidad, y de cometer el delito de genocidio. El tribunal formuló una declaración que contiene una definición tácita de genocidio: “(es un crimen) cometido contra personas que pertenecen a un grupo específico y que son consideradas como blanco por esa pertenencia… Lo que importa es la intencionalidad de establecer una discriminación: atacar a personas por sus características étnicas, raciales o religiosas… Esa intencionalidad ha de estar acompañada por la intención de destruir total o parcialmente al grupo al que las víctimas del genocidio pertenecen.” En el año 2000, Kupreskic fue condenado a 10 años de prisión, únicamente por crímenes contra la humanidad. Caso de Radislav Krstic. El Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia juzgó a Radislav Krstic, ex funcionario del ejército bosnio serbio, el primero a quien ese tribunal acusó de genocidio. El tribunal declaró: “el ataque dirigido contra las víctimas de genocidio es ataque contra ellas porque pertenecen a un grupo. Esta interpretación es la única que coincide con la intencionalidad que caracteriza el crimen de genocidio. La intención

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de destruir un grupo como tal, total o parcialmente, presupone que las víctimas fueron seleccionadas porque pertenecían al grupo cuya destrucción se pretende.” En el año 2001, Krstic fue condenado a 46 años de prisión por el delito de genocidio. Posteriormente esa condena fue reducida a 35 años de prisión. Demostrar el dolus specialis de la mens rea en el caso de genocidio no es tan simple. Sobre esta cuestión, el jurista español Eugenio Pérez, de la Universidad de Nebrija, durante una visita a Guatemala, invitado por una universidad privada, en una entrevista periodística declaró que “cometer un genocidio es mucho más difícil de lo que parece…” El jurista afirmó que declarar que un acto criminal es genocidio exige cumplir “una serie de parámetros muy duros que establece el convenio” (es decir, la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio). Colígese que un ser humano acusado de genocidio puede ser condenado únicamente si se demuestra que hay un dolus specialis, es decir, que la intención de cometer actos criminales como los que menciona la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio, es destruir total o parcialmente un grupo nacional, étnico, racial o religioso “como tal” (es decir, por el atributo de nacionalidad, etnicidad, raza o religión).

Tercera parte. 5. El caso del militar José Efraín Ríos Montt. José Efraín Ríos Montt nació el 16 de junio del año 1926, en Huehuetenango. En el año 1970 obtuvo el grado militar de general del Ejército de Guatemala. Fue candidato presidencial en el proceso electoral del año 1974, propuesto por el Frente Nacional de Oposición, presidido por el partido Democracia Cristiana Guatemalteca. Su competidor principal fue Kjell Eugenio Laugerud García, también general del Ejército de Guatemala. Presuntamente Ríos Montt obtuvo la mayoría de votos; pero tal mayoría fue adjudicada a Laugerud García. Sin embargo, no era mayoría absoluta. Entonces el Congreso de la Republica debió elegir, entre los dos candidatos que habían obtenido más votos, al nuevo Presidente de la República. Fue electo Laugerud García. Ríos Montt denunció fraude electoral. Sin embargo, no insistió en la denuncia de fraude; y aceptó ser agregado militar de la embajada de Guatemala en España, en donde residió hasta el año 1977. En marzo del año 1982, el Ejército de Guatemala derrocó al presidente Romeo Lucas García, antes de que, en julio de ese año, lo sustituyera Ángel Aníbal Guevara, quien presuntamente había ganado la elección presidencial de aquel mismo año. Una junta militar sustituyó a Lucas García. La junta fue presidida por Ríos Montt, en calidad de Jefe de Gobierno. La Constitución Politica de Guatemala fue derogada. El Organismo Legislativo fue disuelto, y se crearon tribunales denominados “de fuero especial”. Pronto Ríos Montt disolvió la Junta de Gobierno, y se proclamó presidente. En agosto del año 1983, Óscar Humberto Mejía Víctores, Ministro de la Defensa Nacional, derrocó a Ríos Montt. En el año 1989, Ríos Montt fundó su propio partido político, deno107

minado Frente Republicano Guatemalteco. En el proceso electoral del año 1990, Ríos Montt intentó ser candidato presidencial; pero la Corte de Constitucionalidad dictaminó que no podía optar a la Presidencia de la República, por haber participado, de alguna manera, en un golpe de Estado. Sin embargo, ganó una diputación; y fue varias veces diputado, y Presidente del Congreso de la República. La última vez fue diputado durante el periodo 2008‐2012. En el año 1995, y en el año 1999, Ríos Montt nuevamente intentó ser candidato presidencial; pero nuevamente también la Corte de Constitucionalidad dictaminó que no podía optar a la Presidencia de la República. En el proceso electoral del año 2003, finalmente Ríos Montt, favorecido por un dictamen de la Corte de Constitucionalidad, pudo ser candidato presidencial. Ocupó el tercer lugar, con 11% de los votos. El 19 de marzo del año 2013, Ríos Montt comenzó a ser juzgado, acusado del delito de genocidio y de crímenes contra los deberes de la humanidad, cometidos cuando gobernó. También fue sometido a proceso judicial el militar José Mauricio Rodríguez Sánchez, quien fue jefe de servicios de inteligencia del Ejército de Guatemala durante el gobierno de Ríos Montt. Presuntamente 1,771 miembros de la etnia Ixil, que reside principalmente en tres municipios de Quiché, que son Chajul, Nebaj y San Juan Cotzal, fueron víctimas del genocidio. El 10 de mayo del año 2013, Ríos Montt fue condenado a 50 años de prisión por el delito de genocidio, y a 30 años de prisión por el delito de crímenes contra los deberes de la humanidad. Es la máxima pena de prisión que contempla el Código Penal de Guatemala, por cometer cada uno de ambos delitos. Rodríguez Sánchez fue absuelto. El 20 de mayo de aquel mismo año, la Corte de Constitucionalidad ordenó repetir el proceso penal a partir del estado en que estaba el 18 de abril. Ordenó repetirlo porque el proceso había continuado, a pesar de que autoridades judiciales superiores habían ordenado detenerlo, para que se resolvieran acciones judiciales que tenían que resolverse antes de continuarlo. Una consecuencia inmediata de la orden de repetición del proceso judicial, fue la anulación de la sentencia condenatoria de la que fue objeto Ríos Montt. Los jueces que dictaron la sentencia condenatoria que finalmente fue anulada, anunciaron que se excusaban de continuar en el proceso judicial. La excusa fue aceptada; y fueron designados nuevos jueces, quienes anunciaron que probablemente el proceso continuaría hasta en enero del año 2015, porque previamente debían concluir otros procesos judiciales penales. Se plantea entonces esta cuestión: ¿Ha sido cometido el delito de Genocidio? Si ha sido cometido, es culpable Ríos Montt de haberlo cometido? En general, proponemos la tesis de que, en Guatemala no se ha demostrado que haya sido cometido el delito de genocidio, ni hay indicio que le confiera alguna sensata verosimilitud a acusar a un ciudadano guatemalteco, de cometer el delito de genocidio (en territorio nacional). Es decir, no está demostrado que algún guatemalteco haya actuado, como declara el Código Penal de Guatemala, “con el propósito de destruir parcial o totalmente un grupo nacional, étnico o religioso.” Tampoco hay algún indicio de esa actuación. En particular, proponemos la tesis de que si no hay una demostración o no hay indicios de que en Guatemala ha habido genocidio, 108

ningún ciudadano guatemalteco puede ser acusado de haber cometido ese delito (en territorio nacional). Estas tesis podrían ser el fundamento de la defensa judicial de Ríos Montt con respecto a la acusación de haber cometido el delito de genocidio. Esas mismas tesis también tendrían que ser consideradas por los jueces para excluir la acusación de genocidio, no solo en el caso de Ríos Montt, sino en el caso de cualquier otro ciudadano guatemalteco. No argumento como si fuera un conocedor de la ley penal sino como alguien que, en general, aplica nociones elementales de lógica; y que, en particular, aplica la regla inferencial válida denominada “modus tollens”, de la lógica proposicional. Esa regla puede ser enunciada así: “p” implica “q”; pero “no q”, y por consiguiente, “no p”. Entonces puedo argumentar, así: ser juzgado por genocidio implica que se ha demostrado que ese delito ha sido cometido, o que hay indicio de que ha sido cometido; pero no se ha demostrado que ha sido cometido, ni hay indicio de que ha sido cometido. Por consiguiente, nadie debe ser acusado de haberlo cometido. Deduzco, entonces, que cualquier proceso judicial incoado para juzgar, por el delito de genocidio, a un ciudadano guatemalteco es intrínsecamente no válido, excepto que previamente se demuestre que ese delito ha sido cometido, o haya algún indicio de que ha sido cometido. Proponer la tesis de que no se ha demostrado que haya genocidio, o de que no hay indicio de que ese delito ha sido cometido, no necesariamente significa negar que lo haya habido. Efectivamente, la demostración o el indicio conciernen al orden del conocer (u orden cognoscitivo), y no al orden del ser (u orden ontológico). Esa misma tesis invita a exponer esta tesis adicional: si no se demuestra que en nuestro país ha habido genocidio, o si no hay indicio de que ese delito ha sido cometido, entonces ningún ciudadano guatemalteco puede ser acusado de cometer ese delito (en el territorio nacional). Precisamente un hecho notable del proceso penal al que ha sido sometido Ríos Montt es que no se ha demostrado que la muerte “presunta” de 1,771 miembros de la etnia Ixil haya sido obra de un acto genocida. Tampoco hay algún indicio de que los 1,771 ciudadanos “presuntamente muertos” (pues no se ha comprobado fehacientemente su muerte y circunstancias) ixiles murieron por ser ixiles. Es decir, no se ha demostrado que alguien, sea o no sea Ríos Montt, haya tenido el dolus specialis de matar ixiles por ser ixiles; hay sucesos que pueden ser invocados para deducir, con sensata validez, que el pueblo Ixil no pudo haber sido víctima del delito de genocidio del cual se acusa a Ríos Montt. He aquí algunos de esos sucesos. Primer suceso. En la primera elección presidencial del proceso electoral que se celebró en el año 2003, Ríos Montt fue el candidato presidencial ganador en los tres municipios habitados por la población Ixil. Calculamos que si en aquel año, en los tres municipios, había aproximadamente 105,000 habitantes, y si 95,000 eran ixiles, y si, adicionalmente, votaron por lo menos 30,000 ciudadanos, entonces puede colegirse que por lo menos 20,000 ciudadanos votantes fueron ixiles. Como afirmé en un artículo periodístico, “el triunfo del candidato presidencial Ríos Montt en el triángulo Ixil, en el proceso electoral del año 109

2003, conexo con la formidable derrota del candidato presidencial de la ex guerrilla Rodrigo Asturias, torna verosímil afirmar que, en general, en Guatemala, durante la época de la insurgencia armada, no hubo genocidio; y que en particular, no hubo genocidio del cual los ixiles hubieran sido víctimas.” De manera complementaria, en aquel mismo proceso electoral, el candidato presidencial Ríos Montt triunfó sobre el candidato de la ex guerrilla, en 20 de los 21 municipios de Quiché. Se excluye un municipio, que es Chinique. Se excluye, no porque en él haya perdido Ríos Montt, sino porque las elecciones fueron anuladas, a causa de la destrucción de la documentación electoral. Segundo suceso. Desde el inicio del proceso penal al cual fue sometido Ríos Montt, hasta su culminación con una sentencia condenatoria finalmente anulada, el partido de la ex guerrilla, es decir, Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca, jamás afirmó que, en nuestro país, se hubiera cometido el delito de genocidio y, por consiguiente, tampoco declaró que Ríos Montt fuera culpable de cometerlo. Únicamente declaró que Ríos Montt debía ser sujeto de una sentencia condenatoria. Por ejemplo, el 2 de mayo del año 2013, el partido emitió una declaración pública en la que aludía al proceso judicial al cual estaba sometido Ríos Montt, denominada “La justicia es el verdadero camino a la paz: nadie está por encima de la ley”. En ninguna parte de esa declaración el partido afirmó que hubo genocidio. Previamente, el 23 de abril, el Secretario General del partido, Ángel Sánchez, en una entrevista concedida a un programa noticioso radiofónico de Emisoras Unidas, declaró que debe respetarse “plenamente la autonomía de los poderes del Estado”, y que “es urgente reformar la administración de justicia, como lo contemplaban los Acuerdos de Paz”; pero en ninguna parte de sus declaraciones afirmó que en nuestro país hubo genocidio. Como dije también en un artículo periodístico, “el hecho es que ni aun el partido mismo que fundaron las organizaciones guerrilleras, aquellas mismas que combatieron contra el Ejército de Guatemala, y que fueron combatidas por ese mismo ejército; es decir, ni aun el partido que podría tener un extraordinario interés político en afirmar que hubo genocidio cometido por las fuerzas militares del Estado, se ha abstenido de afirmarlo.” Tercer suceso. Ex guerrilleros, o ciudadanos que colaboraron con la ex guerrilla, declararon que en Guatemala no hubo genocidio. Uno de ellos fue Gustavo Porras Castejón, uno de los más importantes promotores de los Acuerdos de Paz celebrados durante el gobierno de Álvaro Arzú. En una entrevista concedida al diario Prensa Libre, declaro: “Diré lo que he dicho siempre, y es que el genocidio es un delito que se tipifica por la intención. No es una matanza, como la gente piensa. En el proceso penal no se demostró esa intención, porque se tendría que haber traducido en una orden de parte del ejército de exterminar a los ixiles por ser ixiles. Cuarto suceso. El 23 de abril del año 2013, por lo menos 5000 indígenas ixiles se congregaron en la ciudad capital de Guatemala para declarar públicamente que en Guatemala “no hubo genocidio”. Por supuesto, también hubo ixiles que declararon públicamente 110

que hubo genocidio, y que lo cometió Ríos Montt. La cuestión esencial es que esa discrepancia entre la misma población Ixil es suficiente para suscitar una duda sensata sobre la presencia del delito de genocidio en nuestro país, del cual habría sido víctima la etnia Ixil. Puede argumentarse que los ixiles que declararon que no hubo genocidio, disfrutaron de algún patrocinio financiero; pero también puede argumentarse que los ixiles que declararon que hubo genocidio, también disfrutaron de algún patrocinio financiero. Quinto suceso. El 22 de mayo del año 2013, un grupo de ixiles, habitantes de Nebaj, celebraron la anulación de la sentencia condenatoria dictada por el tribunal que juzgó a Ríos Montt. Diego Rivera, ex alcalde de Nebaj durante el periodo 1988‐1991, declaró que, “en primer lugar, si Ríos Montt no hubiera venido, la guerrilla nos hubiera acabado; y en segundo lugar, en la región Ixil hubo muertos desde 1969 hasta 1996, y no es justo que se juzgue a un hombre por genocidio, porque insistimos en que aquí no lo hubo.” Esta declaración contribuye a explicar el triunfo electoral del candidato presidencial Ríos Montt en los tres municipios que componen el triángulo Ixil, en el proceso electoral del año 2003, y la derrota del candidato presidencial de la ex guerrilla. Sexto suceso. El Plan Victoria 82, elaborado y ejecutado cuando Ríos Montt gobernaba, no era un plan genocida, sino que únicamente pretendía renovar la estrategia de lucha contra insurgente, cuyos objetivos eran evitar el acceso de los subversivos a la población, propiciar la deserción de miembros de la guerrilla y “eliminar a los subversivos que no quieran deponer las armas.” El plan prohibía que la fuerza militar aérea atacara “áreas pobladas”; adicionalmente, las fuerzas militares tenían que someterse a un código de conducta en el trato con la población civil. El código mandaba, por ejemplo, tratar respetuosamente a la gente. En un artículo publicado en el órgano periodístico electrónico de opinión “Plaza de Opinión”, el historiador Carlos Sabino afirma: “Estudiando, entonces, el plan Victoria 82 y sus resultados, se puede apreciar que en nada propició un genocidio, sino una sistematización de la lucha, que favoreció, en última instancia, a poblaciones civiles de las zonas en conflicto. No por casualidad el general Efraín Ríos Montt tuvo un amplio apoyo político, para él y para su partido, en la zona Ixil, durante muchos años.” Hay dos sucesos complementarios. El primer suceso es que un “testigo presunto” intentó involucrar, en el delito de genocidio del cual ha sido acusado Ríos Montt, al militar Otto Pérez Molina; pero cuando este militar fue candidato presidencial en el proceso electoral del año 2007, aunque no fue el candidato presidencial ganador de la primera elección en los tres municipios que componen el triangulo Ixil, obtuvo un mayor número de votos que Rigoberta Menchú Tum, candidata presidencial de la ex‐guerrilla. Aun en Uspantán, el municipio (de Quiché) en donde Menchú Tum nació, el candidato Pérez Molina obtuvo más votos que ella. El segundo suceso es que, en la primera elección presidencial del proceso electoral del año 2011, Pérez Molina fue el candidato ganador en los tres municipios que componen el triángulo Ixil; y fue candidato ganador en Uspantán; y en este 111

mismo municipio, Menchú Tum, que por segunda vez competía por la Presidencia de la República, fue candidata perdedora. Y, en la primera elección presidencial del proceso electoral del año 2011, Pérez Molina triunfo sobre el candidato de la ex guerrilla, en 16 de los 21 municipios de Quiché. 6. Qué puede suceder? El nuevo tribunal que juzgará a Ríos Montt puede dictar sentencia condenatoria, o puede dictar sentencia absolutoria. Una extraordinaria decisión del nuevo tribunal sería excluir, del proceso judicial al cual está sometido Ríos Montt, la acusación de genocidio, precisamente porque se ha demostrado que, en nuestro país, NO ha sido cometido ese delito, ni hay indicio que le confiera verosimilitud a esa acusación. Esa decisión supone que los magistrados o los jueces que intervendrán en la continuación del proceso judicial, están dispuestos a someterse a criterios rigurosamente jurídicos, y resisten, por consiguiente, las presiones de grupos nacionales, extranjeros e internacionales que pretenden obligar a la justicia oficial guatemalteca a condenar a Ríos Montt por el delito de genocidio.

Cuarta parte. 7. Conclusiones. Primera. Es un atributo esencial del genocidio ser un delito en el cual hay una deliberada intención de destruir parcial o totalmente un grupo nacional, étnico, racial o religioso, solo por su pertenencia a ese grupo. Si no hay esa deliberada intención, no se comete el delito de genocidio. Segunda. En un proceso judicial en el cual hay acusación de genocidio, tiene que demostrarse que el acusado ha tenido la deliberada intención de destruir parcial o totalmente un grupo nacional, étnico, racial o religioso (y hasta cultural), solo por su pertenencia a ese grupo; o tiene que haber un indicio de que tuvo esa intención. Si no hay tal demostración ni indicio, ningún ciudadano puede ser juzgado por cometer el delito de genocidio, y por consiguiente, tampoco puede ser condenado, por cometerlo. Tercera. En los principales procesos judiciales que ha habido en el mundo para juzgar a quienes son acusados del delito de genocidio, ha sido un supremo interés de los jueces demostrar que el acusado de cometer ese delito efectivamente ha tenido la deliberada intención de destruir parcial o totalmente un grupo nacional, étnico, racial o religioso. También ha sido supremo interés de los jueces disponer de un indicio que le confiera verosimilitud a la acusación. El acusado de genocidio ha sido absuelto cuando no se ha demostrado que tenía esa deliberada intención, y ha sido juzgado por cometer el delito de genocidio cuando ha habido un indicio de que ese delito ha sido cometido. 112

Cuarta. No se ha demostrado que en Guatemala haya sido cometido el delito de genocidio, ni ha habido algún indicio de que haya sido cometido. Por consiguiente, ningún ciudadano guatemalteco puede ser acusado de cometer ese delito, y tampoco puede ser condenado por cometerlo. Solo si previamente se demuestra que tal delito ha sido cometido, o si hay algún indicio de que fue cometido, un ciudadano guatemalteco puede ser acusado de cometerlo. Quinta. Ningún magistrado o juez tendría que juzgar a un ciudadano guatemalteco por el delito de genocidio, y por consiguiente, tampoco podría condenarlo, porque no se ha demostrado que ese delito ha sido cometido, ni hay algún indicio de que ha sido cometido (en territorio nacional). Dedúcese que, si no hay tal demostración, ni tal indicio, la acusación por el delito de genocidio tendría que estar excluida de cualquier proceso judicial.

Algunos documentos consultados: –

Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas. Estatuto del Tribunal Penal Internacional para Ruanda. 1994.



Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas. Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio. 9 de diciembre de 1948. La convención está vigente a partir del 12 de enero de 1951.



Darre, Walter. La politica racial nacionalsocialista. División de Adoctrinamiento. Partido Nacional‐Socialista Alemán de los Trabajadores. Múnich, 1941.



Equipo Nizkor. Crímenes contra la humanidad: configuración del tipo penal en derecho internacional y sus diferencias respecto del tipo de genocidio. 28 de junio de 2007.



Lemkin, Raphael. Gobierno del eje en Europa ocupada: leyes de ocupación Análisis de gobierno. Prophets pare la reparation [Axis Rule in Occupied Europe: Laws of Occupa�tion Analysis of Government Proposals for Redress]. Carnegie Endowment for International Peace. New Jersey, 2005.



Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos. Convención sobre la imprescriptibilidad de los crímenes de guerra y de los crímenes de lesa humanidad. Convención vigente a partir del 11 de noviembre de 1970.



Organización de los Estados Americanos. Departamento de Derecho Internacional. Convención Interamericana sobre la Desaparición Forzada de Personas.



Convención adoptada el 9 de junio de 1994, durante el cuarto periodo ordinario de sesiones de la asamblea general. Organización de Naciones Unidas. Derechos Humanos. Oficina del Alto Comisionado. Guatemala. Principales tratados internacionales sobre derechos humanos aprobados y ratificados por Guatemala. 113



Richard Breitman, Norman J.W. Goda, Timothy Naftali, y Robert Wolfe. Los servicios de inteligencia de Estados Unidos de América y los nazis. Washington: National Archives Trust Fund Board, 2004.



Tribunal Primero de Sentencia Penal, Narcoactividad y Delitos contra el Ambiente. Sentencia dictada en el proceso penal al que fueron sometidos José Mauricio Rodríguez Sánchez y José Efraín Ríos Montt, por los delitos de genocidio y delitos contra los deberes de la humanidad en concurso real. Guatemala. C‐01076‐2011‐00015, Of. 2o. 10 de mayo de 2013.



Taylor, Telford. Reporte final para el Secretario del Ejército sobre los Juicios por Crímenes de Guerra de Núremberg conforme a la Ley del Consejo de Control No. 10 [Final report to the Secretary of the Army on the Núremberg War Crimes Trials under Control Council Law No. 10]. Government Printing Office, Washington, DC, 1949.



Thiam, Doudou. Séptimo reporte sobre el proyecto de Código de Crímenes contra la Paz y la Seguridad de la Humanidad [Seventh report on the draft Code of Crimes against the Peace and Security of Mankind].



Extracto de Yearbook of the International Law Commission. 1989. Vo. II. United Nations. Treaty Collection. Chapter IV: Human Rights. Wednesday, 25 December 2013.

El historiador, sociólogo y escritor argentino radicado en Guatemala, Doctor Carlos Sabino, en su libro Guatemala, la historia Silenciada, hace mención específica de las contradicciones y manipulación histórica que se ha hecho por parte de los cerebros de esta farsa, sobre aspectos tan importantes como el número de personas fallecidas durante el enfrentamiento armado interno. Cita para ello que una de las ONGs gringas proclives a la guerrilla terrorista Américas Wacht, en su reporte “Civil Patrols in Guatemala” del año 1986, apunta que un recuento de la “Guatemalan Human Rights Commission”, estima en 38,000 el número de víctimas de los pasados 20 años, aclarando que ¡No existen fuentes “confiables” al respecto! Luego informa que el autor James Painter, en un libro escrito en 1987 y ¡prologado por Rigoberta Menchú Tum!, menciona unas 30,000 personas fallecidas durante la etapa peor del enfrentamiento, a las que agrega aproximadamente 15,000 más durante la primera etapa (década de los sesentas). También indica que el escritor francés Ivon Le Bot, quien a diferencia de los anteriores realizó una investigación sobre el terreno, proporciona una estimación global de 50,000 fallecidos durante el enfrentamiento. Hace mención también el Doctor Sabino entre otros de la versión (sesgada y militante), del Comandante del EGP de seudónimo Roque/Benedicto (Mario Payeras Solares), quien menciona que durante los tres peores años del enfrentamiento (1981-1983), hubo más de 35,000 muertos. Anota además, que el historiador guatemalteco Jorge Luján Muñoz indica que “se habla de unas 50,000 muertes y alrededor de 440 comunidades, aldeas o caseríos afectados, pero no queda claro 114

a cuáles se refieren, su ubicación, nombres, tamaño, etc.”. Luego agrega el Doctor Sabino: ¡nadie se toma el trabajo de explicar “la forma en que se han contabilizado las muertes” y, como bien dice Luján, no aparecen las mínimas precisiones que resultarían indispensables como para aceptarlas como ciertas! Señala con mucha claridad y minuciosidad también, que “El Proyecto Interdiocesano de Recuperación de la Memoria Histórica” (REMHI), “contó con 5,465 testimonios, de personas mayoritariamente vinculadas a grupos católicos (las bases y militantes que los curas marxistas señalados prepararon) informando los declarantes de 22, 463 fallecidos, pero ¡solo una fracción de ellos “fueron plenamente identificados”! Acerca del informe de la “Comisión para el Esclarecimiento Histórico” (CEH), supuestamente compilado, pero en realidad “manipulado” por los marxistas internacionalistas de Las Naciones Unidas, nombrados para el efecto, señala que: “La Comisión, recibió 7,338 testimonios de declarantes” (surgidos igualmente que con el REMHI, de las bases de la ex guerrilla terrorista) quienes hicieron referencia de 42,275 supuestas víctimas cuyos “derechos humanos”, fueron violados “en hechos de diversa naturaleza”. Estimando que un total de 24,910 personas fallecieron por causa del enfrentamiento armado interno (EAI). Como para los fines de esta FARSA, las cifras “les quedaban cortas para sus intenciones y objetivos”, y existe una aproximación “sospechosa”, en los datos aportados por “las bases de la ex guerrilla a ambas comisiones” (de las cuales solo la de Naciones Unidas fue acordada en las conversaciones entre el gobierno y los terroristas), la CEH ¡SUMA LOS DATOS DE AMBAS “COMISIONES”! (que según ellos y para sus intereses, suman 40,000 muertos). “A pesar de ser LOS MISMOS DECLARANTES”, y en forma perversa decidió aplicar una “PROYECCIÓN MATEMÁTICA”, a los datos proporcionados por las bases de la guerrilla terrorista, decidiendo que a esas manipuladas cifras, ¡HAY QUE AGREGARLES LA CANTIDAD DE 132, 174 “VÍCTIMAS”, PARA CUBRIR LAS “OMISIONES QUE SE PUDIERAN HABER PRODUCIDO”! Sumando de esa manera perversa, las supuestas 201,000 “supuestas víctimas”, que desde entonces “FORMAN PARTE DE ESTA FARSA”. Debe tomar en cuenta el lector, para poder valorar esta demagógica campaña de desinformación, que el REMHI decidió denominar “MASACRE” a todos los hechos supuestamente sucedidos “con 3 o más supuestas víctimas”, para poder manipular a la opinión pública internacional, sobre la supuesta comisión de 422 “masacres”, adjudicadas al Ejército de Guatemala (las que como quedó establecido, están basadas en hechos “no comprobables y manipuladas con datos falsos, incompletos y repetitivos” y desmentidas por las documentadas cifras de masacres del EGP y de la ORPA, que se aportan en este documento histórico.

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Conclusión: Este documento pone de manifiesto, históricamente, el origen externo de la subversión terrorista que luego de derrotada, hoy vuelve sobre sus pasos retornando al punto de partida y dirige desde allí una ominosa campaña de mentiras, propaganda y desinformación, en contra de quienes les derrotamos en el campo de batalla; cambiando de escenarios y mutando sus métodos, pero aferrada a sus fines y objetivos, pues la lucha armada fue solo una de sus facetas. Durante muchos años, la ideología de la muerte y la desinformación, subrepticiamente se introdujo en la educación, la cultura, las organizaciones de trabajadores, la economía, y el sector justicia. Las sociedades guatemalteca y latinoamericana deben, entonces, comprender la íntima relación entre la circunstancia política y el hecho terrorista, que nace y medra a su sombra, para poder apreciar la naturaleza criminal, demagógica y manipuladora de sus métodos y fines; que rehúyen la luz y requieren clandestinidad o diversas caretas y pantallas, además de la obscuridad, que oculte su ser y sus intenciones. Destruir la moral e intentar ensuciar la gloriosa historia del Ejército de Guatemala, la institución mejor valorada antes, durante y después, del Enfrentamiento Armado Interno, es SU CONSIGNA; sabedores de que como reserva moral de la nación, debe desaparecer su mística, patriotismo y orgullo de pertenencia institucional, para que la toma del poder político, sea factible, mediante sus métodos de agitación actuales y futuros, al haber sido derrotados en sus intenciones también, al ser rechazados por el pueblo de Guatemala, sistemáticamente en las urnas y en la consulta popular de 1999. Queda pues en manos de los poderes del Estado, definir cuál será el camino a seguir, una auténtica reconciliación nacional o por el contrario, ante una posible falta de liderazgo de los dirigentes de los tres poderes del Estado, que cedan el paso a las intenciones desestabilizadoras de los neomarxistas y sus abusivos financistas internacionales, un nuevo y previsible enfrentamiento.

El final de los Enfrentamientos Armados Interno en Latinoamérica y las Guerras de Cuarta Generación: A excepción de Cuba en 1959 y Nicaragua en 1979, ninguno de los movimientos guerrilleros surgidos en Latinoamérica desde la década de los 60s logró hacerse del poder, pues a los mencionados los favorecieron coyunturas históricas particulares. Tras la caída del muro de Berlín, uno tras otro los grupos terroristas de la región se vieron obligados por el cansancio y hastío de sus integrantes y la coyuntura mundial, a sostener procesos de negociación con los Estados agredidos. Ante el espacio producido por la debacle soviética, la izquierda mundial se recompuso, replanteando su estrategia hacia una nueva forma de manipulación de masas, denominada por los estudiosos del tema “Guerra de Cuarta Generación”. Esta nueva amenaza 116

que enfrentan Guatemala y otros países latinoamericanos, se basa en la Guerra Psicológica, o Guerra sin Fusiles, y consiste en el empleo planificado de la propaganda y de la acción psicológica, orientadas a direccionar conductas, en la búsqueda de objetivos de control social, político o militar, sin recurrir al uso de las armas. Las grandes batallas son sustituidas de esta manera por pequeños conflictos focalizados, con violencia social, y sin orden aparente de continuidad. Ya no disparan balas, sino consignas, direccionadas a conseguir un objetivo de control y manipulación de conducta social masiva. El terrorismo asume, entonces, además de la propaganda, una combinación de estrategias no convencionales que incluyen la Cibernética, direccionada a la población rural y urbana, y la política. En este tipo de guerra no hay enfrentamiento entre ejércitos regulares e irregulares, sino entre un Estado y grupos violentos de naturaleza política, económica, religiosa o étnica. En la batalla informática resultante, “Las guerras no se inician con atentados, sino con mentiras”. En todo el mundo, los Estados luchan contra oponentes como Al-Qaeda, Hamas, Hezbolá y las FARC. El “multiculturalismo” es un instrumento ideal para la Guerra de Cuarta Generación. Sus nuevos objetivos son mentales, para poder controlar y dominar: 1.

Territorios (espacio físico).

2.

Recursos naturales (espacio económico)

3. Sociedades  (espacio social). 4.

Personas (espacio mental)

La historia de la civilización ha presenciado la lucha con el objetivo permanente de la dominación del hombre por el hombre, que evolucionó de lo simple a lo complejo: 1.

Guerra militar (conquista territorial) = Control político

2.

Guerra económica (conquista de recursos) = Control económico

3.

Guerra Social (conquista de las sociedades) = Control social

4.

Guerra Psicológica (conquista de las mentes) = Control ideológico

El final del Enfrentamiento Armado Interno en Guatemala, fue el corolario de una insulsa negociación inducida por Gobiernos permeados por izquierdistas ex integrantes de las organizaciones terroristas, quienes cedieron a sus “ex compañeros” espacios jamás logrados por medio de las armas. La psicopolítica empleada trajo consigo la persecución de militares y la judilización resultante de obscuros manejos mediáticos, y vericuetos legales, destinados a provocar indebidos sentimientos de culpa, por supuestas acciones de “lesa humanidad”. La existencia de un supuesto genocidio para burlar una “Ley de reconciliación Nacional” y amnistías reconocidas para los dos bandos, es utilizada por ONGs neomarxistas, para manipular la mente de la sociedad que ignora la verdad histórica de lo sucedido. Por todo el país hace presencia un movimiento de masas surgido y conducido por los ex dirigentes de las 117

organizaciones terroristas, que mutaron su militancia, hacia temas ambientales, pacifistas, de derechos humanos, etc. Las consignas “defensa de los derechos Indígenas”, “defensa de los territorios ancestrales”, “criminalización de los movimientos sociales”, resuenan en el país y toda Latinoamérica, anunciando la nueva ofensiva de los neomarxistas, tras la manipulación de la verdad sobre lo acontecido durante el EAI, ante una sociedad dirigida por funcionarios débiles, faltos de carácter y políticamente correctos. Ésta es la situación a la que deben enfrentarse actualmente Guatemala y la región ante un agresivo “Foro de Sao Paulo” convertido en una nueva “Internacional Socialista”, que enfoca su estrategia, en hacerse con el poder en nuestra Latinoamérica actual.

Óscar Platero Autor

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LA FARSA DEL GENOCIDIO EN GUATEMALA, del Capitán Oscar Germán Platero Trabanino, se imprimió en los talleres de OSCADEL, S. A., en la ciudad de Guatemala, República de Guatemala, Centroamérica. La obra consta de ciento veinte páginas, foliadas en la parte inferior con números arábigos.

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