Las diferencias climáticas en las vertientes Norte y Sur de la Sierra de Gredos. Una aproximación desde el análisis dinámico al climático.

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Descripción

TRABAJO DE FIN DE GRADO

Las diferencias climáticas en las vertientes Norte y Sur de la Sierra de Gredos Una aproximación desde el análisis dinámico al climático

JAVIER BECERRA CORRAL UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID GRADO EN GEOGRAFÍA Y ORDENACIÓN DEL TERRITORIO Dirigido por el Dr. David Palacios Estremera

A todos los aficionados a la meteorología que, con su dedicación alegre y altruista, tanto aportan al conocimiento científico

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Las diferencias climáticas en las vertientes Norte y Sur de la Sierra de Gredos: una aproximación desde el análisis dinámico al climático. Javier Becerra Corral1. 1

Departamento de Análisis Geográfico Regional y Geografía Física, Universidad Complutense

de Madrid –UCM.

Resumen La realidad climática no es independiente del resto de elementos naturales que conforman el todo que es el medio físico o natural. Esta afirmación nos hará acercarnos, en el sentido práctico, al eje central de la Sierra de Gredos, delimitado al Oeste por la falla de Tornavacas, al Norte con el curso alto de los ríos Tormes y Alberche, al Este con la cabecera del río Tiétar y, al Sur, con el curso medio de este río y la comarca de la Vera, ya en la provincia de Cáceres. La intención no es otra que esbozar una caracterización climática en la zona, llegando a este punto mediante las situaciones dinámicas más repetidas a lo largo de los últimos años. La justificación se explica a través en la extrema importancia de los elementos naturales –formas del relieve, vegetación, hidrología, etc.- en la realidad climática de una zona determinada, más allá de factores generales como la exposición a la Circulación General Atmosférica o la cercanía al mar. En otras palabras, la geografía como disciplina esencial para el estudio regional climático. El objetivo de este trabajo de investigación no es otro que, mediante el desarrollo de una metodología de análisis muy concreta, plasmar las diferencias climáticas que existen entre la cara Norte y la cara Sur de la Sierra de Gredos, cuyo resultado será una cartografía de detalle de las principales variables, con principal atención a la pluviométrica, ya que es la variable más irregular La metodología que se exprimirá en el trabajo consistirá en el análisis de “situaciones tipo” que, en una escala de tiempo de uno o varios días nos harán ver cómo se comportan las diferentes áreas del eje central de la sierra de Gredos. Para ello será necesario el apoyo con cartografía temática de la atmósfera y datos climáticos proporcionados por la Agencia Estatal de Meteorología. Esta información es útil para intentar ver, en series de datos más largas, qué patrones se repiten. El análisis climático será desglosado a través de cartografía de datos climáticos a nivel nacional, para que así

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tengan más visibilidad las sinopsis más repetidas. De lo general a lo particular, estas herramientas quedarán cotejadas con datos climáticos a nivel local. El instrumental empleado para el análisis, tanto dinámico como climático, procede de la Agencia Estatal de Meteorología, que ha confeccionada una red completa de estaciones meteorológicas en la geografía española. Se trata de ocho estaciones automáticas para el análisis dinámico, siendo en la cara Norte Navarredonda de Gredos 1525 metros-, Barco de Ávila -1007 metros- y Puerto del Pico -1285 metros- y en la cara Sur Tornavacas -991 metros-, Piornal -1260 metros-, Garganta la Olla -690 metros-, Madrigal de la Vera -464 metros- y Candeleda -450 metros. El análisis climático implica un seguimiento mayor durante un período más largo, por lo que los datos climáticos son más difíciles de conseguir. Es por esta razón por la que se han escogido cuatro estaciones, dos representativos de las realidades climáticas de cada cara: Navarredonda de Gredos y Barco de Ávila en cara Norte y Tornavacas y Candeleda en la vertiente Sur, todas ellas en lugares diferentes a los emplazamientos actuales. Los resultados hallados nos muestran una clara disimetría entre los climas de cada vertiente; mientras la cara Norte es más fría y seca debido al aislamiento de las masas húmedas que llegan desde el Atlántico, la Sur nos muestra unos índices de humedad y precipitación mucho más elevados –Tornavacas con una precipitación media anual de 1500 l/m2 mientras que Barco de Ávila alcanza los 500 l/m2-, siendo esto más claro en la época que más se repite este patrón: otoño e invierno. Asimismo, en el tramo final del invierno meteorológico, cuando más se repite el patrón de NNE, las masas de aire, más o menos frías, no son capaces de llegar al lado Sur con la misma intensidad, siendo bajo cero al Norte y claramente por encima en todo el valle del Tiétar y la comarca de la Vera. Esta situación tiene su relación inversamente proporcional en los meses más cálidos, ya que la suavidad de la vertiente Norte queda reflejada en la serie de datos, al no traspasar las masas cálidas de SSW el muro gredense.

Palabras clave: clima, precipitación, riesgos, irregularidad, estaciones meteorológicas, patrón dinámico, efecto föhn, Gredos, Tiétar, Alberche, Tormes, AEMET, pluviometría, temperaturas.

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Índice 1. Introducción. Págs. 6-9. 1.1. Justificación. Págs. 6-7. 1.2.Objetivos. Págs. 7-8 1.2.1.

Objetivos generales. Página 7.

1.2.2.

Objetivos específicos. Págs. 7-8.

1.3. Hipótesis de partida. Página 8. 1.4. Delimitación del área de estudio. Págs. 8-9.

2. Estructura metodológica del trabajo. Página 10. 3. Inventario del medio natural. Págs. 11-23. 3.1. Geología, geomorfología y formas del relieve. Págs. 11-16. 3.2. Edafología. Págs. 16-17. 3.3. Hidrología e hidrogeología. Págs. 17-19. 3.4. Vegetación. Págs. 20-22. 3.5. Fauna. Págs. 22-23.

4. Resultados I: análisis de la dinámica atmosférica. Págs. 24-54. 4.1. Introducción al análisis dinámico. Págs. 24-26. 4.1.1.

Metodología y análisis experimental. Págs. 24-25.

4.1.2.

El concepto apriorístico del Efecto Föhn. Pág. 26.

4.2. Análisis de situaciones dinámicas. Pág. 27-54. 4.2.1. Situación de Norte. Pág. 27-32. 4.2.2. Situación de Noroeste. Pág. 33-38. 4.2.3. Situación del Suroeste. Pág, 38-44. 4.2.4. Situación Este-Sureste. Pág 44-49.

4.3. Análisis de situaciones extremas. Pág. 49-52. 4.4. Influencia dinámica exterior: el caso de la región de Madrid. Pág. 52-54.

5. Resultados II: análisis de la distribución climática. Pág. 55-68. 5.1.Introducción al análisis climático. Págs. 55-58. 5.1.1. El concepto de clima. Págs. 55-56. 5.1.2. Metodología y análisis experimental. Págs. 56-58.

5.2.Caracterización climática. Págs. 59-67. 5.2.1.

Caracterización general en la zona. Págs. 59-60.

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5.2.2.

Análisis

genérico

por

períodos

estacionales

meteorológicos. Págs. 60-63. 5.2.3.

Comparativa entre vertientes. Págs. 63-68.

6. Conclusiones generales. Págs. 69-71. 7. Bibliografía. Págs. 72-74. 8. Anexo: ficha técnica de las estaciones meteorológicas.

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1. Introducción. 1.1. Justificación. La razón principal radica en la importancia de los elementos naturales en la disposición de la realidad, tanto dinámica como climática, en el macizo central de Gredos. Por tanto, es terreno del geógrafo adentrarse en un estudio de estas características, ya que conjuga una visión integral de conjunto, de complicado cumplimiento para el estudio del clima. Entre las herramientas de apoyo para el análisis, encontramos: o Tecnologías de la Información Geográfica –TIG’s. Se trata de un apoyo fundamental dentro de cualquier estudio geográfico, más si cabe en éste ya que le da visibilidad espacial a un estudio climático riguroso. La abstracción de las ideas de este estudio tendrán este vehículo como acompañante para su posterior comprensión. o La Geografía Física como pretexto para el estudio del clima. Es ésta la que lo determina, por lo que es esencial un acercamiento a los diferentes elementos que dan lugar a ese todo que conforma la parte física –el sosténde la Tierra. Serán claves las formas del relieve, así como la altimetría, ya que definen las diferencias climáticas. Sin embargo, también serán decisivas la vegetación y la hidrología en tanto que nos enseñan qué clase de clima alberga este espacio. o De una manera general, la Geografía como ciencia integradora de todos los elementos que dan lugar al territorio, es una disciplina básica, más si cabe que los fenómenos puramente físicos, ya que es la variabilidad espacial la que le da el valor al estudio y la que repercute de una manera decisiva tanto en las actividades humanas y su poblamiento, así como en el suelo –pérdida de suelo-, etc. o La estadística es una disciplina con ánimo resolutivo, fundamental para el tratamiento correcto y racional de datos, en este caso, climatológicos. o El conocimiento de la física atmosférica será condición sine qua non para un correcto análisis de las situaciones que se den lugar en el ámbito de estudio. Al contrario de lo relativo a lo estadístico, esta parcela de saber irá dirigida a un plazo de tiempo más corto, de unos días como máximo, ya que no se refieren a simples números, sino que tienen importancia en la

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modelización de los mismos –teniendo en cuenta otras variables, tales como pudieran ser la orografía, las masas de aire, etc.

1.2.Objetivos. 1.2.1.

Objetivos generales.

o La Geografía como marco central, debido a su carácter multidisciplinar, para la comprensión de la realidad climática en la Sierra de Gredos. En otras palabras, el clima no es un proceso independiente dentro del sistema Tierra, por lo que entender otros procesos será esencial. o Ahondar en el conocimiento, tanto dinámico como climático, nos hará entender mejor el futuro, más si cabe en un clima tan inestable e irregular como es el de Gredos. o La importancia del control de la estadística en el estudio, ya que una parametrización adecuada de las variables climáticas nos hará reducir el margen de error en cuanto al análisis de la realidad climática. o Comprensión de las formaciones vegetales y su evolución como parte fundamental para leer el clima. o Establecer una metodología para el seguimiento de la variable pluviométrica y termométrica, sobre todo de la primera, ya que es más irregular. o El marco geológico-geomorfológico como referencia básica para el estudio climático, ya que las diferencias climáticas entre caras Norte y Sur vendrán mayormente dadas por esto.

1.2.2.

Objetivos específicos.

o La asimiliación, mediante un estudio detallado a pequeña escala de la presencia de microclimas. o Entender la biología, sobre todo vegetación y fauna a partir de la realidad climática. 7

o Desarrollar una metodología que dé resultado, al menos, a niveles generales, es decir, a la escala en cuestión, que es el ámbito de estudio. o Asistir a diferencias no sólo entre vertientes, sino entre sectores dentro del macizo central de la Sierra de Gredos. o Detectar posibles vulnerabilidades entre los cambios que tienen lugar en los patrones sinópticos y su relación con el clima.

1.3. Hipótesis de partida. Se parte de la premisa de que el efecto föehn en Gredos, más allá de la dinámica de la Circulación General Atmosférica y la situación de este ámbito frente a ella, afecta de una manera muy apreciable en variables tales como la temperatura, la humedad, el viento pero, sobre todo, la pluviometría. Por tanto, es necesario comprobar esta hipótesis mediante un complejo análisis dinámico que fortalezca este hecho en series más largas de datos, que son las que dan forma a la realidad climática.

1.4. Delimitación del área de estudio. El área de estudio se sitúa sobre el macizo central de la Sierra de Gredos, es decir, en aquel lugar en el que la gran cordillera que es el Sistema Central pasa de una dirección E-W a una SW-NE. La Sierra de Gredos, se puede dividir, a su vez, en tres subsectores: el subsector oriental –finaliza en las peñas de Cenicientos y Cadalso de los Vidrios-, el subsector central –separa los cursos altos de los ríos Tormes y Tiétar- y el subsector occidental –compuesto por la Sierra de la Covatilla y la falla de Plasencia-Ávila. Concretamente, este estudio se situará, si hablamos de los límites, al Norte terminará con el curso medio del río Tormes y algunos terrenos altos sobre la margen derecha –Navarredonda de Gredos, Hoyos del Espino, Zapardiel de la Ribera; al Este con la falla Norte-Sur sobre la que se encuentra el Puerto del Pico y su unión con el Puerto de Menga, ya fuera del área de estudio; al Sur con el curso medio del río Tiétar en la parte más oriental y con la comarca de la vera en la zona más occidental y, finalmente, al Oeste con la falla de dirección SW-NE de Plasencia-Ávila, cuyo punto más destacable dentro del área de estudio es el valle del Jerte y el puerto de Tornavacas. 8

Si hablamos de coordenadas: -

El punto más occidental es Valdastillas, con las coordenadas 40.132730, 5.880256.

-

El punto más meridional es Arroyomolinos de la Vera, cuya posición es 40.053161, -5.854250.

-

El punto más oriental es el Puerto del Pico, encontrándose en 40.321061, 5.013078.

-

El punto más septentrional es Navarredonda de Gredos, siendo sus coordenadas geográficas 40.360417, -5.133953.

Fig. 1. Delimitación del área de estudio. Elaboración propia a partir de los datos del IGN.

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2. Estructura metodológica del trabajo. Como todo estudio científico, es necesario dotarse de un método de trabajo que nos permita alcanzar el mayor grado de validez posible así como el conocimiento más completo y estructurado. En este caso, se han adaptado las fases del estudio al territorio que es objeto de estudio, el eje central de la Sierra de Gredos. Fases del estudio climático: 1. La justificación como pretexto para el estudio climático. 2. Visualización de objetivos, es decir, proposición de metas que se desean alcanzar al final del estudio, estableciendo una hipótesis previa. 3. Búsqueda de fuentes de información útil y fiable. 4. Trabajo de campo para afianzar las fuentes encontradas y la inspección in situ del material de las estaciones meteorológicas que será analizado, en busca de la validez y de la calidad de la información. 5. Imbricación de la observación presencial –trabajo de campo- y la preparación previa –fuentes. 6. Encargo de datos diarios y climáticos de estaciones de la zona a la Agencia Estatal de Meteorología –AEMET. 7. Elaboración de un primer borrador del análisis dinámico, con especial detalle en las conclusiones de cada apartado. 8. Desagregación de los datos climáticos, en relación a la creación de un borrador de la realidad climática en el ámbito de estudio. 9. Elaboración del inventario del medio natural, teniendo en cuenta la relación con la temática de estudio. 10. Puesta en relación de la realidad dinámica y la climática en las conclusiones finales.

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3. Inventario del medio natural 3.1. Geología, litología y geomorfología “La formación de este profundo abismo se debe a la natural coincidencia en aquel punto de los grandes grupos montañosos que descuellan en todas direcciones, no dando salida a las aguas, sino después de haberse llenado su insondable cavidad”. Pascual Madoz hacía referencia a Gredos en estos términos1, postulando la inmensidad y lo monumental del conjunto natural allí presente. Es ésta una de las características más llamativas de la Sierra de Gredos, ya que se constituye como uno de los espacios más grandes sin habitar dentro de la Península Ibérica, con uno de los desniveles más acentuados entre las cordilleras existentes. La vertiente Sur, presenta una diferencia de unos 2300 metros entre el embalse de Rosarito, cerca de Candeleda -300 metros- y el pico Almanzor -2592 metros, mientras que la Norte apenas llega a los 1000 metros de desnivel -1525 de Navarredonda por los 2592 de Almanzor. Para entender el roquedo que se presenta en el eje central de la Sierra de Gredos, es necesario acercarnos a la historia geológica [Fig. 2], ya que el relieve, tal y como lo conocemos, ha pasado por diferentes etapas, con características muy definidas. En la era primaria -650-350ma- la Meseta Ibérica se insertaba dentro del Macizo Ibérico. En ese momento se produce un período de sedimentación desde áreas de erosión de otros lugares, todavía dentro de la cuenca marina. Hacia el período comprendido entre hace 350ma y 250ma se inicia la orogénesis hercínica, en el Carbonífero y el Pérmico. Se trata de fuerzas que presionan la cuenca sedimentaria marina, convirtiéndola en un orógeno emergido, deformando los estratos. A su vez, empiezan a ascender magmatizadas importantes volúmenes de roca, dándose en este momento el metamorfismo regional de contacto – aquí nacen los gneises que encontraremos en el Sistema Central. Sin embargo, no será hasta el final de la orogenia –hace 250-100ma, poshercínico- cuando estos materiales aparecerán en la superficie Ya en el Mesozoico –hace 160ma- desaparecerán los esfuerzos compresivos, dando lugar a un período de erosión muy marcado, deshaciendo lo acontecido en el Primario. El resultado es la formación de una Penillanura Ibérica. Durante el Cretácico se ubicará la transgresión Cenomanense, en la cual se produce un depósito de arenas, arcillas

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En su Diccionario geográfico-estadístico-histórico, 1845 referenciado en L. Corrales Bermejo (coord.), Recursos naturales de las Sierras de Gredos, Ávila, Institución Gran Duque de Ávila, 2002, p. 40.

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y calizas. Hace 40 millones de años, en el Oligoceno se retira el mar y empiezan a converger otra vez los sistemas, por lo que se produce una sedimentación. Al contrario que había pasado antes de la orogenia hercínica, no se producirá una sedimentación marina, sino lacustre y continental, propuesta mayormente por conglomerados. En los albores del Oligoceno y el comienzo del Mioceno -25ma atrás-, tendrá lugar la génesis de la orogénesis alpina, hecho que afecta a las grandes cordilleras de la Península. En un primer momento, en la fase sávica, se produce un abombamiento por fuerzas en la meseta con la consecuencia de que, al ser el basamento de materiales paleozoicos rígidos, se producirá una fracturación según los planos de fractura, siendo las direcciones preferentes E-W y ENE-WSW. Aquí se generará un sistema de bloques levantados –Horst- y bloques hundidos –Graben- formando el todo que conocemos como Relieve Germánico. Después de este liviano proceso orogénico, en el Mioceno –hace 10ma- se formará una nueva penillanura con escasos salientes debido a una cabalgante erosión. Para finalizar el Terciario, durante el Plioceno -7-8ma- se producirá una reactivación orogénica. Esta es la conocida como fase rodánica, y se caracterizará por el surgimiento de fosas tectónicas y elevaciones actuales –reajuste isostático. La elevada altitud del eje central de Gredos se explica por el hundimiento de la fosa del Alberche, que es la que facilita la salida de este último hacia al E. Por tanto, para que se eleven estos bloques, han de hundirse otros, en un complejo sistema de fuerzas, en el que las fallas tienen una gran importancia. El basculamiento de la sierra será hacia el NW, facilitando un mayor salto de falla en la vertiente Sur y que los cursos fluviales circulen por el Norte hacia la cuenca del Duero, quedando restringido al Tiétar en el Sur. Cabe destacar, asimismo, la gran fuerza erosiva debido al desnivel, al hundimiento paleozoico de las grandes cuencas y al rejuvenecimiento de las sierras. El resultado es la formación de sierras paralelas en disposición E-W o ENE-WSW delimitadas por fallas de una gran extensión. El Terciario, por tanto, ha terminado con un levantamiento –y hundimiento de bloques-, cambiando la altimetría –y la litología- tal y como la conocíamos. Esta morfología ha llegado prácticamente hasta nuestros días. No obstante, en el Pleistoceno cuaternario asistiremos a un período de crisis climáticas, generalmente frío que dará con el levantamiento de la red hidrográfica actual y la brutal erosión del relieve por el glaciarismo.

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Fig. 2. Modelado en diferentes fases del Sistema Central. Fuente: Solé Sabarís (1988).

El fenómeno del glaciarismo en la Sierra de Gredos tiene una gran relación entre el reciente levantamiento producido con la orogénesis alpina y el desarrollo de un clima que tiende a ser más, por lo que se producirá la aparición o desaparición de los distintos sistemas morfogenéticos que han modelado el relieve de las Sierras de Gredos. A modo de resumen, existen tres grandes períodos en los que se puede dividir las glaciaciones del cuaternario en la Sierra de Gredos: -

Período Prewürmiense. Nos encontramos ante una época en la que el clima evoluciona desde la aridez hasta un carácter cálido-húmedo, que se ve representado en una de las terrazas del río Tiétar. Aquí tiene lugar una 13

consolidación de las redes fluvio-torrenciales por encajonamiento. Existe un paréntesis dentro de la fase glaciar Riss, con la aparición de depósitos periglaciares [Fig. 3]. -

Período Würmiense. Se trata de una época de frío extremo, a veces cálido, a veces húmedo. Se inyecta un carácter alpino al calor de la aparición de nuevas formas erosivas y deposicionales, existiendo más nieve en las cuencas de recepción. La compresión de una gran masa de nieve empieza a ocupar los antiguos valles fluviales, empezando un gran proceso erosivo. Durante este período crecen los lugares donde existe el periglaciarismo, siendo el subsistema fluvio-glaciar uno de los más beneficiados, si bien el fluviotorrencial no desaparece al no llegar a las llanuras los glaciares [Fig. 3].

-

Período Postwürmiense. Hace unos 10.000 años, los hielos dejan de ser permanentes, quedando tan solo periglaciarismo y fenómenos fluviales y torrenciales en la zona. La importancia de este último ha provocado que existan pocos restos en gargantas por la erosión [Fig. 3].

Fig. 3. Modelado glaciar en los períodos Prewürmiense, Würmiense y Postwurmiense. Fuente: J. Pedraza y J. López, Gredos. Geología y Glaciarismo, Ávila, Obra Social y Cultural de la Caja Central de Ahorros y Préstamos de Ávila, 1980.

En la actualidad, el periglaciarismo tiene cabida en sectores muy elevados, más frecuentes en la cara Norte, siendo la actividad morfogenética fundamental la fluviotorrencial. En Gredos no existen glaciares vivos debido a que no existe innivación suficiente –cantidad de nieve- durante el invierno para resistir el verano. Pocos son los años que en Gredos ha resistido la nieve de un año a otro ya que, más que por el indudable 14

factor térmico, la cantidad de precipitación es nula, que es un factor importante para que se dé la formación de este meteoro. Dentro de la huella de los glaciares en Gredos, existen 47, de los cuales 33 están en la vertiente septentrional –bien conservados por ser ésta una pendiente poco abrupta y más fría- y 14 en la meridional –peor conservados por la fuerte pendiente y la huella periglaciar. Cabe hacer referencia a que, de los 47, 28 son de ladera, 12 de valle, 3 de circo y el resto mixtos de circo-ladera [Fig. 3]. Por tanto, una vez recreada la historia geológica y geomorfológica del ámbito de estudio, procederemos a analizar las grandes unidades morfológicas. En primer lugar, es reseñable la gran disimetría entre vertientes, que promulgará una diferenciación propiamente dicha, con una vertiente Norte de escaso desnivel y una altitud media elevada y una Sur con un importante salto, con gargantas y arroyos que llevan un cauce que desciende a gran velocidad, unido por fallas que cruzan de WSW a ENE –valle del Jerteo N-S –Puerto del Pico-Menga. Sin embargo, si intentamos discernir más, podemos obtener algunas subunidades que son reseñables [Fig. 4]: -

Unidad I. Macizo central de Gredos. Compuesto por los picos más elevados – más de 2000 metros-, como el Pico Almanzor -2592 metros-, que ocupa un área entre Candeleda y Bohoyo.

-

Unidad II. Valle del Jerte. Esta unidad comprendería la falla que cruza la parte más oriental de la Sierra de Gredos, en la vertiente cacereña. Su altitud nunca sobre pasa los 1000 metros, teniendo una media de 600 dentro del área de estudio.

-

Unidad III. La comarca de la Vera y el valle medio del Tiétar. Esta zona homogénea presenta una altitud media reducida –unos 500 metros- y se extiende a lo largo del borde Sur del muro de Gredos. Existen algunas incisiones en el muro en la parte cacereña, como la de Garganta la Olla, con orientación N-S. A lo largo de la vertiente se extienden arroyos y gargantas, que vierten sus aguas al río Tiétar.

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Unidad IV. Curso alto y tierras altas del río Tormes. Esta unidad presenta dos partes muy diferenciadas que forman parte de un todo homogéneo, siendo la primera el curso del río, en el borde N del macizo central de Gredos y la segunda las tierras elevadas del margen derecha, que vierten sus aguas en estos primeros metros –Navarredonda de Gredos, Hoyos del Espino, etc.

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-

Unidad V. Curso alto del río Alberche. Esta unidad tiene muy poca representación dentro del área de estudio, quedando conformada por el tramo comprendido entre el Puerto del Pico y el Puerto de Menga, con altitudes sostenidas por encima de los 1000 metros y pendientes poco acusadas.

Fig. 4. Corte en bloques propio del relieve germánico de la Sierra de Gredos. Fuente:

www.navarredondadegredos.net

3.2. Suelos. La uniformidad del sustrato litológico en Gredos frena la posibilidad de que los suelos varíen, teniendo generalmente unos rasgos básicos que dependen de las características físicas y químicas del roquedo y los procesos de meteorización que los afectan. Si nos guiamos por la composición de los materiales, dentro del área de estudio cabe destacar el predominio de texturas gruesas arenosas o franco-arenosas. Por su parte, la alteración del granito y de las rocas metamórficas ha experimentado una desagregación mecánica más que la alteración geoquímica con arcillas –proceso de gelifracción. Si nos referimos al pH, las características del roquedo y la presencia de un clima lluvioso gran parte del año provocan valores por debajo de 7, por lo que son generalmente ácidos. Los

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más ácidos los tendremos en turberas y cervunales, que a menudo están encharcados, pero son zonas con una superficie poco representativa dentro de área de estudio. Si seguimos la secuencia altitudinal descrita por Raimundo Jiménez Ballesta y Antonio Guerra Delgado2, tenemos los siguientes suelos en el eje central de la Sierra de Gredos: -

Suelos de tipo tierra parda meridional –xerocrepts según la clasificación americana y cambisoles dístricos y húmicos según la FAO- en lugares con pluviosidad débil o moderada.

-

Suelos de tipo tierra parda subhúmeda y húmeda, más conocidas como tierras pardas de melojar y tierras pardas centroeuropeas –xerumbrepts y/o haplumbrepts en la clasificación americana y cambisoles húmicos de la FAO. Éstos se dan con niveles medios de pluviosidad en lugares con melojares. Se asocian a extensos afloramientos rocosos y dominio de litosuelos. Están normalmente dedicados al cultivo de cereales y diversos frutales, así como también son producto de repoblaciones.

-

Tierras pardas de césped alpino y ránkeres en niveles altitudinales superiores con bajas temperaturas y matorrales –leptosoles dístricos.

-

Por último, el hidromorfismo tiene un carácter azonal muy marcado, siendo representativo de zonas encharcados con valores muy pobres de oxígeno, de gran relevancia en áreas de montaña. Aquí se dan las turberas y los cervunales.

3.3. Hidrología. La hidrología en el ámbito de estudio es un factor físico importante, dada la disimetría entre vertientes y la gran relación que tiene con la pluviometría. Será este input, junto con la capacidad de absorción propia de la naturaleza del roquedo y las formas del terreno los que determinarán tanto el cauce como el caudal. Si nos fijamos en la morfología de los cauces en la cara Sur, podemos decir que todos estos acaban en el río Tiétar, teniendo forma de arroyo en profundas gargantas que R. Jiménez y A. Guerra, “Evolución de los suelos con la altitud en la vertiente sur de la Sierra de Gredos” Anales de Edafología y Agrobiología 34 (1975), pp. 991-1010 referenciado en M.M. Redondo y T. Santamaría (coords.), Itinerarios biogeográficos por las Sierras de Gredos (Ávila), Ávila, Universidad Católica de Ávila, 2006, p. 32. 2

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bajan desde las zonas más altas. Si lo relacionamos con la pluviosidad de la zona, en condiciones óptimas, la velocidad de las aguas puede ser importante, con todos los riesgos que ello conlleva. Cabe hacer referencia a la estacionalidad del caudal, debido a su corto recorrido y al largo estío que tiene lugar en el ámbito de estudio. En la cara Norte, por su parte, los cauces son mayores, las gargantas se reducen debido a una reducción del desnivel. Algunos de los ejemplos son el río Corneja, el río Tormes y el río Alberche. Estos escasos afluentes descienden desde altitudes superiores a los 2000 metros, llegando hasta los 1000-1500 en los que se encuentra el curso alto del río Tormes. Los embalses son muy escasos, siendo reseñable tan solo el de Rosarito, fuera del ámbito de estudio en el río Tiétar. Existen zonas encharcadas en zonas altas, total o parcialmente durante el año. Cabe destacar las lagunas glaciares que tenemos en el macizo central de Gredos, destacando la que se encuentra en el circo homónimo, a los pies del Pico Almanzor. El ámbito de estudio se divide en cuatro grandes subcuencas, ya que todos estos cursos fluviales acaban en otro curso más largo antes de llegar al Océano Atlántico [Fig. 5]: I.

Subcuenca del río Jerte. Esto curso y sus afluentes se extienden a lo largo del valle homónimo, dentro de la falla de Plasencia-Ávila. En tan solo 50 kilómetros de longitud desciende desde altitudes superiores a los 2000 metros –Pico de la Campana a 2401 metros- hasta su desembocadura en el Alagón a la altura de Plasencia a 350 metros. Esto nos muestra el gran desnivel que tiene que salvar, haciendo que el caudal, unido a la pluviosidad, eleve la velocidad de su descenso.

II.

Subcuenca del río Tormes. Se trata del cauce que circula en el borde septentrional del macizo central de Gredos. Circula más de 1000 metros más elevado que el río Tiétar. Este río aglutina el caudal de las escasas gargantas que hallamos en esta cara. Tiene una longitud de 281 kilómetros, una superficie de 7096km2 y un caudal medio de 26m3/seg.

III.

Subcuenca del río Tiétar. Este es el curso que articula todo los cauces de la cara Sur, antes de encontrarse con el río Tajo. Tiene una superficie de cuenca de 4500km2 y aporta 1800 hm3. Destaca la irregularidad de las precipitaciones, lo que afecta al caudal, sobre todo en verano.

IV.

Subcuenca del río Alberche. Este río tiene un papel muy escaso, ya que inicia su viaje al Este muy temprano, aun naciendo cerca del río Tormes. 18

Fig. 5. Cursos jerarquizados según Strahler y cuencas hidrográficas. Elaboración propia a partir de datos del IGN.

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3.4. Vegetación. Antes de entrar a analizar la vegetación que se da sobre el eje central de Gredos, es necesario adentrarnos en la realidad biogeográfica del terreno3. Éstas son: -

Reino Holártico, Región Mediteránea.

-

Provincia Mediterránea Ibérica Occidental: 

Subprovincia Luso-Extremadurense, Sector Toledano-Tagano, Subsector Talaverano, Distrito Verense y Distrito Alberchense.



Subprovincia Carpetano-Leonesa, Sector Guadarrámico, Subsector Guadarrámico. Distrito Abulense y Distrito Cofiense, y Sector BejaranoGredense, y Subsector Gredense, Distrito Gredense, Distrito Paramero Serrotense, Distrito Cornejano Amblense.

-

Provincia Mediterránea Ibérica Central. 

Subprovincia Castellana, Sector Castellano-Duriense, Distrito Armiñense.

Una vez situados sobre el mapa biogeográfico, en relación con la temática de estudio, cabe hacer referencia a los termotipos reconocidos en la Sierra de Gredos y sus correspondientes series de vegetación [Fig. 6]: -

Mesomediterráneo: desde zonas basales hasta unos 900-950 metros en la vertiente Sur, con una temperatura media anual entre 13 y 17ºC. Las series de vegetación se corresponden con los encinares luso-extremadurenses y melojares verenses.

-

Supramediterráneo: son los terrenos comprendidos entre los 900 y los 1750 metros, con una temperatura media entre 8 y 13ºC. Aquí cabría esperar los encinares silicícolas carpetanos y melojares –guadarrámicos y gredenses.

-

Oromediterráneo: se localizan en las cuerdas o zonas de cumbres con altitudes que oscilan entre los 1750 y los 2200 metros, con una temperatura media entre 4 y 8ºC. Aquí aparecerán los pinares albares y los enebrales rastreros gredenses.

Se incluyen las regiones biogeográficas descritas por S. Rivas-Martínez [et al.], “Vascular plant communities of Spain and Portugal” en Itinera Geobotanica 15 (2002), pp. 18-19, recogidas a su vez en M.M. Redondo y T. Santamaría (coords.), Itinerarios biogeográficos por las Sierras de Gredos (Ávila), Ávila, Universidad Católica de Ávila, 2006, p.30. 3

20

-

Crioromediterráneo: se halla en las áreas culminícolas del eje central, en cotas superiores a los 2200 metros, con temperaturas medias anuales inferiores a los 4ºC. Se relacionarían con los climas D dentro de la clasificación de Köppen. Aquí tendríamos una vegetación supraforestal, que se corresponde con los pastizales silicícolas gredenses.

Leyenda (12b): pastizales psicoxerófilos. (13a): Pinares, piornales y enebrales rastreros. (18a): Robledales de melojos. (24a): Encinares.

Fig. 6. Cartografía de las series de vegetación del territorio –S. Rivas-Martínez, Mapa de series de vegetación de España, extraído de M.M. Redondo y T. Santamaría (coords.), Itinerarios biogeográficos por las Sierras de Gredos (Ávila), Ávila, Universidad Católica de Ávila, 2006, p.30.

El estudio detallado del paisaje vegetal gredense ha sido objeto de numerosos estudios y publicaciones desde principios del siglo XX. Entre las referencias destacables, se pueden citar las monografías de Rivas Martínez y Sánchez-Mata4. Gran variedad de aspectos se unen para conferir una gran variedad de ambientes. El fuerte gradiente altitudinal con las variaciones de temperatura y humedad que ello implica, condicionan los diferentes biotopos que acercan a Gredos a contener una gran variedad biológica. A esto se le une las diferencias, también en vegetación en las vertientes Norte y Sur. La riqueza vegetal de las sierras de Gredos habla por sí solas en cuanto a 1400 taxones de florula. Entre los endemismos en Gredos: piornales y joragales, pastizales orófilos

Nos referimos a “Estudio de la flora y vegetación de las sierras de Guadarrama y Gredos”, Anales del Instituto Botánico Cavanilles 21 (1964), p. 1-325 y Flora y vegetación del macizo oriental de la Sierra de Gredos (Ávila), Ávila, Institución Gran Duque de Alba, 1989, respectivamente. 4

21

xerofíticos, comunidades orófilas saxícolas, cervunales, comunidades de megaforbios, piornales orófilos, cerrillares y prados encharcados.

3.5. Fauna. Si nos referimos al origen de la fauna, la Sierra de Gredos ofrece una riqueza faunística sin precedentes ya que, dentro del conjunto peninsular y continental ha permitido el asentamiento de fauna con diferentes lugares de procedencia: europea, norteafricana, asiática, iberoatlántica y mediterránea ibérica. Por tanto, podría considerarse que Gredos es una encrucijada zoogeográfica con un bloque animal muy heterogéneo. Debido a su ubicación dentro del Sistema Central, la Sierra de Gredos – junto con otras sierras- ejercen una doble función de barrera-corredor. Barrera porque ejerce de límite meridional y septentrional para distintas especies y, de corredor, porque de Este a Oeste se facilita el desplazamiento desde las zonas más altas. Es importante entender el fenómeno del endemismo dentro de las zonas más elevadas. La retirada de los hielos ha constituido un ejemplo de insularidad ecológico, ya que algo de fauna ha quedado aislada, por lo que se ha tenido que adaptar, desarrollando genotipos diferentes ante poblaciones con el mismo rango taxonómico. De ahí la gran cantidad de taxones. Cabe destacar, asimismo, con el cambio en el clima, la colonización de animales desde el Norte, buscando condiciones más parecidas a las que tenían y en las que se encuentran más cómodos. La expansión de las actividades humanas en las partes más bajas ha provocado, también, un refugio en estas zonas más inaccesibles, alterando su hábitat natural. Aun así, la Sierra de Gredos contiene más del 60% de los vertebrados terrestres dentro de la Península. Esto nos hace ver la riqueza de las condiciones que proporcionan este dato. En cuanto a la ictiofauna5, los peces serranos son especies autóctonas, con toda la importancia que es eso conlleva. Dentro de las 17 especies, tanto autóctonas como introducidas, destacan la trucha común, el barbo común, la boga, el cacho, la bermejuela y el salvelino. En cuanto a la herpetofauna6, se han citado un total de 14 especies de anfibios y 23 de reptiles, constituyendo el 60% de la Península, presentando una fuerte

5 6

VV.AA., “La fauna de las sierras de Gredos” en L. Corrales Bermejo (coord.), Op. cit., 2002, p. 193. Ibíd. p. 201.

22

asimetría altitudinal, asentándose en pisos bioclimáticos. La avifauna7, por su parte, tiene un gran riesgo en casi todas las especies, debido, sobre todo, a la deforestación. Se han contabilizado más de 120 especies entre aves estivales e invernantes, pero la riqueza radica en el número de especies exclusivas y endémicas de las masas forestales de la vertiente Sur. Algunos ejemplos son la Cigüeña Negra -Ciconia Nigra- y el Águila Imperial Ibérica –Aquila adalberti-, entre muchos otros. Cabe destacar la vulnerabilidad de especies como el Azor –Accipiter nisus-, el Águila Real –Aquila chrysaetos- o el Águila Culebrera –Circaetus gallicus. Por último, existen 58 especies de mamíferos8 en Gredos, siendo 40 terrestres y 18 de murciélagos. Endémicos de la Sierra de Gredos son el Topillo de las Nieves –Microtus nivalis abulensis- y la Cabra Montesa [Fig. 7] –Capra pyrenaica victoriae. La mayoría de estos mamíferos son especies nocturnas y pasan desapercibidos por el campo, si bien nos dejan huellas de su paso, por lo que podemos contabilizarlas. Una especie más amenazada, icono del país, se halla en estos ámbitos, con una situación preocupante al estar altamente amenazada, en concreto, en peligro de extinción: el Lince Iberico –Lynx pardinus.

Fig. 7. Cabra montesa en las tierras altas de Gredos.

7 8

Ibíd. p. 223. Ibíd. p. 243.

23

4. Caracterización dinámica de la Sierra de Gredos. 4.1. Introducción al análisis dinámico. 4.1.1. Metodología y análisis experimental. Para analizar las distintas situaciones dinámicas sobre el eje central de la Sierra de Gredos, será necesario disponer de una información fiable y de calidad que nos aporte el conocimiento deseado del área de estudio. Es por esto que se dispondrá de materiales de precipitación y su intensidad, rachas de viento, temperatura media y humedad máxima y mínima, todo ello diarios. El análisis de una situación requiere, al menos, de datos diarios que den constancia de lo que ocurrió en un momento concreto, ya que las situaciones tienen una validez que van desde pocas horas a algunos días, siendo más largos en el caso de la afección constante de un centro de presión estático, como es el caso de Anticiclón de Azores. Dado que la intención del trabajo es el estudio de las diferentes vertientes de la Sierra, se ha procedido a la elección de estaciones meteorológicas en ambas caras. Previo al análisis de los datos, un trabajo de campo nos otorgó las condiciones exactas sobre las que giraban esos datos, tales como pudieran ser el entorno y la calidad del instrumental (Anexo 1). Las estaciones escogidas, por caras, son:

Lugar El Barco de Ávila Navarredonda de Gredos Puerto del Pico

Cara Norte Altitud (m)

Orientación

Lugar

Cara Sur Altitud (m)

1012

NNW

Tornavacas

991

SW

1525

-

Piornal

1260

SSW

1285

SW

690

SSW

401

SW

350

SW

Garganta la Olla Madrigal de la Vera Candeleda

Orientación

Sin embargo, la dificultad de la modelización ante la escasez de datos ya no diarios, sino horarios, en una situación muy concreta –y “cogida por pinzas”- como es la situación de Este-Sureste, ha provocado la necesidad de recurrir a la red de datos 24

Meteoclimatic, que es una red pública de datos meteorológicos, gracias al cuelgue público por parte de aficionados a la meteorología. Las estaciones consultadas serán las de Mironcillo (Ávila) en la cara Norte de la Sierra de la Paramera, Aldeanueva de la Vera (Cáceres) en la comarca homónima y Navarredonda de Gredos (Ávila) en las tierras altas del margen derecho del río Tormes. Si hablamos de la metodología con la que se estudiarán las situaciones, tenemos tres partes muy diferenciadas. En primer lugar, con la ayuda de mapas de variables observables en el momento, se propondrá un esbozo, tanto general como particular de la situación sinóptica y de algunas variables. Una vez entendidos los diferentes elementos que componen ese todo dinámico, el siguiente paso es el listado del comportamiento de cada una de las estaciones, siendo reflejadas las variables de temperatura media, precipitación diaria y la racha máxima de viento. Con los datos sobre la mesa, el último paso será ver las diferencias por vertientes y por altitud en cada uno de los puntos, siendo la pluviometría el objetivo principal, ya que es la variable más irregular y la recreación más directa del efecto Foëhn. En relación a la cartografía, se ha procedido al análisis espacial de los datos aportados por la Agencia Estatal de Meteorología –AEMET-, recurriendo a métodos de interpolación como Spline o Kriging, en un sistema GIS. Sin embargo, la escasez de datos en el macizo central, en un abanico de metros que va desde los 1600 hasta los 2500 metros y un área bastante grande, comporta una dificultad añadida en el análisis pluviométrico. Dado que las lluvias no dependen sólo de la altitud, sino de otros factores tales como la orientación, el origen de la masa de aire, la altimetría, etc. es muy difícil acceder a la realidad dinámica de este lugar. Esto cambia en lo referente a las temperaturas, ya que se pueden coger unos cuantos puntos y, sabiendo la adiabática y la altitud, para luego interpolarlos. Estos puntos son Covacha del Losar –unos 2300 metros-, Cabezuela del Valle –unos 500 metros- y Arenas de San Pedro -510 metros. Esto, además, viene caracterizado con una superposición del Modelo Digital del Terreno, con la capa de interpolación por encima pero con un poco de transparencia, para así aparentar la disposición y altimetría que tiene lugar. Esta abstracción de los datos nos hará entender, de una manera mucho más intuitiva, teniendo en cuenta el margen de error –más elevado en el plano pluviométrico-, la realidad dinámica en cada situación, clave para ver en qué época del año es más representativo cada mapa.

25

4.1.2. El concepto apriorístico del Efecto Föhn. El llamado efecto föhn nace de un lugar en Suiza que se ve afectado por el descenso de una masa de aire afectada por la corriente adiabática seca, a sotavento de vientos húmedos. Este viento que tiene lugar en el Norte de los Alpes propiciado por una baja en el Mediterráneo, inyecta aire seco y tiempo soleado generalmente. Grandes zonas del planeta se ven afectadas por este hecho, adoptando diferentes nombres según el lugar. En una descripción más física, se le denomina efecto föhn al comportamiento de una masa de aire cuando tiene un muro delante –sistema montañoso-. A barlovento, la masa de aire, todavía en adiabática seca -desciende 1ºC por cada 100 metros empieza a ascender, ganando densidad y humedad relativa y perdiendo presión y temperatura, hasta que llega al punto de rocío –se condensa-, que es cuando siga ascendiendo pero en adiabática húmeda, a razón de 0,5ºC cada 100 metros. Esa masa de aire, “se está exprimiendo” hasta que llega al nivel máximo y comienza a descender. Al descender, se empieza a expandir –antes se contraía-, perdiendo densidad y humedad relativa y ganando temperatura y presión, volviendo a la adiabática seca [Fig. 8]. Es importante hacer referencia a que, si a barlovento no existe condensación, es decir, la masa de aire asciende y no llega a ganar la humedad relativa suficiente como para llegar al punto de rocío y condesarse, no existe técnicamente efecto föhn, si bien los efectos a sotavento son parecidos –más calor y menos humedad. Este juego dinámico sólo tiene lugar si se encuentra un muro delante, por lo que, a sotavento, también asistiremos a una formación de nubes altas particulares que tienen forma de UFO o lenteja, resultado de las ondas de montaña. Estas nubes son las Ac lenticularis, y están compuestas, en su mayor parte de cristales de hielo.

Fig. 8. Explicación dinámica del efecto Foëhn. Fuente: http://www.klima-dererde.de/foehn.html

26

4.2. Análisis de situaciones dinámicas.

4.2.1. Situación de Norte i.

Análisis sinóptico de la situación. A modo de ejemplo de una advección de Norte tenemos la situación del 4 de

febrero del 2015. Como se puede apreciar en las imágenes que muestran el viento a 300hPa, tenemos el chorro muy potente enroscado sobre Europa Oriental. Este meandro, hace que los vientos lleguen directamente desde el Polo Norte, siguiendo una dirección Este al llegar a la Península Ibérica [Fig. 9]. Este análisis empieza desde los niveles más altos, ya que es la relación entre las diferentes capas la que nos dirá la situación sinóptica en capas bajas. Esta vaguada, a un nivel de unos 9.000 metros se forma sobre la vertical del Golfo de Génova.

Figura 9. Viento en Europa –izquierda- y Hemisferio Norte –derecha- a una topografía de 300hPa. Fuente: Meteogroup y Meteociel.

Esta vaguada también tiene aparición en niveles inferiores [Fig. 10], aunque algo retrasada –espacialmente hablando-, situándose sobre más cerca de las costas de Catalunya. Este proceso se debe a la convergencia de vientos en el cambio entre el ramal descendente y ascendente, por lo que la dinámica, entre otras causas es la que le imprime el giro ciclónico. Sin embargo, a un nivel de 850hPa está totalmente cortada del cinturón de bajas que circulan por latitudes más elevadas. Otro elemento importante para entender ese viento de N en la Península, es esa inyección cálida sobre el Atlántico Norte, con una dorsal muy acentuada que, junto con la atracción de la baja, hace que los vientos lleguen 27

directamente desde las Svalbard. Lo que en un principio era una irrupción de Norte, con el paso de los días, se transformará en la llegada de una masa fría, seca y continental de NE, al tumbarse la dorsal sobre la vertiente atlántica europea.

Fig. 10. Geopotenciales a 500Hpa y 850hPa respectivamente. Fuente: NOAA.

Todo esta situación en diferentes capas nos lleva a un escenario de vientos de componente Norte, con dos partes muy diferenciadas en la Península; una inestable en el Mediterráneo aquejada de vientos de NW con algunos chubascos y otra en el Oeste, con vientos menos intensos y más de Norte [Fig. 11]. Este flujo septentrional dejará precipitaciones de retención en la Cordillera Cantábrica, pudiendo extenderse débilmente al Sistema Central y mitad norte en general. A modo de ejemplo, en este día se recogió una de las mayores nevadas del siglo en Reinosa, con más de un metro9. Sin embargo, esta precipitación, según preveían los modelos [Fig. 12] fue bastante escasa. Esa masa de aire, con escaso potencial por el aire frío que encuentra en capas bajas y la baja cantidad de vapor de agua provoca que llegue seca tras pasar bastantes kilómetros sobre una meseta.

9

Se discute si realmente esta precipitación cayó sobre los pueblos en la cara Sur de la Cordillera Cantábrica, ya que debería aparecer el efecto Foëhn ante una situación de Norte. Algunos científicos defienden la posibilidad de un “efecto depósito” que iría de vertiente a vertiente, de barlovento a sotavento. Jonathan Gómez Cantero (@JG_Cantero). “¿Ha sido lo de Reinosa y Aguilar una gran nevada o también se ha sumado el efecto de depósito de nieve a sotavento?”. 7 de febrero del 2014, 13:21pm. [https://twitter.com/JG_Cantero/status/564036105654501376]. [Consulta: 7 de febrero del 2014]

28

Fig. 11. Viento y presión en superficie respectivamente según el modelo mesoescalar Euro4. Fuente: Meteogroup.

Fig. 12. Precipitación según la última salida del modelo GFS, a las 06UTC, 12UTC y 18UTC. Fuente: Wetterzentrale.

En términos generales, la situación es compleja. Se puede decir que tenemos tres masas de aire con características muy diferentes. Por un lado, la polar marítima pura que llega desde casi Escandinavia, muy participativa en los primeros impases de la situación. Por otro lado, esa forma tumbada que adopta la dorsal trae una masa continental fría y seca del interior del continente. Por último, y para más inri, tenemos la baja del Mediterráneo absorbiendo vientos húmedos y templados de este mar. Tenemos dos masas húmedas –con diferente proporción- y una seca y, las tres, convergen en la Península. Esto podría haber provocado la aparición de diferentes líneas de convergencia y mesofrentes que traerían consigo diferentes nevadas, debido las temperaturas tan bajas que se daban a lo largo de las mesetas [Fig. 13].

29

Fig 13. Imagen WV en la Península el 4 de febrero. Fuente: Meteosat 10.

Por tanto, y a modo de conclusión, tenemos a la Península Ibérica como sumidero de diferentes vientos, provocado por el ascenso cálido en el Atlántico y la baja absorbente en el Mediterráneo. Sin embargo, la situación en el borde occidental de la baja –más estable- tan sólo dejará precipitaciones donde el flujo de Norte dé a barlovento. En el resto, el ambiente será muy seco y tan solo, la confluencia puntual de líneas secas y húmedas generará precipitaciones muy locales, en buena medida convectivas, debido a la presencia de bastante aire frío en altura, dejando nevadas en numerosos puntos [Fig. 14].

Fig. 14. Humedad relativa -%- y cantidad de agua precipitable –kg/m2- sobre la Península. 5 de febrero. Fuente: NOAA.

30

ii.

Datos recogidos. (1)

(2)

(3)

(4)

(5)

(6)

(7)

(8)

Precipitación diaria (l/m2)

0

0

0

0

0

0

0,2

0

Temperatura media (ºC)

0

-1

-5

-3,4

5,7

3,8

-1,7

6,8

Racha máxima de viento (km/h)

62

82

91

(1) (2) (3) (4)

iii.

13h

33

14:10 h

56

73

00:00 h

3:20h

Tornavacas El Barco de Ávila Navarredonda de Gredos Puerto del Pico

(5) (6) (7) (8)

63

15:00 h

7:50h

3:50h

65

11:00 h

Madrigal de la Vera Garganta la Olla Piornal Candeleda

Cartografía asociada y análisis de las diferencias. Como se puede ver en los datos recogidos por las estaciones cabeceras

elegidas en el área de estudio, la masa de aire, en su viaje por la meseta se seca casi totalmente, haciendo que la poca humedad que almacena se estrelle contra la cara Norte de la Sierra de Guadarrama. Por tanto, las precipitaciones son prácticamente nulas, si bien este día llegó a precipitar algo en la parte más oriental del eje central como es el Puerto del Pico, si bien se catalogó de inapreciable porque no se acumuló ninguna décima. En este caso, la masa de aire tenía una naturaleza muy fría, por lo que lo más reseñable es el análisis de las temperaturas. La cara Norte, con altitudes superiores a los 1000 metros en todos los casos, recogió temperaturas inferiores a los 0ºC de media todo el día. Incluso la parte más hundida, Barco de Ávila, tuvo una temperatura de 1ºC. Por su parte, en la cara Sur, al abrigo del Sistema Central ante este tipo de masas tan frías, destacan las temperaturas por encima de 5ºC de media en todo el valle del Tiétar. Tan solo Tornavacas –por orientación- y Piornal –por altitud- se quedaron por debajo de los 0ºC de media [Figs. 15 y 16].

31

Por tanto, se trata de una situación con un marcado carácter diferencial. La orientación, la naturaleza de la masa de aire y la altitud media son claves para entender qué procesos existen en las diferentes vertientes, dando lugar a un ambiente muy frío, con nevadas esporádicas al Norte, y con ambiente más templado y seco al Sur.

Fig. 15. Diferencia térmica por vertientes. Fuente: AEMET.

Fig. 16. Temperatura según el modelo de interpolación Spline. Elaboración propia a partir de los datos del IGN y AEMET10.

10

Dada la dificultad de la abstracción en la interpolación de datos, se han añadido tres puntos más, teniendo en cuenta que la vertiente Norte se encuentra bajo adiabática húmeda (0,3-0,6ºC por cada 100 metros) y la Sur bajo adiabática seca (1ºC por cada 100 metros). Estos lugares son: Arenas de San Pedro (510 metros), Covacha del Losar (2350 metros) y Pico Almanzor (2592 metros).

32

4.2.2. Situación de Noroeste. i.

Análisis sinóptico de la situación.

Durante los días 28 de febrero, 1 y 2 de marzo asistimos a una advección desde el NW en prácticamente toda la Península. La vaguada a todos los niveles tiene su alcance en Europa Central, ya que la dorsal de Azores tiene una extensión más oriental que de costumbre. Esto hace que las borrascas que circulan por latitudes altas deriven hacia el Este, en una situación que compagina vientos de NW ciclónicos y anticiclónicos sobre la Penínusla. En este caso, a la vista de los geopotenciales y la presión a diferentes niveles, la borrasca está situada sobre las Islas Svalbard –Norte de Escandinavia- ejerciendo influencia hasta el Mediterráneo central. El aire frío adosado a la vaguada que desemboca sobre Europa, llega a ciclogenetizar en el Mediterráneo al encontrarse una masa de agua cálida como es el Mediterráneo –si bien es la época del año en la que más fría se encuentra la superficie acuosa. Mientras el 28 de febrero la Península Ibérica se veía afectada por la baja en las cercanías del Golfo de Génova, una segunda vaguada nacida de la profunda baja de Islandia formará un nuevo frente que barrera desde el NW [Figs. 17 y 18].

Fig. 17. Viento a 300hPa y geopotenciales a 850 y 500hPa respectivamente. Fuente: NOAA y Meteociel.

33

Fig. 18. Situación sinóptica y geopotencial. Fuente: Meteociel.

Este proceso genera un flujo de viento de NW, más marcado cuando la deriva el Este es más real. Se forma un pasillo muy marcado entre los dos centros de presión, llegando a ser muy fuertes los vientos en algunas zonas de la meseta, acompañado de oleaje moderado en las costas gallegas. Es interesante apreciar como esta profunda vaguada que aparece en Europa no lleva consigo agua con el potencial de precipitar, ya que se trata de una masa de aire que, si bien se forma sobre superficie marina –tiene carácter marítimo- llega desde superficie cuasi polares [Fig. 19]. Por tanto, la naturaleza fría de la masa hará que ésta pierda efectividad al adentrarse en la Península, reduciendo los lugares con precipitación. La humedad, por su parte, es elevada en capas inferiores 850hPa y superficie- debido a la influencia marina, pero a 700hPa la humedad está alrededor del 50%, dejando ver pocas zonas con inestabilidad. Si tuviéramos un sondeo en algún lugar del Cantábrico, las capas más bajas estarían saturadas, pero la escasa saturación de las altas desvela un origen frío de la masa [Fig. 20].

Fig. 19. Viento y masas de aire a 850hPa. 28 de febrero –izquierda- y 1 de marzo –derecha. Fuente: Meteociel.

34

Figura 20. De izquierda a derecha, agua precipitable –kg/m2-, humedad relativa a 700 y 850hPa. Fuente: NOAA.

La precipitación, tal y como se puede apreciar en la última salida del modelo GFS, es reseñable en gran parte de la Península debido a la potencia de la vaguada. Sin embargo, es sólo importante en zonas con buena orientación. Cabe destacar el caso de la mitad oriental peninsular, ya que, si bien Madrid recibe unas pocas décimas, al llegar a zonas de Cuencas se forma una línea de precipitación que barre zonas altas de Cuencas, Albacete y Teruel [Fig. 21]. El carácter de las precipitaciones es irregular y de poca intensidad, ya que no obedecen a procesos de convectividad –existe aún poca energía debido a la época del año en la que nos encontramos. Tan sólo aparecerá en puntos donde existen rápidos accesos de aire, es decir, en el grueso del frente, como en el SW de Francia y País Vasco [Fig. 22].

35

Fig. 21. Precipitación de la última salida del modelo GFS. De izquierda a derecha 18UTC del 28 de febrero, 12UTC y 18UTC del 1 de marzo. Fuente: Wetterzentrale.

Fig. 22. Media de la precipitación convectiva –izquierda- y la intensidad de la precipitación – derecha- entre los días 28 de febrero y 1 de marzo. Fuente: NOAA.

36

ii.

Datos recogidos. (1)

(2)

(3)

(4)

(5)

(6)

(7)

(8)

Precipitación diaria (l/m2)

16,8

3,2

15,6

9,2

1,8

9,2

12,8

1

Temperatura media (ºC)

7,1

7,2

3,3

5

10,3

8,8

4,2

10,4

Racha máxima de viento (km/h)

23:59 h

(1) (2) (3) (4)

65

53

10:20 h

48

54

14:10 h

21:20 h

Tornavacas El Barco de Ávila Navarredonda de Gredos Puerto del Pico

iii.

(5) (6) (7) (8)

51

13:30 h

76

22:30 h

68

19:20 h

53

13:30 h

Madrigal de la Vera Garganta la Olla Piornal Candeleda

Cartografía asociada y análisis de las diferencias.

Ante una situación de SW, según lo anotado por los observadores de AEMET, estas estaciones se comportan de una manera muy diferente. Es importante, en cuanto a los precipitaciones, decir que se forma una gran embudo en algunos puntos, tales como Tornavacas, llegando incluso a Piornal –borde oriental elevado sobre el valle del jerte- en la cara Sur y Navarredonda de Gredos, siendo este punto más activo con esta componente que con N. Es reseñable, asismismo, la influencia del río Tormes en el flanco Sur de Navarredonda, ya que puede restar cantidad debido al hundimiento que sufre la masa de aire en su viaje al SW. Otros puntos como el Puerto del Pico o Garganta la Olla quedan relegados, ya que no tienen una orientación adecuada hacia esta componente, si bien recogen más litros que el llano del flanco Sur, en el que las precipitaciones quedan bastante restringidas – Candeleda 1 l/m2 o Madrigal 1,8 l/m2. Es reseñable el efecto Foëhn en esta vertiente, si bien las masas no llegan totalmente secas porque no llegan a exprimirse del todo en la cara Norte porque el desnivel acumulado desde la meseta a la Sierra no es muy acusado -menos de 1000 metros por los casi 2200 de la cara Sur. Es imprescindible señalar que, cuanto más potente sea esa advección y el frente asociado, más posibilidades habrá de

37

recoger litros en el valle medio del Tiétar, si bien gran parte de su precipitación no proviene de esta componente. Si miramos otros parámetros como la temperatura, se puede ver cómo ésta baja a razón de 1ºC por cada 100 metros en la cara Sur producto de la adiabática seca a la que está expuesto, con temperaturas superiores a los 10ºC a 450 metros en Madrigal de la Vera. Por su parte, el viento es superior debido al disparo orográfico a sotavento, en estos mismos puntos. Muestra de ello son las rachas mayores de 70km/h en Piornal [Fig. 23].

Fig 23. Precipitación según el modelo de interpolación de datos Kriging. Elaboración propia a partir de los datos del IGN y la AEMET11.

4.2.3. Situación del Suroeste. i.

Análisis sinóptico de la situación.

El 13 de noviembre de 2014 asistimos a una situación muy común para la época. La escasa radiación diaria hace que el cinturón subtropical de altas presiones se retire a latitudes más meridionales, haciendo que la corriente en chorro –Jet Stream- circule por el Sur de Europa. Por tanto, el pasillo de borrascas se sucede sobre el Atlántico peninsular,

11

Cabe destacar el gran margen de error producto de la interpolación de datos muy espaciados. La dificultad radica en la escasa relación entre la pluviometría y la altimetría, siendo más reseñable la orientación. El punto más conflictivo lo tenemos en la línea que une Madrigal con Barco de Ávila, con más de 2550 metros y escasa variabilidad según la interpolación.

38

con todo el aporte, tanto pluviométrico como higrométrico. Éste es un fantástico ejemplo de un flujo de SW en todas las capas, con la baja semiestacionaria de Islandia cientos de kilómetros al Sur. En la otra fachada occidental de un gran continente como América, a la misma latitud sucede el mismo hecho, tal y como se puede ver con el chorro pasando sobre la posición de una ciudad como San Francisco. Que este hecho sea lo más común en esta época del año no indica que se dé en todos los puntos del planeta por igual, ya que las condiciones varían de un punto a otro según la disposición de los centros y, lo más importante, de la diferencia térmica entre el Polo y el Ecuador, que es el que señala la posición de “ese escalón” que se produce desde latitudes templadas a polares [Fig. 24].

Fig 24. De izquierda a derecha, circulación a 300hPa en el Hemisferio Norte, Europa y la Península Ibérica. Fuente: Meteociel y NOAA.

39

Esa vaguada que forma el chorro a 250 hPa reflejo en latitudes inferiores, dejando un flujo húmedo del III cuadrante en toda la fachada Atlántica europea. La tónica en toda Europa es la de vientos desde el Sur, con un tiempo templada debido a una masa de aire tropical que invade casi en su totalidad el continente, siendo más húmedo cuanto más al Oeste. La circulación meridional del chorro provoca la escasa aparición de dorsales hacia Europa desde el cinturón tropical de altas presiones. La situación sinóptica a 850 hPa nos revela la situación de una profunda baja sobre Irlanda, con un centro de 940 Hpa, dominando todo el Atlántico europeo. La fuerza de esta baja provocará un arrastre de aire frío desde Groenlandia, pero en los que respecta a la Península, nos inyectará aire templado debido al carácter tropical marítimo de la masa, en un proceso de convergencia entre masas que tiene lugar en el Atlántico [Fig. 25].

Fig. 25. De arriba abajo e izquierda a derecha, geopotenciales a 500 y 850 hPa y masas de aire a 850 hPa en el Hemisferio Norte y Europa. Fuente: Meteociel y NOAA.

40

Es interesante apreciar el gran pasillo que se forma a una latitud de unos 40ºN, dejando un flujo que llega directamente desde latitudes tropicales del Atlántico central, con todo lo que ello supone: una masa de aire templada y húmeda en capas bajas. Tal y como se puede apreciar en las imágenes de satélite, el día 13 de noviembre barrió un frente la península, alimentado en todas las topografías con humedad, provocando la saturación en bastantes niveles. Las figuras 26 y 27 nos muestran el origen de la masa, dejando un gran porcentaje de agua precipitable en toda la facha occidental peninsular, con retroalimentación desde el océano.

Figura 26. Imágenes de satélite a las 9UTC, 12UTC y 21UTC. Fuente: Meteosat 10.

Figura 27. Agua precipitable en el Atlántico Central –izquierda- y Europa –derecha. Fuente: NOAA.

41

Por tanto, la concatenación de hechos dinámicos y térmicos nos traen una configuración de lluvias para gran parte de la Península, más continuas en la fachada occidental. Aquí es donde el contraste entre capas será más contrastado, provocando algo de convección –y la posibilidad de algún Cb embebido- y unas intensidades más elevadas. La humedad es bastante acentuada en todo el país, siendo casi total todo el día en el extremo occidental. Las precipitaciones tendrán un carácter bastante continuado en sistemas montañosos de gran relieve como el Sistema Central y algunas sierras aisladas de Cádiz, Huelva y Sevilla, con unos acumulados importantes –más de 100 litros- en 24 horas [Fig. 28].

Fig. 28. De arriba debajo de izquierda a derecha, precipitación convectiva, intensidad de la precipitación, humedad a una topografía de 850 hPa y precipitación según el modelo NCEP. Fuente: NOAA y Wetterzentrale.

42

ii.

Datos recogidos.

(1)

(2)

(3)

(4)

(5)

(6)

(7)

(8)

Precipitación diaria (l/m2)

34,6

12,2

17,5

174,6

-

62,8

50

0

Temperatura media (ºC)

10,8

11,5

8,8

8,6

12,9

12,2

9

-

Racha máxima de viento (km/h)

22:10 h

69

60 15:40

(1) (2) (3) (4)

75

67

23:10 h

23:10 h

h

Tornavacas El Barco de Ávila Navarredonda de Gredos Puerto del Pico

iii.

(5) (6) (7) (8)

14

23:40 h

34

22:40 h

55

22:40 h

-

Madrigal de la Vera Garganta la Olla Piornal Candeleda

Cartografía asociada y análisis de las diferencias.

La componente Suroeste, si hablamos de la vertiente Sur, deja unos registros pluviométricos bastante reseñables. Asimismo, a modo de microclima se puede decir que existen varios puntos que recogen una proporción mayor de precipitaciones. Sobre éstos destaca el Puerto del Pico, con una cantidad de 174,6 l/m2. Esta cantidad en 24 horas, con el ánimo de contextualización de los datos, es 1/3 de lo que se recoge en Madrid en un año natural. Asimismo, hay que hacer referencia a los datos de Madrigal y Candeleda, ya que podemos apreciar sendos errores en la recogida de los datos de ese día, que marcan 0 litros. Para muestra, Arenas de San Pedro, a 25 kilómetros de Candeleda y 510 metros, recogió 18,2 l/m2. La cara Norte, por su parte, ve cómo esta masa de aire templada y húmeda sobrepasa el muro de Gredos y consigue dejar una cantidad apreciable de precipitación, con más de 10 litros en Navarredonda y Barco de Ávila. Lejos quedan los más de 50 de Piornal y Garganta la Olla, siendo muy favorable esta componente en el primero. Las masas de aire que proceden del III cuadrante dejan la mayor cantidad de precipitaciones en la vertiente Sur [Fig. 29]. Si atendemos a las rachas máximas de viento, en todas las estaciones de la vertiente Norte están por encima de los 60km/h, mientras que en la cabecera de los valles de la cara Sur como Tornavacas o Puerto del Pico también superan los 50km/h. Menos 43

intensas son en el llano a los pies de la Sierra de Gredos como el curso medio del Tiétar. Cabe hacer referencia a que la diferencia térmica se suaviza entre vertientes debido al proceso de adiabática húmeda al que se ven inmersos al Sur de Gredos, contrarrestando la gran diferencia altitudinal. Sin embargo, las temperaturas en términos generales con bastante templadas debido al origen y naturaleza de la masa de aire.

Fig 29. Precipitación según el modelo de interpolación de datos Kriging. Elaboración propia a partir de los datos del IGN y la AEMET12.

4.2.4. Situación Este-Sureste. i.

Análisis sinóptico de la situación.

Antes de entrar a analizar una situación de Este-Sureste, acaecida el 14 de diciembre del 2014, cabe hacer referencia a la dificultad de aparición en la Península Ibérica. Esto es lo que conocemos como circulación retrógrada y tiene lugar cuando una baja se queda aislada en latitudes bajas de la fachada occidental Atlántica y existe una burbuja cálida en latitudes elevadas. Si observamos los mapas de presión y viento en diferentes topografías [Fig. 30], apreciamos un Jet Stream que circula muy lento en esta parte del planeta, dando lugar a una configuración meandriforme. La Península, en este caso, queda embebida en la vaguada que forma el flujo a 300 hPa. El empuje dinámico de convergencia de vientos que se da lugar sobre las costas de Casablanca tiene reflejo a todos los niveles, quedando casi aislada la baja en superficie. Es importante entender el

12

Véase cita 3.

44

factor térmico, ya que el Oceáno Atlántico encuentra una anomalía térmica positiva desde los meses de verano. Es esta interacción la que crea la baja.

Fig. 30. Viento a 300 hPa y geopotencial y masas de aire a 850 hPa. Fuente: Meteociel.

Como se puede ver en las imágenes de abajo, el modelo mesoescalar WRF 0.05 [Fig. 31] ya intuía ese role de vientos en la Península al descender la baja en latitud y desplazarse al Este. De una situación de SSW el día 13 de noviembre pasamos a una situación de Este, con todo lo que esto significa. La entrada de vientos desde el Mediterráneo supone un aporte extra de humedad, hecho que será fundamental para entender la adiabática húmeda que tiene lugar sobre la Submeseta Sur [Fig. 32]. Por tanto, tenemos una situación de ESE durante el 14 de diciembre, que no es pura, sino que está condicionada al paso de la baja, con un frente que viaja de Este a Oeste inyectando aire cálido y húmedo en capas bajas al aire frío que hay asentado a todos los niveles en la fachada occidental, dando lugar a una gran inestabilidad en todo el tercio oriental y el centro de la Península. Si atendemos al comportamiento del radar meteorológico, a escala nacional, vemos la evolución de las precipitaciones condicionadas a la situación de la baja. A primera hora de la mañana se encuentra inyectando flujo de Sur en la vertiente

45

occidental mientras que, según pasan las horas, va rolando a Este, activándose por el centro las precipitaciones.

Fig. 31. Vientos a las 13:00h y las 19:00h –hora local- sobre la Península según el modelo mesoescalar WRF con una rejilla de 0.05. Fuente: Meteociel.

B

B

B

Fig. 32. Radar nacional a la 1:00am, 5:00am y 9:00am –hora local. Fuente: AEMET.

Si hablamos de la humedad que aporta esta situación, se podría decir que es generosa en gran parte de la Península, sobre todo en la mitad oriental. Las capas están casi saturadas hasta los 700 hPa debido a la absorción de la baja de gran parte de humedad, tanto del Océano Atlántico como del mar Mediterráneo. También, por otro lado, arrastra una masa de aire más fría y seca desde el Noreste, por lo que la Península Ibérica se convierte en un sumidero de distintas masas de aire, con distinta naturaleza y origen, con todo lo que ello significa [Fig. 33]. Las líneas de convergencia, a nivel local supondrán 46

precipitaciones repartidas por el territorio, más frecuente en la mitad Sur. Algunas de estas precipitaciones serán convectivas, debido a la diferencia barométrica en poco espacio y la situación en el borde oriental de la baja.

Fig. 33. Humedad relativa a 700 y 850 hPa respectivamente en Europa. Fuente: NOAA.

ii.

Datos recogidos.

(1)

(2)

(3)

(4)

(5)

(6)

(7)

(8)

Precipitación diaria (l/m2)

19,6

12,2

8,2

11,6

6,6

8

13

4,8

Temperatura media (ºC)

5,4

4,8

1,1

2,5

8,6

7,6

3,6

9,5

Racha máxima de viento (km/h)

43

51

45

44

20

48

60

26

(1) (2) (3) (4)

2:50h

3:30h

1:40h

2:10h

Tornavacas El Barco de Ávila Navarredonda de Gredos Puerto del Pico

(5) (6) (7) (8)

47

4:00h

1:50h

Madrigal de la Vera Garganta la Olla Piornal Candeleda

2:00h

1:20h

iii.

Cartografía asociada y análisis de las diferencias.

Las advecciones de ESE son situaciones bastante complejas, con evoluciones muy diferentes dependiendo del comportamiento de una baja o mesobaja en el SW de la Península. Si hablamos del comportamiento de las precipitaciones, en primer lugar, habría que aclarar en el marco en el que nos encontramos. Estas precipitaciones arrancan de madrugada con componente S pura que deja esos acumulados en sitios como Tornavacas, Piornal o Puerto del Pico [Fig. 35]. Sin embargo, según pasan las horas y la baja se desplaza hacia el SE, se va instalando la componente ESE, siendo pura a media mañana. Es en este momento cuando la parte más oriental de la cara Norte del eje central empieza a recibir precipitación, como es el caso de Navarredonda El muro desde el SSE no es tan acentuado, ya que la masa de aire procede desde la submeseta Sur, a 600-700 metros. También, por otro lado, la Sierra de Ávila provoca que la masa de aire se va obligada a ascender antes de bajar a la submeseta Norte, exprimiéndose algo más que si viniera de Sur puro [Fig. 34].

Fig. 34. Datos horarios del día 14 de diciembre de 2014 en las estaciones de Aldeanueva de la Vera, Navarredonda de Gredos y Mironcillo. Fuente: Meteoclimatic13.

13

Dado que los datos facilitados por AEMET, no son horarios, se mostrará una imagen con datos de la red de estaciones Meteoclimatic con la diferencia horaria. Las estaciones pertenecen a aficionados que facilitan sus datos a la red. Estas son: Aldeanueva de la Vera (667m), Navarredonda de Gredos (1525 metros) y

48

Fig 35. Precipitación según el modelo de interpolación de datos Kriging. Elaboración propia a partir de los datos del IGN y la AEMET14.

4.3. Análisis de situaciones extremas. La Sierra de Gredos es un lugar con unas condiciones asombrosas para la recogida de unos registros pluviométricos elevados. Esto se entiende no sólo por la buena orientación de la cara Sur a los vientos húmedos y cálidos que entran desde el Atlántico, sino también por la disposición, a nivel local, de unas fallas que van desde el SW al NE, formando auténticos embudos que hacen que las masas de aire se vacíen. Es por ello, que más allá de las condiciones generales de la Sierra de Gredos, es fundamental entender algunos de los localismos que se dan, ya que la población –y sus actividades- se exponen a un riesgo real derivado de precipitaciones en pocas horas. Es por esta razón por la que traemos a colación una situación en un lugar como el Puerto del Pico, en la provincia de Ávila, situado en la cara Norte pero a escasos kilómetros de la cara Sur, con buena orientación a una advección de SW. Este hecho tuvo lugar entre los días 8 y 15 de noviembre de 2014, con los conocidos ábregos como protagonistas. Este viento llegado directamente desde el III cuadrante, llegaban

Mironcillo (1130 metros). Esta última se sitúa fuera de la Sierra de Gredos pero se ve afectada por los procesos orográficos que allí se dan, por lo que actúa como indicativo. 14 Véase cita 3.

49

directamente de regiones tropicales en el Atlántico Central, trayendo como si de una cinta transportadora humedad y aire cálido en capas bajas. La canalización de éstos por el curso bajo del Tajo primero y, después, por el medio del Tiétar trajeron una masa de aire ya condensada desde las cercanías de Arenas de San Pedro. Ese último ascenso súbito por El Hornillo y Cuevas del Valle fue esencial para que esa masa de aire se exprimiera, dejando una precipitación de 174,6 litros el 13 de noviembre. Pluviometría diaria en la estación del Puerto del Pico Días 8 9 10 11 12 13 14 15 Total acumulado

Precipitación diaria 7,6 0,2 15,8 9 11 174,6 12,8 2,8 233,8

R.R. Máx 7,2 1,2 2,4 16,8 1,2 31,2 16,8 2,4 31,2

Humedad máx. 100 98 100 100 100 100 100 100 100

Humedad mín. 83 58 69 89 90 95 95 84 95

Fuente: AEMET.

A modo de ejemplo, en la estación de Retiro en Madrid el récord de precipitación en un día lo tenemos en unos 90 litros. Lejos quedan, por otro lado, lugares tropicales como Cherrapunji en la India, que recogen cientos de litros en unas pocas horas. Sin embargo, este hecho es especialmente reseñable en zonas templadas como en la que nos encontramos. Es extraordinaria la precipitación en un día, si bien el récord está un poco más elevado. La precipitación durante la semana llegó a los 233,8 litros por metro cuadrado, siendo más de la mitad de lo que cae en un año en Madrid y el total de lo que cae en puntos de Almería. La contextualización de los datos nos hace ver que es un sitio muy húmedo, pero el potencial puede ser aún mayor dándose cuanto más cálida y más húmeda sea la capa en capas bajas. En este caso, como se ve en el comportamiento de la intensidad ya que tan solo se alcanzaron ratios de 31,2 litros por metro cuadrado en una hora. Esto nos dice la constancia de la precipitación, con una escasa convección por saturación de todas las capas desde puntos muy bajos y poco aire frío en altura [Fig. 37]. Como podemos apreciar en la media de los geopotenciales a diferentes topografías, tenemos una anomalía de presión frente a las costas de Irlanda durante toda 50

la semana, inyectando SW en casi todas las capas a la Península. Esto, además, se ve acentuado por la anomalía térmica positiva de la superficie marina que se manifiesta en la gran cantidad de humedad en las capas más bajas. El resultado es una situación de ábregos que deja precipitaciones copiosas en las mitades centro-sur, más abundantes cuanto más al Oeste. Tal y como se vio en el Puerto del Pico, esta humedad se estrella en zonas con la disposición adecuada, siendo los acumulados en 24 horas y en una semana importantes.

Fig. 36. Media de geopotenciales a 850 y 500 hPa respectivamente entre los días 8 y 15 de noviembre. Fuente: NOAA.

Fig. 37. Media del agua precipitable y la humedad a 850 hPa entre los días 8 y 15 de noviembre. Fuente: NOAA.

A modo de resumen, la cara Sur del eje central de la Sierra de Gredos es muy húmedo en términos generales ante masas de aire llegadas desde el III cuadrante. Sin

51

embargo, la disposición del terreno hace que este hecho se acentúe, de manera local – podría llamarse microclima- en puntos como el Puerto del Pico y Tornavacas.

Fig 38. Intensidad y precipitación del 8 al 15 de noviembre. Fuente: AEMET.

4.4. Influencia dinámica exterior: el caso de la región de Madrid. El 6 de febrero de 2014 asistimos a una situación clara de componente Oeste. La particularidad era que esta dirección estaba asociada a todas las capas y, éste en parte delantera se enfrentaba a otra masa de aire más cálido y seca instalada sobre la Península. Por tanto, tenemos un frente frío que barre desde el Oeste toda la fachada occidental, de Oeste a Este. Según avanza por el territorio, se encuentra un gran sistema montañoso como es el Sistema Central que, al pasar sobre el eje central de la Sierra de Gredos se parte en dos. Se podría decir que la orografía, ante un flujo de Oeste puro a todas las topografías crea divergencia de vientos a sotavento. Este hecho dificulta la inestabilidad por influencia dinámica [Fig. 40].

52

Fig. 39. Viento a 300 hPa y situación sinóptica. Fuente: Meteociel.

Fig. 40. Flujo y masas de aire a 850 hPa. Fuente: Meteociel.

Como se ha podido apreciar en el comportamiento del radar de AEMET, un frente que viene con W en altura –y en superficie-, al encontrarse con el macizo de Gredos, se deshace rápidamente. La explicación física de esto lo tenemos en lo dinámico. Este frente que viene con W puro en todas las capas encuentra divergencia al otro lado de las estribaciones del Sistema Central. Por ello, deja una cantidad mayor de precipitaciones en el lugar donde empieza a romperse –Gredos. Si tuviéramos soplando ESE o, incluso S en superficie, se darían las condiciones dinámicas necesarias para que se produjeran ascensos de aire, existiendo así condensación y precipitación, aun a sabiendas de que existe W en altura [Fig. 41].

53

Fig. 41. Radar el 6 de febrero del 2014 entre las 17h y las 20h. Fuente: AEMET.

La consecuencia es la ausencia de precipitación casi total en las llanuras de la Comunidad de Madrid, pudiendo llegar al litro en el mejor de los casos. Mientras tanto, en el macizo de Gredos las precipitaciones están por encima de los 30 litros en muchos casos, dependiendo la cantidad de otras variables.

54

5. Análisis climático 5.1. Introducción al análisis climático. 5.1.1. El concepto de clima. El clima siempre ha sido un componente determinante en los tipos de paisaje. Éste forma parte de un complejo sistema interrelacionado, dentro del planeta. Éste, refleja el patrón atmosférico predominante, representado con las variables de temperatura y humedad, durante una serie de 30 o más años en un lugar concreto. Sin embargo, no sólo hace referencia a la dinámica atmosférica, leída como aspectos puramente físicos, tanto de termodinámica como de fluidos, sino que también refleja cómo influye la vegetación, la hidrología, la disposición del terreno, etc., siendo una relación retroalimentada. Es por esto que el clima es el todo atmosférico que se describe a partir de las diferentes partes del puzle que componen el sistema medioambiental. Todo ello a partir de un período determinado. Esta definición, desde un punto de vista geográfico, nos llevará a entender el clima de una manera que se desarrollará en este estudio. Sin embargo, existen otros autores que, desde otros puntos de vista –quizá otras disciplinas- lo entienden de otra manera. Desde una perspectiva más física, André Hufty,15 destaca la importancia del clima a partir de los cambios energéticos entre la superficie de la tierra y la atmósfera – Climatología Física- en función de la frecuencia estadística de los acontecimientos meteorológicos –Climatología estadística y Climatología Física- cuya acción influye sobre los seres que viven en un lugar –Climatología aplicada y Bioclimatología. Por su parte, Felipe Fernández García16, desde una opinión más económica, define el clima como “fundamental para comprender los aspectos que hacen referencia a los actuales usos del suelo y a las perspectivas de cambio (…) y de manera más directa incide sobre la economía”. Salvador Oliver Moscardó17, más afín a la biogeografía, hace referencia a que el clima es uno de los factores más importantes del medio físico porque determina en gran 15

A. Hufty, Introducción a la climatología, Barcelona, Ariel, 1983, p. 16. F. Fernández, “El clima de Castilla-La Mancha y sus implicaciones agrícolas” en: El espacio rural de Castilla-La Mancha (Actas de la II Reunión de Estudios Regionales de Castilla-La Mancha), Madrid, Área de Cultura de la Diputación de Madrid, 1987, t. 1, pp. 59-72. 17 S. Oliver, “Climatología” en Estudio agrobiológico de la provincia de Toledo, Toledo, Instituto Provincial de Investigaciones y Estudios, 1984, p. 149. 16

55

parte el funcionamiento de los ecosistemas. Es uno de los factores que más influyen sobre la formación de los suelos y determina la vegetación. Las variables térmicas son limitantes del desarrollo vegetal. Por último, Jesús Muñoz Muñoz, 1984, argumenta que “el clima es el elemento del paisaje, tanto natural como humanizado, es una variable definitoria en multitud de procesos. Así, junto con el suelo y la vegetación vienen a ser las estructuras geográficas sobre las que se asientan el resto de los fenómenos espaciales y específicamente los humanos”.

5.1.2. Metodología de análisis. Al contrario de lo que sucede en el análisis dinámico, el eje central de la Sierra de Gredos carece de la información climática suficiente para realizar un estudio de las dimensiones que se consideran oportunas para realizar un trabajo aclaratorio. Las estaciones que aportan series de datos con más de 30 años son muy escasas, y la mayor parte que tenemos hoy en día no coinciden, ni en ubicación ni en material con las existentes hoy. Aquí tenemos el ejemplo de Arenas de San Pedro, con una estación que empezó a tomar datos en 1934 y desapareció en la década de los 90. La mayoría de las estaciones actuales son automáticas e instaladas hacia el comienzo de este nuevo siglo. Dada la dificultad del proyecto, se ha reducido a dos estaciones por vertiente, con un período comprendido entre la década de 1960 y la de 1990 en los cuatro casos. Existían algunas estaciones con series de datos mayores a 30 años, pero no coincidían con el período establecido para el análisis. Cualquier análisis con períodos dispares pudiera haber supuesto un mayor margen de error, ya que el clima tiende a cambiar –durante el siglo XX se han registrado período más cálidos, en las décadas de los 40 y los 90 y períodos más fríos entre los 60 y 70. Las estaciones escogidas para tal fin son: en la cara Norte, Navarredonda de Gredos -1525 metros- y Barco de Ávila -1007 metros- y en la cara Sur Tornavacas -1012 metros- y Candeleda -430 metros. Como se puede apreciar con la altimetría en mano, tenemos datos de lugares representativos en ambas caras. Mientras que en la cara Norte el Barco de Ávila es el fiel reflejo del curso medio del Tormes, Navarredonda de Gredos refleja las tierras altas del margen derecho. En la cara Sur, Tornavacas representa el final 56

del valle del Jerte, en un entorno de montaña, mientras que Candeleda es el ejemplo perfecto de la profunda depresión del valle del Tiétar, en el límite entre Extremadura y Castilla-La Mancha. En cuanto a la metodología de análisis, se analizarán los períodos estacionales en relación a mapas generales peninsulares, ya que éstos definen mejor los patrones que se dan en la península. De esta manera, se podrá ver qué situaciones afectan y por qué. Una vez realizado el análisis por estaciones, viendo el patrón que tiene lugar, se procederá a cambiar la escala, procurando ver las diferencias entre las vertientes. Antes de ocuparnos del análisis, mediante trabajo de campo, se realizará un estudio exploratorio previo para ver, con la conjunción de opiniones, tanto de experiencia como expertas, cómo es el clima allí. Si nos atenemos a las fases de la metodología, tenemos: -

La intención es ir de lo general, es decir, primero una caracterización general según la clasificación de Köppen y la clásica, que nos permita cuantitativamente y cualitativamente, situar grosso modo los climas que tienen lugar.

-

Después de esto, mediante mapas de temperatura y precipitación a nivel peninsular se podrán apreciar las diferentes diferencias entre períodos estacionales meteorológicos. La escala viene dada para poder apreciar con claridad qué patrones afectan más en la época del año. A modo de ejemplo, en otoño, fachada occidental verá los registros, tanto absolutos como proporcionales, más engordados. Así, se generará un ensayo sobre los patrones más repetidos con mapas.

-

Por último, una vez ya caracterizado, se verán las diferencias entre vertientes a partir de los datos que nos ofrece la Agencia Estatal de Meteorología –antes INM, que es la institución que potenció que existieran estos datos. Para ello se ha generado una cartografía de temperaturas medias en los meses de verano y primavera en los cuatro lugares escogidos y, teniendo en cuenta el Gradiente Térmico Vertical -0,65ºC cada 100 metros-, se ha procedido a realizar el reajuste de puntos estratégicos a diferentes altitudes y posiciones del área de estudio –Arenas de San Pedro, Cabezuela del Valle, Madrigal de la Vera, Covacha del Losar y Pico Almanzor. Asimismo, también se han cogido datos, si bien son de series más cortas -15 o 20 años- entre los años 60 y 80 de estaciones meteorológicos, hoy no existentes, como Barrado (Ca), Hervás 57

(Ca), Candeleda (Av), Villarejo del Valle (Av), Bohoyo (Av) y El Hornillo (Av). En cuanto al instrumental, se sabe poco o nada de él, ya que, en algunos casos era bastante antiguo, como en el Barco de Ávila –años 30. Aunque la serie de datos sea de 30 años y después de los 50 en todos los casos, esas estaciones tenían más edad. No será hasta finales de siglo cuando se renovarán, si bien, en cuanto a las características, no han cambiado en demasía. La dificultad radica en imposibilidad de análisis en el trabajo de campo, al contrario del análisis dinámico. Por tanto, lo único que se puede hacer es observar los datos, un poco a oscuras, para caracterizar la zona. Cabe, asimismo, decir, que en la labor de análisis experto para investigación no hay ninguna incongruencia, es decir, son datos que podrían darse en ese lugar. Más dificultad presenta los aportados por el Instituto de Agricultura de 1960, ya que son series de 12-15 años con registros extraños para la altitud y disposición de los enclaves –Arenas presenta una temperatura media anual, tanto por estaciones como en el anual que Candeleda, a 100 metros menos. Es por esto por lo que, en este caso, se ha procedido a realizar un gradiente para obtener un dato más preciso y así poder trabajarlo en la cartografía. Por su parte, se adjunta los climogramas de las estaciones cabecera, con los datos básicos, que son los siguientes:

Barco de Ávila

Navarredonda de Gredos

Candeleda

Tornavacas

Latitud

40º 21’ 25” N

40º 21’ 45” N

40º 08’ 21” N

40º 21’ 19” N

Longitud

5º 31’ 27” W

5º 07’ 57” W

5º 18’ 41” W

5º 31’ 09” W

Altitud

1007m

1525m

350m

1012m

Serie de datos

1961-1984

1966-1991

1961-1987

1982-2001

Fuente

AEMET

AEMET

AEMET

AEMET

58

5.2. Caracterización climática. 5.2.1. Caracterización general de la zona. Según Köppen, en el eje central de la Sierra de Gredos tenemos tres tipos de climas claramente diferenciados. En primer lugar, dentro de los climas C –templados-, aparecen los climas Csb en todo el curso medio del Tormes y parte de las tierras altas del margen derecho debido a que el verano es seco pero templado. Este patrón no se repite en la vertiente Sur, ya que los veranos, si bien son secos, son calurosos con temperaturas medias en julio y agosto sobre 25ºC. Estos climas serían Csa. Éste es el caso de Candeleda, Madrigal, Garganta la Olla, etc. Si hablamos de los climas D, es decir fríos, tenemos parte de ellos a una altitud superior a 1750-1800 metros, y esto se explica por la temperatura media inferior en algún mes de invierno a -3ºC. El macizo central de Gredos experimenta este clima, teniéndolo también la sierra de la Paramera en sus partes más altas. Los veranos, por su parte, son más calurosos que en otros sistemas montañosos más septentrionales, por lo que tienen la etiqueta de templados –están por encima de los 8ºC en zonas altas-, lo que sería un Dsb [Fig. 42]. Si siguiéramos una clasificación al uso, nos encontraríamos con una clara dicotomía entre vertientes, lejos de las zonas más elevadas de las áreas de montaña. En la cara Sur, aparecería un clima mediterráneo húmedo en las faldas del macizo central, es decir, en el Valle del Jerte, la comarca de la Vera y el curso medio y alto del río Tiétar, tendiendo a subhúmedo cuanto más descendemos al río Tajo. En la cara Norte, por su parte, existiría un clima mediterráneo continentalizado tirando a frío, ya que las temperaturas medias anuales se encuentran en torno a los 10ºC a 1000 metros -El Barco de Ávila. No podría catalogarse ni como húmedo –está en torno a los 500 l/m2 anuales a orillas del río Tormes- ni como árido al ser ese valor superior a 400 mm. Por último, a altitudes superiores a 1600 metros en cara Norte y 2000 en cara Sur aparecerían los climas típicos de alta montaña, con algún mes con temperatura negativa, casi 9 de nevadas potenciales y una temperatura media anual por debajo de los 6ºC, pudiendo nevar casi en cualquier parte del año.

59

Fig. 42. Clasificación según Köppen a escala nacional en el período 1981-2010. Fuente: Guía resumida del clima, AEMET.

5.2.2. Análisis genérico por períodos estacionales meteorológicos. En contra de lo que normalmente se podría pensar, el año meteorológico comienza el 1 de septiembre y, las estaciones no coinciden con las astronómicas, siendo los períodos estacionales los siguientes: septiembre-octubre-noviembre la trilogía otoñal, diciembreenero-febrero la invernal, marzo-abril-mayo la primaveral y, por último, junio-julioagosto la estival. Debido al “retardo” de las capas más bajas en variar su temperatura en relación a la cantidad de radiación recibida por la inclinación de los rayos, las estaciones no coindicen exactamente. Esto es importante entenderlo, ya que este patrón es el que se utilizará para el análisis a continuación [Fig. 43].

Fig. 43. Estación más lluviosa en España. Fuente: AEMET.

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En el trimestre compuesto por septiembre, octubre y noviembre, correspondiente al otoño meteorológico, se recogen la mayor parte de precipitaciones en el extremo oeste peninsular. El patrón más repetido aquí es la circulación de borrascas en latitudes bajas, ya que éstas ocupan el hueco que deja el cinturón de altas presiones subtropical en su retirada a latitudes más meridionales. El flujo de WSW se instala gran parte del tiempo, inyectando humedad en estas zonas. Tal y como muestra la figura 44, toda Extremadura, Andalucía Occidental, así como Toledo y Ciudad Real se alimentan de este flujo. Las temperaturas, por su parte, son templadas debido al carácter templado y húmedo de la masa de aire, de origen tropical marítimo. La media en el período 1981-2010 es de más de 360 litros entre los tres meses en muchas zonas de la Sierra de Gredos, un 30% del total anual.

Fig. 44. Porcentaje sobre el total y absoluto en mm de la precipitación anual en otoño para el período 1981-2010. Fuente: Guía resumida del clima de AEMET.

Por su parte, en el trimestre invernal, la situación va rolando cada vez más a componente Norte, por lo que las regiones más beneficiadas se sitúan el tercio norte peninsular. Aquí existen dos períodos muy bien diferenciados: diciembre, mes más lluvioso en todo el W peninsular, ya es la época con un índice más meridional de circulación del Jet –y de las borrascas- y febrero, mes más típico de situaciones de NNE, con las entradas de aire frío correspondientes. Estos meses suman más de un 30% de las precipitaciones en el área de estudio, siendo junto con la estación otoñal la más lluviosa. Las temperaturas medias en los grandes sistemas montañosos peninsulares están por debajo de los 0ºC, siendo muy frío en toda la meseta, producto de esas advecciones polares o, incluso, árticas [Fig. 45].

61

Fig. 45. Porcentaje sobre el total, absoluto en mm de la precipitación anual y temperatura media en invierno para el período 1981-2010. Fuente: Guía resumida del clima de AEMET.

Si hablamos de la primavera, al pasillo de borrascas cede ante la pérdida de velocidad del Jet Stream y su circulación meandriforme. Esto afecta decisivamente a la fachada occidental peninsular, siendo una época más propicia para advecciones de NNW que derivan siempre el E peninsular. Las zonas más beneficiadas las tenemos en esta mitad. Buena muestra de ello dan los escasos porcentajes en zonas costeras, producto de Föhn muy intensos. Sin embargo, si apreciamos los absolutos, puntos sobre todo del Gredos Oriental como Puerto del Pico se llevan la palma con casi 300 litros [Fig. 46].

Fig. 46. Porcentaje sobre el total, absoluto en mm de la precipitación anual y temperatura media en primavera para el período 1981-2010. Fuente: Guía resumida del clima de AEMET.

62

Por último, en los meses de verano, la precipitación es casi nula en amplias zonas del Sur peninsular, debido a una situación de pantano barómetrico, incluso de baja térmica, pero que no genera inestabilidad entre unas capas y otras, por lo que los ascensos y descensos de aire no llegan a buen puerto. Las únicas precipitaciones las tenemos en el tercio Norte, más considerables en la costa cantábrica, debido a parte de flujo de Norte y en zonas de Girona y Teruel, en los que son considerables las tormentas. Las temperaturas en la submeseta sur son bastante elevadas, con máximas que superan los 30ºC todos los días y una media superior a los 25ºC, siendo mucho más moderado en la submeseta norte por la endogamia propia de la meseta y la elevada altitud media. Las advecciones, si existen vienen desde el Sur, siendo especialmente dañinas en la mitad Oeste peninsular si provienen desde el SSW [Fig. 47].

Fig. 47. Porcentaje sobre el total, absoluto en mm de la precipitación anual en primavera para el período 1981-2010. Fuente: Guía resumida del clima de AEMET.

5.2.3. Comparativa entre vertientes. Tal y como hemos podido apreciar en el apartado anterior, dependiendo de las estaciones meteorológicas se darán unas situaciones u otras. Esto, aplicado al comportamiento del clima en el ámbito de estudio, tiene sus propias consecuencias [Fig. 51]. Si analizamos el comportamiento durante el otoño, que es el primer mes del año meteorológico, podemos ver cómo el patrón de flujo del III cuadrante es beneficioso, en cuanto a la pluviosidad, a todo el área de estudio. En la cara Sur, existe una gradación lenta hasta el punto máximo de recogida, en las partes más altas del macizo de Gredos en 63

esta vertiente. Estos acumulados se quedan cerca de los 450 litros de media, con todo lo que eso supone –muchos de ellos en forma de nieve, sobre todo en noviembre. A este respecto, es necesario tener en cuenta la humedad, ya que este flujo dejará una media bastante elevada los tres meses, lo que será fundamental para entender la vegetación de la zona, siendo reseñable la aparición de setas, asociadas sobre todo a pinares, con escaso sotobosque. La cara Norte también se beneficia de este flujo, ya que no llega a exprimirse del todo en su paso por el Sur, componiendo gran parte de la precipitación anual, disminuyendo en cuanto nos adentramos en la meseta abulense. La gradación térmica es menos plausible que en otras épocas del año, ya que la dicotomía existente entre la adiabática húmeda en la cara Sur y la seca en la cara Norte acaba influyendo en la temperatura media del trimestre. El invierno, por su parte, concentra la mayor parte de precipitaciones. Sin embargo, el bajón de nubosidad y humedad en la última parte del trimestre es fundamental para entender la diferencia térmica media. El muro tan elevado que constituye Gredos también lo es para las masas de aire, sobre todo secas, que intentan sobrepasar la sierra. Las temperaturas, comúnmente bajo cero en el flanco Norte del eje central del macizo, sobrepasan los 5ºC habitualmente en zonas hundidas de la cara Sur como Candeleda o Madrigal [Fig. 50]. Las precipitaciones tienen una proporción tan grande ya que el mes más húmedo en todos los casos es diciembre, si bien se recoge la mitad en enero o febrero. [Fig. 48]. El patrón, como hemos podido ver antes, cambia radicalmente en primavera, ya que se cierra el pasillo Atlántico, dejando paso a depresiones aisladas en altura al E, o vaguadas, dejando precipitaciones, tanto convectivas como frontales en esas zonas. Sin embargo, aquí también se recogen precipitaciones, siendo la zona más beneficiada la del Gredos más oriental, ya que el flujo de NW es importante. Los acumulados absolutos son importantes respecto a la media peninsular, si bien inferiores. En este caso, la vertiente Sur queda más aislada de las precipitaciones que la Norte, recogiendo menor proporción. Cabe destacar el caso de Tornavacas, que recoge más que cualquier punto del alto Tormes, debido a la situación de “orinal” ante casi cualquier componente. Por último, el verano deja escasas precipitaciones en todos los puntos, siendo más abundantes en las zonas más altas por la presencia de precipitaciones convectivas en situaciones muy limitadas –éstas suelen darse en la mitad este por la exposición al borde 64

oriental de la baja térmica peninsular y una posible depresión residual fría en altura. El hecho más reseñable es la gran diferencia térmica media entre la vertiente Norte y Sur. Al igual que las masas de aire del Norte no llegaban con igual intensidad al Sur, las masas saharianas con componente SSW, habitualmente con polvo en suspensión, no afectan con la misma representatividad. Esto, unido a la gran diferencia altimétrica provoca una diferencia abismal, desde los 26ºC en Candeleda a los escasos 19ºC de Navarredonda, dejando en menos de 20 kilómetros en línea recta 7ºC de media de diferencia. Sólo puntos como Piornal en la cara Sur son menos cálidos, debido sobre todo a la altitud [Fig. 48].

Fig. 48. Interpolación según el método Spline de las temperaturas en invierno –arriba- y verano –abajo. Elaboración propia a partir de datos del IGN y AEMET18.

18

Dada la escasez de datos, se han utilizado datos en series muy cortas de los 60 y 70 de las estaciones de Bohoyo –Av-, Villarejo de Valle –Av-, Arenas de San Pedro –Av-, El Hornillo –Av- y Hervás –Ca-, proporcionado por el Instituto Nacional de Investigaciones Agrarias del Ministerio de Agricultura de España. Asimismo, se ha procedido a recalcular las temperaturas posibles, teniendo en cuenta que la atmósfera estuviera estable, es decir, descendiera 0,65ºC por cada 100 metros, en Cabezuela del Valle –Ca, Covacha del Losar –Av- y Pico Almanzor –Av.

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Fig. 49. Precipitación media anual –PY. Equidistancia entre líneas 200mm/m2. Rosario Gavilán, 2002.

Invierno

Primavera

Verano

Otoño

Candeleda

8,33ºC

14,7ºC

25,06ºC

17,5ºC

Tornavacas

6,26ºC

11ºC

20,8ºC

13,5ºC

Barco de Ávila

3,66ºC

8,96ºC

18,6ºC

10,9ºC

Navarredonda de Gredos

1,7ºC

7ºC

17,43ºC

9,3ºC

Fig. 50. Temperatura por períodos estacionales en las estaciones cabecera del área de estudio. Fuente: AEMET.

66

Fig. 51. Climogramas en las estaciones cabecera del área de estudio. Cara Norte: El Barco de Ávila (1007m) y Navarredonda de Gredos (1525m). Cara Sur: Candeleda (350 metros) y Tornavacas (1012m). Fuente: Elaboración propia a partir de los datos de AEMET.

67

6. Conclusiones generales A través del análisis dinámico y climático, se ha podido entender cómo se comportan las diferentes zonas en Gredos. A modo de conclusión, se extraerán unas breves líneas acerca de la relación entre la repercusión de los patrones sinópticos en tiempos muy concretos –y breves- de tiempo y, por otro lado, la repetición de éstos a lo largo de una serie de tiempo. En otras palabras, se propondrá una relación entre el análisis dinámico y el climático, no como dos elementos separados, sino como dos partes de un todo, siendo la final –el clima- el resultado de la primera muy repetida –climatología dinámica. Si hablamos por situaciones, cabe hacer referencia a que una advección de Norte, en líneas generales, deja una escasa precipitación en todos los puntos, siendo apreciable en puntos de la cara Norte. En invierno, este patrón, incluso con matices de NE, trae temporales de frío y poca nieve, sobre todo en la vertiente septentrional. La principal diferencia la encontramos en el plano térmico, ya que aquí se alcanzan diferencias considerables entre las caras ya no sólo por la altitud media sino por el aislamiento de masas de aire ante la situación en un muro. Este patrón quedará reflejado en los datos climáticos, con eneros siempre por debajo de 3ºC de temperatura media a más de 1000 metros en la cara Norte, y en la cara Sur a más de 6ºC a menos de 500 metros como Candeleda o Madrigal. En otras palabras, la diferente afección de las masas de aire llegadas de puntos más al Norte, determinará la diferencia térmica tan acusada. En cuanto a las situaciones de Suroeste, como hemos podido apreciar, las capas en superficie están saturadas, incluso en puntos del curso medio del río Tormes. Esto provoca que la diferencia térmica sea menor, hecho que se verá realizado en los datos climáticos, sobre todo en otoño y principios del invierno meteorológico. Las temperaturas bajan, por tanto, al mismo ritmo en ambas vertientes, viéndose amortiguadas por la aportación de los ábregos. Sin embargo, lo más reseñable es la variable pluviométrica. Tal y como se ha presentado en el apartado de dinámica, el gran aporte tiene lugar en la vertiente Sur. Sin embargo, la masa de aire no llega a vaciarse, ya que llega con una gran cantidad de vapor de agua desde el Atlántico. Es por esto que, aunque exista un Föehn muy acentuado, gran parte de las precipitaciones llegan desde el Sur componen el total anual. Dicho de otra manera, una proporción elevada de las precipitaciones llegan desde

68

este cuadrante. Aquí se registran los máximos de precipitación, reflejados en otoñoinvierno. Si hablamos de las situaciones de Este-Sureste, hay que afirmar que, en términos generales, afectan por igual a las dos vertientes, ya que el desnivel al que se enfrenta es mucho menor al venir de la Submeseta Sur. Es necesario advertir de la representatividad de este dato, sobre todo en el sector más oriental. La falla del Jerte, 60 kilómetros más para allá, se ve menos afectada. Sin embargo, aunque la situación se dé así, este patrón es muy poco recurrente dentro de la dinámica peninsular, dándose sobre todo en primavera, que es cuando el Jet Stream pierde velocidad y circula con meandros muy acentuados – normalmente es el aislamiento de una baja en el golfo de Cádiz. Se estima que su representatividad pueda ser menor al 5%. Es por esto que el análisis dinámico no tiene nada que ver con la realidad climática del lugar. En cuanto a una situación de NW, la advección afecta a puntos más occidentales, tales como Tornavacas, Barco de Ávila y Navarredonda de Gredos. La masa de aire no llega con mucha cantidad de agua precipitable, ya que ha recorrido parte de la Submeseta Norte, así como algunas sierras de reborde meseteño –Macizo Galaico. Esta componente deja más precipitación en el área de estudio en términos generales que la de Este-Sureste, siendo casi inapreciable en la comarca de la Vera y el curso medio del río Tormes. En puntos de la cara Sur, cercanos al borde en las fallas que cruzan de Suroeste a Noreste, como Tornavacas o, incluso, el Puerto del Pico, reciben gran cantidad de precipitación, mucho menor que con la componente Suroeste. Esto, reflejado en la realidad climática, se da en los meses de invierno-primavera, si bien puede existir algún episodio en otoño, al no bajar lo suficiente la corriente en chorro y quedar la baja en las costas de Galicia. Sin embargo, en cualquier caso, gran porcentaje de la precipitación procede con componentes de Sur, aun habiendo Föhn. Grosso modo, se ha demostrado que tanto la componente Sur como la Suroeste dejan gran parte de la precipitación total anual, si bien la diferencia es clara entre vertientes. Es llamativo que casi todas las lluvias proceden desde el Sur, si bien existe Föhn, pero es más común que las masas de aire descarguen si vienen desde el otro lado del muro en la cara Norte, más que si llegaran desde el Norte. En otras palabras, las masas de aire con poca carga de agua que se desplazan a lo largo de una meseta muy elevada y extensa llegan con menos intensidad que las masas impulsadas desde el III cuadrante, 69

directamente desde el Atlántico, teniendo que superar un muro de más de 2000 metros. En cuanto a las temperaturas, la altitud media y la situación a sotavento genera que sean bajas, pero no tanto como si no tuvieran ese muro, debido a la importancia de los vientos de SW gran parte del año. La clara disimetría entre vertientes aísla las masas de aire, fortaleciendo en verano que los episodios de calor sean más frecuentes e intensos en la cara Sur, y en invierno las olas de frío muy potentes en la vertiente Norte. En otoño, las diferencias son menos importantes ya que se enfrentan a diferentes adiabáticas, siendo en primavera más acentuadas por entradas de vientos de NW-N-NE-E –se rompe más la circulación zonal.

Fig X. Conclusiones en el área de estudio. Fuente: Proyecto Climadat; Instituto de Ciencias del Clima de Catalunya y La Caixa.

70

7. Bibliografía. Archives des réanalyses du NCEP [base de datos en línea], Meteociel, 2015. Disponible en: www.meteociel.fr/modeles/archives/archives.php (última fecha de consulta: 15 mayo 2015). Archiv der CFS-Reanalysis-Karten [base de datos en línea], Wetterzentrale, 2015. Disponible en: http://www.wetterzentrale.de/topkarten/fscfsreaeur.html (última fecha de consulta: 15 mayo 2015). Climate-Data. Disponible en: http://es.climate-data.org (última fecha de consulta: 15 mayo 2015). Confederación Hidrográfica del Tajo, Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente. Disponible en: http://www.chtajo.es/Paginas/default.aspx (última fecha de consulta: 23 abril 2015). CORRALES BERMEJO, L. (coord.), Recursos naturales de las Sierras de Gredos, Ávila, Institución Gran Duque de Ávila, 2002. CUADRAT, J.M. y PITA, M.F., Climatología, Madrid, Cátedra, 2011. El espacio rural de Castilla-La Mancha (Actas de la II Reunión de Estudios Regionales de Castilla-La Mancha), Madrid, Área de Cultura de la Diputación de Madrid, 1987, t. 1, pp. 59-72. ELÍAS CASTILLO, F. y RUÍZ BELTRÁN, L., Agroclimatología de España, Madrid, Ministerio de Agricultura, Instituto Nacional de Investigaciones Agrarias, 1977. GAVILÁN GARCÍA, R.G., Estudio de las relaciones entre la vegetación y el clima en el Sistema Central Español [tesis doctoral]. Director: Federico Fernández González. Universidad Complutense de Madrid, 1994. GIL OLCINA, A. y OLCINA CANTOS, J., Climatología general, Barcelona, Ariel, 1997. GONZALO JIMÉNEZ, J., Diagnosis fitoclimática de la España Peninsular. Hacia un modelo de clasificación funcional de la vegetación y de los ecosistemas, Madrid, Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino, 2010. 71

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72

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http://www.aemet.es/documentos/es/divulgacion/publicaciones/Atlas-

climatologico/Atlas.pdf

73

ANEXO: Ficha técnica de las estaciones meteorológicas.

Ficha A1 Municipio

Puerto del Pico –Villarejo del Valle-

Propietario

AEMET

Código

3319D

¿Existente?



Tipología de estación

Automática

Altitud

1285 metros.

Coordenadas UTM

4467464, 329014

Estado del material

Bueno

Caracterización del entorno

Se trata de un entorno natural, situado en la base de un Helipuerto, perteneciente a la Junta de CyL, siendo también un coto privado de caza.

Observaciones apriorísticas

Se encuentra cerca de la carretera y es imposible acceder al recinto. Se sitúa unos 100 metros más abajo del punto más alto del puerto, a unos 1250 metros, en la cara Norte. Con situaciones del tercer cuadrante – SSW-, se forma un embudo de viento, ya que tiene orientación SSW.

Imágenes

Ficha A2 Municipio

Navarredonda de Gredos

Propietario

AEMET

Código

2811A

¿Existente?



Tipología de estación

Automática

Altitud

1525 metros.

Coordenadas geográficas

40° 21' 02'' N, 5° 08' 35'' W

Estado del material

Correcto, aunque falta algo de pintura en la garita.

Caracterización del entorno

Se trata de un entorno natural de montaña. Existe un bosque de pinos en su flanco septentrional, quedando casi igualado con la altura reglamentaria de 10 metros del anemómetro y la veleta, pudiendo afectar a viento, dirección y precipitación.

Observaciones

Según el observador, existe un margen de error de 0,6ºC en la temperatura, al estar en solana y falta algo de pintura blanca en la garita.

Imágenes

Ficha A3 Municipio

El Barco de Ávila

Propietario

AEMET

Código

2828

¿Existente?



Tipología de estación

Automática

Altitud

1012 metros

Coordenadas geográficas

40° 21' 19'' N, 5° 31' 09'' W

Estado del material

Bueno. La garita está correctamente barnizada y pintada.

Caracterización del entorno

Se trata de una estación que se encuentra sobre un helipuerto en el flanco oriental del Barco de Ávila, sobre césped natural. No existen obstáculos para anemómetro, veleta y pluviómetro en varios metros.

Observaciones

El entorno y el material parecen muy adecuados, por lo que la estación tiene un buen funcionamiento.

Imágenes

Ficha A4 Municipio

Piornal

Propietario

AEMET

Código

3516X

¿Existente?



Tipología de estación

Automática

Altitud

1260 metros.

Coordenadas geográficas

40° 07' 15'' N, 5° 49' 57'' W

Estado del material

Bueno

Caracterización del entorno

Se encuentra en la parte más alta del pueblo, hacia Garganta la Olla. Se encuentra en campo abierto, si bien tiene un muro a menos de 2 metro del pluviómetro, a su altura.

Observaciones

Es una estación bastante resguardada, ya que tiene numerosos árboles alrededor, muy cerca del muro que rodea el parque en el que se encuentra. Podría haber pérdidas de precipitación con componente WNW.

Imágenes

Ficha A5 Municipio

Tornavacas

Propietario

AEMET

Código

3514B

¿Existente?



Tipología de estación

Automática

Altitud

991 metros.

Coordenadas geográficas

40° 15' 31'' N, 5° 40' 42'' W

Estado del material

Bueno

Caracterización del entorno

Se trata de una estación que se encuentra en uno de los puntos más altos del pueblo, ya en el puerto. Es un entorno natural de montaña. Los sensores cumplen las normas de la OMM. La alambrada está a menos de dos metros de la garita, pudiendo afectar en pleno verano a las máximas.

Observaciones

Se sospecha sobre el terreno que la garita puede tener algo de abrigo ante vientos de N, debido al muro que tiene.

Imágenes

Ficha A6 Municipio

Garganta la Olla

Propietario

AEMET

Código

3436D

¿Existente?



Tipología de estación

Automática

Altitud

690 metros.

Coordenadas geográficas

40° 06' 40'' N, 5° 47' 05'' W

Estado del material

Bueno

Caracterización del entorno

Se trata de un entorno natural en las laderas del final del valle en el que se encuentra Garganta la Olla. La estación cumple las reglas de la OMM. Ningún obstáculo en bastantes metros.

Observaciones

Ninguna reseñable

Imágenes

Ficha A7 Municipio

Madrigal de la Vera

Propietario

AEMET

Código

3423I

¿Existente?

SI

Tipología de estación

Automática

Altitud

464

Coordenadas geográficas

40° 09' 14'' N, 5° 22' 24'' W

Estado del material

Correcto

Caracterización del entorno

Se trata de un entorno periurbano abierto, sobre una pequeña dehesa, cerca de un camino. La estación cumple las normas de la OMM.

Observaciones

Ninguna reseñable

Ficha A8 Municipio

Candeleda

Propietario

AEMET

Código

3422D

¿Existente?



Tipología de estación

Automática

Altitud

350 metros.

Coordenadas geográficas

40° 08' 21'' N, 5° 18' 41'' W

Estado del material

Bueno

Caracterización del entorno

Se encuentra alejado del núcleo de Candeleda, hacia el SW de su situación, cerca del embalse de Rosarito. Es un entorno natural, con un campo de golf a escasos metros. Llama la atención la cercanía a una carretera secundaria, de la que separan 3 metros de la garita.

Observaciones

La carretera podría afectar tanto a la temperatura como al viento, ya que vehículos de gran tamaño podría crear ondas a las alturas en las que está el anemómetro. Asimismo, la temperatura podría verse afectada, siendo más alta si el tráfico fuera elevado.

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