LAS CUENTAS DE LA HERMOSA CONFLICTOS ENTRE EL PODER CIVIL Y LA AUTORIDAD ECLESIÁSTICA POR EL GOBIERNO DEL SANTUARIO FUENTECANTEÑO A FINALES DEL SIGLO XVIII

Exceptuando la parroquia de Nuestra Señora de la Granada, cuya titular continuaba calificándose a finales del siglo XVIII, y durante mucho tiempo después, como patrona de Fuente de Cantos, de todos los establecimientos eclesiás¬ticos de la localidad (cofradías, hospitales, ermitas, capellanías, obras pías, etc.) era el santuario de la Hermosa el que mayor interés despertaba tanto al poder civil, representado por el ayuntamiento, como al poder eclesiástico, personificado en los administradores de la Orden de Santiago, pues todavía teníamos la dicha de no pertenecer al obispado de Badajoz. El interés por la Hermosa radicaba en que su imagen excitaba una gran devoción entre los vecinos, lo que redundaba en la percepción de cuantiosas limosnas y en el incremento de su patrimonio, gozando además, como veremos, de una fama bien ganada más allá de Fuente de Cantos.