Las claves de la observación

Las claves de la observación

En prácticamente cualquier proceso terapéutico hoy en día, el énfasis que en analista pone en la observación resulta pieza clave para el desarrollo e implementación posterior del mismo. Pero mientras que las técnicas modernas de management, coaching, y similares, se basan principalmente en la detección de fenómenos dentro del objeto a observar basados en principios psicodinámicos, o sistémicos principalmente (dependiendo del objeto), previamente autorizados por una forma de aprobación ética, el resto de la misma ética queda relegada únicamente al entendimiento que se trabajara con personas, únicamente, un trámite burocrático generalmente. El objetivo de este artículo es busca conciliar algunas de estas técnicas con los principios éticos propios del pensamiento pesonalista cristiano.

La observación sistemática se entiende como el proceso por el cual mediante la observación es posible recabar datos que posteriormente serán utilizados para la modificación o potecialización de un objeto de estudio: persona, familia, organización (León 2003). La palabra clave aquí es objeto, si desde una perspectiva kleiniana entendemos el objeto como aquello que es susceptible de introyección por parte de la persona (Segal 1988), cabe el peligro de caer en una inevitable reducción del concepto de persona, contrario a los imperativos positivo/negativo de la aproximación a la persona (Wojtyla 2008). la cual priva principalmente en dos dimensiones al observador.

El aprendizaje por medio de la relación intersubjetiva.

Wojtyla afirma que parte fundamental de la experiencia de uno mismo, esta estrechamente relacionada con la experiencia del otro, es decir, de aquel que no soy yo mismo (Wojtyla 2011), conjuntamente con su reafirmación positiva de la norma personalista (positiva) mencionando que la única manera apropiada de acercamiento al otro es el amor. Es por tanto que cuando el analista toma el rol de un observador no puede reducir al observado a un conjunto de movimiento psicodinámicos y externalizados únicamente, si, es importante realizar una discriminación apropiada de los elementos que puedan aportar mayor valor al resultado que espera obtenerse, pero sin perder de vista la riqueza que puede contemplarse por medio de un aporte totalitario de lo que se observa, por ejemplo, en el caso de que el objeto de observación sea una organización, el aporte al propio concepto antropológico puede desarrollarse ampliamente si se toman en cuenta los elementos fundamentales y constitutivos de la persona. Es decir lo que puedo aprender de lo que yo soy, basándome en lo que es el otro (Wojtyla 2011).
Capitalismo clínico
Si se ha sustraído la definición del concepto de persona, o se carece de una antropología adecuada durante la observación, la deviación de la propia percepción hacia una concepción utilitarista del sujeto resulta prácticamente inevitable. He aquí que la clave del utilitarismo estrechamente ligado al capitalismo emerge, solamente se llega a captura aquella información que puede contribuir a la obtención del resultado esperado, tradúzcase en términos de eficiencia. Eficiencia productiva, si se trata de una organización, o eficiencia en la relación de un sujeto con su medio ambiente, variando el caso.
La persona al centro
En cambio, si existe una concepción completa de la persona, la orientación del resultado esperado distara bastante del principio capitalista/utilitarista señalado en la sección previa, y se desplazará a conceptos más propios que salvaguarden la dignidad de la persona, llámesele por ejemplo, identidad moral, concepción ética-afectiva entre otros.
Colocar a la persona al centro por lo tanto permite tener aproximaciones mas naturales al fenómeno de la persona en relación con el otro, teniendo así una comprensión mas amplia de los conceptos teóricos en relación con la praxis al momento de implementar cualquier tipo de cambio o proceso en la dinámica propia de la persona o del grupo

Conclusiones
Si bien este breve ensayo no detalla de manera sistemática los pasos a seguir para obtener una observación de carácter integral de la persona, si busca iniciar un camino de reflexión sobre el papel central que la persona tiene durante cualquier tipo de investigación que involucre el proceso observacional sobre la persona y sus dinámicas. Y ante todo presentando de manera muy básica el concepto personalista que determina la estructura de la persona y las implicaciones éticas desde un aspecto positivo (León 2003) sobre el trato cínico de la persona.
Referencias
León, OGYMI 2003, Métodos de investigación en psicología y educación, McGraw Hill, Madrid.
Segal, H 1988, Introduction to the work of Melanie Klein, Karnac Books, London.
Wojtyla, K 2008, Amor y responabilidad, Palabra, Madrid.
Wojtyla, K 2011, Persona y Acción, Palabra, Madrid.