Las 15 enfermedades del liderazgo organizacional, según el Papa Francisco

Un "gurú" del management se ha inspirado en el Papa para dar consejos de liderazgo

Las 15 enfermedades del liderazgo
organizacional, según el Papa Francisco

En el ejercicio del liderazgo podemos encontrar la "enfermedad del acaparamiento", que busca acumular bienes materiales para sentirse seguro y llenar un vacío existencial.

Manuel Ugarte Cornejo
"La indiferencia hacia los otros" es una de las enfermedades que más afectan cierto liderazgo organizacional. Esto significa que el líder que padece esta enfermedad tiende a pensar únicamente en función de sí mismo y "pierde la sinceridad y la calidez de las relaciones humanas (genuinas)".
Este es el análisis de un "gurú" de la dirección empresarial: Gary Hamel, quien se ha inspirado en un discurso del Papa Francisco para iluminar el tema de la gestión organizacional y la toma de decisiones, con principios y valores de la enseñanza social de la Iglesia.
Esta enfermedad de la indiferencia hacia las demás personas, es contraria al principio de Solidaridad, que no es un sentimiento superficial, sino más bien un compromiso con el Bien Común. Este principio de la Doctrina Social de la Iglesia es imprescindible para las relaciones y dinamismos de la vida social, y tiene también una aplicación muy concreta y muy actual en la dirección organizacional, como bien lo acaba de destacar Gary Hamel, aunque no use explícitamente estas categorías doctrinales.
Gary Hamel es profesor visitante en la London Business School, y estas reflexiones las ha publicado en un artículo en la revista Harvard Business Review, que es una publicación muy influyente en el ámbito de la economía y los negocios. El artículo se titula "The 15 Diseases of Leadership, According to Pope Francis", y --como comentamos-- se inspira en un discurso que el Papa Francisco ofreció sobre las quince enfermedades que la curia está llamada a superar para "mejorar y crecer en comunión, santidad y sabiduría para realizar plenamente su misión".
Estos consejos —según Hamel—también "son relevantes para los líderes en todo el mundo", y por eso él profundiza en cada uno de ellos, pero desde un enfoque "más corporativo". El resultado ha sido un catálogo de consejos muy prácticos para el liderazgo personal y organizacional, pero que en el fondo expresan los valores de la enseñanza social de la Iglesia. Es por eso que en todos estos consejos queda muy claro que las relaciones organizacionales, administrativas y comerciales, en el fondo son relaciones humanas y por ello mismo deben ser guiadas principalmente por principios morales y éticos.
Esta aproximación antropológica y cristiana se ve reflejada en el momento que, tanto el Papa Francisco como Gary Hamel, cuestionan el tipo de liderazgo que cae en la llamada "enfermedad del Alzheimer" y así pierde la memoria "de las personas que nos nutrieron, de quienes fueron nuestros mentores y nos apoyaron en nuestro camino". O el liderazgo que se deja llevar por "la enfermedad de los círculos cerrados" que considera que "pertenecer a un grupo es más poderoso que la identidad compartida". O cuando aparece "la enfermedad de la rivalidad y la vanagloria" que hace que "las apariencias, gratificaciones y títulos se conviertan en el objeto primario de la vida" y "nos olvidamos de nuestro deber fundamental como líderes".
Además de éstas, otro grupo de "enfermedades del liderazgo" tienen que ver con el excesivo "busyness", que afecta a quienes llenan su agenda de actividades laborales, y se niegan el descanso y el tiempo en familia. También se critica "el excesivo planeamiento y funcionalismo" que es típico del jefe que "planea todo hasta el último detalle y cree que con el planeamiento perfecto las cosas estarán en su lugar". Ante esto Hamel explica que "Las cosas deben prepararse bien, pero sin caer en la tentación de eliminar todo tipo de espontaneidad, que es siempre más flexible que cualquier planeación humana". Y el Papa señala que "Preparar todo bien es necesario, pero sin caer nunca en la tentación de querer encerrar o pilotear la libertad del Espíritu Santo que es siempre más grande, más generosa que cualquier planificación humana (cfr. Jn 3,8)".



¿Es usted un líder saludable?

En el ejercicio del liderazgo también encontramos la tentación de la "enfermedad del acaparamiento", que busca acumular bienes materiales para sentirse seguro y llenar un vacío existencial. Al respecto dice Francisco que "La acumulación pesa solamente y ralentiza el camino inexorable". Otra enfermedad es "la extravagancia o el exhibicionismo", y ésta llega cuando "un líder convierte su servicio en poder y lo usa para ganar cosas materiales o para adquirir más poder.
Después de todas estas reflexiones sobre el management, Gary Hamel pregunta directamente: entonces ¿es usted un líder saludable? Y para responder esta pregunta propone un inventario de criterios en forma de autoevaluación: ¿Me siento superior a los que trabajan para mí? ¿Me conduzco de manera egocéntrica con los que trabajan junto a mí? ¿Confío demasiado en los planes y no lo suficiente en la intuición? ¿Hay una desproporción entre el trabajo y otras dimensiones de mi vida? ¿Siento mucha satisfacción en mis gratificaciones y privilegios? ¿Pongo mi propio éxito por encima del éxito de otros? ¿No me doy cuenta de que me debo a mis mentores y a los demás? ¿No ayudo a cultivar un ambiente de trabajo alegre y divertido? ¿Soy egoísta cuando debo dar premios y elogios?
Y para darle un sentido mayor a lo más práctico de esta autoevaluación, recordemos que en Santo Padre en su, ya célebre, discurso, señaló que estos consejos buscan que la Curia Romana —lo que se puede aplicar también a cualquier comunidad humana-- sea "como un pequeño modelo de la Iglesia, es decir, como un "cuerpo" que intenta seriamente y cotidianamente ser más vivo, más sano, más armonioso y más unido en sí mismo y con Cristo".