La visión social del diseño

June 23, 2017 | Autor: Aura Aburto | Categoría: Modernidad, Diseño Social
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Descripción

La investigación a través de los ojos del diseño

La visión social del Diseño Industrial La investigación a través de los ojos del diseño Erika Marlene Cortés López1 Aura Rosalía Cruz Aburto2 Design creates culture. Culture shapes values. Values determine the future. Design is therfore responsible for the world our children will live in. Robert L. Peters

La Modernidad, caldo de cultivo del diseño industrial El diseño siempre ha sido parte de la actividad humana, que ha resultado en la transformación del entorno dando paso a la creación de un medio artificial (Manzini, 1992). Sin embargo, el diseño industrial, como tal, surge bajo la condición de posibilidad de la Revolución Industrial, hecho que determina el desarrollo de la disciplina, que explica pues, su origen. Por lo tanto, es posible decir que el diseño industrial forma parte del origen de la modernidad caracterizada por una convicción general en la idea de progreso como desarrollo lineal (Giménez, 1994) y una serie de atributos tales como la racionalidad y la racionalización de los procesos productivos que con el tiempo se fueron extendiendo a la racionalización de la misma vida cotidiana. 3 La modernidad estableció una agenda de nuevos valores y un ideal de porvenir, creía en el progreso y en el desarrollo lineal de la historia, es decir, la idea central de que “todo marcharía hacia adelante”. Lo anterior derivó en una idea falaz de progreso y recursos ilimitados, ya que en realidad nuestro planeta siempre ha tenido un límite de recuperación y de renovación de sus recursos (Margolin, 1996). Las posibilidades atribuidas a la tecnología y a la industria, estaban concatenadas a la expectativa de que sus resultados crearían un mundo mejor basado en la racionalidad como modelo unificador. Así se construyó una idea del mundo que fue extendido de manera generalizada a diferentes latitudes bajo una visión unitaria, el mundo fue estandarizado y visto a través de un sólo lente. (Sloterdijk, 2003) 1

Licenciatura en arquitectura, Maestría en Diseño Industrial, estudiante del Programa de Doctorado en Urbanismo, Universidad Nacional Autónoma de México. Campo de estudio la innovación social y el diseño participativo. 2

Licenciatura en arquitectura, ITESM. Estudios en Filosofía. Estudiante del Programa de Maestría en Diseño Industrial, UNAM. Campo de estudio la semiótica del diseño. 3

Además Giménez establece que desde la visión de los clásicos a cerca de la modernidad, ésta era “un proceso largo de cambio social a escala del tiempo histórico” que transitaba de “lo simple a lo complejo, de la comunidad tradicional a la comunidad contractual (Tönnies), del mito a la ciencia (Comte), de la solidaridad por semejanza a la solidaridad por interdependencia (Durkheim), de la sociedad tradicional a la sociedad racional burocratizada (Max Weber), de las sociedades precapitalistas a la sociedad capital burguesa (Marx), de la costumbre a la ley, etc.” en Giménez, Gilberto. Modernización, cultura e identidades tradicionales en México, en Revista Mexicana de Sociología, Vol. 56, No. 4, octubre - diciembre 1994, pp. 255-272, Universidad Nacional Autónoma de México.

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La historia reciente ha dejado en evidencia las contradicciones de este modelo. Al tratar de trasladar ideas concebidas en un plano “ideal”, entendido como proveniente de las ideas y no como alusión a la “perfección”, a mundos con trayectorias históricas y geográficas sumamente diferentes, las debilidades del proyecto moderno han comenzado a salir a la luz (Foucault, 1967). Consecuentemente también se han hecho evidentes las necesidades humanas que la modernidad ortodoxa no consideró, o que más bien, dada su construcción monolítica no pudo acoger, entre ellas el respeto a (y la demanda por) la diversidad cultural (Giménez, 1994), la re-concepción de la democracia misma, y a final de cuentas el entendido de la complejidad, de lo irresoluble, de lo transitorio (Findeli, 2001). Diseño y transmutación de la modernidad La modernidad, desde el discurso de Alain Touraine (1996 ), se constituyó a través de la disociación entre el sistema económico y los actores sociales que eran “conciliados” a través de la figura del Estado. Sin embargo, como nos señala este autor, este modelo fracasó por diversas razones, entre ellas la imposibilidad de conciliación entre lo público y lo privado y económico, así como también tanto los agentes sociales como el sistema económico (mercado), cada uno por su lado, se han radicalizado intentado imponerse el uno sobre el otro. Así pues, lo anterior ha llevado a un claro debilitamiento del Estado (que ha redundado en su pérdida de legitimidad, en su correspondiente “adelgazamiento”) y en la vuelta de las identidades radicales al romperse los pactos sociales típicos de la modernidad. A final de cuentas, estamos transitando por un período de descomposición de la modernidad, o quizá más bien en un proceso de transmutación de la misma, y por tanto de sus procesos ortodoxos de construcción del mundo. Consecuentemente, hoy por hoy se lidia con la realidad de las demandas identitarias de pequeñas comunidades a la vez que la conocida “sociedad de la información” de carácter global e hipermoderno se hace presente en cada rincón de la tierra trascendiendo identidades específicas y constituyéndose más como un sociedad conformada por sujetos rompiendo con el tejido social como lo habíamos entendido hasta ahora. (Giménez, 2005 y Touraine, 2002 ). La sociedad de la información es una manera de interrelación entre sujetos que encuentra su condición de posibilidad en la red, “internet”. Se trata de una conformación que rompe con las pautas de organización social tradicionales ya que en ella no se relacionan grupos sociales sino individuos, que se reconocen entre sí por un mundo compartido co-creado online. Sus nexos van mucho más allá de cualquier conexión cultural o tradicionalmente social. Este tipo de sociedad es precisamente una interesante síntesis de intereses entre la apropiación de las mayorías hacia los instrumentos de la modernización donde además se pueden mostrar activos y caracterizarse más por ser una sociedad productiva más que consumista. La gente encuentra en la

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sociedad de la información y por ende en el internet un medio de comunicarse, de organizarse y de proponer activamente contrapuesto a los medios masivos de comunicación tradicionales donde solían ser solamente receptores pasivos. Así la sociedad de la información alienta los movimientos antiglobalización en la medida en que cuestiona la concentración del poder económico y de la voz en una élite. Por otra parte, dado que la sociedad de la información es una agrupación de sujetos, y los movimientos sociales defienden primordialmente el derecho a la particularidad, a la diversidad, también éstos encuentran total cabida en esta sociedad de redes como la ha llamado Castells (2002). Sin embargo, esta sociedad de redes presenta síntomas paradójicos. Por un lado reúne a muchos sujetos en un espacio literalmente virtual, y precisamente ayuda a romper con la idea de un gran globo unificador (modernidad) y en cambio nos propone más bien la metáfora de la espuma formada por múltiples esferas en correlación (Rendón Ángel, 2011), pero por otro los conduce a relacionarse en este ámbito etéreo y los conduce a la enajenación, a la falta de contacto con el mundo corpóreo y por tanto a la pérdida del sentido del ser humano como ser medial, es decir, como ser gregario (Vásquez Rocca, 2007), y a la vez al fomento del encierro sobre sí mismo, la enfermedad del sujeto, el narcicismo. Por otra parte, recurriendo a las demandas que nos presenta la democracia hoy tenemos que existen movimientos de carácter político que demandan el equilibrio de poder entre los poseedores del capital y los dominados, es una lucha contra la hegemonía del poder económico por encima de todas las demás expresiones humanas. También existen movimientos de carácter social que buscan reivindicar el derecho a la particularidad, que precisamente emergen en contraposición a la modernidad que uniformó al mundo con su modelo de vida monolítico. Unos son movimientos de carácter global y francamente anticapitalistas, los segundos se gestionan principalmente en el entorno local y son característicamente modelos que persiguen el derecho a la diversidad cultural, social y a la particularidad. En medio de este panorama, pleno de complejidades, de simultaneidades y contradicciones es donde tiene que operar el diseño. Como disciplina se ve obligado a cuestionarse en sus principios fundacionales y reinventarse en vista a los cambios sociales y epistemológicos. Así mismo tiene que preguntarse quiénes son en efecto sus ejecutores y si en medio de un mundo que demanda participación, voz y democracia es posible seguir operando desde el pedestal del diseñador solitario. Diseño, diversidad y particularidad: Design Thinking Ante esta emergente demanda de respeto, conocimiento y voz por y para la diversidad sociocultural, así también el diseño debe producir respuestas adecuadas. Y la construcción de respuestas implica

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el entendimiento de que la adecuación es relativa a los entornos específicos. Dice Touraine (2002) que “la acción local es la que defiende al sujeto y sus derechos culturales reales en situaciones concretas”. En este sentido, Richard Buchanan (1992) sostiene que la actividad natural del diseño es propiamente retórica, en la medida que debe lidiar con situaciones particulares donde cada problema es único. Así, el diseño se encuentra en un medio en el que le es preciso articular una serie de actores sociales así como conocimientos particulares para cada situación, y por ello se revela potencialmente como una práctica integradora de voces y saberes. Los diseñadores tradicionalmente se enfocaron en mejorar la apariencia y funcionalidad de los productos, sin embargo, recientemente han empezado a utilizar las herramientas del diseño para atacar problemas más complejos. Puesto que los retos sociales requieren soluciones sistémicas respaldadas en las necesidades de la gente (usuarios finales), aquí es donde destaca el “design thinking”, permitiendo soluciones de impacto más amplio Design thinking es un proceso humano que se nutre de las habilidades que poseemos y pasamos desaparecibidas, y sustituye a las practicas convencionales de solución de problemas. Esto recae en nuestra habilidad de ser intuitivos, reconocer patrones, construir ideas con significado emocional, así como funcional y expresarnos a través de significados detrás de palabras o símbolos. Por otro lado, el otro flanco débil de la visión moderna se puede ver en su desconocimiento de los límites. Victor Papanek (1971) ya hablaba de este problema desde los años setenta y Victor Margolin (1996) lo retoma al poner en cuestión un modelo global de la expansión que parte precisamente de un planteamiento ajeno a las posibilidades y ciclos reales de la propia naturaleza. Ante esto, emerge la visión del diseño sostenible que pone al ser humano en su justa proporción frente a su planeta: somos nosotros los que somos parte de ella, y no ella la que está a nuestro servicio. La construcción de un ambiente completamente comprometido a un cambio positivo, y a una renovación y enriquecimiento cultural, significa crear diseños a partir de innovaciones de 360º, que requieren nuevas apreciaciones, nuevos puntos de vista y nuevos roles. Consecuentemente, los elementos que se han ido adhiriendo al enfoque que la actualidad le demanda al diseño son muchos, y otros tantos no sólo se han adherido sino que han constituído el planteamiento serio de diversas interrogantes al paradigma heredero de la Revolución Industrial, entre ellos:

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El empoderamiento, cuya filosofía tiene su origen en el enfoque de la educación popular desarrollada a partir del trabajo de Paulo Freire en los años 60, estando muy ligado a los denominados enfoques participativos, presentes en el campo del desarrollo desde los años 70. El proceso de diseño centrado en el usuario HCD [Human centered design], enfocado en “lo que se diseña” (objeto, espacio, servicio) buscando satisfacer necesidades del “usuario”, donde la investigación social se utiliza como interfase entre el diseñador y el “usuario”. Durante la fase de investigación se reúne la información, para después ser interpretada y convertida en argumentos de diseño utilizados para desarrollar conceptos. Muchas veces en este proceso ni el investigador, ni el usuario son incluidos nuevamente en las pruebas de usabilidad; es decir los roles tanto del investigador como del diseñador son independientes. Mientras que el investigador se convierte en la voz del usuario. Para finales del año 1999 surge un nuevo territorio compartido, las experiencias participativas, en donde los roles de diseñador e investigador empiezan a desdibujarse y la gente (los usuarios) se convierte en el componente crítico del proceso. La gente busca expresarse, participar directa y proactivamente en el proceso de diseño. Las nuevas reglas tienen que ver con el esquema de redes, no con las jerarquías; puesto que se toma conciencia de la cantidad de influencia colectiva que tienen las redes para conseguir lo que quieren, cuando quieren y como quieren. Es aquí cuando el saber sobre las experiencias de los usuarios, se convierte en un elemento vital para el proceso de diseño y su comunicación. Al tener acceso tanto a lo que esta siendo comunicado, como a las experiencias que están influenciando la recepción de la comunicación, podemos diseñar experiencias. por lo tanto cada ruta hacia la experiencia revela una historia o imagen diferente (lo que hace la gente, lo que dice la gente, como actúa la gente) y nos permite establecer empatía con la misma. Al mismo tiempo también se han ido adoptando nuevos tipos de pensamiento. Desde hace una década Sanders (2002) ya sugería la necesidad de que los diseñadores fueran entrenados para ir más allá de su expresión individualizada a través de la comunicación visual para así aprender a como involucrarse en la creación y construcción de nuevas herramientas. Tal es el caso del design research, cuyas técnicas se convierten en el nuevo lenguaje del co-diseño, como característica elemental tienen su diseño visual y sirven como un escenario en común para conectar los pensamientos e ideas de gente con diferentes perspectivas (el que experimenta, el que diseña, etc.)

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Otro elemento destacado es la generación colectiva, cuyos métodos son el nuevo lenguaje que permite a todos los actores contribuir directamente al desarrollo de productos, bienes y servicios. Innovación con un rostro humano. Los diseñadores tienen una responsabilidad social esencial, porque el diseño se encuentra en el centro de los mas grandes retos y soluciones del mundo. Los diseñadores creamos la mayor parte del mundo en que vivimos, las cosas que consumimos, y las expectativas que buscamos satisfacer. Damos forma a lo que vemos, usamos y desechamos. Por lo tanto tenemos un enorme poder de influencia en la manera en que comprometemos nuestro mundo y en cómo vislumbramos nuestro futuro. Los diseñadores pueden ser un modelo para que otros profesionales identifiquen su esfera de influencia, y así puedan aprovechar la responsabilidad que acompaña ese poder para ayudar a reparar el mundo. El buen diseño es una respuesta estratégica, sustentable y ética a un problema de negocios Los procesos de diseño siempre están situados en panoramas sociales y políticos poblados de otros artefactos y personas, así como de las preocupaciones de estos, por tanto el diseño es un proceso social negociado. Modelo 1. Componentes de la visión sistémica del diseño social. Cruz, A., y Cortés, E.

Modelo 2. La visión sistémica del diseño social. Cruz, A., y Cortés, E.

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El concepto básico de “participación” se define de una manera concisa como: la colaboración de personas que persiguen objetivos que ellas mismas han establecido (Sanoff). Bajo esta forma consensual de operar del diseño desde hace unas décadas la participación de la gente (los usuarios) comienza a tener un rol primordial en los procesos de decisión, lo que lleva a la implementación del método participativo. El concepto de participación adquiere un nuevo sentido al destacar la toma de decisiones, cuyo significado ha sido manipulado a través del tiempo, debido a su fuerte relación con temas del ámbito político y el empoderamiento de la gente; en donde se entiende de una manera limitada y restringida reduciéndose la posibilidad de tomar decisiones, a partir de mecanismos como el voto. Una de las cualidades de la participación es que genera confianza y agiliza el cumplimiento de objetivos comunes, dándole a la población la oportunidad de tomar un rol activo en el proceso creativo (Enet, 2008:239), logrando con esto que el entorno construido resulte más adecuado a las necesidades y aspiraciones de sus habitantes cuando éstos se involucran de manera activa en su producción (Romero y Mesías, 2004: 25). Por tal razón, la participación es utilizada como un método de construcción del conocimiento, en la práctica de proyectos sociales interactorales, que permite alcanzar mayores niveles de sustentabilidad y equidad. (Enet, 2008: 238) La idea de participación en la investigación y el diseño emerge del concepto accióninvestigación de Lewin (1946), el cual es un modelo que integra teoría y aplicación. Donde la participación comenzó siendo un componente central de la aproximación de la investigación en donde la gente del lugar a ser intervenido se convertía en participante activa de la investigación, es decir la gente se involucraba en evaluar los resultados de la investigación y en el desarrollo de recomendaciones de cómo dirigir los problemas que han sido identificados. Sin embargo con el tiempo, la participación ha otorgado el control de los participantes sobre las decisiones, por esto es que, diseñar debe ser un esfuerzo colectivo de toma de decisiones, que ponga en operación los principios de la democracia. Es un hecho que las experiencias de la participación de la gente en los procesos de diseño muestran que la fuente principal de satisfacción no es el grado en que las necesidades de la gente fueron resueltas sino en el sentimiento de haber influido en las decisiones. Por otra

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parte, desde el punto de vista social la participación genera el descubrimiento de necesidades de la sociedad y el efectivo y creciente uso de los recursos disponibles de una comunidad en particular. 4 El método participativo en el diseño. El método participativo ha introducido en el planeamiento y el diseño una aproximación no convencional a la manera de ejercer las disciplinas que se ocupan del diseño del hábitat (entendido como sistema objetual-espacial), puesto que la complejidad de estos problemas y la necesidad de plantearlos colectivamente imponen el recurso de métodos que sean tan flexibles y participativos como sea posible; para lograrlo es necesaria una caja de herramientas y gestores sociales de programas intersectoriales que hagan uso de la misma para crear un lenguaje común y multiplicar la fuerza del pensamiento colectivo (Enet, 2008: 48). La esencia del método participativo, es ir construyendo con diferentes actores una viabilidad a lo largo del proceso donde se asume lo estratégico con lo normativo como complemento indispensable, procurando una síntesis capaz de precisar la convergencia del «deber ser» y el «poder ser», es decir, de lo necesario y lo posible. Por esta razón, este método ha sido sustentado en dos ejes: el epistemológico-conceptual y el estratégico-práctico, y tiene como base planteamientos de la Educación Popular y la Investigación –Acción - Participativa - (IAP)5. (Oliveras, Romero y Mesías, 2004: 102) La visión social El diseño es un componente fundamentalmente cultural, ya que sirve para el desarrollo local y social, es consciente de la situación específica de cada contexto para poder tener sentido para los habitantes que lo integran, impone un carácter y deja una huella positiva en la sociedad, establece límites, genera percepciones y potencializa las cualidades y habilidades de los miembros de una sociedad porque se integra con armonía y resonancia en los tejidos culturales.

4 Sanoff, H. Participatory design. Theory & techniques. North Carolina University, EUA, 1990. P.1-2. 5

En la medida en que miembros de una comunidad toman parte en la investigación, también se le conoce como Investigación Acción Participación, podemos hablar de investigación participativa. La investigación-acción participativa (IAP), en su voz inglesa "Participatory Action Research" o la francesa "Recherche-action", es una metodología que permite desarrollar a los investigadores un análisis participativo, donde los actores implicados se convierten en los protagonistas del proceso de construcción del conocimiento de la realidad sobre el objeto de estudio, en la detección de problemas y necesidades y en la elaboración de propuestas y soluciones.(se debería ampliar este concepto) Dentro de los más influyentes teóricos - sistematizadores de la metodología de la IAP, se pueden destacar los siguientes: Fals Borda, Tomás Rodríguez Villasante, Manuel Montañes Serrano, Dolores Hernández. Todos ellos enmarcados dentro de la sociología crítica para el cambio y la transformación social.

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Muchos son los autores que han destacado la importancia de la inclusión del estudio del ser humano, sus necesidades, significados, cultura en general como parte del proceso de diseño, ya que los procesos culturales y simbólicos son parte fundamental de la vida social; y al profundizar en el pensamiento social es posible entender los flujos materiales, simbólicos y humanos, y las diversas maneras en que éstos se insertan multidireccionalmente en contextos locales (Kuri y Aguilar, 2006), lo anterior explica por qué los procesos urbanos requieren de una aproximación multidisciplinaria, siguiendo como objetivo la ampliación de nuestra capacidad como conformadores del hábitat para comprender temas, fenómenos, acciones y significados. Para buscar los valores de la gente, entender sus necesidades y resolver con los recursos que tienen a su alcance, es necesario que el asesor técnico que trabaje dentro de una comunidad cuente con herramientas que le permitan establecer un vínculo de confianza para poder comprender e interpretar lo que pide la gente. La investigación cualitativa sugiere una manera de pensar distinta y la posibilidad de obtener información más profunda socialmente, además es caracterizada por su flexibilidad y adaptación al desarrollar diversos métodos o técnicas que responden a objetivos específicos de acuerdo a la cuestión que se plantee a investigar y basados en un enfoque teórico específico que los respalda, con la finalidad de estudiar a las personas o los fenómenos en su contexto real e intentar extraer de ahí, a través de la indagación, la experimentación y la observación, el significado que los actores dan a las cosas, las diferentes interpretaciones de las interacciones que surgen en el lugar de acción. Sin embargo, la gran variedad de posibles situaciones, de objetivos, de contextos y de problemáticas, vuelve también variadas las técnicas que se utilizan para recoger los datos, y por lo mismo, se han tenido que agrupar diferentes enfoques para guiar al investigador en la persecución de un objetivo específico, entre los más utilizados están los que descritos en el modelo 3.

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La investigación cualitativa como una herramienta alternativa que nos hace más sensibles a las necesidades de la gente; lo importante es la fase de análisis, en donde se interpretan, representan, traducen y transforman los datos, para que tengan eco en la esfera sociocultural de un determinado grupo de personas y las incite a tener mayor responsabilidad tanto individual como colectiva, sobre las implicaciones de los resultados Los mecanismos, técnicas, dinámicas y herramientas que ha tomado el diseño de otras disciplinas, ha ido nutriendo y proporcionando argumentos más humanos a los procesos creativos y ha ampliado el objetivo para no solo alcanzar la creación de objetos-espacios-servicios sino la inserción de estos en todo su sistema de interacción, satisfaciendo necesidades locales específicas. Por tanto, el trabajo multidisciplinario nos ayuda a formarnos una imagen integral a través de las interpretaciones de las esferas, social, cultural, económica, etc., de las personas desde las diferentes perspectivas de los miembros del equipo de trabajo, puesto que, la adquisición y apropiación de los objetos emanan de múltiples fuentes, inherentes a los grupos humanos que hacen y usan los objetos (cultura). Estos principios no son universales ni están incrustados en los materiales ni los objetos mismos, esperando ser extraídos e interpretados exclusivamente por unos expertos especialmente dotados para ello. Por lo tanto, es necesario hacer uso de conocimientos de otras áreas que tienen más experiencia en el entendimiento de las conductas humanas y la cultura. Conclusión Los procesos de diseño son un reflejo de cómo el papel del diseño y del diseñador han ido cambiando a lo largo del tiempo, además de explicar la relación del diseñador con la gente, del paso de una matriz categórica de propuestas a un punto de partida de naturaleza retórica (Buchanan, 1992) . Es un hecho que dicha relación tiene la tendencia de aproximarse cada vez más el uno con el otro, la investigación en diseño se ha tornado al co-diseño con los usuarios. La evolución va de un acercamiento de diseño centrado en el usuario al co-diseño. En un inicio entonces el proceso de diseño era de tipo exploratorio y de acción, es decir en el momento que se planteaba un problema para diseñar cierto objeto, se comenzaba a trazar líneas y bocetos para así elegir la más apropiada por el diseñador, el proceso de diseño consistía en observar las diferentes soluciones a una necesidad, haciendo un estudio de casos análogos. Después los procesos poco a poco tendieron a enfocarse en el usuario, en las primeras escuelas ya se enseñaba

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ergonomía para que los productos fueran compatibles con las dimensiones y antropometría del cuerpo humano. En la actualidad los procesos son mucho más complejos porque se requiere de otras características para llevar a buen término el producto. En estos nuevos procesos encontramos por ejemplo, diseño centrado en el usuario, el co-diseño, diseño participativo, diseño colaborativo y meta-diseño. Es importante definir cada término, por un lado porque existe confusión y se usan invariablemente. Los términos de co-diseño, co-creación, co-producción, diseño participativo tienen una característica que comparte, todos se basan en realizar los procesos de diseño conjuntamente con diversos actores, Sanders lo define “creatividad colectiva”. Las distinciones entre los diferentes actores, sean estos profesionales o usuarios no son evidentes, se puede decir que todos tienen la misma jerarquía dentro de una pirámide. La creatividad colectiva, se aplica a todo el proceso de diseño, para algunos la definición se aplica en un sentido limitado a la colaboración entre diseñadores, pero para otros la definición es mucho más extensa porque incluye la colaboración y creatividad de varias personas que no están involucrados en el trabajo de diseño. En conclusión, el diseño no sólo se hace, también se piensa; no sólo se ejecuta, también se reflexiona; no sólo imagina y crea, además investiga e interpreta; no sólo intuye soluciones, busca respuestas; no se enfoca en uno mismo sino que trabaja para los demás. Todas las ramas derivadas del diseño, cuentan con actividades intelectuales y no sólo con ideas creativas e inventivas que emanan de la inspiración. Bibliografía - Enet, Mariana... [et al.]. Herramientas para pensar y crear en colectivo: en programas intersectoriales de hábitat. Buenos Aires: Ciencia y Tecnología para el Desarrollo - CYTED, 2008. - Manzini, Ezio y John Cullars, Prometheus of the Everyday: The Ecology of the Artificial and the Designer’s Responsibility en Design Issues, Vol. 9, No. 1, otoño, 1992, The MIT Press, Cambridge, MA, 1992. - The MIT Press,Giménez, Gilberto. Modernización, cultura e identidades tradicionales en México, en Revista Mexicana de Sociología, Vol. 56, No. 4, octubre - diciembre 1994, pp. 255-272, Universidad Nacional Autónoma de México. - Margolin, Victor, Global Expansion or Global Equilibrium, Design and the World Situation, en Design Issues, Vol. 12, verano 1996, The MIT Press, Cambridge, MA, p.p. 22-32.

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