La Virgen de las Penas de la Iglesia de San Francisco de Ceuta, Córdoba 2006

COORDINADOR

JUAN ARANDA DONCEL

LA ADVOCACIÓN DE LAS PENAS

ACTAS DEL I CONGRESO NACIONAL

CÓRDOBA, 2006

© Hermandad de las Penas de Santiago © Autores de los textos Imprime: Gave Artes Gráficas, S.L. Polígono. Ind. Llanos de Jarata, pare. 57 14550 Montilla (Córdoba) Depósito Legal: CO-278-2006 I.S.B.N.: 84-689-6892-7

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LA VIRGEN DE LAS PENAS DE LA IGLESIA

DE SAN FRANCISCO DE CEUTA

José Luis GÓMEZ BARCELÓ

Archivo Diocesano de Ceuta

El pequeño obispado de Ceuta, unido hoy en día al de Cádiz, tiene un curioso elenco de advocaciones y devociones, en un entramado de cuya urdimbre forman parte sus raíces lusitanas y españolas, siendo particularmente poderosas, de estas últimas, las andaluzas. Ceuta, reconocida hoy, gracias a la arqueología, como lugar de paso de nuestros antepasados de Africa a Europa, hace más de 200.000 años, tiene su origen como ciudad en una factoría fenicia, y como población cristiana en los restos de su basílica tardorromana del siglo IV. Reconquistada por el monarca lusitano O. Juan I en 1415, llegó a las manos de Felipe II mediante su entronización como Felipe I de Portugal, resistiéndose a seguir el partido de los Braganza en 1640, lo que sería refrendado en el tratado de Paz y Amistad entre España y Portugal de 1668. Todos estos avatares históricos, y muy especialmente los cambios de corona en la edad moderna, tienen como resultado otras tantas alteraciones en las instituciones, entre ellas las eclesiásticas, lo que se pone de manifiesto aún más en su patrimonio, que pasa de mano en mano, por ser buena parte del mismo de Patronato regio. Así, nos encontramos con conventos fundados en época lusa, que se transfieren de unas órdenes religiosas a otras, o simplemente a sus reformadas, y entre las portuguesas y las españolas. Con ellas, sus iglesias y conventos, sus bienes inmuebles y muebles, rompiéndose frecuentemente el recuerdo de sus autorías, de sus vicisitudes y hasta de sus nombres. Toda esta introducción viene al caso con esta bellísima imagen que actualmente recibe el nombre de Nuestra Señora de las Penas y que está atribuida al imaginero Blas Molner, en la segunda mitad del siglo XVIII, siendo titular de la Fervorosa y Agustiniana Hermandad de Penitencia y Cofradía de Nazarenos del Santísimo

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JOSÉ LUIS GÓMEZ BARCELÓ

Cristo de la Humildad y Paciencia y Nuestra Señora de las Penas, que radica en la Iglesia de San Francisco de Ceuta.

El convento de franciscanos de Ceuta l Al producirse la reconquista de Ceuta por D. Juan I de Portugal, el 21 de agosto de 1415, dispuso el monarca que fuesen fundados dos conventos en la ciudad, que serían regentados por franciscanos y dominicos. Concretamente, a la primera de las órdenes le correspondió el edificio que había sido Madrasa al Yadida 2 , que sería erigido por bula In eminenti specula miLitantis EccLesiae de 4 de abril de 1420 3 , siéndole concedidos los mismos privilegios del convento de Monte Sion de la misma orden, en Jerusalén, por bula Sacrae reLigionis de 10 de junio de 1421 4 . Constituidas, tras las determinaciones de León X, en 1517, las dos provincias de claustrales y observantes en Portugal, el convento de Ceuta quedaría encuadrado en esta última, los cuales ya a mediados del siglo XVI expresarían a la Corona su disgusto de permanecer en Africa. Al fin, en 1568, los franciscanos renunciaron a los conventos que tenían en Ceuta y Tánger en favor de la Orden de la Santísima Trinidad, quienes quedarían a cargo, en exclusiva, de las redenciones. La presencia franciscana en el norte de Africa a partir de entonces es meramente residual, hasta que creada en 1619 la provincia de los Descalzos de San Diego de Andalucía, y amparados en la Congregación de Propaganda Fide, retornan a su misión evangelizadora en el Sultanato, una labor cuyas raíces se encuentran en las expediciones y martirios de los cinco protomártires de Marruecos y los siete mártires de Ceuta, a comienzos del siglo XIII. Desde su definitivo asentamiento en Marruecos, en 1630, con la creación de un prefecto de la Misión Católica se suceden luces y sombras. Así, Muley Abdel Malik apoyó su llegada, pero su sucesor, Muley Al Walid no sólo hizo lo contrario, sino que llegó a someter al martirio a fray Juan de Prado, el 24 de mayo de 1631. Luego se sucede un largo período de calma hasta que en 1677 la comunidad franciscana sería expulsada, viniendo a Ceuta, donde dan lugar a un nuevo convento. En un principio, les es designada para la nueva fundación la ermita del Valle, en abril de 1677, aunque meses más tarde les fue permutada por otra más próxima a la ciudad, bajo la advocación de la Santa Cruz. Alrededor de esta última crearían

(1) GOMEZ BARCELO, J.L. "Fundaciones franciscanas en el Obispado de Ceuta (siglos xv al XIX)". ClIa/ro siglos de presencia de los franciscanos en Es/epa, 2003, en prensa. (2) MARTINEZ ENAMORADO. V Epigrafía)' Poder: Inscripciones árabes de la Madrasa al-yadida de Ceuta, Ceuta 1998; GOMEZ BARCELO, J.L "Nuevos datos para el estudio del Real Colegio, Convento e Iglesia de la Santísima Trinidad de Ceuta y la Madraza aI-Yadida", Homenaje al Profesor Carlos Pomc MOIl, Ceuta 1998, L IJ, pp. 205-222. (3) PAIVA MANSO, V HislOria ecclesiasrica Ulrramarina, lomo I. Lisboa. 1872, doc. 9, p. 131-3. (4) Ibídem. doc. 10, pp. 134-5.

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su convento que, más tarde, gracias a la aparición del Real Hospital a comienzos del siglo XVIII y de su encomienda como asistentes materiales y espirituales al mismo, trasladarían a muy poca distancia, dando fachada a la calle Real de la Almina. La nueva iglesia, bajo la advocación de la Santa Cruz, se bendijo en 1723 y permaneció en manos de los franciscanos descalzos hasta su exclaustración, que de forma definitiva tuvo lugar en 1835. Cerrada durante dos años, al fin fue autorizada su reapertura, para ser cedida a la orden agustiniana en 1914, bajo cuyo cuidado continúa. Por cierto que el recuerdo franciscano es tan fuerte que la misma es hoy conocida como Iglesia de San Francisco, sin que nadie mencione ya su verdadera nominación que demuestra la existencia, en el ático de su retablo, de una cruz embrazada por dos ángeles.

La imagen de Nuestra Señora de las Penas Como ya hemos escrito en otros trabajos, carecemos de inventarios antiguos de la iglesia de San Francisco hasta el momento, no hallándose tampoco descripciones de las imágenes que albergaba el templo antes de la desamortización. Los dos documentos con los que contamos para conocer las condiciones del templo, lamentablemente, son posteriores a la llegada de los Agustinos. El primero es parte del Elenco o Inventarios de la Parroquia de los Remedios de 1919 5 , que no se conserva en las copias de su Archivo, pero sí en el Archivo Diocesano de Cádiz 6 . y el segundo es un inventario que el 22 de enero de 1921 sometió el P. Aurelio Martínez a aprobación del Gobernador Eclesiástico de la Diócesis, Eugenio Mac­ Crohon y Seidel 7 . El Elenco de 1919 describe la Iglesia de San Francisco, como de 26 metros de

largo por 10 metros de ancho. Piso de ladrillo cocido, bastante húmedo. Altares: El mayor, tres en la nave del Evangelio y cinco en el de la Epístola. El mayor tiene por titular la Inmaculada que lo es también de la Iglesia. En la nave del Evangelio: ¡o Virgen de los Dolores, 2° San José, ]0 Beato San Juan Bautista de la Concepción; y en la de la Epístola: ¡o San Francisco, 2° San Antonio, ]0 La Milagrosa, 4° Santa Rosa, 5° San Luis Gonzaga. A pesar de su parquedad y falta de detalle de las imágenes secundarias es quizá la descripción más útil que hemos hallado. En el inventario de 1921 el Sagrario está fijo en el altar de San José. Figuran el Altar Mayor (con las imágenes de S. Pedro, S. Rafael y otras dos de los nichos

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), p. 131-3.

(5) ARCHIVO PARROQUIAL W.5'. DE LOS REMEDIOS. Elenco nuevo 1919. (6) ARCHIVO DIOCESANO DE CADIZ, Secreraría. Parroquias. Ceura. Legajo 444. (7) COLEGIO SAN AGUSTIN, Libro de acras de la comunidad, fols. 91-2 e Invemario de la Iglesia de S. Francisco con notas de 1921-2.

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Misericordia. Foto J.L.G.Barceló, 2005.

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LA VIRGEN DE LAS PENAS DE LA IGLESIA DE SAN FRANCISCO DE CEUTA

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altos que no identifica) y los de San Antonio, S. Francisco, S. José y la Virgen de los Dolores, más las imágenes de S. Pedro y S. Rafael. En este documento se dan de baja las imágenes y altares de S. Luis, Santa Rosa, y Beato Juan Bautista de la Concepción, pero no menciona el de la Milagrosa. Además, señala la existencia de una Inmaculada Concepción propiedad de las Hijas de María, y que parece confirmar una larga devoción como centro del retabloS, en conexión con el patronazgo que la Inmaculada tiene sobre la orden franciscana. Como vemos, en ambas relaciones aparece una Virgen de los Dolores, que la tradición oral nos confirma como la dolorosa que hoy recibe el nombre de Nuestra Señora de las Penas. ¿Cuál fue su origen? Es difícil saberlo. La falta de inventarios no nos permite conocer la causa de que no se conserven las primitivas imágenes del templo, lo que queda muy patente a la vista de los tres retablos mayores. ¿Qué fue de ellas? ¿Tal vez fueran reclamadas por el Estado, ya que como hemos señalado, a consecuencia del patronato regio, todos los gastos que se produjeron desde su fundación corrieron a su cargo, según señalaba el informe de Francisco Antonio de Montes 9 o simplemente las asociaciones y clero que se hicieron cargo del templo las fueron eliminando? Algunos relatos nos hablan de numerosas imágenes arrumbadas en sus almacenes en otra época, y la existencia de un magnífico S. Francisco que acabaría en manos del escultor Manuel Pineda Calderón. Las fuentes locales relacionan el origen de nuestra Dolorosa con el Convento de Trinitarios, cuyas imágenes fueron distribuidas, tras la demolición de su templo, en 1892, por el resto de los locales, pero el único autor que habla de ese reparto -Salvador Ros Calaf lo sólo señala para la Iglesia de San Francisco la de San Juan Bautista de la Concepción. Así las cosas, la imagen pudo ser lo mismo de alguno de los dos conventos locales como procedente de alguna donación de particulares o eclesiásticos. Conocemos tres restauraciones importantes de la talla de la Virgen de las Penas. La primera de ellas fue encomendada al escultor local Bonifacio López Torvizco en 1944. Según se ha escrito en diferentes trabajos, fue él quien le añadió una cabellera confeccionada con estopa y escayola, aplicándole una encarnadura

(8) Esta imagen la identificamos con la Inmaculada Concepción que se venera actualmente en la Parroquia de Sama Teresa de Cellta. (9) MONTES. Francisco Antonio de. NOIieias e.wc{()s de la ji,"doció" de Cell/({ \" por qaiell. SIl ol7ligiiedod, dlleiíos qlle /1(1'0 ell ella, 1I0ciolles que la gohel"llaral7. hasla qlle por la IraiciólI del COllde D. JllliÓII file elllregada a los 1II0ros, eOllquis/({ qlle hi:o el Rn' de Ponllgol D. JUOII 1" ell UlliólI de sus Ires IlIjos 1II(l\"Orcs para gralljeárselo a aquellos ell el (l/jo 1415. Gellewles qlle desde esla fecha la hall 1II0lldodo has/({ ho\". así por Ponllgol COIIIO por Esp(l/ja. illclll\"el7do m:ólI e.wc!o de los Ohi.lpos qlle hall gohel"llado Sil Iglesias el7 lielllpo de U170 \" olm COrollO \" olros OSUIlIOS paniclllares. Biblioteca Nacional de Catalunya. Fondo Mariano Ferrer Bravo. Ms. 1379-4: "En el año de 1677 y en virtud de Real Cédula de S.M. de 20 de agosto. se dio principio a la creación y fábrica de la Iglesia y Convento referido del orden de descalzos bajo la invocación de la Santa Cruz y los reparos y obras que en él han ocurrido se han hecho por cuenta de la Real Hacienda." (10) Ros y Calar. S. Hislorio eclesiáslico \" civil de la célehre ciudad de Ceu/((. revisada con la Memoria de los Obispados de Cellta y Tánger. Cellta 1912, inédita. cap. XXVI.

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de tonos amarillentos, que le daban un aspecto dramático, del cual se cuenta que "lloraba lágri mas de sangre"!!. La segunda restauración se encomendó al imaginero sevillano Luis Alvarez Duarte, tras su participación en un acto de la Hermandad de las Penas en Ceuta, celebrado el 28 de junio de 1983 12 . José Antonio Nieto describe así el resultado: "El riesgo de los rectores responsables era grande pero durante el desarrollo de la restauración, el trabajo encargado dio origen a su reflejo elogioso en la prensa sevillana. Retocó el pelo, manos y rostro, aun respetando escrupulosamente su expresión y actitud de la boca, proporcionándole nueva encarnadura, adhiriendo lágrimas en su justo lugar y confeccionando un candelero acorde, así como mecanismo de manos, toda vez que se trataba de imagen "de vestir". Su importe ascendió a 250.000 pesetas." En el proceso de restauración, el imaginero descubrió las iniciales B.M., lo que unido al estudio de la imagen y el estado de sus maderas llevaron a Luis Alvarez Duarte a atribuirla al imaginero valenciano, BIas Molner, que falleciera en la capital hispalense en 1812. Molner fue discípulo de Cristobal Ramos y profesor de modelado de la Escuela de Bellas Artes de Sevilla desde 1775, atribuyéndosele entre otras las imágenes de la Virgen de los Dolores de Las Penas de San Vicente y la Magdalena del paso de la Lanzada l >. Por último, en la década de los 80 volvió a ser restaurada por el profesor de la Universidad de Sevilla Juan Manuel Miñarro, ante los deterioros propios del tiempo y de las peculiares condiciones climáticas de la población, caracterizadas por el excesivo índice de humedad.

Procesiones de la Virgen anteriores a la fundación de su Hermandad Si no podemos asegurar que la imagen tenga su origen en el convento de franciscanos o en el de trinitarios de la Ciudad, resulta igualmente difícil saber si ésta procesionó durante el siglo XIX y comienzos del XX. En los programas de Semana Santa de los años 80 se insinuaba que pudo haber la intención de crear una cofradía en 1916, año en el que podían haber procesionado las imágenes de la Virgen de las Penas y el crucificado del Perdón. Sin embargo, nada hay que confirme tal aseveración.

(11) CelllO ¡\!a:arello. nO 1. 1995. p. 24. (12) NIETO LARRINAGA. JA Hi"lorio .,. vicisilUde" de la Hermalldad de Pellilellcia de lo" Pellas de CelllO (l. de Sall Fmllcisco). Cel!/o 1988, p. 64. (13) Carrero Rodríguez. Juan. Dicciollario CoJi'ade. Sevilla 1980. p. 187.

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Respecto a su primer desfile procesional por las calles de Ceuta, Nieto Larrinaga escribe que reorganizada en 1943 la Hermandad de la Expiración, esta solicitó a la Comunidad de PP. Agustinos la cesión de la Dolorosa para hacer estación de penitencia con ella durante la Semana Santa, y afirma que el Miércoles Santo de 1944 se trasladó en Vía Crucis desde la Iglesia de San Francisco a la de Nuestra Señora de Africa, para realizar al año siguiente el encuentro con Nuestro Padre Jesús Nazareno, en paso de palio, e incorporándose en fecha posterior al paso de misterio del Cristo de la Expiración 14. Un encuentro que aún encontramos en el Programa de la Semana Santa de 1947. A este respecto podemos aportar un curioso documento que hallamos en el Archivo Diocesano de Cádiz, formando parte del expediente de aprobación de la Hermandad de 1947. Se trata de la Aclaración que redacta su primer Hermano Mayor, Jesús Martínez y Alcalá Galiana, ante las dificultades que había puesto el fiscal del Obispado para su aprobación. En la misma dice que en 1945 un grupo de devotos que habían comenzado a dar culto a la dolorosa de San Francisco, bajo la advocación de Penas, decidieron sacarla en procesión el Jueves Santo. La intención de estos devotos era unirse a la recién constituida Hermandad de la Expiración, pero el problema de la localización de la imagen del Cristo en San Francisco y el crucificado en la Catedral, no estando dispuestos sus propietarios a cederlos a otro templo, se decidieron a hacer fundaciones independientes. Así pues, y a pesar de la titulación de la Hermandad como Cofradía del Santísimo Cristo de la Humildad y del Perdón y María Santísima de las Penas y Loreto, la falta de una imagen Cristo de las características requeridas dieron por resultado el que durante toda la década de los 50 lo hicieran con el Cristo del Perdón y la Misericordia que existía desde comienzos del siglo XX en la Iglesia de San Francisco, y que había sido adquirido como expiación por el robo de determinados efectos de la Iglesia. La titulación tiene dos peculiaridades que han de ser explicadas. La primera de ellas es la elección del Cristo de la Humildad y del Perdón, a iniciativa del Obispo de Cádiz y Ceuta Tomás Gutiérrez Díez, que ya en la Aclaración de Jesús Martínez y Alcalá Galiana define como luego será esculpido por el taller de José Rabassa Pérez: "la imagen de Nuestro Señor Coronado de Espinas y cubierto de clámide con la caña en sus manos"; la segunda, nueva advocación de la Virgen como de las Penas y Loreto, lo que venía dado por el patrocinio del Arma de Aviación, que se mantendría hasta la repatriación a la Península del Ejército de Marruecos, en

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(14) Nieto Larrinaga. lA. op. e/l., p. 7. (15) Como ejemplo de su temprana desaparición podemos encontrar los programas de Semana Santa de esos años y el número de la revista Cm~ de Guia de J 962.

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La fundación de la Cofradía Como se ha indicado anteriormente, en los programas de la década de los 80 del siglo XX se halla un apunte sobre la posible intención de fundar una cofradía alrededor de la Dolorosa de las Penas y el Crucificado del Perdón de la Iglesia de San Francisco, que fechan en 1916, año que también apuntan como de un primer desfile procesional. La dirección de esos programas corría a cargo del entonces Presidente de la Agrupación de Cofradías y Hermandades y Cronista Oficial de la Ciudad, José García Cosío, a quien se atribuye esta nota por José Antonio Nieto Larrinaga l6 . Como este último autor, no tenemos ningún elemento objetivo para afirmar tal cosa, que parece estar dentro de la tradición local de aquellos momentos de tratar de acercar la fundación de buena parte de nuestras cofradías y hermandades a la decana y matriz de muchas de ellas, la Venerable y Real Cofradía de Penitencia del Santo Entierro de Nuestro Señor Jesucristo y María Santísima de la Soledad. Entre la fecha en la cual se hace cargo del templo la Comun idad Agustina -1914­ y la fundación de la Cofradía sólo habrá un momento de everfescencia asociativa, fomentado por el padre Gabino de Olaso y Zabala, en 1927, quien entonces era director del Colegio y Superior de la Comunidad. El fue quien solicitó en ese año la aprobación de tres asociaciones que serían aprobadas por el Obispo Marcial López Criado J7 , pero ninguna de ellas tenía carácter penitencial: La Pía Unión de Madres y Esposas Cristianas, la Asociación de Santa Rita de Casia y de Santa Clara de Montefalco y la Pía Unión de San José de la Montaña. Como también se ha indicado, la Cofradía tiene su origen a mitad de la década de los 40, del siglo XX, cuando un grupo de hermanos comienzan a darle culto a la Dolorosa de la Iglesia de San Francisco, a la que desde entonces darán el nombre de Nuestra Señora de las Penas. Coincidente en el tiempo, se había reorganizado en la Santa Iglesia Catedral una Hermandad en torno al Cristo de la Expiración, que tenía su origen en una sección de la Real Cofradía del Santo Entierro. Estos últimos trataron de conseguir la cesión de la Dolorosa para que procesionara con su crucificado, pero para ello tenían la dificultad de que ni la comunidad agustiniana estaba de acuerdo con ceder la talla de la Virgen ni tampoco la Catedral en hacerlo con su crucificado, por lo que ambas hubieron de tomar caminos diferentes. Este preámbulo es necesario para entender los problemas con que contó la Hermandad de las Penas para conseguir su autorización del Obispado de Cádiz, al presentar sus Reglas al Prelado, ya que el fiscal entendía que sus impulsores trataban de escindirse de la Cofradía de la Expiración. A este inconveniente,

(16) Niela Larril1aga. ofJ. cil .. p.21. (17) A RCHIVO DIOCESANO DE CADIZ. Secre/(/rfa. Co/radfas .l' Asociaciones. Legajo 654-111. Carpela de las Cofradías de la Iglesia de San Francisco.

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contestaba su Hermano Mayor, Jesús Martínez y Alcalá Galiano, en un escrito que constituye un documento precioso para conocer el origen de la Hermandad y que da contestación a los inconvenientes que veía el fiscal a las reglas que había redactado el escritor, abogado y buen conocedor del movimiento cofrade andaluz, Joaquín Amador García:

«ACLARACION. Que el punto l° de su Informe, pide el Ilmo. Sr. Fiscal del Obispado de Cádiz, y que emite la Junta Organizadora de la Cofradía de Penitencia del Santísimo Cristo de la Humildad y Paciencia y Nuestra Seiiora de las Penas.­ No existe escisión de Cofradías, ya que no había constituida ninguna hermandad o Cofradía. En la Santa Iglesia Catedral de Ceuta, se venera una imagen del Santísimo Cristo de la Expiración, que en la Semana Santa era sacada procesionalmente por la Cofradía del Santo Entierro; los devotos de esta imagen se agruparon a su alrededor y organizaron una hermandad que sin estar canónicamente erigida, le daba culto y trataban que en la salida procesional, fuera lo más esplendorosa posible. En la Iglesia de San Francisco (PP. Agustinos) existía olvidada una preciosísima imagen de Nuestra Señora de los Dolores, a la que otro grupo de devotos empezaron a rendir culto intitulándola de las Penas. y deseosos de que este culto se exteriorizase, la sacaron procesionalmente en el Jueves Santo de 1945. Puesto que los devotos o cofrades (mal llamados cofrades ya que no existía la Cofradía) de la Expiración, salían solos con el Cristo, sin Virgen, y los devotos (también mal llamados cofrades por la misma causa) de las Penas, salían solos con la Virgen sin Cristo, se pensó en un principio en constituir con ambas imágenes una sola Cofradía, pero se tropezaba con el inconveniente que ya detalla oportunamente el Ilmo. Sr. Vicario General de Ceuta, de que la Virgen radicaba en la Iglesia de San Francisco y el Cristo radicaba en la Santa Iglesia Catedral. Ni el Cabildo Catedral se desprendería de Cristo ni los Padres Agustinos se desprenderían de la Virgen. Así las cosas, tuvimos la honra de ser visitados por nuestro Excelentísimo Prelado, y en audiencia especial que tuvo la bondad de concedernos, le notificamos de todo cuanto antecede y de los obstáculos que tropezábamos para la erección canónica de la Cofradía de las Penas, aconsejándonos Su Excelencia Reverendísima que o se adquiriera una Dolorosa para la Catedral o se adquiriera un Cristo para San Francisco, ya que estando separadas ambas imágenes no podían constituir cofradía.

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Ante lo aconsejado por el Excelentísimo Seí"ior Obispo, se adoptó para San Francisco la imagen de Nuestro Seíior Coronado de Espinas y cubierto de clámide con la caíia en sus manos, para que agrupándola con la Virgen de las Penas, constituir la Cofradía que nos ocupa. En la Santa Iglesia Catedral, los devotos del Cristo de la Expiración adquirieron una imagen en Sevilla a la que han intitulado Nuestra Seíiora del Amor, para agruparla al Cristo y constituir también su cofradía oportuna, teniéndose noticias de que sus Reglas se están redactando para someterlas a aprobación. Por lo que concierne a los medios necesarios para la vida de cada Cofradía notificamos que la del Santísimo Cristo de la Expiración y Nuestra Seíiora del Amor, está integrada por una multitud de devotos que primeramente se agrupan junto al Cristo, a los que se han unido toda la oficialidad del Cuerpo de Intendencia de Marruecos, que patrocina la repetida Hermandad; y la que nos ocupa, del Santísimo Cristo de la Humildad y María Santísima de las Penas, que está nutridísil11a no sólo por los que ya se agrupaban alrededor de la Virgen, como devotos suyos, sino por haber ingresado en ella, todos los alumnos y ex-alumnos del Colegio de Padres Agustinos de esta Ciudad, que son los que regentan la Iglesia de San Francisco en que está enclavada. Referente a la segunda, las presentes Reglas, más que breves, son concisas, habiendo sido prevista la suplencia de Secretario y Mayordomo en la Regla cuarta. Referente a la impugnación tercera, queda solventada en la Regla segunda. Las impugnaciones cuarta y quinta, quedan también solventadas en las reglas tercera y en las quince y diecisiete. La impugnación sexta, se solventa en la regla catorce, y la regla dieciocho. La impugnación séptima se aclara con la regla 21.final. Creemos que una vez que las Reglas, reformadas en cuanto se ha dignado advertir el Ilustrísimo Seíior Fiscal del Obispado de Cádiz en su detallado y jurídico informe, merecen la superior aprobación del Excelentísimo y Reverendísimo Sei10r Obispo merced ésta que anhelamos y que por la gracia de Dios Nuestro Sei10r y la mediación de su Santísima Madre esperamos, en Ceuta a 15 de abril de 1947. El Hermano Mayor Jesús Martínez y Alcalá Galiana.»

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LA VIRGEN DE LAS PENAS DE LA IGLESIA DE SAN FRANCISCO DE CEUTA

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A la vista de las aclaraciones de la Cofradía, el Obispo D. Tomás Gutiérrez Díez refrendó su aprobación con fecha 26 de abril de 1947 18 .

La vida cofrade Tras la aprobación de la Cofradía, sus hermanos, familias locales ligadas al Colegio San Agustín y a los teatros, hubieron de hacer un doble esfuerzo por conseguir apoyo personal y material (afiliación de hermanos, patrocinios y colaboraciones económicas) así como iniciarse en el movimiento cofrade, entonces bastante escaso en la población. Poco a poco, los hermanos y sus aportaciones fueron haciéndose más numerosos y gracias al matrimonio del Coronel Jefe de la base aérea de Sania Rame1 con una hija de propietario del Teatro Español de Tetuán, el patrocinio del Arma de Aviación, que se mantendría hasta su repatriación a la Península, en 1960, consecuencia de la Independencia de Marruecos de 1956. Poco después sería reemplazado por el Regimiento de Infantería n° 54, el conocido como Fijo de Ceuta, que a mediados de la década saldría de Ceuta, para sucederle el Grupo de Regulares de Tetuán nO 1, que en 1985 quedó integrado en el Regimiento de Infantería Ligero Regulares de Ceuta nO 54. Actualmente no mantiene patrocinio militar alguno. Como también se ha apuntado anteriormente, tras haber procesionado con el Crucificado de la Catedral, la Virgen de las Penas no podía hacerlo sola y por ello se decidió que lo hiciese con el Crucificado del Perdón y de la Misericordia existente en la Iglesia de San Francisco. Sin embargo, tanto las Reglas como la opinión del Prelado habían sido claras y, por ello, en 1960 se decidió realizar una imagen de un Ecce Horno. En aquellos momentos, la Cofradía de la Vera Cruz que patroci naba la Asociación de Funcionarios y Empleados Municipales habían adquirido una Dolorosa al taller valenciano de José Rabassa Pérez, que recibe el nombre de Nuestra Señora del Desamparo. A él se encargó la imagen de Cristo, que fue pagada en tres plazos de 9.000 pesetas en 31 dejulio de 1960, 14 de febrero de 1961 y un último de 11.515 en 31 de julio de 1961, habiendo llegado la talla a la ciudad el 21 de marzo de 1961. Nieto Larrinaga l9 , en su obra sobre la Cofradía, dirá: "La referida imagen,

en forma de Ecce hamo, como ha quedado expuesto, a fuer de ser sincero y ponderado, no era de una gran calidad técnica, pero poseía una mirada tierna, serena y resignada, calando pronto en el alma de los ceutíes y adquiriendo gran carisma y devoción, procesionando aFias después con un manto rojo prendido de uno de sus hombros, y aunque no se haya reconocido, muy probablemente para ocultar las deficiencias y exagerada anatomía y heridas en espalda, y conste

izeo. Foto (18) Ibídem. Carpe/{! de la Cofradra del CrislO de /a Humildad. (19) NielO Larrinaga. J.A. op. cil., p. 31.

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JOSÉ LUIs GÓMEZ BARCELÓ

que nunca se ha cuestionado el acierto de lo obra imaginera en una escala de valores." En la revista Ceuta Nazarena 20 se explica también la impresión que daba a los cofrades locales: "El Cristo de la Humildad y Paciencia es un Ecce-Homo tallado por el valenciano José Rabassa Pérez. llegó a Ceuta el 3 de marzo de 1961. 1mogen eminentemente devocional, cuya dulzura de expresión es su mejor característica. Muestra una anatomía, muy blanda en su modelado, que pone de manifiesto su procedencia levantina. Jesús aparece sentado en un toburete con las piernas totalmente cubiertas por un curioso paño que presenta estofados con cartelas de regusto rococó en cuyo interior se dibujan atributos pasionistas. Es, en definitiva, una obra bastante alejada de los cánones imagineros andaluces. "La readaptación de la imagen del Cristo se hizo esperar hasta el año 1986. De nuevo es Nieto Larrinaga quien aporta los contactos seguidos por la Junta para elegir la persona idónea. El escultor ceutí, entonces afincado en Estados Unidos, Angel Ruiz Lillo dictaminó que la imagen era plenamente restaurable, ya que incluso había habido dudas sobre si era realmente de talla, siendo otro pintor ceutí, José Abad Gómez, quien recomendó a Juan Manuel Miñarro López, entonces joven imaginero y hoy uno de los artista y profesores más reputados de la Universidad Hispalense, a cuya opinión se sumaron Manuel Guzmán Berajano y Antonio Díaz Fernández, ligados desde antiguo a la Hermandad por los trabajos en el paso de Cristo. La imagen partió de Ceuta el 13 de noviembre de 1986, para estar de vuelta antes de los cultos de 1987, siendo su importe de 300.000 pesetas. Como dirían los autores de Ceuta Nazarena, el resultado fue el retallado "de cabellos y barba y una nueva policromía, a excepción del paño... con la que adquirió un aire más barroco, ganando expresión sin perder su clásica estampa."A lo que Nieto añadirá" "La imagen de nuestro Cristo, aún sin haber perdido su característica fisonomía, presentaba el aspecto de una cruel realidad. Las heridas y regueros de sangre en cara y espalda, al decir de la inmensa mayoría, estaban muy logrados; la cara se había envejecido como consecuencia de la tortura, la mirada y boca no podían ser más expresivas, el hematoma producido en el pómulo izquierdo por la bofetada recibida sobrecogía; la corona e espinas junto con las potencias doradas producían un impresionante realismo, y la espina de Santa Brígida en una de las cejas del Señor tompoco faltaba. El cordón y caña dorados se habían permutado por un sencillo y humilde trenzado y una caña de bambú, posiblemente como Cristo debió ser presentado en el Sanedrín." Respecto a la presencia en las calles de Ceuta de la Hermandad, esta destaca por la alegría de sus hermanos. Desde 1968 es portada a hombros por estudiantes del Colegio San Agustín y hermanos de la Cofradía, siendo grande su acompañamiento. Además, desde el año 1986 tiene la nominación de Agustiniana, por concesión del

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Prior General de la Orden de San Agustín P. Martín Nolán, fechada en la Curia General de Roma el 3 de junio de 1986, imponiéndosele la correa agusti niana a la Virgen el 28 de agosto de ese mismo año, día de San Agustín y XVI Centenario de la Conversión del Obispo de Hipona. El paso de palio, en principio de Antonio Pérez del Barrio, del que conserva hoy sus respiraderos, tiene sus varales, candelabros de cola, jarras y peana de la Virgen de Manuel de los Ríos, siguiendo un diseño de Dubé de Luque, mientras que el paso de Cristo fue encargado en 1961 al taller de Antonio Castillo Lastrucci 21 , y reformado en 1972 por un taller de carpintería local, en 1985 por Antonio Díaz Fernández y restaurado en 2005 por Daniel Bellón, destacando en su canastilla las cartelas y evangelistas de Ricardo Rivera. La candelería es de Rafael Marín Díaz. Igualmente, son muy apreciadas las labores de bordado, entre ellas las bambalinas y estandarte del taller de los sucesores de Esperanza Elena Caro y las sayas de Carrasquilla, una de las cuales está confeccionada, en buena parte, con bordados de Juan Manuel Rodríguez Ojeda.

Epílogo La Fervorosa y Agustiniana Hermandad de Penitencia y Cofradía de Nazarenos del Santísimo Cristo de la Humildad y Paciencia y Nuestra Señora de las Penas celebró el 4 de octubre de 1997, con una salida extraordinaria, el cincuentenario de su fundación. Era el colofón a una serie de actos con los que quisieron destacar tantos años de amor y devoción por sus titulares. El programa de actos se presentó el 12 de marzo de 1997 y, sin tratar de compararlo con lo que para todos sus hermanos y devotos significó su salida extraordinaria, hemos de destacar por su emoción la cena de hermandad durante la cual se entregaron sendas placas de homenaje a tres de sus fundadores: Da Elena Trellisó, verdadera alumbradora de la idea y viuda de su primer Hermano Mayor, Jesús Martínez Alcalá Galiano; D. Antonio Salas Gabarrón, cuya familia fue germen de buena parte de las primeras iniciativas y D. Joaquín Amador García, que por su avanzada edad la recibió días más tarde, recordando haber sido él quien redactara sus primeras Reglas. Durante estas ya casi seis décadas de vida, la hermandad no ha hecho otra cosa que fortalecerse en vida espiritual y cofrade, constituyendo uno de los mejores ejemplos de como se vive la Semana Santa en Ceuta.

(21) ROSA MATEaS, A. de la. Ccwillo Las¡rucci en la Ciudad de CewCl, Cádiz 2005, pp. 48-9.