La vida es sueño: cielos, destino y Dios

Kramer 1 Andrew Kramer Span 380 10 abril 2014 La vida es sueño: cielos, destino y Dios La obra, La vida es sueño, de Pedro Calderón de la Barca, es quizás una de las obras teatro más reconocidas del Siglo de oro. Con gran inspiración de tópicos antiguos, la obra se presenta como la primera representación teatral de la metáfora que compara la vida con un sueño. En el contexto de esta metáfora, un tema que preocupa a Calderón y los personajes en la obra es el tema del destino y la libertad frente al destino. Estudiosos llevan años investigando dicho tema y aún no llegan a una conclusión firme. A simple vista, el destino en La vida es sueño parece ser algo controlado por los cielos, pero un estudio detallado de la obra presenta el destino en términos de una filosofía religiosa. Este trabajo demostrará que los cielos no controlan el destino, sino que son evidencia de Dios y su providencia; un porvenir que ningún ser humano puede averiguar. Con esta obra, Calderón transmite un mensaje religioso que afirma que lo importante en esta vida es obrar bien con el buen uso del libre albedrío que, a través de la gracia divina, Dios se le concede a sus hijos en este mundo. Parte I: El hado y el destino Desde el inicio de la obra, el hado se presenta como una fuerza dominante de la vida de cada personaje. El texto está lleno de referencias astrológicas bajo el uso de varias palabras como “cielos”, “astros” y “suerte”. Cuando Segismundo aparece por primera vez en el escenario, vemos a un personaje enojado, gritando a los cielos “¿qué delito cometí contra vosotros naciendo?” 1. Cabe destacar que en esta escena Segismundo sabe que lo que le ha pasado es algo

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La vida es sueño I, 169

Kramer 2 injusto ya que reconoce que el ser humano tiene más libertado que el ave, el bruto, y el pez, pero él está encerrado y privado de su libertad por los cielos. Aquí, aunque el castigo sea injusto, los cielos se presentan como una fuerza ajena, que se aceptan tal como son porque están “fuera del control del ser humano” 2. La esclavitud que sufre Segismundo es lamentable y él no lo entiende, pero así es la vida para él. No conoce algo diferente y de alguna manera acepta que es su destino estar encerrado en la torre. Pero ya de este momento uno se ve las siembras de que que Segismundo está harto de estar privado de su libertad y ya quiere recuperarla. De todos los personajes de la obra, Basilio es él que se cree experto en los astros; un comentario que afirma diciendo que los astros “son el estudio mayor de mis años”3. Sus años de estudios parecen enfocar en el sólo fin de usar los astros como manera de averiguar el destino del ser humano. Tan dedicado son sus estudios que incluso decide encerrar a su hijo en una torre para que no se cumpla su interpretación de un hado diciendo que Segismundo sería un príncipe cruel y que dividiría el reino4. Según Ysla Campell, aunque Basilio es quien más estudia los cielos, parece ser el que menos cree porque, pues desde el inicio vemos sus dudas cuando afirma que el hombre “predomina en las estrellas” 5. Si el hombre predomina en los cielos, Basilio tiene que buscar evidencia de que está haciendo lo correcto al privarle a su hijo su lugar natural como príncipe legitimo. Ya reconoce que la ley cristiana va encima de los cielos. Decide probar los cielos para ver si el destino de su hijo se cumplirá o si se convertirá en un buen rey. Muchos estudiosos señalan a las referencias astrologicas como evidencia de alguna forma de “predestinación” que controlan la vida de cada ser humano, cuando en verdad no tienen nada que ver con el destino ni la predestinación. Según Ángel Valbuena Briones, el hado es sobretodo

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Campell 76 La vida es sueño I, 188 4 La vida es sueño I, 186-196 5 La vida es sueño II, 205 3

Kramer 3 un recurso dramático y que tiene poco que ver con la predestinación. Aunque Calderón era dramaturgo de la corte, el fin de sus obras era producir diversión y para hacer eso, Calderón usaba el tema de los astros que interesaba a todas las clases sociales de la época6. Por eso, no vale investigar más la idea de si los astros controlan el destino o no porque ni calderón ni su público creía en el poder de los astros. Lo absurdo de las conclusiones astrológicas de Basilio es lo que causaba la diversión de la obra. Nadie creía que Segismundo sería cruel por lo que estaba escrito en los cielos. Al final, Calderón y su público sabía que los astros y los cielos eran “una ciencia vana e imposible” como decía Quevedo7. Por eso, resulta inútil investigar más la absurda idea de que los cielos controlan el destino del ser humano ya que los cielos, para calderón son una simple forma de entretenimiento. Luego de estudiar la influencia de los cielos a nivel poético, cabe estudiar su importancia a nivel filosófico, ya que Calderón de la Barca se ordenó sacerdote de los Dominicanos en los mayores años de su vida. Aunque La vida es sueño en sí habla muy poco de Dios, es importante estudiar el Auto sacramental, la vida es sueño, una obra mas alegórica y religiosa, para entender mejor las verdaderas intenciones de Calderón con el uso de los cielos. Al empezar el Auto, La sabiduría afirma al entendimiento que “todas las ciencias, de que son fieles testigos los astros” 8, lo cual, según Tomás Carreras y Artau parece inferir que los cielos son en sí son evidencia de la presencia “testigos de la presciencia divina” . Muchos han intentado distinguir entre los términos “astros”, “Cielos” y “hado”, pero resulta que en la época de Calderón esas palabras eran casi sinónimas y al final todas era “evidencia de la providencia divina”9. Calderón creía que cada ser humano entraba en la vida con un papel designado por Dios, y a través de la providencia divina

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Briones 12 Carreras y Artau 160 8 Auto Sacramental, la vida es sueño, 472 9 Carreras y Artau 158-159 7

Kramer 4 era el destino de cada uno cumplir con las funciones de dicho papel 10. Alexander Parker considera que la providencia divina creía un concepto de vocación dentro de cada ser humano y que esa vocación se le consume la vida a uno y se convertía en “The aim in life…and became implanted within one” 11. Es decir, de cierta manera todos nacimos con el único objetivo de cumplir con un papel asignado por dios. Se sabe que Calderón era providencialista y con el engaño de los cielos presenta es su crítica de las practicas astrológicas que se estudiaban con frecuencia en la época, algo que consideraba un acto de desconfianza en el poder de Dios12. Calderón estratégicamente pone a prueba al rey Basilio como evidencia de lo que pasa cuando uno desconfía en la providencia divina. Con el hado “cumplido” y Basilio derrotado, Segismundo afirma la verdadera creencia de Calderón, diciendo que lo que está determinado en el cielo “Dios con el dedo escribió…nunca engaña, nunca miente; porque quien miente y engaña es quien, para usar mal dellas”13. Es decir, Dios es él que decide el destino de cada ser humano y quien intenta en vano averiguar lo que él ha dictado dios sólo lo hace por su propio beneficio. Basilio afirma que encerró a Segismundo para proteger a su reino, cuando en verdad solo lo hizo por su propio bienestar: privarle a su hijo su lugar natural como rey14. Con la caída de Basilio, Calderón expone su verdadero mensaje religiosa: un mensaje que afirma que “God’s writing can never be directly read by man”15 y que esa información es sólo reservada para Dios e intentar averiguarla solo lleva a la perdición 16. Al final, Basilio admite su error con la afirmación que “mi patria he destruido” 17 y la rebelión que tanto intentaba evitar se le ha consumado a todo su

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Carmen Hsu (Discusiones en clase) Parker 100 12 Gil 240 13 La vida es sueño III, 284 14 Krabbenhoft 258 15 Lorenzo Ch. 4 16 Mayedu 288 17 La vida es sueño II, 258 11

Kramer 5 reino. Con un estudio de Basilio, queda claro que intentos en vano de saber el destino de un ser humano sólo lleva a la ruina. Basta con saber que estamos aquí porque Dios lo quiso así. Parte II: El libre albedrío y la gracia divina Con un simple estudio de La vida es sueño, queda claro que los personajes gozan de algún tipo de libre albedrío que les permite tomar sus propias decisiones con libertad, aunque estén confiados por el destino. Basilio decide libremente encerrar a su propio hijo y Rosaura decide venir a Polonia a recuperar su dignidad. Lo que queda menos claro en la obra es la cuestión de ¿De dónde viene el libre albedrío? Otra vez, para verdaderamente contestar esa pregunta, vale echar otro vistazo al Auto Sacramental, la vida es sueño, para poder entender la mente de Calderón desde una perspectiva más religiosa. El Auto presenta una historia detallada del ser humano desde la creación hasta la rendición y en dentro de ése contexto histórico, se habla mucho de la relación especial entre Dios y el ser humano. Cuando el Entendimiento le dice al hombre que Dios “te hizo a semejanza suya” 18, lo cual quiere decir que el hombre es un ser especial en los ojos de dios y esta creación es lo que le da la dignidad al hombre. Es decir, Dios creó el hombre, un ser tan especial que se le otorgó un libre albedrío con que “(el hombre) use del mal o el bien” 19. Con esta cita, es obvio que Dios tiene cierta confianza en el ser humano que ha creado. Se le concede el libre acción y confía que él hombre sí va a actuar según su papel en la vida. Es decir, él hombre nació por la gracia de Dios y así le debe una dependencia absoluta y por eso la libertad que goza el hombre es sólo posible dentro de esa misma relación especial. Para Alberto Gil, el intento del hombre de liberarse de esa relación es la

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Kramer 6 causa de los pecados y sólo lleva a la ruina”20. Con un estudio detallado del Auto Sacramental, se ve que el libre albedrío que goza el ser humano sí viene de la gracia divina. Resulta más fácil ver evidencia del libre albedrío de Dios cuando uno compara los personajes de Clarín y Basilio. Durante la batalla en el tercer acto, los dos personajes se acercan a lo que saben es un destino común: la muerte. Enfrentados con este destino, cada personaje libremente reacciona de manera distinta: Clarín se huye y se esconde, pero Basilio se pone de rodillas y enfrenta a su hijo y enfrenta a su destino. Aquí se ve que aunque el destino siempre es presente, no “obliga al individuo a actuar de determinada forma” 21. Usando el espectáculo teatral como metáfora de la vida humana, queda claro que Calderón intenta transmitir el mensaje religioso que cada persona nace predestinado por la gracia divina, pero son libres de actuar de la manera que eligen y así cumplir su papel escrito por dios en esta vida. Luego de haber estudiado el destino y el libre albedrío, es importante discutir una cuestión fundamental de La vida es sueño: ¿El hombre puede vencerse y liberarse del destino? Con este intento, Basilio pone a prueba a Segismundo en el segundo acto, y al final lo regresa a la torre después de haber determinado que los cielos decían la verdad y que su hijo era un príncipe cruel. Muchos estudiosos ponen a Segismundo de ejemplo de que sí se puede vencer el destino, aunque esa opinión tiene sus fallas. En las propias palabras de Basilio en el primer acto dice que Segismundo sería “El hombre más atrevido el príncipe mas cruel…por quien su reino vendría…había de poner en mí las plantas; y yo, rendido a sus pies me había de ver” 22. El hado en sí cumple; Segismundo recupera su lugar legitimo como heredero y Basilio se rinde a sus pies, pero aun así Segismundo logra superarse de la parte de “atrevido y cruel” de su destino.

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Pg. 6 Campell 77 22 La vida es sueño I, 191 21

Kramer 7 Aunque no se puede escaparse del destino totalmente porque cada ser humano cumple un papel de dios en esta vida, Calderón deja abierta la posibilidad de vencer las partes malas del destino cuando Clotaldo dice que “No es cristiana determinación decir que no hay reparo a su saña23. Es decir, Dios se le concede a cada ser humano la oportunidad de superar sus fallos y su enojo, pero la decisión de hacerlo sólo puede ser una libre decisión del individuo. La transformación de Segismundo es testamento de esta ideología. Cuando vemos a Segismundo por primera vez, es un personaje con mucho enojo, pero es que no sabe nada diferente. A lo largo de la obra, aprende a superar su enojo y con el buen uso del libre albedrío de Dios puede superar su rabia y aprender a ser un buen príncipe. Con su padre derrotado y rendido a sus pies, decide perdonarlo y “Rinde” a las plantas de su padre pidiendo perdón24. Esta escena es el punto culminante en la transformación de Segismundo. Se da cuenta que ha sido un error rebelar en contra de su padre ya que es algo que un buen príncipe no puede hacer. Superado su rabia, Segismundo se vuelve digno de cumplir su papel como rey legitimo porque ya no es cruel; un papel que padre le había privado durante tantos años25. Otra vez, Clotaldo sirve como contrapuesto de Segismundo, ejemplar de lo que pasa cuando uno no fía en Dios y usa los métodos equivocados para vencerse del destino. Clotaldo intenta vencer el destino con la encarcelación de su hijo, y rendido a las plantas de su hijo, Segismundo le dice que se ha equivocado en “el modo”26 ya que “la fortuna no se vence con injusticia y venganza..ha de ser con prudencia y con templanza” 27. Es decir, uno no puede liberarse del destino con el estudio de los cielos, sino que se libera al cumplir con con las

La vida es sueño III, 139 La vida es sueño III, 287 25 Reyes Cano 287 26 La vida es sueño III, 253 27 García Lucio 286 23 24

Kramer 8 funciones de su papel en esta vida. Esto es la esencia de “obrar bien”, que tanto aparece en La vida es sueño. Cuando Segismundo superó su rabia, simplemente estaba cumpliendo con su papel en esta vida, y ese papel era de ser heredero y rey legitimo. Basilio, en contra, no obró bien. Desafió las leyes naturales y sus obligaciones como rey para su propio beneficio. Usando Basilio como ejemplar, queda obvio que tomando la libre decisión de no obrar bien sólo lleva a la propia autodestrucción de uno. Para calderón, uno sólo puede vencerse de su destino obrando bien y así cumpliendo con su papel en esta vida, no queda otro remedio en esta vida Aunque Calderón, como dramaturgo y religioso sí deja abierta la posibilidad de vencerse del destino de cierta manera, queda claro con que uno no debería enfocarse solamente en alcanzar un cierto destino. Otra vez, para ver el mensaje esencial de esta obra, hay que volver a las palabras de Segismundo. Al empezar la tercera jornada, el pueblo libera a Segismundo, quien va a batallar en contra de su padre. Su tutor, Clotaldo, se niega a unirse a sus fuerzas, ya que su lealtad al rey lo obliga a volver a su lado. Clotaldo sale del escenario y Segismundo se queda sólo en el escenario, pensando en la guerra que se acerca rápidamente. En este momento afirma quizás, la moraleja más influyente de La vida es sueño cuando dice que “Mas sea verdad o sueño, obrar bien es lo que importa” 28. La idea de la vida como sueño es un tópico literario que ya existía ya desde muy antiguo en la historia cristiana y se refiere a la fugacidad de la vida. Es decir, nada es permanente en esta vida. Todo “se viene y se va” 29, lo que está aquí hoy, mañana no estará. Así que lo importante en esta vida es obrar bien cumpliendo el papel que cada uno nació para cumplir con el buen uso del libre albedrío que “le ha dotado la misma providencia divina”. A través de esta obra, Calderón nos enseña que sólo podemos preocuparnos por hoy obrando bien y confiando en la gracia de Dios. Como hemos visto con Basilio, Desconfiar a Dios

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256 Carmen Hsu (Discusiones en clase)

Kramer 9 e intentar “arrancar a Dios el secreto de su predestinación” lleva a la humillación y la ruina y los que se salvan lo hacen con el buen uso de su libre albedrío a través de la gracia divina 30. Parte III: Calderón y el debate de la salvación. A través de los años, muchos estudiosos han intentado ubicar la teleología religiosa dentro del contexto de uno de los debates más religiosos de la época: El debate de la salvación del alma y la gracia divina. En el debate existían dos líderes: Domingo Báñez y Luis de Molina. Aunque sus teorías son extensivas e imposibles de resumir en su totalidad, vale aclarar unos errores comunes antes de explicar su relación con las obras de Calderón. Según Alexander A. Parker, muchos creen equivocadamente que Báñez creía en la predestinación y que Molina creía en el libre albedrío. Como sus hermanos religiosos, los dos creían tanto en la predestinación como en el libre albedrío. En esencia, Bañez creía que la predestinación de Dios obligaba al hombre de actuar de cierta manera según el papel que Dios había puesto en la persona. “Sí” eran libres de actuar de cierta manera, pero al final Dios controlaba todo. Para Molina, eso en sí negaba el libre albedrío y pues creó la ciencia media como explicación de lo que él consideraba posible y en esa ciencia media “God knew the future contingent actions of men as contingent31. Luego de clarificar unos errores comunes acerca de las creencias de Báñez y Molina, hay que volver a los textos e intentar relacionar estas teorías con las creencias de Calderón. La vida es sueño es una obra que, al parecer, tiene muy pocas referencias directas a dios y por eso el catedrático Tomás Carreras y Artau regresa al Auto sacramental, para entender mejor las teologías religiosas de Calderón. De su estudio detallado del Auto sacramental, el catedrático llega a la conclusión que, sin duda, la esencia del Auto sacramental “Constituye la esencia del

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Carreras y Artau 160-161 Parker 106-113

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Kramer 10 molinismo” 32. De cierta manera, tiene razón. A la mitad del texto, la Sombra y el Fuego se le presentan al Hombre una espada envenenada y el Entendimiento le advierte que “si usas mal de ella, con ella te herirás; mas si bien usas vencerás a tus enemigos” 33. Aquí se ve que los personajes que tientan al hombre, son en sí personajes alegóricos que representan a Dios en la obra. Aunque Dios siempre tiene un destino para el ser humano, le tiene la confianza al ser humano de tomar sus propias decisiones con el uso del libre albedrío; que sean para bueno o malo. Al final de la obra, la Luz nos recuerda que todo “ya es materia de Gracia, dé la gracia la repuesta” 34. Así que, al final, la gracia divina siempre tiene la respuesta, pero no controla al hombre ni le impide a actuar de manera libre. Mientras Tomás Carreras y Artau sí cree que Calderón muestras las tendencias molinistas, Alexander Parker no comparte sus ideas. En primer lugar, opina que el debate entre Molina y Báñez no tenía nada que ver con la literatura española de la época . Afirma que el tema de la predestinación es uno de los temas más antiguos de la vida humana y que no se necesitaba el cristianismo para desarrollar ese tema. Lo que vemos con Calderón es simplemente una extensión de un tema antiguo, y un intento de solucionar uno de los problemas más problemáticos de Calderón y de su público. No hacía falta elegir un lado u otro para poder participar en el debate. Para Parker, tampoco ve la influencia de la ciencia media en el Auto sacramental porque considera que es imposible actuar tal filosofía en un escenario. Con esta evidencia, afirma que es un error considerar que Calderón era un Molinista ni participaba en el debate religioso de la época35.

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Carreras y Artau 161 Pg. 493 34 Pg. 517 35 Parker 106-113 33

Kramer 11 Los catedráticos Carreras Artau y Parker invirtieron años de investigaciones para llegar a sus conclusiones y parece que ninguno tiene toda la razón. El debate entre Molina y Báñez era tan complicado y tan dañoso para la iglesia que se intentó resolver el conflicto y no se pudo. Por eso, el papa silenció el debate y desde entonces se le han considerado a ambos doctrinos como ortodoxo36. Calderón era un religioso que creía tanto en el libre albedrío como la providencia divina. Por eso, sería un error decir que los debates no tenían nada de influencia en sus teorías ya que él mismo buscaba la manera de racionalizar la existencia de la predestinación y el libre albedrío. Este tema es un tópico que Calderón estudiaba mucho, pero sería imposible e injusto relacionarlo con la guerra religiosa de la época ya que su público de teatro era distinto a el de la guerra religiosa. La vida es sueño es uno de las obras más importante del Siglo de oro y para muchos resulta ser uno de los más difíciles. Es una obra culminante de un gran escritor, cuya muerte puso fin a la época quizás más importante en la historia española. Este estudio ha demostrado que Calderón sí creía en la providencia divina de Dios y que ningún ser humano es privilegiado a saber su destino ya que ese conocimiento es reservado para Dios. Dios creó al hombre y así le dio un papel a cada uno que cumplir en este mundo y lo más importante de esta vida es obrar bien; Es decir, cumplir bien con su papel usando el libre albedrío, sin pensar en el porvenir. Aunque hoy en día, nos encontramos en una época distinta a la de Calderón en la cual publicó su obra, se sigue debatiendo el tema entre cristianos. Aunque muchas personas ya no se consideran a sí mismas religiosas, vale la pena regresar a esta gran obra y reflexionar sobre el sueño que es esta vida.

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Parker 112

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Obras citadas Barca, Calderón de la. La vida es sueño, auto sacramental. Ed. Onrubia de Mendoza. Barcelona: Editorial Bruguera, 1970. Barca, Calderón de la. La vida es sueño. Ed. Rogelio Reyes Cano y Eva María Reyes Pérez. Madrid: Biblioteca Hermes – Clásicos Castellanos, 1997. Briones, Ángel Valbuena. Perspectiva Critica de los dramas de Calderón. Madrid: Ediciones RIALP, 1965. Campell, Ysla. Estoicismo y transgresión ideologica en La vida es sueño. Ed. Manfred Tietz. St. Andrews, Archivum Calderonianum, 1998. Cano, Rogelio Reyes, and Eva Reyes. El caballero de Olmedo, La vida es sueño. Madrid: Biblioteca Hermes – Clásicos Castellanos, 1997. Carreras y Artau. Tomás. La Filosofía de la libertad en “La vida es sueño de Calderón” Universidad de Barcelona Gil, Alberto. La dignidad de la persona humana en el auto sacramental “La vida es sueño”. Krabbenhoft, Kenneth. Neoestoicismo y género popular. España, Ediciones Universidad de Salamanca, 2001. Lorenzo, Philip. The Tears of Sovereignt: Perspectives of Power in Renaisance Drama. Fordham Scholarship, 2013 Lucio, Javier García. Claves de la vida es sueño: Calderon de la Barca. Madrid: General Pardiñas, 1996. Maydeu, Javier Aparicio. Estudios sobre Calderón. Madrid: Ediciones Istmo, 2000. Parker, Alexander. The Mind and Art of Calderon: Essays on the Comedias. Melbourne: Cambridge University Press, 1988.