La vida cotidiana de un pueblo de bohíos: Higuey en el siglo XVIII

La vida cotidiana en un pueblo de bohíos: Higiiey en los siglos XVII y XWII' Manuel Hemindez González*'

Una villa de bohíos

l

Situada en el este de la República Dominicana la villa de Higüey fonnó parte en los siglos XVII y X n I de una región poco poblada, de escaso desarrollo económico, centrada en la cría de ganados, en las monterías y la agricultura de subsistencia y con serias dificultades para comercializar sus producciones. Fracasada la alternativa cacaotera en el último tercio del siglo XVII, se replegó hacia la autosuficiencia hasta que un siglo después comenzó la extracción sistemática de sus riquezas rnadereras. Su pobrezase puede apreciar en sumisino casco, conformado en exclusiva, con excepción de la iglesia en la que se daba culto a la Protectora de la Isla, la Virgen de Altagracia, con humildes bohíos. En 1679 el arzobispo de Santo Domingo fiay Domingo Fernández Navarrete describió a Higüey como una villa del este de la Isla de Santo Domingo, sede del santuario de Nuestra Señora de Altagracia, a dos leguas del mar que:

*

';*

Ponencia presentada en el "Encuentro Internacional Arquitectura Popular en el Medio Rural: las Casas Pajizas", celebrado en Pinolere, La Orotava, Tenerife, Islas Canarias, España, entre los dias 31 de octubre al 3 de noviembre de 2002. Investigador y profesor de Historia de América de la Universidad La Laguna, La Orotava Tenerife, Islas Canarias, España.

"tiene 144 de conjesión. Los 22 españoles, 18 mujeres blancos, 21 esc1avo.s. Los denzás gente parda y mulatos. Tiene 23 boxbs. La iglesia es de lladrillo yfilerte y está adornada de iodo muy bartantemente.

"'

Estaba señalando que el único edificio de ladrillo de esta antigua villa de La Española era su iglesia. Esa fue la característica urbana de toda su historia colonial. Al ser las casas de cana Iiabía riesgo de que escasease, por lo que en 1773 se ordenó que nadie que "tuviera en szr tierra palmares de la cana reja de esta viTTapuedai7frnnqvearlaa ninguno que no sea vecino para qzre la extraiga de esta jurrsdicczbn a otra, pues se experimentc~"no scr suficiente "con este desfalco'' para las r?ecesid~rcles de sus vecinos. multándose con 25 reales a los irdiactores-' Por los riesgos que coillle\.aba se ordenaba que

"dentro de 8 días todo el que tuviese sti bohío caido estahu obligado a levantarlo o limpiarlo de porquería por razón de eslar amenazando ruina o algzín incendio. 2;,

En su visita pastoral de 1739 el palmero Domingo Pantaleón Aivarez de Abreu, arzobispo de Santo Domingo, refirió que Higüey

"corista de 318 personas libres y esclavas, de ellas sor 100 hombres de n~tncis,habrrí entre ellas diez o doce personas hlancos y el reslo mzllatos y negros; tíene uno iglesin

1

2 3

Publicado en Rodrigiiez Dernorizi, Emilio. Reluciones hisióricas clr Sbizro Dornii~go,Vol. 111. Ci~idadTru.jiilo: Editora bloiltalvo. 1957: p.16. Arckii)o General i ; ; ! ; ?

, %a:;%%

j

;

, . i i , , l l , , %,ii,,; l , ~)\ ! . ! ,:!:

,

. . . >.

~

.c~ra evitar de este modo la gente iragu y per17icio~cr".No debían "rratni. ni contrntar con hijo de Jamil~uni e.sclavo, ni menos sea consentidor ni encubridor de éstos ni de otra clase por la mala consecuencia que resulta." Se restringía su exhibición pública "con armas corras 17iIrlrga~, blancos. ni de $lego por las calles de esta l~illapor la intfecencia y mril abuso " Lo mismo debía sucedcr con los esclavos. Para rormar bailes era necesario la licencia del Alcalde, y en su ausencia la del cura, prohibiéndose "ub.rolz1¿0171en/e torfo iz~egode dc~clos,rzarpes cle envifey revife", condenados con la Los esclavos no debían multa de 4 reales los infiactore~.'"~ "( ...) conczcrrir a fandongos en donde así estén libres, 3 siendo el ntno .sabedor, a la se~zcr~du vez paguen 1 O pes0.s de

rnzrlra y se ca~tigcral negro sever-amente.

i

.20

La preocupación por los excesos de tales bailes. especialmente fuera del casco urbano, donde era inás difícil su coiitrol, luzo que se reiterara que "de njngunc~~7tmera~e ni,t?7enfirnd~1ngospor 10s can~pospor~~vperi~nentarsc e11 ¿slos iJmrn.\ofinsus cr Dios nzreswo Señor." Se penaban con multas de 20 pesos a los vecinos que tuvieran las puertas de sus casas abiertas pasada las 9 de la noche."

19

20 21

ilGA