La venalidad en la institución notarial malagueña a mediados del siglo XVIII: el estatus económico de los escribanos públicos

…estos escrivanos tenian los animos corrompidos, y assi no les deve el Corregidor consentir llevar derechos demasiados, ni salarios indevidos: pero es por demas tratar desto, porque ni se guardan aranceles, ni prematicas, ni juramentos, ni quantas traças y remedios se ordenan por los señores del consejo, como los detesta y exclama el Maestro Avila, ni bastan las visitas que hazen los juezes de comission, antes quedan peores, y con insaciables codicias para suplir y reparar lo que ellos les llevan: y por estos excessos y robos que de ordinario se cometen por mucho escrivanos, los llamo Bartulo y otro, perros de las audiencias, y tragadores de los vezinos, y desolladores de los podres…
Política para Corregidores
No solo aparecen como protagonistas de las averiguaciones, y pieza clave para poder efectuarla, sino que también son los protagonistas en varias preguntas del Interrogatorio, sobre todo, en la 32.
La información del Catastro no es homogénea, en algunos casos aparecen muchos datos, en otros se nos proporcionan menos.
Fiabilidad o no del Catastro.
Con la caída de Ensenada en 1754 el proyecto perdió su gran defensor, se encontró con obstáculos, y finalmente no se pudo realizar esa Única Cotribución.
El escribano en el Catastro
Sus antecedentes fueron el Catastro de Cataluña proyectado por Patiño, o los de Saboya y el Milanesado.
La idea de Ensenada era aliviar a los vasallos de las sangrantes Rentas Provinciales, unificándolas en la Única.
Se catastraron las Castillas, 22 provincias en total, 14,672 pueblos, dejando cerca de 80,000 manuscritos.
Quedaron fuera de las pesquisas Cataluña, Aragón, Las Vascongadas, Mallorca y las Islas Canarias.
EL CATASTRO
Proyecto que vislumbró Ensenada y que consiguió realizar, hundiendo sus raíces en el reinado de Felipe V.
Es una ingente obra que nos permite tener una instantánea del siglo XVIII en sus momentos centrales.
Se trata de un censo de población, pero también de la contribución de cada uno de sus habitantes, haciendo referencia a las dos concepciones de "catastro".
EL CATASTRO
Tiene una vital importancia para la historia y los historiadores ya que es el agente que se encargó durante siglos de recoger por escrito todo aquello que pasaba ante ellos; pieza primordial para conocer nuestro pasado.
Su figura se remonta a la aparición de la escritura, ya que desde que existe esta se ha tenido la necesidad de encargar a terceros.
EL ESCRIBANO
42,000-46,000 habitantes. Aumento demográfico.
Falta de estudios sobre el Catastro para Málaga y su provincia, al igual que para los escribanos del XVIII.
Las averiguaciones comenzaron en la provincia el 28 de marzo de 1751 en Alameda, y el último pueblo catastrado fue Casapalma, cuyo inicio se sitúa el 25 de agosto de 1753.
En la capital comienzan el
MÁLAGA
EL PODER ECONÓMICO DE LOS FEDATARIOS
Los escribanos conformaban un grupo social heterogéneo. Con grandes conflictos entre ellos.
A través del Catastro podemos acercarnos al montante que cada escribano percibía al año, comprendido entre 150 reales hasta 11,000.
Aquellos que recibían un salario menor, como 150 reales (Juan de Rojas Sandoval en Alfarnatejo), normalmente tenían más de un escritorio. (El mismo percibe 2,200 reales en Alfarnate)
En las grandes urbes suelen tener un salario más o menos estable, como en la capital, con un salario de 2,750 reales.
Pedro Antonio de Rivera percibe 11,000 porque también era escribano de cabildo y rentas.
En Ronda el salario era de 2,200 reales.
Gracias a los sustanciosos beneficios de su quehacer, los escribanos podían dedicarse a otros menesteres, de los cuales también obtenían grandes ganancias.
EL PODER ECONÓMICO DE LOS FEDATARIOS
Juan Basilio Pabón era escribano en varios escritorios (Cómpeta, Canillas de Albaida, Salares y Algarrobo)
En un inventario de sus bienes, además de bienes materiales tales como casas, terrenos, joyas, arrobas de frutos, vinos, etc., contaba con un patrimonio que ascendía a 25,032 reales.
Íñigo Sebastián y Sancho, escribano público de Alhaurín el Grande, no sólo se dedicó a su quehacer escribanil, sino que atendió a otros menesteres muy beneficiosos.
Se dedicó a comprar, vender y arrendar tierras, casas, cuyas transacciones le reportaba grandes beneficios económicos.
Como ejemplo, con solo el arrendamiento de tres huertas conseguía al año 1,100 reales.
DOS EJEMPLOS: JUAN BASILIO PABÓN E ÍÑIGO SEBASTIÁN Y SANCHO
El 100% de los oficios escribaniles estaban enajenados de la Corona, para buscar fondos.
Un escritorio costaba de unos 30,000 a unos 33,000 reales, que debía pagar el nuevo escribano. Algunos habían sido antes escribanos reales, cuyo oficio les reportaba grandes beneficios, unos 4,000 reales anuales. Esto explicaría que pudieran hacerse cargo de la compra. Otros lo heredaban de sus familiares, y otros pedían préstamos para hacerse con uno de aquellos codiciados escritorios.
LA VENALIDAD
Los escribanos públicos malagueños del Setecientos no sólo ganarían aquello que ha quedado recogido en el Catastro, sino que el cobro de cada escritura que redactaban debía ser superior a lo estipulado en los aranceles. Estos excesos dieron lugar a que pudieran amasar una pequeña fortuna a los ojos de sus vecinos y clientes, lo que hacía acrecentar el celo y la animadversión que la sociedad le tenía a estos oficiales de pluma.
CONCLUSIONES
Muchas gracias por su atención
EL PODER ECONÓMICO DE LOS FEDATARIOS MALAGUEÑOS SEGÚN EL CATASTRO DE ENSENADA
Dentro del proyecto de tesis doctoral: Los escribanos públicos de Málaga a la luz del Catastro de Ensenada.
Dirigida por la profesora Alicia Marchant Rivera, profesora titular de la Universidad de Málaga.
La base de nuestro trabajo: la documentación que componen las Respuestas Generales del denominado como Catastro de Ensenada conservada en el Archivo General de Simancas.
El estudio se basa en la provincia, la capital malagueña más los 101 pueblos que actualmente conforman la provincia.


I JORNADAS DE JÓVENES INVESTIGADORES

Lorena Barco Cebrián
LA VENALIDAD EN LA INSTITUCIÓN NOTARIAL MALAGUEÑA A MEDIADOS DEL S. XVIII:
El estatus económico de los escribanos públicos


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