La valencia diferencial de los Sexos (Héritier) y las estructuras elementales del Parentesco (Lévi-Strauss)

June 6, 2017 | Autor: F. Mireles Alonso | Categoría: Claude Lévi-Strauss, Antropología, Françoise Héritier
Share Embed


Descripción



"Organización Social, Familia y Parentesco" Lic. En Antropología, 5to. Semestre, CCSyH, UASLP.
http://es.wikipedia.org/wiki/Fran%C3%A7oise_H%C3%A9ritier
"Las clasificaciones intelectuales no pueden estar desprovistas de afectos y emociones" (HÉRITIER, 2007:19)
Al respecto de esto, sitúa a la mujer en el centro de esta distinción, al poder engendrar individuos de ambos sexos.
"El pasado y el presente de la humanidad depende de construcciones ideológicas y practicas a partir de una asimetría funcional" con lo que propone la diferencia como base de una armonía y no de una jerarquía (HÉRITIER, 2007:307) aunque menciona que "la valencia diferenciada de los sexos se reencuentra en la jerarquía que connota el sistema binario de oposiciones que nos sirve para pensar y que es compartido por hombres y por mujeres" (HÉRITIER, 2007:115)
"La relación conceptuada orientada se traduce en desigualdad vivida" (citado en OLAVARRIA, 2002:103) y versa al respecto de la construcción social del genero a partir de una teoría general del simbolismo.
Lo presenta como una renuncia por parte de los hombres a usar sexualmente y con fines reproductivos a sus hijas y hermanas en sus grupos de consanguinidad, para cambiarlas por las de otros hombres que pertenecen a otros grupos, estableciendo así las premisas de una vida social pacifica y regulada (citado en HÉRITIER, 2007:18).
"Una de las premisas básicas del parentesco es que la sociedad reconoce a la naturaleza a través del parentesco" (BESTARD, 1998:223).
Lo que denomina "Sistema de denigración y desvalorización de lo femenino", argumenta, "es transmitido por la educación, el lenguaje, los usos habituales de la violencia y de las imágenes" (HÉRITIER, 2007:341)
"los hombres no pueden concebir a sus hijos" (HÉRITIER, 2007:23) y donde quedo el dualismo y la procreación como aporte compartido.
Héritier desarrolla la hipótesis relativa a que las concepciones sobre el cuerpo humano constituyen una lógica simbólica fundada en los principios de diferencia y de valores contrastados sobre los que se montan los sistemas tipo-terminológicos. En virtud de ello, su teoría del parentesco es también una teoría del cuerpo, puesto que en este tiene lugar la "observación de la diferencia" e implica conocer las etnoteorias sobre la concepción de la persona, la representación de la reproducción y las relaciones entre el hombre y la mujer en la constitución de un nuevo ser humano (OLAVARRIA, 2002:103)
"Frente a Lévi-Strauss, Bourdieu acota "en efecto, las mujeres "circulan", pero de abajo a arriba" (OLAVARRIA, 2002:107).
Al respecto de la valencia diferencial de los sexos, presentada como una invariable o categoría universal.
La valencia diferencial de los Sexos (Héritier) y las estructuras elementales del Parentesco (Lévi-Strauss)
Por Francisco Javier Mireles Alonso

"La sociedad pertenece al reino de la cultura, mientras que la familia es la emanación, a nivel social, de aquellos requisitos naturales sin los cuales no podría existir la sociedad y, en consecuencia, tampoco la humanidad." Lévi-Strauss (citado en REUBEN, 2008:6)

En un primer plano, ambos autores convergen en cuanto a enfoques de paradigmas: el estructuralismo francés; siendo Lévi-Strauss el predecesor de cátedra de Héritier en el Collège de France, profundizando ésta última en la teoría de la alianza y de ahí, en las razones de la prohibición del incesto, basados en la noción de intercambio de mujeres, e incluso ampliando al respecto de "lo idéntico y lo diferente" (HÉRITIER, 2007:16).
Para Héritier, al respecto de las nociones sobre género en sus estudios, a manera general, argumenta que en un inicio se posee una concepción de debilidad femenina (durante el embarazo, la lactancia y la crianza, principalmente) como referente inmediato a la supuesta imperfección de la naturaleza femenina, lo cuál denota una cierta "protección" que no legitima la sujeción ni la sumisión (HÉRITIER, 2007:14). Argumenta que la desigualdad no es un efecto de la naturaleza, sino que esta es instaurada por la simbolización fundamentada del orden social y de las discrepancias mentales aún vigentes, basadas en un principio en los datos adquiridos por los sentidos, a manera de representaciones inconscientes (HÉRITIER, 2007:15). Con respecto a retomar lo "idéntico y lo diferente" de Lévi-Strauss, concibe un sistema global de clasificación basado principalmente en la diferencia sexuada (y notable) con un dualismo universal y connotado por la alteridad y diferencia dual, con respecto a la "valorización" (HÉRITIER, 2007:16). Con respecto a esta, la autora propone una "valencia diferencial de los sexos", presente en el origen de lo social y que denota el poder de un sexo sobre otro (la valorización/desvalorización) basado en el principio de diferencia generacional que otorga superioridad y autoridad en el sistema de parentesco y sus categorías, por ejemplo, padre–hijo, mayor-menor o anterior-posterior (HÉRITIER, 2007:17).
Al respecto de lo anterior, Lévi-Strauss menciona los siguientes fundamentos de lo social (HÉRITIER, 2007:18)
La prohibición del incesto en función de que "la vida sexual es, en el seno de la naturaleza, un indicio de la vida social, ya que, de todos los instintos, el sexual es el único que para definirse necesita del estimulo del otro" además de que "la prohibición del incesto se encuentra, a la vez, en el umbral de la cultura, en la cultura y, en cierto sentido, es la cultura misma" (LÉVI-STRAUSS, 1988:45).
La exogamia, ya que "es el único medio que permite mantener el grupo como grupo, evitar el fraccionamiento y el aprisionamiento indefinido que acarrearía la practica de los matrimonios consanguíneos" (LÉVI-STRAUSS, 1988:556)
El matrimonio como vinculo legal que une a los grupos, ya que "en el origen de las reglas matrimoniales, incluso de aquellas cuya singularidad aparente pareciera justificarse solo por medio de una interpretación a la vez especial y arbitraria, siempre encontramos un sistema de intercambio" (LÉVI-STRAUSS, 1988:555).
La distribución sexual de las tareas
Al respecto del incesto (con su prohibición como medio de regulación de los fluidos entre cuerpos al concebir estos como signos metonímicos del cuerpo humano), Héritier menciona que justamente es por la valencia diferencial de los sexos que le otorga a los hombres el "derecho reconocido y el poder para hacerlo" como "lo anterior" (HÉRITIER, 2007:18). Con respecto a este valor desigual, una explicación, por parte de la autora, consiste en la búsqueda constante por la noción abstracta de equilibrio (que no esta en la naturaleza) y a la instauración de jerarquías en las principales categorías de "lo idéntico y lo diferente" (en lo que llama "un núcleo duro de observación primordial") además de la valorización sistémica de lo masculino, donde la valorización de la voluntad le corresponde sobre la pasividad femenina preexistente (HÉRITIER, 2007:19).
Con respecto a la prohibición del incesto y el consecuente intercambio de mujeres en la teoría de Lévi-Strauss, esa conformación del sistema social de apropiación de las mujeres por padres y hermanos, critica Héiritier, legitiman los aparatos de pensamiento que, de un modo conceptual, despoja a la mujer de poder procreador, es decir, que la negación basada en los sistemas conceptuales relativos a la procreación que justifican esa apropiación por una inversión de sus causalidades y exclusión de tareas "nobles" y establecimiento de un conjunto de juicios de valor fundados en la denigración (HÉRITIER, 2007:20) además de la necesidad masculina por la apropiación de la fecundidad y su reparto como un bien necesario para la supervivencia, considerando el tiempo necesario "de fabricación in utero", la crianza y el aprendizaje (que conlleva a la exclusividad de la reproductora y el producto, así como el intercambio entre grupos asociados para mantener un nivel adecuado de reproductoras) (HÉRITIER, 2007:20).
Al respecto de las categorías binarias, propone los valores del pensamiento consciente, los cuales son notados por observación de diferencia sexuada que condiciona la aparición de esas categorías, jerarquizadas y valorizadas por que son connotadas por los signos de lo masculino/femenino (HÉRITIER, 2007:25), además las concibe como la posible primera operación mental a través de la cuales se manifestó el pensamiento (HÉRITIER, 2007:115). Justamente es en esta instancia cuando surge la importancia conceptual de las estructuras del parentesco, a lo cual Héritier comenta a Lévi-Strauss al argumentar que "se sabe que para el, la relación hermano/hermana controla en cierta manera la noción de reciprocidad y de intercambio por medio de la prohibición del incesto [y ligados en destino matrimonial]" (HÉRITIER, 2007:113) por lo que la autora, presenta como matriz de los sistemas terminológicos de parentesco en esta relación a tres maneras diferentes: 1) donde la relación es estructuralmente igualitaria, 2) donde la relación es desigual, con superioridad del hermano, y 3) donde la relación es desigual, con superioridad de la hermana (HÉRITIER, 2007:113) aunque destacando que la desigualdad es en cuestión de un orden ideológico y no de un estatus real. Por su parte, en artículos recientes, Lévi-Strauss critica a las influencias de los estudios de genero – estudios del papel atribuido a las diferencias entre los sexos en la vida de las sociedades – y que retoman ese naturalismo y empirismo tildándolas de "robinsonadas genitales" y sostiene que "la cultura modelaría la naturaleza, no al revés" (citado en OLAVARRIA, 2002:100) y menciona un replanteamiento de la teoría de Lévi-Strauss que "consiste en una reducción de la multiplicidad de reglas de alianza y filiación, desprovistas en si mismas de inteligibilidad, a un numero discreto de tipos simples, cada uno dotado de un valor explicativo, a partir de los cuales se pueden deducir tipos mas complejos entre los que se establecen relaciones de transformación" y a la aclaración de que "el hecho de que los hombres sean quienes intercambian mujeres o a la inversa, resulta indiferente a la teoría" (OLAVARRIA, 2002:105) debido, principalmente, a que solo con invertir los signos y el sistema de relaciones permanecería incólume, y a que menciona que no es suyo el decreto de que los hombres fueran agentes y las mujeres sujetos de intercambio, pero que los datos etnográficos muestran esa tendencia (OLAVARRIA, 2002:106) en clara alusión a la cuestión de genero que impacta directamente sobre Héritier, es decir, al manejo de una ambivalencia cuyo sentido especifico tiende hacia las condiciones generales prevalecientes en el sistema de relaciones, es decir, tomar en cuenta lo que Bourdieu argumento en su teoría de la practica, en la cual busca entender a los actores y sus contextos al observar sus estrategias (practicas encaminadas a la obtención de valores localmente definidos) (OLAVARRIA, 2002:106) como parte también de "las estructuras mentales subyacentes a los diferentes sistemas de parentesco" (BESTARD, 1998:52). Justamente es en esa cuestión de la valencia diferencial de los sexos, algo aparentemente lógico, donde yace un empirismo y naturalismo latente, ya que se deja de lado la cuestión de la complementariedad de los opuestos y se tiende hacia la dicotomía antagónica, ya que "la ideología cognaticia implica que, en el nivel de las líneas de filiación, existe una complementariedad y una interdependencia entre los géneros. Ambos lados se reconocen, pero ello no implica una igualdad entre las partes. Esta complementariedad no se basa en la igualdad, es asimétrica" (BESTARD, 1998:195). Por lo tanto, esa valencia diferencial de los sexos es una norma, es decir, "rige la inteligibilidad social de la acción, pero no es lo mismo que la acción que gobierna" (BUTLER, 2006:69).
A manera general, ambos autores parten de una de las mas amplias nociones dentro del quehacer antropológico, el del parentesco, y si bien concentran grandes similitudes en el aparato analítico, poseen sus grandes divergencias notables en la incorporación preponderante del genero en Héritier y su pretendido "estado inmutable estructural", y aun a pesar del tiempo que separa a ambas obras, son las revisiones que Lévi-Strauss ha hecho a sus teorías y a sus detractores, lo que le otorga un gran marco en el cual desenvolver todo el análisis y replantear sus propios puntos álgidos.

Bibliografía
BESTARD, Joan (1998) "Parentesco y Modernidad" Paidós Básica, España.
BUTLER, Judith (2006) "Deshacer el género" Paidós Estudio 167, España.
GALVIS Ortiz, Ligia (2002) "La familia. Una prioridad olvidada" Ediciones Aurora, Colombia.
HÉRITIER, Françoise (2007) "Masculino/Femenino II. Disolver la Jerarquía" FCE, Argentina.
LÉVI-STRAUSS, Claude (1988) "Las estructuras elementales del parentesco" Paidós Studio Básica, España.
OLAVARRIA, María Eugenia (2002) "De la casa al laboratorio. La teoría del parentesco hoy día" en Alteridades, julio-diciembre, año/vol. 12, núm. 024, UAM – Iztapalapa.
REUBEN Soto, Sergio (2008) "El carácter histórico de la familia y las transformaciones sociales contemporáneas" en reflexiones.fcs.ucr.ac.cr/documentos/80_2/el_caracter.pdf [consultado el 20 de noviembre de 2008 a las 2 25 pm]



Lihat lebih banyak...

Comentarios

Copyright © 2017 DATOSPDF Inc.