LA TRATA DE BLANCAS EN LA CIUDAD DE CÓRDOBA EN LA DECADA DE 1930

June 29, 2017 | Autor: Julieta Giulietti | Categoría: Prostitución, Trata De Mujeres Y Personas Con Fines De Explotación Sexual
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Descripción

Universidad Nacional de Córdoba
Facultad de Filosofía y Humanidades- Escuela de Historia





Metodología de la Investigación Histórica


Proyecto de Investigación:


LA TRATA DE BLANCAS EN LA CIUDAD DE CÓRDOBA EN LA DECADA DE 1930.



Tutora: Moreyra Beatriz.

GIULIETTI, Julieta Josefina



Año 2011
Introducción
A partir de la segunda mitad del siglo XIX, nuestro país comienza atravesar
un proceso de modernización económica y social, producto de su
estructuración a un nuevo modelo de acumulación basado en una economía
agroexportadora, la inmigración masiva y la urbanización. En este
contexto, la cuestión social se verá circunscripta a las consecuencias
sociales que dicho proceso de modernización implicará. Argentina registró
grandes cambios y uno de los picos más fuertes de su crecimiento
económico.[1] La intensa actividad relacionada con las inversiones en
ferrocarriles, frigoríficos, puertos y otras grandes obras de
infraestructura, marcó el desarrollo de la sociedad argentina. Este proceso
se vio impulsado por la entrada de capitales extranjeros, que en su mayoría
estaban destinados a la construcción de la red ferroviaria. Pero todo esto
requería de una mano de obra que el país no disponía.
Es así que en este contexto se comprende la frase de Juan Bautista Alberdi
"gobernar es poblar", como definición de una de las condiciones para
constituir una nación moderna. Las causas que llevaron a la decisión de
fomentar la inmigración por parte de las autoridades nacionales están
relacionadas con la inserción de la Argentina a la nueva división
internacional del trabajo, imperante durante esta etapa, como productora de
bienes primarios: carnes y cereales. Por otra parte, es preciso recordar
que en Europa se estaba produciendo una situación inversa a la de nuestro
país: mientras Argentina necesitaba mano de obra y capitales, como
consecuencia directa de la expansión del sector agropecuario, el viejo
continente liberaba mano de obra a raíz de la creciente tecnificación del
agro y, más específicamente, la Segunda Revolución Industrial. Teniendo en
cuenta que para Sarmiento como para Alberdi, dos ideólogos de la
inmigración, "poblar era civilizar", estos contingentes de inmigrantes eran
vistos como los elementos que erradicarían la "barbarie" de estas tierras,
trayendo consigo los valores del trabajo, el ahorro y el respeto a las
instituciones y a las autoridades. Lo que buscaban los hombres de la
"generación del 80´" con el fomento de la llegada de los extranjeros a
estas tierras era, mediante el ejemplo, la formación de un hombre distinto,
capaz de trabajar, de educarse. Con esto, se pretendía transformar el país
a la imagen norteamericana, por la política industrial, y europea, por sus
ciudades modernas y bien estructuradas.
Pero la gran masa de inmigrantes que llegó al país no venía de los países
del norte de Europa ni tenía un alto nivel educativo como pretendían estos
ideólogos. A pesar de esto, Argentina necesitaba de estos inmigrantes para
poblar grandes extensiones de tierras deshabitadas pero, sobre todo, para
modernizarse y "elevar" la cultura nacional, inculcando los valores del
trabajo.[2] Sin embargo, entre 1880 y 1930, la Argentina experimentó un
proceso de transformación económica, social, espacial y cultural sin
precedentes: se ocuparon y entraron en producción más de 60 millones de
hectáreas[3], se tendieron vías férreas, se construyeron puertos, se
comenzó la instalación de las redes de electricidad, gas y otros servicios.
Gracias al aporte de la migración extranjera, la población creció a un
ritmo muy acelerado: mientras que en 1869 no llegaba a los dos millones de
habitantes, en 1914 alcanzaba a casi ocho millones[4]. Ese crecimiento
demográfico estuvo unido a una impresionante expansión urbana, registrada
en las principales regiones de la Pampa Húmeda. En este periodo, el
poblamiento intensivo del territorio nacional trajo aparejados nuevos
problemas: hacinamiento, aumento de la criminalidad y de la delincuencia,
crecimiento de la prostitución, difusión de enfermedades
infectocontagiosas; pero también a nivel político: con la llegada de los
extranjeros, la incipiente industria argentina conoce un período de
paulatino crecimiento, en donde la principal mano de obra la constituirán
los recién llegados. De esta manera, el país ve emerger el germen de lo que
posteriormente constituirá la clase obrera argentina. Estos hombres,
posteriormente devenidos en obreros, llegarán con su fuerza de trabajo pero
también con ideologías que contrastaban con el ideal nacional de respeto a
las autoridades: socialismo, anarquismo y comunismo principalmente. Estas
ideologías traídas por los inmigrantes europeos no eran bien vistas por la
sociedad argentina ya que perturbaban el orden que se pretendía instaurar
como base para el desarrollo de la Nación.
Con todo esto, se puede ver que la Argentina contaba con una población
altamente heterogénea, con intereses, culturas e idiomas disímiles. Era
necesario lograr unificar esos intereses para lograr una identidad nacional
que superara la heterogeneidad de origen y que hicieran que el país
creciera como una unidad. Para eso era indispensable la inclusión de los
inmigrantes a las diversas instituciones, la atención de los problemas
laborales y la adhesión de la población en general a una causa nacional. Es
por ello que es posible observar un desplazamiento en la figura del
"peligroso" que amenaza a la sociedad. Antes el detentador de este título
era el delincuente, hacia fines del siglo XIX, pero a principios del XX
serán gran parte de los inmigrantes. Los inmigrantes amenazan el orden
social en todos los sentidos: con sus idearios políticos pero también eran
los principales blancos de enfermedades infectocontagiosas y de promover
conductas indecorosas como la prostitución. Cabe recordar que la
prostitución como problemática social, comienza a requerir la atención de
las autoridades conjuntamente con cuestiones más amplias, que comenzaron a
detentar un tinte negativo, como fueron la inmigración, la descontrolada
urbanización y la salubridad. En este sentido, el discurso higienista, será
uno de los dispositivos a través del cual, el Estado buscará hacer frente a
la cuestión social planteada por el hacinamiento, la propagación de
enfermedades infectocontagiosas y venéreas, la salubridad, y será, en la
mujer, en donde estas políticas hagan mayor hincapié, en especial la
prostituta. De esta manera el Estado, mediante diferentes legislaciones, y
también, mediante un discurso médico higienista buscó, como sostiene
Infield, "la prevención y sanción de las conductas no deseables que
pudieran llevar al desorden social" [5]. Se trataba de controlar
socialmente a este sector potencialmente peligroso. El discurso higienista
se vio materializado en la legislación y en las medidas tomadas sobre el
ejercicio de la prostitución.[6]
En este contexto es que debe entenderse el aumento de la prostitución y la
aparición de un comercio ilícito de personas para el ejercicio de la
prostitución: trata de blancas. Ésta actividad, en lo que hace a los casos
de las ciudades de Buenos Aires y Rosario, se encontraba en manos de
organizaciones extranjeras que actuaban con la convivencia de distintos
estratos del poder.[7] Así, en nuestro país, hasta 1936, cuando se dicte la
Ley Nacional Nº 12331 sobre profilaxis y prostitución, la prostitución fue
legal en todo el territorio. De esta manera, el proxenetismo fue aceptado y
legalizado. La "trata de blancas" comenzó a transformarse en un problema
social que incomodaba a las autoridades y dejaba en una posición
desfavorable al país, ya que como sostiene Donna Guy "Buenos Aires era
conocida internacionalmente como un tenebroso puerto de mujeres
desaparecidas y vírgenes europeas secuestradas que se veían obligadas a
vender su cuerpo y a bailar el tango".[8] Como una primera medida para
frenar la trata, se pueden rastrear los antecedentes normativos nacionales
sobre prostitución y trata de mujeres con fines de prostitución que se
remontan a 1913, cuando nuestro parlamento sanciona la primera ley contra
la Trata de Blancas, conocida como Ley Palacios (ley Nº 9.143). En su
presentación, Alfredo Palacios sostuvo que estos delitos debían
incorporarse en el Código Penal, denunciando el tráfico que se realizaba
con mujeres de aldeas de Rusia, "jóvenes incautas que luego traían a
nuestro país para venderlas o encerrarlas en los prostíbulos como
esclavas"[9]. Sin embargo, a pesar de esta legislación que ponía trabas a
la comercialización de mujeres con fines prostibularios y que convertía
ahora al proxeneta en un delincuente, organizaciones como la Zwi Migdal o
la Melieu, dedicadas de manera encubierta a estas actividades, reclutaban a
jóvenes europeas mediante intermediarios enviados a Europa por estas redes.
Así la "Migdal" llegó a explotar a 30.000 mujeres, en 2.000 prostíbulos en
nuestro país.
En lo que concierne a la ciudad de Córdoba, la prostitución es legalizada a
partir de 1883, mediante una ordenanza que estipulaba la creación de un
barrio de "mala vida".[10] A pesar de que en dicha ciudad el proceso de
modernización fue relativamente lento, si es comparado con Buenos Aires, el
mismo provocó transformaciones económicas, sociales y políticas. En este
sentido, con la llegada del capital extranjero destinado al trazado del
ferrocarril y a la instalación de industrias, la trama espacial de la
ciudad se fue transformando. Con la llegada de capitales extranjeros,
también hicieron su arribo a Córdoba inmigrantes de distintas
procedencias.[11] Esto produjo un aumento demográfico considerable, como
también el aumento de la prostitución. Las autoridades municipales buscarán
remediar los problemas sociales que implicaba el ejercicio de esta
actividad mediante distintos tipos de ordenanzas que iban desde la
localización de las "casas de tolerancias" hasta la matriculación de las
prostitutas y el patentado de burdeles en un registro a cargo de la
Asistencia Pública. Como sostiene Gómez, "las casas de tolerancia eran el
lugar donde se ubicaban las prostitutas ya que para ser controladas debían
establecer un lugar fijo accesible a las autoridades. El burdel patentado
hacia posible los dispositivos de vigilancia y control, convirtiendo a la
prostituta en una mujer pública sometida a regulaciones de las autoridades
administrativas, médicas y policiales".[12] A principios del siglo XX, "la
mayor parte de las prostitutas cordobesas eran `chinas´ (indias, pobres o
mestizas) y los rufianes, generalmente, eran sus amantes criollos".[13]
Recién para los años 1920-1930, las organizaciones de trata de blancas
comenzaron a ser un problema. Anteriormente sólo hubo casos aislados
denunciados por la prensa local.

Planteamiento del problema, y su delimitación espacio temporal.
La temática de la "trata de blancas" se encuentra inserta dentro de la
problemática social que implicó el flujo migratorio hacia nuestro país a
partir de mitad del siglo XIX hasta las primeras décadas del XX. Dentro de
este contexto se pretende investigar la dicha temática centrándonos en la
ciudad de Córdoba en la década de 1930. Este corte temporal responde, por
un lado, a que la trata de mujeres se organiza como empresa y, por el otro,
es durante esta década cuando se logra desarticular una de las más grandes
organizaciones de prostitución ilegal como fue la Zwi Migdal en Buenos
Aires.
En lo que atañe a nuestra investigación plantearemos ¿Qué lugar ocupó
Córdoba en la cuestión de la trata de blancas que se desarrolló en
Argentina durante la década de 1930? Partiendo de esta problemática
planteamos los siguientes interrogantes:
1. La trata de blancas se transforma en una problemática acuciante a
nivel mundial y nacional a partir de 1870. En este sentido, ¿Qué tipos
de políticas emergieron desde el gobierno municipal en torno a dicha
problemática? ¿Qué tipo de legislación específica buscaba resolver la
trata de blancas? ¿Era mediante las políticas sobre inmigración que se
buscaba resolverlo o en base a la legislación sobre la prostitución y
las "Casas de Tolerancia"? ¿Fue el discurso higienista emanado desde
el gobierno municipal quien buscó una solución al problema o sólo
logró estigmatizar aún más a las prostitutas inmigrantes?
2. ¿Era la ciudad de Córdoba un enclave geográfico importante para la
trata de blancas como lo fueron las ciudades portuarias de Rosario y
Buenos Aires, o sólo fue un punto nodal dentro del territorio
argentino desde donde se repartían estas mujeres a distintos centros
urbanos?
3. ¿Hubo en la ciudad de Córdoba asociaciones que regenteaban la
prostitución clandestina de mujeres europeas como la Zwi Migdal, o
sólo se trató de "rufianes" que de manera individual, y en vista de
mayores lucros económicos, traían mujeres extranjeras a trabajar en
prostíbulos a la ciudad?
4. Como se sabe, la inmigración a principios del siglo XX comenzó a ser
vista como una amenaza al orden social y político en vista de sus
ideas "subversivas" (comunistas, socialistas, anarquistas, entre
otras), pero por otro lado, el inmigrante comenzó a transformarse en
un receptáculo donde depositar todos los fenómenos sociales
negativos: transmisores de enfermedades, subversivos del orden
público, desapasionados por los valores nacionales, entre otros. En
este sentido ¿Qué representaciones sociales se fueron construyendo
alrededor de la mujer inmigrante? ¿Qué trabajos realizaban dentro de
la ciudad? ¿Estaba asociada la figura de dichas mujeres a la
prostitución ilegal? En el caso de las prostitutas extranjeras ¿De
dónde provenían, cuáles eran sus países de origen? ¿Eran jovencitas de
clase humilde "raptadas" en Europa por comercializadores de mujeres o,
por el contrario, ejercían la prostitución en sus países y llegaban a
estas tierras conociendo la situación en la que se encontraban?
5. ¿Hubo ocultamiento de esta problemática en los diarios cordobeses o,
todo lo contrario, fue denunciado enérgicamente este delito? ¿Cómo se
construye la mujer inmigrante en ellos? ¿Se hicieron diferencias en
torno a la prostituta "nativa" y la prostituta "extranjera"? ¿Cuál era
la situación real de estas mujeres?

Objetivos
Analizar el lugar ocupado por la ciudad de Córdoba dentro de la
cuestión de la trata de blancas en nuestro país durante la década de
1930.
Indagar el tipo de políticas municipales que buscaron resolver esta
problemática social haciendo hincapié en las legislaciones municipales
dirigidas a las "casas de tolerancia" y a la inmigración y el
discurso higienista.
Mostrar la posición de enclave de la ciudad de Córdoba dentro de una
red más amplia de comercialización de mujeres extranjeras.
Examinar las representaciones de la sociedad sobre el inmigrante como
un actor social "subversivo" y con connotaciones negativas,
deteniéndonos específicamente en la figura de la mujer extranjera y su
rol dentro de la sociedad argentina.
Reconocer la procedencia de las prostitutas inmigrantes a fin de
distinguir los principales puntos de origen de las mismas.
Sondear los diarios cordobeses a fin de reconocer la influencia de la
opinión pública en torno a la trata de blancas.


Marco teórico
A partir de la década de 1970 los modelos de explicación que asistieron al
surgimiento de la historia social sufrieron un cambio en su enfoque como
resultado del impacto del giro cultural en las ciencias sociales y
humanas.[14] La historia socio – científica comenzó a mostrar sus
deficiencias explicativas. Como sostiene Moreyra, en esta década, "la
desilusión creció con la proporción asimétrica entre los esfuerzos
invertidos y los resultados y los historiadores se plantearon otros tipos
de preguntas que no podían ser respondidas por la cuantificación, los
métodos analíticos y el rigor científico".[15] Pero será a partir de 1980,
con el giro cultural, que se producirá un viraje, pues el rígido
estructuralismo cedió el paso a una descomposición del saber y a la pérdida
de confianza en los grandes sistemas de pensamientos. Dicho cambio comenzó
con la introducción de E. P. Thompson y Clifford Geertz y sus nociones de
cultura, el primero en lo que respecta a la historia laboral inglesa, y el
segundo una redefinición desde la antropología – social. Siguiendo
nuevamente a Moreyra, "los distintos cambios había creado una conciencia y
una sensibilidad hacia temas vinculados con la agencia, la subjetividad, la
contingencia y la construcción simbólica de la `realidad´ social."[16] El
giro cultural de los años 80´en la historia social se presentó como una
aguda crítica a la naturalización del mundo social materializada en los
grandes relatos, las historias socio – económicas y demográficas. En
contraposición a las explicaciones estructuralistas, se afirma que la vida
social es una construcción de los individuos. Se defiende como argumento
capital las necesarias interconexiones entre las expresiones, acciones y
representaciones humanas observadas y las estructuras sociales reales. De
tal manera, "los fenómenos no se observan exteriormente como un espectáculo
que se desarrolla en una orientación irreversible y necesaria, sino que se
establecen los motivos que orientan las estrategias individuales o
colectivas que, a su vez, determinan la producción de los fenómenos y
procesos históricos".[17] En este sentido, la noción de cultura produce un
viraje de la explicación histórica, ampliando el abanico de temáticas como
también impregnando áreas "previamente consideradas como exclusivo dominio
de la objetividad gobernada por un mecanismo causal impersonal".[18] Este
revisionismo hizo que los historiadores sociales volcaran sus esfuerzos a
reconstruir los significados de los fenómenos pasados. Postulando que las
acciones no podían observarse del mismo modo que los objetos naturales,
comienzan a rescatar a los actores sociales de la historia de la opresión
de las estructuras, mostrando que identificando correctamente el accionar
de los sujetos, sus motivos e intenciones se lograba entender el
significado subjetivo que esa misma acción tiene para los sujetos. De esta
forma, "los modos culturales y las formas de expresión están así presentes
como un motor histórico, como un elemento que modela las expectativas, los
modos de acción y sus consecuencias en el hecho histórico y también
operaran como factores en la estructuración del mundo social de la clase,
la autoridad, las relaciones económicas y su transformación histórica".[19]
Así, la reformulación de la historia social otorgó los instrumentos
necesarios que posibilitaron la ampliación del campo, llevándolo a terrenos
menos explorados hasta ese momento o generando visiones diferenciales sobre
temáticas tradicionales. En efecto, si bien los estudios históricos
sociales pueden tener un origen más o menos reconocible en los Annales a
partir de 1929, fue durante el último cuarto del siglo XX cuando se pudo
observar una renovación de enfoques y una redefinición de sus alcances.[20]
La historia social busca rescatar las prácticas y experiencias de los
sectores subalternos, así la historia de la prostitución, de la sexualidad,
forma parte de esta ampliación temática de la historia social posterior al
giro cultural, mostrándose como un campo fructífero para la investigación
interdisciplinaria. Este trabajo será abordado desde la perspectiva de la
nueva historia cultural de lo social. A continuación pasaremos a tratar los
conceptos que nos servirán de anclaje para el abordaje de la trata de
blancas.
La prostitución clandestina en Argentina fue creciendo a la par que
aumentaba el flujo de inmigración europea llegada a estas tierras.
Entendemos que la trata de blancas es un tipo particular de tráfico, en
este caso de personas, consistente en atraerlas a los centros de
prostitución para especular con ellas, es un delito que no necesariamente
exige el cruce de fronteras, pero sí se configura como una situación de
engaño, fraude, coacción, amenaza, violencia o abuso con fines de
explotación. Así este tipo de tráfico es "la facilitación de la entrada
ilegal de una persona en un Estado parte del cual dicha persona no sea
nacional o residente permanente con el fin de obtener directa o
indirectamente un beneficio financiero u otro beneficio de orden
material."[21] Cabe distinguir que, si bien los conceptos de trata y
tráfico están relacionados, refieren a cuestiones diferentes, la trata hace
mención exclusivamente sobre las mujeres extranjeras que son engañadas y
secuestradas, alejadas de su contexto cotidiano, y que es mediante la
violencia que se las mantiene en cautiverio, transformándolas en mercancía,
utilizándolas para el beneficio del proxeneta. En cambio, tráfico puede
considerarse como un concepto más genérico que hace referencia a un tipo
especial de negocio, ilegal o clandestino.
Estas mujeres extranjeras llegaban al país con un destino ya estipulado: la
prostitución. El ejercicio de la prostitución era definida hacia 1900 en la
ciudad de Córdoba como un ejercicio innoble y bajo, pero no por ello se
dejaba de considerar un trabajo. Así entendían la prostitución en el
Consejo Deliberante: "lo que caracterizaba al ejercicio de la prostitución
era el acto innoble, bajo, interesado, o sea un modus vivendi, un modus
lucratis […] que se considera prostituta a toda mujer que se entrega al
acto venéreo con varios hombres, haciendo de ello su profesión habitual
[…][22]". En nuestra ciudad la prostitución fue legalizada en 1883
mediante una ordenanza que regulaba sobre la ubicación de las "casas de
tolerancia" o prostíbulos.
Teniendo en cuenta que Córdoba se abre paso hacia la modernización a partir
de 1870, aunque será un proceso tardío, pero no por ello provocará
transformaciones sociales, económicas, espaciales y culturales. Así, la
prostitución accede al ámbito de las problemáticas sociales junto a otras
más amplias como lo serán la inmigración, la salubridad y la urbanización.
La cuestión social emergerá como una materia a resolver desde el Estado.
Entendemos por cuestión social "un fenómeno objetivo, que surge de manera
disruptiva, con una producción simbólica del mismo, en el marco de una
coyuntura histórica específica. En este sentido, la cuestión social se
encuentra doblemente constituida (o forma parte de un doble registro); es
un emergente de la realidad social, que implica una conflictividad en el
orden de cosas vigente, pero que adopta existencia como tal cuando se
convierte en una situación social significativa, es decir, entendida como
importante por los actores involucrados, por tanto, problematizada
discursivamente por la misma sociedad en la que emerge."[23] En este
sentido, serán las "consecuencias sociales, laborales e ideológicas de la
industrialización y urbanización nacientes" las que provocarán "la
aparición de problemas cada vez más complejos pertinentes a viviendas
obreras, atención médica y salubridad […][24]". En este sentido,
concordamos con Suriano en que si bien esta noción siempre estuvo asociada
a las primeras manifestaciones del movimiento obrero argentino, también es
ampliable a las mujeres: "[…] los problemas suscitados desde fines del
siglo XIX en torno al género y relacionados centralmente al rol de la mujer
en su carácter de trabajadora y/o madre […][25]".
En este contexto, serán las autoridades municipales las encargadas de
llevar adelante la solución de aquellas problemáticas que aquejan y
preocupan a la sociedad. Así, será a través de instituciones como la
policía, los médicos higienistas y la Asistencia Pública que la
municipalidad de Córdoba llevará a cabo un proceso de control social,
entendido éste en sentido amplio, es decir, aquel que tiende a ordenar el
comportamiento de los habitantes de una sociedad.[26] Dicho control se verá
materializado a través de las diferentes políticas sociales que han de
emerger del seno del Estado municipal. Dichas políticas iban dirigidas, en
el caso de las mujeres, a construir una mujer activa en la construcción del
país. Pero este tipo de políticas hay que entenderlas en el contexto de las
sociedades modernas. Pero la disciplina no puede identificarse con una
institución ni con un aparato, precisamente porque es un tipo de poder, una
tecnología, que atraviesa todo tipo de aparatos y de instituciones a fin de
unirlos, prolongarlos, hacer que converjan, hacer que se manifiesten de una
nueva manera."[27]Es por ello, que la noción de Anderson de "comunidad
imaginada"[28] permite entender el rol de ellas en la perpetuación del
modelo económico, social y cultural que las autoridades pretendían
sostener. Además, esta conceptualización es de suma importancia a la hora
de entender el viraje de la figura del inmigrante hacia la delincuencia y
peligrosidad social, materializado en la idea de la identidad nacional y
ciudadanía Es por ello que la familia será vista como el pilar fundamental
en donde debía asentarse la Nación, quedando excluidas de dicho modelo las
prostitutas. Esto deja entrever que el discurso higienista estaba dirigido
a disciplinar y controlar a estas mujeres. Entendemos por higienismo
aquellas políticas y métodos dirigidas a inculcar mejores prácticas
sanitarias entre los pobres, y en especial entre las prostitutas. [29]
"Términos como disciplina y saneamiento eran la propuesta ante lo que los
médicos denominaban una corrupción del cuerpo y del alma. El higienismo,
por tanto, no velaba únicamente por el bienestar individual, sino por el
desarrollo y la estabilidad de la nación entera cuya base se sostenía en el
cuerpo y los hábitos femeninos".[30]
De esta manera puede observarse que la ciencia, la ideología y el Estado se
asociaron justificando natural e ideológicamente la "dominación masculina".
Dicho concepto de Bourdieu es utilizado en el sentido de que "los esquemas
de pensamiento de aplicación universal registran como diferencia de
naturaleza, inscriptas en la objetividad, unas diferencias y unas
características distintivas (en materia corporal, por ejemplo) que
contribuyen a hacer existir, al mismo tiempo que las `naturalizan´
inscribiéndolas en un sistema de diferencias, todas ellas igualmente
naturales, por lo menos en apariencia; de manera, que las previsiones que
engendran incesantemente confirmadas por la evolución del mundo,
especialmente por todos los ciclos biológicos y cósmicos."[31]Así, el papel
dominante masculino se naturaliza: "la fuerza del orden masculino se
descubre en el hecho de que prescinde de cualquier justificación: la visión
androcéntrica se impone como neutra y no siente la necesidad de enunciarse
en unos discursos capaces de legitimarla[32].
Así, el discurso sostenido a nivel estatal, se encargó de la cuestión de la
salubridad enfocándose en la prostituta, como fuente y origen de los males
tanto en salud como en moral. El proxeneta y el cliente, también parte de
la ecuación, quedaban libres de toda acusación, por lo menos hasta la ley
Palacios.

Estado de la cuestión. Algunos antecedentes.
La trata de blancas es un tema de notable vigencia en nuestros días tanto a
nivel nacional como internacional.
Un trabajo fundamental sobre la prostitución en nuestro país es el de de
Donna Guy, "El sexo peligroso. La prostitución legal en Buenos Aires. 1875
- 1955", donde si bien se trata de la prostitución legal en Buenos Aires,
en su primer capítulo aborda el tema de la trata de blancas en la misma
ciudad, basándose no solo en lo que sucedía a nivel nacional, sino también
la perspectiva que a nivel mundial se tenía de la ciudad portuaria y la
problemática. Con esta obra, Guy busca "integrar la noción de género a la
historia política y económica argentina mediante el análisis del papel y la
imagen de la prostitución femenina en los conceptos de trabajo, familia,
clase y ciudadanía".[33] Partiendo la importancia del género como
constructor de las estructuras sociales, económicas y nacionales, analiza
las políticas de control social dirigidas desde el Estado tuvieron como
epicentro a las mujeres. Este trabajo resulta imprescindible ya que, de
manera integral, analiza la prostitución desde distintas dimensiones como
el discurso higienista y la aplicación de criterios médicos y morales, las
implicancias de la prostitución clandestina en una etapa en que esta era
legal, las manifestaciones del poder y del control estatal, entre otros
aspectos.
Con respecto a publicaciones sobre este tema podemos hacer especial mención
a la de Schnabel Raúl, "Historia de la trata de personas en Argentina como
persistencia de la esclavitud". Centrándose en la homologación de la trata
de blancas, primeros, y posteriormente, la trata de personas, como una
forma larvada de esclavitud, dicha investigación está dirigida a historizar
la temática de la trata de personas desde 1880 hasta la actualidad,
centrando su interés en las "diversas modalidades en el submundo de la
prostitución, su vinculación con los estamentos del poder, no con afán
moralista, sino con el fin de prevención y resguardo de la salud y libertad
de las personas, en particular de los jóvenes. Nada más provechoso que
conocer un mundo de crecientes riesgos para cuidarnos y colaborar con la
protección de nuestra sociedad".[34] Resulta de gran importancia este
trabajo ya que permite observar que la trata de blancas y de personas es un
fenómeno anterior a la construcción de la Nación argentina y persiste a lo
largo del tiempo a través de diferentes mecanismos de poder.
Y el trabajo de Roberto Julio Gómez, aborda la prostitución en Argentina,
haciendo foco en la ciudad de Buenos Aires. Dicho trabajo, "La prostitución
en Argentina (1870 a 1940)", resulta imprescindible ya que reconstruye el
funcionamiento de las organizaciones dedicadas al tráfico sexual de mujeres
europeas -la Varsovia y la Milieu-, los debates internacionales que
ocasionó dicha problemática, el origen de las prostitutas extranjeras como
también las legislaciones específicas sobre esta temática. Si bien dedica
un apartado especial para observar la prostitución en las ciudades de
Córdoba y Rosario, el análisis de la prostitución en la primera resulta
pobre en comparación con la reconstrucción que hace de Buenos Aires y
Rosario. Por otro lado, aunque no hace a los fines de esta investigación,
nos pareció interesante como el autor rescata, dentro de la actividad
prostibular, no sólo la figura femenina de la prostituta, sino también la
del "travesti", analizando el famoso caso de "La Bella Otero", travesti muy
conocido en los prostíbulos porteños.
Otro interesante trabajo es el de González y Mancera, "El fenómeno de la
Trata de Personas en el panorama histórico y social de la Argentina y la
Triple Frontera. Las/os protagonistas y sus voces"[35] que si bien su
objetivo es informar y destacar la importancia que tiene la trata de
personas en la actualidad, en particular en la zona de la Triple Frontera,
desarrolla la historia de la trata y en especial la Ley Palacios. La
importancia de dicho trabajo radica en el tratamiento exhaustivo que se
hace de la ley mencionada y la manera en que contextualiza a la misma
dentro de un contexto más amplio como fue la prostitución ilegal.
En los que respecta a estudios regionales sobre prostitución, en los
últimos años esta temática ha capturado el interés de varios historiadores
y científicos sociales, prueba de ello es el trabajo "Pobres y prostitutas.
Políticas sociales, control social y ciudadanía en Comodoro Rivadavia (1929
- 1949)" de Ana Infield. Este estudio parte del supuesto de que la crisis
mundial de 1929 no trajo aparejado un aumento de la marginalidad y la
pobreza, por el contrario, ésta estaba en el seno de la misma sociedad
desde hacía tiempo atrás. Así es como analiza la cuestión del surgimiento
de políticas de control social destinadas a los pobres, y dentro de éstos,
a las prostitutas. De esta manera, la autora cuestionará el alcance de la
ciudadanía, con sus diferencias de género, en la ciudad de Comodoro
Rivadavia. En lo que atañe a la temática de la prostitución, Infield
analiza "el control social municipal sobre las mujeres en general y sobre
las prostitutas en particular en la dimensión material del mundo del
trabajo, y en la dimensión simbólica de algunas representaciones sociales
de las mujeres -y en menor medida de los hombres- en los aspectos de la
moral y del comportamiento público/privado esperado."[36] Dicho trabajo
permite analizar, en el caso de las prostitutas extranjeras, las diferentes
políticas de control social emanadas desde el gobierno y discernir entre
aquellas que apuntaban a la ampliación de los derechos como ciudadanas y
otras destinadas al control higiénico, moral y social de las prostitutas.
Para la ciudad de Rosario, ciudad portuaria a la que arribaron gran parte
del flujo migratorio de principios del siglo XX, encontramos el trabajo de
María Luisa Múgica, "La prostitución reglamentada: fundamentos y
estrategias políticas municipales de control. Rosario (Argentina) en la
primera década del Siglo XX".[37] Múgica observa que en la ciudad portuaria
la prostitución es reglamentada antes que a nivel nacional aunque su
legalidad también terminará más tempranamente: entre 1874 y 1932. Dicha
reglamentación "combinaba aspectos sanitarios, político-administrativos y
policiales válidos tanto para prostitutas como para casas de
tolerancia".[38] En este sentido, aclara que "fueron precisamente las
autoridades municipales las que debatieron intensamente acerca de qué hacer
con las prostitutas y las casas de tolerancia y, fruto de esas discusiones,
surgieron reglamentos y ordenanzas que intentaban encuadrar el ejercicio
señalando el papel activo que el Estado Municipal jugó en relación con esa
problemática".[39] Además, muestra cómo el mismo municipio se fue
conformando como garante del orden y mediante la utilización de un discurso
higienista, busca controlar el ejercicio de la prostitución mediante
instituciones específicas como la Asistencia Pública y el Dispensario de
Salubridad. Dicho trabajo resulta de gran importancia ya que explora el
tipo de prostitutas que eran registradas, mostrando que con las prostitutas
inmigrantes se extremaban las medidas, buscando así desentrañar si éstas
venían engañadas por alguna organización delictiva o venían por motus
propio.
En el caso de Córdoba, no se cuenta con investigaciones realizadas sobre la
trata de blancas, pero si se encuentran trabajos sobre la prostitución. Es
interesante mencionar el de Mariana Dain y Romina Otero "Las metáforas de
la tolerancia: construcciones discursivas acerca de la prostitución.
(Córdoba 1883-1910)", donde el tema de la prostitución se divide en tres
partes: en el discurso de la prensa, en el discurso medico-higienista y en
las legislaciones, buscando reconstruir "a partir de un conjunto
heterogéneo de discursos, las representaciones que, entre fines del siglo
XIX y principios del XX, circularon en Córdoba acerca de la prostitución y
de las mujeres que la ejercían o eran sospechadas de ejercerla"[40]. Las
autoras dejan entrever que dichas representaciones tienen un carácter
histórico y culturalmente determinado, son hijas de un época. Este reviste
de una gran importancia ya que a la hora de reconstruir las
representaciones sociales imperantes, recurren al discurso médico -
higienista y la moralización de la enfermedad, como también a la prensa y a
las legislaciones emanadas desde el Concejo Deliberante de la ciudad. De
esta manera, permite ver que fue el municipio quien, junto a otros actores
sociales como la prensa y los vecinos, fueron moldeando la imagen de la
prostituta y la prostitución a los cánones de progreso y racionalidad
imperantes. Por otra parte se puede observar el paulatino crecimiento del
rol del poder político en lo que atañe a control social.
Como se puede observar en las distintas producciones que toman la
prostitución como objeto de estudio, el discurso higienista tuvo una
impronta muy importante en lo relativo a la elaboración de políticas
sociales desde el poder político. Dentro de esta línea, encontramos
importantes trabajos como el de Manuel Durán Sandoval "Medicalización y
disciplinamiento. La construcción higienista del espacio femenino, 1850-
1920", que, si bien está centrado en Chile, permite observar que el
discurso médico-higienista estableció un cuerpo normativo en donde, "dado
su intelecto débil y ánimo voluble, la mujer se encuentra expuesta a los
desórdenes y la locura, es deber del Estado, en su calidad patriarcal
fiscalizar a todos aquellos sujetos de la feminidad[41]". Así la mujer, en
especial la prostituta, era concebida como corrompida y por eso negaba su
instinto maternal, de allí la necesidad de instruirlas para el noble fin de
la maternidad y en la profilaxis de enfermedades venéreas.
Otro artículo que se relaciona con esta línea de investigación es el de
Ricardo Leandri, "La consolidación de una inteligentzia médico profesional
en Argentina: 1880 - 1900", en donde si bien se analiza el discurso
higienista, se hace más hincapié en la consolidación de una intelectualidad
médica a principios del siglo XX en nuestro país, mostrando de esta manera
que esta élite médica procuró institucionalizar sus prácticas y saberes
para ubicarse en un lugar privilegiado en la formulación de las políticas
sociales del Estado. Esta perspectiva resulta interesante porque permite
entender que los médicos y el Estado trabajaban en conjunto en lo que
respecta a la solución de las problemáticas que aquejaban a la sociedad.
En este sentido es que deben entenderse los discursos higienistas, ya que,
conjuntamente con las diferentes políticas sociales, iban dirigidas
mayoritariamente a las mujeres, especialmente a las prostitutas.
Por último, y con respecto a la inmigración femenina, se destaca el libro
de María Cristina Cacopardo "Extranjeras en la Argentina y argentina en el
extranjero. La visibilidad de las mujeres migrantes". La autora desarrolla
las distintas problemáticas que afectaron a las inmigrantes europeas en lo
relacionado a sus trabajos en el nuevo continente. De allí que la autora
vea en la mujer migrante el receptáculo donde "confluye la invisibilidad de
la mujer como actor histórico en su doble calidad de persona autónoma en
sus acciones y de trabajadora.[42]".


Hipótesis.
1. En la ciudad de Córdoba Capital existió la trata de blancas, pero su
magnitud fue de menor escala en comparación con las ciudades
portuarias de Rosario y Buenos Aires. Debido a que Córdoba no fue un
punto álgido en la red internacional de trata de blancas, no
existieron organizaciones al estilo de La Varsovia. Mas bien se trató
de proxenetas que no integraban una asociación, sino que lo hacían de
manera individual.
2. Las políticas municipales legislaron de manera indirecta sobre la
problemática del tráfico de mujeres para el ejercicio de la
prostitución. Lo hicieron a través de ordenanzas y normas referidas a
la cuestión de la inmigración, la prevención de enfermedades venéreas
e infectocontagiosas y por medio de las ordenanzas que regulaban las
"Casas de Tolerancia" y la prostitución como trabajo. No hubo
políticas específicas tendientes a resolver el problema de la trata de
blancas.
3. Las inmigrantes eran quienes realizaban trabajos domésticos, como
planchadoras, tejedoras, etc. Pero no se las tenía en cuenta para
trabajos más calificados, como maestras o en los talleres de oficios
urbanos. Por lo que muchas de ellas veían a la prostitución como una
salida rápida y efectiva de la pobreza en la que estaban sumergidas.
Así si bien hubo muchas mujeres que fueron traídas engañadas a ejercer
la prostitución, para la gran mayoría de ellas era una elección de
vida.

Metodología.
La trata de blancas en la ciudad de Córdoba es una temática que no ha sido
abordada, por lo que requiere un exhaustivo trabajo de indagación de los
documentos. En este trabajo se tendrá en cuenta las distintas producciones
jurídicas tanto provinciales como nacionales, sobre la trata de blancas,
sus cambios y modificaciones a lo largo de la década de 1930.
En las Actas de Sesiones del HDC haremos un análisis exhaustivo de estas
fuentes inéditas para indagar sobre las medidas tomadas por parte de las
autoridades en lo que atañe a la cuestión de la trata de blancas, como
también poder observar las denuncias contra este tipo de negocio. Para
poder ver cuáles y cómo fueron puestas en práctica las distintas políticas
municipales sobre la problemática del tráfico de mujeres para el ejercicio
de la prostitución, se indagará las ordenanzas y normas municipales. Además
en base a éstas fuentes, se tendrá en cuenta si el gobierno municipal,
disponía o no, de alguna medida tendiente a las mujeres migrantes, y en
caso positivo de qué manera se la integraba a la sociedad.
Será a través de las discusiones que se dan en el seno de las sesiones del
Concejo Deliberante que reconstruiremos el discurso médico -higienista de
la época en cuestión.
Abordaremos, además de manera exhaustiva, distintas publicaciones
periódicas de la época: "La Voz del Interior", "Los Principios" y "El
Único". Esta selección responde a que buscaremos contraponer la prensa
local de manera de integrar las distintas posiciones de estos diarios, pero
a la vez teniendo en cuenta que los periódicos respondían a posiciones
ideológicas diferentes: "Los Principios" era portador de un discurso más
conservador, y "La Voz del Interior" con un tinte más liberal. Partiendo de
las formaciones discursivas como reflejo de la realidad concreta del
momento, buscamos rescatar a la prensa escrita "como una de las vías
directas e informales, y muchas veces eficaces con que los habitantes
podían penetrar en la vía pública".[43]En base a ello haremos un análisis
comparativo entre los discursos emanados desde sus páginas, para poder
observar cómo fue tratado el tema de la trata de blancas.
También se tomarán en cuenta las notas policiales emanadas tanto desde los
diarios locales, como las que figuran en los archivos policiales o memorias
policiales. Por último, y complementando entre estos dos tipos de fuentes,
tanto las periodísticas como las jurídicas, se comparará si las
producciones jurídicas tenían correlación con los acontecimientos que
estaban sucediendo en la sociedad cordobesa de la década de 1930.


Fuentes y bibliografía:

1) Fuentes inéditas. Repositorio
- Archivo Histórico de la Municipalidad de Córdoba: Sesiones
municipales. Serie Actas y Serie Documentos.
2) Fuentes éditas
-Tesis:
- CERQUATTY, Marysol; La imagen corporal de mujeres en situación de
prostitución; Trabajo Final de Licenciatura; Facultad de Psicología
-UNC; Córdoba; 2009.


- GÓMEZ, Roberto Julio; La prostitución en Argentina (1870-1940);
Universidad Nacional de Mar del Plata, Buenos Aires.

-Publicaciones periodísticas
- La Voz del Interior
- Los Principios
- La Nación
- Revista Todo es Historia

3) Bibliografía
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-----------------------
[1] Cacopardo M. Cristina; "Extranjeras en la Argentina y argentinas en el
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Colección La Argentina Plural; 2011; Argentina, Buenos Aires; Pp. 59.
[2] Halperín Donghi. T: "¿Para que la inmigración? Ideología y política
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[3] Cacopardo M. Cristina; "Extranjeras en la Argentina y argentinas en el
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Colección La Argentina Plural; 2011; Argentina, Buenos Aires; Pp. 28.
[4] Ibídem.
[5] Infield, Ana; "Pobres y prostitutas". Políticas sociales, control
social y ciudadanía en Comodoro Rivadavia (1929-1944); Prohistoria
ediciones; Rosario; 2009; Pp. 25.
[6] Gomez R. Julio; "La prostitución en Argentina (1870-1940)"; Universidad
Nacional de Mar del Plata; Buenos Aires; 2010.
[7]Cacopardo M. Cristina; "Extranjeras en la Argentina y argentinas en el
extranjero. La visibilidad de las mujeres migrantes."Editorial Biblos,
Colección La Argentina Plural; 2011; Argentina, Buenos Aires; Pp. 55.
[8] Guy, Donna; "El sexo peligroso" La prostitución legal en Buenos Aires
1875-1955; Editorial Sudamericana; Buenos Aires; 1994;Pp. 17.
[9] Dra. González. B. y Lic. Mancera. E.:"El Fenómeno de la trata de
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Frontera. Las/os protagonistas y sus voces."; Febrero de 2010; Ciudad
Autónoma de Buenos Aires; Publicado por Parra Erica. P.p. 24 a 27.
[10] Guy, Donna; "El sexo peligroso" La prostitución legal en Buenos Aires
1875-1955;Editorial Sudamericana; Buenos Aires; 1994;Pp. 95.
[11] Ansaldi, Waldo: "Una modernización provinciana: Córdoba, 1880-1914 ";
publicación electrónica; http://www.catedras.fsoc.uba.ar/udishal; Pp.1.
[12] Gomez R. Julio; "La prostitución en Argentina (1870-1940)";
Universidad Nacional de Mar del Plata; Buenos Aires; 2010.
[13] Coni; citado en Guy Donna; "El sexo peligroso" La prostitución legal
en Buenos Aires 1875-1955;Editorial Sudamericana; Buenos Aires; 1994; Pp.
95.
[14] Moreyra Beatriz; "Los desarrollos de la historia social contemporánea:
¿Hacia un nuevo giro social?"; Pp. 3
[15] Ibídem.
[16] Ibídem. Pp. 4
[17] Ibídem. 5.
[18] Ibídem.
[19] Ibídem.
[20] Halperín Donghi, Tulio, 1996, "La historia social en la encrucijada",
Ensayos de historiografía, Ediciones el Cielo por Asalto, Buenos Aires. p.
161.
[21] Dra. González. B. y Lic. Mancera. E.:"El Fenómeno de la trata de
personas en el Panorama histórico y social de la Argentina y la Triple
Frontera. Las/os protagonistas y sus voces."; Febrero de 2010; Ciudad
Autónoma de Buenos Aires; Publicado por Parra Erica. P.p. 7
[22] Acta de la Sesión del Honorable Consejo Municipal (en adelante HCM), 3
y 5-XII-1900. En Archivo Histórico Municipal (en adelante AHM). T. A-1-27,
f. 283-284.
[23] Forte M. Ángel; "Apuntes sobre la Cuestión Social Argentina"; Pp.3.
[24] SURIANO; Juan: "La Cuestión Social en Argentina. 1870 – 1943". Pp. 1-
2.
[25] Ibídem. Pp. 2.
[26] MOREYRA; Manuel: "Antropología del Control Social". 2001. Pp. 17.
[27] Deleuze, G.; Foucault; ed. Paidós; 2" ed.; 1" reimpr.; Bs. As.; 2005;
pp. 51-52.
[28] Anderson Benedict; "Comunidades Imaginadas" Reflexiones sobre el
origen y la difusión del nacionalismo; Fondo de Cultura Económica; México;
1983.
[29] Guy Donna: "El sexo peligroso" La prostitución legal en Buenos Aires
1875-1955;Editorial Sudamericana; Buenos Aires; 1994;Pp 105.
[30] Ibídem.
[31] Bourdieu Pierre; "La dominación masculina"; ed. Anagrama; Barcelona
España; Joaquín Jordá (Tr.); Sexta edición; 2010; Pp. 20.
[32] Ibídem. Pp. 22.

[33]Guy, Donna: "El sexo peligroso" La prostitución legal en Buenos Aires
1875-1955;Editorial Sudamericana; Buenos Aires; 1994;Pp. 11
[34] Schnabel Raúl; "Historia de la trata de personas en Argentina como
persistencia de la esclavitud".
[35] González. B. y Mancera. E.:"El Fenómeno de la trata de personas en el
Panorama histórico y social de la Argentina y la Triple Frontera. Las/os
protagonistas y sus voces."; Ciudad Autónoma de Buenos Aires; Publicado por
Parra Erica; Febrero de 2010.
[36] Infield, Ana; "Pobres y prostitutas". Políticas sociales, control
social y ciudadanía en Comodoro Rivadavia (1929-1944); Prohistoria
ediciones; Rosario; 2009; Pp. 26.
[37] Múgica, M. Luisa; "La prostitución reglamentada: fundamentos y
estrategias políticas municipales de control. Rosario (Argentina) en la
primera década del Siglo XX".
[38] ibídem
[39] ibídem
[40] Dain Mariana y Otero Romina; "Las metáforas de la tolerancia:
construcciones discursivas acerca de la prostitución. (Córdoba 1883-1910)";
Editorial de la Municipalidad de Córdoba; Argentina; 2003; Pp. 11
[41] Manuel Durán Sandoval "Medicalización y disciplinamiento. La
construcción higienista del espacio femenino, 1850-1920". Pp 127.
[42] Cacopardo M. Cristina; "Extranjeras en la Argentina y argentinas en el
extranjero. La visibilidad de las mujeres migrantes."Editorial Biblos,
Colección La Argentina Plural; 2011; Argentina, Buenos Aires; Pp. 12.
[43] ALONSO, Paula; "La reciente historia política de la Argentina del
ochenta al centenario"; pp. 393 - 418; en Anuario del IEHS, Universidad
Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires; Nº 13; Tandil; 1998.
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