La transformación territorial derivada del Congreso de Viena de 1815

June 7, 2017 | Autor: Patricia Vilariño | Categoría: European History, Modern History, International Relations, European Politics, European Union
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Descripción


LA TRANSFORMACIÓN TERRITORIAL DERIVADA DEL CONGRESO DE VIENA DE 1815:

Sus consecuencias más trascendentes en el "Poder real" de las potencias de
la Europa del siglo XIX.

MAYO, 2010













PATRICIA VILARIÑO
CI. 4.678.948-8





INDICE

1. INTRODUCCIÓN…………………………………………………………………..


2. ANTECEDENTES Y DESARROLLO………………………………………..........


3. LOS AJUSTES TERRITORIALES………………………………..……………….


4. REFLEXIONES FINALES…………………………………………..……………..


5. BIBLIOGRAFÍA…………………………………………………………………….



1.1 INTRODUCCIÓN

En primera instancia, es importante dar una introducción sobre los
principales antecedentes para que el Congreso de Viena fuera llevado a
cabo, es decir, aquellos hechos que llevaron a que las principales
potencias europeas decidieran reunirse con el principal objetivo, de
reestablecer la paz en Europa.
Como habíamos mencionado previamente, en 1815 sólo existía una gran
preocupación, al deseo compartido de restablecer la paz que por un largo
período de guerras no había existido en este continente. Los vestigios
dejados por la Revolución francesa habían modificado el pensamiento en todo
el continente y tanto modificaciones en la estructura social, económica y
una nueva concepción de política de Estado habían surgido en Europa. Aunque
Francia había sido derrotada, y había sido sometida a perder todas sus
conquistas y obligada a volver a sus 'antiguos límites', aún los frutos de
su revolución tenían gran peso. Europa se encontraba totalmente
desorganizada y dividida, por lo que resultaba necesario encontrar una
manera de poder llegar a un equilibro político. Para solucionar esto se
reunieron las potencias europeas en Viena, 1815.
El príncipe Von Metternich fue el negociador por Austria. El rey de
Prusia dispuso al príncipe Von Hardenberg como su negociador, mientras que
el recién restaurado Luis XVIII de Francia confió en Talleyrand. Por otro
lado el Zar Alejandro I acudió por Rusia mientras que el secretario
británico del Exterior, lord Castlereagh, negoció en nombre de Gran
Bretaña. Esto significó la unión de los países del continente europeo,
quienes velaban por un equilibrio no sólo físico, sino también moral.



El imperio napoleónico en 1812. (Mapa tomado de la página web:
http://thesocialstudiesteacher.wordpress.com)



1.2 ANTECEDENTES Y DESARROLLO

Anteriormente al congreso de Viena, Europa había estado continuamente
amenazada por la expansión napoleónica durante 25 años. Francia a su vez,
había sido enfrentada durante varias ocasiones por diferentes alianzas,
pero la que nos interesará a nosotros en este análisis fue la última
alianza realizada, que surgió durante el Congreso de Viena. Los países que
se alinearon como reacción ante los famosos cien días de Napoleón fueron en
principio Gran Bretaña y Rusia y poco después, Prusia y Austria. Por lo
tanto, la principal amenaza era Francia.

"…El distanciamiento de las potencias vencedoras inmediatamente después de
su victoria sobre Napoleón, tanto como la escisión entre los aliados
después de la Segunda Guerra Mundial, son dos fenómenos similares que
ilustran muy claramente el viejo principio de que las victorias tienen por
consecuencia la ruptura de las alianzas cuando estas se constituyen con el
limitado fin de eliminar al enemigo común. Durante las guerras napoleónicas
era, en efecto, el temor común ante la expansión francesa lo único que
podría unir en un mismo frente a Inglaterra, Rusia, Austria y Prusia…"
(Arbuet, Heber. "Lecciones de historia de las Relaciones Internacionales"
Primera edición 1993. FCU. Tomo II. pp 14)

Luego de que se lograra vencer a Napoleón, la situación cambiaría y la
amenaza sería otra. Como es lógico, toda alianza surge para cumplir un fin,
el fin de esa alianza era derrocar a Napoleón por lo tanto, fue una
"alianza de conveniencia accidental" (Arbuet, Heber "Lecciones de historia
de las Relaciones Internacionales". Primera Edición 1993. FCU. Tomo II. pp
13) Una vez que desaparece el peligro napoleónico, la alianza comienza a
fluctuar, y surgen nuevas rivalidades entre las potencias, como también una
nueva amenaza del lado de los aliados: la política expansionista rusa. Los
rusos querían ansiosamente tener salida directa al Mediterráneo y así poder
llegar al corazón de Europa, y eso se lograría por medio de nuevas
adquisiciones territoriales.

Como mencionamos antes, el principal motivo en este período final de
guerras napoleónicas era, intentar formar una alianza que fuera más estable
y sólida que las anteriores, y esto se obtiene en la alianza de Chaumont,
celebrada en la Conferencia de Chatillon, en marzo de 1814. Fue una
conferencia que duró aproximadamente seis semanas, en donde se
desarrollaron las negociaciones entre los representantes de las cuatro
potencias y un representante de Napoleón. Hay que recalcar que, mientras se
celebraban estas negociaciones, Europa seguía desarrollado una campaña
militar, hecho que llevó a que estos representantes se dieran cuenta de que
no tenían decisión en nada, y que todo dependía de la situación militar.
Para complicar aún más la cuestión, Napoleón se resignaba a sacrificar sus
conquistas y a aceptar volver a los antiguos límites, ya que aún tenía la
idea de poder restablecer su imperio. Por su parte, éste además de su gran
genio militar tenía a su favor la falta de acuerdo de los aliados que no
dejaban de tener disputas entre ellos y de desconcertarse ante las hábiles
estrategias de dominación napoleónicas.
La posición del zar ruso Alejandro I no era la más amigable para
Francia, ya que lo que más quería era vengarse de los franceses por la
entrada en Moscú. Alejandro I se negaba a cualquier negociación sin antes
tener sus tropas en París. Por otro lado la posición inglesa resultaba ser
la más flexible, ya que no le interesaba una derrota total de Francia,
porque esto llevaría a que otras potencias pudieran romper nuevamente el
equilibro, y a Inglaterra no le convenía, ya que aspiraba a lograr un
equilibrio para poder mantener su hegemonía sobre los mares para que sus
intereses fuera de Europa no se vieran afectados.
Metternich por su parte, también estaba a favor de una paz de
compromiso y no le convenía un excesivo poderío ruso.
Los prusianos también querían negociar la paz, pero estaban en un
conflicto interno con su monarca Federico Guillermo, quien siempre quiso
seguir al zar Alejandro I.
"…No era fácil mostrarse generosos con Francia, que había estado tratando
de dominar a Europa durando siglo y medio, y cuyos ejércitos habían
acampado entre sus vecinos durante un cuarto de siglo. No obstante, los
estadistas de Viena concluyeron que Europa estaría más segura si Francia
quedaba relativamente satisfecha, y no resentida e inconforme."
(Kissinger, Henry. "La Diplomacia" Primera reimpresión año 196. Fondo
Cultura Económica, México. Pp 76 y 77)

En resumen, la Conferencia de Chatillon que duró seis semanas no
sirvió de mucho más que para firmar el acuerdo de Chaumont, en el que las
cuatro potencias establecerían una alianza política y militar lo
suficientemente sólida contra Napoleón.

Este tratado significó una alianza política y militar para regir
durante un plazo de veinte años desde la fecha de la firma, por lo que
entendemos que este acuerdo no fue firmado para ganar una guerra sino, para
mantener la paz. En él, se establece continuar la guerra hasta llegar a la
victoria total y se establece también que no habrá paz por separado. Esta
última disposición se adopta para evitar que Napoleón actúe en forma
separada con sus enemigos y la coalición se disuelva.
Se establece que si Francia no acepta las condiciones de paz
propuestas, los aliados pueden usar todos los medios de la guerra en contra
de Francia, con el fin de que los derechos de todas las naciones puedan ser
asegurados.
Un problema el cual no se menciona en este tratado y que va a ser de
gran importancia es el problema con Polonia. Polonia había sido disuelta a
finales del siglo XVIII pero Alejandro quería restablecerla, pero para
lograr esto, debía de entrometerse con territorios austríacos o prusianos.
Como ya mencionamos, si Polonia fuera manejada por el Zar, esto
significaría que por fin Rusia accedería al corazón de Europa, cosa que a
las otras potencias no les convenía.

Luego del tratado de Chaumont y antes del Congreso de Viena, las
potencias celebran el primer tratado de París, que para no extendernos
mucho en este asunto resaltaremos sus principales puntos. Aquí es donde se
le impone la paz a Francia y se le obliga a volver a las fronteras que
tenía en 1792. También se le obliga a ceder a Inglaterra las colonias de
Tobago, Santa Lucía e Isla de Francia, y a España parte de la isla Santo
Domingo. Se reconoce a Suiza como Estado independiente, y Bélgica pasa a
ser parte de Holanda
Un hecho particular aquí, es que aunque Francia estaba totalmente
derrotada, el tratado de Paris parecería favorecerle. Esto se debió gran
parte a la intervención inglesa, quien no quería debilitar por completo a
Francia. Se entendía, como mencionamos antes, que no se podía disgustar
demasiado al pueblo francés, ya que estos aún tenían admiración ante
Napoleón y ante lo que éste había podido lograr para Francia



1.3 LOS AJUSTES TERRITORIALES

¿Cuáles eran los principales intereses de las potencias ante el
Congreso de Viena?
Cada una de las partes se presentó en el congreso con aspiraciones muy
distintas desde el punto de vista de los ajustes territoriales.
Rusia quería crear un nuevo Estado polaco con un gran territorio y
por supuesto, dominarlo así poder llegar hasta el río Oder, lo que
implicaba llegar a Europa Oriental. Con esto crearía un puente entre
Oriente y Occidente y podría ampliar su imperialismo, y por supuesto,
lograr su tan ansiada salida al Mediterráneo.
El interés principal de Prusia estaba en Sajonia, quien le permitiría
avanzar hacia Occidente y así convertirse en la mayor potencia de Europa
central. A su vez, se negaba a devolver los territorios que le habían
tocado con los repartos de Polonia.
Austria tenía un gran temor hacia la expansión rusa y la prusiana, la
cual convertiría Prusia en la principal potencia germana. Tampoco quería el
acceso de Rusia al Mediterráneo, porque sólo lo lograría a través de
Austria. Su principal interés sin embargo, estaba fijado en los territorios
italianos y yugoslavos.
Inglaterra no estaba interesada en anexiones territoriales, pero
tampoco estaba dispuesta a negociar cualquier anexión de sus contrapartes
si alguna de ellas fuera en contra de sus propios intereses. Su principal
interés era mantener la seguridad de las rutas marítimas. Por otro lado le
convenía que Polonia se restableciera ya que serviría como amortiguador
entre Rusia y Occidente, como también la expansión prusiana hasta Sajonia,
para que las intenciones expansionistas rusas se desalentaran.
No podemos olvidar las aspiraciones de Francia, que aún siendo una
potencia derrotada, no tenía nada que perder en el Congreso de Viena.
Primero que nada estaba de acuerdo en lograr una situación de paz, pero
también quería colocarse en igualdad de condiciones con las demás
potencias. Una vez que logra este cometido, se impone a la política
expansionista de Prusia, la cual afectaba a Francia porque no podía
permitir que Prusia se convirtiera en un Estado poderoso.


"Una diplomacia sin escrúpulos, la devoción a las artes militares y un
desarrolladísimo sentido de la disciplina hicieron que Prusia, en el curso
de un siglo, de ser un principado secundario en las yermas llanuras del
norte de Alemania, pasara a ser un reino que, aunque todavía la más pequeña
de las grandes potencias, en el aspecto militar se contaba entre las
formidales." (Kissinger, Henry "La diplomacia" Primera reimpresión 1996.
Fondo de Cultura Económica, México. Pp 75)

Finalmente, el reino de Polonia fue restablecido, pero no con el territorio
que Inglaterra y Rusia hubiesen querido. El ducado de Varsovia con algunas
reducciones, pasó a formar parte de Polonia con una superficie de
127.000km2 y con una población de aproximadamente tres millones. Sin
embargo, no era un estado independiente, sino que queda ligado a la
Constitución rusa, es decir, se une al Imperio ruso.
Rusia obtuvo gran parte de Polonia, Finlandia y Besarabia. Suecia perdió
Finlandia, pero fue compensada con Noruega.
Prusia quedó dividida y pasó a formar parte de la Confederación Germánica.
Termina aceptando la resolución de Polonia, y adquiere las dos quintas
partes de Sajonia, con 850.000 habitantes.
Austria fue fortalecida en Italia y adquiere Tirol y Salzburgo.
La República holandesa adquiere los Países Bajos austríacos, es decir, casi
toda la actual Bélgica.
La península Itálica quedó dividida en siete Estados.
Inglaterra fue quizás la más beneficiada, ya que se le reconoció su rango
como primera potencia marítima al asegurar su hegemonía sobre el mar
Mediterráneo, con la adquisición de Malta, las islas Jónicas y Gibraltar,
así como otras posesiones fuera de Europa como el Cabo y Ceilán.

Se conforman dos grandes imperios plurinacionales: el otomano (integrado
por turcos, griegos, búlgaros, servios y albaneses, entre otros) y el
austríaco (integrado por alemanes, italianos, checos, croatas, eslovenos y
húngaros, entre otros)
Otro aspecto importante dentro del acta definitiva del Congreso, fueron los
decretos que garantizaban la neutralidad de Suiza y la libre navegación de
los ríos de Europa.


Europa luego del Congreso de Viena. (Tomado de la página web:
http://ciahistoria.files.wordpress.com)


4. REFLEXIONES FINALES


En conclusión, el Congreso de Viena fue la primera conferencia de paz
moderna; un intento no sólo de resolver todas las cuestiones pendientes en
el continente europeo, sino también de preservar la paz sobre una base
permanente. Sus procedimientos fijaron la pauta de las futuras conferencias
internacionales, que todavía en la actualidad se conservan como medio para
establecer acuerdos entre las naciones.
Contribuyó también a un mejor entendimiento entre los Estados europeos y
se fomentó el espíritu de comunidad internacional. Europa disfrutó de 40
años sin guerras gracias al principio de equilibrio.
Además, significó un quiebre ideológico, en donde se vio cuestionado el
derecho divino, derecho el cual todos los gobernantes de los países
Europeos usaban como respaldo para legitimar su poder.
Las reuniones en el Congreso de Viena también llevaron a la formación de
la Santa Alianza, conformada por Austria, Prusia y Rusia.
Napoleón había podido escapar de la isla de Elba y retornar a Francia
hasta su derrota definitiva en Waterloo. Fue entonces en el contexto de la
Segunda Paz de París, en noviembre de 1815 que se conforma esta alianza,
con el fin de evitar otra amenaza revolucionaria.




1.5 BIBLIOGRAFIA

ARBUET, HEBER "LECCIONES DE HISTORIA DE LAS RELACIONES
INTERNACIONALES" PRIMERA EDICIÓN 1993. TOMO II. CAPÍTULO PRIMERO "EL
CONGRESO DE VIENA"


KISSINGER, HENRY "LA DIPLOMACIA" PRIMERA REIMPREISÓN 1996. CAPÍTULO
CUARTO "EL CONCIERTO DE EUROPA: LA GRAN BRETAÑA, AUSTRIA Y PRUSIA"
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