La subregionalización de la primera región. Una posibilidad de integración por abajo para Chile

July 7, 2017 | Autor: C. Iuris Regionis | Categoría: Diplomacia, Integración Regional, Paradiplomacia, Regionalización
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LA SUBREGIONALIZACIÓN DE LA PRIMERA REGIÓN. UNA POSIBILIDAD DE INTEGRACIÓN…

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Corpus Iuris Regionis Revista Jurídica Regional y Subregional Andina (Edición especial) 6 (Iquique, Chile, 2006) pp. 399 - 406

LA SUBREGIONALIZACIÓN DE LA PRIMERA REGIÓN. UNA POSIBILIDAD DE INTEGRACIÓN POR ABAJO PARA CHILE “Caminantes no hay camino; Se hace camino al andar” JOAN MANUEL SERRAT

CRISTIÁN ZAMORANO-GUZMÁN*

Esta presentación consiste en exponer el contenido de mi trabajo de investigación doctoral en el cual mis directores son el señor Olivier Dabène, Profesor de Ciencia Política en la Sorbonne Paris III y en el Instituto de Estudios Políticos de París, especialista de los procesos de integración y de democratización latinoamericanos; y el Doctor Jorge Tapia Valdés, Profesor, entre otras actividades, de Derecho Constitucional, y especialista en el tema de la Paradiplomacia y de la Subregionalización. La exposición de está tesis doctoral tendrá lugar, si todo se pasa como convenido, en marzo 2007 en la sala Voltaire de la Sorbonne de Paris, Francia.

I. ANTECEDENTES A lo largo de la ponencia quiero presentarles los pasos en lo que concierne la preparación de mi plan de trabajo, de lo que va a constituir en alguna manera la columna vertebral de mi tesis que poco a poco se convertirá en el plan de esta.

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Correo electrónico:

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El punto de partida de mi reflexión fue el hecho que el proceso de integración subregional que me propuse estudiar requiere una cierta autonomía de las regiones. Así he acentuado mis investigaciones sobre la política de descentralización chilena y he observado que esta había sido evocada de manera exhaustiva estos últimos quince años. He constatado que después de la victoria del “no” en el plebiscito de 1988 para el mantenimiento de las Fuerzas Armadas en el poder, el gobierno de transición1 electo democráticamente tuvo dos prioridades, una a nivel interno y la otra a nivel externo. ¿En qué van a consistir estas dos diferentes voluntades de reforma en el escenario de esa época, a saber en el contexto externo de la mundialización, y a nivel interno durante el retorno a la democracia? Contexto externo: Mundialización de Coalición

Gobierno chileno

Contexto interno: Retorno a la democracia

Vamos a asistir a la aplicación de una política de descentralización en lo que concierne al dominio interno y a la política del regionalismo abierto en lo que concierne al dominio externo. Por un lado más democracia significa más democracia local, en conformidad al principio subsidiario, de ahí la necesidad de descentralizar el país. Al nivel externo, esta transformación al nivel nacional se traduce por la reinserción de Chile en el sistema internacional después de un aislamiento diplomático de más de quince años. Política exterior: Regionalismo abierto

Gobierno chileno de Coalición

Política interior: Descentralización

Sin embargo, la herencia institucional del régimen de Augusto Pinochet va a condicionar los mecanismos, los actores y las instancias del nuevo régimen chileno. En efecto, como lo señala el profesor DABENE en su obra “La Región América Latina, Interdependencia y Cambios Políticos”, la Constitución de 1980 ha dejado enclaves autoritarios “que reflejan la preocupación de las Fuerzas Armada de formar en el seno de la democracia civil una corporación inquieta de la integridad de sus intereses y de su pasado”2. 1 2

Nombre común dado al gobierno de la Coalición a partir de 1990. Este término usual no entra en el debate politólogo de transición y consolidación democrática. Constitución Política de la República de Chile, artículo 96b.

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II. ESTRATEGIA DIPLOMÁTICA CHILENA Y DESCENTRALIZACIÓN En el transcurso de estos últimos quince años, Chile se ha hecho miembro asociado del MERCOSUR y ha logrado poner en obra una remarcable estrategia de acuerdos bilaterales en el marco de su política de regionalismo abierto / regionalización abierta. Este país ha suscrito Tratados de Libre Comercio (TLC) con Canadá, México, Colombia, Venezuela, Ecuador, Perú y Bolivia, y después de la firma de la Asociación estratégica con la Unión Europea en 2002, firma un TLC con los Estados Unidos en 2003 al cabo de muchos años de negociaciones y cambios bruscos. También podemos ver su inserción en la Asociación de los países del Pacífico, APEC, y de hecho hace poco tiempo, en noviembre 2004, la cumbre del Asia Pacífico tuvo lugar en Santiago. Hoy en día, Chile se beneficia de una red de acuerdos comerciales muy larga con los Estados Unidos y Europa, y su ambición para los futuros años es profundizar sus relaciones con los países asiáticos por las vías de su litoral. Frente a los países de Latinoamérica, y a este estado de las investigaciones, nuestra opinión es que Chile toma siempre una actitud de adversidad y de desconfianza; a excepción notable de México y Brasil que son dos países faros en esta zona; lo que lo empuja a Chile acercarse del norte del continente americano. Chile continúa multiplicando los acuerdos comerciales con los países dinámicos económicamente, pero su participación a un proceso de integración elaborado; proceso de integración por arriba, por parte de los gobiernos centrales respectivos; no aparece actualmente como una prioridad. Así, si relacionamos nuestros dos estudios entre sí, y avanzando un poco sobre los resultados futuros, constatamos que al nivel interno Chile se encuentra en una dinámica de emancipación de sus regiones, y al nivel externo su reinserción ha llegado plenamente a un resultado, pero la herencia soberanista y nacionalista está presente en el acercamiento a los procesos de integración. En realidad, pensamos que la cuestión para Chile no es de saber si debe o no abrir sus fronteras, sino en qué condiciones debe hacerlo. Algunos piensan que los procesos de integración presentes en el continente y un sistema propio adaptado al país son compatibles ver complementarios. De otra parte, para Chile esta idea posee un valor estratégico y ordenador: de un lado, las dinámicas de integración sobre el continente americano, de otro, el proceso nacional de descentralización, y como idea intermediaria la búsqueda de una definición de un nuevo espacio de sentido.

III. MUNDIALIZACIÓN, SOBERANÍA E INTEGRACIÓN POR ABAJO Se tratará en esta parte de ver cómo la mundialización influye sobre la definición de nuevos espacios estratégicos. Como lo destaca Zaki LAIDI en su

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obra “Geopolítica del sentido”3, en un período dado “la mundialización y la regionalización, en el sentido de sistema de integración, van a ir juntas” ¿Cómo se vive esta realidad hoy en día? Mundialización del capital4, mundialización de la producción y del consumo, mundialización de los mercados financieros, mundialización de la información, todos esos datos sumados alimentan actualmente la idea de poner de manifiesto un nuevo orden económico, político y social que se construirá por encima del Estado Nación. Podemos pensar que el Estado esta sometido a fuerzas descentralizadoras en el campo mismo de sus prerrogativas y de sus actividades, que según FALK “corroe indiscutiblemente el modelo estatal”5. El bosquejo de un mercado mundial en el cual las grandes empresas miran la tierra como “un campo único de competición” 6 ha creado turbulencias y ha llevado a los Estados a agruparse en el marco de espacios económicos regionales. Ahora bien ¿cómo se desenvuelve hoy en día la competencia internacional? ¿Cúal es la tendencia actual de la mundialización? ¿Cúal es su característica principal? El contexto de la internacionalización de la economía, que es un fenómeno actual y creciente, tiende en alguna manera a que la región tanto como unidad administrativa, económica y humana, de localidad, dependa cada día más del mercado internacional que de medidas estatales. La mundialización les da a las regiones un papel importante a desempeñar. Keneshi Ohmae vio la aparición, en 1996, “de Estado Región, de zonas económicas naturales que tienen sistemas de información y de inversión industriales propios, más allá de las fronteras nacionales”7. La región, como entidad local, se impone como el nuevo espacio estratégico en fase a la mundialización. Este proceso ha abierto profundas brechas en la concepción clásica de la soberanía comprendida como poder supremo, originario e independiente. ¿Podemos seguir manteniendo la idea que los únicos depositarios de la autoridad soberana son los Estados? Frente a la coincidencia entre una entidad soberana y un territorio exclusivo donde se ejerce esta soberanía, surge un sistema político multinacional y en cons3 4 5 6 7

L AIDI , Zaiki, Géopolitique du sens, Editions Desclée de Brouwer, (Paris, 1998). CHESNAIS, F., La mondialisation du capital, Syros, (1994). F ALK, Richard, On Human Governance. Towards a New Global Politics, en Polity Press, (Cambridge, 1995), p. 212. M OREAU D EFARGES, Ph., Logiques régionales et mondialisation in Ordre et désordre dans le monde :Cahiers français, La Documentation française, oct.-déc., (1993), p. 74. O HMAE, Kenichi, De l’Etat-nation aux Etats-régions, comprendre la logique planétaire pour conquérir les marchés régionaux , Dunod, (1996).

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tante movimiento. La porosidad de las fronteras y la intensificación de la interdependencia mutua hace incapaces a los Estados de proteger la autonomía de los espacios territoriales. En este nuevo orden transnacional, debemos sublimar la idea de una soberanía rígida ligada a espacios geográficos y territoriales concretos, y configurar un nuevo tipo de distribución del poder en tiempo, nivel y espacio, moldeable y flexible. En el caso de Chile, estas constataciones toman una dimensión particular debido a la tradición de país soberanista. La adaptación a la tendencia regionalista implica la concesión de un poco de su soberanía. Por lo tanto, el problema no se plantea en términos de sustitución o eliminación de la concepción clásica de soberanía, sino en términos de evaluación y de adaptación. No queremos poner en juicio la formación del demos chileno, fruto del proceso clásico de nation-building que dieron lugar a la formación de los Estados nacionales. Lo que consideramos como adquirido, y sobre todo en el caso de Chile, es que ese demos fue estructurado como “un proceso irreversible de asimilación, según el cual colectividades que tienen grandes afinidades territoriales decidieron abandonar sus características distintivas culturales y construir un nuevo tipo de nación”8. La idea es que el desarrollo de las regiones hace la pregunta inevitable de una concesión de soberanía, ¿pero en que términos? En el nuevo paradigma productivo, las relaciones entre los actores locales; como las empresas, municipalidades, universidades, centro de investigación, sindicatos; pueden tener un papel importante en la competitividad apreciada en los mercados internacionales. El enlace de todo esto da lugar al concepto de “configuración enmarañada”9 entre lo local, nacional y supranacional. Según Luhmann nos dirigimos sin embargo, hacia una sociedad carente de centro. El poder político pierde su claro carácter “de arriba abajo” y se reconduce a la forma de “una circularidad”10. Sin adherir plenamente a su teoría, podemos solamente tomar el esquema que el propone para demostrar que la mundialización crea también una dinamica que parte “de abajo (las regiones) para ir hacia arriba (entidades nacionales y supranacionales)”. Sabemos igualmente que las fronteras pierden su significación cuando los actores locales se comunican entre ellos. Las fronteras tienen una influencia más limitada sobre el acondicionamiento del espacio cuando las diferentes regiones de 8 9 10

C HRYSSOCHOOU, Dimitris N., Democracy and the European Union, Tauris Academic Studies, (London, 1998). B OYER, Robert, Les Mots et les Réalités in Mondialisation, Au Delà des Mythes, en Les Dossier de l’Etat du Monde, Edition la Découverte, (1998), p. 43. L UHMANN , Nicklas, Teoría Política en Estados del Bienestar, Alianza, (Madrid, 1993), pp. 44, 65 y 66.

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una parte y de otra de la frontera presentan grandes similitudes en términos geográficos, culturales, y económicos. Se habla entonces de integración natural. En el libro “La región América Latina Interdependencia y Cambios Políticos”, está señalado que en el caso del MERCOSUR, las toma de las riendas del proceso de integración por la sociedad civil ha sido todo un éxito y “esto se puede denominar como un proceso de integración por abajo”11. Se cita como ejemplo el hecho que “numerosas organizaciones patronales, como la Federación de Industriales del Estado de São Paulo (FIESP) tomaron la decisión de crear en el seno de su organismo centros de estudios o de secciones especializadas en los sujetos del MERCOSUR, con el propósito de cooperar con los gobiernos”. Tenemos aquí tres componentes que permiten identificar la integración por abajo: i) ii) iii)

Como venimos de verlo, la constatación que es la sociedad civil y no los Estados, que hace efectivo un sistema de integración; En segundo lugar, el desarrollo imperativo, fruto de la mundialización, del papel de las regiones entendidas como órganos locales; y por fin, la necesaria existencia de regiones limítrofes como motores, artífices, de un tipo de integración natural.

Ahora bien, “ la integración de Chile en el mercado internacional se ha realizado” en gran parte “por el sector privado, de hecho este sector, después de mucho tiempo se ha ocupado de la economía del país”12. Así, uno de los criterios (i) está llevado a cabo. Sabemos igualmente que el desarrollo del papel de las regiones es uno de los objetivos y preocupación del gobierno, con el fin de lograr la mejor adaptación posible a la mundialización. Así, el segundo criterio (ii) está siendo llevado a cabo. Si observamos, queda solamente como criterio encontrar la existencia de una zona de integración natural (iii), en lo que concierne al territorio chileno, para poder evocar una posible integración por abajo.

IV. LA PRIMERA REGIÓN CHILENA, ÁMBITO POTENCIAL DE UNA INTEGRACIÓN SUBREGIONAL La descripción de esta parte será más breve porque ella implica un trabajo de investigación sobre el terreno que en este momento estoy realizando con toda la ayuda del Doctor Jorge Tapia Valdés en la Universidad Arturo Prat. 11 12

D ABENE Olivier, préc., p. 265. Article, Construction, reconstruction ou déconstruction d’un sens régional en Amérique Latine ?, p. 182.

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Esta búsqueda se focalizará esencialmente en la región de Tarapacá, que es una de las raras regiones de Chile que conocen un tipo de integración natural; es una zona fronteriza con Bolivia, Perú y Argentina y a través de estos con el Brasil y Paraguay. Hablamos para definir esta gran región transfronteriza de Subregión, y para evocar el proceso de integración natural de Subregionalización. Se trata de ver que por el pasado, durante la época precolombina, colonial, postcolonial, y hoy en día, esta región de fronteras múltiples ha conocido numerosos cambios en los ámbitos económicos, culturales, sociales y políticos. Estos últimos años, ella ha obtenido con éxito un papel de plataforma de servicio para el comercio internacional, gracias a la zona franca; Zofri, y un papel de servicio en el transporte, gracias a su perfil portuario, su infraestructura carretera y aérea, transcendiendo así las ambiciones nacionales. En efecto, la Primera Región de Tarapacá, con su dinamismo económico propio, privilegiando a América del Sur y sus vecinos los más cercanos que son Perú y Bolivia; y privilegiando los servicios, se destaca de la gestión de los intereses del Estado chileno que valoriza, como lo hemos señalado, una política exportadora de materias primas hacia América del Norte, Europa y Asia. Queremos ver igualmente cuales son las perspectivas que ofrecería un proceso de subregionalización, en el ámbito económico, con los corredores biocéanicos, sabiendo que cuyo proyecto puede solamente realizarse con la colaboración de diferentes regiones de distintos países, innovando en el ámbito de las relaciones internacionales, por la vía de la noción de Paradiplomacia. La Perspectiva de los corredores biocéanicos… Estos corredores presentan un gran interés, ellos podrían constituir los ejes futuros que pondrán en comunicación los puertos del océano Pacifico del Norte de Chile y los puertos del Atlántico del Brasil, permitirían así a las costas atlánticas del Cono Sur comunicarse con las costas del Pacífico. Los diferentes gobiernos locales se concentran a propósito de este objetivo común, pero hay que constatar que su capacidad de proposición sobrepasa la capacidad de respuesta de la organización administrativa de los propios gobiernos centrales, pero todo esto es una señal positiva que destaca una fe común en este proyecto. …y la diplomacia de las regiones De hecho, los objetivos, el campo de acción, las actividades que implica la construcción de estos corredores pertenecen al dominio de las relaciones internacionales. Ella se realizará por las vías de las relaciones entre las autoridades regio-

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nales o locales de diferentes países, con el fin igualmente que estas autoridades sean reconocidas como interlocutores válidos en el ámbito internacional. La Paradiplomacia sería el conjunto de actividades de coordinación, de unión y de la cooperación en materia de relaciones políticas, económicas y de desarrollo, realizados directamente por las regiones en el ámbito de acuerdos de carácter internacional. El profesor Tapia Valdés, entre otros13, defiende la idea de una corriente diplomática paralela que innove en materia de relaciones internacionales que supone la integración subregional. Así, para concluir esta presentación “La subregionalización de la Primera Región, una posibilidad de integración por abajo para Chile” señalare que, cual sea el dominio con el que este tema esté relacionado, a nivel de la estructura administrativa de un país, o ligado a la adaptación a la mundialización, o también abriendo perspectivas en el terreno de las relaciones internacionales con la Paradiplomacia, todo eso nos demuestra que estamos en la búsqueda de nuevos paradigmas, económicos, políticos y sociales. Para citar el trabajo de Kuhn en su obra “La estructura de las revoluciones científicas”14, la aparición de anomalías y problemas que no pueden ser interpretados y resueltos por la configuraciones cognitivas y normativas de un sistema, llama a una segunda etapa que es una etapa de revolución, de búsqueda de nuevos paradigmas, para llegar al final a la tercera etapa que es el establecimiento de nuevos paradigmas. Según nuestro estudio, nos encontramos en plena segunda fase, buscando respuesta, buscando adaptarse, buscando lo que parece lo más adecuado, lo más justo, lo más eficiente frente a estas nuevas relaciones enmarañadas e inéditas, entre lo local, lo nacional y lo internacional. Muchas gracias por su atención.

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Leer PAQUIN, Stéphane, Paradiplomatie identitaire en Catalogne, Presses de l’Université de Laval, (2003); y Paradiplomatie et relations internationales, PIE - Peter Lang, (2004). KUHN, Thomas Samuel, La structure des révolutions scientifiques , Flammarion, (Paris, 1983).

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