LA SOCIEDAD GLOBAL Y LA GESTIÓN DEL CONOCIMIENTO. RETOS ACTUALES DE LA EDUCACIÓN

July 21, 2017 | Autor: Angelica Cordova | Categoría: Music Education, Teacher Education
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Descripción

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LA SOCIEDAD GLOBAL Y LA GESTIÓN DEL CONOCIMIENTO.
RETOS ACTUALES DE LA EDUCACIÓN.

Lyscenia DURAZO C.
Pontificia Universidad Católica del Perú, PUCP.

"Nos encontramos ante la primera generación que domina las poderosas
herramientas digitales que se utilizan para acceder y procesar la
información con la que se interviene en la vida económica,
política y social mejor que sus mayores (…) este hecho, cambia evidentemente
la vida social familiar y escolar, al convertir a los estudiantes
en expertos digitales y a los adultos en aprendices a tiempo parcial
de nuestros jóvenes expertos digitales." (Dede, 2007)

En una época donde todo lo imposible comienza a parecer posible y las innovaciones tecnológicas suscitan una serie de cambios sin precedentes, parece obvio tener que replantearse muchas de las ideas, estructuras y paradigmas que hasta hoy venían funcionando dentro de las organizaciones e instituciones. Entre los elementos que determinan estos cambios, Cano (2003) observa que se encuentran la globalización y el neoliberalismo, la sociedad de la información y la era digital, entre otros.
En las siguientes líneas se hará un breve análisis en torno a las características de dichos factores y se relacionarán con las nuevas demandas y retos que le imponen tanto a las organizaciones como a las instituciones educativas y a la educación en general, prestando especial énfasis en las variables que presenta la gestión del conocimiento y sus aplicaciones en la gestión de instituciones así como en la educación.
La globalización.
Si emprendemos la búsqueda de los principales elementos que afectan a la sociedad actual, encontraremos a la globalización en primer lugar. Existen muchos debates en torno a ella, desde el significado mismo del concepto hasta posturas contrastadas en torno a sus procesos e implicaciones. Lo que no puede ser negado es que la globalización es un proceso que ha afectado al mundo entero desde hace décadas manifestándose de diferentes formas en la economía, la política, la sociedad y la cultura. (Glenn, 2007)
Según exponen, Rizvy y Lingard (2013) estos cambios globales han sido causados sobre todo por los desarrollos revolucionarios en las tecnologías de información y comunicaciones, además de las transformaciones suscitadas en la economía como resultado "de los crecientes flujos de comercio, capital y personas así como ideas, imágenes e ideologías". (Rizvy y Lingard, 2013) A raíz de todas estas modificaciones, el mundo comienza a funcionar de manera intercomunicada y toma velocidades en el despliegue y el compartir de información de una forma nunca antes vista.
Sin embargo, también empieza a crearse un claro rezago en los países menos desarrollados, donde la brecha digital está generando a su vez una brecha cognitiva favoreciendo a los países desarrollados (UNESCO, 2005) y planteando nuevas necesidades tecnológicas donde antes no existían, pero con pocas probabilidades de acortar esa desigualdad en el acceso al poder de la tecnología en un mediano o corto plazo en países en vías de desarrollo.
El impacto de la globalización y los avances tecnológicos han generado además una serie de cambios en la visión del funcionamiento organizativo tanto de empresas como de instituciones educativas así como una transformación económica con parámetros muy específicos en la competitividad, los mercados y la relación calidad/precio, etc. Caballero (2001) sugiere que, por lo mismo, numerosas empresas se han percatado del gran potencial y el valor añadido del capital intangible conformado por los saberes, conocimientos y experiencia del personal que constituye las organizaciones. Coloma (2015) agrega que "la empresa moderna es tan cambiante que lo que queda es apoyarse en el talento y dedicación de su gente y la calidad de las herramientas que ésta dispone" conformando así el concepto de capital humano, que atiende no solo a los valores financieros sino también a factores humanos y estructurales. A causa de esto, las organizaciones han empezado a hacer uso de una nueva forma de gerencialismo denominada gestión del conocimiento.
Gestión del conocimiento.
La gestión del conocimiento, como una nueva herramienta para la gestión de una organización, está cambiando la manera en la cual se concibe tanto la estructura de una empresa, mudando de formas jerárquicas o verticales hasta llegar al manejo de una estructura horizontal, donde cada aporte basado en el conocimiento y experiencia del personal que conforma la institución es importante y contribuye al crecimiento de la misma. Existe además una perspectiva transversal de diversas variables importantes para el proceso de desarrollo de un proyecto de gestión del conocimiento, tales como el análisis de la comunicación en la empresa, la cultura organizativa y los aspectos materiales, entre otros. (Caballero, 2001)
Este tipo de gestión es también aplicable a las instituciones educativas, quienes igualmente han sentido el impacto de la globalización en su quehacer diario y se encuentran en un momento donde
las nuevas exigencias y condiciones de la sociedad basada en la información remueven drásticamente los fundamentos de la escuela clásica y de sus modos de entender el conocimiento, así como la formación personal, social y profesional de los ciudadanos contemporáneos." (Pérez, 2012: 70)
No cabe duda que esto exige un replanteamiento de la institución educativa desde su función en la actualidad hasta el análisis de la manera en cómo se estructura y cómo esta se organiza.
Este gran desafío que se presenta para las instituciones y empresas dentro del proyecto de una gestión del conocimiento, y basados en el modelo de Caballero (2001), inicia con el análisis y diagnóstico de la comunicación interna y organizativa. Según el mismo autor, uno de los primeros estadios en la gestión del conocimiento, es la verificación de las debilidades comunicativas de la organización y reforzar los vacíos que hacen que la comunicación no funcione de manera óptima desde los canales de comunicación de la dirección con los empleados hasta los contenidos de las reuniones y diversas vías de comunicación.
Esto implica de por sí varios retos, desde contar con un directivo que, además de ser un especialista en su materia sea también un gestor que domine herramientas efectivas de comunicación y liderazgo de manera adecuada para convertirse en un verdadero facilitador de la comunicación en su entorno, hasta contar con un equipo humano capaz de poseer la madurez necesaria para comunicarse efectiva y abiertamente sobre sus necesidades, inquietudes y sugerencias, y compartir su experiencia y conocimientos con el entorno laboral.
Otra variable importante dentro de la gestión del conocimiento es la atención a la cultura organizativa de la institución, donde se enfatiza que el clima laboral debe ser propicio para el progreso de la empresa y se debería hacer efectiva una cultura de confianza y lealtad de todos hacia la organización y viceversa (Caballero, 2001). Considero que, para que una organización aprenda continuamente a través del compromiso intelectual de la fuerza de trabajo, debería haber antes una apropiación de nuevos valores basados en la idea de contribución de cada individuo, sin el estigma de la comparación o competencia que puede llevar al temor del éxito o el fracaso.
Tal vez, aplicando esta reflexión y reconociendo que el mayor recurso en una institución educativa se encuentra en las ideas y profesionalismo de los docentes y administrativos que laboran en la misma, se podría empezar a vislumbrar el gran poder que se logra del trabajo en conjunto con las ideas propuestas por cada miembro del equipo, se crearía una sinergia imposible de frenar, llena de una carga de innovación y compromiso que lo convierte en un valioso recurso para poner en práctica la gestión del conocimiento en una institución.
Caballero agrega dos variables más en su perspectiva transversal del proceso de desarrollo en el proyecto de la gestión del conocimiento; el conocimiento mismo y el capital intelectual. Reconoce que el conocimiento es el factor sobre el cual se sustenta el proyecto y la finalidad es consolidar una organización que aprenda constantemente. Cabe resaltar lo completo que resulta el concepto de conocimiento que el autor maneja, así como las diversas clases de conocimiento que emplea.
En un momento histórico donde todo es tan volátil y tan efímero, por la rapidez de la información y de los cambios, era de esperarse que en algún momento se volcara la atención hacia a lo que es permanente y estable, como lo puede ser el conocimiento humano y el capital en el conocimiento.
Sin embargo, la responsabilidad que esto implica para los sistemas educativos por la influencia que la educación tiene para cumplir esa finalidad, no es menor. Pérez (2012) hace alusión a que
las exigencias formativas de los ciudadanos contemporáneos son de tal naturaleza que requieren reinventar la escuela para que sea capaz de estimular el desarrollo de los conocimientos, habilidades, actitudes, valores y emociones que requiere convivir en contextos sociales heterogéneos, cambiantes, inciertos y saturados de información. (Pérez, 2012: 71)
El rol de la educación.
Sin duda, los nuevos desafíos e incertidumbres que se encuentran en un mundo globalizado, del cual parece casi imposible escapar, impactan directamente al campo de la educación y muchas otras áreas socio-económicas. Los retos para la educación nunca han sido tan grandes como en nuestros tiempos y corresponde a los que se encuentran inmersos en ese campo hacerse responsables por plantear soluciones y propuestas al reto que esta era nos impone.
Desde mucho tiempo atrás, la educación requería de una reflexión profunda sobre su papel y su misión, así como de un quiebre en el letargo del que ésta se encuentra aún inmersa. Al replantearnos el sentido de la educación podremos ser capaces de "reinventar la escuela" y abordar los retos que se nos presentan.
Será necesario llegar hasta los cimientos de la misma educación y reconsiderar de manera sustancial el concepto de aprendizaje y los procesos de enseñanza (Pérez, 2012) donde las capacidades que se requieren son el aprender como aprender y cómo autorregular el propio aprendizaje y fomentar la capacidad de que el individuo aprenda a lo largo de toda su vida, más que seguir siendo una institución para la transmisión de información. Así mismo, el funcionamiento de la institución debe ser reconsiderado y aprender de los avances que se han logrado con respecto a la gestión del conocimiento en otras áreas para implementarlos poco a poco en la organización.
Considero que esta era nos impone demasiadas preguntas y dudas con respecto al camino que debe tomar la docencia, la enseñanza y la educación en general. Seguramente será imposible llegar a las soluciones y respuestas de estos acertijos sin tener una mente abierta a los procesos de cambio, así como a las señales que el mismo alumnado (en la enseñanza) y el personal docente y administrativo (en la gestión) nos van brindando día a día.
Es importante mencionar que esta responsabilidad no puede corresponder solamente a las instituciones educativas y a los docentes comprometidos. Si no existe un trabajo en conjunto desde gobiernos y la sociedad en general, nunca se podrá concretar el cometido. La tarea es tan grande que es imposible que pueda solucionarse mediante unas cuantas personas.
Probablemente se cometerán errores en el proceso pero creo que no deberíamos temerles ya que, tal como ha sido en el proceso de la revolución tecnológica con ensayo-error, problemas y quiebres para lograr un avance tan sustancial, la educación deberá permitirse probar más allá de las costumbres y rutinas, abriéndose paso poco a poco hacia la velocidad de las nuevas generaciones y sus nuevos paradigmas.

REFERENCIAS
Caballero, A. (2001) Las 4 Cs de la gestión del conocimiento. Comunicación, cultura, conocimiento y capital intelectual.
Cano, E. (2000) Organización, calidad y diversidad. Madrid: Editorial La Muralla.
Castells, M. (1999) La era de la información. Economía, sociedad y cultura. Vol. I. Madrid: Alianza Editorial.
Coloma, C. (2015). Guía de lecturas. Curso Gestión del conocimiento en el campo educativo. Lima: PUCP "Capítulo 5: La gestión del conocimiento"
Dede, C. (2007) Transforming Education for the 21st Century. Cambridge: Harvard Education Press.
Glenn, J. (2007) Globalization: North-South perspectives. Londres: Routledge.
Perez, G. A. (2012) Educarse en la era digital. Madrid: Ediciones Morata.
Rizvi, F. & Lingard, B. (2013) Políticas educativas en un mundo globalizado. Madrid: Ediciones Morata.
Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura. Hacia las sociedades del conocimiento. 2005. Jouve, Mayenne: France. Ediciones UNESCO. Recuperado de http://unesdoc.unesco.org/images/0014/001419/141908s.pdf
Stone, R. & Zander, B. (2002) The art of possibility. Transforming professional and personal life. New York. Penguin Books.
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Stone, R. y Zander, B. en su inspirador libro El Arte de la posibilidad, hace referencia a que no existe nadie mejor o peor que otra persona y que cada individuo debe considerar sus aportes, y los de las demás personas, como contribuciones. Esta perspectiva produce un cambio y un distanciamiento de la preocupación centrada en lo individual y lo competitivo, para permitir entrar en una relación de aporte y regalo para con los demás, creando así un espacio que puede hacer una gran diferencia en la contribución de experiencias."
Propone que el conocimiento, además de ser una conjunción de la información, experiencia, contexto, interpretación y reflexión, existen además cuatro clases principales de conocimiento: el captado, el creado, el explícito y el tácito.

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