La sociedad española del siglo XIX según el Viaje a España de Eugène Poitou

June 14, 2017 | Autor: M. Monreal | Categoría: España, Literatura de viajes, Viaje a España, Eugène Poitou, Lengua Y Sociedad
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Descripción

La sociedad española del siglo XIX según el Viaje a España de Eugène Poitou
Mª Elena Baynat Monreal
Universidad Jaume I Castellón




0.Introducción:

Eugène Louis Poitou fue uno de los numerosísimos viajeros franceses
que visitaron España durante el siglo XIX. De oficio abogado y juez,
presentaba igualmente un gusto muy intenso por la literatura y publicó
diversos trabajos dedicados a la novela, al teatro francés y a los
filósofos contemporáneos. Poitou realizó varios viajes a Egipto y España
con su familia y escribió en 1866 un primer relato de viajes sobre
nuestro país titulado Voyage en Espagne (publicado en 1869), reeditado en
varias ocasiones. Analizaremos el relato citado desde el punto de vista
sociolingüístico, observando qué análisis hace el viajero de la sociedad
Española en algunos de sus ámbitos: capas sociales, trabajo y oficios,
organización familiar economía y comercio.




1. Eugène Poitou y su Voyage en Espagne :


Eugène Poitou forma parte de la interminable lista de viajeros
franceses que visitaron España durante el siglo XIX y su Voyage en
Espagne, publicado en 1869, ya a en la segunda mitad del siglo, es
posterior a otros relatos más conocidos y leídos con avidez por el
público francés de la época, como puedan ser, ente otros, el Voyage
Pittoresque et historique de l'Espagne (1806) de Laborde, Une année en
Espagne (1837) de Charles Didier, el Voyage en Espagne (1839) de
Théophile Gautier, Mes Vacances en Espagne (1840) de Edgar Quinet, De
Paris à Cadix (1847-48) de Alejandro Dumas, A travers les Espagnes(1868)
de Valérie Gasparin, Promenades en Espagne(1852) de Mme. De Binckmann,
Etudes sur l'Espagne (1855) de Latour… y, por supuesto, la mítica novela
de Carmen (1845) de Mérimée cuya influencia sobre la imagen de España y
de los españoles en el extranjero fue y sigue siendo indudable.
El Voyage en Espagne de Poitou está organizado en quince capítulos y
recorre España de ida de Norte a Sur, volviendo por el Mediterraneo hasta
Alicante y luego otra vez por el interior hasta el País Vasco de nuevo.
El recorrido que sigue el relato es el siguiente: País Vasco, Pamplona,
Zaragoza, Madrid, Sierra Morena, Baylen, Andujar, Córdoba, Sevilla,
Cádiz, Gibraltar, Málaga, Granada, Cartagena, Alicante, Elche, Orihuela,
Murcia, Aranjuez, Toledo, Madrid, Ávila, Burgos y País Vasco.
En el relato el escritor se centra en aspectos políticos, legislativos
y sociales del país, aunque también describe paisajes y gentes,
monumentos (principalmente con reminiscencias árabes) y cuadros, pero a
lo que más importancia da el escritor es a la historia: en todos los
lugares que describe acaba remontándose en el tiempo y contando la vida,
historias, batallas y leyendas de las personas que han vivido, luchado o
muerto en esos lugares; el escritor aprovecha para dedicar páginas
enteras a reyes árabes como Abderrhaman, reyes cristianos como Carlos
II, generales como Cisneros, personajes históricos como el Cid,
escritores como Cervantes o Santa Teresa de la Cruz, pintores como
Velásquez o Ribera…
El relato de viajes viene publicado con numerosas ilustraciones en
blanco y negro de V. Foulquier, que acompañan e ilustran el texto
escrito; hay ilustraciones de todo tipo: escenas referidas a las leyendas
o historias contadas en el relato, mujeres u hombres descritos, iglesias
o monumentos, paisajes, cuadros de pintores, escenas del campo… y la
primera letra de cada capítulo aparece también en grande e ilustrada con
dibujos que conciernen al contenido del capítulo. El último grabado
representa a Poitou con su compañero de viaje, al que llama siempre M. de
L*** junto a un poste donde pone Francia gritando de alegría por volver
al fin a su país al que ama más que nunca tras su ausencia.
Conviene recordar que el escritor tiene una gran biblioteca del
viajero y cuando viene a España ha leído numerosos relatos de viaje de
sus antecesores no dudando en citarlos a los largo de su relato. Poitou
visita pues España con unos prejuicios, ideas preconcebidas y supuestos
que difícilmente le permiten observar disfrutando y aceptando lo que ve y
su relato ofrece una de las visiones más negativas de nuestro país. Tras
un entusiasmo romántico sin precedentes de los viajeros franceses de la
primera mitad del siglo se observa, a partir de escritores como Poitou
una marcada y progresiva decepción de los viajeros que visitan nuestro
país.
A pesar de ofrecernos una visión muy crítica y negativa del país, si
obviamos ciertos comentarios peyorativos provenientes de su sentimiento
de superioridad hacia un país que considera "no civilizado", su desprecio
por todo lo que no sea árabe y sus prejuicios, podemos considerar el
relato como un testimonio documental más de la España del siglo XIX, no
falta de errores pero también de verdades, datos, ideas o realidades de
las que quizá no tendríamos constancia si no fuese gracias a esos
testimonios escritos que tanto proliferaron durante ese siglo. Al igual
que los de los demás viajeros, el relato de Poitou es interesante por la
información que nos aporta sobre la España del siglo XIX y nos sirve para
conocer un poco mejor la sociedad que nos precede y, gracias a ello,
comprender quizá mejor la que nos rodea en estos momentos y en la cual
nos ha tocado vivir...




2. La sociedad española del siglo XIX según el relato de Poitou:


2.1. Organización social, trabajo y oficios:
Poitou divide la sociedad Española en dos grandes grupos: la nobleza y
el pueblo. El escritor comenta que en España falta una clase importante y
dinámica que si existe en el resto de Europa -la burguesía- y que al no
haber aparecido ésta el país no ha evolucionado ni progresado, se ha
quedado en las "costumbres feudales" (p. 142), la corrupción ha
alcanzado todos los ámbitos y la nobleza no ha hecho nada por evitarlo.
También considera que por culpa de la inestabilidad política del país
surgieron primero los bandoleros, una clase aparte, tan nombrados y
alabados en otros relatos, pero que éstos en el momento en el que él
visita España, han desaparecido de nombre pero no de hecho: según el
escritor los bandoleros siguen existiendo y robando pero con la excusa de
ejercer oficios "honestos", como los campesinos o los posaderos.
De la gente del pueblo el escritor no tiene pues muy buena opinión:
según el relato la mayor ocupación del los españoles es "no hacer nada"
y comenta que los campesinos los ve a menudo tumbados en el suelo y son
muy perezosos; sin embargo luego se contradice hablando de la riqueza de
los cultivos de algunas zonas españolas donde la tierra es fértil o
alabando la maestría de los ganaderos que crían a los animales con el
sudor de su trabajo y su valentía; citemos algunos ejemplos[1]:


La Nouvelle Castille(..)De grandes plaines rochaises(..)de
vastes pâturages(…) (Poitou, 1882: 41).
(…)de Cordoue à Séville(…) Le pays est riche et varié(..)
d'orangers. Il ya de riches cultures(..)de vastes
pâturages(…)(Poitou, 1882: 85-86)
Málaga(…)des champú remplis d'arbres fruitiers et de vignes en
feston, des forêts d'orangers, de figuiers et de grenadiers(
Poitou, 1882: 169)
(…)Elché(…)semée de champú de blé et de maïs, de ajrdins remplis
de greandiers et d'orangers(…)dattes (…)L'homme passe autour de
lui une corde d'aloès qui enveloppe en même temps le tronc du
palmier (…) (Poitou, 1882: 280)
Les paysans regagnaient lentement la ville, poussant devant eux
ânes chargés de bois ou de fourrages. Le chemin était bordé
d'arbres fruitiers en flaur(…) (Poitou, 1882: 251)
Ces hommes sont les bergers qui gardent les taureaux dans les
pâturages où on los élève(…)(Poitou, 1882: 85)


Como se observa en las citas anteriores, los campos y el ganado no
debían de estar tan descuidados como comenta en el relato y el hecho de
que el viajero haya encontrado a algunos campesinos haciendo la siesta en
los momentos de más sol no quiere decir que estén todo el día tumbados;
es muy típico del escritor de afirmar durante el relato como una verdad
general un hecho puntual y particular sin comprobar que no se trata de un
caso aislado o de una situación circunstancial.
El escritor cita otros oficios, algunos, muy españoles como el del
molinero, que depende de la subida o bajada de las aguas (en este caso
del Guadalquivir); el sereno que les ilumina con su linterna para
encontrar la puerta del hotel de Granada; el mayoral, conductor de la
diligencia, el delantero que acompaña a este último subido a un caballo y
el zagal, que va a pie y que tiene una vida muy corta por culpa de su
oficio, un oficio –comenta- muy duro:


Le zagal, qui est à pied, montant de temps en temps sur le
marchepied, courant le plus souvent à côté des mules(…),un tout
jeune homme, presque un enfant(….) ils sont voués à une mort
presque certaine ; ils meurent phtisiques au bout de peu
d'années (Poitou, 1882: 54-55)

Y en Andalucía afirma que hay entre 10000 a 15000 individuos sin
profesión, sin domicilio, vagabundos, mendigos y ladrones, que viven en la
calle y comiendo solo los frutos que encuentran en los árboles. (Poitou,
1882: 176)
También opina que los hombres, en general, son muy poco amables con
las mujeres y que no conocen las normas de cortesía:


(…)Espagnols(…)s'ils étaient plus polis avec les femmes(…)ils
ont dans leurs paroles, leurs regards, leurs gestes, une liberté
qui va jusqu'à l'impertinence( Poitou, 1882: 254)


Pero también comenta que ha oído decir que las mujeres lo aceptan como
algo normal:


(…)on me dit que c'est tout simplement chez eux de la
galanterie; que ces façons sont passées en usage; que les femmes
en Espagne y sont accoutumées, et ne s'en choquent point.
(Poitou, 1882: 255)


Y a modo de ejemplo, para ilustrar su crítica, el escritor explica el
caso de una posada en las que les toca dormir de viaje donde había pocas
sillas y todas ocupadas por los hombres y solo dos hombres se levantan a
ceder el asiento a las mujeres pero eran dos extranjeros, los españoles
ni se movieron de su asiento.
El escritor habla también de las curas y de la iglesia, la cual
-comenta- ejerce una influencia determinante y negativa en la población,
pues, según afirma, la sombra de la Inquisición aún planea sobre el país
y el poder de la iglesia otorgado por la nobleza y la realeza ha sido
siempre excesivo y ha sembrado el terror y el crimen:


(…) Le terrible tribunal grandit(…)soutenu par le pouvoir royal,
son autorité fut sans contrôle, sa jurisdiction sans limites,
ses jugements sans appel(Poitou, 1882: 116).

Para Poitou, como buen jurista, el problema ha estado en los reyes
españoles que ejercían todos los poderes y en España se ha vivido "un
despotismo que no tiene paragón en las naciones cristianas" (Poitou,
1882: 116); y este hecho ha sido, para él, muy negativo para el país y
una de las causas de su decadencia.
Por otro lado, de las mujeres del pueblo comenta poco de sus
costumbres: que van a coger agua a la fuente y también que van a la
iglesia "vestidas de negro, medio cubiertas bajo la mantilla"( Poitou,
1882: 18). En el relato afirma igualmente que sobretodo las mujeres
andaluzas son famosas por sus bailes.
Y, por supuesto, dentro del pueblo, existe un subgrupo social que
fascina y sorprende a todos los viajeros: los gitanos. Poitou ofrece una
visión muy distinta que los escritores románticos que los precedieron que
encontraban belleza en la pobreza y en la autenticidad y compara a los
gitanos a los animales con los que conviven, se lamenta de la dejadez y
el estado de pobreza en el que vive este pueblo. Sin embargo opina que la
culpa de todo la tienen los propios españoles que los menosprecian pero
también los temen y que han deprimido moral y socialmente a este pueblo:


Cette pauvre population, à la fois redoutée et méprisée par les
ESpagnols, semble avoir apporté dans notre Occident le type, les
moeurs et la condition des parias de l'Inde: moralement et
socialement deprime, elle est foro ignorante, foro dépravée et
assez timide. ( Poitou, 1882: 210).


Según el escritor los oficios más comunes realizados por los gitanos
son: "herreros, tratantes de caballos, esquiladores de mulas,
veterinarios, vendedores de remedios secretos y filtros; todos más o
menos ladrones". En cuanto a las mujeres dice que se dedican de jóvenes a
bailar y de ancianas a predecir "la buena ventura"; también dice que
cocinan mientras sus maridos descansan. Añade que las gitanas, a pesar de
su mala reputación, tienen costumbres muy estrictas y que conservan una
castidad un poco "salvaje", pues van armadas con un puñal. Los niños van
desnudos, se revuelcan por el sueldo y piden limosna:

(…)des bandes d'enfants dépénaillés commençaient à nous
assaillir, en nous demandant l'aumône. (Poitou, 1882: 212)

También comenta que el pueblo gitano se ha asentado con tanta fuerza
en el sur de España porque la intensidad con que luce el sol allí les
recuerda a sus orígenes: "Esta raza extraña ha pululado siempre por
España y particularmente por Andalucía. Parece que este sol, que es casi
el sol de Oriente, le recuerda su primera patria" (p. 107) Y añade que
esta raza misteriosa y nómada se ha mantenido siempre al margen de la
civilización moderna la cual "la rodea sin poder penetrarla" (p. 107)
La visión que tiene el escritor del pueblo gitano se basa, no sólo en
la observación, sino también en sus lecturas precedentes: no olvidemos
que todo viajero que viene a España tras la lectura de algunos relatos de
viaje y sobretodo de Carmen de Mérimée no deja de ver a los gitanos con
unos prejuicios ya muy arraigados.
Pero añadamos un toque positivo al espíritu crítico y peyorativo por
naturaleza del escritor: según comenta, y así lo afirman también otros
escritores, entre todos los miembros de la sociedad española, tanto en la
clase superior como inferior, existe una nobleza interior natural ausente
en la gente del norte de los pirineos:


Il y a deansce peuple, même dans les classes inférieures, une
noblesse naturelle et comme un air de distinction qu'on
chercherait vainement chez nous (…) ont une tournure, une
désinvoltures élégante et aisée(…) (Poitou, 1882: 185)


Además entre el pueblo piensa que hay un "cierto orgullo natural y una
familiaridad natural : una de sus más nobles cualidades" este hecho tiene
como consecuencia -según el escritor- que existe más igualdad entre el
señor y el pueblo y, según afirma, "las costumbres han sido siempre más
democráticas" (Poitou, 1882: 141)
Y otro aspecto positivo destacado por el viajero es la alegría y el
buen humor que reina siempre entre los españoles.
Pero la principal conclusión del escritor sobre la sociedad española
es que se encuentra en un estado de decadencia elevadísimo, que era un
nación rica, gracias a la cultura árabe pero que por culpa de las
insurrecciones militares, golpes de estado, rivalidades, intereses
creados, corrupción, manipulaciones y la falta, como hemos comentado, de
una clase social intermedia, trabajadora y emprendedora, el país va
degenerando y empobreciéndose y solo las inversiones extranjeras podrían
solucionar la situación. Según el escritor la cantidad de impuestos es
tan elevada que el pueblo se ahoga y no cree ya en la política, los jefes
de estado van cambiando sin cesar y la inestabilidad se extiende cada vez
más. Y añade que la insurrección está en "estado crónico" (Poitou, 1882:
272) y la sociedad ha vivido y vive de "la fuerza, la muerte y la falta
de respeto". (Poitou, 1882: 95)
Sin embargo Poitou afirma que en el norte de España (Aragón, Cataluña,
País vasco y Galicia) es distinto porque la gente tiene otro temperamento
y otras ideas, son "una raza más enérgica, más activa, menos ablandada
por el clima, menos alcanzada por la lepra de la mendicidad y que no
considera el trabajo como humillante" (Poitou, 1882: 143). Así pues la
peor situación se vive –según el relato- solamente en el centro y en el
sur del país, donde se creen "el primer país del mundo" y sin embargo
"van retrasados frente a los demás, son ignorantes y están arruinados"
(Poitou, 1882: 143).
2.2. Economía y comercio:
El viajero considera que la economía española está en decadencia en
parte por su culpa: porque el orgullo español no permite que manos y
capital extranjeros la remonten y la situación política inestable ha
provocado una crisis económica desastrosa. La verdad es que Poitou visita
España justo después de haber superado el cólera y tras la insurrección
del general Prim y, comenta en su relato, es una época de continuos
pronunciamientos, que define como "ese otro cólera que es endémico en
España" (Poitou, 1882: 8)
Otras causas de la decadencia económica citadas en el relato son la
despoblación del país: el escritor no para de la mentarse por hallar
muchas tierras fértiles abandonadas en distintas regiones de España e
incluso pueblos o aldeas casi fantasmas:


Aragón (…) ce beau pays est à peine peuplé, cette terre est à
peine cultivée, tpoutes ces richesses pour la plus grande partie
sont negligés et détruites . (Poitou, 1882: 24)
De Cordoue à Séville(…) Le pays est riche et varié(…)il y a de
riches cultures(…)de prairies marécageuses, de terres
incultes(….) (Poitou, 1882: 85-86)
(…)de maigres pâturages, des prairies marécageuses couvrent
d'immenses espaces dont la fertilité est ainsi à peu près
stérilisée (..)de loin en loin une petite ville, peu de
villages, à peine queqleus fermes isolées. On sent que la
population manque dans le pays.(Poitou, 1882: 138-139)
Ses plus b elñles provinces sont désertes(…) l'industrie et le
comerse sont anéantis, les manufactures ruinées (…)(Poitou,
1882: 296-297)

Según el escritor este despoblamiento, aumentado por el hecho de que
España ha perdido sus colonias, produce una decadencia en la industria,
el comercio y las manufacturas, pero también en las artes, las letras,
las finanzas y la armada marina; y en última instancia una "decadencia
moral de la sociedad española" (Poitou, 1882: 299).
También destaca el hecho de la desertización de ciertas zonas de
Castilla a causa de, por un lado las guerras contra las árabes, y por
otro lado, ciertas prácticas abusivas de las clases elevadas; se refiere
a la mesta y critica esta práctica castellana: según el escritor
devastaban los campos de manera absurda.
Y otro hecho que contribuye a la desertización son los prejuicios de
los campesinos, que según comenta el escritor: "creen que los árboles
perjudicarían a sus cosechas, que multiplicarían los pájaros y que los
pájaros se comerían su trigo" (Poitou, 1882: 376)
Según el relato el país vive pues básicamente de la agricultura
-frutales, huertas, el esparto, el vino…- y de la ganadería: el autor
cita a los cerdos negros que, dice, son "una de las grandes producciones
del país" (Poitou, 1882: 66).Y tal como denuncia, el pobre agricultor es,
como siempre, el que se lleva la menor ganancia del producto de sus
tierras, solo cobra un 25% de lo que produce y la "usura le arruina"
(Poitou, 1882: 176)
Las únicas fábricas importantes en España –sigue- son dirigidas, salvo
raras excepciones, por extranjeros:


(…)le quartier industriel de Séville(…)la plus importante est
une fabrique de faïences, exploitée par une compagnie anglaise.
Sauf de rares exceptions, toutes les grandes entreprises
industrielles, agricoles ou commerciales, que vous rencontrez
dans ce pays, sont diriges par des étrangers, la plupart Anglais
ou Français. ( Poitou, 1882: 115)

También cita otros oficios como los vendedores de mantas y alpargatas
en Valencia y los aguadores que encuentra a menudo: en su ignorancia y
desconocimiento del idioma español Poitou confunde los continuos gritos
de reclamo de éstos últimos-¡agua! ¡agua! para intentar vender su
producto, sobretodo en lugares de paso de viajeros como las estaciones de
ferrocarril, con que los españoles siempre tienen sed; además el viajero
no visita España en la estación más calurosa, pues viene en primavera y
no puede pues comprender la necesidad de beber en el centro y sur de
España en los días más calurosos del verano.
Para finalizar, el ferrocarril, que debería haber sido un símbolo de
progreso en España, como en el resto de capitales europeas, pero, según
afirma el escritor aquí ha sido distinto: según el escritor la creación
del ferrocarril no ha producido en absoluto en España los resultados
maravillosos que han hecho nacer en otros países porque no tiene ni
grandes carreteras ni buenos caminos y el comercio esta aún muy poco
desarrollado, aspectos que deberían haberse mejorado mucho antes de
pensar en construir un ferrocarril; dice así: "el lujo le vino antes de
que tuviese lo necesario" (Poitou, 1882: 289).
Y lo que más perjudica al progreso económico del país es, comenta, el
carácter de la gente del sur que se toma las cosas con tranquilidad,
respetan sus horarios a raja tabla y no hacen "horas extra" trabajando
bajo mínimos: eso es lo que comenta el viajero tras su experiencia como
viajero en contacto con conductores, alberguistas, mecánicos, aduaneros y
otras gentes con las que suele relacionarse para poder continuar su
viaje.




2. Conclusiones:


A pesar de que nuestro análisis esté, como hemos comentado,
incompleto, nuestras conclusiones sobre la España del siglo vista a
través de los ojos de ese "otro" llamado Poitou son igualmente
interesantes, aunque no siempre ciertas y objetivas. Suponemos que el
escritor tenía parte de razón, desde su punto de vista de europeo
occidental "civilizado" en que España era un país en crisis, con una
situación política y social inestable y con un retraso industrial
considerable respecto al resto de Europa. Sin embargo realiza
afirmaciones categóricas, tipo sentencias, muy negativas y poco
documentadas y su ignorancia le lleva en muchas ocasiones a sacar
conclusiones demasiado "a la ligera".
Por otro lado decir que el escritor había leído numerosos
relatos de viaje por España escritos antes que el suyo, la mayoría por
románticos idealistas que hallaban la belleza en todo lo que veían y
que encontraban en España el encanto del retraso, del exotismo, del
orientalismo, de la autenticidad, de la no civilización… y Poitou
espera encontrar ese entusiasmo pero viéndolo con sus propios ojos
realistas y críticos de "no romántico" y, en efecto, el resultado es
desalentador. Allí donde los demás viajeros veían exotismo, belleza y
atracción el escritor ve suciedad, falta de cultura y retraso y lo
único que le recuerda al encantamiento de los apasionados relatos
románticos son las reminiscencias árabes, sin las cuales considera que
el encanto desaparece automáticamente. Se podría comparar al relato de
Dumas "De Paris à Cádiz" pero este encubre su visión negativa del país
añadiéndole un toque aventurero, teatral y cómico a su relato y además
Dumas acaba enamorándose mucho más de España que Poitou quien visita
criticando y basando sus afirmaciones siempre en sus prejuicios y
desde unas premisas negativas permanentes sobre los españoles.
Concluyendo, Poitou nos describe una España en crisis, y esta
crisis tiene sus particulares causas, entre las que destaca los
abusos de la nobleza e iglesia, la intestabilidad política y el
carácter de los españoles; según el escritor la solución está en el
capital extranjero y en culturizar a la gente, pues considera que la
crisis política y económica se ha extendido a todos los aspectos de la
sociedad, incluyendo la moral y que el país entero necesita renovarse
y progresar. Y el escritor piensa que hay potencial para ello, pues
comenta que los españoles tienen un carácter muy voluntarioso e
impetuoso, que la tierra es muy productiva y que hay posibilidades de
industrialización, pero para todo ello piensa que hace falta, por una
lado más población, más cultura, más civilización y menos
supersticiones, y por otro, más inversiones extranjeras, más apertura
hacia Europa, menos individualismo y orgullo.
Dejando de lado el talante invasor, altanero, en ocasiones
insultante y aplastante del relato, nos preguntamos, por otro lado, si
dos siglos después, ya con España integrada en Europa, podemos
considerar que Poitou tenía razón en algunas de sus predicciones y
afirmaciones… si todo era fruto de sus prejuicios o si algunos de sus
comentarios y críticas podían tenían una base fundada y real…



3. Bilbliografía:


LABORDE, A. (1806) : Voyage Pittoresque et historique de l'Espagne,
Paris , Didot l'aîné.
POITOU, M. E. (1882): Voyage en Espagne, Tours, Alfred Mme et fils,
éditeurs.
DIDIER, CH. (1837) : Une année en Espagne, Charles Didier, Une année
en Espagne, Paris, Dumont.
GAUTIER, TH. (1981) : Voyage en Espagne, Paris, Gallimard.
QUINET, E. (1840) : Mes Vacances en Espagne (1840), Paris, Au Comptoir
des Imprimeurs Unis.
DUMAS, A. (1870) : De Paris à Cadix, Paris, M. Lévy frères.
Gasparin, V.(1969) : A travers les Espagnes, Paris, Michel Lévy
frères.
BRINKMANN, MME. DE (1852): Promenades en Espagne, Paris, ¿ ?
LATOUR, A. (1855) : Etudes sur l'Espagne Séville et l'Andalousie,
Paris, Éditions Michel Lévy frères
MÉRIMÉE, P. (1965): Carmen, Paris, Gallimard
GINÉ, M. (1999): La literatura francesa de los siglos XIX y XX
hispánico, Lleida, Univ. Lleida.
AYMES, J.R. (1983) : L'Espagne Romantique, Paris, A. M. Métaillé.
BENASSAR, B. et L. (1998) : Le Voyage en Espagne, Anthologie des
voyageurs français et francophones du XVI au XIX siècle, Paris, Robert
Laffont.
CAÑIZO RUEDA, S. (1995) : Morfología y variantes del relato de viajes
en el mundo romántico en AA.VV.: Libros de viajes en el mundo
románico, Murcia, Fernando Carmona Fernández y Antonia Martínez
editores.


FUENTE:

Baynat Monreal, Mª Elena: Sociedad y literatura de viajes: visión de la
sociedad española en el siglo XIX del Viaje a España de Eugène Poitou in
Coloquio internacional Texte et Société (Lérida: 2007). ISBN: 978-84612-
9667-5.






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[1] - Las citas han sido traducidas al castellano por nosotros desde el
texto original en francés de referencia (cf. bibliografía)
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