La Situacion y Condicion de la Juventud Guat

July 18, 2017 | Autor: Candela Brava | Categoría: Public Policy
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Descripción

Segmento de edad
Edad

Edad

%

Rango de edad
















84 < X
80-84
75-79
70-74
65-69
60-64
55-59
50-54
45-49
40-44
35-39
30-34
25-29
20-24
15-19
10-14
5-9
0-4




Edad
Edades
Grupos de edad


Política Nacional de la Juventud 2005-2015, la Política Nacional de Juventud 2009-20019 y la Política Nacional de Juventud Maya, Garífuna y Xinka, en todos ellos se establecen los mismos rangos de edad.

Crecimiento vegetativo es igual al crecimiento bruto de la población por cada mil habitantes menos la tasa de mortalidad. INE, estimaciones basadas en el XI Censo de Población.
Ver transmisión generacional de la pobreza en Informe regional sobre desarrollo humano para América Latina y el Caribe 2010, PNUD. 
Por área urbana se considera a la población con más de 2 mil habitantes.
Las poblaciones xinca y garífuna se calculan en 14,700 y 4,700 respectivamente en la ENCOVI 2011.
INE, Pobreza y Desarrollo, un enfoque departamental. Guatemala 2011.
Los datos tratados en este apartado fueron tomado de las estadísticas del Banco de Guatemala. Los que no se cita la fuente.
CEPAL, Unidad de Información Pública y Servicios Web.
Ver Mercado Laboral, Instituto Nacional de Estadística 12 de septiembre de 2011. Estudio a cargo del Equipo Técnico, ENEI 2011, cuadro 7: " Estadísticas del Mercado Laboral, Según Periodo 2002-2011", estudio realizado con el patrocinio de la Cooperación Técnica de la Agencia Española de Cooperación Internacional al Desarrollo, AECID; Banco Interamericano de Desarrollo, BID; Agencia Sueca de Cooperación para el Desarrollo, ASDI, Programa de Fortalecimiento Institucional del Sector Juventud en Guatemala, Unión Europea.
Los más recientes, la erupción del volcán Pacaya (mayo 2010) y la tormenta Agatha (mayo 2010).
La proyección fue realizada por Shorjan Estrada y Mauricio Guerra, con base a los acuerdos de medición del Banco Mundial; el porcentaje de pobreza total que indica la ENCOVI 2011 equivale al 59.3% de los guatemaltecos, esta cifra dista del 53.7% oficial.
Cálculo realizado durante los primeros meses de 2011.
El Informe Nueva Canasta Básica de Alimentos a la que se hace mención fue publicada en septiembre de 2011. Los precios fueron ponderados al año 2012 de los datos ENIGFAM 2009-2010, págs. 34 y 35.
Esos montos incluyen bonificación anual de ley.
Ver http://data.worldbank.org/country/guatemala. (2011)
1 es la máxima desigualdad, "0" la mínima.
Ver http://hdr.undp.org/es/estadisticas/indices/idg_ipg/ (2011)
Artículo 71 de la Constitución de la República.
Para la UNESCO la tasa de analfabetismo asciende a 25% de la población de más de 15 años. Global Education Digest 2011.
Ver Informe Regional sobre Desarrollo Humano para América Latina y el Caribe 2010, Anexo A9. Se considera la población de más de 25 años.
En esta comparación de barras es importante recordar, como se vio en el capítulo anterior, que el 38% de la población se reconoce como indígena.
Ver Demetrio Cojtí Análisis de situación, capacitaciones, cursos y carreras ocupacionales y técnicas impartidas en Guatemala.PFISJ, mimeo.
En Cojtí op. cit. pág. 21 la cifra gira alrededor de 1,158,000.
La falta de maestro aparece con un 0.3% en la ENJUVE 2011, a diferencia del los resultados del ENCOVI 2011. En los resultados de la ENJUVE 2011, se corrobora la razón principal de deserción a la falta de dinero en población indígena como no indígena.
Ver Evaluaciones, MINEDUC 2010 y Más y mejor educación en Guatemala (2008-2021) ¿Cuánto nos cuesta? IICEFI, 2007.
Ver reportaje de elPeriódico domingo 31 de octubre de 2010.
Bruno Baroni 2009, Políticas para la inserción laboral de mujeres y jóvenes en Guatemala, CEPAL LC/W.252.
"La formación para el Trabajo, Puerta de Oportunidades para la Juventud en Guatemala" Programa Juventud UE. 2012, pág. 53.
Ver Diagnóstico de la Situación de la Educación Técnica Vocacional y de Carreras Técnicas en el Ministerio de Educación, Programa Juventud-UE. Guatemala, 2010.
La formación para el trabajo, Puerta de oportunidades para la juventud en Guatemala, Programa Juventud 2012.
"Formación para el trabajo…" op. cit. pág. 54.
Programa Juventud 2011.
Declaraciones de Karla Lemus, del Grupo Guatemalteco de Mujeres, La Hora 25/9/2009.
Derecho a la vida, estadísticas sobre muertes violentas, lesionados y detenidos, PDH, 2011.
Dra. Carmen Mazariegos Franco, indicadores de salud 2010-2011. cmazariegos.files.wordpress.com/. ../indicadores-de-salud-en-guatemala.
ENSMI 2008/2009, pág. 186.
Boletín No. 1 CNE. MSPAS 2010.
Los datos a los que se hace referencia fueron tomados de la Encuesta Nacional de Empleo e Ingresos, ENEI 2011.
Es decir que no cumpla con los tiempos establecidos en jornadas laborales o con los salarios mínimos establecidos oficialmente por rama de actividad.
ASIES Diálogo Estratégico sobre Trabajo Decente y Economía Informal. 2011.
El tema de la formación para el trabajo es tratado en el capítulo 4°.
Las actividades agrícolas y no agrícolas para 2011 se [fijaron] en un salario mínimo diario de Q 63.70 , equivalente a Q. 1 mil 937.54, mensuales, más la bonificación incentivo de ley de Q250, lo que hace un total de Q2 mil 187.54 al mes. En cuanto al sector de actividades de Exportación y de Maquila, con el aumento de Q 7.70 diarios se fijo un salario mínimo de Q 59.45 diarios, equivalente a Q1 mil 808.27 mensuales, mas la bonificación incentivo de ley para hacer un total de Q2 mil 58.27. Acuerdo Gubernativo 388-2010.
Ver Bruno Baroni, op. cit. pág. 24.
Entre la penuria y la urgencia de oportunidades. Programa de Juventud, 2011.
Marta Lagos y Lucía Dammert, 2012. La Seguridad Ciudadana El problema principal de América Latina. Latinobarómetro.
Johan Galtung y Carl Jacbsen, 2004, Searching for peace, the road to TRANCEND.
CIEN, Diagnóstico de la violencia juvenil en Guatemala, 2009. Elaborado con datos de la Procuraduría de Derechos Humanos.
INDH 2012.
Diagnóstico Mundial de la Juventud, Consejo Nacional de Población. 2010, México.
Ver Encuesta sobre Remesas 2010, Protección de la Niñez y Adolescencia UNCEF-OIM, Guatemala y CONAPO, México 2010.
Ver Encuesta sobre Remesas 2010, Protección de la Niñez y Adolescencia. UNICEF, Guatemala, pág. 13.
La encuesta la levantó INCIDE, contraparte guatemalteca de la agencia mexicana.
Decreto Legislativo 27-2003. Esta ley tiene distintos alcances como la regulación y derecho penal de los menores.
La institución ejecutora ha sido el Consejo Nacional de la Juventud, Conjuve.
Encuesta Estudio de opinión a niños y adolescentes sobre tecnologías de información y redes sociales, Vox Latina para la Organización de las Naciones Unidas para la Infancia, UNICEF, en sep./oct. 2010, con una muestra de 800 niños y adolescentes (10-18 años) de la ciudad capital y las cabeceras departamentales, ver resumen en Prensa Libre el 31 de octubre 2010.
Idem pág. 3.
Unión Internacional de Telecomunicaciones UIT. Ver elPeriódico 18 Mayo 2011.
http://www.diadeinternet.org.
Ipsos, empresa de mercadeo y opinión pública 2010. http://www.deguate.com/servicios/internetguate.shtml.
El hecho de que la izquierda haya gobernado dos décadas en alianzas electorales desde la caída de la dictadura habla de otro sistema político en el cual surgen a la democracia los mismos partidos políticos previos al golpe militar.
En el capítulo siguiente se muestran las opciones políticas de los jóvenes.
Ver Dinorah Azpuru Cultura política de la democracia en Guatemala, 2010. ASÍES, Universidad de Vanderbilt, pág. 123.
El que denuncia al otro en provecho propio.
Dinora Azpuru ,Cultura política de la democracia en Guatemala 2006, Barómetro de las Américas LAPOP. Págs. 142-149.
El gráfico se estructuró con un coeficiente logarítmico.
La pastoral de la juventud, por ejemplo aduce tener influencia en 75 mil jóvenes.
CALDH hizo en 2008 un inventario de 120 organizaciones locales.
Tal es el caso de las organizaciones que promueven la Ley Nº 3885 de los Concejales Jóvenes; Ley Nº 3897 que dispone la incorporación de la juventud en los Concejos de Desarrollo Urbano y Rural.
A la fecha no se han publicado los resultados de las memorias de las elecciones 2011 por el TSE por lo que no se puede establecer la participación de jóvenes.
Gustavo Berganza y Azucena Cifuentes, Los Jóvenes, los medios y las elecciones de 2007, DOSES-Soros, Guatemala, pág. 57.
Ver Dinorah Azpuru, op. cit. pág. 132.
En el área rural es de 8% la predominancia de mujeres.
. Ver Boletín Salud Sexual y Reproductiva N° 1 año 2. SEPREM.
Boletín informativo N°1 del Observatorio de Salud Reproductiva 2009. Guatemala.
International Conference on Population and Development 1994, WHO: Reproductive health.
SEPREM op. cit. pág. 4.
INE, Estadísticas de violencia intrafamiliar 2009, http://www.ine.gob.gt/np/violenciaintrafamiliar/
index.htm
Sarah Gammage y Mónica Orozco, 2008, El trabajo productivo no remunerado dentro del hogar: Guatemala y México. CEPAL, LC/L.2983-P
En el análisis de datos de la ENEI 2011 se priorizó para efectos de comparación la población maya con la ladina, por la falta de significación estadística de los otros grupos, al estudio del INE no le interesa precisar en conocer las actividades de los otros grupos étnicos por lo que el énfasis estaría planteado de otra forma en la pesquisa de datos.
TGF tasa global de fecundidad.
Ver Salud sexual y reproductiva y VIH en adolecentes y jóvenes indígenas, OPS 2010.
Idem, pág. 9.
Ver ASIES op. cit pág. OPS 2010.
Declaraciones al elPeriódico 2/06/11, por la antropóloga Irmalicia Velázquez Nimatuj.


2

Distribución porcentual por área y segmento de edad de la población-2010
28.9%
11.6%
14.5%
7.9%
37.1%

37.3%
13.4%
13.0%
6.3%
30.0%


Pirámide poblacional indígena


La Situación y Condición de la Juventud Guatemalteca



Informe de consultoría



MISIÓN DE CORTA (MC13 )





Consultor: Edelberto Torres Escobar
Informe de consultoría para el Programa Juventud de la Unión Europea, como parte del fortalecimiento de la capacidad de producción de información en juventud del Instituto Nacional de Estadística.



Contenido
Contenido 2
Introducción 5
Resumen ejecutivo 8
1. – Quiénes son y en dónde están los jóvenes 14
1.1. Más es mejor, la importancia poblacional de los jóvenes 14
1.1.1. El bono demográfico, ¿esperanza de vida? 16
1.2. Distribución de la población 19
1.2.1. Los jóvenes se desplazan cuando pueden 19
1.2.2. Distribución poblacional por sexo, quién se va, quién se queda 21
1.3. Los jóvenes y su condición étnica 22
1.4. Los jóvenes y su estado civil 23
2. La estructura socioeconómica en donde se desenvuelve la juventud 24
2.1. El contexto económico. 24
2.2. Los jóvenes un grupo estratificado 27
2.3. Una sociedad desigual 29
2.3.1 Cohabitar con la pobreza, la vivienda de los jóvenes 33
3. La educación de los jóvenes 36
3.1. Avances y retrasos en la educación 36
3.2. Acceso a la educación 39
3.3. Abandono escolar 40
3.4. El nivel de la calidad educativa 43
3.5. La educación técnica 44
3.6. La formación no formal 48
3.7. La oferta de servicios de educación 51
4.- Salud y juventud 54
4.1. De qué se enferman los jóvenes 55
4.2. Cuando se enferman, qué hacen 57
4.3. Salud, sexualidad y fecundidad 60
4.4. La pandemia del VIH 62
5.-Situación del empleo juvenil 65
5.1. La integración temprana a la estructura laboral 65
5.2. Actividades económicas y salarios 69
5.3. Experiencia laboral 71
5.4. La promoción del trabajo 73
6.- Los Jóvenes frente a la violencia cotidiana 76
6.1. Inseguridad Institucional 77
6.2. Jóvenes, inseguridad y violencia; qué dicen las encuestas. 78
6.3. Los jóvenes estudiantes y la violencia 82
6.4. El entorno laboral 84
7.- Juventud y Migración 87
7.1. La migración interna 88
7.2. Emigración al norte 89
7.4. Resultados de la emigración 94
Remesas 94
8.- Esparcimiento y Equipamiento Personal 97
8.1.- Buenas intenciones no más, el Estado y el esparcimiento de los jóvenes 97
8.2. Nuevas tecnologías, equipamiento y comunicación en el entorno de la juventud. 99
8.3. Los jóvenes y las TICs 103
9.- Las percepciones de la juventud guatemalteca 108
9.1. Hijos de la democracia 108
9.1.1 Un caso específico: la gestión municipal 108
9.2. Cómo se vive el presente cómo se quiere el futuro 109
Gráfico 56 109
9.3. Los jóvenes y la política 112
10.- La participación social de los jóvenes 116
10.1. Participación en la construcción de capital social 116
10.2. Los jóvenes organizados 119
10.3. La participación política de los jóvenes y la democracia electoral 123
10.4. Participación electoral 123
10.5. Comunicación y acceso a medios 125
11.- Mujeres jóvenes 127
11.1. La salud reproductiva 127
11.2. Trabajo 131
12.- Juventud Indígena 135
12.1. Porqué son diferentes los indígenas. 135
12.2. Aspectos poblacionales 138
12.3. Lo político 140
Conclusiones 143
Bibliografía 146















Introducción
Los jóvenes que se inician con el siglo XXI van creciendo junto a una serie de circunstancias que no se conocían antes: el entorno en que se desenvuelven se inserta en una dimensión en donde lo doméstico y lo externo al país no encuentra, en ocasiones, fronteras precisas. Para estas generaciones de jóvenes resulta familiar la interdependencia internacional de flujos humanos y mercantiles de nuevo tipo; la transnacionalización del crimen; el traslado de los centros más dinámicos de la economía hacia lo que antes era considerada la periferia; el florecimiento de iniciativas y participación política de nuevo tipo de jóvenes en el resto del mundo; la transición hacia formas de interacción mediadas por la tecnología que las vuelven instantáneas.
Pero la modernidad que se conjuga con atraso lleva un lastre del pasado, sitúa a los jóvenes en una situación como la de aquél ángel que avanzaba al futuro viendo atrás, de espaldas al porvenir, sin la certeza de qué vendrá. ¿Qué los sigue atando al pasado?: la carga social que no logra desembarazarse de la pobreza; los temores que no propician asumir el control de la condición ciudadana; la suspicacia que mantiene desintegrada la identidad nacional; el sentido de orfandad en muchos que optan por el culto al autoritarismo. Al final, no poder apropiarse del porvenir, aunque sea como utopía desalienta.
En un sentido histórico, la generación de jóvenes guatemaltecos de hoy se deslinda del pasado por haber nacido con un proceso político particular. Los que se inician como adolecentes nacieron a partir de la firma de los Acuerdos de Paz; los que ya se inician como adultos jóvenes, lo hacen a partir del comienzo del periodo democrático electoral. La variable que ha cambiado ha sido la política, que cuando entusiasma como en el pasado, tiende a uniformizar el comportamiento social de amplios sectores de la juventud, esta parece no ser la condición actual.

Toda generación de jóvenes se distingue de las demás, el entorno social generacional es el espacio para la promoción de la subcultura a la que todo joven pretende o aspira pertenecer, es en la identidad de su colectividad donde se distingue. La actitud existencial y el comportamiento grupal no se pueden divorciar del entorno en donde coexisten e interactúan con otros, asumiendo compromisos tácitos que los identifica. Es la etapa temprana en que se asumen valores y se radicalizan esquemas, en que se reafirman los patrones que habrán de orientar el comportamiento grupal, sea este de compromiso o no, de solidaridad o de desprecio por los otros. Quien sale indemne de la juventud es porque sobrevivió la violencia generacional.
No se trata tampoco de un grupo homogéneo, las diferencias en acceso al bienestar, la multiplicidad identitaria que determina percepciones desde lo rural o urbano, o las particularidades culturales, e incluso la perspectiva de género muestran las diferencias que se pueden encontrar en ese segmento de la población. Como parte integral de toda la sociedad refleja las mismas complejidades: inequidad, discriminación y fragmentación política. En la mayoría de la juventud se particulariza la falta de oportunidades, ya sean de estudio, trabajo o esparcimiento. No obstante, la condición de ser joven les confiere a sus integrantes una serie de características que los hace ser el centro de atención en el presente para un mejor futuro, una juventud dotada de recursos para la vida es la condición para un mundo mejor.

Para poder incidir en política pública o proponer líneas de acción dirigidas a potencializar el desarrollo de los jóvenes hay que saber de quienes se trata. El informe que se presenta pretende contribuir a esa misión. El objetivo del mismo consiste en describir la situación, condición y percepciones de la juventud guatemalteca a partir de la correlación de información procedente de las encuestas ENCOVI y ENEI 2011, ENIGFAM 2009-2010 y ENSMI 2008-2009, del Instituto Nacional de Estadísticas, INE, y de otras fuentes de información, primaria y secundaria, de forma tal que visibilicen las diferentes realidades de la juventud guatemalteca, así como con la población adulta.

No existe una propuesta única que defina los límites etarios de la juventud. De las diversas fuentes abordadas se trató de mantener los rangos de edad determinados por las instituciones del Estado, no obstante, al ser incluidas otras propuestas de segmentos de edad, el sentido del tema desarrollado y la pertinencia para la descripción del comportamiento de los jóvenes se ilustra debidamente.
En la comparación étnica se optó por presentar los resultados entre indígenas y no indígenas, ya que muchos de los registros consultados no responden a las divisiones entre mayas, xincas, garífunas y ladino/mestizos. En la agregación de datos es difícil ver la presencia de garífunas y xincas, y de la mayoría de pueblos mayas se destacan los quiche, kakchikel, q'eqchí y en menor medida los mam. Cuando la comparación rural urbano conlleva implícita la comparación por predominancia poblacional indígena no indígena, se prioriza el área geográfica y no la étnica.
En el Informe, se tratan doce temas que cubren consistentemente los distintos aspectos de la vida de los jóvenes. En los dos últimos capítulos se enfatizó el sector mujeres e indígenas, por considerarlos dos sectores de la juventud no bien visualizados.

Resumen ejecutivo
El sistema educativo se encuentra rezagado en la transición demográfica
En la relación entre el sector público y el sector privado se sigue substrayendo al primero de recursos necesarios para la provisión de servicios sociales, lo que hace que el acceso al sistema educativo, así como a las oportunidades que se abren en los espacios laborales para su inclusión socioeconómica sea segmentado. Los servicios de educación se encuentran con mayor presencia en la zona Metropolitana y Central, y en menor medida en los departamentos del altiplano que conforman la zona Norte y Noroccidental, y demás departamentos con mayor ruralidad. Sin duda ha habido avances en la alfabetización, pero la formación diversificada y la educación para el trabajo siguen siendo precarias. La cobertura de primaria es casi universal y entre los adolescentes la inscripción escolar es más igualitaria que entre los jóvenes adultos, entre quienes las diferencias entre pobres y no pobres, o étnicas se empiezan a marcara con agudeza. La presencia en los centros educativos exhibe variaciones temporales y ausencias permanentes, ambas situaciones hacen que el número de jóvenes en edad de estudiar que no tienen presencia en centros educativos ascienda a 1,700,000. En la mayoría de casos las razones aducidas son de índole económica.
Cuando se vincula la educación al trabajo resulta que la calidad es un indicador de la falta de preparación para el trabajo. Los exámenes de evaluación que se realizan durante el ciclo diversificado arrojan cifras muy bajas de aprobación en las pruebas de lenguaje y matemáticas, y se constituyen en indicadores de la baja calidad de la oferta laboral. Hasta ahora se ha dejado la formación para el trabajo a la suerte de una demanda laboral que no requiere de mucha preparación por basarse en requerimientos técnicos poco exigentes. Se sigue teniendo como referencia las bajas tasas de inversión pública y privada como alentadores de la demanda laboral, sin lograr absorber un porcentaje significativo de la disponibilidad de mano de obra que se oferta desde edades tempranas. El resultado es el desarrollo de competencias mínimas para participar efectiva y productivamente en la sociedad.

Los ninis
En Guatemala se calcula alrededor de 140,000 los jóvenes que se integran como población económicamente activa cada año. Del total de desempleados el 74% corresponde a jóvenes, y más de la mitad (55%) de los sub ocupados son también jóvenes. De ese porcentaje existe cada vez un número mayor de jóvenes que no logran incorporarse al trabajo y tampoco al estudio. Guatemala es una de las naciones latinoamericanas con mayor población juvenil que ni estudia ni trabaja, ocupa el cuarto lugar con mayor número de ninis con el 19% de la población joven, por encima del promedio latinoamericano de 16%. Por parte del estado no hay políticas dirigidas a la promoción primer empleo como forma de inserción laboral en condiciones decentes, es decir con seguridad social y en cumplimiento de la legislación laboral.
La vida está en otra parte…
Una de las opciones a la falta de oportunidades de vida es el desplazamiento de jóvenes que emigra hacia el norte en busca de oportunidades laborales. Se ha llegado a determinar que hay cerca de 1.6 millones de guatemaltecos en EE.UU., lo que significa que desde hace ya varios años se ha ido fuera del país más del 10% de la población, para el año 2011 llegó a representar el 11.4%.
Los guatemaltecos emigran principalmente a Estados Unidos. Del total de residentes guatemaltecos ahí, el 64% corresponde a jóvenes y el 77.7% son personas comprendidas entre quince y treinta y cuatro años de edad. Se destaca el segmento de 20 a 24 años que representan al 41% del total, esto significa que es la población joven guatemalteca que emigra al norte, la que es determinante en el sostenimiento de la economía nacional con un aporte de alrededor de 4,500.000 millones de dólares anuales en remesas familiares, que son fundamentales para el mantenimiento del consumo interno.
El costo humano que representa la búsqueda del milagro de poder llegar a suelo estadunidense no está contabilizado aún, el riesgo físico y moral de los compatriotas que se suben al techo de un tren de carga mexicano que los aproxima a la última prueba vital, que es internarse en territorio norteamericano empieza a ser denunciado en la misma forma en que son anunciadas las medidas de contención inmigratorias en Estados Unidos. Son alrededor de 30,000 jóvenes los deportados, año con año al país.
Divertimento
Desde hace algunos años se ha valorizado la importancia que tiene el estímulo al esparcimiento de los jóvenes como parte de su bienestar personal y como vía a la integración comunitaria. Se han impulsado actividades recreativas y deportivas y se ha procurado extenderlas a varios municipios junto a iniciativas de promoción artística. El principal obstáculo a los planes de acción ha sido el reducido presupuesto para estas actividades, que en la competencia del Ministerio de Cultura y Deportes quedan plasmadas en buenas intenciones. Se ha valorado la posibilidad de incorporar jóvenes en actividades creativas como parte de la política de seguridad comunitaria, que es hoy uno de los objetivos priorizados en programas deportivo-culturales.
Con la incorporación temprana al trabajo el tiempo libre podría ser la contraparte a ese tiempo exigido por la necesidad de subsistencia, pero el tiempo libre también reclama recursos a ser consumidos y que hasta ahora el Estado no está dispuesto a sufragar.
Los jóvenes y las TICs
Es, sin duda, cada vez más extensivo el acceso y uso de nuevas tecnologías que simplifican la comunicación y de ahí las posibilidades de estar informado. Estas tienden a multiplicarse entre los jóvenes, de los cuales los ubicados en zonas urbanas, entendidas como aquellas poblaciones con acceso a electricidad y accesibles por vía terrestre todo el año con posibilidades de mantener rentable un servicio de comunicación como un café Internet, hacen un uso más intensivo.
Se vive una revolución tecnológica que arrastra consigo a quienes se acercan o se ven absorbidos por ella, pero las transformaciones no llegan simultáneamente a todos ni todos responden a ellas con la misma prestancia. Lo que si se puede percibir es el conocimiento de valores distintos que hacen salir al joven del entorno cultural primario, familiar comunitario, que lo puede transculturalizar o simplemente adaptar a nuevas modalidades expresivas, el joven puede incorporar nuevos comportamientos sin cambiar la identidad étnica o nacional.
En el equipamiento familiar se manifiestan diferencias por área y referencia étnica en el uso de aparatos electrónicos como radios, televisiones o reproductores de música. La diferencia en el acceso a computadoras marca una diferencia tajante entre el entorno urbano y rural, la telefonía fija es básicamente urbana, no así el uso del teléfono celular.
Los jóvenes ya se determinan en sus relaciones, apetencias e incluso habilidades en la era digital de la comunicación. En poco más de una década el uso de Internet se convirtió en una necesidad ineludible para la juventud urbana. El segmento de mayor uso Internet como el adolescente con un 44% de utilización, quienes junto al segmento de 20 a 24 años suman el 65% de usuarios y son quienes se adscriben a redes sociales.
La visión de la vida
La percepción que se tiene de las cosas obedece siempre a entornos específicos históricamente determinados. Los jóvenes que nacieron después de la promulgación de la constitución de 1985 y que dio el inicio formal al Estado democrático vivieron es transición llena de lastres del pasado violento e intolerante. Los adolescentes de hoy nacieron a partir de la firma de los Acuerdos de Paz. Nacidos en la democracia los jóvenes participan en política menos que los adultos que han podido contrastar regímenes políticos. La calidad de la democracia no ha posibilitado una incorporación ciudadana a partir de sus bondades.
Mucho se señala el papel de los medios de comunicación en la difusión de la duda respecto a la administración pública. Entre los jóvenes predomina la suspicacia ante la gestión municipal en donde sea que se le inquiere opinión. Políticamente son conservadores, creen en la democracia y se identifican con el pensamiento de centro.
En el proyecto de vida, entre los jóvenes predomina la reafirmación económica, ya sea por medio de un trabajo permanente o por un negocio propio y en segundo lugar avanzar en los estudios, sean estos básicos o diversificados, y universitarios en el caso urbano.
En cuanto a la participación la forma de involucrarse en actividades colectivas se plantea, básicamente en dos líneas, el voluntariado que tiene una finalidad filantrópica y las asociativas con proyección en trabajo de desarrollo comunitario. Una de las consecuencias encomiables de estas experiencias es la posibilidad de contribuir en la formación ciudadana de sus participantes cuando se impulsa la formación de liderazgos y se exploran las vías legales para la transformación comunal.
Las iniquidades siempre presentes
Los datos que arrojan las encuestas de jóvenes confirman las inequidades étnicas y de género.
Las mujeres jóvenes viven circunstancias definidas por su condición genérica influida por prácticas culturales en donde interviene el nivel educativo. De esa cuenta las mujeres del campo resultan ser las más vulnerables en salud y condiciones de trabajo. En cuanto a salud la condición reproductiva de la mujer joven muestra una de las facetas más significativa de las condiciones de vida de las mujeres. Hay una clara evidencia de los riesgos por los que atraviesan y con mayor énfasis las mujeres indígenas del área rural. Esta situación exige la intervención en varios aspectos institucionales, en la necesidad de que los y las adolescentes cuenten con una educación sexual y reproductiva adecuada y oportuna que les permita tener en el futuro un desarrollo pleno y tomar las decisiones adecuadas e incrementar el acceso a los servicios de salud por parte de las instituciones avocadas a ello.
En cuanto al trabajo el no remunerado que ejercen las mujeres, sea doméstico o no, es una forma solapada de explotación, que no se regula y no se contabiliza su aporte al bienestar de la familia y a las cuentas nacionales como el PIB. Por su parte, el trabajo por cuenta propia esconde un segmento importante de convenciones informales de integración al mercado laboral. En ambos casos la remuneración de las mujeres del campo, específicamente indígenas son las menos favorecidas.
Los Acuerdos de Paz sentenciaron que no podrá existir un adecuado desarrollo de la nación con relación a sus potencialidades económicas, políticas, sociales y culturales, en tanto persista una situación de discriminación, explotación y exclusión histórica a que los pueblos indígenas han sido sometidos y que se evidencia en el marcado rezago en el goce de sus derechos ciudadanos en los campos político, económico y social, comparados con los de la población no indígena del país. La tarea por cumplir el mandato se sigue postergando. En esa cuenta, los jóvenes indígenas presentan un promedio por encima al nacional de veinte puntos porcentuales de diferencia en pobreza. En las actividades ocupacionales, se refleja cómo en los jóvenes perduran las actividades del sector primario, principalmente la agricultura. Las diferencias en escolaridad muestran un rezago respecto a los jóvenes no indígenas en los departamentos con mayores índices de pobreza.

Los jóvenes indígenas se enfrentan a una normativa que se plantea inamovible. Igualdad ante la ley y su cumplimiento es verdad positiva. Permeada por el racismo, la norma esconde la ideología que sustenta la dominación étnica, aceptando que las desigualdades son naturales. La etnicidad frecuentemente ha constituido un referente de los conflictos sobre la distribución de los recursos. Por parte de los pueblos indígenas la identidad étnica sigue constituyéndose en el referente identitario más sólido, que se defiende a la vez que se rechaza la diferenciación de clases sociales, llegando algunos a plantear que la pobreza y la estratificación, a la que son supeditados, se supera con el reconocimiento cultural.

El futuro

No puede haber combate a la pobreza sin considerar al segmento poblacional de jóvenes como un sector fundamental y específico para el desarrollo. La política pública debe enfocarse en hacer coincidir la dinámica poblacional con la ventana de oportunidad que representa la transición de una "sociedad de niños a una de jóvenes". Las tareas que se fijen tendrán que responder a mejorar la calidad de la oferta laboral y canalizar esa oferta hacia formas de empleo decente, principalmente cuando se trate de promover el primer empleo.
La calidad de la educación tiene que ser considerada como uno de los principales insumos para el progreso de la economía y la sociedad.
Políticas públicas dirigidas a la reintegración de jóvenes en riesgo que ni estudian ni trabajan, disminuir ese índice es otro de los grandes retos.
El enfoque territorial del desarrollo para un país que conserva gran parte de su población en el campo es una vía para el desarrollo, ya que se enfoca el desarrollo económico utilizando factores locales y no estimulando el desarrollo de una sola empresa, esta perspectiva justifica la formación de recursos humanos según las necesidades de cada contexto local.
Siguiendo lo anterior el estímulo al uso de remesas con fines productivos en demérito del consumo abre posibilidades de crecimiento local familiar.
Por último, el estímulo a la participación y desarrollo de lazos de confianza entre jóvenes que trabajan en proyectos de desarrollo comunitario crea ciudadanía y fortalece el desarrollo institucional y la democracia.



– Quiénes son y en dónde están los jóvenes

La juventud es un segmento heterogéneo de la sociedad que la refleja guardando sus particularidades. Una forma de abordar esas especificidades es a través de su caracterización demográfica y social para obtener una descripción de sus características generales, como el espacio que ocupa y sus tendencias dentro de la estructura poblacional, su distribución territorial, su distinción en cuanto a la pertenencia de género e identificación étnica. Una caracterización de esta naturaleza permite explorar posteriormente otras dinámicas que la diferencian a lo interno y que permiten conocer cómo los distintos sectores de jóvenes se transforman y emancipan de forma diferenciada, adquiriendo responsabilidades y funciones claras en la reproducción familiar y social e incorporándose a la vida ciudadana con sus distintivos propios.

Más es mejor, la importancia poblacional de los jóvenes
Una de las características o efectos del comportamiento que ha presentado hasta ahora el crecimiento de la población es la importancia cuantitativa del sector de jóvenes en el conjunto poblacional. Actualmente se calcula que la tercera parte lo constituye el segmento que se encuentra entre los 13 y 29 años y que corresponden a 4,830,040 habitantes según las proyecciones del Instituto Nacional de Estadísticas, INE.

Cuadro 1

Rango de edad y peso relativo (%) de los jóvenes en la población total- 2012
13-17 años
18-24 años
25-29 años
13-29 años
13%
13%
7%
34%
Fuente: construido con base a la ENCOVI 2011.









De este segmento de la población, aquellos que están dentro de la franja de 13 y 17 años cumplidos se les consideran adolecentes, entre 18 y 24 años jóvenes, y entre 25 y 29 jóvenes adultos. Esta definición de cohortes etarias tiene una razón de uso técnico, que se encuentra incorporada en un conjunto de iniciativas de leyes nacionales aprobadas y por aprobar, que en su conjunto forman el marco normativo de atención a ese sector de la población. En el ámbito internacional distintas agencias de Naciones Unidas consideran a la juventud a partir de los 15 años. En Guatemala se han considerado factores como la incorporación temprana al trabajo por las necesidades de ingreso de las familias y la adjudicación de ciertas responsabilidades familiares para fijar el inicio de la adolescencia a partir de los 13 años.

En el Gráfico 1 se muestra cómo la relación de la población joven respecto de la población total ha mostrado cierto incremento relativo en las dos últimas décadas. Durante la década de 1990 llegó a ser el 30% de la población total, aumentando al 34% en 2011.

Gráfico 1


Fuente: CELADE, con información del Censo de Población del INE 2002

Por el contrario al considerar el conjunto de la población menor de 19 años se constata que este representan al día de hoy el 50% de la población total, mientras ese segmento en 2007 correspondía al 53%. Esto sugiere que estamos ante un fenómeno poblacional en que la proporción de menores de edad tiende a disminuir proporcionalmente al resto de la población mientras la de jóvenes aumenta.

El bono demográfico, ¿esperanza de vida?
Esa dinámica demográfica, que muestra una tendencia al crecimiento relativo de la población joven con relación al resto de la población, se le conoce como "transición demográfica" y es producto de dos fenómenos simultáneos: los decrecimientos en las tasas de mortalidad y de natalidad, siendo el primero más acentuado que el segundo. Se tiene que la tasa media de crecimiento registrada para las tres últimas tres décadas ha variado alrededor de 2.39, y a su vez la tasa de crecimiento vegetativo ha disminuido de 30.89 en el periodo de 1990-1995, a 27.55 para 2005-2010. Por otra parte la expectativa de vida del neonato de hoy respecto de quienes lo fueron hace trece años, ha aumentado en 5%, situándose la esperanza de vida al nacer en 71.2 años, siendo de 69,03 años para los hombres y 72,83 años para las mujeres. Hace una década el promedio general era de 65 años.
El otro indicador que apunta a la transición demográfica es el comportamiento en la tasa de fertilidad. En 1995 el total de hijos tenidos por mil mujeres adolescentes fue de 126, y para el segmento de 20 a 24 años de 262, esa proporción disminuyó para 2009 a 98 y 184 respectivamente. El porcentaje de reducción se muestra en el Cuadro 2.
Cuadro 2


Porcentaje de reducción de la
tasa de fertilidad en quince años
Grupos de edad


Total
Urbana
Rural
15-19
22.2%
21.2%
23%
20-24
29.8%
30.8%
28.2%
Fuente: ENIGFAM, 1995, 2009.

En cuanto a la distribución relativa por edad la fecundidad ha tendido a crecer más ahora en jóvenes de 15 a 19 años, y mucho menos en mujeres adultas, es decir que ahora las mujeres mayores de treinta años tienden a tener menos hijo que antes como se observa en el Gráfico 2.










Gráfico 2

Fuente: ENSMI 2008-2009

Esta dinámica poblacional se proyecta con cambios al futuro como se ve en las Ilustraciones siguientes, allí se muestra cómo se ensancha la parte media baja de la pirámide poblacional, mostrando una tendencia ojival en la proyección de 2020, que el Centro Latinoamericano de Demografía, CELADE, proyectó para las próximas décadas de seguir las tendencias actuales. No obstante la tendencia general y la proyección que se hace, hay que tener en cuenta que en Guatemala, la tendencia a disminuir el nivel de la fecundidad no es homogénea, depende del área geográfica, grupo étnico y nivel de educación de las mujeres en edad reproductiva.


Gráfico 3 Gráfico 4

Fuente: CELADE, INE Proyecciones del XI Censo de Población 2002.

Como resultado de la dinámica poblacional que se vive actualmente se tiene una preeminencia demográfica que posibilita tomar ventaja como una condición peculiar para el desarrollo reconocido como el "bono demográfico", lo que implica que exista una proporción cada vez mayor de población en edad productiva y que se considera como una "ventana de oportunidades". El indicador que mide esa relación es la llamada razón de dependencia de menores de 15 años y mayores de 60, de hecho esta relación se ha reducido de 96.53 personas dependientes por cada 100 personas en edad productiva en 1990 a 84.79 en 2010.

Se dice que a partir del hecho de que haya menos dependientes económicos, como niños y adultos mayores, se generan mejores condiciones para el desarrollo si se logra aprovechar el potencial productivo del segmento joven. Estos generan ingresos a la vez que pagan impuestos con lo que mejoran su nivel de vida y contribuyen a la riqueza del Estado. Para el aprovechamiento del bono demográfico se requiere preparar las condiciones físicas e intelectuales en niños y adolescentes de forma sostenida, para lograr obtener resultados posteriores que acompañen y fortalezcan el desarrollo del conjunto de la sociedad. El desarrollo del capital humano empieza así, a través de la inversión focalizada en los menores de edad y los adolescentes para el desarrollo de capacidades y competencias futuras.

El límite con que se encuentra esta "oportunidad" es en la persistencia de la transmisión generacional de la pobreza que en los sectores más pobres actúa de forma inversa a la proyección poblacional esperada. No hay que olvidar que el esquema poblacional en el tercer mundo funciona al revés que en los países desarrollados, en familias pobres la subsistencia es grupal por lo que cada hijo es un recurso de ingreso, así por el hecho de ser pobres tienen más hijos y no al revés. En las economías desarrolladas el ingreso se individualiza, no se sobrevive siguiendo la lógica de una familia campesina, en el capitalismo desarrollado urbano se tiene una familia de pocos hijo donde se generaliza el trabajo de madre y padre, mientras que en el lado opuesto subdesarrollado se tiene la familia campesina que junta migra de finca en finca buscando empleo temporal en cualquier cultivo intensivo en mano de obra. En resumen, para que la transición demográfica rinda frutos, la inversión social tiene que potenciar la oportunidad.





Distribución de la población

Los jóvenes se desplazan cuando pueden
Otra característica de la población guatemalteca, que no se manifiesta en otras sociedades de la región, es la persistencia de la importancia relativa de la población ubicada en el área rural, situación que ha cambiado notablemente en el resto de América Latina en donde el promedio es de 76% de población ubicada en centros urbano, en Guatemala esa población se encuentra apenas por encima de 50%.



Gráfico 5

Fuente: INE Proyecciones del XI Censo de Población 2002.

En las dos décadas posteriores a 1990 la población urbana aumentó en 1.7 veces con una tasa de crecimiento anual de 5%. Por su parte el aumento de la población rural fue para ese periodo de 0.05 veces a una tasa de crecimiento anual de 0.2%. Una explicación parcial se encuentra en la migración interna hacia centros urbanos.
En la ilustración siguiente se puede ver gráficamente cómo se da la distribución rural urbana para el sector de jóvenes, y se puede apreciar también cómo se va desplazando la población, con la edad fuera del campo. El 52% de los habitantes de menos de 18 años viven en el área rural, y es a partir de esa edad que se percibe el aumento de la población urbana. Entre la población campesina las necesidades hacen de un adolescente comportarse como adulto antes del tiempo convencional de la edad y romper con la comunidad cultural como se verá en el Capítulo 7, en busca de empleo fuera de ella, y en esa suerte los centros urbano son un atractivo.


Gráfico 6
Fuente: INE Proyecciones del XI Censo de Población 2002.
La dinámica poblacional hace que al final se cuente con un número mayor de niños en el área rural y uno igualmente mayor de adultos en lo urbano, quienes proceden a ejercer ese cambio en las cargas poblacionales por edad son los jóvenes quienes son expulsados por la necesidad y atraídos por la ilusión.
Distribución poblacional por sexo, quién se va, quién se queda
De los datos utilizados para la construcción del Gráfico 3 de la sección anterior, se puede colegir que hay un leve predominio relativo de la población femenina, al situarse esta en 52% para el conjunto del país y en 54% en zonas rurales. Según el índice de masculinidad se ha producido una disminución de la cantidad de hombres en relación a las mujeres de 102% a 97% de hombres por cada 100 mujeres entre 1990-2000, y de 97% a 95% de 2000 al 2010.
La distribución geográfica por sexo cambia con la edad, así se aprecia un incremento en el desplazamiento de hombres hacia las zonas urbanas. Siendo la proporción de niñas menor a la de niños en el campo, esa relación se revierte en la edad adulta, en donde se aprecia que es mayor el porcentaje de mujeres respecto a hombres en lo rural. A esto contribuye el desplazamiento ocupacional que se acentúa en hombres jóvenes.
Entre los datos que sugiere el Gráfico 7 está la comparación general de población menor de 12 años, en donde se ve la diferencia en las tasas de fertilidad urbano-rural, ésta se manifiesta más alta en el campo.

Gráfico 7

Fuente: INE Proyecciones del XI Censo de Población 2002.

Como se señaló arriba la edad de 18 años se puede considerar para establecer dinámicas distintas en el comportamiento demográfico. Se observa una dinámica paralela inversa ente la población masculina y femenina; la proporción empieza a descender para la población masculina rural a partir de los 18 años, después de los 30 años en el área urbana ese segmento representa el 28.9% de la población masculina. En el área urbana, por el contrario esa proporción cambia a partir de los 18 años hacia el predominio femenino, el segmento de mujeres adultas es de 39.1%. En el Gráfico 7 se aprecia que son más las mujeres las que permanecen en el campo.

Los jóvenes y su condición étnica
Muy ligado a lo rural está la condición multiétnica en la composición de la población. Esta es de tal magnitud que cuatro de cada diez guatemaltecos en la ENCOVI 2011 se autodefinen como indígenas, ya sean maya hablantes con predominancia en el Altiplano, o el grupo náhuatl xinca en el sur-oriente del país. Por su parte la población garífuna se sitúa principalmente en la franja costera del Caribe.


Gráfico 8

Fuente: ENCOVI 2011.

A nivel nacional la pertenencia étnica no ladina se afirma en el 38% de la población, y de la población total del país el grupo K´iche´ representa al 12%, el Kaqchikel 9%, Q´eqchi´ 6%, Mam 4%, Achi 1.3%, y Q´anjob´al 0.6%, el resto de la población indígena se reparte en las 15 etnias restantes maya hablantes. Siguiendo el Indice de Etnicidad, IEt, desarrollado por el INE, y que se construye a partir de la relación entre la población indígena y la población total por área, se puede ver en el Gráfico 8 que existe, en algunos departamentos del altiplano, una relación estrecha entre ruralidad y etnicidad, entendida la primera como la relación entre el número de hogares en áreas rurales y el total de hogares por departamento. Para el total nacional es más alta la ruralidad que la etnicidad, lo que indica la presencia también de campesinos ladinos, como sucede en el Oriente del país. Distinto resulta ser en los departamentos del altiplano en donde la tasa de etnicidad es mayor a la rural.
Los jóvenes y su estado civil
Cualquiera que sea la modalidad, en cuanto a contraer algún tipo de compromiso de pareja, se ve que es en el rango de los 18 a 24 años donde se tiende a establecer algún tipo de relación, ya sea unión libre o casamiento legal. Por el sentido acumulativo de las cifras la franja de 25 a 29 años aparece ya con el 74.5% de relaciones de pareja reconocidas. Es importante ver que entre los adolecentes se registra el 6% de relaciones de pareja.

Cuadro 3
Estado civil de los jóvenes
Estrato
Solteros
Comprometidos
13-17
94.09%
5.91%
18-24
59.14%
40.86%
25-29
25.51%
74.49%
Fuente: ENCOVI 2011.

En los casos de matrimonios donde participan menores puede, por la ley, mediar la "autorización conjunta del padre y la madre, o de uno de ellos, o de un juez; pueden contraerlo las y los niños a los 16 años, si es hombre y a los 14 años si es mujer" (Art. 81, 82, 83, 84 Código Civil). Esta norma muestra un sesgo en contra de las adolecentes y niñas, ya que las desprotege al condenarlas a una relación de pareja siendo menores de edad y sin que pueda mediar voluntad alguna por parte de la niña, ni se garantice su posterior bienestar y desarrollo.

La revisión estadística que se hace de los jóvenes permite ubicarlos de forma dinámica en el tiempo y en la geografía nacional. Como grupo con particularidades etarias y diferencias sociales vemos cómo se presentan tendencias como la de su predominancia respecto a los demás grupos etarios, sin embargo esa tendencia varía según la ubicación geográfica, ya que encontramos diferencias en el comportamiento de los índices poblacionales entre la población rural y la urbana. Ese comportamiento nos muestra también la diferencia de género en los desplazamientos y prefiguran las razones socioeconómicas que lo explica, y pone en riesgo el llamado "bono demográfico" como lo veremos en el siguiente capítulo.

La estructura socioeconómica en donde se desenvuelve la juventud

El contexto económico.
Durante la última década la economía nacional ha mostrado un comportamiento irregular, sujeto a los vaivenes de la economía internacional que ha presentado cambios en la demanda de bienes, así como en el comportamiento de precios de los productos primarios. En los últimos seis años la economía ha crecido con un promedio moderado de 3.7%, pese a la crisis de 2009 cuando mostró un incremento de sólo 0.5%; este año 2012, se espera que crezca arriba de 3.0%. En los altibajos de la economía ha influido la crisis de los mercados con quienes se tiene el mayor intercambio comercial. De esa cuenta la crisis norteamericana, que tiende a una recuperación lenta, ha repercutido ostensiblemente en la guatemalteca en dos fuentes de ingreso en donde el desempeño de jóvenes es crucial: las ventas de productos de maquila, principalmente textil, y los montos de las remesas familiares producto de la migración hacia el norte.
En cuanto a los ingresos nacionales las exportaciones se han beneficiado por la tendencia al alza en los precios de las materias primas y productos básicos, producto de la especulación en los mercados de materias primas y productos básicos. En tanto que las remesas apenas tienden a recuperar la tendencia de cinco años atrás, se estima que al país ingresaron alrededor de US$ 4,300 millones en 2011, lo que representó más de la mitad del ingreso por exportaciones y cerca del 12% del PIB de ese año. No obstante esta cifra no alcanza el nivel de 2007 cuando llegaron a los US$ 4,700 millones.
Más allá de una descripción coyuntural de la economía es relevante realizar una descripción de las tendencias generales que expliquen un contexto estructural en que se determinan las condiciones socio económicas en que viven y vivirán los jóvenes en los años por venir. Guatemala siempre ha tenido una economía abierta en donde el papel del sector externo ha sido y seguirá siendo fundamental. Por años la economía giró en torno a la producción de café y otros productos tradicionales, ahora se habla de una transformación en el esquema productivo del país que tiende a depender menos de los que han sido los productos tradicionales por nuevos en su relevancia, como las exportaciones de caucho, oleaginosas, oro y productos textiles. La rama de la producción que ha cobrado mayor dinamismo en el área rural en los años recientes es la producción agroindustrial de biocombustibles, atribuido al ingreso del país en el Acuerdo Centroamericano y Republica Dominicana de Libre Comercio con Estados Unidos, a partir de julio de 2006. Pese a su dinamismo el sentido extensivo de la producción de palma africana ha provocado la expulsión de campesinos de aéreas tradicionales de cultivos de granos básicos.
Los cambios en la estructura productiva y económica en general, que han tenido lugar en las últimas décadas, han tendido a restar importancia relativa a la producción agrícola y fortalecido el área de servicios. Los jóvenes guatemaltecos, principalmente del área rural, que se acercan a las tres décadas de existencia, vivieron durante sus primeros años de vida la disminución de la participación de la agricultura en el ingreso nacional pasando del 25% en 1996 al 13% en 2011, fortaleciéndose el sector de servicios, sin que esta área de la actividad económica se haya convertido en la principal fuente de empleo. De esa forma nos encontramos que para 2011 el 50% de la oferta de trabajo seguía siendo rural a pesar del desplazamiento de la población hacia los centros urbanos iniciado con más ímpetu a partir del cambio en la estructura productiva del país después de la crisis económica y política de los años ochenta. Los cambios que han tenido lugar en la producción agrícola, ya sea por su modalidad extensiva, como la producción de oleaginosas, por su tecnificación en el caso de la caña de azúcar y la disminución de productos intensivos en mano de obra como el café, ha contribuido a que la demanda laboral haya disminuido en el campo y que se mantenga una oferta alta.
Cuadro 4
Estructura productiva y del empleo para el año 2011 por sector y empleo

Producción
Oferta de empleo
Agricultura
13.1%
50%
Industria
23.8%
15%
Servicios 
63.2%
35%
Fuente: Banguat 2012.







Hoy por hoy el registro del empleo en el país es engañoso, si bien desde hace diez años alrededor del 96% de población cuenta con empleo, también es cierto que la tasa de sub empleo ha girado en torno al 60%, a donde pertenece el empleo informal. Esto quiere decir que ese 60% de trabajadores no está satisfecho con el trabajo desempeñado, ya sea por el salario, el tiempo de contratación o las competencias desempeñadas. En el área rural el subempleo sube al 66%, y del total del desempleo nacional, el 63% se encuentra en el campo, y de estos el 64% corresponde a población indígena y el 74% a población joven. Este tema se abordará en el Capítulo 5, para el caso de los jóvenes.
Como apuntamos arriba, la economía ha crecido con moderación en los últimos años, pero ese crecimiento no se ha traducido en mejores condiciones de vida para la población. Como se ve en el Cuadro 5, para que el producto interno bruto, PIB, per cápita se incremente un punto porcentual la economía tiene que crecer muy por encima de 3.5%. Lejos de ser una medida de bienestar el PIB per cápita de Guatemala se sitúa en la mitad del promedio latinoamericano de US$ 4,562.
Cuadro 5
Crecimiento relativo de la economía 2006- 2011- %
Año
2006
2007
2008
2009
2010
2011
PIB
5.4
6.3
3.3
0.5
2.8
3.6
PIB
per cápita
3.0
4.0
0
-4.0
0
1.0
Fuente: Estadísticas BANGUAT 2012.








Por parte de las finanzas del Estado hay dos puntos importantes que abordar en cuanto a la capacidad de gasto de los gobiernos. El primero es la persistente incapacidad de incrementar la tasa tributaria respecto del PIB; en las últimas décadas fluctúa ente el 8% y 12%, siendo de las más bajas de Latinoamérica: en Guatemala las reformas fiscales son siempre parciales. Esta persistencia hace que ante los desembolsos necesarios para paliar contingencias como los desastres naturales, que suelen presentarse con regularidad, el gobierno haya tenido que orientar el gasto de 15,369 millones de quetzales desde 2010 hasta 2020 para la reconstrucción. La tendencia al endeudamiento público se ha incrementado por encima del 3% del PIB, la recuperación de los últimos desastres nacionales se han financiado con bonos del Estado y deuda con el Banco Mundial. Segundo, los déficit interno y externo obligan a los gobiernos reducir su capacidad de inversión y generar empleos, pero más importante aún es el constante recorte en la inversión y gasto sociales; la respuesta a los problemas de los damnificados e infraestructura dañadas se aletarga y así se prolonga el estado de calamidad y el lastre al desarrollo.

Los jóvenes un grupo estratificado

Otra forma de reflejar la sociedad a través de la juventud es por medio de la descripción de su estratificación social como grupo compuesto por sectores con distinto acceso al bienestar. La revisión de datos que arrojan las distintas encuestas y proyecciones basadas en éstas, describen el contexto nacional mostrando índices sociales que sitúan al país en el rango de países menos favorecidos entre los que presentan un desarrollo medio. Esta condición ha sido una constante que, con algunas excepciones, muestra tendencias que reflejan incrementos en el bienestar de la población.
Según los resultados de la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida, ENCOVI, 2011, alrededor del 59% de la población vive en condiciones de pobreza, lo que significa, siguiendo la metodología de estimación de ingresos del Banco Mundial, que cada individuo incluido en ese rango porcentual alcanza un ingreso menor a Q. 9,030.93 anuales, equivalente a la posibilidad de adquirir una canasta de consumo básica. De ese grupo poblacional se estima en 13.33% al sector que no logra satisfacer los requerimientos mínimos vitales alimentarios, es decir, viven en la indigencia, su ingreso no alcanza a cubrir la ingesta promedio de 2,225 calorías diarias y 60 gramos de proteína. El registro de datos periódicos que le dan seguimiento a las características poblacionales en los últimos cinco años, la pobreza total ha aumentado cerca de ocho puntos porcentuales y la extrema ha disminuido en dos. Estas medidas son más severas entre el 38 % de la población representada por el sector indígena, el promedio en ese sector alcanza el 78% de pobreza y el 28% pobreza extrema. De manera general la distribución del ingreso se encuentra sesgada en favor del 10% más acaudalado ya que accede a más del 40% del consumo nacional.
Cuadro 6

Pobreza extrema, total por año y porcentaje
Año
2000
2006
2011
Extrema
15.70%
15.20%
13.33%
Total
56.0%
51.1%
59.3%
ENCOVI 2011








En el Cuadro 7 se muestra la distribución de la pobreza por área geográfica, los datos más alarmantes son los de la pobreza rural que asciende a 76%, en términos absolutos el número de pobres en Guatemala es de 8,676,794 de los cuales 5,759,811 viven en poblaciones menores a los 2 mil habitantes, esta condición los hace menos accesibles a recursos por la dispersión en que se localizan.




Cuadro 7
Distribución de la pobreza por área geográfica

Total
Pobres
No Pobres

Población
Total
14,636,487
100.0%
8,676,794
59.3%
5,959,693
40.3%
Area
Urbana
7,096,381
100.0%
2,916,983
41.1%
4,179,398
58.9%
Rural
7,540,106
100.0%
5,759,811
76.4%
1,780,295
23.6%
Fuente: ENCOVI 2011


Siguiendo con la referencia a la pobreza basada en el consumo, tenemos que de acuerdo al índice de referencia Canasta Básica de Alimentos, CBA, de 41 productos para una familia urbana de 4.98 miembros, el desembolso mensual tendría que ser de Q. 2,411.00, por familia. Esta relación cambia en el área rural donde la CBA se reduce a 36 artículos y el promedio de familias es de 5.5 habitantes por hogar, la CBA rural asciende a Q. 2,143.00.

Por lo tanto no bastaría con un trabajador permanente en la familia para cubrir los gastos familiares necesarios en la actualidad, ya que para febrero 2012, el salario mínimo mensual se encontraba en Q. 2,288.00 diarios para el sector agrícola y no agrícola, y el salario promedio nacional en Q. 1,946, es decir 17% menos. Es a partir de aquí donde se prefigura la incorporación temprana al trabajo de otros miembros de la familia. Por lo demás la CBA como medida básica de consumo deja fuera otras necesidades de gasto como salud, educación, transporte, vestido y otras necesidades del hogar.

Una sociedad desigual

Otro indicador que registra escasas mejoras generacionales en la calidad de vida es el Indice de Desarrollo Humano, IDH del PNUD. Si bien los datos que lo componen varían en la estimación por la cobertura global que pretenden, Guatemala se tiende a incluir desde hace dos décadas entre las naciones con desarrollo medio, mostrando el IDH una leve tendencia hacia el mejoramiento del bienestar de las personas.
Guatemala se ubica con un coeficiente de 0,574, muy por debajo de la media de América Latina que se encuentra en 0,731; el país se coloca en el lugar 131 de los 187 países para los que se disponen de datos comparables.

Cuadro 8
Cambios en el Índice de Desarrollo Humano
Año
Puesto mundial
Índice
1996
112
n.d.
2000
120
0.525
2004
121
0.550
2008
118
0.569
2011
131
0.574
Fuente: Informes de Desarrollo Humano PNUD diversos años

En otros índices sociales el país se sitúa en el puesto 100 en esperanza de vida; el puesto 109 en alfabetización de adultos y el 111 en PIB per cápita, manteniéndose siempre entre los países de desarrollo humano medio. Si se atiende a los indicadores de desigualdad, por decil, se señala que el de la población con más recursos accede al 42.4% de la riqueza; por el contrario el decil más pobre sólo alcanza el 1.3% del ingreso disponible en la sociedad. El resultado del índice Gini de desigualdad nos da un coeficiente de 53.7 en desigualdad por ingresos. De acuerdo a la inequidad de género le corresponde el puesto 103 con un Índice de Desarrollo de Género, IDG, de 0,696, el tercer lugar más severo en la región después de Haití y Nicaragua.













Gráfico 9

Fuente: ENCOVI 2011.

En el gráfico anterior se hace una relación entre los índices de juventud y pobreza; en el caso del primero se relaciona el conjunto de jóvenes respecto del total de la población departamental. Si tenemos de resultado que el índice de correlación es de 0.86, encontramos entonces la descripción de una relación vinculante entre ambos parámetros a nivel departamental: los departamentos con mayor índice de pobreza resultan ser aquellos que mantienen una mayor presencia proporcional de jóvenes. Existen algunas excepciones (Guatemala, El Progreso, Sacatepéquez, Escuintla) en donde la incidencia de la pobreza no coincide con la proporción de gente joven, pero estos resultan excepcionales. Una razón es que en los departamentos en donde se concentran proporcionalmente los jóvenes, son aquellos donde las tasas de fertilidad y mortalidad siguen siendo altas. Circunstancialmente este es un indicador que permite explorar las condiciones de vida de la población joven donde se sitúa y focalizar acciones locales.








Gráfico 10

Fuente: ENCOVI 2011


En el Gráfico 10 se fija en el primer grupo de columnas los promedios nacionales de población joven, pobreza y presencia étnica. Cuando se compara con los promedios que presentan cada uno de los departamentos se observa la poca presencia indígena en los departamentos de oriente: Santa Rosa, Zacapa, Chiquimula, Jalapa, El Progreso y Jutiapa quienes con la excepción de los dos últimos, se sitúan con índices de pobreza por encima de la media nacional. Sin embargo se puede ver que en los casos en que la población indígena supera el 80% de la población la pobreza está por encima del 70%, y son la mayoría de departamentos situados en el Altiplano los que superan la media nacional. Esto nos lleva a otra observación: los jóvenes indígenas tienden a ser más pobres que los ladinos.

2.3.1 Cohabitar con la pobreza, la vivienda de los jóvenes
Uno de los indicadores que nos sugieren el estado de bienestar de las familias es la modalidad de tenencia de la casa y los servicios accedidos. Sin duda la mayoría de familias campesinas registran la casa como propia. Es interesante que el ENCOVI 2011 el grupo que afirma tener casa propia y totalmente pagada alcance más del 75% de las familias. A continuación se presentan algunas cifras extraídas de los registros en donde se determinó la presencia de población joven.
En cuanto al acceso a servicios como agua y electricidad es importante constatar que más del 20% de los hogares no cuenta con conexión eléctrica, esta situación se produce sin duda en regiones del área rural. Otro tanto ha de suceder con la conexión a redes de agua.
Respectivamente en el recuso de aguas servidas y en el uso de sanitarios se aprecia que únicamente el 35% de los jóvenes cuenta con inodoro conectado a la red de drenaje. En el área rural el uso de letrina sigue siendo de amplio uso.

Gráfico 11


Fuente: ENCOVI 2011


Sin duda el análisis de las condiciones del hogar nos da una idea de ese contexto inmediato en que se desenvuelven los jóvenes. Cuando sumamos condiciones como acceso a electricidad, agua y tipo de piso, para el caso en que el de tierra representa más del 30%, estamos prefigurando esas condiciones de vida en los hogares.







Gráfico 12

Fuente: ENCOVI 2011

En este apartado hemos querido mostrar las condiciones socioeconómicas en que se desenvuelven los jóvenes, y algunos indicadores de exclusión. La estructura que mantiene enlazada la pobreza, la ruralidad y la etnicidad a la juventud ha mostrado una rigidez que hace evidente el rezago social del país y la asimetría en las condiciones de vida entre los jóvenes. Los datos referidos dibujan un contexto donde los retos exigen de una renovada obstinación para sobrellevar y subvertir esa rigidez, que ata a la pobreza mientras muestra paradójicamente algunas mejoras en indicadores sociales. La canalización de la ocupación hacia el subempleo masivo, tiene como telón de fondo la poca inversión pública y privada incapaz de demandar trabajadores plenos con salarios que cubran las necesidades vitales de las familias. Las consecuencias específicas se desarrollan más adelante cuando se muestre con más detalle el acceso a la educación, salud y condiciones de trabajo para los jóvenes guatemaltecos.


La educación de los jóvenes

La relevancia de la educación se reconoce por alentar el desarrollo de las posibilidades individuales y colectivas de una sociedad. Sus amplias repercusiones posibilitan la adquisición de información que lleva al mejoramiento del bienestar familiar, mayores posibilidades de acceder a un empleo decente, hasta la mejor participación en el desarrollo comunitario y fortalecimiento de la ciudadanía que contribuya a la construcción de la democracia. Es por ello que el acceso a más y mejor educación es una apuesta al futuro.
En el sistema educativo participan el sector público y el privado. La educación pública es la alternativa de formación a la que recurre la mayoría de la juventud, ya que "[e]s obligación del Estado proporcionar y facilitar educación a sus habitantes sin discriminación alguna." Como un servicio que forma parte de las obligaciones que presta el Estado, no se escapa a las limitaciones que éste tiene, con restricciones presupuestarias, de recursos humanos y de infraestructura. Así, la situación general de la educación en el país muestra una serie de limitaciones como el acceso, cobertura territorial, irregularidad en la calidad, sentido étnico lingüístico parcial y falta de un enfoque integral para el desarrollo.

Los marcos normativos por los que se rige la política educativa, tienen el propósito de avanzar sobre esas limitaciones reconocidas desde el Estado, ya que actúan como causa y efecto en la reproducción de las precarias condiciones de vida de amplios sectores de jóvenes, que no pueden hacer uso de los diferentes niveles educativos para desarrollar capacidades competitivas. Elevar los niveles de equidad implica incrementar el acceso de los jóvenes a la educación, y por ende equiparar las condiciones de competencia individual. Es por ello que se ve con especial énfasis en la educación para el trabajo no solo la creación de capital humano, sino la vía para paliar la exclusión económica y social de jóvenes del campo y la ciudad.


Avances y retrasos en la educación

El panorama general de la situación educacional en el país muestra una suerte de resultados disímiles. Por una parte, se pueden encontrar índices que señalan avances reales, y por la otra, indicadores que muestran rezagos importantes. Para el primer caso, es evidente la reducción del analfabetismo. En efecto, la tasa de población analfabeta de más de 25 años se ha reducido a la mitad en la última década, pasando de 30.36% a 17.46% en 2011. De la misma forma la escolaridad de jóvenes de 13 a 30 años se incrementó de 4.0 años en 1989 a 6.3 en 2010, es decir aumentó modestamente en 2.3 puntos en dos décadas. No obstante, si se hace la comparación del promedio de años de escolaridad de la población adulta guatemalteca de 4.8, con la de Nicaragua de 5.8, Costa Rica de 8.7 o Argentina de 10.9, se destaca Guatemala como uno de los países más atrasados en América Latina, compitiendo con Haití con 4.7 años de escolaridad de adultos.

En el mediano plazo se registran ligeras mejoras en la educación y por ende en el sistema educativo y de asistencia complementaria, como CONALFA, que contribuyó en la alfabetización de 120 mil jóvenes en 2009, pero todavía existen brechas desfavorables en el área rural, en la condición étnica y de género, y respecto a la calidad de la educación, se corrobora en pruebas de conocimientos académicos una deficiencia sistémica.

Gráfico 13

Fuente: ENCOVI 2011
Una de las disparidades en la educación, es la distribución territorial de la población analfabeta/alfabeta. Los servicios de educación se encuentran con mayor presencia en la zona Metropolitana y Central, y en menor medida en los departamentos del altiplano que conforman la zona Norte y Noroccidente, y demás departamentos con mayor ruralidad.
En la comparación por grupos de edad resulta alentador ver cómo dentro de los jóvenes, el segmento adolecente presenta porcentajes relativamente altos de alfabetismo en los departamentos con mayor incidencia de pobreza, con la excepción de El Quiché. La población joven adulta muestra promedios más bajos, porque provienen de una situación rezagada y padecen la falta de asistencia en enseñanza para adultos. La falta de acceso a recursos educativos en el área rural queda establecida al encontrarse en esa área el 77% de los analfabetas en todos los grupos de edad entre jóvenes.
Cuadro 9
Departamento
Alfabetismo por grupo de edad
Total

13 - 17
18 - 24
25 - 29

Sololá
96%
86%
80%
72%
Huehuetenango
90%
82%
72%
68%
Quiché
87%
77%
69%
65%
Alta Verapaz
92%
80%
61%
71%
Fuente: ENCOVI 2011

Otra de las brechas es la que se manifiesta entre los grupos indígenas y no indígenas. Esta diferencia, se muestra en el Cuadro 10. A nivel nacional corresponde a 19% la diferencia, y es en la región Norte y El Petén donde se registran las brechas más grandes, a las que contribuye el monolingüismo de los q'eqchi´s, equivalente al 65% de la etnia. En Noroccidente, los índices de analfabetismo entre la población ladina son relativamente altos. No deja de ser significativo que en la región Metropolitana se registre una brecha alta. En la región Suroriente el porcentaje se explica por la poca población indígena.

Cuadro 10
Población alfabeta por región y etnicidad

Indígena
No indígena
Diferencia
Total
67%
86%
19%
Metropolitana
75%
93%
18%
Norte
60%
83%
23%
Nororiente
64%
80%
16%
Suroriente
71%
77%
6%
Central
79%
85%
6%
Suroccidente
70%
84%
14%
Noroccidente
65%
82%
17%
Petén
65%
85%
20%
ENIGFAM 2010


Estas diferencias étnicas tienden a disminuir en los estratos jóvenes, como se observa en el segmento de adolecentes del diagrama siguiente. En él la predominancia de la población indígena analfabeta crece en la totalidad de los segmentos de edad en la medida que aumentan.
Gráfico 14



Acceso a la educación
En el acceso a la educación intervienen muchos factores, la capacidad económica de las familias, la oferta educativa en infraestructura y recursos humanos, la ubicación geográfica e incluso la valoración de la importancia de la educación, incluido en esta los ambientes escolares.
En cuanto a la oferta, la estatal es predominante en el ciclo de primaria en donde se registra un 96% de matriculación, ya para los ciclos básico y diversificado el Estado cubre cerca del 50% y el 34% respectivamente. Juntos los sectores estatales y no estatales no logran cubrir el déficit de cobertura educativa de educación media, la cual asciende a 300 mil jóvenes en edad escolar básica y 600 mil de diversificado. El total de estudiantes inscritos durante el año 2011 ascendió a 4,023,437.
Pese al déficit mencionado, la inscripción escolar ha aumentado en los últimos años. Este




Cuadro 11
Número relativo de inscripción escolar por edad, categoría de ingreso, sexo y etnia
 
 
Grupo de edad

13 - 17
18 - 24
25 - 29
Por categoría socioeconómica
Pobres
47.7
27.1
10.6
No pobres
52.3
72.9
89.4
Sexo
Mujeres
53.2
50.6
56.1
Hombres
46.83
49.4
43.9
 
Grupo étnico
Indígena
37.5
25.0
16.3
No indígena
62.5
75.0
83.7
Fuente: ENCOVI 2011

indicador que permite prever con cierta capacidad el futuro del efecto de las políticas de extensión territorial y de promoción de la educación por medio de estrategias públicas o publico-privadas, muestra ciertos sesgos que no sorprenden
En las comparaciones que se establecen en el Cuadro 11 se quiere mostrar cómo se manifiesta en los distintos segmentos de edad entre jóvenes las inscripciones a centros de educación. En el caso de la población analizada por estrato socioeconómico el grado de inscripción es más igualitario entre adolescentes que entre adultos jóvenes, lo que sugiere la importancia de la condición económica en el transcurso de los años en la disponibilidad de estudio.
Ese comportamiento no parece ser el que rige la presencia de mujeres respecto a hombres en centros educativos, como se ve la predominancia femenina se mantiene en todos los estratos de edad aumentando en el de jóvenes adultas.
En el caso de la población indígena las cifras relativas muestran un sesgo mayor en la adolescencia, incluso por encima del comportamiento de los grupos observados desde la condición socioeconómica. Las diferencias se siguen ampliando en el transcurso de los segmentos de edad mostrándose una diferencia de 67 puntos porcentuales en el segmento de jóvenes adultos.

Abandono escolar
La presencia en los centros educativos exhibe variaciones temporales y ausencias permanentes, entre ambas justificaciones el número de jóvenes en edad de estudiar que no tienen presencia en centros educativos asciende a 1,700,000. En el primer caso, en que queda abierta la posibilidad o actitud de reintegrarse a un centro educativo, las razones económicas son las que prevalecen. Con excepción de la falta de interés, las razones prioritarias son de índole económica. Las causas relacionadas con salud, como enfermedad y embarazo no suman el 5%. Y las que resultan menos significativas son aquellas que se vinculan a la oferta educacional.

Gráfico 15




En el análisis de los datos arrojados en la encuesta del ENCOVI 2011, se manifiestan de distinta forma la inasistencia entre sectores de la juventud por género. Para todos los grupos de edad de mujeres y hombres es, como se apuntó, el factor económico el más importante, sobre todo en hombres jóvenes adultos, para quienes la razón de inasistencia radica en falta de dinero y trabajo; para las mujeres los oficios de la casa son muy importantes, el trabajo doméstico se enfatiza desde un 10% en el rango adolescente hasta un 20% de 19 a 24 años de las encuestadas. El siguiente punto de relevancia es la falta de interés en el estudio, que predomina en la adolescencia y no así entre los jóvenes adultos. En cuanto a salud es el embarazo a partir de los 16 años que cobra relevancia en las mujeres.

El resultado de la encuesta no enfatiza la falta de oferta en infraestructura y personal docente cuando se ha enfatizado esta condición en áreas de predominancia indígena. Con la persistencia de las causas anteriores es muy probable que se llegue al abandono total de la asistencia afirmándose muchas de las razones anteriores a las que se suman o cobran importancia otras.

Cuando se procede más allá de la inasistencia al abandono total de los estudios, el 48% de entrevistados reconoció haberlo hecho y las justificaciones que se otorgaron reproducen nuevamente las económicas, pero se incrementa la justificación de falta de interés. Esta razón puede vincularse a las demás, sin embargo esa falta de interés en la educación conlleva en ocasiones una clara forma de enajenación arrastrada por la historia cuando no existe la percepción de los posibles beneficios. En la adolescencia la deserción de hombres entre el segmento rural es mayor a las mujeres por la integración temprana al trabajo agrícola.


Gráfico 16

Fuente: ENCOVI 2011
La falta de cobertura en la educación, en donde coexisten problemas presupuestarios como de infraestructura e incluso de carácter gremial, se manifiesta en la falta de maestros, esto es transversal para el país pues, es por ello que sectores indígenas y no indígenas manifestaron la misma razón por igual. Una situación similar se percibe en la falta de dinero para justificar la deserción. La falta de interés aparece como la segunda causa de importancia entre indígenas.

En cuanto a la edad en la aprobación de niveles de estudio, se muestran de manera tácita dos situaciones, por una parte la necesidad de abandonar los estudios en las edades correspondientes para cursarlos y la voluntad de proseguir posteriormente estudiando, como se interpretan los datos del Cuadro 12. El 35% de la población que ha aprobado la primaria lo ha hecho después de los 30 años, en ello la labor de CONALFA ha resultado sin duda importante. El básico y el ciclo diversificado se han completado después de los 30 años por el 19% y 40% respectivo de graduados en esos niveles. De la misma forma se registra al 57% de los graduados en educación superior. Los guatemaltecos se gradúan de forma rezagada, el 95% de los que terminan el ciclo diversificado, lo hacen después de los 17 años. De ahí que se pueda afirmar que quienes estudian lo hacen en su mayoría de veces alternándolo con el trabajo.

Cuadro 12

Nivel aprobado por rango de edad

13-17
18-24
25-29
13-29
30-99
Primaria
16%
14%
7%
38%
35%
Básico
43%
30%
8%
80%
19%
Diversificado
5%
37%
18%
60%
40%
Superior
0%
23%
19%
43%
57%
ENEI 2011.

El nivel de la calidad educativa
Los resultados de la formación en la educación formal son de una calidad muy baja, como se ejemplifica a continuación. Los resultados obtenidos en una evaluación de rendimiento en pruebas realizadas a estudiantes de nivel básico de 1° y 2° niveles durante dos años, en las áreas de lenguaje y matemáticas, el promedio de respuestas correctas para el conjunto de estudiantes, a quienes se les aplicó la prueba, en ninguno de los dos años superaron el promedio de 28% de aciertos para lenguaje y 25% para matemáticas. Esto muestra una precaria formación en donde las repercusiones posteriores en el campo laboral, y específicamente la competitividad laboral, se verán reflejadas. Este es un indicador conspicuo de la calidad de la educación que se oferta en el país.





Cuadro 13


Estudiantes evaluados
(número)
Promedio de respuestas correctas (en porcentajes)
1º básico
Promedio de respuestas correctas (en porcentajes)
2º básico

1º básico
2º básico
Comunicación y Lenguaje
Matemática
Comunicación y Lenguaje
Matemática

2009
2010
2010
2009
2010
2009
2010
2010
2010
Regular
1,326
1,702
1,584
24.7
28.1
22
24.2
28.2
24.7
Cooperativa
786
1,604
1,434
23.8
25.8
21.3
22.4
26.3
23.1
Nufed
253
688
851
24.1
24.1
20.1
19.8
24.7
21.1
Telesecundaria
838
1,032
917
24.2
23.8
18.2
19.5
24.1
20.6
Total
3,203
5,026
4,786
24.3
25.9
20.5
22.1
26.2
22.8
Fuente: INDH, 2012, PNUD Guatemala.


Otro indicador del nivel de preparación se tiene con las pruebas de admisión que desde hace ya diez años la Universidad de San Carlos realiza a los estudiantes de primer ingreso, el examen se basa en los programas de estudio autorizados por el Ministerio de Educación. En todos los años después de tres oportunidades alrededor del 50% de concursantes los aprueba. Según el Sistema de Ubicación y Nivelación, SUN, de la USAC, en el 2007, 52 mil 296 jóvenes se sometieron a los exámenes de admisión, y luego de cuatro oportunidades, solo 26 mil 967 aprobaron. En el 2010 ingresaron ocho mil nuevos estudiantes, de 12 mil que lo intentaron, y en 2011 se inscribieron 15 mil 416, de cerca de 29 mil aspirantes.
El factor que subyace y preocupa en estos resultados adversos no es solamente la falta de conocimientos sino la de metodología y habito de estudio. En el primer intento reprueban más del 90% de los evaluados egresados del ciclo diversificado. "La constante ha sido que los maestros y secretarias obtienen calificaciones más bajas que los peritos y bachilleres", lo que habla de los futuros maestros. Los resultados del área rural son significativamente más bajos y muestran la brecha urbano rural.
La educación técnica
Con mayor educación se compite mejor en el mercado laboral, pero si es con educación técnica, mejor. Esta aseveración es cierta a partir del análisis de las condiciones económico y sociales en que se desenvuelve la mayoría de los jóvenes. Es por ello que una de las vías a las que se recurre para desarrollar aptitudes específicas para una mejor inserción laboral es la formación técnica o formación para el trabajo. Esta se puede dar en distintos niveles educacionales y de profundización.
Hasta ahora se ha dejado la formación para el trabajo a la suerte de la oferta y demanda laborales siguiendo como referencia las bajas tasas de inversión pública y privada como alentadores de la demanda laboral, sin lograr absorber un porcentaje significativo de la disponibilidad de mano de obra que se oferta desde edades tempranas. Contrario a la consigna de asignar recursos de manera espontánea, cada vez resulta más cierta la idea de intervenir desde la formación de capacidades, con el propósito de aumentar la calidad del trabajo y el acceso al empleo decente por medio de la armonización de los requerimientos del mercado y la capacitación para tal fin, y por otro lado, para lograr mayores niveles de desempeño por parte de aquellos ubicados en el auto empleo. Precisamente la formación para el trabajo se ha visto desde dos perspectivas, una con enfoque social, que la considera la vía para mejorar las condiciones laborales y, por lo tanto, de ingreso para sectores de jóvenes que se incorporan a la vida productiva. La segunda visión es la necesidad de incrementar la productividad del trabajo por medio de empleados calificados que logren mayores rendimientos en todos los sentidos de la gestión empresarial, así en la producción misma como en la administración. El enfoque empresarial, ya sea dirigido a micro o grandes empresas, ve en la formación un componente de la producción junto a la utilización de otros insumos como los financieros. Entre estas dos perspectivas se abren propuestas que orientan la formación de una u otra forma y que no dejan de caer, en ocasiones, en planteamientos imprecisos.


En el desarrollo de las capacidades para el trabajo participan instituciones públicas y privadas, cuya intervención ha logrado distintos grados de incidencia con los programas de formación desarrollados. Estas instituciones forman parte inconexa de lo que se pretende constituir como un sistema nacional de formación para el trabajo, SNFT, entendido como la instancia de coordinación y proyección de la formación técnica profesional para el mejoramiento de las competencias laborales. Para realizar una aproximación a los resultados que se han ido obteniendo hay que partir de la descripción del contexto de donde se parte y de donde arrancan esas necesidades de educación. Para ilustrar las posibilidades y limitaciones que existen en la formación para el trabajo, más adelante se aborda de manera resumida el caso del INTECAP.

Como se vio arriba, la juventud se incorpora al trabajo llevando el lastre de una preparación precaria. De acuerdo al ENCOVI 2011, el 60% de los adolescentes cuenta con sólo la primaria incompleta y el total de jóvenes que completan el nivel en "sobre edad" no excede el 50%. A pesar de los avances en los últimos años, la mayoría de la población económicamente activa del país no ha terminado la primaria. Por lo demás, si se suma el porcentaje de quienes no tienen instrucción alguna la cifra sube al 59% de ese segmento de la población que participa en el mercado laboral, con una escasa preparación para poder ofertar servicios de mayor calidad. Es precisamente ese sector con menos capacitación para el empleo, a quienes no se ha dirigido de forma consistente los esfuerzos oficiales y no oficiales para su inserción en el mercado laboral.

Gráfico 17

Fuente: ENCOVI 2011


Por las características precarias en su educación, este sector al que se alude es considerado como vulnerable por la CEPAL. A éste grupo se le puede considerar como el más alejado de las oportunidades de trabajo por su nivel formativo. Siguiendo la instrucción de otros sectores de jóvenes que van egresando de los siguientes niveles del sistema formal de educación, se van visualizando otros problemas que dan como resultado niveles muy bajos de preparación para el trabajo.

La educación formal en su etapa media es uniforme para todo el país, por lo tanto muestra una falta de iniciativas en preparación técnica diferenciada, acorde a las necesidades y posibilidades de formación de los jóvenes que van saliendo del ciclo educativo. Posteriormente se señala la falta de una definición de qué alumno se quiere que egrese de la educación media y por ello la ambivalencia en la formación de competencias. Incluso, plantea un estudio del Programa de Juventud, las opciones no se exploran claramente si formar para continuar en la educación superior o no.

No se aprovecha el diseño curricular, en el caso del ciclo diversificado, para profundizar en la capacitación para el trabajo, estando establecido que la mayoría de egresados se vincula al trabajo y son pocos quienes prosiguen con carreras superiores. De esa forma se pierde el sentido del ciclo diversificado como primera definición para la profesionalización del trabajo. En la mayoría de pensums predomina la enseñanza humanística. De toda la oferta educativa a nivel diversificado que existe en el país sólo el 21.74% imparten carreras técnicas.

De toda la contrariedad por bajo nivel educativo se ve la necesidad posterior de reforzar conocimientos no creados, y por la formación de un perfil de estudiante para el trabajo, incluso el de aquellos que optan por una carrera técnica a la que se acercan con carencias de conocimiento. "[L]a educación técnica dependiente del Ministerio de Educación, marginal en su volumen y obsoleta en sus prácticas, medios y contenidos, […] resulta ser un gasto público completamente irrelevante desde la perspectiva de la moderna FxT". Por ello es más una generalización de la mala calidad de la educación lo que se constituye en el principal riesgo del egresado de cualquiera de los ciclos de estudio, agudizado por la falta de una tendencia técnica desarrollada. Se llega entonces a una situación de desventaja para los jóvenes que concluyen o no, el ciclo diversificado, al no poder continuar estudiando, hacer frente a un mercado laboral predominantemente informal.

Una condición que determina la formación formal es la falta de compromiso constitucional del Estado en proporcionar educación más allá de la básica, por ello la inmensa mayoría de centros de enseñanza diversificada son privados, con el 66% de la oferta de servicios de enseñanza. Ante el cuestionamiento en la calidad de la enseñanza impartida la reacción de directores de negocios de educación es la menos proclive a participar en iniciativas que no respondan a los intereses privados, como se ha comprobado en las declaraciones públicas ante el cuestionamiento de la mala calidad de sus establecimientos, siendo estos en donde se ha hecho descansar el grueso de la educación diversificada. Y aquí se refleja la falta de voluntad reguladora del Estado, la mayoría de centros de enseñanza diversificada no están reconocidos por el Ministerio de Educación.


En una perspectiva general se advierte entonces que un sistema de formación para el trabajo tiene que cubrir un espectro de elemento humano que va desde el analfabetismo funcional hasta el egresado del sistema formal de secundaria con una preparación deficiente. El problema se aborda entonces, a partir de la educación como una totalidad en donde se integra en el análisis los programas de educación formal, y es a partir de esta formación que las capacitaciones vienen a ser un complemento cuando no se ha formado o desarrollado la educación vocacional.

La formación no formal

La otra modalidad de formación es por medio de las capacitaciones a las que se accede con fines de profundizar especificaciones laborales. Al tomar en consideración la participación relativa de asistencia a cursos de capacitación por grupo de edad se entiende entonces cómo va aumentando según el segmento de edad; para adolescentes se registra solo el 4% de ellos, con el de jóvenes se incrementa a 22% y desciende a 18% en el de adultos jóvenes, y a partir de ahí se reparta el 56% restante, lo que nos indica que la capacitación se prolonga por una buena cantidad de años. Es innegable que las capacitaciones se realizan principalmente por las necesidades del empleador y no del empleado adulto.
Gráfico 18



La oferta de cursos de capacitación se concentra en las zonas urbanas y metropolitana. La capacitación entre adolescentes se reduce a una tercera parte en el área rural, y disminuye a una quinta parte entre jóvenes adultos. Otro tanto sucede con los indígenas que en la juventud adulta se reduce su participación a 18%. En caso de la comparación de la condición de género, esta es un poco más equilibrada siendo entre adultos jóvenes 55% para hombres y 45% para mujeres. Nuevamente el sector favorecido resulta ser el no indígena quienes reciben más de las cuatro quintas partes de las capacitaciones totales en los últimos años de juventud.
Cuadro 14
Número relativo de asistencia a cursos de capacitación
 
Grupo de edad
 
13 - 17
18 - 24
25 - 29
Por área
Urbana
66.1
75.7
80.8
Rural
33.9
24.3
19.2
Sexo
Mujeres
51.8
45.7
45.0
Hombres
48.2
54.3
55.0
Grupo étnico
Indígena
37.5
20.2
17.7
No indígena
71.5
79.8
82.3
Fuente: ENCOVI 2011

Una de las razones por las que se da el sesgo étnico es el hecho de que la mayoría de centros educativos oficiales de Educación Ocupacional y Técnica se localizan lejos de zonas de concentración de población indígena, pero por otra parte los centros de trabajo que lo proporcionan también.
Cuadro 15
Asistencia relativa por institución o empresa que impartió el último curso de capacitación al asistido
Total
100.0
Instituto técnico de capacitación y productividad -INTECAP-
13.8
Instituto Nacional de Administración Pública -INAP-
0.5
Instituto de Ciencia y Tecnología Agrícola -ICTA-
0.2
Municipalidad
2.3
Empresa privada de capacitación
10.9
Empresa o institución donde trabaja
37.0
Institución o gremio privado
5.4
Una ONG's
4.1
Una iglesia
1.7
Una cooperativa
1.6
Una entidad internacional
1.4
Otra institución del gobierno
13.1
Otra
8.0
ENCOVI 2011


De hecho el mayor porcentaje de cursos impartidos se dan en los mismos centros de trabajo. En segundo lugar se registra el INTECAP, que atiende en sus 42 centros cerca de un cuarto de millón de educandos en formación técnica, y pese a tener mayor cobertura, la mayoría se encuentran en zonas urbanas y de menor población indígena contrario a la norma que declara que la administración del sistema educativo deberá ser descentralizada y regionalizada y que en las escuelas en zonas de predominante población indígena la educación deberá impartirse en forma bilingüe. Los cursos impartidos desde centros estrictamente oficiales se ubican en tercer lugar, y las empresas privadas en cuarto.
Cuadro 16
Principal beneficio que obtuvo de la capacitación

Condición

Indígena
No indígena
Hombre
Mujer
Total
100%
100%
100%
100%
Conseguir un trabajo asalariado
7%
10%
9%
10%
Crear su propia empresa
6%
4%
2%
8%
Mejorar sus ingresos
12%
10%
11%
10%
Ascenso en su trabajo
3%
5%
5%
4%
Mejorar su producción o la de la empresa
37%
53%
55%
43%
Ninguno
25%
12%
10%
20%
Otro
10%
6%
8%
6%
Fuente: ENCOVI 2011

Sin duda existe una correspondencia entre el número de capacitaciones extendidas por las empresas y el reconocimiento que el principal beneficio obtenido de los cursos es el mejorar la producción propia o de la empresa. Esta respuesta es transversal para la condición étnica y de género. En un medio cada vez más competitivo mejorar la producción tiene sentido más que ascender en el trabajo. No deja de llamar la atención que no tenga ningún beneficio para el 25% indígena y 20% de mujeres.
La oferta de servicios de educación
El INTECAP es la institución por antonomasia encargada de la formación de jóvenes para el trabajo. Por su condición paraestatal cuenta con recursos proporcionados por el Estado derivados de contribuciones fiscales empresariales (tasa empresarial) e ingreso por cobro de ciertos servicios. En su administración participan representantes patronales de trabajadores y del gobierno, y pese a formar parte del organigrama del Ministerio de Trabajo y Previsión Social, MTPS no responde a directrices ministeriales, más bien mantienen algunas actividades conjuntas de colaboración sin que se concretice el mandato del MTSP de ser el ente encargado de diseñar la política de capacitación técnica y profesional de los trabajadores. Este mandato o potestad no se ejerce por las debilidades del MTPS. Estas dos condiciones, la autonomía financiera y administrativa le confiere una gran capacidad de operación al INTECAP para lograr el objetivo general de formar recursos humanos para el mercado laboral y contribuir a la competitividad y al desarrollo de capacidades empresariales. Por el esfuerzo que ha realizado desde su fundación el INTECAP ha logrado mantener una certificación constante de calidad en los servicios prestados, esto ha hecho que se haya priorizado hasta el día de hoy la calidad y se haya soslayado la cobertura en la formación de amplios sectores de la juventud que se mantienen sujetos a condiciones de trabajo precario.

Diez de los 23 centros de capacitación se concentran en la ciudad capital, otros 13 se encuentran repartidos en otras regiones del país. De las 13,692 actividades realizadas durante 2011, 6,852, que equivale al 50%, tuvieron lugar en la ciudad capital los que reunieron al 53% de participantes. Las regiones Central, junto con la Sur, concentran el 68% de las actividades del INTECAP. Estas incluyen desde seminarios hasta programas de formación técnica de mediano y largo plazos.


Las actividades de formación están dirigidas a jóvenes y adultos en distintos niveles de formación y de integración laboral, así como de tiempos de duración. Por lo general se aceptan adolecentes desde los 18 años, con la excepción de las careras cortas en donde se forman técnicos medios a partir de los 15 años y técnicos medios superiores de 17 años en adelante con una carga académica de 1,000 horas impartidas en 2011 a 2,081 participantes. De toda la variedad de actividades se destaca el programa Formación Integral de Jóvenes, FIJO, que atiende a adolescentes de 14 a 18 años con educación primaria aprobada. Este programa incluye carreras de larga duración, como formación inicial, con el objetivo de lograr el desempeño en una ocupación operativa calificada o altamente calificada, donde se exige la involucración de 6 a 7 horas diarias de clases teóricas y desarrollando habilidades y destrezas mediante prácticas de taller; el énfasis es de 30% teórico y 70% práctico en al menos 1000 horas en una empresa patrocinadora. Durante el año 2011 se graduaron en este esquema 1,518 participantes.

Otras modalidades formativas tienen una exigencia menor, las Carreras Técnicas Cortas, CTC exigen no más de 500 de duración y el programa de Formación a Jóvenes y Adultos, FORJA, que atendió a 6,759 participantes, con un promedio de 450 horas de estudio.
Las demás actividades son seminarios y diplomados con no más de 50 horas de asistencia.

El INTECAP afirma haber atendido alrededor de 226,779 participantes en todas las modalidades de preparación durante al año 2011, de ese monto cabe destacar que la formación técnica con mayor solidez se otorgó a 10,358 alumnos de carreras que exigen un mínimo de 450 horas de presencia física en aulas. Esta cobertura muestra la necesidad de ampliar las actividades de formación a través de un SNFT, ya que las demás intervenciones de agencias de cooperación o iniciativas municipales en formación laboral resultan marginales y de impactos más bien locales.


El documento de la CEPAL señala que el INTECAP tiene la "fuerza política y administrativa del principal instituto de formación nacional, permite a este ente ser el principal responsable de la ejecución de la política pública de capacitación del país, a pesar de dedicar a los vulnerables solo una fracción de sus cursos – dedica al 30% de la población con mayores deficiencias en su nivel de capacitación (los vulnerables) el 13% de sus cursos y les ofrece cursos 50% más cortos del promedio de los cursos del instituto."

Otra iniciativa que busca la formación en corto plazo para el desarrollo de habilidades a ser desarrolladas en el espacio comunitario y que parte del Ministerio de Educación, MINEDUC es la Dirección General de Enseñanza Extra Escolar, que tiene como mandato ampliar la cobertura educativa hacia los y las jóvenes del área urbana y rural en educación que les permita adquirir conocimientos y habilidades técnicas para el trabajo y el mejoramiento nutricional, a la vez los prepara para seguir estudios de secundaria dentro del sistema escolarizado y no escolarizado, otorgando un diploma de educación básica. El informe "Formación para el trabajo" apunta como debilidades a esta iniciativa las financieras y las correspondientes limitaciones operativas que restringen su cobertura territorial y la continuidad de sus programas. La mayoría de sus actividades se concentran en la capital. Es por ello que para llegar a regiones a donde el MINEDUC, no tiene presencia se establecen alianzas con otras entidades, ya sean ONGs o fundaciones, como el Consejo Nacional de Mujeres de Guatemala que trabaja con mujeres del campo.
A las anteriores iniciativas se suman otras instituciones que tienen la misión de colaborar en la formación de jóvenes para el trabajo desde la cooperación internacional y que trabajan con contrapartes nacionales, fundaciones privadas con trabajo de extensión en áreas rurales o marginales urbanas con impactos menores. Las experiencias más exitosas son aquellas en donde se involucra el aprendizaje con prácticas productivas, financiadas y asesoradas externamente, mucha de ellas logran sobrevivir la etapa asistencial. No obstante estas experiencias, la formación que se dirige a promover el emprendimiento es menor en población rural y pobre. En el otro extremo se tiene en la zona metropolitana la Cámara de Comercio y el Ministerio de Economía con programas de jóvenes empresarios, cuyo alcance se centra alrededor de esquemas de microcrédito, estas iniciativas financian desde cinco mil dólares hasta veinte mil para jóvenes emprendedores.

Muchas de las limitaciones sistémicas revisadas en el capítulo se pueden sobreponer por medio de instaurar un sistema de formación para el trabajo si de lo que se trata es de integrar a los jóvenes a la vida productiva con más capacidades. Vimos que las razones económicas son la principal causa de la deserción y esa necesidad de integrarse al trabajo se realiza con una formación que no ayuda e mejorar la competitividad. Si bien existe un rezago en el cumplimiento de los niveles educativos existe el ánimo de incorporar conocimientos para mejorar las condiciones de vida, por ello se habla de impulsar un Sistema Nacional de Formación para el Trabajo. En el informe "La Formación para el Trabajo, Puerta de Oportunidades para la Juventud en Guatemala" se apuntan como problemas claves para la conformación de un SNFT :

La falta de claridad conceptual y política de su función social y relación con los sistemas productivos y de educación.
Dispersión y desarticulación de distintos programas.
Baja cobertura territorial, centrada principalmente en áreas urbanas.


El sistema tendría que plantearse una propuesta de política pública nacional, establecer alianzas estratégicas desde el Estado con sectores que se involucren desde lo privado o civil en tanto en aspectos educativos como productivos; identificar beneficiarios y los servicios a ofrecer, definir qué tipo de organización debe de implementar los programas, y cómo trabajar con los autoempleados caracterizados por la dispersión.






4.- Salud y juventud
La salud es una condición ineludible en la constitución del bienestar de los jóvenes y del conjunto de la población del país, y es un derecho fundamental del ser humano inalienable que debe garantizar el Estado. En el caso específico de las generaciones que se van integrando a la vida social tiene implicaciones específicas que determina o influye su proyección en actividades productivas, reproductiva y de índole cívica. En esta compleja integración de lo personal con el entorno la salud se convierte en un asunto que involucra al individuo, la sociedad y del Estado.
Como individuos los jóvenes resultan siendo quienes despliegan mayor vitalidad mostrándose menos vulnerables a procesos mórbidos biológicos o al desarrollo de padecimientos físicos; por su condición transicional específicamente de carácter psicosocial, por encontrarse en la definición de su identidad, proyectos de vida y sin contar con las condiciones sociales y económicas para desarrollarse en plenitud se convierten en personas vulnerables a la integración social y se ven inmersos en condiciones de riesgo que termina afectando esa vitalidad por causas sociales y económicas ante la temeridad o la adversidad que muestre el entorno. El problema de salud, entonces, pasa por la adaptabilidad y la salud emocional de los jóvenes. Es la etapa temprana en que se asumen valores y se radicalizan esquemas, en que se reafirman los patrones que habrán de orientar el comportamiento grupal sea este de compromiso o no, de solidaridad o de desprecio por los otros. Quien sale indemne de la juventud es porque sobrevivió la violencia generacional.
En cuanto a lo social, la actitud existencial y el comportamiento grupal no se pueden divorciar del entorno en donde coexisten e interactúan con otros, los compromisos tácitos culturales. El comportamiento que desafía o responde al entorno tiene también consecuencias en el desarrollo vital de los jóvenes, sobre todo cuando se trata del entorno que propicia, resiente y controla la violencia, como resulta ser en ciertos espacios de interacción sub urbana el estigma de la criminalidad. El entorno social generacional es el espacio para la promoción de la subcultura a la que todo joven pretende o aspira pertenecer, es en la identidad de su colectividad, ya sea de índole urbana, rural o indígena donde se distingue.
Por parte del Estado la respuesta a las necesidades vitales que se otorgan al conjunto de la sociedad, como parte de la política pública que vela por el bienestar general, no se distingue de la atención otorgada al conjunto de la población joven, por lo tanto las políticas sectoriales de salud reproductiva, de atención a la niñez y la adolescencia y otras iniciativas dirigidas a la orientación y promoción de prácticas sanitarias a las y los jóvenes, tienen un impacto reducido, como aquellas atendidas en instalaciones hospitalarias siguiendo el Modelo de Atención Integral y Diferenciada para Adolescentes ATINA. Existe sí, una preocupación en el tema, que ha hecho que el Ministerio de Salud haya promulgado los Lineamientos Estratégicos en Salud Integral de Adolescentes para proveer información a las y los jóvenes, procurando una atención diferenciada y abrirles espacios de participación en las políticas y programas de salud que busquen su integración a la sociedad. De lo que carece la visión pública es de considerar los riesgos aludidos a la integración social como problemas de salud. Existe un espacio en donde lo privado puede ser tutelado por el Estado, como es la convivencia en el barrio de jóvenes organizados en estructuras criminales y los que no lo están.
4.1. De qué se enferman los jóvenes
No es extraño que en una encuesta que indaga sobre la situación de salud de los jóvenes se registre en primer lugar, como resultado, la ausencia de enfermedades, ya sea en el entorno rural o urbano. En efecto el 60% de los encuestados declaró no padecer de ninguna enfermedad.

Gráfico 19

Encovi 2011

Las enfermedades o problemas del desarrollo a los que se alude en el Gráfico 19 pueden considerarse como "normales" en la vida joven, sin soslayar ese porcentaje de incidencia que se presenta en el entorno rural por encima del urbano. En el entorno epidemiológico, es en el área rural donde tienen mayor incidencia las enfermedades bronquio-respiratorias y gástricas, por las condiciones de salubridad por hacinamiento y falta de agua potable. Sin embargo, este grupo poblacional, desde lo epidemiológico, no se diferencia de otros grupos poblacionales, por lo tanto la intervención que se haga en el país para atenuar los factores de riesgo y determinantes de la salud siempre mejoraran a los jóvenes en su conjunto.
Las alteraciones en el funcionamiento síquico como autoestima baja, depresión y adicciones tienen mayor incidencia urbana. En todo caso se apunta a que este tipo de trastornos provienen de circunstancias de marginalidad, violencia intrafamiliar, herencia del enfrentamiento político armado y de problemas del comportamiento inherente al individuo, a lo anterior se agrega el abuso en el consumo de drogas. En el caso de las enfermedades psicosomáticas que pueden padecer mujeres expuestas a continuos actos de violencia intrafamiliar, no se tiene estudios que determinen si es la causante primaria de ciertas enfermedades, sin embargo, tal situación no ha sido descartada.
Gráfico 20

Fuente ENCOVI 2011.
Por su parte el rubro de "enfermedades" que no se especifican claramente en qué consisten tienen mayor incidencia rural. No deja de ser paradójico que en el reporte de enfermedades en el área rural sea mayor el número de respuestas individuales que no reportan enfermedad alguna y que en el recuento de todas sea en esa área donde se acumule el 61% como aparece en el Gráfico 20.
El otro indicador en problemas de salud es la violencia, que en definitiva tiene más incidencia en la mortalidad que las enfermedades infectocontagiosas en los departamentos de Guatemala, Chiquimula, Escuintla e Izabal. Solamente del mes de enero a septiembre del año 2011, murieron 1,352 jóvenes de 18 a 25 años, y 1,529 fueron lesionados en el país. Si sumamos ambas cifras para el rango de edad de 0 a 25 años serían 3,807 las víctimas totalizando 41% de víctimas registradas ese periodo. Específicamente el 32% de muertes en adolescentes se debió a causas violentas de las cuales 54% fueron por arma de fuego.
4.2. Cuando se enferman, qué hacen

Desde una perspectiva urbano rural se puede constatar la diferencia en cuanto a quién consultan los jóvenes y en donde.
Gráfico 21

Fuente:ENCOVI 2011.
En el entorno urbano es más frecuente recurrir a la asistencia profesional por el acceso que a ella posibilita la ubicación de la oferta del servicio estatal y privado. En ese sentido se duplica la demanda de médicos como se ve en el diagrama. La atención siguiendo prácticas tradicionales se suple en el entorno familiar en el área rural.

Gráfico 22

Fuente: ENCOVI 2011
Para los jóvenes del área rural recurrir al centro o al puesto de salud es lo más inmediato. Por ello tiene relevancia la enfermera o el promotor de salud, en la prestación del servicio público. Los hospitales ubicados en centros urbanos de mayor magnitud muestran un porcentaje de afluencia menor al de los demás lugares públicos. La cobertura del seguro social es escasa. Por el contrario en el entorno urbano la clínica privada es un recurso más solicitado. El esquema tal y como se muestra gráficamente es elocuente en cuanto a la estructura de la atención en salud con la que se cuenta en el país. Son muchos los elementos que participan en el esquema, que se pueden escrutar; resulta no ser lo mismo ir a la farmacia que consultar al farmacéutico al momento de considerar la función de la farmacia como lugar en donde se provee y se orienta problemas de salud. De poca recurrencia en atención "en la casa de quien lo atendió" que no es otro que el curandero de la comunidad, no deja de estar ahí, en el lugar en donde hay un vacío de Estado, aunque la práctica cultural lo legitime aunque la mortandad neonatal sea mayor.
Otro de los contrastes se observa en el costo del acceso a la consulta profesional.



Gráfico 23

Fuente: ENCOVI 2011

Por las condiciones socioeconómicas de la mayoría de la población indígena del campo resulta claro que al recurrir al puesto o centro de salud de la comunidad se esté accediendo a un servicio público que por ley es gratuito. Esa gratuidad sigue siendo importante también en el sector no indígena.
Esta condición se modifica cuando se analizan los grupos que pueden acceder al servicio sufragando el costo. En el entorno rural tiende a ser menor por la capacidad de pago que no deja de ser ajeno a la calidad del servicio. En lo privado es en la franja de Q. 101.00 a Q. 200.00 en donde se manifiesta la mayor diferencia en el pago.
Gráfico 24

Fuente: ENIGFAM 2010
4.3. Salud, sexualidad y fecundidad
Los aspectos de salud que se vinculan a la fecundidad y sexualidad denotan las modalidades de la reproducción biológica y el desenvolvimiento social. Uno de tantos requisitos para la iniciación sexual de los jóvenes es el acceso a la información para una canalización satisfactoria y sana de la sexualidad. En el esquema que seguimos planteamos las diferencias que se dan entre la población urbano y rural en la aproximación que los jóvenes van teniendo a la sexualidad. En los dos primeros segmentos de edad la preeminencia rural en la iniciación es clara. Hay una inercia histórico-cultural que se sigue manifestando de algún modo en cuanto a encontrar parejas de jóvenes en el campo por la necesidad temprana de incorporarse a la vida productiva.
Gráfico 25


Fuente: ENSMI 2008/2009

En el comportamiento del joven, la forma de asumir su pareja difiere en cuanto a género cuando se declara la persona con quien se tuvo la primera experiencia sexual.

Gráfico 26

Fuente: ENSMI 2008/2009

En la adolescencia la primera experiencia sexual, por parte de los hombres alcanza un compromiso marital declarado que excede apenas el 15% de las demás relaciones. En el caso de las adolescentes ese compromiso asciende al 50% y se incrementa con la edad; con la mujer joven adulta es el matrimonio la relación por excelencia, reconocida como la circunstancia prevaleciente para tener la primera experiencia sexual, porcentaje que no se asume en los hombres ni por asomo en la última etapa de la juventud. El sentido del noviazgo tiene más arraigo en el hombre de todos los segmentos etarios, y la condición de conviviente aumenta en él en la medida en que disminuye en ella.

Este diagrama nos dice más de actitudes que de realidades, en cuanto al establecimiento de la relación de pareja se trata, y es en esa actitud que se pueden suscitar riesgos. En las respuestas registradas en el módulo de juventud de la ENCOVI 2011, el 98% de los jóvenes aseguró haber tenido su primera relación sexual por voluntad propia, un 1% declaró haberla tenido en contra de su voluntad.

En datos recopilados en el ENSMI 2008/2009 se apunta que la edad media en mujeres para la primera relación es de 18.3 años y para el primer hijo de 19.4 años. Según la ENSMI, del total de mujeres entre los 15-17 años el 28% ya había tenido su primera relación sexual. Aquí el hecho que puede conducir a posibles complicaciones es la falta de información en cuanto a los derechos y recursos sanitarios con la que deberían contar las mujeres y los hombres jóvenes, como es el caso propicio para la prevención y manejo de las infecciones de transmisión sexual, ITS.

4.4. La pandemia del VIH
Según lo especifica el MSPAS la epidemia de VIH-SIDA se asocia con el ingreso de la población, lo que explica que en los sectores más pobres se encuentre menos difundida. La condición social explica, en alguna medida los modos de transmisión del virus en Guatemala.

Las estadísticas del Centro Nacional de Epidemiología muestran que de 2002 a 2008 se ha duplicado la tasa de prevalencia del VIH en el grupo de 15 a 24 años de 8.31 a 17.23(tasa por 100,000 habitantes). De ese grupo el 22% corresponde a población indígena y el 76% no indígena. En el Cuadro 17 se apuntan los casos que se registran en el país desde 1984.



Cuadro 17
Grupo de edad
Sida-VIH años 1984-2010

Hombrees
Mujeres
Total
10-14
29
68
97
15-19
365
629
994
20-24
1,780
1,650
3,430
25-29
2,792
1,690
4,482

En ambos cuadros 17 y 18 se muestra cómo las mujeres superan a los hombres durante los años más tempranos y luego se revierte con la edad, ya sea como portadores o enfermos de sida, lo que indica cierta negligencia en la conducta sexual masculina al abordar grupos de riesgo, ya que se supone que con la edad se estaría más atento a un posible contagio.
Cuadro 18
Casos VIH y sida avanzado por grupo edad y sexo Guatemala 2011
Grupo de edad
Mujeres
Hombre
Total
Total %

Sida
VIH
Sub Total
Sida
VIH
Sub Total


10 a 14
2
12
14
0
1
1
15
0.60%
15 a 19
7
55
62
7
43
50
112
4.10%
20 a 24
34
168
202
46
149
195
397
14.70%
25 a 29
47
182
230
107
183
290
520
19.30%
Total Jóvenes
90
417
508
160
376
536
1,044
39%
Total población
271
891
1,167
499
1,027
1,533
2,700
100%
Fuente: Elaborado con base a: Casos VIH/VIH Avanzado Guatemala 2011, por Dr. Sergio Vinicio Pérez Ambrosio, Unidad de Vigilancia Epidemiológica VIH/SIDA/ITS/Tuberculosis, Centro Nacional Epidemiologia, MSPAS

Gráfico 27

Fuente: ENSMI 2008-2009
Es en el caso de inmigrantes en donde se ha encontrado la fuente de contagio en las áreas rurales, estas áreas no contiene más del 10% de la población seropositiva. De ahí que el 22% corresponda a población indígena y el 77% a la no indígena. El VIH se localiza y tiende a difundirse por muchas vías, las más identificadas son aquellas que provienen de sectores que viven en el confinamiento y marginalidad como los reclusos y soldados en cuarteles, lo que los coloca en situación de riesgo, así como los ubicados en el comercio sexual. Sin embargo el riesgo se amplía cuando se constata el poco uso del preservativo como apuntamos. En el caso de la transmisión del VIH, la variable pobreza no es un factor de vulnerabilidad por las privaciones que contenga, los indicadores presentados por el Centro Nacional de Epidemiología del MSPAS muestra que es en el quintil cuarto de la distribución de ingresos que se concentra el 41 de infectados, y en el quintil superior el 22%.

Otra de las razones que se presume contribuyen a la difusión del virus es la ignorancia de los portadores seropositivos, se piensa que dos de cada tres portadores ignora su contagio por la falta de identificar el examen clínico como necesario. En el informe derivado de la ENSMI 2008/09 se dice que entre el 23% y 27% de mujeres y hombres jóvenes de 15 a 24 años de edad logran identificar correctamente las formas de prevenir la transmisión sexual del VIH y rechazan las principales ideas erróneas sobre la transmisión del virus. La tarea de educación es ardua.

Por último, en las comunidades se trata de ocultar la enfermedad por el rechazo a que son sujetos los seropositivos Por lo general la población del área rural no recibe tratamiento con antivirales por no haber acceso a ellos de no ser en la capital.

A la juventud se le ha querido dar un trato específico por parte de las autoridades de salud sin que los resultados sean de mayor impacto. Los jóvenes en su gran mayoría suelen ser sanos, pero las diferencias en el acceso a servicios de salud hace que la población del área rural esté sujeta a una situación de inseguridad, la situación de riesgo aumenta en los sectores con menos educación que suelen predominar el en campo.




5.-Situación del empleo juvenil

5.1. La integración temprana a la estructura laboral
Del total de la población de 14,713,763 millones de habitantes, el 38% forma la Población Económicamente Activa, PEA, y esta se define como todas las personas de 10 años de edad y más que en la semana de la encuesta realizaron algún tipo de actividad económica y que estaban en disposición de trabajar. El total de la población definida de tal manera se puede desagregar para poder visualizar mejor la composición de la estructura laboral. Valga aclarar que en el país se manejan dos esquemas para la contabilización, para el control nacional se considera a la población de más 10 años, y para efectos de comparación internacional de 15 años en adelante. Esto implica que parte de la población infantil es considerada como Población en Edad de Trabajar, PET. Así, del total de la PET, que se extiende de los 10 a los 64 años, y que suma 9,017,457 millones de habitantes, la PEA equivale al 62% de ese total.

La PEA nacional, se compone de 5,571,358 personas de las cuales el 42% la forman los jóvenes. En la estructura laboral, que corresponde al área rural, la PEA juvenil concentra el 45% del total de la PEA en ese sector. Resulta ser que el número de jóvenes que trabajan, más los que están dispuestos a trabajar en el campo representan el 56% del total de jóvenes en la misma condición laboral. Por lo tanto los jóvenes que conforman la PEA del área urbana metropolitana se reducen a 34%, lo que nos indica una de las diferencias laborales entre los jóvenes del campo y la ciudad.

Gráfico 28 Gráfico 29

Fuente: ENEI 2011
En cuanto a la distribución por sexo, el número de jóvenes que trabajan o buscan empleo, duplican al sector de mujeres. Otro tanto sucede con la diferencia indígena no indígena, que viene reflejando la diferencia poblacional étnica nacional.
Gráfico 30

Fuente: ENEI 2011
La incorporación al trabajo es temprana en cuanto a la edad. De la encuesta de empleo ENEI 2011, el 40% de los jóvenes abordados que afirmaron tener ocupación declararon haberse iniciado laboralmente entre los 10 y 15 años de edad, el 42% en el rango de 15 a 20 años y únicamente el 10% lo hicieron de 20 a 25 años. Como parte del segmento infantil se registró el 5% en el rango de 6 a 10 años. Teóricamente el Ministerio de Trabajo y Previsión Social, MTPS, tutela el trabajo de menores, pero es una labor prácticamente imposible de realizar. Por otra parte, con la incorporación temprana los jóvenes se alejan del aula, y ven limitada su posibilidad de acceder a un trabajo digno o decente.

Cuadro 19
Nivel

Distribución de la PEA por sexo, etnia y área

Hombres
Mujeres

Tasa de participación de la PEA
Tasa de desempleo abierto
Tasa de participación de la PEA
Tasa de desempleo abierto
Total Nacional
64%
1.6%
36%
2.1%
Urbano
58%
2.8%
42%
2.9%
Rural
70%
0.5%
30%
0.8%
Indigena
64%
0.9%
36%
0.6%
No indigena
63%
2.2%
37%
3.1%
Pobre
69%
1.0%
31%
1.2%
No pobre
59%
2.4%
41%
2.7%
Fuente: ENCOVI 2011


Es en el campo donde se concentra la mayor parte de la oferta laboral pese al continuo crecimiento del sector servicios en el área urbana en las últimas décadas, esa poca capacidad de incorporar trabajo junto a una industria, que se estancó con la apertura de mercados a las importaciones y un débil desarrollo de la maquila, hace que el esquema demográfico laboral siga siendo atrasado, con un peso rural aún muy fuerte, lo que lleva a que la oferta laboral se traduzca en tasas de desempleo altas, que en el caso de los jóvenes llegan alcanzar el 8.2% en el campo. El desempleo entre jóvenes disminuye a 4.7% en el área urbana. El promedio de desocupación se establece en 7%, lo que indica que la tasa de ocupación de jóvenes asciende al 93% respecto a los 2.4 millones que conforman la PEA juvenil. Estas cifras ocultan las condiciones precarias de trabajo que son las que se reproducen en ese 93% de ocupación.
Del total del desempleo nacional el que corresponde a jóvenes es del 73% de todos los desocupados. Otra de las consecuencias de la desproporción en la oferta de trabajo y que cobran significación en cifras es el porcentaje que contempla la subocupación, sea esta visible o invisible. A nivel nacional el número de subocupación incluye a 3,111,343 personas, equivalente al 56% de la población ocupada total. De estos más de la mitad el 55% corresponde a jóvenes, esta cifra aumenta a 60% en el área rural, en donde las condiciones laborales son menos reguladas. Esto implica que una cuarta parte de la población empleada corresponde al sector subocupado que son jóvenes y es en ese segmento en donde las condiciones laborales hacen más vulnerable al trabajador. El subempleo refleja la falta de formalización de la economía y como se dijo, las dificultades del mercado laboral donde la oferta es excedentaria.
Cuadro 20
Estructura del mercado laboral 

Nacional
Rural
 
PEA
Total
5,571,358
2,893,967
Joven
2,366,156
1,315,308
 
Ocupación
Total
 5,341,221
2,747,953
Joven
2,197,912
1,207,451
 
Desocupación
Total
230,137
 146,014
Joven
 168,368
107,685
 
Subocupación
Total
3,111,343
1,781,241
Joven
1,310,808
795,502
Fuente: ENEI 2011.


El problema del subempleo se refleja en el 52% de los entrevistados por la ENEI 2011, quienes manifestaron que sus derechos laborales no se respetan. En la mayoría de los países en desarrollo el sector informal abarca menos del 65% de la PEA; en el caso de Guatemala, esta cifra asciende al 71%, lo cual significa que buena parte de la ocupación que se genera en el país carece de las garantías laborales mínimas como cobertura de salud y jubilación. La inseguridad contractual es manifestada por el 44% que acusa no tener contrato de trabajo, la falta de contratación permanente hace que el 23% no tenga derecho a prestaciones, la falta de cobertura del seguro social se da incluso en trabajadores que pueden tener contratos pero temporales, solo el 14% de los entrevistados para el ENEI 2011 está adscrito al IGSS. Como se ve en el Gráfico 31 la informalidad es de más riesgo para los adolescentes y se va estabilizando en la edad adulta. En el amplio espectro de la informalidad el ingreso es amplio y la frontera entre lo no legal y lo ilegal es sutil: un adolescente puede lavar vidrios de carros en una esquina y otro puede readecuar celulares de origen dudoso para ser usado en la otra.
Gráfico 31

Fuente: ENEI 2011
En la búsqueda de trabajo un buen porcentaje de jóvenes opina que se han iniciado con cierta experiencia previa adquirida en el hogar, esto es cierto sobre todo, en las zonas rurales donde el primer trabajo fuera del hogar es una proyección de labores campesinas o artesanales. Sin embargo, ante una competencia abierta que resta oportunidades de empleo opinan que es importante contar con una formación sólida para una mejor apuesta laboral.
5.2. Actividades económicas y salarios
De forma general en el país no se cumple con las obligaciones salariales mínimas por parte de los empleadores. De esa cuenta el promedio de salarios se registra por debajo de la media del salario mínimo nacional. Las diferencias sectoriales se reflejan en esa estructura salarial cuando se desagrega por sectores sociales y geográficos. En un extremo superior se tiene el salario promedio de no indígenas adultos, hombres y del área urbana, en el otro el salario percibido por mujeres indígenas del área rural. En el primer grupo se registran salarios promedios que representan el 48% por encima del promedio nacional, mientras el segundo alcanza el 53% por debajo de ese promedio. Si el cálculo se realizara respecto del salario mínimo establecido por la ley los cocientes serían aún más bajos. En el caso de los adolescentes se registran los salarios más bajos para todos los dominios del estudio que aparecen en el Cuadro 21. Son ellos quienes padecen en forma rotunda la discriminación salarial.

Cuadro 21
Salarios promedio por sector y domino de estudio
GRUPO POBLACIONAL DE INTERÉS
DOMINIO

Total Nacional
Urbano Metropolitano
Resto Urbano
Rural Nacional
PROMEDIO NACIONAL
1,945.61
2,668.46
1,775.18
1,434.67
SECTOR PÚBLICO
3,386.62
3,756.71
3,397.42
2,722.25
SECTOR PRIVADO
1,781.88
2,541.65
1,506.90
1,355.52
HOMBRES
2,063.87
2,893.18
1,919.96
1,548.20
MUJERES
1,689.47
2,289.38
1,505.45
1,048.13
INDÍGENAS
1,243.09
1,623.09
1,369.26
1,052.03
NO INDÍGENAS
2,239.27
2,741.77
2,046.63
1,692.24
10 - 17 años
769.61
911.25
746.66
751.40
18 - 44 años
1,988.46
2,582.36
1,798.67
1,576.99
Fuente: ENEI 2011
Al comparar los salarios del Cuadro 21 para los jóvenes se puede determinar que los percibidos en el área rural son bajos para todos los ocupados pero más en los jóvenes, que es la fuerza de trabajo más empleada en esa área. En todas las ramas de actividad el promedio salarial percibido por jóvenes es inferior al de adultos. En el caso del trabajo formal, sin duda se aprecia el salario cuando se respeta la antigüedad laboral. En general se establecen brechas de desigualdad remunerativa marcadas por patrones culturales: mujeres menor salario; comunidades indígenas menos equidad salarial; a más jóvenes menor experiencia y menores salarios.

Cuadro 22
Estructura laboral por rama de actividad , etnicidad y sexo
Rama
Ocupados
Hombres (%)
Indígenas (%)
Jóvenes (%)
Total Nacional
5,341,221
67.07
41.02
41.15
Agricultura
2,006,680
87.46
53.61
41.1
Comercio
958,503
49.04
34.55
40.27
Industria
771,103
54.06
43.49
44.37
Servicios
1,381,761
64.69
25.33
39.4
Otros
223,174
20.87
44.16
44.98
Fuente: ENEI 2011

La desagregación por sexo muestra que la agricultura concentra principalmente población laboral masculina con el 87%. En el caso étnico el sector indígena ocupa el 54%. En el área de servicios los hombres representan 65% de los trabajadores. En el comercio hay más mujeres trabajando que en la industria. La participación indígena es mayor en la agricultura la que expresa la estructura de tenencia de la tierra.
5.3. Experiencia laboral
Alrededor de 140,000 jóvenes se integran año con año al trabajo. Como se dijo, cuando los jóvenes se ven compelidos o necesitados de trabajar se inician, por lo general en el hogar, principalmente en el área rural, como se muestra en el gráfico a continuación. Este trabajo, por las características domésticas, se realiza sin ser remunerado, y es ahí donde aseguran los entrevistados que adquieren su primera experiencia laboral que les permite incorporarse posteriormente a labores fuera del hogar. Esa circunstancia cambia en el entorno urbano en donde el trabajo asalariado puede tener importancia desde la primera involucración laboral. Como primera experiencia de trabajo en el campo, se tiene la incorporación de menores en las labores agrícolas, lo que denota el Gráfico 32. En el campo se combinan formas atrasadas de producción intensivas en mano de obra junto con la pobreza de los pequeños y micro parcelarios que necesitan del esfuerzo familiar para trabajar la tierra.
Las últimas columnas del Gráfico 32, muestra esa relevancia al haber sido construido con información de jóvenes, por ello la respuesta "No ha trabajado" es alta y es probable que se refiera a respuestas de los más jóvenes y urbanos, o mujeres rurales.
Gráfico 32

Fuente: ENCOVI 2011
Cuando se observa por diferencia de sexos se puede establecer la relación entre trabajo no remunerado doméstico rural desempeñado por hombres y mujeres. En cuanto a asalariados fuera del hogar es menor la diferencia entre hombres y mujeres, y termina siendo bastante amplia para el caso de no incorporación al trabajo, en donde existe cierta relación entre trabajo doméstico rural desempañado por mujeres no reconocido como productivo, las actividades en el huerto familiar, la tapisca o cualquier tarea que contribuya a la reproducción material de la vida familiar no se considera trabajo.




Gráfico 33

Fuente: ENCOVI 2011

En la ubicación geográfica de trabajo, es difícil que éste se busque lejos del hogar por un problema de opciones, sin embargo hay un pequeño porcentaje de hombres que sí lo hace. Ante la falta de oferta laboral en el entorno, las consecuencias se manifiestan en indicadores como trabajo no remunerado en el hogar; predominancia de PEA rural desempleada o subempleada; número considerable de mujeres que "no trabajan" y niveles de pobreza. Todo señala las condiciones de atraso en el área rural y la precariedad laboral allí. Otro resultado es que no se piensa mucho en el primer empleo fuera del país, esto viene después que se ha comprobado las limitaciones laborales nacionales.
Gráfico 34

Fuente: ENCOVI 2011
5.4. La promoción del trabajo
Con el propósito de contribuir en la dinamización del mercado laboral el MTPS interviene por medio del fomento de bolsas de empleo, en donde convergen demandantes y ofertantes de trabajo. El Ministerio apuesta a la sistematización de información para ofrecer un mejor servicio de orientación y promoción laboral. Este proyecto no contempla la promoción del primer trabajo.


En el informe de actividades de 2011 el Ministerio de Trabajo publicó las siguientes acciones realizadas:
Intermediación laboral a personas en búsqueda de empleo 13,850
Intermediación para puestos vacantes (plazas de empleo) 12,814
Personas colocadas 933
Empresas afiliadas al SNE 1,098
Personas orientadas 6,519
Ferias de empleo 10: Escuintla, Sacatepéquez, Zacapa, Quiché, Chiquimula, Jalapa, Baja Verapaz, Santa Rosa, Izabal y Jutiapa

El Sistema Nacional de Empleo tiene como objetivo prestar los servicios de formación y empleo a nivel nacional, su labor la desempeña a través de las Delegaciones Departamentales y mediante convenios con otras Instituciones afiliadas.

Como se ve en los resultados expuestos por el Ministerio la coordinación de oferta y demanda laborales tiene impactos precarios, y no se visualiza al sector de jóvenes como un segmento a ser atendido en políticas de primer empleo, si se parte de los 140,000 jóvenes que se incorporan al trabajo anualmente.

La población juvenil tiene un peso significativo en el mercado laboral, en su oferta y en la tasa de ocupación, pero se evidencian grandes dificultades en la calidad del empleo y en la formación de competencias para el trabajo. Como se vio en el capítulo 4° la falta de formación para el trabajo se convierte en un impedimento para alcanzar mayor competitividad y nuevas condiciones para la empleabilidad y el emprendimiento, en lo cual el protagonismo de las y los jóvenes es fundamental.

En la promoción laboral el sector de jóvenes con menor preparación escolar, con grados de primaria aprobados, representa casi un tercio de la población económicamente activa, siendo poco más de un millón y medio de personas. No corresponden exactamente a los pobres, pero si incluyen a una proporción muy alta de ellos. Casi la mitad de los pobres extremos ocupados, y un poco menos de los pobres no extremos ocupados del país.

Gráfico 35


Como se ve en el Gráfico 35, los adolescentes se van incorporando al trabajo vinculados a alguien que los asume en el trabajo, es decir, en relación de dependencia, sea formal o informal, y se van desplazando al auto empleo poco a poco hasta llegar a constituir la tercera parte de los trabajadores al final de la juventud. ¿Con que herramientas o acervo lo hacen?
Por ahora con lo que se cuenta es con una juventud que no tiene mayores expectativas laborales. En un estudio publicado recientemente se establece la siguiente ubicación laboral de los jóvenes.
Gráfico 36

Fuente: Entre la penuria y la urgencia de necesidades Programa Juventud UE. Septiembre 2011.
En este ensayo se afirma que las oportunidades de trabajo decente en el país han disminuido, de esa cuenta sólo el 6% se considera que tiene acceso a un trabajo de este tipo. Es significativo recordar que sólo una porción muy pequeña, de los jóvenes, el 9%, es beneficiaria de los servicios del Instituto Guatemalteco de Segurida Social (IGSS). por lo que la mayoría vive desprotegida y con falta de preparación profesional.





6.- Los Jóvenes frente a la violencia cotidiana

La mayoría de las encuestas de opinión desde hace ya varios años, apuntan a la falta de seguridad como el problema principal percibido entre la población. El flagelo de la criminalidad, que es el estigma de la época, permea toda la sociedad y en el sector de jóvenes se sentencia el nicho de potenciales adeptos dispuestos a sumar su participación.
La percepción de inseguridad proviene directamente del acto violento que conmueve a la opinión pública ocultando sus componentes causales, haciendo unos más evidentes que otros. La violencia se manifiesta de distintas formas de acuerdo a su naturaleza y alcances, por ello se considera para su análisis que se trata de "violencias", para enfatizar así la multiplicidad de cómo se presenta para su posible abordaje. De esa pretendida multiplicidad la manifestación cotidiana, que se difunde por los medios de comunicación es la que muestra la degradación corporal y de la integridad de la persona agredida, y pretende poner de manifiesto la deshumanización del victimario con propósitos que trascienden lo informativo: construir el clima de inseguridad con fines políticos aviesos y de ahí hacer uso de la percepción ciudadana para justificar soluciones no estructurales que son condiciones de exclusión y desigualdad.
El contexto socioeconómico descrito en los primeros capítulos de este trabajo, apunta a los alcances limitados en el acceso al bienestar de la juventud; esas condiciones vienen a convertirse en el marco que constriñe las libertades que Amartya Sen sitúa como necesarias para poder optar y elegir la forma de vida que se quiere. Vivir circunstancias adversas laborales, discriminación salarial y marginalidad social induce la frustración y se convierten en elementos constitutivos para la acción violenta organizada o individual.
Para justificar y mantener la estabilidad ante las demandas ciudadanas, el Estado ejerce la violencia vertical, criminalizando la protesta social en aras de la seguridad del país. Esta circunstancia junto al sesgo hacia el poder en la administración de justicia separan al ciudadano del Estado por medio de la fuerza.
Los componentes estructurales del problema se corresponden políticamente con procesos históricos, que en el caso concreto de Guatemala se establecen previos al desenvolvimiento del Estado democrático como detonantes de violencia, a la exclusión social se suma la corrupción, la herencia autoritaria y el manejo discrecional de lo público. La permisibilidad de la administración pública que se trastocó de Estado contrainsurgente en Estado democrático débil, ha visto impasible como el fortalecimiento del crimen organizado se ha asentado en la geografía y las instituciones públicas del país. Entre los resultados se tiene el incremento del tránsito y almacenamiento de drogas; el trasiego humano de emigrantes con el componente de mujeres menores para la prostitución; redes internacionales de robo de vehículos, y toda la cauda que conlleva la criminalidad organizada y transnacionalizada.
El condicionamiento presupuestario no solo restringe el desarrollo de programas sociales, los temas de seguridad también se han visto relegados. Así después de décadas la violencia política se ha dado paso a la violencia criminal. Por todo esto es que se apela a la seguridad democrática como la forma participativa ciudadana y de fortalecimiento de la institucionalidad pública para combatir el flagelo. Dice Galtung que la violencia hay que verla como enfermedad en donde agentes patógenos atacan un cuerpo con inmunidad baja, y como tal tiene que ser tratada, en el caso de Guatemala hasta ahora ha sido por medio de analgésicos el tratamiento ¿existe la cura?
6.1. Inseguridad Institucional
Hay formas de violencia que se ligan a la pirámide delincuencial que se monta a partir de las sumas de dinero que se activa con los hechos ilícitos y que necesitan de la participación de amplios sectores ubicados en diferentes ramas de la actividad económica, política y social. Existen formas de violencia que responden a los tres niveles de una pirámide de operación con vínculos entre sí. En la cúpula operan los empresarios dedicados al lavado de dinero junto a asesores técnicos jurídicos y financieros que presionan desde arriba para el mantenimiento del status quo. En el nivel intermedio operan estructuras del crimen organizado en conjunción con elementos incrustados en las instituciones del Estado y muestran la cara de la impunidad. En la base se encuentran las bandas y clicas de maras que operan como sicarios y extorsionadores que aterrorizan a la población. Es precisamente en ese nivel donde la presencia de jóvenes se hace ineludible por las características y las exigencias de ese estrato.
La acción del hecho violento organizado es una forma de ejercer la violencia, las pandillas son una de las formas organizadas entre jóvenes, que tiene la particularidad de adoptar símbolos de lucha, distintivos que justifica su otredad, y así reivindicar acciones criminales transcendentales como las que realizan. Los factores de riesgo para la involucración de jóvenes en organizaciones delictivas son varios, las condiciones socioeconómicas; la marginalidad urbana; la disfuncionalidad del hogar; la proliferación de la contracultura del "narco", del poder y del dinero, todas ellas se confrontan con esas oportunidades que suponen el aprovechamiento del derecho a la vida sana, a la seguridad al trabajo digno, al acceso a la educación y a la cultura, a la participación política libre, al descanso y al disfrute.
Entre la congruencia y la marginalidad social parece ser la encrucijada con la que se enfrentan los jóvenes en la adolescencia en espacios urbanos y suburbanos. Es un punto a donde se ven arrastrados y que en ciertos medios se impone la criminalidad como la alternativa, pues lo demás es aún más incierto. Sin duda existe un momento de decisión pero se insiste en la exclusión como un factor determinante en la elección de vida.
6.2. Jóvenes, inseguridad y violencia; qué dicen las encuestas.

Como se vio en el Capítulo 3, las muertes que no son por enfermedad lo son por hechos violentos, incluyen accidentes y traumatismos, homicidios y suicidios. El segmento de edad más vulnerable que vive las secuelas de la violencia es el de los jóvenes de 16 a 25 años que representa el grupo más victimizado con el 37% de homicidios, porcentaje que tiende a disminuir con la edad, lo que habla de la involucración de jóvenes en acciones criminales al convertirse en objetivo de muerte, concentrándose más de la quinta parte en el segmento de 21 a 25. La suma de homicidios de jóvenes en 2009 fue del 55% del total de homicidios registrados ese año.

Gráfico 37

Fuente: CIEN Diagnóstico de la violencia juvenil en Guatemala 2009.
De la descripción anterior se pasa a la localización de las áreas que se consideran más inseguras. Los resultados de la ENCOVI nos dicen que es en el área urbana en donde se centra la percepción de inseguridad. La encuesta, tal como se aprecia en el Gráfico 38 muestra que la mayoría considera su bario o comunidad como seguro. No obstante, es en ese 31% urbano y entre la cuarta parte de la población no indígena en donde tienen mayor lugar los atentados a la seguridad. En opinión de los distintos estratos de jóvenes la inseguridad es más reducida en el entorno rural. Una de las razones se puede encontrar en la persistencia de mecanismos de control comunitario heredado de las Patrullas de Autodefensa Civil y que se ha intentado reactivar por medio de los comités locales de seguridad, pero lo cierto es que en aquellos municipios que forman parte de los corredores en disputa por el trasiego de armas, personas y contrabando de mercancías la inseguridad rebasa cualquier medida de contención.

Gráfico 38

Fuente: ENCOVI 2011

La presencia de pandillas y el mercado del narcomenudeo son concomitantes y su espacio es definitivamente urbano, no así exactamente las extorsiones. Es por ello que se atribuye en las respuestas a las preguntas de la ENCOVI la presencia de maras a la inseguridad.

Gráfico 39

Fuente: ENCOVI 2011

El linchamiento es más recurrente en el área rural, y es una de las derivaciones de la incapacidad del Estado de imponerse con la monopolización de la fuerza en todo el territorio para mantener una situación de estabilidad, por ello la población ha respondido para esgrimir la inseguridad desde el recurso al ajusticiamiento colectivo. En esta encuesta no aparece en su dimensión plena, al reducirse al 1% de los señalamientos de causas por inseguridad.
Gráfico 40

Fuente: ENCOVI 2011

En el Gráfico 40 se recogen las respuestas a la pregunta "Causas de violencia que afectan a los jóvenes"; en él se destaca la violencia intrafamiliar. La presencia de esta ofensa continua a miembros de la familia es un elemento para la proliferación de actitudes delincuenciales que encuentran en la disfunción, o violencia intrafamiliar, una de las condiciones de riesgo. Esta condición doméstica que se hace manifiesta no deja de ir acompañada de una visión donde la subjetividad del declarante puede estar sesgada por múltiples razones, la tolerancia o indiferencia, corroboración que se tenga de ella o la ocultación del hecho, en todo caso resulta ser más marcada en el entorno urbano.

La identificación por sexo de las víctimas de violencia intrafamiliar muestra que las mujeres son con más frecuencia objeto de agresiones. En un informe del INE 2008, se registró en las parejas de casados agresiones contra la mujer en un 43%, ante un 4% en contra de hombres; entre convivientes, un 26% de agresiones a la mujer y un 2% en contra de hombres; a la cuenta se sumaba 9% de mujeres separadas agredidas contra 1% de hombres en esa condición marital.

En los registros que lleva a cabo periódicamente la Institución del Procurador de los Derechos Humanos, IPDH, con base en datos proporcionados por la PNC se tiene la siguiente información de casos registrados en el Cuadro 23.

Cuadro 23
Violencia intrafamiliar- casos registrados
Rango
de edad
2007
2008
2009
2010
2011
12-14
20
36
38
40
30
15-17
70
74
96
83
83
18-21
180
143
170
190
206
22-25
290
259
262
281
282
26-29
283
238
224
234
229
Sub total
843
750
790
828
830
Todas las edades
2,276
2,050
2,175
2,305
2,165
Fuente: PDH informes de violencia a menores e intrafamiliar 2012.

Del total de actos de violencia hacia adolescentes y jóvenes dentro del hogar, estos representan el promedio de 37% de todos los hechos que se contabilizan para un periodo de cinco años. El número de agresiones aumenta con la edad y tiende a tener su punto álgido en el segmento de jóvenes de 22 a 25 años. Como se puede constatar el Cuadro 24 el porcentaje de mujeres agredidas es mayor al de hombres. Un promedio de 87% de agresiones contra mujeres ante un 13% a hombres a lo largo de los últimos cinco años, según los registros de la IPDH. En el manejo de cifras se encuentra que la promoción de la denuncia por parte de distintas instituciones estatales y paraestatales no ha tenido el efecto deseado, a partir la contabilización de casos se aprecia una constante en el número, y no precisamente por un mejor control de este tipo de violencia.




Cuadro 24
Casos de violencia intrafamiliar según sexo de la víctima
Sexo
Año

2007
2008
2009
2010
2011
Femenino
2,006
1,750
1,906
1,995
1,920
Masculino
270
300
269
310
245
Total
2,276
2,050
2,175
2,305
2,165
Fuente: PDH, Dirección de Estudio, Análisis e Investigación 2012.


En cuanto a la falta de educación como factor al que se apunta en segundo lugar como causa de violencia, se tiene que entender como la falta de dedicación en tiempo a esa actividad, lo que implica el uso de recursos domésticos dirigidos a la formación de los jóvenes y no a la falta de entusiasmo, lo mismo que la falta de oportunidades de trabajo y de capacitación para éste. Todo lo anterior se constituye en factor de riesgo cuando no existe o se restringe la posibilidad de optar. Si bien es cierto que las pandillas existen dentro de los centros educativos estos no han sido copados por estas. Los jóvenes conviven con ellas, es por ello que no aparecen sino hasta en el quinto lugar de las respuestas de la encuesta, antes aparecen las demás causas que hablan de privación, que si bien se producen en ambos entornos predominan en el rural.

6.3. Los jóvenes estudiantes y la violencia
Esa violencia general que puede afectar a los jóvenes se expresa con cierta especificidad en los centros de estudio que resultan ser los espacios de comparecencia social. En una encuesta realizada para el INDH 2012, se muestra en qué forma los jóvenes estudiantes conviven con otros jóvenes catalogados como miembros de pandillas: Un rápido examen[…]revela que los jóvenes estudiantes de estos sectores se encuentran próximos social, física y culturalmente a los pandilleros; no todos opinan desfavorablemente de ellos ni se sienten muy atraídos, pero todos los conocen, saben del mercado de drogas y armas, de la importancia del dinero y de la identidad y respeto que se obtiene. En resumen, conocen el universo del delito juvenil y viven con desigual intensidad el clima cultural, simbólico y real del mundo de crimen, las drogas y la violencia.
Los factores de riesgo están sin duda fuera del aula, pero esa proximidad y convivencia en espacios de confluencia juvenil no hace al pandillero más ajeno que al amigo o al familiar con quien se comparte la comunidad y de ahí la percepción que registran las encuestas.



Cuadro 25
Valoración de jóvenes estudiantes al tipo de violencia en los centros de estudio


No existe violencia
Poca
violencia
Entorno




urbano
rural
100%
De los maestros hacia los alumnos
91.6%
7.5%
69.6%
30.4%
100%
En la colonia donde está la escuela
87.9%
9.2%
83.7%
16.3%
100%
De los alumnos a maestros
91.1%
7.5%
79.1%
20.9%
100%
Portar arma en la escuela
94.5%
4.6%
76.3%
23.7%
100%
Pleitos entre pandillas
93.3%
5.3%
83.2%
16.8%
100%
Pleitos entre pandillas y estudiantes
93.4%
5.4%
83.0%
17.0%
100%
Venta de drogas
94.0%
4.8%
83.1%
16.9%
100%
Inseguridad y delincuencia
88.9%
8.0%
83.0%
17.0%
100%
Fuente: ENCOVI 2011

Es por ello que en las respuestas que se dan en torno al tipo de violencia en los centros de estudio el promedio que la niega es superior al 90%, como se puede apreciar en la tabla anterior. La respuesta más enfatizada con 9% que asegura la inseguridad de la colonia donde se encuentra la escuela sin duda refleja esa preocupación, pero muestra el espacio marginal de la presencia delincuencial en cuanto al territorio urbano abarcado. El acoso se deja ver en los pleitos entre pandillas y estudiantes y pleitos entre pandillas, pero algo más acontece en ese 9% preconizado.

El autoritarismo se refleja en alguna medida en la violencia de maestros hacia alumnos, que en el área rural tiene una incidencia mayor a las demás tipos de violencia. Sin duda antes de responder preguntas acerca de la violencia intra muros los jóvenes estudiantes han de dudar la respuesta por lo delicado del tema, sin embargo, la generalidad de las respuestas dice de la percepción común que comparten. De las opciones, poca o nada, la respuesta "poca" que se incluye en el Cuadro 25, es la que tuvo más adscripción después de no reconocer actos de violencia, pero en todas con una incidencia menor al promedio de 6.6%. Nuevamente al desagregar las respuestas se confirma en todas la predominancia urbana de actos violentos.
En el entorno rural la incidencia de portación de armas es reconocida en 23.7%, porcentaje que aumenta en la percepción del segmento adolescente a 29%. En este mismo entorno se reconoció en 40.3% la violencia ejercida por parte de los maestros hacia los estudiantes. Entre la población de jóvenes indígenas la violencia de maestros hacia alumnos es la de mayor incidencia para todos los segmentos de edad. No se podría especular si es violencia racista o no.

6.4. El entorno laboral
Las encuestas de empleo y condiciones de vida le dan importancia a las causas que dificultan encontrar empleo a los jóvenes.

Gráfico 41

Fuente: ENCOVI 2011

Siguiendo una formulación similar a las causas o implicaciones de la violencia en centros educativos se indagó la afectación de la violencia que pueda tener para encontrar trabajo. En el gráfico anterior se muestran cuatro posibles causas. Las respuesta otorgadas por los jóvenes abordados muestran en realidad condiciones que afectan no solo actividades y pretensiones de tipo laboral, es el entorno comunal el que se refleja aquí para el sector de jóvenes que opinó. El 34 %, la tercera parte de las respuestas, declaran que no hay inseguridad, pero las demás sí dan cuenta de una situación de vulnerabilidad que reconoce la "presencia del crimen organizado" en un territorio declarado como "zona roja".
Gráfico 42
Fuente: ENCOVI 2011

Muy similar a la pregunta anterior es la que inquiere sobre los hechos que afectan la comunidad donde trabaja. Aquí se juntan respuestas rurales y urbanas por lo que es difícil establecer la jerarquía en la importancia de la gravedad de hechos descritos. Sin embargo se constata que para el 54% de las opiniones no hay inseguridad, los linchamientos aparecen como nulos. La presencia de pandillas puede ser asociada con la realización de extorsiones y sobornos. En cuanto a la violencia en el trabajo, no hay una indicación acertada a entender esta situación dentro del sentido social-estructural de la violencia criminal o la inseguridad.
Gráfico 43

Fuente: ENCOVI 2011
Para el reducido grupo de jóvenes que contestó la pregunta "Indique las principal causa de inseguridad que puede dificultar que los habitantes de su comunidad encuentren trabajo", predomina la violencia entre compañeros de trabajo y la violencia entre jefes y trabajadores se reduce a 7%, lo que no describe conflictividad laboral de tipo gremial. Se repite la inseguridad en la zona o entorno donde se trabaja.
El sentido que se le ha dado a la violencia o la inseguridad en la que viven los jóvenes es comunitario. Por ello existen iniciativas no enfocadas a la totalidad del problema pero si a lograr apaciguar ánimos mediante controles sociales aplicados en el entorno comunal o de barrio. Se han impulsado iniciativas de colaboración entre la PNC y la comunidad en Villanueva, los resultados aún están por cuajar después de algunos años de puesta en marcha la Comisaría Modelo del municipio.

La violencia se presenta de múltiples formas, las causas que se analizan y las que aparecen en las encuestas del INE, apuntan a la asimetría en el acceso a recursos, educación, trabajo; apuntan al debilitamiento del Estado y a la historia de violencia heredada en el país y que lo hace presa de poderes paralelos. La juventud inmersa es tal circunstancia no sale adelante sin que sean consideradas las causas estructurales que subyacen.


7.- Juventud y Migración

La movilización de grandes contingentes nacionales de población ha existido siempre y por diversas causas: políticas, ambientales y, con más persistencia en el tiempo, las económicas. Las causas políticas producto de la intolerancia indiscriminada expulsó aproximadamente 100 mil guatemaltecos en la década de 1980 fuera del territorio nacional, la migración interna fue también de gran magnitud en esos años, sin que exista un registro aproximativo a su cantidad.
En la historia nacional los desastres naturales han constituido otra causa de movilización poblacional. Terremotos (1976), inundaciones y deslaves (huracanes Mitch, 1998, tormenta Stan 2005, tormenta Agatha 2010), sequías y erupciones volcánicas han contribuido a redefinir el panorama demográfico de asentamientos humanos. En un estudio de la agencia de Naciones Unidas para la Estrategia Internacional para la Reducción de Desastres, UNISDR, de 2009, se señalaba que "Guatemala se encuentra entre los 10 países con índice de mortalidad más alto debido a desastres naturales.
En una lógica estructural, Guatemala al igual que la mayoría de países del tercer mundo, cuando la demanda de empleo no encuentra atenuantes en la inversión pública y privada se ha llegado a auto regular la vida social expulsando población fuera de las fronteras.
En esa cuenta, actualmente, se ve el transito humano desde una perspectiva mundial, sobre todo en cuanto a jóvenes se refiere. Desde una perspectiva demográfica global, existe una predominancia de jóvenes en el mundo calculada en 1,200 millones entre 15 y 24 años de edad. De ellos únicamente 16% de todo el mundo reside en países desarrollados, 70% en los países en desarrollo y 14% en los países menos desarrollados. Se estima que el 43% de jóvenes, cerca de 515 millones, viven con menos de dos dólares por día, de los cuales poco más de 40% lo hace con menos de un dólar diario. La privación se ve también en la falta de acceso a los servicios básicos en los hogares, como la disponibilidad de agua corriente, drenaje y electricidad.
Por lo tanto, es desde esa perspectiva que se pueden considerar las condiciones que propician la circulación de personas por el planeta en búsqueda de mejores opciones de vida. Guatemala no es, de lejos, la excepción y al igual que los demás países subdesarrollados resiente los embates positivos y negativos de la población emigrante; por una parte los beneficios de los ingresos percibidos por remesas familiares que dinamizan la economía desde la demanda de bienes y servicios de consumo doméstico y, por la otra, la contención que desde el mundo metropolitano se ejerce para contrarrestar esa movilización social y la apuesta por la vida, que realizan las decenas de miles de emigrantes que fracasan en su empresa.

7.1. La migración interna
Los datos recopilados en la ENCOVI 2011 exploran, básicamente, la migración interna. La forma de establecerla cuantitativamente es por la comparación de la población que habita el lugar al momento en que se realiza la encuesta con la nacida en el lugar. Los resultados nos hablan de migración generacional, pero ilustran de buena forma ese traslado. Con la comparación por segmentos de edad podemos ubicar el sector que se desplaza con mayor dinamismo.
A nivel nacional el 20% de la población se ha desplazado de sus lugares de origen. El departamento que registra mayor atracción es obviamente el de Guatemala por la concentración relativa de recursos y de ahí las oportunidades que ofrece. El 39% de la población no es originaria del departamento; en el segmento de 25 a 29 años se produce la mayor inmigración departamental entre jóvenes, y por encima de ese estrato etario más de la mitad de los habitantes del departamento resultan no ser originarios del departamento de Guatemala.
Cuadro 26
Población originaria e inmigrante en el departamento de Guatemala por estratos de edad

Población asentada
Población originaria
Población originaria- %
Población inmigrante- %
Total
2,705,026
1,661,400
61%
39%
7 - 12
392,952
333,765
85%
15%
13 - 17
341,563
272,505
80%
20%
18 - 24
472,116
342,976
73%
27%
25 - 29
249,446
144,779
58%
42%
30 y más
1,248,949
567,375
45%
55%
Fuente: ENCOVI 2011.

El Petén es el departamento con mayor inmigración relativa del país, presenta índices más altos que los del departamento de Guatemala. El 27% de los jóvenes de 18 a 24 años han nacido fuera de El Petén, los que corresponden al segmento de 25 a 29 años constituyen el 48%. El número de la población de más de 30 años de edad proveniente de afuera del departamento predomina a la nacida ahí, con el 68% de los residentes. Para los segmentos de 18 a 29 años es notable la superioridad en la inmigración de mujeres.
En menor medida prosiguen como departamentos con inmigración arriba de la media nacional El Progreso, por la población cercana que padece las estaciones prolongadas de sequía, Escuintla que se ha convertido en un polo de desarrollo de maquila e industria y Retalhuleu por los servicios a la agricultura y centros turísticos.
Según la ENCOVI son los no pobres los que más tienden a emigrar, de tal forma que el 67.5% declara no ser originario del municipio donde vive en comparación con el 32.5% de pobres.
Gráfico 44

Fuente: ENCOVI 2011.
En las múltiples razones expresadas en la ENCOVI 2011, la búsqueda del bienestar material suele registrarse como la más recurrente. Es muy incierto qué quiere decir "familia" como razón para emigrar, ya que si la familia lo ha hecho antes no se especifica razón precisa para referirla como causa que acumule el 45% como respuesta por la decisión tomada. La segunda y tercera razones, trabajo y vivienda/servicios hablan de condiciones de vida a ser mejoradas. En cuanto a la observación étnica para el sector indígena la razón de trabajo es del 25% frente a 20% no indígena que lo realiza.
7.2. Emigración al norte
El aspecto que exige atención en el desplazamiento humano es la proporción de jóvenes que emigra hacia el norte en busca de oportunidades laborales. Se ha llegado a determinar que hay cerca de 1.6 millones de guatemaltecos en EE.UU. lo que significa que desde hace ya varios años vive fuera del país más del 10% de la población, para el año 2011 llegó a representar el 11.4%.
Los guatemaltecos emigran principalmente a Estados Unidos; Canadá, España y otros lugares son destinos que no son significativos en número. La emigración se realiza principalmente a la ciudad de Los Angeles, en el Estado de California; en segundo lugar a Nueva York, y sucesivamente en número a los estados de Texas y Florida. Del total de residentes en Estados Unidos el 64% corresponde a jóvenes y el 77.7% son personas comprendidas entre quince y treinta y cuatro años de edad. Se destaca el segmento de 20 a 24 años que representan al 41% del total, esto significa que la población joven guatemalteca que emigra al norte, es determinante para el sostenimiento de la economía nacional.

Cuadro 27
Población joven residente en Estados Unidos
Segmento de edad
Total población residente
Hombres
Mujeres
15-19
229,857
171,215
58,642
20-24
357,199
256,158
102,041
25-29
289,149
216,641
72,508
15-29
876,205
644,014
233,191
Fuente: UNICEF –OIM, 2011.

La procedencia de los que emigran no es homogénea, las causantes pueden ser comunes pero los orígenes no. En primer lugar están los que provienen del departamento de Guatemala y son el 19.4% del total emigrante; San Marcos representa al 10.5%; Huehuetenango 8.4% y Quetzaltenango 6.1%. El resto 56% provienen de los demás 18 departamentos. Por otra parte, la diferenciación étnica del que emigra no corresponde a la composición relativa del país, ya que el sector no indígena representa el 85% del total. Tradicionalmente la población indígena campesina se trasladó estacionariamente dentro del territorio nacional y hacia las fincas de café en Chiapas. Esa movilización estacional ha variado por la mecanización de la zafra azucarera, el abandono en la siembra de algodón y la crisis en la producción de café que se redujo al enfocarse más en fincas de altura. Los departamentos con más emigrantes son San Marcos y Huehuetenango, y son de origen K'iche' los principales migrantes con 6.9%; en segundo lugar los Mam 1.9%; los Kaqchiqueles 1.9% y en cuarto lugar los Q'eqchi' 1.1%.







Cuadro 28
Jóvenes con parientes en Estados Unidos
Grupo de edad
Indígenas
No
indígenas
15-19
54,978
283,583
20-24
27,988
171,687
25-29
53,867
369,204
15-29
136,833
824,474
Fuente: UNICEF-OIM 2011


En cuanto a la instrucción académica de los emigrantes, distintas encuestas indican que alrededor del 90% de la población de 15 años y más es alfabeta.
Gráfico 45

Fuente:ENCOVI 2011
Y el segmento de 24 a 30 años reúne al 73% de los profesionales, estas son personas que pese a los logros académicos no encuentran trabajo satisfactorio en el país.




Cuadro 29

Ocupación
hombres
Mujeres
Total
Trabajadores en servicios y vendedores
98,975
70,549
165,524
Mecánicos y artesanos
234,688
11,786
246,474
Trabajadores no calificados
206,313
123,411
329,724
Fuente: UNICEF –OIM,2011.

En la ocupación son tres áreas laborales definidas por UNICEF-OIM donde se desempeñan el 85% de los jóvenes trabajadores: a) trabajadores en servicios y vendedores, el 19%; b) mecánicos y artesanos el 28%; y c) trabajadores no calificados el 38%. Estos últimos son quienes desempeñan los trabajos menos remunerados. La falta de calificación en mujeres trabajadoras hace que ese segmento laboral aparezca como el mayor

Gráfico 46

Fuente: UNICEF-OIM 2010

Respecto a las ramas de actividad económica en el informe de UNICEF-OIM se determinan doce áreas, cinco de ellas concentra la mayoría de las actividades desempeñadas: a) agricultura; b) industria; c) construcción; d) comercio, restaurantes, hoteles y e) servicios financieros, bienes inmuebles. A estas se suma un numeroso 22% no definido.


Gráfico 47

Fuente: UNICEF-OIM 2010
El Cuadro 30 es parte de la descripción de la población que recibe los beneficios de las remesas familiares. Para el año 2010 se calculó en 4.5 millones el total de los beneficiados por transferencias; la diferencia entre no indígenas e indígenas es bastante amplia: 15% indígena frente al 85% no indígena. Las remesas ayudan a complementar el ingreso local de las familias y en muchos casos han de contribuir a alejarlas de la línea de la pobreza.
Cuadro 30
Jóvenes con familiares en Estados Unidos -por área y etnicidad
Segmento de edad
Total
Urbana
Rural

Total
Indígenas
No indígenas
Total
Indígenas
No indígenas
Total
Indígena
No indígenas
Todos
4,510,290
656,085
3,854,205
1,734,934
197,535
1,537,399
2,775,356
458,550
2,316,806
15-19
338,561
54,978
283,583
133,727
16,526
117,201
204,834
38,452
166,382
20-24
199,675
27,988
171,687
70,614
10,145
60,469
129,061
17,843
111,218
25-29
423,071
53,867
369,204
167,750
14,181
153,569
255,321
39,686
215,635
15-29
961,307
136,833
824,474
372,091
40,852
331,239
589,216
95,981
493,235
Fuente: UNICEF-OIM 2011.

Es importante constatar que de la población con familiares en el extranjero el porcentaje que forma parte de la PEA corresponde al 40% y el 60% no. De este sector 363,509 corresponde a estudiantes entre 15 y 19 años, y 898,488 a amas de casa, ambos sectores que no generan ingresos por su condición laboral o no ha de generar lo suficiente.
7.4. Resultados de la emigración
Las consecuencias que tiene la migración entre los jóvenes dependen de si son quienes migran o si son los familiares quienes lo hacen. En el caso de los adolescentes que permanecen en el país y ven la partida del padre o la madre, viven la desestructuración familiar con consecuencias inesperadas. El vínculo, de mantenerse, se realiza por medio de llamadas telefónicas y/o remesas. En el caso de emigrar, el desarraigo es la principal consecuencia para el joven, y se vuelve vulnerable ante el proceso de adaptación en la nueva residencia. La distensión de la cohesión familiar, la instalación en un marco de incertidumbre y de precariedad, el aumento del estrés al interior de la familia, terminan provocando un aflojamiento en las normas de crianza, que en la adolescencia puede trasuntarse en comportamientos anómicos.
Remesas
Los ingresos provenientes por remesas sufrieron a partir de 2008 los impactos de la crisis económica internacional. Ya para 2011, según los reportes del Banco de Guatemala se recuperó con los 4,3 miles de millones de dólares que ingresaron este año. El promedio mensual percibido por receptor fue de 275 dólares mensuales, esta periodicidad es acertada para el 65% de ellos.
Cuadro 31
Ingreso de Divisas por Remesas Familiares
Años: 2008 - 2012
- En miles de US dólares -
2008
2009
2010
2011
4,314,730.6
3,912,286.8
4,126,784.1
4,378,031.9
Fuente: BANGUAT

La encuesta UNICEF-OIM calcula en 1,323,139 receptores y receptoras directos, de los cuales el 65.5% corresponde a mujeres receptoras y el 34.5% a hombres receptores. Del total de destinatarios el 85.5% de ellos son no indígenas, equivalente a la población que emigra.







Deportados
Los jóvenes emigran por motivos familiares, o por necesidad económica de las familias, lo hacen contra todo pronóstico de éxito, situación que se hace más adversa con el tiempo, pero que, como se observa en los montos de remesas remitidos, no se disminuye el número de connacionales dispuestos a confrontar adversidades para lograr el sueño nacional de ver en mejor situación a su familia. El riesgo conlleva para muchos el padecimiento de vejámenes y toda clase de privaciones antes de lograr las metas.


CONAPO 2009
Al ver las estadísticas se aprecia que en 2008 fueron deportados 28,051 migrantes de ambos sexos desde Estados Unidos, al año siguiente bajó a 27,222, la cifra creció en 2010 a 29 mil 095. Según los datos de la Dirección General de Migración, 11% de deportados son mujeres y 2% menores de edad, de estos 88% son varones y un 12% mujeres. Hasta ahora no existen iniciativas de política pública que planteen programas para la reinserción de esta población a la sociedad. A las cifras de 2011 se suman los deportados desde México que fueron de 30,855 de los cuales 513 fueron menores, equivalente a 2.2%.

Del total de 2,712 deportados registrados en la encuesta del Consejo Nacional de Población de México, CONAPO, por la frontera mexicana en 2009, el 19% eran jóvenes que hablaban algún idioma maya, pero en el registro del aeropuerto internacional de La Aurora, el porcentaje aumentó a 27%, lo que sugiere el porcentaje que constituyen migrantes de origen indígena. En esa encuesta el 67% equivalió al grupo de edad de 18 a 24 años, tanto para hombres como mujeres, estando constituido el primer grupo por el 91% de deportados. En el registro levantado por CONAPO en la frontera, resultó el 51% tener como meta el territorio mexicano y el 49% Estados Unidos.
Guatemala seguirá expulsando población a pesar de las medidas de contención tomadas principalmente en Estados Unidos. Poniéndose en riesgo vital, incorporándose a trabajos de baja calidad y estando sujetos a ser tratados como criminales los emigrantes jóvenes seguirán en los años por venir siendo la principal fuente de ingreso de divisas en la economía nacional.


8.- Esparcimiento y Equipamiento Personal

8.1.- Buenas intenciones no más, el Estado y el esparcimiento de los jóvenes
Existen una serie de tratados internacionales y normas legales nacionales que hacen énfasis en los derechos de niños, adolescentes y jóvenes al descanso, tiempo libre y al esparcimiento. En el primer caso se tiene a la Convención sobre los derechos del niño, aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1989, y aplicada a menores de 18 años, en donde se reconoce por parte de los Estados que lo suscriben el derecho al descanso y el esparcimiento, al juego y a las actividades recreativas apropiadas para la edad y a participar libremente en la vida cultural y en las artes en condiciones de igualdad.
En la norma nacional está la Ley de Protección Integral de la Niñez y Adolescencia. En la Sección II se hace mención al "Derecho a la educación, cultura, deporte y recreación", y en el Artículo 45, referido al "Descanso, esparcimiento y juego", apunta que "el Estado a través de las autoridades competentes, deberá respetar y promover el derecho de los niños, niñas y adolescentes al descanso, esparcimiento, juego y a las actividades recreativas y deportivas propias de su edad, a participar libre y plenamente en la vida cultural y artística de su comunidad, creando las condiciones propicias para el goce de este derecho en condiciones de igualdad de oportunidades."
Años después de promulgada la ley anterior, ya enfatizando el segmento de jóvenes se sentenció que el descanso y el esparcimiento son un derecho a ser reconocido y promovido por parte del Estado. Así fue que la Política Nacional de Juventud 2010-2015 se presentó públicamente en agosto de 2010. De los mandatos contenidos en ella se enfatizan dos: i) Promover espacios y actividades para la recreación y entretenimiento sano y adecuado. ii) Ampliar la cobertura educativa en las áreas de educación física, deporte y recreación en distintos ámbitos (curricular y extracurricular) para mejorar la salud integral de la juventud.
Como una propuesta por parte de las autoridades se quiso institucionalizar esa promoción a través de acciones que suscitaran la participación activa de jóvenes en deporte, cultura y esparcimiento. En el plan oficial que tendría un período quinquenal de duración, el gobierno se comprometía a seguir ampliando y mejorando la infraestructura cultural y deportiva del país.
En esa línea se impulsaron actividades que dieron a conocer las intenciones oficiales en iniciativas recreativas y deportivas que se extendieron a varios municipios junto a una red de promotores artísticos. Se estimuló las actuaciones de las orquestas juveniles y grupos de música diversa. No obstante las intenciones, los planes de acción resultaron escuetos. Una de las razones, si no la principal, ha sido el reducido presupuesto para estas actividades, que en la competencia del Ministerio de Cultura y Deportes quedaron plasmadas en buenas intenciones obviándose la posibilidad de incorporar jóvenes en actividades creativas como parte de la política de seguridad comunitaria, que es hoy uno de los objetivos priorizados en programas deportivo-culturales.
Con la incorporación temprana al trabajo el tiempo libre podría ser la contraparte a ese tiempo exigido por la necesidad de subsistencia, pero el tiempo libre también reclama recursos a ser consumidos y que hasta ahora el Estado no está dispuesto a sufragar.
Cuadro 32
Promedio diario de tiempo libre de jóvenes de 13 a 30 años por sexo y rango etario
Rango de edad
2000
2011

Hombre
Mujer
Hombre
Mujer
13 a 17
3.3
2.9
3.6
3.5
18 a 29
2.7
2.3
3.3
3.1
Fuente: ENCOVI 2000, 2011

Gráfico 48
Fuente: ENCOVI 2011
De la Gráfica anterior lo más significativo es la diferencia en los tiempos dedicados al deporte y actividades culturales, en donde se manifiesta con mayor recurrencia el tiempo empleado por los no indígenas. En las demás actividades no se presentan diferencias importantes como lo es la participación en e l trabajo comunitario y la atención al cuidado personal, que en cierta forma describe la autoafirmación de los jóvenes.
8.2. Nuevas tecnologías, equipamiento y comunicación en el entorno de la juventud.
Los recursos de comunicación son los que determinan o anuncian las formas actuales de comprensión inter comunitarias entendidas en su dimensión cultural ¿cambia la incursión de los jóvenes en las redes de información su identidad? No hay una respuesta tajante a esta interrogante. Lamentablemente la información con la que se cuenta se limita a estudios urbanos.
Sin duda se vive una revolución tecnológica que arrastra consigo a quienes se acercan o se ven absorbidos por ella, pero las transformaciones no llegan simultáneamente a todos ni todos responden a ellas con la misma prestancia, por lo que se ha tendido a exaltar su impacto al generalizar su incorporación entre los jóvenes. Lo que sí se puede percibir es el conocimiento de valores distintos que hacen salir al joven del entorno cultural primario, familiar comunitario, que lo puede transculturalizar o simplemente adaptar a nuevas modalidades expresivas, el joven puede incorporar nuevos comportamientos sin cambiar la identidad étnica o nacional.
Antes de proceder a realizar una descripción aproximativa del comportamiento de los jóvenes en la adopción de nuevas tecnologías y las modalidades de comunicación a las que se recurre, haremos una descripción general del equipamiento con que cuentan los jóvenes a partir de los recursos del hogar, ya que estos nos dicen la dinámica de modernización de los jóvenes.
El resultado del cuestionario sobre equipamiento del hogar en la ENCOVI 2011 muestra respuestas significativas en el acceso a medios tecnológicos de información.




Gráfico 49

Fuente: ENCOVI 2011
Tradicionalmente la radio fue por mucho tiempo el medio por excelencia en la comunicación, que posteriormente se vio rebasado por el uso de las transmisiones televisivas. En el Gráfico 49 se ve cómo fue relegada la radio a un segundo plano de importancia, quedando su uso principalmente en áreas rurales con una caída a menos de 35% en su presencia en los hogares; por su parte más del 65% de los hogares hacen uso de la televisión, llevando consigo la utilización de los aparatos DVD. Del Gráfico 49 también se aprecia cómo no se ha generalizado el uso de otros aparatos que han emergido como nuevos recursos tecnológicos de comunicación y entretenimiento más que de información, teniendo un carácter de consumo más bien suntuario. Los equipos de sonido, que pueden ser cualquier reproductor de música, se encuentra entre los aparatos más difundidos siendo su presencia cercana al número de radios receptores. Lo que resulta verdaderamente importante es el recurso al uso de la telefonía móvil presente en el 80% de los hogares.
Gráfico 50

Fuente: ENCOVI 2011

Al realizar una aproximación étnica en el uso de tecnologías de información y comunicación, TIC, se apunta a que la población indígena el 5% hace uso de computadoras, siendo el promedio nacional de 22.5%, mientras que el 44% cuenta con una radio 11 puntos por encima del promedio nacional de 33.3%. Hacen uso en 26% menos que los no indígenas del televisor y 9% menos en la utilización de teléfonos celulares.
En la descripción por regiones en el Gráfico 51, se muestra por región el uso de los diferentes aparatos de comunicación y entretenimiento. La telefonía celular es transversal a todas las regiones del país, más del 60% de las familias recurren a él. La explicación reiterada es la posibilidad de obviar la instalación de telefonía fija en comunidades alejadas de centros urbanos por los costos de extender la red telefónica. No deja de influir el hecho de que la cobertura de la red de energía eléctrica obvie al 20% del territorio nacional.






Gráfico 51

Fuente: ENCOVI 2011
Cuando comparamos por regiones sale a relucir las diferencias entre las de más ruralidad y con población de menor ingreso respecto de las que concentran menos pobreza. Así en cuanto a la radio en la Región Norte su uso rebasa en más de 20% a la televisión, incluso en esa región es más alto el uso relativo de esos aparatos al que se le da en la región metropolitana. En esa línea resulta clara la concentración de artículos de nueva tecnología en la metrópolitana, de donde se destaca el uso de computadoras y la demanda derivada de impresoras, cámaras fotográficas, videojuegos, videocaseteras y videocámaras.
En el mapa diagramado por la Superintendencia de Telecomunicaciones, SIT, se ve la alta concentración de telefonía fija en el área metropolitana equivalente al 76%, el resto del país se distribuye el 24% de teléfonos en establecimientos de trabajo y hogares. Esta circunstancia tiene repercusiones en el acceso al uso de internet como veremos más adelante.
Cuadro 33
Crecimiento de la telefonía fija y móvil en Guatemala
telefonía
2004
2006
2008
2010
1°Sem. 2011
Fija
1,132,121
1,354,926
1,448,891
1,498,604
1,551,022
Móvil
3,168,256
7,178,745
14,948,640
18,067,970
18,528,667
Fuente: Superintendencia de Telecomunicaciones 2011.

La telefonía fija no ha dejado de aumentar año con año, no obstante ha quedado relegada por la móvil de forma apabullante. El hecho de que existan contabilizados más de 18 millones de teléfonos móviles implica que de promedio haya más de uno por persona. En esa cuenta también se han involucrado los jóvenes.

Ilustración 1


8.3. Los jóvenes y las TICs
En un estudio realizado para UNICEF en 2010, en áreas urbanas del país, se estableció que el acceso de niños y adolescentes (10-18 años) en el uso de los teléfonos móviles o celulares ha creado un lazo de dependencia nunca visto. "El 72% de ellos informó tener en propiedad un celular y usarlo permanentemente, al punto que un 41% dijo hacerlo "todo el tiempo". Más que un medio de comunicación determinado por el nivel de ingreso familiar del adolescente, el aparato utilizado, le permite al amplio ámbito de jóvenes emplearlo en juegos, oír música, tomar fotos conectarse a la red de internet posibilitándole acceder a información. De todas las funciones la que ha cobrado mayor interés entre los adolescentes y jóvenes es pertenecer a las llamadas redes sociales.
Computadora
La supremacía urbana en el uso tecnologías en información y comunicación establece otra de las brechas que existe entre el entorno urbano y el rural, e incluso entre el metropolitano y el resto del país, como se ve en los gráficos anteriores.
Según la encuesta de Vox Latina el 93% de los entrevistados urbanos tiene acceso a la computadora, estando repartida la población entre el 48% que poseen una en el hogar y el 39% que acude a un cibercafé, que es el medio recurrido fuera del área metropolitana y en la barriada de la capital. Otros lugares de acceso son los centros de estudio o de trabajo. Como fuente de información parece haberse establecido plenamente con un 77% de aceptación como el medio al que se acude par la realización de tareas. El 73% reconoció que sus amigos han copiado artículos o textos de Google o Wikipedia para hacer sus tareas.
Internet
Sin duda es el uso de Internet el más recurrente en el uso de una computadora, hasta ahora más que otros medios como los llamados teléfonos inteligentes o las recientes "tabletas". Su crecimiento año con año ha sido inmenso, hace una década se calculaban 341,794 usuarios, ahora superan los 2,431,450, es decir 16 usuarios por cada 100 habitantes. Pese a tal crecimiento las cifras contrastan con la relación usuarios por habitantes para Costa Rica y Panamá donde es de 32 y 27 usuarios respectivamente de internet por cada 100 habitantes. Estas cifras que sugieren el uso de Internet, varían por persona desde varias horas y veces al día hasta uso mensual. La red de servicio es proporcionada por 346,834 servidores en todo el país, de los cuales la mayoría funciona por red telefónica, y pocos por vía satelital.
La utilidad del Internet se va ampliando conforme se van incorporando una serie de actividades que pasan de realizarse físicamente a la modalidad "virtual", transacciones, negocios, lectura de textos, etcétera. Después del recurso a la telefonía móvil, incluyendo el uso de estos aparatos cada vez más frecuentes en la información, la red de Internet es el medio más difundido para la comunicación e información entre la población total y primordialmente joven. El uso extendido y la dependencia es cada vez mayor, al punto de desplazar, e incluso dar por terminadas, funciones como la postal condenándola a una nueva y reducida dimensión. Los jóvenes ya se determinan por esta época en donde sus relaciones, apetencias e incluso habilidades las empieza a determinar la era digital de la comunicación. En poco más de una década el uso de Internet se convirtió en una necesidad ineludible para la juventud urbana.
Gráfico 52

Fuente: IPSOS, 2010.
En el Gráfico 52, aparece el segmento de mayor uso Internet como el adolescente con un 44% de utilización, quienes junto al segmento de 20 a 24 años suman el 65% de usuarios.
En cuanto al uso por género los hombres resultan ser los mayores usuarios de Internet representando las tres quintas partes y las mujeres dos. Los juegos desarrollados para hombres a los que tienden a ser asiduos consumidores los adolescentes masculinos puede justificar ese desbalance.

Gráfico 53

Fuente: IPSOS 2010
La encuesta de Vox Latina apunta a que la opción preferida del 35% de usuarios es utilizar los juegos, el 29% 'bajar' música y sólo el 21% buscar información.

En el área rural, en donde prácticamente depende de cafés Internet, esta condición hace propicia la intervención extra comunitaria para impulsar iniciativas locales apoyadas por instituciones de Estado u ONGs que colaboren en la instalación de computadoras en centros comunitarios o centros de estudio.

Las redes sociales
El estudio citado de UNICEF de 2010, reporta que el uso de redes sociales es bastante difundido, 42% de los entrevistados acusó tener un perfil en Facebook, el 17 en Hi-5, y el 5% en Twitter. Para este año 2012 el incremento de usuarios de Facebook aumento notablemente colocándolo en el medio más recurrido

En las estadísticas más recientes publicadas por Facebook demographics plantea el uso de este medio de la siguiente manera.

Cuadro 34
El total de usuarios de Facebook
1,975,940
El grupo etario más grande es el de 18 a 24 años
711,338
El total de usuarios de Facebook entre 13 y 24 años de edad
62%.
Penetración respecto de la población total
15%
Presencia en la población que navega en red
87%
Fuente: Facebook statistics network 2012


Gráfico 54

Fuente: Facebook statistics network 2012
Del total de jóvenes (18-24 años) el 58% pertenecen a alguna red social, lo que contrasta con el total de adultos (44-64 años) en que solo el 14% lo están. El 46% de los jóvenes utilizan Facebook y solo el 6% de los mayores de 44 años. Los usos mas frecuentes, por su orden, son los de 'chatear' con varios amigos a la vez, subir/bajar fotos y enviar mensajes privados a los amigos.
Los datos anteriores comprenden algunas conductas diferenciales, siendo las de género las menos importantes que las urbano/rurales y con ello, las étnicas. Los jóvenes mayas usan menos las redes sociales.
Nadie es inmune a la tecnología y los cambios en el consumo que ella conlleva, pero esos cambios no involucran a todos de la misma forma ni con los mismos propósitos. El acceso se presenta como a cualquier bien, y de esa forma va uniformizando comportamientos, en esta ocasión más "globalizado".



9.- Las percepciones de la juventud guatemalteca
9.1. Hijos de la democracia
Las percepciones que se tiene de la vida en la edad temprana anuncian lo que será la participación futura en el proceso a la integración social. Estas están condicionadas por los ambientes familiares culturales, de ingreso y áreas de desenvolvimiento del entorno comunal, todas estas condiciones no deja de ser parte de un momento en que la historia inmediata se encuentra presente.
Los nacidos en la democracia participan en política menos que los adultos que han podido contrastar regímenes políticos. La calidad de la democracia no ha posibilitado una incorporación ciudadana a partir de mostrar sus bondades, como en el caso Chileno en donde resultan ser los jóvenes los más activos políticamente en la calle. Cuando optan, en el menor de los casos, por un gobierno autoritario se juntan, entonces la poca referencia que tienen del pasado y de la duda de las potencialidades del gobierno democrático. Para alguien que ha vivido en democracia con corrupción y falta de transparencia, no ha de haber otra alternativa por ser afín el lastre criminal con la práctica política.
9.1.1 Un caso específico: la gestión municipal
En el estudio de Dinorah Azpuru, aparece el sector joven con una menor percepción de la corrupción que va aumentando con la edad. Otra de las exploraciones del estudio establece una diferencia entre esa percepción urbana y rural, siendo menor en esta última, la investigación establece la posible influencia de la prensa escrita en la construcción del ideario político que manifiesta un divorcio entre la administración pública y la ciudadanía. En la pregunta del ENCOVI 2011-¿Cómo considera la transparencia y honestidad de la municipalidad? El 40% de jóvenes respondió como "nada" transparente y honesta, y otro 48% le confirió un "poco" de aceptación, por lo tanto no se percibe de forma positiva el manejo de los recursos municipales por parte de la inmensa mayoría de los jóvenes. De la percepción anterior se pasa a la descalificación de la gestión con el 85% de las respuestas, sin establecer la diferencia entre honestidad y resultados tangibles municipales. Es probable que esto último sea resultado de que no haya obra pública aceptable y por lo tanto no se confíe en la administración. La percepción es aún más negativa con la pregunta –En su opinión ¿Cuánto ha hecho la municipalidad por la juventud?
Gráfico 55

Fuente: ENCOVI 2011
9.2. Cómo se vive el presente cómo se quiere el futuro
El proyecto de vida de los jóvenes está marcado por las necesidades, los valores culturales y por las posibilidades reales de alcanzarlos.
Gráfico 56

Fuente: ENCOVI 2011
Cuando se revisan las prioridades en el corto plazo las aspiraciones educativas son relevantes, según se trata del medio rural o urbano. Terminar la primaria es más importante para quienes no la han concluido principalmente entre los indígenas, esa relación cambia en el diversificado y termina de profundizarse en "Terminar la universidad", definitivamente es en el medio urbano donde se vislumbra la posibilidad o necesidad de concluir una carrera universitaria. En el grupo de adolescentes donde se manifiesta el interés por los estudios, ya sea la primaria, básicos o diversificado, no hay diferencias sustanciales étnicas en la conclusión del básico, pero en diversificado entre los indígenas se pierde el entusiasmo. En aprender un oficio o encontrar una oportunidad laboral se vuelve prioridad para los jóvenes del segmento 18 a 24 años, y resulta ser más importante entre la población indígena.

Gráfico 57

Fuente: ENCOVI 2011

La importancia que se le otorga a tener un trabajo fijo es pareja para todos los grupos sociales y tiende a predominar un poco más cuando se deja de ser adolescente, en el segmento de 18 a 24 años. Lo mismo sucede con tener un negocio propio, no es prioridad entre adolescentes.

Gráfico 58

Fuente: ENCOVI 2011
Las respuestas a esta pregunta son bastante similares en cuanto a etnicidad. Lamentablemente la encuesta no incluyo preguntas que involucraran la respuesta a condiciones sociopolíticas, enfocándose más en circunstancias individuales y no en la percepción del entorno. Tratándose de jóvenes el papel de la familia es fundamental en adolescentes, quienes en un 66% del segmento optan por esa condición, razón que deja de tener relevancia entre los jóvenes adultos. Si se relacionan las dos preguntas acerca del proyecto de vida y que puede facilitarlo no hay un correspondencia entre apoyo de la familia y tener un trabajo fijo sobre todo en ese porcentaje abultado de familias sin recursos materiales. La única vinculación que se puede establecer a partir de semejanzas es en el apoyo de la familia y el deseo de de estudiar.








Gráfico 59

Fuente: ENCOVI 2011
Nuevamente en las respuestas a esta pregunta ¿Que puede obstaculizar el logro de sus proyectos de vida? Para los adolescentes es prioritario no contar con el apoyo familiar como un impedimento y para el segmento 18 a 24 años es el más importante las pocas oportunidades de trabajo.
En cuanto a la seguridad es apenas más importante para lo indígenas al igual que las pocas oportunidades de estudio, este sector resiente más esa falta de oportunidad.
9.3. Los jóvenes y la política
El estudio de Azpuru indaga si los jóvenes que nacieron en democracia tienen valores políticos distintos a las generaciones previas. El análisis no explora percepciones diferenciadas por etnicidad, y se considera la perspectiva de género cuando se refiere a la actitud democrática de los jóvenes situados en el segmento de 18 a 25, es decir se considera al sector de jóvenes ciudadanos por ser el segmento de recién acceso al voto o por ejercerlo.
En la percepción de la tolerancia y apoyo al sistema político los jóvenes ciudadanos se encuentran divididos en dos, el 50.3% muestran tolerancia política, y de forma similar el 51.8% apoya al sistema político. Cuando la pregunta se formula directamente con la aceptación de la democracia como sistema político la aceptación sube 10 puntos porcentuales, pero cuando se inquiere sobre el grado de satisfacción de esta, la aceptación vuelve a bajar al 50%, acercándose más a los niveles de tolerancia política.
Las necesidades insatisfechas o la percepción de un estado de zozobra lleva a respuestas ambiguas. Nuevamente ante la opción por la democracia, un gobierno autoritario o la indiferencia los jóvenes ciudadanos apostaron con 73% a la democracia y 15% por el autoritario. Esta respuesta se liga a la preferencia en 65% por un gobierno con la participación de todos y no por uno de mano dura, por lo tanto se colige que los jóvenes creen en la democracia pero perciben que esta no está funcionando bien.
Gráfico 60

Fuente: Azpuru 2010
Una respuesta que sorprende por negar la respuesta anterior es el apoyo al golpe de Estado que resulta mayor entre lo jóvenes, sobre todo en aquellos que sólo han cursado la primaria y escasamente la secundaria y que vuelve a situar al 50% de ellos en su aprobación.
En cuanto a la percepción de la libertad política se registró confianza en asistir a las elecciones en 86%, lo que deja ver un cierto porcentaje que siente temor por ejercer el sufragio. De los cuatro aspectos señalados postularse a la elección de un cargo público es lo que más temor causa al 47%, lo que demuestra ahí una parcial falta de confianza en el sistema de manera directa. Los otros temores son participar en manifestaciones con 38%, y participar en organizaciones comunitarias con el ánimo de participar en el desarrollo con 21%.



Gráfico 61

Fuente: Azpuru 2010.

En la línea de la tolerancia la mayoría de los jóvenes ciudadanos rechaza las formas populares de protesta. El 72% desaprueba la toma de carreteras y el 80% desaprueba la invasión a propiedades privadas para protestar algún derecho laboral.
Guatemala a diferencia de El Salvador y Nicaragua salió del conflicto armado con una sociedad poco polarizada, el grueso de la población se ubica en el centro del espectro político con una clara inclinación a la derecha.
Gráfico 62

Fuente: Azpuru 2010.
Los jóvenes reflejan la actitud conservadora de toda la sociedad guatemalteca, nacidos en democracia la apoyan sin inclinarse a cambios radicales, la estabilidad y futuro laboral son las preocupaciones prioritarias sin ver la necesidad de cambios para avanzar en esa demanda. Esa forma de ver la vida no es estática, como se empieza a manifestarse en otras partes del mundo, las crisis cambian la percepción.


10.- La participación social de los jóvenes


Participar es relacionarse socialmente, esta condición tiene sus discordancias en las complicaciones nacionales por ser esta una sociedad fragmentada, las diferencias urbano-rural, indígena-ladino, pobre-rico, conservador-progresista, son diferencias que minan el desarrollo de lazos de confianza entre individuos situados en uno u otro sector social. Por ello es que resulta la participación escasa y reflejando esa fragmentación. De ahí que se entienda porqué es efímara la vida de los partidos políticos como instrumentos institucionales de participación, si no es en parte por esa falta de cohesión entre sus miembros afiliados, al no desarrollarse lealtades políticas; más allá de integrarse como asociación voluntaria con coincidencia de valores e intereses colectivos terminan por prevaler los personales cual dilema del prisionero postergado.

En el sector juvenil, es a partir de la determinación del tipo de organización que se puede establecer el cometido que se quiere cumplir y el espacio a cubrir. En gran medida la generalidad de organizaciones busca tener mayor inclusión por medio de la incidencia en centros de tomas de decisiones, impulsan la formación cívica de sus afiliados o población meta. Todos son propósitos que identifican intereses comunes que terminan constituyéndose en una vía para la construcción de ciudadanos, creando conciencia básica para el cambio. Establecer relaciones sociales entre jóvenes los prepara para reconocer derechos ante la sociedad y el Estado, los ayuda a la construcción de la ciudadanía cívica, política y económica.
Por lo general son más proclives los jóvenes al rompimiento con lo local y a la adquisición de conciencia de las limitaciones locales, a la exclusión que se vive en lo local. Es en esa expansión territorial de la conciencia en que los jóvenes tienen la posibilidad de integrarse en un proyecto nacional y demandar así servicios para el acceso a la educación la salud y demás condiciones del bienestar. Y en eso se convierte el reto, vencer las exclusiones sociales y económicas para acceder a más oportunidades.
10.1. Participación en la construcción de capital social
Como se ha establecido, la participación como forma de establecer relaciones sociales pasa por el establecimiento de relaciones de confianza, esto es más fácil cuando se comparten identidades comunales, e incluso étnico-culturales; es más difícil en medios de cobertura nacional donde los que participan provienen de un espectro más heterogéneo de identidad. En un estudio realizado en 2006 se evaluó los niveles de confianza interpersonal en el país, de la respuesta a la pregunta -¿Diría usted que la gente de su comunidad es confiable? La respuesta en 2001 reconoció en el promedio 38.7% la confiabilidad interpersonal, para 2006 había subido a 59.1. Sin duda el cambio es un indicador de más dialogo y tolerancia desarrollada después de la firma de la paz. No obstante entre jóvenes se manifiestan los niveles de confianza más bajos; entre hombres y mujeres de 16 a 25 años no llega a 57%, e incluso entre las mujeres llega a presentar una ligera baja hasta los 35 años. En el registro de 16 a 26 años se puede ver sí, un incremento en la participación en organizaciones sociales.

No es frecuente encontrar en la mayoría de los guatemaltecos, una participación en organizaciones sociales cualquiera que fuese su índole, con excepción de las religiosas. Durante buena parte del siglo pasado se estigmatizó la puesta en marcha de instancias de participación grupal con propósito de identificar y demandar del Estado derechos propios o colectivos. Una de las preocupaciones, de no ser la principal, de los regímenes autoritarios es la aglomeración de las personas con intereses comunes, pues la negación de la democracia se manifiesta precisamente en la desautorización de iniciativas participativas desde el ejercicio del poder. Esa inercia actitudinal parece existir quince años después de la firma de la paz.

Por ello no es extraño que los resultados de las encuestas nacionales como la ENCOVI 2011, muestre una participación muy baja en la población. Ante la pregunta -¿Es miembro o participa en algún grupo, organización o asociación, como por ejemplo: grupos culturales, sindicatos, gremios, organizaciones de cualquier otro tipo? La respuesta negativa fue del 89% del total de la muestra, registrándose para el área urbana un ligero 13% de participación positiva. En el segmento de 13 a 29 años sólo el 9% de jóvenes participa en alguna organización y de la participación de toda la población en algún tipo de asociación los jóvenes lo hacen con un 34%, el 56% corresponde a la población adulta.

La participación rural es ligeramente menor a la urbana. Estableciendo la comparación relativa étnica, los indígenas jóvenes participan en un 37% frente al 62% de no indígenas. En los centros urbanos el sector no indígena es el más organizado con una participación activa de 86% de sus miembros frente a 61% indígena, el resto del total corresponde a participación no activa. De lo anterior se establece que 4.3 millones de jóvenes guatemaltecos se mantienen al margen de cualquier iniciativa colectiva.


Gráfico 63


Fuente:ENCOVI 2011.

En esta proyección de datos en el Gráfico 63 de la ENCOVI 2011, se pretende mostrar la importancia aproximada de las organizaciones a las que se adscribe ese escaso 9% de los jóvenes asociados. El espectro de organizaciones puede aparecer muy amplio, en él la participación de cada joven puede ser simultánea en más de una instancia, o los grupos tener más de una actividad, así por ejemplo un grupo de mujeres puede ser un grupo de crédito y quien participa en comité de vecinos puede tener representación en un Cocode.

A simple vista se destacan las organizaciones religiosas. De todos los grupos de edad dentro del sector indígena los jóvenes participan con el 41% de adeptos religiosos y los no indígenas con el 33%. A las anteriores le siguen de lejos los grupos que velan por el bienestar de la comunidad y que actúan de distinta forma como Cocodes o grupos de vecinos o comités pro agua, basura, juntas de caminos o comités pro vivienda. Sin duda existen múltiples participaciones, pero ésta habría que contemplarla con el principio de la confianza interpersonal que se va incrementando y que sin duda se expresa de formas muy diferentes de municipio a municipio. Muy ligado al bienestar comunitario están los comités escolares, asociaciones de padres de familia y comités de salud como producto de las prácticas descentralizadas en la administración de recursos en el área rural.

Todos los jóvenes pueden tener participación en distintos ámbitos de la vida comunitaria, pero en los Cocodes se desarrollan formas importantes de participación política en cuanto a la gestión del bienestar o del poder local; en ellos tienen lugar intereses puntuales y se constituyen en formaciones que se dan con la búsqueda de la confianza compartida para encausar propósitos políticos.

En cuanto a la comparación participativa de mujeres jóvenes, resulta que en el ámbito rural la participación es del doble a la urbana. Por ello es importante considerar las organizaciones de mujeres en esa área por las luchas contra las desventajas que presentan.

En sentido contrario los grupos de crédito que fueron promovidos como formas alternativas de acceso a fondos en las décadas anteriores tienen poca presencia, por lo que su impacto en el desarrollo, ya sea a través del consumo o producción también es reducida. La modalidad de crédito solidario o revolvente fue una práctica alternativa de distribución de recursos financieros a baja escala, en donde la confianza comunitaria se ponía a prueba, pero su expansión se ha reducido notablemente a proyectos específicos patrocinados por agencias de cooperación. Por último, los grupos deportivos que tiene cierta importancia, tienen la virtud de llevar consigo la representatividad local y con ella la comunidad imaginada.

10.2. Los jóvenes organizados
Existen organizaciones de jóvenes y las que trabajan con jóvenes en iniciativas de acompañamiento al sector desde distintos enfoques de acción. Contribuyen al desarrollo de capacidades que luego tendrían que ser apropiadas por colectivos dispuestos a orientar una práctica más representativa. Estas organizaciones de jóvenes existen con cobertura nacional, departamental y local-municipal.

El Programa Juventud de la Unión Europea patrocinó un Directorio de organizaciones juveniles de Guatemala, en él se recoge una vasta representación de organizaciones y sus características organizacionales. El Directorio explora cuantitativamente la participación de jóvenes en distintas organizaciones con registro y sin él. La muestra es representativa pues la ENCOVI 2011 solo registra 26,130 personas organizadas en grupos de jóvenes, mientras que el Directorio 149,738.




Cuadro 35

Organizaciones de jóvenes por cobertura geográfica, número, integrantes, sexo y edad

Sexo
Rango etario- %
Cobertura
Cantidad
Integrantes
Mujeres
Hombres
13 a 18 años
18 a 29 años
Nacional
12
128,902
54%
46%
58%
42%
Departamental
13
12,908
45%
55%
50%
50%
Municipal/
Locales
87
7,928
52%
48%
48%
52%
Total
112
149,738
53%
47%
57%
43%
Fuente: Directorio de organizaciones juveniles de Guatemala. Programa de Juventud UE, 2011.



En el cuadro 35 se registran 12 organizaciones con trabajo en más de un departamento. La mayoría fueron formadas después de diciembre 1996 y el grueso de ellas en la década del 2000. Las de mayor cobertura nacional en realidad actúan como organizaciones de segundo grado, por ello tienen un área de influencia más amplio y se adjudican una membrecía numerosa. Entre estas está la Coordinadora Juventud por Guatemala, CJG, que aglutina a más de 100 grupos y organizaciones juveniles en 82 municipios de todos los departamentos del país. La Asamblea Nacional de Jóvenes de Guatemala, ANJG, coordina a 60 organizaciones.

Otras organizaciones de segundo nivel trabajan estrictamente con indígenas, la Red Nacional de Organizaciones Mayas, RENO'J, tiene una cobertura en 124 municipios de 12 departamentos y 22 comunidades lingüísticas. Tiene impacto en 17 mil jóvenes miembros de 14 a 28 años de edad en 30 asociaciones.

El Movimiento de Jóvenes Mayas, MOJOMAYAS, tiene un origen más contestatario, fue originalmente impulsado por CONAVIGUA como respuesta al alistamiento militar forzoso entre jóvenes indígenas en los años de 1990.

Una muestra de la participación en instancias religiosas se aprecia con la Conferencia Episcopal de Juventud, quien dice tener un área de influencia entre 75,000 jóvenes ente los 13 y 29 años con trabajo de incidencia y participación en Cocodes y Codedes en sus planes de trabajo. Otras organizaciones de pretensión nacional con menos impacto se desenvuelven en la formación empresarial, educación ambiental y salud reproductiva.

Cuadro 36

Número de organizaciones que abordan el tema
Tema:
A nivel nacional
A nivel departamental
A nivel local
Educación
7
9
57
Capacitación técnica
6
5
19
Salud
8
7
46
Cultura
5
5
47
Arte
4
7
27
Deporte
4
7
46
Recreación
4
4
32
Participación juvenil
10
11
46
Incidencia política
10
8
36
Defensa de derechos
10
10
39
Formación y capacitación liderazgo y ciudadanía
7
9
36
Productividad
2
3
13
Otros: religión, medio ambiente, divulgación y seguridad
3
3
22
Total
80
88
466
Fuente: Directorio de organizaciones juveniles de Guatemala. Programa de Juventud UE, 2011.

Del cuadro anterior se puede ver la importancia que las organizaciones en los tres niveles de cobertura le conceden a las actividades dirigidas a la construcción de ciudadanía. Es precisamente en el trabajo de formación y capacitación en defensa de derechos, incidencia política, formación de liderazgos y participación juvenil que se prepara el acervo para la acción cívica posterior.

Aprender los derechos y saber los mecanismos para demandar del Estado acciones o políticas que aporten al bienestar es una apuesta a la formación participativa en democracia. De esta forma no sorprende que el 46% de las actividades de las organizaciones nacionales sean de este tipo, ya que muestra precisamente esa visión nacional de estas iniciativas. No es extraño que ese porcentaje de actividades se reduzca a 43% en el entorno departamental y baje al 34% en el local, aunque sigue siendo un porcentaje importante. Es en el entorno local-municipal donde se perciben las premuras vitales y necesidades de servicios, por lo que es en ese entorno donde se priorizan acciones de salud, educación y esparcimiento que por lo demás son experiencias que juntan jóvenes y forma lazos de solidaridad, esas iniciativas locales contribuyen a la formación del capital social destruido durante el enfrentamiento armado de 1980.

Otro conjunto de organizaciones que se remonta su origen a las actividades organizadas por instancias católicas en los años setenta son las que constituyen el llamado voluntariado, aunque ya no con el sentido político de entonces. El espectro de trabajo para la convocatoria de jóvenes dispuestos a dar de su tiempo de forma voluntaria es amplio, y tiene en común la búsqueda de espacios de convergencia en donde la solidaridad sea el medio para actuar, en ese sentido animan la confianza en la involucración de jóvenes con buenos propósitos, la sensibilización en torno a problemas que los involucran es el primer paso, de ahí en adelante es en donde se diferencian esas iniciativas, pues algunas se queda en esa primera etapa y otras intentan avanzar hacia espacios de toma de decisión. Jóvenes por Guatemala, por ejemplo, es una organización con buenos propósitos al "incentivar y promover la participación a través de la creación de soluciones concretas a los problemas actuales en los que vive nuestro país" sin tener clara la meta de país que se quiere, eso sí siguen el eslogan: Enseña amor no violencia. Promueve campañas de sensibilización ecológicas, en materia de seguridad promueven la no violencia, la promoción de leyes como la anti robo de celulares. Iniciativas de este tipo suele ser apoyada por la empresa privada y organismos de cooperación internacional.
Otro tipo de organización de voluntariado es la Asociación Paz Joven Guatemala, en ella participan jóvenes indígenas y no indígenas. Tiene presencia en 25 municipios del país con más de 500 jóvenes, entre sus propósitos generales está la formación en valores de la cultura de paz, la participación política y toma de decisiones, para que pueden incidir en lo local y nacional. Consideran la necesidad de promover alianzas estratégicas con otras organizaciones de jóvenes nacionales e internacionales. Se han integrado como voluntarios observadores electorales, y participan en foros locales con candidatos a las alcaldías.
Un caso específico, con un perfil más cercano a ONG está Caja Lúdica, que constituye un espacio juvenil para el aprendizaje y formación del quehacer de la educación lúdica, a partir de la animación cultural como alternativa para que la juventud participe de manera creativa, crítica y alternativa ante los riesgos a los que se exponen los jóvenes, sobre todo aquellos de áreas marginales urbanas.

10.3. La participación política de los jóvenes y la democracia electoral
En el país existen normas legales y culturales que posibilitan e inhiben la integración de las personas a la plena ciudadanía, que es la capacidad de elegir y ser electo, de organizarse en procura de bienes colectivos una vez identificados los intereses comunes, propugnar por el bienestar económico y la calidad de vida. En el camino de la consolidación democrática, que es el sistema al que se ha acordado tácitamente responder, no todos se sienten integrados de la misma forma. Para los indígenas, por ejemplo, los derechos colectivos no son enfatizados de la misma forma que los derechos individuales.
La tendencia a delegar la voluntad política es en quien se cree que puede acceder al poder y ejercerlo por contar con condiciones materiales y sociales asentadas en la desigualdad. Tendencias de la cultura política que al igual que el sesgo de género en la propuesta y desempeño de funciones públicas son situaciones que se reproducen constantemente como legados insospechados del pasado porque no se cuestionan.
Algunos ejercicios de participación no electoral se han iniciado con la descentralización administrativa y a los jóvenes se les busca involucrar en formaciones partidarias por el caudal electoral que representan.
La incitación a la participación política en la juventud estimula la capacidad de agencia que puedan desarrollar los jóvenes en su proyección futura, dueños de su actuación en la toma de decisiones con visión de futuro, de bienestar propio y comunitario. En ellos el sentido de asociación empieza por ser un ejercicio que pone a prueba el desarrollo de la tolerancia y la claridad del propio bienestar. El caudal electoral que esto representa es desestimado por las instituciones políticas que no animan la permanencia de los partidos, mucho menos los relevos generacionales, por ser pactos de fidelidad en torno a liderazgos individuales.
Así, la participación política está totalmente ligada al sistema político nacional. De esta suerte, sus atrofias y sesgos afectan o condicionan la participación de jóvenes en él cuando no lo ahuyentan. Existe la tendencia a desacreditar al sistema político perdiendo confianza la ciudadanía y los jóvenes en la política, su estructura y sus representantes, mientras se mantiene la tendencia a la politización de las instituciones del Estado que deberían guardar cierta autonomía respecto de los centros de poder.
10.4. Participación electoral

En un estudio realizado por ASIES los partidos políticos afirmaban estar abiertos y dar importancia a la participación de todos los sectores, así mismo se afirmaba en todos ellos contar con representantes de jóvenes, mujeres e indígenas en sus organizaciones. La participación de estos sectores varía de partido a partido pero sí se entiende que es un asunto estratégico esa inclusión. Algunos llegan a mencionar la necesidad de asignar cuotas por la vía de la ley.
Gráfico 64

Fuente: Daniel R. Olascoaga Mujeres, jóvenes e indígenas: las y los eternos excluidos de la política Diálogo, No. 28 Año 3, FLACSO, Guatemala.

La incorporación de jóvenes en las estructuras de partido tiene la intención de activar el trabajo propagandístico de campaña, después los partidos sufren el síndrome postelectoral y caen en el letargo que los lleva a la desaparición. La mayoría de partidos postuló candidatos jóvenes a cargos públicos, para las elecciones de 2011, no se tienen aun registros pero en el periodo legislativo anterior de 2007-2011 no hubo un solo diputado menor de 30 años. En todo caso es general que la participación de jóvenes, mujeres e indígena sea principalmente a nivel municipal.

En cuanto la identificación ideológica de los jóvenes el 53% se ubica en el centro del espectro político; un 21% en la derecha y un 10% en una posición de izquierda. En un estudio donde se juntan las respuestas a dos encuestas que tienen en común la exploración en el comportamiento político de jóvenes, en una de ellas resultó que la juventud no solo se ubica en el centro y centro derecha del espectro político, sino que es homofóbica en un 63% y a favor de la pena de muerte en 54%. La ideología conservadora está enraizada en la juventud guatemalteca.
La falta de participación en las elecciones tiene muchas causas, parte de ellas son las mencionadas en párrafos anteriores, a las que se suma el grado de organización institucional local, con poco desarrollo de estructuras partidarias. El voto domiciliar ha avanzado, con dificultades en áreas rurales pese a las sesenta mil mesas de votación como una forma de hacer accesible el voto, pero iniciativas de este tipo no se acompañan de la promoción del voto joven.
Para las elecciones de 2011 se registró un total de 7, 340,841 personas, 1,185,742 más que en el padrón registrado en 2009 de 6,155,099 votantes, entonces el porcentaje que correspondió a jóvenes de 18 a 30 años fue de 29 %, es decir 1,840,893, de seguir esa misma tendencia actualmente serán 2,128,843 de jóvenes dispuestos a ejercer el voto, que en todo caso representa la mitad de los jóvenes de 18 y 25 años, por lo demás tampoco lo hacen un buen porcentaje de los empadronados. En 2011 votó el 82% de los inscritos de todas las edades. La participación electoral de parte de los jóvenes deja qué desear, ya que es el grupo en donde se concentra un buen porcentaje de electores con capacidad de fortalecer la democracia.

10.5. Comunicación y acceso a medios

Sin duda el medio de difusión de información por excelencia en áreas urbana y rural es la televisión, con 73% y 42% de aceptación respectivamente, es la forma principal como se entera la población de lo que acontece en el país. El 38% de la población indígena ve televisión y el 70% ladino. La radio predomina en lo rural con un 26% y lo urbano se reduce a 11%. El 12% ladino oye radio y el 30% indígena. Esto indica la importancia a que tienen las radios comunitarias que son predominantes del área rural, transmitiendo muchas de ellas en idiomas locales.

Es importante observar que para todos los sectores de género, geográfico y etario la comunicación verbal doméstica sea considerada la principal forma de conocer lo que acontece en la comunidad. Entre los indígenas el papel del alcalde auxiliar es muy importante como comunicador comunitario. En la comunicación local, que es la que trasmite los problemas de la gente, el papel comparativo en área rural que juega el alcalde auxiliar o los comités de desarrollo es crucial.

La proporción entre jóvenes indígenas y no indígena respecto a la lectura de la prensa escrita es de 20:80, este sin dudas es un medio básicamente urbano, y en el caso de jóvenes indígena esa proporción es mayor ya que solo 6% lee la prensa.

Gráfico 65

Fuente: ENCOVI 2011

Los jóvenes empiezan a tener una presencia cada vez más definida en la sociedad, la salida del letargo autoritario va cambiando en los compromisos que se van adquiriendo en lo comunitario, o en la participación de iniciativas que los va sensibilizando en una identidad nacional que hasta ahora se presenta fragmentada. Toda forma de participación y compromiso parte de la percepción que van teniendo de la vida, el relevo generacional es ineludible, es de esperar que esa percepción y participación se enfilen hacia el cambio.


11.- Mujeres jóvenes

El ser joven es un denominador común para todos aquellos comprendidos en los estratos de edad definidos; en temas específicos se manifiestan esas particularidades que diferencian genérica y sexualmente a las mujeres y les confieren una particularidad como grupo de la sociedad. En este capítulo se retoman algunos temas ya tratados de forma general para el conjunto de la juventud. Básicamente se tratan los aspectos de salud y trabajo en mujeres.
11.1. La salud reproductiva
En la estructura demográfica las mujeres predominan en número y en la esperanza de vida al nacer presentan un índice mayor; para el primer caso existe un 5% más de mujeres que hombres y en el segundo son casi cuatro años más de diferencia, que alcanzan los 74.83 años. Estos índices, que han mejorado en los últimos años, indican en alguna medida los avances en el acceso a servicios de salud acompañados de un progreso en la legislación en el derecho a la salud de las mujeres, en cuanto la salud sexual y reproductiva, maternidad saludable y acciones de divulgación y educación, sin embargo, los problemas de salud y principalmente reproductiva siguen estando presentes.
Como se apuntó en el Capítulo 4° el grueso de las jóvenes inicia su vida sexual en la adolescencia, el 28% entre 15 y 19 años. El 50% de las jóvenes del área rural ya tienen alguna experiencia sexual antes de los 15 años y un 42% en el área urbana. En el entorno rural la necesidad de iniciar la vida productiva lleva a la reproductiva, como se afirmó con anterioridad, en la familia pobre campesina la subsistencia es grupal, de ahí el establecimiento de parejas a temprana edad.

Es de considerar si la experiencia fue voluntaria o involuntaria, o sin la suficiente madurez física y mental, para iniciar la vida sexual, la respuesta nunca está libre de subjetividad. El registro de la ENSMI 2008-2009, para el segmento de jóvenes de 25 a 29 años, muestra que el 80% de mujeres accedió de común acuerdo a su primer experiencia, lamentablemente no se tiene registro de menos edad.








Cuadro 37
Porcentaje de mujeres
Edad
Violadas
Agredidas en el hogar
15-19
7%
11%
20-24
6%
10%
25-29
5%
10%
Fuente: ENSMI 2008-2009

Lo que muestra el Cuadro 37 es el mayor porcentaje de denuncias de violación en adolescentes, y menor en mujeres jóvenes adultas aunque la tasa de agresión intrafamiliar sea constante.

Una consecuencia no siempre deseada es el embarazo precoz en una adolescente en momentos en que no cuenta aún con la madurez propicia, y a veces en circunstancias adversas, como las carencias nutricionales u otras enfermedades, y en un medio familiar poco receptivo para aceptarlo y protegerlas. Según la SEPREM por lo menos 264 mil niñas y adolescentes han tenido partos en los últimos 5 años (2006-2011) y señala que quienes tienen menor conocimiento de la planificación familiar son las jóvenes y niñas más pobres, sobre todo quienes viven en las áreas rurales con alta población indígena, con menor acceso a educación formal, a información y educación sexual y reproductiva. Sin embargo la ENSMI refieren al escaso conocimiento que se tiene acerca de la fertilidad en todos los niveles educativos, en donde las mujeres universitarias que saben en qué momento del ciclo son fértiles no llegan al 50%.


Esta cifra referida no incluye aquellos partos que no fueron registrados por el sistema de salud del Estado, lo que sugiere que la cifra es bastante mayor. En el caso específico de las mujeres del área rural una cuarta parte de ellas, de 15 a 49 años, espera menos de 24 meses para su siguiente embarazo.

Cuadro 38
Actitud frente al embarazo en mujeres jóvenes
Edad
De acuerdo
Más tarde
Rechazo
15-17 años
70%
19%
11%
18- 23 años
67%
26%
7%
24-29 años
64%
23%
14%
Total
66%
24%
10%
Fuente: ENSMI 2008-2009

En el cuadro de arriba se muestra que más de la tercera parte de las mujeres no estuvieron de acuerdo con el embarazo al momento de concebir, el promedio de rechazo, que no quiere decir interrupción fue del 10%.
Por las condiciones generales de acceso a la salud las complicaciones del embarazo y el parto son las principales causas de morbilidad y muerte en las mujeres en edad reproductiva. Según el Observatorio de Salud Reproductiva Guatemala se trazó el compromiso de reducir de 219 a 55 muertes maternas por cada cien mil nacidos vivos, siguiendo el cumplimiento de las metas del milenio. Al constatar los registros del MSPAS vemos qué tan lejos se está de cumplir con esa meta. Para el año 2008 la media nacional fue 116.29

Cuadro 39
Mortalidad materna por
100,000 nacidos vivos
Departamento
MMx
100,000 NV
Totonicapan
133.32
Chimaltenango
142.97
Sololá
170.22
Chiquimula
191.16
Huehuetenango
197.76
Izabal
203.92
Baja verapaz
214.70
Quiche
220.98
Fuente: Centro Nacional de Epidemiología MSPAS 2011

El registro del Observatorio de Salud Reproductiva para 2009 apuntaba a que la mayor tasa de riesgo en mortalidad materna fue entre mujeres indígenas en donde se alcanzó la cifra de 211 decesos, mientras en no indígenas 70. La relación en la atención de comadronas en zonas rurales principalmente, con la de médicos, es de 43% y 33% respectivamente. Es innegable la importancia de la atención prenatal brindado por personal calificado.

La razón de mortalidad materna por grupo etáreo en 2008 fue así:
Cuadro 40
Segmento
de edad
Razón de
mortalidad
10-14
0.44
15-19
15.68
20-24
17.86
25-29
23.08
Fuente: Centro Nacional de Epidemiología MSPAS 2011

El 57.6% de las muertes fueron de jóvenes. Esta cifra esconde nuevamente la realidad por el sub registro que existe, ya que la identificación precisa de las causas de defunción materna no siempre es posible, especialmente en lugares donde la mayor parte de los partos tienen lugar en casa, o no existen sistemas de registro civil con correcto registro de causas.

Los datos anteriores muestran una situación de riesgo para las jóvenes en cuanto a no disponer plenamente de su sexualidad a partir de su "bienestar físico, mental y social en los aspectos relativos al sistema reproductivo en todas las etapas de la vida", como lo sentencia la Organización Mundial de la Salud, OMS. "La salud reproductiva implica que las personas puedan tener una vida sexual satisfactoria y segura, la capacidad de tener hijos y la libertad de decidir con qué frecuencia tenerlos, sin riesgos para sus vidas".

Un dato preocupante que brinda la misma encuesta es que las mujeres menores de 19 años que se consideraban en riegos de infección de transmisión sexual como el VIH, mencionaron como razones principales para este hecho, el no saber cómo protegerse, o que su pareja rechaza el uso de protección.

La presentación somera de la situación de la salud reproductiva de la mujer joven muestra en realidad una de las facetas de las condiciones de vida de las mujeres. Hay una clara evidencia de los riesgos por los que atraviesan y con mayor énfasis las mujeres indígenas del área rural. Esta situación exige la intervención en varios aspectos institucionales, en la necesidad de que los y las adolescentes cuenten con una educación sexual y reproductiva adecuada y oportuna que les permita tener en el futuro un desarrollo pleno y tomar las decisiones adecuadas e incrementar el acceso a los servicios de salud por parte de las instituciones avocadas a ello.

Por último en cuanto a salud mental es importante resaltar la identificación por sexo de las víctimas de violencia intrafamiliar, ya que está más que demostrado que las mujeres son con más frecuencia objeto de agresiones. En un informe del INE 2008 se registró dentro de la pareja de casados agresiones contra la mujer en un 43% contra un 4% de hombres de un total que incluía también un 26% a la mujer conviviente contra un 2% de hombres agredidos en esa condición de pareja, a la que se sumaba 9% de mujeres separadas agredidas contra 1% de hombres.

Cuadro 41
Población agresora de violencia intrafamiliar de 12 años y más por estado conyugal, según sexo y grupos de edad
Sexo y grupos de edad
Estado conyugal

Total
Solteros(as)
Casados(as)
Unidos(as)
Viudos(as)
Otro
Ignorado








Hombres
12 a 14
9
7
0
2
0
0
0
15 a 19
767
288
198
263
0
3
15
20 a 24
3,805
1,174
1,303
1,255
4
18
51
25 a 29
5,380
1,333
2,361
1,571
12
34
69
Mujeres
12 a 14
32
20
4
8
0
0
0
15 a 19
225
77
73
66
1
4
4
20 a 24
580
162
246
158
2
8
4
25 a 29
637
176
261
180
3
7
10








Fuente: INE Guatemala, Unidad de Estadísticas de Violencia Intrafamiliar, 2011

11.2. Trabajo
Aquí se abordan dos formas de trabajo en mujeres jóvenes: el trabajo no remunerado y el trabajo por cuenta propia. El trabajo no remunerado, doméstico o no, es una forma solapada de explotación, que no se regula y no se contabiliza su aporte al bienestar de la familia y a las cuentas nacionales como el PIB. Por su parte, el trabajo por cuenta propia esconde un segmento importante de convenciones informales de integración al mercado laboral.
Cuadro 42
Condiciones de trabajo de la mujer joven por área y rango de edad
Rango de edad
RURAL
URBANA

No remunerada
Remunerada
No remunerada
Remunerada
13 - 17
43%
57%
40%
60%
18 -24
39%
61%
36%
64%
25 - 29
33%
67%
32%
68%
Fuente: ENCOVI 2011

Como se vio en el Capítulo 3°, cuando se pronuncia una mujer acerca de sus actividades, tiende a no reconocer el trabajo domestico como tal, por no ser remunerado, y este se registra en ocasiones como no trabajo. Esto es especialmente acentuado en el área rural. En la encuesta de salud, ENSMI 2008-2009 a la pregunta dirigida a mujeres acerca de la frecuencia con que han trabajado el 41.2% urbano contestó no haberlo hecho, mientras que el 49% aseguró haberlo hecho todo el año. Esa misma pregunta las mujeres rurales afirmaron no trabajar el 61% y todo el año el 28%.
El trabajo no remunerado es por lo general trabajo doméstico o vinculado a la familia, no se aplica la norma del salario, y por lo tanto no se considera que genere renta, es por ello que tiende a desaparecer de la contabilidad incluso nacional. Cuando se analiza de acuerdo a su costo de oportunidad, la CEPAL ha situado su aporte en la economía como equivalente al 30% del PIB. Desde un enfoque económico se define el trabajo en el hogar como la producción de bienes y servicios no remunerados, que forma parte de la reproducción de la economía, la sociedad y la familia. La metodología cepalina de ponderación propone tasar a precio de mercado la sustitución de labores a lo interno de hogar, y es con base al costo de oportunidad cuando la oportunidad de trabajo lo amerita que se calcule, esto implica una visión dinámica durante el transcurso de la vida y no una ponderación puntual de momento.
Gráfico 66


Fuente: ENCOVI 2011


La mujer se involucra al trabajo siguiendo una fuerte división sexual del mismo, ya sea al interior o al exterior del hogar. Como se aprecia en el gráfico anterior, con la excepción del ámbito rural de la tarea de "traer leña", en todas las demás la preponderancia de la mujer es elocuente. A la lista de tareas anteriores se escapa una recurrente como es cuidar ancianos y algunas urbanas como cuidar el jardín. Se hace alusión a esto por la razón de que son tareas especiales que de no hacerlas alguien en el hogar se contrata para ello. Hay una diferencia entre el cuido de niños y ancianos en el ámbito urbano y rural, en este último es más extendida esa práctica.

Como parte de las normas culturales, la participación en el mercado laboral se sujeta a las oportunidades de trabajo que por lo general suelen ser menos atractivas por la diferencia tajante en los niveles de ingreso en forma comparativa, como se ve en el cuadro siguiente.

Cuadro 43
Equiparación de salarios respecto al salario promedio público
Area
HOMBRES
MUJERES
Urbano Metropolitano
76%
64%
Rural Nacional
42%
29%
Fuente: ENCOVI 2011 

La decisión de las mujeres por sustituir el trabajo remunerado pondera la producción dentro del hogar, y el ocio.

La incorporación al trabajo aumenta con la edad y se equipara trabajar a no trabajar en la edad adulta. Desde la perspectiva del nivel educativo la incorporación aumenta en la medida en que éste también lo hace. El 28% de mujeres sin educación declara trabajar todo el año, mientras las que adquieren un nivel superior lo hacen en 75%. Esa gradualidad en la incorporación al trabajo la ilustra el salto entre secundaria incompleta a secundaria completa de 26%. Sin especificar el tipo de trabajo es claro que la mujer hace uso de la preparación educativa cuando la adquiere, sin embargo la mayoría de alfabetas no lo hace. De esa cuente el 61% de las mujeres sin ningún nivel de educación no desempeñaron ningún trabajo en los últimos 12 meses previos a la ENSMI 2008-2009.
Hay una tendencia a buscar trabajo a medida que pasa el tiempo por parte de las mujeres, y esa tendencia se ve más clara cuando trabajan en relación de dependencia que en el auto empleo. A nivel urbano el auto empleo se establece en 32% y en relación de dependencia 61%, que equivale a trabajo asalariado. En el área rural el auto empleo es de 45% superior al urbano, mientras que cuando trabajan para alguíen mas es el 48%. Existe menos la relación salarial en el campo y más por jornal. Estas cifras son muy similares para los casos indígena no indígena.
Cuadro 44
Relación laboral por grupo de edad en mujeres
Grupo de
edad
Tipo de empleador

Por cta.
propia
Miembro de
familia
Alguien
Más
15 – 19
23
15
62
20 – 24
24
9
67
25 – 29
38
6
55
Fuente: ENSMI 2008-2009
Entre las mujeres que trabajan el nivel de educación es otro de los factores que influye en el auto empleo, este se incrementa en mujeres sin educación con 53% de representación y se reduce a 29% en mujeres con secundaria completa, una mujer universitaria se auto emplea en 14% de su nivel educativo. Aumenta con los años el auto empleo y baja la relacion de dependencia y radicalmente el trabajo con algún familiar que suele ser el primer empleo. Como se apuntó, el auto empleo no siempre es sinónimo de informalidad, pero en este caso, cuando se junta, ruralidad, etnicidad y educación si predomina una situación informal y de sub ocupación. Por ejemplo el auto empleo en mujeres se sitúa arriba del 50% en Baja Verapaz y Alta Verapaz con el 55.5 y 51.2 respectivamente, en estos departamentos con alta ruralidad, etnicidad y pobreza.
Las mujeres jóvenes viven circunstancias definidas por su condición genérica influida por prácticas culturales en donde interviene el nivel educativo. De esa cuenta las mujeres del campo resultan ser las más vulnerables en salud y condiciones de trabajo.


12.- Juventud Indígena

12.1. Porqué son diferentes los indígenas.
La explicación ha sido formulada desde la antropología, la sociología y la historia. Sin entrar en detalles en los alcances de estas disciplinas de análisis de las ciencias sociales, se sentencia que la primera ha enfatizado la estructura comunitaria diferente, cohesionada por lazos culturales que sobreviven distintas épocas. La segunda se plantea la perspectiva de la dominación de grupos que hegemonizan el poder y desde esa estructura de dominación mantienen las diferencias sociales en provecho de los que ejercen la dominación. Desde la historia se contemplan los procesos como continuum descritos desde la pasividad del observador, cuyas pautas explicativas del devenir las define el tiempo. Todos estos enfoques se trastocan, se invaden o se complementan.

Lo que encontramos en sí, es el ejercicio de una supremacía étnica que ejerce el control del poder; un grupo diferente pero con rasgos compartidos con el resto de la población, aunque no asumidos como constitutivos de su identidad grupal. Esas diferencias no muestran las desventajas con que conviven los indígenas en un medio "nacional" porque la dominación no se acepta como excluyente, porque todos somos iguales ante la ley, una verdad histórica, que pertenece a un proceso sociopolítico en el tiempo al que no pertenecen directamente los indígenas; es la verdad de la identidad ciudadana liberal que se constituyó entre élites en este país.

Igualdad ante la ley a ser cumplida es verdad positiva. Permeada por el racismo, la norma esconde la ideología que sustenta la dominación étnica, aceptando que las desigualdades son naturales. La etnicidad frecuentemente ha constituido un referente de los conflictos sobre la distribución de los recursos. Por parte de los pueblos indígenas la identidad étnica sigue constituyéndose en el referente identitario más sólido, que se defiende a la vez que se rechaza la diferenciación de clases sociales, llegándose a plantear que la pobreza y la estratificación, a la que son supeditados, se supera con el reconocimiento cultural.













Cuadro 45
Población pobre por segmento de edad, en departamentos con los índices más altos de pobreza y etnicidad-%-


Grupos de edad

13 - 17
18 - 24
25 - 29

Número relativo de pobres
Nacional
57.4
49.9
48.5
Total población indígena
75.1
70.4
70.6
Sololá
80.3
73.1
73.5
Alta Verapaz
79.8
68.1
69.0
Quiché
74.9
67.5
67.8
Totonicapán
74.4
71.2
65.4
Chimaltenango
68.5
61.3
60.9
Baja Verapaz
65.4
64.8
55.7
Huehuetenango
60.3
60.8
60.8
Fuente: ENCOVI 2011

En esa cuenta, los jóvenes indígenas presentan un promedio por encima del nacional de veinte puntos porcentuales de diferencia en pobreza para los tres segmentos de edad. Valga decir que en esos números no aparece la distribución de pobreza extrema, que es precisamente en los departamentos descritos donde se expresa con más intensidad. El Cuadro 45 sugiere que hay cierta mejora en las condiciones de vida con la edad, cuando se trata de sobreponerse a las desventajas de la niñez y adolescencia, muestra también una situación que es estructural, que se reproduce en el tiempo y sus variaciones son marginales al día de hoy. Esto se manifiesta en observación de la estructura ocupacional.

El Gráfico 67 muestra la distribución de actividades ocupacionales, en donde se refleja cómo en los jóvenes perduran las actividades del sector primario, principalmente la agricultura. Si estas cifras se comparan con los resultados globales para todo el conjunto de población y no solo el segmento joven, el esquema varía, no sustancialmente, pero de toda la población maya las actividades del campo disminuyen un 5%; ese desplazamiento también se observa en la población joven ladina, ambos grupos se desplazan levemente hacia los demás sectores principalmente el industrial, que incluye construcción, y servicios, lo que explicaría no solo el desplazamiento de actividad sino también geográfico. La población se desplaza hacia donde hay fuentes de trabajo, la maquila es una de esas fuentes que no discrimina el origen étnico.
El atraso rural se constata cuando se observa una y otra vez, que el trabajo agrícola se fija principalmente en micro parcelas, y no en una pujante agroindustria.

Gráfico 67


Fuente: ENEI 2011
Por lo demás se vuelve a traer la comparación salarial del Capítulo 5 como se establece en el cuadro siguiente, en donde para todas las áreas del país los indígenas tienen desventajas siendo las más notables comparativamente en el área Metropolitana y en la rural del orden de 25%.



Cuadro 46
Promedios salariales por área y etnicidad
PROMEDIO
ETNICIDAD

INDÍGENA
NO INDÍGENA
Nacional
1,174.66
1,791.53
Urbano Metropolitano
1,356.83
2,261.55
Resto Urbano
1,245.99
1,839.59
Rural Nacional
1,059.60
1,258.07
ENCOVI 20011, Mercado Laboral y Población Joven.

12.2. Aspectos poblacionales
Los niveles de exclusión se manifiestan de forma insospechada en diferentes formas en la vida. En la estructura poblacional se dibuja una pirámide poblacional del entorno indígena, diferente al resto de la población. En el momento de explorar las causas se comprueba que dependen menos de lo cultural que de lo socioeconómico, en el sentido de exclusión.

Gráfico 68

Fuente: Construido con base a los datos de familia de la ENCOVI 2011.

El porcentaje de jóvenes indígenas respecto de los no indígenas, no tiene el mismo comportamiento como se puede contrastar con las pirámides poblacionales del primer capítulo. La dependencia de los menores de 13 años y más de 64 no ha disminuido como en el resto de la población. Esto implica que la transición en la estructura demográfica se cumple con menos intensidad entre indígenas que en el resto de la población. Para todas las mujeres del país el número promedio de hijos por mujer en edad reproductiva en 1987 fue de 5.6 hijos; diez años después se redujo a 5.1, y en 2009 a 3.1 hijos por mujer. En el informe de la ENSMI de noviembre de 2009 las mujeres indígenas presentaban un índice de 4.5 notablemente por encima del promedio nacional.

Las mujeres indígenas en la adolescencia tienen menos hijos que las no indígenas, es a partir de los 20 años que superan a las no indígenas en todos los grupos de edad. En el cuadro siguiente se muestra las tasas específicas de fecundidad por etnicidad.


Cuadro 47
Tasas específicas de fecundidad por edad (por 1000 mujeres) y tasa global de fecundidad
Características
Grupos de edad
TGF

15-19
20-24
25-29
30-34
40-44
45-49

Indígenas
64
202
217
175
44
10
4.5
No indígenas
100
173
151
111
20
2
3.1
ENSMI 2008-2009

Como se observa la TGF para indígenas se ha reducido, en el trabajo citado de la OPS se asegura que las mujeres indígenas quisieran reducir el número de hijos más de la cantidad registrada más de lo que en realidad se ha reducido. Uno de los problemas declarados es el poco acceso a métodos anticonceptivos, solo el 40% de las indígenas tiene acceso comparado con el 63% de las no indígenas. El documento sentencia que esa diferencia revela inaccesibilidad a recursos financieros y a los servicios públicos. "Casi del doble de las mujeres indígenas unidas o en parejas declara tener una necesidad insatisfecha el uso de servicios de planificación familiar comparadas con las mujeres no indígenas (29.6% versus solo el 15% de las no indígenas). Por último interesa destacar que solo el 2.5% de las mujeres indígenas utilizan el condón como forma de planificación familiar". En cuanto al acceso de los 24 hospitales con los que cuenta el Seguro Social solo 3 están ubicados en departamentos con más del 75% de población indígena siendo el grupo de mujeres quienes presentan menos filiación.
12.3. Lo político

Las medidas para enmendar la situación de desigualdad y desventaja que viven los pueblos indígenas se ha ido postergando, a pesar de haberse alcanzado una serie de acuerdos normativos a partir de la firma de la Paz. Desde hace una década y media, se han contraído compromisos de Estado suscribiendo acuerdos internacionales propiciados en el marco de Naciones Unidas, como las leyes en contra de toda forma de discriminación racial; otros de inspiración nacional que atañen al respeto cultural en el uso y recurso de topónimos, vestimenta, educación bilingüe, expuestos en decretos legislativos, acuerdos gubernativos y ministeriales forman en corpus legal que norman la relación entre la población y de los pueblos indígenas con el Estado. A pesar de ese marco legal en el que se ha avanzado, en el sentido de alcanzar garantías por parte del Estado al reconocimiento a la diversidad, como se plantea ahora la convivencia en la multiculturalidad, no se ven ni vislumbran cambios sustantivos en las condiciones de vida de los pueblos indígenas.

Los Acuerdos de Paz sentenciaron que no podrá existir un adecuado desarrollo de la nación con relación a sus potencialidades económicas, políticas, sociales y culturales, en tanto persista una situación de discriminación, explotación y exclusión histórica a que los pueblos indígenas han sido sometidos y que se evidencia en el marcado rezago en el goce de sus derechos ciudadanos en los campos político, económico y social, comparados con los de la población no indígena del país.

El primer "problema" aparente, en el diseño de las demandas políticas conjuntas de los indígenas es la fragmentación étnica con la que se manifiestan intereses no uniformizados aún.

Gráfico 69

Fuente: Proyecciones del XI Censo de población, 2002.

Cómo se ve en el gráfico anterior, es muy marcada la diferencia de las cuatro etnias con mayor población del resto de las dieciocho restantes. No obstante esa diferencia, no existen tampoco demandas grupales por rama lingüística, lo que indica la fragmentación política al interior de las mismas etnias, los intereses comunes no se manifiestan como puntos de acuerdo. Siguiendo las proyecciones poblacionales del INE, se tiene que la pertenencia étnica no ladina se afirma en el 38% de la población, y de ese total el 89% corresponde a las etnias k´iche´, q´eqchi´, kaqchikel, mam, q´anjob´al y achí de las 22 totales.
La multiplicidad de grupos étnicos no explica entonces la falta de cohesión política entre los indígenas. La no unidad y menos uniformidad de criterios hace que en la arena política electoral se diluyan en el mar de ofertas políticas que en su mayoría provienen de partidos conservadores, e incluso en los más comprensivos no logran superar el 10% en la membrecía en los comités ejecutivos de partidos políticos. Durante la legislación anterior se preguntó a los legisladores si hablan algún idioma maya, respondió afirmativamente sólo el 15% de los entrevistados. En las últimas elecciones el partido WINAQ se presentó como la alternativa política indígena pero no logró ni el 1.5% de los votos. "Los diputados indígenas de la actual legislatura representan el 11%, (17) en el país con mayor densidad de población indígena en América Latina. Sin embargo, Irma Alicia Velázquez Nimatuj concluye que los actuales diputados 'jamás han tratado de ejercer el buen gobierno, nunca han informado a sus bases indígenas que proyectos de ley han impulsado, negociado y aprobado, tampoco han tenido un protagonismo en las interpelaciones ni intervenido para denunciar abusos de los programas sociales que perpetúan a los indígenas en la posición de pobreza'. Esa condición cambia en las elecciones de alcaldes y corporaciones municipales y es en ese entorno en donde el llamado movimiento maya de jóvenes, como se vio en el capítulo 10, se integra en lo local para resolver problemas de la comunidad, relegando la experiencia nacional. El resultado es la falta de recursos y el control de estos por los partidos ladinos, así como el poco desarrollo de la auto conciencia grupal que dista ser de clase.

Conclusiones

En la población guatemalteca, al igual que en el resto de la población latinoamericana, existe la tendencia a incrementarse el segmento poblacional que corresponde a los jóvenes. Tal tendencia anuncia que el segmento de 13 a 29 años en las próximas décadas tendrá una predominancia demográfica que permitiría hacer uso de su condición productiva respecto al resto de la población que no genera ingresos, como una oportunidad para el desarrollo. Esta posibilidad sólo es viable si se encausan recursos para que los jóvenes se incorporen a la producción mejorando sus capacidades laborales y si estas existen y propician su incorporación en la economía nacional, de lo contrario ese sector predominante de jóvenes no será más que una parte incrementada del ejercito de desempleados, o en el mejor de los casos sub empleados en riesgo de vivir en condiciones de marginalidad.
La determinación de la pobreza en el país, se ha venido realizado como parte de la asistencia técnica internacional desde ya más de dos décadas. El objetivo ha sido apuntalar la formulación de políticas pública y darle seguimiento al gasto y el impacto que se derivan de ellas. Las encuestas proporcionan información empírica, que permiten optar por decisiones que contribuyan a reducir la pobreza. Es por ello que la optimización en la utilización de recursos técnicos que definan cuantitativamente la población objetivo permitirá una mejor formulación de políticas públicas sectoriales. Actualmente no es del todo preciso el número de pobres que existen el país, y menos los que corresponden al segmento de jóvenes. De no canalizarse las políticas públicas a disminuir los índices de exclusión la brecha social seguirá ensanchándose.
Al abordar al segmento de jóvenes como objetivo de planificación, es fundamental saber de quienes se trata. Hasta ahora se incluyen dentro del total de la población, sin considerar sus particularidades, es por ello que es importante insistir en la utilización de recursos que permitan conocer su realidad de forma abarcadora en cuanto su presente y las dinámicas que prevean su futuro.
Los programas oficiales dirigidos a mejorar las condiciones de salud tienen cierta especificidad en cuanto a niños, adolescentes y jóvenes. Sin embargo hay aspectos específicos que atañen a la salud de los jóvenes que exigen ser tratados como un sector con particularidades propias. Es en el proceso de incorporación a la sociedad donde se generan dificultades de adaptación con consecuencias en la salud. Estas pueden variar desde la dificultad en la adaptación emocional o en cómo asumir la salud reproductiva. Un caso particular es la atención a la maternidad temprana e índices de mortalidad en mujeres adolescentes y jóvenes. Por otra parte, se puede afirmar que los jóvenes en su gran mayoría suelen ser sanos, pero las diferencias en el acceso a servicios de salud hace que la población del área rural esté sujeta a una situación mayor de inseguridad.
El número de jóvenes en edad de estudiar que no tienen presencia en centros educativos asciende a 1,700,000. Mucho se habla de la función de la educación en el despegue de las economías. El sistema educativo tendría que plantearse una propuesta de política pública nacional, ante la incapacidad del Estado en ofrecer el servicio en los niveles básico y diversificado, debe establecer alianzas estratégicas con sectores que se involucren desde lo privado o civil con parámetros de calidad establecidos que incluyan la formación para el trabajo; identificar beneficiarios y los servicios a ofrecer, definir qué tipo de organización debe de implementar los programas que se sobrepongan a la dispersión geográfica. El avance en los logros necesarios planteados en el punto I) implican mejorar la empleablidad mejorando la calidad del trabajador.
Siguiendo el punto anterior, las políticas de empleo tienen que ampliar su efectividad en la asignación de puestos de trabajo. En Guatemala se calcula alrededor de 140,000 los jóvenes que se integran como población económicamente activa cada año. Por ahora con lo que se cuenta es con una juventud que no tiene mayores expectativas laborales. Las oportunidades de trabajo decente en el país han disminuido, de esa cuenta sólo el 6% se considera que tiene acceso a un trabajo de este tipo. Es significativo recordar que solo una porción muy pequeña, de los jóvenes, el 9%, es beneficiaria de la seguridad social, por lo que la mayoría vive desprotegida.
Más allá de la estigmatización que algunos sectores de la sociedad manifiesten en contra de la juventud como base de la criminalidad, es cierto que la exclusión y la marginalidad se constituyen en el caldo de cultivo para el reclutamiento de voluntades incautas. El segmento de los llamados ninis, que resienten la falta de oportunidades vive con mayor riesgo el flagelo de la criminalidad organizada. La falta de visión integral respecto a la seguridad respecto al Estado, seguirá propiciando el riesgo juvenil en su incorporación a la ilegalidad y justificando la limpieza social como solución.
Los jóvenes guatemaltecos en Estados Unidos constituyen alrededor del 7% del total de la población nacional. Estos son responsables de las transferencias económicas que en volumen compiten con el total de los ingresos obtenidos por exportaciones del país. Esa condición de emigrantes con capacidad y voluntad de remitir parte de sus ingresos desde el norte no es sostenible en el mediano y largo plazos, tal consideración de no tomarse en cuenta presentará consecuencias negativas impredecibles.
El estímulo a la participación en actividades colectivas en organizaciones juveniles estimula el desarrollo ciudadano y fortalece la institucionalidad. La formación de liderazgos que exploren las vías legales para la transformación comunal y el desarrollo de la conciencia nacional se necesitan para la construcción de un futuro promisorio.




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http://www.deguate.com/servicios/internetguate.shtml.
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http://www.ine.gob.gt/np/violenciaintrafamiliar/



Proporcionalidad de la población étnica
Distribución de la población por sexo y área geográfica urbano-rural
Hombres Mujeres Hombres Mujeres
Area urbana Area rural
PEA Jóvenes por etnicidad
Indígena
43%

PEA de jóvenes por área

PEA de jóvenes por sexo
Hombre
66%
Mujer
34%
Primera relación sexual

Edad de inicio sexual de los jóvenes
Pago de consulta médica por área geográfica

Tiene contrato de trabajo- edad
Registro de la población para tres periodos


Primera experiencia laboral-área-

Porqué la inseguridad

Considera a su barrio o comunidad segura


Porcentaje de homicidios sufridos por grupo etario

Dónde están los jóvenes
Trabajo decente
6%
Trabajo precario
51%
Solo estudia
20%
Desemleado 5%
Emigrante
1%
Otro
17%

Porcentaje de trabajadores por cuenta propia según edad
Dónde buscó trabajo


Primera experiencia laboral- Sexo


¿Pagan los jóvenes por la consulta médica?
En dónde se atiende la juventud

Aquién consultan los jovenes cuando se enferman

Tipo de servicio sanitario al que acceden los jóvenes
Indices de juventud, pobreza y etnicidad


Relación departamental Pobreza/Juventud
Indice de Juventud
Pobreza
Indices de etnicidad y ruralidad de la población joven



Distribución porcentual de la población por área geografica -años 1990, 2000, 2010

Tipo de piso del hogar de los jóvenes

Población alfabeta por región
Población analfabeta indígena y no indígena por grupo de edad


Incidencia de problemas de salud por área
Problemas de salud
-Ponderación logarítmica-

Asistencia relativa a capacitaciones por edad

Distribución relativa de la fecundidad según grupo quinquenal de edad
Nivel de estudio alcanzado

Razones del abandono definitivo de estudios por los jóvenes

Principales causas de inasistencia


Causas de la violencia que afecta a los jóvenes


Causas que dificultan encontrar trabajo
Mala imagen del lugar por hechos delictivos
21%
Hechos que afectan la comunidad donde trabaja

Obstáculos al proyecto de vida

¿Que puede facilitar el logro sus proyectos de vida?
Ocupación de jóvenes por rama de actividad según etnia

Proyecto de vida en el corto plazo-1 a 5 años



Cuánto ha hecho la municipalidad por la juventud

Que gobierno prefiere

Cómo se perciben idiológicamente los jóvenes ciudadanos
Ocupación por rama de actividad según etnia

Participación relativa en trabajo doméstico, por actividad sexo y área


Cómo se enteran los jovenes del acontecer nacional
Miembros de comités ejecutivos de partidos políticos
Participación de jóvenes en distintas organizaciones

Uso de Facebook por rango de edad

Proyecto de vida en el largo plazo- 5 años y más
Violencia en el trabajo

Tiempo para cruzar el territorio mexicano

Principales actividades de jóvenes residentes en Estados Unidos

Principales ocupaciones de jóvenes residentes en Estados Unidos
Trabajadores de servicios y vendedores
19%

Uso de Internet por sexo
Razones para migrar dentro del pais

Uso del tiempo, horas/semana, etnicidad


¿Cuál fue el último nivel de escuela que usted aprobó?


Uso de Internet por edad
Equipamiento del hogar


Equipamiento del hogar Indígena





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