La significación histórica del concepto de materia en Giordano Bruno 2

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Descripción

Índice

Editorial

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!n1eft•nn La Educación Estética en la Escuela Nacional Preparatoria Elolsa Gottdlner E.

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Ac• d• ml• Historia de las Matemáticas René Descartes 1596-1650 Sabine Steimle M. La Cultura Mexlca Alumnos del grupo 508 del Plantle 8 "Miguel E. Schulz" El Mundo de los Colorantes Carmen Ethna Martines Chávez La Significación Histórica del Concepto de Materia en Giordano Bruno, Ernestro Schettino Maimone

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CrHclón " Polvo" Emilio Coral García Costana Bailan los animales Quetzalcóatl Vlzuet El extremo del círculo Jesús Canales García

VlvenclH Reflexiones de un enamorado

Abrtl

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La muerte de Zapata

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M• yo Reflexiones En Torno a la Historia de la Organización de la Clase Obrera. José Esteves Torres

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Junio Oración Fúnebre Alfonso Cravloto

El Erotismo en la Poesía de Ramón López Velarde Mtra. Aracell Cesarru bias A. Ocio Espiral Citlali Ponce El Rock entre Faldas Phocco El Rock en México Roberto Caballero Re1efte Mtra. lilia E. Romo Medrano

Blbllogr•fl•

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La Significación Histórica del Concepto de Materia en Giordano Bruno Segunda Parte

Erne•to Schettlno Malmone. Colegio de Fllosofla, Plantel B "Miguel E. Schulz".

A primera vista la sln tesis bruniana parecería impracticable, ya que mientras el Cusano se nos presenta como esencialmente teólogo y filósofo, Copérnico se nos aparece como astrónomo; en tanto aquél se caracteriza por grandes espec ul aciones sobre el conocimiento, el ser y el universo, éste por una cautelosa reforma respecto al centro del mundo y las esreras celestes; en la medida que aquél rompe con el mundo cerrado, la jerarquía de los lugares mundanos y la trascendencia divina respecto al universo, éste c uida la permanencia de las esferas, de la quintaesencia y se abstiene de tocar la tradicional relación Dios-mundo: mientras aquél relativiza dlalécticamente el conocimiento, las relaciones y las medidas, éste pretende superar las contradicciones respecto al movimiento astronómico, " salvar las apariencias" y devolver su exactitud al divino sistema celeste. Parecerla que las coincidencias son mínimas. 11alvo en lo que toca a la Idea general y abstracta del movimiento terrestre y, en especial . respecto al valor y utilidad de las matemáticas en el conocimiento científico (punto éste en que, justamente, Bruno está en cierto desacuerdo) . Pero estas diferencias. engaf'losas para un mal observador. no son Insuperables. Se pueden llegar a superar a través de una concepción de típo dialéctico, mediante una sintesis a partir de una idea determinada de donde resulta ese marco ontológico-cosmológico, esa condición de posibilidad de la ciencia moderna, frente al mundo aristotélico. Precisamente esta síntesis

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original la va a realizar el Nolano, sin limitarse a los autores mencionados. sino incorporando críticamente ideas de toda la filosofía anterior con un gran sentido histórico ("la verdad es hija del tlempo"15), y desarrollando una concepción que va muchísimo más allá de las tesis de aquéllos. La síntesis bruniana no es esperada, ni ecléctica, ni explici ta. Se da como una necesidad del propio pensamiento del nolano. Una necesidad que, sin temor al error o a la exageración, puede llamarse dialéctica en el sentido más genuino. En ella existe un evidente. profundo y serio trasfondo aristotélico, que es transformado de manera radical respecto a sus co nstituyentes ontológicos y cosmológicos por la determinante influencia de las teorías del Gusano y de Copérnlco, cada una a su manera y en determinados aspectos. El retorno a los pres·ocrátlcos y a todos aquellos pensadores que de alguna u otra forma resultaban contrarios a la íilosoría de la naturaleza de Aristóteles, constituían un obvio punto de partida para dicha tarea; pero no era del todo suficiente. ya que sólo presentaban ideas aisladas y muchas de ellas hablan sido aplastadas por la propia argumentación de Aristóteles. Y como la concepción aristotélica se presentaba como la única realmente completa y acabada, no se podía pasar por alto. Sólo aquellos que conocieran profundamente a Aristóteles. estuvieran en desacuerdo con él y, además, tuvieran un conocimiento suficiente de las principales tesis antag ónicas (como las del Gusano). podían llevar a buen térm ino esta misión.

Bruno reunía estas cualidades. Habfa sido formado en una rigurosa ensei"lanza aristotélico-escolástica. había sido un aristotélico en su juventud y habfa visto las insuficiencias del sistema; habla pasado por el atomismo. por el averroísmo, por el platonismo, y también los había considerado limitados en su explicación natural. Bruno se percataba -y esto es fundamental de la insuficiencia de las precedentes teorías de la naturaleza, consistente ya en su marco cerrado, ya en su mecanicismo; pero, sobre todo, en que no captaban toda la riqueza que vela encerrada en la realidad . Mas, al mismo tiempo, veía en todas ellas algo valioso. una verdad parcial. Bruno tiene conciencia de la inagotable riqueza de la realidad natural y de la imposibilidad humana para alcanzar un pleno conocimiento de ella. Al mismo tiempo. avizora las principales trabas que se oponen en su tiempo al desarrollo de la ciencia representada por la filosofía aristotélica. que. en lo general, se pueden resumir en las siguientes: la concepción finitista del universo. la teoría del primer motor trascendente, ol geocentrismo, la trascendencia divina, la dualidad Dios- Naturaleza, y un cierto menosprecio a la materia. Tesis que, según el propio nolano, acarreaba una serle de errores e inconvenientes, y c uya solución se presentaba como una verdadera liberación del hombre. Ahora bien, en esa problemática ontológicocosmológica ¿existe algún aspecto que sea el

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determinante, que tenga prioridad sobre tos demás? En tas diferentes Interpretaciones que se han dado sobre la fllosofla de Bruno podríamos encontrar la respuesta a esta Interrogante, pero sucede que no existe un acuerdo al respecto. Algunos parten de la teoría del conocimiento, otros del problema de Dios, muchos de la concepción inflnitlsta del universo. otros del copernicanlsmo o de la movilidad de la Tierra, etc. Sin dejar de ver la complejidad del asunto, nosotros pensamos que la clave reside en el problema ontológico de la materia.

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En efecto, ta Naturaleza, el Universo, la totalidad de lo existente y aún Dios termi nan por identificarse con la Materia en el sentido más profundo de la misma, que sintetiza lo corpóreo y to espiritual y, más en general, el conjunto absoluto de las determinaciones. La ontología es, en el marco de la problemática aristótelica (y también en la platónica). la que debe explícar en última instancia, en sus "primeros principios y causas últimas", fa totalidad de lo existen te. La principal diferencia al respecto de la posición bruniana es que, al eliminar la trascendencia en la causa del movimiento y plantear la Inmanencia de Dios en la naturaleza, desaparecen los límites entre metafísica (ontología) y física. haciendo de ambas simplemente una "f ilosofía de la naturaleza" (rescatando asi el sentido originario de "física"), que pasa ahora al nivel de ciencia fundante. Y en ésta,

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siendo lfltrfnseca e inmanente la causa última del movimiento, el problema central y determinante tiene necesariamente que residir en el sustratro de donde se originan al movimiento y las formas, que no puede ser más que la " sustancia originarla", la natura naturans.16

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Finalmente en la filosofía de la naturaleza de Bruno no se puede afirmar un fundamento originarlo o una determinación fundamental de tipo teológico trascendente a la Materia, pues aunque sugiera un·a "sustancia suprasustancial" , ésta no constituye nada más allá de la propia Naturaleza. Por ello, cuando Dios no se identifica con el significado más rico de Materia, cualquier "sustancia suprasustancial" diferente sale sobrando y no fundamenta nada. Lo que explica en última instancia y da unidad a la lilosofía de la natualeza del nolano es su concepción de la Materia. Pero precisamente esta concepción resulta ser el punto más complejo de la filosofía de Bruno. porque es la clave explicativa de la realidad , pues con ella pretende comprender la unidad determinante de la Naturaleza, del Universo, de todo lo existente, y se percata de las deficiencias existentes en las concepciones simplificadoras. La Naturaleza. la realidad es rica en determinaciones. más aún. inagotable en sus determinaciones, éstas son Infinitas y se presentan en una multiplicidad de grados de perfección o de ser.11 Reducir esta riqueza de determinaciones a un concepto es. por una parte, una tarea esencial de la ciencia fundante, ya que ésta debe aspirar a encontrar la unidad sustancial de lo existente. es decir. la racionalidad radical del ser; pero, por otra, esta tarea implica el peligro de conducir a un falso principio determinante o/ y de aniquilar en un concepto abstracto la riqueza de la realidad . Ante esa necesidad y disyuntiva, Bruno se lanza a la construcción de una dialéctica del concepto de Materia (siguiendo en cierta medida los pasos teóricos del Gusano, pero a diferencia de éste en un sentido naturalista y no teológico), que si bien no llega a cuajar en una exposición plenamente rigurosa desde el punto de vista formal, ni tampoco alcanzar una gran claridad conceptual, no carece de originalidad ni deja de lograr por completo su objetivo de captar al máximo la riqueza de determinaciones de la real idad a partir de una determinación fundamental. Además. pese a su complejidad y oscuridades ésta, su concepción de la

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Materia, le permite hallar la coherencia necesaria a su concepción general ontológica-cosmológica, capaz de oponerse como sistema frente al aristotélico; y la dialéctica con la cual concibe la Materia le parmlte lograr la síntesis de las concepciones ontológicas precedentes, considerándolas como momentos o modificaciones de una misma sustancia y realidad. La terminología bruniana carece de suficiente rigor conceptual debido al uso equivoco del propio concepto de "materia" y otros más. v. gr. el de "alma"; porque el desarrollo que hace de ésta no es sistemático, y porque. finalmente. se hallan algunas vacilaciones. Esto se debe. en parte, al justificado temor que tenía el nolano de las implicaciones Ideológicas y prácticas de su concepción materialista; en parte. a la carencia de conceptos adecuados en el bagaje conceptual de la época, y, también, por razones estrictamente filosóficas.

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En la lectura de las obras brunlanas se encuentra uno con una verdadera maral'la en torno al concepto de materia. pues en unos pasajes se entiende materia en el sentido aristotélico de potencialidad y sujeto, pero en otros se agrega también el acto; en unos, responderla a la potencia pasiva, en otros también a la activa:en unos aparece como disociada de la forma, en otros, como teniendo en sí las formas y autogenerándolas: en unos. como diferente y gobernada por el alma universal, en otros, como unidas Indisolublemente; en unos, como sustancia corporal, en otros, también como espiritual o incluso ambas; en unos como espacio, en otros, como corpúsculo o átomos: en unos como principio, en otro también como causa; en unos, como los 4 elementos, en otros como átomos; como sustancia y a veces como accidente; como sujeto o como atributo; como universal o como individual (particular): como genérica o como específica: como Indeterminada o como determinada: como Infinita o como finita; como unidad o como multiplicidad; como simple o como compuesta: como "complicada" como "explicada": como homogénea o como heterogénea: como natural o como artificial: como lo mlnimo o como lo máximo (Dios); etc.

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A la vista de todo esto y bajo una mirada superficial, no quedaría más que aceptar, sin más. que se trata de un sincretismo desorbitado y contradictorio. Máxime porque no sólo aparecen estas concepciones en obras diferentes. lo cual explicaría una evolución (que también hay), sino que las encontramos en una misma obra, en un mismo diálogo y aún en un mismo pasaje.

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En Bruno existe una dialéctica de la materia, un cierto movimiento de las categorías, una teoría de la determinación. Bruno nos la expresa bajo una exposición hasta cierto punto caótico, en la cual la materia se presenta con el doble movimiento de la complicatio-explicatlo con dos niveles por lo menos, que son el lógico y el natural; a veces separados, a veces sin distinción, donde se llegan a identificar lo espiritual y lo material, bajo un monismo lnmanentista. Bruno asimila y recoge diversas posiciones en torno al concepto de materia, así, le parecen válidas las concepciones de Anaximandro, Demócrito, Epicuro. Empédocles. Anaxágoras, Heráclito, Plotino. los pitagóricos, etc. y aún la de Aristóteles. mas piensa que son parciales y, por lo tanto. incompletas. Por esta razón no se adhiere a ninguna en especial, aunque toma referencia de todas. Pero, insistimos, este recoger y asimilar las concepcione de la materia no tiene un carácter eclético, sino d ialéctico, como superación. La única concepción que sí rechaza por completo y constantemente es la de la materia como mero receptáculo de las formas, como " un casi nada", como lo corrupto y lo bajo, como la hez de las sustancias. en pocas palabras, la concepción de la "vu lgar filosofía", a la cual sólo se toma en cuenta como bufonada, como sarcasmo. 1 a; aunque también , como consecuencia de dicha concepción se ve obligado a criticar duramente a Platón y Aristóteles. Es decir, Bruno pretende hacer una gran síntesls 19 origi nal de las diferentes concepciones parciales de la materia que ofrecen -según él- un conocimiento auténtico, verdadero, natural. Sólo excluye de esta slntesis aquellos "conocimientos auténticos" que no son propiamente filosóficos (físico-metafísicos) , que son los de las disciplinas particulares, como la medicina, debido a que su tratamiento de la materia está en función de la práctica y se refiere a lo particular: " Ninguno os puede Impedir que os sirváis del nombre de materia según vuestro modo, como para muchas sectas tiene Igualmente razón de muchas significaciones. Pero este modo de considerar, que vos decís. sé que no podrá estar bien sino a un mecánico o a un médico, que están sobre la práctica; como al que divide al cuerpo del universo en mercurio, sal y súlfur [ Paracelso]. Decir lo cual no tanto viene a mostrar un divino ingenio de médico, como podría mostrar uno estultíslmo. si con ello pretendiera llamarse filósofo" .20 Ahora bien , aún delimitado al campo estrictamente fílosófico su estudio de la materia, con todo subsiste un problema de niveles en el mismo. ya que por lo menos nos encontramos con cuatro distintos; el

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metafísico, el físico, el lógico y el humano. Respecto a este último la situación es muy compleja. pues si bien seria posible reducirlo al físico o al metafísico, representa para el nolano un verdadero obstáculo en su concepción, debido a problemas éticos tales como la libertad. la voluntad. el bien. el mal. la justicia. que están en función del alma individual; este nivel humano viene a complicar su monismo materialista y a hacerlo, en parte, contradictorio como puede observarse, sobre todo, en su diálogo Los furores heróicos. Respecto a los otros tres niveles, debemos confesar que existe una cierta confusión ya que resulta difícil, si no es que imposible, distinguir el nivel metafísico del físico. Efectivamente, Bruno se queda sin la base aristotélica de distinción al eliminar la sustancia o esencia inmóvil y trascendente. pues. como ya apuntamos. aunque habla de una "sustancia suprasustancial", nunca explica plenamente en qué consiste y, de hecho, ésta sale sobrando en el sistema, por lo que se podría pensar que quizá sólo se trate de una argucia para evitar posibles ataques de los teólogos a su panteísmo. Si , además , consideramos que el término "fisico" es 1:1quivalente para él al de ciencia o filosofia natural, a la manera de los primeros filósofos. y que su fisica no se fundamenta exclusivamente en la experiencia sensible, especialmente en relación con el concepto de materia (pues. según él mismo afirma, la materia de las cosas naturales sólo se capta con el intelecto) .2 1 veremos que la distinción entre el nivel físico y metafísico es casi inexistente. Por otra parte, el propio Bruno habla de la " similitud e imitación de tres mundos: Metafísico. Físico y Lógico'•.22 Sin embargo, entre el nivel físico y el lógico sí establece diferencias respecto al análisis de la materia y otros problemas. La base de la distinción parece expresarse en estas palabras: " .. lógicamente, en el concepto y la razón , sino también físicamente. en la naturaleza ... " ;23 es decir, el nivel lógico corresponderla sobre todo al análisis abstracto y conceptual , a la división y distinción mental, mientras que el físico respondería más bien a lo sintético, a lo concreto y fáctico.24 Debemos aclarar que en diversos pasajes Bruno utiliza esta distinción con un sentido peyorativo para el nivel lógico, sobre todo para criticar concepciones aristotélicas; por ejemplo : '". .. Sin embargo, considerando profundamente con los filósofos naturales, dejando a los lógicos con sus fantasías ... ".2s Con todo y la dificultad para distinguir los niveles



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Como se puede ver en el párrafo anterior, no sólo existen diferentes niveles de explicación, que dependen del enfoque. sino que también existen diversos grados de ser en la propia materia, que son los que validan la variedad de enfoque. Así, según las razones de la materia, de la sustancia, habrá tantas definiciones y grados de conocimientos de la m isma. Paradójicamente es por esto mismo que a veces se confunden el nivel lógico y el físico, pues es " una y la misma escala por la cual la naturaleza desciende a la producción de las cosas y el intelecto asciende al conocimiento de ella y que el uno y la otra de la unidad proceden a la unidad, pasando por la multitud de los medios".21 El ideal de la ciencia para Bruno consiste en arribar a la unidad, ya que en la naturaleza. en la realidad, lo auténtic amente sustancial es la unidad absoluta. más aún, la naturaleza misma es la unidad por excelencia; la diversidad, la multiplicidad, no es sino accidentalidad. Pero el ascenso a la unidad, que ha sido el ideal de las filosofías más profundas como la pitagórica o la platónica, es dificil de alcanzar en su grado absoluto

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por el intelecto, ya que es síntesis (compficatio) de lo antes selialados, la mención de los mismos por parte de Bruno nos permite comenzar a desenredar la madeja, ya que algunos de los aspectos aparentemente contradictorios se resuelven considerando que pertenecen a distintos grados de explicación (expficatio, en el sentido de desarrollo, despliegue) de la realidad. Y el propio Bruno nos lo indica. cuando hablando de las diversas formas de filosofar nos dice que existen diversas formas válidas de atacar un problema y hacer una analogía con el numero: " ...cómo con diversas vías de filosofar pueden tomarse diversas razones de materia, aunque verdaderamente sea una primera, y absoluta; porque como con diversos grados se verifica, y está oculta bajo diversas especies tales, diversos la pueden tomar diversamente segun aauellas razones que son apropiadas para sí; no de manera diferente como el numero que es tomado por el aritmético pura y simplemente, es tomado por el musico armónicamente, típicamente por el cabalista, y por otros locos y otros sabios como sujeto de diferente modo".26

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absolutámente uno: es. p odríamos decir, el saber absoluto . Los que han Intentado alcanzar ese uno absoluto, han fracasado en cierta forma debido a que han postulado com o principio absoluto, como sustancia absoluta. algún accidente, como el número o la figura. a lo que no se puede reduci r la totalidad de lo existente. En otras palabras, para Brun o la reducción a la unidad absoluta no es mera sl mpllflcaclón o abstracción, sino complícati o, que es una síntesis dialéctica en que se recoge superando . Por esto, el grado de inteligencia del universo depende de la reducción a conceptos más ricos en contenido, hasta arribar al uno absoluto, que es lo que Bruno se propone hacer: así, nos d ice en forma que recuerda el misticismo plotlnico: "De esta forma es el grado de las i nteligenci as; porque las inferiores no pueden entender muchas cosas si no con muchas especies. similitudes y formas. Las superiores c omprenden de mejor manera con pocas. Las altlsimas perfectamente con poquisimas. La primera inteligencia perfectlsimamente en una Idea co mprende el todo. La divina mente y la unidad absoluta. sin especie alguna. es ella misma lo que comprende y lo que es comprendido. Asl. por tanto , ascendiendo nosotros hacia el c onocimiento perfec to, vamos complicando la multiplicidad: de la misma manera como descendiéndose a la producción de las cosas se va explicando la unidad. El descenso es de un ente hac ia inf inítos individuos e innumerables especies; el ascenso es de éstos hacia aquél".28 Para Bruno la naturaleza es una " complic adamente", podríamos decir, como natura nsturans, pero se presenta como múthple "explícadamente''. como natura naturats. Nosotros no conocemos més que la naturaleza explicada, desplegada, y sólo parte de ella.

,. & la Idea de VERI r A Fil/A TEMPORIS, oomo ta oertvllda de · enanos monladot sob•tt gigantes" (do o rigen c18slco y medieval ro1pK1tvamen1e). ea una Id ea conal anto en IH Obru de Bruno. Glovannl Gen1l111 desarrolled o todo un capílulo al rnpe,;lo en au obra IL Pt'NSIERO ffALIANO DEl RINASCIMENTO G.C Sanaonl , Editora. Firenze. t955, ptg 333 y ss Ta mbl6n Namer (Op c11 pag 86 y as ) loca el punto •• Clt Sponoza ETICA eocollOI a IH pl'OpOSlcionn XV y XXIX u " para Bruno la materia u le misma totalidad de 111 coaaa en cuanto obsorvablas, maa Que hablar de m11er1a y oe forma como copr1nclplo1 Ideales de un concreto , urg e, a juicio de Bruno. re unificar y tundi r todo en el concepto oe matll(la, 11 cu11 se configu ra c omo N"ur1ieza • NapOlt, G di, en G Faggm et ar HISTORIA DE LA FILOSOFIA Trad. d o Guillermo Termenón. Cdlci ono1 R otlp, S A Madrtd, 198~. p6g. 482. .. Cfr el Inicio Clel di'1ogo IV de DE lA CllUSA, PRINCIPIO y UNO. pag• 2e1· 265 y 212 y 1 (edición de PaOlo de LaQarde. Oottinga, 1888) Pua una edición m•a reciente y c tttoca Glo1dano Bruno DIALOGHI I TALJANI Nuovamente rlltampall

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Por más que aumenten nuestras experiencias, por más que afinemos nuestros sentidos. no conoceremos si no una pequena parcela de la naturaleza explicada o desplegada, só lo conoceremos un pequeno número de las infini tas determinaciones. Nuestro conocimiento es finito mientas que la naturaleza es infinita tanto en dimensión como en determinaciones. Pero gracias a nuestros conceptos (productos elaborados por nuestra facultad racional) podemos ir c omplicando en nuestro limitado Intelecto la multiplicidad de lo concreto y lo particular hasta alcanzar el concepto determinante de la unidad. Es decir, podemos seguir conceptual , intelectualmente el mismo camino que se da en la naturaleza, sólo que a la Inversa: de lo uno explicado a lo uno complicado: de la unidad que se da en los individuos mlnlmos hasta la unidad absoluta, lo Uno por excelencia. que es el Universo, la Naturaleza. Dios. la Materia. SI bien en el proceso intelectual nunca se dará absolutamente la unidad real. o sea, nuevamente, lo Uno, Dios, la Materia. La realidad física es absolutamente una: la multiplicidad, la particularidad, las determinaciones concretas son sólo relativas, pues como la naturaleza es Infinita en todos sentidos y como sólo puede haber partes en el i nfinito pero no partes del infinito, resulta que aquéllas no pueden ser más que accidentales y no sustanciales. La naturaleza en si, sustancialmente, es indeterminada, indiferenciada, una absolutamente; sus modos de existencia explicada son reales y objetivos, pero no sustanciales. Lo que conocemos, aunque imperfectamente. son estos modos y nuestra forma intelectual de conocerlos es a través de conceptos: y entre ellos el c onductor y unificador es el de materia en sus diversos niveles y modos.

con note di Glo.,.nnt Gantlie T • :r.a edozlono a cura di G lo..nni AQullecc:hla, Sansonl , FlrenLe. 1985. EL DE LA C AUSA • • . sin duda, la principal y mas rica obra ont ológico de Bruno tt L• molleoliclta, coma 11 d lSllnllone. e d alla forma 099ran1e nella malaria; ia matona a r e1emen10 lnd1flerenzi1to ed lnd1tterenrl• nt1 equondi. da queato punto di •111•. un1loc:1nte" Clcutt1n1, Lulgl Ot>C cit. pag 181 ,. DE LA CAUSll "'g 247, Véase lambi.n 255 " Ibídem 251 n 1Oldem ptl g, 205 " l/Jldem p•g, 27S " lbldem "'g 208, Cfr tambotn ptg 239 y DEL INFIN ITO, UNIVERSO Y MUNDO, pjlg . 393. » DE LA CAUSA , pág . 280 . • l/Jldem pags 203-204 " lbldem p6g 293 " lbldlm plig 284· 285

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