La representación de la narco-violencia y la memoria como testimonio en Contrabando de

Comienzo por decir que cuando la novela Contrabando de Rascón Banda fue galardonada en 1991 con el premio Juan Rulfo se descartó la posibilidad de publicarse en el momento. Por qué?, por la razón de ser una novela testimonial en la cual Rascón Banda atiende a la problemática de la colusión entre personal del gobierno y el orden representativo del poder ejecutivo, esto es los policías o los soldados. Tendrían que pasar cerca de veinte años para que finalmente, en el año 2008, cuando el autor de La mujer que cayó del cielo se encontraba en sus últimos días consigue dejar preparada la edición, después de 17 años de ser escrita. El libro es publicado en octubre de 2008, Rascón Banda muere en Junio de ese mismo año. No alcanza a ver publicado su libro, más es claro por ejemplo hoy en 2016, que Contrabando no ha perdido la vigencia al ser la novela que precisamente da testimonio y recrea los horrores que han vivido los habitantes de la zona serrana secuestrada por el narco y castigada por la indiferencia de las autoridades. Aunque el ya abundante corpus de la narconarrativa mexicana, para los que sepan leerla, representa un lugar privilegiado para estudiar cómo el narcotráfico afecta el imaginario nacional, y de qué manera las percepciones literarias del mismo entran en conflicto o diálogo con discursos locales o regionales y estos se vuelcan en globales. En su conjunto, la narrativa que trata el topico del Narcotrafico, por encima de las diferencias estéticas, éticas e ideológicas, ofrece testimonio de la prevalencia en la sociedad mexicana de lo que Rossana Reguillo llama la cultura de la ilegalidad, un entorno social en el cual la corrupción, la impunidad y la relatividad ética —practicadas inclusive desde las cúpulas del poder— se han convertido en el marco (in)moral y la norma de la sociedad (Reguillo Rossana, 67).