La reinterpretación de la lingüística ( cap 10 de: El inconsciente de Freud a Lacan)

June 8, 2017 | Autor: M. Fernández-Arcila | Categoría: Jacques Lacan, Lingüística
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El inconsciente de Freud a Lacan/

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CAPITULO 10 del libro FERNANDEZ, Mauricio (1996) Del inconsciente freudiano al significante lacaniano Medellín, UdeA, 2001. 2.5.

LA REINTERPRETACIÓN DE LA LINGÜÍSTICA

Hemos mostrado algunos de los elementos que Lacan toma de la antropologÍa lévistraussiana.

Pero

la

referencia

estructuralista,

subyacente

en

la

elaboraciones de Lacan, no se comprende sin el componente de la lingüistica estructural, el cual, como ya anotamos, es conocido por Lacan a través de vías más directas. Desde septiembre de 1953, cuando Lacan propone en el Congreso de Roma su informe Fonction et champ de la parole et du langage toma como guía la lingüística, la cual le parece estar “en la vanguardia de la antropología contemporánea”63. Es claro que se remite allí ante todo a Saussure; que los términos de significante y de significado remiten al Curso de lingüística general. Pero ya de entrada encontramos que usa estos términos de una manera diferente a la del lingüista. En efecto, cuando dice que los dones intercambiados entre los hombres de la Antigüedad ‘son ya símbolos, en cuanto que el símbolo quiere decir pacto, y en cuanto son en primer lugar significantes del pacto que constituyen como significado’

64

, está haciendo del significante el equivalente

de simbólico. Esto se puede entender añadiéndole a Saussure algo de LéviStrauss. Del mismo modo se entiende la afirmación ‘la ley del hombre es la ley del lenguaje’

65

. Esta significa que la ‘ley del lenguaje’ equivale a la ley que

regula las alianzas y las estructuras de parentesco, aunque desde ya se introduzca en ella al padre como ‘el sostén de la función simbólica que, desde

63

“en flèche de l’antropologie contemporaine” (Lacan,1953l Lef:284 Les:103).

64

“sont déjà symboles, en ceci que symbole veut dire pacte, et qu’ils sont d’abord signifiants du pacte qu’ils constituent comme signifié” (Lacan,1953l Lef:272 Les:92).

65

“la loi de l’homme est la loi du langage” (Lacan,1953l Lef:272 Les:91).

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\El inconsciente de Freud a Lacan

el albor de los tiempos históricos, identifica su persona con la figura de la ley” 66. El Curso de Saussure dejó abierta las puertas a nuevas interpretaciones y usos, y en cierto sentido Lacan emprende una de las líneas de desarrollo que dichas enseñanzas permitían proseguir. Él es consciente de esto: “...publicación primordial para transmitir una enseñanza digna de ese nombre, es decir que no puede ser detenida sino sobre su propio movimiento” 67 Pero aunque se quiera insistir en una relación de continuidad con el Curso, en muchos puntos Lacan no explota esta posibilidad de la misma forma que los lingüistas. La aprehensión lacaniana del lenguaje queda en gran medida determinada por la concepción de Ferdinand de Saussure, aunque no exclusivamente. Existen otras referencias lingüísticas tanto en el texto citado como en otros. Así en efecto, es claro que las orientaciones teóricas de Benveniste le resultaron muy significativas. Con seguridad leyó con atención diversos artículos de Benveniste: Naturaleza del signo lingüístico publicado en 1939, y en el cual se discute el concepto saussuriano de arbitrariedad; Estructura de las relaciones de persona en el verbo de 1946, el cual opone el ‘yo’ y el ‘tú’ a la no-persona o tercera persona; Comunicación animal y lenguaje humano, aparecido en 1952, y que tiene un gran eco en el Discurso de Roma. Por otro lado, dan testimonio de la estima que Lacan le tenía a Benveniste, el homenaje que le rinde en el Séminaire 1 (Lacan,1953n Lls.01:272) y la contribución que le pide para el primer número de la revista La psychanalyse.

66

“le support de la fonction symbolique qui, depuis l’orée des temps historiques, identifie sa personne à la figure de la loi” (Lacan,1953l Lef:278 Les:1/97-8).

67 “…publication primordiale à transmettre un enseignement digne de ce nom, c’est-à-dire qu’on ne peut arrêter que sur son propre mouvement” (Lacan,1957e Lef:497 Les:1/183).

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Otra influencia, que sorprende por cuanto está en contracorriente con el estructuralismo, es la de Damourette y Pichon. La afirmación de estos lingüistas según la cual ‘la pareja locutor-adlocutor existe siempre en todo lenguaje’ se refleja en “la locución del sujeto comporta siempre un adlocutor”68 de Fonction et champ. Asimismo tendrán un importante papel en la conformación de la noción de ‘forclusión’ (véase Aparicio,1984). En igual contraposición con Saussure, en particular en contradicción con la dicotomía lengua-habla que es fundadora de la ciencia lingüística, se halla el tema del lenguaje como acción. Parece que Lacan se inspira inicialmente para este tema en la teoría de Bühler, a quien menciona expresamente en el Séminaire 1 (Lacan,1953n Lls.01:99). Pero también en Jakobson, quien retomó y completó el esquema de Bühler sobre las funciones del lenguaje, para añadir otras que también indican que el lenguaje no se reduce a la comunicación de un contenido. En Jakobson encontrará Lacan sobre todo el modelo de formalización utilizado en la fonología, pero también —demostrando que conocía por anticipado el contenido del artículo Shifters, verbal categories and the russian verb¸ publicado en 1957— usará en el Séminaire 1 la concepción de los conmutadores (shifters), la cual puede darse dentro de una teoría que distinga la enunciación del enunciado. Ya es casi un lugar común decir que Lacan hizo una lectura ‘lingüística’ de Freud. Pero lo que menos circula en estos decires corrientes es que, si bien Lacan se apoyó en la teoría saussuriana, las redefiniciones lingüísticas que empleó para establecer su aprehensión de lo inconsciente, son incompatibles con la lingüística. Lacan modifica los ‘instrumentos’ conceptuales que toma prestados, tanto en su sentido como en su alcance. Conserva los términos de la lingüística, pero en cierto forma ‘pervertidos’.

68

“l’allocution du sujet (...) comporte toujours un allocutaire” (Lacan,1953l Lef:??).

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En realidad lo que Lacan más retiene de la lingüistica es la posibilidad que le ofrece de un modelo de formalización: “La forma de matematización en que se inscribe el descubrimiento del fonema como función de las parejas de oposición formadas por los más pequeños elementos discriminativos observables de la semántica” 69 Modelo que no es otro que el retomado por Jakobson de la corriente del formalismo ruso, a través de Troubetzkoy. Así pues, los análisis de Lacan conscientemente ‘superan’ o ‘desvían’ la teoría saussuriana del signo en nombre de un ideal de ciencia para el cual el lenguaje debe excluir cualquier preexistencia del significado. Con esta propuesta el estructuralismo pretendió reducir el fenómeno de la significación y dio origen a un ideal de lo que sería ‘objetivamente’ cognoscible. Esta visión es la que se refleja en la crítica que Lévi-Strauss hace a Mauss respecto a su interpretación de la noción de ‘mana’, o es la que lo lleva a afirmar que “para alcanzar lo real es necesario, en primer lugar, descartar lo vivido” — como dirá Lévi-Strauss en Tristes trópicos (Lévi-Strauss,1955:46). Según Lévi-Strauss para ‘alcanzar lo real’ se requiere de lo inconsciente como mediador entre el sujeto y el otro. Esa mediación reduce la distancia entre el sistema simbólico particular y la estructura general subyacente. El yo del etnólogo se acerca a la comprensión del sistema simbólico que le es ajeno, por medio de su ‘reducción’ o subsunción en las reglas generales del pensamiento humano, es decir, al llegar a estas estructuras generales que regulan la función o capacidad simbólica. Es en esa estructura reguladora que, para Lévi-Strauss, se sostiene el pensamiento inconsciente.

69

“La forme de mathématisation où s’inscrit la découverte du phonème comme fonction des couples d’opposition formé par le plus petis éléments discriminatifs saisissables de la sémantique” (Lacan,1953l Lef:284 Les:103).

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2.5.1. CRITICA DEL SIGNO Sin negar que sobre la lectura ‘lingüística’ de Freud se encuentran desarrollos esclarecedores en los primeros seminarios y que dicha lectura seguirá desarrollándose, en realidad las principales modificaciones introducidas por Lacan a las tesis saussurianas se encuentran condensadas en L’instance de la lettre (Lacan,1957e). A pesar del aparente acuerdo con las concepciones saussurianas sobre la lingüística, en L’instance de la lettre (Lacan,1957e) se introducen en realidad grandes diferencias en la concepción del signo. Si bien ya casi nadie ignora que el término ‘significante’ venga de Saussure, no podemos decir que sea uno de los términos mejor conocidos en la enseñanza lacaniana, pues se ignora frecuentemente que Lacan desprende de Saussure un formalismo que pone a jugar contra el propio Saussure, para desarticular el signo y para promover la prevalencia y la autonomía del significante. En primer lugar Lacan, al diagrama que hace Saussure sobre el signo le da el nombre de ‘algoritmo’; por lo demás con una acepción muy propia y que será recurrente en su discurso. Dicho algoritmo en sus palabras ‘es el siguiente: S s que se lee así: significante sobre significado, el ‘sobre’ responde a la barra que separa sus dos etapas” 70 Los cambios de detalle que introduce con esta nueva diagramación no son secundarios, como ya muchos autores lo han comentado (véase Nancy-&-

70

“est le suivant: S/s qui se lit: signifiant sur signifié, le sur répondant à la barre qui en sépare les deux étapes” (Lacan,1957e Lef:497 Les:1/182).

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Lacoue-L,1973 ). Los elementos se representan por letras simples, el significado se lo coloca debajo de la barra y el significante en la parte superior es el que va en mayúscula. Simultáneamente desaparecen el óvalo que las encerraba y las flechas a izquierda y derecha que permitían leer la raya horizontal más como un trazo de unión que de separación. Pero uno de las grandes diferencias en la concepción del signo consiste en acentuar al interior de éste los lazos entre los significantes en lugar de atender a los lazos entre significantes y significados. Retira así del signo saussuriano el significado, dejando un paradójico significante que no remite a ninguna significación, sino a su propio juego combinatorio (Nancy-&-Lacoue-L,1973:66). Le retira también la función sígnica, por la cual el significante y el significado se disponen solidariamente, y despoja así al signo de la función representativa en tanto función referencial. En consecuencia Lacan termina por reservar el nombre de signo a la pura función indicial. Habría que afirmar (corrigiendo Eco,1984:238) que Lacan más que reducir las funciones sígnicas o relaciones de expresión-contenido a la lógica interna de los significantes, lo que hace es excluir las primeras y ocuparse solo de la segunda de acuerdo con un modelo sintáctico. Por lo mismo al excluir las funciones sígnicas pierde toda pertinencia la eventual utilización de cualquier modelo semiótico.

2.5.2. PRIMACIA DEL SIGNIFICANTE Y DESTINO DEL SIGNIFICADO El planteamiento que adopta Lacan sobre la precedencia y la autonomía del significante coincide también con el de Lévi-Strauss tal como lo veíamos expresado en la Introducción a la obra de Mauss “…los símbolos son más reales que aquello que simbolizan, el significante precede y determina al significado” (Lévi-Strauss,1950:28).

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Por eso contrariamente a la homología entre significante y significado que supone el esquema saussuriano de la ‘lluvia’ que recorta los dos flujos amorfos o masas flotantes (Saussure,1916:192), Lacan pone de presente la autonomía (independencia y preexistencia) del significante (Nancy-&-Lacoue-L,1973:55-6) en la producción de los significados a través de sus propios recortes. “De donde puede decirse que es en la cadena del significante donde el sentido insiste, pero que ninguno de los elementos de la cadena consiste en la significación de la que es capaz en el momento mismo” 71 Por tanto de la contemporaneidad del significante y el significado que describía Saussure, se pasa a postular un plano en el que solamente aparece el significante. Es por tanto la idea de un significante que se da con anterioridad, sin significado; es un significante puro y autónomo. Esto no impide que se dé significado, pero como producido por el significante; el significante es un agente. En este punto Lacan se apoya en las elaboraciones saussurianas sobre el valor del signo lingüístico. Para Saussure la delimitación y la significación del signo no existen sino en función de todos los otros signos, en función de las relaciones diferenciales que mantienen entre ellos. De allí se puede extraer la concepción de la lengua como un sistema que prioritariamente está hecho de diferencias. Pero si para Saussure es un mismo corte el que hace nacer simultáneamente el significante y su asociación con el significado y por tanto el significante surge indisociablemente del establecimiento del signo, para Lacan, en cambio, no existen tales cortes sino un permanente deslizamiento del significante que luego es ‘amarrado’ retroactivamente. Por tanto para Lacan la significación más que circunscrita a unidades sígnicas elementales, se opera sobre el conjunto de la secuencia hablada. En este sentido la perspectiva de Lacan es más la del mensaje, el juicio o el veredicto, por tanto una perspectiva

71

“D’où l’on peut dire que c’est dans la chaîne du signifiant que le sens insiste, mais qu’aucun des éléments de la chaîne ne consiste dans la signification dont il est capable au moment même” (Lacan,1957e Lef:502 Les:188).

170

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de la comunicación en lugar de la del significado o el concepto ligado al significante( ver Laplanche,1981:122-123). Por la anterior razón, para algunos, entre las reinterpretaciones del óvalo saussuriano, más importante que la primacía del significante sobre el significado, su precedencia y su autonomía (configuradoras y coaccionadoras), es el uso que hace Lacan de la barra existente entre los componentes del signo. El signo, referencial para Lacan, se plantea en la resistencia a la barra, mientras que la autonomía del significante cumple la función de significancia, en la que no hay indicación de referente o alguna cosa (Nancy-&-LacoueL,1973:66). A la impugnada noción de significación se le opone la de ‘significancia’, la cual más que ser ese juego formal del significante según leyes combinatorias irreductibles a leyes de contenido o de sentido (Braunstein,1981:165), se la hace coincidir con la revelación que se da, en ese juego poético, de una verdad heideggeriana. La significancia lleva a dos tesis contradictorias: ella franquea la barra o se desliza

a

lo

largo

de

ella

(Nancy-&-Lacoue-L,1973:65).

También

contradictoriamente la producción de sentido es abordada o por intermedio del sujeto (el sentido no podría tener lugar sino para y por el sujeto) o por medio de los tropos (metáfora y metonimia).

* * * Por otra parte, el riesgo de caer en un exceso sobre esta tesis de la presencia de un deslizamiento incesante del significado parece contrarrestado por su observación sobre las psicosis

72

. Fue en este Seminario donde lanzó la noción

de puntada de acolchado y donde sostuvo que se necesitaban ciertos puntos

72

Ver Lacan,1955e Lls.03:297 y en Lef:502 recuerda a Lls.03:304.

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fundamentales de amarre entre significante y significado para que un ser humano fuera normal. Posteriormente Lacan prosigue la elaboración de esta noción en los siguientes seminarios:

Séminaire

4

Les

formations

de

l’inconscient

(1957/58)

(Lacan,1956g) y Le désir et son interprétation (1958/59) (Lacan,1958e). Estas elaboraciones encontrarán su expresión más condensada en Lacan,1960d Subversion du sujet et dialectique du désir. La respuesta a este problema del eterno deslizamiento del significado (ver Nancy-&-Lacoue-L,1973:56) fue considerada por el mismo Lacan como mítica: “Entre las dos cadenas...la de los significantes en relación a todo lo que circula de significados ambulantes porque están siempre deslizándose, la sujeción a la cual me refiero o más aún el punto de almohadillado es mítico, pues nunca nadie ha podido sujetar una significación a un significante; pero en cambio, lo que puede hacerse es sujetar un significante a un significante y ver lo que pasa. Pero en este caso se produce siempre algo nuevo, a saber, el surgimiento de una nueva significación” 73 Es claro que de todos modos, a pesar de las precauciones y dificultades, para Lacan es primordial la articulación interna del estrato significante y que le es problemático el nivel del significado. El primero será aproximado a lo simbólico y el segundo a lo imaginario.

73

“Entre les deux chaînes...celle des signifiants par rapport à tout ce qui circule de signifiés ambulantes parce qu’ils sont toujours en train de glisser, l’épinglage dont je parle ou encore le point de capiton est mytique, car jamais personne n’a pue épingler une signification à un signifiant; mais par contre, ce qu’on peut faire, c’est épingler un signifiant à un signifiant et voir ce que ça fait. Mais dans ce cas il se produit toujours quelque chose de nouveau… à savoir le surgissement d’une nouvelle signification” (Lacan,1957g —22ene.58— Seminario 05 Les formations... citado por Laplanche en su intervención de Bonneval y recitado en Nancy-&Lacoue-L,1973:57).

\El inconsciente de Freud a Lacan

172

2.5.3. PROPIEDADES DEL SIGNIFICANTE Y FORMALISMO ¿Qué es entonces el significante para Lacan? “...definí el significante como nadie ha osado” 74 Ante todo se define por su literalidad: “la

letra,

significante”

a

saber

la

estructura

esencialmente

localizada

del

75

Lacan le otorga al significante/letra una materialidad: “Designamos como letra ese soporte material que el discurso concreto toma del lenguaje” 76 Pero es una materialidad singular, no sujeta a división: “Pero si hemos insistido primero en la materialidad del significante, esta materialidad es singular en muchos puntos, el primero de los cuales es no soportar la partición” 77 “en cuanto a la letra...se dirá que lo que se dice debe entenderse a la letra (à la lettre), que nos espera en la casilla una carta (une lettre) incluso que tiene uno letras (des lettres), -pero nunca que haya en ningún sitio letra (de la lettre)...” 78

74

“…J’ai défini le signifiant comme ne l’a osé personne” (Lacan,1970f fr:65 es:24).

75

“la lettre, à savoir la structure essentiellement localisée du significant” (Lacan,1957e Lef:501 Les:1/187).

76

“Nous désignons par lettre ce support matériel que le discour concret emprunt au langage” (Lacan,1957e Lef:495 Les:181). 77

“Mais si c’est d’abord sur la materialité du signifiant que nous avons insisté, cette matérialité est singulière en bien des points…” (Lacan,1954a.17 Le séminaire sur la lettre volée Lef:24 Les:2/24). 78

“pour la lettre... on dira que ce qu’on dit est à entendre à la letre, qu’il vous attend chez le vaguemestre une lettre, voir que vous avez des lettres —jamais qu’il n’y ait nulle part de la lettre...” (Lacan,1954a Lef:24 Les:2/24-25).

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A esta la materialidad ‘reducida’ o no sustancial (Nancy-&-Lacoue-L,1973:33), se le agrega la no-cuantificabilidad “Es que el significante es unidad de ser único, no siendo por su naturaleza sino símbolo de una ausencia” 79 De esa materialidad dependen, además de su insecabilidad, su relación singular con el lugar: “Es evidente...que la carta (letra) en efecto tiene con el lugar relaciones para las cuales ninguna palabra francesa tiene todo el alcance del calificativo inglés: odd...Digamos que esas relaciones son singulares, pues son las mismas que con el lugar mantiene el significante” 80 Quizás también en razón de esta bizarra relación falla en su lugar y circula: “estará y no estará allí donde está, vaya a donde vaya” 81 “el significante no se mantiene sino en un desplazamiento” 82 La concepción de la materialidad del significante sufrirá algunos cambios. En Fonction et champ a partir de la relación del lenguaje con la palabra se afirma que ésta no es inmaterial; facilita las somatizaciones o bien sufre las consecuencias de los actos imaginarios que debería sufrir el paciente. Más tarde, en Radiophonie, precisará que la corporalidad de lo simbólico es del orden de la inmaterialidad de los estoicos.

79

“C’est que le signifiant est unité d’être unique, n’étant de par sa nature symbole que d’une asbsence” (Lacan,1954a Lef:24 Les:2/25) 80

“Il est évident... que la lettre a en effect avec le lieu, des rapports pour lesquels aucun mot français n’a toute la portée du qualificatif anglais: odd.... Disons que ces rapports sont singuliers, car ce son ceux-là même qu’avec le lieu entretien le signifiant” (Lacan,1954a Lef:23 Les:2/23-24). 81

“elle sera et ne sera pas là où elle est, où qu’elle aille” (Lacan,1954a Lef:24 Les:2/25).

82

“le signifiant ne se maintient que dans un déplacement” (Lacan,1954a Lef:29 Les: 2/30).

174

\El inconsciente de Freud a Lacan “Hagamos justicia a los estoicos por haber conocido ese término, rubricar en qué lo simbólico aspira al cuerpo: lo incorporal” 83

Pero continuemos enumerando las propiedades del significante. El significante responde a una estructura diferencial (Lacan,1960d Lef:806): “el significante no se constituye sino de una reunión sincrónica y numerable donde ninguno se sostiene sino por el principio de su oposición a cada uno de los otros” 84 Dicha estructuralidad del significante se plantea como articulación: “Ahora

bien,

la

estructura

del

significante

es,

como

se

dice

corrientemente del lenguaje, que sea articulado” 85 y lo será según leyes de un orden cerrado (Lacan,1957e Lef:501) “anillos cuyo collar se sella en el anillo de otro collar hecho de anillos” 86 A dicha articulación, que por demás podrá describirse según los ejes saussuriano-jakobsianos del sintagma y el sistema, se le ve necesario un substrato topológico (=combinación de lugares) que Lacan aproxima a la idea de cadena significante. Por eso, en la especial dimensión de su espacialidad, el significante se inscribe más bien como una ley de diferencia, en torno a una especie de hueco estructural. La cadena se constituye por marcas diferenciales que funcionan centradas en la carencia del Otro, algo así como un significante originario desde donde se trama la combinación significante, pero que no es 83

“Rendons justice aux stoïciens d’avoir su de ce terme: l’incorporel, signer en quoi le symbolique tient au corps” (Lacan,1970f fr:61 es:18).

84

“Le signifiant ne se constitue que d’un rassemblement synchronique et dénombrable où aucun ne se soutient que du principe de son opposition à chacun des autres” (Lacan,1960d Subversion Lef:806 Les:1/317). 85

“Or la structure du signifiant est, comme on le dit communement du langage, qu’il soit articulé” (Lacan,1957e Lef:501 Les:1/187).

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nada en sí mismo. La lógica diferencial determina pues todo el orden del significante; ese juego es el que puede llamarse ‘lógica del significante’ y que paradójicamente gira alrededor de un hueco o de una falta. Esta singular materialidad no-cuantificable (Lacan,1954a.17 Lef:23-4) no es, pues, sustancial. Con esta opción se rehusa en todo caso, un origen del lenguaje en la idealidad del sentido o en la materialidad somática (ver Nancy-&Lacoue-L,1973:33). Será en este orden de materialidad del lenguaje como habrá que pensar la materialidad del inconsciente lacaniano.

* * * Se puede ver en los anteriores planteamientos la influencia de la fonología de Jakobson, disciplina lingüística que también determinó a Lévi-Strauss. Para Jakobson la estructura de base de la lengua es el sistema fonológico y el fonema es tanto el pivote como el elemento específico del sistema lingüístico. En efecto la lengua es el único sistema compuesto de elementos que son al mismo tiempo significantes y carentes de significación (Six leçons:78 cit Pirard,1979:550). Por su parte la especificidad de los fonemas consiste en que su distinción se opera por medio de una diferencia concreta y fija que sólo interviene en el plano del significante, mientras que en el plano del significado solo queda la posibilidad de distinguir las significaciones (Six leçons:80 cit Pirard,1979:550). Si bien Jakobson, con su visión de las oposiciones fonológicas, radicaliza el planteamiento saussuriano, en lo morfológico y gramatical lo relativiza, al positivizar y fundar las oposiciones de este último plano sobre el significado. De manera semejante encontramos en Lacan la asimilación de la cadena significante a una estructura fonológica, cuyos constituyentes no tienen ninguna positividad, sino un valor opositivo, diferencial y negativo. La cadena es la 86 “anneaux dont le collier se scelle dans l’anneaux d’un autre collier fait d’anneaux” (Lacan,1957e Lef:502 Les:1/187).

176

\El inconsciente de Freud a Lacan

estructura básica, es un sistema de propiedades mínimas del que se suprime toda cualidad. En realidad, la idea corresponde a una sola parte de la lingüística que es la fonología, y ni siquiera corresponde a todo el significante del cual se ocupa la fonemática. A este respecto es pertinente recordar el modelo del Seminario de la carta robada (1955) (Lacan,1954a.17) y de Instancia de la letra (Lacan,1957e ). El significante, en este seminario, aunque comienza a ser relacionado con la compulsión a la repetición, sobrepasa la definición lingüística para convertirse más bien en un fonema, en cualquier elemento de una combinatoria. La primacía del significante, como primacía de la estructura diferencial, como determinación de la formalidad presencia-ausencia, apunta a considerar el inconsciente como un proceso cibernético binario. Pero Lacan no se sirve de la fonología como de un modelo. A diferencia de la estructura fonológica, la cadena lacaniana es abierta. Tampoco el significante lacaniano es enteramente fonológico aunque, como éste, tienda a definírselo como completamente diferencial y vacío; también se encuentra (¿a pesar de Lacan?) que el significante es letra, cifra o gestalt, como lo ilustra la V de ‘El hombre de los lobos’. En verdad si el significante psicoanalítico no es puro fonema sin significado es porque se queda a la espera del sentido. ¿Pero si el significante no se reduce al puro fonema, cómo podemos autonomizarlo? Si se otorgan al significante otras prerrogativas además de las del fonema, entonces la ‘cadena significante’ se convierte en una entidad sui generis, en otra creación lacaniana. De todas maneras lo que toma en cuenta el psicoanálisis lacaniano lo será en calidad de significante y como sólo hay una cadena de significantes, esto prohibiría referirla al afuera de ella misma (Pirard,1979:544-45).

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“El inconsciente...lo único elemental que conoce son los elementos del significante” 87 En última instancia la tentativa lacaniana por reducir la significación llegará al punto de erradicarla por completo del inconsciente y de reducir el soporte de éste a un juego de lenguaje, en el extremo, a una combinatoria binaria.

2.5.4. LO SIMBOLICO: PACTO, ALGEBRA Y PALABRA La interpretación lacaniana se abre camino a través de tres palabras: lenguaje, estructura y simbólico. Para Lévi-Strauss “el lenguaje es la más perfecta de todas las manifestaciones de orden cultural que forme...sistemas, y si queremos comprender qué es...habrá que concebirlo como códigos formados por la articulación de signos, conforme al modelo de la comunicación lingüística” (Lévi-Strauss-&Charbonnier,1961:134). En Lévi-Strauss el lenguaje es una vía de acceso a las estructuras mentales inconscientes; por su intermedio, incluso mejor que por medio de las instituciones, es como se puede llegar a ellas (Lévi-Strauss,1950:33 ). “Es la lingüística, y en especial la lingüística estructural, la que nos ha familiarizado desde entonces con la idea de que los fenómenos fundamentales de la vida del espíritu, aquellos que la condicionan determinando sus formas más generales, se sitúan dentro del pensamiento inconsciente” (Lévi-Strauss,1950:28).

87 “L’inconscient ... il ne connaît que les éléments du signifiant” (Lacan,1957e Lef:522 Les:1/206).

178

\El inconsciente de Freud a Lacan

Los sistemas simbólicos particulares se llegan a hacer equivalentes por medio de unas reglas de transformación. De esta manera la ‘función simbólica’ como substrato de todos ellos, obedece a un código que está por descubrir. Lacan, a diferencia de Lévi-Strauss, ya no busca estos códigos específicos. Los dos ejes del lenguaje le bastan para entender como opera lo simbólico, de acuerdo

con

esa

autonomía

ya

planteada

por

Lévi-Strauss

(Lévi-

Strauss,1950:28 ; Roustang,1986b:47). De ahí que a Lacan le interese el lenguaje más como función universal que como código; lo convierte en una condición de existencia de los sistemas simbólicos, y le retira la posibilidad de ser meramente el modelo o el instrumento para comprender las categorías internas o estructuras particulares de cada sistema. En consecuencia la definición del orden simbólico en estos términos ya no parece corresponder con las que da Lévi-Strauss del pensamiento simbólico o de la función simbólica. Es claro que la noción de lo simbólico sufrirá en Lacan una serie de distorsiones substanciales, por cuanto va a aplicarla fuera de la etnología (Roustang,1986b:48)

y

a

encajar

forzadamente

a

Freud

en

ella

(Roustang,1986b:46n.7). Los sistemas simbólicos en Lévi-Strauss, si bien tienen una estructura última que es la función simbólica o inconsciente, siguen siendo sistemas de pensamiento construidos con elementos concretos (signos o imágenes) que ‘vehiculizan’ las reglas sociales y las experiencias. En Lacan, a lo simbólico se lo separará del grupo o del sistema cultural concreto. En lugar de ser una capacidad de un espíritu humano abstracto, se lo substantivará e individualizará como un término transindividual (el Otro), se lo hará equivalente al conjunto del lenguaje disponible, al tesoro de los significantes. Por tanto el lenguaje es el que llevará todo el peso de una substancia, pero así como para Lévi-Strauss las leyes del lenguaje son las de la lógica, también para Lacan llegará a reducirse a una combinatoria.

El inconsciente de Freud a Lacan/

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Por otra parte si en Lévi-Strauss se da una triple caracterización de los sistemas

simbólicos:

como

sistemas

expresivos

y

cognitivos,

como

aseguradores de reglas sobre el intercambio social y como sistemas combinatorios, en Lacan encontraremos sólo una dualidad: como sistema de intercambio y como sistema combinatorio (Roustang,1986b:56). En Fonction et champ (Lacan,1953l) hallamos una acepción de simbólico más cercana a Hegel, por cuanto hace de la simbolización una reconstrucción de la continuidad de la historia del individuo (sujeto), un completamiento del sentido. Esto termina en que el fin de esa historización sea el asumir, de nuevo con Heidegger, el ser-para-la-muerte. Posteriormente en el Séminarie 02 (Lacan,1954a), como vimos, se introduce el orden simbólico como lenguaje puro o combinatoria. En razón de estas dos acepciones —social y algebraica— se introduce, según Roustang, un equívoco en la noción de lo simbólico. En cambio Julien (Julien,1985:75-86) hace un desarrollo en el cual muestra a Lacan superponiendo las oposiciones del lenguaje a las de simbólico e imaginario. La palabra plena es la creadora y generadora de lazo intersubjetivo, morada de la verdad. Dice que en el Séminaire 2 —30mar.55— Lacan plantea el orden simbólico como lenguaje puro, y a la estructura de éste como condición de la palabra operante. En este sentido las dos acepciones del símbolo no se contradicen sino que se articulan. El rasgo más fuerte que para Lacan tiene lo Simbólico parece ser el de “sistema sincrónico de oposiciones estructuradas en un sistema carente de significado”, es decir ese carácter de puro significante, que vimos se inspiraba en la fonología. Si en este orden de ideas la autonomía objetiva de lo simbólico será concebida como

la

de

los

fonemas,

bajo

la

pauta

de

una

combinatoria

(Roustang,1986b:46), en cambio, como consecuencia de la destrucción del signo y de la cancelación de su dialéctica, se pasa a atribuir la integralidad del pacto simbólico a la palabra.

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\El inconsciente de Freud a Lacan

La palabra (parole que se opone a langue) designa en Saussure el desempeño lingüístico en sus aspectos individuales tanto psicofísicos como del uso personal del repertorio de la lengua. Para Saussure el carácter social está depositado y representado por la lengua, mientras que para Lacan se halla en la palabra sostenida por las autoridades de la ortodoxia. De esta manera en Lacan se corresponde la palabra con la verdad-manifestación y la lengua con la verdad-adecuación: “La palabra manifiesta pues ser tanto más verdaderamente una palabra cuanto menos fundada está su verdad en lo que llaman la adecuación a la cosa: la verdadera palabra se opone así paradójicamente al discurso verdadero; sus verdades se distinguen por esto: que la primera constituye el reconocimiento por los sujetos de sus seres en cuanto que están en ella inter-esados, mientras que la segunda está constituida por el conocimiento de lo real, en cuanto que es apuntado por el sujeto en los objetos. Pero cada una de las verdades aquí distinguidas se altera por cruzarse con la otra en su vía” 88 ¿Si el pacto se realiza sólo en la palabra, no lo convertimos en puro juego de persuasión y seducción, o en mostración narcisista? ¿Si de entrada introducimos la sospecha y la desconfianza, la podremos eliminar por medio de juramentos, afirmaciones de sinceridad o reconfirmaciones enunciadas? “¿Para que me dices que vas a Cracovia para que yo crea que vas a Lemberg, cuando en realidad vas a Cracovia?”. Más bien se debe pensar una tensión de lengua y palabra; la primera propone direcciones de sentido y el discurso las efectúa en una situación.

88

“La parole apparaît d’autant plus vraiment une parole que sa vérité est moins fondée dans ce qu’on appelle l’adéquation à la chose: la vraie parole s’oppose ainsi paradoxalement au discours vrai, leur vérité se distinguant par ceci que la première constitue la reconnaissance par les sujets de leurs êtres en ce qu’ils y son inter-essés, tandis que la seconde est constituée par la connaissance du réel, en tant qu’il est visé par le sujet dans les objets. Mais chacune des vérités ici distinguées s’altère à croiser l’autre dans sa voie” (Lacan,1955c Lef:351 Les:2/118).

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2.5.5. FILOSOFIA DEL LENGUAJE Y DEL SUJETO Para Lacan “aplicarse a las raíces mismas del lenguaje es aplicarse a la cuestión del sujeto” (si invertimos su afirmación del Séminaire 02 Lacan,1954a Lls.02:163). Pero cuando Lévi-Strauss habla de los orígenes del lenguaje no adopta el mismo punto de vista: “Resolvamos el problema de la naturaleza y del origen del lenguaje y entonces podremos explicar lo demás: qué es la cultura y cómo ha sido que ha aparecido...” (Lévi-Strauss-&-Charbonnier,1961:138). En realidad esta pregunta equivale para Lacan a la pregunta por lo que hace posible la existencia de una realidad significativa. Para Lacan dicha cuestión tiene respuesta con la postulación del sujeto del significante. Es pues en este otro sentido como entiende él que el asunto del lenguaje es la gran cuestión de las ciencias humanas (Lacan,1954a Lls.02:147). Podemos leer retroactivamente que la ‘lingüística’ lacaniana ya es una ‘lingüístería’, en la medida en que para él no se trata de teorizar sobre la estructura de la lengua sino de ver cómo el lenguaje conlleva una determinación del sujeto89. En consecuencia, que el lenguaje implique al sujeto es una tesis que deriva de la particular relación filosófica de Lacan con el estructuralismo (Milner,1995:91). “¿Qué entender por el término ‘lenguaje’, cuya ambigüedad es manifiesta en esas primeras teorizaciones lacanianas? Se trata de la lengua, del discurso, del habla o de la facultad de simbolizar?” (Marini,1986:74).

89

Lo arbitrario saussuriano abre un lugar al sujeto, ver LeGaufey,1991 153,156.

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\El inconsciente de Freud a Lacan

Si en Au-delà du principe de realité (Lacan,1936b) “el lenguaje antes de significar algo, significa para alguien”, diez años después (en Lacan,1946b), como hemos visto, el lenguaje se convierte para él en algo inseparable de la significación del ser y la verdad. Si hasta 1969 en el Prefacio a Rifflet-Lemaire “El lenguaje es la condición del inconsciente … ‘Lacan hubiera vibrado afirmando que el inconsciente era la implicación lógica del lenguaje: no hay en efecto, inconsciente sin lenguaje” (Lacan,1969g es:19). * poco después, en 1970 en Radiophonie: “lo inconsciente es la condición de la lingüística” 90 Por una parte, Lacan toma (particularmente desde el Séminaire 2 Lacan,1954a) (ver Julien,1985:83) una concepción del lenguaje como pura forma, basada en un juego diferencial de valores, y hace de su estructura combinatoria la condición para que él, a la manera heideggeriana, haga advenir el ser, instaurar un 1 a partir de un 0 . La radicalización de la definición de lo significante conduce a Lacan a borrar la intencionalidad referencial del lenguaje a las cosas, a los entes. Se concibe así al lenguaje como pura negatividad, como el asesino de la cosa. Pero, por otra parte, asocia el juego de significantes con una ‘significancia’; en última instancia con una verdad que tiene efecto para el sujeto. La significancia lacaniana se asemeja a la intención del discurso, a su sentido, incluso a su referente. Saussure no habla de estos términos sino del significado del signo. El tratamiento que hace Lacan de la barra del signo, modifica por tanto ampliamente la visión saussuriana; es más lo lleva a confundir el habla (discurso) y la lengua. Su productividad significante en cierta forma ‘digiere’ la

90

“l’inconscient est la condition de la linguistique” (Lacan,1970f fr:58,62 es:14,20).

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lengua; los efectos de sentido se vuelven puras creaciones de lengua, aboliendo el valor establecido de los signos. En este orden de ideas se sitúa la crítica de Lacan a la ‘linealidad de la lengua’ (Nancy-&-Lacoue-L,1973:57). “Pero la linealidad...si es en efecto necesaria, no es suficiente...basta con escuchar la poesía” 91 Por tanto lo que constituye para Lacan esencialmente el discurso, al menos hasta 1957, no es la articulación sintagmática, la horizontalidad sintáctica de la cadena, sino la profundidad paradigmática. Esta es la que permite las metáforas que van a franquear la barra del signo, es decir, a producir sentido. La manera entonces como se franquea la barra es evocatoria (Nancy-&Lacoue-L,1973:59) A diferencia de los lingüistas para quienes la descripción de los lenguajes requiere de varios estratos, cada uno como una cadena, para Lacan, en cambio, solo existe un solo estrato. Las implicaciones de todo esto son insostenibles. Si algún discurso llegara a eliminar la lengua, su singularidad extrema lo llevaría a destruir la posibilidad de toda comunicación o interpretación. Es la lengua con su código, con sus unidades significativas, son las ‘puntadas de acolchado’ las que impiden que se convierta en puro ruido sin sentido. La exacerbación del discurso llevaría a un idealismo delirante para el cual el mundo parece estar en perpetuo renacimiento o reinvención. Ahora bien, no hay que olvidar que el efecto de ‘significancia’ que corresponde a la faceta ‘significado’, será ubicado en la dimensión de la palabra, en la relación con el Otro-sujeto, por cuanto es desde éste que se define la orientación de la comunicación y porque es en función de él que toma sentido

184

\El inconsciente de Freud a Lacan

el juego significante. Es un sentido dirigido, con una intencionalidad comunicativa, hacia el Otro, pero cuya respuesta no es el significado de particulares pensamientos inconscientes, sino un ‘significado’ sobre el ser y el deseo del sujeto. Esta última posición ya se halla en el Informe de Roma donde se dice que la práctica analítica se fundamenta en la palabra (Lacan,1953l Lef:243 Les:1/65), pero también se aclara en L’instance:

“...más allá de esa palabra, es toda la estructura del lenguaje lo que la experiencia psicoanalítica descubre en el inconsciente” 92 Si Lacan entonces no opera estrictamente como lingüista, sí trabaja, en cambio, con una filosofía del lenguaje, para la cual el significante es el ser, y el ser está en conformidad con el lenguaje (Juranville,1984:53). De acuerdo con esta filosofía Lacan confunde la lengua con el discurso, y el significado, con la referencia y con la cosa. Confusión esta última, inducida a su vez por la incertidumbre en Lacan respecto a la arbitrariedad del signo (ver Pirard,1979:547).

* * * Por lo que hemos visto, la estructura que Lacan encuentra en lo inconsciente no es la estructura de la lengua saussuriana. El lenguaje no es tomado en su sentido científico-positivo, sino ante todo en un sentido amplio y filosófico.

91

“Mais la linearité...si elle est necessaire en effet, n’est pas suffissante...il suffit d’ecouter la poésie” (Lacan,1957e Lef 503 Les:1/188-89). 92 “...au-delà de cette parole, c’est toute la structure du langage que l’expérience analytique découvre dans l’inconscient” (Lacan,1957e Lef:495 Les:1/180).

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De tomas maneras también la tesis del ‘inconsciente estructurado como un lenguaje’ se construye en buena medida gracias a la aplicación, en la obra de Freud, de la lingüística estructural. ¿Fundamentar lo inconsciente

en la función simbólica no supone que se

descubra en lo inconsciente una estructura de lenguaje? ¿Pero constituye en realidad la tesis del inconsciente estructurado como un lenguaje, estructurado por el lenguaje, el resultado de un análisis o un apriori de partida? (Rodríguez,1982:1284). Podría pensarse que ese a priori en Lacan lo constituye su ‘interés’ por pensar el ‘origen’ del inconsciente en el mismo proceso que introduce al sujeto en el universo simbólico.

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