La realidad como detonante de la fábula fantástica en la literatura de Alberto Chimal y Gabriela Alemán

May 24, 2017 | Autor: S. Rodríguez Pappe | Categoría: Ecuador, Fantástico, Alberto Chimal, Gabriela Aleman
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Descripción





La realidad como detonante para la fábula fantástica en las obras de los narradores Alberto Chimal (México) y Gabriela Alemán (Ecuador)
Como idea de apertura acerca del tema de lo fantástico, me interesa plantear la pregunta de por qué esta forma de escritura ha cobrado renovado interés en las últimas décadas en Centro América y América Latina, dado que siempre se ha tratado de un género de práctica poco convencional cuyas incursiones se han realizado por fuera de la tradición literaria. En esta afirmación quisiera apartar por un momento de esta sentencia nombres consagrados como el de Borges o Cortázar (a los que deberé acudir más adelante ) y a literaturas con un sólido linaje fantástico como la argentina y concentrarme en países donde el fenómeno ha sido diferente, como es el caso de México y ecuador. Es estas naciones la palabra fantástico, incluso en la actualidad, se ha asociada con obras de entretenimiento masivo que poco tienen que ver con la verdadera raíz del género, subversivo y rebelde, que ha utilizado el recurso de la simbología para ironizar y redimir la realidad.
Desde sus inicios en el siglo XVIII, el excesivo racionalismo de la ilustración fue confrontado por la libertad de imaginación del movimiento romántico, quienes construyeron una forma de arte se inclinaba hacia las representaciones de lo inexplicable y lo misterioso. En este marco se construyen los primeros relatos fantásticos bajo la consigna de controvertir la realidad y es justamente el aspecto de la escritura de lo fantástico que me interesa abordar en este ensayo: Como el mundo creado por Alberto Chimal en el relato La mujer que camina para atrás ( 2013) emplea la imaginación como metáfora para cuestionar las representaciones violentas y desoladoras de México y de cómo Gabriela Alemán en la novela Poso Wells (2007) idea un país parecido al Ecuador donde las fuerzas políticas, los fenómenos naturales y la debacle social generan un estado de crisis tal que está a punto de colocar esta tierra en la anarquía. Claro que este país del que habla alemán no se trata de Ecuador, pero a la vez se le aproxima bastante.
Además sé que entro con cuidado a hablar del genero fantástico porque que la tradición literaria del Cono Sur ha sido principalmente realista y se obsesiono durante los primeros años de la vida de las nuevas republicas con la construcción de una férrea identidad nacional. Asociando géneros como la literatura fantástica y la ciencia ficción a tradiciones extranjeras y escapistas que poco tenían que ver con la agenda política trazada. Los padres de la patria habían planificado el molde del ciudadano modelo bajo la inspiración religión y del apego por las raíces culturales locales. Admitir la influencia en las serias literaturas nacionales de potentes escritores de fantaciencia como Julio Verne, HG Wells o de líneas un poco más macabras y sobrenaturales como Edgar Allan Poe o Philiphe Lovecraf, no era lo conveniente para los escritores que desearan ser tomados en serio.
Para ilustrar lo que digo me gustaría presentar el caso de Juan Montalvo un escritor ecuatoriano que ha sido reconocido por el canon literario como un importante ideólogo revolucionario de pensamiento liberal. Montalvo su revista político- literaria El cosmopolita, en 1858 publico el que es tal vez el primer relato de vampiros de toda América latina llamado Gaspar Blodin. Este texto que es un logro visionario de Montalvo y un obvio producto de su contacto con la obra como las de, E.T.A. Hoffmann y Poe mientras viajaba por Europa y norteamericana, ha sido silenciado por la historia de la literatura ecuatoriana prefiriendo recordar sus aportes como articulista y opositor político; pero lo cierto es que Montalvo no escribió uno si no varios relatos fantásticos sobrenaturales que jamás han sido recopilados. Me pregunto si el valor que se coloca a parte de su obra y el olvido en el que se pone a la que resta se deberá al prejuicio que siempre se ha sentido en nuestros países por este tipo de literatura.
Entonces, sin que este sea un trabajo interesado en hacer un recorrido teórico me veo obligada en primera instancia en sintetizar como se ha desarrollado el género fantástico en relación a las representaciones de la realidad en el contexto latinoamericano y cuál ha sido el criterio de otros autores que han estudiado las relaciones de convivencia entre la literatura y el mundo externo. Lo que pretendo al trazar de este mapa de ruta es borrar la percepción binaria de que la imaginación y la realidad pueden ser excluyentes y demostrar puede establecerse entre ellas una relación de simbiosis.
Tzvetan Todorov en su introducción a la literatura fantástica (1976), texto al que los fantasistas contemporáneos como David Roas se refieren solamente para actualizar ciertos contenidos pero no deja de ser referencial, se habla de lo fantástico como una situación de percepción ambigua, ya que luego del acontecimiento fantástico, aquello que no calza en las leyes del mundo lógico , hay una dubitación donde el lector debe decidir de que lado de la vaya ha decidido colocar la interpretación del relato. Asi, si este sucede del lado de lo real, sera llamado extraño y si pasa del lado de la imaginación será llamado maravilloso.
Esa dubitación de la que habla Todrov se refiere, en el caso de lo maravilloso, a universos de escritura creados a partir de mundos autoreferenciales donde el sistema fabulado pareciera no tener nada que ver con la realidad en la que habitamos, por ejemplo, el caso de espacios mágicos donde las leyes físicas se rompen. Este tipo de historias crean un distanciamiento con el lector quien no puede ver en ese mundo un lugar reconocible. Todorov afirma, además que los lectores siempre tendrán un pie en uno de los bordes porque "Las leyes del mundo siguen siendo las que son".
Sin embargo, contrastando con la idea de que las fabulas fantásticas no tiene la intención de tomar referencias de la realidad, Todorov expone el concepto de alegoría a propósito de las posibilidades de lectura dentro de las historias, es decir que lo que sea que se relate en la fábula, tiene una lectura doble, una de ellas es literal y la otra espiritual o simbólica, otorgándole a los textos la posibilidad de ser algo más de que lo que se expone de manera explícita. En otras palabras, el autor admite la posibilidad de que lo fantástico llegue a ser la representación de otra cosa, una metáfora en más de un nivel.
Establecido esto, voy a hacer una pausa para exponer una de las posibilidades de lo fantástico en América Latina, trayendo a colación aquella declaración de Alejo Carpentier llamada "De lo real maravilloso americano" (1967), quien en ese ensayo compara la realidad europea con la americana y grafica a nuestro continente como un espacio donde es posible todo fenómeno de carácter hiperbólico y donde cabe toda esperanza. La realidad latinoamericana, exuberante y exótica, es tan rica que allí es posible realizar no solamente arte con imaginación si no que son posibles también los milagros, ya que en sus discursos artísticos se incorporan todas las mitologías que se encuentran en el imaginario de los habitantes de estas tierras. América es un espacio prodigo en la invención de fabulas:
Lo maravilloso comienza a serlo de manera inequívoca cuando surge de una inesperada alteración de la realidad (el milagro), de una revelación privilegiada de la realidad, de una iluminación inhabitual o singularmente favorecedora de las inadvertidas riquezas de la realidad, percibidas con particular intensidad en virtud de una exaltación del espíritu que lo conduce a un modo de 'estado límite'.(10)
Lo maravilloso comienza a serlo de manera inequívoca cuando surge de una inesperada alteración de la realidad (el milagro), de una revelación privilegiada de la realidad, de una iluminación inhabitual o singularmente favorecedora de las inadvertidas riquezas de la realidad, percibidas con particular intensidad en virtud de una exaltación del espíritu que lo conduce a un modo de 'estado límite'.(10)
Tal como lo precise antes, el desarrollo de la literatura en América según la teórica Louis Parkinson Zamora en Narrar el apocalipsis ( 1995) parecería estar ligada siempre a dar cuenta de los procesos histórico sociales del continente y los artistas se han orientado a venerar la fe de la historia y rendir pleitesía a la denuncia social para lucir sólidos y responsables , sintiéndose obligados a practicar la literalidad en sus textos como un modo de impartir justicia.
Pero es obvio que con tanto rigor, los autores debieron hallar desvíos para desarrollar nuevos temas de escritura. Donald L Shaw en el ensayo Nueva narrativa hispanoamericana : boom, post boom, posmodernismo (1987), procurando entender cómo se establecieron los mecanismos de abordaje para los principales tópicos en el Cono sur, señala que desde la época de la república se han dado dos líneas esenciales en la literatura, la novela de observación de fuerte compromiso social ( El grupo de Guayaquil) La realidad y nada más que la realidad y la literatura artística que ha preferido la experimentación al contenido. Señala como personaje angular que marca un punto de ruptura dentro del linaje realista a Jorge Luis Borges a quien cataloga como dueño de una obra individual llena de auto referencias y de cosmos propios, pero sin dejar de estar insertado dentro de un contexto nacional al que eventualmente hacia alusiones.
En otras palabras, Donald L. Shaw deja entrever, que tal como se ha concebido la tradición literaria en América, solo se pudiera o ser fiel historia o leal a la imaginación sin que entre ambos puntos existiera una confluencia o algún tipo de puente, pero como deseo demostrar, esto es falso porque estamos frente a universos permeables entre sí, los que desdibujan sus fronteras gracias a la fábula de la literatura cuando esta utiliza la realidad como detonante para el texto fantástico, siendo este un medio de ajusticiamiento o de reconquista de la realidad, tal como explicare sucede con la literatura de Chimal y de Alemán.
Una de esas posibilidades se encuentra en el poder metafórico de la literatura fantastica para hablar de las crisis de América Latina por medio de alegorías. (Esa alegoría a la que se refería Todorov) En el artículo Historia y fantasmagoría, Silvia Molloy (1991) afirma que existen cuentos y novelas de corte fantástico en América hispana que procuran una revisión de la historia publica para mostrar otros aspectos de esta, buscando "descontar la versión oficial" o enfrentarla, como es el caso de Pedro Paramo de Juan Rulfo donde se cuenta la historia de México empleando la figura de una fantasmal Comala. Es importante comprender que el poder de lo fantástico reside en la posibilidad que estas historias que parecerían salidas de la imaginación puedan hablar con libertad de aquello que resulta incómodo al poder.
Siguiendo por esta misma Línea Ana María Barrenechea en su estudio de la obra Rayuela (1979), coloca de ejemplo el trabajo de Julio Cortázar para referir se a cómo este escritor empleó lo fantástico bajo la idea de que la función revolucionaria de los artistas era no solo ser solidario con ciertas ideologías políticas si no también revolucionar las temáticas y las formas. Por lo que Cortázar se torna, en el símbolo de lo que Jaime Alrrazaki denomina: Lo neofantástico, ya que en lo fantástico moderno no es necesario que el lector ingrese al mundo imaginario del texto, sino que lo fantástico puede hallarse habitando la realidad, deslindase en pequeños acontecimientos que ponen en duda las leyes del mundo lógico causándonos un desasosiego del que no podemos escapar.
Con este antecedente me interesa presentar la obra de Alberto Chimal, autor mexicano nacido en Toluca en 1970 cuya producción se ha caracterizado por buscar desapegarse de la herencia realista de México y ha dirigido sus esfuerzos en desarrollar un tipo de literatura que él denomina como literatura de la imaginación fantástica, entrando bajo esta categoría la ciencia ficción, el micro relato y aquellas formas limítrofes donde el mito y la realidad colindan y se entremezclan.
Chimal declara que: lo fantástico, ha tenido el potencial de ser una forma peligrosa de la ficción: una forma subversiva y que la realidad, la que percibimos por los medios de comunicación, por ejemplo, llega a nosotros como la construcción de cualquier otro texto que surge como producto de la selección de cierta información y de otra no. Chimal expresa que la realidad mexicana ha sido retratada como violenta, cruel, injusta y devoradora a través de los discursos contemporáneos del poder, generando en los receptores un estado de miedo, el que finalmente es un gran catalizador de lo fantástico.
Entonces, la tarea de la imaginación, según Chimal consistiría en descolonizar, Sirve como un recordatorio: no de que no existe una ruta que todos debamos seguir, sino justo de lo contrario: de que puede haber otras rutas ya que según el autor a imaginación nos incrementa la sensibilidad y la capacidad crítica ante sucesos que nos desconciertan
Como ejemplo de cómo se establecen las relaciones entre lo fantástico y el contexto exterior hare alusión a un cuento de este autor donde se desarrolla este enfoque, siendo el mundo extra textual el punto de partida para la elaboración de una fábula donde se incorpora lo sobrenatural y el mito. Se llama "La mujer que camina para atrás" y fue publicado en el libro Manda Fuego del año 2013 aunque se dio a conocer primer al público virtualmente.
En este relato una pareja de esposos intenta sobrevivir a una inclemente noche mexicana llena de violencia y frio en un vecindario que se encuentra reconstruyendo luego del gran terremoto que aconteció en 1985. Celia mientras esperan que se haga tiempo para volver a su agobiante trabajo nocturno, le relata al narrador la vez en que fue testigo de una aparición que en algo recuerda al mito de la llorona porque su descripción parecería referirse a una criatura ancestral y terrible que lanza a quien se la cruza una profecía acerca de su futuro.
Justamente en vísperas de ese suceso, Celia y el narrador han sido asaltados con violencia y tienen miedo de permanecer en la calle hasta la madrugada, pero no tienen más remedio. Entran a un café y en una mesa vecina alguien lee una noticia sobre las muertes causadas por el narcotráfico y esto pone a los personajes aún más nerviosos porque se sienten desvalidos a varios niveles.
El narrador aprovecha para reflexionar acerca de cómo en México, el miedo se encontraba a la orden del día y servía para conectar pasado con presente por medio de su capacidad de asociación y de aprendizaje, aunque piensa que hay cosas insuperables, algo que el denomina "un trauma". Las personas hay ideado una serie de leyendas y suposiciones al respecto de convivir con la muerte, son tantas que muchas veces se confundían con la realidad
Por otra parte, no sólo a mí me había quedado una marca. En los años siguientes vi cómo las historias del tiempo del terremoto empezaban a agregarse a las otras: a las leyendas antiguas de la ciudad, llenas de aparecidos y diablos y que yo había alcanzado a escuchar aún de mucha gente mayor. Empezó a hablarse más, de hecho, de la gente muerta de pronto o perdida en el caos, amnésica o loca de terror; de los sonidos que hacían los sepultados bajo las ruinas, vivos pero inalcanzables […] De ahí sólo había un paso a nuestra fascinación con los muertos de hoy, las balaceras, las noticias de lugares en los que el gobierno ya no rige. Desde entonces aprendimos a no creer en fantasmas, o tal vez a tener más miedo aún de la vida real.
De ahí que la mujer que camina para atrás, con quien el narrador se topara más adelante pueda ser leída como un trauma, tal como el menciona, como una alegoría de la muerte y de la violencia en México encarnada en una vagabunda como tantas otras en las calles, una sombra urbana sin características sobrenaturales; una desamparada quien también está sobreviviendo como todos o un puede ser, en efecto, un ser ancestral con poderes de oráculo , quien ha salido a flote porque el tiempo de la muerte, que es este, es su tiempo. O se trata de una encarnación indescifrable, que como dice Chimal, "no debería existir y sin embargo existía".
Es importante también mencionar lo que la mujer que camina para atrás sentencia para el narrador y para su esposa, quienes deciden enfrentarla y pasar por su lado: "Sigues vivo", le había gritado, sigues vivo y el entiende que esa proclama es una profecía le da esperanzas en medio de la ciudad perpetuamente devastada, donde todo confabula justamente para no estar vivo. El sigue vivo y ella también, pero no se sabe que sucederá con los demás: si podrán permanecer y no ser abatidos por el México salvaje.
Entonces, este cuento de Alberto Chimal es un ejemplo de cómo lo fantástico contemporáneo lanza un cable a tierra con la realidad domando de ella referentes para fabular una trama de lectura ambigua y que permite interpretar, en este caso, lo inexplicable como una metáfora de la urbe maldita y devorado del siglo XXI.
En el caso de la escritora ecuatoriana Gabriela Alemán nacida en 1969, la trama de su novela fantástica, Poso Wells consiste en fabular un relato que parecería salido de cualquier lugar populista y empobrecido de América Latina, que, para efectos de la historia, se trata de la ciudad de Guayaquil. En este sitio, la narradora ambienta un relato que mezcla las desapariciones de cerca de 50 mujeres (inevitablemente este guiño hace alusión a los crímenes de ciudad Juárez) con la muerte de un político ganador de la primera vuelta electoral, quien fallece electrocutado en plena campaña para la presidencia de la república del Ecuador.
A medida que avanza la trama, su protagonista, el periodista Gonzalo Varas descubre en un diario una noticia que hace alusión a la obra de HG Wells, El país de los ciegos, texto ambientado también en Ecuador donde el escritor narra empleando el tono de una crónica de viajes, cual fue la suerte de una población situada a trescientas millas del volcán Chimborazo, situado cerca de la capital donde todos los habitantes eran ciegos. Por haberse negado a migrar, por las relaciones endogamias, por no haberse adaptado a los nuevos tiempos, esta población aparentemente había desaparecido.
Con ese punto de partida, Gabriela Alemán, crea en su texto una cooperativa de vivienda popular, que al igual que su contratarte andina, no está en los mapas y la denomina Poso Wells haciendo una referencia al autor inglés. Poso Wells es tan delirante e imposible que se lo describe de describe de esta manera "está en el hueco más apestoso y olvidado de los límites del mundo que existe de este lado del pacifico central. Kilómetros y kilómetros de viviendas de palo, caña y aglomerado construido sobre aguas servidas y barro podrido. Estacas de mangle hundidas en la tierra fangosa y blanda; un suelo inestable donde aparen grietas con cada marejada alta […] Ahí esta pues chucha en la mismísima boca del diablo si es que quieren saber.
En Poso Wells se han creado unos túneles profundos donde viven una tribu de ciegos, aparentemente descendientes de la población ideada por el este autor del siglo XIX, y es por estos agujeros en la tierra por donde salen a robar mujeres para reproducirse. Pero eso no les parece suficiente, los bestiales hombres ciegos que tiene secretos planes para apropiarse del país empleando sus recursos como los directores de una secta apocalíptica, secuestrando y manipulando a quien se encuentre a cargo del poder.
Suena en efecto como si se tratara únicamente de muy vivas imaginaciones, de no ser porque el referente en el cual se basa el Ecuador de Alemán es tan desproporcionado como el que relata la historia, por lo que no es posible no darle un abordaje fantástico. No se trata entonces únicamente de una alegoría, sino de una posibilidad de ironizar el caos político y social en el que deben aprender a vivir los habitantes del Ecuador. De hacerse cargo para que resulte menos terrible.
Gabriela Alemán en una entrevista otorgada a la web Nano mundo en el 2007, declara que, en efecto, Poso Wells se presenta como un espejo de Ecuador no solo en la política sino también en lo que respecta a la conservación de la naturaleza y la explotación de los recursos, a la dinámica de los grandes medios de comunicación, a la miseria y la desigualdad en la distribución de la riqueza. Una "ficción verídica" que sigue teniendo actualidad. Tal como haría feliz a Carpentier en el pasado, salido de un marco, prodigo y excesivo donde parecería que lo más estrambótico y descabellado es posible en América.
Quisiera finalizar en honor con lo temática fantástica con una idea extraña que hace rato me da vueltas y me parece ilustra bien cómo funciona el trato con le realidad de parte de los autores que practican este género. Se refiere a una escena de la película La mosca de David Cronenberg de 1986 donde Jeff Golbum ya se está transformando en un monstruo y para poder tomar los alimentos necesita bañarlos de un vomito que modifica su estructura y lo torna digerible para su organismo. Tal vez esta es la función de la imaginación fantástica, hacer menos traumático el mundo emplear todos los recursos, todas las posibilidades haya hallar conciliación con la realidad por medio de la fantasía que muchas veces puede resultar redentora.

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