La problematica del Poder en \"Los Discursos sobre Tito Livio\" de Niccolò Machiavelli

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Descripción

La Problemática del Poder en Los Discursos sobre Tito Livio de Niccolò Machiavelli. Pietro Cea Anfossi Resumen. La época del renacimiento marca un gran hito en la historia de la humanidad, dando un giro, un cambio de paradigma, donde el desarrollo del conocimiento se vuelve a concentrar en el hombre y ya no en Dios. Es en este periodo donde aparece la figura de Niccolò Machiavelli, (desde ahora utilizando su nombre en italiano con el fin de recuperarlo dejando de lado su versión españolizada). La filosofía de Machiavelli es una filosofía política alejada de concepciones metafísicas o de carácter moral, por lo que él mismo la denomina como Realismo Político, el que se ejerce, sin medida alguna, con el fin de llegar a la verdad Effettuale, vale decir, una verdad práctica que traiga consecuencias inmediatas para el hombre. Sin duda la idea de Realismo Político no se inaugura con Machiavelli, pero no se le puede restar merito al florentino por aquello. En Aristóteles ya se pueden encontrar grandes bases para esta idea de ejercer política, sin embargo el florentino se atreve a retomar esta forma en periodos difíciles de la historia, dejando de lado la fusión de política y moral. Un claro ejemplo de esta vuelta al realismo político de manos de Machiavelli, es el desarrollo de la religión. Para el pensador italiano, está tendrá una función de orden político, será un factor de control, dominación, será una sirviente de la política y no a la inversa. Por lo general, el pensador florentino es conocido por su obra llamada “El Príncipe”, dedicada a Lorenzo De Medicis, donde le aconseja como actuar en el contexto social en el cual le corresponde gobernar y que marca su pensamiento dentro de una forma fría y despiadada de ejercer la política. Sin embargo, el texto que abordare en este trabajo es “Los Discursos sobre Tito Livio” (Discorsi sopra la prima deca di Tito Livio) y más específicamente el libro I donde el filósofo florentino toma la problemática política desde la fundación de las ciudades y la evolución de estas. Para lograr su propósito, Machiavelli



Texto presentado en el II Jornadas de Filosofía Política; Filosofía Política y Estado”. 10 y 11 de agosto de 2010. Facultad de Filosofía y Humanidades, Universidad de Chile. Santiago de Chile.  Licenciado en Educación Mención Filosofía, Universidad de Concepción; Magíster (C) en Filosofía Moral, Universidad de Concepción. Chile. E- mail: [email protected]

toma como ejemplo y paradigma a Roma. Éste sólo hecho marca una gran diferencia con su texto “El Príncipe”, el que incluso parece por momentos contradictorio con respecto a las ideas expresadas en “Los Discursos sobre Tito Livio”. Aquí la problemática del poder se irá develando paulatinamente, pasando por distintos temas importantes para una ciudad y los gobernantes, como lo son la geografía, la organización política y social, la religión, las reformas, y las formas de gobiernos, y que son un buen ejemplo, según nuestro pensador, para otras ciudades.

Conceptos Claves: Realismo político, verdad effettuale, Roma, ética, bien común.

Los Discursos sobre Tito Livio versus El Príncipe. Niccolò Machiavelli pensador y filósofo del renacimiento, ha instaurado las bases de la política moderna, y no parece existir mayor discusión al respecto, sin embargo lo que si trae algún grado de disputa son la importancia de sus distintos textos. Parece estar en el inconsciente de la ciudadanía una visión política de Machiavelli que es, por decirlo menos, malvada con respecto a su forma de ejercer la política y llegar al poder. Sin embargo, esta visión se basa o se concluye desde su texto El Príncipe, libro dedicado a Lorenzo de Medicis, y escrito mientras el pensador florentino está en la cárcel. Texto cuyo objetivo es guiar a Lorenzo, el gobernador de Florencia; ofreciéndole datos, consejos y trazando un lineamiento de cómo él, como gobernante de un pueblo debe hacer para mantener y engrandecer su poder. Claramente es un trabajo que se desarrolla con ideas ya abordadas por Machiavelli en textos anteriores como Los Discursos sobre Tito Livio1. Sin embargo, la separación contextual política tanto de Florencia como del mismo pensador, hacen que ambos textos tengan un matiz marcadamente distinto. Machiavelli en Los Discursos sobre Tito Livio es de una pluma mucho más relajada, se explaya y desarrollo mucho más los temas, tomando siempre como referencia la antigua Roma, y como esta a través del tiempo se fue desarrollando y adquiriendo rasgos que la llevaron a ser el gran imperio Romano. El Príncipe, es un texto duro, de una estructura muy

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N.de A: Es importante señalar que Machiavelli escribe primero en 1513 solo el primer libro de Los Discursos sobre Tito Livio para finalizarlos posterior a la publicación de El Príncipe en 1519.

restringida, mucho más fría, en el que el pensador florentino busca básicamente: 1º el agrado del Lorenzo De Médicis, y 2º indicarle cual es real camino que debe seguir para la obtención y mantención del poder. El que utilice aquí el término “real” no es casual, y es que Machiavelli se considera como un pensador realista, y más aun, realista político. Realismo político que ya se podía encontrar en Aristóteles y que Leo Strauss destaca en su libro Meditaciones sobre Maquiavelo en el que menciona que “lejos de ser un innovador radical, Maquiavelo es un restaurador de algo antiguo y olvidado”2.

Realismo Político. El pensador florentino se destaca por su forma de escribir, de generar pensamiento político por medio de la dureza y la frialdad. La experiencia adquirida como trabajador de estado lo ha modelado y le ha dado la sabiduría suficiente para develar los sistemas políticos predominantes de la época. El filósofo no plantea nada nuevo, más bien rememora la forma de actuar de la política antigua y así develar la política de su época. Machiavelli no solo forma los cimientos de la política moderna, sino también contemporánea. Y esto a pesar que por momentos las ideas del florentino parecen alejadas de nuestra época, pero no es difícil hacer similitudes con el manejar político contemporáneo. Dentro de los tópicos propios de realismo político está el trato que le da a la religión y a la gratitud y el poder que a continuación presento.

La Religión. La perspectiva de análisis que privilegia, descansa en una mirada que la entiende como aquella instancia capaz de ordenar una república, haciendo posible, por ejemplo, un ejército por el temor que los soldados le tienen a dios o dioses más que a las leyes terrenales. Roma estaba acostumbrada a una fuerte empresa de guerra y de conquista guiada siempre por Rómulo; sin embargo, una vez que Rómulo deja el poder esto cambia como 2

Strauss, Leo. “Meditaciones Sobre Maquiavelo”. Instituto de Estudios Políticos, Madrid, 1964. pp. 288

cambia la forma de dominar tanto al pueblo de Roma como el hecho de aumentar el ánimo de los soldados. Para cumplir ambas cuestiones, la figura de lo religioso es fundamental. El personaje clave en el asunto es Numa quien no tiene el poder bélico de su antecesor Rómulo, pero es quien supo instaurar la religión en Roma. Numa usando lo religioso logra ordenar algunas cosas; especialmente, en el caso del control del ejército. Pero, también en el caso de los habitantes de Roma. Numa, simuló tener conexiones con una ninfa que le señalaba que hacer y que no hacer, lo que le ayudó a crear cierto miedo en los habitantes como mecanismo de dominio. La religión, por lo tanto, tiene una existencia plenamente utilitaria, es usada como medio de control y no de fe o salvación, tomando ese rol en épocas posteriores de la historia. El florentino, continúa con su examen a la religión de los principados en el capítulo XII “De lo importante que es hacer gran caso de la religión, y de que Italia, por no hacerlo, a causa de la iglesia romana, está arruinada”3. Mantiene su postura que la observa como funcional al gobernante, pero agregando una crítica a las religiones cuando son débiles, ya que “si los príncipes de las naciones cristianas hubieran mantenido la religión conforme a las doctrinas de su fundador, los estados y las repúblicas cristianas estarían mucho más unidas y serían mucho más felices que lo son”.4 En esta línea, Machiavelli viene a sostener que mantener una religión fuerte, implica necesariamente que ocurran actos explicables solo por medio de lo religioso que convenzan de una determinada doctrina que es lo que se da en Roma. En efecto, los romanos fueron personas religiosas, por lo que los milagros fueron importantes para mantener su fe, por tanto, el orden dentro de un principado. Esta impronta se mantiene incluso si estos salían de su propio territorio. Es lo que paso cuando los soldados romanos llegaron a Veyos, en Etrusca, y al ingresar en alguno de los templos de Juno, consultaron a una estatua de la diosa “vis venire Romam? (¿quieres venir a Roma?)”5Hecho que demuestra el respeto que tenían los soldados a los dioses incluso fuera del territorio romano. Algunos creyeron ver que la estatua movía la cabeza afirmativamente, otros simplemente la escucharon decir que “Si”. Este hecho es un ejemplo de lo valioso que son los acontecimientos de carácter 3

Maquiavelo, Nicolás. Op. cit. p. 96 Íbid. p. 98 5 Íbid. p. 97 4

religioso, pues permite que se mantenga la fidelidad a la fe y la lealtad al principado romano. No solo en los milagros se nota la religiosidad del hombre romano, sino en todo su hacer. Numa al instaurar la religión como un elemento de control del pueblo, hace una gran inversión para los gobernantes venideros; los cuales podían seguir con esta misma idea, pues son ellos los que son capaces de dialogar con los dioses y trasmitir sus ideas al resto de la gente. De esta forma, es el emperador o gobernante el nexo entro lo terrenal y lo divino. Mas, este carácter de lo religioso debe ir acompañado por una serie de ritos, ceremonias, sacrificios que los hombres poco a poco fueron adaptando y haciéndolos propios. El resultado de todo eso es una plena identificación con la religión. La identidad del hombre con la religión trajo muchos beneficios a Roma, sobre todo en batalla, pues cuando los soldados veían gastadas sus fuerzas, por la fe y miedo al castigo de los dioses, se envalentonaban y luchaban con más fuerza hasta lograr la victoria. Para aumentar más su visión respecto del rol que cumple la religión dentro de Roma, Machiavelli, no evita resumir ejemplos tomados de Tito Livio para tener un panorama mucho más fundamentado de su postulado. Así, destaca que muchas de las empresas, re-estructuraciones de la ciudad y control de tumultos exaltados, fueron llevadas a cabo gracias al respeto del pueblo de Roma para con la religión. Es decir, los romanos obedecían al príncipe o al senado, quienes se justificaban por medio de los oráculos para ordenar al pueblo tomar puntuales decisiones, de otra forma podría venir un castigo divino. O que los dioses estaban molestos porque no realizaron una determinada acción, una determinada empresa. Todas estas artimañas fueron manejadas por los príncipes, y el senado romano. A pesar del respeto que le tenían los romanos a su religión, esta también se encuentra sometida a interpretación, por lo que muchas veces se obedece más a la razón que a los augurios. Con respecto a esto mismo, Machiavelli, plantea dos ejemplos en que la interpretación, o la manipulación de algunos augurios, no han sido obedecidas del todo, pero sin perder el respeto a la religión. Uno de estos ejemplos dice que “entre los aurúspices habían algunos, llamados polarios, que acompañaban dar la batalla al enemigo, pedíanles que hicieran los auspicios, que consistían en echar de comer a los pollos sagrados. Si éstos picoteaban con afán, era buen augurio y daban la batalla; y si no,

se abstenían de pelear. Sin embargo, cuando habían motivos racionales para hacer alguna cosa, aunque los auspicios fuesen contrarios, la realizaban; pero disfrazando los actos de tal suerte, que, al parecer, no la ejecutaban en desprecio de la religión”.6 La religión es útil en distintos contextos, y no solo es ocupada por los romanos. Por esta razón, el pensador florentino nos señala que también pueblos extranjeros se ven beneficiados con la buena utilización de la religión, como lo es el caso de los samnitas. El ejemplo relata que los samnitas, perdiendo la batalla contra las legiones de Papirio en Anquilona, realizaron un rito religioso que produjera obstinación y valentía en los soldados durante la batalla. Lo cual funcionó por lo menos como arenga para los combatientes, sin embargo, y a pesar de la buena utilización del recurso religioso, perdieron la batalla. Macchiavelli, logra dilucidar que en el caso de la Península Itálica de su época, la religión a sido un factor desventajoso para la unificación de está, ya que carece del poder suficiente como para unir la Península, pero tampoco es tan débil para dejar que otro la domine. No existía la posibilidad de unificación, según el florentino, si la Sede Pontificia se mantenía ahí, ya que las únicas formas de unificación son a través de “gobiernos republicanos o monárquicos, como a sucedido a Francia y a España”,7 y esto involucra también a que la Santa Sede se mantuviera dentro de los parámetros de gobiernos que existían. Con esto, Machiavelli, termina el tema de la religión, dejando en claro la utilidad que esta cumple en Roma y con este ejemplo, develando que no solo en Roma, sino también en los pueblos extranjeros, la religión fue útil para los gobernadores.

Jerarquización y Organización política. En uno de los capítulos de mayor controversia del Libro I, “De cómo es necesario que sea uno solo quien organice o reorganice una republica”8, Machiavelli hace un análisis de porqué debe ser solamente un sujeto el que concentre el poder en un gobierno. Esta tesis la justifica a partir de la historia de Roma, que ha sido y seguirá siendo el 6

Íbid. p.102

7

Íbid. p. 98

8

Maquiavelo, Nicolás. Obras Políticas. Editorial “El Ateneo” Buenos Aires, 1957. “Los Discursos sobre

Tito Livio” p.86

paradigma constante en todo su texto. En su argumentación parte del hecho siguiente: Rómulo asesina a su hermano Remo, y posteriormente a Tito Tacio Sabino a quien había escogido como asociado. Para Machiavelli, el ejemplo de Rómulo es una prueba argumentativa de justificación sobre la legitimidad de matar a funcionarios de mayor grado por el hecho de entorpecer con sus deseos o por coartar ciertos procesos. En este sentido, el ejemplo apunta a un derecho del pueblo. A pesar de esto, no se debe mirar a Rómulo asesinando a su hermano y a su compañero, sin mirar antes el fin de dicho cometido, vale decir, el objetivo político. En efecto, según Machiavelli, el hecho que justifica a Rómulo del asesinato de su hermano y ayudante con el propósito de quedarse con el poder, es que no sería por ambición, sino que lo realiza por el bien común. Así queda de manifiesto en “el hecho de haber organizado inmediatamente un senado que le aconseja, y a cuyas opiniones ajustaba sus actos”9. En este capítulo parece tomar con mayor fuerza la famosa frase extraída de las lecturas de los textos de Machiavelli; “El fin justifica los medios”10, aunque la frase utilizada con frecuencia por el autor en este capítulo es; “cuando el hecho acuse, el resultado le excuse”11, ya que sin duda, el fin por el cual Rómulo realizó estas matanzas favorecerían a la estabilidad de Roma. En este mismo capítulo, en el cual el florentino justifica la concentración de poder en un solo sujeto, se toma de la figura de Rómulo, como también la de Agis y Cleómenes, 12 para explicar la república en el sentido más general, “como un gobierno no hereditario que

9

Ibíd. p. 87.

10

N. del A.: Es importante destacar que esta frase nunca fue escrita ni dicha explícitamente por Niccolò

Macchiavelli, sin embargo, se ha hecho famosa con la autoría muchas veces atribuida al florentino, por el hecho que es una frase extraíble con facilidad tras la lectura de sus textos de política, ya sea de “El Príncipe”, de “Los Discursos sobre Tito Livio” o de “El Arte de la Guerra”, siendo estos tres lo textos políticos más conocidos de Machiavelli. 11

Maquiavelo, Nicolás. Op. cit. p. 86

12

N. del A.: Ambos reyes de Esparta, los cuales siguieron con la idea de gobernar uno solo basándose en las

ideas de las leyes de Licurgo.

es por lo tanto humano y para el bien común de la patria, este mundo. Su autoridad divina difiera de la autoridad divina en que permite también a sus ‘sucesores’ tener autoridad”.13 La Gratitud y El Poder. Machiavelli aborda el tema de la gratitud. La gratitud implica un benefactor que recibe un bien por buena voluntad, dejando así de enfocarse solo en la posición del rey, sino en cómo debe actuar un rey para lograr una reacción de gratitud por parte de su pueblo. El análisis de la gratitud es en base a la situación de la diferencia entre Atenas y Roma. Así en Roma por ejemplo, una vez expulsado los reyes, nadie intenta adueñarse del poder para coartar de libertad al pueblo. A diferencia de Atenas, ésta en su período más floreciente cayó bajo los engaños de Pisistrato.14 Una vez vuelta la libertad, Atenas fue muy dura con los errores o las “sombras de los errores de sus conciudadanos”15 iniciando con esto exilios y matanzas. El comentario de Machiavelli sobre la diferencia, se sostiene en base a lo que dice Cicerón: “Los pueblos muerden más fieramente cuando recobran la libertad que cuando la han conservado”.16 La diferencia de actitud de Roma respecto de Atenas responde a una cuestión de contexto histórico, pues Roma bajo otras circunstancias actúo duramente con sus conciudadanos como el caso de la expulsión de Colatino,17 Publio Valerio,18 el primero a pesar de contribuir con la libertad de Roma, su nombre de Tarquino lo condeno, y el otro

13

Mansfield, Harvey C. Jr. Op. cit. p. 71

14

Hombre de Estado griego, tirano de Atenas (560-554, 552-549, 538-527, a. De J.C.) y fundador de la

hegemonía ateniense en la Grecia jónica. Nueva Enciclopedia Sopena. Diccionario Ilustrado de la lengua española. Editorial Ramón Sopena, Barcelona, España. 1953. Tomo IV p. 769. 15

Maquiavelo, Nicolás. Op. cit. p. 129

16

Íbid p. 130

17

Fue uno de los primeros cónsules de Roma en 509 a. de J.C. Habiéndose hecho sospechoso por pertenecer a

la familia de Tarquino, abandonó el cargo y fue a establecerse a Sabino. Nueva Enciclopedia Sopena. Diccionario Ilustrado de la lengua española. Editorial Ramón Sopena, Barcelona, España. 1953. Tomo II p. 116 18

Colega de Bruto en el consulado en 509 a. de J.C. y uno de los fundadores de la república romana. Su

popularidad le valió el nombre de Publicola. (amigo del pueblo). Nueva Enciclopedia Sopena. Diccionario Ilustrado de la lengua española. Editorial Ramón Sopena, Barcelona, España. 1953. Tomo V p. 910.

por sospecha y la suspicacia que provoco el hecho de construirse una casa en el monte Celio.19 La gratitud o ingratitud es expresada de varias formas y por varios participantes de un Estado. Es decir, puede ser demostrada por ciudadanos, por el pueblo, como por príncipes o reyes. De la ingratitud, existen muchos ejemplos en la historia. Pero llegando a las razones que son un factor común en todos los paradigmas relatados en los libros del pensador florentino, es por una cuestión de mantener el poder, o más bien por envidia, capricho o celos. Aquel príncipe, que envía a su general para las conquistas de nuevas tierras y si éste efectivamente desarrolla una exitosa campaña, se llenará de gloria y riquezas tanto para él como para sus soldados, opacando en gran medida la magnificencia del príncipe. Esto genera envidia en el príncipe, lo que provocara una respuesta tendiente a recuperar su grandeza dejando atrás toda la sombra provocadora por el general y sus conquistas. El caso del pueblo es distinto. Éste es ingrato, aunque más bien por suspicacia, por sospecha, más que por envidia, reaccionando de forma despectiva frente a personas que han adquirido fama y riquezas de dudosa forma. Para no sufrir esto, el príncipe tiene dos opciones, salir y dirigirse el mismo con sus tropas a la conquista de otros pueblos, o quedarse ocioso en su palacio enviando a sus capitanes, para vanagloriarse posteriormente de los triunfos conseguidos por sus súbditos. En el fondo, y el mismo Machiavelli lo señala, es seguir el ejemplo de Roma.20 Roma además de ser menos ingrata, fue también la más piadosa. Por ejemplo, los castigos por errores o ignorancia eran multas e incluso honores. El mayor de los castigos podía consistir en ser “Crucificado o de otra manera muerto después de perder una batalla. Todos saben que los romanos nunca utilizaron ese castigo para sus capitanes”21. Y esto con el fin de que siguiesen actuando virtuosamente. El estado debe formular leyes que anticipen los problemas, ya que: “lo ordinario debe cubrir lo extraordinario”.22 Todo con el propósito de beneficiar a los necesitados antes de que sea necesario, para que así se vea 19

Maquiavelo, Nicolás. Op. cit. p. 130

20

Íbid. p. 136

21

Mansfield, Harvey C. Jr. Op. cit. p. 121 Íbid. p. 123

22

como un beneficio libre y no forzado, o provocado por los adversarios. Es posible también crearles problemas y solucionárselos, ganando su agradecimiento. Machiavelli y el fin que justifica su medio. Machiavelli en “Los Discursos sobre Tito Livio” no hace más que reflejar la historia de Roma, buscando de una u otra forma que Italia vuelva a obtener ese período dorado que la puso en la historia universal, llegando a un beneficio comunitario y global, que no solo se concentraría en el de un ente individual, si no en la de toda Italia. Es por esto, con el fin de esclarecer lo mejor posible las posibilidades que tiene Italia para volver a ser lo que fue en la antigüedad, que el filósofo florentino explícita sus ideas políticas y administrativas, separando de forma muy clara a la ética y la moral con los actos políticos. No importa si se utiliza la religión o la fuerza bruta, la guerra o la paz, la destrucción absoluta, o la renovación de ciudades, lo que importa para Machiavelli es la obtención de poder y el desarrollo del beneficio. La sustentación del bien común. Aquel bien que permite la libertad y el desarrollo que daría paso, en el caso del florentino a la unificación italiana.

Bibliografía. 

Ferrara, Orestes. “Maquiavelo”. Imprenta “El Siglo XX” A. Muñiz y Hno. La Habana. 1928. Capitulo. X “El concepto de libertad y del gobierno de Maquiavelo”. Pág. 235 – 275.



Mansfield, Harvey C. Jr. “Maquiavelo y los principios de política moderna; Un estudio de los Discursos sobre Tito Livio”. Editorial Fondo de cultura económica, México, 1986.



Nicolás Maquiavelo. Obras Políticas. Editorial “El Ateneo”, Bueno Aires, 1957.



Puiggros, Ernesto. “Maquiavelo. La historia al servicio del poder”. Editorial M. Pesce. Montevideo 1985.



Revista de Filosofía Vol. XIV Sumario Nº 2 “Maquiavelo”. Universidad de Chile 1970.



Sánchez-Parga, José. “Poder y Política en Maquiavelo”. Homosapiens Ediciones. Rosario Santa Fe, Argentina. 2005.



Strauss, Leo. “Meditaciones Sobre Maquiavelo”. Instituto de Estudios Políticos, Madrid, 1964.



Villari, Pasquale. “Maquiavelo, Su Vida y Su Tiempo”. Biografías Gandesa. México 1953.

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