La Presión Demográfica: ¿Está Superpoblado el Mundo?

La Presión Demográfica: ¿Está Superpoblado el Mundo?

"El primer deber del hombre es desarrollar todo lo que posee, todo aquello en que él mismo pueda convertirse."
Andre Maurois

Fernando Álvarez Simán*

Probablemente en la bandeja de su correo electrónico algún familiar, amigo, o compañero de trabajo le haya enviado un email titulado "La tierra en miniatura"** en este documento se analiza el hipotético caso de que toda la población de la tierra se redujera a 100 personas y habitaran en una aldea. En este caso la proporción de la población mostraría un desequilibrio continental, puesto que la teórica aldea la habitarían 57 asiáticos, 21 europeos, 8 africanos y 4 americanos. Las únicas cifras en equilibrio la representan el número de hombres y mujeres; después no existirían igualdades en cuanto al color de la piel, las creencias religiosas, las preferencias sexuales y sobre todo; el bienestar no sería una característica de esta aldea; la riqueza estaría en solo seis personas y 80 vivirían en condiciones infrahumanas; el 70% no sabría leer, la mitad estaría desnutrida y solo una persona tendría educación universitaria y acceso a las redes tecnológicas.

En este sentido, con rigor científico se espera que a finales de este año la población total mundial llegue a la cifra de 7 mil millones de personas y que sea en el año 2050 cuando esa estadística se eleve a los 9 mil millones. Pero más concretamente estas cifras tienen numerosas implicaciones; puesto que desde ahora y hasta el 2050 la mitad de las personas por nacer en el mundo lo harán en solamente nueve países, estos son la India, Pakistán, Nigeria, Etiopía, Estados Unidos, El Congo, Tanzania, China y Bangladesh. Hoy China es la nación con mayor población mundial al contar con 1,340 millones de habitantes, incluso la revista National Geographic hace eco de este hecho lanzando un video donde al combinar 200 mil fotos de hombres, el resultado es un joven de 28 años de la etnia Han al que le ha denominado el "rostro más común del mundo"; a pesar de que esto es ficción suena lógico pensar que puede ser así, ya que esta etnia representa el 92% del total de los habitantes de China y el 20% del total de la población mundial. ***

Sin embargo este récord mundial chino será superado por la India en el 2025, cuando según los expertos la población del país que construyó Gandhi llegue a 1,600 millones y la china alcance su pico en 1,400 millones. En cambio, los países que tienen una economía de primer mundo crecerán muy poco al pasar de 1,230 millones actuales a los 1,280 en el 2050; incluso de no ser por la inmigración haría ya mucho tiempo en que la población de estos países se hubiera reducido.

Hace más de 200 años que estas interrogantes fueron formuladas por un matemático Inglés de nombre Thomas Malthus, las cuales plasmó en una obra titulada "An Essay on the Principle of Population" (Ensayo sobre los principios de Población) en donde augura que como consecuencia del crecimiento geométrico (exponencial) de la población y del aumento aritmético (lineal) de la producción de alimentos la humanidad sufriría una pauperización y viviría una etapa de subsistencia antes de desaparecer como especie.

Entonces el debate sobre el futuro de la humanidad se centró en analizar si Malthus tenía o no razón, pero hoy para muchos el desarrollo científico y tecnológico hizo crecer de manera exponencial la producción de alimentos cancelando con ello una posible "catástrofe maltusiana". Sin embargo los más alarmistas piensan que esta quizá solo se pospuso, incluso existe un documento titulado Los límites al Crecimiento de 1972, (The Limits to Growth de Dennis L.Meadows, Donella H.Meadows, Jørgen Randers, y William W. Behrens) donde se plantea que si siguen aumentando la población, la industrialización, la contaminación, entonces como consecuencia la producción de alimentos se estancara y vendrá un colapso en la explotación de los recursos naturales, por lo tanto el mundo tendrá serios problemas para existir en solo cien años a partir de esa fecha (el pronóstico es para 2072). La crisis de los años setenta fue dura pero no fue la última. Los precios del petróleo y las materias primas subieron y volvieron a bajar. La subida de los precios estimuló la explotación de nuevos yacimientos y la investigación de técnicas ahorradoras de energía. El aumento de la oferta y la contracción de la demanda han hecho desaparecer el fantasma del agotamiento de los recursos. En el año 1973 la producción mundial de petróleo fue de 2,836 millones de toneladas (MT) mientras que las reservas estimadas eran de 86,096 MT por lo que se podía calcular mediante una simple división que sólo durarían 30 años, es decir, hasta el 2003. En el año 1990 el ritmo de extracción de petróleo había aumentado hasta los 3,257 MT, pero como las reservas conocidas eran ya mucho mayores, 136,478 MT, el plazo hasta su agotamiento había aumentado a 42 años más, es decir, hasta el 2032. Y los descubrimientos de nuevos pozos y reservas no cesan. Según los mismos autores, mientras el petróleo siga sometido a las leyes del mercado, no escaseará nunca y toda su demanda será satisfecha. La paulatina contracción de la oferta provocará una lenta subida de precios y el consiguiente ajuste de la demanda. Al estar repartidas las reservas petrolíferas por varias zonas del globo, su mercado puede funcionar de forma eficiente. Los movimientos bruscos en su precio se han debido a razones políticas coyunturales por lo que han resultado temporales. En cualquier caso las técnicas alternativas de producción de energía están ahí. Si algo se puede deducir de la historia de la tecnología es que no hay ningún factor ni ningún recurso insustituible. Hay sólo factores productivos y bienes intermedios cuyo precio es más elevado que el de otros. Y las producciones se han adaptado y seguirán adaptándose a esa realidad. Finalmente son leyes de la Economía de mercado.

Sin embargo los más optimistas analizan el futuro desde la perspectiva de la llamada "revolución reproductiva", concepto que engloba diversos avances científicos y tecnológicos que han provocado que la humanidad sea más eficiente reproductivamente hablando, es decir si antes la mujer tenía 12 hijos era probable que perdiera muchos de ellos, hoy los avances médicos posibilitan que a pesar de que decida tener uno o dos, estos puedan sobrevivir e incluso con los avances genéticos en un futuro cercano pueda garantizarse que lleven una vida sana manipulando la información genética con la que nacen, compensando el "envejecimiento social" con la oportunidad de alargar la vida y retrasar la vejez y por tanto el inevitable fallecimiento; es decir cambiando todo el paradigma evolutivo, si a esto le agregamos los descubrimientos y el desarrollo de la nanotecnología, que permite crear materiales con aplicaciones a problemas ambientales, médicos y alimenticios, la capacidad mundial de producir alimentos volvería a crecer exponencialmente tal y como ocurrió con la revolución industrial. Hasta aquí vale la pena analizar cómo llega México al siglo XXI, ¿qué clase de país hemos construido los mexicanos y como se ve el panorama demográfico?
En días pasados fueron presentados los resultados definitivos del Censo de Población y Vivienda 2010 por las autoridades respectivas. Según estos resultados los mexicanos somos hoy 112 millones 336 mil 538 en números redondos. Distribuidos en 192 mil 400 localidades y casi en la misma proporción hombres y mujeres, según los datos recabados la principal preocupación que tenemos es la falta de empleo, casi el 84% de la población se declara católica pero se eleva la presencia de otros cultos religiosos, otra característica es que somos un país pluricultural porque se hablan 89 lenguas distintas y casi 16 millones de compatriotas reconocen ser parte de alguna de las culturas originarias. Aparte, la dinámica demográfica está cambiando considerablemente porque los hogares encabezados por el género femenino representan un 24.6% del total, cuando en el 2000 esta cifra llegaba al 20%, aumentando también el número de parejas sin contrato matrimonial de por medio. La mitad de los mexicanos tiene 26 años pero el promedio de edad según las proyecciones aumentará más rápido que el número de nacimientos en los próximos años.

En resumen la posibilidad de que el mundo sufra una catástrofe maltusiana parece ser que está pospuesta para otras generaciones como lo fue anteriormente, hoy la economía crece de la mano de países emergentes, la esperanza de vida se alarga. Pero el mundo tiene como los mayores lastres la desigualdad, la pobreza y de la falta de alimentos, incluso hay y habrá regiones que crecerán poblacionalmente, pero otras verán un franco declive por ejemplo Europa..

México no escapa de esta lógica, sus datos macroeconómicos hablan de un país moderno e insertado con éxito en el concierto mundial de las naciones, igual que el resto del mundo la esperanza de vida se ha alargado, pero es desigual y ese es quizá nuestro peor impedimento mirando hacia el futuro. Desde la revolución industrial el mundo cambia cada vez más rápido ya sea desde el aspecto demográfico, como del tecnológico, económico y social. La mitad de la población mundial vive en las ciudades, en México los datos del censo hablan de que el 78% de la población es urbana y es hacia fortalecer la vida urbana para generar innovación científica y tecnológica es allí donde se encontrará la prosperidad en el futuro.

No solo para México, también para todo el mundo prepararse para el futuro crecimiento demográfico debe pasar por erradicar la desigualdad, hoy las tareas de gobiernos locales y regionales deben de estar encaminadas a construir infraestructura básica social, moderna y sustentable, para que el futuro bono demográfico no sea una maldición que haga presión sobre la disponibilidad de alimentos y el medio ambiente, sino que sea un activo que incremente la capacidad de la humanidad de innovar y soñar con un futuro mejor.


* Profesor-Investigador. Universidad Autónoma de Chiapas
** http://www.natalesoft.com/tierra.htm
*** http://www.youtube.com/watch?v=4B2xOvKFFz4&feature=player_embedded