LA PRESA ROMANA DE MUEL: NOVEDADES DE HIDRÁULICA ROMANA EN EL VALLE DEL EBRO

September 3, 2017 | Autor: F. Pérez-Lambán | Categoría: Roman Architecture, Ancient Roman Hydraulics, Roman Archaeology
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Descripción

Portada: Cartel del Congreso AQVAM PERDVCENDAM CVRAVIT. Diseño del logo: Virginia Alejandro García, Francisco de B. Zuleta Alejandro.

EDITA Seminario Agustín de Horozco de Estudios Económicos de Historia Antigua y Medieval. Facultad de Filosofía y Letras, Universidad de Cádiz. [email protected] PRIMERA EDICIÓN © De los textos: sus autores. © De las fotografías, mapas e ilustraciones: sus autores o instituciones propietarias, excepto cuando estén bajo una Licencia de documentación libre de GNU o Creative Commons. EDITORES Lázaro Gabriel Lagóstena Barrios. José Luis Cañizar Palacios. Lluís Pons Pujol. SECRETARIA TÉCNICA María del Mar Castro García. COLABORADORES Adolfo Moreno Márquez. María Nazaret Valero Foncubierta. Guillermo Fernández Pozo. DISEÑO, MAQUETACIÓN Y RETOQUE FOTOGRÁFICO Francisco de B. Zuleta Alejandro. Ángel David Bastos Zarandieta. José Ángel Mena Martín. I.S.B.N. 978.84.693.6373.7 Depósito legal: Imprime: Imprenta La Isla Tirada de ejemplares: 300 Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta obra, sólo puede ser realizada con la autorización de sus titulares, salvo excepción prevista por la ley. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos, www.cedro.org) si necesita fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra.

Grupo de Investigación del III PAI-HUM-240 - Patrimonio Histórico de Andalucía en la Antigüedad. Seminario Agustín de Horozco de Estudios Económicos de Historia Antigua y Medieval http://agustindehorozco.uca.es/ Esta edición ha sido financiada en el marco del Proyecto de Excelencia Captación, usos y administración del agua en los municipios de la Bética romana (P06-HUM-02409) de la Consejería de Innovación, Ciencia y Tecnología de la Junta de Andalucía. Comité Científico: Dr. D. José María Blázquez Martínez, Catedrático Emérito de Historia Antigua. Real Academia de la Historia. Dr. D. Francisco Javier Lomas Salmonte, Catedrático de Historia Antigua, Universidad de Cádiz. Dr. D. Philippe Leveau, Catedrático Emérito de Arqueología, Université de Provence. Centre Camille Jullian. Dr. D. Cristóbal González Román, Catedrático de Historia Antigua, Universidad de Granada. Dr. D. Francisco Beltrán Lloris, Catedrático de Historia Antigua, Universidad de Zaragoza.

Edición: Lázaro Gabriel Lagóstena Barrios, José Luis Cañizar Palacios, Lluís Pons Pujol. Área de Historia Antigua. Universidad de Cádiz. Patrocina: Gobierno de España. Ministerio de Ciencia e Innovación. Junta de Andalucía. Consejería de Innovación, Ciencia y Empresa. Junta de Andalucía. Consejería de Medio Ambiente. Agencia Andaluza del Agua. Universidad de Cádiz. Vicerrectorado de Investigación. Grupo de Investigación PAI-HUM-240 - Patrimonio Histórico de Andalucía en la Antigüedad. Proyecto de Excelencia: P06-HUM-02409- Captación, usos y administración del agua en los municipios de la Bética romana. Cádiz 2010.

PONENCIAS Les aqueducs romains , le territoire et la « gouvernance » de l’eau.

1

PHILIPPE LEVEAU

El agua y las relaciones intercomunitarias en la Tarraconense.

21

FRANCISCO BELTRÁN LLORIS

El agua en las ciudades de la Bética: organización y funciones.

41

CRISTÓBAL GONZÁLEZ ROMÁN

Polisemia e polimorfismo della cura aquarum tra repubblica e impero.

67

ANNA DOMIZIA BIANCO

Estudiar el agua en la Antigüedad: una metodología para su investigación en el marco de la Bética romana.

83

LÁZARO G. LAGÓSTENA BARRIOS

Los acueductos romanos en Hispania.

95

JOSÉ MARÍA BLÁZQUEZ MARTÍNEZ

COMUNICACIONES Las conducciones romanas de Mérida. Nuevos datos para su conocimiento.

129

MERCEDES GÓMEZ DE SEGURA IRIARTE, PEDRO DÁMASO SÁNCHEZ, NURIA SÁNCHEZ CAPOTE, ISAAC SASTRE DE DIEGO

El abastecimiento de agua a la Colonia Iulia Augusta Faventia Paterna Barcino.

147

CARME MIRÓ I ALAIX

La continuidad de los sistemas hidráulicos. Nuevos testimonios en Córdoba.

165

ANTONIO MORENO ROSA, GUADALUPE PIZARRO BERENGENA

Nuevas aportaciones al estudio hidráulico del acueducto romano de Tempul.

183

JENNY PÉREZ MARRERO, ISABEL BESTUÉ CARDIEL

El Municipium Sexi Firmum Iulium producción de salazones.

y el agua. El acueducto y la

197

ELENA SÁNCHEZ LÓPEZ, JENNY PÉREZ MARRERO, MARGARITA ORFILA PONS, ISABEL BESTUÉ CARDIEL

Identificación de un nuevo acueducto en Baetica: estudio preliminar de recientes hallazgos en la Sierra de Líjar. ANGEL DAVID BASTOS ZARANDIETA

217

A captação e o uso da água em Bracara Augusta.

225

RUI MORAIS

Valeria: el foro como ninfeo, el ninfeo como templo, ¿qué es qué?

245

ANGEL FUENTES DOMÍNGUEZ, MÓNICA MONTORO CASTILLO

Sierra Aznar ¿castellum aquae o caput aquae?

261

ESPERANZA MATA ALMONTE, FRANCISCO DE BORJA ZULETA ALEJANDRO, LÁZARO GABRIEL LAGÓSTENA BARRIOS, LUIS COBOS RODRÍGUEZ

Arqueología experimental en las termas romanas de San Juan de Maliaño (Camargo, Cantabria- España).

271

MARÍA LUISA RAMOS SÁINZ, RAQUEL VIGIL DE LA VILLA, MARÍA LACAL RUIZ, MARÍA JOSÉ ALCEGA MARTÍNEZ

Public Baths in the Roman and Islamic Medieval World: some Reflections on Hygienic and Moral Issues.

287

IEVA REKLAITYTE

Captación y traídas de aguas en la ciudad hispano-romana de Consabura (Consuegra. Toledo).

297

FRANCISCO GILES PACHECO

313

Estudio arqueológico de la presa romana de Consuegra (Toledo). SANTIAGO RODRÍGUEZ UNTORIA

La presa romana de Muel: novedades de hidráulica romana en el Valle del Ebro.

333

PAULA URIBE AGUDO, Mª ÁNGELES MAGALLÓN BOTAYA, JAVIER FANLO LORAS, MANUEL MARTÍNEZ BEA, RAFAEL DOMINGO MARTÍNEZ, IEIVA REKLAITYTE, FERNANDO PÉREZ LAMBÁN

Captación y almacenamiento del agua en el oppidum iberorromano de Zahara de la Sierra (Cádiz).

347

LUIS COBOS RODRÍGUEZ, LUIS IGLESIAS GARCÍA

Control y uso del agua en las villas de la Bética.

365

ALEJANDRO FORNELL MUÑOZ

Sobre los sistemas de regadío en época romana. El caso del territorio de Tarragona y Almería.

383

ALBERTO PRIETO ARCINIEGA, ISAÍAS ARRAYÁS MORALES, Mª JUANA LÓPEZ MEDINA

Drenaje de espacios agropecuarios romanos: concepción identificación.

e

397

Infraestructuras hidráulicas en el territorio de una colonia romana de la Bética: el caso de Astigi, Colonia Avgvsta Firma (Écija, Sevilla, España).

409

DANIEL MARTÍN-ARROYO SÁNCHEZ

PEDRO SÁEZ DE LA VEGA

FERNÁNDEZ, SALVADOR ORDÓÑEZ AGULLA, SERGIO GARCÍA-DILS

Presencia y significado de las aguas saladas y salmueras en la Antigüedad.

439

NURIA MORÈRE MOLINERO

El agua en la escritura pública del poder: panegíricos, legislación imperial y leyes municipales.

449

JOSÉ LUIS CAÑIZAR PALACIOS

Leggi prediali e regolamenti cittadini: realizzazione e gestione degli acquedotti africani.

461

MASSIMO CASAGRANDE

Notas sobre ius aquarum en la Bética.

473

CARLOS SANCHO DE LA CALLE

Les aménagements fluviaux dans le delta du Rhin: représentations anciennes de l’organisation romaine des eaux deltaïques.

485

MELISSA SIMARD MORIN

El uso del agua en la cultura visual romana.

499

IRENE MAÑAS ROMERO

Captación y uso del agua en contextos funerarios y rituales. Estructuras hidráulicas en la necrópolis de Cádiz (siglos III a.C. - I d.C.).

511

ANA MARÍA NIVEAU DE VILLEDARY Y MARIÑAS, VERÓNICA GÓMEZ FERNÁNDEZ

Los acueductos de Mauretania Tingitana. Estado de la cuestión.

533

LLUÍS PONS PUJOL, LÁZARO G. LAGÓSTENA BARRIOS

La gestión integral del agua en la provincia Hispania Ulterior Baetica.

543

MARÍA DEL MAR CASTRO GARCÍA

RELACIÓN DE CONGRESISTAS

553

LA PRESA ROMANA DE MUEL: NOVEDADES DE HIDRÁULICA ROMANA EN EL VALLE DEL EBRO. PAULA URIBE AGUDO. Mª ÁNGELES MAGALLÓN BOTAYA. JAVIER FANLO LORAS. MANUEL MARTÍNEZ BEA. RAFAEL DOMINGO MARTÍNEZ. IEIVA REKLAITYTE. FERNANDO PÉREZ LAMBÁN.* La organización territorial realizada en el Valle Medio del Ebro en época augustea no sólo conllevó la fundación de la colonia caesaraugustana y la construcción de su entramado viario1 sino que afectó a todas las infraestructuras necesarias para el perfecto funcionamiento de la nueva planificación territorial que implantó el emperador Augusto. En el Valle Medio del Ebro, se combinan una serie de paisajes con una climatología variada, con una serie de elementos comunes como son la escasez de precipitaciones y las características geológicas del territorio, tierras de aluvión que no aportan suficientes caudales hídricos para el abastecimiento urbano. Estas peculiaridades se ponen de manifiesto en la distribución de los sistemas de almacenamiento de agua y los tipos de infraestructuras necesarias en cada uno de los núcleos urbanos que conformaban el territorio en época romana. * Los firmantes de este artículo profesores, becarios y arqueólogos colaboradores del Grupo de Excelencia URBS, Gobierno de Aragón-Universidad de Zaragoza, han conformado un equipo de trabajo “Equipo Muel” dedicado a la investigación del complejo hidráulico de Muel. 1 De los miliarios hallados en el VME siete corresponden al emperador Augusto y tres de ellos firmados por los legionarios fundadores de la colonia. Mª A. MAGALLÓN, La red viaria romana en Aragón. Zaragoza 1987 y más detalladamente en J. LOSTAL, Los miliarios de la provincia tarraconense (conventos tarraconense, cesaraugustano, cluniense y cartaginense), Zaragoza 1992 = MPT.

Actas del Congreso Internacional AQVAM PERDVCENDAM CVRAVIT. Captación, uso y administración del agua en las ciudades de la Bética y el Occidente romano, Universidad de Cádiz, 9 al 11 de noviembre de 2009. Cádiz 2010, 333-345.

P. URIBE, M.A. MAGALLÓN, J. FANLO, M. MARTÍNEZ, R. DOMINGO, I. REKLAITYTE, F. PÉREZ.

I. LOS EMBALSES ROMANOS EN EL VALLE MEDIO DEL EBRO. Las infraestructuras hidráulicas, los pantanos y sus consiguientes presas de época romana se encuentran fundamentalmente en los afluentes de la margen derecha del Ebro, distribuidas desde la provincia de La Rioja a la de Teruel, aprovechando los caudales irregulares de los pequeños afluentes del Ebro como el Alhama, La Huerva y el Aguasvivas (fig. 1). Otros vestigios se hallan repartidos irregularmente en el territorio, infraestructuras destinadas al abastecimiento urbano, como por ejemplo los casos de Andelos2 y Tarraca3, ambas situadas en la margen izquierda del Ebro y que conservan uno de los mejores y más completos ejemplos de todo el sistema de abastecimiento de agua a un núcleo urbano.

Fig. 1 – El Valle medio del Ebro y la situación de las presas conocidas.

Los problemas que plantea la investigación son diversos, destacamos en primer lugar la identificación como romana de las diferentes obras públicas, la mayor parte muy destruidas, que se han localizado. Añadiremos además, que en la actualidad los vestigios de construcciones hidráulicas romanas en el Valle medio del Ebro son muy destacables, y salvo los casos de Andelos y Almonacid de la Cuba, no cuentan con un reflejo adecuado en la bibliografía arqueológica y en los estudios de hidráulica romana en general. Ello es debido a la escasa atención que se ha dedicado a las mismas, siendo fundamentalmente los trabajos realizados por ingenieros de obras públicas los únicos referentes y estudios realizados bajo una óptica específica de catalogación y análisis estructural de los vestigios conocidos. En la actualidad varios factores han relanzado el estudio de los vestigios hidráulicos en el Valle medio del Ebro, a los estudios tradicionales y de ámbito peninsular como los de Fernández Casado4, Arenillas5, Caballero6 etc., sumamos los que se refieren más Mª A. MEZQUÍRIZ, De hidráulica romana: el abastecimiento de agua a la ciudad romana de Andelos, Trabajos de Arqueología Navarra 7, 1988, pp. 237-266. 3 A. BELTRÁN MARTÍNEZ, Las obras hidráulicas de Los Bañales (Uncastillo. Zaragoza), Simposio Segovia y la arqueología romana. Barcelona 1977, pp. 91-127. 4 C. FERNÁNDEZ CASADO, Ingeniería hidráulica romana, Madrid 1983. 5 M. ARENILLAS, Presas romana en España, Ingeniería y territorio 62, 2003, pp. 72-78; J.C. CASTILLO BARRANCO, M. ARENILLAS, Las presas romana en España. Propuesta de inventario, I Congreso nacional de Historia de las presas 1, Mérida 2002, pp. 199-226. 2

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LA PRESA ROMANA DE MUEL: NOVEDADES DE HIDRAULICA ROMANA EN EL VALLE DEL EBRO.

concretamente al valle medio del Ebro, como Arenillas7, Beltrán y Viladés8, Dupré9, Mezquiriz10, Martín-Bueno11 y Hernández Vera12, añadiremos los trabajos de catalogación realizados por Arenillas13, Fernández Ordóñez14, u otros trabajos de divulgación15. Los relevantes descubrimientos de dos documentos epigráficos como son la Tabula Contrebiensis16 y la Lex riui Hiberiensis17 inciden en la importancia de la hidráulica romana en esta zona de Hispania. Completan el panorama relacionado con el agua y el territorio, estudios monográficos de restos asociados como las centuriaciones de Ariño18, los de abastecimiento de agua de Vázquez y González19 y otros vestigios como los estudiados por Beltrán y Viladés en la presa de Almonacid20, los de Almagro21 en el acueducto de Cella-Albarracín o la puesta en valor de nuevos documentos arqueológicos como los descubiertos en la cuenca del Jiloca realizados por Rubio Dobón22 y el estudio de los restos medievales23 en la cuenca del Aguasvivas. A todos ellos añadiremos los estudios emprendidos por el Grupo de Investigación de Excelencia URBS de la Universidad de Zaragoza que ha comenzado a trabajar en la presa romana de Muel, objeto de la presente comunicación. En el cuadro resumen que presentamos se observa que en la zona central del VME se ubican varias presas romanas de dimensiones considerables que presentan un dato común muy relevante, nos referimos a la cronología, los dos complejos hidráulicos más importantes como los de Muel y Almonacid que se fechan en época augustea. Las dataciones por C14 que se han realizado en sus sedimentos y los epígrafes de la presa de Muel, permiten fechar las mismas a comienzos del siglo I d.C. coincidiendo con el gran desarrollo urbano24 del VME.

6 L. CABALLERO, F. J. SÁNCHEZ-PALENCIA, Presas romanas y datos sobre poblamiento romano y medieval en la provincia de Toledo, Noticiario Arqueológico Hispánico 14, 1983, pp. 379-425. 7 I. HEREZA, M. ARENILLAS, R. CORTÉS, Las presas de la cuenca del Aguasvivas. Dos mil años de regulación fluvial, I Congreso Nacional de Historia de las presas. 2000, pp. 55-67. 8 M. BELTRÁN, J. VILADÉS, Aquae Romanae. Arqueología de la presa de Almonacid de la Cuba, Boletín del Museo de Zaragoza 13, 1994, pp. 126-293. 9 N. DUPRE, Eau, ville et campagne dans l'Hispanie romaine. À propos des aqueducs du bassin de l'Ebre, Caesarodunum 31, 1997, pp. 715-743 10 Mª A. MEZQUÍRIZ, El acueducto de Alcanadre-Lodosa, Trabajos de Arqueología Navarra 1, 1979, pp. 139-147. 11 M. MARTÍN-BUENO, F. ALBERTO, Análisis de argamasas romanas I. Cisternas de Bilbilis, Actas de las I jornadas de Metodología aplicada de las ciencias históricas. Vol.1, 1974, pp. 207-214. M. MARTÍN-BUENO, Dique romano en Cinco Villas, Miscelánea Arqueológica 1975, pp. 251-257. 12 J.A. HERNÁNDEZ VERA, E. ARIÑO, J. NÚÑEZ, J. M. MARTÍNEZ, Graccurris. Conjuntos monumentales en la periferia urbana: puentes, presas y ninfeos, Logroño 1995. 13 J.C. CASTILLO BARRANCO, M. ARENILLAS, Las presas romanas…, pp. 199-226. 14 J. A. FERNÁNDEZ ORDOÑEZ (dir), Catálogo de noventa Presas y azudes Españoles anteriores a 1900. Madrid 1984. 15 E. ORTIZ, J. PAZ, La vida corriente de las aguas en el Aragón romano. Trabajos públicos y placeres privados, Aquaria: agua, territorio y paisaje en Aragón, Zaragoza 2006, pp. 95-123. 16 G. FATÁS, Contrebia Belaisca (Botorrita, Zaragoza). II. Tabula Contrebiensis. Monografías Arqueológicas nº Zaragoza 1980 = CIL I2 2951ª. 17 F. BELTRÁN LLORIS, An Irrigation Decree from Roman Spain: The Lex Rivi Hiberiensis, Journal of Roman Studies 96, 2006, pp. 147-197. 18 E. ARIÑO, Centuriaciones romanas en el Valle Medio del Ebro: La Rioja. Logroño 1986; Catastros romanos en el convento caesaraugustano. La región aragonesa, Zaragoza 1990. 19 I. VÁZQUEZ, I. GONZÁLEZ, El abastecimiento de agua romano a Caesaraugusta, Anas 1, 1998, pp. 35-65 20 I. HEREZA, (coord.) La presa de Almonacid de la Cuba. Del mundo romano a la Ilustración en la cuenca del Aguasvivas. Madrid 1996; M. BELTRÁN, J. VILADÉS, Aquae Romanae…, pp. 126-293. 21 A. ALMAGRO GORBEA, El Acueducto de Albarrarín a Cella (Teruel), Artifex. Ingeniería romana en España. Madrid 2002, pp. 213-237. 22 J.C. RUBIO DOBÓN, Contexto hidrogeológico e histórico de los humedales del Cañizar, Zaragoza 2005. 23 J. A. SESMA, J. F. UTRILLA, C. LALIENA, Agua y paisaje social en el Aragón medieval. Los regadíos del río Aguasvivas en la Edad Media, Zaragoza 2001. 24 M. MARTÍN-BUENO, La ciudad julio claudia, ¿Una estrella fugaz?, II Congreso de Arqueología Peninsular, Zamora 1996, Vol 4, 1999, pp. 117-122. M.P. GALVE, Mª A, MAGALLÓN, M. NAVARRO, Las ciudades del valle Medio del Ebro en época julio claudia, IV Colloque Aquitania. L'Aquitaine et l'Hispanie septentrionale à l'époque julio-claudienne. Organisation et exploitation des espaces provinciaux, Burdeos 2005, pp. 169-214.

CAPTACIÓN, USO Y ADMINISTRACIÓN DEL AGUA EN LAS CIUDADES DE LA BÉTICA Y EL OCCIDENTE ROMANO.

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II. LA PRESA ROMANA DE MUEL. La presa y pantano romano de Muel, es un vestigio arqueológico de enorme interés que ha pasado prácticamente desapercibido hasta finales del siglo XX. Las primeras noticias publicadas que conocemos se remontan al año 195725, y a 1964 el primer26 estudio arqueológico. Salvo por el interés que han demostrado algunos geólogos27 y otros estudiosos28 de la ingeniería romana en Hispania, el gran dique de Muel ha permanecido prácticamente inédito29. Incluso para el mundo de la arqueología30 hasta el inicio de los trabajos arqueológicos que llevamos cabo en el año 2009.

Fig. 2 - Fotografía aérea y mapa topográfico 1:25.000. La curva de nivel de 430 m.s.n.m., que parece corresponder con bastante fidelidad a la posible zona ocupada por el agua embalsada por la presa de Muel.

Situación. La presa romana de Muel se ubicaba en origen en el cauce del río La Huerva31, aunque hoy este río, debido al aterramiento sufrido en siglos posteriores a la construcción de la estructura hidráulica, discurre unos metros al Oeste de su primitivo cauce (fig. 2).

M. PELLICER, Informe-diario de una prospección por el río Huerva, Caesaraugusta, 9-10, 1957, pp. 137-146. G. FATAS, Nota sobre el dique romano de Muel, Caesaraugusta, 1964, pp. 174-180. 27 C. SILVA AGUILERA, Catchment scale erosion and sedimentation assessment from valley incision and sedimentation in Roman and present day reservoirs (Central Ebro basin, Spain). The sedimentation of the Muel Roman Dam. Tésis doctoral en fase de realización. 28 M. ARENILLAS, J.C. CASTILLO, J. I. HEREZA, J. C. PINTOR, C. DÍAZ, R CORTÉS, La presa romana de Muel en el río Huerva (Zaragoza), IV Congreso nacional de Historia de la Construcción, Cádiz 2005; M. ARENILLAS, J. I. HEREZA, J. C. PINTOR, C. DÍAZ, R. CORTÉS, J.C. CASTILLO, S. POCINO, Caracterización estructural de la presa romana de Muel. Primeros resultados, II Congreso Nacional de Historia de las Presas, Burgos 2005; J.C. ABADÍA, Algunos comentarios sobre el abastecimiento de agua a Caesaraugusta. Cuadernos de Aragón 23, 1995. 29 De hecho no figura en las obras de catalogación sobre presas antiguas. N.A.F. SMITH, The Heritage of Spanish Dams. Madrid 1970; N. SCHNITTER, Historia de las presas. Las pirámides útiles, Madrid 2000. 30 J. LOSTAL, Arqueología del Aragón romano, Zaragoza 1980. 31 Datos de situación extraídos de la Confederación Hidrográfica del Ebro. El río La Huerva tiene una longitud aproximada de unos 128 km, y mantiene una dirección Norte-Sur bastante predominante. Recoge aguas de una cuenca vertiente de algo más de 1000 km2, lo que comparativamente con otros ríos de la margen derecha del Ebro no es un territorio muy grande (así, sus homólogos principales aguas arriba y aguas abajo, el Jalón y el Martín, tienen cuencas hidrográficas de 9338 y 2110 km2 respectivamente). Esto se debe a que carece de afluentes importantes que aumenten su territorio de captación de forma sustancial. 25

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La presa propiamente dicha se halla en el estrechamiento formado por el cantil calcáreo situado en la zona oriental y el cerro donde se levantaba el Castillo de los Marqueses de Camarasa en la occidental, con una anchura inferior a los 100 metros. Ambas formaciones, de materiales calizos, podían aprovecharse con facilidad para apoyar los laterales de la presa, formando un conjunto sólido que aguantase la presión ejercida por el agua embalsada. Así los ingenieros romanos eligieron uno de los escasos lugares apropiados situados en el entorno de la colonia caesaraugustana. La construcción en 1770 de la ermita de Nuestra Señora de la Fuente sobre la misma presa le otorga un encanto especial y nos da indicios de su potencia, ya que la misma se ha transformado en la sólida cimentación que sustenta la ermita en cuyo interior se hallan unas pechinas pintadas por Francisco de Goya.

Fig. 3 - La presa de Muel a comienzos del siglo XX. Se puede apreciar la potencia de su fábrica y la situación de la ermita sobre la misma.

Extensión del embalse. Por lo que se refiere a las posibles dimensiones que podía alcanzar el embalse, y basándonos exclusivamente en un análisis hipsométrico de la zona situada aguas arriba de la presa romana, hemos llegado a la conclusión de que podía extenderse por un terreno de unas 80 ha. Si observamos en la actualidad una fotografía aérea del lugar veremos que aguas arriba de la presa se extiende una fértil vega abrazada por La Huerva por su margen oriental, compuesta de pequeños terrenos de cultivo hortofrutícola, que se disponen en una zona perfectamente llana de forma alargada, que remonta por el valle unos 2 km. por apenas 400 m. de anchura. Estamos por lo tanto ante una presa de gran tamaño, probablemente una de las más grandes que se conocen del mundo romano.

CAPTACIÓN, USO Y ADMINISTRACIÓN DEL AGUA EN LAS CIUDADES DE LA BÉTICA Y EL OCCIDENTE ROMANO.

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Características técnicas de la obra de fábrica. En la actualidad la presa se conserva prácticamente completa debido a su temprano aterramiento (fig. 4). La colmatación del vaso ha protegido la pared interior de la erosión, impidiendo de este modo que se utilizasen los sillares en otras construcciones como sucede en el paramento exterior -aguas abajo- o en el propio coronamiento de la presa.

Fig. 4 - Estado actual de la presa de Muel. Vista aguas abajo.

El alzado, que ha dejado al descubierto los sondeos arqueológicos realizados en la campaña 200932, está formado por una fábrica de opus quadratum de piezas de caliza blanca, tal y como ya se conocía -éste en peor estado- en el paramento de aguas abajo. Este sistema constructivo se caracteriza por utilizar sillares paralepipédicos de talla cuidada, colocados normalmente en seco en hiladas horizontales isódomas o pseudoisódomas. El origen de esta técnica en Roma se remonta a época etrusca33 aunque es de finales del III a.C. y fundamentalmente a lo largo de la centuria siguiente, es decir paralela a la extensión del dominio romano en Hispania, cuando la gran arquitectura de opus quadratum va tomando forma a partir del influjo del helenismo y particularmente de las técnicas de construcción griegas34.

32 Financiados por la Diputación General de Aragón. P. URIBE, J. FANLO, MªA. MAGALLÓN, Informe de la campaña de excavaciones del año 2009 en la presa romana de Muel, Salduie X, 2010, en prensa. 33 G. LUGLI, La técnica edilizia romana, con particulare riguardo a Roma e Lazio, Roma 1957, pp. 245-252; J.P. ADAM, La construcción romana, materiales y técnicas, León 2002, p. 114. 34 J.A. ASENSIO, El gran aparejo en piedra en la arquitectura de época romana republicana de la provincia Hispania citerior: el opus siliceum y el opus quadratum, Salduie, 6, 2006, pp. 117-159.

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La excavación, que ha llegado hasta el nivel freático, localizado a una profundidad de 9,35 m., nos ha permitido documentar hasta quince hiladas de sillares realizados con esta fábrica de opus quadratum, dispuestos a soga y tizón, en la manera que Lugli denomina maniera romana35. Los bloques estuvieron realizados con almohadillado alisado más o menos prominente y listel perimetral, también denominado anathyrosis externa36. El alisado del almohadillado se consiguió bien mediante la utilización de la labra en espiga37 -con cincel o con puntero- o bien a través de una terminación denominada “en punteado” que consistía en el simple devastado de las superficies dejando las improntas del puntero marcadas en la piedra.

Fig. 5 - Vista general de la presa y situación de los sondeos.

Los primeros testimonios en Hispania Citerior38 del empleo, por parte de los romanos, del aparejo de quadratum son bastante tempranos. Se encuentra documentado en las torres de la muralla de Tarraco entre finales del III y comienzos del II a.C. Ya en la segunda mitad del II a.C. se construyen las cortinas de la segunda fase de la muralla de Tarraco junto con la muralla de Segeda II. Similar a la anterior se sitúa la muralla de Iesso datada a finales del II y comienzos del I a.C. En la primera mitad del I a.C. se construirá la muralla de Iluro, combinando paramentos externos de quadratum con un alma de caementicium. A esta breve lista de construcciones en opus quadratum de la Hispania Citerior hay que sumar ahora el ejemplo

G. LUGLI, La técnica edilizia…, pp. 181-183, Tav XXXVII. Según J.A. ASENSIO, El gran aparejo en piedra… p. 148, recogiendo las palabras de G. Lugli, la anathyrosis tuvo en la arquitectura clásica un origen meramente funcional. Esta lista o filete perimetral se disponía en principio en las superficies de contacto entre los sillares para posibilitar un mejor ajuste entre los mismos, de tal forma que el resto de la cara se dejaba rehundido. No obstante, ya en algunas obras griegas esta franja se traslada a las caras externas de los bloques con el objetivo de enmarcar o limitar el almohadillado, de ahí que a este elemento se le denomine también anathyrosis exterior. 37 Técnica que consiste en un alisamiento más o menos cuidado de las superficies externas alternando franjas creadas por marcas oblicuas del cincel o del puntero en sentido derecha o izquierda, de forma que dibujan o imitan la disposición de las espigas de cereal. J.A. ASENSIO, El gran aparejo…, p. 150. 38 J.A. ASENSIO, El gran aparejo en piedra…, p. 133. 35 36

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zaragozano de la presa Muel cuya realización (ver infra.) se situaría hacía el cambio de Era en época augustea. El módulo de los sillares varía dependiendo de donde fueron ubicados. Los bloques de las primeras hiladas poseen siempre una altura más pequeña que los sillares de las últimas. Esta precaución se esgrimió con el fin de aligerar las cargas que un muro de tan considerables dimensiones debía tener. De este modo, entre la primera y la quinta hilada la altura de los sillares oscila entre 0,52 y los 0,56 m. Los bloques de altura superior se encuentran ubicados entre la sexta y siguientes hiladas oscilando entre los 0,55 y 0,60 m. En cuanto a su anchura, los sillares dispuestos a tizón, poseen una anchura entre los 0,46 y los 0,86 m. Sin embargo, los bloques situados a soga alcanzan una anchura entre los 1,5 m. hasta 2,1 m. La anchura del listel perimetral oscila entre los 24 cm. y 45 cm. Por lo tanto, podemos afirmar que la modulación de los sillares estuvo basada en el pie romano de 0,296 m, rondando su altura entre un pie y medio y 2 pies (bipedales) su anchura, para los dispuestos a soga, entre un pie y medio y tres pies y para los de tizón entre los 5 y 7 pies. Conocemos cómo se había utilizado esta modulación ya en obras similares en la Hispania Citerior. Nos referimos a las construcciones de la segunda mitad del II a.C. como las murallas de Iesso39 y Segeda II40. El listel perimetral, mencionado anteriormente, consiste en la disposición de una lista o filete alisado de una anchura variable en el perímetro de las caras visibles, característico por otro lado de las obras con almohadillado. Su tamaño, enormemente variable, no responde, según Asensio a ningún criterio cronológico. Para el Valle del Ebro conocemos las medidas de la muralla de Tarraco (construida en torno al 200 a.C.) con 10 y 20 cms. de anchura para los listeles. En otros casos, datables en la segunda mitad/finales del II a. C., la anchura es mucho más pequeña, entre los 5-7 cms. para la muralla de Segeda II ó 5 cms. para el zócalo del sacellum del Circulo Católico de Huesca41. Por otro lado, se observa como en el alzado las juntas vistas fueron realizadas a hueso o a seco. Sin embargo, en el coronamiento se ha podido documentar cómo para los sillares que constituyeron el relleno se utilizó opus caementicium de buena calidad como ligazón (fig. 6). En esta fase preliminar de la investigación todavía no está al alcance de nuestras posibilidades poder afirmar con certeza si la presa estuvo rellenada por una masa compacta de opus caementicium o si por el contrario, la parte interior se realizó únicamente con sillares.

En la muralla de Iesso, - I. GARCÉS, N. MOLIST, J.M. SOLIAS, Les excavacions d’urgencia a Iesso (Guissona, La Segarra), Excavcions d’urgenacia a les comarques de Lleida, Barcelona 1989, pp. 108-124 - el grosor de la arenisca rondaba entre los 0,30, 0,44-0,48, 0,58-0,59 y 1,3 lo que equivale a 1, 1,5, 2 y 4,5 pies romanos respectivamente. J. A. ASENSIO, El gran aparejo en piedra…, n. 64. 40 En Segeda II existen sillares con diferentes dimensiones pero siempre múltiplos del pie romano unos 1,35x0,6x0,45 m. es decir 4,5x2x1,5 pies romanos y otros 1,35x0,6x0,3 es decir 4,5 x 2 x1 pie; J. A. ASENSIO, El gran aparejo... n. 64. Importantes obras italianas de época republicana en opus quadratum muestran una tendencia a utilizar un módulo de 2x 2 pies en los tizones por 4/5 pies en las sogas, tal es el caso de las murallas de Lucca -P. MENCACCI, Lucca. Le mura romane, Lucca 2001- o del Tabularium de Roma; G. LUGLI, La técnica edilizia…, p. 197. 41 J. A. ASENSIO, El gran aparejo en piedra…, pp. 148-149. 39

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Fig. 6 - Coronamiento de la presa y detalle de los sillares expoliados.

Tampoco se han documentado los orificios dejados por la presencia de grapas o los negativos del andamiaje. Las únicas marcas de construcción se observan en la zona del coronamiento, donde pequeños orificios tallados en el propio sillar permitirían colocar el bloque en la posición exacta a través de la fuerza ejercida por una palanca. En cuanto a las dimensiones y estructura de la propia presa, gracias a los sondeos que se han realizado en las excavaciones arqueológicas del año 2009, se ha podido documentar que se trata de una presa de gravedad sin escalones -por lo menos en la altura documentada. El talud con el que fue diseñada alcanza una pendiente de 0,95 m. en los 8 m. de alzado documentados. Respecto a la altura máxima que hemos podido documentar, si añadimos la hilada de sillares expoliados para otras construcciones, nos situaríamos ante una altura de por lo menos 9,44 m. La anchura de la presa oscila entre los 7/8 metros en el coronamiento hasta alcanzar los 11,19 m. en la zona inferior conocida. Cronología. Los estudiosos42 anteriores a nuestras investigaciones han atribuido una cronología temprana para la presa, habiendo sido corroboradas sus intuiciones por los resultados de las primeras campañas de excavaciones en la presa romana de Muel. Las marcas de la Legio IIII y las fechas que hemos podido obtener mediante el C14, dejan ya aclarada la cronología de la presa en época Augustea. 42

M. ARENILLAS ET ALII, La presa romana de Muel…; M. ARENILLAS ET ALII, Caracterización estructural…

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Las marcas de la Legio IIII. En el sondeo 2, a una profundidad de 6 m, en la hilada 12 de la presa, incluyendo el primer sillar robado43, se encuentra la abreviatura L(egio) con una interpunción seguida del numeral IIII. Se trata de una inscripción, de 28 cm. de ancho, sobre la superficie exterior de uno de los sillares (la altura de las letras varía entre los 12/13 cm.). Está realizada con un trazo seguro y continúo, apreciándose las marcas que ha dejado el instrumento metálico con el que se realizó. El sillar que sirvió de soporte de la inscripción (57 cm. de altura x 71 cm. de anchura) tiene, a diferencia del resto de los sillares, un pequeño resalte a modo de almohadillado justo en la zona donde se dispuso la inscripción. Además, destaca que la inscripción se encuentra dispuesta a la inversa, es decir para su correcta lectura habría que girar el bloque 180º. Su lectura, en este caso, no ofrece ninguna duda44, L(egio) IIII, no sólo aparece el numeral IIII sino que también lleva la abreviatura de Legio como sucede por ejemplo en los miliarios de Valdecarro en Ejea y Castilliscar45.

Fig. 7 – Mapa de elevación y planimetría general de la presa.

Debajo se ha grabado un nuevo texto, en este caso se trata de tres letras P V I, sin ninguna interpunción y grabadas probablemente por otra mano. Se aprecia que el surco es menos profundo e incluso se pueden contar los golpes del cincel o punzón con el que se trazaron. Teniendo en cuenta sus características paleográficas se pueden fechar perfectamente en época augustea. Respecto a su interpretación puede tratarse de las iniciales de los tria nomina de una persona o letras relacionadas con las marcas de construcción, aunque son diferentes a las que hemos hallado en otros sillares de la presa estando todavía en fase de catalogación y análisis.

A tenor de los vestigios conservados probablemente falta una hilada de sillares en la zona superior de la presa. Recordemos que en las inscripciones atribuidas a las Legiones fundadoras de la colonia halladas en el llamado puerto fluvial de Caesaraugusta no figura la abreviatura de Legio, sólo el numeral. 45 J. LOSTAL, MPT , nº 18 , pp. 19 y 20. 43 44

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Las legiones romanas no sólo intervinieron en la guerra sino que tienen un papel muy activo en el proceso de ordenación territorial y participan en la construcción de diversas obras públicas. Los hitos más relevantes de su actividad en el Valle Medio del Ebro fueron la fundación de la Colonia, y la construcción de la vía romana entre Caesaraugusta y Pompelo, a ellos, tras los recientes descubrimientos que presentamos, añadiremos la participación en la construcción de la presa romana de Muel.

Fig. 8 - Sondeo 2. Pared interior de la presa.

Los legionarios de la IIII Macedonica, la VI Victrix y la X G(emina), intervinieron en la construcción de la vía romana entre Caesaraugusta y Pompaelo46. Entre los años 9-8 y 5-4 a. E., los integrantes de las tres legiones fundadoras de la colonia construían también esta calzada según consta en tres miliarios procedentes de esta vía. Uno hallado en Valdecarro, en las proximidades de Ejea de los Caballeros y dos en Castiliscar, en los que figuran los nombres de la L(egio) X G(emina), la Leg(io) IIII Mac(edonica) y la L(egio) VI Vi(ctrix)47. Además, podemos

46 M. BELTRÁN LLORIS, Notas arqueológicas sobre Gallur y la comarca de las Cinco Villas de Aragón, Caesaraugusta 33-34, 1969-1970, pp. 89-117; C. CASTILLO, Un nuevo documento de la Legio IV Macedónica en Hispania, I Reunión Gallega de Estudios Clásicos, Santiago de Compostela (1979) 1981, pp. 134-140. M. C. AGUAROD, J. LOSTAL, La vía romana de las Cinco Villas, Caesaraugusta 55-56, 1982, pp. 167-218. MªA. MAGALLÓN, La red viaria…, J. LOSTAL, Catálogo de miliarios de la vía de las Cinco Villas y del Pirineo aragonés, Item a Caesarea Augusta Beneharno, I. MORENO (Ed.) Zaragoza 2009, pp. 191-238. 47 MPT, nº 18, pp. 19 y 20.

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añadir las marcas de la (Legio) VI y (Legio) X48, en el llamado puerto romano de Caesaraugusta y los reversos de algunas de las monedas49 acuñadas en la ceca caesaraugustana. Su participación en la construcción de las obras públicas está atestiguada no sólo en esta nueva marca de la presa romana de Muel, sino en uno de los hitos más relevantes de la ordenación del territorio en la tarraconense, nos referimos al puente romano de Martorell50 en el que también se han hallado las marcas de los legionarios. En este caso se han documentado las marcas de las tres legiones que se encargaron de construir el puente. Se han contado en el estribo oeste diecisiete marcas con la abreviación L(egio) seguida a veces por un punto y por el numeral correspondiente: 12 a la L(egio) IIII, 3 a la L(egio) VI y 2 a la L(egio) X51.

Fig. 9 - Marca de la Legio IIII.

Los datos de Muel, junto con los de Caesaraugusta, Martorell y las Cinco Villas, no hacen sino corroborar los testimonios del amplio programa de organización52 territorial llevado a cabo por Augusto en el que la fundación de las ciudades, la construcción de caminos y la realización de las obras públicas eran los elementos básicos para afianzar el proceso de control del espacio por Roma.

Estudiadas por F. BELTRÁN LLORIS, Marcas legionarias de la VI Victrix y la X Gemina en el foro de Cesaraugusta. Veleia 24-25, 2007-2008, pp. 1069-1079. Se trata de unas marcas de numerales X y VI, que no llevan la indicación de la Legio, pero que se han interpretado como marcas de las legiones fundadoras de la colonia. En un primer estudio se interpretó también una marca de la IIII Macedónica, pero más tarde se ha desestimado. 49 A. BURNETT, M. AMANDRY, P. P. RIPOLLÉS, Roman provincial Coinage I. From the death of Caesar to the death of Vitellius (44 BCAD 69) Londrés-París 1992= RPC. nº 319 y 326. 50 J.M. GURT, I. RODÁ, El Pont del Diable. El monumento romano dentro de la política territorial augustea, AespA 78, 2005, pp. 147-165. 51 J. M. GURT, I. RODÁ, El Pont del Diable…, p. 150. 52 Mª A. MAGALLÓN, Organización de la red viaria romana en el Valle Medio del Ebro, Actas de Simposio Internacional. La red Viaria romana en Hispania. Zaragoza 1990, pp. 301-315. 48

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Las fechas de Carbono 14. A la información cronológica que proporciona la epigrafía añadiremos los primeros resultados de las dataciones de C14 realizadas en los sedimentos de la presa. Los mismos son concluyentes. La presa se construyó en época augustea y en el siglo III aproximadamente ya estaba casi aterrada, lo que la inutilizó. Muestra

Material

Muestra MC 1

carbones

Muestra MC 3

carbones

Muestra MC 6

carbones

Fecha 1920 +/- 40 1950 +/- 40 2010 +/- 40 1990 +/- 40 1650 +/-40 1690 +/- 40

Cronología calibrada 40 a.C. 130 d.C. 60 a.C. 80 d.C. 250 d.C. 420 d.C.

Las dataciones de las muestras 1 y 3 nos proporcionan el momento de la construcción, cronología que perfectamente encaja con la época augustea y la 6 tiene el interés de aportarnos la fecha del proceso de aterramiento de la presa. En el siglo III ya presenta síntomas de colapso y aterramiento. En estos momentos el equipo de geólogos, especialistas en estratigrafía, y los palinólogos que forman parte del grupo de trabajo de Muel, están llevando a cabo los análisis de la fauna y sedimentología que sin duda proporcionarán más datos acerca de la evolución del proceso de colmatación del embalse y nos ayudará conocer la vegetación y el clima en época romana. CONCLUSIONES. Tras la exposición que hemos desarrollado a lo largo de estas páginas y gracias a la investigación multidisciplinar que hemos emprendido en el embalse romano de Muel podemos decir que estamos conociendo con seguridad las características técnicas de la presa. Se trata de una presa de gravedad, sin espaldón, construida con opus quadratum. El monumento es uno de los restos más relevantes del mundo romano en Hispania, por su monumentalidad y por el excelente estado de conservación que presenta. La misma se construyó hacía el año 10-5 a.C. con la intervención de los soldados de las legiones fundadoras de Caesaraugusta, la IIII Macedónica, la VI Victoriosa y la X Gémina. Los materiales empleados en la construcción de la presa proceden de una cantera romana que se ha hallado en las proximidades de la misma. En el territorium de la colonia se llevan a cabo las infraestructuras necesarias, que garanticen el desarrollo y el control del mismo, como las obras públicas y las infraestructuras viarias.

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