La posmodernidad: una explicación sencilla

July 23, 2017 | Autor: Rubén Montero | Categoría: Posmodernidad, Modernidad. Posmodernidad, Filosofia
Share Embed


Descripción

LA POSMODERNIDAD HECHA SIMPLE
Rubén Montero Guerrero

Introducción
Este estudio presenta las líneas generales de lo que se ha dado en llamar el posmodernismo. Empezaremos describiendo algunos conceptos generales, donde enfatizaremos la relación que existe entre la modernidad y la posmodernidad. Luego esbozaremos la manera en que el posmodernismo, o más propiamente el hombre posmoderno, se relaciona con Dios y con la religiosidad en general. En seguida, ya que cualquier teorización sobre lo que es el hombre es completamente ajena al espíritu de la posmodernidad, nos limitaremos a caracterizar o describir al hombre posmoderno. Finalmente, enumeraremos las conclusiones de nuestro estudio, donde enfatizaremos la postura cristiana frente a la posmodernidad.

Conceptos Generales
Ya desde el mismo nombre la posmodernidad nos remite a la modernidad. Por eso es que nuestro estudio de la posmodernidad debe empezar forzosamente por un breve análisis de lo que significó la modernidad. A su vez, para entender la modernidad necesitamos describir brevemente la pre-modernidad.
La pre-modernidad está referida a una época en la que el ser humano había colocado a Dios en el centro de su sistema metafísico, entendiendo por metafísica una concepción integral de la realidad. Para un creyente adventista, el que se coloque a Dios en el centro parece ser una excelente noticia. En realidad esa visión teocéntrica no quiere decir realmente que Dios estaba en el centro, sino que la institución que hablaba en nombre de Dios, esto es la iglesia medieval, era la que gobernaba la conciencia de los hombres, determinando lo que era la verdad y cómo uno debía conducirse en la vida. Este sistema prosperó durante la Edad Media, hasta que se puso en tela de juicio la veracidad de las aseveraciones de la iglesia.
El andamiaje de la Edad Media comenzó a tambalear con el advenimiento del racionalismo. No bastaba que algo sea dicho por la iglesia para que sea verdad, era necesario que todo lo que se pretendía que era verdad tuviese que pasar por el filtro de la razón. Más adelante, en la época del Iluminismo, que no es sino el racionalismo desbocado, se intentó llevar la razón hacia todos los aspectos de la vida humana, incluyendo la sociedad y las estructuras políticas. Nace así el llamado "proyecto del iluminismo", que es la promesa de alcanzar una sociedad libre de injusticias a través de la guía suprema de la razón humana. Esta es la característica más notable de la modernidad: la confianza en que la razón resolvería los problemas de la humanidad y llevarían al hombre construir una sociedad cada vez mejor.
La posmodernidad surge cuando se hace notorio el descalabro del proyecto de la modernidad. El siglo XX, que empezó con tan buenos augurios para la humanidad, fue testigo de dos guerras mundiales, del aumento de la desigualdad, del desastre ecológico, del aumento indetenible de la violencia, etc. La confianza en la razón humana no había llevado a esa sociedad ideal y a ese paraíso terrenal que ofreció la modernidad. Como resultado de ese fracaso, surge una visión pesimista y un desencanto generalizado, además de una desconfianza frente a la razón como instrumento para alcanzar la verdad. A las diversas manifestaciones de ese desencanto se ha dado en llamar la posmodernidad. No puede definirse una corriente de pensamiento coherente, porque la posmodernidad es ajena a cualquier formulación racional de una doctrina. Por ese motivo es que se dice que la posmodernidad es más un estado de ánimo que una filosofía o corriente de pensamiento.
Entre los filósofos posmodernos destaca Lyotard, quien sostenía que la cultura posmoderna se caracteriza por la incredulidad con respecto a los metarrelatos, es decir las grandes ideologías totalizadoras que han fracasado en cumplir lo que prometían. Son cuatro fundamentalmente estos metarrelatos: el cristiano, el marxista, el iluminista y el capitalista. Ninguno de ellos, en opinión de Lyotard, ha cumplido con lo que prometía, por lo que ahora hay que dar paso a los "pequeños relatos", que son aquellos que quedaron invisibles por la supremacía de los metarrelatos. En otras palabras, la muerte de las grandes ideologías da lugar a los "pequeños relatos", donde las historias de sectores que habían quedado invisibles por la historia oficial podían dar paso a hacer escuchar su voz. Por eso ahora, es oportunidad para que los que fueron oprimidos y discriminados cuenten su relato, su historia. Se alude a las mujeres, a las razas dominadas por los blancos, a los homosexuales, etc. Por eso es que el énfasis del posmodernismo es el de liberar las voces de quienes no eran escuchados.

El Posmodernismo y Dios
No hay propiamente un interés teológico en la mentalidad posmoderna. Sería contradictorio con el posmodernismo el sostener que no hay verdad (o que la razón no alcanza para conocer la verdad, si ésta existiese), y luego formular proposiciones teológicas. Sin embargo, sí es posible describir el tipo de relación que existe entre el hombre posmoderno y la divinidad.
En la desconfianza con que mira la posmodernidad a la razón se abre una vía de acceso a la tolerancia con las diversas manifestaciones religiosas. En teoría, la posmodernidad permite un mayor acercamiento que la modernidad al diálogo con personas que profesan cierta religiosidad. Esta apertura podría entenderse como una oportunidad para los cristianos y el cumplimiento de su misión. Sin embargo, en la práctica los posmodernos tienen la tendencia a rechazar el cristianismo por sus aseveraciones de ser a "única verdad". No es raro encontrar a un posmoderno participar, con cierto entusiasmo, de algún ritual ancestral de un pueblo primitivo y rechazar categóricamente un estudio bíblico con algún creyente. Por otro lado, cuando el posmoderno se acerca a algún tipo de credo o fe religiosa, tiene la tendencia a esperar que Dios no sea demasiado exigente en relación con su estilo de vida o su ideología personal. Dado que el postmoderno obedece a lógicas múltiples, frecuentemente prepara él mismo su "cóctel religioso" con unas gotas de islamismo, una pizca de judaísmo, algunas migajas de cristianismo, un dedo de nirvana; todas las conminaciones son posibles, añadiendo para ser un poco más ecuménico, una cucharadita de marxismo o un paganismo a gusto del consumidor.

El Posmodernismo y el hombre
El hombre posmoderno se ha transformado en un hombre desvinculado de casi todo aquello que le rodea. Es un individualista a ultranza. El desarrollo tecnológico ha favorecido el debilitamiento de las relaciones significativas con las personas reales que tiene alrededor, pero manteniendo una relación frecuente con gente que está a decenas de miles de kilómetros.
También se puede caracterizarlo como un individuo rebajado a la categoría de un objeto, de una mera cosa. Repleto de consumo y bienestar, cuyo fin es despertar admiración y superioridad sobre el resto. Un hombre que vive solo para sí mismo, pensando en el placer sin restricciones, modelo que, sin duda, asimilarán prontamente sus propios hijos.
Hay también ciertos aspectos que podrían considerarse en relación con la actitud del hombre posmoderno. Entre ellos, la sensibilidad hacia las manifestaciones de un cristianismo auténtico. No está muy interesado en los aspectos doctrinales y teológicos, pero es impactado por el testimonio de una vida de servicio desinteresado de alguien que vive su cristianismo en forma real. Esta constituye una tremenda ventana de oportunidad para alcanzar al hombre posmoderno

Conclusiones
El posmodernismo representa el cumplimiento de la declaración bíblica: "Porque vendrá tiempo cuando no soportarán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oídos, acumularán para sí maestros conforme a sus propios deseos" 1 Timoteo 4:3,
El posmodernismo representa una oportunidad para el testimonio cristiano. Estas personas pueden no estar muy interesadas en las doctrinas o en el estudio teológico, pero son muy sensibles a las demostraciones prácticas del amor cristiano.
Podemos aprender del posmodernismo en la desconfianza en la razón para encontrar la verdad, incluso en los estudios de la Biblia. Las verdades bíblicas son alcanzadas mediante la obra del Espíritu Santo, no únicamente mediante la razón.
La preocupación por la justicia y el escuchar las voces de los sectores oprimidos puede ser también una manera como la iglesia llegue a los posmodernos.


En su libro La Posmodernidad (explicada a los niños), él escribe: "Cuando la enfoqué, en 1979, en torno de la cuestión de los "grandes relatos", mi intención era simplificarla, pero me temo que fui más allá de lo necesario. Los "metarrelatos" a que se refiere La condición posmoderna son aquellos que han marcado la modernidad: emancipación progresiva de la razón y de la libertad, emancipación progresiva o catastrófica del trabajo (fuente de valor alienado en el capitalismo), enriquecimiento de toda la humanidad a través del progreso de la tecnociencia capitalista, e incluso, si se cuenta al cristianismo dentro de la modernidad (opuesto, por lo tanto, al clasicismo antiguo), salvación de las creaturas por medio de la conversión de las almas vía el relato crístico del amor mártir."Jean Francois Lyotard, La posmodernidad (explicada a los niños) (Barcelona, España: Editorial Gedisa SA, 1996), 29-32
Tomado de internet http://www.monografias.com/trabajos17/retorno-dios/retorno-dios.shtml Acceso. 22 de enero de 2015.



Lihat lebih banyak...

Comentarios

Copyright © 2017 DATOSPDF Inc.