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LA POLÍTICA COMO CODICIA O LA “MAQUINACIÓN DEL FRAUDE FISCAL”, SOBRE RELACIONES “CONCUPISCENTES” ENTRE PODER Y DINERO: EL CASO “PENTA– CAVAL”. Dr. Adolfo Vásquez Rocca
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La formalización de los ejecutivos máximos de PENTA
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(holding empresarial
chileno), sometidos estos últimos a una investigación que por sus implicancias públicas ha sido objeto de una gran exposición mediática. La estrategia de los altos ejecutivos de Penta consistía en evadir el pago de impuestos emitiendo boletas o facturas que daban cuenta de servicios que no fueron realizados, en (algunos) casos emitidas por familiares de los imputados, en otras por secretarias de los mismos, dineros que eran defraudados y utilizados en algunos casos para campañas políticas de cargos de elección popular; estas boletas sin respaldo material (ideológicamente falsas) permitieron financiar campañas principalmente del partido de derecha UDI, y otras acciones de evasión tributaria, cohecho y Lavado de Activos. Ésta arista políticotributaria nos permite adentrarnos en los vericuetos de la corrupción y sus prácticas sistemáticas. Si quisiéramos dar con sus causas basales, podríamos –en primera 1
Empresas Penta, también denominado Grupo Penta, es un holding empresarial chileno, con inversiones en las áreas de previsión, seguros, finanzas, salud, inmobiliaria y educación. De acuerdo a sus propias estimaciones, el grupo maneja activos por un monto aproximado de 30 000 millones de dólares. En agosto de 2014, el Servicio de Impuestos Internos (SII) denunció a siete personas ligadas a las Empresas Penta —entre ellos sus principales socios Carlos Alberto Délano y Carlos Eugenio Lavín— por fraude tributario ante el Ministerio Público. Según la acusación inicial, el grupo habría defraudado al Fisco por una cifra que está entre los $260 a $660 millones de pesos. El llamado «caso Penta», o «Pentagate», tomó ribetes políticos en octubre de ese año, cuando un exejecutivo del Grupo Penta, Hugo Bravo, declaró que el grupo había hecho donaciones irregulares a políticos del partido Unión Demócrata Independiente (UDI) para financiar sus campañas electorales. Entre los beneficiados por Penta estarían los UDI Jovino Novoa, Ena von Baer, Pablo Zalaquett e Iván Moreira, y los independientes Laurence Golborne —que fue precandidato presidencial de la UDI— y Andrés Velasco. Los controladores de Penta negaron las denuncias de Bravo, sin embargo, el caso provocó la renuncia de Carlos Délano al directorio de la Fundación Teletón en septiembre de 2014, y de ambos propietarios del holding —Délano y Lavín — a los directorios de cuatro empresas del grupo Penta —Penta Vida, Penta Security, Banmédica y Banco Penta— y al consejo directivo de la Universidad del Desarrollo en diciembre del mismo año.1En enero de 2015, el SII denunció formalmente a Délano y Lavín y a otras doce personas — entre ellos cinco hijos y la hermana de Délano— por la emisión de facturas ideológicamente falsas. También se investigan los pagos que habría recibido Pablo Wagner por parte del grupo, mientras se desempeñaba como subsecretario de Minería del gobierno de Sebastián Piñera. El 7 de marzo de 2015, fue formalizada la investigación contra directivos de la empresa, quedando varios de ellos en prisión preventiva.
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instancia– apuntar a la deficiente formación ética en las Escuelas de Negocios (Ingeniería Comercial) de Universidades que, por su propia profesión de fe- debieran ser garantes de los profesionales que forman (PUC2). Primero fue el caso Penta y las figuras de la UDI. Lo siguió el caso Caval y la polémica salida de Sebastián Dávalos3 (hijo de la Presidenta) de La Moneda y ahora es Soquimich4 y la investigación entrampada: no han sido poco los escándalos que vinculan al dinero y la política en las últimas semanas y que genera una fuerte molestia en los medios sociales. Con oportunismo politico RN sostiene que, con los antecedentes recopilados en el caso Davalos–Compagnon “perfectamente puede existir negociación incompatible o violación de secreto, que son similares al tráfico de influencias y el uso de información privilegiada”. Tal vez si se tiene en cuenta que el gobierno de Bachelet le puso énfasis al fin al lucro en materia educacional, se esperaría, con mayor razón y consecuencia, que un gobierno de centro izquierda, con un fuerte discurso sobre la equidad, hubiesen puesto el mismo celo en poner fin a este lucro ilegítimo, muchísimo peor, vinculado a la especulación inmobiliaria, del cual se han beneficiado no sólo algunos integrantes de la Moneda sino lo que es notoriamente más grave, el propio hijo de la presidenta. Lo que sensatamente se esperaba es que Michel Bachelet que estaba veraneando en el lago Caburga, donde tiene una casa o cabaña, volviera a la capital. Le pidiera la renuncia a su hijo, que devolvieran el dinero por la transacción de los terrenos en Machalí. Y por Pontificia Universidad Católica de Chile. 3 Hijo mayor de la Presidenta que al asumir el actual gobierno le son asignadas funciones de director del Área Sociocultural de la Presidencia, que en castellano y cuando la banda tricolor la lleva un hombre, significa las tareas de primera dama. 4 La Sociedad Química y Minera de Chile (SQM o SOQUIMICH) es una empresa minera privada que se dedica a la explotación, procesamiento y comercialización del salitre, yodo, potasio y litio en Chile. 2
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último que pidiera disculpa por el abuso de poder que tuvo el matrimonio DávalosCompagnon .
Otro fenómeno, en este caso, sociológico–medial es la suerte de farandulización, en el escaparate de la Sociedad del espectáculo5, del festín cívico, al modo de un “reality” que han ido adquiriendo estas audiencias de cargo, hasta trivializarlas, produciendo su abaratamiento, su asimilación en el inconsciente colectivo de las grandes audiencias televisivas, precisamente aquí es donde el humor (antiguo vehículo de propaganda e instrumento para manipular la carga afectiva que se tenga frente a estos actores de los actos de corrupción a la que nos referimos.) Junto a ello vienen a cuenta los usos y giros lingüísticos utilizados por los litigantes: “máquina para defraudar”, etc. –que no son sino figuras retóricas– pensadas para la Prensa, ya que el carácter público, el desprestigio de uno u otro sector es lo que esta en juego, aún cuando, a mi juicio, es la clase política toda6, la que ha perdido su credibilidad. En nuestra sociedad –la ciudadanía– debiendo convertirse en un organismo fiscalizador y reaccionar con la indignación del 11 M 7, porque el auto-control no es suficiente, se difumina en un vaga disconformidad, un malestar que nos corroe, pero que aprendimos a callar; los sindicatos (se nos presentan como trampas 'caza bobos'), el gremialismo 5
VÁSQUEZ ROCCA, Adolfo, "Baudrillard; Cultura, simulacro y régimen de mortandad en el Sistema de los objetos.", En Cuaderno de Materiales, Revista de Filosofía, UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID, Nº 22, 2007. http://www.filosofia.net/materiales/articulos/a_baudrillard_vasquez.html
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Casos como Penta y Caval afectan el proyecto presidencial de Michelle Bachelet y también impacta negativamente en la imagen de la política en general.
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VÁSQUEZ ROCCA, Adolfo, “Psicopolítica, sociedad sitiada y Movimiento de los Indignados: La modernidad líquida y sus parias. Zygmunt Bauman y Edward Snowden”, En Revista Almiar - III Época Nº 76 - 2014, ISSN: 1696-4807, MARGEN CERO, Madrid. http://www.margencero.com/almiar/15m-movimiento-indignados/
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parece ser un dominio semántico contradictorio apropiado por Jaime Guzmán 8, la militancia partidaria otra cuestión de cúpulas. Se ha querido hacer de la crisis de credibilidad y corrupción de la clase política un relato que indague por sus causas o culpables, siempre es muy tranquilizador que tengamos chivos expiatorios sobre los cuales recaiga una venganza ejemplarizadora –y con ello– un disuasivo para futuros episodios de cohecho, financiamiento con dineros de origen falso que no hacen sino convertir nuestra tenue democracia en una plutocracia, cuyo mal anexo es y ha sido el nepotismo.
Pero claro, cuando los procesos se alargan
indefinidademente hasta el paroxismo kafkiano, es evidente que el vértigo y dispersión de los acontecimientos -matizados por justas deportivas, el 'escándalo de la semana' en el escaparate televiso, y ha transcurrido un tiempo desde que estalló el escándalo de turno en las oscuras relaciones entre negocios (financistas) y política-, ya a esta altura hemos perdido de vista el principio y el fraude que se investiga (los responsables se difuminan en una culpabilidad colectiva, las causas se pierden de vista) y el supuesto desenlace que todas las semanas se anuncia próximo se aleja cada vez más. La 8
Jaime Guzmán Errázuriz: Nació en Santiago, el 28 de junio de 1946. Su primera actuación pública fue en 1969, cuando fue elegido presidente de la Juventud Alessandrista Independiente, lo que lo vinculó con don Jorge Alessandri Rodríguez en una amistad que duró toda la vida y en la que reconoció al ex presidente como su mentor. En 1970, en el Gobierno de la Unidad Popular, la UP, luchó sin cuartel contra éste, sus ideas y proyectos, atacándolo, a través de la prensa, radio, televisión y por escrito, en sus ensayos. Producido el golpe militar, fue designado miembro del Consejo Nacional de Televisión de la Universidad Católica de Chile. Sin embargo, el momento culminante de su carrera fue en septiembre de 1973 cuando fue designado por el Gobierno Militar, junto a otros seis profesores de Derecho, para integrar la Comisión que redactó la nueva Constitución Política de Chile, conocida como Constitución de 1980. Desde septiembre de 1973 hasta febrero de 1983 se desempeñó como asesor del Gobierno Militar en materias jurídico-políticas y el peso de sus opiniones lo transformaron en el auténtico "Ideólogo" del Gobierno. Integró la Comisión Asesora de las Leyes Orgánicas Constitucionales, LOC, entre 1983 y 1989. En 1983 fue el fundador del Movimiento Unión Demócrata Independiente, UDI, el que presidió hasta 1987. Falleció -asesinado- en abril de 1991 y fue reemplazado por Miguel Otero Lathrop, según lo dispuesto en el Artículo 47, inciso tercero, de la Constitución Política de la República. Fue asesinado por un grupo terrorista después de haber dictado su clase en el Campus Oriente de la Universidad Católica de Santiago, el 1° de abril de 1991.
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capacidad de atención narrativa del ciudadano -agobiado por deudas, la inseguridad del empleo, etc. es limitada. Cuando una historia es demasiado larga ya no podemos vincular los episodios entre sí, y los causas, así como el rostro de los acusados se difumina en la niebla de la impunidad. Es así que nuestro sistema judicial –en sus diversas instancias– bajo la latente presión de los poderes fácticos (invisibilizados) se haya ido convirtiendo en expertas en cortinas de humo, medidas efectistas, para finalmente, cuando el interés público, audiencia y fiscalización decaen, asignar penas menores, o simplemente multan con cifras ridículas e ínfimas (como en el caso de la colusión de las Farmacias). La solución pasa por la calidad moral –el material del que están hechas las personas– y por la re-fundación de Instituciones Cívicas cuyo prestigio No puede perderse, es necesario reestructurar las confianzas y devolver dignidad sobre el uso de los recursos públicos y sus instituciones, tal como ha ocurrido en el pasado con la creación de la Controlaría General, el Banco Central, el Ministerio Público o el Tribunal Constitucional. Necesitamos restablecer, insisto, la fe pública. La necesidad de una institucionalidad aséptica y del todo autómata (si esto fuera posible) que regule la auto-contención de los empresarios, y de los políticos -la conflictiva relación entre dinero y política– no sólo es un debate impostergable. Pero no es razonable que sea la propia Presidenta Michelle Bachellet (que uno de sus hijos se encuentra involucrado en el caso Caval)– sea quien nombre una Comisión investigadora o de 'Transparencia', integrada por académicos de elite, que asuma una responsabilidad que debiera estar en el ámbito de debate que correspondería a un Foro mayor que contemplara a la Ciudadanía (consulta), una Comisión Parlamentaria, potenciada por estos mismos académicos; órgano tripartito que fuera garantes de la ecuanimidad y alcance real de las medidas a tomar,
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legislandose con vocación de futuro.
Es así que hay que poner fin a ciertas mitologías, como la de algunas lógicas capitalistas, según la cual a épocas de prosperidad, cuando la economía se expande y el crecimiento del producto es sostenido, le debiera seguir o suceder tiempos donde el beneficio —en razón de los excedentes— alcance a toda la población, incluso a la más desfavorecida, esto de acuerdo a la conocida estrategia de "crecimiento y chorreo" que dominó el "paraíso" neoliberal del Chile de los 80'. Pero en realidad esto nunca sucedió, en su lugar advino la acumulación —incluso— del excedente; nuevas formas de codicia (relación “concupiscente” entre política y dinero) y de fraude fiscal terminaron por ahogar ésta promesa escatológica del libre mercado.
Adolfo Vásquez Rocca D.Phil
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CASI UNA TRAGEDIA 9
Resulta hasta cierto punto enternecedor como cada cual encuentra en la vida un final que se le parece. La UDI y sus financistas, los Pentaboys, murieron por despreciar a sus empleados, o más bien por tratar como empleado a quien se consideraba un socio más. No pensaron que Hugo Bravo tenía derecho también a eso que les parecía era su privilegio: el honor, el buen nombre, las fundaciones, la caridad, el club de golf. El cadalso de la UDI y sus financistas fue la promesa, siempre incumplida, de una UDI popular, llena a rabiar de capataces, de sapos del alcalde en época de Pinochet, de almaceneros que se cansaron de fiar. Gente que pensó que tenía derecho de entrar en el mundo de los patrones, de los eternos jefes ni más inteligentes ni más educados que ellos, pero sonriendo al final en la foto mientras los Bravos del mundo seguían limpiando los trapos sucios.
La centro izquierda consiguió que su verdugo fuera aún más íntimo. Para los Penta y la UDI la familia es una sucursal de la oficina, no hay intimidad mayor que la del negocio. Su imaginario sentimental se reduce a las sociedades de responsabilidades limitadas o no. La presidenta Bachelet, que se dedicó en los años de dictadura a los niños maltratados, encontró justamente en un niño olvidado, en un niño lleno de rencores ocultos, en un niño que no quiso ni pudo crecer del todo, a su verdugo. La pediatra que nos hablaba a todos un poco como se les habla a los niños golpeados, vio de manera patente, fría y terrible hasta qué punto el niño que le tocó a ella educar, desprecia hasta 9
GUMUCIO, Rafael, THE CLINIC 31 Marzo, 2015
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la médula todo lo que ella ha construido y creído la vida entera.
Una familia rota en la cima del Estado. Un país que se entera así de que la presidenta es también una madre. Un hijo que nos recuerda lo que nos gustaría olvidar, que el poder se puede canjear por millones y que también el prestigio, cualquier prestigio, puede disolverse en esos millones. Todo eso tiene la apariencia de una tragedia pero no lo es. Edipo no sabía que se casaba con su madre ni que mató a su padre. Las tragedias para ser tales tienen que ser tramadas por los dioses, no por los hombres solamente. El caso Caval es un accidente, pero cuando se maneja a 140 kilómetros por hora da lo mismo si se cruza uno con un gato, una rama o la calzada mojada. El caso Caval hace visible algo que solo el triunfalismo y la soberbia del equipo presidencial no quiso ver: A este gobierno, para ser populista, solo le falta ser popular. El personalismo, la visión de que los programas se encarnan en personas, la idea de que la centro izquierda solo puede respirar si la presidenta agita sus pulmones, resultó a todas luces fatal. El programa sigue sin ella. El país, a pesar de que sus guardianes están en la cárcel, sigue vivo y sano. El infalible carisma personal de la Bachelet era un veneno y no un bálsamo de amor, un veneno incluso para ella misma que ha quedado, con todo su talento e inteligencia, inmovilizada en un drama personal que su testarudez y desconfianza patológicas convirtieron en un drama político.
El caso Caval desnuda otra verdad más incómoda aún. Mientras Dávalos escuchaba y aprobaba los discursos de su madre contra la desigualdad y el abuso empresarial, iba especulando y firmando contratos con toda suerte de ex CNI y UDI del montón. Su caso
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exagera hasta el ridículo una verdad que no es solo suya: el discurso de la Nueva Mayoría no solo contradice el que la Concertación terminó por acordar, sino la vida misma, íntima, personal, que hemos terminado por tolerar y también disfrutar. Como a los Penta, como a Ponce Lerou, a Dávalos se le dijo de pronto que era sucio, feo y hasta corrupto lo que ayer era normal, común y hasta bueno. Dávalos apenas hacía lo que cinco o diez años atrás resultaba loable para casi todos: no dejarle el mercado y los negocios a la pura derecha, ser capaces también los hijos de exiliados y torturados de invertir, de negociar con militantes de la UDI. ¿No era eso la reconciliación?
Dávalos hizo visible que para muchos cercanos a la Bachelet, el programa de gobierno y todo su discurso refundacional no son más que una fiebre momentánea, y que a la larga se van a terminar haciendo las cosas con piloto automático. Más que un asunto de voluntad perversa, es una fatalidad hasta fisiológica. El equipo de la Bachelet está compuesto de leales funcionarios que funcionan, pero que no crean, inventan o improvisan nada. La presidenta ha preferido la lealtad sobre cualquier otra consideración. Pero Caval nos demuestra cuán primaria y deficiente es su visión de la lealtad.
El gobierno se ha desvivido por dejarle en claro a la elite –porque no le habla más que a ella de un tiempo a esta parte– que todo va a ser distinto y que todo va a ser igual. Ha aclarado en todos los tonos que las reglas del juego tienen que cambiar pero también que ellos no pueden ni quieren hacer que cambien. Presentan reformas audaces que complican lo suficiente para asegurar la continuidad de que solo algunos puedan
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entender el enjambre y traducirlo en beneficio propio. Para evitar que la gente o los fácticos decidan, les entrega el paquete humeante a los expertos. Dávalos, adelantándose quizás a los tiempos, comprendió que de este enredo nada muy claro iba a salir al final. Antes de que fuera demasiado tarde, cobró su propia indemnización por años de burlas, de olvidos, de sospechas fundadas e infundadas que pesaban por ese cuerpo hinchado e incómodo que es el cuerpo del nuevo Chile. Ese país que pasó de la desnutrición a la obesidad sin disfrutar nunca el sabor de lo que rellena su hambre.
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Adolfo Vásquez Rocca - Doctor en Filosofía Doctor en Filosofía Director de Revista Observaciones Filosóficas Eastern Mediterranean University Academia.edu: emui.academia.edu/AdolfoVasquezRocca Escuela Matríztica Multiversidad Mundo Real Edgar Morin Universidad Complutense de Madrid Web Autor : www.danoex.net/adolfovasquezrocca.html E-mail:
[email protected] ________________________ Columna política: La política como codicia o la “maquinación del fraude fiscal”; sobre relaciones “concupiscentes” entre poder, dinero, y sociedad del espectáculo. 20 de marzo de 2015 Adolfo Vásquez Rocca