LA POLIFONÍA DE LA PALABRA -AL MARGEN (una reflexión sobre James Joyce, la música y el psicoanálisis)

May 31, 2017 | Autor: Ángel Sanabria | Categoría: James Joyce, Lacan, Literatura, Psicoanálisis, Música
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Descripción

LA POLIFONÍA DE LA PALABRA -AL MARGEN
Ángel Sanabria

Según Lacan, Joyce hizo un ego con su síntoma –la "imposición de las palabras"- en una operación de escritura de la que no se sabe si se trataba de librarse del parasitismo de las palabras o, al contrario, de dejarse invadir por su puro fonematismo, por la polifonía de la palabra, como dice Lacan. ¿De qué se trata aquí sino de la música de las palabras?
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Los especialistas reconocieron pronto las bases musicales de la escritura de Joyce, su belleza rítmica y melódica. A Joyce hay que leerlo en voz alta. El crítico canadiense Patrick Watson encuentra aquí el "secreto", sino de su inteligibilidad, al menos de su legibilidad: "Incluso si articulas las palabras en silencio, de repente lo que parecía incomprensible salta al sentido referencial, por su sonido, ya que página tras página surgen alusiones a frases familiares, parábolas, dichos de todo tipo".
Pero la música no sólo está en su técnica de escritura: toda su obra está plagada de referencias musicales –que han dado pié ya a dos compilaciones editadas por Sunphone Records. El propio Joyce era músico aficionado y compuso una canción para Finnegans Wake: "The Ballad of Persse O'Reilly" (http://www.james-joyce-music.com).
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El gran descifrador que era Freud, retrocedía ante la opacidad de la música. En el "Moisés…" reconocía que su "disposición racionalista" le impedía dejarse conmover por una obra de arte sin saber qué y por qué lo conmovía. Siempre intentaba aprehender "a su modo", o sea, reduciendo a conceptos, el influjo que una obra ejercía sobre él, atrapar con palabras aquello que lo cautivaba. Y es aquí donde encalla Freud: la música es imposible de parafrasear, lo que ella expresa no se puede traducir en conceptos (Marulanda). En la música no es posible asociar sonido y sentido. Significante y significado, forma y contenido son en ella indistinguibles. Su sentido es pura inmanencia, puro efecto de goce.
Lacan, entre lo poco que dijo al respecto, comentó al pasar: "Alguna vez –no sé si tendré tiempo- habría que hablar de la música, al margen" (Aún). Esa escueta referencia nos da, sin embargo, una clave: tratándose del habla, la música es lo que está al margen, lo que se encuentra sólo al sesgo.

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Si la música es "un ruido al que se la ha dado forma según un código" (Attali), la música sería un modo de extraer de ese ruido de fondo que es lalengua una cierta forma expresiva. Cuando sentimos que la música nos "dice algo", nos "habla de algo", tal vez sea porque hace ex-sistir –en forma efímera, sólo mientras suena y siempre al margen- el enigma de una presencia Otra. No tanto el enigma de lo que querría decir, como el de lo que nos hace sentir (Freud).


Audio: lectura en la voz de James Joyce, de la página 213 de Finnegans Wake
http://biopoliticayestadosdeexcepcion.blogspot.com/2013/02/archivo-audio-lectura-en-la-voz-de.html
Se postea el audio de la página 213 del libro Finnegans Wake, de James Joyce en su tramo "Anna Livia Plurabelle", Book 1, Chapter 8, en la voz de James Joyce. Y, bajo este audio, la transcripción de esa página. Se decidió no agregar una "traducción", pues este post enfoca a otra cuestión que se tratará de presentar.

En la sesión del 18 de noviembre de de 1975, Jacques Lacan en el seminario titulado Le sinthome, traducción crítica de Ricardo Rodríguez Ponte, habla:

"(...) Es preciso que haya algo en el significante que resuene". Y refiriéndose a ciertos psicoanalistas de los que sólo indica su terruño: "ingleses", sitúa que "(...) Ellos no se imaginan que las pulsiones, eso es el eco en el cuerpo del hecho de que hay un decir, pero que este decir, para que resuene, para que consuene para emplear otro término del sinthomadaquin, para que consuene, es preciso que el cuerpo sea allí sensible, y que sea, es un hecho. Esto porque el cuerpo tiene algunos orificios, de los que el más importante, de los que el más importante porque no puede taparse-cerrarse, de los que el más importante es la oreja, porque no puede cerrarse, porque es a causa de eso que responde en el cuerpo a lo que he llamado la voz". 


Más de un año después, en un tramo del seminario de Lacan -no traduzco su título- "L´insu que sait de l´Une-bévue s´aile à mourre", sesión del 19 de abril de 1977, versión francés / español, publicada en la página de l`école lacanienne de psychanalyse, cuyo enlace es el que recién se escribió, ya no a propósito de la escritura de Joyce pero no sin la inmersión de Lacan producida en el arte de Joyce, durante "Le sinthome", esta vez, por el través de la escritura poética china, Lacan dice: 

"L'écriture poétique chinoise. Fue publicado por Seuil y quisiera que le tomaran el gusto, que le tomaran el gusto si son psicoanalistas, lo que no es el caso de todo el mundo aquí. Si son psicoanalistas verán que es por estos forzamientos por donde un psicoanalista puede hacer resonar otra cosa, otra cosa distinta del sentido. (Ruidos en los 
pasillos). Pues el sentido es lo que resuena con la ayuda del significante. Pero lo que resuena no va lejos, es más bien laxo. El sentido tapona. Pero con la ayuda de lo que se llama la escritura poética, pueden tener la dimensión de lo que podría ser, de lo que podría ser la interpretación analítica. Es enteramente cierto que la escritura no es aquello por lo que la poesía, la resonancia del cuerpo, se expresa. Sin embargo, es totalmente sorprendente que los poetas chinos se expresen por la escritura y que para nosotros lo que es necesario, es tomar de la escritura china la noción de lo que es la poesía -no es que toda poesía, hablo de la nuestra especialmente- que toda poesía sea tal que podamos imaginarla por la escritura, por la escritura poética china. Pero quizá allí sentirán ustedes algo, algo que sea otra cosa… otra cosa, que hace que los poetas chinos no puedan hacer otra cosa que escribir. Hay algo que da la impresión de que ellos, de que ellos no están restringidos a eso, que canturrean, que modulan (ruidos de voces y risas en los pasillos), está lo que François Cheng enunció delante de mí, a saber, un contrapunto tónico, una modulación que hace que eso se cante, pues de la tonalidad a la modulación hay un deslizamiento. Que ustedes estén eventualmente inspirados por algo del orden de la poesía para intervenir es, incluso diría… (suspira) es hacia lo que es necesario que ustedes se vuelquen… porque la lingüística es, a pesar de todo, una ciencia, yo diría, muy mal orientada".

Se presenta, entonces, la lectura de esta página del Finnegans Wake en la voz de Joyce. Allí algo resuena, consuena, se modula, se canta, se canturrea; contrapunto tónico que Joyce no fuerza al leer, sino, creo, la letra tiene allí, como un hilo de su lazo que se le imponía a Joyce, al escribir. 


Norberto Gómez


Anna Livia Plurabelle from Finnegans Wake
http://www.acoolsha.org/joyce-tapes/468/thoughts-on-these-passages
The passage below this entry is from the Anna Livia Plurabelle chapter of Finnegans Wake and is "about" two washerwomen on opposite sides of the River Liffey, washing and talking, and turning into a tree and a stone… "My branches lofty are taking root" — one of them seeing her reflection in the water.
I haven't read Finnegans Wake from cover to cover and I approach the book with awe and humility, like the powerful and beautiful river of a prose-poem that it is. But I think I have read most parts, and some passages many times. The book has a circular construction, with the last word of the book being "the" and the sentence continuing on the front page with "riverrun…," a word also echoing French for "we dream again…" and the German "Erinnerung" for "memory." ([E]rinnerun[g] => riverrun).
It is a dream and takes place in one/some person's mind but is about everyone; the main male protagonist appears often as "HCE" which takes on diverse meanings, mainly "Here comes everyone!". (One story about Joyce: when he was about three years old his father was carrying him downstairs on his shoulders to dinner: Joyce exclaimed: "Here comes me!") The female protagonist is referred to as ALP, also with diverse meanings but mostly: "Anna Livia Plurabelle." Below is a recording of Joyce reading from the end of this chapter.
It is the river Liffey ("Livia") and all rivers. I believe Joyce integrated the names of about 800 Rivers into the text, with dozens in the passage below.
Well, you know or don't you kennet…
Well, you know or don't you know it… The River Kennet is referred to with a play on the Northern English/Scottish word ken as well as the German kennen, to know.
every telling has a taling…
The Taling River is I believe in China and the word–play is of course, besides simply "telling a tale," along the lines of "every story has a tale/tail/ending" with tail echoing the title of the book, Finnegans Wake, as in "fin again," related to Joyce's interest in Vico's Scienza Nuova and his cyclical view of the development of civilization.
The Root is a river. The Cher is a river in France. The Fie is a river somewhere, but I can't find it. "Fieluhr? Filou!" derives from a story about the trenches in WWI, in which a French soldier cried out to a German soldier "Filou!" (scoundrel) which was understood as "Wie viel Uhr?" (What's the time?") and answered accordingly.
And it goes on. Like the river it is.
Latin me that, my trinity scholard,...
Reminds me of:
...I wouldn't give a snap of my two fingers for all their learning why dont they go and create something…
from Ulysses, from Molly's soliloquy at the end. By the way, "scholard" reminds me of "collard," which is defined in my Oxford Dictionary as: "a cabbage of a variety that does not develop a heart."
Joyce assimilated words and expressions from upwards of 70 languages into the Wake, but it is still English and it is not a question of understanding everything, every word and reference. As already mentioned, the book itself is for me like a powerful river I can return to again and again. Or a well (the first word of the passage below) I can always draw from. I once read that Joyce would go to the Seine and sit on its banks listening to it while writing this chapter. He depended on his hearing increasingly as his sight failed.
didn't you hear it a deluge of times, ufer and ufer
Over and over: Ufer means bank in German, the bank of a river.
My sights are swimming thicker on me by the shadows to this place.
When he made the recording of this passage from ALP, he was in London visiting an eye doctor.

Epifanías en Joyce
Zacarías Marco
https://zacariasmarcopsicoanalista.com/personal/libros/el-tejido-joyce/epifanias-en-joyce/

Jorge Luis Borges: Conferencia sobre James Joyce
https://www.youtube.com/watch?v=i_ZTt_JQXRU&nohtml5=False


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