LA PIRATERÍA EN SOMALIA, UN LLAMADO DE ATENCIÓN AL MUNDO

LA PIRATERÍA EN SOMALIA, UN LLAMADO DE ATENCIÓN AL MUNDO

Fernando Álvarez Simán*
http://mx.geocities.com/feralvarezsiman/

"Veinte presas hemos hecho a despecho del inglés,
cien naciones han rendido sus pendones a mis pies"

"Fragmento de la Canción del Pirata"
José de Espronceda

La piratería es un fenómeno tan antiguo que prácticamente apareció al mismo
tiempo que el hombre inició la navegación y exploración de mares y ríos. El
término consiste en el ataque de una embarcación a otra con el propósito de
robar su carga y a los ejecutores se les ha conocido como corsarios,
filibusteros o bucaneros.

Pero fueron tres acontecimientos mundiales que propiciaron su auge y la
aparición de historias y personajes que ya trascendieron el tiempo y la
historia: a) el descubrimiento de América, b) la exclusión de Inglaterra,
Francia y Holanda del Tratado de Tordecillas, donde España y Portugal se
repartían las tierras del nuevo mundo y, c) las riquezas del nuevo mundo.
Estas tres situaciones combinadas significaron en los hechos que las
naciones emergentes quedaran fuera del reparto de las nuevas tierras y por
ende del comercio y de la generación de riqueza.

Así, la ruta que seguían las embarcaciones españolas, cruzaba el océano
Atlántico rumbo a Cuba o la Isla que comparten Haití y República
Dominicana. Desde allí partían las embarcaciones hacia a Veracruz y
Cartagena de Indias. En consecuencia, los piratas abundaban en el mar
Caribe. El negocio de los piratas era tan bueno que en la Isla de la
Tortuga, ubicada cerca de Haití, iniciaron una especie de nación que daba
refugio a los proscritos y sus familias y que fomentaba la libertad bajo
cinco preceptos: sin nacionalidad ni religión, nada de propiedades, sin
injerencias en la vida de nadie, cero persecuciones a quienes abandonan la
comunidad y por último; nadie tendría por concubina o esposa a una mujer
blanca, solo esclavas de color o indígenas. Con estas medidas, las
sociedades piratas se hacían más fuertes, si aumentaban su volumen
demográfico.

Sin embargo, con el paso del tiempo y sobre todo como consecuencia primero
del mejor armamento de los barcos de las naciones afectadas, también de la
fortificación de las ciudades costeras y de la colonización de nuevas
tierras en el norte de América y África, además de la independencia de los
países del nuevo continente, la piratería dejó de ser una actividad
lucrativa.

Para el siglo XX, la piratería continuó existiendo, pero en países
considerados de bajo desarrollo económico y social. Sin embargo, el término
continuó utilizándose ahora para explicarse tres problemas contemporáneos:
los secuestros por parte de grupos terroristas o revolucionarios de
aviones, el robo de los derechos de autor sobre todo, de obras literarias,
musicales, audiovisuales o de software, expresadas en la venta con copias
no autorizadas de los autores y también para describir las actividades de
las personas que tienen los conocimientos necesarios en programación
informática, redes, hardware, etc, y que se caracterizan generalmente por
apoyar procesos de apropiación social o comunitaria de las tecnologías y
poner a disposición del público en general esas tecnologías.

Hoy, en pleno siglo XXI, la piratería marítima no está erradicada; durante
los últimos dos años y lo que va del 2009, nos hemos sorprendido con las
noticias de que en el continente africano, en la región que conoce como el
cuerno de África, específicamente en Somalia, el secuestro de embarcaciones
marítimas por grupos armados es el pan nuestro de cada día. Los ataques se
realizan con el apoyo de nuevas tecnologías de información como el GPS
(Global Positioning System) que es un sistema de localización y ubicación
vía satélite. ¿Porqué Somalia? y ¿qué implicaciones mundiales tiene este
fenómeno?, primero recordemos que desde el violento derrocamiento del
presidente Siad Barre en 1991, este país no tiene un gobierno establecido,
es en resumen lo que se conoce como "un estado fallido".

Tradicionalmente, los sectores económicos más importantes del país han sido
la agricultura y la ganadería, pero se encuentran devastados por la guerra
civil, tan solo en el 2008 la comunidad internacional repartió 260 mil
toneladas de ayuda humanitaria, más de 3 millones de Somalíes dependen por
completo de la ayuda exterior. De manera que quizá el mundo se olvidó de su
tragedia. Hoy retoman el protagonismo internacional en los medios de
comunicación por la piratería en su mar territorial.

En Somalia ha sucedido la peor de las pesadillas para la población, no hay
un gobierno que ejerza un control real del territorio, en las zonas que
existe alguna gobernabilidad esta es realizada a la fuerza porque la
población no considera legítimo a quien detenta el poder, no hay seguridad
interna o servicios públicos esenciales y en un país de diez millones de
habitantes, nadie tiene el monopolio del uso de la fuerza. En este contexto
de desastre social, la única salida a la población Somalí pareciera ser la
piratería.

Las implicaciones mundiales de este fenómeno son inmensas, puesto que la
posición privilegiada de Somalia dentro del llamado "Cuerno de África" que
comprende 2 millones de kilómetros cuadrados y que es la salida natural
hacia el océano índico, si se llega a él desde el noreste por el Canal de
Suez, su importancia aumenta también por su proximidad con los campos
petrolíferos del Cercano Oriente y a las rutas petroleras del océano
Indico, se estima que es la ruta de más de veinte mil barcos por año (en
promedio, 55 barcos diarios o 3 cada hora) con cerca del ocho por ciento de
los bienes del comercio mundial, incluyendo más del doce por ciento del
volumen total de petróleo que se transporta por mar. Por ejemplo, uno de
los buques tanques más grandes del mundo; el Sirius Star fue secuestrado en
noviembre del 2008 en las aguas de Somalia con un cargamento valorado en
cien millones de dólares, por su rescate y por la seguridad de la
tripulación se pagaron tres millones de dólares.

La pobreza, el hambre y la desesperación, más una posición geopolítica
privilegiada fueron entonces los elementos que se conjugaron para la
aparición de la piratería en ese país. Hoy los piratas somalíes han
extendido de manera considerable su radio de acción, obligando a muchos
países a movilizar medios suplementarios para mantener la seguridad de una
vía de comunicación crucial para la economía mundial. Las mercancías que
lleguen a todo el mundo desde el Golfo Pérsico y el Océano Índico, están al
alcance de los piratas somalíes con todo lo que eso supone para el precio
del petróleo, así como por el riesgo bastante latente de una catástrofe
ecológica. La comunidad internacional se ha desentendido de Somalia
considerando su problemática desde 1993 como un problema muy difícil de
resolver.
El fenómeno es interesante también porque los piratas actuales, como los de
antaño han implantado en las costas somalíes un modo de vida y un modelo
económico exitoso, los cien millones de dólares de ganancias que se les ha
calculado les permiten poseer lujosas mansiones, coches último modelo y
armamento moderno. El fenómeno de la piratería es tan interesante, que para
muchos analistas, precisamente debido a la falta de un gobierno central, en
Somalia existe un sistema empresarial muy eficaz y sobre todo, no corrupto,
impulsado por sectores como las telecomunicaciones y el transporte naviero;
es decir, la columna vertebral que impulsa la industria de la piratería. El
Banco Mundial ha reconocido que Somalia tiene "menores niveles de pobreza
y, en algunos casos, una mejor infraestructura que otros países más ricos
de África.

Tan solo en lo que va de este año, los asaltos a los buques suman sesenta y
seis, datos de la Organización Mundial de Comercio estima que diez mil
personas tienen a la piratería como una forma de vida. La situación es
complicada, la solución no es fácil debido a que no existe en Somalia un
gobierno estable que asuma la responsabilidad de resolver este problema,
entonces se requiere una intervención multinacional cuidadosa.

La piratería de inicio de siglo XXI es sólo la punta del iceberg que
muestra dos cosas, una las consecuencias de un estado fallido y dos, la
actitud indiferente de toda la comunidad internacional. Consecuentemente,
la solución al problema no es militar. Es indispensable garantizar la
seguridad de los navíos y de sus tripulantes y es lo primero que tiene que
realizar la comunidad internacional, pero este esfuerzo no debe quedarse
ahí. Se debe restaurar el Estado y gobierno Somalí, apalancar la economía y
respetar los recursos naturales, tan descuidados como consecuencia del
vacío de autoridad. Por lo pronto la OTAN ya protege a los barcos que
transportan asistencia humanitaria del Programa Mundial de Alimentos, como
lo ha mencionado la nueva Secretaría de Estado Norteamericana Hillary
Clinton: "la solución se encuentra en tierra". Titulamos una parte de este
artículo como un llamado a la comunidad internacional, pero con sus
particularidades este tipo de anarquía institucional puede referirse
incluso a muchos otros países, recordemos que en muchos países la seguridad
pública, la corrupción, la estabilidad social, las guerras civiles, la
alternancia política y en algunos casos la viabilidad económica han
provocado que los gobiernos sean frágiles. Ejemplos en el mundo en
cualquiera de estos casos sobran. La delincuencia en cualquiera de sus
formas, en este caso la piratería marítima, propiciará más temprano que
tarde un ideal de vida ilegal entre las nuevas generaciones de Somalíes que
soñarán con una gran residencia, muchas mujeres y un AK-47 en las manos,
lesionando con ello la integridad física de las personas de paz, y el
deterioro en el estado de derecho, desalentando en el largo plazo la
inversión, aunque esta hoy en Somalia sea boyante, porque es ilegal y no
fomenta la competitividad.

En este sentido la seguridad de los ciudadanos de cualquier país, además
del derecho a la salud y al empleo digno y bien remunerado, por su
naturaleza, deben ser provistos y garantizados por el Estado para proteger
a todos los ciudadanos por igual y mantener un estado de derecho. La
existencia de éste permite desarrollar las actividades productivas de los
ciudadanos y las empresas, fomentar un adecuado funcionamiento de la
sociedad y asegurar un mayor bienestar social sostenible, sustentable y
legal. Si esto no es así, no será perdurable con el tiempo.

*Profesor-Investigador. Universidad Autónoma de Chiapas