La Pimería Baja en Sonora, antes del movimiento de Independencia. 2010

August 9, 2017 | Autor: César A. Quijada | Categoría: História Local e Regional, Arquitectura Tradicional
Share Embed


Descripción

Independencias y revoluciones en las regiones de México y América Latina LA PIMERIA BAJA EN SONORA, ANTES DEL MOVIMIENTO DE INDEPENDENCIA César Armando Quijada López Centro INAH Sonora Los misioneros jesuitas dividieron cartográficamente el territorio pima, en dos secciones por motivos de planeación y organización de sus misiones, cuando uno menciona Pimería Baja, debe uno pensar en la región que comprende la parte central y este del actual estado de Sonora, iniciando con las planicies semidesérticas de los municipios de Hermosillo, La Colorada y colindantes, área que estuvo ocupada por grupos indígenas de cazadores recolectores, continuando al oriente hacia la región de los valles, como Tecoripa y Suaqui Grande; pasando a Ónavas y Movas, así como la región de Nuri al oriente de Movas, en la cuenca de los ríos Suaqui, Yaqui y Río Chico. Incluyendo también Güisamopa y Cajón de Onapa en el valle de Sahuaripa, que corresponden a grupos de agricultores, prosiguiendo el viaje más al oriente, subir por las montañas a la región boscosa de Yécora, hasta las comunidades de Maycoba y El Quipor, ya cercanas a los límites estatales de hoy en día (figura 1).

Figura 1. Mapa de la Pimería Baja en el siglo XVII. 1

1

Eduard H.Spicer, Cycles of Conquest 1972:90, modificado Quijada 2009.

Memoria del XXXV Simposio de Historia y Antropología de Sonora 1

Independencias y revoluciones en las regiones de México y América Latina Es en esta región que se desea exponer el impacto primero de los misioneros jesuitas a su llegada a principios del siglo XVII y después de los misioneros franciscanos a finales del siglo XVIII principios del XIX, de su labor misional reflejada a través de los antiguos templos como espacios y escenarios donde tuvo lugar la integración de la cultura indígena a la cultura occidental y como se encontraba la región a principios del siglo XIX, antes del movimiento de Independencia.

En esta ocasión, de forma muy general, trataremos el tema de la arquitectura histórica de la Pimería Baja, uno de los muchos temas que hay por investigar en esta amplia región sonorense, tan poco conocida. Un primer propósito es llamar la atención sobre todo tipo de edificaciones, los materiales utilizados, el uso de los espacios y el destino de las edificaciones tanto religiosas como civiles. Un segundo propósito es mostrar la gran riqueza que tiene la cultura serrana sonorense. Un tercer propósito es que pueda servir de guía para quien este interesado en la historia, la cultura, los usos y costumbres de nuestra gente en la Pimería Baja. Invitamos a realizar un viaje por varias de las actuales poblaciones que se encuentran en el territorio que comprendió La Pimería Baja e ir redescubriendo, por medio de la arquitectura tanto religiosa como civil, una parte del pasado de esta región poco conocida en Sonora, recomendando a quien pueda realizar este recorrido, no se pierda esta experiencia, que le será inolvidable.

San Francisco Xavier de Cumuripa El padre Diego de Guzmán, fue el primer misionero jesuita que entró a territorio de los pimas bajos en el año de 1610, bautizando niños y enfermos. Pero fue hasta el año de 1619, cuando se inició en realidad la evangelización en la Pimería Baja, con la llegada de los misioneros Martín Burgencio y Francisco Oliñano, quienes avanzaron por el río Tecoripa2 y fundaron los pueblos de San Francisco Xavier de Cumuripa, San Francisco de Borja de Tecoripa y San Ignacio de Suaqui Grande.3 La primera misión de los jesuitas en la Pimería Baja, fue San Francisco Xavier de Cumuripa, el pueblo original actualmente esta cubierto por las aguas de la presa Álvaro Obregón (El Oviachi), pero existe cercana al lugar una comunidad moderna, en donde se edificó una pequeña capilla, con materiales del siglo XX. En el año de 1963 Paul Roca visitó esta comunidad y observó que la capilla era una construcción de ladrillo y cerramientos de concreto con una única puerta y en

2

Hoy conocido como río Suaqui. Armando Quijada Hernández, “Los jesuitas en la Pimería Baja” en Caminando por la Pimería Baja O’ob pajlobguim. Territorio e Identidad, Hermosillo, Sonora, México: 2009, 70-71. 3

Memoria del XXXV Simposio de Historia y Antropología de Sonora 2

Independencias y revoluciones en las regiones de México y América Latina el remate del frente de la fachada, una espadaña4 (nota) desproporcionada en relación a la fachada de la capilla, con tres vanos con arcos de medio punto que soportaban las campanas (foto 1).

Foto 1. Templo de San Francisco de Cumuripa, Sonora.5

San Francisco de Borja de Tecoripa La segunda misión de la Pimería Baja fue San Francisco de Borja de Tecoripa, fundada en 1619 por el misionero jesuita Martín Burgencio.6 Su templo actualmente conserva el diseño en lo relativo a la planta de la nave, un rectángulo orientado de oriente a poniente con un acceso sin ningún adorno sobresaliente. Los muros son de adobe y se observan en los laterales unos salientes que parecen ser refuerzos verticales a manera de contrafuertes. Al sur hay una puerta lateral y una pequeña ventana en la parte posterior (el ábside); el techo que debió se plano y de tierra (terrado), ha sido sustituido por láminas de acero galvanizado (foto 2). En la fachada podemos ver adosada una estructura de concreto armado, como una espadaña, en la que se encuentran las campanas (foto 3).

4

Campanario de una sola pared con huecos para las campanas. Paul M. Roca Paths of the Padres through Sonora. Tucson, Arizona: Arizona Pioneer´s Historical Society, 1967, 250. 6 Francisco R. Almada, Diccionario de Historia, Geografía y Biografía Sonorenses, 1983:682. 5

Memoria del XXXV Simposio de Historia y Antropología de Sonora 3

Independencias y revoluciones en las regiones de México y América Latina Al poniente de la población de Tecoripa, localizada al costado sur de la carretera, se encuentra una pequeña capilla dedicada a la Virgen de Guadalupe, en el interior un sencillo altar con dos cuadros de la Virgen. Es de una sola nave de material moderno, pues se observa la techumbre con trabes y losa de concreto; la fachada es lisa con una entrada cerrada con arco de medio punto, un remate curvo es todo su adorno (foto 4).

Hacia el noroeste de la plaza principal de Tecoripa, existe una casa que por los restos de su decoración en la portada de entrada, esta clasificada como una construcción del siglo XVIII. La fachada es lisa y tenía hasta el 2008, un portón grande (foto 5), flanqueado por un marco que resaltaba del paramento y que remataba en la parte superior con un dintel ancho, el que contenía en el cerramiento un rebajado arco y encima de este pero bajo la cornisa, un fleco de pequeñas guardamalletas. Los muros son de adobe y su techumbre plana y de terrado, también se cambió por lámina galvanizada, desapareciendo el pretil. En la misma fachada aparece una puerta de menores dimensiones corrida al extremo poniente, también resaltado su marco posiblemente de ladrillo, pero su cerramiento es un arco “adintelado” formando ondas y al centro un pico. Encima un liso entablamento que remata en una sobresaliente cornisa, cosa que no tiene la otra portada a pesar de ser de mayores dimensiones. La fachada tiene una tercera puerta, ahora tapiada y que pudo ser un balcón, de éste sólo se conservan sus marcos verticales, pero curiosamente estos y los de las otras dos portadas, lucen un largo elemento resaltado como bastón a la mitad de la jamba, el mismo tamaño y a la misma altura. En el interior debió tener un patio central, al que se llegaba a través de un amplio vestíbulo a manera de zaguán. Una casa y una fachada digna de conservarse, pero en la visita a la región en marzo de 2009, encontramos que habían modificado la fachada de la casa, con motivo de la división de la propiedad, desapareciendo el gran portón (foto 6), un mes después solamente quedó una puerta rectangular pequeña en su lugar (foto 7).

Memoria del XXXV Simposio de Historia y Antropología de Sonora 4

Independencias y revoluciones en las regiones de México y América Latina

Foto 4. Capilla a la Virgen de Guadalupe en Tecoripa. Foto 5. La fachada de la casa en abril de 2008.

Foto 6. La fachada de la casa en marzo de 2009.

Foto 7. La fachada de la casa en abril de 2009.

San Ignacio de Suaqui Grande Fundado alrededor de 1620 por el misionero jesuita Martín Burgencio7, Suaqui Grande fue en sus inicios Visita8 de la Misión de Tecoripa, hoy en día su templo es uno de los más importantes de la zona central de Sonora correspondiente a la Pimería Baja. Al tomar importancia la población por convertirse en cabecera municipal en el siglo XIX, se modifico la construcción, conservo ser de una sola nave, pero destacando en el presbiterio a una altura mayor que lo hace resaltar como la parte más importante del templo. Los muros son de adobe con agregados de refuerzo de ladrillo rojo y cantera en varios lugares, además de tener por el exterior contrafuertes y pequeñas ventanas verticales (foto 8).

7 8

Francisco R. Almada, Diccionario, 1983:676. Lugar a donde asistía el misionero a evangelizar, pero no vivía permanentemente ahí, por eso se le llamó “visita”.

Memoria del XXXV Simposio de Historia y Antropología de Sonora 5

Independencias y revoluciones en las regiones de México y América Latina La orientación de este templo, en términos generales es de norte a sur, tiene dos puertas de acceso, la principal al sur y una lateral al este. Completan los elementos externos un campanario de diseño moderno, ubicado a la derecha de la fachada, en sustitución de los tradicionales horcones que se utilizaron desde el siglo XVII hasta mediados del siglo XX en algunas poblaciones serranas y de las comunidades mayo (yoreme) y yaqui (yoeme). Al frente de la entrada, un pequeño atrio cercado delimita el área. El templo está desplantado sobre una cimentación de piedra y cemento y el acceso tiene cuatro escalones (foto 9).

Foto 8. Templo de San Ignacio de Suaqui Grande.

Foto 9. Fachada y campanario del templo.

La fachada es la mejor conservadas de la zona, con una sola puerta al centro cerrada con un arco de medio punto de ladrillo soportado por dos pilastras compuestas de cantera, sobre ésta en el mismo eje central una pequeña ventana al frente para captar más luz y solucionar lo ancho del muro. El resto de la fachada es un paramento liso, pero ésta se compone de un frontón al centro, muy escaso de encontrarse en Sonora. Al centro se colocó una pilastra corta que sostiene una cruz, todo de ladrillo rojo aparente9 (fotos 10 y 11).

Y este enorme frontón se apoya en pilastras, primero se sostiene en sillares de cantera remetidos al paño de las fachadas, del piso hasta la mitad, para continuar en pilastras dentadas de ladrillo hasta las esquinas de cada extremo de la fachada (foto 11). El conjunto de la fachada a pesar de lo antiacadémico y del campanario a su derecha que distrae por su diseño fuera de época, es de un atractivo que destaca y que con todo su eclecticismo, convierte esta fachada en una de las mejor logradas del centro de Sonora.10 9

Adolfo García Robles, “Arquitectura Histórica en la Pimería Baja en Sonora” en Caminando por la Pimería Baja O’ob pajlobguim. Territorio e Identidad, Hermosillo, Sonora, México: 2009, 181-182. 10 García Robles, 2009, 183.

Memoria del XXXV Simposio de Historia y Antropología de Sonora 6

Independencias y revoluciones en las regiones de México y América Latina

Foto 10. Pilastra al centro del frontón en la fachada.

Foto 11. Pilastra de cantera y ladrillos.

El interior del templo se conserva en muy buen estado, las puertas y ventanas tienen gran espacio debido lo grueso de los muros, en el altar se encuentra un retablo de diseño clásico, del siglo XIX, pero como también tiene combinado otros elementos, se le puede calificar de ecléctico11 y el conjunto del interior es sobrio, pintado de blanco con cuadros del Vía Crucis y algunas imágenes de manufactura moderna (foto 12). La nave se divide en tres secciones de una altura continua y un presbiterio de una mayor altura al norte, las secciones están separadas por pilastras salientes con capiteles moldurados, que sirven de apoyo a grandes arcos de medio punto, los que a su vez sostienen viguería colocada a lo largo del eje de la nave y sobre éstas, tablas cortas de madera apoyadas entre viga y viga para soportar el techo ligeramente curvo al centro como bóveda rebajada (foto 13), para dar las pendientes en las azoteas.12

11 12

Con elementos tomados de diversos estilos. García Robles, 2009, 183-184.

Memoria del XXXV Simposio de Historia y Antropología de Sonora 7

Independencias y revoluciones en las regiones de México y América Latina

Foto 12. Vista del altar principal del templo.

Foto 13. Las diferentes secciones de la bóveda.

San José de Pimas Fundado en el año de 1653(nota) como Visita de la Misión de Tecoripa, tiene en la actualidad un templo, que cuando lo hemos visitado, siempre nos preguntamos el arquitecto García Robles y yo, que si en la construcción que se observa, quedará algún vestigio del templo original. La conclusión a la que llegamos es que posiblemente aún existan secciones de muros de adobe de la primera construcción de dimensiones más reducidas (foto 14), que esta detrás de la enorme fachada de ladrillo y con elementos clásicos, que intenta mostrar un templo de grandes proporciones que en realidad no existe tras la enorme fachada.

La actual portada se diseño en desproporcionadas dimensiones con un eje central que le da simetría, donde la entrada principal, muy alta y rectangular, se inserta remetido un arco de medio punto, el Arq. García Robles menciona que posiblemente correspondió al templo original, pues ésta nueva portada está adosada a la antigua según se puede ver por la parte de atrás, sobre la cual está un frontón triangular cerrado pero sólo decorativo, y sobre el una pequeña ventana circular para el coro. La única puerta esta flanqueada por dos pares de pilastras, las que se apoyan en unas desmesuradas bases. Las pilastra rematadas con sencillos capiteles dóricos soportan un gran entablamento sin mayor decoración que sus propias molduras, pero todavía este conjunto central está flanqueado por otras pilastras en lo extremos de la fachada del mismo diseño que las centrales, y en donde remata a

Memoria del XXXV Simposio de Historia y Antropología de Sonora 8

Independencias y revoluciones en las regiones de México y América Latina cada lado el entablamento, el que a su vez soporta una volada cornisa acorde con la monumentalidad del conjunto13 (foto 15).

Foto 14. Parte posterior del templo, es la más antigua. Foto 15. Facha actual de enormes proporciones.

Misión de la Purísima Concepción de Movas Los padres jesuitas Diego Vandersipe y Blas Paredes al ser destinados a la Pimería Baja, avanzaron aguas arriba por el río Yaqui, en aquellos tiempos conocido como río Nevome o río Grande, fundando el año de 1622, primero los pueblos de la Purísima Concepción de Movas y San Joaquín y Santa Ana de Nuri en las márgenes de Río Chico, afluente del Río Grande (hoy Río Yaqui), después los poblados de San Ignacio de Loyola de Ónavas y Santa María del Pópulo de Tónichi.14 Estos dos últimos en la margen izquierda del río Yaqui.

Aún se puede observar los restos en ruinas de la fachada del antiguo templo de Movas (foto 16), que nos dan una idea de lo importante que debió ser, a pesar de que la nave ha desaparecido, podemos admirar la masiva portada, que por su altura, nos da una idea de lo que pretendió o fue en conjunto el edificio. El núcleo de los muros como en todas estas construcciones son de adobe, pero en este caso está recubierto todo el frente de ladrillo rojo15, configurando en el eje central una gran puerta con arco de medio punto apoyado en unas amplias pilastras sin ninguna interrupción, es decir que no tiene capiteles ni bases, sólo hasta por encima de la factura de las dos hiladas de ladrillos que conforman el arco de la entrada, una sencilla moldura divide el primer cuerpo del siguiente donde se

13

García Robles, 2009, 185. Armando Quijada Hernández, “Los jesuitas en la Pimería Baja” en Caminando por la Pimería Baja O’ob pajlobguim. Territorio e Identidad, Hermosillo, Sonora, México: 2009, 71. 15 Muy probablemente colocados posteriormente, como sucedió con otros templos que fueron administrados después de los jesuitas, por los franciscanos. 14

Memoria del XXXV Simposio de Historia y Antropología de Sonora 9

Independencias y revoluciones en las regiones de México y América Latina abre un gran ventanal para el coro, éste también debió tener un arco de medio punto que ahora se encuentra muy destruido.

En conjunto la fachada está flanqueada por dos amplias pilastras que enmarcan el eje central arriba descrito, sin ninguna decoración y que se prolongan hasta el remate que debió tener la techumbre. En el ángulo sureste, las dos salientes de la fachada soportan una prolongación de pilares que sostiene un travesaño (viga de madera), cual horcón que debió sostener una campana (foto 17), de la nave sólo quedan los masivos muros de adobe.16 Aun no sabemos con certeza cuando y porque razones fue abandonado este templo, pero la población indígena y mestiza que continuo viviendo en el pueblo, era y sigue siendo una comunidad que casi en su totalidad pertenece a la fe católica, ya que construyó un nuevo templo, próximo al primero, pero de una manufactura y dimensiones más modestas.

Foto 16. El templo de Movas en 1985.

Foto 17. Estado de conservación del templo en 2009.

El templo nuevo es una capilla de una sola nave con dos puerta a cada lado además de la principal, ésta con un arco de medio punto sobre jambas lisas a manera de enmarque de la puerta. La fachada esta flanqueada en cada extremo con una pilastra que tiene también las funciones de contrafuerte y que rematan con un sencillo capitel, ante ellas y rematando el conjunto una espadaña de tres vanos escalonados con una campana en el del centro y una sencilla cruz de remate. Por el exterior y al poniente, saliendo por la puerta del presbiterio, un horcón soporta una campana rajada 16

García Robles, 2009, 186.

Memoria del XXXV Simposio de Historia y Antropología de Sonora 10

Independencias y revoluciones en las regiones de México y América Latina pero con los datos de su año de fundición y su dedicación a Movas. El arquitecto García Robles cuando visitó Movas en 1985 (foto 18), le llamó la atención que las ruinas de la antigua iglesia, sobresalen por encima del techo del templo nuevo, en la parte trasera.17 Durante nuestra visita en marzo de 2009, encontramos que la comunidad ha realizado algunas modificaciones a este segundo templo, pero conservando elementos antiguos como la espadaña (foto 19).

Foto 18. Vista de la fachada del templo en 1985.

Foto 19. El templo de Movas en la actualidad.

Movas. Un verdadero Pueblo Mágico En este trabajo deseamos hacer mención especial a la arquitectura civil del pueblo de Movas (foto 20), una comunidad representativa de las muchas que aun existen en las diferentes zonas serranas de Sonora, ejemplo de como nos imaginamos que era la Pimería Baja antes del movimiento de Independencia de nuestro país, en la conmemoración de su bicentenario.

En cuanto a la arquitectura civil del pueblo de Movas, es un verdadero pueblo mágico, después de Álamos, reiteramos que es un digno ejemplo de cómo debieron ser muchos de los pueblos serranos de Sonora (foto 21), antes de la llegada de la contaminación visual de los postes y cables de la luz eléctrica18, lo que en poco tiempo hará que su “mágica” imagen desaparezca y comenzará la demolición de las casas originales en un afán de “modernizar” por otras de “material”, olvidándose la nobleza que tiene el adobe.19 Desafortunadamente ya la alteración ha comenzado con la incrustación de postes y agregados verticales de concreto en las fachadas que contendrán las “mufas” de conexión para las tomas de la corriente eléctrica. No estamos en contra de que llegue la

17

Arq. Adolfo García Robles, comunicación personal. En Movas, ha iniciado a principios de 2009, su proceso de electrificación. 19 Que es fresco en verano y calientito en invierno. 18

Memoria del XXXV Simposio de Historia y Antropología de Sonora 11

Independencias y revoluciones en las regiones de México y América Latina luz a estas comunidades, pero si se planeara desde un principio que fuera de manera oculta, conservando la belleza arquitectónica del pueblo, sería mucho mejor.

Foto 20. Vista de oeste a este de la calle principal.

Foto 21. Ejemplos de la arquitectura popular serrana.

Pero podemos decir que el pueblo de Movas conserva mucho de su arquitectura popular serrana, como para hacer el esfuerzo de que se conserve su imagen arquitectónica, como por años lo ha estado, como una muestra de que el “progreso” puede llegar pero sin tener que destruir. Que tan sensibles serán las autoridades estatales y federales de gestionar su conservación, solamente lo sabremos cuando veamos la voluntad política, para implementar las medidas necesarias para que no se altere la imagen de este verdadero pueblo mágico.

La mayoría de las casas, por no decir la totalidad, son de adobe, de un solo nivel y si acaso los único que les han cambiado son sus techumbres originales de terrado por la práctica y más durable de lámina galvanizada20. En algunas casas abandonadas o a medio destruir, los techos se ve que fueron de morillos21 soportando largueros de pitahaya,22 los que a su vez soportan el terrado y sobre él una mezcla de cal-arena (fotos 22 y 23).

20

Pero ajena al original sistema constructivo sonorense, ya que llegó a nuestro estado hasta fines del siglo XIX. Vigas de forma cilíndrica, son sencillamente los troncos de los árboles sin su corteza. 22 En el centro de los brazos de las pitahayas y sahuaros existe madera utilizada en la construcción por nuestros antepasados. 21

Memoria del XXXV Simposio de Historia y Antropología de Sonora 12

Independencias y revoluciones en las regiones de México y América Latina

Foto 22. Murillos de una antigua techumbre.

Foto 23. Largueros de pitahaya en una casa de Movas.

Muchas de las fachadas están recubiertas de ladrillo para mejor protección y durabilidad, ya que el enjarre de cal requiere un mayor mantenimiento y pintura a la cal (foto 24). Los vanos de las puertas y ventanas conservan su tipología de verticalidad con cerramientos cortos, los soportados por secciones de madera generalmente de mezquite. Puertas y ventanas las más de las veces son enmarcados por un saliente de ladrillo (foto 25), con o sin enjarre y que actualmente se resaltan con fuertes colores de pintura contemporánea, vinílica o de aceite olvidando la tradicional a base de cal, la que no puede dar de ningún modo colores tan brillantes.23

Foto 24. Fachada y vanos de puertas de ladrillo.

Foto 25. Fachada con pintura contemporánea.

Las fachadas son de buena altura, son rematadas en algunas ocasiones con una ceja de ladrillo, en los casos de las esquinas, aparece un saliente de piso a techo a manera de esquinero de 23

García Robles, 2009, 190.

Memoria del XXXV Simposio de Historia y Antropología de Sonora 13

Independencias y revoluciones en las regiones de México y América Latina refuerzo. Los desagües de los techos son sencillos tubos, los que aún conservan sus terrados, pues la mayoría que ha cambiado por lámina, ésta sobresale de la fachada para darle caída libre al agua de lluvia. Este cambio ha eliminado los pretiles y ha permitido tener menos altura en los frentes, desproporcionando los paramentos, sin embargo, hay calles que conservan su sabor y ambiente tradicional con sus quiebres irregulares y sus pavimentos empedrados o todavía de tierra, donde las únicas alteraciones que se han dado poco a poco, son las banquetas que hoy en día ya están hechas de cemento, absorben los desniveles con escalonamientos entre casa y casa. La plaza de Movas tiene un templete24 en uno de sus extremos (foto 26), dejando una explanada de concreto rodeada de bancas, espacio que ha sido aprovechado para reuniones públicas y algunas festividades y bailes. Las casas que la rodean se distinguen por la sobriedad de sus fachadas, sobresaliendo una por sus cuatro arcos que dan a la calle formando una galería o portal (foto 27) como un vestíbulo o porche25 de la casa, junto a ella, la casa colindante tiene los remates de sus puerta en forma de arcos rebajados, destacando de todas las demás de la población, sin embargo ambas ya cambiaron su techumbre de terrado por láminas.26

Foto 26. La plaza de Movas con un templete al fondo.

Foto 27. Casa con arcos a un lado de la plaza.

Existen muchos ejemplos más de la arquitectura tradicional serrana en la población de Movas, así como ejemplos del siglo XX dignos también de conservar como la escuela primaria rural federal “Leandro Valle” (foto 28), edificio del estilo funcionalista y Art Decó (foto 29) y

24

Parecido a un pequeño kiosco. Como se le dice en Sonora. 26 García Robles, 2009, 193 -194. 25

Memoria del XXXV Simposio de Historia y Antropología de Sonora 14

Independencias y revoluciones en las regiones de México y América Latina actualmente27 cerrada por falta de alumnos, nos comentaron algunos habitantes de Movas, durante nuestra visita a la población. Si no hacemos nada por conservar no solamente la arquitectura sino las manifestaciones culturales de nuestras gentes, de nuestros pueblos, estamos perdiendo todos, por tratar de llegar a una “modernidad globalizadora”.

Foto 28. Cerrada por falta de alumnos.

Foto 29. Construcción funcionalista con detalles Art Decó.

San Joaquín y Santa Ana de Nuri Antiguo pueblo de visita de Movas, fundado por el misionero jesuita Diego Vandersipe en el año de 1622.28 En cuanto a su templo, se aprecia que ha sido alterado en varias ocasiones, consta de un estrecho atrio al frente, en su fachada destaca su alta y única puerta de entrada, cerrada por un arco de medio punto, flanqueada por dos pilastras que sostienen una sencilla moldura a manera de cornisa. A su vez, flanqueando la portada a la manera de contrafuertes formales, destacan lo que correspondería al espacio de la nave original, continuando el paramento de la fachada hasta la altura de la espadaña y en toda esta superficie sólo se el dejó una insignificante ventanita ocular para la iluminación del coro (foto 30).

La espadaña es de un diseño ondulado poco usual, con dos vanos rectangulares formados por castillos y trabes que sostienen dos campanas muy pequeñas. En el interior está seccionado en tres naves, las dos laterales parecieran ser ampliaciones del templo, las que se reflejan por el exterior en muros lisos a cada lado de la portada descrita. La fachada en su conjunto cierra la corta calle que comunica con la plaza. 27 28

Marzo de 2009. Francisco R. Almada, Diccionario, 1983, 451.

Memoria del XXXV Simposio de Historia y Antropología de Sonora 15

Independencias y revoluciones en las regiones de México y América Latina En Nuri se encuentran un tipo de casas que se destacan por tener en su fachada ladrillo rojo, son de un solo nivel con techos muy altos. En otras los enmarques de sus puertas y balcones son de sillares29 de cantera pero sin un labrado fino, su acabado es más rustico que hasta los sillares son de diferente tamaño en las esquinas (foto 31). En otros casos los muros siguen siendo de adobe y sólo se les incrustan fragmentos de piedras que ayudan a fijar el enjarre de cal arena.

Foto 30. Fachada actual del templo de Nuri, Sonora.

Foto 31. Ejemplo de fachada de ladrillo y cantera.

En la periferia del pueblo, se encuentran casas de adobe con sus muros aparentes todavía habitadas (foto 32), por otro lado, en el acceso desde la carretera encontramos una casa de adobe, con una de sus fachada de ladrillo pero con techo de tierra, llamado también “de terrado” (foto 33). En las últimas décadas las construcciones van cambiando de apariencia, aunque los muros continúan siendo de adobe, éstos están engarrados y pintados a la cal o con moderna pintura vinílica, otros están recubiertos de ladrillo rojo y los menos, tienen el recubrimiento de piedra como mampostería, testigos de cómo era arquitectura popular en la Pimería Baja en Sonora, antes del movimiento de Independencia.

29

Piedras grandes labradas.

Memoria del XXXV Simposio de Historia y Antropología de Sonora 16

Independencias y revoluciones en las regiones de México y América Latina

Foto 32. Casas de adobe a la salida oeste de Nuri.

Foto 33. Casa de adobe y techo de tierra en Nuri.

San Francisco de Asís del Río Chico La comunidad de Río Chico, que actualmente pertenece al municipio de Rosario Tesopaco, se encuentra al noroeste de Movas, antes de la confluencia de Río Chico con el Yaqui. La población minera fundad en los últimos años del siglo XVII, tenía un buen templo, como se aprecia en la fotografía tomada en 196030 aunque en ruinas, aparece la fachada principal rematada con una espadaña de dos vanos con arcos apuntados, llamados ojivales, pero sin las campanas, pues éstas se encuentran al lado sur de la entrada sobre horcones (foto 34). La fachada es un muro liso flanqueado en sus extremos por unas anchas pilastras que sostiene un entablamento de todo lo ancho de la misma y sobre éste, la cornisa y la base de la espadaña. La única puerta de entrada, tenía dos pilastras con capiteles moldurados, que sostenían un arco ligeramente rebajado. En la base se veía un rodapié resaltado sobre el que descansaban las pilastras. La nave ya para entonces se veía destechada.

30

Roca, 1967, 262.

Memoria del XXXV Simposio de Historia y Antropología de Sonora 17

Independencias y revoluciones en las regiones de México y América Latina

Foto 34. Como se encontraba el templo de Río Chico, en el año de 1960.

Considero que debido al abandono y desinterés de la comunidad de Río Chico, todo lo anteriormente descrito ya no existía cuando se visitó en 1985 (foto 35). En la actualidad (2010) no queda nada, el templo actual es un rectángulo recargado en un antiguo muro, tiene una enorme puerta cuadrada y dos ventanas por lado, ocupando una pequeña área que apenas llega a la cuarta parte de la original, con un horcón de concreto al sur de la entrada (foto 36), sosteniendo, las antiguas campanas, de las cuales una tiene grabada la fecha de 1704. Es muy lamentable que en menos de 80 años se perdiera un sencillo, pero hermoso templo histórico.

Foto 35. Su estado de conservación en 1985.

31

Foto 36. Solamente la pared posterior es histórica. 31

Fotografía tomada el 5 de octubre de 2008.

Memoria del XXXV Simposio de Historia y Antropología de Sonora 18

Independencias y revoluciones en las regiones de México y América Latina Nuestro Padre San Ignacio de Ónavas La misión fue fundada en 1622, por el jesuita Diego Vandersipe32, por tener esta parte del río Yaqui una considerable población de indígenas nevomes, que posteriormente fueron englobados con el nombre de pimas bajos. Del templo de Ónavas, destacan tres elementos principales: la nave, la sacristía y la torre, hagamos una breve descripción de cada uno de ellos: La nave fue rectangular con gruesos muros de adobe, orientada de este a oeste siguiendo la tradición de los primeros templos construidos en los siglos XVI y XVII. Su estado de conservación para mediados del siglo XX era malo (foto 37) y la techumbre debió ser de viguería y terrado pero se perdió hace mucho tiempo.33

La fachada del templo es de cantera labrada con vista al poniente, enmarcando el gran portón de madera que originalmente tuvo, completando el conjunto dos ventanas circulares a cada lado con marcos de cantera iluminaban el coro a la altura de la cornisa y encima de ésta, un nicho con una pequeña escultura representando al patrono, San Ignacio, con dos remates flanqueándolo completan el conjunto (foto 38).

Foto 37. Como se encontraba el templo en 1959.

Foto 38. Templo de San Ignacio de Ónavas en 2008.

La portada consta de dos anchas pilastras acanaladas con bases, de las cuales arranca un arco de medio punto cerrado, en donde destaca la pieza del centro llamada clave, que tiene resaltada una

32

Francisco R. Almada, Diccionario, 1983, 468. En la década del noventa del siglo XX se reconstruyeron los muros usando adobes hechos con la misma tierra del escombro y el techo es de lámina galvanizada sobre una estructura metálica. 33

Memoria del XXXV Simposio de Historia y Antropología de Sonora 19

Independencias y revoluciones en las regiones de México y América Latina imagen de la virgen de Guadalupe34 (foto 39). En el arco se prolongan las molduras de las pilastras con la misma anchura, estas son lisas rematadas en tres líneas antes de la volada cornisa. Sobre ésta y en los extremos, desplantan los remates en forma de abanico. El nicho también es de cantera con un arco de medio punto sostenido por dos esbeltas pilastras con base corrida y capiteles prolongándose hasta el interior, de donde arranca una concha, que enmarca elegantemente la escultura de San Ignacio de Loyola, santo patrón de los jesuitas, quien tiene sobre la cabeza un bonete de cuatro puntas muy usual en los siglos XVI y XVII (foto 40).

Foto 39. La virgen de Guadalupe en el centro del arco. Foto 40. En el nicho, esta San Ignacio de Loyola.

Por el frente la fachada se remata con un muro escalonado en tres secciones que esconde la moderna techumbre a dos aguas y se remata al centro con una sencilla cruz (foto 41). En su costado norte se adosó el pesado basamento de la torre con muros de más de dos metros de ancho y una estrecha escalera de acceso, sólo que la torre actual no es de la época de la construcción del templo, esta debió quedar inconclusa y la actual se debe haber construida mucho después, pues sus tres últimos cuerpos son visiblemente de ladrillo rojo, desproporcionados con respecto a su robusta base. Los tres cuerpos de la torre son de los más esbeltos que se pueden encontrar en esta región, los que para la década de los ochenta del siglo XX amenazaban desplomarse, por lo que fue necesario reestructurarlos con elementos metálicos por el interior. Los cuerpos de la torre son (foto 42). El primero de sección cuadrada y con un vano por lado para las campanas. El segundo es de sección octagonal con vanos más angostos y muy esbeltos con campanas al tamaño. Y el tercer cuerpo vuelve a ser de sección cuadrada y con vanos por lado para la misma función. Finalmente el remate es una pequeña bóveda de media naranja, sobre el que remata el capulín como base de una cruz o de

34

La cual se considera mucho más reciente que el resto de la portada.

Memoria del XXXV Simposio de Historia y Antropología de Sonora 20

Independencias y revoluciones en las regiones de México y América Latina un pararrayos. Esta esbelta torre se observa desde la mayor parte del valle de Ónavas, siendo un buen punto de referencia para el viajero.

Foto 41. La fachada del templo decorada en cantera.

Foto 42. Los tres cuerpos de la torre.

La sacristía, recinto que por mucho tiempo se usó como templo provisional, por haber colapsado la nave, se comunicaba con el edificio principal, pero se había tapiado su vano. Esta capilla-sacristía (foto 43) es un salón rectangular con puerta y ventana al norte, muros de adobe y techumbre de vigas sobre ménsulas en los extremos que soportan el sobre techo de terrado, éste a su vez sostenido por una enramada de pitahayas. A principios de la década de los noventa del siglo XX, se realizaron los trabajos de reconstrucción de los muros del templo y de la colocación de su moderna techumbre de dos agua de lámina galvanizada (foto 44).

Foto 43. Visa general de la capilla-sacristía.

Foto 44. La moderna nave con su techo de dos aguas.

Memoria del XXXV Simposio de Historia y Antropología de Sonora 21

Independencias y revoluciones en las regiones de México y América Latina La arquitectura civil de esta población puede estar representada por la casa ubicada en avenida Allende y calle Calvario (foto 45), que se caracteriza por una serie de habitaciones localizadas al frente de la calle con una ventana-balcón, donde se descubre el espesor de los muros de adobe. En el interior un largo corredor que da al patio o solar que a su vez da al río. La altura de los techos no es mucha en este caso, las habitaciones más antiguas conservan su techo de morillos y pitahaya (foto 46), los techos renovados con vigas y tablas de pino, su sistema constructivo es de terrado como la generalidad de las construcciones, puertas y ventanas son de madera y los servicios están al exterior.

Foto 45. Fachada de una casa antigua de Ónavas.

Foto 46. Techo de terrado con morillos y pitahaya

Santa María del Pópulo de Tónichi La población de Tónichi, fue visita de la misión de Ónavas, fundado en 1622 por el misionero jesuita Diego Vandersipe35, la fachada del templo de Tónichi que se ve en la fotografía de Roca de 1961, nos muestra cómo debieron lucir la mayoría de estas fachadas antes de sus remodelaciones y alteraciones (foto 47). En ésta impacta su masividad en donde los altos muros y los pequeños vanos de su puerta y ventanas, nos muestran la sobriedad de una arquitectura hecha para durar. La entrada cerrada con un arco ligeramente rebajado esta enmarcada por dos pilastras que soportan la prolongación del enmarque hasta una corta moldura y sobre ésta otra que repite sin aparente justificación por lo aislada que quedó. Más arriba se abre un vano cuadrado para darle luz al coro y en el que se nota que su dintel era de madera.

35

Francisco R. Almada, Diccionario, 1983, 468.

Memoria del XXXV Simposio de Historia y Antropología de Sonora 22

Independencias y revoluciones en las regiones de México y América Latina La fachada se prolonga al oriente, donde aparece una vertical y larga ventana que debió dar luz a la escalera de una torre inexistente para esas fechas, pero que esto se deduce porque ahora si existe una con nuevos materiales, aunque desproporcionada en sus dos cuerpos. En esa fotografía aún se notan los restos de un muro de adobe que reprolongaban en esa dirección y, frente a este el horcón que sostiene tres campanas de diferente tamaño. El estado actual del templo nos muestra las modificaciones que se le han añadido, además de la torre antes dicha, el muro frente a ésta fue recortado y rematado con un barandal de herrería. La portada del vano de entrada fue simplificada y desapareció su segunda moldura, así como la de las pilastras. Y la fachada ahora la remata un extendido triángulo flanqueado por dos pequeños pilones. En la fachada ciega que da al poniente y a la calle, se nota uno muro de la altura de la nave con refuerzos, y que parecen formar parte de una ampliación de la propia nave, desde ese punto de vista se ve que la techumbre es de lámina a dos aguas (foto 48).

Foto 47. El templo de Tónichi en el año de 1961.

Foto 48. El templo de Tónichi en junio de 2006.

Continuemos este viaje por las distintas poblaciones de la Pimería Baja, antes del movimiento de Independencia, conociendo su patrimonio arquitectónico histórico. Dejamos las márgenes del antiguo Río Grande, que después fue llamado Nevome y hoy lo conocemos como Río Yaqui, emprendamos el acenso a la sierra hacia el este, pasando por San Nicolás (antiguo mineral), Santa Rosa, pasando a un lado de otro antiguo mineral que es la Santísima Trinidad de la Peña Blanca, hasta llegar al valle de Yécora.

Memoria del XXXV Simposio de Historia y Antropología de Sonora 23

Independencias y revoluciones en las regiones de México y América Latina San Ildefonso de Yécora Fundada por el jesuita Alonso Victoria, en el año de 1673,36 su antiguo templo tenía una fachada muy sencilla sin más distintivo que una alta cruz de metal sobre el vértice de su techumbre a dos aguas (foto 49). La techumbre, por lo que se alcanza a apreciar en la foto más antigua que se ha podido obtener hasta la fecha, es de tableta (tejamanil37), tenía una inclinación muy acusada denotando la necesidad de desalojar la nieve invernal que es tan común en esa altitud. Se ve el ancho de la nave muy angosta y con una única entrada, tal como sigue en la actualidad (foto 50), por el interior debió tener como ahora, un tapanco y los muros siguen siendo de adobe. El único cambio en su fachada lo tenía en el remate donde dos vanos verticales con arcos de medio punto, contenían dos campanas. El enjarre debió ser encalado y liso.

Foto 497. El templo en los años cincuentas del siglo XX. Foto 50. El antiguo templo, hoy museo comunitario.

En una fotografía, del año de 1960 de Yécora, Sonora (foto 51), La antigua capilla, ahora restaurada y remodelada (de 2006 a 2007), para utilizarse como museo comunitario, conserva la estructura original pero sin la espadaña en su fachada, ésta totalmente lisa, su techumbre sigue siendo a dos aguas pero con menos pendiente y de lámina galvanizada. La fachada sur, lisa en su totalidad, sólo una ventana horizontal ayuda a iluminar el interior. El exterior ahora está delimitado por una reja que protege el frente y el costado sur del conjunto (foto 52).

36 37

Francisco R. Almada, Diccionario, 1983, 739. Tabla delgada cortada en forma rectangular, con que se forman los techos de las casas.

Memoria del XXXV Simposio de Historia y Antropología de Sonora 24

Independencias y revoluciones en las regiones de México y América Latina

Foto 51. El templo en el años de 1960.

Foto 52. El antiguo templo ha sido restaurado.

Al ver las fotografías antiguas de Yécora, puede uno imaginarse la unidad urbanística que ahora ha perdido al cambiar sus techumbres por las de lámina (foto 53) o por losas de concreto. Los techos eran a dos aguas o cuatro sobre armaduras de madera y larguero que sostenían la tablilla de tejamanil38 (foto 54), empalmada y sobresaliendo de los paramentos de las fachadas para evitar los escurrimientos y proteger las fachadas. En las ventanas se colocaba rejas de madera, hoy en día han sido sustituidas por herrería.

Foto 53. Casa con balcón en el centro de Yécora.

Foto 54. El último techo de tejamanil en Yécora.

La plaza de Yécora era un espacio, delimitada por un cerco de ladrillos formando arcos invertidos y sobre ellos empotradas rejas metálica, con cuatro accesos, uno en cada esquina. Tenía un pequeño kiosco hexagonal con una techumbre de concreto y sobre ella tejas de barro, rodeado de áreas arboladas y jardines (foto 55). Todo lo anterior fue arrasado por la equivocada idea de la “modernidad” y en su lugar se tiene una plancha de concreto, sin ningún cerco que la delimite, sin 38

En un recorrido realizado a principios de 2010, solamente encontramos una construcción en Yécora que conservaba techumbre de tejamanil.

Memoria del XXXV Simposio de Historia y Antropología de Sonora 25

Independencias y revoluciones en las regiones de México y América Latina áreas verdes, con un kiosco y varias construcciones más, con una arquitectura atípica a la región, renombrada como Plaza Bicentenario (foto 56).

Foto 55. Así era antes la plaza de Yécora.

Foto 56. Hoy un espacio con arquitectura atípica.

San Francisco de Borja de Maycoba El poblado de Maycoba fue fundado en 1676 por el misionero jesuita Pedro Matías Goñi39 cuyo templo histórico hoy en día esta en ruinas y solamente reconstruida la sacristía40 ejemplo de la sencillez de lo que eran las construcciones en la época jesuita. Este templo conserva su entrada principal (foto 57) a una nave rectangular de gruesos muros de adobe que debieron sostener un techo de terrado soportados por grandes vigas (foto 58), este templo está orientado de poniente a oriente. En la actualidad existe enfrente de él, un templo moderno edificado con materiales contemporáneos, que esta en lo que debió haber sido el atrio de la antigua construcción y de la arquitectura civil antigua, escasos ejemplos quedan en la comunidad.

39

Francisco R. Almada, 1983, 402. A mediados de la década de los noventa del siglo XX, el Padre David Beaumont O.F.M. inicio con apoyo de la comunidad pima de Maycoba y la asesoría de la Sección de Monumentos Históricos del Centro INAH Sonora, la restauración de la sacristía. 40

Memoria del XXXV Simposio de Historia y Antropología de Sonora 26

Independencias y revoluciones en las regiones de México y América Latina

Foto 57. Entrada principal del antiguo templo.

Foto 58. Interior de la nave y a la derecha la sacristía

Los O’ob Las actuales poblaciones Oób (pimas) conservan en sus construcciones las características ancestrales que han usado a través de los tiempos, en particular de los históricos en los que asentados en comunidades por la labor de los misioneros, fueron aprendiendo y aplicando, materiales y técnicas que los colonizadores impusieron. Las construcciones generalmente de una sola pieza con una puerta única de acceso y pequeñas ventanas, son construidas con adobes, ladrillos de tierra sin cocer pegados con el mismo barro de que están elaborados. La puerta y las ventanas están hechas todavía de madera, de la que tienen en abundancia, principalmente en las comunidades serranas, no así en las planicies, en donde se tiende a sustituirla madera por la herrería, más durable y fácil de adquirir.

Otras fueron recubiertas con enjarre de barro o con mezcla de cal-arena, teniendo un terminado encalando. No muchas tienen de muros de mampostería, sin mucho refinamiento, usando la piedra de mayor tamaño en las esquinas a manera de refuerzo. En el interior y para no dejar los pisos de tierra apisonada, que es lo usual, ahora se está colocando un vaciado de concreto. Los techos originalmente de tabletas de madera de pino, han comenzado a sustituirse por lámina galvanizada acanalada, colocándose sobre estructuras de madera a dos aguas con una marcada inclinación para el fácil desalojo de la nieve, común en el invierno.

Las casas con muros de madera son las pocas, cada vez se ven menos, y las que se conservan, se notan deterioradas si no es que parecieran abandonadas. Sin embargo, es importante hacer notar que la manufactura de los ladrillos de tierra (adobes), no se ha perdido y se pudo Memoria del XXXV Simposio de Historia y Antropología de Sonora 27

Independencias y revoluciones en las regiones de México y América Latina registrar en una comunidad pima, la elaboración de dicho material en que participan los mismos interesados, inclusive las mujeres. Una vez elaborados y levantados para iniciar el proceso de secado, se estiban acumulándolos ordenadamente para que queden listos para usarse. Cada casa cuenta con un amplio solar para uso del ganado o como huerta, algunos tienen un rodeo de piedra sobrepuestas para encerrar animales, otros son empalizadas con el mismo fin; las orientaciones son diversas y sin ningún aparente orden o justificación. La letrina se ubica en algún sitio de este solar fuera de la casa, construyendo una sencilla caseta de madera, alambradas o empalizadas delimitan la propiedad. Consideraciones finales Se ha tenido la idea de que durante el movimiento de Independencia no paso nada en el noroeste novohispano, probablemente porque aquí no se desarrollaron muchos conflictos bélicos o batallas famosas, pero durante todo el tiempo de la dominación español se dieron movimientos de sublevación tan tempranos como la rebelión de 1626, la rebelión pima de 1690, la sublevación de los pimas de 1737 por mencionar tan solo unos ejemplos. La crisis del sistema misional a mediados del siglo XVIII, la expulsión de los jesuitas de los territorios del rey Carlos III de España, fueron acontecimientos que fueron conformando lo que hemos llamado La Pimería Baja antes del movimiento de Independencia. Agradezco al arquitecto Adolfo García Robles41 quien fue mi compañero de viaje en los diferentes recorridos que realizamos por las poblaciones de la Pimería Baja de 2007 a 2009, pero sobre todo, gracias a su gran experiencia, aprendí mucho sobre los elementos y términos utilizados en arquitectura, además de que fue de significativa ayuda su texto sobre la Arquitectura Histórica de la Pimería Baja,42 y el haberme facilitado algunas de las fotografías que ilustran este trabajo.

Espero haber podido lograr los tres propósitos iniciales durante la exposición de este trabajo, que ha sido tan solo, un breve recorrido por la Pimería Baja, antes del movimiento de Independencia, haciendo una atenta invitación a que conozcan esta región de Sonora.

41

Integrante de la Sección de Monumentos Históricos del Centro INAH Sonora de 1984 al 2000. Adolfo García Robles, “Arquitectura Histórica en la Pimería Baja en Sonora” en Caminando por la Pimería Baja O’ob pajlobguim. Territorio e Identidad, Hermosillo, Sonora, México: 2009, 169-250. 42

Memoria del XXXV Simposio de Historia y Antropología de Sonora 28

Independencias y revoluciones en las regiones de México y América Latina Bibliografía Almada, Francisco R. Diccionario de Historia, Geografía y Biografía Sonorenses. Hermosillo, Sonora. México: Gobierno del Estado de Sonora, 1983. García Robles, Adolfo. “Arquitectura Histórica de la Pimería Baja en Sonora”, en Caminando por la Pimería Baja O’ob pajlobguim. Territorio e Identidad. Hermosillo, Sonora, México: Comisión para la Atención de los Pueblos Indígenas de Sonora y Gobierno del Estado de Sonora, 2009. Quijada Hernández, Armando. “Los jesuitas en la Pimería Baja”, en Caminando por la Pimería Baja O’ob pajlobguim. Territorio e Identidad. Hermosillo, Sonora, México: Comisión para la Atención de los Pueblos Indígenas de Sonora y Gobierno del Estado de Sonora, 2009.

Roca, Paul M. Paths of the Padres through Sonora. Tucson, Arizona: Arizona Pioneer´s Historical Society, 1967. Spicer, Eduard H. Cycles of Conquest. Tucson, Arizona: The University of Arizona Press, 1972.

Memoria del XXXV Simposio de Historia y Antropología de Sonora 29

Lihat lebih banyak...

Comentarios

Copyright © 2017 DATOSPDF Inc.