La perla de la parashat Tetzavé

LA PERLA DE LA PARASHAT DE LA SEMANA Sefer Shemot La perla de la parashat Tetzavé (Éxodo 27:20 al 30:10) Rav Dr. Williams Pitter [email protected] Año 5775 Parashat 20

https://www.facebook.com/betelshadai.maracaibo SEFER SHEMOT La perla de la parashat Tetzavé Rav Abahu y Rav Jiyya bar Abba fueron a cierto lugar. R. Abahu enseñó sobre aggadá. Rav Jiyya enseñó sobre halajá. Toda la gente de aquel lugar despreciaron a Rav Jiyya y fueron a escuchar a Rav Abahu al punto que Rav Jiyya se molestó mucho. Rav Abahu le dijo a él: “Te diré una parábola, ¿a qué se parece esta situación? A dos hombres, uno vendía piedras preciosas, y el otro vendía baratijas, joyas hermosas pero de escaso valor. ¿A cuál de los dos corrió la gente para comprarle? ¿No fue al que vendía baratijas? Pero aun así, Rav Jiyya bar Abba no fue consolado” (Talmud Bavlí Sotá 4a). Durante estos últimos once años que he estado dedicado a la enseñanza de la Torá me he dado cuenta, que tanto en círculos cristianos como en los círculos judíos mesiánicos, la exposición de la Torá generalmente ocurre casi a nivel remez. Tanto los maestros como los discípulos se apresuran a buscar y también a exponer las alusiones o tipologías al Mesías. Toda clase de alegorías y alegorésis son presentados y poco trabajo sustancial es realizado a nivel peshat y derash; de donde también se pueden extraer enseñanzas más profundas, aunque con más esfuerzo; pues en estos niveles se requieren más destrezas en cuanto al dominio del hebreo bíblico y de los midrashim. Es un trabajo más pesado, pero rinde grandes frutos. Mis discípulos deben saber que las perlas hay que buscarlas en aguas profundas; por ello sugiero un poco más de dedicación y esfuerzo a esclarecer bien el nivel peshat de la Torá; y cuando lo consideren agotado, o por lo menos, lo suficientemente claro, vayan entonces al nivel derash a fin de fortalecer la comprensión del pasuk o episodio bíblico. El nivel remez o las alusiones al Mesías, o a temas salvíficos y proféticos, por ejemplo, vendrían más naturalmente si respetamos y esclarecemos bien los dos niveles anteriores. También he visto otro defecto en el estudio, y también en la exposición de la Torá al público, se lee un pasuk y de inmediato se presenta el nivel remez, cuando en verdad no se ha pasado por un estudio concienzudo de los niveles peshat y derash. Con la parashat que comento a continuación, quiero dar un ejemplo de exégesis rabínica para que todos mis discípulos puedan apropiarse de las herramientas claves que les permitan extraer las perlas de las Torá. Las baratijas de la aggadá se consiguen más fáciles en tierra, pero sólo cuando uno ya ha consumido su tiempo y su vida como un buzo buscador de perlas. La parashat Teztavé (27:20 hasta 30:10), es una de las parashat más difíciles de la Torá. Y la mejor manera de penetrar en su contenido es darse cuenta que ella es parte de un gran dibbur que comienza con la parashat anterior.

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Recordemos que un dibbur es un sección de la Torá que se distingue porque comienza con la expresión “Y le dijo el Eterno a Moshé diciendo/Vaydaver Hashem elMoshé lemor”, y a continuación entonces viene o está consignada por escrito toda la revelación de las instrucciones que el Eterno da a Moshé. Y este dibbur, como cualquier otro dibbur, termina cuando comienza un nuevo dibbur, o una nueva revelación del Eterno a Moshé. La idea del dibbur es que es un bloque narrativo que debe ser estudiado completo. Y en el caso particular que nos ocupa, este dibbur comienza en 25:1 y termina en 30:10, pues el próximo dibbur comienza en 30:11, que es justo el comienzo de la parashat Ki Tisá. El dibbur de 25:1 a 30:10, los jajamim lo dividieron muy bien en dos bloques narrativos, la parashat Terumá (25:1 hasta 27:19) y la parashat Tetzavé (27:20 hasta 30:10). Por tanto, este dibbur contiene dos partes bien diferenciadas: (1) del 25:1 al 27:19 (parashat Terumá), en donde tenemos la invitación del Eterno a tomar ofrendas para Él, y la descripción de cada uno de los materiales, muebles y utensilios del Mishkán y las respectivas instrucciones para armarlo. La descripción termina hablando sobre las estacas del patio exterior. El tema básico de la parashat Terumá es que el Eterno ha diseñado y mandado a edificar un Santuario para fijar allí Su morada entre los hijos de Ysrael. (2) La segunda parte: del 27:20 al 30:10 (parashat Tetzavé), contiene tres temas básicos: (a) La instrucción para el encendido de la menorá (27:20,21), (b) la escogencia de Aharón y sus hijos al sacerdocio y de aquellos que han de hacerles sus vestiduras, y entonces da comienzo a describir con detalles todas las ocho vestiduras sagradas del sacerdocio y el ritual de siete días a seguir para la consagración de Aharón y sus hijos al sacerdocio, cuyo final es también el tema básico de esta parashat, que es la intención del Eterno de sacarlos de Egipto de residir en medio de ellos (28:1 al 29:37); y (c) los rituales de expiación en el altar del holocausto (29:38-45) y los rituales del incienso y de expiación ante un altar de madera (colocado en el Lugar Santo) (30:1-10).

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instrucción con la revelación de las vestiduras de Aharón y de sus hijos. (Y he aquí la pregunta de la semana, por favor, explicar la razón de esta yuxtaposición. Y otra pregunta: ¿cuál de los profetas presenta una yuxtaposición entre la menorá y las vestiduras del kohen gadol?). En lo que expongo a continuación reconozco la luz que me brindó un artículo del Dr. Yirmiahu Malhi del Departamento de Talmud de la Universidad de Bar Ylan, en Ysrael. Nos dice el Dr. Malhi que los jajamim han notado otra yuxtaposición interesante que tiene que ver con las partes (b) y (c) del contenido de la parashat Tetzavé. Es decir, tenemos una yuxtaposición de temas discordantes dados por: las vestiduras de Aharón y sus hijos (28:1 al 29:37) y por los rituales de expiación ante el altar del holocausto y del mueble del incienso (29:38 al 30:10). Y he aquí la genial e inspirada pero enigmática respuesta de los jajamim: “Esto es para enseñarnos que las vestiduras de Aharón y de sus hijos expían el pecado como lo hacen los sacrificios” (Talmud Bavlí Zebajin 88b, leer también Talmud Bavlí Arajim 16a y Vayikrá Rabbá 10:6). Esta inferencia es extraordinaria puesto que desborda el concepto tradicional de expiación que usualmente remitimos a los sacrificios. Estamos, pues, en presencia de un concepto elevado que nos enseña que hay un modo complementario o esencial de quitar o expiar el pecado. De inmediato surge la pregunta, especialmente cuando se tiene en mente la figura redentora de Yeshua, ¿no es suficiente el sacrificio de los korbanot para expiar el pecado? Y si respondemos afirmativamente, volvemos a preguntar, ¿qué aspecto de la expiación desea la Torá resaltar que hemos descuidado en nuestros estudios sobre el tema de la redención? Dejemos esto acá, y continuemos con nuestra investigación. Luego, el Dr. Malhi cita las discusiones de los sabios en los tratados Zebajin 88b y Menajot 25b en donde tratan de inferir que clase de pecados expía cada una de las ocho vestiduras del kohen gadol Aharón. Por ejemplo, la túnica expía el pecado de derramamiento de sangre, el pectoral del juicio expía los errores legales de los tribunales, la placa frontal de oro (tzitz hazahav) expía la insolencia o descaro, etc. No tengo suficiente espacio para describir cada una de estas opiniones; pero si les puedo decir, que un estudio cuidadoso del tema nos revela dos hechos interesantes en las discusiones rabínicas. Primero, que los rabinos tratando de inferir el tipo de pecado que expía cada una de esas vestiduras, no sólo no se logran ponerse de acuerdo, sino que además uno puede captar allí un tanto de especulación, que se puede justificar también un tanto, porque los rabinos están haciendo un esfuerzo supremo en discernir con profundidad la enseñanza central de la yuxtaposición: que las vestiduras del kohen gadol expían el pecado como lo hacen los sacrificios. Segundo, que todos los jajamim, tanto antiguos como modernos, coinciden en una conclusión fundamental: que de las ocho vestiduras del kohen gadol, la única a la que la Torá le atribuye la facultad de expiar el pecado es la placa frontal de oro puro (tzitz hazahav), que se fija con trenzas azules sobre el turbante (28:36-38).

Ahora bien, los jajamim discuten muchísimas cosas interesantes de este dibbur. Y sólo me voy a referir a un par de ellas. La primera, y Ud. debe ponerle atención a esto, que la instrucción del encendido de la menorá en 27:20,21 está fuera de lugar o aislada de la temática que viene narrando en la parashat Terumá y tampoco nada tiene que ver con la parashat Tetzavé que viene a continuación. Por ello, los jajamim discuten si esta porción de la Torá debe pertenecer a la parashat anterior o a la parashat Tetzavé, como ha sido tradicional situada. En cualquier caso, los jajamim discuten sobre las razones que tenía Moshé para insertar la instrucción del encendido de las luces de la menorá entre dos temas sustanEste enigmático pasuk completo dice: “Harás la placa frontal de cialmente distintos: el del Mishkán y el de las vestiduras oro puro, y grabarás en ella, grabado de relieve: Sagrado de Aharón y sus hijos. para el Eterno. Lo fijarás sobre cita celeste y estará sobre el Lo cierto es que, ya sea que la instrucción del encendido turbante…Estará sobre la frente de Aharón y llevará Aharón de las luces de la menorá pertenezca a la parashat Te- (para expiar) el pecado de las consagraciones, de todas las rumá o a la parashat Tetzavé, es muy claro que hay que dádivas de los hijos de Ysrael para todas sus consagraciones. explicar la razón que tuvo Moshé para yuxtaponer esta Estará sobre su frente continuamente para (promover) buena voluntad por ellos, delante del Eterno” (28:36-38).

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El Dr. Mahli, cita a Rashí, y afirma que, el tipo de expiación que tzitz hazahav ofrece pertenece específicamente al plano de las impurezas con las cuales se presentan las ofrendas consagradas. Y en este sentido, según el Dr. Malhi, los vestidos expían las transgresiones morales y rituales relacionadas con la manera como se ofrecen los sacrificios. Y siguiendo esta línea de razonamiento, el Dr. Mahli, cita, para concluir su investigación, un artículo del Dr. Meir Gruzman (también de la Universidad de Bar Ylan), quien afirma, que la naturaleza de la presentación de ofrendas impuras se debe al carácter soberbio del oferente y, en este sentido es un acto de rebelión.

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ésta es un recurso en donde se utiliza parte de algo para referirse al todo. Por ejemplo, en Eclesiastés dice: “Echa tu pan sobre las aguas, porque después de muchos días lo hallarás” (11:1). El pan es parte de la alimentación de las personas, y en la cultura judía se emplea para designar a todos los alimentos que consume el hombre; por tanto, el pasuk de Eclesiastés está invitando a proveer de alimentos a los necesitados; con la promesa que el Eterno nos recompensará la tzedaká que demos (Eclesiastés Rabbá 11:1). De igual manera, cuando vamos a comer y en la mesa hay pan presente, entonces, como ya acostumbramos, oramos al Eterno por el pan, el cual, se toma como representante por excelencia de todos los alimentos.

Del mismo modo, la placa frontal de oro, tzitz hazahav, que tiene grabado el Nombre del Eterno y que expía el pecado de las cosas consagradas (28:36-38), es la representante por excelencia de todas y cada una de las piezas que integran las vestiduras sagradas del cohen gadol. De allí entonces es claro concluir, que las vestiduras del kohen gadol expían el pecado de las consagraciones como lo hacen los sacrificios. Por otra parte, se puede llegar a esta misma conclusión, puesto que la propia Torá por medio de la yuxtaposición ya comentada, entre las vestiduras (28:1 al 29:37) y los sacrificios expiatorios (29:38 al 30:10), propicia la inferencia discernida por los rabinos: que las vestiduras del kohen gadol expían el pecado de las consagraciones como lo hacen los sacrificios. De esta manera, se armoniza la revelación de la Torá en 28:36 -38 (teniendo en mente la figura del sinécdoque) con la inferencia rabínica extraída de la revelación de la Torá en por medio de la yuxComo ven, estamos ante un gran enigma de la Torá. No taposición. obstante, en mi modesta opinión personal, creo que puedo señalar tres asuntos fundamentales. En primer lu- Una vez aclarado esto, es importante que pasemos a responder el gar, no es cierto que cada una de las ocho vestiduras asunto acerca de las vestiduras que expían los pecados de las consaexpíe cada uno de los tipos de pecados mencionados. La graciones como lo hacen los sacrificios. Y en este contexto, vamos a razón es muy sencilla, la Torá sólo revela explícitamente poner al descubierto un aspecto de la expiación de los pecados que que el tzitz hazahav tiene la facultad de la expia- solemos dejar fuera cuando estudiamos el sistema de salvación en ción, además, cada uno de los pecados mencionados por los libros de Shemot y Vayikrá, pues, como ya señalé, tradicionallos rabinos están ya cubiertos o pueden ser expiados por mente se ha reducido el concepto de expiación a los sacrificios que los korbanot. En segundo lugar, debemos precisar dos se consagran en el Mishkán. Hay un aspecto de la expiación, y en aspectos importantes del tzitz hazahav: (1) ¿Qué es lo general de la redención, oculto en las vestiduras sagradas del cohen que en verdad expía? Y (2) ¿cómo y en qué sentido pro- gadol. mueve la buena voluntad para los hijos de Ysrael delan- La clave para resolver este extraordinario enigma de que las vestite del Eterno? duras del kohen gadol expían el pecado de las consagracioLo anterior, es un resumen apretado de las opiniones de grandes rabanim. En base a lo anterior, tenemos que plantearnos la siguiente pregunta es, ¿cómo la placa de oro (tzitz hazahav) que descansa en la frente del kohen gadol expía el pecado de las sacrificios consagrados? Es decir, ¿cuál es la conexión entre el tzitz hazahav y “el pecado de las consagraciones”? ¿Tiene razón el Dr. Gruzman cuando infiere que tzitz hazahav expía el pecado de rebelión al presentar sacrificios impuros? Y sea cual sea la respuesta que demos, es obvio la acción de expiar tzitz hazahav promueve la buena voluntad para los hijos de Ysrael delante del Eterno (28:38).

En tercer lugar, En lo que a mí concierne, pienso que aquí tenemos una clave mesiánica y salvífica de capital importancia. Para discernirla tenemos que regresar a la clave central de esta parashat ya inferida por los rabinos: “Esto es para enseñarnos que las vestiduras de Aharón y de sus hijos expían el pecado como lo hacen los sacrificios” (Talmud Bavlí Zebajin 88b). Y, como ya se dijo, de todas las vestiduras del kohen gadol es la placa de oro (tzitz hazahav) y que tiene grabado el nombre del Eterno, la única pieza de las vestiduras del kohen gadol a la cual la Torá le atribuye la facultad de expiar las cosas consagradas de los hijos de Ysrael. Pero, ¿cómo conciliar la inferencia rabínica acerca de que las vestiduras expían el pecado con la revelación de la Torá que placa de oro expía de todas los korbanot o consagraciones ofrecidos por los hijos de Ysrael? Si respondemos esta pregunta, será mucho más fácil responder las dos preguntas planteadas en el párrafo anterior.

nes como lo hacen los sacrificios lo proporciona la misma Tanak. Leamos Zacarías 3:1-7: “Después me mostró al sumo sacerdote Josué, colocado delante del Ángel del Eterno, y Satanás estaba a su mano derecha para acusarlo.2Pero dijo el Eterno a Satanás: ¡El Eterno te reprenda, Satanás! El Eterno, que ha escogido a Jerusalén, te reprenda. ¿No es éste un tizón arrebatado del fuego?3Y Josué estaba vestido con vestiduras inmundas mientras se hallaba en pie ante el Ángel.4Éste mandó a los que estaban ante Él, diciendo: ¡Quitadle las vestiduras inmundas! Y a él le dijo: Mira, he quitado de ti el pecado, y te he hecho vestir ropas de gala.5Y añadió: ¡Poned una mitra limpia en su cabeza! Y pusieron una mitra sobre su cabeza, y lo vistieron con ropas. Y el Ángel del Eterno estaba en pie.6Después el Ángel del Eterno amonestó a Josué, diciendo:7Así dice Hashem Sebaot: Si andas por mis caminos y si guardas mi mandato, también tú juzgarás mi casa, y también guardarás mis atrios, y te daré entrada entre éstos que están presentes”.

Al respecto comenta Rabbí Yitzjok Stavsky: “Joshua aparece en esta La respuesta es muy sencilla, hay una figura literaria, visión en vestiduras viles, una metáfora del pecado” (The twelve muy usada en las Escrituras, llamada “sinécdoque”; y prophets, Mesorah Publications, 2009, Vol 2, p. 214). Es obvio que este comentario se desprende de la propia declaración de la visión:

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“¡Quitadle las vestiduras inmundas! Y a él le dijo: Mira, he quitado de ti el pecado, y te he hecho vestir ropas de gala” (3:4). Más adelante, en referencia a las nuevas y sagradas vestiduras de cohen gadol con las cuales ahora es investido Yehoshua (3:5), Rabbí Stavsky cita a otros jajamim, quienes dicen: “el turbante (que contiene la placa de oro) es representante de las vestiduras del kohen gadol. Ahora que ha sido limpiado de sus iniquidades, ahora puede iniciarse en la posición de kohen gadol” (The twelve prophets, obra citada, p. 215).

para entender la expiación según la Torá.

Todo esto es parece correcto, pero aun no se ve claro como un cambio de vestiduras expía el pecado como lo hacen los sacrificios. La pieza escritural que resuelve este enigma se encuentra en el jardín del Edén; en un escueto pasuk de la Torá se nos explica el plan de la salvación: “Y Hashem Elohim hizo al hombre y a su mujer túnicas de pieles y los vistió” (Bereshit 3:21). ¿De dónde sacó el Eterno esas pieles? Del cordero que fue inmolado desde el principio del mundo (Ap 13:8). Note que en este caso, que en cuanto a la expiación se refiere, el énfasis de la Torá no estuvo en narrar la muerte del cordero (para el perdón de los pecados), sino más bien en resaltar unas vestiduras sustitutas que cubrieran la desnudez de nuestros primeros padres; ¿por qué? Veamos.

Shavua tov! (disculpen el retraso, estaba enfermo) Dr. Williams Pitter ([email protected])

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Debemos percatarnos del hecho que en la narrativa de la Torá, las pieles del cordero son la parte representativa de la vida y de la muerte del Mesías Yeshua, y que sintetiza la obra de la expiación (¡Es un sinécdoque!). Es decir, el efecto expiatorio del derramamiento de la sangre de Yeshua, por medio del cual toda Su vida en entregada, porque “la vida en la sangre está” (Vayikrá 17:11), tiene su fundamento en la justicia de Yeshua: en una naturaleza sin pecado y en una vida inmaculada, lo que estaba aludida en las palabras de Pedro cuando habla de la justicia de Yeshua en El Midrash que la propia Tanak ofrece nos enseña, términos de un cordero kosher: “sin mancha y sin contaminación” (1 que la expiación del pecado se da en términos de P 1:19). Por esta causa la Torá menciona las pieles del cordero como un cambio de vestiduras!, de vestidura viles a las símbolo o alusión al perdón o expiación de los pecados. sagradas vestiduras del kohen gadol. Una imagen simi- En resumen, los sacrificios expían el pecado, pero esto es posible lar y con la misma enseñanza la presenta Yeshua en la gracias al carácter kosher de los korbanot. Por tanto, la Torá, antes parábola del hijo pródigo cuando el padre, ante el arre- de presentar todo el sistema de sacrificios, nos presenta primero, en pentimiento de su hijo, ordena cambiar sus harapos por las vestiduras de Aharón, el fundamento esencial sobre el cual los ropas de gala (Lc 15:22). En varios otros lugares, la Es- sacrificios son aceptables para el perdón de los pecados: la justicia o critura presenta la desnudez o las vestiduras inmundas, vida impecable de Yeshua, representada en las vestiduras de como un símbolo del pecado; y las vestiduras blancas y Aharón, puesto que estas vestiduras son y representan esenciallimpias como un símbolo de salvación (Ap 3:18, Is 61:10). mente la expiación de todos los korbanot que presenten los hijos de Para finalizar esta parte, note que en esa visión se da Ysrael. Y por esta razón, podemos hablar de Yeshua como “Hashem una clave mesiánica que será más clara más adelante en nuestra justicia” (Jer 33:16). mi exposición: “Escucha ahora Josué, sumo sacerdote, tú y tus compañeros que se sientan delante de ti: Son varo- Y, como ya mencionamos, las vestiduras de Aharón quedaban reprenes simbólicos porque he aquí Yo traigo a mi Siervo, el sentadas esencialmente por el tzitz hazahav, que tenía grabado el Renuevo” (3:8). Nombre del Eterno. Y este nos habla otra vez de Yeshua, pues Él llevaba en Si mismo el Nombre del Eterno y ese Nombre lo reveló a La otra clave importante, y que ayuda a coronar estas nosotros! (Jn 17:6). ¡Ah! Y, por supuesto, Yeshua, por medio de la ideas, es que en las Escrituras, las vestiduras limpias justicia que ofrece gratuitamente a los crean en Su Nombre representan o son una alusión a la justicia (Job 29:14; Is promueve la buena voluntad para los hijos de Ysrael delante 61:10); y las vestiduras viles o trapos de inmundicia, del Eterno! representan o son una alusión al pecado (Zc 3:3,4) sino también a una ausencia de justicia, o una justicia co- Todavía hay otras cosas que tengo que decir, pero la voy a dejar rrompida que señala la pecaminosidad del hombre (Is para la parashat Tetzavé del próximo año, be-ezrat Hashem (con el 64:6). favor del Eterno).

Como ya nos has sido revelado, el cordero primordial del jardín del Edén es una alusión al Mesías Yeshua como nos lo enseñó Juan el bautista al presentar al Mesías delante del pueblo de Ysrael como “el cordero de Dios que quita el pecado del mundo” (Jn 1:29). La pregunta elemental es: ¿Cómo quita Yeshua el pecado del mundo? Muriendo en nuestro lugar, como lo simboliza el cordero y todas las víctimas del sistema de sacrificio hebreo de la Torá, pero falta un detalle de la más capital importancia

Referencias Dr. Yirmiyahu Malhi, The Sacral Vestments, Bar-Ilan University 's Parashat Hashavua Study Center, 5765. Dr. Meir Gruzman, The Atonement Inferred by the Golden Frontlet (Tzitz Hazahav), Bar-Ilan University 's Parashat Hashavua Study Center, 5757. Rabbí Y. Stavsky, The twelve prophets. Mesorah Publications, 2009