LA PERLA DE LA PARASHAT DE LA SEMANA Sefer Shemot La perla de la parashat Ki Tissá (Éxodo 30:11 al 34:10) Rav Dr. Williams Pitter
[email protected] Año 5775 Parashat 21
THOR Y EL MIDRASH
En el libro del profeta Jeremías está escrito: ¿No es mi palabra como fuego, dice el Eterno, y como martillo que quebranta la piedra? (23:29). En esta revelación el Eterno compara Su Palabra con el fuego y el martillo con el objeto de mostrarle al profeta Jeremías el poder que tiene Su Palabra, en contraste a las palabras suaves, lisonjeras y engañosas de los falsos profetas a quienes critica duramente (23:30-32). Por ello, cuando el pueblo que se ha apartado de la Torá lo consulte para conocer de la profecía del Eterno, Jeremías debe responderle con la Palabra del Eterno, con el poder del fuego y del martillo (23:33). En este sentido, bajo la metáfora del martillo, el Eterno está hablando de juicio y condenación del impío. Pero los jajamim interpretan este pasuk en otro sentido: “Justo como un martillo produce muchas chispas de fuego, de la misma manera un simple pasuk tiene muchas interpretaciones” (Talmud Bavlí Sanedrín 34a). ¿Y quien es el que le arranca a la Torá muchas chispas de fuegos o muchas interpretaciones? Thor, el darshán, el Maestro de Torá. ¿Cuál es el tipo de martillo que usa el darshan para que la Torá produzca muchas interpretaciones? El Midrash aggádico. Por ello se dice que la Torá tiene 70 caras.
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En la parashat de esta semana, con el inicio de un nuevo dibbur, el Eterno sigue instruyendo a Moshé acerca de una variedad de temas tales como el censo de Ysrael a fin de recaudar la contribución de medio shekel para el servicio del Templo, sobre la construcción de la fuente de bronce, la elaboración del sahumerio y del aceite de la unción, etc (30:11-38). De inmediato, en un nuevo dibbur, se menciona a los hombres escogidos que fungirán como arquitectos y artesanos principales para elaborar una diversidad de diseños para el mobiliario del Mishkán y para el trabajo con piedras preciosas (31:1-11). Con el siguiente dibbur se interrumpe esta narrativa relacionada con el Mishkán y yuxtapone instrucciones relativas a la observancia del shabbat (31:12-17). (Y he aquí la pregunta de la parashat de la semana: ¿por qué el Eterno yuxtapone las instrucciones que viene dando sobre el Mishkán con las instrucciones que ya se conocen acerca de la observancia del shabbat. ¿Qué lección quiere el Eterno que aprendamos? Pero hay otra pregunta sutil que todavía podemos hacer acá: ¿por qué el Eterno introduce la yuxtaposición sobre el shabbat en este preciso lugar textual cuando pudo haberlo hecho en otro lugar en donde también se hable del Mishkán?). Bueno, luego, el dibbur termina diciéndonos que el Eterno entregó las tablas de la Torá a Moshé (31:18). Y de inmediato, la narrativa cambia bruscamente de la cumbre del monte Sinaí a sus faldas, pues la Torá comienza a narrar los eventos relacionados con la inquietud de la gente acerca de la tardanza de Moshé, asunto que desgraciadamente es mal canalizado terminando en una fiesta idolátrica en honor a un becerro de oro que han hecho e ideado como un dios sustituto (32:1-6). Luego, la Torá vuelve en su narrativa a la cumbre del monte, en donde el Eterno interrumpe su revelación para informarle a Moshé que el pueblo se ha apartado de Sus caminos y que ha decretado destruirlo con la promesa de construir otro pueblo por medio de Moshé, pero Moshé intercede y el Eterno cambia de opinión (7-14). A partir de allí, la Torá sigue narrando los eventos del encuentro que Moshé con el pueblo y el juicio que ejecutó contra ellos, etc. Ahora, quiero concentrar mi atención en los argumentos que Moshé presentó al Eterno para que revocara su decreto de destrucción del pueblo de Ysrael: primero, le hace un par de preguntas relacionadas con la redención que el Eterno realizó a favor de ellos, pues para Moshé no tiene sentido de que haya redimido a los hijos de Ysrael para después ejecutarlos al primer error que cometan. Le parece un contrasentido, y remata sus argumentos haciéndole recordar al Eterno las promesas que le hizo a Abraham, a Yztjak y a Yaacob, de multiplicar a su descendencia como las estrellas del mar; y en vista de este argumento el Eterno desiste de destruir al pueblo de Ysrael (32:11-14). A continuación voy a ofrecer mi interpretación y luego citaré la del Midrash.
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LA PE RLA DE LA PARAS HAT KI TISSÁ
En este pasuk se ve claramente que el Eterno estaba probando a Moshé, porque no hay necesidad de que Moshé le recuerda sus promesas al Eterno, pues él está consciente de ellas y del propósito que tiene con Ysrael. La prueba consistía en el hecho que le estaba ofreciendo la oportunidad de convertirse en el patriarca de un nuevo pueblo, ¡hacerse mundialmente famoso! Pero Moshé pasa esta prueba con humildad, pues no tiene el más mínimo interés en erigirse como el patriarca de un nuevo pueblo a expensas de la destrucción del pueblo que ama, y por el cual se enfrentó a faraón para redimirlo de la esclavitud; él ha visto el sufrimiento de su pueblo y no lo va abandonar en esta hora crítica. Moshé había ya demostrado su fibra moral y la clase de líder que era en el momento del éxodo, pues cuando todos los israelitas se ocupaban de obtener las riquezas de los egipcios, Moshé en cambio se ocupaba de buscar los huesos de Yosef! ¡Esa es la diferencia!
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No tengo que explicar más nada, la lección es demasiada clara. De todos modos, para que no se nos olvide: “Hermanos, aun cuando una persona sea sorprendida en alguna falta, vosotros, los espirituales, restaurad al tal con espíritu de mansedumbre, considerándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado. Sobrellevad los unos las cargas de los otros, y cumpliréis así la ley del Mesías” (Gál 6:1,2). El Midrash como un martillo
Yo puedo terminar mis comentarios acá; pero por causa de la enseñanza y porque estoy preocupado en la formación de Maestros de Torá, quiero decirles lo siguiente. Mi comentario a la parashat de la semana es una interpretación del tipo homilético al pasuk 32:11-14. Es decir, he ofrecido una interpretación a la Torá, basado en el carácter tzadik de Moshé Rabenu y en una ilustración de la vida real (maasé), a fin de impartir una lección moral y ética a mis lectores. Así operan muchos sermones cristianos y, todos los midrashim llamados midrashim homilécticos. La homilía, el sermón, o Midrash homilético busca inspirar, exhortar y formar una elevada ¡Qué grandeza y humildad la de Moshé! No es conciencia ética en su auditorio. honorable ni justo llegar a la cima aprovechándose de la debilidad o del error del prójimo. ¡Cuántos Por tanto, mi comentario a la parashat de esta semana cae el líderes políticos y religiosos le han vendido su alma marco del Midrash aggádico, mientras el comentario a la paal diablo para llegar a conquistar lugares de pres- rashat de la semana pasada es del tipo halájico. Debemos tigio, para convertirse en el centro de atracción de advertir que esta división no es absoluta, porque muchos mimultitudes! Poder, dinero, ser adorado por multi- drashim, junto con el uso de las parábolas, símiles, juegos de tudes, ambición desmedida por mega-iglesias y palabras, etc., también pueden apelar a la variedad de recurgrandes ministerios acompañados por una parafer- sos exegéticos de las reglas de interpretación de Yishmael y nalia de guardaespaldas y un séquito de adulado- también se aprovechan de las yuxtaposiciones de la Torá, por res es la ambición y el ideal de muchos líderes reli- dar un ejemplo bien conocido. Esta apelación a la rica variegiosos que propagan el evangelio de la prosperi- dad de técnica exegéticas rabínicas hace que el Midrash dad. Lo triste, y perjudicial para los fieles del homiléctico sea más poderoso que el típico sermón cristiano. evangelio, es que muchos ministros llenos de envidia intentan imitar a estos petulantes Goliat de los Como ven, yo les he presentado un Midrash aggádico, y pude tiempos modernos! sacarle una pequeña chispa una porción de la Torá. Pero mi Midrash es muy sencillo. Para terminar, quiero citar un par Hace algún tiempo leí en una revista la historia de de notables midrashim aggádicos a fin de mostrarles dos una madre que contaba acerca de su hijo que su- chispas adicionales, dos caras adicionales de la Torá, los cuafría el síndrome de Down. Ella cuenta que su hijo les enfocan su atención en contestar por qué Moshé invocó a participaba en unos juegos atléticos para niños en los tres patriarcas a fin de salvar a Ysrael: condiciones similares a la de su hijo, y todos estaban en la posición de salida para la carrera. Y, por Midrash Shemot Rabbá 44:1: “Rabbí Tanjumá empezó su supuesto, al darse la orden de partida, todos los enseñanza diciendo: Hiciste venir de Egipto una vid, echaste niños corrieron hacia la meta, dando su mejor es- a las naciones y la plantaste (Tehilim 80:8). ¿Por qué Ysrael fuerzo para obtener el primer premio. Pero de re- es comparado con la vid?...Porque justo como la vid es sostepente, uno de los niños tropezó y cayó al suelo, y su nida por palos muertos secos, así también Ysrael descansan hijo al voltear vio a ese niño caído y llorando y se en sus patriarcas que están muertos”. devolvió a levantarlo, lo tomó de la mano e intentó junto a él proseguir la carrera. Nunca ganarían al Midrash Shemot Rabbá 44:9: “Moshé dijo: ..al hacer el bepaso que llevaban. Pero para sorpresa de todos, el cerro de oro ellos han anulado tu mandamiento… pero (al resto de los niños al ver la acción del niño que se querer destruirlos) Tú estás haciendo lo mismo (pues está había devuelto para ayudar a su compañero de escrito) que muestras misericordia a miles de generaciones carrera, también se devolvieron, todos se tomaron de ellos..(Ex 34:7)...Y desde Abraham han pasado sólo han de la mano y llegaron todos juntos a la meta, todos pasado hasta siete generaciones (Abraham, Ytzjak, Yaacob, llegaron al primer lugar juntos! Levi, Kohat, Amram, Moshé)”.
