La particular región Amazonía del sistema mundo capitalista 1

May 24, 2017 | Autor: Carlos Moldiz | Categoría: Amazonia, Amazonia Bolivia, Amazon basin, World System, Análisis De Sistemas Mundo
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Descripción

La particular región Amazonía del sistema mundo capitalista1

Carlos E. Moldiz Castillo2

Introducción Recomiendo al lector no dejarse engañar por el pretensioso título de este ensayo. No me atrevería a explicar cuál es el lugar ni el rol de una región tan particular y misteriosa como la Amazonía en algo tan complejo y dinámico como es el sistema mundo capitalista en el que vivimos hoy. No obstante, considero que existen suficientes elementos como para poder afirmar, con mucha seguridad, que el futuro de todas las sociedades de este planeta dependerá cada vez más de este complejo conjunto de ecosistemas. En un mundo que parece dirigirse casi irremediablemente hacia una crisis ambiental de proporciones épicas, el bosque lluvioso más grande del mundo encierra, por el momento (o tal vez como lo hizo siempre), más incógnitas que respuestas, por lo que las siguientes páginas servirán sólo para despertar su curiosidad. He dividido el ensayo en cinco partes. La primera explica por qué la Amazonía es relevante en la geopolítica mundial, entendida como un escenario donde se juega no sólo la supremacía de unos Estados sobre otros, sino también el futuro mismo de la economía mundo capitalista. En la segunda parte hago un breve repaso acerca de su historia durante el periodo colonial que, a mi juicio, sentó las bases para futuras disputas territoriales entre las jóvenes repúblicas luego de 1825. En la tercera parte señalo cómo el capitalismo dependiente que se desarrolla en Latinoamérica durante los siglos XIX y XX es a la vez causa y efecto de una conformación territorial caracterizada por altos niveles de conflictividad en la región amazónica, donde diferentes vectores de su nacionalización influyen en consonancia con el hegemón de turno del centro capitalista. En la cuarta parte menciono la particular naturaleza que adquieren las relaciones de producción capitalistas en un espacio caracterizado por la difícil penetración de la actividad humana. En otras palabras, explico cómo las características propias del bosque amazónico dan luz a un capitalismo sui generis, muchas veces mal interpretado por la ortodoxia marxista. Finalmente, en la quinta parte y mediante un razonamiento simplemente deductivo, me permito especular acerca de tres posibles caminos que puede emprender la Amazonía durante las siguientes décadas. La sexta parte corresponde a las conclusiones. Lo que me interesa resaltar en estas páginas, por lo tanto, no es que la Amazonía es un espacio de grandes riquezas que deben ser conservadas por el bien de futuras generaciones, dado que este anhelo ya ha sido expresado por toda clase de actores políticos en el amplio espectro que separa al pensamiento de “izquierda” del de “derecha” en nuestro continente, muchas veces enfrentando proyectos dentro de un mismo grupo. No me propongo eso, sino sugerir que estamos ante un escenario particular en el más

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Este ensayo fue presentado en enero de 2016 en el curso Geopolítica e Integración Regional. América Latina en el Sistema del Mundo patrocinado por la Vicepresidencia del Estado Plurinacional de Bolivia. 2 Politólogo de la Universidad Mayor de San Andrés de la ciudad de La Paz, Bolivia.

concreto sentido del término, que debe ser estudiado como parte del sistema mundo capitalista también de forma particular. El capitalismo nunca pudo desarrollarse sin problemas en esta región del planeta. Grandes magnates como Ford vieron frustrados sus sueños de acumulación de ganancias por el simple hecho de no haber podido entender “la ley de la selva amazónica”. Incluso hoy el capitalismo mundial enfrenta un dilema antes impensable: continuar con su lógica depredadora y menoscabar las bases de su propia reproducción o adaptarse, como lo hizo cualquier otra forma de vida hasta el día de hoy, a las condiciones que imponen los árboles y ríos de este colosal bosque lluvioso. Es un lugar muy especial, sin duda. Palabras clave: Amazonía, capitalismo, sistema-mundo, trabajo, mercancía, geopolítica, territorio, acumulación, dependencia, recursos naturales, biodiversidad, Vivir Bien, ciclo de acumulación de capital, colonización. 1. Tierra prometida: La Amazonía como escenario de definición geopolítica Los datos sobre la Amazonía son conocidos por todos. Se trata del bioma tropical más grande del planeta, siguiéndole la Cuenca del Congo y la Cuenca del Sudeste de Asia3. Tiene una extensión aproximada a los 8 millones de km2, que se encuentran repartidos entre nueve Estados del continente: Brasil, Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia, Surinam, Guyana y la Guyana Francesa, cubriendo cerca del 45% del territorio Latinoamericano. Se trata de un área inmensa. Contiene el segundo río más grande del mundo, con una extensión vertical de cerca de 6.500 km con un caudal de agua dulce que puede pasar de los 70.000 m3 a 300.000 m3 por segundo, dependiendo de la estación y el clima. Concentra, por lo tanto, cerca del 20% de las reservas de agua dulce del planeta, produce más del 20% de su oxígeno y encierra cerca del 50% de su biodiversidad. Tiene una relación de interdependencia con otros ecosistemas aparentemente ajenos, como el desierto del Sahara, cuya expulsión de arena a la atmósfera a mediados de año, transporta nutrientes mediante fuertes vientos intercontinentales que fertilizan el suelo amazónico. Contiene, finalmente, reservas de hidrocarburos y minerales no cuantificadas en su totalidad4. Menciono estos datos en medio de un contexto global donde economías emergentes como los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) se incorporan al sistema mundo capitalista como las principales productoras de manufacturas en el mundo. Así, la fábrica mundial se ha trasladado a China5, que es hoy en día el primer o segundo socio comercial de casi todos los países de Latinoamérica6, indicando la posible conversión del hemisferio asiático en el nuevo epicentro de acumulación del capitalismo mundial. Ergo, si EE.UU., Europa y Japón ya no son los principales centros de producción del planeta, debiendo competir ahora con cinco países y más, es de suponer que la importación de materias primas para satisfacer la demanda de una población mundial siempre creciente no hará 3FAO.

The State of Forests in the Amazon Basin, Congo Basin and Southeast Asia. FAO. Republican del Congo, 2011. 10-17 p. 4 Urrego, Luis Fernándo. Trans. La Amazonía: cambios climáticos, recursos naturales y megaproyectos. Secours Catholique – Departamento América Latina y Caribe, Brasilia, 2009. 1-5 p. 5 Komlosy, Andrea. From contract manufacturer to global player: is China moving to the global core? Weatherhead Center for International Relations. Paris, 2014. 12 p. 6 Dussel, Peters Enrique y C. Armony, Ariel. Beyond Raw Materials: Who are the Actors in the Latin America and Caribbean-China Relationship? Friedrich-Ebert-Stiftung. Buenos Aires, 2015. 9-15 p.

otra cosa que incrementarse en el futuro. Más allá de reconocer que esta situación no sólo es indeseable sino también insostenible, amén por la crisis ambiental en ciernes, lo previsible es que la Amazonía jugará un rol mucho más importante de lo que muchos imaginaban en los años venideros. Reforzaré este último punto con dos razones: Primero, la Amazonía, como ya indiqué, concentra recursos naturales que serán de vital importancia para la reproducción no sólo del capitalismo sino también para la vida misma en el planeta. Dividamos sus recursos naturales en cuatro grupos: Agua, aire, biodiversidad y recursos de subsuelo, como lo hace Bertha Koiffmann. El agua se perfila como un recurso cada vez más escaso 7 , mientras la Amazonía concentra más del 20% a nivel mundial. Este es un dato importante, tomando en cuenta que Latinoamérica es el continente con el mayor “superávit” de agua en relación a su cantidad de población. Así, de acuerdo al Informe de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo de los Recursos Hídricos, la relación entre porcentaje de la población y disponibilidad de agua en el mundo se expresa en los siguientes datos: Relación entre porcentaje de población mundial y agua dulce disponible, por continentes Continente Agua Disponible Población América del Norte 15% 8% América del Sur 26% 6% Europa 8% 13% Asia 11% 13% África 36% 60% Australia 5% 1% Elaboración a partir de datos del Informe de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo de los Recursos Hídricos Al mismo tiempo, la celebración del COP21 ha obligado a todos los Estados del mundo a considerar que las emisiones de carbono deberán reducirse esforzadamente para evitar que la temperatura del planeta suba por encima de los 2 grados en las próximas décadas, lo que pone sobre el tapete el papel de la Amazonía como la principal productora de oxígeno y transformadora de carbono al mismo tiempo. Recordemos, nuevamente, que existen solamente tres biomas tropicales en el mundo con la capacidad suficiente de generación de oxigeno que el planeta requiere, siendo la Amazonía el más grande de todos. En cuanto a su biodiversidad, la urbanización y elevación de los estándares de vida en los países emergentes y la democratización de los servicios de la salud en el mundo seguramente impondrán más presión sobre la región amazónica, que concentra en sus diferentes ecosistemas más del 25% de los ingredientes de las medicinas actuales 8 . José Antonio Segrelles Serrano, “Geopolítica del agua en América Latina: Dependencia, Exclusión y Privatización”, Ecoportal, sept 13, 2008. (http://www.ecoportal.net/TemasEspeciales/Agua/geopolitica_del_agua_en_america_latina_dependencia_exclusion_y_privatizacion) 8 YouTube, The Black Jaguar Foundation - Amazon Rain Forest Kurt Kelly Voice Over. https://www.youtube.com/watch?v=iwDiF79vZ-k 7

Hasta finales del siglo pasado, más del 80% de la población mundial dependía de la medicina tradicional para tratar sus problemas de salud más urgentes, moviendo más de 20 billones de dólares en 1999 9 , medicina tradicional fuertemente relacionada con el conocimiento de pueblos indígenas que ya están conscientes de los riesgos que enfrentan ante iniciativas exógenas de patentar su sabiduría acumulada por milenios10. Finalmente, al mismo tiempo que China y EE.UU. continúan mostrándose como dependientes de la importación de minerales desde otras partes del mundo11, la matriz energética del capitalismo mundial continúa estando basada en el consumo de energías fósiles, cuya exploración y explotación se ha hecho cada vez más presente en los territorios de la Amazonía. Se puede concluir, en consecuencia y mirando hacia atrás, que la Amazonía no ha perdido lo que parece ser una eterna capacidad de seducción. Si durante la colonia fue el mito de El Dorado o Paitití lo que motivo a cientos de hombres a arriesgar sus vidas al internarse en esta selva tropical para encontrar la ciudad de oro; y luego fue la demanda de goma y caucho lo que llevó a legendarios magnates como Ford a tratar de conquistarla, hoy en día este espacio del planeta nos continúa guiñando el ojo y aguardándonos con nuevos recursos que podrían impulsar transformaciones revolucionarias mediante industrias como la biogenética. En segundo lugar, la segunda razón por la cual considero que la Amazonía será de vital importancia en la geopolítica mundial es de carácter geográfico. Como les he hecho notar, este espacio es inmenso... Y un territorio de estas proporciones no pasa inadvertido para el comercio mundial. Si China es el nuevo taller del planeta, entonces el pacífico es su principal camino. Este hecho también lo ha notado Brasil, que impulsa uno de los programas más ambiciosos de construcción de infraestructura y transporte en la historia del continente. Dejando de lado las consideraciones ambientales, que son de vital importancia pero cuya interpretación es demasiado polémica para este ensayo, el IIRSA puede ser visto acá desde una visión geopolítica. De sus 335 proyectos, 31 corresponden al eje de la Amazonía, con una inversión estimada en 17.260.700 millones de dólares. A estos megaproyectos basados en la construcción de infraestructura también se debe añadir otros destinados a la producción de energía hidroeléctrica aprovechando el gran caudal del Río Amazonas y sus afluentes, que se contabilizan en 17 represas de gran escala que se encuentran operacionales, en construcción o propuestas12. El IIRSA contempla la construcción de carreteras bioceánicas cuya utilidad para transportar mercancías al nuevo epicentro geográfico del capitalismo será de vital

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Shanley, Patricia y Luz, Leda. The Impacts of Forest Degradation on Medicinal Plant Use and Implications for Health Care in Eastern Amazonia. Bioscience Journal 53, no. 6 http://www.ull.es/view/institucional/bbtk/Estilo_de_Chicago_para_Humanidades/es, 2003. 10 Stenton, Gavin. Biopiracy within the Pharmaceutical Industry: A Stark Illustration of just how Abusive, Manipulative and Perverse the Patenting Process can be towards Countries of the South. Hertfordshire Law Journal. Hertfordshire, 2003. 33 p. 11 Bruckmann, Monica. Recursos naturales y la geopolítica de la integración Sudamericana, Instituto de Pesquisa Económica Aplicada-IPEA. Brasília, 2011. 2-65 p. 12 Little, Paul E. Mega-Development Projects in Amazonia: A geopolitical and socioenvironmental primer. DAR. Lima, 2014. 30 – 45 p.

importancia en los ciclos de acumulación del capital. El Océano Pacífico será la principal ruta de una red de redes que será construida hacia su dirección. Pero además, las consideraciones espaciales son muy tomadas en cuenta por toda potencia hegemónica. Más allá de si los EE.UU. mantendrán esta posición en el mundo (o incluso si ya la perdieron) el espacio amazónico está en sus planes ya desde mediados del siglo pasado. Durante la Segunda Guerra Mundial la demanda de látex puso nuevamente a la Amazonía en el centro de la atención del mercado internacional y de los Aliados, con EE.UU. interviniendo fuertemente en la región amazónica para asegurarse la provisión de goma, luego de que los países del Eje cortaran las rutas de acceso a su fuente de látex asiático. En este periodo, los EE.UU. firmaron una serie de arreglos con Brasil en lo que podría considerarse el programa de asistencia más extensivo y costoso en Latinoamérica hasta ese entonces. En marzo de 1942 se firmaron los llamados “Acuerdos de Washington” entre Brasil y EE.UU., donde se comprometió una inversión de más de 319 millones de dólares para desarrollar la industria de la goma en el país carioca13. Desde ese entonces, la Amazonía ha entrado en las consideraciones imperiales de los EE.UU. Uno de sus geopolíticos conservadores más influyentes, Lewis Tambs, quien reflexionó intensivamente acerca de nuestro continente durante casi toda su vida profesional, escribía en 1965 que Latinoamérica poseía dos regiones de vital importancia para los intereses de los EE.UU: La primera era la Cuenca Caribeña, ubicada en la parte norte de Colombia y que aseguraba el ingreso norteamericano al continente. La segunda era el “Triángulo Boliviano”, comprendido por los departamentos de Cochabamba, Sucre y Santa Cruz, constituyéndose en un “Heartland” latinoamericano cuya principal ventaja residía en las cuatro cuencas que lo atraviesan, entre ellas la amazónica. Su convicción de esta tesis lo llevó incluso a afirmar que, parafraseandoa Mackinder: “Quien controla Santa Cruz controla Charcas Quien controla Charcas comanda el Heartland Quien controla el Heartland comanda Latinoamérica”14 Siguiendo a Bertha Koiffman15, creo que podemos estar seguros de que en la Amazonía se enfrentan diversos intereses de nivel global, nacional y local, donde los países (progresistas) que forman parte de esta región están (o estaban) concentrados en el desarrollo económico y social de sus pueblos y la protección de su soberanía; mientras que las transnacionales y los países del centro del sistema mundo capitalista están preocupados por asegurarse el acceso a materias primas en un espacio que consideran como una nueva frontera para la ciencia y la acumulación de ganancias. En este sentido, pueden existir diversas configuraciones políticas a nivel local y nacional que influyen sobre la capacidad de influencia de cada uno de los bandos interesados en la Amazonía, tal como demuestra Linera al señalar la existencia de un bloque de poder local 13

Garfield, Seath In Search of the Amazon: Brazil, the United States and the Nature of a Region. Duke University Press. London, 2013. 130-139 p. 14 Hepple, Leslie. Lewis Tambs, Latin American Geopolitics and the new American right University of Bristol. Englan, 2009. 8 p. 15 Koiffmann, Bertha. Amazonian Frontiers in the Beginning of the 21st Century Environmental Change Research Community. Río de Janeiro, 2001. 3-10 p.

en la Amazonía beniana conformado por hacendados, transnacionales y Organizaciones No Gubernamentales (ONGs)16. 2. Bases para una futura discordia latinoamericana En su célebre obra, El Largo Siglo XX, Arrigí se cuestiona acerca de cómo es que el capitalismo llega a acumular el poder suficiente para poder transformar los mercados y la vida de todos en el planeta. La respuesta, él indica, debe considerar que la transformación de Europa en un “monstruoso moldeador de la economía mundial” en el siglo XVI no fue un tránsito fácil, cuyo principal mérito residió más en la unión entre Capital y Estado que en la superación de las relaciones feudales de producción17. En 1492 nuestro continente fue “descubierto” por Cristóbal Colón, desencadenando una serie de eventos que tendrían repercusiones universales y duraderas para la especie humana. Ahora bien, los imperios en el sentido tradicional del término (naciones expansivas y dominadoras sobre otras naciones) no son un fenómeno propiamente capitalista. Su principal rasgo consiste en la absorción de nuevos territorios bajo su soberanía, imponiendo mecanismos tributarios de dominación respaldados generalmente por la fuerza. Así funcionaron los persas, los romanos e incluso los incas. Y es este rasgo el que hace de la colonización de América un momento particular en la forma en la que funcionan los imperios, pues desde este momento estos dejan de asimilar otros territorios y gentes dentro de su “soberanía” y comienzan a establecer relaciones metrópoli-periferia que son el resultado de la unión entre Capital – Estado apuntada por Arrighi. Se sientan las bases para una acumulación primitiva señalada por Marx que actuaría como un gran agujero negro, absorbiendo recursos de la periferia, desarrollando el centro para una metamorfosis plenamente capitalista. La Amazonía es parte de este proceso, como ya saben, y en ese sentido no ocupa al principio un lugar especial en esta ecuación. Tiene, sin embargo, una particularidad. Como territorio de difícil penetración de la actividad humana su aporte a esta acumulación primitiva es, a mi juicio, relativamente tardío y marginal, al menos al inicio. Mientras que la parte occidental de nuestro territorio se convierte en tributaria de esta acumulación primitiva en un muy breve tiempo, la Amazonía tendrá que esperar hasta finales del siglo XVI para ser parte de este circuito, mediante el despegue de plantaciones de azúcar que encerrarían relaciones de producción particulares en esta nueva era, bautizadas por Rafael de Bivar18 como Plantation Slavery (esclavitud de plantación). Así, frente al problema de una mano de obra indígena que se extingue rápidamente ante las presiones de levantar las condiciones para la explotación de azúcar para el mercado europeo, más de 40 mil esclavos son importados entre 1570 y 1600 a Brasil, mientras que otra cantidad considerable es transportada al Caribe y una muy reducida hacia los EE.UU.

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García Linera, Álvaro. Geopolítica de la Amazonía: poder hacendal-patrimonial y acumulación capitalista. Vicepresidencia del Estado Plurinacional de Bolivia. La Paz, 2012. 89-93 p. 17 Arrighi, Giovanni. The Long Twentieth Century: Money, Power and the Origins of Our Time. Verso. London, 2010. 27 p. 18 De Bivar, Rafael The dynamics of slavery in Brazil - Resistance, the slave trade and manumission in the 17th to 19th centuries. CEBRAP. Sao Paolo, 2006. 10-15 p.

Desde este momento los imperios Portugués, Español, Holandés, Francés y Británico se ven envueltos en una competencia de conquista territorial alrededor del río Amazonas, buscando la supremacía en el tráfico de esclavos y el comercio de azúcar. A pesar de que nos encontramos a inicios de lo que Arrigi llama “el ciclo de acumulación holandés” en el Largo Siglo XX, es Portugal quien termina extendiéndose exitosamente a lo largo de todo el territorio que luego sería Brasil. No se trató de una victoria fácil, puesto que los portugueses tuvieron que forzar su expansión por Latinoamérica frente a la resistencia de España, con la cual ya firma el Tratado de Tordesillas tan tempranamente como en 1494, para luego enfrentar invasiones holandesas y francesas entre 1624 y 1630 y continuar avanzando frente al descontento ibérico hasta 1777, cuando se firma el Tratado de San Idelfonso. Como podemos ver, se trató de un territorio en perpetua disputa. Este rasgo sobrevive hasta finales del siglo XX, con la guerra entre Perú y Ecuador de 1995. Esta persistente tendencia puede ser explicada, en parte, por la herencia colonial de nuestros países. Tal como apuntan Paul R. Hensel y Michael E. Allison19, “encontramos que fronteras con legado colonial son mucho menos estables que fronteras sin un pasado colonial”, añadiendo la hipótesis de que, “fronteras entre dependencias del mismo colonizador son más estables, y sus demandas territoriales menos peligrosas, que fronteras entre dependencias de diferentes poderes coloniales”. De esta forma, podemos explicar la alta conflictividad del periodo republicano en la Amazonía no sólo por las presiones del capital de las naciones del centro del mundo capitalista con el auge de la goma, sino también por el pasado colonial, que enfrentó herederos de españoles con herederos de portugueses. Ahondaremos más esta intensa conflictividad en el siguiente intertítulo. 3. La colonización - fragmentación de la Amazonía y su tributo al sistema mundo capitalista “Forjada al calor de la expansión comercial promovida en el siglo XVI por el capitalismo naciente, América Latina se desarrolla en estrecha consonancia con la dinámica del capital internacional (…) La revolución industrial, que dará inició a esta, corresponde en América Latina a la independencia política que, conquistada en las primeras décadas del siglo XIX, hará surgir, con base a la nervadura demográfica y administrativa tejida durante la colonia, a un conjunto de países que gravitan en torno a Inglaterra (…) Es a partir de este momento que las relaciones de América Latina con los centros capitalistas europeos se insertan en una estructura definida: la división internacional del trabajo…”20 Con esta larga cita de Ruy Mauro Marini nos introducimos en la era republicana de nuestro continente. Es a partir de este momento que América Latina se inserta de forma condicionada a un sistema mundo capitalista consolidado. Desde aquel instante, los acontecimientos locales estarán estrechamente ligados a lo que sucede al otro lado del Atlántico. No obstante, la Amazonía y el desarrollo de su conformación territorial, que balcaniza el continente desde mediados del siglo XIX hasta mediados del siglo XX, también son el resultado de la agencia de las nacientes repúblicas y el imperio brasilero. 19

Hensel, Paul R. y Allison, Michael E. The Colonial Legacy and Border Stability: Uti Possidetis and Territorial Claims in the Americas. Indiana University. Florida, 2003. 3-7 p. 20 Mauro Marini, Ruy. Dialéctica de la Dependencia. Ediciones Era. México DF, 1991 5-6 p.

Antes de continuar, echemos un vistazo a la actual “división política” de la Amazonía y observemos cómo la distribución de su superficie entre los nueve países que la conforman refleja un largo periodo de tensiones geopolíticas que obedecieron tanto a la influencia del mercado internacional de la goma como a la astucia de las élites gobernantes de los países que nacieron después de 1825. La siguiente tabla señala cómo la Amazonía, tanto en su definición de Cuenca (área drenada por el Río Amazonas) como en su definición de Bioma (área con diferentes bosques y ecosistemas), está distribuida actualmente entre los nueve países que la conforman: Distribución de la superficie amazónica entre los países que la conforman (en porcentaje) País Cuenca Bioma Bolivia 10.6% 6.6% Brazil 67.0% 60.1% Colombia 5.1% 7.3% Ecuador 1.9% 1.8% French Guyana 0% 1.2% Guyana 0.2% 3.2% Peru 14.3% 11.8% Suriname 0% 2.1.% Venezuela 0.8% 5.9% Fuentes: Wild World Fund (WWF)21 La distribución señalada es el resultado de una relación de fuerzas altamente conflictiva durante casi dos siglos. Entre 1824 y 1911 se sucedieron de forma casi ininterrumpida una serie de desavenencias entre Brasil, Perú, Colombia, Bolivia y Ecuador por la definición de sus fronteras amazónicas. Aunque en su mayoría estas eran resueltas mediante la vía diplomática, en este mismo periodo se desata la Guerra del Acre (18991903), que establece, casi definitivamente, los límites amazónicos para cada Estado. El factor más influyente en esta dinámica fue la demanda de goma proveniente de la especie Hevea Brasileis desde el centro industrial del capitalismo, esta vez en su “ciclo de acumulación británico”, como lo llamaría Arrighi. Pero esta demanda se da recién desde 1870 con el nacimiento de la industria automotriz. Las bases políticas que definirían quien gana y quien pierde se prepararon desde 1825, cuando las élites gobernantes tuvieron la oportunidad de adelantar estrategias para asegurarse soberanía sobre los territorios pretendidos. Así -algunos antes, otros después- Brasil, Perú, Colombia, Bolivia y Ecuador emprenden diferentes estrategias para colonizar el territorio amazónico, mediante diferentes vectores. No se trataba, salvo en el caso brasilero, de una superficie efectivamente incorporada a sus estructuras estatales. Al respecto, existe el mito de que esta colonización de la Amazonía se dio desde antes de la era republicana mediante la iniciativa de la Iglesia Católica. Se trata de una verdad a medias (es innegable que la Iglesia sí tuvo un rol), puesto que en los casos boliviano, 21

WWF. Facts and figures of the Amazon for a living Planet. (2008) assets.panda.org/downloads/facts_figures.pdf

colombiano, brasilero y ecuatoriano, la colonización de su territorio amazónico también fue, en cierta medida, de carácter laico y después de la victoria lograda sobre sus iniciales colonizadores. Así, podemos identificar tres vectores domésticos que influyen sobre la conformación territorial de la Amazonía y su actual división política: Estado, Iglesia y empresariado gomero. Entre 1825 y 1870, en los países arriba mencionados, las élites gobernantes impulsan, con diversos grados de éxito, la colonización de su territorio selvático. En el caso brasilero y peruano las estrategias son agresivas y tempranas, apoyadas por el Estado y con niveles considerables de apoyo económico 22 . Mientras que en Bolivia y Ecuador, el Estado no puede (o no le interesa) ser coherente con su compromiso de apoyar la colonización de sus “orientes” y su “sur”. En el caso de Bolivia y su norte amazónico, además, la colonización debe ser emprendida con capitales privados (he ahí el vector empresarial) de aquellos que estén dispuestos a avanzar sobre los territorios “baldíos” (no se consideraba real la presencia de pueblos indígenas en ese entonces), que no llegaron a ser alcanzados ni por jesuitas ni franciscanos. Se trata, por lo tanto, de una colonización laica con incentivos puramente legales desde Estado, que motivan a ex comerciantes de quinina interesados ahora en la goma, a avanzar hacia el norte con sus propios recursos23. A partir de 1870, con el primer auge de la goma producto de la demanda de la industria automotriz de Inglaterra, se incorpora a este proceso de forma decisiva el capital británico, que actúa en consonancia con el vector empresarial antes mencionado. Mediante casas comerciales que compran goma de “barraqueros” 24 locales a través de formas de intercambio comercial poco convencionales que serán descritas en el siguiente apartado, la Amazonía latinoamericana es colonizada en su totalidad, poniendo en competencia a los diferentes Estados por la captación de los beneficios de la industria de la goma. Es así como entre 1870 y 1910 Latinoamérica se ve inmersa en una intensa lucha para definir quien toma la mayor parte de la Amazonía, alcanzando su punto más álgido en la mencionada Guerra del Acre, donde Bolivia pierde más de 191.000 km2 a favor de Brasil y, en menor medida, de Perú. Así, factores domésticos (Estado, Iglesia y empresariado de la goma), junto con factores externos (capitales británicos y demanda internacional de la goma) influyen sobre la actual distribución de la superficie amazónica, cuyo rasgo característico es la fragmentación de esta gran región entre los diferentes contendores. El capitalismo dependiente que nos señala Marini se convierte en resumen, en causa y efecto de gran parte de la conflictividad del último cuarto del siglo XIX y la primera década del siglo XX en el continente. A partir de 1910 la demanda de la goma de Latinoamérica desciende ante la competencia de las plantaciones asiáticas, levantadas por los británicos luego de haber contrabandeado semillas de hevea 40 años antes. Pero la paralización económica de la

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Garay Vera, Cristián. El atributo amazónico del Perú. La construcción de una soberanía 1903-1942. Revista Historia Crítica no. 39. Bogotá, 2009. 112-120 p. 23 Gamarra, María del Pilar. El Desarrollo Autónomo de la Amazonía Boliviana. CEAAA. La Paz. 2012. 43-52 p. 24 Se denominaba barraqueros a los arrendatarios de grandes extensiones de tierra de donde se extraía goma de árboles de hevea agrupados en “estradas gomeras” que agrupaban de 50 a 100 árboles.

región amazónica de algunos países como Bolivia no es el único resultado perverso de este proceso extractivo que terminó impulsando la acumulación capitalista en Inglaterra. La colonización de la Amazonía se dio en consonancia con la ideología del darwinismo social en Bolivia y Latinoamérica, que consideraba a los pueblos indígenas como grupos no civilizados para la modernidad que muchos Estados esperaban alcanzar. Su incorporación al mercado de la goma se da así con altos niveles de explotación a través de relaciones de producción que explicaremos adelante, que entre 1860 y 1890, dispersan a estos pueblos en el mejor de los casos, extinguiéndolos en el peor. He aquí un ejemplo de lo que sucedió en el caso boliviano: Hacia 1980, instalados en establecimientos gomeros, y cuando el funcionamiento de las barracas gomeras empezaba a hacerse efectivo, todo grupo étnico circunvecino a las unidades productivas de los gomales que no fue reducido pacíficamente, estuvo destinado al exterminio, ya sea a mano de los propios colonizadores (…) o por la peste, la imposibilidad de acceso a los lugares de caza…25 Lo que no logró la colonización europea, fue “exitosamente” conseguido por la colonización del Estado Republicano en Bolivia, así como en el resto de los países donde los indígenas tuvieron la desgracia de habitar espacios del bosque cercanos a árboles de hevea. Hasta 1939 las regiones productoras de goma de los países amazónicos se verían olvidadas por sus Estados (con excepción de Brasil, que continuó implementando políticas de desarrollo) y el mercado internacional. La Segunda Guerra Mundial las trajo nuevamente a la vida, esta vez bajo el cuarto ciclo de acumulación señalado por Arrigi, encabezado por los EE.UU. Ante la imposibilidad de importar goma de las plantaciones británicas en el Asia por un bloqueo naval de los países del Eje, la industria automotriz de Ford y la General Motors y el naciente complejo militar – industrial 26del coloso del norte volvieron a recurrir a lo que consideraban su patio trasero y su Destino Manifiesto. Con millonarias inversiones en Brasil y bajo el gobierno de Getulio Vargas, la Amazonía latinoamericana pagó su último tributo de látex al sistema mundo capitalista, contribuyendo además a la consolidación definitiva de EE.UU. como el nuevo hegemón del planeta.27 Para Bolivia esto significó la decadencia de su industria gomera y un largo periodo de estancamiento económico de su región norte amazónica interrumpido por el aprovechamiento de la castaña. Para Brasil, el resultado fue el fortalecimiento de su incipiente industrialización, coadyuvando, seguramente, a su actual posición de economía emergente. 4. Capitalismo amazónico y el extraño caso de Henry Ford

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Gamarra, María del Pilar. Amazonía Norte de Bolivia. Economía Gomera 1870-1940. Editorial CIMA. La Paz, 2007. 72 p. 26 El fenómeno ha sido catalogado de diferentes formas. En esencia, el término de complejo militar - industrial describe la creciente influencia de capitales de la industria armamentística en la política interna y externa de los EE.UU., haciendo de la guerra un mercado de acumulación de capital. Fue acuñado por primera vez por el senador estadounidense James William Fulbright, luego de la Segunda Guerra Mundial. 27 Es indudable que la goma exportada desde Latinoamérica hacia los EE.UU. influyó decisivamente en la victoria de este país en la Segunda Guerra Mundial, permitiéndole, además, desarrollar su complejo militar – industrial.

En este intertítulo me propongo explicar cómo la naturaleza del capitalismo dependiente latinoamericano estudiado por Marini 28 y las condiciones geográficas propias de la Amazonía -caracterizadas por la difícil penetración de la actividad humana- dan como resultado relaciones de producción particulares no entendibles en otro contexto que no sea el amazónico. Como advertí al principio de este ensayo, se trata de una región muy especial, donde el modo de producción capitalista debe enfrentarse a condiciones poco usuales para emprender su eterna acumulación de ganancias. Un ejemplo resulta muy ilustrativo al respecto: “En 1927, el magnate de coches Henry Ford compró una inmensa extensión de tierra en lo profundo de la Amazonía brasilera para sembrar goma para exportarla hacia los EE.UU. y usarla en la industria automotriz. Ford nunca visitó el asentamiento que llevaba su nombre, y sus gerentes nunca fueron capaces de hacer que el mismo florezca (…) El insistía en salario laboral, pero era ajeno al sistema de contratos a los cuales los picadores de goma estaban acostumbrados. Entre bajos salarios y la falta de una mentalidad consumista que forzara a la gente a trabajar más allá de los límites de sus necesidades inmediatas, la plantación tuvo problemas para conservar trabajadores (…) En esencia, Ford falló en importar una mentalidad capitalista en la Amazonía”29 ¿Cómo es posible que uno de los empresarios más poderosos del mundo en ese entonces no haya sido capaz de establecer una empresa exitosa en una región donde la competencia era virtualmente inexistente? Más aún, ¿Cómo es posible que empresarios locales como Nicolás Suarez en Bolivia30 o C. F. Fitscarrald en Perú hayan logrado tener mayores logros que el padre de la disciplina obrera y la producción en cadena? De hecho, en el caso de Suarez, su éxito fue tal que se trató de un singular ejemplo de empresario independiente del capital británico y, aún más sorprendente, era más influyente en el mercado internacional de lo que eran muchos empresarios europeos. Para responder estas preguntas se debe tomar en cuenta que aunque la fragmentación amazónica abordada anteriormente permitió que cada país de la región se articulara con sus propias leyes laborales al capitalismo mundial, las experiencias brasilera, boliviana y peruana indican que existían, sin embargo, instituciones sociales muy particulares en los procesos de extracción y comercialización de la goma relativamente generalizadas. Para explicar esto de la forma más clara posible nos basaremos en la experiencia boliviana, estudiada profundamente por la historiadora María del Pilar Gamarra31. Tres condiciones objetivas influyeron sobre el carácter de las relaciones de producción en el norte amazónico boliviano: la falta de mano de obra (recuérdese, la Amazonía era de difícil acceso y adaptabilidad); la falta instituciones crediticias y circulante; y la falta de un

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Mauro Marini, Ruy. Dialéctica de la Dependencia. Ediciones Era. México DF, 1991. 5-6 p. Becker, Marc. Fordlandia: The Rise and Fall of Henry Ford's Forgotten Jungle City. Truman State Univsersity. Minsuri, 2010. 2-5 p. La traducción es mía. 30 También conocido como el barón de la goma. Junto con Antonio Vaca Diez, fue el principal empresario gomero del país desde finales del siglo XIX e inicios del siglo XX, rivalizando en riqueza e influencia empresarial con otro magnate nacional, Simón I. Patiño, empresario minero. 31 Autora de El Desarrollo Autónomo de la Amazonía Boliviana y Amazonía Norte de Bolivia: Economía Gomera (18701940). Reconocida especialista en temas amazónicos. 29

mercado de tierras32. Describiremos las consecuencias específicas de cada uno de estos problemas en breve, pero por el momento adelantamos que los mismos dieron como resultado dos instituciones sociales que organizaban la vida económica de esta región: el “habilito” y “el enganche”. La primera institución también es definida como un mecanismo de “peonaje por deuda”33 y consistía en la remuneración del trabajo de un siringuero (trabajador que extraía la goma de los arboles) con mercancías y no un salario predeterminado. Su objetivo era mantener dentro de la barraca la mano de obra; La segunda institución consistía en el adelanto de esta mercancía al trabajador de las estradas gomeras, que debía trasladarse a la barraca para poder pagar el enganche, entrando así, muchas veces, en una situación de deuda como círculo vicioso. Su objetivo era reclutar la mano de obra. Es evidente que dicha transacción entre el siringuero y el dueño de la barraca era asimétrica, con el mecanismo de “peonaje por deuda” favoreciendo desproporcionadamente al barraquero, que extraía ganancias de esta relación. No obstante y aún más extraño, esta “extracción de valor” del “habilito” se aplicaba no sólo a la relación entre los dos actores mencionados. Se trataba de una cadena de intercambios comerciales que tenía en su base al picador o siringuero, al cual le seguía el dueño de la barraca que lo empleaba; al cual se sobreponía la casa comercial que financiaba sus operaciones (recuérdese que no existían bancos en la región); a la cual se sobreponía la casa comercial transnacional, usualmente de capitales británicos. La principal unidad de intercambio que reemplazaba a la moneda en cada una de estas etapas era la propia goma extraída de los árboles. De esta forma, se producían ganancias crecientes en cada eslabón de la cadena productiva, enriqueciendo, al final, a la transnacional británica que vendía esa goma en Inglaterra (por entonces taller del mundo), a las empresas de neumáticos y otros productos basados en látex. Por lo tanto, tenemos un modo de producción donde la mano de obra no es asalariada y donde no existe bancos que den crédito ni circulante monetario, que es reemplazado por la mercancía (goma) como unidad de intercambio ente los diferentes actores de la cadena productiva de la goma. Así, el banco es reemplazado por el otro único actor con capital suficiente para proveer crédito a los barraqueros de la región: la casa comercial británica, último eslabón de la cadena productiva de la goma que externalizaba las ganancias para llevarlas al centro del sistema mundo capitalista. Si usted encuentra una semejanza entre estas relaciones de producción y las feudales estudiadas por Marx en Europa le sugiero detenerse, está equivocado. Un último factor hace de esta ecuación una aún más extraña: la falta de un mercado de tierras, puesto que estas eran propiedad del Estado (seguimos estudiando el caso boliviano) que las arrendaba en concesión a cambio de tasas y patentes que eran canceladas periódicamente. En otras palabras, el empresario de la goma no era el dueño de la tierra. No era, por definición, “un señor feudal”. Gamarra, María del Pilar. El Desarrollo Autónomo de la Amazonía Boliviana. CEAAA. La Paz, 2012. 138 – 139 y 167189 p. 33 Ibídem. 32

Fueron, entonces, tres condiciones -falta de mano de obra; falta de instituciones crediticias y circulante; y falta de un mercado de tierras- las que permitieron a Nicolás Suarez endeudar a la mayor parte de las barracas del norte boliviano, que se veían obligadas a traspasar sus concesiones a su empresa (La Casa Suarez), haciéndola crecer a tal punto que incluso llegó a superar en capitales e influencia a las casas comerciales transnacionales de Inglaterra. En el caso brasilero, donde claramente existía el “habilito”, fue esta institución y la escasez de mano de obra lo que selló el fracaso de la empresa de Ford, quien no pudo apreciar las particularidades del capitalismo amazónico. Un capitalismo que de todos modos era subordinado y dependiente hacia los capitales británicos, a pesar de que Suarez parezca sugerir lo contrario (una vez muerto la Casa Suarez cesó operaciones muy rápidamente). Pero también, un capitalismo muy particular. Esta larga explicación sobre la forma en la que funcionaba el capitalismo en la región amazónica durante el siglo XIX no es gratuita. Las experiencias del IIRSA y otras iniciativas como la agricultura extensiva, la ganadería y otras industrias, demuestran que el capitalismo no puede absorber a la Amazonía como al resto del mundo, aunque se puede afirmar que esta región ya ha sido plenamente subsumida a la lógica del capital como fuente de materias primas (no podía ser de otra forma). Un futuro incierto De acuerdo a un informe del Banco Interamericano de Desarrollo (BID)34, Bolivia posee una tasa de deforestación per cápita mucho más alta que el promedio mundial. A decir verdad, lo supera por 12 veces. Así, mientras el promedio de todos los países es de 16 m2 por cada habitante al año, en nuestro país deforestamos a un ritmo de 168 m2 por persona al año. Otro dato espeluznante de este trabajo es que a este ritmo y considerando también la tasa de deforestación anual de Brasil, la Amazonía dejará de existir tal como la conocemos para fin de siglo. Como ya señalé al principio de este ensayo, la presión que se ejercerá sobre el planeta por la incorporación de los BRICS (la semi-periferia del sistema mundo capitalista) al conjunto de Estados productores de manufacturas y el incesante crecimiento demográfico y el nivel de consumo, pondrán a prueba la capacidad de reproducción de la vida misma al llevar la producción de materias primas más allá de cualquier límite antes imaginado. La cantidad de variables que condicionan el futuro de la Amazonía son muchas más y es imposible abordarlas todas en este espacio. No obstante, creo que he ofrecido argumentos suficientes como para considerar que su importancia para la reproducción del capitalismo y la vida misma será fundamental en las décadas venideras. Por su parte, el resto del mundo también sufrirá cambios políticos y geoeconómicos como lo viene haciendo desde siempre. A partir de esta situación, me tomo la libertad de especular acerca de tres escenarios posibles para el bioma tropical más grande de la Tierra. Estos escenarios están cargados de mi subjetividad, debo advertir. Así, las posibilidades que identifico son:

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Lykke E. Andersen, La economía del cambio climático en Bolivia Impactos sobre la biodiversidad. BID. Washington D.C, 2014. 7 p

a) La Amazonia se mantiene como una región productora de materias primas en el marco de un capitalismo dependiente. En esta no tan hipotética situación, la política económica de los países amazónicos se subordina a las iniciativas del hegemón del sistema mundo capitalista de turno, sea China o EE.UU. Se continúa produciendo soya para el consumo de los países del centro o la semi-periferia35; se intensifica la extracción de minerales para el beneficio de empresas transnacionales36; se continúa extrayendo hidrocarburos hasta que la matriz energética basada en el consumo de energías fósiles del capitalismo mundial lo permita, los Estados amazónicos se adhieren a iniciativas como el TTP o nuevos ALCAS, etc., etc. En suma, se adopta una actitud pasiva ante las transformaciones geopolíticas y geo económicas que acontecen a diario, sin un proyecto alternativo para la construcción de una nueva realidad, contribuyendo a la concentración del capital en un pequeño círculo de Estados y renunciando a los diversos grados de autonomía y soberanía estatal logrados por Ecuador, Venezuela, Bolivia y Brasil en la última década. En este caso la Amazonía podría incluso desaparecer. Acá el capitalismo no logra adaptarse a la Amazonía, con consecuencias devastadoras para el planeta entero. b) La Amazonía se convierte en una región que innova tanto la matriz energética del capitalismo como sus industrias más importantes, dando luz a un nuevo capitalismo del siglo XXI, uno que sí logra “adaptarse” al ecosistema amazónico. Los mercados de carbono y el fondo de adaptación aprobado en la COP21 permiten a los países de la Amazonía desarrollar nuevas industrias que sacan al capitalismo de su actual crisis económica, abriendo nuevos mercados para la acumulación de capital. La industria biogenética37, un post-extractivismo con cierto desarrollo social38 y la industria farmacéutica se convierten en los principales motores de la economía mundial y el conocimiento de los pueblos indígenas se patentiza para iniciar una nueva era de desarrollos tecnológicos que provocarán una nueva configuración o división internacional del trabajo, donde Brasil y otros Estados que lo secunden se convertirán en parte del centro del sistema mundo capitalista. También se considera la posibilidad de un mundo donde EE.UU. aprovecha su supremacía tecnológica en el área de la genética para impulsar un nuevo siglo americano39, relegando nuevamente a los países amazónicos a ser meros productores de materias primas sólo que esta vez como garantes de la conservación de este bosque lluvioso y su biodiversidad. En este caso, China también podría ser considerada como un competidor en el desarrollo de este nuevo capitalismo basado en la bioquímica y el

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Slipak, Ariel M. América Latina y China: ¿cooperación Sur-Sur o «Consenso de Beijing»?. Revista Nueva Sociedad No 250. Fundación Friedrich Ebert. Buenos Aires, 2014. 108 p. 36 Ibídem. 37 Chase-Dunn, Christopher y Niemeyer, Richard. Futures of biotechnology and geopolitics. Institute for Research on World-Systems. California, 2006. 7 p. 38 Estenssoro, Andrea Urioste et al. La otra frontera: Usos alternativos de recursos naturales. Informe de Desarrollo Humano en Bolivia. PNUD. 2008. 136 p. 39 Chase-Dunn, Christopher y Niemeyer, Richard. Futures of biotechnology and geopolitics. Institute for Research on World-Systems. California, 2006. 7 p.

aprovechamiento de la biodiversidad amazónica. La Amazonía, en suma, se incorpora al sistema mundo capitalista en nuevos términos que hacen posible su conservación. c) La Amazonía se convierte en una región especialmente afectada por lo que algunos identifican como la nueva gran contradicción del capitalismo40: la relación antagónica de este modo de producción contra la naturaleza y la vida misma en el planeta. Se abre así la posibilidad de aportar en la construcción de un sistema mundo post capitalista mediante la creación de paradigmas post desarrollistas o alter desarrollistas como el Vivir Bien o Sumaj Qamaña41, donde el conocimiento de los pueblos indígenas (que suman cerca de 322 grupos étnicos en la Amazonía solamente42) servirán para formular nuevas formas de relacionar armónicamente al hombre, la comunidad y la naturaleza43. Se deja atrás la eterna búsqueda de crecimiento económico en desmedro de los ecosistemas y se trabajan las bases para un socialismo comunitario que haga provecho de las fuerzas comunitarias no subsumidas por la lógica del capital. En otras palabras, se abre la alternativa de un posible fin del capitalismo. En este escenario la Amazonia también tiene oportunidades de conservarse en el futuro sólo que como parte de la construcción de un mundo radicalmente diferente al actual. 5. Conclusiones En este ensayo me he propuesto demostrar la excepcional naturaleza de la Amazonía en el sistema mundo capitalista. En la primera sección he argumentado que los recursos naturales que esta encierra en su interior y su extensión geográfica en el continente Latinoamericano la convierten en un nuevo escenario que será fundamental en el desarrollo del capitalismo a nivel mundial durante las próximas décadas, la reproducción de la vida en el planeta y la definición de nuevos equilibrios geopolíticos globales. En la segunda sección he repasado algunos hechos de su historia colonial, cuando se articuló parcialmente al sistema mundo capitalista en formación desde el siglo XVI, sentándose las bases para un periodo republicano signado por la conflictividad, la colonización forzada del territorio amazónico y la fragmentación de esta gran región entre los nacientes Estados independizados de las colonias española y portuguesa. Nuestra herencia colonial, quien puede negarlo, tuvo repercusiones duraderas a lo largo de toda nuestra historia. En la tercera sección he explicado como los procesos independentistas en Latinoamérica incorporan a este continente y la Amazonía a un sistema mundo capitalista ya consolidado y liderado por Inglaterra. Dicha incorporación se da en un contexto de dependencia donde la división internacional del trabajo nos coloca como productores de materias primas sujetos a las influencia de los Estados del centro capitalista. Esta situación se consolida más bajo la hegemonía estadounidense en el sistema mundial. La distribución actual de la Amazonía entre los nueve países que la conforman obedece, así,

Klein, Naomi. Esto lo cambia todo: El capitalismo vs el clima. Editorial Paidos. Barcelona, 2015. 89 p. Luis Hidalgo, Antonio y Cubillo-Guevara, Ana Patricia. Seis debates abiertos sobre el sumak kawsay. Íconos: Revista de Ciencias Sociales, Num. 48. FLACSO. Quito, 2014. 31 p. 42 WWF. Facts and figures of the Amazon for a living Planet. (2008) assets.panda.org/downloads/facts___figures.pdf 43 Farah, Ivonne H. et al. Vivir bien:¿Paradigma no capitalista? CIDES. La Paz, 2011. 142-143 p. 40 41

a dinámicas internas y externas fuertemente influenciadas por el capitalismo dependiente mencionado. La cuarta sección revela la singular naturaleza de las relaciones de producción capitalista en la Amazonía, condicionadas por la naturaleza del capitalismo dependiente Latinoamericano y las características geográficas de esta región, que le imprimen un carácter sui generis a las relaciones económicas que se desarrollan en su interior. No es un modo de producción pre-capitalista el que funciona en esta región, sino un capitalismo particular que se adaptó a su medio ambiente con el objetivo de cumplir su innato impulso de acumulación de ganancias a lo largo de la cadena productiva de la explotación de la goma. La sexta y última sección especula sobre el futuro de la Amazonía mediante tres posibles escenarios donde esta puede: reafirmarse como mera productora de materias primas, convertirse en una nueva plataforma para el relanzamiento del capitalismo a nivel mundial o presentarse como una alternativa para la construcción de un sistema mundo post capitalista. Esta sección, debo advertir, está cargada fuertemente por subjetividades mías. Sin duda alguna, espero que haya comprendido el lector, la región amazónica sigue siendo aquel lugar misterioso, lleno de miedos y esperanzas, que vieron los primeros colonizadores de estas tierras y que aprecian los pueblos indígenas que la habitan desde mucho antes. Para el capitalismo esta región es una promesa, pero también un reto, e incluso, una amenaza. 6. Bibliografía      

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