La Odisea Evolutiva de la Humanidad

David Alfredo González Pizarro Universidad Autónoma de Chihuahua

La Odisea Evolutiva de la Humanidad

"El vínculo más básico que tenemos en común es que todos vivimos en este pequeño planeta. Todos respiramos el mismo aire, todos valoramos el futuro de nuestros hijos y todos somos mortales." -John Fitzgerald Kennedy

El hombre ha evolucionado a lo largo de toda su historia. El australopithecus afarensis, nacido en áfrica, fue el primer homínido que pisó los suelos fértiles de este planeta. Posteriormente, surgieron ramificaciones que evolucionaron poco a poco. El homo habilis, el homo erectus, el homo sapiens y finalmente, el homo sapiens sapiens. No fue hasta hace 200,000 años que el homo sapiens, latín para "el hombre que sabe", dio sus primeros indicios de humanidad. Pero antes se debe definir: ¿qué es humanidad?

Según la Real Academia Española, el contexto de humanidad se define como la fragilidad o flaqueza propia del ser humano; la sensibilidad, compasión de las desgracias de nuestros semejantes; y la benignidad, mansedumbre, afabilidad. Es decir, la humanidad no significa solamente el hecho de ser humano, sino también la capacidad para sentir afecto, comprensión o solidaridad hacia las demás personas.

En la película "Guerra por el Fuego" dirigida por el director franco-canadiense Jean-Jacques Annaud, se puede apreciar cómo es que los proto-humanos, interactuaban con sus semejantes, formando sociedades pequeñas dirigidas por un macho alfa. Relativamente, se poseía una estructura social similar a la que se ve hoy en día con las jaurías de lobos, o las manadas de elefantes o babuinos. Sin embargo, la presencia de herramientas, los difería del resto de las especies presentes en su hábitat. El uso del fuego, de piedras como armas, y la comunicación por medio de sonidos, ya sea fonéticos o guturales, los ayudaba a desarrollar conexiones más avanzadas entre los individuos.

A diferencia del hombre de hoy, el hombre de la película carecía de muchas características para considerarse totalmente humano. Frente ligeramente más reducida, comunicación principalmente basada en ademanes y no con fonemas, la falta de amor al momento de copular, los volvía seres más viscerales, guiados más por el instinto que por su propia consciencia. Sin embargo, ciertas tribus tenían una sociedad más avanzada que otras. La mujer que acompaña al protagonista de la historia, joven, delgada, y astuta; realizaba actos que se relacionan más con el hombre de hoy que con el de ayer, aunque incluso se puede afirmar que es el eslabón entre ambos. Por el contrario, el hombre protagonista al igual que sus compañeros, además de viscerales, no se preocupaba por contener sus deseos de procrear, y aprovechaban cada momento para copular con los individuos del sexo opuesto.

La mezcla entre diferentes tribus mostraron un intercambio de conocimientos que, a su vez, fortalecieron otros. Hombres primitivos cuidando cada chispa de su fuego, y hombres proto-modernos siendo creadores del propio. Pintados en la totalidad de sus cuerpos, los hombres proto-modernos le enseñaron al primitivo protagonista a crear su propio fuego, utilizando herramientas que la misma naturaleza había brindado. La mujer por su lado, enseñó a sus acompañantes primitivos a reír, y al protagonista a copular con intenciones basadas en el amor y no en el instinto. Posteriormente, el hombre primitivo mostró su conocimiento a los demás integrantes de su tribu, y a pesar de que no logró su objetivo, la mujer le corroboró para encender el fuego. La tribu, atónita al darse cuenta de que podían crear su propio fuego de manera tan sencilla, sufrieron una clase de iluminación. Se puede inferir, que la domesticación del fuego, abrió las puertas al hombre primitivo para postularse como el ser más avanzado de su hábitat, y por consiguiente, encima de la cadena alimenticia, haciendo a un lado a sus rivales Neandertales (homo neanderthalensis).

La odisea que ha impartido el hombre a lo largo de sus 200,000 años de vida, le ha permitido evolucionar no solo físicamente, sino psicológica, social, y neurológicamente. La domesticación del fuego es uno de los primeros grandes logros de la humanidad. La agricultura, la invención de la rueda, y la escritura, se añaden a una larga lista de logros que han definido al ser humano que hoy en día domina cada rincón del planeta. No obstante, el principal logro del ser humano es, efectivamente, la consolidación del contexto de humanidad. La capacidad de sentir afecto, la compasión y la solidaridad, fueron los pilares que forjaron las sociedades que se conocen hoy en día. Cada logro hecho por los hombres, no se hubiera logrado sin la ideología de ayudar a los de su propia especie. La humanidad ya no es definida por un solo individuo; es definida por todos los billones de hombres y mujeres que la conforman.