La obra abierta y que supone

La obra abierta y que supone. Dulce Samantha Tiscareño Postlethwaite.

Umberto Eco en su libro “Obra abierta” (1992) aborda el problema de la interpretación de las obras ya sea literaria o artística y plantea el cuestionamiento de cuando se considera una obra terminada. En el libro de Adolfo Sánchez Vazquez “Antología textos de estética y teoría del arte” tiene una ponencia presentada en el XII Congreso Internacional de Filosofía, 1958, de Umberto Eco haciendo referencia a su libro, llamada “El problema de la obra abierta” en donde Eco aborda de forma más concreta lo que se puede clasificar como la apertura en aspectos literarios y la dialéctica que existe entre la “apertura” y “definitud” de dichas piezas. La forma en que esto aplica para las piezas de arte es el hecho que al realizar cualquier obra el artista tiene en mente algún posible significado de su trabajo, sin embargo también se contempla las posibles lecturas que los espectadores le den debido a su propio bagaje y contexto en el que se encuentran. Sin embargo hay algunas piezas que Eco las considera como "definitud" de la obra. Esto es que el autor “exige del lector una respuesta de tipo unívoco: el poeta dice una cosa y espera que el lector la capte como él ha querido expresarla.” Por el contrario, la “apertura” es básicamente aquellos que “exigen del lector reacciones interpretativas muy libres, podríamos añadir otras obras que poseen en sí mismas como una especie de movilidad, una capacidad de replantearse caleidoscópicamente a los ojos del lector como nuevas, dotadas de perspectivas diferentes.” En otras palabras “una estela de significados posibles todos igualmente imprecisos e igualmente válidos, según el grado de agudeza, de hipersensibilidad y de disposición sentimental del lector.” La forma en que esto tiene aplicaciones en el mundo del arte y sus ramificaciones son casi incuestionables, y de cierta forma las artes “clásicas” son las más unilaterales en sentido de variedad de interpretaciones posibles ante la obra. Con la llegada de los “ismos” se fue ampliando más las lecturas a dichas piezas. También Eco menciona como es que las mismas piezas que no tienen una clausura definitiva la llega a tener por el mismo espectador ya que hay un número determinado de lecturas que este le pueda dar; “se trata, en definitiva, de obras que se presentan al lector o espectador no totalmente producidas ni concluidas, cuyo goce consiste en la conclusión productiva de las obras; conclusión productiva en la que se agota también el mismo acto de la interpretación, porque la forma de la conclusión muestra la especial visión que el espectador tiene de la obra.” El cierre que tiene es de vital importancia ya que pone en la mesa el problema de la re-educación del lector o espectador tiene mucho que ver con la “inercia estilística” que es una suposición de lo que hace feliz a este por ende es lo que prefiere y por eso los confines son estructurados de dicha forma para que el espectador siempre elija lo que le es placentero, sin embargo lo que Eco

propone es no dejarnos llevar por eso y seguir empujando los limites, Eco lo llama “deseducación estética del público (y, por lo tanto, de la ruptura entre arte militante y gusto normal ) (…) habremos de admitir que la obra abierta de nuevo cuño puede incluso suponer, en circunstancias sociológicamente favorables, una contribución a la educación estética del público común.” Siendo sinceros la oportunidad de comprender los signos que se nos presentan en las obras artísticas tiene mucho que ver con los conocimientos previos que tenemos para poder crear asociaciones entre estos signos y sus posibles significados, la apertura de una obra está dentro de cada una de nuestras relaciones sígnicas, el ejemplo más sencillo que puedo dar es de mi experiencia de niña frente a un acertijo “Agua pasa por mi casa, cate de mi corazón…” que no pude descifrar porque no sabía que era la respuesta aún después que me fue dada “Agua-cate”, yo antes de eso nunca había escuchado de un aguacate y no tenía idea de como se relacionaba el acertijo con su respuesta, asi varías piezas de arte no logran relacionar su significate con el significado para alguien que no tiene ni idea de que ese signo existe.

Eco, Umberto. Obra Abierta. Barcelona [Spain: Planeta-Agostini, 1992. Print. Sanchez Vazquez, Adolfo. "VIL. El Arte En Nuestro Tiempo: Umberto Eco: El Problema De La Obra Abierta." Antología Textos De Estética Y Teoría Del Arte. 1st ed. Ciudad Universitaria: Universidad Nacional Autónoma De México, 1978. 493. Print.