La Nueva Atlantida y la imaginacion constructiva de Bacon en pos del conocimiento

June 8, 2017 | Autor: L. Benítez Grobet | Categoría: Epistemology, Francis Bacon, Imagination, Imaginación, Nueva Atlántida
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Descripción

1 LA NUEVA ATLÁNTIDA Y LA IMAGINACIÓN CONSTRUCTIVA DE BACON EN POS DEL CONOCIMIENTO

Laura Benítez Instituto de Investigaciones Filosóficas Universidad Nacional Autónoma de México 2015 Introducción

Francis Bacon nació el 12 de enero de 1561 en York House en Londres. Hacia los 31 años escribe a su tío: “Tengo tantas metas contemplativas [teórico científicas] como metas civiles [político-sociales] porque he tomado el conocimiento como mi provincia.” (Bacon, 1952, 30) No obstante, hacia finales del siglo XVI y principios del XVII alcanzó un importante poder político y a la vez en 1605 ya había editado la primera parte de su Gran Restauración, lo cual indica que seguía teniendo interés en ambos ámbitos. Con todo, cuando publicó su Advancement of Learning(Avance del saber)no parecía tener conocimiento de los trabajos científicos de Gilbert o de Harvey, limitándose a sus propias experiencias y conocimientos. Bacon escribió la Nueva Atlántida entre 1624 y 1625, obra que sigue siendo muy comentada en nuestros días por la dificultad para ubicarla. La pregunta de fondo es si la utopía baconiana es meramente imaginativa o no lo es. Desde mi propia perspectiva, a pesar de que Bacon no le reconoce un lugar específico a la imaginación como impulsora del conocimiento, su utopía de la Nueva Atlántida es un ejemplo de la imaginación constructiva del propio Bacon. Imaginación que va en pos de un saber equilibrado y de una humanidad inventiva dentro de los límites de la racionalidad. El sueño baconiano no es meramente el “no lugar” U topos, de los “buenos deseos”, sino la posibilidad abierta a una más equilibrada realización del género humano. Así, al describir la isla desde su embarcación, el náufrago relator refiere:“…una bella ciudad, no realmente muy grande, pero bien construida y que daba una vista placentera desde el mar.”.” (Bacon, 1952, 30)

2 En todo momento, durante la narración se mantiene el mismo ideal de orden, equilibrio y armonía que le parecen al autor indispensables para la conservación y desarrollo del género humano. Así, podría decirse que en la utopía baconiana la imaginación se pone al servicio no sólo de la difusión del conocimiento sino de la mejor metodología para adquirirlo, pero dentro de los parámetros de una moral cristiana. No por casualidad cuando la nave ancla frente a las tierras de la Nueva Atlántida, los náufragos se ven obligados a no acercarse a la costa y el encargado les pregunta si son cristianos, requisito fundamental para poder desembarcar. Los juicios sobre la Nueva Atlántida son muy variados. Desde su editor William Rawley quien dijo que el texto era un trabajo incompleto, pasando por T.S. Elliot quien califica a Bacon de escritor disfuncional, hasta llegar a Sarah Hutton quien ofrece una versión muy equilibrada del contexto estilístico y la importancia no sólo científica sino literaria de la obra.

Primera parte: Sobre la imaginación

Sarah Hutton comenta que aunque Bacon conocía bien el arte retórico del Renacimiento, fue intolerante frente a la “afectación” estilística, ya que como lo expresa en su Advencement of Learning (Avance del saber):“…el primer desequilibrio del aprendizaje se da cuando el hombre estudia las palabras y no el contenido.” (Bacon, 1996, 139) No obstante el rechazo de Bacon a los excesos ornamentales, las fantasías y las ficciones, su utopía es una ficción narrativa, donde la imaginación baconiana alcanza para presentar la ficción como un hecho. Es por ello que, al decir de Hutton: La Nueva Atlántida es entonces no sólo una curiosidad como ficción baconiana, sino una paradoja interpretativa: la única incursión en una ficción narrativa por un autor que repudiaba los encantos del lenguaje; un trabajo de la imaginación que es leído como virtualmente un documento factual del proyecto de Bacon para el avance del conocimiento, especialmente de la ciencia. (Hutton, 2002, 49)

Como bien se muestra a través de la Gran Restauración, el conocimiento debe anclarse en la experiencia y ofrecer alguna utilidad. Por esta razón me parece que Bacon no hizo una distinción clara entre conocimiento teórico y práctico, por que si bien debemos

3 conocer con mayor precisión las formas naturales de las cosas que ofrece el mundo creado por Dios, también es verdad que la experimentación pone a prueba el mero saber teórico y abre una ruta de aplicabilidad que para Bacon resulta fundamental. Así, es verdad que no sintió gran entusiasmo por el pensamiento meramente abstracto y las teorías especulativas sino por los conocimientos que llevan a la obtención de aplicaciones útiles. La Nueva Atlántida ofrece un amplio muestrario de estas formas de conocimiento que manifiestan las aspiraciones de Bacon para que la humanidad se haga de un saber provechoso, pero que aún se hallan a medio camino entre lo factual y lo imaginario. Es interesante constatar que en la Gran Restauración, Bacon rechaza la fantasía como enemiga de la racionalidad y la comprobación mediante la experiencia; no obstante, en la Nueva Atlántida se decide a mostrarnos su ideal de civilización humana con un importante esfuerzo imaginativo. Acerca de esto Brown Price, nos dice: No obstante, como este volumen explica la empresa científica de la Nueva Atlántida es sólo un aspecto del trabajo. Más bien la fábula de Bacon se mantiene entre lo ficticio y lo factual, lo visionario y lo práctico, la utopía y la utilidad, lo desconocido y lo conocido. (Price, 2002, 2)

Esto sin duda apuntala mi propuesta de que hay que leer este texto baconiano no sólo bajo la lente de la capacidad creadora del filósofo de la naturaleza, sino bajo la perspectiva del literato que nos ofrece una fábula, una utopía, un producto de su más pura y creativa imaginación. Para ello, tal vez haga falta acercarnos un poco más al contexto. Como dijimos, Bacon escribe la Nueva Atlántida entre 1624 y 1625, ya cercano a su muerte. Al respecto nos dice Price: La Nueva Atlántida fue escrita en semi -exilio cuando Bacon estaba físicamente débil y enfocado en sus metas intelectuales, [pero] hecho a un lado del centro del poder… Este sentido de marginalidad tuvo una importante aplicación tanto en el texto como en el contexto de la Nueva Atlántida.(2002, 1)

Para algunos comentaristas la intención de Bacon es iluminar todas las regiones fronterizas que limitan los diversos sectores de nuestro conocimiento tomando en cuenta el conjunto del saber en su totalidad. Por ello la Nueva Atlántida toca lo filosófico, lo político, lo literario, lo científico, lo religioso, lo jurídico, etc. Por ello asevera Price: “…la

4 Nueva Atlántida negocia sobre una variedad de contextos …frecuentemente profundiza en los modos racionales de entender [filosofía, religión., política, etc.] con el objeto de proveer perspectivas frescas sobre ellas, revisando y retando las expectativas.” (2002, 2) La sociedad de Bensalem que Bacon construye se halla entre lo familiar y lo extraño. Hábitos, costumbres, modales se ubican entre un “viejo” y un “nuevo” mundo. Lo interesante es que en este encuentro los europeos del viejo mundo desconocen no sólo la isla, sino los avances de los bensalmitas en todas las áreas del conocimiento; éstos en cambio, conocen todo acerca del “viejo” mundo y continuamente señalan las limitaciones de la cultura del “viejo” mundo, pero sobre todo el aspecto fragmentario de su conocimiento. El ideal baconiano se hace presente en la búsqueda de un saber abarcante que representa sin duda su visión del futuro. No obstante la Nueva Atlántida exhibe dos fuertes paradojas. Por un lado, la sociedad de Bensalem que se presenta como aparentemente progresiva pero se halla anclada en valores tradicionales heredados del Antiguo Testamento. Por otro, “… aunque la Casa de Salomón lleve el nombre del antiguo rey hebreo ha sido diseñada primariamente con propósitos cientifico-utilitarios.” (Price, 2002, 7) Estos señalamientos apuntan en la dirección de una muy importante y sólida creación de la imaginación cuyo creador no se limita a la denuncia después de un fracaso político, sino a plasmar un modelo de sociedad que regrese moralmente, el bien por el mal, y científicamente, que permita el desarrollo del conocimiento y asimismo ayude al progreso humano. Price explica: “De su posición, semejante a Dios, la casa de Salomón se erige tanto como el “verdadero ojo de este reino” y su fuente de luz o faro, vigilando y sosteniendo a la isla.” (2002, 7) Esta cita hace referencia a que Bacon considera el conocimiento humano como la auténtica luz que alumbra a la humanidad. Y en la poderosa imaginación de Bacon, la ciencia debe guiar, regular y ordenar todos los aspectos de la vida humana como auténtica luz divina. Por otra parte, a Sarah Hutton le parece que la Nueva Atlántidatiene como finalidad la de persuadir a otros para apoyar su proyecto de reforma del entorno científico:“Aunque diseñada para comunicar las ideas de Bacon, no es tanto un texto descriptivo o prescriptivo cuanto un texto persuasivo” (Hutton, 2002, 49).

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Esta idea es consistente con la función que Bacon le asigna a la retórica en el Advencement of Learning (El avance del saber) y que es central para este ensayo: “…el deber y el oficio de la retórica es aplicar la razón a la imaginación para mover mejor a la voluntad.” (Bacon, 1996, 237) Si en verdad la imaginación,guiada por la razón, mueve a la voluntad, su peso específico está del lado de la acción. Pero recodemos que la acción impulsa a la búsqueda del conocimiento, a la experimentación, etc. En suma, se trata del impulso para el cambio. Así la imaginación parece un estímulo fundamental para el desarrollo del conocimiento humano. Luego, la retórica no sólo es un arte que permite la comunicación, sino un arte que permite tanto transferir el conocimiento a los otros, como impulsar racionalmente a la voluntad en busca de una acción equilibrada. Así, este recurso persuasivo de la retórica le otorga un lugar central a la imaginación. En suma, la imaginación en Bacon no remite a fantasías absurdas, sino a la capacidad creativa del hombre enfocada particularmente, en la adquisición y renovación del conocimiento. Tal función de la imaginación tendrá importantes repercusiones en el desarrollo de la ciencia nueva, donde ocupa un lugar decisivo en la creación de teorías.

Segunda parte: Sobre el conocimiento

Como sabemos la Gran Restauración, escrita en 1620, lo que intenta es justamente restaurar el conocimiento y dominio del hombre sobre el mundo natural, siguiendo varias estrategias como adentrarse en la división de la ciencia; explicitando nuevas directrices lógicas y naturalmente destacando la importancia de las historias naturales y experimentales para la fundamentación de la filosofía natural. Es particularmente interesante constatar que

la Nueva Atlántida, es la

manifestación del esfuerzo por rebasar las columnas de Hércules en el plano geográfico al proponer una tierra que aún no ha sido descubierta. Si bien aquí la propuesta es imaginativa, no obstante la invitación es a rebasar el non plus ultra del conocimiento humano como la única forma de garantizar su crecimiento. Ya en la Gran

6 Restauracióncontrasta las disciplinas meramente “teóricas”, en las que sólo se tiene la repetición por la sucesión del maestro al alumno, con las artes, particularmente mecánicas en que se percibe un “espíritu vital” que permite su crecimiento y perfeccionamiento. Respecto a la filosofía tradicional Bacon nos dice: Además las ciencias que hemos recibido y heredado de la tradición se encuentran poco más o menos en la siguiente situación: esterilidad en cuanto a las obras y llenas de cuestiones; lentas y débiles en cuanto al progreso; simulan una perfección en el conjunto, pero están mal construidas en sus partes; populares en su elaboración y sospechosas para sus mismos autores y por ello provistas de y haciendo ostentación de artificios. (Bacon, 2011, 15)

Como vemos, para restaurar el conocimiento lo que se busca es mostrar la vía para ampliarlo sin anular el rigor en el estudio anclándose en las cosas mismas y, por supuesto, en la experiencia. Así la variación de experimentos es fundamental y ello requiere de ingenio y por ende de imaginación. La experiencia fructífera en su opinión, no descansa sino que nos lleva a nuevas investigaciones. Es pues claro que “…el entendimiento humano debe ser considerado justamente sospechoso cuando está abandonado a sí mismo.” (Bacon, 2011, 17) Con todo conocer el mundo natural no es algo fácil dado que, por un lado, los sentidos son limitados, y, por otro, hay demasiadas cosas particulares y experiencias. Así pues, tiene que haber un método que permita el mejor uso tanto de la argumentación y el entendimiento, como de la experiencia y los sentidos. Esta guía fiel y segura para llegar al verdadero conocimiento del mundo natural requiere ciertamente tanto de la imaginación y los sentidos, aunque no se reduce a ellos, como del entendimiento, pero desde una perspectiva y distancia correcta de las cosas. Al respecto, Bacon explica: “De esta manera creemos haber establecido para siempre un matrimonio verdadero y legítimo entre las facultades empírica y racional, cuyo largo e infausto divorcio ha perturbado todo en la familia humana.” (Bacon, 2011, 21) Finalmente, aunque Bacon no se extiende en el uso de la imaginación en La Gran Restauración, ello no significa que no le concediera un papel interesante en la elaboración de las propuestas experimentales aun cuando siempre sujeta al ámbito racional.

7 Conclusión Por lo que toca a la Nueva Atlántida,la penetrante imaginación de Bacon no sólo se enfoca en cómo mejorar el conocimiento sino, sobre todo en cómo organizar a la humanidad en tanto comunidad estudiosa, propuesta que sin duda tuvo importantes repercusiones en las sociedades científicas. Bacon da cuenta de los empleos y oficios como los “mercaderes o comerciantes de la luz” quienes se encargan de llevar a Bensalem libros y experimentos de otras partes del mundo, así como los “hombres del misterio” que coleccionan los experimentos de las artes mecánicas y de las ciencias liberales. Naturalmente que la mercadería no incluye ni oro, ni plata, ni joyas sino “…únicamente la primera creatura de Dios que es la Luz: tener luz del crecimiento de todas las partes del mundo.”(Bacon, 2011, 33) En suma, no obstante que Bacon no se detiene demasiado en la función de la imaginación en los textos en los que exhibe importantes desarrollos epistemológicos, no cabe duda de que, en su propuesta de la Nueva Atlántida, él mismo hace un uso importante de la imaginación al proponernos la utopía de un mundo diferente donde los hombre están comprometidos con el avance constante del conocimiento desde una perspectiva que parece más un hecho ejemplar que una ficción.

Bibliografía



Bacon, Francis, 1952, New Atlantis, Great Books, Encyclopaedia Britannica. Chicago, Londres.



Bacon, Francis, 1996, The Advancement of Learning. Oxford University Press.



Bacon, Francis, 2011,La Gran Restauración. Trad. Intro. y notas, Miguel Ángel Granada. Tecnos, Madrid.



Hutton, Sarah, 2002, “Persuasions to science: Baconian rhetoric and the New Atlantis” en Francis Bacon’s, New Atlantis. New Interdisciplinary Essays. Manchester University Press.



Price, Brown (ed.), 2002, Francis Bacon’s, New Atlantis. New Interdisciplinary Essays. Manchester University Press.

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