La necesidad de la clase y el análisis de clase en el Perú: un marco conceptual y metodológico

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La necesidad de la clase y el análisis de clase en el Perú: un marco
conceptual y metodológico

Jan Lust

Resumen: Las dinámicas propias del desarrollo capitalista y la introducción
del neoliberalismo en el Perú en la década de 1990 han cambiado la
estructura de clase del Perú y han causado la erosión de las bases sociales
de las organizaciones populares. Consideramos esta erosión como una de las
principales razones por la cual la izquierda peruana no ha llegado al poder
estatal en los últimos treinta y cuatro años. La evolución de la estructura
de clases del Perú en el período 1980-2014 no ha sido objeto de
investigación y de una discusión política profunda en el Perú. El debate
actual sobre la clase y la estructura de clases en América Latina parece
estar basado en un concepto weberiano de clase y la teoría de la
estratificación social. Aunque un análisis de la sociedad en términos de
las relaciones con el consumo, los ingresos y los grupos ocupacionales
podría ser útil, sin embargo, consideramos que el concepto marxista de
clase más adecuada como la sociedad en su conjunto y su dinámica interna se
está concentrando en este concepto. Este trabajo presenta un concepto de
clase que incluye una definición de fracciones de clase y estratos
sociales. Además, elabora un marco para el análisis de clases en el Perú y
criterios para operacionalizar la definición de clase presentada.

Palabras clave: Perú, la izquierda peruana, clase, la estructura de clases,
análisis de clase

Introducción

En el contexto del surgimiento de gobiernos progresistas en América Latina,
en la última década, y la decisión del actual gobierno peruano de continuar
con las políticas neoliberales implementadas por el expresidente Alberto
Fujimori en la década de los noventa, aunque en una forma adaptada al
incluir proyectos que apuntan a la inclusión social, uno podría preguntarse
qué ha pasado con la izquierda peruana. Además, hay que recordar que en la
campaña presidencial de 2011 el actual presidente Ollanta Humala fue
apoyado por una variedad de organizaciones, grupos e intelectuales
progresistas y de izquierda, y contó con una amplia base popular en el
campo.
Las dificultades de la izquierda peruana para ganar el poder estatal o
de tener una considerable influencia en la toma de decisiones políticas a
nivel gubernamental, han de buscarse dentro y fuera del funcionamiento de
las organizaciones de la izquierda como también en su conceptualización de
la realidad política, económica y social peruana. Estas cuestiones no sólo
deben ser analizadas en el contexto de la dinámica del desarrollo
capitalista mundial de las últimas tres décadas, sino también dentro de un
marco peruano histórico, político, económico y socialmente particular. Este
ensayo se concentra en la base clasista de la izquierda peruana.
Consideramos que la evolución específica de la estructura de clases
del Perú y el cambio en la conciencia de clase de las clases y estratos
sociales explotadas y oprimidas en el Perú, originados en las dinámicas
políticas, sociales y económicas del capitalismo, han erosionado las bases
sociales de las organizaciones populares (Roberts, 1996: 98-99).[1] Este
punto de vista nos insta a iniciar un trabajo teórico y empírico, empezando
con un análisis de las discusiones en relación con el concepto de clase y
el estado del arte de estos debates en el Perú. Acto seguido debemos
elaborar nuestro concepto de clase que se aplicará sobre la realidad social
peruana y proceder a recoger datos que nos permitan desarrollar la
evolución de la estructura de clases del Perú en los últimos treinta y
cuatro años, es decir a partir de 1980, el año que marcó el retorno de la
democracia parlamentaria tras 12 años de dictadura militar y el inicio de
la lucha guerrillera en el Perú por el Partido Comunista del Perú (PCP),
también denominada como Sendero Luminoso.
El limitado espacio de este artículo no nos permite presentar todo lo
que se ha mencionado arriba. Por lo tanto, desarrollamos un concepto de
clase y un marco concreto para la ejecución de un análisis de clase de la
sociedad peruana con el objetivo de (i) comprender la realidad social del
Perú; (ii) contribuir a un debate sobre las estrategias políticas y
tácticas de la izquierda peruana en base a la realidad del país como se
menciona en (i); y, (iii) romper la dominación del muro economicista que
determina la clase en términos de categorías de ingresos en lugar de las
categorías sociológicas y políticas. Como tal, nuestra definición de la
clase y nuestra conceptualización del método de análisis de clase aplicado
al Perú no sólo esperan reabrir el debate sobre la clase sino intenta
llevar el debate un poco más allá. De hecho, nuestro concepto de clase
incluye una definición de fracciones de clase y estratos sociales.
Naturalmente, previo a la presentación de nuestro concepto de clase y el
marco para la ejecución de un análisis de clase, este artículo incluye una
presentación de los debates en el Perú sobre la clase y argumenta por qué
usamos un concepto marxista de clase.
Este artículo se estructura en cinco secciones. En la sección primera
se presenta un esbozo de lo que consideramos una de las principales razones
de por qué la izquierda peruana no ha sido capaz de llegar al poder estatal
en los últimos treinta y cuatro años. En la segunda sección se revisa la
discusión sobre clase en el Perú y en la tercera sección se discute la
pertinencia del concepto marxista de clase. En la sección cuatro elaboramos
nuestro concepto de clase y en la sección cinco nos dirigimos a nuestra
conceptualización de un análisis marxista de clases y su aplicación
concreta a la realidad social peruana. En la sexta sección se presentan las
conclusiones. Las referencias de este trabajo se encentran al final del
artículo.

1. La erosión de las bases sociales de las organizaciones populares

En los últimos treinta y cuatro años la izquierda peruana no ha sido capaz
de ganar el poder estatal a pesar de que en la década de ochenta la lucha
de clases alcanzó sus niveles más altos, un hecho que no sólo se refleja en
la extensión de la lucha guerrillera, sino también por el poder político de
la organización política legalmente funcionando, la Izquierda Unida (IU).
De hecho, como señalan McClintock y Vallas (2005: 71), en la década de 1980
la IU fue considerada como la coalición electoral de orientación marxista
más fuerte en América Latina.
Errores políticos de la izquierda peruana en combinación con el terror
de Estado en la décadas de ochenta y noventa que apuntaba a la destrucción
política, social y militar de la izquierda, y los factores internacionales
como el colapso de lo que se llamó el "socialismo real" en Europa del Este,
son factores importantes a tener en cuenta y deberían ser incorporados en
un análisis que aborda las razones por las cuales la izquierda peruana no
ha sido capaz de alcanzar el poder del Estado. Estos factores, aunque
importantes, no tienen un poder explicativo completo ya que carecen de una
base económica y social clara. Esto no significa que estos factores son de
importancia secundaria. De hecho, ellos son cruciales ya que son
expresiones de la lucha de clases, pero con el fin de tener un panorama
completo deberíamos introducir la evolución de la base social y económica
de la sociedad peruana.
Para entender el desarrollo capitalista, deberíamos tener una
comprensión de las condiciones objetivas y subjetivas que determinan esta
evolución. Las condiciones objetivas del desarrollo capitalista de la
sociedad deberían ser consideradas como el desarrollo de su estructura
económica y social (la base) como su superestructura (el estado, la
ideología, etc.). Las condiciones subjetivas del desarrollo capitalista se
refieren a la lucha de clases. Las relaciones entre las condiciones
objetivas y subjetivas son relaciones dialécticas, en las que las
condiciones objetivas han de considerarse como los factores determinantes
en última instancia.[2] Ambas condiciones deberían entenderse en un
contexto histórico y determinadas por factores nacionales como
internacionales. Petras y Veltmeyer (2010: 57-58) formulan las condiciones
objetivas y subjetivas del desarrollo capitalista de la siguiente manera:
"Nuestro argumento es que la dinámica del desarrollo capitalista y el
imperialismo tienen tanto una dimensión objetivo-estructural como político-
subjetiva y que un análisis de clase de estas dinámicas debería incluir
ambos. Esto significa que no es suficiente demostrar el funcionamiento del
capitalismo y el imperialismo en términos de sus condiciones objetivamente
dadas que afectan a las personas y a los países según posición de clase en
este sistema. Debemos determinar las dinámicas políticas de las respuestas
populares y de la clase trabajadora a estas condiciones, a las políticas
neoliberales de ajuste estructural, a las pretendidas exigencias del nuevo
orden mundial".[3]
En su trabajo Violencia y autoritarismo en el Perú: bajo la sombra de
Sendero y la Dictadura de Fujimori, Burt (2011: 153), cuando refiere al
libro de Cameron Democracy and Authoritarianism in Peru: Political
Coalitions and Social Change (1994), sostiene que la persistente crisis
económica y el aumento de la informalidad de la economía "minaron la base
organizativa de las identidades y las movilizaciones clasistas". Cambios
económicos estructurales introducidos en la década de noventa debilitó, en
términos de su capacidad para organizar, las bases sociales de la IU (Burt,
2011: 153-154). Según Lynch (2014: 167), la derrota de los movimientos
sociales en la década de 1990 coincidió "con el cambio del modelo
productivo" y dio lugar a la erosión de las "tradicionales bases de la
izquierda y el denominado movimiento popular".
Portes y Hoffman (2003: 40) argumentan que el retorno de la democracia
en la década de ochenta fue acompañado por la expectativa "de una
recuperación de las fuerzas sindicales. Éstas fueron frustradas por un
adversario que, aunque pacífico, demostró ser mucho más eficaz que la
represión militar. El cierre de fábricas, la precarización del empleo, la
subcontratación y la creación de enclaves con regímenes aduaneros
especiales –todas partes del nuevo modelo– han debilitado severamente al
proletariado formal y con ello a su capacidad para apoyar a los partidos de
clase". A partir de 1988, la cantidad de huelgas y de los trabajadores que
participaron en la lucha obrera comenzó a declinar (Thomas, 1999: 277).
Según el periodista neoliberal Althaus Guarderas (2009: 306), el modelo
económico implementado por el gobierno de Fujimori hizo que los sindicatos
perdieran fuerza como consecuencia de la eliminación de "la protección
artificial a la industria y a las empresas estatales" y la estabilidad
laboral.

2. La discusión en el Perú sobre la clase

Trabajos en el Perú sobre la clase y la estructura de clases, escritos en
los años 1980 y 1990, y en referencia a estos años, son difíciles de
encontrar. El trabajo del sociólogo más importante del Perú, Aníbal
Quijano, sobre el surgimiento de lo que podría denominarse como estrato
marginal, "'Polo marginal' y 'mano de obra marginal'", data de la década de
1970. El libro más famoso del sociólogo peruano Julio Cotler, Clases,
Estado y Nación en el Perú, se publicó en 1978. El trabajo Las clases
sociales en el campo de Saturnino Paredes Macedo es de 1976 y utiliza los
datos del inicio de la década de sesenta. Los trabajos del antropólogo
Rodrigo Montoya A propósito del carácter eminentemente capitalista de la
economía peruana (1978) y Capitalismo y no capitalismo en el Perú (1980)
también se encuentran fuera de nuestro periodo de análisis. En su artículo
"Las clases medias en las ciencias sociales", Fuller Osores (1998: 453)
menciona a David Parker como la persona "quien más exhaustivamente ha
estudiado a la clase media urbana en el Perú". El artículo de Parker, sin
embargo, se trata de los trabajadores de cuello blanco al inicio del siglo
20: "White-collar Lima, 1910-1929: Commercial employees and the rise of the
Peruvian middle class".
Pensamos que la razón principal por la escasez de trabajos sobre la
clase y la estructura de clases en las décadas 1980 y 1990 es el hecho de
que en estos años el debate académico sobre clases en el Perú fue una
aventura políticamente arriesgada, ya que situaba a uno al lado de las
masas explotadas y oprimidas y, en consecuencia, a favor de las
organizaciones clasistas como las que organizaron la lucha armada en el
Perú. Según Iguíñiz (2008: 177) en su revisión de Clases sociales en el
Perú. Visiones y trayectorias editado por Plaza (2007), "las clases
socioeconómicas están indisolublemente ligadas a la realidad de la lucha de
clases". Por otro lado, habría que examinar la cuestión si el huracán
neoliberal de la década de 1990 no ha eliminado una discusión socialmente
necesaria sobre la clase. Benavides (2007: 121) afirma que la sociología
peruana no ha sido muy activa en estudiar empíricamente los problemas de la
estratificación social en general o las clases sociales en particular.
Según Balbi Scarneo y Arámbulo Quiroz (2009: 299), no se ha trabajado sobre
la evolución de la estratificación social en el Perú. El libro editado por
Plaza (2007) parece ser un nuevo comienzo o una reintroducción del debate
sobre la clase en el Perú (Pozo, 2009: 223).
Las pocas publicaciones y debate sobre la clase y la estructura de
clases del Perú podrían ser una de las razones por la cual uno es capaz de
sostener que el Perú está en "un proceso trunco" de una "sociedad de
estatus (altamente estructurada)" hacia una sociedad de clases (Balbi
Scarneo y Arámbulo Quiroz, 2009: 287). Según Benavides (2007: 132), la
sociedad peruana es "parcialmente organizada en términos de clases". Castro
(2007: 201) sostiene que las clases y el estado, a diferencia de los
conceptos marxistas de clase y el estado, y la economía política marxista,
"no pertenecen a ámbitos comunes".
A pesar de la escasez de trabajos sobre clase y la estructura de clase
elaborados en los años 1980 y 1990, sin duda es posible tener una impresión
general del debate sobre la clase en el Perú. En 1980, por ejemplo, García
Sayán (1980) desarrolló un trabajo sobre las clases sociales en el campo
peruano. En el contexto del surgimiento de la guerrilla orientada al campo,
organizada por el PCP, el texto de García Sayán es eminentemente de
interés, aunque, y es una de sus principales debilidades, el texto no
proporciona datos que podrían sustentar los argumentos del autor y aclarar
los límites de clase entre las diferentes clases, fracciones de clases y
estratos en el campo peruano.
En 1994, la Universidad Nacional Mayor de San Marcos publicó el libro
Perú: sociologia, clases sociales y sociedad de Róger Iziga Núñez. La
publicación contiene varios ensayos, escritos por un conjunto heterogéneo
de peruanos en diferentes períodos y anteriormente publicados previamente
en otro lugar. Por ejemplo, el artículo de Mac-Lean y Estenos data de 1942,
el artículo de Parodi de 1960, el ensayo de Bustamante y Rivero ya fue
publicado en 1963 y el trabajo de Carlos Delgado es de 1971.
En el volumen de Iziga Núnez, se incluyen artículos que tratan sobre
temas específicos relacionados con la clase. Por ejemplo, en su ensayo
"Estrato marginal", Quijano (1994) profundiza en el problema de estas
personas que están excluidas, más o menos continuamente, del mercado de
trabajo y no tienen ingresos suficientes para tener pleno acceso a los
bienes y servicios. Sinesio López se ocupó de lo que podría llamarse la
"informalización de las clases sociales". Según este autor, la crisis
económica peruana de la década de 1980 dio lugar a procesos de
descampesinazación sin proletarización, deproletarización y la
informalización de las clases populares, y la pauperización de las clases
medias (López, 1994: 336).
En relación con el trabajo de Sinesio López, es interesante revisar el
artículo "La recomposición de las clases medias y el voto en el Perú",
publicado en 2009 en el libro Cambios sociales en el Perú, 1968-2000 del
editor Orlando Plaza. Según los autores Balbi Scarneo y Arámbulo Quiroz
(2009: 299, 300, 304), las políticas económicas heterodoxas del gobierno de
García (1985-1990) y las medidas neoliberales introducidas en la década de
1990 tuvieron efectos devastadores para la estructura de clases del Perú.
No solamente el trabajo informal aumentó drásticamente, sino también había
una disminución de lo que se ha denominado como la clase "media alta".
En 2003, la organización no gubernamental Desco publicó Perú Hoy. La
clase media ¿existe? El libro contiene varios ensayos sobre la clase media
peruana. Algunos de los artículos son reediciones. El trabajo más
interesante es el de Zolezzi Chocano. Él intenta caracterizar la nueva
clase media sobre la base de la identidad; esto le permite considerar a las
clases populares como parte de la clase media, sin tener en cuenta su nivel
de ingresos y otros posibles elementos pertinentes. Según el autor "la
incorporación de los sectores populares con una identidad de clase media
está marcada por las relaciones sociales de producción, el consumo y la
identidad de clase, los intereses y la conciencia de clase que han
desarrollado" (Zolezzi Chocano, 2003: 203). Ellos trabajan como pequeños
comerciantes, pequeños industriales, trabajadores eventuales y artesanos, y
promotores de pequeñas empresas. Esta clase no asciende, sino expande
(Zolezzi Chocano, 2003: 193, 197, 204).

3. La relevancia del concepto marxista de clase

El debate actual sobre la clase y la estructura de clases en América
Latina, si podemos llamar el contexto como tal en el que diversos artículos
han aparecido sobre estos temas en los primeros 14 años del nuevo milenio,
parece estar basado en un concepto weberiano de clase y la teoría de la
estratificación social. Pensamos que el predominio de la ideología
neoliberal en las sociedades latinoamericanas y la orientación
socialdemócrata de la izquierda, incrustada en organizaciones como el Banco
Mundial, la Organización Internacional del Trabajo y la Comisión Económica
para América Latina y el Caribe, deberían ser considerados como las
principales razones de la escasez actual de trabajos académicos marxistas
sobre la clase y la estructura de clases en América Latina. De hecho,
podríamos decir que ya no hay debate político y sociológico sobre el
concepto de clase, sino más bien sobre cómo ciertas clases "económicas"
definidas de acuerdo a los ingresos, sobre todo la clase media, se expresan
en categorías ocupacionales, entre otros.[4] El tamaño de las clases se
flexibilizó, ya que depende cada vez más de dónde se ha puesto los límites
de ingresos entre las clases (Fereira et.al, 2013; Kapsos y Bourmpoula,
2013; Castellani y Parent, 2011; Ravallion, 2010; Banerjee y Duflo, 2007).
Clase como un concepto relacional ha desaparecido en los debates académicos
y es reemplazado por un concepto gradacional.
Consideramos el concepto de clase como ha sido descrito por Marx
(1973: 855-856) en el volumen III de El Capital y posteriormente
desarrollado por Lenin (1961), Przeworski (N/D), Poulantzas (1980), Wright
(1985), Carchedi (1987) y Wood (2000), y muchos otros marxistas, más
adecuado para nuestro propósito de trabajar sobre la evolución de la
estructura de clases del Perú. En el concepto marxista de clase se
concentra la sociedad en su conjunto y sus dinámicas internas. Por ejemplo,
el concepto expresa las relaciones de explotación y de dominación. Estas
relaciones se basan en el modo capitalista de producción y distribución.
También para la comprensión del funcionamiento del estado capitalista el
concepto marxista de clase es de una importancia crucial. En su artículo
"Marx's use of class", Bertell Ollman (1968) declara que si uno critica el
concepto de clase de Marx, de hecho, uno está criticando todos los
supuestos y fundamentos subyacentes del marxismo. Hunt (1981: 9-10)
sostiene que el estudio de la clase y de la estructura de clases es
fundamental en cada análisis marxista ya que sobre la base de este análisis
se establecen las bases para el desarrollo de las estrategias políticas de
los movimientos revolucionarios y socialistas.
La estructura de clases de la sociedad que se deriva de la totalidad
de las relaciones de producción y, expresada en el concepto marxista de
clase, ayuda a entender la "esencia" del desarrollo capitalista y sus
manifestaciones como es fundamental para la elaboración de propuestas para
una transformación social de la sociedad. Por el contrario, estructurar la
sociedad en grupos ocupacionales podría ser útil para determinar la
relación particular entre individuos y producción, sin embargo, como se
presentan una gama múltiple de ocupaciones sin que se establezca sus
relaciones con los medios de producción, con la fuerza de trabajo, con la
reproducción del sistema en su conjunto y con las relaciones entre los
grupos ocupacionales particulares, es bastante difícil determinar los
intereses sociales comunes, objetivamente definidos, de las personas que a
través de la lucha social determinan exactamente el curso de la
sociedad.[5] Además, basando la estructura social de la sociedad en
categorías profesionales (i) "no da ninguna indicación sobre las
propiedades de capital o de riqueza"; y, en términos generales, (ii) sólo
incluye la población económicamente activa (Crompton, 1993: 51). Elaborar
la estructura de la sociedad en base de la relación del individuo con el
ingreso podría ser útil al describir las diferencias en las condiciones
sociales de los diferentes estratos de la población, y tal vez con el fin
de construir políticas para aliviar los problemas sociales como la pobreza;
sin embargo, no nos permite llegar a la raíz estructural de estos problemas
o erradicar sus causas. Enfocar el análisis de la estructura de la sociedad
en base del mercado y el consumo tiene la desventaja de lo que se presenta
como la estructura de la sociedad son sus particularidades o
manifestaciones de una realidad determinada en un punto determinado en la
historia de una formación social dada y no somos capaces de establecer los
fundamentos sociales y económicos de estas particularidades. La teoría de
la estratificación social en general se centra en las expresiones de la
realidad en lugar de lo que hay detrás de estas expresiones. En otras
palabras, toman las diferencias entre las diversas expresiones de la
realidad como algo dado. De esta manera, las categorías de estratificación
social como el ingreso pueden hacer que las clases se conviertan en algo
completamente invisibles (Wood, 2000: 110).

4. Un concepto de clase

Clases existen económicamente y pueden definirse como tal. Por lo tanto, no
compartimos el punto de vista de que una clase sólo se convierte en una
clase en la lucha de clases o cuando los individuos que componen una clase
particular han alcanzado un cierto nivel de conciencia de clase.[6] Clases
actúan políticamente y pueden ser visualizados políticamente en la lucha de
clases cuando la lucha es sobre los intereses de clase (en el nivel
político de la lucha de clases, ver más abajo). La conciencia de clase
surge, en primer lugar, en la lucha de clases, sobre la base de
experiencias en la lucha por los intereses sociales y económicos directos.
En segundo lugar, se puede adquirir la conciencia de clase por el trabajo
intelectual o la aclaración política de las organizaciones de trabajadores.
La diferencia entre los dos "momentos" del "surgimiento" de la conciencia
de clase se encuentra en el nivel de conciencia de clase adquirida.
Mientras que el primer nivel podría ser considerado como una conciencia de
clase economicista, la segunda es la conciencia de clase política. En
resumen, la clase "en sí" existe y podría convertirse en una clase "para
sí". Este proceso, sin embargo, es muy complicado y no podemos prescindir
de una variedad de factores que contrarrestan la aparición de, por ejemplo,
una conciencia de clase obrera. Estos factores pueden encontrarse en el
ámbito de la producción y distribución. El aparato del estado y la
ideología tienen también influencias importantes sobre este proceso. La
formación de clase es la formación de clase "en sí".
El concepto de lucha de clases puede ser teorizado de manera abstracta
o puede aplicarse a las luchas concretas con el fin de obtener una
comprensión completa de estas luchas. Descartar la lucha reivindicativa
porque no es una lucha de clases, en el sentido como Marx (1871, N/D) y
Lenin (1913; 1899) la definieron, ya que eso no ayuda para llevarla al
nivel de una lucha por los intereses de clase. La lucha de clases puede ser
conceptualizada en dos niveles: al nivel económico y político. Mientras que
en el plano económico la lucha es principalmente por los intereses
directos, al nivel político se ha convertido en una lucha por los intereses
de clase, por el poder. Para conceptualizar la lucha de clases en dos
niveles diferentes hace que sea, por un lado, comprensible que las clases
sólo puedan visualizarse políticamente cuando la lucha de clases se
convierte en política, y, por otro lado, nos permite comprender la posible
vía de desarrollo de la conciencia de clase de una conciencia economicista
a una conciencia política.
En lo que sigue se presenta una definición de clase que nos podría
permitir aproximar la evolución de la estructura de clases del Perú en los
últimos treinta y cuatro años. Nuestra definición de clase incluye una
definición de fracciones de clase y estratos sociales. Esto puede parecer
extraño, sin embargo, mediante el uso de una definición de los estratos
sociales somos capaces de diferenciar estratos dentro de fracciones de
clase. Con el fin de evitar cierta arbitrariedad en la definición de clase,
los estratos sociales están determinados por el rol y el lugar de los
individuos en la producción y la reproducción de la fracción de clase
particular. El concepto de fracciones de clase y estratos sociales dentro
de fracciones de clase nos ayuda a entender la dinámica y las
contradicciones intraclase y a comprender las contradicciones entre clases
concretas y las alianzas políticas. Además, nuestra definición de clase
contribuye a localizar y colocar los individuos en una estructura social
más amplia, incluyendo los que trabajan en el aparato estatal sin tener que
utilizar, como Poulantzas (1973) ha hecho, el concepto de categoría social
para clasificar los individuos que pertenecen a diferentes clases sociales
pero realizan, más o menos, el mismo papel en la reproducción del sistema.
Sin embargo, se propone utilizar el concepto de categoría social con el fin
de localizar a las personas que trabajan en el aparato estatal de represión
pero que ejercen un rol subordinado en estos aparatos, por ejemplo, los
soldados y los policías.
Clase puede definirse de la siguiente manera: (i) Las clases son grupos
de personas que difieren entre sí por su relación con los medios de
producción y fuerza de trabajo, y por su rol político, ideológico,
económico y social en la producción y la reproducción de un sistema
político, económico y social histórico. Esta descripción tiene la ventaja
de que nos permite:

a. determinar los propietarios y no propietarios de los medios de
producción;
b. incluir las personas que trabajan en los aparatos del estado;
c. incluir en la clase capitalista los gerentes que en la realidad
controlan los medios de producción;
d. incluir en la clase capitalista ciertos administradores públicos que
trabajan en los aparatos del estado;
e. diferenciar las fracciones de la clase intermedia de los individuos que
trabajan en el aparato estatal y en el sector privado;[7]
f. determinar el lugar de los trabajadores "por cuenta propia" en la
estructura de clases.

La descripción de la clase no está completa si no se incluye una
referencia a las fracciones de clases y los estratos sociales: (ii) Las
clases son las formas personificadas de las relaciones sociales de
producción que pueden subdividirse en fracciones de clase y estratos
sociales. Fracciones de clase pueden distinguirse sobre la base de la
función económica que los individuos desempeñan en la sociedad y por el rol
y el lugar que estas personas desempeñan en la organización social del
trabajo. Los estratos sociales pueden definirse como grupos de personas que
se estructuran dentro de fracciones de clase de acuerdo a su función y el
lugar dentro de la producción y reproducción de la fracción de clase
particular.[8]
Al añadir la descripción (ii) a la descripción (i) tiene la ventaja de
permitirnos:

a. distinguir una variedad de fracciones de clase y estratos sociales
dentro de la clase capitalista y de la clase intermedia de acuerdo a los
intereses económicos y sociales, sin tener que tomar decisiones arbitrarias
en relación con, por ejemplo, el tamaño de las empresas, la cantidad de
plusvalía expropiada y/o apropiado, el nivel de ingresos, etc.;
b. determinar la relación de las fracciones de clase de la clase intermedia
con la clase obrera en términos de relaciones de dominación y dependencia.


Unificando las descripciones (i) y (ii) se obtiene la siguiente
definición completa de la clase (iii): Las clases son grupos de personas
que difieren entre sí por su relación con los medios de producción y fuerza
de trabajo, y por su rol político, ideológico, económico y social en la
producción y la reproducción de un sistema político, económico y social
histórico. Las clases son las formas personificadas de las relaciones
sociales de producción que pueden subdividirse en fracciones de clase y
estratos sociales. Fracciones de clase pueden distinguirse sobre la base de
la función económica que los individuos desempeñan en la sociedad y por el
rol y el lugar que estas personas desempeñan en la organización social del
trabajo. Los estratos sociales pueden definirse como grupos de personas que
se estructuran dentro de fracciones de clase de acuerdo a su función y el
lugar dentro de la producción y reproducción de la fracción de clase
particular.
La estructura de clases de la sociedad es la estructura de clases de
una formación social particular. Esta estructura de clases expresa las
contradicciones (i) al nivel de la sociedad en su conjunto; (ii) entre los
diferentes modos de producción en un país; y, (iii) dentro de los
diferentes modos de producción mismo. En el caso de un país en la periferia
del sistema capitalista mundial, deberíamos añadir las contradicciones
entre el centro y la periferia. Para la elaboración de la estructura de
clases del Perú nos parece importante tener en cuenta los siguientes
"factores": (i) el rol del Perú en la división internacional del trabajo;
(ii) la estructura económica del Perú; (iii) las relaciones de dependencia
política y económica entre la clase capitalista en los países capitalistas
"avanzados" y la clase capitalista en el Perú; (iv) la superposición de las
relaciones e intereses políticos y económicos entre la burguesía peruana y
la clase capitalista del "Norte"; (v) las particularidades de la fuerza
laboral peruana; (vi) la estructura geográfica del Perú; (vii) la
composición demográfica de la población peruana; y, (viii) la
particularidad histórica de los acontecimientos políticos, económicos y
sociales en el Perú.
En base de los "criterios de clase" que usaremos y que se presentan
en la sección siguiente, podríamos ser capaces de visualizar económicamente
las siguientes clases:

La clase capitalista o la burguesía.
La clase intermedia.
La clase obrera o proletariado (formal e informal).
El campesinado y el proletariado rural.

Somos conscientes de que en el contexto latinoamericano, o más
específicamente en el Perú, podríamos encontrar una estructura de clases
diferente, sin embargo, no nos parece radicalmente distinta de las cuatro
clases mencionadas. Estas cuatro clases deben ser consideradas como un
marco general para el análisis de la evolución de la estructura de clases
del Perú. En otras palabras, consideramos que es importante trabajar hacia
"abajo" desde un marco general del modo de producción capitalista hacia una
formación social concreta y su vía de desarrollo particular. Además,
queremos subrayar claramente que consideramos la estructura social de una
sociedad más grande que la estructura de clases de una sociedad.

5. Un análisis marxista de las clases y un análisis marxista de clase

El análisis de clase se basa en un análisis estructural de las relaciones
en que los individuos entran necesariamente durante el proceso de
producción según el nivel de desarrollo de las fuerzas de producción de la
sociedad. Un análisis marxista de clase se basa en un concepto marxista de
clase.
En los círculos marxistas se habla con frecuencia sobre el análisis de
clase. Sin embargo, muy a menudo no se define lo que es un análisis de
clase. ¿El análisis de clase es un análisis de las dinámicas capitalistas
de una sociedad concreta en la que uno se refiere a las clases antagónicas
en la sociedad? ¿El análisis de clase es un análisis de las clases? Petras
y Veltmeyer (2009: 32) sostienen que "el análisis de clase [es] un análisis
materialista de las dinámicas del desarrollo capitalista que tenga en
cuenta tanto las fuerzas estructurales de la transformación productiva y
social objetivamente dadas, como la respuesta subjetiva o políticamente
determinada a estas condiciones, una interacción dialéctica de lo objetivo
y subjetivo, en coyunturas particulares y en el tiempo". Según Wright
(1989: 271), "la tarea del análisis de clase no es simplemente entender la
estructura de clases como tal, sino entender las interconexiones entre
todos estos elementos y sus consecuencias para otros aspectos de la vida
social". Przeworski (1977: 343) explica que "la función "teórica" del
análisis de clase es identificar las condiciones objetivas y las
consecuencias objetivas de luchas concretas. [...] La suposición del
análisis de clase es, pues, que el desarrollo histórico de las sociedades
capitalistas se debe entender en términos del desarrollo del sistema
capitalista de producción, más específicamente, en términos del proceso de
la acumulación de capital y todos sus consecuencias acompañadas".
Consideramos un análisis marxista de clase de la sociedad capitalista
como un análisis de las condiciones objetivas y subjetivas que determinan
el desarrollo capitalista de una formación social específica, en base del
cual se erige y desarrolla una estructura de clase en particular que
influya en el desarrollo capitalista específico de la formación social y al
mismo tiempo constituya la base material para la superación del modo
capitalista de producción específico de esta formación social.
Para la determinación de las clases en el Perú hemos elaborado un
conjunto de criterios que podrían permitirnos comenzar a identificar las
cuatro clases principales en la sociedad como mencionamos en la sección 4.
Para algunas clases, fracciones de clases y estratos sociales, sin embargo,
tenemos que recurrir a la estratificación social, es decir, tenemos que
utilizar las categorías ocupacionales y de ingresos para determinar los
límites entre clases, entre fracciones de clase y entre los estratos
sociales.
Antes de presentar los criterios, consideramos que es menester aclarar
algunos aspectos de estos criterios: (i) un capitalista no necesariamente
debe explotar fuerza de labor para ser llamado capitalista; (ii) la
opresión económica se produce cuando se extrae el plustrabajo, pero no la
plusvalía;[9] (iii) las personas que pertenecen a la clase intermedia y
poseen medios de producción explotan a sí mismas; (iv) las personas que
pertenecen al campesinado y poseen medios de producción se explotan a sí
mismas; (v) la apropiación de la riqueza producida en otro lugar no tiene
nada que ver con las relaciones de explotación, sino de cómo los precios de
producción y los precios de mercado se establecen.


La clase capitalista o la burguesía: (i) posee los medios de producción;
(ii) tiene el control sobre los medios de producción; (iii) no vende
fuerza de trabajo; (iv) contrata fuerza de trabajo; (v) explota fuerza de
trabajo; (vi) oprime económicamente; y, (vii) apropia la riqueza
producida en otro lugar.

La clase intermedia: (i) posee los medios de producción y está desposeída
de todo medio de producción social; (ii) controla y no controla los
medios de producción; (iii) vende y no vende fuerza de trabajo; (iv) no
contrata fuerza de trabajo; (v) explota y no explota fuerza de trabajo;
(vi) oprime económicamente y está económicamente oprimido; y, (vii) se
apropia de la riqueza producida en otro lugar y se apropia, también, de
la riqueza producida por su propia fuerza de trabajo.

La clase obrera o el proletariado: (i) está desposeída de todo medio de
producción social; (ii) no controla los medios de producción; (iii) vende
fuerza de trabajo; (iv) no contrata la fuerza de trabajo; (v) no explota
la fuerza de trabajo; (vi) está oprimida económicamente; y, (vii) se
apropia de la riqueza producida por su propia fuerza de trabajo.

El campesinado y el proletariado rural: (i) poseen los medios de
producción y están desposeídos de todo medio de producción; (ii)
controlan y no controlan los medios de producción; (iii) venden y no
venden fuerza de trabajo; (iv) no contratan fuerza de trabajo; (v)
explotan y no explotan fuerza de trabajo; (vi) oprimen económicamente y
están económicamente oprimidos; y, (vii) se apropian de la riqueza
producida en otro lugar y de la riqueza producida por su propia fuerza de
trabajo.

Sobre la base de los siete criterios anteriores no es posible definir con
claridad los límites de clase entre los no propietarios de los medios de
producción que pertenecen a la clase capitalista y los que pertenecen a la
clase intermedia. También estos límites no son claros entre los
"trabajadores" que pertenecen a la clase intermedia y la clase obrera con
respecto a la cuestión de la opresión económica. Por estas diferencias
tenemos que recurrir a criterios relacionados con las funciones políticas,
ideológicas, económicas y sociales para la producción y reproducción del
sistema capitalista. En este sentido podríamos, por ejemplo, diferenciar
entre los ejecutivos de una empresa y los gestores de la cadena de
suministro; entre el jefe del departamento de contabilidad de una empresa y
los supervisores de trabajo; entre los administradores del Banco Central y
las personas que trabajan en el nivel ejecutivo del Banco Central; y, entre
capataces y trabajadores.
Individuos que pertenecen a la clase capitalista, según nuestra
descripción, no venden su fuerza de trabajo, sin embargo, los ejecutivos de
las empresas transnacionales por ejemplo que consideramos pertenecer a la
clase capitalista, no necesariamente tienen que tener la propiedad sobre
los medios de producción y podrían recibir un sueldo. También en este caso
debemos recurrir a criterios relacionados con las funciones políticas,
ideológicas, económicas y sociales para la producción y reproducción del
sistema capitalista. Además, consideramos que es necesario determinar los
límites de ingresos para algunas categorías ocupacionales superpuestas
entre la clase obrera y la clase intermedia.
Por último, y antes de que nos dirijamos a los criterios de las
fracciones de clase, tenemos que dedicar unas palabras a las personas que
trabajan al más alto nivel del aparato estatal. Estrictamente hablando,
estos individuos venden su fuerza de trabajo y, como tal, no pueden formar
parte de la burguesía. Sin embargo, ellos tienen el control sobre los
medios de producción del aparato estatal, oprimen económicamente a los
empleados y contratan fuerza de trabajo, entre otros. Estos individuos
suelen ser aquellos que caen en el concepto de localizaciones
contradictorias de la clase de Wright (1985: 43-44). A pesar de que no
tenemos la intención de utilizar este concepto en nuestro trabajo, en este
caso específico la posición de estos individuos en la estructura de clases
está determinada por su "localización de clase dominante", es decir, su
función política, ideológica, económica y social específica para la
producción y reproducción del sistema capitalista.
Las fracciones de clase específicas y los estratos sociales dentro de las
fracciones de clase sólo pueden establecerse sobre la base de un análisis
concreto de la realidad peruana. Sin embargo, como una especie de guía para
este análisis hemos establecido para cada clase en particular los criterios
para determinar las fracciones de clase y, como ejemplo, en el caso de la
burguesía nacional, también los criterios de los estratos sociales.

La clase capitalista o la burguesía podría ser fraccionada según (i) los
sectores económicos (agricultura, industria, comercio, finanzas, etc.);
(ii) la producción principal y/o la orientación al mercado (definiendo el
capital "internacional" y "nacional"); y, (iii) el sector público o
privado. Sobre la base de estas fracciones uno es capaz de establecer las
relaciones de dominación y dependencia (entre capitalistas; empresas). La
burguesía nacional o el capital nacional podría subdividirse de acuerdo a
los siguientes estratos:


i) Empresas (capitalistas) que trabajan en el ámbito nacional.
ii) Empresas (capitalistas) que trabajan en el ámbito regional.
iii) Empresas (capitalistas) que trabajan en el ámbito local.
iv) Empresas (capitalistas) que trabajan en el ámbito de los distritos.


La clase intermedia debe dividirse, en primer lugar, en propietarios y no
propietarios de los medios de producción. El grupo de los no propietarios
necesita ser fraccionado en base a la función y el lugar en la
organización social del trabajo. Este grupo debe fraccionarse aún más en
personas que trabajan en el sector privado y público.

La clase obrera debe fraccionarse en personas que trabajan en el sector
público y privado, y en trabajadores formales e informales.[10] Con el
fin de ser parte de la clase obrera no es importante si uno trabaja en el
sector público o privado, ya que depende de los roles en la producción y
reproducción del sistema capitalista.

El campesinado y el proletariado rural deben ser fraccionados en
campesinos pertenecientes a las comunidades campesinas, a las comunidades
indígenas y los que no pertenecen a ninguna de estas comunidades. Un
segundo fraccionamiento tiene que llevarse a cabo con respecto a los sin
tierra o los casi sin tierra (semi-proletariado).

6. Conclusiones

En este ensayo hemos argumentado que el cambio de la estructura social de
la sociedad peruana ha erosionado las bases sociales de la izquierda
peruana. Varios autores han explicado que la estructura social del país ha
cambiado debido a la crisis económica de la década de 1980 y la
introducción del neoliberalismo en la década de 1990.
El debate actual sobre las clases en el Perú no proporciona
perspicacias sobre la evolución de la estructura de clases del Perú, ya que
se centra principalmente en ciertas manifestaciones de la clase y de la
estructura de clases en lugar de la clase y de la estructura de clases
propiamente dicho. Aunque la situación de las ciencias sociales en el Perú
no puede compararse con otros países de América Latina y sobre todo no con
las ciencias sociales en Europa o los Estados Unidos, sin embargo, nos
atrevemos a pensar que las características del debate sobre la clase en el
Perú se pueden generalizar al debate sobre la clase en todo el mundo.
El concepto marxista de clase mantiene su posición clave para el
análisis de la estructura de clases de las sociedades capitalistas. A
medida que el concepto no puede separarse de las condiciones objetivas y
subjetivas del desarrollo capitalista, contribuye a aclarar no sólo las
expresiones de la realidad, sino también de la realidad misma.
El concepto de clase que fue presentado incluye una definición de
fracciones de clase y estratos sociales que, en combinación con las
herramientas de estratificación social como categorías ocupacionales y de
ingresos, podría permitirnos el desarrollo de un trabajo que describe y
analiza, teóricamente como empíricamente, como la estructura de clases del
Perú se ha evolucionado en los últimos treinta y cuatro años. De hecho, un
trabajo de esta envergadura llenaría el vacío en la investigación académica
sobre la clase y la estructura de clases en el Perú.
El marco de las cuatro clases y los criterios para operacionalizar
estas clases deben considerarse como directrices generales y herramientas
de análisis. Sin embargo, somos conscientes de que estos criterios deben
especificarse aún más al entrar en el análisis concreto de la realidad
peruana. Uno de los principales problemas que deben ser atendidos es cómo
definir operacionalmente el rol político, ideológico, económico y social de
los individuos en la producción y la reproducción del sistema capitalista.
Un encuentro con la realidad empírica peruano debe arrojar luz sobre esta
cuestión.

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-----------------------
[1] De acuerdo con una encuesta de opinión en 1994, el 56% de la población
peruana consideraba que el Estado debería dejar la actividad productiva al
sector privado (Parodi, 2010: 302). Lo que se denomina como la nueva clase
media, producto de la reforma agraria de la dictadura militar de Velasco
(1968-1975) y la migración en la década del setenta hasta finales del siglo
20, apoyó las medidas neoliberales de Fujimori (Zolezzi cochano, 2003: 193
; Sánchez León, 2003: 223, 224).
[2] "La lucha de clases modifica las condiciones objetivas [...]. Los
resultados de la lucha de clases alteran las condiciones del "modelo":
actúan sobre la asignación de recursos, las tasas de crecimiento de la
productividad, etc." (Amin, 2010: 27).
[3] "Si la 'estructura' realmente es 'dominante'; si las variables
independientes son simplemente 'dadas', y las variables dependientes
determinados únicamente por ellos; del capital es realmente el 'sujeto
dominante'; entonces nos quedamos sin una base material para la acción
política" (Elson, 1979: 173).
[4] Ver por ejemplo el estudio de Toche, Rodríguez and Zeballos (2003)
sobre la clase media peruana.
[5] Las ocupaciones pueden ser consideradas como posiciones "dentro de la
división técnica del trabajo y las clases como posiciones dentro de la
división social del trabajo" (Burris, 1980: 21).
[6] Según Ossowski (1969: 197), cuando se considera las clases como algunos
grupos que forman un sistema de grupos en una estructura social, se deduce
que la conciencia social no es un criterio suficiente para reconocer un
sistema de clases. "Un sistema %en tanto que conjunto en el que cada
elemento componente asume una postura determinada respecto a los demás%
sólo puede edificarse sobre relaciones ordenadoras o sobre relaciones de
dependencia .

[7] Usamos el término de la clase instema en tanto que conjunto en el que
cada elemento componente asume una postura determinada respecto a los
demás sólo puede edificarse sobre relaciones ordenadoras o sobre
relaciones de dependencia".

[8] Usamos el término de la clase intermedia con el fin de no confundirnos
con lo que se ha denominado como la clase media.
[9] Debe quedarse claro que al nivel de fracciones de clase nos enfocamos
en la división social de trabajo.
[10] Carchedi (1987: 196): "Considere el proceso de trabajo material
formal. Para empezar, debemos recordar que si la empresa improductiva no
produce valor, puede apropiar su parte de valor y plusvalía sólo a través
de la redistribución del valor producido en las ramas productivas de la
economía, es decir, donde las transformaciones reales (materiales como
mentales) determinan la naturaleza del proceso de trabajo y por lo tanto
del proceso de producción capitalista. Esta transferencia de valor a la
empresa improductiva se lleva a cabo forzando los trabajadores
improductivos a trabajar durante más tiempo que el tiempo socialmente
necesario para reproducir su fuerza de trabajo. Ya que son expropiados de
plus trabajo en forma de plusvalía, no se puede decir que son explotados:
me refiero a este tipo de expropiación del trabajo excedente como opresión
económica. Si el índice entre el plus trabajo y el trabajo necesario se
llama la tasa de opresión económica, entonces, en igualdad de
circunstancias, cuanto mayor sea este índice mayor es el valor apropiado
por el capitalista. […] Es evidente que, cuanto más tiempo, o con la mayor
intensidad, el trabajador improductivo tiene que trabajar, más
transacciones que él o ella va a llevar a cabo y cuanto más se apropia el
capitalista." Marx (1973: 315): "El trabajador comercial no produce
plusvalía de manera directa, pero el precio de su trabajo lo determina el
valor de su fuerza de trabajo, y por lo tanto lo que cuesta producirla.
Pero el ejercicio de dicha fuerza de trabajo, como esfuerzo, inversión de
energía y desgaste, tal como en el caso de cualquier otro salariado, no
resulta limitado en manera alguna por el valor de su fuerza de trabajo. En
consecuencia, su salario no tiene obligatoriamente relación con la masa de
ganancia que ayuda a realizar al capitalista. Lo que le cueste a éste y lo
que le rinde son magnitudes diferentes. Le rinde, no porque cree plusvalía
de manera directa, sino porque contribuye a disminuir los costos de
realización de plusvalía, puesto que efectúa un trabajo en parte no
pagado."
[11] Como parte de los trabajadores informales podríamos considerar la
población "marginal" como conceptualizada por Quijano (2014; 1994).
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