La nasalidad en mazateco: dimensión diacrónica y sincrónica (Handout ICML 2)
Descripción
La nasalidad en mazateco: dimensión diacrónica y sincrónica Carlos de Jesús Wagner Oviedo ENAH-‐CIESAS1 0. Introducción/Abstract El presente trabajo tiene como intención mostrar el papel jugado por la nasalidad2 a nivel diacrónico en el desarrollo de los patrones sonoros encontrados en las lenguas mazatecas, con particular atención a la variante de Ixcatlán. A través de una revisión al proto-‐mazateco de Kirk (1966) y descripciones de variantes sincrónicas (Carrera, 2014; Filio, 2014; García, 2013; entre otros), se propondrá que en una fase antigua de la lengua la nasalidad tenía un comportamiento autosegmental, igual que lo descrito por Marlett (1992) para el mixteco, provocando el desarrollo de nuevos contrastes y fonemas nasales. This paper is intended to contribute to the development of nasality through diachronic evolution and its consequences for sound patterns present in current Mazatec languages, with special attention to Ixcatlan Mazatec. Using data from Kirk’s (1966) Proto-‐mazatec and sinchronic data from some varieties (Carrera, 2014; Filio, 2014; García, 2013), it will be proposed that in a former state of mazatec, nasality had autosegmental properties, similar to Marlett’s (1992) proposal for Mixtec, giving as a result the development of new contrasts and nasal phonemes. 1. La nasalidad en el protomazateco La primera reconstrucción propuesta para el antecesor de las lengua mazatecas actuales fue propuesto por Sarah Gudschinsky (1956); en su trabajo propone la presencia de tres consonantes nasales (/n/, /m/, /ɲ/), obstruyentes prenasalizadas y vocales nasalizadas. En trabajo de Kirk (1966), el cual retoma y amplía varías de las propuestas de Gudschinsky, toma una opinión ligeramente distinta a la reconstrucción de esta autora. Propone la existencia de las tres consonantes nasales /n/, /m/ y /ɲ/, pero 1 Agradezco al INALI y al Doctor Mario Chávez Peón, director del proyecto de dialectología mazateca, por el apoyo prestado para la obtención y análisis de algunos de los datos aquí mostrados. Agradezco a todos los compañeros que colaboran en el proyecto, Vero, Vicente, Mauro, Isra, Hugo, Tigre, Edichi (ndokochjí amingò) y especialmente a Miri por toda la paciencia y ayuda que siempre tiene conmigo, mi olin e sina Xa. Agradezco a Rafa Alarcón la esclarecedora plática sobre el ixcateco. 2 Por nasalidad me refiero a la presencia de fonemas cuya articulación implica algún gesto nasal: vocales nasalizadas, consonantes nasales y consonantes prenasalizadas. Tomo todos estos fonemas dentro de un mismo fenómeno fónico, siguiendo a Chávez Peón ( 2014).
anota que tanto /m/ como /ɲ/ ‘contrast with *w and *y is lacking’, además de notar que ‘It seems plausible… to suggest that later cases of /m, ñ/ developed from earlier *w, *y in the environment of nasalized vowels.’ Sin embargo, en su reconstrucción final se decanta por /m/ y /ɲ/ como fonemas de la protolengua. El punto de desencuentro con Gudschinsky en su trabajo se encuentra respecto al estatus de las prenasalizadas, denominándolas *n Plus Stop, considerándolas (aunque no lo menciona de forma explícita) secuencias. Por otro lado no dice nada específico respecto a las vocales, pero al se puede observar en su corpus que estas solo aparecen en sílabas finales (acentuadas) y en todas las sílabas adyacentes a consonantes nasales. A partir de una revisión de los datos de Kirk (1966) puede resumirse la distribución de las vocales y consonantes nasales en la siguiente tabla3: Patrón Vocal Oral Vocal Nasal No atestiguado CV *tʃʰa ‘cuñado’ *tʃʰã ‘cocina’ -‐ nV -‐ *na ‘madre’ *nv nCV *nda ‘agua’ -‐ *nCṽ CVCV *tʃiki ‘perico’ *tsakhĩ ‘niña’ *CṽCv CVnV -‐ *tsĩnĩ ‘tío’ *CvNv, *CṽNv CVnCV *kʰando ‘calabaza’ -‐ *CvnCṽ, *CṽnCv CVʔV *tsaʔo ‘cojea’ *tsĩʔã ‘pene’ *Cṽʔv, *Cvʔṽ nVʔV -‐ *nĩʔĩ ‘fuego’4 *nṽʔv, *nvʔv nCVʔV *ndeʔe ‘manso’ -‐ *nCVʔṽ, *nCṽʔṽ wV *wa ‘triste’ -‐ *wṽ mV -‐ *mã ‘se puede’ *mv CVwV *tʃʰawa ‘chapulín’ -‐ *Cvwṽ, *Cṽwṽ, *Cṽwv CVmV -‐ *tsõmĩ ‘arena’ *Cvmv, *Cṽmv nVwV -‐ -‐ *nvwv, *nvwṽ, *nṽwv, *nṽwṽ nVmV -‐ *nãmã ‘frijol’ *nvmv nCVwV *ndawa ‘calor’ -‐ *nCvwṽ, *nCṽwv, *nCṽwṽ nCVmV -‐ -‐ *nCvmv, *nCvmṽ, *nCṽmv, *nCṽmṽ jV *ja ‘árbol’ -‐ *jṽ ɲV -‐ *ɲã ‘nosotros *ɲv (incl.)’ 3 Como se explicará más adelante, al menos para un set específico de palabras, en este trabajo se considera que en la protolengua (a nivel superficial) si existía una prenasalizada /nd/. 4 La reconstrucción de esta palabra según Kirk (1966) es *ntʸiˀi, sin embargo, siguiendo la opinión de Swanton (comunicación personal), en esta palabra (y otras relacionadas) el proto-‐fonema era una *n, como se explicará más adelante.
CVjV CVɲV nVjV
*tija ‘brazo’ -‐ -‐
-‐ *tiɲã ‘cerca’ -‐
nVɲV nCVjV
-‐ *ndaja ‘cintura’
*nãɲã ‘perro’ -‐
nCVɲV
-‐
-‐
*Cvɲv, *Cṽɲv *nvjv, *nvjṽ, *nṽjv, *nṽjṽ *nvɲv *nCvjṽ, *nCṽjv, *nCṽjṽ *nCvɲv, *nCvɲṽ, *nCṽɲv, *nCṽɲṽ
Pueden observarse las siguientes tendencias: -‐Las vocales nasales solo se distinguen efectivamente después de las obstruyentes. -‐La presencia de vocales nasales en sílabas no finales solo ocurre en adyacencia a vocales nasales y en palabras con estructura CVGV (donde G es una consonante glotal) donde la vocal de la sílaba final también está nasalizada. -‐No existen vocales orales después de consonantes nasales, y no existen vocales nasales después de aproximantes ni de consonantes prenasalizadas. -‐No hay raíces con el templete nCvNv (donde nC es una prenasalizada y N una consonante nasal) ni NvAv (donde A es una consonante aproximante). Es comprobable entonces la existencia de una distribución complementaria, donde la presencia de vocales nasales se correlaciona con la presencia de nasalidad en la vocal de la sílaba final. Tomando como modelo la propuesta de Marlett (1992) para el mixteco, se propone que a nivel fonológico en el proto-‐mazateco no existían los proto-‐ fonemas /*m/ ni /*ɲ/ ni /*nd/ (aunque si a nivel superficial), siendo estos alófonos condicionados de /*w/, /*j/ y /*n/ respectivamente5. De esta forma, la tabla anterior puede resumirse de la siguiente forma6: Patrón Vocal Oral Vocal Nasal 1 CV a *tʃʰaᵒ ‘cuñado’ b *tʃʰaⁿ ‘cocina’ 2 NV a *Naᵒ ‘agua’ b *Naⁿ ‘madre’ 3 CVCV a *tʃikiᵒ ‘perico’ b *tsakhiⁿ ‘niña’ 4 CVNV a *kʰanoᵒ ‘calabaza’ b *tsiniⁿ ‘tío’ 5 CVʔV a *tsaʔoᵒ ‘cojea’ b *tsiʔaⁿ ‘pene’ 6 NVʔV a *neʔeᵒ ‘manso’ b *niʔiⁿ ‘fuego’ 7 wV a *waᵒ ‘triste’ b *waⁿ ‘se puede’ 8 CVwV a *tʃʰawaᵒ b *tsowiⁿ ‘arena’ ‘chapulín’
5 Coincidiendo, de hecho, con los fonemas propuestos por Rensch (Rensch, 1976) para el proto-‐otomangue. 6 La ᵒ representa que la vocal es oral, mientras que la ⁿ representa a una vocal nasal.
9 NVwV 10 jV
a *na-‐waᵒ ‘calor’ a *jaᵒ ‘árbol’
11 CVjV 12 NVjV
a *tijaᵒ ‘brazo’ a *najaᵒ ‘cintura’
b *na-‐waⁿ ‘frijol’7 b *jaⁿ ‘nosotros (incl.)’ b *tijaⁿ ‘cerca’ b *na-‐jaⁿ ‘perro’
Esto es, cuando una vocal era nasal propagaba la nasalidad hacia la izquierda si lo permitía la consonante intervocálica, en este caso, consonantes glotales, mientras que al encontrarse ante consonantes obstruyentes no permitía la propagación, como puede verse a continuación: C V G V pero C V C V [nasal] [nasal] La propagación de la nasalidad ha sido observada en otras lenguas, como el guaraní (Goldsmith, 1976) y especialmente otras lenguas de la familia otomangue, como el mixteco (Gerfen, 1999; Marlett, 1992), el chatino (Campbell, 2014) y el cercano ixcateco (Alarcón, 2014).8 2.-‐ El surgimiento de /m/ y /ɲ/ En la obra de Rensch (1976) se menciona que el origen para /m/ y /ɲ/ en las diversas familias otomangues provienen de secuencias /*nw/ y /*yn/. Sin embargo, tanto en mixteco (Gerfen, 1999; Marlett, 1992), chatino (Campbell, 2014) como lo propuesto en este trabajo para el mazateco, la /m/ proviene de una /w/ en adyacencia a una vocal nasal9, mientras que la /ɲ/ tanto en mixteco como mazateco proviene de una /j/ en adyacencia a vocales nasales. 7 Esta forma corresponde a las variantes de Huautla, Jiotes (Santa María la Asunción), San Miguel Huautla (Huautepec); su forma es *na-‐waⁿ, mientras que en el resto de las variantes la palabra para frijol proviene de la forma alterna *jo-‐waⁿ, como se explicará más adelante (Sugerencia de Michael Swanton). 8 Interesantemente, en todas estas lenguas la propagación nasal va de la derecha a la izquierda. Este es un tema que valdría la pena explorar en diversas lenguas otomangues, para determinar si se trata de herencia compartida o algún rasgo areal (o una combinación de ambas). 9 En zapoteco, una lengua que no distingue nasalidad en las vocales, las palabras con /m/ son rastreables a préstamos en la proto-‐lengua. (Hernández Luna, comunicación personal)
En todas las variantes mazatecas /*j/ y /*w/ en adyacencia a vocales nasales dieron como resultado /ɲ/ y /m/10. Sin embargo, otro proceso de naturaleza fonética causó la nasalización de /*j/ y /*w/ en sílabas átonas en contextos donde la vocal final no estaba nasalizada o no podía promover la nasalización porque se encontraba una prenasalizada en el medio. Nasalización de /*j/ en sílaba átona Una importante diferencia entre las distintas variantes mazatecas radica en el desarrollo de palabras con el proto-‐morfema *jo-‐, en cual dio como resultado jo-‐/ju-‐, i-‐ o ni-‐ en las distintas variantes, como se puede ver a continuación:11 -‐‘aguacate’: Kirk *ɲũ-‐mã Propuesta *jo-‐mã Variantes actuales: -‐Nasalizadoras: Ayautla /nima/, Ixcatlán /nima/ San José Independencia /nima/, Santo Domingo /nima/, Jalapa /nima/, Cuanecuititla /nimo/, Soyaltepec /nima/ Mazatlán /nima/ -‐No nasalizadoras: Chilchotla /joma/, Eloxochitlán /ima/, Chiquihuitlán /juma/, Zoquiapan /ima/, Huautla /juma/, Tecóatl /ima/ -‐‘uña’: Kirk *ɲu-‐nku Propuesta *jo-‐nkõ Variantes actuales: -‐Nasalizadoras: Ayautla /niŋɡo/, Eloxochitlán /niŋɡo/, Ixcatlán /niŋɡo/, San José Independencia /niŋɡo/, Santo Domingo /ninku/, Jalapa /ninkũ/, Soyaltepec /niŋɡu/, Mazatlán /niŋɡu/ -‐No nasalizadoras: Chilchotla /jaŋɡo/, Chiquihuitlán /juŋɡũ/, Zoquiapan /iŋɡo/, Huautla /joŋɡo/, Cuanecuititla /jiŋɡɨ/, Tecóatl /iŋɡu/ Se puede observar que algunas variantes nasalizaron a /j/ en posición inicial cuando la consonante de la sílaba siguiente era articulatoriamente nasal.12 Son dos contextos distintos, uno con una nasal plena en medio y otro con una prenasalizada; interesantemente casi todas las variantes coinciden en la nasalización de /j/ en los
10 Una excepción notable es el caso de ‘perro’ en Huautla /nja/ (García, 2013), donde parece que la elisión de la vocal átona previno a la /*j/ de nasalizarse. Por otro lado, esta es una buena prueba de la relación de /j/ con /ɲ/. 11 Estos datos son parte de la base de datos generada por el proyecto de Dialectología mazateca ‘Naginá’. Varían ligeramente de los datos de Kirk (1966); la diferencia de los datos es de cerca de cincuenta años, por lo que estos cambios son esperables. 12 El cambio propuesto en este juego de correspondencias es * jo-‐Nv *ju-‐Nv> *ɲu-‐Nv > *ɲi-‐Nv > ni-‐NV en las variantes nasalizadoras.
dos contextos, a excepción de Eloxochitlán (nasaliza con prenasal y no con nasal plena) y Cuanecuititla (nasaliza con nasal plena y no con prenasal).13 Nasalización de /*w/ en sílaba átona Aunque relacionado con el fenómeno anterior, la nasalización de /*w/ en sílaba átona tiene una distribución algo diferente en las distintas variantes, como puede verse a continuación:14 -‐‘huír/correr’ *wa-‐nka (wa-‐ auxiliar verbal) -‐Nasalizadoras: Ixcatlán /mo-‐ŋɡa/ 15 , Soyaltepec /mo-‐ŋɡa/, Mazatlán /ma-‐ŋɡa/, Huautla /ma-‐ŋɡa/ -‐No nasalizadoras: Eloxochitlán /βa-‐ŋɡa/, Chiquihuitlán /wa-‐ŋɡa/, Santo Domingo /βa-‐nka/, Tecóatl /wa-‐ŋɡa/ Se puede ver que a diferencia de la nasalización de /j/, Huautla forma parte de las variantes nasalizadoras, mientras que Santo Domingo (y probablemente Jalapa) no forma parte de las variantes nasalizadoras. Por otro lado, claramente Ixcatlán, Soyaltepec y Mazatlán forman parte de las lenguas nasalizadoras en este contexto, mientras que Chiquihuitlán y Tecóatl (y en parte Eloxochitlán) forman parte de lenguas no nasalizadoras, dejando al resto de las variantes en un estado de soluciones intermedias. 3.-‐ El surgimiento de las prenasalizadas En la proto-‐lengua no existían las prenasalizadas como tal (siguiendo a Kirk (1966) contra Gudschinsky (1956)), sino secuencias de nasal más obstruyente. Sin embargo, como puede verse en la tabla 1 y 2, la *n ante vocal oral se volvía una prenasalizada *nd para evitar la nasalización fonética de la vocal siguiente16 (estrategia observable hoy en día en el mixteco de Coatzospam (Gerfen, 1999). 13 Aunque fuera de los alcances de este trabajo, es interesante notar que las variantes nasalizadoras se encuentran sobretodo en la parte oriental de la Sprachraum mazateca. 14 En este caso sólo tomaré en cuenta el contexto que tiene una prenasalizada en el centro. No encontré en Kirk palabras con la estructura mVNV. 15 Es claramente recuperable que este morfema ma-‐ proviene de *wa-‐; en las raíces verbales que no inician con consonante nasal, en Ixcatlán mo-‐ tiene un alomorfo βo-‐, como en el caso de /βo-‐koja/ ‘muestra’ (proto *wa-‐ko-‐ja). 16 En las variantea actuales, como se mencionará más adelante, las vocales ante consonante nasal no están especificadas como nasales a nivel fonológico, pero a nivel fonético si cuentan con un contagio de la nasalidad (aunque menor a una vocal nasal fonológica) (Carrera Guerrero, 2014; Chávez Peón Herrero et al., 2014; Wagner, 2014; Wagner, 2014).
Esto plantea proponer que en un momento de la protolengua existía un contraste entre /nt/ y /nd/; este contraste existe en la variante de Jalapa de Díaz en la actualidad17, como puede verse a continuación (se muestran a final los datos de la variante vecina de Ixcatlán para fines comparativos)18: -‐‘nuera’ /nta/ [ˈnta] Ix: /kʰa-‐ⁿda/ [kʰaˈnda] -‐‘agua’ /ⁿda(-‐niɸa)/ [ⁿdaniˈɸʷa] Ix: /ⁿdo-‐ɸa/ [ⁿdo-‐ɸʷa] -‐‘niños’ /ha-‐nti/ [haˈnti] Ix: /kʰi-‐ⁿdi/ [kʰiˈndi] -‐‘lumbre’ /ⁿdḭ/ [ˈⁿdḭ] Ix: /ⁿdiʔi/ [ⁿdiˈʔi] Se puede ver que el contraste existente en Jalapa es neutralizado en Ixcatlán; de hecho, sólo Jalapa y Santo Domingo (las cuales probablemente forman una misma agrupación dialectal) conservan este contraste, a diferencia del resto, donde este contraste fue neutralizado a secuencias (solo Chiquihuitlán (Jamieson, 1977) 19 ), prenasalizadas (Filio, 2014; García, 2013; Wagner, 2014) o posoralizadas (Carrera, 2014). Interesantemente, en la proto-‐lengua existían más secuencias de nasal más oclusiva (Kirk, 1966), las cuales no contrastaban con una prenasalizada en su mismo punto de articulación (en Jalapa y Santo Domingo las correspondencias de /ⁿdz, ⁿdʒ, ᵑɡ/ en el resto de las variantes son realizadas como /nts, ntʃ, nk/ claramente, sin contar con un contraste comparable al de /nt/ /ⁿd/); las palabras con /ⁿd/ en Jalapa son parte de un juego de correspondencias muy interesante donde según Kirk *nt se convirtió en /n/, /l/ y /nd/ en las variantes actuales, reconociendo que la fuente histórica de /nt/ en las variantes actuales proviene de distintas fuentes. Para ese juego en particular (el de la distinción entre /ⁿd/ y /nt/ en Jalapa), palabras con estructura *nCVGV (según Kirk) dan distintos resultados en distintas variantes; tomando en cuenta la propuesta entre la diferencia entre *nVʔṼ *[nVʔV] y *nVʔV *[ndVʔV] la diferencia de resultados en las variantes actuales resulta en una explicación más sencilla, como puede verse a continuación: -‐‘fuego’ Kirk: *ntʸiˀi Propuesta: *niʔĩ Variantes actuales: Conservadoras: Eloxochitlán /niʔĩ/, Tecóatl /niʔĩ/ 17 En Ixcatlán a nivel fonético también existe una diferencia entre [nːd], [nːt] y [ⁿd], sin embargo, a nivel fonológico se trata de dos sílabas: las dos primeras con una nasal silábica más oclusiva /n̩ .ⁿdV/ /n̩ .tV/ y la última de una sola sílaba con una prenasalizada [ⁿdV]. 18 Agradezco mucho a Edith Fuentes por los datos. 19 Beal (2011) propone lo mismo para Soyaltepec, sin embargo, trabajando con datos de primera mano de esa variante pienso que se trata de sonidos prenasalizados (monofonemáticos) más que secuencias.
Innovadoras 1 (neutralización con *nVʔV *[ndVʔV]): Ayautla /ⁿdiʔo/, Ixcatlán /ⁿdiʔi/, Chiquihuitlán /ⁿdiʔi/, Jalapa /ⁿdḭ/, Santo Domingo /ⁿdḭ/, Soyaltepec /ⁿdiʔi/ Innovadoras 2 (cambio a l): Mazatlán /lḭ/, Huautla /lḭ/, Zoquiapam /li/ Compárese con ‘manso’ *nteʔe20 Mazatlán /ntˀi/, Ayautla /ntˀe/, Jalapa /ntˀe/, Santo Domingo /ntˀe/, Huautla /ntˀe/, Ixcatlán /ntˀʲe/, Tecóatl /nte/ 4. Sobre las vocales nasales Vale la pena hablar por último sobre el estatus de las vocales nasales y sus relaciones con las consonantes nasales. En la mayoría de las variantes mazatecas sólo pueden aparecer vocales nasales en la sílaba acentuada21. Siguiendo el análisis de Golston y Kehrein (1998) sobre los rasgos glotales anclados del mazateco, este se puede extender a los segmentos con un rasgo [nasal], creando la restricción de *[nasal] [nasal] en (algunas de) las variantes actuales, por lo que no aparecen vocales nasales fonológicas después de consonantes nasales o consonantes prenasalizadas. En variantes donde las prenasalizadas si son secuencias de nasal más consonante, esta restricción no existe, por lo que palabras como ‘uña’ conservan la vocal nasalizada de la protolengua después de estas secuencias, mientras que en las que estos grupos son monofonemáticos estas vocales se nasalizaron, como puede verse a continuación: -‐‘uña’: Kirk *ɲu-‐nku Propuesta *jo-‐nkõ Variantes actuales: -‐Secuencias: Jalapa /ninkũ/22, Chiquihuitlán /juŋɡũ/, -‐Fonemas monofonemáticos: Ayautla /niŋɡo/, Eloxochitlán /niŋɡo/, Ixcatlán /niŋɡo/, San José Independencia /niŋɡo/, Soyaltepec /niŋɡu/, Mazatlán /niŋɡu/, Chilchotla /jaŋɡo/, Zoquiapan /iŋɡo/, Huautla /joŋɡo/, Cuanecuititla /jiŋɡɨ/, Tecóatl /iŋɡu/ 5. Surgimiento de nasales silábicas En la variante de San Pedro Ixcatlán los grupos históricos (con consonantes coronales en la sílaba acentuada) nVnV, nVTV, nVnDV dieron lugar a nasales silábicas en la 20 Este dato se toma completamente de Kirk (1966). 21 Agradezco a enormemente la amabilidad de Daniel Agee por mostrarme una excepción en los datos de Eloxochitlán, variante en la cual formaciones como ‘treinta’ /kã-‐tẽ/ (veinte-‐diez) se pronuncia como [katẽ] (al igual que las otras variantes), pero en otras formaciones como /bakõ/ [baˈkõ] ‘demuestra’ y /bakõja/ [bakõˈja] ‘enseña’ la nasalización puede aparecer en sílabas átonas. 22 Según Kirk también Santo Domingo tiene una vocal nasal en esta palabra.
sílaba átona, cambio probablemente motivado para evitar la nasalización (incluso fonética) en la vocal átona. Este cambio es muy reciente, Kirk (1966) lo menciona y Wagner (2014) lo encuentra bastante extendido en la variante actual. Por otro lado, la vocal nasal /õ/ después de /ʔ/ y /h/ empieza a realizarse como una [m̩] en hablantes jóvenes. 6. Ixcatlán, porqué /m/ y /ɲ/ sí son fonemas de la lengua A pesar de que distribucionalmente en la variante de Ixcatlán se conserva parcialmente la distribución complementaria en las sílabas tónicas entre vocales nasales/consonantes nasales, hay diversos factores que me llevan a concluir que estas dos consonantes si son fonemas de la lengua: -‐Adjunción de prefijos nasales a oclusivas, creando la distinción nasal/prenasal en sílaba átona, donde no opera el principio de diferenciación (incluye compuestos como *nda-‐hwa para agua y *na-‐ti para piojo). -‐Refonologización de la /n/ en sílaba átona a partir de *ju > *ɲu > *ɲy > *ɲi > ni que cambió hacia /nd/. -‐Pérdida de distinción de las aproximantes murmuradas, lo cual desvincula la relación complementaria entre éstas y las nasales (nasales planas/laringizadas/murmuradas contra aproximantes planas/laringizadas) -‐Neutralización de /n/ y /ɲ/ ante anteriores en Ixcatlán -‐Introducción de préstamos del español con /m/ y /ɲ/ 7. Conclusiones, preguntas abiertas Es muy conveniente proponer la naturaleza autosegmental de la nasalidad en la proto-‐lengua, ya que muchos fenómenos irregulares en Kirk tienen una explicación observable en otras lenguas actuales (como el mixteco). Aunque diversos de estos procesos tienen una clara motivación fonética, y son rastreables en las variantes actuales, no es dinámico ya en la mayoría de las variantes, por lo que sería complicado proponer reducir los inventarios fónicos bajo estas motivaciones (como en la protolengua o el mixteco de Coatzospam (Gerfen, 1999)); sin embargo, puede que algunas de las variantes menos estudiadas sí lo conserven, por lo que queda abierta la posibilidad de la conservación del comportamiento autosegmental de la nasalidad.
8.-‐ Bibliografía utilizada Alarcón, R. (2014). Propagación nasal en ixcateco. Presentado en Coloquio sobre Lenguas Otomangues y Vecinas VI «Mario Molina Cruz», Oaxaca, México. Beal, H. D. (2011). The Segments and Tones of Soyaltepec Mazatec. The University of Texas at Arlington. Campbell, E. (2014). Aspects of the Phonology and Morphology of Zenzontepec Chatino, a Zapotecan Language of Oaxaca, Mexico. The University of Texas at Austin, Austin, Texas. Carrera Guerrero, H. (2014). Fonología del mazateco de San Lorenzo Cuaunecuiltitla. Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, México. Chávez Peón Herrero, M. E. (2014). Nasalidad en Lenguas Otomangues: Fonética, Fonología, Tipología. Presentado en Workshop on the Sound Systems of Mexico and Central America, New Haven, CT. Chávez Peón Herrero, M. E., Gaitán Hidalgo, E. M., Manzano Corona, M. I., Montoya Pérez, A. G., Alarcón Montero, R., Wagner Oviedo, C. de J., … Kingston, J. (2014). La nasalidad como fenómeno fonológico en lenguas otomangues: Evidencia instrumental del chinanteco y mazateco. Presentado en Coloquio sobre Lenguas Otomangues y Vecinas 6 Mario Molina Cruz, Oaxaca, México. Filio García, I. (2014). Segmento y tono del mazateco de Nàjndiàá. Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social, México D.F. García García, E. (2013). Fonología segmental y sistema tonal del mazateco de Río Santiago, Huautla. Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social.
Gerfen, C. (1999). Phonology and Phonetics in Coatzospan Mixtec. Springer. Goldsmith, J. A. (1976). Autosegmental phonology (Ph.D. Dissertation). MIT. Golston, C., & Kehrein, W. (1998). Mazatec Onsets and Nuclei. International Journal of American Linguistics, 64(4), 311-‐337. Gudschinsky, S. (1956). Proto-‐Mazatec structure. University of Pennsylvania. Jamieson, A. R. (1977). Chiquihuitlan Mazatec Phonology. En Studies in Otomanguean Phonology (ed. William R. Merrifield). SIL University of Texas at Arlington. Kirk, P. L. (1966). Proto-‐Mazatec phonology. University of Washington. Marlett, S. A. (1992). Nasalization in Mixtec Languages. International Journal of American Linguistic, 58(4), 425-‐435. Rensch, C. R. (1976). Comparative Otomanguean Phonology. Research Center for Language and Semiotic Studies, Indiana University. Wagner Oviedo, C. de J. (2014). El sistema consonántico del mazateco de San Pedro Ixcatlán: Una propuesta de análisis. Presentado en VI Coloquio Leonardo Manrique, México D.F. Wagner Oviedo, C. de J. (2014). Nasales silábicas en el mazateco de San Pedro Ixcatlán: evidencias fonéticas y fonológicas. Presentado en Coloquio sobre Lenguas Otomangues y Vecinas 6 ‘Mario Molina Cruz’, Oaxaca, México.
Lihat lebih banyak...
Comentarios