La muerte en el antiguo Egipto

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Descripción

Santiago Enrique González González NIUB 14941124

LA MUERTE EN EL ANTIGUO EGIPTO

Religiones Próximo Oriente

LA MUERTE EN EL ANTIGUO EGIPTO

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INDICE MUERTOS 12345-

TUMBAS ATAÚDES Y SARCÓFAGOS MOMIFICACIÓN VASOS CANOPOS ESTATUILLAS FUNERARIAS

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MUERTE 12345-

CONCEPTO DE LA MUERTE EL JUICIO DE LOS MUERTOS EL LIBRO DE LOS MUERTOS EL ESPÍRITU DE ULTRATUMBA DEMONOLOGÍA

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CONCLUSIÓN

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BIBLIOGRAFÍA Y RECURSOS UTILIZADOS

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TUMBAS La historia del Antiguo Egipto nos ha dejado diferentes tipos de tumbas utilizadas, principalmente, entre Faraones e individuos con poder suficiente para correr con el gasto de estas infraestructuras.

Mastabas Se trata de enterramientos bajo tierra, en un pozo profundo y sobre el que se alzaba una estructura con forma rectangular. La base rectangular podía contener una capilla destinada a las ofrendas. Pese a ser construcciones más antiguas que las pirámides, su uso se mantuvo durante distintos periodos. El difunto se podía beneficiar de ofrendas en la capilla del culto a través de la “falsa puerta”. Esta “falsa puerta” era una vía de comunicación entre el mundo de los vivos y de los muertos desde la que el difunto podría observar la capilla de ofrendas e incluso salir si era necesario.

Pirámides Las primeras pirámides eran construcciones escalonadas. La más antigua data de las III Dinastía. Pertenecía al Faraón Zoser y está situada en Sakkarah. Se ha podido demostrar que, como muchas otras, esta pirámide fue construida como una evolución de una mastaba primigenia.

A partir de la IV Dinastía aparecieron las primeras pirámides regulares. Las cámaras funerarias se podían disponer bajo tierra o dentro de la propia masa piramidal. Numerosos pasadizos, dotados de ingeniosos dispositivos, intentaban evitar el saqueo y profanación de la cámara principal. Pese a ello, la gran mayoría fueron abiertas ya en la antigüedad. La más grande es la

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pirámide de Keops con unas dimensiones de 230 metros en su base cuadrada y 146,5 metros de altura.

Hipogeos Este tipo de tumbas se situaban en los acantilados del valle del Nilo. Se excavaban túneles en las paredes rocosas y se colocaba en el interior el sarcófago. Se comenzaron a construir durante el Imperio Medio y los más grandes se encuentran cerca de Tebas, ciudad que adoptaría este tipo de formato funerario debido a la falta de terreno llano cerca del Nilo. Allí se halló en el siglo XX la famosa tumba de Tutankhamon.

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ATAUDES Y SARCOFAGOS Los sarcófagos, saturados de símbolos y jeroglíficos sagrados, contenían el cuerpo de los egipcios que aspiraban a vencer a la muerte y vivir en el más allá. Aunque muchas veces se confunden los términos de ataúd y sarcófago, lo cierto es que los primeros están hechos de madera y los segundos de piedra. Si bien muchas veces el ataúd se introducía dentro del sarcófago, en ocasiones una única tapa cubría la momia (tapa de momia). Un tercer material utilizado fue el cartonaje, consistente en la aplicación sucesiva de lino (o papiro), goma y yeso sobre una “momia base/modelo” que era pintada después con policromía de acuarelas. Las formas básicas son la rectangular y la mumiforme. Los ataúdes mumiformes aparecen como un desarrollo de las máscaras de momia que cubrían la parte superior de la momia. Los ataúdes estaban a menudo cubiertos de inscripciones, representaciones de artículos funerarios y lista de ofrendas. La tendencia posterior fue de incluir más decoración con escenas de dioses o textos. La parte exterior de la tapa, a menudo incluía la “fórmula para salir al día y volver a abrir la tumba”, capítulo 72 del Libro de los Muertos: “¡Salve, vosotros, señores de los kas, exentos de pecados, que existís para siempre jamás! He venido hacia vosotros, porque soy uno de los gloriosos por mis formas y dispongo de mis fórmulas mágicas, siendo reconocido como un bienaventurado. ¡Salvadme de los furores de este País de justos! ¡Dadme mi boca para que por ella pueda hablar! Luego se me darán mis ofrendas en presencia vuestra, porque os conozco y conozco vuestros nombres, y sé también el nombre del Gran dios ante el cual ponéis (vuestros) alimentos (celestes): Kemkem es su nombre. (Tal dios) se interna fuera del horizonte oriental del cielo (y después) se hunde en el horizonte occidental del cielo. Cuando se retire (yo me retiraré) y cuando sea próspero yo (también) seré próspero. La puerta no me rechazará y los rebeldes no tendrán poder sobre mí; no se me echará de vuestras puertas (y) vuestras puertas no serán cerradas detrás de mí. Puesto que mi pan está en Pe y mi cerveza en Dep, allí hay abundancia de alimentos, los cuales me entregó mi padre Atum cuando fueron establecidas para mí mis moradas terrestres: cebada y espelta se encuentran allí sin que se conozca su cantidad. Y ello se ha hecho para que mis alimentos no me falten nunca (y además me sean dados) por mi propio hijo. Dadme la ofrenda funeraria, el incienso y los aceites y todas las cosas buenas y puras con las cuales vive un dios. Y que sea una regla, para siempre, el tomar todos los aspectos que yo quiera y el poder bajar o remontar el río en la Campiña de las Juncias, (pues) soy Ruty.”

A partir del siglo II y siglo III d.C., se sustituyen las tradicionales máscaras por retratos más realistas sobre tablas de madera. Se pintaban ojos grandes y abiertos, sonrisa y muestra de serenidad ante la muerte.

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LA MOMIFICACIÓN La momificación era el método utilizado por los antiguos egipcios para preservar y conservar los cadáveres de los difuntos. Esta práctica se llevaba a cabo debido al pensamiento que tenían los egipcios de la importancia de conservar el cuerpo para el más allá. Un cuerpo irreconocible sería sinónimo de un espíritu que correría peligro en el más allá. La momia era una “póliza de seguro”. Si bien no es una práctica exclusiva de Egipto, sí han sido las momias egipcias las más conocidas y las que permiten observar cuestiones sobre los difuntos y sobre los ritos de momificación. En época predinástica los difuntos eran secados bajo la caliente arena del desierto (deshidratación o desecación). Se han encontrado fosas ovales donde el cadáver estaba en posición fetal y la cabeza orientada hacia el este. Se aprecia una asimilación entre esta forma de enterramiento con la posición idónea para un futuro nuevo parto. A partir del siglo III d. C., la práctica de la momificación cayó en desuso debido, en parte, a las nuevas concepciones religiosas que prohibían el trato directo con los muertos.

Procedimiento No se conserva ninguna descripción detallada sobre el procedimiento de momificación, únicamente la mención que hizo Herótodo 1en un viaje a Egipto en el siglo V a. C. “Para un embalsamamiento de primera clase proceden de la siguiente forma. En primer lugar, con un hierro curvado, extraen por las fosas nasales el cerebro, o por lo menos la mayor parte de él, y destruyen el resto mediante la inyección de sustancias disolventes. Después, con una aguzada piedra etíope, abren el flanco, sacan todos los intestinos del abdomen, lo lavan con vino de palma, lo espolvorean con perfumes molidos, y finalmente vuelven a coserlo, después de haberlo llenado de mirra pura machacada, de canela y otros perfumes, entre los que solo se excluye el incienso. Hecho esto, secan el cuerpo en nitrato y lo dejan en él durante setenta días y ni uno solo más, pues no está permitido. Transcurridos estos setenta días, lavan el cuerpo y lo envuelven por completo con unas vendas de lino del más fino impregnadas de goma, de la que los egipcios hacen uso en vez de la cola. Los parientes vuelven entonces a hacerse cargo del cadáver, lo encierran en un cofre de madera de forma humana y lo colocan de pie contra el muro de la cámara sepulcral. Este es el embalsamamiento más caro. Para los que prefieren el embalsamamiento de tipo medio y desean ahorrarse un fuerte desembolso, los embalsamadores hacen los siguientes preparativos. Después de haber llenado sus jeringas de aceite de cedro, inyectan este aceite en el abdomen del muerto sin abrirlo ni sacar las entrañas, y procuran retener el líquido de tal modo que este no pueda escapar. Seguidamente sumergen el cuerpo en natrón y lo conservan en él durante el tiempo prescrito; después dejan 1

Herótodo de Halicarnaso. Historiador y geógrafo griego (484-425 a. C.)

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salir de las cavidades el aceite de cedro que antes habían introducido en ellas. Este aceite tiene fuerza suficiente para arrastrar con él intestinos y vísceras, pues los ha disuelto. En el exterior el natrón ha disecado la carne, y no queda del muerto más que la piel y los huesos. Efectuada esta tarea, lo devuelven en dicho estado y no se ocupan más de él. He aquí el tercer embalsamamiento, destinado a las gentes podres. Los embalsamadores administran en los intestinos una inyección de jaramago y secan el cuerpo en el natrón durante setenta días; seguidamente, lo devuelven para que sea retirado de allí”

Una reconstrucción más detallada la han podido ofrecer los científicos basándose en estudios a múltiples momias: Se preparaban resinas, aceites y especias. Se llevaba a cabo la extracción del cerebro a través de los orificios nasales por mediación de un pequeño garfio. Se vertía aceite caliente (cera de abeja y resinas) dentro del cráneo. Se practicaba una incisión en el abdomen para la extracción de los órganos. Hígado, pulmones, estomago e intestinos eran lavados y ungidos por separado y dispuestos en los vasos canopos. El corazón, considerado sede de la sabiduría, se dejaba en su sitio. Se cubría el cuerpo con natrón para extraer la humedad de los tejidos. Pasados 40 días, se extraía el natrón y se ungía el cuerpo, pelo incluido, con aceites. Finalmente se rellenaba de tela para conservar la forma y se procedía al vendaje con vendas de lino (unos 800 metros) entre las que se colocaban amuletos y un escarabeo (representaba el renacimiento) sobre el corazón.

El funeral, igual que la momificación, consistía en un ritual depurado donde nada se dejaba al azar. Se hacia una procesión desde el hogar familiar al lugar del sepulcro. Abría la comitiva las plañideras profesionales. Eran seguidas por los sirvientes que portaban las posesiones del difunto. Una de las ceremonias más importantes era la apertura de la boca. Con ello, el sacerdote aseguraba la respiración y el habla del difunto en su nueva vida. A continuación se introducía el sarcófago en la 2 cámara del sepulcro y se sellaba la tumba . Las pinturas que adornaban las tumbas mostraban a los sirvientes pasando penalidades mientras que al 3 propietario y familiares se les pintaba de forma saludable .

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Los egipcios consideraban las tumbas el lugar donde el mundo de los muertos y de los vivos permanece en contacto. 3 La última apariencia física de un egipcio en la tierra era el preludio de la eternidad.

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VASOS CANOPOS La terminología proviene de la relación equívoca que hicieron los primeros egiptólogos con Kanopos4. De Kanopos se decía que tras su trágica muerte era venerado en forma de vaso o jarro en la ciudad egipcia de Per-gwati. Los vasos canopos eran unos recipientes, habitualmente hechos de alabastro, que se incluían dentro de las cámaras sepulcrales cerca del ataúd. Con forma de jarro con tapadera, estaban destinados a contener las vísceras del difunto. Las tapaderas con forma simple pasaron a reproducir, a partir del periodo ramésida, las cabezas de los cuatro hijos de Horus y los textos incluidos los ponían bajo la protección de una diosa concreta.

Hijos de Horus

Punto Cardinal

Figura de la cabeza

Órgano contenido

Divinidad protectora

AMSET HAPY DUAMUTEF QUBEHSENUF

SUR NORTE ESTE OESTE

HOMBRE BABUINO CHACAL HALCON

HIGADO PULMONES ESTOMAGO INTESTINOS

IRIS MEFTIS NEITH SELQUIS

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Kanopos; piloto de Menelao en la guerra de Troya.

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ESTATUILLAS FUNERARIAS Y OTRO CONTENIDO Las estatuillas funerarias, también llamadas Shabti (palo, trozo de madera), Shawabty (los de Persea) o Ushebti (el que responde), formaban parte del equipamiento funerario. Se introducían para que actuasen como cuerpo sustituto o como trabajador delegado del difunto en el más allá. Inicialmente estaban hechas de cera o maderas, pasando a fabricarse de barro, piedra o bronce en periodos más tardíos. La gran mayoría presentan aspecto mumiforme y, en base a los materiales o colores con los que están hechas o a las herramientas que se les incluía, se puede conocer a qué periodo pertenecían. Así, las hechas en piedra resistente y oscura datan de la XXV Dinastía; las hechas de madera muy tosca son de finales de XVII Dinastía; con cestas colgadas por delante pertenecen a la XVIII Dinastía y con las mismas cestas colgadas por detrás a la XIX Dinastía y posteriores; policromadas sobre fondo blanco son de finales de XVIII Dinastía y, si incluyen un pequeño pedestal y columna trasera, datan de mediados de la XXVI Dinastía y posteriores. Incluían escrito la fórmula del capítulo 6 del Libro de los Muertos con instrucciones apropiadas para que el ushebti ejecute los trabajos para alguien en el más allá: Que diga: ¡Oh ushebti de (…)! Si soy llamado, si soy designado para hacer todos los trabajos que se hacen habitualmente en el Más Allá, (sabe) bien que la carga te será infligida allí abajo, como (se debe) alguien a su trabajo. Toma tú mi lugar en todo momento para cultivar los campos, para irrigar las riberas y para transportar la arena de Oriente a Occidente. Heme aquí, dirás tú (figurilla). Iré a donde me mandes.

Otros contenidos La gran cantidad de contenido funerario encontrado, hace casi imposible listarlos. Parte de ese contenido tenía su propia función dentro de las tumbas:   

Maquetas de campesinos con bueyes. Representaciones de Osiris. Amuletos. o Hijos de Horus o Maqueta de barca – mesektet de Ra. o Planta de papiro. o Animales divinos (ibis, perro, pez, mono, toro Apis…). o Dos dedos – protección incisión abdominal. o Disco solar. o Escarabajo – considerado símbolo de regeneración.

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CONCEPTO DE LA MUERTE El concepto de la muerte tras la vida que tenían los egipcios es muy primitivo. La otra vida se veía como una prolongación en el más allá de la vida placentera vivida aquí, de ahí la importancia que le daban al culto del cuerpo del difunto. Si bien se concebía ese más allá como un terreno paradisiaco, se trataba de un terreno donde el ciclo y las obligaciones de la vida terrenal se reproducían, idea alejada del paraíso monoteísta más tardío. La muerte se concebía como la última prueba que se debía superar en el mundo terrenal.

Ka y Ba Dentro de los conceptos espirituales egipcios ligados al cuerpo, encontramos el Ba y el Ka, necesarios para entender la percepción de la muerte y la idea del más allá que tenían. El Ka es la fuerza vital que un Dios da al ser humano cuando nace, es la parte divina que todo ser humano tiene (Ka + cuerpo = persona). Existen hasta 14 clases de Ka y podría referirse a las cualidades propias de cada individuo (fuerza, poder…). El cuerpo, y especialmente la tumba, deben estar en buenas condiciones ya que es allí donde vive el Ka una vez ha salido del cuerpo. Cuando abandona el cuerpo, el Ka podía trasladarse por la tierra o incluso entrar en el cielo para conversar con los dioses Los alimentos de las mesas de ofrendas sirven para alimentar el cuerpo y el Ka. El Ba también forma parte de los humanos y puede quedarse en el cuerpo en el momento de la muerte. La destrucción del cuerpo significaba la destrucción del Ba. El Ba es la parte del alma que se somete a juicio divino para atravesar al otro mundo. Se representa con un pájaro con cara humana. El Ba podía abandonar la tumba y regresar a ella para visitar el cuerpo e incluso reanimarlo y hablar con él.

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EL JUICIO DE LOS MUERTOS La idea del juicio de los muertos es tan antigua que se hace imposible averiguar el periodo en que se forjó. En los papiros de Nebseni y Amon-neb se muestra una imagen del difunto pesado contra su propio corazón. Es probable que, en algunas épocas, existiera en Egipto la creencia de que en el juicio de los muertos se hacia una valoración entre el peso del cuerpo y el del corazón para verificar si el cuerpo había cumplido los preceptos del corazón.

Pesaje del corazón El juicio comenzaba con la Confesión Negativa que el difunto recitaba antes de proceder al pesaje del corazón. Esta confesión se hacía ante los 42 dioses que estaban subordinados a Osiris y que ocupan un lugar secundario en la Sala del Juicio. El difunto confiesa, entre otras acciones; no haber maldecido a Dios ni al rey; no ha cometido robo, asesinato, sodomía o adulterio; no ha sido autoritario, hipócrita, irreflexivo, colérico o arrogante; no ha sido avaro, blasfemo o fraudulento; no ha sido sordo a las palabras piadosas ni ha aterrorizado a nadie; no ha sido orgullo ni vanidoso; no ha estafado, no ha obstruido canales de agua públicos ni ha arrasado la tierra cultivada de la comunidad. Tras la confesión negativa, comenzaba el pesaje del corazón en contraposición con una pluma de Maat. Anubis 5se encontraba a un lado de la balanza y era quien sostenía el peso de la lengüeta. Tras él, se encontraba Tot, encargado de escribir el resultado del pesaje. No se esperaba que el peso del corazón hiciera subir el peso de la pluma de Maat. Todo lo que se pedía del difunto es que el peso del corazón estuviera en equilibrio con el símbolo de la ley que representaba la pluma. Si el peso era mayor, el corazón era devorado por Ammyt (devorador de los muertos), un ser con cuerpo de león, parte trasera de hipopótamo y cabeza de cocodrilo.

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Anubis; señor de la necrópolis.

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EL LIBRO DE LOS MUERTOS El Libro de los Muertos data del 1500 a. C. Posterior a los Textos de las Pirámides (2500-2300 a. C.) y a los Textos de los Sarcófagos (2300-2000 a. C.), el Libro de los Muertos no es un libro en el sentido estricto de la palabra. Aunque toda la literatura funeraria eran textos a disposición de todo el mundo, sí existía la prohibición de no hacer público el contenido a los profanos ni se permitía la transmisión generacional. El Libro de los Muertos se trata de una colección de fórmulas mágicas que el difunto debía conocer para su viaje al más allá. La edición definitiva se publicó durante la XXVI Dinastía6. Las primeras formulas del Libro de los Muertos aparecen al final de la XVII Dinastía. En uno de los sarcófagos de la reina Montouhotep aparece escrito el capítulo 64. En el sarcófago se inscribía el capítulo 1; “Comienzo de las fórmulas para salir al día y de las transfiguraciones y glorificaciones del bienaventurado en el más allá”. El difunto afirma que ha hecho el bien en vida y hace una súplica a los dioses para que lo reciban. El capítulo 13 era leído por el sacerdote; “Fórmula para entrar en el más allá y salir de él”. En él, se desea al muerto que llegue a la luz tras atravesar el inframundo. Todo me pertenece, pues todo me ha sido dado. Había entrado (en el Occidente) como halcón, como el ave fénix salgo. ¡Estrella de la mañana, ábreme el camino! ¡Que entre en paz en el hermoso Occidente! Pertenezco al lego de Horus. (Por lo tanto), ábreme el camino para que pueda adorar a Osiris, el señor de la Vida

El capítulo XV se encontraba en un papiro que llevaba el muerto; “Himnos a la gloria de Ra y de Osiris”. Se trataba de una adoración al sol naciente. (…) ¡Loado seas, Ra! Cuatro veces. ¡Loado seas tú y tu alma, por siete veces! ¡Loado seas tú y tus kas, por catorce veces!

Seguidamente se recitaba el capítulo 19 sobre la corona que se colocaba al difunto; “Formula de la corona de la victoria”. La corona de flores que se colocaba habitualmente alrededor de la cabeza de la momia, simbolizaba la victoria del difunto en el tribunal de Osiris. El capítulo 100 se colocaba sobre el difunto para que el alma se reuniera con él y subiera a la barca del sol; “Libro para glorificar al bienaventurado y lograr que viaje en la barca de Ra con su cortejo”. 6

S.VI a. C.

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Hice pasar al fénix hacia el Oriente (y) a Osiris hacia Busiris; abrí las cavernas de Hapy; despejé los caminos para el Disco; azucé a Sokar sobre el trineo; fortalecí a la Grande en su momento de acción; canté y adoré al Disco y me alegré con los cinocéfalos que se hallaban en jubileo, puesto que soy uno de ellos. Yo fui el segundo de Isis y reforcé sus encantamientos mágicos; (aseguré) a Apofis anudándole los cordajes, (le) hice retroceder (y) detuve su marcha. Ra me tendió sus manos sin que su comitiva me rechazara. Cuando soy fuerte el Ojo sagrado es fuerte y recíprocamente. (Por ello) quien intentara apartar a N. (que soy yo) (de la barca de Ra) seria él apartado del huevo y del pez-abdju.

A la derecha de la momia se situaba una barca donde se depositaba el capítulo 130; “Otra fórmula para trasfigurar al bienaventurado en el día del nacimiento de Osiris y hacer vivir su alma eternamente”. Bajo la cabeza de la momia se ponía una copia de Libro de los Muertos con todas las fórmulas mágicas. En las estatuillas funerarias que se introducían dentro del sarcófago, se inscribían fragmentos del Libro de los Muertos. El alto valor religioso del ritual queda patente al estudiar estos datos. Toda persona que quisiera alcanzar la vida eterna, tenía que llevar consigo en el sepulcro el Libro de los Muertos. Sin embargo, no todas las fórmulas escritas en el Libro de los Muertos iban dirigidas al mundo de los muertos. En algunas de ellas, como la del capítulo 18 (Letanía de la victoria), se pedía la victoria sobre los enemigos. Lo mismo ocurre con las rúbricas de la fórmula 19 (Fórmula de la corona de la victoria) y la fórmula 71 (Fórmula para salir al día). En ellas, se da otorga protección a quien las conozca. Esta fórmula debe recitarse sobre la corona divina colocada sobre la cabeza del difunto al mismo tiempo que se quema incienso para el Osiris N (el difunto). (Esto) motivará que sea proclamado victorioso sobre sus enemigos muertos o vivos y figurar entre los seguidores de Osiris, y (así) se le darán cántaras (de cerveza) y panes en presencia de dios. (Cuando es) recitado para ti, al despuntar el alba, equivale a una gran protección, verdaderamente eficaz, (cuyo efecto) jamás cesa. (Rúbrica; capítulo 19) Quien conozca esta fórmula estará intacto sobre la tierra, cerca de Ra, y podrá tener una bella sepultura cerca de Osiris. Es muy útil (el conocimiento de esta fórmula) al hombre en el Más Allá. Además le serán dados panes de ofrenda en el transcurso de cada día. Esto ha sido verdaderamente eficaz millones de veces. (Rúbrica; capítulo 71)

Otras rúbricas con significado especial es la del capítulo 72 (Fórmula para salir al día y volver a abrir la tumba). Es dicha rúbrica se dice que, aquel que conozca el Libro de los Muertos, podrá salir al mundo de los vivos. Quien conozca este texto en la tierra o quien lo tuviese escrito en su sarcófago podrá salir al día bajo todos los aspectos que pueda desear (tomar) y entrar (otra

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vez) en su morada sin ser rechazado. Le serán dados pan y cerveza y una gran pieza de carne proveniente de los altares de Osiris; podrá acceder en paz a la 7 Campiña de las Juncias según la resolución del decreto del que está en Busiris y le serán dados en el Más Allá cebada y espelta. Será, entonces, próspero como cuando estaba en la tierra y hará lo que desee, como (hacen) los dioses de la Enéada que están en la Duat. Esto ha sido verdaderamente eficaz millones de veces.

Interesante es también la rúbrica del capítulo 135 (Otra fórmula a pronunciar cuando se renueva la luna, a primero de mes). En ella, se promete la deificación en vida a quien conozca la fórmula. Quien conozca esta fórmula se convertirá en un bienaventurado perfecto en el Más Allá y no morirá otra vez en el mundo de ultratumba (sino que) comerá junto a Osiris. El que la conozca en la tierra será como Thot; será adorado por los vivos y no caerá ante el ataque del rey (ni) bajo el fuego de Bastet, (sino que) alcanzará una larga y hermosa vejez.

El Libro de los Muertos era, como se puede apreciar, de vital importancia para los egipcios. La idea que se forjaron los egipcios sobre el más allá hacía, casi obligatoria, la existencia de este conglomerado de papiros cargados de fórmulas, sortilegios, conjuros o encantamientos. Son numerosas las fórmulas y merecedoras de un trabajo más detallado de estudio que no corresponde. Desconociendo la justificación del desorden, la eliminación de bastantes de ellas, la repetición o la duplicidad, podemos tomar como estructura interna la división más o menos lógica seguida por Paul Barguet8. Barguet subdivide el Libro de los Muertos en cuatro secciones: 1- Capítulos 1-16 – Plegaria, viaje a la necrópolis, himnos al sol y a Osiris. 2- Capítulos 17-63 – Transfiguración, triunfo, impotencia de los enemigos, poder sobre los enemigos. 3- Capítulos 64-129 – Transfiguración, poder de manifestarse bajo formas diferentes, de utilizar la barca solar 9y de conocer ciertos misterios. Retorno a la tumba. Juicio delante del tribunal de Osiris. 4- Capítulos 130-162 – Glorificación del difunto, para leerse a lo largo del año y en determinadas fiestas, en el culto funerario, servicio de ofrendas, preservación de la momia por los amuletos. 5- Los capítulos 163-190 se pueden considerar como suplementarios.

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Campos de Osiris. Lugar en el más allá donde el fallecido goza de libertad para trabajar en los campos y producir alimentos. 8 Egiptólogo (1915-2012) 9 Barca donde, según los egipcios, Ra hacía su periplo nocturno por el mundo de los muertos.

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EL ESPIRITU DE ULTRATUMBA Haciendo una lectura a los cuentos egipcios que nos han llegado (la mayoría de ellos en pésimo estado), podemos ver cómo, también en la literatura, las relaciones entre los vivos y los muertos siguen unos cánones que hemos visto hasta ahora. Entre ellos, la historia de El espíritu de ultratumba es, quizás, una de la que nos muestra con más precisión parte de lo trabajado. El texto, escrito en ostraca, ha llegado muy fragmentado hasta nuestros días. El cuento relata como Natbusemej, hijo de un rey de Egipto, vaga y se aparece en el mundo de los vivos debido al deterioro que ha sufrido la tumba en la que reposaba y que ha provocado la interrupción de su descanso. Finalmente es un sacerdote el encargado de facilitarle de nuevo un descanso eterno y una vida serena en el mundo de ultratumba gracias al nuevo cuidado de la sepultura. … me entregó mis cuatro vasos de embalsamamiento, así como mi sarcófago de alabastro. Y ordenó que se hiciera en mi favor todo cuanto debe hacerse en favor de cualquiera que se encuentra en mi situación, haciendo que reposara en mi tumba… Mira, la parte baja del suelo (de mi tumba) está en ruinas y se hunde por fuera. El viento entra soplando y hace frio… -Dime lo que deseas, y lo haré en tu favor y haré que se cuide nuevamente tu sepultura (…). También haré que se actúe con respeto a ti como hay que actuar con respeto a cualquiera que esté en tu situación. Ya no tendrás que soportar, desnudo, el viento del invierno; hambriento no (…). No tengo intención de abandonarte. De lo contrario, no me habría ocupado de esto.

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DEMONOLOGIA En la religión egipcia no existen seres que podamos equiparar a los demonios que conocemos por las religiones monoteístas. En el Libro de los Muertos podemos leer mención a Apofis (capitulo 7; Fórmula para evitar la espalda abominable de Apofis). Apofis estaba considerado un demonio indestructible con forma de serpiente que vivía en el cielo y que diariamente atacaba la barca celeste de Ra. En el capítulo 27 del Libro de los Muertos (Fórmula para impedir que se arrebate al difunto su corazón en el Más Allá), si bien no se menciona expresamente a ningún demonio, si se hace una mención a unos seres malignos de la morada de Thot. ¡Salve, oh tú que te apoderas de los corazones, que robas las vísceras del corazón, (…)!

En los capítulos 31 y 32 del mismo Libro de los Muertos (Fórmula para rechazar al cocodrilo que ha venido para arrebatar al difunto su poderío mágico), se menciona un cocodrilo asimilado como genio dañino (no es el mismo cocodrilo sagrado de Sobek). ¡Atrás, vete! ¡Atrás cocodrilo! ¡No vengas contra mí! Vivo gracias a mi poderío mágico. No me obligues a decir tu nombre al gran dios que te ha hecho venir.

En el capítulo 112 del Libro de los Muertos (Fórmula para conocer las Almas de Buto) se menciona a otro ser, en este caso un cerdo negro, que no es otro que Seth. ¡Echa una mirada sobre ese cerdo negro!

Sin embargo, si existe un ser que fue demonizado en la antigua religión egipcia, ese fue Set. Aunque originalmente Set era un dios protector del Alto Egipto, su demonización vino tras ser incluido en la mitología osírica. En el mito osiriano Set, debido a los celos, asesino a su hermano Osiris y descuartizo su cuerpo para arrebatarle el trono. Sin embargo, una vez que los dioses lograron reconstruir el cuerpo de Osiris, Set fue expulsado al desierto como castigo. Así, a partir de ese momento, los devotos de Osiris asociaban todo lo maléfico y destructivo con Set. También ayudo que los hiksos, dominadores de del bajo Egipto a mediados del siglo XVII a. C., fueran devotos de Set e incluso construyeran un templo de adoración en la capital Avaris. Los egipcios llegaron a demonizar a los hiksos por su devoción hacia Set. Fue, sin embargo, a mediados del siglo X a. C. y durante la XXII Dinastía cuando se produjo la demonización absoluta de Set. Se destruyeron sus imágenes y estatuas e incluso se practicó una condena de la memoria (damnatio memoriae),

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prohibiendo incluso escribir su nombre. Se le expulso del Panteón de los dioses egipcios y se le termino convirtiendo en un dios que solo podía ser venerado por criminales, malvados e impíos. Así Set paso, de ser un dios egipcio, a ser un enemigo de dioses y humanos. Aunque se le representaba de distintas maneras, la más común era la que lo representaba con cuerpo de hombre y cabeza de animal fantástico y portando cetro uas 10en una mano y anj 11en la otra. Los animales con los que se asociaba a Set eran los asnos, los antílopes, los hipopótamos, los escorpiones y muchos de los animales del desierto conocidos por su ferocidad o su veneno letal. Se decía de Set que atacaba y devoraba la Luna en la que se había refugiado Osiris una vez al mes.

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Vara recta coronada con la cabeza de un animal fabuloso y que simboliza el poder, la fuerza y el dominio. 11 También llamada cruz ansada, es un jeroglífico egipcio que significa vida.

LA MUERTE EN EL ANTIGUO EGIPTO

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CONCLUSION La antigua religión egipcia ha sido tan interesante que, todavía hoy, es causa de estudio reiterado. La muerte, percibida a raíz de la creencia religiosa que perduró durante más de 3000 años, nos enseña cómo los egipcios convivían en el día a día con el ámbito de la muerte. El tratamiento que daban a sus muertos, con el rito de la momificación como acto principal, es todavía a día de hoy uno de los grandes desconocidos para la sociedad moderna. Se desconoce el proceso completo, así como los productos que se utilizaban en su totalidad. Sin embargo, gracias a la gran calidad de los embalsamamientos, han llegado hasta nosotros momias con el suficiente buen estado de conservación para su posterior estudio. Sin el afán turísticodestructor de los primeros exploradores europeos, el conocimiento que tendríamos hoy sería muy superior. Por su parte, el concepto de la muerte que tenían los egipcios nos ha llegado a través de escritos, especialmente gracias a los Textos de las Pirámides, los Textos de los Sarcófagos y, especialmente, El libro de los Muertos. Gracias a estos textos (y otra literatura funeraria), podemos saber la importancia que le daban los egipcios a la vida en el más allá. Una importancia que se basaba en el cuidado y el respeto hacia los muertos y el inframundo y en el trato exquisito que se les daba a los difuntos para que transitaran, de la mejor forma posible, de una vida a otra.

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BIBLIOGRAFÍA Y RECURSOS UTILIZADOS

Religiones del Próximo Oriente. Adelina Millet Albà. Universidad de Barcelona, Facultad de Filología. Guía escolar VOX. Historia de la cultura y de las ciencias. VV.AA. (1994). Biblograf. El libro de los muertos. José Mª Blázquez y Federico Lara Peinado (1984). Editora Nacional (clásicos para una biblioteca contemporánea). Tratado de demonología. José F. Durán Velasco (2013). Editorial Almuzara (colección espiritualidad). Cuentos del Antiguo Egipto. Recopilados por Cesar Vidal Manzanares (1998). Ediciones Martínez Roca, S.A. Ideas de los egipcios sobre el más allá. E. A. Wallis Budge (2006). El barquero (José J. de Olañeta, Editor) Religiones del Mundo. VV.AA. (2002). Editorial Oceano. Egipto; dioses, templos y faraones. John Baines y Jaromir Málek (2006). Ediciones Folio, S.A. (Atlas culturales del mundo). Museo Egipcio de Barcelona. Fundación Arqueológica Clos. Calle Valencia 284, Barcelona. Discovery Channel. Varios recursos. www.tudiscovery.com Amigos de la egiptología. www.egiptologia.com

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