La lucha del arte transgresor. Robert Mapplethorpe: The Perfect Moment.

FACULTAD DE Ciencias y Artes de la Comunicación

TRABAJO INDIVIDUAL

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Nombre y código: Lorena García (20131776)

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Título del proyecto: La lucha del arte transgresor. Robert Mapplethorpe: The Perfect Moment.

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Nombre del curso: Deontología

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Nombre del profesor del curso: Victor Casallo

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Trabajo: Examen Parcial

2015 -2

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La lucha del arte transgresor Robert Mapplethorpe: The Perfect Moment.

A lo largo de la historia del arte ha existido un debate que aún no encuentra resolución, un debate que ya nos anticipaba una dualidad entre la razón y el sentimiento, entre la libertad, la autonomía y los límites. El papel que el arte debe desempeñar dentro de la sociedad siempre se ha encontrado en debate. Platón ya nos anticipaba que el arte debía cumplir una función social pedagógica, aquella que ayuda a encontrar una sabiduría o conocimiento dentro de la sociedad. Sin embargo, hoy en día este tipo de postulados han quedado relegados por un saber más técnico y sensorial sobre a lo que el arte se refiere. Los artistas nos proponen nuevas formas de experimentar, que enfrenten nuestros pensamientos y tradiciones, nuevas sensaciones a través del impacto, a través de la técnica. La sociedad responde y no necesariamente con una posición favorable. Acostumbrados a buscar un bienestar social, a conservar la paz y nuestra zona de confort, hemos desarrollado cada vez más resistencia hacia nuevas prácticas que atenten con nuestras tradiciones o moral social. En esta línea nos encontramos con distintos casos que contemporáneamente han causado polémica por mostrar un contenido transgresor. En las distintas ramas artísticas siempre se ha simbolizado el cuerpo desnudo femenino hasta llegar a naturalizarse. Hoy en los medios audiovisuales, nuevas formas se están exteriorizando, un cuerpo desnudo no es suficiente y hay más arte en el cuerpo que en la centralización y cosificación de la mujer. Pero para no explayarnos con temas sobre el papel del cuerpo femenino en el arte, comentemos qué más nos está mostrando (o demostrando) el arte hoy. Desde el cine se ha visto el auge desde la pornografía, en el cine arte muestra desnudos, con justificación sintáctica. ¿Arte o pornografía? En la fotografía, por otro lado, tenemos un caso similar, Sontag ya nos proponía un tema al respecto lo que mostramos, el discurso que distribuimos, etc.; todo influye en la sociedad, pero el autor, el fotógrafo, el director también tiene autonomía, entonces ¿qué posición tomar en estos casos?

Robert Mapplethorpe y la agonía del artista I Mapplethorpe ha sido un artista controversial. Como todo aquel que deja un gran legado de seguidores, hay gente que lo admira, como gente que lo denigra. Fotógrafo desde joven, empezó a tomar fotografías a las personas de su entorno social. De mano con la Revolución Cultural y Sexual que se desató en los Estados Unidos en los 70’s y 80’s, Mapplethorpe se insertó al mundo de la fotografía experimental de autor, siguiendo los pasos de Andy Warhol empezó a hacer retratos de artistas con una técnica bastante admirada, de blanco y negro, así como desnudos y fotografía a flores. Siempre fiel a sus ideales de liberación sexual, fue un activista del movimiento LGTBI, sobre todo con su arte donde los protagonistas eran [2]

actores pornográficos. Dentro de sus trabajos está el Portafolio X que causó una gran controversia dentro de la sociedad estadounidense al contener una temática sadomasoquista, es por esta razón que empezaron las primeras críticas hacia su trabajo, como inmoral, revolucionario y pornográfico, pero sin gran incidencia, como lo vendría a ser más adelante.

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En 1990 este conjunto de fotografías de Mapplethorpe (las del Portafolio X) se incluyeron dentro de una exposición que ilustraba su carrera como fotógrafo, dentro de la cual muchas de las fotos fueron catalogadas como pornográficas en incluso como criminales. Esta exposición con el nombre de Robert Mapplethorpe: The Perfect Moment, no simbolizó un momento perfecto, tanto para la carrera del fotógrafo como para la sociedad estadounidense. La exhibición tomó lugar en Cincinnati con apoyo de fondos públicos e incluso agrupaciones conservadoras, las cuales no contaban con que la exposición iba a ser tan sorpresiva, impactante y trasgresora. Por esa misma razón se generó una división en el público espectador, aquellos que respetaban la trayectoria y arte de Mapplerthorpe y otros que veían su trabajo solo como pornografía sensacionalista que llamaba la atención por el morbo y perversión del arte, que, según ellos, tiene como fin real el bienestar social. Este asunto trajo consigo una penalización por obscenidad, tanto para el director del Centro de Arte Contemporáneo como para el mismo museo. La libertad de expresión se vio censurada, la moral de una sociedad se vio atacada, es así que se abrió un espacio en el cual más que un debate parecía una guerra por la razón y bienestar, en el cual no había leyes correctamente estipuladas que tomaran el caso de forma pertinente.

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Exposición fotográfica: Robert Mapplethorpe: The Perfect Moment, X Portafolio, Y Portafolio.

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La dicotomía del arte Una guerra cultural americana II Entonces tenemos dos posiciones al respecto de la fotografía de Mapplerthorpe, que en realidad es solo un caso de una gama de artistas que apostaron por un arte transgresor y las consecuencias que este trae consigo. Por un lado, tenemos que tomar en cuenta que la exposición se realizó en medio en un contexto de cambio, en el cual ya de por sí había dos posiciones encontradas sobre el rumbo de la sociedad americana en general. Con la liberación sexual y movimiento hippie las posiciones parecían polarizase entre los conservadores y los liberales. Algo parecido pasó con el caso de Mapplerthorpe, teníamos a los grupos y asociaciones conservadoras, al otro extremo estaban las asociaciones de artistas, grupos de activismo LGBT, etc. En primer lugar, dentro del grupo “conservador” hay varios testimonios que se muestran en respuesta a la exposición por ejemplo los Ciudadanos por los Valores de la Comunidad de Cincinnati: En febrero de 1990, el grupo de Cincinnati llamado Ciudadanos por los valores de la comunidad hicieron un envío masivo pidiendo "medidas para prevenir este arte pornográfico se muestre en nuestra ciudad. Bengals 'tackle Anthony Muñoz y el entrenador Sam Wyche pensaban que el arte no debe ver la luz del día en su ciudad. Robert Behler, un concesionario de automóviles se retiró en Finneytown, dijo que no cree en la censura "en un sentido amplio, pero creo firmemente que esas fotos no se ajustan a las normas de la comunidad." John Faherty

Los argumentos en los que se sostienen se focalizan en el bienestar social y cómo es que este transgrede con las “normas de la comunidad”. También se indica que el museo al ser un espacio público y de índole familiar no debería mostrar exhibiciones que contengan pornografía, ya que la pornografía no es arte. Siguiendo la misma línea, otros grupos sostuvieron que si bien se pueden exponer, las instituciones públicas o gubernamentales no deberían financiar este tipo de exposiciones al atentar con la moral. En segundo lugar están distintos grupos conformados por sindicatos de artistas o activistas LGTBI que opinaban todo lo contrario, alegando a la autonomía del arte, del artista y al nivel de apreciación en la experiencia estética. Cowan dijo arte necesitaba ser protegida en 1990, cuando era más difícil de ver las cosas. Google no existía y Facebook no fue un pensamiento. La primera fotografía en aparecer en la World Wide Web fue publicada en 1992. "La última cosa que quería en ese entonces era menor accesibilidad", dijo Cowan. "Yo no tengo que estar de acuerdo con el mensaje, pero tengo que ser capaz de decidir." Cowan, ahora el director de las galerías de arte en DAAP, la Universidad de la Facultad de Diseño, Arquitectura, Arte, y el programa de Planificación de Cincinnati, ha llegado a apreciar el arte, ahora más que nunca. "El arte puede ser un agente de cambio. Es un registro público. Es un reflejo [4]

de lo que es el poder y lo que está en contra de eso", dijo. "Se dan las personas que se sienten marginados de la capacidad de hablar, de compartir su punto de vista." John Faherty

Efectivamente como argumentos centrales tenemos la libertad de expresión dentro del arte como espacio de representación de opiniones. Hace referencia a los espacios que se han abierto para muestras artísticas, lo cual nos demuestra que el factor del internet entre lo que se mostraba antes a comparación de hoy, exigía que la variedad de exposiciones sea más variada anteriormente ya que era la única forma de que sean vistas por el público. Hoy con entrar a internet puedes encontrarlas, y discernir entre ver “x” o ver “y”. Estas posiciones con sus respectivos argumentos nos dan pie a abrir el eterno enfrentamiento entre el principio de beneficencia y autonomía que encontramos constantemente en el arte.

Beneficencia vs. Autonomía Un debate que aún continúa III El enfrentamiento entre estos dos principios que Hortal propone en su texto Ética General De Las Profesiones se vuelve explícito en el caso de Mapplethorpe. Tenemos dos posiciones que se enfrentan, cada una siendo rostro de un principio. Pongámonos en los zapatos de cada uno. Tenemos al grupo conservador, los cuales como finalidad tanto de la fotografía como el arte ven que aporte al bienestar social. Luego están los que están a favor de la exposición, que lo que buscan es que se respete la autonomía del autor y del arte, que como finalidad tiene brindar una experiencia estética e información a través de símbolos, códigos, no necesariamente de acuerdo a una cultura hegemónica. Si Hortal nos indica que en principio de beneficencia que es hacer bien una actividad y hacer el bien a otros mediante una actividad bien hecha (2002: 190). Entonces el hacer mi trabajo “bien” no necesariamente irá de la mano con hacer el bien a los otros, en especial porque dentro del arte el “hacerlo bien” puede responder a varios factores: técnica utilizada, expresión desde el arte, aceptación del público, etc. Son varias ramas desde las cuales se pueden referir a un hacer bien. Por otro lado, Hortal también hace referencia a dos tipos de bienes: uno interno y otro externo. Creo que es en este punto donde encontramos la génesis del problema, ya que un bien interno difiere al bien externo por la recompensa de por medio. No es lo mismo satisfacerte y auto-realizarte intrínsecamente que ganas poder o dinero desde tu buena labor. Desde la perspectiva del artista creo que en cuando a la beneficencia hay un bienestar interno, aquel que conlleva una práctica, pero que no necesariamente responde a lo que la sociedad espera del artista, es decir, que haya un enseñanza de por medio. El artista defiende su posición autónoma en cuanto al concepto y se centra en la finalidad estética, es decir que técnicamente esté bien realizado. [5]

Pero los que están en contra de Mapplerthorpe no responden hacia el bienestar del artista, como finalidad. Luego otro problema con el que nos enfrentamos es que dentro del conjunto de personas que vayan a tomar decisiones al respecto no haya artistas relacionados, en un artículo indicaban “Curiosamente, esto sucedería en una habitación Corte Municipal, un lugar que carece de grandeza y seriedad”. Resta autonomía que los que tomen decisiones sobre el arte y sus prácticas sean personas que no tienen vínculo alguno con ellas. Las decisiones deberían ser consensuadas, si hay una ruptura dentro de las fotografías de Mapplethorpe dentro del pacto social, pero esto no se debe desprender totalmente de lo que debe hacer con estas. Como Cowan lo indico, la finalidad propia de la fotografía es documentar, archivar o representar un conjunto de opiniones, no necesariamente que apoyen cierta moralidad, religión o creencia, pero sirve como medio para representar una realidad. Veinte años después, muchas de las mismas preguntas siguen sin respuesta. Los Estados Unidos siguen sin tener una política cultural clara. El gobierno no da más premios o becas individuales a los artistas, a fin de evitar acusaciones de apoyar cualquier arte "obsceno" que el artista podría crear. Mientras tanto, los artistas continúan siendo censurados por hacer arte "ofensivo". John Faherty

Si bien se han llegado a acuerdos desde el juzgado de los Estados Unidos y esta exposición ahora solo se puede mostrar a personas mayores de 18 años, no es el primer caso de un arte transgresor a puertas de ser condenado. Lo que se ha hecho hasta ahora es censurar el arte transgresor y si hay un conjunto de personas capacitadas que lo defiendan como fue en el caso de Mapplerthorpe que el juicio llegó a ser absuelto se dan pólizas como la de la permanencia de la exposición con ciertos requisitos; sin embargo, muchas muestras de arte que no tienen un apoyo extenso como el que se ha expuesto siguen siendo completamente censuradas y criminalizadas como sin contar con una ley que defienda al artista o algún reglamente que regule estas exposiciones. Se debe saber cuál es la verdadera finalidad de un museo de arte, si responde a la sociedad o al expositor. Lo ideal es que responda a ambos, pero muchas veces como lo hemos mostrado el arte al ser innovador o transgresor permanece en una constante lucha buscando espacios de exhibición sin discriminación, poco a poco ambos se van regulando, pero el punto tampoco es que uno excluya al otro, sino que desde el diálogo se logre un consenso, ley o reglamento que regule este tipo de muestras.

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BIBLIOGRAFÍA HORTAL, Augusto 2002

Ética general de las profesiones. Bilbao: Desclée de Brouwe

MEYER, Richard 2011

Mapplethorpe’s Living Room: Photography and the furnishing of desire. Art History. Volumen 24, número 2, pp. 292-311.

MC LEOD y MACKENZIE 1998

Print Media And Public Reaction to the controversy over nea funding Robert Mapplethorpe’s “The Perfect Momento” exhibit. Journalism & Mass Communication Quarterly. Volumen 75, número 2, pp. 278-291.

Artículos complementarios: - John Faherty and Carol Motsinger: ¿Pornography or art? Cincinnati decided

- Jackie Demaline: Mapplethorpe battle changed art world

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