La Lengua OTRA en ese territorio OTRO: El caso Malvinas

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Descripción

La Lengua OTRA en ese territorio OTRO: El caso Malvinas

“Las Malvinas Argentinas, brama el cielo y ruge el mar…”

INTRODUCCIÓN

A 30 años del conflicto bélico más lamentable de nuestra historia y con la intención de mirar las dualidades que surgen del par Latinoamérica-Europa desde un pensamiento fronterizo, mi objetivo aquí es analizar la particular situación de interculturalidad que las Islas Malvinas representan para nuestra realidad argentina y latinoamericana. Mucho se ha hablado en el último tiempo sobre ese territorio “otro”, desde Argentina con una afirmación que parece más plantada que nunca “las Malvinas son argentinas”; desde el Reino Unido con escandalizados titulares que mantienen el tema en los medios; y desde la población de Malvinas que reclama que se haga oír su voz. El Caso Malvinas se constituye como pendiente en la agenda del Comité de Descolonización de la Organización de las Naciones Unidas. Se presenta aquí como un espacio geográficamente situado en Latinoamérica pero que no se considera a sí mismo como tal, un espacio que aún en su intento por reproducir las formas culturales anglosajonas, deja traslucir un resabio de la identidad latina que también lo define.

LO NO-EUROPEO Y LO NO-NORTEAMERICANO

Es importante, para comenzar, plantear una primera definición de lo que llamamos Latinoamérica desarticulando la imagen cartográfica que imaginamos cuando hablamos de este subcontinente, del concepto América Latina y lo que ella implica (Mignolo, 2005: X). Así, Latinoamérica se distancia tanto de la América anglosajona como de Europa y se define como la experiencia de mundo que es al mismo tiempo lo no-Europeo y lo no-Norteamericano. Surge como constructo en el período de modernidad/colonialidad y es descripta como primitiva, subdesarrollada y subordinada a un poder hegemónico desde los tiempos de los primeros europeos que llegaban a estas tierras hasta nuestros días. No me propongo aquí entrar en una discusión detenida acerca

del debate sobre las diferencias entre las dos Américas pero es pertinente para los fines de este trabajo insistir en algunas cuestiones:

En Colonialidad del poder, eurocentrismo y América Latina, Aníbal Quijano explica como desde el momento mismo de la creación de las dualidades que vinieron a codificar el mundo moderno/colonial en el S. XVI en “Oriente-Occidente, primitivocivilizado, mágico-científico, irracional-racional, tradicional-moderno, Europa-no Europa” (Quijano, 2000: 251), en Latinoamérica comenzó a perpetuarse un patrón de subordinación a la hegemonía europea en primer lugar, y norteamericana en segundo lugar (Quijano y Wallerstein, 1992: 38). No se configuraba aún como el Otro del Europeo ya que, como afirma Aníbal Quijano en su recuento histórico-político sobre las categorías de eurocentrismo y América Latina, “la única categoría con el debido honor de ser reconocida como el Otro de Europa u ‘Occidente’, fue ‘Oriente’. No los ‘indios’ de América, tampoco los ‘negros’ del África. Estos eran simplemente ‘primitivos’” (2000: 251). Así las dos Américas eran en principio sometidas por igual hasta que eventualmente el escenario de poder fue cambiando y América del Sur y el Caribe se distanciaron aún más de lo que era el centro económico, político y epistémico mundial: Occidente conformado ahora por Europa Occidental, Estados Unidos y Japón.

Hacia la década de 1950 intelectuales latinoamericanos comienzan a debatir sobre su identidad nacional y continental. El término Latinoamérica empieza a ser utilizado para referirse no sólo a una entidad descripta desde Europa sino además como un conocerse a sí mismos desde la decolonización (Mignolo, 2005: 45). Se propone entonces pensar América Latina desde un pensamiento fronterizo que haga frente a la hegemonía eurocéntrica como perspectiva epistemológica y que plantee un pensamiento otro para afrontar los silencios de la historia y la diferencia de la colonialidad (Mignolo, 2000: 385).

A partir de este pensamiento otro es que podemos posicionarnos en América Latina como lugar de enunciación y ver más claramente que una identificación directa con la representación geográfica que usualmente le adjudicamos sería por lo menos inexacta. Esto sobre todo si pensamos, como es mi intención, en espacios que actúan en las fronteras permeables entre los continentes América y Europa; la categoría

lotmaniana de semiosfera nos será de utilidad para reflexionar sobre estos puntos de contacto.

ISLAS MALVINAS: COLONIA SIGLO XXI

Las Islas Malvinas son un archipiélago que incluye unas 300 islas ubicadas a 480 km de la costa sureste de Argentina y a unos 12.800 km al sur de Inglaterra. Su soberanía ha sido disputada entre estos dos países desde que en la era colonial se llegó por primera vez a esas tierras habitadas sólo por pájaros. En la actualidad, sin embargo, ya no se trata de tierras deshabitadas sino que la población malvinense incluye a unos 2000 residentes permanentes, aún cuando este dato parece pasar inadvertido para aquellos que se debaten entre soberanía y autodeterminación sin mirar a los principales afectados. John Fowler, subeditor del periódico malvinense Penguin News, expresó su sentir con una analogía muy ilustrativa, “se podría decir que nos sentimos como el pato en el cesto del juego tradicional gaucho del ‘pato’. Esa pobre criatura que terminaba perteneciendo a uno u otro equipo, pero que en la mayoría de los casos moría a golpes en el proceso” (2012)1.

Para analizar este particular espacio alosemiótico que parece encarnar Malvinas cuando se trata sobre su propia soberanía, la categoría lotmaniana de semiosfera nos resulta particularmente productiva. Se trata de sistemas culturales complejos y cerrados “fuera de los cuales es imposible la existencia misma de semiosis” (Lotman, 1984: 25). Argentina y Gran Bretaña se constituyen como semiosferas en las cuales circulan textos culturales –latinoamericanos y periféricos en la primera, europeos y centrales en la segunda- y en cuyas zonas de frontera estos textos dialogan y traducen esos estímulos provenientes de las demás semiosferas. En esas zonas de frontera el caso Falklands/ Malvinas es un conflicto que refleja las luchas de poder en juego entre “el Norte” y “el Sur”. En esas fronteras podemos analizar textos de la cultura que interactúan con diferentes dinámicas y hacen que Argentina y el Reino Unido dialoguen de una manera muy particular. Un diálogo que, en el campo diplomático, aún no ha dado frutos.

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Ver http://www.penguin-news.com/index.php?option=com_flexicontent&view=items&cid=25:columns&id=212:the-falklands-likea-duck-in-basket&Itemid=26

Mientras que los reclamos por parte de Argentina ante la Organización de las Naciones Unidas datan desde la misma creación de ésta y se sustentan en su derecho territorial sobre las islas como legado del Virreinato del Río de La Plata; el ejercicio de la soberanía del Reino Unido sobre las islas “de manera abierta, continua, efectiva y pacífica desde 1883” sirve para consolidar la posición británica. Los isleños, mientras tanto, parecen seguir en esa posición de “pato” en disputa, aún cuando Argentina ha expresado su voluntad de salvaguardar sus intereses y el Reino Unido insiste en proteger sus deseos de permanecer en su situación de Territorio Británico de Ultramar. En repetidas ocasiones las Naciones Unidas han expresado la imperiosa necesidad de que se retomen las negociaciones entre ambos países en disputa “a fin de encontrar una solución pacífica al problema teniendo debidamente en cuenta las disposiciones y los objetivos de la Carta de las Naciones Unidas y de la Resolución 1514 de la Asamblea General”2. La razón por la cual el Reino Unido parece hacer oídos sordos a tales intervenciones por parte de la ONU puede explicarse si tomamos las palabras de J. Goebel en su Struggle for the Falklands: “hay una cierta inutilidad en intentar interponer la ley, delgada y ascética, en una situación en la cual, del primer al último plano, se trata simplemente de una cuestión de poder” (Goebel, 1927: 468). El especialista en derecho internacional, Roberto C. Laver, señala que a fin de llegar a una solución pacífica y diplomática “parece claro que tanto el Reino Unido como Argentina deberán aproximarse a la problemática de la soberanía con mentes abiertas, y que deberán reconocer la presencia de una tercera posición –la de los isleños” (Laver, 2001: 205).

ESA LENGUA OTRA

Walter Mignolo plantea en Historias Locales/Diseños Globales que una de las armas más eficaces para la construcción de “comunidades imaginadas homogéneas” como lo fue América Latina para la Europa colonizadora- fue “la creencia en una lengua nacional, ligada a una literatura nacional y que contribuía en el campo de la lengua a una cultura nacional” (Mignolo, 2000: 292). Esa relación insoslayable entre lengua, literatura, cultura y nación estaba además ligada a un orden geopolítico y a ciertas

2 La Resolución 1514 (XV) de la Organización de las Naciones Unidas afirma el derecho a la autodeterminación de los pueblos con el propósito de poner fin al colonialismo en todas partes y en todas sus formas, en una de las cuales se encuadra el caso de las Islas Malvinas.

fronteras geográficas. Fue así como las lenguas europeas -español, portugués, francés e inglés- vinieron a desplazar a las lenguas originarias del continente y a trazar límites entre las nuevas naciones. La colonización lingüística fue completa aún cuando hoy migraciones, diásporas y nuevas formas de multilingüismo introducen “un elemento de desorden en el tranquilo horizonte de la homogeneidad lingüística, literaria y territorial” (Mignolo, Op. Cit., 311) que se instaurara en la era moderno/colonial.

El Caso Islas Malvinas quiebra esa armonía de una manera particular. En primer lugar, la disputa sobre la soberanía de las islas se manifiesta en el orden geopolítico ya que su territorio aparece en mapas escolares como parte de la provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur de la República Argentina y en mapas británicos como Territorio Británico de Ultramar. En segundo lugar, las tensiones interculturales que se desprenden de tales disputas tienen su costado lingüístico. Los términos que dan nombre a las islas hoy surgieron de las primeras expediciones inglesas, francesas y españolas del siglo XVII. En 1690 el capitán de la marina británica John Strong llamó estrecho de “Falkland” al estrecho que separa las Islas Soledad y Gran Malvina en recuerdo de sir Lucius Cary, segundo vizconde de Falkland de donde proviene el nombre inglés que las denomina “Falkland Islands”. Los franceses que ocuparon las islas desde 1764, por su parte, las llamaron “Malouines” porque ése era el nombre dado a los nacidos en Saint Maló, el puerto francés de donde procedían; el término fue luego modificado por los españoles a “Islas Malvinas”. De este modo, para los británicos se trata de las Falkland Islands. Para los argentinos, Islas Malvinas. Y aquellos que intentan mantenerse neutrales al conflicto sobre qué bandera debe volar los cielos malvinenses, se refieren a ellas utilizando ambos nombres al mismo tiempo (Smith, 1991: VII).

Los habitantes de las Islas Malvinas, en su mayoría de ascendencia británica se expresan en un inglés que Andrea Sudbury, especialista en las variedades del inglés del hemisferio sur, califica como una variedad de características únicas, aún cuando comparte muchas similitudes con el inglés hablado en Australia y Nueva Zelanda (Sudbury, 2010: 210). Entre las cualidades compartidas con las otras variedades del hemisferio sur se incluyen por ejemplo la entonación ascendente en el final de oraciones afirmativas, la pronunciación cuidadosa del fonema /h/ y el uso de /r/ dentro de una palabra y en posición prevocálica. Entre las características que muestran una diferencia

con las demás variedades del inglés se destacan aquellas que acercan la variedad malvinense al inglés británico, por ejemplo, la pronunciación similar a la estándar en inglés británico de diptongos (/ei/;/ou/) y vocales largas (/i:/; /u:/). Es importante además mencionar que a diferencia de las demás variedades del inglés, el malvinense cuenta con un escaso léxico local del cual se destacan nombres de lugares de origen español (de Argentina) como “Rincón Grande”, “Dos

Lomas”, “Cantera”,

“Tranquilidad” y “Saladero” en la isla Soledad y el significativo “Camp”, del español “campo”. También podemos resaltar terminología relacionada al campo equino: términos tales como ‘colorao’, ‘negro’, ‘blanco’ son comunes para los diferentes tipos de caballo y palabras como ‘bosal’, ‘bastos’, ‘cinch’ son usados para designar a los aparejos (Spruce, 1992: 48). El detalle más interesante que acerca al inglés malvinense al español de Argentina, es el uso de la expresión importada “che”, utilizada en el mismo sentido y contexto. Se trata de una lengua que refleja las disputas en las que el pueblo se ve envuelto, una lengua que aún siendo casi completamente británica conserva una cierta cualidad del hemisferio sur y una invasiva característica argentina y latinoamericana, el “che”. Más allá de los escasos trabajos de investigación existentes sobre la variedad del inglés de Malvinas, es interesante comenzar a aproximarse a un análisis de los discursos que circulan por la prensa malvinense y que son también factores que hacen a la construcción identitaria de las Islas. En los periódicos, estaciones de radio y canales de televisión que funcionan desde Malvinas se discuten casi a diario cuestiones que hacen a la realidad histórica y socio-cultural de los habitantes; se reproducen prácticas culturales que parecen perpetuar una identidad marcadamente británica; a la vez que se incluyen elementos discursivos que recuerdan a una –no tan cercana- relación con Latinoamérica. Para citar un ejemplo de interés para el análisis de las prácticas discursivas únicas de los malvinenses, podemos interpretar a las mencionadas referencias al juego del “pato” en el periódico Penguin News como evidencia de que, aún para expresar su total desacuerdo con los reclamos argentinos, los malvinenses utilizan términos que los ligan a éstos. De manera despectiva también es usual la utilización del término “culpable” para asignar responsabilidades en cuanto al estallido del conflicto en 19823. La interpretación del uso de los mencionados términos nos remite a un complejo constructo de representaciones sociales que subyacen al ideario

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Ver http://www.penguin-news.com/index.php/news/politics/item/238-the-years-that-count-and-those-that-dont-by-john-fowler

malvinense y que es difundido por los medios masivos de comunicación con una carga semántica que tiene una influencia sobre ese ideario.

El carácter intercultural del

contexto malvinense –de sus formas culturales, sociales, históricas y lingüísticas- reside justamente en la convivencia conflictiva de elementos que circulan por las fronteras de los dos espacios -británico y argentino- que dan forma a la realidad cotidiana de Malvinas. Aún resta encontrar la manera en que ese carácter intercultural sea aceptado pacíficamente y en pos del bien común.

COMENTARIOS FINALES

La relevancia de pensar en la realidad intercultural e interlingüística de las Islas Malvinas no sólo reside en la problemática del caso a 520 años de la colonización del continente americano y a 30 años del conflicto bélico que se desatara en abril de 1982 entre Argentina y el Reino Unido, sino que además se plantea desde el desafío de analizar los textos de la cultura que se entrecruzan en las fronteras de esas dos semiosferas a la luz de un pensamiento fronterizo. Walter Mignolo lo define como una posibilidad de “abrir las puertas a una lengua otra, a un pensamiento otro, una lógica otra que superará la larga historia del mundo moderno/colonial, la colonialidad del poder, la subalternización de conocimientos y la diferencia colonial” (Mignolo 2000: 418). Queda un largo camino que recorrer en la construcción de una red de categorías que permitan tal interpretación de los hechos que definen la disputa por la soberanía de las Islas Malvinas. Disputa que sigue tan vigente y conflictiva como siempre lo fue pues, las heridas siguen abiertas. En los últimos tiempos, por ejemplo, empresas británicas han hallado nuevos yacimientos petrolíferos en los mares malvinenses4, se han cerrado los puertos del Mercosur hacia barcos con bandera de Malvinas5, se ha impedido que turistas argentinos desembarquen en las islas6, se ha aceptado una vez más la intervención de la ONU7, se ha intentado programar vuelos directos a la capital malvinense desde Buenos Aires8 y, más recientemente, un spot publicitario parece haber herido múltiples susceptibilidades al “malvinizar” a los Juegos Olímpicos de Londres 4

Ver http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2010/12/101203_falklands_malvinas_petroleo_yacimiento_wbm.shtml Ver http://www.lavoz.com.ar/noticias/politica/chile-uruguay-bolivia-ratificaron-apoyo-malvinas 6 Ver http://www.eldia.com.ar/edis/20120116/malvinas-cancilleria-cuestiona-la-medida-kelpers-20120116115449.htm 7 Ver http://www.bbc.co.uk/mundo/ultimas_noticias/2012/02/120214_ultnot_malvinas_onu_mediacion_cch.shtml 8 Ver http://www.lanacion.com.ar/1467910-proponen-nuevos-vuelos-a-malvinas 5

20129. Más allá de los motivos políticos y económicos que mueven estas maniobras, el deseo de establecer vínculos que den cuenta de la diversidad y de la interculturalidad que hacen a la identidad de Latinoamérica, Argentina e Islas Malvinas surge desde pueblos que defienden, ante todo, la paz.

REFERENCIAS

Goebel, J. (1927) The Struggle for the Falkland Islands, A Study in Legal and Diplomatic History. EE.UU., New Heaven: Yale University Press. (1982).

Laver, R. C. (2001). The Falkands/Malvinas case: breaking the deadlock in the AngloArgentine sovereignity dispute. UK: Martinus Nijhoff Publishers.

Lotman, I. M. (1984). Acerca de la semiosfera, en La Semiosfera I. Semiótica de la cultura y del texto (Selección y traducción del ruso de Desiderio Navarro). Madrid: Cátedra (Colección Frónesis), 1996.

Mignolo, W.D. (2005) The Idea of Latin America. UK: Blackwell Publishing.

Mignolo,

W.D.

(2000)

Historias

Locales/Diseños

Globales.

Colonialidad,

conocimientos subalternos y pensamiento fronterizo. UK: Princeton University Press.

Quijano, A. & Wallerstein I. (1992). Americanity as a concept or The Americas in the modern-world system. ISSA.

Quijano, A. (2000) Colonialidad del poder, eurocentrismo y América Latina. En Lander, E. (comp.): La colonialidad del saber: eurocentrismo y ciencias sociales. Perspectivas Latinoamericanas. Argentina, Buenos Aires: CLACSO, Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales. Disponible en la World Wide Web: http://bibliotecavirtual.clacso.org.ar/ar/libros/lander/quijano.rtf

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Ver http://www.bbc.co.uk/news/world-latin-america-17970165

Smith, W.S. (1991) Toward resolution?: The Falkland/Malvinas dispute. UK: Lynne Rienner Publishers.

Spruce, J. (1992) Corrals and Gauchos: Some of the people and places involved in the cattle industry. Falklands Conservation Publication. Bangor: Peregrine Publishing,

Sudbury, A. & Britain, D. (2010) “Falkland Islands English”, en Schreier, D. Trudgill, P. Schneider, W. & Williams, J. (Eds.) The Lesser-Known Varieties of English. UK: Cambridge University Press.

Tondini, B. (2007) Islas Malvinas, su historia, la guerra y la economía, y los aspectos jurídicos su vinculación con el derecho humanitario, Edición electrónica gratuita. Texto completo en www.eumed.net/libros/2007b/

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