La justificación en el Nuevo Testamento

July 8, 2017 | Autor: Marta Martínez | Categoría: Teologia biblica
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Descripción

California Christian University

Maestría en Teología AL

La justificación en el Nuevo Testamento

Lic. Marta Martínez Aguirre

Tutora: Leddiz Yasmin Aparicio

Trabajo monográfico de pasaje de curso.

Curso: “TEOLOGIA AVANZADA DEL NUEVO TESTAMENTO” San José Uruguay 2014

RESUMEN Toda la creencia cristiana esta edificada sobre la doctrina de la justificación. Pablo desarrolla esta doctrina esencialmente en las cartas a los Gálatas y a los Romanos. Utiliza una metáfora de un proceso judicial para explicar la justificación, así el ser humano es culpable, pero el juez lo declara libre por el pago hecho por el redentor a su favor. Ese rol de redentor recae en la figura de Jesucristo.

INTRODUCCIÓN La doctrina de la justificación no es algo que se trate explícitamente en el NT. Sin embargo no hay cristiano que no sepa lo que ella significa. La justificación es un acto de la libre gracia de Dios, por el cual Él perdona todos nuestros pecados y nos acepta como justos delante suyo.

Ésta es

realizada por medio de la justicia de Cristo, la cual nos es imputada, y la cual acogemos únicamente por la fe. Toda la creencia cristiana esta edificada sobre este fundamento.

DESARROLLO Desde la Reforma se ha prestado atención de la doctrina de la justificación en las cartas paulinas. Pero la doctrina de la justificación no es solo el centro del pensamiento de Pablo, sino que como ya expresaba Lutero, también es el punto en el cual la iglesia se mantiene o se cae. Es en Gálatas y Romanos que fundamentalmente Pablo expone esta doctrina. La justificación es principalmente un acto escatológico, que se relaciona con el pasado, el presente y el futuro. Es un evento pasado, con alcances presentes y resultados futuros (Ro 2:13; 8:33; Gá 5:4-5). Cuando aceptamos a Cristo somos justificados, es decir que Dios nos declara justos, cuando depositamos nuestra confianza en Cristo.

Pero ésta sigue

vigente en el presente, “al que no obra, sino cree en aquel que justifica al

impío, su fe le es contada por justicia” (Ro. 4:5). Y en el juicio final Dios dará el veredicto definitivo. En Romanos 3:30 el apóstol señala el veredicto justificador de Dios en el futuro: Dios “justificará por la fe” tanto a judíos como a no judíos. Pero en el caso del creyente en Cristo, esa declaración futura se adelanta. Esto es una noticia que nos trae gozo y paz. Aunque también debería ser un motivo para hacernos responsables de nuestras vidas como cristianos verdaderos, una invitación a permanecer fieles al Salvador y dador de toda sublime gracia. El significado de la palabra justificación tiene sus orígenes en el Antiguo Testamento, es sinónimo de vindicar, absolver, validar, y rectificar.

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Pablo utiliza una metáfora de un proceso judicial para explicar la justificación, así el ser humano es culpable, pero el juez lo declara libre por el pago hecho por el redentor a su favor. “Lo que debe mantenerse es el trasfondo legal que está en la raíz de la palabra, a saber, el del ser humano llevado ante el tribunal de Dios y en donde éste lo declara libre, manifestando así su misericordia” (BROWN, 2002) Sólo la justicia de Cristo es la única válida ante Dios para justificar al pecador (Ro 3:24; 5:19; 8:1; 10:4; 1 Co 1:8; 6:11; Fil 3:9; Ti 3:7). Dios al justificarnos nos liga a su pueblo de Dios, nos hace hijos y herederos. (Ro 8:30-34; Ro 5:9-10). Así se borran las diferencias sin distinción de raza, pueblo o situación. El pecador recibe un nuevo status legal ante Dios, pues Cristo toma el lugar de maldición del pecador y el creyente es reconocido como un hijo de Dios (Gá 3:13,4:5; 2 Co 5:21; Ro 3:25).

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J. D. Douglas, Merrill C.Tenney, Diccionario bíblico mundo hispano, (El Paso, TX: Editorial Mundo Hispano, 2001), p.433

La justificación y la fe van de la mano, pues la justificación es necesaria, dado que el ser humano es pecador, ha roto la relación con Él. Por otro lado Dios es justo, su ira está sobre los impíos. Dios justifica al hombre por medio del sacrificio de Jesucristo. De modo que cuando un pecador pone su fe en Jesucristo, Dios lo considera a cuentas, por el amor inmenso que tiene hacia el hombre. (Gn 15:6, Jn 3:16, Ro 3:23-24, Ro 5:8). En la carta a los Romanos Pablo “vuelve una y otra vez a la centralidad de la fe humana en Cristo, como medio de justificación” (G.J. Wenham, 2003) La doctrina de la justificación para el creyente es fuente de paz, esperanza, acceso a la gracia, certeza y confianza de que pertenecemos a Dios.

CONCLUSIÓN No hay amor más grande que el que Dios demuestra por nosotros, la justificación un regalo inmerecido. Nuestros pecados, son borrados y Dios en su infinita misericordia se olvida de ellos haciéndonos completamente libres y reconciliándonos con Él. Nuestra única labor como hijos debería ser amarle hasta la muerte, viviendo en su santa y perfecta voluntad. Ojalá que esto podamos lograrlo cotidianamente hasta verle cara a cara.

B IBLIOGR AFÍ A Brown, R. E. (2002). Introducción al Nuevo Testamento II Cartas y otros escritos. Madrid: Editorial Trotta. J. D. Douglas, Merrill C.Tenney, (2001). Diccionario Bíblico Mundo Hispano, El Paso, TX: Editorial Mundo Hispano. G.J. Wenham, J. M. (2003). Nuevo comentario biblico siglo veintiuno nuevo testamento. Editorial Mundo Hispano.

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