La internacionalización de los conflictos étnicos

July 19, 2017 | Autor: J. Mahecha González | Categoría: Social Movements, Ethics, Conflict, Internationalization, The Internet
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Descripción



Estudiante de Gobierno y Relaciones Internacionales en la Universidad Santo Tomás.
Escuela instrumentalista de la etnicidad, véase Río, Manuel. "Visiones de la etnicidad". Recuperado de


LA INTERNACIONALIZACIÓN DE LOS CONFLICTOS ÉTNICOS
Jimena Mahecha González
Resumen
El presente texto pretende aproximarse al estudio de los conflictos étnicos, que, pese a ser concebidos como relaciones al interior de los Estados, han adquirido cierta relevancia en el ámbito internacional, hasta el punto de que, hoy día, es posible hablar de una internacionalización de los conflictos étnicos.
Este estudio se hace a partir de una definición muy general de grupo étnico, el cual se puede concebir como una colectividad o grupo identificado, tanto en su interior como por agentes externos a él, de acuerdo a unos elementos comunes y propios, como el idioma, la raza, la religión, la tribu, la nacionalidad, y la identidad con los otros miembros del grupo; y aborda la internacionalización de los conflictos de carácter étnico, cuyo principal motivo es el reconocimiento de ciertos tratados que protegen las minorías nacionales, religiosas y lingüísticas. Por otra parte, se reconoce el papel de la globalización, según la cual un conflicto en un lugar del mundo, pueden generar opiniones y movimientos sociales en otros lugares del mundo, ya sea apoyando o criticando esta clase de conflictos.
Abstract
This text aims to approach the study about the ethnic conflicts, that despite being conceived as relations inside the states that have acquired an important relevance in international aspect, until the point that today, is possible speak of an internationalization of the ethnic conflicts.
This study makes it from an general definition of ethnic group, who can be conceived as a community or group, identified so much in his interior like by external agents to he, agree to various common and own elements, like the language, the race, the religion, the tribe, the nationality and the identity with another members of the group; and addresses the internationalization of ethnic conflicts, the main reason is the recognition of certain treaties protecting national minorities, religious and linguistic minorities. Moreover, it recognizes the role of globalization, according to which a conflict somewhere in the world can generate opinions and social movements elsewhere in the world, either supporting or criticizing this kind of conflict.
Palabras clave
Conflictos, grupos étnicos, internacionalización, Estado, minorías.
Keywords
Conflicts, ethnic groups, internationalization, State, minorities.

INTRODUCCIÓN
El estudio de los conflictos étnicos, comúnmente se encuentran inmersos en la política interna de los Estados, pues se dan, ya sea en el marco de una sociedad preexistente, o bien, entre un grupo étnico que se encuentra en una condición de minoría contra el Estado central, que en ocasiones es dirigido por una etnia o clase dominante.
Sin embargo, existen razones para afirmar que los conflictos étnicos se han internacionalizado, o bien, que las relaciones internacionales han pasado por un proceso de etnización. Estas razones, que se explicarán más adelante, sugieren que es necesario plantear un nuevo modelo de análisis de éstos fenómenos, ya que hasta el momento las ciencias sociales, específicamente la teoría de las relaciones internacionales, no han aportado elementos o métodos de análisis a este campo de estudio, relativamente nuevo, sino que han dejado la solución de estos conflictos exclusivamente a los Estados, ya que se parte del principio de la soberanía que tienen estos para autogobernarse y resolver sus propios conflictos. Es decir, no existe un modelo teórico que se acople a la naturaleza del tema, y por ello es necesario plantear cuál sería el más preciso, pues no se puede ignorar que los conflictos de carácter étnico tienen consecuencias en el resto del mundo, en tanto, trátese de Estados o de organizaciones no gubernamentales, estos actores se ven implicados en los conflictos étnicos.
Un grupo étnico o una etnia puede ser definido, de forma sumaria, como una colectividad identificada por medio de criterios comunes tales como el idioma, la religión, la tribu, la nacionalidad o la raza, o una combinación de estos elementos, y que comparte un sentimiento de identidad con otros miembros del grupo. Por otra parte, también se pueden identificar como naciones, pueblos, minorías, tribus, o simplemente, se define a partir de las relaciones que tenga con el Estado (Stavenhagen, 1991).
Si bien las características comunes de un grupo étnico son las que hacen que se identifique a sí mismo como una minoría que puede estar en contra del Estado o de otro grupo étnico, muchas veces estos rasgos distintivos ocultan los intereses de clase o poder político, que también juegan un papel preponderante en el nacimiento y desarrollo de un conflicto.
Por otra parte, se pueden dar diferentes escenarios de los que se puede deducir que los conflictos étnicos han adquirido relevancia en el ámbito internacional, por ejemplo, es posible que exista un grupo étnico en conflicto que tenga miembros de la misma etnia o con similares rasgos distintivos en otro país con el que no necesariamente comparta fronteras, quedando así excluida de cierto modo, la soberanía de los Estados. Además del posible escenario anterior, se puede dar la posibilidad de que existan ideologías afines entre el grupo étnico en conflicto y otros movimientos alrededor del mundo, que dadas ciertas circunstancias, pueden encontrar una posibilidad para fortalecer su ideología, apoyando al grupo con el que comparte rasgos ideológicos.
Además, cabe resaltar que la mayoría de conflictos étnicos implican una jerarquización de las diferentes etnias, tanto en una escala de poder, prestigio y riqueza, haciendo que una etnia se sitúe en una situación superior y con poder sobre las otras, y no es una casualidad que dicha etnia coincida con el grupo que controla el aparato estatal (élite política), y que, de otra parte, margine y controle a las etnias subordinadas. También, en muchas ocasiones se puede presentar que determinado grupo étnico coincide con la clase social, ejemplo de ello son los trabajadores latinoamericanos en Europa Occidental, quienes están claramente diferenciados étnicamente, y se han convertido en una clase social trabajadora.
No obstante lo anterior, se puede afirmar que una posible causa de estos conflictos es el intento de universalizar la cultura, es decir, establecer un modelo de cultura que homogeneiza a las otras, hasta el punto de convertirlo en un imperialismo cultural, y adaptando las políticas y los aparatos estatales para cumplir dicho fin, aun cuando sea contrario a la identidad étnica, social y cultural propia de dicho territorio, provoca que estos grupos étnica y culturalmente subordinados por la "ideología oficial", ofrezcan resistencia para que se les hagan valer sus derechos y su cultura pueda sobrevivir.

APROXIMACIONES AL ESTUDIO DE CONFLICTOS ÉTNICOS COMO OBJETO DE LA TEORÍA DE LAS RR.II.
Partiendo de la idea de que los conflictos étnicos son nuevos para el estudio de las relaciones internacionales, ya que han sido considerados por esta ciencia como un aspecto perteneciente a los problemas de la esfera interna de cada Estado, y que por esta razón no existe un modelo de análisis establecido, sino que éste se encuentra en construcción a partir de los textos académicos del tema, para el presente artículo se tomará como base el documento titulado "Los conflictos étnicos y sus repercusiones en la sociedad internacional" de Rodolfo Stavehnagen para la RICS, en el cual establece unas ideas generales acerca de los conflictos étnicos, tales como su definición, los tipos que se pueden encontrar, las variedades de éstos tanto en la esfera interna de los Estados como los que tienen escenarios internacionales, los vínculos que se dan entre los movimientos étnicos y los grupos étnicos, y diferencia además las élites étnicas con las masas.
En primer lugar, al tratar de adaptar el tema que es objeto de este artículo, eso es, los conflictos étnicos como posible objeto de estudio de la ciencia de Relaciones Internacionales, se puede utilizar el paradigma de la modernización, según el cual, los diferentes cambios sociales se "modernizan", alcanzando un mayor grado de complejidad, yendo así de lo simple a lo más complejo, y de la particularidad a la universalidad (Muñoz, 1977). En este orden de ideas, los conflictos étnicos, al encontrarse en un ámbito de particularismo, no se tienen en cuanta en el proceso de modernización, por cuanto, impiden de cierta manera el proceso genera de universalización, o bien, son el resultado de un proceso de modernización incompleto, o con graves errores en su transcurso.
Otro modelo de teoría para abordar el tema de los conflictos étnicos es la teoría de la construcción de las naciones, según el cual la nación es un producto humano, como resultado de un proceso de transformación que toma de base un proceso anterior prenacional, hasta un momento nacional, en la que la primera lucha que tiene lugar es la lucha de clases por representar la case nacional, para poder representar la nación y tener un papel preponderante a la hora de elegir su destino. Se entiende así la nación como el resultado objetivo de un proceso subjetivo, el cual es la lucha de las clases por lograr a hegemonía nacional, que se concreta en el establecimiento o transformación de la base económica y social de cada modo de organización (Recalde,1998). La transformación de las unidades nacionales (clases sociales nacionales o grupos étnicos), se encuentran siempre inmersas en una entidad política más general, la cual tiene un carácter global. En este orden de ideas, los conflictos étnicos, al ser considerados como una unidad política nacional, que a veces coincide con una clase social, son tenidos en cuenta como un obstáculo para que se desarrollen procesos evolutivos más amplios, es decir, que trasciendan el ámbito interno, y sean de carácter más global.
Además de estas teorías, hay otras que consideran que en los conflictos, por deberse a intereses netamente económicos, los únicos actores que realmente tienen importancia son las clases sociales que desempeñan un papel crucial en el proceso productivo, y en el marco de las relaciones sociales de producción como determinantes del poder, tanto a nivel nacional como internacional, no caben los conflictos de carácter étnico, por lo tanto quedan supeditados a los conflictos de tipo económico, y sólo podrían alcanzar alguna relevancia en el momento en que sus actores coincidan con una case social de producción, que sea relevante en algún momento de ciclo económico. Las mencionadas teorías, como el funcionalismo o el marxismo, incluso el liberalismo, debido a que parten de una concepción del mundo desde una perspectiva puramente económica, restan o minimizan importancia a los demás hechos sociales que no están relacionados con la ciencia económica (Stavenhagen, 1986.), entre ellos los conflictos étnicos, lo que nos puede llevar a habar de un reduccionismo a la economía, es decir, una visión sesgada de los diversos fenómenos ocurridos tanto interna como externamente a los Estados.
Es por lo anterior que hasta el momento, no se puede hablar de una unidad de análisis o modelo teórico que sirva para analizar los conflictos étnicos, ya no entendidos como un fenómeno que tiene lugar en la esfera interna de cada Estado, sino como un verdadero objeto de estudio dentro de la ciencia de las Relaciones Internacionales.
IMPORTANCIA DE LOS CONFLICTOS ÉTNICOS EN EL SISTEMA INTERNACIONAL
Una vez aclarado que el tema en cuestión no tiene un modelo propio de estudio, se intentará analizar la repercusión de éste en el Sistema Internacional, como una razón que justifica el por qué debe ganar importancia en el estudio de las Relaciones Internacionales.
Al abordar específicamente la repercusión de los conflictos étnicos en el escenario internacional, se debe tener en cuenta el tema de las fronteras entre los Estados, como punto de partida en este análisis, puesto que no necesariamente para que exista un conflicto étnico de carácter internacional deben ser colindantes los actores de éste, sino que basta una ideología o rasgos étnicos o culturales en común, para que éste conflicto pueda ser analizado por la ciencia de las relaciones internacionales. Al respecto, se retoma la definición de grupo étnico dada inicialmente, esta es, una colectividad identificada por medio de criterios comunes tales como el idioma, la religión, la tribu, la nacionalidad o la raza, o una combinación de estos elementos, ya que si bien está incorporado el elemento de la nacionalidad, no es un requisito para que se pueda hablar de grupo étnico, sino que basta con tener alguno de estos elementos en común. Ejemplos de lo anterior son el grupo de afrodescendientes, o los pertenecientes al pueblo ROM, que con independencia del lugar donde estén asentados, se sienten parte de ese grupo y no necesariamente nacionales del lugar donde viven. Es decir, más que la geografía como determinante en las relaciones entre individuos, se habla de identidad, como el elemento psicológico que hace que una persona se sienta parte de determinado grupo, o de determinada nación, dependiendo de los elementos que tenga en común con sus pares.

Según una concepción geográfica del conflicto, la localidad es un elemento esencial, puesto que casi todas las relaciones al interior de una sociedad, se organizan partiendo de unos elementos espacio-temporales, cuyo punto de partida es el hogar, en el que las actividades se organizan de manera rutinaria y se reproducen de tal manera, que se pueden evidenciar y agrupar alrededor de centros con alta población. Estas relaciones siempre se van a dar dentro de un Estado, es decir, tienen una geografía claramente identificada, que se va a denominar escala geográfica. Las diferentes escalas geográficas pueden relacionarse entre sí, pero siempre será el Estado el órgano que sirve de instrumento para la solución de conflictos, y esto le da un gran espacio de maniobrabilidad, y por lo tanto, lo convierte en un elemento poderoso (Taylor y Flint, 2002). Por supuesto, lo anteriormente mencionado recoge una teoría netamente geográfica de las relaciones de poder, que por supuesto no tiene en cuenta el fenómeno de desterritorialización y desestatalización, que se tratarán más adelante.
Por otra parte, otro elemento que permite resaltar la importancia internacional de los conflictos étnicos, es la diferencia del papel de la etnicidad o la ideología, con el papel de la geopolítica, ya que no en todos los conflictos aparentemente étnicos, el verdadero interés se debe a una lucha cultural, sino que también intervienen las grandes potencias, interviniendo directamente en dichos conflictos para proteger sus intereses. Esto quiere decir que si bien se pueden dar diferentes conflictos en razón de rasgos particulares que identifiquen uno o varios grupos, no siempre su origen se debe a diferencias étnicas, sino que intervienen intereses de las grandes potencias, quienes apoyan a uno u otro grupo involucrado en el conflicto, dotándolo de armamento o simplemente enviando tropas a que hagan presencia en el lugar donde se presente el conflicto.
DES-TERRITORIALIZACIÓN Y DES-ESTATALIZACIÓN DE LOS MOVIMIENTOS SOCIALES
En muchas ocasiones, los grupos étnicos se organizan a través de movimientos u organizaciones que participan en el conflicto, y estos movimientos son susceptibles de transformaciones, lo que comienza como una protesta contra la discriminación se puede convertir en un movimiento, que posteriormente puede exigir autonomía y libertad, hasta el punto de crear un movimiento cuyo fin es el separatismo o la independencia. Esto puede servir como herramienta para la negociación política, puesto que el elemento territorial es clave para mantener la soberanía, y por ende, el concepto mismo de Estado.
Sin embargo, dichos movimientos étnicos pueden ser entendidos como movimientos sociales, que buscan un cambio político, es decir, toman la etnicidad como un instrumento para que cierta colectividad la use a su conveniencia, como arma política, y de esta manera manipular, crear, transformar, utilizar o consolidar sus objetivos políticos. Ciertamente, los resultados que obtienen, se materializan por medio del derecho, sea en tratados internacionales, normas constitucionales o leyes al interior de los Estados, o bien reconocimiento como grupo político por parte de los otros grupos y de los Estados.
Y es en esta concepción, es decir, los movimientos étnicos entendidos como movimientos sociales, que se da una transformación producto del auge tecnológico propio de las últimas décadas, el cual tiene como resultado una desterritorialización, es decir, se transnacionalizan con miras a una proyección global, en la que en diferentes focos geográficos, se encuentran personas non afinidad a dicho grupo, que tiene las mismas aspiraciones políticas, y que se enriquece de ideas, además que se facilita su difusión. Dicha desterritorialización, que se da por medio de la transnacionalidad y que tiene miras a una globalidad, tiene como principal punto de difusión los medios de comunicación, y las conexiones sociales y geográficas; y al desvincularse la dimensión geográfica o espacial, se crean unas conexiones culturales que trascienden el componente Estatal, y adquieren un carácter internacional, o más bien, transnacional (Tilly, 2010).
EL ESTADO VS. LA GLOBALIZACIÓN
De otro lado, el papel del Estado-Nación, entendiendo su elemento nación como una unidad social y cultural, que legitima al Estado frente a otros estados (Touraine, 2000), ha perdido peso frente al concepto de Estado Plurinacional, en el que el elemento étnico y cultural no es homogeneizante, sino que se admite la diversidad con un reconocimiento político y jurídico. Pero, ambos tipos de Estado-sea un Estado-Nación, o un Estado Plurinacional-, están perdiendo la capacidad para mantener el control de su territorio, de su cultura, y de su vida social, no porque haya un debilitamiento de su soberanía, sino en el entendido que se encuentra inmerso en un complejo proceso de globalización, que debilita el poder de Estado, frente a los movimientos sociales transnacionales.
Los intercambios culturales a través de medios como Internet, las transacciones transnacionales en materia de comercio, capital y servicios, académica, medioambiental, e incluso personal, hacen que el mundo se desnacionalice, y se piense en actividades de intercambio que vayan más allá del Estado, resultado de "la reorganización espacial de la producción, la interpenetración de las industrias a través de la frontera, la expansión de los mercados financieros, la difusión en países distantes de bienes de consumo idénticos, y las movilizaciones masivas de población, principalmente del Sur y del Este hacia el Oeste..." (Rosenau, 1995). Por lo anterior, teniendo en cuenta que en el modelo económico preponderante-el capitalismo- que hace mayor énfasis en el económico antes que en cualquier otro aspecto, y cuyo medio de propagación es el libre cambio entre Estados, hace que se desdibujen las fronteras, y con ellas el concepto de Estado, para pasar a hablar de un mundo "global e interdependiente".
CONFLICTOS ÉTNICOS E INTER-ÉTNICOS EN LA ACTUALIDAD
Para Schöpflin (1999) la democracia está compuesta por 3 elementos que son interdependientes entre sí:
-Sociedad Civil.
-Estado.
-Pertenencia étnica,
los cuales están íntimamente interrelacionados entre sí, y se reformulan y reestructuran de manera dinámica y automática. El Estado brinda un conjunto de normas que regulan el comportamiento político de la sociedad civil, la cual a su vez se cohesiona por medio de la pertenencia o identidad étnica, y cuando uno de estos elementos no se relaciona de manera idónea con los otros, surge el conflicto, entendido como "una situación de antagonismo entre ideas o intereses, el cual es inevitable" (Latto, 2002).
Por otra parte, al surgir estos conflictos, se revela una realidad, evidenciada desde fines del siglo XX, "cuando los grupos étnicos, en lugar de manifestarse como subgrupos minoritarios y marginados en los bordes de la sociedad, en vísperas o en proceso de ser asimilados o debilitados, se han organizado como grandes componentes "políticos" y como importantes actores políticos colectivos en varias sociedades". Para ir más allá, si en el pasado se tenía la concepción de que los grupos étnicos eran pequeños componente de la sociedad o se como subgrupos del conjunto social, en la actualidad podemos encontrar grupos étnicos mayoritarios dentro de la nación o entidad política, los cuales gozan de políticas preferenciales, o siendo susceptibles de la discriminación positiva con fundamento en su estatus mayoritario. (Tambiah, 1989).
Pero los conflictos étnicos, para ser entendidos como una realidad latente desde el siglo pasado, se caracterizan por su ubicuidad, además del incremento acumulativo en la frecuencia e intensidad con las que éste ocurre, teniendo en cuenta que los grupos o movimientos étnicos cada vez son más numerosos y con mayor relevancia en la arena política. Un conflicto de carácter étnico puede estar asociado, en muchas oportunidades, con el uso de la fuerza y la violencia, el homicidio, los incendios provocados y la destrucción de la propiedad. Los disturbios civiles que requieren la intervención de las fuerzas públicas o de seguridad, pueden tener como resultado una eventual alianza con los agresores civiles, un operativo con el fin de controlar y sofocarlos o, a veces para ambas cosas.
Por otra parte, dentro de un conflicto de carácter étnico, se pueden encontrar grupos o subgrupos disidentes con pretensiones separatistas, cuyas amenazas son disolver unidades políticas preexistentes, y cuyo objeto es la negociación política con los representantes del Estado, pudiendo ser su resultado el esperado (reconocimiento, garantías, etc.), o simplemente se incentiva la invasión de otro país sobre el que presenta dicho conflicto.
Los conflictos étnicos, tienen como consecuencia desplazamientos masivos, que posteriormente se convierten en campos de refugiados en países vecinos, ya sea dicha expulsión hecha por agentes estatales, o por grupos étnicos configurados bajo una modalidad disidente; genocidios, extinción de razas o etnias completas, el reconocimiento de estatus político a determinado grupo étnico, o incuso, la separación e independencia de dicho grupo. Los ejemplos que se han presentado de movimientos exitosos de liberación y resistencia en varias partes del mundo, evidencias sus técnicas de resistencia guerrillera, que constituyen un conocimiento "sistematizado y exportable" (Tambiah, 1989), además de las facilidades que supone el desarrollo tecnológico en guerra, que, aunque se encuentren en países pobres, con un bajo o nulo desarrollo en términos de economía, educación, salud, entre otros, se encuentra un fácil acceso al armamento proveniente de otros países. Lo anterior, es decir, el intercambio de tácticas de guerrillas, técnicas de resistencia, o simplemente de armamento, puede configurar una suerte de "fraternidad internacional" entre los grupos rebeldes, que pueden tener elementos en común, pero de los que el principal es su oposición al estatus quo en los respectivos países que se encuentra su lucha. Además, el aumento de conflictos étnicos ha sido apoyado e impulsado considerablemente por fenómenos como el tráfico ilegal de armas y el libre comercio de tecnología armamentística, los cuales no sólo permiten que los grupos disidentes puedan resistir exitosamente a las fuerzas armadas del Estado, sino que los civiles luchen igualmente unos contra otros con armas letales. (Tambiah, 1989).
Pero, muchas veces las causas de dichos conflictos, se deben a acciones realizadas por el mismo Estado, es decir, el debilitamiento del Estado como unidad política cohesionante de su sociedad, el cual es incapaz de mantenerse en su proyecto político, y cuyos intentos de mantenerse por medio de la fuerza han fracasado, es un Estado débil, incapaz de mantener su propia identidad, lo que conlleva a que los asociados a este Estado, quedan virtualmente, en manos de una sociedad sin Estado, en el que gobierna el caos y la anarquía, dando paso a la generación de conflictos internos, llamados también conflictos identitarios o conflictos étnicos, en los que el racismo, las guerras religiosas, los regionalismos, están presentes. (Aguilar, 1999).
Este debilitamiento del Estado, hace que se rompan los lazos formales entre Estado-Sociedad civil, como se aclaró anteriormente, y se ven sustituidos por lazos más informales que involucran nuevos actores, con nuevos tipos de agrupaciones sociales y alianzas. (Arendt, 1993). El rápido y accesible uso de las crecientes tecnologías de la información y de la comunicación-TIC-, de cierta manera, conecta a los movimientos sociales alrededor del mundo, haciendo más fructífero el debate político y social, además de cultural, y transforma, además que complejiza las diferentes realidades, generando así una necesidad de dar respuesta a los nuevos interrogantes de manera urgente, y que los Estados ya no están en capacidad de responder.
Pero dichos conflictos no sólo son entre grupos étnicos versus Estados, sino que además, se pueden presentar conflictos entre grupos étnicos, esto es, conflictos inter étnicos, que surgen bien sea a interior de un Estado por hacerse la clase dominante y configurarse como élite, o bien sea entre grupos étnicos de diferentes Estados que luchan por un territorio. En este aspecto, es necesario que os Estados y otros actores políticos intervengan por medio de una normativa que regule la competencia política, pero que a su vez sirva de cohesionante de la sociedad, siempre y cuando la sociedad civil exprese su asentimiento a estas políticas, con el fin de evitar una rigidez de la burocracia estatal, y un posible abuso de poder.
Además de lo anterior, existen teorías que explican el conflicto, que han guiado numerosas investigaciones sobre el tema y que se clasifican en tres, según Yagcioglu (1996):
- teoría realista del conflicto colectivo
- teorías de la identidad social
- teorías psicodinámicas (o psicoanalíticas)
En primer lugar, la teoría realista del conflicto colectivo, plantea que la hostilidad surgida entre los actores del conflicto, resulta de la incompatibilidad de las metas e intereses que cada uno de ellos se plantea, que a su vez, generan estereotipos de carácter negativo prolongando la enemistad con el otro grupo.
Las teorías de la identidad social, sugiere que cada individuo entro de su cosmovisión, clasifica el mundo en determinadas clases, y se ubica a sí mismo dentro de una de ellas. Plantea, además, que con que sólo existan dos grupos, es necesario para crear identidades de grupo que se imponen sobre las identidades individuales, y que los miembros de un grupo deben poseer una identidad social positiva. Los conflictos al interior de una sociedad, surgen entonces, de la comparación negativa con el otro, y de competencia no sana. Por su parte, las minorías identitarias, se ven amenazadas porque no se sienten reconocidas en su identidad, tienen menos oportunidades para lograr su desarrollo y su cultura está intimidada.
La tercera y última teoría psicológica del conflicto desarrollada por Yagcioglu (1996), son las denominadas teorías psicodinámicas, las cuales intentan explicar los conflictos entre los grupos, desde una perspectiva teórica de desarrollo de la personalidad, según la cual los grupos que son enemigos, tienen la necesidad de proyectar una imagen negativa sobre otro, y de convertirse en depositario de sentimientos negativos, y esta necesidad sólo se satisface por medio del conflicto. "Una identidad étnica necesita a los enemigos para definir lo que ellos no son, así como la historia mitologizada y las humillaciones también mitologizadas, y otras "fronteras" que ayuden a distinguir al grupo del no – grupo" (Yagcioglu, 1996).
RESOLUCIÓN DE LOS CONFLICTOS ÉTNICOS

Los conflictos étnicos, se caracterizan, entre otras cosas, por ser "insuperables y profundos", especialmente cuando una de las minorías se une al Estado, Estado que causó daños profundos en el pasado a las mayorías (Yagcioglu, 1996), aun cuando se han superado las dimensiones que causaron el conflicto, entre ellas las políticas, económicas o sociales (territorio, reconocimiento, participación, representación, etc.), subsisten los daños morales debido al elemento psicológico del conflicto, según el cual cada grupo se identifica a sí mismo en comparación del otro, y crea una imagen colectiva transmitida por medio de la historia con amenazas a su propia existencia de parte del otro. Lo anterior es la principal razón del por qué los conflictos étnicos casi nunca son resueltos.
Para Lijphart (1996) "Es también importante enfatizar que aunque la etnicidad podría ser manipulada, no es completamente manipulable y ciertamente no en el sentido de ser fácilmente manipulada para hacerla desaparecer. Esto indica que, de no desaparecer uno de los grupos étnicos en conflicto, la desaparición o superación del conflicto, podría tardar muchos años, entre 300 y 700, mientras dure la asimilación de dichos grupos en las naciones.
Una variable influyente en la resolución de conflictos es su origen, de esta manera, será más fácil resolver un conflicto cuyo origen se remonta a intereses, que un conflicto surgido de un choque de valores, y más aun que un conflicto en el que una de las partes no tiene sus necesidades básicas cubiertas. Se entiende por necesidades básicas la necesidad de reconocimiento, la seguridad, la identidad y la necesidad de tener un blanco para el odio, la última en vez de resolver el conflicto, lo que hace es intensificarlo (De Vila, 2013).
De otro lado, a pesar de hayan deseos de terminación del conflicto, no siempre ésta es posible, ya que en ocasiones, los grupos inmersos en el conflicto están "excesivamente polarizadas", lo que impide que se dé una sana resolución, por lo que resulta idónea la inmediación de terceros, ya sean estatales, organizaciones internacionales u otros grupos o movimientos sociales que tengan como fin la pacificación; ayudando a negociar las condiciones causa del conflicto, sean éstas económicas, sociales, políticas, ideologías, percepciones, etc. (De Vila, 2013).
Sin embargo, es necesario recalcar el papel de diferentes organismos internacionales que se ocupan de dirimir conflictos, cuyo fin es la conciliación, o simplemente castigar a los Estados, cuando, siendo partes en un conflicto de ésta índole, utiliza su posición de poder para reprimir a la otra parte, llegando a manipularla por medio de la coacción, o, en algunos casos, usando la fuerza y la violencia para desaparecer o eliminar al adversario; otra forma de finalización de conflicto es la capitulación o el engaño temporal a la otra parte. Sin embargo, aunque existen diversas formas de terminación del conflicto, y en algunas ocasiones esta no es posible, la forma ideal de hacerlo es tal que ambas partes queden satisfechas para que en un futuro no vuelva a darse dicha enemistad. Un resultado satisfactorio sólo se da cuando ambos grupos se percatan y son totalmente conscientes de que una victoria total es imposible, mientras que los que piensan que sí es posible, hacen una negociación aparente, con unas pretensiones ocultas, que desvirtúan las buenas intenciones a la hora de negociar.
Entre las acciones que se pueden realizar para tratar de resolver los conflictos de tipo étnico, y remediar las nefastas consecuencias que éstos traen consigo, se encuentran las siguientes, planteadas por Lange (2010), para el caso específico del conflicto ocurrido en la República de Congo, pero que pueden ser análogas a otros conflictos étnicos, por compartir las mismas características de esta tipología de conflicto:
Basar todas las intervenciones en análisis profundos, no sólo de la situación humanitaria, sino también de las dinámicas de los conflictos locales teniendo en cuenta la situación de los refugiados y desplazados.
Buscar la ayuda de especialistas para emprender un análisis del conflicto y así planificar y ejecutar intervenciones responsables que aborden las causas de las tensiones en la comunidad.
Promover el diálogo entre las comunidades sobre el retorno de los refugiados y facilitar el diálogo directo entre refugiados y gente en las zonas de retorno (implicando también a las ONG relevantes, las agencias de la ONU y las autoridades nacionales y locales).
Abogar por que las autoridades comuniquen públicamente y de manera constructiva el retorno de refugiados y establezcan mecanismos conjuntos para facilitarlo.
Establecer y formar las competencias de los comités de conciliación para facilitar el diálogo sobre los conflictos en la comunidad. Dicho diálogo deber ir más allá de la mediación en conflictos locales de tierra y generar debate y búsqueda de soluciones a otras cuestiones conflictivas. Las agencias que establezcan los comités deberán tener mucho cuidado y evitar su politización.
EL PAPEL DE INTERNET EN LA DIFUSIÓN DE LOS MOVIMIENTOS SOCIALES, Y COMO MEDIO DE PARTICIPACIÓN POLÍTICA
Como se mencionó anteriormente, dentro de un contexto cada vez más transnacional, con miras a la globalidad, los medios de comunicación juegan un papel decisivo para lograr este objetivo, puesto que suponen una amplia y rápida difusión de la información en el globo, especialmente se resalta el papel de Internet.
La transmisión en tiempo real de información y datos, a su vez, reconfiguran las narrativas sociales, hasta el punto de reconfigurar las relaciones de poder entre Estado y Sociedad Civil, en el entendido en que no se asume el Estado como el poseedor de toda legitimidad para regular las relaciones entre particulares, sino que la ciudadanía ejerce un papel activo en la formulación y control político de las situaciones acontecidas, dado que por medio de Internet, es más fácil acceder a todo tipo de información pública, facilitando la liberación de pensamiento y el ejercicio de la libertad de información y expresión, en la medida en que se facilita cuestionan, criticar y aportar a las acciones realizadas por los actores internacionales, así como sus valores y principios.
Como consecuencia del impacto de las nuevas tecnologías, surge una desterritorialización de los movimientos sociales, es decir, se desvinculan del tradicional concepto de Estado-Nación, de manera que es un grupo o movimiento social puede ser común en varios territorios al lado y lado del mapamundi, y ya no se enfatiza el elemento de la identidad conforme al territorio (geografía), sino al elemento etnicidad. Entonces, estos movimientos además de desterritorializarse, se transnacionalizan con miras a una proyección global, en la que en diferentes focos geográficos, se encuentran personas con afinidad por razones de raza, religión, ideología, entre otras, con las que comparte las mismas aspiraciones políticas, y de las cuales obtiene una reciprocidad de ideas y experiencias.
De otro lado, usándolos de manera óptima, medios como Internet pueden convertirse en espacios críticos, y constructivos de opinión ciudadana, que se evidencian en acciones políticas, y hacen posible la materialización la democracia participativa, ya que facilita la comunicación e interacción de las diversas opiniones políticas que puedan tener los ciudadanos y los cibernautas sobre algún tema determinado. Sin embargo no se puede negar que estos espacios no siempre contienen información verídica y es necesario que estas opiniones y esa comunicación se hagan de una manera consiente para que puedan ser efectivas y alcancen una participación en la esfera pública.
Por otra parte, la administración del estado, es decir, las esferas del poder, debe estar dispuesta a ceder un poco para retroalimentar sus políticas con los ciudadanos, esto es, estar abierta a críticas y a nuevas ideas que hagan más fácil y enriquezcan la forma como se practica la democracia. Pero para lograr que Internet sea el medio idóneo para librar las batallas políticas, debe haber un proyecto de ilustración de todos los ciudadanos con el fin de que logren una mayoría de edad kantiana, es decir, tomen sus decisiones de una manera razonable consiente y motivada, ejerciendo plenamente sus derechos de participación. No obstante lo anterior, para que se pueda participar activamente en la esfera y ser tenido en cuenta en este proceso es realmente necesario que el estado deje un poco de lado su papel coercitivo, y que aplique realmente los presupuestos de la democracia participativa para que estos no queden únicamente en el papel.
Dicho esto, surgen dos preguntas importantes: si, de un lado, internet es el medio idóneo para ejercer dicha participación democrática dentro del estado, y, si los ciudadanos realmente están dispuestos a dejar de lado su minoría de edad que por cierto es muy cómoda, y aprenda a tomar decisiones justificadas, dejando de lado sus intereses particulares, para pensar en el bien común o el interés público, el cual es uno de los fines esenciales del Estado, y por otra parte, si las democracias de los Estados actualmente se encuentran afectadas y permeadas por los intereses de las élites políticas, corrupción y demás problemas, como internet puede o no ayudar a superar esta crisis de la democracia.
Para responder a la primera pregunta, de manera normativa (deber ser), internet es el medio ideal para llevar a cabo una participación política debido a su fácil acceso, a que facilita las críticas y es de cierta manera neutral, y facilita la diversidad de opiniones y la transparencia, pero de manera positiva (ser),falta mucho para que este sea el medio idóneo para una real y efectiva democracia participativa, debido a que, en un primer lugar, no todas las personas tienen acceso a este medio, comparado con otros medios de difusión masiva que cuentan casi con una total cobertura a nivel nacional (televisión, radio); en un segundo nivel, no necesariamente la información encontrada en este medio no siempre es verídica y las opiniones se pueden manipular al acomodo de ciertos intereses que no necesariamente representan a la ciudadanía.
La segunda pregunta presenta, por su parte, un mayor grado de dificultad puesto que plantea un debate más filosófico y antropólogo que social, pues, si se le pregunta a la ciudadanía probablemente no entendería la pregunta o no consideraría que se encuentra en un estado de minoría de edad. Por el contrario, se considera una masa consiente de sus decisiones, y en ciertos casos, hasta bien representados. Por lo anterior, esta pregunta no es de fácil respuesta, pero haciendo una aproximación a la realidad, parecería que la ciudadanía no está dispuesta a dejar de lado su cómoda posición en la que le entrega la soberanía al Estado para que este regule todos los aspectos, y le diga a cada uno qué es lo tiene que hacer.
Para finalizar, internet, usado de una manera responsable brinda una herramienta muy útil a la hora de que los ciudadanos accedan a la información pública y se informen para que adquieran una postura crítica y quizás, se preparen para adquirir su mayoría de edad.


Consecuencias de la internacionalización de los conflictos étnicos
Como consecuencia de la internacionalización de los conflictos étnicos, en lo que a éstos respecta, Ralph (1989), distingue cinco pautas:
a) La exacerbación o agravación del conflicto como resultado de la intervención extranjera;
b) la prolongación del conflicto, resultado de una intervención de intereses externos;
c) la moderación del conflicto a consecuencia de las presiones de las distintas organizaciones y actores internacionales;
d) la conciliación de las partes en el conflicto como resultado de la mediación o la intervención de un elemento externo;
e) la transformación del conflicto, cuando éste es superado por intereses no étnicos de terceros y se transforma en otro tipo de conflicto totalmente distinto.
CONCLUSIONES

Como resultado d presente estudio, se tiene que el estudio de los conflictos étnicos como objeto de la ciencia de las Relaciones Internacionales es relativamente nuevo, y por ellos no tiene un modelo o teoría que sirvan para hacer un análisis íntegro de este tema, y las teorías aportadas por las ciencias sociales no presentan grandes contribuciones que faciliten una teorización completa, se afirma que es un nuevo campo de estudio en construcción, que requiere la colaboración de diversas ciencias sociales (ciencias políticas, relaciones internacionales, sociología, antropología, entre otras).
De otro lado, no se puede negar que los conflictos étnicos tienen un merecido papel en el ámbito internacional, partiendo de los conceptos de identidad y etnicidad, ya no perteneces al ámbito interno de los Estados, sino que es objeto de análisis en el Sistema Internacional; y para ello, se requieren de nuevas categorías y elementos de análisis, pues ya no basta con los actores tradicionales como los Estados, sino que se incorporan nuevos movimientos sociales y culturales, en ocasiones definidos a sí mismos por un elemento étnico.
Además, se resalta el papel preponderante que ejercen los medios de comunicación como internet, en la medida que desterritorializan y desestatalizan los movimientos sociales, y hacen que estos se vuelvan transversales y transnacionales al mundo; además de la posibilidad de convertirse en un espacio de participación política y ciudadana, que promueva la interacción y garantice la transparencia.
Por último, se precisa que el equilibrio etnográfico cambia rápidamente, y que las relaciones internacionales han sufrido un proceso de etnización en el que la opinión pública y las organizaciones no gubernamentales también pueden ganar protagonismo en esta clase de conflictos.

Referencias

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