\"LA INTERCULTURALIDAD DESDE UNA PERSPECTIVA DE GÉNERO \"

Lo que quiero presentar aquí es una manera de atender la interculturalidad y el género desde la Educación. Durante cuatro años he estado indagando en ambos a través de la experiencia escolar de diferentes alumnas inmigradas que se encontraban estudiando en un instituto de Secundaria (que acogía a bastante población inmigrante). Con ellas mantuve varias entrevistas a lo largo de varios cursos escolares. De esas entrevistas con las alumnas, también con el profesorado, he podido observar como las chicas en general, también las que provienen de otros países, muestran unas actitudes muy positivas ante la escuela y los estudios (actitudes que parecen ser transculturales). Indagar en esto ha sido una manera de evidenciar que en la escuela no solo hay fracaso escolar, ni que todo el alumnado de otros países son unos estudiantes en nuestras escuelas que están abocados al abandono o al fracaso. Es una mirada en positivo de la realidad intercultural y también una colocación diferente que mira hacia las niñas, mujeres de otros países desde aquellas experiencias que viven no sólo centradas en las desigualdades. Se trata de ver cómo en la educación, la interculturalidad también se hace presente a través de historias positivas y como el género no es algo objetivable, sino que está ligado a la experiencia de alguien, en este caso, de chicas inmigradas.Atender esas actitudes de las chicas en relación a la escuela nos puede ayudar a entender cómo la viven y la experimentan y poder pensar en ellas para continuar trabajando en una línea educativa que sea respetuosa con las singularidades y las particularidades con las que las estudiantes, inmigradas o no, se enfrentan al reto de la escuela.DIVERSIDAD CULTURALPensar en la interculturalidad dándole la vuelta a la idea de que solo hay interculturalidad cuando hay personas de diferentes países y nacionalidades (romper con la idea de que trabajar la interculturalidad en la escuela a través de feria de los pueblos o folklores). La interculturalidad bajo la idea de la diversidad cultural: nos preguntamos, desde el campo de la educación, por cómo enfocamos la convivencia de mujeres y hombres que se manejan desde diferentes esferas culturales, en el seno de una sociedad democrática. Se trata de hablar de esas diferencias se tienen en cuenta en un intercambio cultural (principio de atención a la singularidad)La pregunta por la convivencia democrática desde el respeto a la singularidad y la lucha frente a la desigualdad, viene a expresar la tensión histórica entre liberalismo y comunitarismo (Sousa, 2005); tensión que interpela sin ningún ánimo de dudas a las educadores y los educadores sociales. De este modo, de lo que estamos hablando es de reavivar el debate sobre la educación intercultural, reclamando la atención sobre sus principales puntos de tensión para la acción socioeducativa.La diversidad encuentra su par antagónico en la homogeneidad; y la igualdad en la desigualdad.“promover las condiciones educativas deseables para que personas de diversas culturas se encuentren, convivan y tejan entre ellas lazos de verdadera comunicación. De una comunicación interpersonal -con todas las múltiples particularidades culturales existentes- en que primen genuinas actitudes de respeto, empatía, deferencia, solidaridad, valoración, y responsabilidad recíproca”. Santos-Rego (2012:36): DIFERENCIA SEXUALY el género ¿Qué significa hablar de la perspectiva de género? Hablar de la perspectiva de género no es nada. Realmente ¿A qué nos estamos refiriendo entonces? A que queremos señalar que aquello que se produce en la vida y en el mundo tiene significación en nuestro ser mujer y en nuestro ser hombre.Pensar en que en el mundo somos dos sexos, el femenino y el masculino, y no solo uno (que nombra al masculino como referente) tal y como nos tiene enseñados el patriarcado. Hablar de perspectiva de género no es nada; en todo caso, hablar de experiencias de mujeres y hombres, desde la idea de que ser mujer y ser hombre comporta una relación con el mundo que es de distinta naturaleza. No somos iguales, pero no bajo el par igualdad-desigualdad.Propongo en esta conferencia hablar desde una perspectiva quizás poco conocida, la perspectiva que bajo el movimiento de mujeres se conoce como Diferencia sexual. Eso de la diferencia sexual no alude al par igualdad-desigualdad, ni habla desde esa lógica. Para Maria Milagros Rivera (2005), la diferencia sexual es una evidencia del cuerpo humano. Nacemos siendo mujeres y nacemos siendo hombres, por lo que como afirma la autora, “la diferencia sexual es, por tanto, la diferencia humana primera. Nadie nace en neutro.” (p. 14).Hacer el corte de la diferencia sexual no implica hacer una distinción entre mujeres y hombres sin más, sino que es una manera de estar en el mundo haciendo presente nuestro ser mujer (también el de cada hombre). Asimismo, Rivera (2005) señala como la diferencia sexual no es un dato biológico fijo, sino que se trata de un dato interpretable, “es un dato que impregna la relación de cada ser humano con la realidad, sexuándola” (p. 15).Asimismo, autoras como  a Anna Maria Piussi (1999), explican como la diferencia sexual:"no como una esencia meta-histórica que comprendería a todas las mujeres (o a todos los hombres) o como conjunto de características y de contenidos-valores femeninos (la así llamada especificidad o identidad de género), sino como `significante fluctuante´, como ser mujer/ser hombres en un juego siempre abierto, modificable, en cuanto radicado históricamente, de significación del mundo, por tanto, diferencia sexual (ser mujer/ser hombre) como significante, no como significado” (p. 47).