La integración de los inmigrantes en la sociedad andaluza

September 28, 2017 | Autor: Manuel Pérez Yruela | Categoría: Sociology of Migration, Andalucía
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Descripción

LA INTEGRACIÓN DE LOS INMIGRANTES EN LA SOCIEDAD ANDALUZA

COLECCIÓN POLITEYA. ESTUDIOS DE POLÍTICA Y SOCIEDAD

TÍTULOS PUBLICADOS 01. Salvador Giner y Luis Moreno (compiladores), Sociología en España. (1990). Sociology in Spain, (edición inglesa). (1990). 02. Teresa González de la Fe (coord.), Sociología: unidad y diversidad. (1991). 03. Rafael Llano, La sociología comprensiva como teoría de la cultura. Un análisis de las categorías fundamentales del pensamiento de Max Weber. (1992). 04. Luis Moreno (compilador), Intercambio social y desarrollo del bienestar. (1993). Social exchange and welfare development, (edición inglesa). (1993). 05. Ramón Mendoza Berjano, María Reyes Sagrera Pérez y Joan Manuel Batista Foguet, Conductas de los escolares españoles relacionadas con la salud. (1986-1990). (1994). 06. José Luis Curbelo, Francisco Alburquerque, Carlos A. de Mattos y Juan Ramón Cuadrado (ed.), Territorios en transformación. (Análisis y propuestas). (1994). 07. Sebastià Sarasa y Luis Moreno (compiladores), El estado del bienestar en la Europa del sur. (1995). 08. Luis Moreno, Escocia, nación y razón. (Dos milenios de política y sociedad). (1995). 09. Daniel Borrillo (ed.), Genes en el estrado. Límites jurídicos e implicaciones sociales del desarrollo de la genética humana. (1996). 10. Luis Moreno (compilador), Unión Europea y estado del bienestar. (1997). 11. Thierry Desrues y Eduardo Moyano (coord.), Cambio, gobernabilidad y crisis en el Magreb. Una reflexión desde las dos orillas. (1997). 12. Alain-G.Gagnon, Quebec y el federalismo canadiense. (1998). 13. Clemente J. Navarro Yáñez, El sesgo participativo. Innovación democrática en municipios del sur de Europa (1960-1995). (1999). 14. Manuel Pérez Yruela, José Mª. Sumpsi, Isabel Bardají y Mª del Mar Giménez Guerrero, La nueva concepción del desarrollo rural: estudio de casos. (2000). 15. Rafael Serrano del Rosal, Transformación y cambio del sindicalismo español contemporáneo. (2000). 16. Ángel Paniagua Mazorra (ed.), Naturaleza, agricultura y política agroambiental en España. (2000). 17. Luis Moreno (ed.), Pobreza y exclusión: La “Malla de seguridad” en España. (2001) 18. Manuel Pérez Yruela, Hilario Sáez Méndez y Manuel Trujillo Carmona, Pobreza y exclusión social en Andalucía. (2002). 19. Eduardo González Calleja, La violencia en la política. Perspectivas teóricas sobre el empleo deliberado de la fuerza en los conflictos de poder. (2002). 20. Manuel Pérez Yruela, Gregorio Rodríguez Cabrero y Manuel Trujillo Carmona. Pobreza y exclusión social en el principado de Asturias. (2004). 21. Angeles Escrivá y Natalia Ribas (coords.). Migración y Desarrollo. (2004).

Los inmigrantes vienen a vivir en España, y concretamente en Andalucía, fundamentalmente en búsqueda de un mejor nivel de vida. Asimismo, la valoración de la realidad migratoria por parte de la población autóctona depende, en gran medida, de su aportación al desarrollo y bienestar de la sociedad de acogida. Sin embargo, el debate mediático, político y científico sobre la inmigración suele centrarse muchas veces en las posibles modalidades de la convivencia entre personas procedentes de diferentes culturas. Este libro otorga a la búsqueda del bienestar social el papel primordial que le corresponde, describiendo de manera rigurosa las condiciones de vida de los inmigrantes asentados en Andalucía y analizando las principales políticas autonómicas en materia migratoria. Los datos proceden de un encuesta de la población inmigrante realizada en 2003; se trata de una fuente extraordinaria en cuanto a su amplitud, validez y representatividad. Así, este libro consigue establecer un retrato fidedigno de la situación social de la población inmigrante en su conjunto, superando los tópicos más arraigados y aclarando los principales retos respecto de la evolución a medio y largo plazo.

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Unión Europea Fondo Social Europeo

CSIC

Dirigida por: Salvador Giner y Luis Moreno

MANUEL PÉREZ YRUELA y SEBASTIAN RINKEN

ISBN:

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Colección Politeya

CONSEJO SUPERIOR DE INVESTIGACIONES CIENTÍFICAS

Ilustración de la cubierta: Paul Klee Schwankendes Gleichgewicht (Equilibrio difícil) (Kunstmuseum Bern)

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CONSEJO SUPERIOR DE INVESTIGACIONES CIENTÍFICAS Instituto de Estudios Sociales de Andalucía JUNTA DE ANDALUCÍA Consejería de Gobernación

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Queda rigurosamente prohibida, sin la autorización escrita de los titulares del "Copyright" bajo las sanciones establecidas en las leyes, la reproducción total o parcial de esta obra por cualquier medio o procedimiento informático, y su distribución.

Unión Europea Fondo Social Europeo

© CSIC © Manuel Pérez Yruela y Sebastian Rinken Investigación financiada por el Fondo Social Europeo NIPO: ISBN: Depósito Legal: CSIC. Servicio de Publicaciones. Madrid, 2005

Maquetación Luna Castilla, Mª Carmen Rodríguez y Carmen Jurado IESA Impresión Argos Impresores. Córdoba. España Printed in Spain Pedidos al Departamento de Publicaciones del CSIC Vitrubio, 8. 28006 Madrid Tel. 91 562 96 33 - Fax: 91 562 96 34

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ÍNDICE CAPÍTULO 1. INTRODUCCIÓN .......................................9-30 PARTE I ANDALUCÍA COMO TIERRA DE INMIGRACIÓN .............31-69 CAPÍTULO 2. VOLUMEN Y DISTRIBUCIÓN DE LA POBLACIÓN INMIGRANTE 2.1. Aproximación a cuantía y ubicación: el Padrón ............37-43 2.2. Escenarios de evolución demográfica ...........................43-47 CAPÍTULO 3. PERFILES SOCIODEMOGRÁFICOS SEGÚN VARIABLES CLAVE 3.1. Sexo ............................................................................49-51 3.2. Procedencia .................................................................51-54 3.3. Zona de asentamiento..................................................54-56 3.4. Año de llegada .............................................................56-58 CAPÍTULO 4. TRAYECTO Y PROYECTO MIGRATORIOS 4.1. Itinerario y etapas........................................................60-64 4.2. Intenciones y expectativas............................................64-69 PARTE II LA SITUACIÓN SOCIAL DE LA POBLACIÓN INMIGRANTE..71-133 CAPÍTULO 5. SITUACIÓN ADMINISTRATIVA 5.1. Permisos de residencia y trabajo ..................................75-78 5.2. Empadronamiento en el lugar de residencia .................78-79 5.3. Incorporación a la Seguridad Social .............................80-83

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CAPÍTULO 6. SITUACIÓN SOCIOLABORAL 6.1. Ocupación, temporalidad y desempleo ......................... 86-91 6.2. Sectores y niveles de ocupación ................................... 91-96 6.3. Condiciones laborales, remuneración y satisfacción ... 96-105 CAPÍTULO 7. SITUACIÓN RESIDENCIAL 7.1. Vivienda................................................................... 108-117 7.2. Convivencia ............................................................. 117-122 CAPÍTULO 8. NECESIDADES Y PRIORIDADES 8.1. Necesidades principales ........................................... 125-126 8.2. Aspectos prioritarios de la vida ................................ 126-133 PARTE III LA INTEGRACIÓN COMO RETO................................ 135-179 CAPÍTULO 9. INTEGRACIÓN SOCIOLABORAL 9.1. Incorporación al empleo regular ............................... 143-147 9.2. Movilidad ocupacional ascendente ........................... 147-150 CAPÍTULO 10. INTEGRACIÓN SOCIOEDUCATIVA 10.1. Escolarización........................................................ 152-155 10.2. Solvencia lingüística y académica........................... 155-161 CAPÍTULO 11. OTRAS POLÍTICAS SECTORIALES 11.1. La calidad de la situación residencial ..................... 164-166 11.2. El rendimiento del sistema sanitario público .......... 166-172 11.3. Estructura y dotación del sistema de servicios sociales 172-179 CAPÍTULO 12. CONCLUSIONES ............................... 181-185 BIBLIOGRAFÍA ....................................................... 187-197 ANEXO 1 MATERIALES .......................................................... 199-235 Anexo 1.1. Diseño y desarrollo del proyecto de investigación NEPIA.. 201-205 Anexo 1.2. Mapas ...................................................................207-216 Anexo 1.3. Ficha Técnica de la encuesta NEPIA .....................217-221 Anexo 1.4. El cuestionario de NEPIA ......................................223-235 ANEXO 2 TABLAS CON RESULTADOS DE LA ENCUESTA NEPIA . 237-296

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CAPÍTULO 1. INTRODUCCIÓN Este libro recoge los resultados más relevantes de la investigación sobre “Necesidades de la Población Inmigrante en Andalucía” (NEPIA), realizada entre julio de 2002 y diciembre de 2003 por el Instituto de Estudios Sociales de Andalucía (IESA-CSIC) por encargo de la Dirección General de Coordinación de Políticas Migratorias (Consejería de Gobernación) de la Junta de Andalucía y con financiación del Fondo Social Europeo. Al promover este estudio, la Junta de Andalucía puso de manifiesto su compromiso por seguir mejorando el conocimiento respecto a uno de los fenómenos sociales que más interés y preocupación están suscitando en la actualidad tanto entre los ciudadanos, como entre los medios de comunicación. Con relación a la inmigración, las representaciones mediáticas introducen a veces cierta distorsión en la percepción del fenómeno, que puede corregirse con la ayuda de investigaciones científicas rigurosas. Al mismo tiempo, debido a su complejidad, el fenómeno migratorio es una de las áreas en las que, a efectos de política social, con más urgencia se necesitan conocimientos fiables, previsiones acertadas y actuaciones apropiadas. En resumidas cuentas, el estudio se concibió con la idea de mejorar los conocimientos sobre la situación social y las necesidades de la población inmigrante en Andalucía desde una perspectiva integral e intersectorial, con el fin último de ayudar a la elaboración de propuestas de actuación para mejorar la integración de los inmigrantes en la sociedad andaluza. OBJETIVOS Los objetivos de la investigación están relacionados con los del Primer Plan Integral para la Inmigración en Andalucía 2001-20041, en particular el de

Este Plan ha sido elaborado por la Dirección General de Coordinación de Políticas Migratorias de la Junta de Andalucía (Consejería de Gobernación) (DGCPM, 2002). Sus objetivos generales son: (a) Favorecer la plena integración social, laboral y personal de la población inmigrante, como sujeto de derechos y deberes, creando las condiciones que favorezcan dicha integración en el seno de la sociedad andaluza; (b) Asegurar el acceso de la población inmigrante a los servicios básicos comunes al conjunto de la población, tales como la sanidad, la educación, la vivienda, los servicios sociales y la atención jurídica, impulsando y realizando estrategias activas que garanticen este acceso; (c) Cualificar la oferta de bienes y servicios tanto a la población inmigrante como a la de acogida, fomentando la coordinación y cooperación de las actuaciones de los poderes públicos, poniendo en valor los recursos disponibles; (d) Mejorar permanentemente el conocimiento de la realidad social y de las estrategias más adecuadas para el cambio, mediante el mantenimiento sostenido de la actividad de investigación y la formación permanente de personal cualificado para este tipo de intervención; (e) Fomentar la sensibilización social acerca de 1

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mejorar el conocimiento de la realidad social. En concreto, los objetivos del estudio han sido: (1) Describir las características sociodemográficas, socioeconómicas y socioculturales de la población inmigrante y sus necesidades de atención social. (2) Establecer conocimientos lo más exhaustivos y concretos posible sobre la relación entre las necesidades de atención social de la población inmigrante en Andalucía, por un lado, y los recursos de atención social disponibles para ello, por otro. (3) Proponer medidas que puedan contribuir a mejorar la integración social de la población inmigrante y la cohesión social de la población andaluza en su conjunto. Estos objetivos generales se plasmaron en ocho objetivos específicos, desde la revisión de la bibliografía disponible hasta la elaboración de una síntesis de conclusiones. De estas ocho tareas, seis se realizaron directamente desde el IESA, mientras que otras dos se encargaron a expertos externos. En este libro resumimos los resultados más destacados de los ocho Informes. El trabajo ha sido desarrollado durante 15 meses, desde septiembre de 2002 hasta finales de 2003. El Anexo 1.1. recoge breves descripciones de todas las tareas de investigación realizadas, incluyendo título y autores de los Informes elaborados en el marco del estudio NEPIA. Antes de continuar conviene precisar la definición de “población inmigrante” utilizada en el proyecto. El estudio se centra en personas procedentes de países con un nivel de desarrollo socioeconómico comparativamente bajo, correspondiendo la población objeto del mismo, con ligeros matices, a la llamada población inmigrada de origen “extracomunitario”, esto es, externo a la Unión Europea. Quedan, pues, excluidas las personas procedentes de países miembros del Espacio Económico Europeo (los 15 Estados de la Unión Europea hasta la ampliación de 2004, más Islandia, Noruega, Suiza, Liechtenstein) o de otros países altamente desarrollados económicamente (EE.UU., Canadá, Australia, Nueva Zelanda y Japón). A lo largo de todo el estudio el término “inmigrante” se usará en el sentido que acabamos de especificar. A veces utilizaremos también términos como “población inmigrante de procedencia extracomunitaria” o “inmigrantes procedentes de países menos desarrollados”,

los valores positivos del hecho de la inmigración, y de rechazo a toda forma de racismo y xenofobia, y cualquier clase de discriminación; y (f) Contribuir a mejorar las condiciones de vida y de las infraestructuras de los países de origen de la población inmigrante mediante el conjunto de actuaciones que constituyen la Cooperación al Desarrollo, incidiendo así en las causas del hecho migratorio.

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sin que esta variación semántica aporte, en relación a los objetivos de este estudio, variaciones sustanciales de significado (aunque pueda asumirlas en otro contexto). Cabe señalar también que el estudio se dirige a los inmigrantes procedentes de países menos desarrollados independientemente de su estatus administrativo actual o de su destino final, siempre que estén asentados en Andalucía. LA REPRESENTATIVIDAD EN EL ESTUDIO DE LA INMIGRACIÓN De todas las tareas del proyecto, la más compleja y significativa ha sido la realización, en la primavera de 2003, de una encuesta a la población inmigrante. De hecho, algunas de las otras tareas se diseñaron principalmente como preparación operativa de dicha encuesta, mientras que otras constituyen fundamentalmente una primera explotación de sus resultados. Creemos que parte del valor añadido de este estudio frente a otros estudios sobre la situación social de los inmigrantes radica en la aportación de datos procedentes de dicha encuesta, cuya representatividad es superior a la de otras fuentes existentes. Por ello, vamos a dedicar algún espacio a presentar las principales características de la encuesta NEPIA2, relacionándolas con los procedimientos aplicados por algunos de los más relevantes trabajos con vocación de representatividad realizados con anterioridad en España.3 No se trata de un resumen bibliográfico exhaustivo, sino de la identificación de los principales problemas existentes en la búsqueda de procedimientos para alcanzar el mejor nivel posible de representatividad. Es oportuno empezar con una aclaración terminológica. En estadística, como es bien sabido, el concepto de representatividad se refiere a un cálculo probabilístico. El principal criterio para que determinadas observaciones se puedan considerar aplicables más allá del conjunto concreto de personas

2 Véase también el dossier especial dedicado por la revista “Metodología de Encuestas” a la encuesta NEPIA (Gualda et al., 2003; Maya Jariego, 2003; Rinken, 2003). 3 Frente a la escasez de estudios representativos sobre las condiciones de vida de los inmigrantes, la metodología de encuestas se aplica con bastante frecuencia para comprobar las opiniones y actitudes de la población autóctona en relación al fenómeno migratorio. No queremos entrar aquí en una valoración de su calidad, muchas veces deficiente a causa bien de la utilización de indicadores excesivamente abstractos, alejados de las preocupaciones reales de la población autóctona, bien de procedimientos de muestreo poco funcionales (González Enríquez, 2004). Para un análisis de la opinión pública española que emerge de las encuestas disponibles véanse Pérez Díaz et al. (2001: 137-170), Campo Ladero (2004) y Cea D’Ancona (2004), todos basándose principalmente en datos del CIS, así como Díez Nicolás y Ramírez Lafita (2001a) (con datos de ASEP). La opinión pública andaluza es analizada, con datos de la Encuesta Social y del Barómetro de Opinión del IESA, por Gualda (2003); véase también el estudio dirigido por Pascual Acosta (2004).

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observadas consiste en la selección aleatoria de éstas. Si las personas observadas (muestra) se han extraído de manera aleatoria de un determinado universo de estudio, se podrá calcular la probabilidad de que las observaciones obtenidas constituyan un fiel reflejo de la situación no sólo de aquéllas, sino también de éste. Este planteamiento no es aplicable con propiedad en el estudio de las migraciones con destino a España, al no existir procedimiento de extracción de una muestra completamente aleatoria de toda la población objeto. El término “vocación” de representatividad se refiere por tanto al intento de respetar, a pesar de esta dificultad fundamental, los procedimientos y criterios preceptivos en la metodología de encuestas. En los trabajos realizados en España con esta ambición, sea declarada o implícita4, dicha vocación se ha referido bien a determinados grupos de procedencia asentados en las CC.AA. con la mayor presencia inmigrante (Arango et al., 2000; Aparicio Gómez, 2004; Carrasco Carpio, 1999; Díez Nicolás y Ramírez Lafita, 2001b), bien a grupos de procedencia específicos asentados en determinadas provincias de una Comunidad Autónoma (Martínez García et al., 1996), bien a determinados grupos de procedencia según CC.AA. de asentamiento y sector de ocupación (IOÉ, 1998)5, bien a toda la población inmigrante asentada en una determinada Comunidad Autónoma (Laparra, 2003). Algunos de estos trabajos tienen como objetivo principal el estudio de causas, itinerarios y proyectos migratorios (Arango et al., 2000), mientras que otros están centrados fundamentalmente en el estudio de la situación social de los inmigrantes (Aparicio Gómez, 2004; Laparra, 2003). Al variar mucho las características de las encuestas disponibles, creemos de interés explicitar los criterios de calidad que se han seguido en este estudio: (1) una aproximación sistemática y plausible a la población objeto de estudio; (2) un muestreo que refleje la heterogeneidad cultural y social de la población objeto; (3) procedimientos de captación de los entrevistados que minimicen los posibles sesgos de selección;

4 Conscientes de sus limitaciones, varios de los estudios que se comentarán a continuación evitan la formulación explícita de una vocación de representatividad, a pesar de quedar ésta patente en la semántica utilizada. Así, por poner un ejemplo, declarar que “la representatividad proporcional no era el objetivo principal de esta investigación exploratoria” (Díez Nicolás y Ramírez Lafita, 2001b: 13) es una afirmación claramente defensiva, comprensible sólo a raíz de los resultados insatisfactorios obtenidos en el intento de constituir “una muestra que permitiese análisis cuantitativos”, “procurando evitar sesgos de selección” (ibídem: 11). 5 El Colectivo IOÉ ha realizado varios trabajos más con este planteamiento (IOÉ, 1999; IOÉ, 2001).

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(4) la utilización de equipos de campo adaptados a la heterogeneidad cultural y lingüística de la población objeto; (5) un cuestionario apto para una amplia variedad de contextos culturales y situaciones sociales; (6) un riguroso control de calidad de las entrevistas realizadas; y (7) la comparabilidad de los resultados con datos sobre la situación social de la población autóctona. A continuación, combinaremos comentarios necesariamente sintéticos sobre los trabajos pre-existentes con una presentación de la encuesta NEPIA. Aproximación al universo de estudio Siempre que el estudio no se limite a un determinado segmento laboral, un primer escollo a la hora de plantear una encuesta a la población de procedencia inmigrante consiste en la definición operativa del universo de estudio. En términos generales, la actuación preceptiva en la metodología de encuestas es recurrir, con mecanismos aleatorios de selección, a algún listado o registro que contenga, en el caso ideal, no sólo todos los elementos del universo de estudio, sino también información sobre la manera de entrar en contacto con estas personas. Los ejemplos típicos son las secciones censales y los listados de teléfonos para encuestas de tipo presencial y telefónico, respectivamente. En el caso que aquí nos concierne, tal listado o registro no existe. Si bien se han hecho intentos de utilizar el Censo (Arango et al., 2000) o el Padrón Municipal (de Miguel et al., 2004) para la extracción aleatoria de un listado de personas a entrevistar, este procedimiento acarrea graves problemas de infrarepresentación de los segmentos más móviles de la población inmigrada.6 Por tanto, prescindiendo de la idea de conseguir una localización a priori de los elementos de la muestra, el reto consiste en establecer una aproximación razonable al universo de estudio que pueda utilizarse, sin excesivas distorsiones, en la organización del trabajo de campo. La solución de NEPIA (similar a la de Laparra, 2003) ha sido establecer tal aproximación a través de datos padronales lo más actualizados posible, recogidos directamente en los municipios correspondientes. Como elemento novedoso, vista la extensión territorial y articulación administrativa de Andalucía, se limitó dicha recogida a aquellos municipios andaluces que contasen con presencia significativa de población inmigrante, complementando los datos actualizados, obtenidos en 150 municipios, con el último Padrón

6 Problemas similares surgieron en una encuesta realizada en Francia con un procedimiento análogo (Tribalat, 1996).

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publicado por el INE (relativo a los restantes 620 municipios andaluces).7 Frente a otras estadísticas disponibles para la cuantificación y localización de los inmigrantes asentados en un determinado territorio (notablemente la estadística de los permisos de residencia, utilizada por Martínez García et al., 1996), el Padrón Continuo ofrece una mayor inclusividad, un mayor nivel de desagregación y una mayor actualización, siempre que se cuente con los recursos necesarios para recoger estos datos actualizados. Nuestra recogida se limitó a las variables sexo y nacionalidad; nos permitió por tanto configurar los perfiles de los entrevistados a buscar en el trabajo de campo, siendo indispensable, para que esta aproximación al universo de estudio resulte funcional para conseguir un grado de representatividad razonable, su combinación con los adecuados mecanismos de muestreo y captación (implementación de la muestra). Muestreo Si no se restringen a un segmento muy específico, los estudios suelen optar por subdividir o estratificar la muestra en función de variables como la procedencia (según el caso, por países o conjuntos geopolíticos, coincidiendo éstos muchas veces con los continentes) o la ubicación (según el caso, por CC.AA., provincia o tipo de municipio). La principal ventaja de tal subdivisión consiste en la posibilidad de conseguir resultados razonablemente representativos en cada una de las categorías, mientras que una distribución simplemente proporcional implicaría en muchos casos la obtención de resultados significativos – siempre que el conjunto de los demás procedimientos permita tal calificativo – sólo para las categorías numéricamente dominantes en la población objeto. El tamaño total de la muestra que resulte viable con los recursos disponibles determina como se sabe el número de categorías en las que puede desagregarse, teniendo en cuenta el objetivo fundamental de conseguir resultados representativos. En los estudios existentes (por ejemplo, Díez Nicolás y Ramírez Lafita, 2001b), parece existir cierta tendencia a una fragmentación excesiva de la muestra, siempre que se busque representatividad a nivel de submuestra. En sintonía con otros observadores (Martínez García et al., 1996; Maya Jariego, 2001; Maya Jariego, 2003), cabe señalar, asimismo, que cualquier categoría estadística comporta cierto riesgo de que a la realidad descrita se le impute una homogeneidad ficticia. Es menester

Ver Rinken (2003: 158) para más detalles; ver Anexo 1.2. (mapas 1-7) para una visualización de los resultados. Cabe señalar que la recogida de datos padronales efectuada por el equipo de NEPIA resultó avalada por la posterior publicación, por parte del Instituto Nacional de Estadística (www.ine.es), del Padrón a 1 de enero de 2003, cuyo volumen supera, para la población objeto que aquí nos concierne, en un 10% aproximadamente nuestra cuantificación de empadronados a otoño de 2002. 7

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añadir, sin embargo, que dicho riesgo es inevitable al existir independientemente de la amplitud de la categoría utilizada. La implicación práctica de este riesgo es la de concebir las categorías de clasificación empleadas en la estratificación de la muestra siempre como meramente heurísticas. En este libro, el uso de mayúsculas y comillas en relación con estas categorías pretende enfatizar dicha naturaleza heurística. Optamos por una estratificación cruzada de las 1800 entrevistas a realizar. La estratificación se efectuó: (a) por conjuntos geopolíticos de procedencia (cinco categorías: África subsahariana, Asia (excepto Japón y Oriente Próximo), Europa del Este, Iberoamérica, Magreb con Oriente Próximo); y (b) por zonas socioeconómicas de asentamiento (cuatro categorías: Capitales de provincia y cinturón metropolitano, Zonas costeras con economía dominada por el turismo, Zonas costeras con economía dominada por la agricultura intensiva y Zonas rurales del interior).8 Cabe resaltar que la función operativa de los datos padronales se limitó a la distribución espacial de las cuotas, mientras que la muestra se compone de inmigrantes mayores de 15 años captados según dichas cuotas independientemente de su estatus padronal u otras variables administrativas. En la encuesta NEPIA, aproximadamente tres de cada cuatro entrevistados afirmaron estar empadronados en su municipio de residencia, siendo esta variable relacionada claramente con la duración de la estancia en nuestro país. Captación (“implementación” de la muestra) Como ha observado Isidro Maya, cabe calificar de sorprendente la poca atención que suelen recibir las normas de acceso a la población objeto, dada su decisiva contribución a la calidad de los datos. En los estudios sobre la inmigración, los problemas de representatividad “se derivan en gran parte de concentrarse en aquellos subgrupos de la población que son más accesibles para los investigadores” (Maya Jariego, 2001: 206). A este problema (¿cómo evitar la introducción de sesgos a la hora de establecer el contacto con las personas a entrevistar?) no escapan la mayor parte de las investigaciones realizadas con anterioridad al estudio NEPIA. Por ejemplo, en el trabajo de Arango et al. (2000), a pesar de abogar en principio por un procedimiento 8 Manuel Trujillo, de la Unidad Técnica del IESA, facilitó al equipo de NEPIA una clasificación de todos los municipios andaluces según estas categorías, establecidas por él en función de datos censales sobre nivel de educación, actividades socioeconómicas y estado urbanístico, entre otras variables (Trujillo Carmona, sin fecha) (ver Anexo 1.2., mapa 8.). Frente al procedimiento muestral habitual, en el que suele considerarse sólo el tamaño del municipio, la principal ventaja de la clasificación elaborada por Trujillo consiste en que ésta refleja la realidad sociodemográfica y socioeconómica a nivel local. Se evita por tanto mezclar, por ejemplo, pueblos rurales del interior, por un lado, con pequeños municipios pertenecientes al cinturón metropolitano de una gran urbe, por otro. Aparte de las cuotas cruzadas por procedencia y zona de asentamiento, la muestra de NEPIA se caracteriza por cuotas proporcionales por sexo, establecidas en función de los datos padronales.

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enteramente probabilístico relacionado con secciones censales, las dificultades de este planteamiento impusieron la adaptación de una captación de tipo bola de nieve en gran parte de la muestra. En otros estudios (notablemente Martínez García et al., 1996; Díez Nicolás y Ramírez Lafita, 2001b) las asociaciones de o pro inmigrantes resultan ser esenciales para el acceso a los entrevistados, generalmente en combinación con la “bola de nieve”. Cabe constatar que esta vía de captación es vulnerable a la introducción de sesgos incontrolados. Una valoración comparativa de la situación social de personas que acuden a asociaciones de o pro inmigrantes, frente a personas que no lo hacen, será posible sólo si la captación de los entrevistados evita cualquier predeterminación de ésta u otra variable relevante. En otras palabras, la captación de los entrevistados tendrá que organizarse de tal manera que maximice la variedad de las personas entrevistadas en cuanto a variables como su extracción social, integración sociolaboral o contacto con instituciones de la sociedad de acogida, entre otras. En NEPIA, la distribución de las 1800 entrevistas entre las ocho provincias andaluzas y sus 770 municipios se hizo, en primer lugar, según el muestreo de estratificación cruzada (ver Anexo 1.3.) y, sólo posteriormente, se manejó el criterio de presencia numérica porcentual, sobre la base de los datos padronales municipales mencionados anteriormente. El número mínimo de entrevistas a realizar en un determinado municipio quedó fijado en ocho, para evitar una excesiva dispersión geográfica del trabajo de campo. Todos aquellos municipios en los que, visto el peso que tenía su número de empadronados en relación con la cuota a cubrir, les correspondían más de ocho entrevistas, se han introducido automáticamente en la muestra. Entre los municipios que le correspondían menos de ocho entrevistas, se han seleccionado aleatoriamente algunos de ellos con probabilidad proporcional al número de inmigrantes estimado, completándose así el número de entrevistas a realizar en cada tipo de zona. Por ejemplo, Écija figuró como representante de la categoría “municipio sevillano ubicado en la zona socioeconómica ‘agricultura extensiva’ y que cuente con determinada población inmigrante empadronada”, programándose en este municipio la realización de ocho entrevistas a pesar de tener su población inmigrante empadronada un peso proporcional menor. A la hora de buscar a los entrevistados según los perfiles establecidos (municipio, procedencia y sexo), los encuestadores tenían que seguir una serie de indicaciones referidas al tipo de lugares donde proceder a tal búsqueda, de forma que se evitase, en la medida de lo posible, entrevistar sólo a personas que, por el motivo que fuera, resultasen particularmente visibles y, por tanto, fáciles de captar como entrevistados. Se definieron cuotas mínimas y máximas relativas a una variedad de ámbitos de captación: laboral, residencial, recreativo y asociativo. Se intentó limitar a categoría residual la captación en el ámbito asociativo, al considerarse particularmente proclive

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a la introducción de sesgos;9 por tanto, este ámbito no tuvo cuota mínima, sino que sólo llevó una cuota máxima (hasta el 20%), aplicable al volumen de trabajo realizado por cada entrevistador, mientras que en relación con los demás ámbitos se definieron bandas de oscilación entre el 25% y el 50%. Se estableció asimismo una relación indicativa de posibles puntos de contacto en cada ámbito, para que sirvieran de orientación a los entrevistadores. Por ejemplo, en el ámbito residencial quedaban incluidos puntos de captación como calles, plazas y avenidas en barrios con población inmigrante; locutorios, centros de salud o supermercados situados en los mismos; etc... En resumen, con estas reglas creemos haber mejorado notablemente la representatividad de los datos recabados, aproximándonos, en la medida de lo posible, al ideal de aleatoriedad. Composición y formación del equipo de campo Mientras que la implementación de la muestra es un capítulo problemático en la metodología de la mayoría de los estudios existentes, sí existe un consenso incipiente con relación a los procedimientos a aplicar a la hora de componer y formar los equipos de campo encargados de la realización material de la encuesta (Maya Jariego, 2001). La tendencia general es considerar inviable, por motivos lingüísticos y culturales, la utilización de encuestadores sin más provisiones específicas que las habituales. Las opciones alternativas para conseguir acceso a la población objeto, superar la posible barrera lingüística y prevenir alta tasas de rechazo (bien de la propia entrevista, bien de preguntas “delicadas”) son: (a) dotar a los encuestadores profesionales con acompañantes procedentes del ámbito sociocultural correspondiente (por ejemplo, Martínez García et al., 1996), o (b) formar a personas afines cultural y lingüísticamente a la población objeto en la correcta realización de una entrevista estandardizada (por ejemplo, Arango et al., 2000). En NEPIA optamos por la segunda de estas vías, procurando disponer en cada equipo de campo, en función de la muestra local o provincial, de las correspondientes competencias lingüísticas, con el resultado de que muchos de los aproximadamente 80 encuestadores que realizaron el trabajo de campo eran ellos mismos inmigrantes. De esta forma, en muchos casos el problema de la “entrada en la comunidad objeto de estudio” ni siquiera se planteó. Siempre en relación con consideraciones de accesibilidad y validez,

Nos referimos aquí a sesgos de selección; ver Martínez García et al. (1996: 224-226) para los posibles sesgos de percepción que pudieran existir por parte de los representantes de las asociaciones pro-inmigrantes respecto de las necesidades y los problemas de éstos. Un procedimiento parecido al del estudio NEPIA fue aplicado por Aparicio Gómez (2004). 9

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procuramos asimismo contratar como entrevistadoras a un elevado número de mujeres, en función de la composición de la muestra. De la supervisión de estos equipos de campo se encargó una red de coordinadores provinciales, también reclutados específicamente para este proyecto y que disponían de conocimientos especializados sobre el fenómeno migratorio en su respectiva zona de actuación. Aparte de valorar la experiencia previa en técnicas de investigación social como uno de los criterios de selección, se proporcionó a todos los entrevistadores una formación sobre la administración correcta del cuestionario. Además, se redactó un manual de procedimiento específico para este estudio. Diseño del cuestionario En cualquier estudio con vocación de representatividad estadística, por motivos logísticos y operativos, es indispensable contar con un procedimiento estandardizado de recogida de datos. En el caso de encuestas a inmigrantes esta exigencia no deja de ser problemática, bien por la gran variedad de situaciones sociales en las que se puedan encontrar distintos segmentos de la población inmigrada, bien por el elevado grado de conocimientos previos necesarios para redactar un cuestionario de estas características, bien por la posible reluctancia a contestarlo si las preguntas resultaran artificiales. Asimismo, en psicología social existe un amplio debate acerca de la equivalencia conceptual y escalar en poblaciones culturalmente diversas (Maya Jariego, 2001). Algunos estudios han preferido reducir estos retos a dimensiones más manejables, por ejemplo centrándose exclusivamente en determinadas situaciones sociolaborales (IOÉ, 1998; IOÉ, 1999) o principalmente en cuestiones relacionadas con la dimensión demográfica del hecho migratorio (Arango et al., 2000), mientras que otros investigadores asumieron la necesidad de elaborar un cuestionario temáticamente amplio y apto para medir la situación social de toda la población inmigrada (Laparra, 2003). El equipo de NEPIA siguió esta última vía, diseñando un cuestionario que incluyese indicadores sobre un amplio abanico de áreas temáticas (ver Anexo 1.4.), desde el medio de transporte para llegar a España hasta las condiciones laborales y la calidad de la convivencia con los vecinos. Los filtros del cuestionario están diseñados para evitar molestias o incomodidad a los entrevistados, fuera cual fuera su situación social, mejorando de esta manera su adhesión a la entrevista y su disponibilidad para contestar de forma verdadera. Asimismo, la inclusión de un elevado número de preguntas aparentemente abiertas (a codificar después de terminar la entrevista con un cierre preestablecido) contribuyó a camuflar, en cierta medida, la naturaleza inexorablemente estructurada de la entrevista de tipo encuesta. Para minimizar los posibles sesgos por falta de equivalencia escalar, utilizamos escalas muy sencillas (4 o 5 puntos con etiqueta verbal). Más adelante profundizaremos en la exposición del diseño analítico del trabajo.

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Control de calidad Junto con los procedimientos de captación, el control de calidad constituye probablemente otra mejora de este estudio en comparación con otras encuestas a inmigrantes realizadas anteriormente en España (como excepción, ver Aparicio Gómez, 2004). La pieza fundamental de cualquier control de calidad es la posibilidad de contactar nuevamente con la persona entrevistada, bien por conocer su lugar de residencia, bien por disponer de un teléfono de contacto. En encuestas a la población inmigrante, los más que comprensibles recelos y temores relacionados con la existencia de posibles irregularidades administrativas hacen que la aplicación de este tipo de controles se suela considerar inviable. Al plantear nuestra intención de establecer este tipo de procedimientos, la mayoría de los expertos consultados reaccionaron con incredulidad, desaconsejando el intento. Pese a ello, incluimos la petición de un número de teléfono de contacto al final del cuestionario “por si surgiera alguna duda respecto de la información” apuntada en el mismo. Previmos además variables para recoger el tipo del teléfono facilitado (propio; de un familiar; de un vecino o conocido... etc), el nombre o alias por el que preguntar, y el mejor horario para establecer el contacto. Es probable que el elevado porcentaje de teléfonos conseguidos se deba, primero, a la correcta percepción de los entrevistadores de que íbamos a considerar llamativos aquellos casos en los que los teléfonos conseguidos eran pocos; segundo, al clima de confianza existente, en muchos casos, entre entrevistadores y entrevistados; y tercero, a la elevada difusión de los teléfonos móviles entre la población inmigrante (un 80% de los entrevistados declaró disponer de teléfono móvil). Comparabilidad La posibilidad y necesidad de comparar los datos obtenidos a través de encuestas a la población inmigrante, por un lado, con datos sobre la población autóctona o general, por otro, depende lógicamente de la naturaleza de aquéllos. Si se trata de datos sobre características específicas de los inmigrantes, como por ejemplo las causas del propio hecho migratorio (Arango et al., 2000), es natural que la comparación se centre en distintos grupos de inmigrantes. Si se trata de datos sobre la situación social de los inmigrantes en el país de acogida, sin embargo, resulta lógico recogerlos no como fin en sí mismo, sino en relación con un horizonte comparativo referido a la población autóctona (IOÈ, 1998). En NEPIA, procuramos dotar de comparabilidad directa una serie de indicadores clave. Las referencias comparativas más relevantes son la Encuesta de la Población Activa, por un lado, y la Encuesta sobre Condiciones de Vida y Pobreza en Andalucía, por otro, realizadas por el Instituto Nacional de Estadística y el Instituto de Estudios Sociales de Andalucía, respectivamente.

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Sobre la calidad de los datos de NEPIA Para poder justificar la importante inversión de recursos necesaria para su realización, las encuestas a la población inmigrante tienen que generar un valor añadido importante, frente a otras fuentes de conocimiento empírico. Esperando que esta publicación en su conjunto y otras que se irán elaborando en el futuro contribuyan a poner de manifiesto su utilidad material (es decir, su contribución a un mejor conocimiento del fenómeno migratorio), a continuación ilustraremos el valor añadido de esta encuesta con algunos indicadores formales. En este sentido, cabe destacar tres aspectos que pueden servir de indicadores de calidad de los datos obtenidos por la encuesta NEPIA: adhesión (cooperación), diversificación (captación) y control de calidad. La buena adhesión obtenida con nuestras herramientas de campo se refleja en el bajo porcentaje de respuestas evasivas (“no sabe / no contesta”), incluso en el último apartado del cuestionario y en los ámbitos temáticos generalmente considerados más delicados. A título de ejemplo, conviene mencionar que sólo un 2,7% de los entrevistados que estaban empleados en España durante el año 2002 rehusaron indicarnos si habían cotizado a la Seguridad Social, y sólo el 1,1% evitó indicar el medio de trasporte con el que había llegado a España. Asimismo, la captación de los entrevistados en distintos ámbitos funcionó bien, lográndose el objetivo de reducir a categoría residual la captación en el ámbito asociativo (8,4%), mientras que los porcentajes correspondientes a cada uno de los restantes tres ámbitos oscilaron entre el 28% y el 36% de los entrevistados. Finalmente, aproximadamente dos de cada tres entrevistados nos proporcionaron un número de teléfono de contacto. Esta elevada tasa de obtención de teléfonos de contacto permitió realizar un control telefónico de calidad al 39,5% de los entrevistados. LA INTEGRACIÓN SOCIAL COMO OBJETO DE INVESTIGACIÓN La finalidad última de este estudio no es defender un determinado modelo de integración frente a otros, sino aportar un diagnóstico de la situación actual con relación al proceso de integración de los inmigrantes en la sociedad andaluza. Por tanto, en este trabajo utilizaremos el concepto de integración principalmente en sentido descriptivo. Sin embargo, es menester señalar que el término “integración social” tiene una inexorable connotación valorativa, indicando, o cuando menos implicando, determinados objetivos políticos. Como paso previo al análisis que nos proponemos llevar a cabo en este libro, es preciso aclarar el significado de este concepto clave incluyendo una aclaración de su ineludible dimensión normativa. Los estudios académicos y planes de actuación administrativa existentes han pecado en bastantes ocasiones de una escasa o nula aclaración conceptual en este sentido. Coincidimos con Cristina Blanco cuando afirma que

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“hoy día, en el ámbito de las migraciones, donde la integración del inmigrante se establece como objetivo incontestable, no existe una idea clara de qué se entiende por tal y cuáles son los medios para obtener dicho objetivo impreciso y ambiguo” (Blanco Fernández de Valderrama, 2002: 80). No sólo es muy frecuente que tanto en textos político-administrativos como en estudios académicos, los usos descriptivo y valorativo se mezclen y sobrepongan, sino que es habitual encontrarse, en la mejor de las hipótesis, con definiciones meramente implícitas del significado de un concepto – el de la integración social – a todas luces central. Desgraciadamente, muchos autores se mueven en el campo semántico “integración de los inmigrantes” sin dotarse previamente de definiciones claras y diferenciadas. De esta manera, resulta probable que cada lector acabe interpretando los términos utilizados a su propio gusto, lo cual no deja de ser preocupante, desde el punto de vista de la funcionalidad de las actuaciones políticas y desde el punto de vista del rigor científico. Principalmente son cuatro las acepciones del concepto de integración que se manejan, a veces como sinónimos y a veces con significados diferentes, en relación a una amplia variedad de ámbitos sectoriales (laboral, educativo, cultural, etc.) relacionados con la política migratoria. Estos conceptos son (a) asimilación, (b) incorporación, (c) inserción y (d) integración. No es este el lugar para profundizar en los matices que puede asumir cada uno de estos términos en función de su contexto histórico e institucional concreto (Entzinger, 2000; Favell, 1998; Joppke, 2004; Lapeyronnie, 1992; Pérez Díaz et al., 2001; Solé et al., 2002; Weil y Crowley, 1994). Muchos observadores ven una estrecha relación entre la política migratoria en un determinado país, por un lado, y su concepción predominante de comunidad política o identidad nacional, por otro. Este enfoque se plasma bien en un análisis comparativo de las condiciones de acceso a la nacionalidad del país de destino, al considerarse indicativas del grado de inclusión de las diferencias étnicas y/o religiosas (Brubaker, 1994; Leveau et al., 2001; Joppke, 1999; Soysal, 1994), bien en la reivindicación de equiparar, a efectos de ciudadanía política, a todos los residentes en un determinado territorio independientemente de su nacionalidad (de Lucas, 2002; Hammar, 1990; Rubio-Marín, 2000). Es menester subrayar que, a diferencia de los países de nuestro entorno que habitualmente se mencionan como ejemplos de determinados “modelos” o tipos de gestión del fenómeno migratorio (cabe mencionar, en este sentido, países como Canadá, Estados Unidos, Francia, Holanda y el Reino Unido, entre otros), España no dispone de “una tradición de usos y creencias, y ficciones o imaginaciones, asociados a procedimientos de incorporación de los huéspedes, o extranjeros, que vienen a vivir” aquí (Pérez Díaz et al., 2001: 23). No es de extrañar, por tanto, que España carezca también de un modelo bien definido de integración de los inmigrantes en las estructuras del Estado del Bienestar (Aparicio Gómez y Tornos, 2002), adoptando de manera algo ecléctica elementos de las políticas observados en los países de nuestro entorno.

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En España es poco frecuente hoy día el uso del término “asimilación”, puesto que suele asociarse con un determinado modelo de relaciones culturales, considerado obsoleto por la amplia mayoría de los observadores. Se trata de un modelo monolítico de la sociedad en cuanto a los valores y los estilos de vida de los ciudadanos, convirtiendo dicha uniformidad sociocultural en obligatoria para los inmigrantes. La adaptación de éstos a la sociedad de acogida se concibe pues como un proceso más o menos forzoso de homogeneización cultural. Entendido en estos términos (como antitético a la sociedad multi- o pluri-cultural), el concepto de asimilación puede efectivamente considerarse obsoleto, no sólo por sus implicaciones negativas para la convivencia ciudadana (la probabilidad de llevar a cabo con éxito el proceso de integración dependería en gran medida del grado de diversidad cultural percibida a priori entre autóctonos y alóctonos), sino también porque dicha uniformidad sociocultural de la población autóctona es largamente ficticia en las sociedades complejas, pluralistas e individualistas de la Europa contemporánea. Sin embargo, al margen de la posibilidad de matizar la idea de una asimilación cultural en sentido pluralista, si definimos como asimilación la desaparición paulatina de las diferencias sociolaborales y socioeconómicas entre las personas en función de su procedencia étnica, geográfica o religiosa, resulta que el conjunto de prácticas y creencias “culturales” constituye sólo una de varias dimensiones del proceso de integración en la sociedad de acogida. Es interesante notar que en otros países (notablemente, en EE.UU.), la relación entre asimilación socioeconómica y pluralidad sociocultural ha generado una amplia literatura10 para la que no existe, de momento, equivalente alguno en España. “En el contexto estadounidense, la pregunta no es si se producirá un proceso de asimilación, sino a qué segmento de la sociedad americana se irán asimilando los inmigrantes” (Portes y DeWind, 2004: 842). Las tres acepciones restantes (incorporación, inserción e integración) suelen ser consideradas más neutrales desde un punto de vista normativo, supuestamente por referirse a un objetivo político ampliamente compartido, a saber, la inclusión de los inmigrantes residentes en la sociedad de acogida. Se trata de términos que indican, con mayor o menor intensidad, una vocación igualitaria e incluyente, en oposición a términos como separación, discriminación, segregación, exclusión y similares. Cabe reiterar que quedaría por especificar, en cada caso, en qué sentido y en relación con qué ámbito o institución de la sociedad de acogida se viene hablando de “inserción”,

10 Véanse, como ejemplos especialmente significativos, la segunda parte del “Handbook of International Migration” (Hirschman et al., 1999), sobre todo las contribuciones de Alba y Nee, Raijman y Tienda, Rumbaut, y Zhou, así como la obra de A. Portes.

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“incorporación” e “integración”, en orden ascendente en cuanto a la afinidad con el ideal igualitario o incluyente. Sin embargo, la tónica general en la literatura, a diferencia del concepto de asimilación, es asociar las mencionadas tres acepciones no sólo con determinadas características culturales, sino también, o incluso sobre todo, con la situación social de la población inmigrante (condiciones de vida, estructura de oportunidades y acceso a servicios públicos). En definitiva, con relación al modelo de convivencia pluri-cultural que se considera viable, aceptable y deseable en una sociedad, concretamente en la sociedad andaluza, no existe el mismo grado de consenso que con relación al objetivo de incorporar (incluir) los inmigrantes en la sociedad de acogida desde el punto de vista sociolaboral, socioeconómico y asistencial. Resumiendo esta breve exploración terminológica, podemos afirmar que el término “integración” (o similares) cambia de significado según el concepto adicional con el que se relacione. En este sentido, cabe destacar que en el ámbito cultural, la pluralidad o diversidad en absoluto tiene que concebirse necesariamente como alternativa a la integración (y viceversa), sino que ambos términos pueden perfectamente ser compatibles o complementarios. En el ámbito social, no obstante, los conceptos de exclusión o segregación se ubican inexorablemente en una posición antitética respecto de la integración. Sin duda alguna, la integración de la población inmigrada en la sociedad española (y concretamente en la andaluza) constituye un reto ante ambas dimensiones, la cultural y la social. Cuestión distinta es poder definir con claridad la naturaleza de su relación. Algunos autores han propuesto modelos analíticos de tipo causal, otorgando el estatus de variable determinante bien a la integración cultural, bien a la integración socioeconómica. Un ejemplo destacado del primero de estos modelos causales es el papel conferido, en el clásico trabajo de Gordon (1964), a la “asimilación estructural” (es decir, una extensión de las relaciones primarias más allá del grupo de co-étnicos) como raíz de todas las demás asimilaciones, incluyendo la equiparación socio-económica con la población autóctona. Por otro lado, autores como Laparra (2003) defienden la idea de que la integración socioeconómica constituye la precondición de la integración cultural (concebida en este caso como convivencia intercultural). Cabe añadir, como tercera posibilidad, la co-variación o interdependencia mutua de ambos procesos. Aunque en este libro tocaremos también asuntos relacionados con la dimensión cultural de la convivencia en la sociedad andaluza, nuestro interés se centra fundamentalmente en la integración social de los inmigrantes. Concretamente, nos centramos principalmente en describir la situación social de los inmigrantes asentados en Andalucía, recabando de dicha descripción sugerencias para la política migratoria. Esta decisión no es coyuntural (o sea, debida al panorama bibliográfico actual sobre cuestiones relacionadas

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con la integración cultural11 y social12, respectivamente), sino que radica en dos consideraciones sustanciales. Primero, el reciente auge de los movimientos migratorios internacionales con destino a España, y concretamente a Andalucía, se produce en función de un diferencial muy acusado de los niveles de bienestar entre los países de origen y el país (o la región) de destino. Sin menoscabo de otras motivaciones individuales y colectivas, las migraciones internacionales dirigidas a los países del Sur de Europa se producen esencialmente por causas de índole socioeconómica. Resulta por tanto lógico comprobar hasta qué punto los inmigrantes han logrado cumplir con su intención de mejorar el propio nivel de vida, alejándolo del nivel del país de origen y asimilándolo al nivel de la sociedad de acogida. En segundo lugar, al margen de la controversia valorativa y cierta indefinición conceptual que caracterizan a los debates público y científico con relación a los objetivos a perseguir en el ámbito de la convivencia pluri-cultural, es nuestra convicción que cualquiera de los objetivos que se pudieran perseguir o defender en éste ámbito (el cultural) es secundario frente al reto de conseguir una adecuada integración social de los inmigrantes, en el sentido antes especificado. Por tanto, fuera cual fuera el modelo de gestión de la diversidad cultural que se viene estableciendo en España y en Andalucía, a medio y largo plazo resultaría del todo inaceptable que la procedencia nacional, racial o religiosa determinase el estatus profesional y social. Quizá de momento no esté del todo claro cuál va a ser la configuración cultural de la convivencia multiétnica que se viene desarrollando en Andalucía, conforme vaya aumentando y consolidándose la presencia de inmigrantes procedentes de países más o menos lejanos. Lo que sí está claro es que como sociedad estaríamos ante un fracaso colectivo si, a diez, veinte o treinta años vista, resultase que los inmigrantes han acabado constituyendo un peldaño inferior de ciudadanos en cuanto a su estatus social y nivel de vida.13 En España, la literatura sobre la “interculturalidad” suele tratar fundamentalmente del desarrollo de “relaciones personales de apoyo mutuo entre gente de diversas culturas” y de la intención de “refundir la diversidad en una nueva cultura, fruto del intercambio de valores y vivencias” (Checa Olmos y Soriano, 1999: 10-11), haciendo especial hincapié en el sistema educativo (Aguado Ondina, 1999; Arroyo González, 2000; Checa Olmos y Soriano, 1999; García Castaño y Granados Martínez, 1997) - En el capítulo 8 nos dedicaremos a examinar algunos indicadores sobre la orientación cultural de los inmigrantes, si bien desde una perspectiva poco habitual. 12 La mayoría de los títulos mencionados anteriormente en el apartado sobre el reto de la representatividad, se centran en las condiciones de vida de los inmigrantes. Existen otros trabajos más de los que se desprende un interés creciente en conocer los aspectos socioeconómicos y sociolaborales del fenómeno migratorio en distintas zonas de España (Casas Minguez y Rodríguez Cabrero, 2001; García Santiago et al., 2003; Gordo Márquez, 2002; Izquierdo et al., 2003; Martín Díaz et al., 2001; Martínez Veiga, 1997). 13 Dicho de otra manera, independientemente del modelo de gestión de las diferencias culturales, “la desigualdad social tiene un efecto destructor de cara a la integración” de los inmigrantes (Weil y Crowley, 1994: 111). 11

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En resumidas cuentas, entre las muchas facetas de la realidad, una de las más importantes se refiere a lo que Blanco Puga (2002) llama integración estructural: “la incorporación gradual [de los inmigrantes] a la sociedad receptora de forma similar a la de los autóctonos: estancia legal, acceso a los sistemas de educación y formación, al mercado laboral y a los sistemas de bienestar”. Al margen de la manera en la que nuestra sociedad evolucionará con relación a la creciente pluralidad de sus miembros en cuanto a su procedencia geográfica o prácticas culturales, la cuestión clave es si personas pertenecientes a (o procedentes de) distintas culturas podrán alcanzar unas condiciones y una calidad de vida equiparables a las de la población autóctona. En este sentido, el núcleo del “problema” de la inmigración es prevenir una asociación estructural entre las variables “procedencia” y “posición social”. Lejos de constituir un caso de mero empiricismo, la recogida de datos representativos sobre la situación social de los inmigrantes guarda una estrecha relación con un determinado marco conceptual para el estudio de la inmigración. Consideramos que, en la actualidad, la metodología de encuestas constituye el mejor instrumento a disposición de los investigadores sociales para generar observaciones fidedignas sobre el proceso de integración social de los inmigrantes, tema que es evidentemente de vital importancia para el futuro de nuestra sociedad. Quisiéramos subrayar, por si no fuera obvio, que nuestro planteamiento no implica que consideremos inamovible la realidad social de la sociedad andaluza, con relación a la que se desarrolla nuestro análisis de la población inmigrante. Por ello, aparte de ser conscientes de que la integración de los inmigrantes en la sociedad andaluza es un proceso recíproco de adaptación, intentaremos realizar en este libro un diagnóstico no sólo de la situación social de los inmigrantes, sino también de algunos retos estratégicos a los que se enfrenta la sociedad andaluza. En realidad, no se trata de retos creados por el fenómeno migratorio, sino de retos de la sociedad andaluza que el fenómeno migratorio permite visualizar con mayor claridad.14

Para un diagnóstico sociológico de la sociedad andaluza en general, ver Moyano Estrada y Pérez Yruela (2002). Como veremos más adelante, en el contexto que aquí nos concierne, cabe resaltar especialmente una serie de retos relacionados con el capital humano (Pérez Yruela, 2002), la fractura cultural (Bericat Alastuey, 2002), la sociedad rural (Moyano Estrada y Garrido Fernández, 2002) y la competitividad empresarial (Martín Rodríguez y Sáez Fernández, 2002). 14

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ORGANIZACIÓN DEL TEXTO Aparte de esta Introducción, una breve Conclusión y dos Anexos, el libro consta de tres partes principales dedicadas a sendas dimensiones del fenómeno migratorio en Andalucía y que corresponden a tres ejes básicos del estudio: I. la situación demográfica y su posible evolución; II. la situación social de los inmigrantes; y III. las actuaciones político-administrativas con relación al fenómeno migratorio. La Primera Parte del libro pretende orientar al lector sobre los hechos demográficos constitutivos del fenómeno migratorio en Andalucía. El primer capítulo de esta parte (el segundo del libro, contando también la Introducción) está dedicado principalmente a la estimación del número y distribución espacial de los inmigrantes procedentes de los llamados países “en vía de desarrollo” asentados actualmente en Andalucía. Asimismo, este capítulo recoge también estimaciones de la evolución futura de la dimensión demográfica del fenómeno. A continuación, en el tercer capítulo, dibujamos un perfil sociodemográfico pormenorizado de la población inmigrante en función de las principales variables que se utilizarán en la segunda y tercera parte para matizar los resultados generales de nuestra encuesta. En el cuarto capítulo, se describen las trayectorias y los proyectos migratorios de los encuestados. La Segunda Parte está dedicada a la situación social de las personas de procedencia inmigrante asentadas en Andalucía. En esta parte, la más amplia del libro, se examinan consecutivamente las dimensiones administrativa (capítulo quinto), sociolaboral (capítulo sexto) y residencial (capítulo séptimo) de dicha situación social. Basándose principalmente en indicadores objetivos, nuestra descripción de las condiciones de vida de la población inmigrante incluye también indicadores de la valoración subjetiva (satisfacción). Finalmente, en el capítulo octavo, se comprueba hasta qué punto nuestro enfoque en las situaciones administrativa, sociolaboral y residencial se corresponde con las necesidades y prioridades de los propios inmigrantes. La Tercera Parte del libro consta de tres capítulos. En los capítulos nueve y diez, se elabora un diagnóstico y se hacen algunas recomendaciones sobre dos ámbitos de actuación fundamentales para poder avanzar hacia la plena integración social de los inmigrantes, a saber: la integración sociolaboral y la educativa. A continuación, en el capítulo once se hacen observaciones sobre otros ámbitos de actuación destacados, como son la política de la vivienda, la política sanitaria y la política social (Servicios Sociales). Este capítulo incluye también el análisis de datos sobre la utilización de estos dispositivos fundamentales del Estado del Bienestar por parte de los inmigrantes. A la hora de hacer observaciones y sugerencias sobre actuaciones

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político-administrativas relacionadas con la política migratoria, hemos intentado situarnos en un horizonte temporal relativamente amplio, intentando prever la posible emergencia de disfuncionalidades, problemas o tensiones que pudieran manifestarse a medio o largo plazo de cara al objetivo básico de conseguir la plena integración social de los inmigrantes en la sociedad de acogida. En esta tercera parte, por tanto, se incide en lo que percibimos como un reto fundamental para la política y sociedad andaluzas a medio y largo plazo. Si los datos que se aportan en este libro permiten poner en cuestión e incluso deshacer algunos de los tópicos más recurrentes acerca de las características sociodemográficas, laborales y sociales de la inmigración, también es necesario extender el examen crítico a la vigencia empírica y coherencia intelectual de algunas ideas clave en las que suele sostenerse el discurso político y sociológico sobre la integración social de los inmigrantes. En cuanto a los Anexos, el Anexo 1 agrupa una serie de materiales sobre la realización del estudio NEPIA, mientras el Anexo 2 se compone de un amplio número de Tablas con resultados pormenorizados de la encuesta. Para que esta publicación pudiera conservar una dimensión manejable, los indicadores y las variables independientes elegidos para su inclusión en dicho Anexo 2 se limitan a datos que consideramos esenciales en relación al hilo de exposición seguido en este libro. El objetivo del libro es dar a conocer los principales resultados de la investigación NEPIA en su conjunto. No obstante, quisiéramos también advertir que en absoluto ofrece una explotación íntegra de los resultados del estudio y singularmente de la encuesta realizada en el marco del mismo. Más bien se trata de una presentación necesariamente selectiva en cuanto a los temas tratados y los indicadores utilizados. Asimismo, cabe señalar que nuestro uso de la bibliografía especializada persigue una adecuada contextualización de estos resultados, de manera que los distintos capítulos incluyen referencias selectivas – sin ánimo alguno de exhaustividad – a la literatura correspondiente. AGRADECIMIENTOS El proyecto NEPIA se ha podido realizar gracias al esfuerzo coordinado de muchas personas, cuyos nombres mencionamos a continuación. Sin embargo, nos gustaría subrayar que es precisamente la aportación anónima (o, en su caso, anonimizada) de nuestros informantes (los 1797 encuestados, por un lado, y aproximadamente 140 informantes cualificados, por otro) la que ha hecho posible la realización de este estudio. Por tanto, quisiéramos reconocer y agradecer aquí su colaboración y confianza. Asimismo, cabe resaltar también el papel esencial de los numerosos encuestadores y codificadores que colaboraron en la realización de la encuesta.

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Aparte de los autores de este libro, que fueron Investigador Principal y coordinador general, respectivamente, del estudio NEPIA, en distintos momentos del desarrollo del proyecto colaboraron en el equipo central de NEPIA (ubicado en el IESA de Córdoba), en orden alfabético del primer apellido, Matilde Asensio, Thierry Desrues, Mónica Domínguez, Anaïs Herrón, Elisa Rodríguez y Luis Rodríguez-Morcillo. De entre todos los colaboradores del equipo central, quisiéramos destacar aquí a Anaïs Herrón, al habernos asistido en la preparación de esta publicación. A lo largo de la realización del estudio, la labor del equipo investigador fue apoyada por la Unidad Técnica del IESA, en la que desempeñaron tareas de especial relevancia Mari Carmen Abril (codificación), Francisco Aranda (administración), Begoña Buiza (estadísticas), Fernando Garrido (dirección), Mari Carmen Rodríguez (edición), Rafaela Sotomayor (estadísticas) y Manuel Trujillo (estadísticas). Como coordinadores provinciales de la Red de Campo creada específicamente para la realización del proyecto NEPIA, colaboraron Lourdes Alba (Málaga), Matilde Asensio (Almería, con Juan Sebastián Prados), Esther Márquez (Huelva), Raquel Martínez (Córdoba y Jaén), Cristina Marcos (Cádiz), Rocío Medina (Sevilla) y Javier Rosón (Granada). En el Comité Asesor de NEPIA participaron Teresa Bravo (Consejería de Gobernación), Francisco Checa (Universidad de Almería), F. Javier García Castaño (Universidad de Granada), Bernabé López (Universidad Autónoma de Madrid), Isidro Maya (Universidad de Sevilla), Alberto Morillas (Consejería de Gobernación) y Josefina Pereira (Consejería de Gobernación). Asimismo, agradecemos a Nieves Ramírez y Víctor Bellido (equipo coordinador del Primer Plan Integral para la Inmigración en Andalucía, Consejería de Gobernación) y a Eduardo Moyano (Vicedirector del IESA) las sugerencias perspicaces aportadas durante la elaboración del Informe final del estudio. Finalmente, quisiéramos dar las gracias por su ayuda en la revisión de las pruebas de imprenta, a Lourdes Biedma, Ana Carmona, Juan Antonio Domínguez, Isabel García, Fernando Garrido, Luis Miguel Miller, Sara Pasadas, José Manuel Robles y Rafa Serrano. Luna Castilla, Mª Carmen Rodríguez y Carmen Jurado han llevado a cabo con paciencia admirable la labor de maquetación y edición. Nuestro agradecimiento a la Dirección General de Coordinación de Políticas Migratorias de la Junta de Andalucía por haber confiado a nuestro equipo la realización de este ambicioso proyecto. Cabe señalar además la cofinanciación aportada por el Ministerio de Ciencia y Tecnología, al ser el coordinador del proyecto beneficiario del Programa Ramón y Cajal. Por esenciales o útiles que resultasen todas estas aportaciones a la hora de hacer posible la realización del estudio y mejorar la calidad de nuestras observaciones, el contenido de este libro es responsabilidad exclusiva de los autores.

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España es uno de varios países del Sur de Europa que, habiendo sido anteriormente emisores masivos de emigrantes hacia zonas más desarrolladas del continente, se han convertido recientemente en países de acogida de inmigrantes procedentes de otros menos desarrollados, en su mayoría extra-europeos (Baldwin-Edwards y Arango, 1999; Cornelius, 1995; Hoggart y Mendoza, 1999). Esta conversión se ha producido de manera rápida e inesperada (Izquierdo, 1996) fundamentalmente a lo largo de la última década del siglo XX, con una aceleración considerable de la llegada de inmigrantes a partir del año 2000. Entre las causas por las que los flujos migratorios procedentes de países menos desarrollados se han dirigido de manera creciente hacia España, destacan – aparte de factores geográficos y lingüísticos, factores que tienen cierta relevancia para algunas zonas de procedencia – las dimensiones laboral y administrativa de lo que se ha llegado a caracterizar como un modelo migratorio basado en la irregularidad. Dicha irregularidad se refiere, por un lado, al empleo sumergido, es decir, al empleo que carece de cotización a la Seguridad Social y, por otro lado, a la situación administrativa de los inmigrantes; concretamente, la falta de permiso de residencia y trabajo vigente. Tocamos aquí un tema de suma importancia que retomaremos, en cuanto concierne la situación social de los inmigrantes asentados en Andalucía, en la Parte II del libro. De momento, baste aludir al hecho de que la existencia de oportunidades laborales para los “recién llegados” (oportunidades que, en muchos casos, se plasman en situaciones de doble irregularidad laboral, en el sentido que acabamos de especificar), aunque no explica por qué se produce la migración internacional, sí está muy vinculada con la emergencia de España como nuevo país de destino de la inmigración. Las causas de la migración internacional radican fundamentalmente en la situación económica, social y política de los países de procedencia (Arango, 1985; Massey et al., 1998). Sin embargo, la situación del mercado laboral en los países de destino, incluyendo cierto descontrol administrativo del mismo en algunos de ellos, influyen de manera importante en la dirección de los flujos. En este contexto, es interesante notar que en la actualidad, España acoge a un porcentaje muy elevado de la inmigración procedente de países en desarrollo dirigida hacia la Unión Europea (CES, 2004), acaparando en el año 2003 aproximadamente un cuarto del saldo migratorio neto de toda la UE. Esta transformación de España en país de inmigración ha despertado un lógico interés no sólo científico, sino también ciudadano y mediático. Si decimos que el intenso interés en el tema migratorio es “lógico” es por la combinación de dos factores ya mencionados (novedad del fenómeno y velocidad de su evolución) con el hecho de que se trata de un fenómeno altamente relevante en las dimensiones sustancial y simbólica del orden social. No puede olvidarse que los rasgos estructurales de la sociedad española estarán, a medio y largo plazo, íntimamente relacionados con la respuesta que sepa dar al fenómeno migratorio. Debido a esta destacada importancia

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del fenómeno migratorio, no es extraño el notable interés que existe sobre su conocimiento general y sobre aspectos concretos, incluidos los aspectos más técnicos relacionados con su medición y descripción, y con la cuantificación de su volumen, composición y distribución. Esta afirmación tiene una vigencia aun mayor si cabe en relación a Andalucía. Entre las CC.AA. españolas con un volumen o una tasa de población inmigrante relativamente elevados, Andalucía destaca ante todo por la separación representada por el Estrecho de Gibraltar en relación con la manifiesta diferencia de riqueza de sus dos orillas. A partir de este hecho básico, de índole geográfica y económica, el Estrecho se ha convertido en zona fronteriza también en términos demográficos. Nos referimos al triste fenómeno de las pateras y los correspondientes intentos de vigilar las costas andaluzas, bien para conseguir el control de las fronteras marítimas, bien para salvar las vidas de los tripulantes de estas embarcaciones, generalmente endebles y sobrecargadas. Al margen de su limitada importancia como vía de entrada (aspecto al que volveremos más adelante), el fenómeno de las pateras tiene a su vez una importante dimensión simbólica, al configurar Andalucía como región fronteriza de una Europa “comunitaria” supuestamente desbordada por la llegada de inmigrantes en búsqueda de una vida mejor. Al mismo tiempo, cabe señalar que Andalucía es una región que acaba prácticamente de salir ella misma de una condición casi de subdesarrollo, condición cuya memoria sigue arrastrando y que se sigue reflejando, por ejemplo, en una tasa de paro relativamente alta y un tejido económico comparativamente menos desarrollado en algunos sectores. Cabe esperar por ello que la llegada de un número creciente de inmigrantes procedentes de países menos desarrollados será seguida en Andalucía con un interés incluso mayor que en otras zonas de España. Este interés será previsiblemente intenso no sólo para conocer o prever sus efectos materiales (sociolaborales; socioeconómicos; etc.), sino también porque el fenómeno de las pateras se puede interpretar como confirmación simbólica de que Andalucía se ha convertido en una región plenamente moderna (Martín Díaz et al., 1999; Santamaría, 2002), que ha dejado atrás un pasado problemático. Un tercer factor que potencia el interés en el fenómeno migratorio consiste en el hecho de que, al margen de los flujos de emigración generados desde Andalucía fundamentalmente en la década de los sesenta del siglo pasado, la sociedad andaluza ha estado muy poco expuesta al fenómeno migratorio, incluso si éste se define, de la manera más amplia posible, como “variación residencial intermunicipal”. Andalucía tiene unas tasas de aloctonía comparativamente muy bajas, pues la gran mayoría de los habitantes de esta Comunidad Autónoma nació en su actual municipio de residencia (y la gran mayoría de los que “inmigraron” a su actual municipio desde otra localidad, lo hicieron en el interior de la misma provin-

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cia)15. Por tanto, en la sociedad andaluza sigue existiendo cierta tendencia a considerar como forastero a cualquier persona que no hubiera nacido en su lugar de residencia. Se trata de una tendencia que, aparte de cuadrar poco o nada con la anteriormente mencionada imagen de modernidad, sí contribuye junto a ésta a potenciar el interés en el fenómeno migratorio. Por todos estos motivos, hemos considerado indispensable incluir en este libro, como paso previo a la descripción de su situación social, una descripción de las principales características sociodemográficas de nuestra población objeto de estudio. Somos conscientes de que la rápida evolución del fenómeno migratorio convertirá, en un plazo relativamente breve, en obsoleta cualquier cuantificación o estimación demográfica que se pueda hacer en estos momentos. No obstante, creemos que la caracterización sociolaboral, socioeconómica y sociocultural de la población inmigrante que se hace en la segunda parte del libro precisa, como paso previo, estas aclaraciones.

15 Entre las fuentes sobre la estructura poblacional de Andalucía, cabe destacar el Censo de 2001 (www.ine.es; www.juntadeandalucia.es/institutodeestadistica/) por un lado, y el Anuario Social de La Caixa (www.estudios.lacaixa.es/anuariosocial), por otro.

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CAPÍTULO 2. VOLUMEN Y DISTRIBUCIÓN DE LA POBLACIÓN INMIGRANTE Cualquier intento de cuantificar el volumen de flujos o stocks de la población inmigrante resulta ser algo paradójico, por reunir al mismo tiempo rasgos de obviedad manifiesta y de dificultad elevada, dificultad que raya incluso la imposibilidad. Por un lado, no cabe la menor duda de que el aumento de la población inmigrante de procedencia extracomunitaria asentada en Andalucía ha sido espectacular durante los últimos años; así lo avalan todas las fuentes disponibles, desde los permisos de residencia hasta los datos sobre escolarización de menores extranjeros. Por otro lado, cualquier intento de recoger datos fidedignos sobre cuantía, ubicación y perfil de la población inmigrante se enfrenta inevitablemente a una serie de dificultades, entre las que cabe resaltar las siguientes: el hecho de que se trata de un fenómeno marcado por una elevada movilidad territorial y laboral; la diversidad étnica y dispersión geográfica de la población inmigrada; la complejidad e inestabilidad de sus situaciones administrativas; y, consecuentemente, la limitada utilidad de las principales fuentes estadísticas disponibles en cuanto a aspectos fundamentales como su actualización e inclusividad.16 Estas dificultades resaltan la utilidad de una encuesta representativa que permitiese disponer de datos sobre la situación social de los inmigrantes, independientemente de su inclusión en los distintos procedimientos administrativos originarios de las fuentes estadísticas oficiales o semioficiales. No obstante, estamos ante algo parecido a la cuadratura del círculo, pues para poder realizar una encuesta representativa sería en principio indispensable contar, como condición previa, con un registro completo de todo el universo de estudio, registro que, como apuntábamos, no existe en este caso. 2.1. Aproximación a cuantía y ubicación: el Padrón Ante esta dificultad, optamos por convertir el Padrón Municipal de Habitantes en fuente de referencia principal para obtener la mejor aproximación posible a la presencia de inmigrantes con independencia de su situación administrativa. Esta decisión estuvo motivada por la apreciación de que, de todas las fuentes oficiales y semioficiales existentes, el Padrón ofrece la mejor inclusividad independientemente del estatus residencial y/o laboral de cada individuo, a pesar

Para una descripción pausada de las distintas fuentes disponibles y los correspondientes problemas metodológicos a la hora de cuantificar y caracterizar a la población inmigrante, remitimos a CES (2004), Domingo Valls y Brancós Coll (2000), García Castaño y Granados Martínez (2002) e IEA (2002). 16

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de sus innegables limitaciones sobre todo en relación con los segmentos de la población inmigrante menos arraigados. Dicha inclusividad relativamente elevada radica, por un lado, en el hecho de que el empadronamiento otorga una serie de ventajas en cuanto a derechos sociales como, por ejemplo, la atención sanitaria; por otro lado, se trata de un procedimiento relativamente poco exigente en cuanto a sus requisitos formales, al no precisar la posesión de un permiso de residencia. Cabe resaltar que, en este estudio, la recogida de datos padronales actualizados tuvo el papel operativo de facilitar una adecuada organización del trabajo de campo de la encuesta. Por lo tanto, la cuantificación aproximada de la población inmigrante no constituye un fin en si mismo, visto que el Padrón no es necesariamente un fiel reflejo de la presencia de hecho de inmigrantes en cada término municipal. Sin embargo, sobre todo en comparación con otras fuentes disponibles, creemos que el resultado de esta recogida de datos y la posterior realización de la encuesta avala la idea de que el Padrón permite la mejor aproximación posible a dicha presencia de hecho. A grandes rasgos, refleja bien las principales tendencias de evolución de la presencia inmigrante en cuanto a su volumen, distribución espacial y composición. Para apreciar la utilidad de la recogida de datos padronales actualizados17, reproducimos a continuación una comparación de éstos con las principales fuentes públicamente disponibles a la hora de realizarse dicha recogida en octubre-noviembre de 2002. Limitaremos los comentarios sobre el Cuadro 2.1 a una observación fundamental: de los datos padronales recogidos se deduce un aumento muy sustancial de la presencia inmigrante en Andalucía, frente a los datos recogidos en fechas no muy lejanas por los sistemas estadísticos oficiales. Es llamativo que, a tenor de estos datos, en menos de tres años prácticamente se ha triplicado el número de inmigrantes empadronados en Andalucía. Este aumento

Como señalábamos en la Introducción, el “Padrón de NEPIA” combina datos actualizados del Padrón Continuo a la hora de realizarse la recogida (otoño de 2002) relativos a 150 municipios con “presencia significativa”, por un lado, con los últimos datos publicados por el INE en aquellas fechas, actualizados a 1 de enero de 2000, relativos a los restantes 620 municipios andaluces, por otro. Definimos “presencia significativa” como el conjunto de municipios que, en cada provincia andaluza, agrupan al 90% de los inmigrantes empadronados, tomando como referencia para este cálculo el Padrón publicado relativo al 1 de enero de 2000. Los datos padronales compilados por NEPIA se refieren en su gran mayoría (más de 140.000 del total de 148.500 inmigrantes empadronados contabilizados) a dichos municipios con “presencia significativa”. De entrada dirigimos nuestra solicitud a un total de 171 municipios, de los que al cierre técnico de la recogida habían contestado 150; 133 de estos municipios indicaron datos con fechas de actualización comprendidas entre el 15 de octubre y el 1 de diciembre de 2002, mientras que 12 ficheros municipales se refieren a enero de 2002 y los restantes cinco a fechas sueltas, siempre relativas al año 2002. Cabe señalar que el total de inmigrantes empadronados a 1 de enero de 2000 en los 21 municipios que no proporcionaron los datos solicitados ascendió a 2210. 17

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Cuadro 2.1. Inmigrantes18 empadronados en otoño de 2002 según datos recabados por NEPIA, y comparación con datos anteriores procedentes de fuentes oficiales Padrón INE 1.1.200019

Rég. Gral. 31.12.2001

Permisos 31.12.200120

Censo (Nov. 2001)

Padrón NEPIA (otoño 2002)

Almería

13.582

35.263

36.587

32.403

38.958

Cádiz

5.768

4.722

6.033

6.216

10.654

Córdoba

1.853

2.498

3.168

3.994

5.728

Granada

4.323

6.673

7.891

8.761

13.234

Huelva

2.177

4.125

4.493

5.075

8.346

Jaén

1.668

4.635

5.080

3.664

4.908

20.702

16.278

20.774

29.891

50.428

6.290

6.519

7.932

10.770

16.250

56.363

80.713

91.958

100.774

148.506

Málaga Sevilla Andalucía

Fuentes: INE, MIR y estudio NEPIA (elaboración propia).

18 Recordamos que en este estudio, nuestra definición técnica de “inmigrante” excluye a personas provenientes del Espacio Económico Europeo o de otros países altamente desarrollados (EE.UU., Canadá, etc.). En la medida de lo posible, adaptamos los datos de las fuentes oficiales reproducidos en el Cuadro a esta población objeto de estudio. 19 En esta columna se presenta una aproximación al número de inmigrantes empadronados, según la definición de inmigrante utilizada en esta investigación. Estas cifras se utilizaron para determinar los municipios con presencia significativa de inmigrantes, por lo que era esencial consultar la desagregación municipal del Padrón. Sin embargo, en este nivel de desagregación, el padrón publicado por el INE no permite determinar con claridad los países de procedencia, ya que – excepto por los países de la UE – sólo distingue por continentes. Por este motivo, las cifras presentadas en esta columna no se corresponden exactamente con las que presentaremos más adelante, siendo estas últimas más exactas en cuanto a la procedencia se refiere, al haber sido calculadas a partir de la desagregación por países que ofrece el Padrón a nivel provincial. 20 Estas cifras se refieren a permisos de residencia vigentes en la fecha de referencia, clasificados no según la modalidad administrativa (Régimen Comunitario vs. Régimen General), como es habitual, sino según la zona de procedencia (por nacionalidad) del sujeto. Esta columna constituye por tanto un intento de adaptar a la clasificación de conjuntos geopolíticos de procedencia manejada por NEPIA los datos presentados por el Ministerio del Interior acerca de los Permisos (www.mir.es/dgei). Se suma así a las personas de origen africano, europeo ajeno al EEE, asiático excepto japonés, e iberoamericano. Las cifras son superiores a las del Régimen General por estar algunas de estas personas adscritas al Régimen Comunitario.

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se observa en todas las provincias, destacando especialmente la provincia de Málaga por concentrar a más de un tercio de los inmigrantes procedentes de países menos desarrollados asentados en Andalucía, sin considerarse en este estudio, como se ha reiterado, los inmigrantes procedentes del Espacio Económico Europeo u otros países altamente desarrollados (EE.UU., Canadá, Japón, Australia). El cuadro siguiente (Cuadro 2.2) permite comparar los datos padronales recabados para NEPIA con los datos padronales publicados posteriormente por el INE, referidos éstos siempre al 1 de enero del año correspondiente.21 Se aprecia claramente que los datos de NEPIA se insertan en una serie temporal con evolución casi exponencial de la presencia inmigrante en Andalucía, con aumentos interanuales cercanos al 50% en el período 2000-2003. Además de constatar que el aumento de la población inmigrante empadronada ha sido extraordinariamente rápido durante los primeros años del siglo XXI, cabe hacer algunos comentarios adicionales sobre su distribución en Andalucía. La primera observación se desprende de los datos provinciales: casi dos tercios de los inmigrantes empadronados en toda la Comunidad Autónoma se concentran en Málaga y Almería. Esta concentración en dos

Cuadro 2.2. Empadronamiento de inmigrantes procedentes de países menos desarrollados, Andalucía (2000-2003), por provincia de empadronamiento INE 2000

INE 2001

INE 2002

NEPIA otoño 2002

INE 2003

13317

23445

31388

38958

45701

Cádiz

4473

5550

7883

10654

10575

Córdoba

1764

2572

4403

5728

7336

Granada

3791

6146

10159

13234

15797

Huelva

2108

3840

6474

8346

9352

Jaén

1621

2502

4187

4908

6518

17985

24248

34776

50428

51256

5492

9007

13259

16250

19570

50551

77310

112529

148506

166105

Almería

Málaga Sevilla Andalucía

Fuentes: INE (elaboración propia) y estudio NEPIA

21 Al haberse colocado aquí en orden cronológico de la fecha de referencia, cabe resaltar una vez más que a la hora de realizarse la recogida de datos padronales por parte del equipo NEPIA, el INE había publicado sólo el Padrón relativo al 1 de enero de 2000.

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provincias del litoral mediterráneo se reproduce a nivel municipal, pues son los municipios costeros los que agrupan a la gran mayoría de los inmigrantes asentados en dichas provincias. En cuanto a la presencia de inmigrantes en cifras absolutas, cabe señalar también los grandes núcleos urbanos, encabezados por el área metropolitana de Sevilla (ver Anexo 1.2., mapa 2). No obstante, el peso relativo que tiene la población inmigrante sobre el total de habitantes de los municipios es menor en las zonas urbanas muy pobladas y mayor en los municipios del litoral mediterráneo (ver Anexo 1.2., mapa 1). En la costa almeriense hay varios municipios -El Ejido, Níjar, La Mojonera y Pulpí- en los que la proporción de inmigrantes procedentes de países menos desarrollados en relación al conjunto de la población empadronada ronda o supera el 20%. En la Costa del Sol, que tiene cifras absolutas de inmigrantes muy elevadas, las mayores de Andalucía, éstos pierden importancia relativa, al tratarse de zonas muy densamente pobladas por nacionales y otros extranjeros no incluidos en nuestra población objeto de estudio. Pese a esto, en municipios como Marbella, Ojén o Torremolinos, los inmigrantes, según la definición técnica manejada en el estudio, tienen una presencia que supera el 10% del total de población empadronada. Tomando como referencia los datos padronales, los inmigrantes extracomunitarios asentados en Andalucía proceden fundamentalmente de dos conjuntos geopolíticos: la cuenca Sur del Mediterráneo (Magreb y Oriente Próximo), por un lado, e Iberoamérica, por otro. Juntas, estas dos categorías de procedencia agrupan a más de dos tercios de la inmigración procedente de países menos desarrollados. En la actualidad, el peso de inmigrantes procedentes de Europa del Este, Asia y África Subsahariana es reducido, con cifras inferiores a los 10.000 empadronados en el caso de asiáticos y subsaharianos, respectivamente. Una buena aproximación a la distribución espacial de los inmigrantes procedentes de cada uno de los cinco conjuntos geopolíticos manejados por NEPIA se desprende de los correspondientes mapas reproducidos en el Anexo 1.2. (mapas 3-7), tomando como referencia siempre los datos padronales recogidos en otoño de 2002. La evolución de los datos padronales permite apreciar que los inmigrantes de Europa del Este son, junto con los iberoamericanos, el grupo de procedencia que más rápidamente está creciendo durante los primeros años del siglo XXI. Por mencionar una última dimensión esencial de los datos padronales utilizados para aproximarnos al universo de estudio, la inmigración en Andalucía es predominantemente masculina, con un 56% de hombres frente al 44% de mujeres. No obstante, se observan distintos grados de feminización según la procedencia. El África Subsahariana presenta el mayor desequilibrio, aportando un 78% de hombres, seguido por el Magreb/ Oriente Próximo (67%) y Asia (57%), mientras que Iberoamérica y Europa del Este presentan una ligera feminización (55% y 53% respectivamente de mujeres).

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Cuadro 2.3. Empadronamiento de inmigrantes procedentes de países menos desarrollados, Andalucía (2000-2003), por Conjunto geopolítico de procedencia INE 2000

INE 2001

INE 2002

NEPIA otoño 2002

INE 2003

África Subsahariana

4934

6505

7646

8784

9607

Asia

6438

7299

8095

7982

9521

Europa del Este

2781

7214

13568

19175

24494

Iberoamérica

11220

20307

38181

54782

65207

Magreb y Oriente Próximo

25178

35986

45042

57783

57276

Total Andalucía

50551

77311

112532

148506

166105

Fuentes: INE (elaboración propia) y estudio NEPIA

Como se ha dicho, la recogida de datos padronales actualizados cumplió una determinada función operativa en el marco del estudio. Concretamente, estos datos permitieron organizar el trabajo de campo de la encuesta de la manera más adecuada posible. A efectos prácticos, esta aproximación al universo de estudio permitió, por ejemplo, una correcta distribución espacial y configuración sociolingüística de los equipos de encuestadores. Asimismo, la ponderación de los datos para calcular los valores totales se efectuó en relación a la población inmigrante empadronada. En suma, los datos padronales recogidos en esta fase de la investigación constituyeron nuestra aproximación al universo poblacional objeto de estudio, a saber, todos los inmigrantes procedentes de países menos desarrollados y con edad superior a los 15 años asentados en Andalucía, independientemente de su estatus administrativo. No obstante, la encuesta no se realizó sólo a la población inmigrante empadronada, sino que abarcó a toda la población inmigrante mayor de 15 años. Tres cuartas partes de los encuestados declararon estar empadronados en su actual municipio de residencia. Este porcentaje varía mucho según el año de llegada a nuestro país: están inscritos en el Padrón casi todos los inmigrantes que llegaron antes de 1990 (96,7%), proporción que baja paulatinamente hasta el 63,2% para los llegados en el año 2002. Tomando como referencia el dato global (el 72,4%) y teniendo en cuenta que desconocemos el posible empadronamiento en otros municipios andaluces, podemos estimar en aproximadamente 200.000 personas el número total de inmigrantes procedentes de países menos desarrollados asentados en Andalucía a principios de 2003. Dicho de otra manera, estimamos que en estas fechas, el peso

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relativo de los inmigrantes procedentes de dichos países estaba en torno al 2,5% de todos los habitantes de Andalucía. En resumen, dado que la recogida de datos no se limitó a personas incluidas por las fuentes estadísticas oficiales, y dado el énfasis que se puso en desarrollar procedimientos de captación de los entrevistados y de control de calidad que maximizasen la representatividad de la muestra y la validez de los datos22, consideramos que disponemos de una base de datos razonablemente representativa de toda la población inmigrante asentada en Andalucía. Es más, la decisión de realizar la encuesta con estratificación cruzada, con cuotas fijas para cinco conjuntos geopolíticos de procedencia y cuatro zonas de asentamiento, permitió recoger datos estadísticamente significativos incluso para aquellas categorías de procedencia o asentamiento, respectivamente, que por su reducido peso proporcional hubieran quedado diluidos en una muestra simplemente proporcional.23 Antes de retomar la descripción de la muestra según las distintas subcategorías de las cuotas cruzadas y otras variables destacables, comentaremos brevemente la posible evolución futura de la presencia inmigrante en Andalucía. 2.2. Escenarios de evolución demográfica En la investigación se han realizado dos estimaciones, con metodologías diferentes, sobre la evolución futura de los movimientos migratorios internacionales con destino a Andalucía. La primera se ha elaborado de acuerdo con una modelización econométrica del efecto que pueda tener la inmigración a medio y largo plazo para las finanzas públicas andaluzas24. En ella se manejan tres escenarios de flujos migratorios netos durante los próximos 50 años, a saber: 7.000, 15.000 y 23.000 personas al año. La cifra de 7.000 inmigrantes netos al año se ha de considerar un escenario mínimo, al haberse extraído

22 Al margen de las indicaciones contenidas en la Introducción, para una exposición más detallada de la metodología de la encuesta NEPIA véanse Maya (2003), Rinken (2003) y Gualda et al. (2003). 23 En el supuesto de muestreo aleatorio, no aplicable con propiedad en este estudio, el nivel de error para un nivel de confianza del 95% sería de +/- 5,2% para cada subcategoría de procedencia (N= 360) y de +/- 3,15% para la muestra en su conjunto (N= 1797). 24 Nos referimos a la tarea 3 de NEPIA (ver Anexo 1.1.). Como principal resultado de la modelización realizada (García Pérez et al., 2004), cabe destacar que, mientras que la inmigración no constituye, como tal, una herramienta eficaz para conseguir el equilibrio presupuestario a largo plazo, tampoco se observa un efecto negativo de la inmigración sobre la relación entre recaudación fiscal y trasferencias, siempre que se produzca una buena integración en la sociedad de acogida desde el punto de vista sociolaboral y socioeconómico. Dicho de otra manera, a largo plazo, el balance entre recaudación y transferencias de los inmigrantes será muy parecido al vigente para la población general.

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de los flujos migratorios documentados durante los años 90 (hasta el año 1999), es decir, antes de la aceleración observada a partir del año 2000. Por otro lado, la cifra de 23.000 inmigrantes netos al año es bastante parecida a las diferencias interanuales observables a principios del siglo XXI en fuentes como el Padrón Municipal. La cifra de 15.000 inmigrantes netos al año se escogió como hipótesis intermedia. Nótese que nos referimos al promedio de flujos anuales netos durante un plazo medio-largo (hasta el 2050). El Cuadro 2.4 resume estas tres hipótesis de flujo neto y sus implicaciones para la estructura de la población general, incluyendo el ratio de dependencia, calculado a partir de los datos del Censo de 2001. La hipótesis “no inmigración a partir de 2001” se ha añadido para visualizar mejor el efecto de la inmigración para la estructura poblacional. De este Cuadro se desprende que la población andaluza sólo permanecerá estable en los próximos cincuenta años si existe un flujo neto de inmigración (con residencia permanente en Andalucía) de al menos 7.000 personas al año, con lo que se pasaría a una población inmigrante de primera generación del 5% en 2050 (7,36% si contabilizamos como “inmigrantes” también a los hijos de éstos). Si el saldo migratorio fuera de 15.000 personas al año durante los próximos 50 años, la población total andaluza crecería un 6,8%, haciendo que el porcentaje de inmigrantes de primera generación en dicha fecha fuera del 9,3% (13,4% si se clasifican como inmigrantes también los hijos de éstos). Se observa, además, que la mayor entrada de inmigrantes no se traduce en una reducción proporcional de los ratios de dependencia.25 Pasar de un flujo neto anual de 7.000 inmigrantes a 15.000 reduce el ratio de dependencia en 2050 del 49% al 46,8% (un 2,2% menos), mientras que un ulterior aumento del flujo migratorio a 23.000 personas/año sólo produce una reducción adicional del ratio de dependencia de menos del 2%. En cuanto a los ratios de dependencia, al contemplar la diferencia abismal entre los años 2025 y 2050, respectivamente, que se manifiesta en todas estas hipótesis de flujos migratorios, cabe señalar que la variable crucial no es el volumen de la inmigración, sino la tasa de fertilidad, insosteniblemente baja en estos momentos (y en el futuro previsible).

El ratio de dependencia total se refiere a la proporción entre toda la población en edades laboralmente “no activas” (menores de 16 años y mayores de 64 años), por un lado, y en relación a la población en edad de trabajar (de 16 a 64 años), por otro. El ratio de dependencia excluye del cálculo a los menores, centrándose por tanto en la proporción entre mayores de 64 años, por un lado, y población en edad laboral, por otro. 26 Garcia Pérez et al. (2004) exploran las implicaciones fiscales de estos escenarios demográficos en función del grado de integración socioeconómica de la segunda generación de procedencia inmigrante; nuestro Cuadro 2.4. simplifica algo la terminología relativa a ésta. 25

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Cuadro 2.4. Hipótesis de evolución demográfica en Andalucía Hipótesis I: NO INMIGRACIÓN A PARTIR DE 2001 2000 2025

AÑO Pobl. Total Autóctonos

2050

7.357.558 7.559.574 6.903.211 7.258.370 7.474.557 6.854.352

Inmigrantes % inmigrantes

99.188 1,35%

85.017 1,10%

48.859 0,70%

Ratio Dependencia Ratio Dependencia Total

21,06% 46,03%

29,25% 52,35%

51,28% 76,33%

Hipótesis II: ENTRADA DE 7.000 INMIGRANTES /AÑO 2000 2025

AÑO

2050

Pobl. Total 7.357.558 7.767.390 7.349.553 Autóctonos 7.258.370 7.449.337 6.808.757 Inmigrantes (primera generación) 99.188 171.690 367.355 Hijos de inmigrantes (segunda generación) 0 146.363 173.441 % inmigrantes (sólo primera generación) 1,35% 3,30% 5,00% % inmigrantes (incluyendo la segunda generación) 1,35% 4,09% 7,36% Ratio Dependencia 21,06% 28,44% 49,02% Ratio Dependencia Total 46,03% 51,56% 73,87% AÑO

Hipótesis III: ENTRADA DE 15.000 INMIGRANTES /AÑO 2000 2025

2050

Pobl. Total

7.357.558 8.004.775 7.859.951

Autóctonos

7.258.370 7.449.338 6.808.757

Inmigrantes (primera generación) Hijos de inmigrantes (segunda generación) % inmigrantes (sólo primera generación) % inmigrantes (incluyendo la segunda generación) Ratio Dependencia Ratio Dependencia Total AÑO

99.188 0 1,35% 1,35% 21,06% 46,03%

452.732 102.705 5,70% 6,94% 27,57% 50,71%

Hipótesis IV: ENTRADA DE 23.000 INMIGRANTES /AÑO 2000 2025

731.292 319.902 9,30% 13,37% 46,80% 71,47% 2050

Pobl. Total 7.357.558 8.242.260 8.370.100 Autóctonos 7.258.370 7.449.344 6.808.713 Inmigrantes (primera generación) 99.188 648.912 1.095.299 Hijos de inmigrantes (segunda generación) 0 144.004 466.088 % inmigrantes (sólo primera generación) 1,35% 7,87% 13,09% % inmigrantes (incluyendo la segunda generación) 1,35% 9,62% 18,65% Ratio Dependencia 21,06% 26,76% 44,91% Ratio Dependencia Total 46,03% 49,92% 69,42% Fuente: García Pérez, Osuna Padilla y Valera Blanes (2004) 26 (ver nota página anterior)

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La segunda estimación que se ha realizado en el marco de la investigación ofrece escenarios algo distintos de los anteriores. Esta estimación se ha hecho a partir de las características del mercado laboral andaluz.27 La primera diferencia entre las dos estimaciones radica en el marco temporal, ya que en esta segunda los escenarios se proyectan sólo hasta el 2010; la segunda se refiere al período de observación del que se extraen los datos básicos para la estimación, que en este caso ha sido 1996-2001, calculando con datos de llegada recogidos por el Censo 2001; la tercera diferencia se refiere al método de estimación, ya que en vez de calcular la media anual del período en consideración, se optó por extrapolar los cambios interanuales observados durante el período de referencia. A la hora de definir los escenarios, se tomaron en cuenta dos variables: los deseos de emigrar de los ciudadanos residentes en los países de origen, por un lado, y la elección de Andalucía como destino, por otro. Ambas variables están a su vez relacionadas con un amplio número de factores políticos, económicos y sociales. Concretamente, los escenarios (AQR, 2003) son: (a) Un escenario de crecimiento medio, obtenido a través de la extrapolación hasta el año 2010 del crecimiento observado en el período 1996-2001. En este escenario se supone que las condiciones económicas de los países de origen y de destino seguirán siendo similares a las actuales y que la política migratoria europea no cambiará, dando por tanto continuidad a la tendencia de flujos migratorios observada en los últimos años. (b) Un escenario de crecimiento bajo, en el que el crecimiento anual sería igual a la mitad del observado en los últimos años. En este escenario se supone que se producirá una reducción muy clara del proceso de inmigración a Andalucía, como consecuencia bien de una mejora de las condiciones económicas en los países de origen, bien de un endurecimiento de la política migratoria europea. (c) Un escenario de crecimiento alto, en el que el crecimiento anual sería un 50% superior al que sirvió de base para el escenario de crecimiento medio. En este escenario se supone que las condiciones socio-políticas generarán un aumento mayor en el ritmo de crecimiento de la inmigración, debido a perspectivas económicas favorables para los próximos años y la existencia de un número elevado de inmigrantes ya residentes, favorable para la entrada de otros nuevos.

27 Nos referimos ahora a la tarea 4 de NEPIA, realizada por otro equipo externo al propio IESA (ver Anexo 1.1.).

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Según el primero de estos tres escenarios, el de crecimiento medio, si la evolución de los flujos migratorios observada durante los últimos años tuviera continuidad, serían aproximadamente 40.000 las llegadas anuales de inmigrantes extracomunitarios en el año 2010. Esta cifra bajaría a aproximadamente a 28.000 llegadas según el escenario de crecimiento bajo, y ascendería a alrededor de 52.000 llegadas anuales en el año 2010 en el escenario de crecimiento alto. Estos datos se refieren solamente a entradas, no tomando por tanto en consideración las posibles salidas, bien por retorno al país de origen, bien por traslado a otras CC.AA. o terceros países. Al margen de las diferencias en los métodos aplicados para su elaboración, en ambos casos se prevé un aumento muy sustancial de la presencia inmigrante de procedencia extracomunitaria en el futuro próximo. Esta previsión no deja de ser lógica, considerando la evolución durante años recientes. Ahora bien, como en toda estimación, estos datos hay que interpretarlos con las matizaciones oportunas, pues siempre cabe la posibilidad, más o menos remota, de que la realidad siga derroteros distintos de los previstos. Por ejemplo, la experiencia de los países de nuestro entorno con más historial como destinos de la inmigración internacional demuestra que a períodos de rápido aumento de los flujos pueden seguir repentinamente períodos de reducción igualmente acentuada de las llegadas.28 Por tanto, lo único que cabe afirmar con rotundidad es que, si tuvieran continuidad durante lo próximos años las tendencias migratorias observadas en años recientes, la inmigración procedente de países menos desarrollados cambiará sustancialmente la composición demográfica de la población andaluza.

28 Un caso emblemático es el cambio brusco inducido, en su momento, por la crisis del petróleo del 1973. Para ejemplos de tales fluctuaciones, ver Tribalat (1996: 24ff.) o SOPEMI (2001: 18).

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CAPÍTULO 3. PERFILES SOCIODEMOGRÁFICOS SEGÚN VARIABLES CLAVE En este apartado se empiezan a utilizar los resultados de la encuesta que, como se ha dicho, se extendió a toda la población inmigrante, independientemente de su estatus padronal u otros aspectos administrativos. Estos resultados confirman lo dicho en el punto anterior: que la gran mayoría de los inmigrantes actualmente residentes en Andalucía han llegado en fechas bastante recientes, puesto que las llegadas de los encuestados se concentran fundamentalmente en los últimos tres o cuatro años. Se trata de una población mayoritariamente joven, ligeramente masculinizada y con un nivel educativo más bien alto. A continuación, se describen con cierto detalle los principales rasgos sociodemográficos obtenidos. Las variables sexo, zona de procedencia, zona de asentamiento y año de llegada se utilizan, tanto en este como en los capítulos siguientes, a modo de variables independientes para ver como co-varían con otras variables de la encuesta. En este sentido hay que señalar que el estatus de variable independiente no implica necesariamente relación causal alguna. Nuestra finalidad en este libro se centra fundamentalmente en la descripción de la situación social de los inmigrantes. Es evidente que tal descripción será mucho más rica si incluye matices según estas variables sociodemográficas que denominamos independientes, pero en ningún momento deben equipararse necesariamente con causas. Desde luego, con esta advertencia, en absoluto excluimos la existencia de relaciones causales entre distintas variables de nuestra base de datos; simplemente advertimos que la correlación estadística como tal no aporta ninguna prueba de la existencia o dirección de una relación causal, mientras no se hagan análisis estadísticos específicos en este sentido. A las cuotas utilizadas para la configuración de la muestra (las cuotas cruzadas por zona de procedencia y zona de asentamiento, más la cuota proporcional por sexo) añadimos una cuarta variable de gran relevancia a la hora de analizar la integración social de los inmigrantes: la duración de su asentamiento en la sociedad de acogida. Por tanto, son cuatro las variables principales que se utilizan en este libro para matizar los resultados generales: sexo, zona de procedencia, zona de asentamiento y año de llegada a Andalucía. 3.1. Sexo En el estudio, la variable género asume una relevancia destacada, pues en todas las tareas de investigación realizadas, se ha procurado examinar la situación específica de hombres y mujeres en consideración al principio de plena igualdad de derechos y oportunidades. Al margen de la configuración

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de la muestra (la proporción de mujeres entrevistadas en la encuesta reproduce, como decíamos, en todas las subcategorías de las cuotas cruzadas, la distribución por sexo según datos padronales), en relación con la interpretación de los resultados de la encuesta, la perspectiva de género se plasmó en un especial esfuerzo por considerar dicha variable, no sólo respecto de la muestra en su conjunto, sino también como desagregación adicional de las demás variables clave. Así, en el Anexo 2 se recogen una serie de tablas en las que, para cada conjunto geopolítico de procedencia y zona de asentamiento, se indica la distribución específica por sexo de la variable en cuestión. En el texto no será posible reflejar plenamente estos matices dado que, en muchos casos, duplicarían el espacio exigido para la exposición. Es más, cabe señalar que, en relación con muchos aspectos de la situación social de los inmigrantes, las diferencias observadas según la variable sexo no llegaron a ser tan relevantes como imaginábamos, pasando a un segundo plano frente a variables como zona de procedencia, zona de asentamiento o año de llegada. En cualquier caso, quisiéramos subrayar que, si en muchos casos el texto prescinde de profundizar en las diferencias por sexo, en absoluto es por haber prescindido de un examen pormenorizado de esta variable. El Cuadro 3.1 recoge las distribuciones (total y por sexo) de dos variables sociodemográficas básicas: edad y nivel de estudios. Se observa que, en cuanto a estas dos variables, apenas hay diferencias entre ambos sexos si nos referimos a la población inmigrante en su conjunto (sin embargo, sí se encuentran diferencias respecto del nivel de estudios en función de la zona de procedencia; véase el Anexo 2, Tabla 1). Por tanto, el principal dato a destacar es que la población inmigrante asentada en Andalucía es mayoritariamente joven o muy joven y dispone de un título educativo de segundo o incluso de tercer grado. Cuadro 3.1. Características sociodemográficas de la muestra NEPIA por Sexo

Recuento de casos no ponderados Edad29 de 16 a 29 años Edad de 30 y 44 años Edad superior a 44 años Edad media30 (años) Sin estudios31 Primarios completos (primer grado) E.S.O. o Grado medio (segundo grado) Estudios universitarios (tercer grado)

Total

Varones

1797

1044

753

43% 46% 11% 32,41

43% 47% 10% 32,52

45% 42% 12% 32,27

14% 15% 42% 28%

15% 14,5% 42,5% 28%

13% 17% 43% 27%

Fuente: estudio NEPIA

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Mujeres

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Es llamativa la comparación de estos datos con los correspondientes a la población general andaluza. En cuanto al nivel educativo, según datos del Censo de 200132, sólo un 13% de la población andaluza disponía de una titulación universitaria, mientras que los porcentajes para segundo grado, primer grado y sin estudios (ésta última categoría agrupando también a analfabetos y primarios sin finalizar) son el 52%, el 22% y el 13%, respectivamente. Parece, por tanto, que el nivel educativo de los inmigrantes procedentes de países menos desarrollados no sólo es equiparable, sino que incluso es superior al de la población general andaluza. Cabe añadir que en más del 90% de los casos, los inmigrantes realizaron estos estudios en el país de origen, planteándose por tanto el problema de establecer procedimientos que permitan su homologación en un tiempo razonable. En cuanto a la edad, según datos del Censo 2001, aproximadamente un tercio de la población andaluza (el 35%) tiene una edad superior a los 44 años (un 21%, entre 45 y 64 años y algo más del 14%, más de 64 años), mientras que en cada uno de los dos restantes intervalos utilizados en el Cuadro 3.1. (de 15 a 29 y de 30 a 44 años, respectivamente), se agrupa el 24% de la población andaluza. Estos porcentajes no son directamente comparables con los recogidos en el Cuadro 3.1.33. Sin embargo, resulta evidente que en la actualidad, la población inmigrante procedente de países menos desarrollados es mucho más joven que el conjunto de la población andaluza.

3.2. Procedencia De todas las variables independientes que manejamos, la procedencia es la que probablemente se expone con mayor facilidad al riesgo de generar interpretaciones apresuradas de causalidad. Insistimos por ello una vez más en el hecho de que, dada la distribución “el 80% de las personas procedentes de A está en la situación social X”, sería ilegítimo concluir que “están en la

29

Recordamos que la edad mínima para participar en la encuesta quedó establecida en 16 años. 30 Nótese que nos referimos a la edad media de las personas mayores de 15 años. 31 Esta categoría agrupa a personas sin estudios o con estudios primarios sin acabar, incluyendo por tanto también a los analfabetos. 32 Nos referimos a los residentes en viviendas familiares ubicados en la Comunidad Autónoma de Andalucía y con edades de 16 a 64 años, según datos obtenidos de la página web del INE (www.ine.es). 33 Por un lado, los porcentajes que referimos del Censo están calculados en relación a todas las edades, incluyendo también a los menores de 15 años (17%), mientras que el Cuadro 3.1. se refiere sólo a personas mayores de 15 años; por otro lado, los intervalos de agrupación no coinciden del todo, al agrupar el Censo a los menores de 15 años, mientras que la muestra de NEPIA está compuesta por personas mayores de 15 años.

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situación X porque proceden de A”. Asimismo, cabe señalar que existe una forma atenuada de la imputación causal ilegitima, de la que sospechamos una amplia difusión social y la que nos urge prevenir en la medida de lo posible, a saber: la suposición de una relación necesaria entre procedencia y situación social (o sea, la generación de un tópico). Cabe subrayar, por tanto, que una distribución empírica como, por ejemplo, “el 80% de las personas procedentes de A está en la situación social X”, puede potencialmente corresponder a (y cambiar en función de) un sinfín de otras variables intervinientes. En este contexto, quisiéramos insistir de nuevo en la naturaleza descriptiva de las categorías de “Zona geopolítica de procedencia”. Estas categorías no implican presupuesto alguno de homogeneidad interna, sino que se han creado por motivos prácticos (concretamente, en aras de conseguir el mejor equilibrio entre representatividad estadística y diversificación de subcategorías), con la finalidad de poder comparar la situación relativa de las personas procedentes de un determinado conjunto geopolítico frente a otro. Estas comparaciones en absoluto implican que la heterogeneidad interna de cada subcategoría de procedencia es necesariamente inferior a la heterogeneidad entre distintos conjuntos de países de procedencia. Recordamos que en este estudio los cinco conjuntos geopolíticos de procedencia quedaron definidos de la siguiente manera: Magreb y Oriente Próximo; África subsahariana; Asia (excepto Oriente Próximo y Japón); Iberoamérica; y finalmente los países del Este de Europa no pertenecientes, en la primavera de 2003, a la Unión Europea o al Espacio Económico Europeo. El uso reiterado de la fórmula “Conjunto geopolítico de procedencia” puede resultar innecesariamente pesado, pero tiene su razón en el intento de prevenir, en la medida de los posible, la creación de tópicos relacionados con una supuesta coherencia interna (de tipo cultural, por ejemplo) de estas categorías. Por el mismo motivo evitamos usar el término “pertenencia” en relación con el origen de los inmigrantes. En cuanto a la edad, el Cuadro 3.2 indica que las tendencias generales mencionadas anteriormente se extienden, en menor o mayor medida, a todos los conjuntos geopolíticos de procedencia. Destacan los inmigrantes procedentes de Europa del Este y del África Subsahariana por ser especialmente jóvenes (cabe añadir que en este último colectivo, seis de cada diez mujeres tienen menos de 29 años y sólo una de cada cien tiene más de 50 años). Asimismo, en todos los conjuntos de procedencia existe cierto predominio de uno o varios países de origen, predominio que varía de abrumador (en el caso de Marruecos, muy dominante entre los inmigrantes procedentes de Magreb u Oriente Próximo) a relativo (por ejemplo, en el caso de Senegal entre los inmigrantes del África Subsahariana). Respecto del nivel de estudios, el Cuadro 3.2 permite observar importantes diferencias en función de la procedencia. Es especialmente notable el elevado nivel de estudios entre los inmigrantes procedentes de Europa del Este y de Iberoamérica: en ambos conjuntos de procedencia, los porcentajes de “sin estudios” son residuales, mientras que más de un tercio indica poseer una

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titulación universitaria. En el extremo opuesto se colocan los inmigrantes procedentes del África subsahariana y del Magreb, visto que aproximadamente la mitad de ellos alcanzan, como mucho, los estudios primarios completos. Como dato no representado en este Cuadro (ver Anexo 2, Tabla 1) cabe señalar que la variable género acentúa aún más estas diferencias, en el Cuadro 3.2. Características sociodemográficas de la muestra NEPIA por Conjunto geopolítico de procedencia

TOTAL Recuento de casos 1797 no ponderados Peso en muestra -ponderada34 Principales Marruecos países (32%) de procedencia Argentina (% del total (11%) de la Ecuador columna) (10%) Tasa de masculinización Edad entre 16 y 29 años Edad media35 Sin estudios Primarios completos E.S.O. Grado medio Estudios universitarios

Magreb Europa y Oriente Este Iberoamérica Próximo

África Subsahariana

Asia

359

358

359

360

361

6%

5%

13%

37%

39%

Senegal (34%) Nigeria (19%) Guinea Bissau (16%)

China Rumania (51%) (41%) Pakistán Rusia (15%) (17%) Filipinas Ucrania (10%) (16%)

Argentina (30%) Ecuador (27%) Colombia (26%)

Marruecos (84%) Argelia (10%)

56%

78%

57%

47%

45%

67%

43%

50%

42%

57%

41%

42%

32,41 14%

30,17 28%

34,40 10%

30,90 1%

33,59 2%

31,86 29%

16%

22%

22%

12%

15%

16%

18% 24%

22% 12%

21% 27%

16% 35%

20% 28%

17% 18%

28%

15%

20%

36%

36%

20%

Fuente: estudio NEPIA

La ponderación se hizo en función de los datos padronales recogidos por el equipo NEPIA. 35 Recordamos que nos referimos a la edad media de las personas mayores de 15 años, siendo ésta la edad mínima para participar en la encuesta. 34

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sentido de que las mujeres magrebíes y subsaharianas tienen unos niveles de estudios incluso más bajos que los varones procedentes de ambas zonas. Concretamente, por indicar el ejemplo más destacable, sólo el 11,5% de las mujeres del África subsahariana tiene estudios universitarios (frente al 16% de varones), mientras que el 39% de ellas pertenece a la categoría “sin estudios”, frente al 24% de ellos. 3.3. Zona de asentamiento Como decíamos, la segunda variable con cuota fija (sujeta por tanto a ponderación para el cálculo del total muestral) se refiere a la zona socioeconómica de asentamiento. Esta variable se desglosó en cuatro categorías: Grandes ciudades (capitales de provincia y cinturón metropolitano, más algunos municipios del Campo de Gibraltar); Zonas costeras con economía dominada por el turismo; Zonas costeras con economía dominada por la agricultura intensiva; y Zonas rurales del interior (categoría residual que incluye al grueso de los municipios andaluces, muchos de ellos dedicados fundamentalmente a la agricultura extensiva). Estas categorías se utilizaron para clasificar todos los municipios andaluces según su realidad socioeconómica dominante, considerando que ésta define en gran medida el perfil de oportunidades, problemas y necesidades con el que se enfrentan típicamente los inmigrantes.36 De esta manera, se pueden comparar dos categorías que reflejan realidades urbanas (Costa turística y Grandes ciudades), frente a otras dos que se refieren esencialmente al mundo rural (Agricultura intensiva y Rural interior). En cuanto a su referencia territorial, “Costa turística” engloba prácticamente todo el litoral malagueño excepto la capital provincial, junto con algunos municipios de Granada y Almería, mientras que “Agricultura intensiva” se refiere principalmente al litoral almeriense,37 junto con algunos municipios de Huelva y Granada. Cabe señalar que las categorías de “Zona de asentamiento” que utilizamos corresponden a un criterio sustancial (la configuración socioeconómica de la realidad local), desmarcándose por tanto de cierta artificialidad de las dos posibles alternativas, a saber: la creación de categorías por tamaño de municipio, por un lado, o la conversión de las fronteras provinciales en categorías de clasificación, por otro38.

36 En el Anexo 1.2. se incluye una visualización de las distintas zonas de asentamiento (mapa 8). 37 El grueso del trabajo de campo relativo a la zona de “Agricultura intensiva” se realizó en los municipios almerienses de Roquetas, El Ejido, Níjar, Vícar y La Mojonera. 38 Por tamaño muestral, disponemos de datos razonablemente representativos para las provincias andaluzas con más implantación inmigrante, notablemente Málaga (554 encuestados) y Almería (488 entrevistados); en el otro extremo se colocan los casos de Jaén y Cádiz, con 97 y 90 encuestados, respectivamente.

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En el Cuadro 3.3 se recoge el peso ponderado de cada una de estas cuatro zonas en cuanto al asentamiento de personas inmigradas. En relación al total de nuestra población de estudio, cuatro de cada diez inmigrantes empadronados en Andalucía residen en “Grandes ciudades”. En las zonas de “Agricultura intensiva” y “Costa turística” está asentado, respectivamente, uno de cada cuatro inmigrantes, mientras que su presencia relativa en el interior rural es menor. Las diferencias con la distribución espacial de la población general (según Padrón INE 2003) son muy notables. Respecto de las variables ya comentadas, masculinización y edad, la distribución por zonas de asentamiento es homogénea, excepto una acusada masculinización de la inmigración asentada en zonas de “Agricultura intensiva” y una edad algo más elevada de los inmigrantes residentes en zonas

Cuadro 3.3. Características sociodemográficas de la muestra NEPIA, por Zona socioeconómica de asentamiento

TOTAL Recuento de casos no ponderados Peso en muestra ponderada Proporción de todos los habitantes de Andalucía, según Padrón 2003 Tasa de masculinización Edad entre 16 y 29 años Edad media Sin estudios Estudios universitarios Procedencia39 Magreb y Oriente Próximo Procedencia Iberoamérica Procedencia Europa del Este Procedencia Asia Procedencia África Subsahariana

Agricultura Costa Grandes Rural intensiva turística ciudades interior

1797 --

450 23%

436 24,5%

463 40%

448 13%

--

4%

7%

50%

39%

56% 43% 32,41 14% 28%

62,5% 46% 31,24 25% 17%

54% 36% 34,60 8% 35%

54% 47% 31,94 9,5% 31%

54% 46% 31,80 20% 22,5%

39%

54%

32%

35%

38%

37% 13% 5% 6%

16% 19% 0,5% 10%

44% 13% 8% 2%

43% 8,5% 7% 7%

42% 14% 4% 3%

Fuente: estudio NEPIA

39 Indicamos aquí el peso de cada conjunto geopolítico en relación con el total (por columnas) de nuestra población objeto de estudio, establecido en función de los datos padronales recogidos por NEPIA.

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de “Costa turística”. En cuanto a nivel de estudios, se observa una clara diferencia entre ambientes rurales y urbanos: en las “Grandes ciudades” y en la “Costa turística” reside un porcentaje especialmente alto de inmigrantes con niveles de estudios elevados, mientras que la observación opuesta vale para las zonas de “Agricultura intensiva” y “Rural interior”. Pasando al peso relativo de los distintos conjuntos de procedencia en cada zona de asentamiento, se observa que los inmigrantes procedentes del Magreb y Oriente Próximo, de Europa del Este y del África Subsahariana están sobre-representados en la zona de “Agricultura intensiva”, mientras que los inmigrantes de Iberoamérica y de Asia están infra-representados en esta zona, siempre con relación al conjunto de nuestra población objeto de estudio. Por ejemplo, si antes comentábamos que aproximadamente cuatro de cada diez inmigrantes empadronados en Andalucía proceden de la cuenca Sur del Mediterráneo (Magreb y Oriente Próximo), en municipios en los que predomina la agricultura intensiva esa proporción supera holgadamente el 50%. Por otra parte, siempre a tenor de los datos padronales utilizados para orientar la distribución territorial del trabajo de campo y ponderar los resultados de la encuesta, los inmigrantes magrebíes y subsaharianos están asentados en zonas de “Costa turística” en menor medida que la que correspondería a su implantación general en Andalucía, mientras que iberoamericanos y asiáticos obtienen precisamente en esta zona su mayor concentración relativa. Contrastes parecidos, pero de menor envergadura, se observan también entre las restantes dos categorías. En resumen, los inmigrantes procedentes de Europa del Este y el Magreb están relativamente más implantados en zonas rurales o semi-rurales (Rural interior y Agricultura intensiva), mientras que los asiáticos y los iberoamericanos tienen una mayor vinculación con ámbitos urbanos o semi-urbanos (Grandes ciudades y Costa turística). 3.4. Año de llegada En la introducción especificamos el concepto de integración social que utilizamos, definiéndolo, en su dimensión ideal o normativa, como un proceso de asimilación de la población inmigrada a la situación social (es decir, las oportunidades sociolaborales; el nivel de vida; etc.) de la población autóctona. Como consecuencia práctica de este enfoque, los resultados generales que se presentan aquí se matizarán no sólo en función de las tres variables con las que se había configurado el muestreo (sexo, procedencia y zona de asentamiento), sino también de una cuarta, a saber: “duración del asentamiento” o, en otras palabras, “año de llegada”. Es más, a la hora de describir la situación social de los inmigrantes, esta última variable tendrá una importancia especial como factor con relación al que evaluar los avances (y posiblemente, los estancamientos y reveses) del proceso de integración social en sus distintas dimensiones.

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LA INTEGRACIÓN DE LOS INMIGRANTES EN LA SOCIEDAD ANDALUZA

Al tratar el tema de la integración de los inmigrantes en la sociedad andaluza, hemos preferido trabajar fundamentalmente con la variable “año de llegada a Andalucía”, en detrimento de las posibles alternativas, relativas a la llegada a España, por un lado, y al actual municipio de residencia, por otro. En el próximo capítulo se profundiza más en la descripción de los itinerarios migratorios inter- e intra-nacionales. De momento, baste decir que, con ciertos matices, el año de llegada a Andalucía no suele diferir mucho del año de llegada a España. En otras palabras, generalmente y de forma cada vez más acentuada, una vez llegados a España, los inmigrantes se instalan directamente en Andalucía, sin residir previamente en otras Comunidades Autónomas. El Cuadro 3.4 agrupa en cinco categorías los años de llegada a Andalucía indicados por los encuestados40. Cabe señalar que, para poder cumplir con Cuadro 3.4. Características sociodemográficas de la muestra NEPIA, por Año de llegada a Andalucía antes 1995/ Total de 1995 1999 2000 Recuento de casos Peso ponderado de casos Tasa de masculinización Edad (en 2003) entre 16 y 29 años Edad media en 2003 (años) Edad media al llegar a Andalucía (años) Sin estudios Estudios universitarios Procedencia Magreb y Oriente Próximo Procedencia Iberoamérica Procedencia Europa del Este Procedencia Asia Procedencia África Subsahariana Asentamiento: “Agricultura intensiva” Asentamiento: “Costa turística” Asentamiento: “Grandes ciudades” Asentamiento: “Rural interior”

1792 100% 56% 44% 32,41 28,49 14% 28% 39% 37% 13% 5% 6% 23% 24% 40% 13%

240 13% 57% 18% 38,54 24,29 18% 34% 57% 25% 1% 14% 4% 19% 28% 45% 8%

2001

2002/ 200341

331 291 360 570 18% 17% 20% 33% 56% 51% 54% 59% 38% 41% 47% 57% 32,91 32,96 31,42 30,03 27,72 29,96 29,42 29,26 18% 13% 12% 12% 29% 21% 29% 27% 58% 33% 29% 30% 19% 40% 45% 45% 10% 14% 14% 18% 8% 4% 4% 3% 5% 8% 7% 5% 27% 23% 27% 20% 28% 26% 20% 23% 33% 41% 39% 41% 12% 11% 14% 15%

Fuente: estudio NEPIA 40

Cinco entrevistados no contestaron la pregunta referente al año de llegada a Andalucía, por lo que el recuento total en este caso no es de 1797 sino de 1792. 41 La categoría “2002-2003” se refiere a todo el año 2002 y los primeros meses del 2003, puesto que nuestro trabajo de campo se efectuó en marzo y abril de 2003.

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el criterio de representatividad en cada categoría, los intervalos de agrupación no son homogéneos, es decir, no incluyen siempre el mismo número de años, debido a la concentración de las llegadas fundamentalmente en años recientes. En este sentido, llama la atención que los encuestados que indican haber llegado en el año 2000 alcanzan casi el mismo volumen que los llegados durante toda la segunda mitad de los años 90. Esta cifra se supera ampliamente en el año 2001. Así, estos datos confirman la notable aceleración del ritmo de llegadas durante los primeros años del siglo XXI que se refleja también en las fuentes estadísticas referidas antes. De los datos recogidos en este Cuadro, cabe destacar que entre los inmigrantes más asentados se observa no sólo la proporción de titulados de tercer grado (universitarios) más alta, sino también una de las proporciones más elevadas de “sin estudios”, lo cual podría ser indicativo de cierta polarización en relación a la variable “nivel de estudios” específicamente entre los inmigrantes más asentados. Asimismo, se vuelve a observar el aumento especialmente rápido de la inmigración procedente de los países de Europa del Este, mencionado ya anteriormente, mientras que entre los inmigrantes procedentes de Asia –y, en medida proporcionalmente menor, del Magreb– existe una fuerte representación de personas asentadas en Andalucía desde hace comparativamente muchos años. En cuanto a los dos principales conjuntos geopolíticos, a partir del año 2000 el Magreb ha cedido a Iberoamérica el papel de ser la principal zona de procedencia. Finalmente, con relación a las zonas de asentamiento, se observa cierta concentración relativa de los inmigrantes con más tiempo de residencia en Andalucía en las “Grandes ciudades” y en los municipios de la “Costa turística”, hecho que podría guardar relación con su itinerario laboral y geográfico una vez instalados en esta Comunidad Autónoma.

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CAPÍTULO 4. TRAYECTO Y PROYECTO MIGRATORIOS En Andalucía, abordar el tema de las migraciones internacionales en el sentido más limitado del término, es decir como “cruce de frontera”, implica inevitablemente hablar de (o, cuando menos, pensar en) las pateras. Ahí están las noticias recurrentes sobre embarcaciones endebles, naufragios, desamparo y muerte en el Estrecho, noticias que contribuyen a consolidar la asociación de un fenómeno sociodemográfico complejo y variado con las tragedias humanas, aspecto mucho más relevante que el de las infracciones administrativas relacionadas con esos medios de transporte irregulares. Desgraciadamente, en el futuro previsible, es improbable que dejen de llegar noticias sobre naufragios. Las experiencias en otras fronteras internacionales, singularmente, la frontera entre México y EE.UU., indican que el mayor éxito al que se puede aspirar con la instalación de herramientas de vigilancia sofisticadas, es una disminución del número de personas dispuestas a jugarse la vida en el intento de cruzar el Estrecho en una patera (Espenshade, 1995; Hollifield, 2000; Schuck, 2000; Zolberg, 1999). Sin embargo, el resultado más tangible de dichas instalaciones será previsiblemente una desviación de los trayectos en función del nivel relativo de control alcanzado en los distintos tramos fronterizos.42 Sin restar un ápice de importancia a la tragedia humana que supone, la encuesta pone de manifiesto que la relevancia real de las pateras como medio de transporte es relativamente reducida, comparada con la importancia simbólica que han llegado a asumir como emblema de la “fortaleza Europa”. El medio de transporte más utilizado para llegar a España es, con mucha diferencia, el avión (51%), seguido por el barco (26%) y el autobús (9,5%). La patera, con un 7%, ocupa el cuarto lugar entre los medios de transporte utilizados por los inmigrantes. Dicho de otra manera, aproximadamente uno de cada quince inmigrantes asentados en Andalucía en la primavera de 2003 declara haber efectuado su viaje en patera. No se trata de un número insignificante; más bien al contrario. Visto que no nos estamos refiriendo a un medio de transporte normal, sino a un viaje sumamente arriesgado, la cifra puede impresionar por alta. Sin embargo, acostumbrados como estamos a la continua cobertura mediática del fenómeno de las pateras, probablemente sea más baja de lo que imaginaría mucha gente. Matizando este resultado general según procedencia (véase también el Anexo 2, Tabla 2), el avión es prácticamente el único medio de trasporte para los inmigrantes procedentes de Iberoamérica (97%) y, en medida algo menor, de Asia (90%). La vía terrestre es la más empleada por los originarios

42 Asimismo, precisamente por complicar el pasaje fronterizo no autorizado, la intensificación de los controles suele inducir un siempre mayor papel de los traficantes profesionales de personas, al resultar siempre más imprescindible (Pastore, 2004: 36).

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de Europa del Este, que recurren preferentemente al autobús (57%). Aunque el avión sea el segundo medio que más declaran haber utilizado (28%), los porcentajes de llegada en coche (11%) y tren (3%) son significativos comparados con los demás conjuntos geopolíticos, de manera que la vía terrestre en sus varias modalidades agrupa a más de dos tercios de los inmigrantes procedentes del Este de Europa. Para los procedentes del Magreb/Oriente Próximo, el barco (65%) y la patera (15%) son los medios más señalados, aunque las mujeres magrebíes vienen más en barco (80%) que los hombres y menos en patera (8% de las mujeres, frente al 19% de los varones). La patera también es utilizada por los subsaharianos (22%), aunque el medio más utilizado es el avión (49,5%), sobre todo entre las mujeres (63%). Además, los subsaharianos son el segundo colectivo que más recurre a los transportes terrestres (16%), tras los europeos del Este, lo cual parece indicar que en algunos casos llegan a España desde otros países del continente europeo.43 La distribución por año de llegada añade otro matiz interesante, pues resulta que el porcentaje correspondiente a algunos medios de transporte cambia de manera significativa. Es el caso no sólo del autobús, que pasa del 1% entre los llegados en fechas anteriores a 1995 al 14% entre los llegados en 2002 y los primeros meses de 2003 (aumento que se debe fundamentalmente al creciente flujo migratorio de Europa del Este), sino también de las pateras, con un 0,4% y un 9%, respectivamente, para los dos períodos mencionados. En este último caso, el aumento concierne fundamentalmente a varones procedentes del continente africano. Asimismo, se intuye una relación con la proporción decreciente de viajes efectuados en barco (véase Anexo 2, Tabla 3). Ahora bien, pensando en el trayecto migratorio en su conjunto, es evidente que el cruce de la frontera española constituye sólo una de sus etapas. A continuación se analizan los itinerarios migratorios de los inmigrantes asentados en Andalucía, desde su lugar de nacimiento hasta el actual lugar de residencia. Posteriormente, comprobaremos por qué motivos y con qué intenciones dieron el paso de dejar su país de origen. 4.1. Itinerarios y etapas Antes de la llegada a España Los resultados de la encuesta revelan que la mayor parte de los inmigrantes residentes en Andalucía nació en un hábitat urbano (83%), frente a sólo el 17% en el hábitat rural. La cifra es algo mayor entre las mujeres (85%) que

43

Estas distribuciones por zona de procedencia son bastante parecidas a las observadas en Navarra por Laparra et al. (2003: 95).

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entre los hombres (82%), sobre todo si matizamos entre ciudades pequeñas y ciudades medianas o grandes (de estas últimas procede el 61% de las mujeres, frente al 54% de los varones). Dentro de cada conjunto geopolítico, la proporción de personas de procedencia urbana es superior al 70%, con un predominio de las ciudades medianas y grandes que oscila entre el 66% para los iberoamericanos y el 33% para los africanos subsaharianos. Es interesante notar que en ningún conjunto geopolítico de procedencia, los inmigrantes nacidos en el campo abierto (diseminado) superan el 6%, siendo siempre más frecuente nuestra segunda subcategoría del hábitat rural, es decir, las aldeas rurales, con valores que varían entre el 9% de los iberoamericanos y alrededor del 23% de africanos subsaharianos y asiáticos. En la distribución por año de llegada, llama la atención que la mayor proporción de inmigrantes nacidos en ciudades medianas o grandes corresponde al segmento de los más asentados (con llegadas anteriores al año 1995), con un 71%, frente a valores alrededor del 55% en años posteriores (ver Anexo 2, Tabla 4). Este hecho podría indicar cierta generalización del impulso emigratorio en los países de origen. El origen urbano, ya alto, como decíamos, en relación al lugar de nacimiento, aumenta incluso si nos referimos al último lugar de residencia antes de salir del país de procedencia. Concretamente, del mencionado 83% para el conjunto de todo el hábitat urbano (ciudades pequeñas, medianas y grandes), se pasa al 89%, con pocas variaciones por conjunto geopolítico de procedencia o año de llegada, excepto por el ya apuntado aumento entre los inmigrantes asentados desde hace más tiempo en Andalucía, en comparación con los demás. Así, resulta que aproximadamente un tercio de los inmigrantes que habían nacido en el ámbito rural (diseminado y aldeas) se mudó al ámbito urbano antes de emprender la etapa internacional del proceso migratorio. Asimismo, el predominio de las ciudades medianas y grandes se acentúa considerablemente, al pasar del 57% al 67% para el conjunto de la muestra, desmarcándose los inmigrantes procedentes de Iberoamérica por el alto porcentaje (75%) de personas procedentes de ciudades medianas o grandes. En cuanto a la residencia intermedia en países terceros (ver Anexo 2, Tabla 5), una vez dejado el país de origen, se trata de un fenómeno minoritario en todos los conjuntos geopolíticos de procedencia, excepto para el África subsahariana, donde afecta a casi la mitad de los inmigrantes, especialmente a los varones, con un 54%, frente a un 26% aproximadamente de las mujeres de esta procedencia. Concretamente, uno de cada tres varones del África subsahariana residió en un país tercero antes de llegar a España, mientras que el 15% indica haber vivido en dos y el 6%, en tres o más países terceros (si relacionamos estas indicaciones con los datos sobre medios de transporte, referidos arriba, cabe intuir que en algunos casos, se trata de países europeos). El segundo conjunto geopolítico de procedencia con más estancias intermedias en países terceros es Asia, con el 29%. Por otro lado, la abrumadora mayoría de los inmigrantes de Iberoamérica (89%), Magreb

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(83,5%) y Europa del Este (81%) llegó directamente a España, sobre todo las mujeres (con un diferencial sobre los varones del mismo origen de alrededor del 11%). Estos datos varían poco por año de llegada. Después de la llegada a España El cuestionario incluye una pregunta explícita sobre la movilidad geográfica dentro de España: “Antes de establecerse en su actual domicilio, ¿en cuántas provincias ha vivido?” Los resultados indican que la movilidad inter-provincial de los inmigrantes es elevada en comparación con la población autóctona. En efecto, casi la mitad de los encuestados indica haber vivido en otra provincia aparte de la actual. En la mayor parte de estos casos, concretamente el 31% del total, se trata de una sola provincia, mientras que el 8% y el 7%, respectivamente, de los inmigrantes asentados en Andalucía pasó por dos o incluso tres o más provincias de residencia, aparte la actual. Estos datos varían, lógicamente, por año de llegada, con un sensible aumento de la movilidad interprovincial conforme aumenta el tiempo de estancia en España; asimismo, se observan variaciones importantes por sexo, zona socioeconómica de asentamiento y zona geopolítica de procedencia (para detalles, véase el Anexo 2, Tablas 6 y 7). Cabe destacar la abultada diferencia entre varones y mujeres respecto de la movilidad interprovincial, diferencia que alcanza el 19% en el conjunto de la muestra. Esta diferencia se reproduce en todas las zonas de asentamiento y en todos los conjuntos de procedencia, acentuándose especialmente en las “Grandes ciudades” (donde un 53% de los varones cuenta con experiencia migratoria interprovincial, frente al 26% de las mujeres). Asimismo, es interesante notar que entre los inmigrantes procedentes de la cuenca Sur del Mediterráneo, la movilidad es muy superior a la media, especialmente entre los varones, de los que más de un cuarta parte cuenta con un itinerario interprovincial de dos o más provincias, sin contar la actual provincia de residencia. Finalmente, subrayaríamos también que la movilidad interprovincial es mayoritaria entre los inmigrantes actualmente asentados en municipios del “Rural interior”, en muchos casos tratándose de trayectos pluri-provinciales. Aparte de esta pregunta explícita, el cuestionario contiene algunas preguntas más que permiten generar observaciones acerca de los movimientos migratorios después de la llegada a España. Así, podemos comparar los resultados entre tres preguntas distintas, todas ellas referidas al año de llegada (a España, a Andalucía y al actual municipio de residencia, respectivamente). A continuación tomaremos el año de llegada a Andalucía como punto de referencia principal con el que comparar las llegadas a España, por un lado, y las llegadas al actual municipio de residencia, por otro. Asimismo, hemos limitado la comparación a los cuatro años naturales para los que disponemos de un número de casos lo suficientemente elevado como para poder hacer observaciones significativas. Se constata que la abrumadora mayoría de los

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inmigrantes se instalan en Andalucía en el mismo año de su llegada a España (Cuadro 4.1). Cuadro 4.1. Año de llegada a Andalucía por Año de llegada a España (1999-2002), población inmigrante asentada en Andalucía, primavera de 2003 Año de llegada a España Año de llegada a Andalucía

1998 o antes

1999

2000

2001

2002

88,3% 2,8% 4,1% 2,5% 2,3% 100% 507

76,7% 7,8% 9,4% 4,2% 98,1% 155

86,4% 7,8% 5,8% 100% 302

89% 10,9% 99,9% 337

99,7% 99,7% 349

1998 o antes 1999 2000 2001 2002 TOTAL 44 Recuento Fuente: estudio NEPIA

En cuanto a la comparación entre las llegadas a Andalucía y al actual municipio de residencia, el Cuadro 4.2 permite observar un grado de coincidencia de los años en cuestión prácticamente igual de elevado. Cuadro 4.2. Año de llegada al actual municipio por Año de llegada a Andalucía (1999-2002), población inmigrante asentada en Andalucía, primavera de 2003

Año de llegada al actual municipio 1999 2000 2001 2002 TOTAL Recuento

Año de llegada a Andalucía 1999 79% 8,1% 9,8% 2,2% 100% 126

2000

2001

2002

83,2% 8,2% 6,8% 99,2% 284

89,6% 9,5% 99,1% 344

98,6% 98,6% 397

Fuente: estudio NEPIA

El Cuadro 4.1. especifica el año de llegada a Andalucía como proporción de las llegadas a España en un año determinado. Al haberse transferido algunos encuestados a Andalucía durante los primeros meses del 2003, no todas las columnas suman el 100%. Observaciones análogas valen para el Cuadro 4.2. 44

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En resumen, de estos indicadores sobre movilidad geográfica intra-nacional e intra-regional, emerge el perfil de una población que, a pesar de ser mucho más móvil que la población autóctona andaluza, tiende a arraigarse en determinadas localidades. 4.2. Intenciones y expectativas A continuación se analizan los principales motivos por los que los inmigrantes actualmente asentados en Andalucía declaran haber tomado la decisión de emigrar. Cabe señalar que la causa estructural puede divergir de estas afirmaciones subjetivas; por ejemplo, puede tratarse fundamentalmente de la búsqueda de un mejor nivel de vida incluso si el motivo concreto declarado es la reagrupación familiar (Arango et al, 2000: 134). En definitiva, la relación de las causas estructurales con las intenciones subjetivas de los propios inmigrantes puede ser indirecta o ambigua. Aún así, como veremos enseguida, la naturaleza predominantemente45 económica y laboral de la inmigración procedente de países menos desarrollados emerge con toda claridad de nuestros datos. Posteriormente, examinaremos también los proyectos migratorios declarados, tanto personales como familiares, de los inmigrantes asentados en Andalucía. Motivos para la emigración El cuestionario recoge los motivos para salir del país de origen con una pregunta en formato multi-respuesta. Agrupando todas las respuestas, los principales factores mencionados son, por orden de frecuencia: el deseo de “mejorar la calidad de vida” (32%), la existencia de importantes “dificultades económicas o el deseo de mejorar la economía” (27%) y “porque no tenía trabajo” (24%). Otros motivos importantes para emigrar se refieren a “la mala situación política o social” del país de origen (17%), “por aventura o ganas de viajar” (15%), “para mejorar el trabajo o negocio” (14%) y “para reagruparse con familiares” (13%). En tercer lugar, sigue un grupo de respuestas relativas a “problemas o motivos personales” (7,5%), “para estudiar” (7%), por “la falta de perspectiva de futuro” (6%) y para “ayudar a su familia” (2%). En resumidas cuentas, predominan los motivos de índole sociolaboral y socioeconómica. Existe una diferencia importante entre hombres y mujeres con relación a la opción “reagrupación familiar”, pues la proporción de mujeres que la menciona

Es grato el aviso de Laparra (2003): por mucho que predominen los motivos económicos y laborales, tampoco se puede reducir el fenómeno migratorio sólo a ellos. Así, cabe destacar el importante papel de las redes sociales en la generación y, sobre todo, consolidación de los flujos migratorios (Portes y Böröcz, 1989). 45

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como uno de los motivos más importantes para su emigración triplica la de los varones (el 21% frente al 7%46). Esta diferencia es especialmente acusada entre los inmigrantes procedentes del Magreb y Oriente Próximo y del África subsahariana, visto que frente a un 6,5% de los varones, la reagrupación familiar es indicada por alrededor del 30% de las mujeres. Asimismo, cabe señalar que la reagrupación familiar es el motivo más señalado por los inmigrantes procedentes de Asia, con un 32% (compuesto por un 26% entre los varones y un 40,5% entre las mujeres de esta procedencia). En los demás conjuntos de procedencia, el deseo de mejorar el nivel de vida, las dificultades económicas y el desempleo son siempre los tres motivos señalados más veces, aunque con matices por proporción y orden relativo (para más detalles, véase Anexo 2, Tabla 8). Proyecto migratorio Según los resultados de la encuesta, la intención de la mayoría de los inmigrantes en la actualidad es la misma que la que tenían cuando empezaron a vivir en nuestra sociedad. En el momento de efectuarse la entrevista, igual que en el momento de llegar a Andalucía, más de la mitad de los entrevistados tenían la intención de “establecerse por tiempo indefinido” en esta Comunidad Autónoma (55% inicial y 57% actual). Por tanto, como primera observación, cabe afirmar que una posible imagen de Andalucía fundamentalmente como “zona de paso” de los inmigrantes internacionales hacia otras metas, caso de existir, distaría mucho de la realidad: la mayoría de los inmigrantes quiere permanecer aquí por tiempo indefinido. Dicha tendencia se acentúa entre los inmigrantes procedentes de Asia (alcanzando el 67% de las intenciones iniciales y el 74% de las actuales), mientras que se atenúa entre los europeos del Este (con un 48% de las intenciones iniciales y el 58% de las actuales). En este último conjunto de procedencia, se observa una proporción comparativamente alta de proyectos migratorios iniciales de retorno al país de procedencia (44%). Sin embargo, resulta que las intenciones actuales entre los europeos del Este se aproximan a la tónica general, puesto que en la actualidad, sólo el 27% prevé volver a su país de origen (ver Anexo 2, Tablas 9 y 10). El proyecto migratorio actual está relacionado claramente con la duración de la estancia en Andalucía. El Gráfico 1 recoge los principales datos relativos al proyecto migratorio actual en función del año de llegada. Resumiendo estos datos, la intención de permanencia por tiempo indefinido es abrumadora entre los inmigrantes que llevan ocho años o más viviendo en Andalucía. Asimismo, dicha intención sigue siendo mayoritaria entre todos aquellos inmigrantes que han superado la primera fase del ciclo

46

Izquierdo (2000), en una explotación de una encuesta del CIS realizada en 1996, observa prácticamente la misma diferencia entre sexos en relación a este motivo para la emigración.

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Gráfico 1. Proyecto migratorio actual por Año de llegada a Andalucía, primavera de 2003 47 90

Establecerse por un tiempo indefinido

%total (muestra ponderada)

80 70 60 50

Quedarse un tiempo y después volver al país de origen

40 30 20

Irse a zonas o países terceros

10 0 Antes de 1995

1995-1999

2000-2001

2002-2003

Año de llegada a Andalucía

Fuente: estudio NEPIA

migratorio, caracterizada generalmente por una inserción preliminar en la realidad sociolaboral, mientras que es algo inferior al 50% entre los recién llegados. En segundo lugar, se observa que, excepto entre los más asentados, una proporción nada desdeñable de los inmigrantes prevé, bien volver al país de origen, bien seguir el trayecto migratorio hacia otras zonas de España u otros países, aunque predomina en este caso la intención de irse a otros países europeos.48 El Cuadro 4.3 recoge el diferencial entre las intenciones iniciales y actuales, respectivamente, en función de la zona de asentamiento, es decir, el contexto socioeconómico con el que tiene que enfrentarse el o la inmigrante para convertir en realidad su sueño de conseguir una vida mejor.

En el gráfico no están representados 52 casos correspondientes a la categoría de respuesta “Otro” y 20 casos correspondientes a “No contesta”. 48 Cabe subrayar que estos datos tienen que interpretarse con cuidado (ver Tribalat, 1996: 24), teniendo presente que no estamos en condiciones de apreciar el proyecto migratorio actual de todas las personas que habían llegado a Andalucía en las fechas correspondientes, al limitarse nuestra recogida de datos a inmigrantes que en la actualidad siguen instalados en esta región. Por tanto, desconocemos el porcentaje de los llegados antes de 1995, por ejemplo, que en la primavera de 2003 habían vuelto a sus países de origen o seguido su trayecto migratorio hacia zonas terceras. 47

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Cuadro 4.3. Diferencias del proyecto migratorio actual respecto del proyecto inicial, por Zona socioeconómica de asentamiento, población inmigrante asentada en Andalucía, primavera de 2003 Zona socioeconómica de asentamiento Agricultura TOTAL Intensiva Establecerse por tiempo indefinido en Andalucía

Costa turística

Grandes ciudades

Rural interior

+2%

+2%

+1%

+3%

+2%

-10%

-10%

-8%

-12%

-9%

Irse a zonas de España o países terceros

+6%

+7%

+5%

+7%

+4%

Otro/NS/NC

+2%

+1%

+2%

-2%

+3%

Quedarse un tiempo y después volver al país de origen

Fuente: estudio NEPIA

En todas las zonas de asentamiento se observa una disminución de alrededor del 10% de aquellos inmigrantes que quieren “quedarse un tiempo y después volver a su país”, mientras que suben principalmente las intenciones de “irse a otras zonas de España o países terceros” y, en menor medida, las intenciones de permanencia a tiempo indefinido en Andalucía. Estos datos sugieren que, a la hora de revisar y, en su caso, redefinir el proyecto migratorio inicial, el contexto socioeconómico de acogida tiene una relevancia limitada, a pesar de que las oportunidades sociolaborales disponibles típicamente en estas cuatro zonas distan mucho de ser las mismas, como veremos más adelante. A continuación se desglosa esta misma diferencia entre las intenciones iniciales y actuales, respectivamente, en función del año de llegada (Cuadro 4.4). Con ciertos matices, a una mayor duración del asentamiento corresponde un aumento de la intención de permanencia en Andalucía, mientras que entre los recién llegados, el saldo entre intenciones de permanencia iniciales y actuales, respectivamente, es negativo. Sin embargo, en este mismo grupo, es decir, entre los inmigrantes que llevan hasta 15 meses viviendo en Andalucía, las intenciones de retorno al país de origen bajan un 7%, con un correspondiente aumento de la intención de irse a otras regiones de España o a países terceros (para más datos, véase el Anexo 2, Tablas 11 y 12). En resumen, se observa una notable modificación del proyecto inicial incluso al cabo de una estancia más bien breve en la sociedad de acogida. En cuanto al proyecto migratorio familiar, aproximadamente la mitad de los encuestados señalan que alguno de sus familiares actualmente residentes en el país de origen tiene previsto venirse a España. El 13% de los entrevistados indica que emigrará “uno” de sus familiares, el 14% contesta “dos”, el 7%

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Cuadro 4.4. Diferencias del proyecto migratorio actual respecto del proyecto inicial, por Año de llegada a Andalucía, población inmigrante asentada en Andalucía, primavera de 2003 Año de llegada a Andalucía Antes TOTAL de 1995 1995-1999

2000

2001

-1%

+8%

-6%

-3%

-21%

-12%

-13%

-4%

-7%

+6%

-4%

+10%

+4%

+8%

+8%

+2%

-0,2%

+2,5%

+2% +1,5%

+2%

Establecerse por tiempo indefinido en Andalucía

+2%

+25%

Quedarse un tiempo y después volver al país de origen

-10%

Irse a zonas de España o países terceros Otro/NS/NC

2002-2003

Fuente: estudio NEPIA

“tres” y el 10% “más de tres” (de estos últimos, uno de cada diez contesta “once o más”). Mientras que no se encuentran diferencias relevantes entre las respuestas dadas por hombres y mujeres inmigrantes, el porcentaje que señala que “ninguno” de sus familiares tiene intención de emigrar varía del 57% para los europeos del Este al 30% en el caso de los inmigrantes subsaharianos (ver Anexo 2, Tabla 13). Con relación a este aspecto, las diferencias por año de llegada no son abultadas, pues el porcentaje de los inmigrantes “recién llegados” que señala tener familiares con intención de emigrar a España es sólo un 10% superior al porcentaje correspondiente entre los inmigrantes que llevan ya un mínimo de ocho años instalados en Andalucía (ver Gráfico 2). Parece existir cierta relación entre estas variaciones y la proporción de entrevistados que señala tener algún familiar que ya ha emigrado, pues este último porcentaje sube de un 63% entre los recién llegados, al 76% entre los asentados en Andalucía desde hace un mínimo de ocho años. En resumidas cuentas, el proyecto migratorio individual se inserta en una estrategia familiar que, a su vez, puede estar condicionada por una auténtica cultura emigratoria (EUROSTAT, 2000; Ramírez Goicoechea, 1996) en el país de origen, siendo ésta alimentada por un complejo conjunto de factores socioeconómicos y socioculturales.

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Gráfico 2. Familiar(es) en país de origen con intención de emigrar a España, por Año de llegada a Andalucía, población inmigrante asentada en Andalucía, primavera de 200349

%total (muestra ponderada)

60 50 40

Sí No

30 20 10 0 Antes de 1995

1995-1999

2000-2001

2002-2003

Año de llegada a Andalucía

Fuente: estudio NEPIA

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En el gráfico no están representados los 142 casos que contestaron “NS/NC”.

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PARTE II LA SITUACIÓN SOCIAL DE LA POBLACIÓN INMIGRANTE

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A pesar del considerable volumen de estudios y ensayos sobre el fenómeno migratorio que se han publicado a lo largo de los últimos años, nuestros conocimientos acerca de la situación social de la población inmigrada siguen siendo, en el mejor de los casos, parciales. En definitiva, “...sabemos poco de las condiciones de vida de los inmigrantes en España, de su grado de asentamiento residencial y de sus trayectorias laborales y residenciales” (Arango, 2002: 66). Esta situación se debe, fundamentalmente, a la práctica ausencia de estudios representativos sobre la situación social de los inmigrantes, escasez que es atribuible a una serie de factores mencionados en la Introducción, empezando por la dificultad de delimitar de manera plausible la población objeto de estudio. En el ámbito territorial que nos concierne aquí, el andaluz, cabe afirmar que la encuesta NEPIA es el primer estudio representativo sobre la situación social de la población inmigrante. Al haberse realizado con una serie de procedimientos que le confieren un grado de fiabilidad y validez inusual en este ámbito de investigación, pensamos que ha generado considerable valor añadido frente a los conocimientos anteriormente disponibles. Este valor añadido es notable incluso respecto de aquellos rasgos de la situación social de los inmigrantes con relación a los que nuestros resultados confirman unas impresiones u observaciones que forman parte del discurso mediático y científico digamos habitual sobre este fenómeno. Por poner un ejemplo destacado, muchos observadores coincidirían con nosotros en señalar la presencia en España y en Andalucía de un número considerable de inmigrantes en situación de irregularidad administrativa. Sin embargo, las fuentes generalmente disponibles no permiten una cuantificación mínimamente fiable de dicha irregularidad; su estimación simplemente en función de la diferencia entre población inmigrante empadronada y población inmigrante con permiso de residencia en vigor, ha de considerarse sólo una primera aproximación.50 La encuesta aporta mejor conocimiento sobre este aspecto de la situación social de los inmigrantes, igual que sobre una amplia variedad de aspectos más. A continuación se describen con detalle los principales aspectos de la situación social de los inmigrantes asentados en Andalucía. Al considerar que la situación administrativa no es sino un elemento más – eso sí, fundamental – de dicha situación social, el primer capítulo de esta parte está dedicado a su descripción pormenorizada, incluyendo no sólo el elemento que más se suele comentar a estos efectos, esto es, el ya mencionado permiso de residencia y trabajo, sino también indicadores como el empadronamiento en el

Aproximación que, no obstante, puede tener su utilidad; véase CERES (2004: 85-128), donde se comparan los extranjeros residentes y empadronados, respectivamente, a 1 de enero de 2003, desglosando por procedencia (continente y/o país) y zona de asentamiento (CC.AA. y provincia). 50

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municipio de residencia y la incorporación al sistema español de la Seguridad Social. Como veremos, mientras que la proporción de empadronados es muy elevada excepto para aquellos inmigrantes que llevan muy poco tiempo viviendo en Andalucía, existe un porcentaje alto de personas procedentes de países menos desarrollados que carecen de afiliación a la Seguridad Social. Posteriormente, se dedican sendos capítulos también a la situación sociolaboral y residencial, respectivamente. En el capítulo octavo, se complementa el análisis de las condiciones de vida de la población inmigrante residente en Andalucía con un examen de sus principales necesidades y prioridades.

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CAPÍTULO 5. SITUACIÓN ADMINISTRATIVA 5.1. Permisos de residencia y trabajo Decíamos antes que la encuesta NEPIA permite una cuantificación comparativamente fiable de los inmigrantes en situación de irregularidad administrativa. No obstante, tal cuantificación es difícil, ya que el término comprende situaciones variadas y muchas veces pasajeras. El resultado dependerá en gran medida de la definición de “regularidad” con la que se trabaje. Concretamente, como veremos enseguida, el elevado porcentaje de inmigrantes con una solicitud de permiso “pendiente de resolución” hace que la inclusión o no de esta categoría en nuestra definición afecte sustancialmente al resultado. El hecho es que dicha categoría administrativa se refiere a un segmento de la población inmigrante que, aparte de ser numeroso, se encuentra en un verdadero limbo no sólo jurídico, sino existencial. Visto que estos inmigrantes están literalmente pendientes – y en muchos casos, durante meses – de que las autoridades españolas les comuniquen su decisión51, puede decirse que incluirlos entre los “irregulares” no sería correcto. Sin embargo, no cabe duda de la utilidad de una cuantificación de la situación administrativa que permita la comparación con una de las principales fuentes estadísticas disponibles, a saber, la estadística de los permisos en vigor a 31 de diciembre de cada año, publicada por el Ministerio del Interior, estadística que no tiene en cuenta los permisos pendientes de resolución. Por otro lado, existe otro segmento más de la población inmigrante procedente de países menos desarrollados que se refleja sólo parcialmente en las estadísticas de permisos vigentes. En este caso, el motivo es el opuesto: en vez de una gran inestabilidad, estos inmigrantes gozan de una situación jurídica equiparable o casi a la de la población autóctona, al estar nacionalizados en España u otro país miembro de la Unión Europea. Teniendo en cuenta estos matices, la situación administrativa de la población inmigrante asentada en Andalucía se puede resumir de la siguiente manera. Empezando por el último segmento mencionado, cabe recordar que en la encuesta se incluyeron personas procedentes de los cinco conjuntos geopolíticos objeto de estudio en función de su lugar de nacimiento.52 Al preguntar por la nacionalidad de las mismas, aproxima-

En varios países europeos, se han observado unos amplios margen de discreción, por parte de las instituciones administrativas, a la hora de decidir sobre la concesión de los permisos de residencia y trabajo (Jordan et al., 2003). Cabe vaticinar que en España – país que no estaba incluido en el mencionado estudio - valdrían observaciones similares (Arango y Sandell, 2004: 27-31). 52 En Francia, la definición de “inmigrante” en función de criterios geográficos (lugar de nacimiento propio o de los padres) o administrativos (nacionalidad), respectivamente, ha dado lugar a un intenso debate resumido por Cohen (2002). 51

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damente un 8% indicó poseer la nacionalidad de un país miembro de la Unión Europea (en la mayoría de los casos, la española), mientras que alrededor del 1% señaló tener una nacionalidad tercera, es decir, ni del país de origen, ni de la Unión Europea. Resulta que los nacionalizados en España u otros países de la Unión Europea proceden casi exclusivamente de Asia y de Iberoamérica,53 con alrededor del 16% de los inmigrantes de estas procedencias en ambos casos, mientras que en los demás conjuntos geopolíticos dicha proporción es residual, con un 3% y un 2%, respectivamente, entre los magrebíes y africanos subsaharianos, o nula entre los europeos del Este. La abrumadora mayoría de los inmigrantes nacionalizados en algún país de la Unión Europea ha obtenido dicho estatus jurídico bien durante la década de los años 90 del siglo XX (alrededor del 40%), bien a partir del año 2000 (el 30%); sólo un 6% indica poseer dicha nacionalidad desde el nacimiento (se trata exclusivamente de mujeres procedentes de Iberoamérica). Por año de llegada, la proporción de nacionalizados alcanza el 30% entre los inmigrantes que llevan un mínimo de ocho años residiendo en Andalucía (llegadas anteriores al 1995), mientras que oscila entre el 3% y el 6% para los años de llegada más recientes. Por enlazar los resultados referidos a este segmento de los nacionalizados con resultados más generales, cabe decir que la amplia mayoría de los nacionalizados indicó que habían hecho “alguna gestión para obtener un permiso de residencia y trabajo”, una vez llegados a España, bien por haber obtenido aquí su nacionalización, bien por haber solicitado una tarjeta de residente. Ahora bien, pasando a la muestra en su conjunto, una vez llegados a España, cuatro de cada cinco inmigrantes actualmente asentados en Andalucía declararon haber hecho alguna gestión para obtener un permiso. Esta proporción varía de manera importante en función del año de llegada, destacando sobre todo el elevado porcentaje de “recién llegados” que no hicieron gestiones de regularización (ver Cuadro 5.1). Asimismo, del 20% aproximadamente de los entrevistados que declararon no haber hecho gestiones de regularización después de su llegada a España, sólo uno de cada diez indicó haber estado cotizando a la Seguridad Social en el mes de referencia (febrero de 2003); de los restantes, aproximadamente la mitad estaba trabajando sin cotizar, mientras que cuatro de cada diez estaban sin empleo. Estos datos parecen indicar que sólo una pequeña minoría de los inmigrantes que no tramitaron gestiones de regularización dispone de contrato en origen u otra situación

53 La nacionalización podría incidir positivamente en la movilidad ocupacional de los trabajadores inmigrados (Escrivá Chordá, 2003).

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Cuadro 5.1. Realización de gestiones para obtener permiso, población inmigrante asentada en Andalucía por Año de llegada, primavera de 2003 Gestión para obtención de permiso después de llegar a España Sí No TOTAL % Recuento

Año de llegada a Andalucía TOTAL 81% 19% 100% 1792

Antes de 1995 1995-1999 96% 94% 4% 6% 100% 100% 240 331

2000 92% 8% 100% 291

2001 2002-2003 90% 56,5% 10% 43,5% 100% 100% 360 570

Fuente: estudio NEPIA

administrativa54 que permita prescindir de la tramitación de solicitudes de regularización, una vez llegados a España. Centrándonos en los inmigrantes que hicieron gestiones en este sentido después de su llegada a España, el 62% de los que las hicieron “posee un permiso en la actualidad”, mientras que en el 19% de los casos éste está “pendiente de resolución”, al 8% se le denegó y el 2,5% “obtuvo un permiso en el pasado pero actualmente no tiene”; finalmente, el 5% indica estar nacionalizado. En definitiva, aunque aproximadamente dos tercios de estos inmigrantes estén actualmente en una situación administrativa regular, una minoría importante se encuentra en una situación de incertidumbre jurídica (22%) o de irregularidad manifiesta (10,5%). Asimismo, cabe subrayar que las situaciones de incertidumbre afectan a hasta el 40% de las mujeres procedentes de Europa del Este, frente al 20% aproximadamente de los varones de esta procedencia, y a alrededor del 30% de los inmigrantes procedentes de Iberoamérica (ver Anexo 2, Tabla 14). Examinando los datos por año de llegada (Anexo 2, Tabla 15), se observa que la antigüedad es un factor clave en relación con la situación jurídico-administrativa de los inmigrantes, siendo la posesión de los ansiados “papeles” minoritaria entre los inmigrantes con llegada posterior al año 2000. Si bien es cierto que una parte de estas personas no está técnicamente en situación de “irregularidad”, en el sentido de que pueden estar teniendo un visado de turista aún vigente, especialmente en el caso de haber entrado por barco o avión (siendo estos medios de transporte altamente propensos a la realización de controles de la correspondiente

54

De hecho, si examinamos la nacionalidad de aquellos (repetimos: pocos) inmigrantes que trabajaron en un empleo regular (con cotización a la Seguridad Social) en el mes de referencia (febrero de 2003) a pesar de declarar no haber tramitado gestiones de regularización, en su mayoría tenían la nacionalidad de España u otro país de la Unión Europea.

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documentación), cabe intuir que en muchos casos acabarán encontrándose en situación de irregularidad. Asimismo, la duración de la estancia en la sociedad de acogida determina, lógicamente, en gran medida el tipo de permiso obtenido (Anexo 2, Tabla 16). Limitándonos sólo al correspondiente segmento de la muestra, conforme aumente la duración de la estancia se observa una proporción decreciente de los permisos sólo de residencia y de los permisos de residencia y trabajo iniciales, mientras que suben los porcentajes relativos a los permisos de residencia y trabajo renovados y de los permisos de residencia y trabajo permanentes. Sin embargo, la proporción de mujeres inmigrantes con permiso sólo de residencia, más que triplica la de los varones, con alrededor de un 17% y un 5%, respectivamente, de todos los permisos vigentes. En distinta medida, la diferencia entre mujeres y hombres en cuanto a la obtención de un permiso no sólo residencial sino también laboral se observa en todos los conjuntos geopolíticos de procedencia (ver Anexo 2, Tabla 17), destacando la categoría “Magreb y Oriente Próximo” por la alta proporción de permisos sólo residenciales específicamente entre las mujeres. 5.2. Empadronamiento en el lugar de residencia Otra situación administrativa de gran relevancia práctica es la inscripción en el Padrón municipal del lugar de residencia, ya que aporta derechos como la asistencia sanitaria y la escolarización de los menores, independientemente de la existencia o no de un permiso residencial en vigor. En la disponibilidad de los inmigrantes para empadronarse influyen una amplia serie de factores, desde un posible recelo generalizado hacia las administraciones hasta la percepción de un eventual beneficio a la hora de documentar la duración de su estancia en España. En el momento de realizarse la encuesta y en términos generales, se puede suponer que dicha disponibilidad estaba en un nivel relativamente alto, puesto que en años anteriores se habían realizado campañas institucionales para animar a los inmigrantes a empadronarse, mientras que la idea de utilizar los datos padronales para fines policiales, idea que posteriormente lanzaría el Gobierno del Partido Popular, aún no había transcendido. Es evidente que, al margen de sus efectos prácticos, la sola proclamación de tales intenciones afecta negativamente a la inclusividad del Padrón en relación especialmente a los segmentos administrativamente menos estabilizados de la población inmigrante. Otro factor importante es la movilidad geográfica, siendo notorio el infra-empadronamiento de los trabajadores temporeros en las localidades de faena temporal. En la encuesta nos limitamos a recoger información sobre el empadronamiento en el lugar de residencia actual. Cabe por tanto la posibilidad de que una parte de los entrevistados que contestaron negativamente a esta pregunta, sí están empadronados en otro municipio de Andalucía o, en su

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caso, de España. Teniendo en cuenta esta posibilidad, consideramos alto el porcentaje de empadronados recogido por la encuesta, pues para el conjunto de los entrevistados se sitúa en un 72%, siendo algo superior para las mujeres (77%) que para los varones (69%). Matizando este resultado por zonas de asentamiento, se separan de la media la “Costa turística” con un 80,5% de empadronados y la zona de “Agricultura intensiva” con un 61%, en este último caso debido fundamentalmente a sólo un 54% de empadronados entre los varones, frente al 72% de las mujeres. Entre los conjuntos geopolíticos de procedencia, destacan dos que tienen altas proporciones de empadronados, Asia e Iberoamérica, ambos con cerca del 80%, y otros dos que tienen proporciones bajas, Europa del Este y África subsahariana, ambos con alrededor del 60%, mientras que la distribución entre los inmigrantes procedentes del Magreb es muy similar a la media. Ahora bien, la situación de empadronamiento es especialmente llamativa si se describe en función del año de llegada a Andalucía, como ilustra el Gráfico 3. Interpretando el empadronamiento como un indicador de arraigo, se aprecia claramente que la amplia mayoría de los inmigrantes, una vez superada la primera fase de su instalación en la sociedad de acogida, echa raíces en determinadas localidades.

Gráfico 3. Empadronamiento en el municipio de residencia, población inmigrante asentada en Andalucía por Año de llegada, primavera de 200355

%total(muestra ponderada)

120 100 80

Varón Mujer

60 40 20 0 Antes de 1995

1995-1999

2000

2001

2002-2003

Año de llegada a Andalucía

Fuente: estudio NEPIA

En el gráfico no están representados los 20 casos correspondientes a la opción “No contesta”. 55

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5.3. Incorporación a la Seguridad Social Aparte de las estadísticas sobre permisos de residencia y empadronamientos, respectivamente, una tercera fuente estadística relevante, utilizada por muchos investigadores especializados, se refiere a la incorporación al sistema español de la Seguridad Social. Es obvio que dicha fuente recoge una situación administrativa de suma importancia, dado el papel crucial del empleo regular para la integración social de los inmigrantes. Por tanto, los resultados de la encuesta relativos a este aspecto son muy llamativos, pues a tenor de nuestros datos, el empleo sumergido tiene una difusión francamente descomunal entre los trabajadores inmigrantes. No consuela, en absoluto, que el resultado global en cuanto a la proporción de no cotizantes coincida aproximadamente con los resultados de otra encuesta, llevada a cabo en 2000 en la Comunidad Autónoma de Navarra (Laparra, 2003). Más bien se diría el contrario: si el empleo sumergido tiene, como indican los dos estudios mencionados, una amplia difusión en distintas Comunidades Autónomas españolas, la necesidad urgente de concebir e implementar medidas aptas para contener dicho fenómeno (y su reproducción) es aún más palpable si cabe. Veamos pues los datos relativos al empleo sumergido obtenidos por la encuesta.56 El cuestionario contiene tres preguntas sobre la incorporación al sistema español de la Seguridad Social. (a) A aquellos encuestados que estaban empleados en el mes de referencia (febrero de 2003), se les preguntó si habían cotizado a la Seguridad Social. (b) Asimismo, a aquellos encuestados que habían tenido algún empleo durante el año 2002, se les preguntó en cuántas empresas u hogares habían estado trabajando, y en cuántas de estas empresas u hogares habían cotizado a la Seguridad Social. (c) Finalmente, a todos los entrevistados se les preguntó si disponían de tarjeta sanitaria y, en caso afirmativo, de qué tipo de tarjeta, siendo tres las opciones respuesta (tarjeta sanitaria de la Seguridad Social; tarjeta sanitaria para inmigrantes de la Junta de Andalucía; seguro privado). Este último indicador recoge (con cierto retraso entre primera cotización y obtención de la tarjeta) bien a aquellos inmigrantes que estaban cotizando en algún momento desde su llegada a España, con independencia de si lo siguen haciendo en la actualidad, bien a los familiares dependientes de éstos y residentes en España, siempre que estén inscritos en la misma cartilla de cotización. Los resultados recogidos a través de estos tres indicadores convergen hacia una sola observación, a saber: la proporción de no cotizantes entre los trabajadores de procedencia inmigrante es muy elevada. Concretamente, en relación con los inmigrantes empleados en los dos períodos de referencia, el dato apenas varía, con el empleo sumergido alcanzando el 43% de los in-

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Para un examen por sectores de actividad económica, remitimos a Rinken (2004).

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migrantes que tuvieron algún empleo durante el año 200257 y el 45% de los inmigrantes empleados en febrero de 2003. El tercer dato, relativo a la posesión de la tarjeta sanitaria de la Seguridad Social, asciende al 55% del total (el 63% de aquel 88% de los inmigrantes que dispone de algún tipo de tarjeta sanitaria), ubicándose por tanto en un 45% el porcentaje de las personas sin vinculación con el sistema español de Seguridad Social. Este último dato se refiere a toda la población inmigrante, incluyendo a los desempleados y a los inactivos. A continuación nos centraremos en uno de los tres indicadores del empleo sumergido, el dato relativo a la situación en febrero de 2003. La proporción de no cotizantes entre los inmigrantes que tenían empleo en dicho mes es superior entre las mujeres (52%) que entre los varones (40%). Asimismo, se observa un porcentaje de no cotizantes inferior a la media en las Zonas turísticas (38%) y superior en las Zonas rurales del interior (56,5%), mientras que los valores en las restantes dos zonas de asentamiento (Grandes ciudades y Agricultura intensiva) son parecidos a la media (es decir, rondan el 45%). Variaciones aún mayores se constatan en función de la zona de procedencia, pues mientras sólo el 13% de los empleados procedentes de Asia indicó no haber cotizado, dicho porcentaje asciende al 33% entre los empleados procedentes del Magreb y Oriente Próximo, 34% entre los procedentes del África Subsahariana, y 56% entre los iberoamericanos, alcanzando el 64% entre los europeos del Este. Estas diferencias según procedencia se acentúan aún más si, junto a esta variable, tenemos en cuenta la variable sexo, en el sentido de que entre los inmigrantes de Europa del Este, Magreb y África subsahariana, la proporción de las mujeres no cotizantes en relación a todas las mujeres empleadas supera en un 10% aproximadamente a la correspondiente cifra de los varones, alcanzando hasta el 70% de las mujeres procedentes de Europa del Este (véase el Anexo 2, Tabla 18). Estas diferencias por zona de procedencia co-varían en gran medida con otra variable clave, como el año de llegada. La duración del asentamiento en la sociedad de acogida afecta en gran medida a la incorporación, o falta de incorporación, según el caso, a la Seguridad Social. Concretamente, para los inmigrantes asentados en Andalucía desde hace más de tres años (llegadas anteriores al 2000), el porcentaje de cotizantes ronda el 80%, mientras que la proporción de no cotizantes se incrementa entre los recién llegados, superando

57 Este dato se refiere a aquellos encuestados que declararon no haber cotizado en ninguna de las empresas en las que trabajaron durante el 2002, obviando por tanto la posibilidad de que algunos de los encuestados con varios empleos durante dicho año no cotizaran en todos ellos. En otras palabras, se trata de una subestimación del empleo irregular, visto que del 4,4% de encuestados que señalaron haber trabajado en “cinco o más” establecimientos, por ejemplo, sólo una décima parte (el 0,4% del total) declara haber cotizado en “cinco o más” empresas u hogares.

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el 80% entre los inmigrantes que llegaron durante el 2002. En este contexto, cabe subrayar otra vez más que los europeos del Este y los iberoamericanos son los dos conjuntos geopolíticos de procedencia que destacan por concentrarse su llegada a Andalucía en fechas muy recientes. Asimismo, el Gráfico 4 permite observar una notable diferencia por sexo, siendo el porcentaje de las trabajadoras con empleo regular siempre inferior al de los varones. Esta diferencia se acentúa no sólo entre los recién llegados, sino también entre los más asentados. Gráfico 4. Cotización a la Seguridad Social, población inmigrante empleada en Andalucía en febrero de 2003, por Año de llegada y Sexo58.

%total(muestra ponderada)

100 90 80 70 60

Varón Mujer

50 40 30 20 10 0 Antes de 1995-1999 1995

2000

2001

2002-2003

Año de llegada a Andalucía

Fuente: estudio NEPIA

La fuerte relación entre año de llegada y cotización está a su vez condicionada por una tercera variable, al ser la posesión de un permiso laboral un requisito indispensable para poder darse de Alta en la Seguridad Social. Retomando el hilo de lo dicho anteriormente en relación a los permisos de residencia y trabajo, si entre las situaciones “regulares” en cuanto a la gestión administrativa del permiso laboral incluimos a aquellos inmigrantes cuya solicitud está pendiente de tramitación, de entre todos los inmigrantes empleados en febrero de 2003 en Andalucía, alrededor del 75% eran “regulares”; sin embargo, si excluimos a las solicitudes pendientes de resolución, dicho porcentaje

58 En el gráfico no están representados los 11 casos que respondieron “No sabe/No contesta”.

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baja al 58%. La proporción de cotizantes entre los inmigrantes empleados en situación administrativamente “regular” (permiso laboral) se sitúa en el 72% y 88%, respectivamente, en estos dos supuestos, es decir, incluyendo o excluyendo a las solicitudes pendientes de resolución de la definición de “regularidad”. En cualquier caso, no cabe duda de que la amplia mayoría de los inmigrantes con empleo sumergido carece de permiso laboral, y viceversa: la amplia mayoría de los inmigrantes poseedores de permiso laboral ejerce una actividad laboral con cotización a la Seguridad Social.

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CAPÍTULO 6. SITUACIÓN SOCIOLABORAL Los últimos datos del capítulo anterior nos introducen de lleno en el tema de este capítulo. La amplia difusión de la irregularidad laboral (no cotización) es un rasgo de gran relevancia de la situación sociolaboral de los trabajadores de procedencia inmigrante, como se ha puesto de manifiesto en el estudio sobre la situación social de los inmigrantes en Navarra citado anteriormente (Laparra, 2003: 117): “El empleo es el ámbito en el que más clara y directamente se conjuga el interés de la sociedad de acogida y el de las comunidades de inmigrantes. Si la primera busca resolver sus problemas de mano de obra, éstos aspiran a encontrar una oportunidad en el mercado de trabajo para mejorar sus condiciones de vida. (...) La relación tendría que ser por tanto, en principio, básicamente funcional, de beneficio mutuo, de suma positiva. Y efectivamente así es. Sin embargo, en esta articulación de intereses aparecen desajustes de relieve que pueden llegar a cuestionar el éxito de la incorporación laboral plena de los inmigrantes en Navarra.” Creemos que afirmaciones análogas son aplicables a la situación sociolaboral de los inmigrantes en Andalucía, siendo la elevada difusión del empleo sumergido un aspecto destacable en cuanto a los desajustes existentes en la actualidad. La constatación de una relación en principio funcional y mutuamente beneficiosa entre inmigrantes económicos y sociedad de acogida, y el intento de contribuir a la preservación de tal funcionalidad y beneficio mutuo (a través de la detección de desajustes, por ejemplo), en absoluto ha de interpretarse como una visión reduccionista del fenómeno migratorio. Los inmigrantes económicos no vienen aquí sólo como fuerza de trabajo, sino como personas completas, con unas ilusiones vitales, unas costumbres y unos proyectos biográficos que merecen exactamente el mismo respeto que los de cualquier otro ciudadano. Dicho muy escuetamente, a diferencia de otros factores productivos, consideramos inaceptable que se trate de “desechable” al factor humano de la propia sociedad de acogida cuando, en un momento futuro, quizás ya no resulte indispensable su aportación al mercado laboral. En resumen, la presencia en Andalucía de inmigrantes procedentes de países menos desarrollados no es un fenómeno pasajero, a concebir como una variable derivada de las exigencias coyunturales del mercado laboral: su permanencia duradera es un hecho incuestionable e irreversible. Por tanto, urge avisar de la existencia de posibles desajustes que pueden acabar comprometiendo la relación de beneficio mutuo señalada. En este capítulo nos referiremos fundamentalmente a la situación respecto al empleo principal en el mes de febrero de 2003, fecha de referencia para parte de los datos registrados en la encuesta, complementando esta infor-

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mación en algunos casos con datos sobre la experiencia laboral a lo largo del año 2002. 6.1. Ocupación, temporalidad y desempleo Tasas de ocupación y actividad Un 71% de los entrevistados declara haber trabajado “en el servicio doméstico o alguna empresa” durante febrero de 2003, con diferencias significativas entre hombres (73%) y mujeres (68%). Los inmigrantes procedentes de Asia (83%) e Iberoamérica (77%) son los que en mayor proporción trabajaron, mientras los que menos lo hicieron fueron los procedentes del Magreb y Oriente Próximo (64%) (ver Anexo 2, Tabla 19). Excepto por los “recién llegados” (llegadas en 2002 o a principios de 2003), tres de cada cuatro inmigrantes asentados en Andalucía estaban empleados en febrero de 2003. La tasa de ocupación de los inmigrantes es, por tanto, muy elevada en comparación con el conjunto de la población andaluza, en la que, según la Encuesta de Población Activa (EPA), dicha tasa roza el 43% (Ruesga Benito et al., 2003). Sólo el 9,5% de los encuestados pertenece a la categoría de “inactivos”, de manera que la tasa de actividad de la población inmigrante asentada en Andalucía alcanza el 90%, frente al 53% para la población andaluza en su conjunto, siempre según la EPA. Esta elevada tasa de actividad se debe, por un lado, al hecho de que nos estamos refiriendo esencialmente a una inmigración motivada por causas de índole económica; por otro lado, el 90% de los encuestados tiene edades entre 16 y 45 años, encontrándose por tanto en un intervalo de edad propenso a un máximo rendimiento laboral, mientras que la proporción de la población andaluza en este mismo intervalo de edades ronda el 50%. Entre la población inmigrante, en contraste con la población en general, la diferencia entre varones y mujeres en cuanto a su incorporación a la población activa es muy reducida. Situación profesional Los trabajadores inmigrantes son en su gran mayoría “asalariados” (79%), aunque la proporción de los que indican trabajar como “empresario o autónomo” tampoco es desdeñable (16,5%). Las proporciones de los que indican trabajar como “ayuda familiar” y “miembros de cooperativa” son muy reducidas (un 2% y 1%, respectivamente). En todas estas situaciones hay diferencias entre hombres y mujeres (ver Anexo 2, Tabla 20), siendo la mayor la que se produce en el caso de “empresarios o autónomos”, en la que hay un 20% de varones frente a un 11% de mujeres. Asimismo, la proporción de “empresarios

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o autónomos” es mayor entre la población asiática (34%) y menor entre la población de Europa del Este, que tiene el mayor porcentaje de “asalariados” (94%). Finalmente, la situación profesional varía de manera importante en función de la duración del asentamiento en la sociedad de acogida, como se desprende del siguiente Gráfico.

%total(muestra ponderada)

Gráfico 5. Situación profesional, población inmigrante empleada en Andalucía en febrero de 2003, por Año de llegada a Andalucía59

100 90 80 70 60 50 40 30 20 10 0

Empresario o autónomo Asalariado

Ayuda familiar

Antes de 19951995 1999

2000

2001

20022003

Cooperativa

Año de llegada a Andalucía

Fuente: estudio NEPIA

El peso de los “asalariados” baja considerablemente entre los inmigrantes asentados desde hace varios años en Andalucía, hasta tal punto que casi la mitad de aquellos que llevan viviendo aquí más de ocho años trabaja como autónomo o empresario, o bien como miembro de una cooperativa. Puede interpretarse este dato como reflejo de una estrategia de búsqueda de movilidad social y ocupacional ascendente (Portes, 1995b; Raijman y Tienda, 1999).

En el gráfico no están representados 16 casos que respondieron “Otro”, y los 3 casos que optaron por el “No contesta”. 59

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Empleo: búsqueda y temporalidad El dato sobre “inactivos” mencionado más arriba procede de una pregunta de la encuesta sobre la búsqueda de empleo de aquellas personas que se habían declarado “no ocupadas” en el mes de referencia (febrero de 2003), agrupándose como “inactivos” aquel tercio de los desempleados que no habían emprendido procesos activos de búsqueda de empleo. Estos “inactivos” se componen a su vez de dos grupos: por un lado, personas a las que les gustaría tener empleo, a pesar de no haber estado buscándolo activamente durante el mes de referencia; por otro, personas que declararon no querer estar empleadas. La proporción de mujeres inmigrantes que declararon “no querer empleo” duplica a la de los varones, debido sobre todo al hecho de que entre la población iberoamericana y de Europa del Este, dicha opción de respuesta fue escogida exclusivamente por mujeres (ver Anexo 2, Tabla 21). Como se desprende del Gráfico 6, ambas categorías de “inactivos” aglutinan a una proporción elevada de aquellos inmigrantes que llevan relativamente muchos años viviendo en Andalucía, mientras que la amplia mayoría de los “recién llegados” en situación de desempleo está activamente buscando empleo.60 Gráfico 6. Búsqueda activa de empleo, inmigrantes desempleados asentados en Andalucía, febrero de 2003, por Año de llegada a Andalucía 90 %total (muestra ponderada)

80 70 Sí

60 50 40

No, pero le gustaría

30 20

No quiere tener empleo

10 0 Antes de 1995

Entre 1995 y 1999

2000

2001

20022003

Año de llegada a Andalucía

Fuente: estudio NEPIA

Es menester avisar que los datos representados en el Gráfico 6 son poco fiables en cuanto al criterio de representatividad estadística se refiere, debido a bajo número de observaciones en la mayoría de los intervalos. Para la realización del gráfico hemos omitido 9 respuestas NS/NC, de manera que el total de observaciones representadas asciende a N=487. 60

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En cuanto a los inmigrantes parados en búsqueda de empleo, se pueden hacer tres observaciones. Primero, la búsqueda de empleo se centra principalmente en trabajos no cualificados (categoría señalada por un 70%), siendo además elevado el porcentaje de inmigrantes que aceptaría “cualquier” trabajo (un 30%). Segundo, a la hora de realizarse la entrevista, entre principios de marzo y finales de abril del 2003, sólo en uno de cada cuatro casos dicha búsqueda había tenido éxito. Tercero, a finales del mes de referencia (febrero de 2003), la duración del desempleo era inferior a los tres meses en casi uno de cada dos casos, mientras que uno de cada cuatro inmigrantes desempleados llevaba entre tres y seis meses en esta situación, y aproximadamente la mitad de los restantes (un 14,5% de todos los inmigrantes parados), entre 6 y 12 meses; el paro de larga duración, superior a un año, afectaba a otro 15% aproximadamente. La mayoría de los inmigrantes desempleados activos en la búsqueda de empleo llevan poco tiempo viviendo en Andalucía; concretamente, más de la mitad llegó durante el año 2002 o a principios de 2003. El Cuadro 6.1. indica que, en no pocos casos, estos inmigrantes aún no han llegado a incorporarse a ninguna actividad laboral en Andalucía. Cuadro 6.1. Duración del desempleo, inmigrantes desempleados en febrero de 2003, Andalucía (sólo llegadas en 2002 o primer cuatrimestre 2003; N=174) Tiempo Menos de De 1 a 261 De 2 a 3 desempleado 1 mes meses meses Proporción

13%

16%

22,5%

De 3 a 6 meses 27%

De 6 a 9 De 9 a 12 De 12 a meses meses 15 meses 11%

2%

5%

Fuente: estudio NEPIA

Esta interpretación – meramente intuitiva en relación a este Cuadro – adquiere verosimilitud si tomamos en consideración la experiencia laboral durante el año 2002 de todos aquellos inmigrantes que ya se encontraban en España en aquellos momentos (independientemente de su situación laboral en febrero de 2003). El siguiente Cuadro desglosa los datos relativos a llegadas durante los últimos cuatro años. Por destacar sólo algunos de los datos recogidos en este Cuadro, un tercio de los inmigrantes que llegaron a España durante el mismo año 2002 no tuvo trabajo alguno durante ese año. Asimismo, entre aquellos inmigrantes que

61 La fórmula "De... a ..." indica duraciones de por lo menos (primer valor) hasta – sin alcanzar – el (segundo valor).

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Cuadro 6.2. Meses con empleo en España (2002), inmigrantes asentados en Andalucía en la primavera de 2003, por Año de llegada a España Año de llegada a España Meses trabajando en 2002

1999

2000

2001

2002

Ninguno

7%

10%

12%

32%

Entre 1 y 2 meses

5%

6%

6,5%

15%

Entre 3 y 4 meses

9%

8%

6%

19%

Entre 5 y 6 meses

10%

12%

15%

14,5%

Entre 7 y 8 meses

12%

10%

12%

7%

Entre 9 y 11meses

13%

14%

22%

9,5%

Todo el año

43%

39%

25%

2%

TOTAL %

100%

100%

100%

100%

Recuento

162

307

346

368

NS/NC

2%

Fuente: estudio NEPIA

habían llegado a España en años anteriores, sólo la mitad aproximadamente estaban empleados durante todo o, cuando menos, gran parte del año 2002, mientras que persisten proporciones elevadas con dilatados períodos de desempleo a lo largo de dicho año. Cabe concluir que, al margen de la dificultad por conseguir el primer empleo, existe una elevada tasa de empleo temporal. A la existencia de una elevada temporalidad apunta también otro indicador, como es la proporción – de entre todos los inmigrantes que desempeñaron alguna actividad laboral durante el año 2002 – de aquellos que tuvieron varios empleos en dicho año.62 Algo más de la mitad de los inmigrantes que llevaban hasta cuatro años viviendo en España tenían un solo empleo en 2002, mientras que casi uno de cada cuatro tuvo dos empleos distintos, y entre el 15% y el 20% trabajaron para un número aún superior de empleadores. Estos porcentajes son bastante estables para el período de llegadas que estamos considerando aquí, aunque para años anteriores se observa una mayor estabilidad laboral.

Sólo el 8% de los inmigrantes empleados en febrero de 2003 tuvieron varios empleos al mismo tiempo. Suponiendo una tasa de pluriempleo similar para el año 2002, resulta que en la amplia mayoría de los casos recogidos en el Cuadro 6.3, se trata de empleos consecutivos. 62

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Cuadro 6.3. Empleos en España (2002), inmigrantes asentados en Andalucía en la primavera de 2003 y con algún empleo en 2002, por Año de llegada a España Año de llegada a España Número de empresas u hogares Una

1999

2000

2001

2002

61,5%

62%

55%

55%

Dos

24%

22%

23%

23%

Tres

5,5%

10%

9%

12%

Cuatro

3%

3%

3%

4%

Cinco o más

6%

3%

8,5%

5%

NR/ NC/respuestas erróneas

1%

1%

1%

2%

TOTAL

100%

100%

100%

100%

Recuento

153

274

314

255

Fuente: estudio NEPIA

6.2. Sectores y niveles de ocupación Sectores de actividad La elevada temporalidad del empleo inmigrante guarda una estrecha relación con el tipo de labores que mayoritariamente desempeñan los inmigrantes en la economía andaluza. En este apartado describiremos estas labores en función del sector de actividad económica al que pertenecen y en el siguiente, en función del nivel ocupacional. En ambos casos, utilizaremos las principales clasificaciones establecidas para describir la situación laboral de la población general: la Clasificación Nacional de Actividades Económicas (CNAE) y la Clasificación Nacional de Ocupaciones (CNO), respectivamente. Según los datos de la encuesta, en febrero de 2003 los inmigrantes empleados en Andalucía estaban trabajando mayoritariamente en cinco sectores de actividad63: “Producción agrícola” (21%), “Hostelería” (20%), “Hogares que emplean personal doméstico” (14%), “Comercio al por menor” (13%), y “Construcción e instalación de inmuebles” (9%). Juntas, estas cinco categorías

Con el término “sectores”, nos referimos aquí a las siguientes categorías de la Clasificación Nacional de Actividades Económicas (CNAE 93): “Producción agrícola” (categoría 011), “Construcción” (categorías 451 y 453), “Comercio al por menor” (categorías 521-526), “Hostelería” (categorías 551, 553 y 554) y “Hogares empleadores” (categoría 950). 63

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engloban a cerca del 80% del empleo inmigrante en Andalucía, mientras que un 23% trabaja en otros sectores. Se observa una concentración del empleo inmigrante en aquéllos que son ampliamente señalados en la literatura especializada64, bien por la elevada concentración de trabajadores inmigrantes, bien por la elevada temporalidad de sus formas de contratación y la precariedad de sus condiciones laborales. En definitiva, se trata de sectores caracterizados por un prestigio y una deseabilidad sociales comparativamente bajos frente a otros sectores de la economía. Estos rasgos están produciendo, según muchos autores, la entrada masiva de trabajadores inmigrantes en los cinco sectores económicos señalados. Relacionando estos datos con la variable “sexo”, la inserción laboral de las mujeres inmigrantes en los sectores de la construcción y la agricultura es nula o comparativamente escasa (con un 0% y 13%, respectivamente, de las mujeres inmigrantes empleadas en febrero de 2003, frente al 15% y 25%, respectivamente, de los varones), mientras que están fuertemente sobre-representadas en el sector de “Hogares empleadores” (30% de las mujeres, frente al 1,5% de los varones). Asimismo, se observa una importante variación en función de la procedencia (ver Anexo 2, Tabla 22), de manera que más de la mitad de los asiáticos están empleados en la hostelería65, mientras que un 37% de los varones magrebíes y un 29% de los del África subsahariana se dedican a la producción agrícola. Cuatro de cada diez varones de Europa del Este están empleados en la construcción, mientras que el 37% de las mujeres de este mismo conjunto de procedencia trabajan como personal doméstico, así como alrededor del 30% de las iberoamericanas y de las magrebíes. Entre los varones subsaharianos es también frecuente el empleo en la construcción y en el comercio al por menor66, al tiempo que un 20% de las mujeres de este conjunto trabajan en la producción agrícola y otro 20% en hogares que emplean a personal doméstico. En definitiva, se observa una elevada segmentación de la implantación laboral de los inmigrantes en función de su procedencia. El Gráfico 7 representa la proporción de los cinco sectores de actividad mencionados, más todos los demás sectores como “otros”, en cada una de las cuatro zonas socioeconómicas de asentamiento.

64 Por ejemplo, de la amplia literatura que relaciona la llamada segmentación o dualización del mercado laboral con la inserción de los inmigrantes en el mercado laboral español señalamos los trabajos de Abad Márquez (2002), Cachón Rodríguez (2002), Hoggart y Mendoza (1999) e Izquierdo et al. (2003). 65 Sobre los movimientos migratorios, las redes sociales y las actividades económicas de los inmigrantes chinos en España, véanse Beltrán (2004) y Nieto (2003). 66 La relación entre las prácticas comerciales de los inmigrantes senegaleses en España y sus tradiciones culturales y religiosas es examinada por Lacomba (2001) y Sow (2004).

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Gráfico 7. Principales sectores de actividad económica (CNAE), población inmigrante ocupada en Andalucía en febrero de 2003, por Zona socioeconómica de asentamiento

%total(media ponderada)

60 50

Produc. agrícola

40

Construcción

30

Comercio 20 Hostelería

10

Hogares

0 Zonas rurales del interior

Grandes ciudades (capitales y cinturón metropolitano)

Zonas costeras turísticas

Zonas de Agricultura intensiva

Otras

Fuente: Estudio NEPIA

Frente al predominio de las actividades agrícolas en las zonas rurales (Agricultura intensiva y Rural interior), en la “Costa turística” es llamativa la fuerte inserción de los trabajadores inmigrantes en el sector de la hostelería, mientras que en las “Grandes ciudades”, el conjunto de las “otras” actividades tiene un notable protagonismo. Nivel ocupacional Las ocupaciones desempeñadas por los inmigrantes extracomunitarios en febrero de 2003 se concentran en dos de los nueve grupos profesionales de la CNO67: el de “Trabajos no cualificados” (Grupo 9), con un 49%, por un lado, y el de “Restauración, Servicios Personales, Protección y Vendedores de

Los nueve grupos de la CNO utilizados en NEPIA son: 1. Dirección de empresas y AA. PP. 2. Técnicos y profesionales científicos e intelectuales. 3. Técnicos y profesionales de apoyo. 4. Empleados de tipo administrativo. 5. Restauración, servicios personales, protección y vendedores de comercio. 6. Trabajadores cualificados en agricultura y pesca. 7. Artesanos, cualificados manufacturas, construcción y minería. 8. Operadores de instalaciones y maquinaria. Montadores. 9. Trabajadores no cualificados. En NEPIA no figura la décima categoría (Fuerzas Armadas). 67

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Comercio” (Grupo 5), con un 24%, por otro. Estos dos grupos predominan en cada una de las cuatro zonas socioeconómicas de asentamiento en las que hemos dividido Andalucía, alcanzando juntos valores de entre un 70% (Costa turística y Grandes ciudades) y un 80% (Rural interior y Agricultura intensiva). En las primeras dos categorías de asentamiento, de índole urbana o semi-urbana, se atenúa el peso de los trabajos no cualificados (bajando a alrededor del 40%), mientras se acentúa en el ámbito rural o semi-rural (con hasta un 66% en Agricultura intensiva). Como ocupaciones concretas, entre los trabajos no cualificados (Grupo 9) destacan los peones agrícolas (19% del total), los empleados del hogar (11%), los empleos relacionados con la limpieza (6%), los peones de la construcción (4,5%), los vendedores ambulantes (3%) y los peones de industrias manufactureras (2%). En el segundo grupo destacan los camareros (8%), los dependientes de comercio (7%), los cuidadores de personas68 (4%) y los cocineros (3%). Las mujeres están empleadas en ocupaciones pertenecientes a este segundo grupo en medida considerablemente mayor que los hombres (34% frente al 17%). Llama la atención que, mientras el porcentaje de personas empleadas en el ámbito del Grupo 5 apenas varía en función del año de llegada a España, sí lo hace la proporción de inmigrantes ocupados en trabajos no cualificados, pertenecientes por tanto al Grupo 9 (ver Anexo 2, Tabla 23). Mientras que más de la mitad de los llegados durante los últimos tres años está trabajando en ocupaciones del Grupo 9, sólo el 27% de los llegados antes del 1995 se encuentra en dicha situación, aproximándose por tanto a valores habituales en el conjunto de la población activa en Andalucía. Los inmigrantes asentados en Andalucía desde hace ya ocho o más años presentan también un porcentaje sensiblemente mayor de personas ocupadas en los segmentos superiores de la pirámide ocupacional, comparado con los inmigrantes asentados hace menos tiempo. En este sentido, destaca no sólo el porcentaje de “Dirección de empresas y Administraciones Públicas” (17%), que refleja la elevada proporción de los empresarios y autónomos entre los inmigrantes con cierto arraigo temporal, sino también el de los “Técnicos, Profesionales, Científicos e Intelectuales” (15%). En relación a la procedencia (ver Anexo 2, Tabla 24), entre los asiáticos, la mayoría (57%) se dedica a ocupaciones del Grupo 5 de la CNO (camarero, dependiente de comercio y cocinero son las ocupaciones principales), mientras sólo un porcentaje relativamente reducido se dedica a trabajos no cualificados (Grupo 9) (21%). También se puede destacar el alto porcentaje de asiáticos ocupados en “Dirección de empresas y Administraciones Públicas” (15%, casi el triple del porcentaje para el total de la población inmigrante). La población iberoamericana tiene ocupaciones parecidas a la media de los

Esta categoría se refiere fundamentalmente a la asistencia a personas con necesidades especiales (como por ejemplo los mayores; las personas con discapacidad; etc.). 68

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inmigrantes extracomunitarios: trabajos no cualificados (43%) y servicios de restauración etc. (Grupo 5) (28%). Las profesiones más habituales entre los iberoamericanos son las de empleado de hogar (14%), peón agrícola (10%) y camarero (10%). Entre los europeos del Este destacan los trabajos no cualificados (62,5%), mientras que son pocos los ocupados en el Grupo 5 (14%). Así, las principales ocupaciones son la de peón agrícola (23%), empleado de hogar (17%) y peón de la construcción (10%). Los trabajos no cualificados (52%) constituyen también la ocupación mayoritaria de los magrebíes, principalmente como peón agrícola (30%). Entre la población subsahariana los trabajos no cualificados son incluso más mayoritarios aún (67%), teniendo este conjunto de procedencia la más reducida participación en el Grupo 5 (9%). Sus ocupaciones principales son las de peón agrícola (26%), vendedor ambulante (13%) y peón de la construcción (11%). Es interesante observar también la proporción de los distintos niveles ocupacionales en cada uno de los cinco sectores de actividad en los que principalmente trabajan los inmigrantes. El Cuadro 6.4. presenta un cruce entre ambas clasificaciones, incluyendo además una agrupación de los “otros” sectores de actividad en su conjunto. Para facilitar la lectura del Cuadro, las casillas sin casos o con porcentajes inferiores al 0,5% se han dejado en blanco; los demás datos están redondeados. Cuadro 6.4. Grupo de ocupación (CNO) por sector de actividad, inmigrantes ocupados en Andalucía, febrero de 2003 Sector de actividad Producción agrícola Construcción Comercio Hostelería Hogar Otros 1

,5%

2

3%

3 ocupación 4 (CNO) 5

1,5% 1%

(% de

6

,5%

columna)

7

Grupo de

38%

19,5%

Total69

12,5%

3%

6%

1%

13,5%

3,5% 3,5%

4%

1%

12%

2,5%

3,6%

10%

3,5%

43%

61,5%

13%

24,5%

2%

,5%

2,5%

,5%

14%

7%

24%

8

1%

4%

,5%

1,5%

6%

2%

9

97%

53%

28,5%

20,5%

74,5%

27%

50%

100%

100%

100%

100%

100%

100%

100%

291

120

186

281

151

218

1247

Recuento

Fuente: Estudio NEPIA 69

Hemos excluido del cruce 45 casos de NC y 4 casos de NS referentes al sector de actividad, y por otra parte 12 casos de NC en relación al grupo de ocupación.

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En el sector de la “Producción Agrícola” es muy llamativa la concentración casi exclusiva de los inmigrantes en ocupaciones no cualificadas, frente a su ausencia absoluta en ocupaciones de nivel directivo y casi absoluta en ocupaciones cualificadas. Una fuerte concentración en el Grupo 9 se observa también en el sector de los “Hogares empleadores” y similares y, en medida bastante menor, en el sector de la “Construcción”. En este último sector existe también un porcentaje considerable de inmigrantes que desempeñan trabajos pertenecientes al Grupo 7 (trabajos manuales cualificados) de la CNO. Los sectores del “Comercio” y la “Hostelería” incluyen, junto a una amplia mayoría de trabajadores agrupados en los Grupos 9 y 5 de la CNO, también a un porcentaje comparativamente elevado de ocupaciones de tipo directivo (Grupo 1). Con este matiz relativo a los sectores del comercio y la hostelería, la presencia de trabajadores inmigrantes en las categorías superiores de la pirámide ocupacional se concentra fundamentalmente en la agrupación de “otros sectores” de actividad económica, agrupación que incluye un amplio abanico de actividades muy diversas. 6.3. Condiciones laborales, remuneración y satisfacción Los sectores en los que están mayoritariamente empleados los trabajadores inmigrantes destacan, a tenor de la literatura especializada, por ser los de peores condiciones laborales en lo que a aspectos como la duración de la jornada laboral, el riesgo de accidentes o el nivel de la remuneración se refiere. La encuesta NEPIA confirma, en buena medida, estas conclusiones de estudios anteriores. Las bajas tasas de cotización a la Seguridad Social, descritas en el capítulo sobre la situación administrativa de los inmigrantes, se podrían haber incluido en este apartado, ya que son un aspecto importante de las condiciones laborales, siempre que éstas se conciban como un conjunto de factores no sólo fisiológicos y medioambientales, sino también sociales y jurídicos. Asimismo, es menester señalar que, a la hora de describir las tasas de ocupación de los inmigrantes, ya nos referimos a algunos indicadores que tienen importantes repercusiones en relación al aspecto que nos ocupará en este apartado. Singularmente, es el caso de los indicadores sobre temporalidad en el empleo inmigrante, aspecto al que ya nos referimos, en el apartado 6.1., a la hora de describir la experiencia laboral de los inmigrantes durante el año 2002. Por retomar este asunto, se analizan ahora datos sobre la antigüedad continuada en la actual empresa u hogar empleador, con relación al empleo principal. A finales de febrero de 2003, aproximadamente uno de cada dos trabajadores inmigrantes tenía una continuidad igual o inferior a seis meses cumplidos; más de un cuarto de estos trabajadores llevaba un período de hasta tres meses con el mismo empleador. Por tanto, en muchos casos se observa una reducida antigüedad. Este rasgo varía de manera importante en función del año de llegada, como se desprende del Gráfico 8.

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%total(media ponderada)

Gráfico 8 Antigüedad continuada en empleo actual, población inmigrante empleada en Andalucía en febrero de 2003, por Año de llegada a Andalucía70

50 45 40 35 30 25 20 15 10 5 0

Hasta 3 meses

De 3 a 6 meses

De 6 a 12 meses

De 1 a 2 años

De 2 a 5 años

Antes de 1995

1995-1999

2000

2001

2002-2003

Más de 5 años

Año de llegada a Andalucía

Fuente: estudio NEPIA

Los casos de escasa o muy escasa antigüedad en el empleo actual afectan principalmente a trabajadores que llevan poco tiempo residiendo en Andalucía, aunque una parte nada desdeñable de los inmigrantes con llegada anterior al año 2000 o incluso al 1995 señala encontrarse en dicha situación. Sin embargo, los trabajadores con llegada anterior al año 2000 llevan mayoritariamente más de un año trabajando en su actual empresa u hogar empleador; casi un tercio de los trabajadores con año de llegada anterior al 1995 incluso tiene una antigüedad ocupacional superior a los cinco años. Por tanto, se puede afirmar que, mientras una parte de los trabajadores inmigrantes siguen estancados a medio plazo en situaciones de alta temporalidad, para otros emergen situaciones notablemente más estables. Las situaciones de escasa o muy escasa antigüedad en la actual empresa son especialmente frecuentes en las zonas del “Rural interior”, mientras que las situaciones de elevada o muy elevada estabilidad laboral tienen una mayor incidencia en los municipios de la “Costa turística” (ver Anexo 2, Tabla 25).

En el gráfico no están representados los 27 casos de “NR/NC” (no recuerda / no contesta). 70

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Condiciones laborales Para medir las condiciones laborales en un sentido más restringido, la encuesta incluye una serie de cinco indicadores (“En su empleo principal, ¿con qué frecuencia se dan las siguientes condiciones?”): (1) Tener alto riesgo de accidentes o enfermedades; (2) Disfrutar de descanso semanal, vacaciones y permisos; (3) Cobrar puntualmente; (4) Trabajar por la noche; y (5) Trabajar los domingos u otros días festivos. Las opciones respuesta para cada uno de estos indicadores son (a) habitualmente, (b) ocasionalmente y (c) nunca71. A continuación, obviando las importantes diferencias entre los distintos sectores de actividad (véase Rinken, 2004), nos limitaremos a exponer la situación de los trabajadores inmigrantes en su conjunto. Para poder apreciar los matices que aportan las tres opciones respuesta, se examinan por separado los datos relativos a cada condición laboral, empezando por el riesgo de accidentes o enfermedades y terminando con el trabajo en días festivos. Si bien los encuestados indican mayoritariamente no estar “nunca” expuestos a un alto riesgo de accidentes o enfermedades laborales (61%), uno de cada cuatro trabajadores inmigrantes señala estar expuesto “ocasionalmente” a un riesgo considerado “alto”, y un 12% adicional afirma estar “habitualmente” expuesto a tal riesgo laboral; este último porcentaje se eleva al 26% en las zonas de “Agricultura intensiva” y hasta el 34% entre los inmigrantes procedentes del “África subsahariana”, (ver Anexo 2, Tablas 26 y 27). En todos los conjuntos geopolíticos de procedencia (excepto Asia, que tiene, con diferencia, la mejor situación de todos), la exposición habitual u ocasional a elevados riesgos laborales es hasta tres veces más frecuente entre los varones que entre las mujeres, hecho que se refleja también en los valores generales por sexo: un 16% de ellos se ve habitualmente expuesto a elevados riesgos, frente a un 6% de ellas. En cuanto al disfrute de los turnos reglamentarios de descanso, cuatro de cada diez trabajadores inmigrantes señalan no poder disfrutar habitualmente de ellos, con uno de cada ocho afirmando incluso que no puede descansar “nunca”. Nuevamente, estas indicaciones varían según procedencia y zona de asentamiento, pero no en el mismo sentido que el indicador anterior (exposición a riesgos): los conjuntos de procedencia más perjudicados por la falta de descanso son los europeos del Este, los magrebíes y los asiáticos, todos ellos con más de un 15% declarando no poder descansar “nunca”. En todos los conjuntos de procedencia y en todas las zonas de asentamiento, aproximadamente la mitad de los trabajadores inmigrantes declaran disfru-

71 Los datos se han tratado como si fueran cinco variables distintas, con tres categorías de respuesta cada una.

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tar “habitualmente” de descanso semanal, vacaciones y permisos, con una situación ligeramente mejor que la media en las “Grandes ciudades” y ligeramente peor, en las zonas de “Agricultura intensiva”. En las distintas zonas y categorías de procedencia, entre una cuarta y una tercera parte declara poder disfrutar “ocasionalmente” de dichos turnos de descanso, de manera que la tercera categoría (nunca) agrupa a entre un 7,5% de los inmigrantes empleados en zonas de “Costa turística” y el 23% de los inmigrantes que trabajan en el “Rural interior”. Las mujeres vuelven a salir mejor paradas, aunque la diferencia respecto de los varones es menor que en el indicador anterior. Sin embargo, pasando al tercero de los indicadores, la necesidad de trabajar habitualmente por la noche es más frecuente entre mujeres (28%) que entre varones (17%). Destacan “Magreb y Oriente Próximo” por la abultada diferencia entre sexos en este respecto (el 29% de las mujeres de esta procedencia declara trabajar habitualmente por la noche, frente al 13% de los varones) y “Asia”, por la elevada proporción de trabajo nocturno en ambos sexos (alrededor del 40%). El trabajo nocturno es más frecuente en zonas de asentamiento urbanas o semi-urbanas, bajando su incidencia sobre todo en las zonas de “Agricultura intensiva”. En resumen, aproximadamente seis de cada diez inmigrantes declaran no trabajar nunca por la noche. Gráfico 9. Condiciones laborales, población inmigrante empleada en Andalucía en febrero de 2003, por Año de llegada a Andalucía (sólo respuestas “nunca”) 90

Tener alto riesgo de accidentes o enfermedades

80

%total(muestra ponderada)

70

Disfrutar de descanso semanal, vacaiones y permisos Cobrar puntualemente

60 50 40 30

Trabajar por la noche

20 10

Trabajar los domingos o festivos

0 Antes de 1995

Entre 1995 y 1999

2000

2001

2002-2003

Año de llegada a Andalucía

Fuente: estudio NEPIA

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El trabajo en días festivos es bastante más frecuente que el trabajo nocturno, pues un tercio de los encuestados declara trabajar “habitualmente” los domingos y otros días festivos, y otro tercio más afirma hacerlo “ocasionalmente”. Los porcentajes más bajos de trabajo en días festivos se observan en las zonas de “Agricultura intensiva”, mientras que el conjunto de procedencia “Asia” destaca por un porcentaje muy alto de trabajo “habitual” en días festivos (más del 60%) Finalmente, la amplia mayoría de los empleados inmigrantes dice cobrar habitualmente con puntualidad (79%), mientras un 6% dice no cobrar nunca puntualmente; esta última indicación sube algo por encima de la media en zonas del “Rural interior” y entre los inmigrantes de procedencia magrebí. El Gráfico 9 resume las condiciones laborales de los inmigrantes, representando las indicaciones de “nunca” en función de su año de llegada a Andalucía. El segmento más asentado de los trabajadores inmigrantes tiene unas condiciones laborales significativamente mejores que el resto, excepto en el “trabajo en días festivos”, donde su situación es parecida, y el “trabajo nocturno”, donde está en una situación peor que el resto. Jornada semanal A estos cinco indicadores de las condiciones laborales se añade otro más: las horas de dedicación al empleo principal. Aún sin ser la mayoría, un porcentaje elevado de encuestados indica haber dedicado más de 40 horas semanales a su trabajo principal: el 24% trabajó entre 41 y 50 horas; el 15%, entre 51 y 60 horas; el 4%, entre 61 y 70 horas; y el 5% incluso más de 71 horas semanales. Juntas, estas categorías agrupan a casi la mitad de los entrevistados, mientras el 29% indica haber dedicado entre 31 y 40 horas semanales a su trabajo principal, y un 19%, menos de 31 horas. Las diferencias entre hombres y mujeres son significativas, pues las mujeres trabajan en mayor proporción que los varones tanto en los tramos de menos de 30 horas (26% de las mujeres frente al 14% de los varones) como de más de 50 horas, especialmente cuando se realizan más de 70 horas (un 8% de las mujeres frente al 3% de los hombres). La mayoría de las personas procedentes de Asia, Europa del Este, Magreb /Oriente Próximo y África Subsahariana indica haber trabajado entre 31 y 50 horas semanales, pero con diferencias (ver Anexo 2, Tabla 28); sólo los iberoamericanos (45%) no son mayoría en este intervalo, pues junto con los asiáticos son los que en mayor proporción trabajaron 51 horas o más (ambos con un 31%). En el caso de los iberoamericanos, dicha situación está relacionada con el alto porcentaje de mujeres que trabajaron más de 70 horas semanales (12%), observación que, en menor medida, vale también para las mujeres procedentes de Europea del Este (8%). Es interesante notar que la tendencia de las mujeres a estar sobrerepresentadas en los tramos con baja

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dedicación semanal es especialmente evidente en zonas del “Rural interior” y de la “Costa turística” (ver Anexo 2, Tabla 29). Remuneración Finalmente, se presentan en este apartado los resultados obtenidos sobre la remuneración que perciben los encuestados, otro aspecto fundamental de las condiciones laborales. De entrada, conviene señalar que para la amplia mayoría de los inmigrantes, la totalidad de sus ingresos proceden de su actividad laboral, bien se trate de salarios (62%), bien se trate de ingresos relativos a actividades empresariales (13%) (ver Anexo 2, Tabla 30, para más detalles)72. Por tipo de fuente y cantidad percibida, de estas dos fuentes procede la abrumadora mayoría de los ingresos de aquellos inmigrantes que disponen de alguna fuente de ingresos personales, siendo sin embargo relevante la proporción de aquellos inmigrantes que declaran no disponer de “ninguna”, sobre todo entre las mujeres (con un 23%, frente al 16% de los varones)73. Pasando, por tanto, a los salarios cobrados por el empleo principal en febrero de 2003, una amplia mayoría de los inmigrantes se ubican en los tres tramos que abarcan ingresos entre 251€ y 500€, entre 501€ y 750€ y entre 751€ y 1000€, respectivamente; juntas, estas tres franjas agrupan aproximadamente a cuatro de cada cinco inmigrantes ocupados en febrero de 200374. El quinto restante se reparte entre los sueldos inferiores a los 250€ por un lado, y los ingresos superiores a los 1000€, por otro. Las mujeres están sobrerepresentadas en el tramo de 251€ hasta 500€, mientras que los varones están sobrerepresentados en los tramos superiores a los 750€. Excepto para los procedentes de “Asia”, esta situación se observa en todos los conjuntos de procedencia, de manera especialmente acusada entre los de Europa del Este, de Iberoamérica y del Magreb. Cabe señalar que, mientras la proporción de varones con remuneraciones inferiores a los 501€ mensuales varía relativamente poco entre los distintos conjuntos de procedencia (con entre un 22% de los asiáticos y un 29,5% de los iberoamericanos), la variación correspondiente es mucho mayor para las mujeres (un 25% entre las asiáticas, frente al 63% de las magrebíes). El siguiente Gráfico recoge el diferencial entre mujeres y varones en relación a este dato (remuneración inferior a 501€75); ver Anexo 2, Tabla 31, para más datos. 72 Se trata de una pregunta multirespuesta, para que los entrevistados pudieran señalar si tenían más de una fuente de ingresos, aunque la inmensa mayoría sólo ha señalado una. 73 Esta cifra es resultado de la combinación de diferentes variables en las que los entrevistados tienen opción a declararse “sin ingresos”; por tanto, como tal, no está recogida en la Tabla 30 del Anexo 2. 74 Nos referimos aquí sólo a aquellos entrevistados empleados en febrero de 2003 que quisieron indicar la cuantía de su remuneración (N = 1163). 75 Cabe señalar que en la amplia mayoría de estos casos, se trata de niveles de remuneración inferiores al Salario Mínimo Interprofesional vigente en aquellas fechas (Rinken, 2004).

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Gráfico 10. Remuneración (hasta 500€) por el empleo principal, población inmigrante empleada en Andalucía en febrero de 2003, por Conjunto geopolítico de procedencia y Sexo

70

%total (muestra ponderada)

60 50 40

Varón Mujer

30 20 10 0 Asia

Europa del Este

Iberoamérica

Magreb y Oriente Próximo

África Subsahariana

Conjuntos geopolíticos

Fuente: estudio NEPIA

En términos generales, la remuneración mejora conforme va consolidándose el asentamiento (ver Anexo 2, Tabla 32), pues los tramos de remuneración superiores a los 750€ mensuales agrupan a proporciones considerablemente mayores de los inmigranes que llevan más de dos años viviendo en Andalucía (más del 40% entre los llegados en 2000), comparado con los “recién llegados” (un 20% entre los llegados en 20022003) Dado que la actividad laboral es con mucha diferencia la principal fuente de ingresos, no sorprende que la distribución de los ingresos totales del mes de febrero sea muy similar a la que acabamos de presentar en lo relativo al sueldo (ver Anexo 2, Tablas 33 y 34). Al igual que ocurriera con el sueldo, la amplia mayoría de los entrevistados ingresaron entre 251€ y 1000€ en el mes de febrero, siendo las mujeres las que se ubican en mayor medida en las franjas de ingresos más bajas. El Gráfico 11 refleja la importancia de los ingresos procedentes del trabajo entre todas las fuentes de ingresos.

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Gráfico 11. Comparación entre ingresos personales y sueldo, febrero 200376

35 30 25

Ingresos personales en febrero

20

Sueldo en febrero

15 10 5 0 Hasta 250€

Entre 251 y 500€

Entre 501 y 750€

Entre 751 y 1000€

Entre Entre Más de 1001 y 1501 y 2000€ 1500€ 2000€

Fuente: estudio NEPIA

76 La población de referencia de la variable sobre los ingresos en el mes de febrero está compuesta por todas aquellas personas que declararon disponer de alguna fuente de ingresos (E2: “En febrero, ¿qué fuentes de ingresos tuvo?”) y dieron un valor numérico a la pregunta sobre sus ingresos (E3: Y en total, ¿cuántos euros ingresó durante el mes de febrero?), por lo que se excluyen 30 casos en los que no procedía hacer la pregunta, 85 casos de NS/NR y 62 casos de NC; N= 1312. La población de referencia de la variable sobre el sueldo en febrero de 2003 es la que ha declarado estar ocupada en febrero de 2003 (G1: “En febrero de 2003, ha estado trabajando en el servicio doméstico o en alguna empresa?”), y ha dado un valor numérico a la pregunta sobre el sueldo (G6: En febrero, ¿cuánto cobró por este trabajo?), por lo que se excluyen 7 casos en los que no procedía hacer la pregunta, 61 casos de NS/NR y 74 casos de NC; N= 1163.

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Satisfacción subjetiva Concluiremos este capítulo con una breve referencia a la satisfacción subjetiva de los trabajadores inmigrantes con su situación laboral. Casi la mitad (46%) de los entrevistados que estaban empleados en febrero de 2003 declara sentirse “a gusto” con su trabajo y un 11% adicional “muy a gusto”. Sin embargo, el 21% indica sentirse “a disgusto” y un 8% “muy a disgusto”. No existen diferencias significativas entre hombres y mujeres en este sentido. Los procedentes del Magreb y Oriente Próximo indican, en mayor grado que el resto, sentirse “muy a disgusto” o “a disgusto” con su trabajo (ambas respuestas agrupan al 41% de esta procedencia). Los asiáticos, por otra parte, son los que sienten una mayor satisfacción laboral, ya que un 71% indica sentirse “muy a gusto” o “a gusto”. Nuevamente, se observa una clara relación con el año de llegada: el porcentaje que se declara “muy a disgusto” pasa del 2% para los llegados antes de 1995 al 12% para los llegados en el 2002 o durante los primeros dos meses del 2003 (ver Anexo 2, Tabla 35). Como decíamos antes, la relación entre año de llegada y situación laboral tiene mucho que ver con la situación administrativa de los “recién llegados”. En este sentido, cabe señalar que aproximadamente un 40% de las personas que carecen de estatus administrativo regular, pese a haber hecho gestiones para conseguir la regularización después de su llegada a España, declara estar “a disgusto” o “muy a disgusto” con su empleo. Teniendo en cuenta que los ingresos laborales son, como hemos visto antes, la principal fuente de ingresos, no está de más examinar aquí también el grado de satisfacción que manifiestan los inmigrantes asentados en Andalucía respecto al dinero de que disponen. Si bien la mayoría de los entrevistados se encontraban “a gusto” o “muy a gusto” con su situación laboral, no ocurre lo mismo con lo que respecta al dinero de que disponen, pues en este caso los insatisfechos (incluyendo a los muy insatisfechos) agrupan la mayoría de los encuestados. Estas diferencias en el nivel de satisfacción se reproducen en cada uno de los distintos conjuntos geopolíticos de procedencia, pues las mayores propor ciones de insatisfacción con el dinero de que disponen se observan entre los inmigrantes procedentes de África subsahariana (64%) y del Magreb (57%), colectivos que destacan también por unos altos niveles de insatisfacción con el empleo. A estos dos grupos de procedencia hay que sumar en esta ocasión los iberoamericanos, igualmente muy insatisfechos con su situación económica (ver Anexo 2, Tabla 36, y Gráfico 12). Pese a que las mujeres se ubican con mayor frecuencia en las franjas de ingresos más bajos, no encontramos en la mayoría de los casos un porcentaje mayor de mujeres que de varones insatisfechas con el dinero del que disponen. En otras palabras, a igual nivel de ingresos, los varones tienden a expresar un menor grado de satisfacción.

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Gráfico 12. Insatisfacción con la situación laboral y financiera, respectivamente, de la población inmigrante con ingresos propios, primavera de 2003, por Conjunto geopolítico de procedencia77

%total (muestra ponderdada)

70 60 50

Asia Europa del Este Iberoamérica Magreby O.P África Sub.

40 30 20 10 0 A disgusto con trabajo

Insatisfechos dinero

Fuente: estudio NEPIA

77 Se han agrupado las categorías de respuesta “Muy a disgusto” y “A disgusto” por lo que respecta a la satisfacción con la situación laboral, y las categorías “Muy insatisfecho” e “Insatisfecho” por lo que se refiere a la satisfacción financiera. Las población de referencia de la variable sobre satisfacción laboral es la que declaró haber estado empleada en febrero de 2003 (G1: “En febrero de 2003, ha estado trabajando en el servicio doméstico o en alguna empresa?”); N= 1305. La población de referencia de la variable sobre satisfacción con el dinero del que se dispone es la que declaró haber tenido algún tipo de ingresos en dicho mes (E3: “¿Y en total, cuántos euros ingresó durante el mes de febrero?”); N= 1459.

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CAPÍTULO 7. SITUACIÓN RESIDENCIAL La vivienda es un aspecto que, junto con los ámbitos administrativo y sociolaboral, tiene una importancia destacada a la hora de valorar la situación social de la población inmigrante. Respecto de la situación en Andalucía, se trata de una cuestión que, durante los últimos años, ha atraído una considerable atención por parte de los medios de comunicación, de las instituciones y de los investigadores78, debida en parte a los sucesos acaecidos en El Ejido a principios de 2000. La tendencia en la literatura disponible es la de dibujar un cuadro altamente dramático, según el cual gran parte de la población inmigrante estaría residiendo en viviendas o alojamientos que no reúnen unas condiciones mínimas de higiene y habitabilidad. Este diagnóstico radica en la amplia difusión de una serie de problemas como el hacinamiento, el chabolismo y la segregación espacial, que en muchos casos se sobreponen, según se desprende de la mayor parte de la literatura existente, y que se base fundamentalmente en trabajo de campo cualitativo realizado en dos de las ocho provincias andaluzas (Almería y Huelva). Con inmigrantes en semejante situación residencial difícilmente podría hablarse de integración social. Al margen de la gravedad de tal situación, cabe recordar el papel destacado que desempeña la vivienda en relación a muchas dimensiones más de la integración social, desde la escolarización de los menores hasta la convivencia vecinal. En definitiva, a la preocupación por la situación residencial actual debería unirse una muy seria preocupación por la posible evolución futura del proceso de integración social en su conjunto. Ahora bien, a pesar de confirmarse que una minoría importante de los inmigrantes asentados en Andalucía padece graves problemas en cuanto a la calidad de su vivienda o alojamiento y, en menor medida, a su ubicación, los resultados de nuestra encuesta indican claramente que estos problemas no afectan a la mayoría de la población inmigrante residente en nuestra comunidad, ni siquiera de la mayoría de los inmigrantes asentados en aquellas zonas más afectadas por fenómenos como la infravivienda, como son las zonas de “Agricultura intensiva”. Resumiendo la tónica general de los resultados que se exponen a continuación79, para la mayoría de los inmigrantes, de estos datos se desprenden unas características del alojamiento bastante parecidas a las de muchos autóctonos, confirmándose al mismo tiempo la existencia de Cabe destacar los dos Informes elaborados por el Defensor del Pueblo Andaluz sobre la situación residencial de los inmigrantes en las provincias de Almería y Huelva, respectivamente (DPA, 2001a; DPA, 2001b). Asimismo, equipos procedentes de varias Universidades han realizado estudios específicos (Castaño Madroñal, 2000; Checa Olmos y Arjona Garrido, 2002; Gordo Márquez, 2002). 79 Para una descripción más pormenorizada de la situación residencial de los inmigrantes en Andalucía, remitimos a Rinken y Herrón Museur (2004a). Para los retos político-administrativos relacionados con la vivienda, véase también el apartado 11.1. 78

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graves problemas que afectan a una minoría importante de la población inmigrante. Quizás exista cierto paralelismo entre el resultado de nuestro estudio y las observaciones de M. Aramburu sobre los inmigrantes en la Ciutat Vella de Barcelona, las cuales apuntan a la existencia de una poderosa imaginería social (y académica) sobre la situación residencial de los inmigrantes y su efecto para la convivencia vecinal. Dice Aramburu (2002: 158): “(...) sí creo cuestionable que en Ciutat Vella, hoy por hoy, sean los inmigrantes –con un proyecto de mejoría social en la mayoría de los casos, a pesar de todas las privaciones y discriminaciones– quienes más se adecuen a un perfil de marginación, pobreza indigna, darwinismo social, etc. No obstante, hemos visto reiterados casos en que se les imputa la degradación. A mi juicio, ello obedece más a su conceptualización como categoría social que a las condiciones objetivas.” Algunos estudios anteriores sobre la situación residencial de los inmigrantes en Andalucía tienden a confundir dos fenómenos: la “exclusión espacial”, es decir, la falta de acceso a los servicios básicos ubicados en núcleos urbanos, por un lado, y la “segregación espacial”, es decir, la separación espacial de poblaciones de distinta procedencia, por otro. Respecto de los inmigrantes asentados en zonas rurales o semi-rurales, dicha confusión se plasma en la equiparación de ambos conceptos (exclusión y segregación) con la ubicación “en diseminado” de la vivienda o alojamiento en cuestión, generalmente sin considerar la distancia de la misma del núcleo urbano más próximo. Ahora bien, en nuestra opinión, de las dos situaciones mencionadas, sólo la exclusión espacial constituye un problema en sí mismo. Sin dudar que la separación espacial de poblaciones de distinta procedencia puede potencialmente acarrear problemas, cabe señalar, en primer lugar, que (caso de producirse), éstos no constituyen, a diferencia de la calidad de la situación residencial, una amenaza a la dignidad humana. En segundo lugar, no cabe descartar la posibilidad de que la concentración residencial en función de su procedencia produzca efectos positivos, por ejemplo al fomentar el desarrollo del empresariado inmigrante (Raijman y Tienda, 1999). Por tanto, conviene no mezclar la medición de un fenómeno claramente negativo con otro ambiguo. A continuación, cuando de la ubicación de la vivienda o alojamiento se trate, nos centraremos en el fenómeno de la exclusión espacial. Este apartado está compuesto de dos subapartados principales, el primero dedicado a las características de la vivienda y de su entorno físico, y el segundo, a sus habitantes. 7.1. Vivienda En cuanto a las características físicas de las viviendas o alojamientos a disposición de los inmigrantes, es necesario apuntar que un número muy bajo

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(0,6%) de las personas encuestadas declara no disponer de ningún domicilio, quedando por tanto al margen de los datos que expondremos a continuación. Aunque esta cifra es tan baja que es poco significativa, podemos decir que se trata casi exclusivamente de varones (sólo hay una mujer que dice no tener domicilio), distribuidos en las zonas rurales del interior, en las grandes ciudades y en las zonas de agricultura intensiva, siendo en esta última donde se encuentra la mayor proporción de personas que declaran no tener vivienda alguna (el 2,1% de los varones asentados en esta zona). La proporción más alta de varones sin domicilio se encuentra en el conjunto de procedencia “Europa del Este” (con un 2,3%), seguido de “Magreb y Oriente Próximo” y “África Subsahariana” (con el 1,6%). Como era de esperar, la gran mayoría de los casos de personas sin vivienda los encontramos entre los inmigrantes que han llegado a Andalucía hace poco tiempo; las cifras referentes a los llegados en años anteriores hacen pensar que se trata en general de una situación pasajera. Características de la vivienda Para describir las características físicas de las viviendas habitadas por los inmigrantes, nos referiremos consecutivamente a su tipología, su tamaño y su equipamiento. En la encuesta se agrupan en tres amplias categorías los varios tipos de vivienda existentes. La primera categoría, en la que se incluyen casas y pisos, es la “vivienda completa”, ya sea de uso exclusivamente propio o compartido. La segunda, denominada “habitación”, se refiere a las situaciones residenciales en subarriendo, en casa de patrones o en un hotel, hostal o pensión. Por último, como “alojamiento precario” se agrupan los centros de transeúntes y otras residencias colectivas precarias, así como las chabolas, las casas abandonadas o naves industriales, los coches y las tiendas de campaña.80 Los datos revelan que la vivienda completa (fundamentalmente el piso) es la tipología más extendida, agrupando al 85%, frente a menos del 6% que se encuentran en una situación manifiestamente precaria (ver Anexo 2, Tabla 37, para datos pormenorizados). El recurso a la habitación se da más o menos por igual en todas las zonas de asentamiento, con una media del 8,5%. Dentro del grupo de “alojamiento precario”, las situaciones más comunes son las chabolas, las casas abandonadas y las naves industriales. Si bien estas circunstancias se observan en todas las zonas de asentamiento, existen im80 Si añadimos a este grupo de precariedad manifiesta todos aquellos entrevistados que contestaron vivir en “otro” tipo de domicilio (es decir, una modalidad no especificada de antemano en el cuestionario), los porcentajes de precariedad que indicamos a continuación aumentan ligeramente. Dicha opción de respuesta fue escogida fundamentalmente por aquellos segmentos de la población inmigrante que destacaron por la alta incidencia de la precariedad residencial (zonas de agricultura intensiva; varones de procedencia magrebí); ver Anexo 2, Tablas 37 y 38.

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portantes diferencias en cuanto a su difusión, ya que en la zona de “Agricultura intensiva” se da con mucha más frecuencia que en otras la precariedad residencial manifiesta, que alcanza casi el 14% de los inmigrantes asentados en esta zona. En sentido contrario, las zonas costeras turísticas son las que tienen una mayor proporción (más del 90%) de inmigrantes que habitan en vivienda completa, reduciéndose a menos del 0,5% los que viven manifiestamente “en precario”. Es interesante observar que la tipología residencial varía según el sexo, pues mientras que los varones están sobrerepresentados en los alojamientos precarios, en la mayor parte de las zonas de asentamiento la “habitación” es una fórmula residencial más común entre mujeres que entre varones. Cabe destacar también que en las zonas de “Agricultura intensiva” más de una quinta parte de los varones de procedencia inmigrante se encuentra en una situación residencial manifiestamente precaria por la tipología de la unidad habitacional, sin considerar siquiera su estado. En el conjunto de la población inmigrante asentada en Andalucía hay un 9,3% de varones frente a un 1,3% de mujeres que residen en unidades habitacionales “precarias”. Esta diferencia, muy llamativa, se amplía incluso más en algunos conjuntos geopolíticos de procedencia, como se desprende de la Tabla 38 (Anexo 2). Concretamente, en el conjunto geopolítico “Magreb y Oriente Próximo”, el 16% de los varones viven en alojamientos precarios, frente al 1,5% de las mujeres. Entre los inmigrantes procedentes de “Asia” e “Iberoamérica” no se observa prácticamente ningún caso de alojamiento precario. Entre los inmigrantes de Europa del Este y del África subsahariana, hay una proporción relativamente alta de personas (alrededor del 12%) que viven en una “habitación”. En el caso de los europeos del Este, se trata de una proporción bastante superior de mujeres (15%) que de varones (8%). Por último, comentaremos la relación entre el año de llegada y el tipo de alojamiento (ver Anexo 2, Tabla 39). La proporción de personas que habitan una vivienda completa decrece a medida que el año de llegada es más reciente, de modo que el 97% de los llegados antes del 1995 habitan una vivienda completa, cifra que se reduce al 74% entre los llegados en 2002 y los primeros meses del 2003. La tendencia contraria se observa tanto en lo que respecta a la vivienda precaria como a la habitación, pues su porcentaje es mucho mayor entre los recién llegados que entre los más asentados. Si el 14% de los recién llegados viven en una habitación, y el 11% en una vivienda precaria, entre los más asentados sólo se alcanza el 1% en ambos casos. Pasando ahora al tamaño (número de habitaciones) de las “viviendas completas”, alrededor del 70% de los casos – nos referimos sólo a aquellos inmigrantes que residen en “viviendas completas” –, tienen entre tres y cuatro habitaciones.81 Este dato es bastante homogéneo en las distintas zonas de 81 Contamos aquí como “habitación” no sólo los dormitorios, sino también el salón de estar u otros tipos de habitaciones, si existieran, siempre que no se trate de cocina, baño, pasillo, etc.

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asentamiento, excepto para las zonas turísticas costeras, donde se observa un porcentaje algo más elevado de “viviendas completas” que tienen una sola habitación, con casi un 10%, frente a una media del 5%. En todos los conjuntos geopolíticos, la gran mayoría de los inmigrantes residen en viviendas de tres o cuatro habitaciones. En cuanto a los equipamientos disponibles en las “viviendas completas” o “habitaciones” de los inmigrantes, se pueden distinguir tres categorías. En primer lugar, los equipamientos básicos (agua caliente, baño o ducha, instalación eléctrica) cuya ausencia en hogares normalizados (viviendas completas y habitaciones) justifica calificarlas de infraviviendas (amplificando así la proporción de “vivienda no digna” más allá de la ya mencionada tipología habitacional “en precario”). Sólo el 2% de estas viviendas carece de instalación de agua caliente; el 1% no posee baño o ducha, y al 0,2% le falta la instalación eléctrica. Las zonas de “Agricultura intensiva” vuelven a destacar por una situación notablemente más problemática que la media (ver Anexo 2, Tabla 40) pues algo más del 5% de los entrevistados en esta zona señala no tener agua caliente y el 3% (específicamente, el 6% de las mujeres asentadas en esta zona), carecer de baño o ducha. Los inmigrantes del Magreb y Oriente Próximo y del África subsahariana concentran la gran mayoría de estas carencias: el 4% de los primeros y el 5% de los segundos no tienen agua caliente en su domicilio, y todos los casos de falta de baño o ducha afectan a magrebíes (ver Anexo 2, Tabla 41). Un segundo grupo de equipamientos lo componen la lavadora, la calefacción y el aire acondicionado. Entre los inmigrantes asentados en Andalucía y residentes en hogares normalizados, casi el 90% dispone de lavadora, sin que se observen diferencias reseñables entre las distintas categorías, salvo en la zona de “Agricultura intensiva” y el conjunto de “Magreb y Oriente Próximo”, con alrededor del 80% de difusión. La calefacción y el aire acondicionado están presentes en el 12% de los casos, observándose una mayor frecuencia en las “Grandes ciudades” y entre los inmigrantes procedentes de Asia e Iberoamérica, respectivamente. El año de llegada a Andalucía parece tener más relevancia en lo que se refiere a los equipamientos secundarios que a los básicos (ver Anexo 2, Tabla 42). Observando el Gráfico 13, en el que se compara la difusión de algunos equipamientos en las viviendas de los inmigrantes llegados en el año 2002 y los primeros meses del 2003 y los llegados antes de 1995, se constata que dispone de lavadora incluso una proporción nada desdeñable de los “recién llegados”. Esta circunstancia parece indicar que una proporción importante de éstos convive con personas instaladas ya desde hace tiempo en Andalucía, las cuales ya disponen de un hogar bastante completo en cuanto a sus equipamientos básicos. Por último, la difusión de una tercera categoría de equipamientos, pertenecientes al ámbito de la comunicación, crece mucho conforme se consolida la instalación en la sociedad de acogida, excepto por lo que se refiere al teléfono móvil, que tiene una elevada difusión desde el principio, y con mucha

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Gráfico 13. Algunos equipamientos de la vivienda, población inmigrante con vivienda no precaria en Andalucía en la primavera de 2003, por Año de llegada a Andalucía

% total (muestra ponderada)

120 100 80 Antes de 1995

60

2002-2003 40 20 0 Lavadora

Calefacción

Aire acondicionado

Equipamientos vivienda

Fuente: estudio NEPIA

diferencia la mayor entre los cuatro equipamientos de esta categoría (Anexo 2, Tabla 42). De teléfono fijo, ordenador y antena parabólica disponen entre el 22 y el 28% de los hogares habitados por los inmigrantes, aunque están distribuidos de forma desigual (Anexo 2, Tablas 40 y 41). La antena parabólica es un equipamiento bastante generalizado en las zonas de agricultura intensiva, con una difusión del 40%, frente al 25% aproximadamente en las demás zonas. En cuanto a los conjuntos geopolíticos, destacan el asiático y el magrebí por la elevada disponibilidad de dichas antenas, nuevamente alrededor del 40%, frente a sólo el 15% entre los europeos del Este y los iberoamericanos. Cabe señalar que la difusión de antenas parabólicas se puede considerar un indicador no tanto del poder adquisitivo o del nivel de vida, como fundamentalmente del vínculo cultural con los países de origen. Tras este recorrido por las diferentes características de la vivienda de los inmigrantes asentados en Andalucía (tipología, tamaño y equipamiento), podemos estimar el porcentaje de los mismos que habitan en una infravivienda, contabilizando a estos efectos (a) las personas que señalaban no tener domicilio alguno, (b) las personas que viven en lugares clasificados de entrada, por su propia tipología, como “precarios”, y (c) las personas que carecen en su hogar de por lo menos uno de los equipamientos más básicos (agua caliente, instalación eléctrica o baño/ducha). Combinando estos indicadores, obtenemos un 9% de situaciones de infravivienda en el conjunto de

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Andalucía, con grandes diferencias por zonas de asentamiento: en las zonas de “Agricultura intensiva”, dicho porcentaje asciende a un 20%. Asimismo, cabe señalar que las situaciones de infravivienda afectan principalmente a los inmigrantes procedentes del “Magreb y Oriente Próximo”, y más concretamente a los varones de esta procedencia. El tiempo de residencia en la comunidad andaluza, también parece ser un factor importante en relación con la infravivienda, puesto que se observan abultadas diferencias entre los inmigrantes recién llegados (14%) y los que llegaron antes de 1995 (2,7%). El siguiente Gráfico resume estos datos. Gráfico 14. Infravivienda, población inmigrante asentada en Andalucía en la primavera de 2003, por Año de llegada a Andalucía y Sexo

%total (muestra ponderada)

25 20 15

Varón

Mujer

10 5 0 Antes de 1995

Entre 1995 y 1999

2000-2001

2002-2003

Año de llegada a Andalucía

Fuente: estudio NEPIA

Régimen de tenencia. Búsqueda de la vivienda Para las situaciones clasificadas como “viviendas completas”, la encuesta comprueba también su régimen de tenencia. El alquiler es la forma más habitual de tenencia, alcanzando el 78% de los casos en toda Andalucía. La vivienda en propiedad es la segunda fórmula más extendida, siendo utilizada por el 13% de los inmigrantes. Aunque la cesión por parte del empleador no sea un fórmula muy utilizada en el conjunto de Andalucía, en las zonas del “Rural interior” y en las de “Agricultura intensiva” se da en mayor medida que en el resto, con porcentajes del 6% y del 9%, respectivamente. Finalmente, en el 3,5% de los casos se da la circunstancia de que la vivienda ha sido

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cedida por familiares o amigos, sin observarse diferencias significativas en las diferentes zonas de asentamiento. Estos datos varían notablemente en función de la procedencia (ver Anexo 2, Tabla 43). Entre los asiáticos, hay un elevado porcentaje de vivienda en propiedad (36%), así como unas proporciones relativamente elevadas de vivienda cedida por el empleador (9%) así como por familiares o amigos (6%). Como contraste, entre los europeos del Este, sólo un 5% (3% de los varones y 8% de las mujeres) goza de una vivienda en propiedad, frente al 84% que la tiene alquilada. El resto de conjuntos comparten unos porcentajes bastante similares en cuanto al régimen de tenencia de sus viviendas, sólo destacando la bajísima proporción de iberoamericanos y subsaharianos que residen en una vivienda cedida por su empleador. Asimismo, como ilustra el Gráfico 15, hay una importante variación en función del año de llegada a Andalucía por lo que respecta a los dos principales tipos de tenencia. Es interesante notar que, conforme se alcanza estabilidad personal y económica suficiente como para poder contemplar la adquisición de una vivienda en propiedad, una elevada proporción de los inmigrantes procede a efectivamente comprarla. Para la perspectiva de integración social a medio y largo plazo se trata de un indicador sin duda muy relevante, pues implica una vinculación por tiempo indefinido con el territorio. A la hora de realizarse la encuesta, la adquisición de viviendas por parte de los inmigrantes no estaba ausente de complicaciones de índole administrativa, siendo por tanto lógico concluir que sería ésta la fórmula de tenencia preferida por muchos inmigrantes más. Hablando de dificultades, encontrar una vivienda que se ajuste a nuestras necesidades y características no es, en general, tarea fácil, y en muchos casos tampoco lo es cuando el que busca es un inmigrante. A continuación veremos con qué grado de dificultad (o facilidad) encontraron los encuestados la vivienda que actualmente ocupan, y en el caso de que les resultara difícil, qué tipo de dificultades tuvieron que afrontar. Los inmigrantes que residen en una vivienda completa o en una habitación, fueron preguntados por el grado de dificultad en la búsqueda de su actual domicilio. Un 36% de ellos considera que les resultó difícil o muy difícil encontrarlo, frente al 56% que dicen que fue fácil y un 8% que se sitúa en una posición intermedia. Centrándonos sólo en este tercio que indicó haber tenido dificultades, se trató fundamentalmente del precio excesivo de las viviendas disponibles (mencionado, en una pregunta multirespuesta, por un 55% de estos encuestados) y el rechazo por parte de los propietarios (mencionado por un 45%). El grado de dificultad no es el mismo, según la zona en la que residan los entrevistados, pues si en las zonas de “Costa turística” y “Agricultura intensiva”, más del 40% tuvieron dificultades para encontrar su actual vivienda, en las otras dos zonas de asentamiento, dicho porcentaje sólo llega al 30%. También varía la naturaleza de las dificultades: en la “Costa turística”, se

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%total(muestra ponderada)

Gráfico 15. Régimen de tenencia de la vivienda (sólo categorías principales), población inmigrante con vivienda completa en la primavera de 2003, por Año de llegada a Andalucía. 100 90 80 70 60 50 40 30 20 10 0

Propiedad Alquiler

Antes de 1995

Entre 1995 y 1999

2000

2001

20022003

Año de llegada a Andalucía

Fuente: estudio NEPIA

trata fundamentalmente del precio excesivo de las viviendas disponibles, mientras que en las otras tres zonas, el principal problema percibido es el rechazo de los propietarios. Destacan los inmigrantes procedentes del conjunto geopolítico “Magreb y Oriente Próximo”, por un lado, y los del “África Subsahariana”, por otro, por la frecuencia relativamente elevada con la que señalan haber tenido dificultades para encontrar su vivienda. En concreto, las mujeres magrebíes (48%) y los varones subsaharianos (44%) son quienes más indican esta circunstancia (ver Anexo 2, Tabla 44). Equipamiento del barrio A los entrevistados que declararon residir de forma permanente o temporal en un determinado municipio, identificándolo como propio, se les preguntó por la existencia (o no) en su barrio o zona de una serie de servicios y equipamientos. Constatamos que el nivel general de disponibilidad de los equipamientos y servicios esenciales en el entorno residencial es bastante alto. La amplia mayoría de los entrevistados declaran disponer de acceso82 a

82 La pregunta correspondiente es: “Ahora le voy a leer una lista de equipamientos y servicios. Dígame si en su barrio existen (...)”. El manual de campo especifica que se considera como existencia en el barrio o zona de residencia una distancia a pié de hasta

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tiendas y comercios (93%), transporte público (87,5%), centro de salud (81%) y escuelas o institutos (79%). Las guarderías y las instalaciones deportivas son los equipamientos que alcanzan los menores porcentajes de existencia confirmada en el barrio o zona (alrededor de un 60%); en relación a estos dos equipamientos, sin embargo, muchos entrevistados no sabían contestar (en el caso de las guarderías, los “no sabe” alcanzan un 18%, y en el de las instalaciones deportivas, un 8,5%). No obstante, existen importantes variaciones según la zona socioeconómica a la que nos refiramos. Las zonas costeras turísticas destacan por el alto porcentaje de inmigrantes que declaran disponer de zonas verdes (83%) y de transporte público (90%) mientras que un 32% de los inmigrantes asentados en las zonas de agricultura intensiva carecen de acceso a zonas verdes, un 27%, de acceso a guarderías, y un 20%, de transporte público. Las zonas rurales del interior destacan también por la baja proporción de personas con acceso a transporte público (ver Anexo 2, Tabla 45). Los inmigrantes del Magreb y Oriente Próximo son, con diferencia, los que residen en barrios con menor dotación de equipamientos. Si además nos centramos en los inmigrantes varones de este conjunto, la falta de equipamientos se agrava aún más (ver Anexo 2, Tabla 46). En definitiva, los inmigrantes del Magreb se encuentran por debajo de la media en todos los equipamientos, y muy por debajo del nivel de conjuntos como el asiático, el iberoamericano e incluso el subsahariano. Ahora bien, la disponibilidad de algunos de estos equipamientos y servicios constituye una condición esencial para llevar a cabo una vida en condiciones dignas; por tanto, definimos como “exclusión espacial” su ausencia en el barrio o zona donde viven los inmigrantes. Para hablar de “exclusión”, consideramos necesario que se carezca de acceso a (1) tiendas y comercios, (2) escuelas o institutos y (3) transporte público; existirá un problema de exclusión espacial cuando se den dichas tres ausencias de modo simultáneo. En función de esta definición, podemos cifrar los afectados por la exclusión espacial en un 2,6% de los inmigrantes asentados en Andalucía. Estas personas se encuentran viviendo principalmente en zonas de agricultura intensiva, donde alcanzan el 8% de todos los inmigrantes asentados, mientras que en las zonas de “Costa turística” y “Rural interior”, se sitúa en torno al 2%. La exclusión espacial entre las mujeres de procedencia inmigrante es prácticamente residual, afectando sólo al 0,7% de ellas, mientras que entre los varones está mucho más extendida, afectando al 4% de ellos. Se trata fundamentalmente de varones procedentes del Magreb y Oriente Próximo,

20 minutos. Sin embargo, es posible que, al no especificarse obligatoriamente como parte integral de la pregunta, algunos entrevistados (especialmente, los residentes en el ámbito rural) se refiriesen a una zona más amplia.

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mientras que entre los inmigrantes de Asia o Iberoamérica, respectivamente, este problema es prácticamente inexistente. El siguiente Gráfico ilustra los porcentajes de los varones procedentes de países menos desarrollados que padecen una situación de exclusión espacial, matizando en función de su zona de procedencia. Gráfico 16. Exclusión espacial de varones inmigrantes asentados en Andalucía en la primavera de 2003, por Conjunto geopolítico de procedencia

% total (muestra ponderada)

8 7 6 5 4 3 2 1 0 Asia

Europa del Este

Iberoamérica

Magreb y Oriente Próximo

África Subsahariana

Varones por zona de procedencia

Fuente: estudio NEPIA

7.2. Convivencia Para completar la descripción de la situación residencial, a continuación vamos a explorar cómo conviven los inmigrantes asentados en Andalucía. Es decir, después de la descripción de las características físicas de las viviendas y de su entorno, pasaremos a describir algunos rasgos básicos de los patrones de convivencia en el ámbito doméstico y en el barrio o zona.83 La cuestión de la convivencia doméstica se aborda a partir de preguntas sobre su configuración numérica y social, mientras que el tema de la convivencia en el barrio se afronta con preguntas sobre la percepción de la calidad de la relación con los vecinos.

83 Los lazos sociales y económicos mantenidos desde Andalucía con familiares residentes en los países de origen se examinan en Rinken y Herrón Museur (2004b).

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Convivencia doméstica En primer lugar, es útil saber cuántas personas conviven en los lugares descritos con anterioridad. Aproximadamente la mitad de los inmigrantes conviven con entre 1 y 3 personas y una cuarta parte más, con 4 ó 5 personas, mientras que el 11% vive solo, y un 13% convive con 6 o más personas; finalmente, un 1,7% vive en casa de los patrones, situación en la que se encuentra el 2,7% de las mujeres, frente a un 1% de los hombres (ver Anexo 2, Tabla 47). Por tanto, aún sin relacionar estas cifras con las características físicas del domicilio, se observa que la mayoría de los inmigrantes comparte su vivienda o alojamiento con un número nada inusual de personas, tomando como referencia los tamaños habituales de los hogares en Andalucía.84 Relacionando el número de habitantes con el número de habitaciones de que se dispone, nos encontramos un promedio de 1,2 personas por habitación para el conjunto de la población inmigrante de países menos desarrollados afincada en Andalucía. Alrededor del 40% de los inmigrantes entrevistados dispone de más de una habitación por persona y casi el 25% dispone de exactamente una habitación por persona. En aproximadamente el 19% de los casos, conviven entre más de una y menos de dos personas por habitación, lo que quiere decir que en algunas habitaciones de la vivienda hay dos personas por habitación y en otras sólo una. Por último, en un 6% de los casos conviven dos personas por habitación y en alrededor del 9%, más de dos personas por habitación. Siguiendo el precedente más plausible (Renes, 2002), hemos definido esta última categoría como “hacinamiento”, es decir, un número de habitantes excesivo en relación a las características del hogar. Junto con la infravivienda y la exclusión espacial, se trata de una tercera situación de vivienda “no digna”. De estas tres condiciones de vivienda “no digna”, que pueden superponerse en algunos casos, el hacinamiento es, con el mencionado 9% de afectados, el segundo problema más importante de la población inmigrante en cuanto a su situación residencial en Andalucía, por detrás de la infravivienda y por delante de la exclusión espacial. Al igual que estas otras condiciones de deficiencias graves, el hacinamiento se concentra esencialmente en los municipios agrupados como zona de “Agricultura intensiva”, donde se extiende a un 14% de las viviendas o alojamientos ocupados por inmigrantes, mientras que en las zonas turísticas costeras sólo alcanza al 6%, en las grandes ciudades el 8% y en las zonas rurales del interior el 10%. Los inmigrantes procedentes del África subsahariana y del Magreb y Oriente Próximo destacan, en este orden, por el

84 Según la edición 2003 del Barómetro de Opinión realizado anualmente por el IESA, un 7% aproximadamente de los andaluces viven solos, algo más del 70% comparten su hogar con entre una y tres personas y un 19%, con más de tres personas.

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elevado porcentaje (un 16% y un 11%, respectivamente) de personas que viven en condiciones de hacinamiento (ver Tabla 48, Anexo 2). El hacinamiento es más frecuente entre los inmigrantes recién llegados: mientras que entre los inmigrantes que llegaron en 2002-2003, más de un 13% viven hacinados, entre los inmigrantes que llegaron antes del 2000 afecta a un 4%. Para saber algo más sobre la naturaleza de la convivencia doméstica, describiremos la forma en la que los entrevistados comparten los ingresos con las personas con las que conviven, si es que lo hacen. Para empezar, hay que destacar que el 35% de los entrevistados que conviven con otras personas en el mismo domicilio declara no compartir ingresos con ellas; esta cifra es mucho más alta entre los varones (45%) que entre las mujeres (24%) y está claramente relacionada con el año de llegada, descendiendo de un 46% para los “recién llegados” (2002-03) hasta un 20% aproximadamente para los más asentados (llegados antes del 1995). Entre los que sí comparten ingresos con otros miembros del hogar, la gran mayoría lo hacen con familiares propios; en una pregunta multi-respuesta, casi el 70% declara que comparte ingresos con su pareja y el 45% con hijos o hijas suyos. Las mujeres comparten ingresos en mayor medida que los varones con estos familiares directos, mientras que ellos lo hacen con más frecuencia con personas que no son familiares (17% de los varones, frente al 7% de las mujeres). Magrebíes y subsaharianos son los que menos comparten sus ingresos con sus parejas, y los que más lo hacen con personas no familiares. En el caso de los subsaharianos destaca que un 23% de ellos declara compartir ingresos con hermanos suyos o de su pareja, mientras que la media de todos los entrevistados se sitúa en un 13%. No descartamos que en este resultado puedan influir interpretaciones culturalmente específicas del término “hermano”. Por su parte, los asiáticos destacan por ser los que más señalan que comparten ingresos con familiares directos como su pareja (75%), sus hijos (57%) y sus padres o los de su pareja (19%) (ver Anexo 2, Tabla 49). Como puede verse en el Gráfico 17, los “recién llegados” son los que más veces contestan que comparten ingresos bien con personas que no son familiares suyos (23,5%), bien con “otros familiares”, es decir, personas que no son familiares directos (14%), mientras que los que están en Andalucía desde hace más tiempo, suelen compartir sus ingresos exclusivamente con los familiares más directos (pareja e hijos). Pasando a otro aspecto de la convivencia doméstica, a través de una pregunta sobre los idiomas que se hablan habitualmente en el domicilio obtuvimos información no tanto sobre el conocimiento de idiomas de cada entrevistado, sino sobre la configuración lingüística de los hogares en los que viven los inmigrantes. Por regla general, los entrevistados hablan un único idioma en su ámbito doméstico; en el caso de que hablen dos, o en su caso tres (situación manifestada en muy pocas ocasiones), uno de ellos suele ser el español. De entre todos, independientemente de la cantidad de idiomas que utilicen, el

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Gráfico 17. Configuración del “hogar socioeconómico”,85 población inmigrante residente en Andalucía en primavera de 2003, por Año de llegada a Andalucía

%total (muestra ponderada)

90

Su pareja

80 70

Hijos

60 50

Padres suyos o de su pareja

40 30

Hermanos suyos o de su pareja Otros familiares

20 10 0 Antes de 1995 Entre 1995 y 1999

2000-2001

2002-2003

Personas no familiares

Año de llegada a Andalucía

Fuente: estudio NEPIA

60% de los entrevistados declara hablar el español en sus respectivos domicilios, situación más común entre las mujeres, con un 69% de los casos, que entre los varones, con un 52%. Aparte de los iberoamericanos, para los que la pregunta no tiene mucho interés, el español es utilizado, en orden descendente, por el 40% de los magrebíes, el 32% de los subsaharianos, el 31% de los asiáticos y el 23% de los europeos del Este (Anexo 2, Tabla 50). Esta utilización del español en el hogar propio puede tener su causa bien en la convivencia con españoles o iberoamericanos, bien en su conveniencia como lengua común (o una de las lenguas comunes) entre personas con lenguas maternas terceras pero diferentes entre sí. Sin querer profundizar aquí en este aspecto, creemos entender que la variante más difundida entre los inmigrantes asentados en Andalucía es la primera de estas opciones. Cerca de un tercio del total de los entrevistados habla árabe de manera habitual en su domicilio, fundamentalmente porque los magrebíes utilizan este idioma de manera muy mayoritaria (el 84% manifiesta comunicarse habitualmente en árabe). En cuanto a los demás conjuntos de procedencia, los subsaharianos presentan la mayor diversidad: al ya mencionado 32%

85 El Gráfico se refiere sólo a individuos que comparten ingresos con otras personas residentes en el mismo domicilio, excluyendo por tanto a los inmigrantes que viven solos, y a aquellos que declaran no compartir ingresos con ninguno de sus compañeros de vivienda o alojamiento. Los datos proceden de una pregunta multirespuesta.

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que habla el español, hay que sumar otro 32% que habla el inglés, un 34% que habla el francés, y un 65% que habla habitualmente otro idioma más, supuestamente específico de la zona de origen correspondiente. Al superar la suma holgadamente el 100%, creemos entender que muchos inmigrantes procedentes del África subsahariana conviven con personas originarias de distintos países, regiones o zonas. Convivencia vecinal Trascendiendo el ámbito doméstico en sentido estricto, se describe ahora la convivencia en el propio barrio o zona de residencia. Como primer indicador a estos efectos, preguntados por la convivencia con sus vecinos, la gran mayoría (89%) de los encuestados mostraron su satisfacción; la mayor proporción de inmigrantes poco o nada satisfechos (un 18%) surge en las zonas de “Agricultura intensiva”, seguidas por las “Grandes ciudades” (un 12,6%). Comparando con la media muestral, la convivencia es percibida de manera menos satisfactoria por los inmigrantes procedentes del continente africano (ver Anexo 2, Tabla 51), con porcentajes de insatisfechos del 12 y el 16%, respectivamente, para subsaharianos y magrebíes. Entre los subsaharianos son los varones los que perciben más dificultades, con un 14%, frente al 5,5% de las mujeres. Los europeos del Este, por el contrario, se muestran con abrumadora mayoría satisfechos o muy satisfechos. El bajo porcentaje de insatisfechos impide hacer un análisis completo de los resultados a una ulterior pregunta (en formato multi-respuesta), referida a los problemas que dificultan la relación con los vecinos en aquellos casos en los que se había manifestado insatisfacción con la convivencia vecinal. Aún así, trataremos de hacer una pequeña aproximación al tipo de respuestas más comunes. Los datos (Anexo 2, Tablas 52 y 53) revelan tres tendencias dominantes: a) Una primera, mayoritaria, que se relaciona directamente con el hecho migratorio y que refleja cierto recelo de la sociedad andaluza hacia el inmigrante. En este sentido, cabe señalar que al agrupar las tres respuestas posibles, un tercio de los inmigrantes declaradamente insatisfechos con la convivencia vecinal apunta al rechazo manifiesto de los vecinos, y otro tercio más al hecho de que percibía prejuicios por parte de éstos. La percepción de prejuicios alcanza el 44% de las respuestas en las zonas rurales del interior, mientras que la percepción del rechazo de los vecinos llega al 17,5% de la misma zona, alcanzando sin embargo el 38% en las zonas de agricultura intensiva. Los conjuntos geopolíticos que destacan en mayor medida estas cuestiones como fuentes de dificultades en la convivencia son el magrebí y el subsahariano, y específicamente, los varones de ambos conjuntos. b) Una segunda tendencia, mucho menos extendida, hace hincapié en los problemas normales de la convivencia entre vecinos. Esta idea queda

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recogida por el 25% de la submuestra correspondiente (siempre agrupando hasta un máximo de tres respuestas posibles), alcanzando un 35% de las respuestas dadas por las mujeres. Los iberoamericanos y los europeos del Este han escogido esta opción con mayor frecuencia (un 35%). c) Por último, se señalan dificultades variadas de menor peso relativo, como son la inseguridad ciudadana (14%), el aislamiento social (11%), o el hecho de ser nuevo en el barrio (9%). Los problemas de seguridad son sobre todo señalados en las grandes ciudades y en las zonas costeras, alcanzando un 20% de todos los entrevistados que se declararon insatisfechos con la convivencia en su zona residencial. Al tener importantes implicaciones para la relación de los inmigrantes con las personas de su entorno, comentaremos otro indicador más, a saber: la relación con asociaciones sociales, políticas, deportivas o culturales. Empezando por una sencilla cuantificación de su volumen, resulta que la actividad asociativa de los inmigrantes no es nada desdeñable, pues el 43,5% ha tenido relación con alguna asociación desde su llegada a Andalucía. Ahora bien, en cuanto a su composición, mayoritariamente se trata de asociaciones formadas por “españoles e inmigrantes”, aunque un tercio declara haberse relacionado con asociaciones en las que principalmente hay españoles, mientras que un 16% ha estado en contacto con asociaciones compuestas mayoritariamente de inmigrantes. Los inmigrantes del África subsahariana y del Magreb/Oriente Próximo destacan por su alto nivel de participación en asociaciones, en su mayoría formadas por españoles e inmigrantes; sin embargo, el 36% de los subsaharianos se relacionaron con asociaciones formadas principalmente por inmigrantes, mientras que en el caso de los magrebíes, las asociaciones formadas fundamentalmente por españoles tienen un mayor protagonismo (Anexo 2, Tabla 54). Al ser la categoría de las asociaciones formadas esencialmente por otros inmigrantes la tercera en importancia en casi todos los conjuntos geopolíticos de procedencia, con la única excepción del África subsahariana, estos datos nos parecen sugerir que, si acaso, en estos momentos existe un reducido nivel de repliegue comunitario entre los inmigrantes asentados en Andalucía.

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CAPÍTULO 8. NECESIDADES Y PRIORIDADES Hemos dedicado los primeros tres capítulos de esta parte del libro, en la que dibujamos la situación social de los inmigrantes, a aspectos innegablemente fundamentales, como son las dimensiones administrativa, sociolaboral y residencial de su vida en la sociedad de acogida. Es posible que algunos lectores echen en falta otros aspectos eminentemente ligados a la situación social de los inmigrantes, como su acceso a los servicios sanitarios y educativos públicos. Al tratarse de temas en relación con los que la situación empírica es en gran medida resultado directo de decisiones políticas, estos temas se tratarán en la tercera parte, dedicada a la política migratoria a nivel autonómico. Por lo que respecta al presente capítulo, el cuarto y último de esta parte, hemos querido dedicarlo a la descripción de las principales necesidades y prioridades de los inmigrantes. En algunos debates mediáticos e incluso científicos, parece dominar un enfoque cultural sobre la realidad migratoria, como si su integración en la sociedad andaluza pasase fundamentalmente por evitar un posible “choque cultural”. Sin limitarse necesariamente a ello, estos debates –y las preocupaciones de las que son expresión y, en algunos casos, quizás también catalizador (López García, 2002)– suelen centrarse sobre todo en la gestión de la diversidad cultural de cara a un determinado segmento de la población inmigrante, a saber: los inmigrantes de procedencia magrebí y, más en general, los inmigrantes de religión musulmana. Dicho interés o enfoque preferente no es arbitrario, sino que tiene su raíz en una amplia serie de factores, incluyendo el desconocimiento –especialmente acentuado respecto de las mujeres musulmanas, como subraya Moualhi (2000)–, la actualidad política española e internacional (marcada por los atentados del 11-M y 11-S)86 y el papel simbólico87 de los países islámicos –sobre todo, de Marruecos– como el “otro constituyente” bien de la identidad nacional española, bien de la identidad “comunitaria” europea (IOÉ, 1993; Nebe, 2004). En resumidas cuentas, cabe constatar que respecto de los inmigrantes de procedencia magrebí y/o de religión musulmana, existe cierta desconfianza por parte de amplios sectores de la población autóctona, desconfianza que se plasma también en una serie de encuestas sobre actitudes hacia los inmigrantes.88 No queremos atrevernos aquí a aventurar hipótesis

86 Observadores como Izquierdo (2003: 14) o Pérez Díaz et al. (2001: 9) dan por descontado que el dramático acontecimiento del 11-S afectará profundamente a la política migratoria, induciendo cambios en sentido restrictivo. 87 Según Dietz (2000), en Andalucía existe una notable tensión entre el legado simbólico de Al-Andalus, por un lado, y de la Reconquista, por otro. 88 En las encuestas de opinión, los inmigrantes de procedencia magrebí suelen tener los índices de simpatía o confianza más bajos, frente a otros conjuntos de procedencia (Pascual Acosta, 2004: 38; Pérez Díaz et al., 2001: 145).

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sobre la relación causal entre el grado de difusión de actitudes negativas hacia los inmigrantes magrebíes, por un lado, y las dificultades encontradas por éstos a la hora de conseguir una plena integración sociolaboral y social, por otro. Sin embargo, es menester señalar que los estudios sobre la situación social de los musulmanes en España y en otros países de nuestro entorno (Abumalham, 1995; Martín Muñoz et al., 2003; Penninx et al., 1993; Pérez Díaz et al., 2004; TEIM, 2004; Vermeulen y Penninx, 2000) suelen llegar a unos diagnósticos y pronósticos generalmente bastante desoladores respecto del avance hacia una equiparación de sus condiciones de vida con la población general o, cuando menos, con otros grupos de inmigrantes en cuanto a procedencia y orientación religiosa se refiere. Sin ánimo alguno de proceder a una revisión bibliográfica exhaustiva sobre el tema de la pluralidad cultural, sí quisiéramos resaltar que desde la psicología social se estudian los llamados procesos de aculturación, es decir, la evolución de la relación entre personas de distinta procedencia, incluyendo el examen de los factores causales relacionados con la misma (Pumares Fernández et al., 2002; Navas Luque et al., 2004; sobre aculturación selectiva, véase también Portes y Rumbaut, 2001: 49-54). Este enfoque permite apreciar que dicha relación, máxime si se contempla desde una óptica longitudinal, consiste en la adopción selectiva e individualizada de determinados supuestos y comportamientos originarios en la sociedad de acogida, de entre la amplia pluralidad de contextos y ámbitos que la componen, al tiempo que se mantienen (posiblemente, modificándolos y adaptándolos) otros supuestos y comportamientos enraizados en la sociedad de origen. Esta perspectiva individualizada puede quizás contribuir a superar la falsa dicotomía entre la adopción unilateral e incondicional de “la cultura” –supuestamente monolítica– de la sociedad de acogida, por un lado, y la conservación de las pautas y tradiciones culturales –supuestamente igual de compactas– de la sociedad de origen, por otro, dicotomía que, sin embargo, sigue siendo palpable en muchas referencias a los llamados modelos de convivencia (“asimilación” versus “multiculturalidad”). Al margen de las intenciones de los autores, la concepción de las relaciones sociales fundamentalmente a partir de una identidad colectiva en clave de “pertenencia étnica o cultural” puede llegar a adolecer de una tendencia hacia la generación o consolidación de tópicos. En definitiva, es menester advertir del riesgo de que, a través de conceptos –supuestamente descriptivos– que premien la adscripción cultural sobre otros aspectos, se acabe “culturalizando lo social” (Birsl y Solé, 2004: 94-96), posiblemente incluso fomentando cierta fosilización de las prácticas culturales (Entzinger, 2000: 113). En este contexto, creemos que no está de más comprobar en qué consisten las principales preocupaciones y prioridades de los inmigrantes, para ver en qué medida se trata de necesidades y aspiraciones parecidas o incluso idénticas a las de cualquier ciudadano autóctono.

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8.1. Necesidades principales Un primer indicador de las aspiraciones más importantes de los inmigrantes son los principales problemas o necesidades que declaran tener. En la encuesta, esta pregunta se hizo de forma abierta, sin prefigurar las opciones de respuesta. En primer lugar, resulta que un 14% de los encuestados declara no tener ningún problema o necesidad importante. Para los que sí señalan problemas, a continuación combinamos cifras relativas al conjunto de las tres posibles respuestas, por un lado, y las primeras respuestas según nivel de prioridad, por otro. En el conjunto de la población inmigrante asentada en Andalucía, destacan como principales áreas de necesidad: (a) la “seguridad jurídica” (permiso de residencia y trabajo), mencionada por el 30% como uno de los tres principales problemas (la mayoría de ellos como el primero por importancia), (b) “mejorar su situación profesional” y (c) “encontrar un trabajo” (con el 27% y el 23% de menciones como uno de los tres problemas más relevantes y alrededor del 13% como primer problema). Por tanto, las principales preocupaciones de los inmigrantes se refieren a su estatus jurídico, por un lado, y a la integración laboral, por otro. En definitiva, poco o nada parece haber cambiado a estos efectos durante la última década (Pumares Fernández, 1993). Respuestas relativas al acceso a la vivienda (6%) o el acceso a una mejor vivienda (17%), la seguridad económica y financiera (15%) y la obtención de la reagrupación familiar (11%) se colocan en un segundo nivel de importancia percibida (estos últimos porcentajes se refieren al conjunto de las tres posibles respuestas). Según la procedencia de los inmigrantes (ver Anexo 2, Tabla 55), son los asiáticos los que declaran en mayor proporción no tener ningún problema (26%); los asiáticos que sí dicen tener alguno, están preocupados principalmente por “mejorar la situación profesional” y por la “seguridad económica y financiera”. En el otro extremo, sólo el 4% de los inmigrantes procedentes del África Subsahariana declara no tener ningún problema o necesidad importante. Los inmigrantes procedentes de Europa del Este, del África Subsahariana y de Iberoamérica hacen referencia, como problema mencionado más veces como prioritario, a la “seguridad jurídica” (permisos de residencia y trabajo), mientras que los procedentes del Magreb y Oriente Próximo aluden principalmente a la búsqueda de trabajo. En todos los colectivos de procedencia, “mejorar la situación profesional” es el segundo problema más mencionado. Estudiando la distribución en función del año de llegada, se comprueba que los inmigrantes que llevan más tiempo en nuestro país afirman tener menos problemas que los recién llegados. Así, declara no tener ningún problema de relevancia más del 21% de los llegados antes de 2000, frente a un 11% entre los encuestados con llegada en los años 2000-2002 (y primeros meses 2003). Del mismo modo, el tipo de problemas cambia, pues mientras los asentados desde antes de 2000 señalan en primer lugar “mejorar la

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situación profesional”, los llegados con posterioridad a este año están más preocupados por su “seguridad jurídica de residencia y trabajo”. Para los inmigrantes que llevan más tiempo en nuestro país, como segundo problema aparece de forma mayoritaria “acceder a una vivienda mejor”.

%total(muestra ponderada)

Gráfico 18. Primer problema señalado, población inmigrante asentada en Andalucía en la primavera de 2003, por Año de llegada a Andalucía

25 20 15

Antes del 2000 2000-2003

10 5 0 Ninguno

Seguridad Encontrar un trabajo jurídica de residencia y/o trabajo

Mejorar situación profesional

Seguridad económica y financiera

Principales problemas

Fuente: estudio NEPIA

Resumiendo estas indicaciones, las principales preocupaciones de los inmigrantes giran alrededor de los tres grandes temas que hemos estado abordando en los tres capítulos precedentes, a saber, conseguir (1) estabilidad jurídicoadministrativa, (2) una adecuada integración laboral (o, en su caso, cualquier empleo), incluyendo la remuneración correspondiente, y (3) una correcta calidad de la situación residencial (o, en su caso, cualquier vivienda o alojamiento). Excepto por la primera categoría, se trata de necesidades más que familiares para los españoles y, quizás en medida aún mayor, para los andaluces. 8.2. Aspectos prioritarios de la vida El cuestionario incluye una pregunta89 en la que se pide a los encuestados clasificar por orden de importancia una serie de siete aspectos de la vida, a 89 Textualmente, se trata de la pregunta: “Le voy a nombrar una serie de aspectos de su vida, ¿podría ordenarlos según la importancia que tienen para Usted en estos momentos, del más importante al menos importante?”

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saber: el trabajo, la política, la familia, los amigos, el tiempo libre, el dinero y la religión. Aunque con matices que indicaremos a continuación, algunos de estos siete aspectos son claramente hegemónicos, en el sentido de que ocupan los primeros lugares en orden de importancia para la práctica totalidad de los inmigrantes asentados en Andalucía. Con mucha claridad se perfila también otra agrupación de aspectos, en este caso por su reducida importancia para casi toda la población de procedencia inmigrante. Por último, existe un aspecto de la vida que se escapa en cierta medida a este esquema sencillo, al tener una muy elevada importancia para algunos y una muy reducida importancia para otros. Lo fundamental: familia, trabajo y dinero El trabajo y la familia son sin duda las dos principales prioridades para la mayor parte de los encuestados, pues como vemos en el Cuadro 8.1., la práctica totalidad les confiere uno de los primeros tres lugares de importancia, y la abrumadora mayoría señala estos dos aspectos como los dos más importantes de su vida en estos momentos. Esta posición destacada de “familia” y “trabajo” se observa tanto entre los varones como entre las mujeres, aunque exista cierta diferencia entre las prioridades de varones y mujeres en lo que se refiere al primer orden de importancia. El 55% de las mujeres coloca en primer lugar a la familia, frente al 33,5% de los varones, que por su parte colocan el trabajo en primer lugar con mayor frecuencia que las mujeres. Con el segundo y el tercer lugar de importancia, la situación entre varones y mujeres se equilibra en gran medida, de manera que para prácticamente todos y todas, estos dos aspectos aparecen entre los más destacados por importancia. La importancia destacada de la familia y el trabajo es común a todos los conjuntos de origen, aunque existen grandes diferencias entre ellos (ver Tabla 56, Anexo 2). El conjunto de África subsahariana es el que cuenta con mayor proporción de personas que señalan el trabajo en primer lugar de importancia, seguidos de los europeos del Este y de los magrebíes, mientras que asiáticos e iberoamericanos tienden a situar en mayor medida el valor del trabajo en segundo lugar de importancia, ya que en primer lugar una mayoría de ellos escoge la familia. A estos dos aspectos, claramente fundamentales, se añade un tercero que, si bien es poco mencionado en primer lugar, sí adquiere gran relevancia como segundo, tercer o cuarto aspecto en orden de importancia, tanto para lo varones, como para las mujeres. Nos referimos al papel que tiene “el dinero” como aspecto prioritario de la vida de la población inmigrante, hecho que no deja de ser lógico, considerando no sólo los motivos predominantemente económicos por los que, en la mayoría de los casos, se ha producido la emigración, sino también la insatisfacción de muchos inmigrantes con el dinero del que disponen, como veíamos antes. La Tabla 57 (Anexo 2) permite obser-

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Cuadro 8.1. Orden de importancia de la familia y el trabajo, población inmigrante asentada en Andalucía en la primavera de 2003, por Sexo Aspectos La familia SUBTOTAL

90

Varones

Mujeres

Primer lugar

43%

33,5%

55%

Segundo lugar

26%

29%

23%

Tercer lugar

17%

21%

10%

86%

83,5%

88%

33%

38%

27%

37,5%

35%

41%

18%

16%

20%

89%

90%

88%

(%) Primer lugar

El trabajo

TOTAL

Segundo lugar Tercer lugar

SUBTOTAL (%) Fuente: estudio NEPIA

var, por un lado, que el dinero aparece en segundo, tercer o cuarto lugar de importancia para la gran mayoría de los inmigrantes; sólo para una octava parte aproximadamente, el dinero ocupa uno de los últimos dos lugares del orden de prioridades. Por otro lado, se observa también que la importancia declarada del dinero varía mucho según el colectivo de procedencia. Los dos conjuntos que señalan con mayor frecuencia al dinero en los primeros lugares de importancia, son el de África subsahariana, y el de Europa del Este, con un 15 y un 10% respectivamente en el primer lugar de importancia, y un 21% y un 17% en segundo lugar. Dicho de otra manera, para el 35% de los inmigrantes procedentes del África subsahariana y el 27% de los procedentes de Europa del Este, el dinero es uno de los dos aspectos más importantes de su vida, frente a sólo un 12% entre los iberoamericanos. Lo accesorio: política, amigos y tiempo libre Con la importancia destacada que otorgan los inmigrantes de manera prácticamente generalizada a la familia y al trabajo, y en menor medida, al dinero, como los aspectos más relevantes de su vida, contrasta un segundo grupo de aspectos a los que, también de manera bastante generalizada, se les

Recordamos que se trata de las primeras tres de entre siete posibles posiciones de prioridad relativa. 90

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atribuye una importancia comparativamente escasa. En orden descendente por la relevancia atribuida, nos referimos a “los amigos”, “el tiempo libre” y “la política”. La cuestión a la que se le otorga menor importancia es la política, situada en el último lugar por el 60% de los entrevistados, y sólo por el 4% en uno de los dos primeros lugares por importancia. En el caso de “el tiempo libre”, superamos un 60% de las menciones al agrupar las últimas tres opciones, de manera que, para la gran mayoría de los inmigrantes, aún sin llegar a ser el último aspecto por orden de importancia, se trata de un aspecto claramente secundario. “Los amigos” salen ya bastante mejor parados que “la política”, y algo mejor también que “el tiempo libre”, en el sentido de que en este caso, un 10% considera que se trata de uno de los dos aspectos más importantes de su vida, mientras que un 3% lo sitúa en último lugar. Sin embargo, para la mayoría, este aspecto es secundario, visto que casi la mitad lo ubican en una de las últimas tres posiciones, y otro cuarto más en cuarta. El Gráfico 19 resume estos resultados.

Gráfico 19. Orden de importancia de la política, los amigos y el tiempo libre, población inmigrante asentada en Andalucía en la primavera de 2003.

%total (muestra ponderada)

70 60

Primer lugar Segundo lugar Tercer lugar Cuarto lugar Quinto lugar Sexto lugar Séptimo lugar

50 40 30 20 10 0 La política

Los amigos

El tiempo libre

Fuente: estudio NEPIA

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La religión Si obviamos los matices relacionados con los aspectos claramente secundarios de la vida, en relación al séptimo aspecto incluido en nuestra lista, será oportuno exponerlos detenidamente, como veremos enseguida. Y es que “la religión” se escapa en cierta medida a la dicotomía entre “fundamental” y “accesorio” que nos sirvió para agrupar los restantes seis aspectos, pues mientras es prioritario para algunos inmigrantes, no lo es para otros. Observando las cifras relativas al conjunto de la población inmigrante, resulta que existe cierta escisión entre aquel 14% que ha elegido este aspecto en primer lugar (frente a sólo el 6% en el caso del “dinero” o el 1% del “tiempo libre”), por un lado, y hasta un 20% de los entrevistados que lo ha colocado en último lugar de importancia (frente al 5% y el 9%, respectivamente, para esos dos aspectos). Para empezar, matizaremos este resultado general en función de la procedencia (ver Anexo 2, Tabla 58). Son los inmigrantes del conjunto geopolítico Magreb y Oriente Próximo los que, con mayor frecuencia, indican una elevada relevancia de la religión para su vida actual, con un 30% de las respuestas en la primera posición y un 63%, en una de las tres primeras posiciones. Ningún otro conjunto se acerca al grado de importancia que dan los magrebíes a esta cuestión, pues los siguientes en haber contestado en primer lugar “la religión” han sido los asiáticos y los subsaharianos, con un 10% de las respuestas, mientras que entre europeos del Este e iberoamericanos, se observa una concentración de las repuestas relativas a este aspecto en los últimos lugares de la tabla. La anteriormente mencionada “escisión” en cuanto a la relevancia de este aspecto se reproduce en los conjuntos geopolíticos Asia y África subsahariana, mientras que en los demás conjuntos de procedencia, se observa un ranking homogéneo de la importancia de la religión, ascendente en el caso de Magreb y Oriente Próximo y descendente, en el caso de Europa del Este e Iberoamérica. Para poder profundizar algo más, a continuación utilizaremos dos indicadores complementarios, a saber: (a) qué religión profesan los inmigrantes (si es que hay alguna), y (b) la facilidad o dificultad para practicarla en Andalucía (si es que se practica). (a) La religión musulmana es la que más inmigrantes asentados en Andalucía declaran profesar, pues el 41% así lo hace, seguida de la religión católica, que es la del 32% de los entrevistados. Del resto de religiones, ninguna alcanza el 10% del total (la que más se acerca es la ortodoxa, con un 7%), mientras que el porcentaje de personas que declaran no profesar ninguna religión es precisamente el 10%. En el conjunto geopolítico Magreb y Oriente Próximo, se observa una fuerte concentración de personas de una misma religión, pues el 96,5% de los inmigrantes de esta procedencia se declara musulmán. Entre los iberoamericanos, la confesión predominante es la católica, con un 74% de personas adscritas, mientras un 16,5% de las personas procedentes de Iberoamérica declara no

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profesar ninguna religión. En el resto de los conjuntos de procedencia, varias religiones comparten protagonismo, de modo que, entre los inmigrantes originarios del África subsahariana, por ejemplo, hay un 47% de musulmanes y un 37% de católicos (Anexo 2, Tabla 59). Al diferir la tasa de feminización entre los distintos conjuntos geopolíticos, esta distribución por procedencias implica que un 41% de las mujeres de procedencia inmigrante y asentadas en Andalucía son católicas, frente al 26% de varones, mientras que el 50,5% de los varones son musulmanes, frente a un 29,5% de mujeres. Ahora bien, si convertimos “religión profesada” en variable independiente en función de la que estudiar la distribución de la importancia otorgada a este aspecto de la vida, en comparación con otros aspectos como “el trabajo” o “la familia”, podemos observar que el 29% de los musulmanes han colocado la religión en primer lugar, mientras que sólo el 2,5% de los católicos le han dado tal importancia (Cuadro 8.2.). Cuadro 8.2. Aspecto más importante de la vida, inmigrantes asentados en Andalucía, primavera de 2003, según confesión declarada TOTAL Protestante Musulmana Hindú Católica Ortodoxa Budista Otra Religión

14%

31,5%

29%

3,5%

2,5%

1,5%

0%

6%

Trabajo

33%

25%

36,5%

35%

31,5%

40%

15%

24%

Familia

43%

37,5%

24%

48%

60%

48%

72,5%

57%

Fuente: estudio NEPIA

Dicho esto, cabe hacer dos observaciones más. Por una parte, resulta que la religión musulmana no es la única que se convierte en primera prioridad para un porcentaje elevado de sus seguidores, visto que es así también para un porcentaje muy parecido (el 31,5%) de los protestantes91. Por otra parte, podemos ver que para los musulmanes, igual que para la casi totalidad de las demás confesiones (con la única excepción de los protestantes), la importancia del “trabajo” supera a la de la “religión”, tomando como referencia la frecuencia con la que ambos aspectos se indican como el aspecto más importante de todos. Si tomamos en consideración no sólo el aspecto de la vida indicado como el más importante de todos, sino también la indicación del segundo aspecto por orden de importancia (el Cuadro 8.3. agrupa ambas referencias), se ob-

91 Para ubicar geográficamente a los inmigrantes de confesión protestante, el 38% procede de Europa del Este, el 35% de Iberoamérica y el 15% del África subsahariana.

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Cuadro 8.3. Aspecto más importante de la vida (agrupación de primera y segunda prioridad), inmigrantes asentados en Andalucía, primavera de 2003, según confesión declarada TOTAL Protestante Musulmana Hindú Católica Ortodoxa Budista Otra Religión

23,5%

50,5%

43,5%

13%

7%

6,5%

3%

19%

Trabajo

71%

52,5%

66%

65%

76,5%

82%

69%

82%

Familia

69%

73,5%

53%

84%

84,5%

74%

84,5%

84%

Fuente: estudio NEPIA

serva que la religión protestante es la única confesión cuyos seguidores no atribuyen una importancia claramente mayor al “trabajo” que a “la religión”, mientras que entre los musulmanes sí se nota dicha tendencia, aunque en medida mucho menor que para los seguidores de otras religiones (exceptuando a la protestante). Por tanto, para los musulmanes, podemos hablar de un grupo de tres aspectos que son considerados especialmente relevantes, que por orden descendente son el trabajo, la familia y la religión. Respecto de este último aspecto, el reto consiste, sin duda, “en conseguir que los inmigrantes musulmanes lleguen a la conclusión de que el orden político y el funcionamiento económico de (los países occidentales), el régimen de libertades y derechos, les permite, además de prosperar, vivir dentro de los preceptos fundamentales de su religión” (Pérez Díaz et al., 2004: 310). Cualquier actuación político-administrativa relativa a la integración de los inmigrantes musulmanes tendrá que contemplar, como criterio básico, el de contribuir a una mayor compatibilidad en este sentido. (b) Los inmigrantes que declaran profesar alguna religión, al preguntarles por el grado de dificultad que experimentan para practicarla (si es que lo hacen, ya que un 17,5% indica no practicar la religión que profesa), indican mayoritariamente (67%) que les resulta fácil o muy fácil, mientras que a un 15% le resulta difícil o muy difícil. La falta de lugares de culto, oración o reunión, con un 66%, es con diferencia la dificultad más importante señalada por este 15%, seguida por la incompatibilidad con el horario laboral, con un 24%. Desglosando por adscripción religiosa de los entrevistados, vemos que los inmigrantes que en mayor medida señalan dificultades a la hora de practicar su religión son de fe budista, ortodoxa y hindú, siendo estas tres religiones muy minoritarias entre los inmigrantes de Andalucía, y mucho más aún entre la población andaluza en su conjunto (ver Cuadro 8.4.). La falta de lugares de culto es señalada

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Cuadro 8.4. Dificultad para practicar la religión, población inmigrante asentada en Andalucía en primavera de 2003 y que profesa alguna religión, según confesión declarada

Práctica religiosa

Religión TOTAL Budista Ortodoxa Hindú Musulmana Protestante Católica Otra

Difícil

15%

42%

27%

27%

19%

18%

3%

33%

Fácil

67%

42,5%

35%

73%

66%

72%

78%

47%

No es practicante 17,5%

12%

36%

0%

15%

10%

18%

15%

,5%

4%

1%

0%

0,1%

0,2%

0,6%

5,5%

TOTAL %

100%

100%

100%

100%

100%

100%

Recuento

1590

79

217

22

598

97

NS/NC

100% 100% 516

61

Fuente: estudio NEPIA

como dificultad destacable por el 90% de los inmigrantes que practican estas tres religiones, frente a un 66% de los musulmanes y el 7% de los protestantes. Por orden de importancia, una tercera dificultad, señalada por el 16,5% de los entrevistados en el conjunto de las tres respuestas posibles, es la percepción de prejuicios. Esta opción es señalada no sólo por lo musulmanes y por los inmigrantes que señalaron profesar “otra” religión (respectivamente, un 23% y un 30% de éstos, siempre que hayan tenido dificultades para practicar su religión), sino también por el 16% de los inmigrantes de fe católica, siempre que hayan previamente señalado dificultades con la práctica de su religión. Al margen del bajo número de observaciones en esta última categoría, insuficiente para el análisis estadístico, pensamos poder concluir que la existencia de prejuicios por parte de algunos segmentos de la población autóctona puede acabar complicando la vida a los inmigrantes incluso donde menos se supondría (en este caso, ejerciendo la fe católica).

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PARTE III LA INTEGRACIÓN COMO RETO

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Acabamos de resumir la situación social de la población inmigrante asentada en Andalucía, centrándonos fundamentalmente en las dimensiones jurídico-administrativa, sociolaboral y residencial. Se trata con toda evidencia de dimensiones cruciales con relación al proceso de integración, considerando no sólo los conocimientos objetivos a nuestra disposición sino también las necesidades y prioridades articuladas por los propios inmigrantes. Sin embargo, por destacables que fueran lo administrativo, laboral y residencial como aspectos determinantes, es igualmente evidente que la situación social de los inmigrantes no queda dibujada de manera suficientemente completa con los datos presentados hasta ahora, sino que existen otros aspectos que merecen ser expuestos. Es menester señalar, por tanto, que nuestra descripción de la situación social de los inmigrantes no se limita a los resultados incluidos en la Parte II de este libro, sino que continúa en la presente Parte III, dedicada al análisis de las políticas migratorias. Concretamente, hemos preferido presentar en esta Parte III aquellos aspectos que guardan una relación especialmente estrecha con la actuación de la Administración autonómica, ya que éste es el nivel territorial en el que se ha centrado el estudio NEPIA. El objetivo específico del proyecto, en este contexto, es contribuir a una mejor adecuación de los recursos de atención social a las necesidades de la población inmigrante, fomentando de esta manera su integración en la sociedad andaluza. Por tanto, nos ha parecido apropiado presentar aquí los datos de la encuesta relativos a las principales políticas autonómicas del Bienestar (Educación, Sanidad y Servicios Sociales). Para evitar cualquier posible malentendido, debe subrayarse que esta forma de exposición en absoluto implica que los aspectos comentados anteriormente como dimensiones cruciales de la situación social de los inmigrantes estuvieran ubicados en un espacio ajeno a la influencia de las Administraciones Públicas en general o de la Administración autonómica en concreto. Desde luego que no es así; no obstante, creemos entender que en relación a estos tres aspectos, la Administración autonómica tiene una responsabilidad político-administrativa menos directa que en relación a otros aspectos que comentaremos a continuación, debido bien a las competencias que tiene atribuidas, bien a la relevancia de las leyes propias de los mercados laboral e inmobiliario, respectivamente, como mecanismos de generación y asignación de oportunidades y recursos. Ahora bien, por completar esta aclaración con otra, tampoco pensamos que la Junta de Andalucía carezca de medios para influir en la evolución de las situaciones laboral y residencial de los inmigrantes; por lo tanto, volveremos a abordar también estos dos aspectos. Como decíamos, a la hora de contemplar la adecuación de las actuaciones político-administrativas al objetivo de conseguir la integración social de los inmigrantes, nos referiremos esencialmente a competencias correspondientes al nivel sub-estatal (o sea, los niveles autonómico y local). Este enfoque no deja de ser algo problemático, visto que algunas de las competencias más importantes respecto de la definición de la política migratoria (como la concesión

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de permisos de residencia y de trabajo) corresponden al Gobierno central. Al existir, además, una serie de factores que pueden sustraer la gestión del fenómeno migratorio en cierta medida al control de las Administraciones Públicas – a la ya mencionada dinámica de los mercados laboral e inmobiliario cabe añadir la propia dinámica de los flujos migratorios –, creemos entender que nos movemos en un ámbito (la política migratoria) que se verá condicionado, en el futuro, por la evolución de una serie de aspectos difícilmente previsibles. En este contexto, asumir el reto de la integración social de los inmigrantes, en el sentido que aquí hemos dado a esta expresión, como prioridad política propia, equivale a asumir como propio el riesgo de que, a medio y largo plazo, la evolución de alguno o varios de estos factores acabe complicando el alcance del objetivo declarado.92 Ahora bien, siendo el futuro incierto, las reflexiones y sugerencias que aportamos a continuación radican, fundamentalmente, en la detección de posibles problemas de la política migratoria actual. Más específicamente, siguiendo un clásico planteamiento weberiano93, aportaremos observaciones sobre posibles incompatibilidades entre los objetivos declarados de dicha política, por un lado, y los efectos previsibles de los medios actualmente empleados para alcanzarlos, por otro. El concepto de “integración social” constituye, por tanto, el trasfondo de todas nuestras observaciones sobre política migratoria, puesto que – junto con el control de flujos (Arango y Sandell, 2004; Brochmann y Hammar, 1999; Cornelius et al., 1995) – marca una de las finalidades fundamentales que se persiguen con la política migratoria en todos los países democráticos y, más específicamente, en nuestro entorno europeo.94 Cabe añadir “en la actualidad”, visto que en muchos casos (incluido el español), los países de inmigración duradera tardaron en reconocer esta realidad como tal, inclinándose en un primer momento a concebir la presencia de trabajadores inmigrantes como

92 Cabe señalar que muchas de las observaciones hechas hace una década por Cornelius (Cornelius, 1995) siguen siendo plenamente vigentes, incluyendo lo que este autor describe como el dilema fundamental de la política migratoria española: asegurar el abastecimiento del mercado laboral con mano de obra de bajo coste, por un lado, previniendo al mismo tiempo un rechazo nativista contra los inmigrantes, por otro. Creemos entender que a medio y largo plazo, la superación de dicho dilema será imposible sin introducir cambios estructurales en el mercado laboral. 93 Como es bien sabido, el sociólogo alemán Max Weber advirtió ya a principios del siglo pasado que el papel de las ciencias sociales en relación a la ejecución del poder político tiene que limitarse, en el interés bien entendido de ambas esferas institucionales, a la comprobación de la relación lógica entre objetivos y medios, absteniéndose por tanto de participar en la generación de prescripciones normativas (Weber, 1917). 94 Según Freeman (1995), la política migratoria en las democracias liberales tiende – con matices importantes – a ser expansionista e incluyente, debido fundamentalmente a las presiones de determinados grupos de interés (sobre todo los empresarios en sectores

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sólo temporal. Como señala Laparra (2003: 59), dicha inclinación – de la que los “trabajadores invitados” en la Alemania de los años sesenta del siglo pasado constituyen el ejemplo paradigmático – sigue siendo palpable en el programa GRECO (es decir, las líneas de actuación en materia migratoria presentadas por el Gobierno Aznar en 2000): no sólo por la insuficiencia de las medidas de integración social previstas en el mismo, sino también por alimentar la idea de que la cooperación al desarrollo facilitará el retorno de muchos inmigrantes a sus países de origen. Centrándonos en el ámbito autonómico, a tenor de las indicaciones contenidas en el Primer Plan Integral para la Inmigración en Andalucía 20012004 (concretamente, su objetivo general primero95), entendemos que, en el contexto que nos concierne aquí, el término “integración social” se refiere a la igualdad de derechos y oportunidades de todos los habitantes de la Comunidad Autónoma de Andalucía independientemente de su origen étnico, religión, cultura, o similares rasgos distintivos, y su convivencia pacífica en un espíritu de tolerancia y respeto mutuo. Como veremos a continuación, esta definición – aparentemente banal – nos lleva a concebir la integración social de los inmigrantes como un auténtico reto. No nos referimos al hecho de que la variable “nacionalidad” no dejará, en el futuro previsible, de indicar un rasgo diferenciador en cuanto a los derechos otorgados por la Ley (Blázquez Rodríguez, 2004), especialmente en la esfera de los derechos políticos (Moya Escudero, 2003). Aun reconociendo que el derecho de voto puede convertirse en un símbolo potencialmente muy relevante en cuanto a la integración de los inmigrantes, no creemos que la vinculación de los derechos políticos a la nacionalidad, caso de persistir, sea un factor necesariamente perjudicial para la convivencia ciudadana y la igualdad de las oportunidades sociolaborales. Viceversa, tampoco cabe esperar un efecto milagroso de la ciudadanía política sobre la igualdad de las oportunidades sociolaborales. La implicación crucial de dicho concepto de integración social es conseguir que las variables “procedencia” y “situación social” dejen de estar material y simbólicamente vinculadas. Por tanto, nuestra concepción se centra en la integración como un proceso de “incorporación de los inmigrantes a una sociedad dada que

económicos con fuerte demanda de mano de obra). Para apreciar la dimensión histórica de una ampliación a las personas de procedencia inmigrante de los derechos de ciudadanía (civil, política y social) vigentes hoy día en las sociedades europeas, véase el texto clásico de Marshall (1992); con un enfoque más actual, este tema es retomado por Bommes y Geddes (2000), Dörr y Faist (1997), Geddes (2002), Noya Miranda (2003) y Laparra (2003: 33-40). 95 “Favorecer la plena integración social, laboral y personal de la población inmigrante, como sujeto de derechos y deberes, creando las condiciones que favorezcan dicha integración en el seno de la sociedad andaluza.” – Para una relación de los Planes de integración social de los inmigrantes en las distintas CC.AA. de España, véase Laparra (2003: 337).

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tenga como resultado una estratificación social no basada en el origen, raza, etnia o religión de las poblaciones integrantes, culminando el proceso con el desarrollo de un sentimiento de pertenencia a la comunidad de que se trate” (Blanco Fernández de Valderrama, 2001: 223). Se trata de un objetivo difícil de conseguir, a tenor de la experiencia de aquellos países de nuestro entorno con más historial como sociedades de inmigración. Sin embargo, también creemos que se trata de un objetivo que merece la pena perseguir, entre otras razones por constituir un banco de prueba para la madurez pluralista y democrática de la sociedad andaluza. En vez de fragmentar las observaciones en un listado de mejoras puntuales en cada uno de los muchos ámbitos temáticos en los que se plasma a efectos prácticos la política migratoria, hemos preferido centrarnos en un número limitado de sugerencias y observaciones que guarden relación estrecha con el enfoque general, es decir, con el objetivo de superar la asociación real y simbólica de los inmigrantes procedentes de países menos desarrollados, por un lado, con la pobreza socioeconómica y un estatus social bajo, por otro. Al considerar que un aspecto fundamental de su futura integración como ciudadanos reside en la equiparación de los derechos y oportunidades laborales a su alcance, hemos dedicado el primer capítulo de esta parte a la integración sociolaboral. A continuación, destacaremos la importancia del sistema educativo, al que se dedica otro capítulo específico. En el último capítulo de esta Parte III se agrupan las observaciones sobre las restantes políticas del Bienestar: vivienda, sanidad, servicios sociales. En la elaboración de las sugerencias nos hemos guiado, aparte de los resultados de la encuesta, por los resultados de otras tareas de investigación realizadas en el marco del proyecto NEPIA, incluyendo una revisión de la bibliografía nacional e internacional, un análisis de la normativa vigente en relación con la política migratoria de la Junta de Andalucía y una valoración sistemática de los recursos de atención en su relación con las necesidades de los inmigrantes. En el análisis de las actuaciones político-administrativas existentes, el ya varias veces mencionado Plan Integral para la Inmigración en Andalucía 2001-2004 ocupa, lógicamente, un lugar destacado, al constituir un mecanismo de coordinación y orientación de todas las políticas autonómicas relacionadas con la gestión del fenómeno migratorio, siendo Andalucía una de las primeras CC.AA. en comprometerse explícitamente con el objetivo de la integración social y dotarse de un cauce institucional específico de cooperación y coordinación entre las distintas Consejerías implicadas. A su vez, la propia realización de este estudio se enmarca en dicho Plan, al incluir éste, como uno de sus ocho ámbitos de actuación, la realización y difusión de investigaciones científicas sobre el fenómeno migratorio. En suma, la política migratoria de la Junta de Andalucía se plasma, en gran medida, en la articulación y ejecución del Plan Integral, incluyendo un seguimiento anual pormenorizado de las más de 170 medidas incluidas en el mismo (DGCPM,

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2003; DGCPM, 2004). Sin embargo, por relevante que fuera como contexto general y referencia constante, el actual Plan Integral para la Inmigración en Andalucía no es, como tal, nuestro objeto de evaluación en las páginas que siguen. Por tanto, hemos prescindido de describir y valorar, en los distintos apartados temáticos que abordaremos a continuación, todas las medidas correspondientes previstas en el mismo, limitándonos a referencias mucho más selectivas.

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CAPÍTULO 9. INTEGRACIÓN SOCIOLABORAL La integración sociolaboral es generalmente considerada como el factor más relevante para poder conseguir con éxito la integración social de los inmigrantes, visto que a su vez influye de manera decisiva en una amplia variedad de otros factores clave para la calidad de vida de los inmigrantes y sus perspectivas de integración social, incluyendo el nivel de vida, la ubicación residencial y el estatus social, por mencionar sólo algunos de los más importantes.96 Dado este papel destacado, en Andalucía son muchas las instituciones públicas y no gubernamentales que ofrecen servicios relacionados con el mundo laboral. Servicios que, según el caso, van desde la información u orientación hasta la intermediación y formación. Es menester recordar que las necesidades de los demandantes de estos servicios varían mucho en función de la fase del ciclo migratorio en la que se encuentran (ver capítulo 8). Así, cabe distinguir entre las necesidades de los recién llegados, por un lado, y de los inmigrantes ya asentados, por otro. Mientras los primeros precisan esencialmente encontrar cualquier trabajo para salir adelante (necesidad para la que sugerimos el término “inserción laboral”), en una fase más estable empieza generalmente a surgir la intención de mejorar el estatus ocupacional (necesidad para la que preferimos el término “integración laboral”). A continuación dedicaremos una serie de reflexiones a ambas cuestiones, empezando por la inserción laboral. Como veremos enseguida, se trata de un tema íntimamente relacionado con la situación administrativa de los inmigrantes. Nuestras reflexiones se refieren fundamentalmente a la situación a la hora de realizar el trabajo de campo en la primavera y el verano de 2003. Sin embargo, incluimos algunas consideraciones también sobre los posibles efectos de la reorientación de la política migratoria acometida, a partir del verano de 2004, por el Gobierno Zapatero.97 9.1. Incorporación al empleo regular En cuanto a la inserción laboral, una diferencia fundamental entre los servicios ofrecidos o apoyados oficialmente por la Administración pública, por un lado, y las prestaciones de otros agentes u organizaciones, por otro,

96 Véase, como ejemplo, el diagnóstico de la Comisión Europea (Comisión, 2003: 21): “El acceso al mercado laboral es determinante para la integración social de los ciudadanos de terceros países”. 97 Ver Real Decreto 2393/2004, de 30 de diciembre de 2004, por el que se aprueba el Reglamento de la Ley Orgánica 4/2000, de 11 de enero, sobre derechos y libertades de los extranjeros en España y su integración social (BOE 6, de 7 de enero de 2005, en www.mtas.es o www.boe.es).

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se refiere al estatus administrativo de la población atendida, al tener los primeros una población de usuarios potenciales limitada, de entrada, a personas en situación administrativa regular (permiso). En la primavera de 2003, carecía de estatus regular un porcentaje elevado de la población inmigrante asentada en Andalucía, sobre todo entre las personas con llegada reciente. En tal contexto, los mecanismos de intermediación laboral más operativos parecen ser precisamente los menos formalizados, abocando en muchos casos a situaciones de empleo sumergido. Sin ánimo de reiterar aquí los datos sobre la amplia difusión del empleo sumergido entre los inmigrantes asentados en Andalucía desde hace pocos años (ver capítulo 5), sí quisiéramos extraer de estos datos tres conclusiones prácticas en nuestra opinión ineludibles. En primer lugar, en una situación en la que una elevada proporción de los inmigrantes, como decíamos, carecen de los requisitos formales imprescindibles para ello, los servicios de intermediación ofrecidos por las Administraciones Públicas, incluido el recientemente constituido Servicio Andaluz de Empleo, no están en condiciones de poder asumir un papel central a la hora de insertar a demandantes de empleo de procedencia inmigrante en el mercado laboral. En segundo lugar, la incorporación de los inmigrantes al empleo regular tiene una destacada importancia, aparte de otros aspectos ya señalados, también para evitar la percepción de una competencia desleal bien por parte de los trabajadores autóctonos, bien de otros trabajadores inmigrantes con más duración de asentamiento (e incorporación a la Seguridad Social ya cumplida). En tercer lugar, al estar la irregularidad laboral (no cotización) de los trabajadores inmigrantes íntimamente ligada a la irregularidad administrativa (falta de permiso de residencia y trabajo), la Administración competente para la concesión de dichos permisos – es decir, la central – tiene la responsabilidad de dotar los mecanismos de regularización de la flexibilidad suficiente para poder abastecer con mano de obra regular la demanda existente en el mercado laboral. Como decíamos, estas observaciones se refieren a la situación en la primavera y el verano de 2003, anterior por tanto a la elección, en marzo de 2004, de un nuevo Gobierno central que ha señalado su intención de asumir dicha responsabilidad.98 Consideramos que el banco de prueba decisivo en cuanto a la eficacia del nuevo Reglamento de la Ley de Extranjería no consiste en el resultado del proceso extraordinario de normalización (o regularización) de los trabajadores inmigrantes que, en la primavera de 2005, se encuentran en situación de

98 La política migratoria del Gobierno Aznar es analizada de forma perspicaz por Arango y Sandell (2004); el debate sobre la Ley de Extranjería del 2000 es dibujado por Pérez Díaz et al. (2001: 87-136).

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irregularidad (disposición transitoria tercera99), sino en el funcionamiento de los procedimientos ordinarios de ordenación y regularización, una vez terminado dicho proceso. En sentido positivo, constatamos que, en comparación con la notoriamente rígida política anterior, el nuevo Reglamento de la Ley de Extranjería contiene algunos mecanismos de flexibilización que permitirían, en principio, potenciar el papel de los servicios de intermediación laboral oficiales (entre ellos, el IAE). Así, cabe señalar la posibilidad de conceder visados de búsqueda de empleo, posibilidad que surge, como elemento de la política ordinaria de regulación, en el marco del Contingente (ver Reglamento, Título V). Sin embargo, en sentido pesimista, sería ingenuo ignorar la posibilidad de que los potenciales infractores de la normativa laboral sigan estimando que la probabilidad de su detección y sanción es baja, al tiempo que las ventajas de la infracción son evidentes. Dicho de otra manera, en absoluto será fácil evitar la retroalimentación del empleo sumergido con nuevos inmigrantes de llegada reciente. Si en el mercado laboral existiese una demanda específicamente de mano de obra irregular (las importantes diferencias salariales observables entre regulares e irregulares podrían interpretarse así), se trataría de un problema no subsanable por la existencia de mecanismos de abastecimiento con trabajadores regulares. Al margen de estas consideraciones, queda también el hecho incómodo de que, llegado el momento en el que un cambio del ciclo económico rebaje la capacidad de absorción de los mercados laborales, el llamado segmento secundario, en el que se encuentran mayoritariamente insertados los inmigrantes, será especialmente vulnerable a los consecuentes ajustes. En este complejo escenario, el margen de maniobra de la Administración autonómica parece más bien reducido. Con relación a lo que llamamos inserción laboral de la población inmigrante, nuestra principal sugerencia práctica se refiere a una mejor coordinación entre las distintas campañas agrícolas (posiblemente incluyendo mecanismos coordinados de contratación en origen), de manera que se pueda maximizar el tiempo de ocupación de los trabajadores que se dedican, como temporeros, a la recolección de distintos productos agrarios. Asimismo, para respaldar la mencionada flexibilización de los mecanismos de contratación (visados de búsqueda de empleo), nos parece recomendable que la Administración autonómica siga prestando servicios de atención jurídica, como ya viene haciendo en el marco del Primer Plan Integral para la Inmigración en Andalucía. Dichas actuaciones incluyen, por un lado, la asistencia letrada y representación en procedimientos administrativos o judiciales, y por otro, el asesoramiento jurídico (fundamentalmente, tareas

99 Suponemos que el éxito de dicho proceso se medirá en relación al número de inmigrantes irregulares empadronados en España en la fecha correspondiente (7 de agosto de 2004), número que el Gobierno estima en aproximadamente 1.300.000 personas (El País, 27 de noviembre de 2004).

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de información y seguimiento). Son muchas las organizaciones (gubernamentales y no gubernamentales) implicadas en desempeñar el segundo tipo de atención jurídica, incluyendo los Colegios de Abogados de Málaga y Sevilla, los sindicatos y los servicios sociales comunitarios. En función del previsible aumento de la población demandante del servicio durante los próximos años, se observa la necesidad de una mayor dotación financiera de este recurso. Sin embargo, el hecho fundamental en relación a este ámbito de actuación es que las competencias decisivas sobre la concesión de los permisos de residencia y trabajo corresponden a la Administración central. Si bien es cierto que la prestación de servicios de asesoramiento legal es funcional en relación con la posible concesión de estos permisos, es difícil ver como desde las instituciones autonómicas se puede contribuir de manera decisiva a la solución de los dos problemas fundamentales observados por el estudio NEPIA – y muchos estudios más – en este ámbito: la tardanza generalizada en la tramitación de las solicitudes y la dificultad manifiesta en muchos casos para conseguir una resolución favorable. Queda por ver en qué medida el replanteamiento de la política migratoria acometido por el Gobierno Zapatero consigue redimensionar estos problemas, de alcance formidable, como decíamos, a la hora de realizarse nuestro trabajo de campo. Cabe predecir que, a estos efectos, mucho depende de la importancia relativa otorgada al mencionado visado para la búsqueda de empleo, frente a normas que insisten en la imposibilidad de contratación desde el propio territorio español (véase el Título IV del Reglamento, especialmente su artículo 50). Si la política migratoria sigue basándose en el supuesto de que es normalmente imposible conceder un permiso inicial de trabajo a un inmigrante que ya se encuentra (irregularmente) en España, es difícil ver cómo se puedan redimensionar las dificultades a la hora de conseguir un permiso laboral por parte de aquellas personas que hayan desoído las indicaciones de las instituciones gubernamentales, viniendo a (o quedándose en) España sin la autorización preceptiva. Si, además, estas personas pudieran confiar en que dicho supuesto se derogará temporalmente, llegado el momento de constatarse una situación extraordinaria, en aras de poder conceder permisos iniciales precisamente a las personas que están trabajando irregularmente en España, estaríamos ante un replanteamiento algo menos fundamental de lo exigible. Por cerrar estas observaciones con una consideración comparativa, llama la atención el hecho de que el mercado laboral español, y singularmente el andaluz, parecen estar demandando fundamentalmente mano de obra inmigrante poco cualificada,100 mientras que otros países de nuestro entorno europeo intentan atraer específicamente a los inmigrantes más cualificados. 100 Es menester señalar que, especialmente por parte de algunas empresas españolas de tamaño medio-grande, también existe cierta demanda de mano de obra altamente cualificada. Véase IESE (2004) para indicaciones sobre las “buenas prácticas” puestas en marcha por dichas empresas para atraer e integrar a trabajadores de procedencia inmigrante.

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Así, en Alemania, previamente a la aprobación de una nueva Ley de Inmigración en Julio de 2004, los partidos políticos llevaban años negociando dicha reforma de la política migratoria, situándose uno de sus principales ejes en el intento de atraer precisamente a inmigrantes altamente cualificados. Asimismo, desde la Comisión Europea (Comisión, 2003), la inmigración se concibe como un importante recurso potencial de cara a conseguir los ambiciosos – y crecientemente elusivos – objetivos de Lisboa (es decir, convertir la Unión Europea en la economía más competitiva y dinámica del mundo). Ante esta situación, creemos necesario un debate estratégico sobre el perfil sociolaboral de la inmigración en España, y más concretamente en Andalucía, visto que a medio y largo plazo no parece viable basar el crecimiento económico esencialmente en actividades de poco valor añadido. 9.2. Movilidad ocupacional ascendente Según la terminología que venimos empleando, el objetivo de mejorar la inserción laboral de los inmigrantes se plasma, en gran medida, en actuaciones que les permitan incorporarse al empleo regular, en el doble sentido de disponer de permiso laboral y de cotizar a la Seguridad Social. A su vez, el objetivo de mejorar la integración laboral se concreta fundamentalmente en medidas que fomenten una movilidad ocupacional ascendente de los trabajadores de procedencia inmigrante. La existencia o falta, según el caso, de acceso a la movilidad ocupacional ascendente es precisamente el criterio clave que separa contextos de recepción neutrales y hostiles, respectivamente (Portes y Böröcz, 1989). En el marco del actual Plan Integral para la Inmigración en Andalucía, ya existen actuaciones que persiguen el objetivo de fomentar dicha movilidad ocupacional ascendente, como por ejemplo la incorporación de los inmigrantes a las acciones de Formación Profesional o las ayudas al autoempleo. Sin embargo, el número de sus beneficiarios es más bien escaso en comparación con el número de trabajadores inmigrantes asentados en Andalucía. Es, por tanto, recomendable agilizar dichas actuaciones, por ejemplo estudiando la posibilidad de dar una mayor difusión a las actividades programadas de FPO en el ámbito asociativo pro-inmigrante y de inmigrantes. Igualmente, se deben intensificar los esfuerzos para que aprendan el español aquellos inmigrantes en edad laboral que carezcan de un buen conocimiento de este idioma. En la actualidad, sin embargo, los recursos de atención disponibles en el ámbito sociolaboral están centrados fundamentalmente en facilitar la ocupación de los inmigrantes en determinados segmentos del mercado laboral, generalmente caracterizados por bajos niveles de cualificación y por unas condiciones laborales comparativamente duras (gran esfuerzo físico; horario largo y/o incómodo, etc.); es decir, se trata fundamentalmente de recursos para fomentar la inserción laboral, según la terminología utilizada aquí. En

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cuanto a la integración laboral de los inmigrantes en sentido propio, dando por tanto cabida a la posibilidad de conseguir un empleo correspondiente a un nivel educativo y formativo potencialmente elevado, al margen de la condición previa de lograr la regularización del estatus residencial y laboral, ésta estará condicionada por una serie de factores estructurales. El primero es, obviamente, la estructura del mercado laboral andaluz. Al estar caracterizada por una relativa escasez generalizada de contratos indefinidos así como por una oferta laboral concentrada en gran medida en sectores sujetos a una inestabilidad temporal y precariedad contractual elevadas (construcción, servicios de hostelería, agricultura, etc.), cualquier intento sistemático de mejorar la posición laboral de los inmigrantes debería pasar, como condición previa, por mejorar la calidad de la oferta laboral en general. A continuación, sin entrar en más detalles sobre esta dimensión general del contexto estructural, nos centraremos en el objetivo específico de conseguir la plena igualdad para los inmigrantes en las oportunidades laborales a su alcance. En relación con este objetivo, una fuerte barrera de acceso al empleo cualificado consiste en las notorias dificultades experimentadas por los inmigrantes extracomunitarios a la hora de conseguir el reconocimiento, por parte de las autoridades españolas, de las titulaciones educativas obtenidas en los países de origen. Sería por tanto crucial conseguir que el Gobierno central dote con mayor agilidad los procedimientos de homologación y convalidación de los títulos formativos y académicos, de modo que los inmigrantes puedan competir en igualdad de condiciones, en función de su mérito y formación, para conseguir un empleo en aquellas actividades laborales que se correspondan a su nivel educativo. Por otra parte, creemos que para la integración sociolaboral de la población inmigrante en la sociedad andaluza existe un dilema de fondo. La posibilidad de que se produzca una exitosa integración social a medio y largo plazo de los inmigrantes requiere que la estructura de oportunidades socioeconómicas y laborales que se creen durante los próximos años, en el contexto del desarrollo y ulterior modernización de la sociedad andaluza, no excluya a los inmigrantes de los procesos de movilidad social ascendente. Esto con independencia de la necesidad de seguir combatiendo los abusos y discriminaciones a los que pueden estar sujetos los segmentos más desprotegidos de la población inmigrante, especialmente los recién llegados en situación administrativa irregular. Sin embargo, en la actualidad se viene utilizando, como argumento para fomentar la aceptación social de la inmigración por parte de la población autóctona, la necesidad de mano de obra inmigrante en aquellos segmentos del mercado laboral para los que no se encuentran trabajadores andaluces. Así, podría extenderse la idea de que la inserción de los inmigrantes preferentemente en los segmentos más precarios del mercado laboral constituye uno de los elementos en los que se sustenta la aceptación de su presencia. En síntesis, en la actualidad, constatamos la existencia de un planteamiento, relativo a la situación sociolaboral de los inmigrantes, compuesto por tres ideas básicas:

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(a) que la aceptación de los inmigrantes por parte de la población autóctona se ve beneficiada o incluso condicionada por la percepción de que no entran en competencia laboral con aquella; (b) que en la actualidad, tal ausencia de conflicto de intereses (competencia) existe en relación con los segmentos más bajos del mercado laboral, en el sentido de que la mayoría de los inmigrantes están trabajando en ocupaciones poco o nada atractivas para los autóctonos, incluso si éstos se encuentran en el paro; y (c) que en segmentos superiores del mercado laboral sí podría crearse competencia con la población autóctona, puesto que la estructura de oportunidades socioeconómicas se configura inevitablemente como pirámide, siendo relativamente escasas las posiciones en los segmentos superiores y comparativamente muchos, los aspirantes. Ahora bien, incluso si damos por buena la vigencia empírica, en estos momentos, de los primeros dos supuestos mencionados101, el conjunto de estas tres ideas es incompatible, a nuestro juicio, con el objetivo de conseguir la plena integración social de la población inmigrante, siempre que ésta se relacione con la distribución lo más igualitaria posible – independientemente de la procedencia geográfica o étnica – de las oportunidades sociolaborales y del nivel de vida al alcance de los habitantes de Andalucía. Parece obvio que, si su acceso a los segmentos medios y altos del mercado laboral resultase bloqueado a medio y largo plazo, sería muy difícil hablar de una plena integración social de los inmigrantes. Aquí radica un dilema que merece la pena señalar, aunque sólo sea para fomentar el debate sobre él. Por un lado, si la percepción de competencia laboral por parte de la población autóctona conllevara el riesgo de fomentar actitudes poco respetuosas con la presencia de los inmigrantes, y visto que las previsiones apuntan a que dicha presencia seguirá aumentando rápidamente durante años venideros, resultaría lógico limitar la inserción laboral de éstos esencialmente a segmentos relativamente poco competitivos (o con competitividad relativamente poco visible) del mercado laboral. Por otro lado, si los inmigrantes siguieran trabajando principalmente en dichos segmentos, la posición relativa de la población inmigrante en la estructura de estratificación social quedaría de entrada limitada a los escalones más bajos. Si llegara a consolidarse la actualmente incipiente segmentación étnica del mercado laboral, se estaría lejos de garantizar la integración de los in-

101 Sobre los efectos de substitución o complementariedad, respectivamente, de la mano de obra inmigrante, así como los intereses de distintos agentes sociales en relación con su incorporación a los mercados de trabajo, véase el repaso bibliográfico en Noya Miranda (2003: 45-61).

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migrantes en el sentido en que aquí venimos utilizando esta expresión. Esto sin perjuicio de que la perpetuación a medio y largo plazo de una estrecha vinculación entre procedencia y estatus social pueda dar lugar a ciertas tensiones sociales. Visto que la pobreza es una situación social intrínsicamente indeseable, los sectores de la población autóctona más expuestos al riesgo de exclusión social tenderían previsiblemente a distanciarse de lo que, material y simbólicamente, se configuraría como el último escalón de la pirámide social. Tal distanciamiento podría acabar creando conflictos sociales que, con independencia de su raíz (que puede ser de índole predominantemente socioeconómica), se manifestarían a través de tópicos malintencionados acerca de un “otro” indeseable. A nuestro juicio, la vía para superar el dilema que acabamos de apuntar consistiría en conseguir que la ausencia de competencia laboral deje de concebirse como condición necesaria para que la población autóctona acepte la incorporación de un número creciente de inmigrantes. Dicho de otra manera, si no se acepta el mérito como principal criterio para la movilidad social ascendente, con independencia de la procedencia de los sujetos, cabe esperar que a medio y largo plazo sea muy complicado avanzar hacia la plena integración social de los inmigrantes. A su vez, un escenario de desarrollo y modernización creciente de la economía y la sociedad andaluzas facilitaría mucho la aceptación universal de este criterio (mientras una percepción de cierto descontrol administrativo de los flujos migratorios la complicaría mucho). Por señalar una implicación práctica en relación a las competencias que tiene atribuida la Administración autonómica específicamente en el ámbito de la política migratoria, creemos que sería oportuno respaldar, mediante alguna campaña de sensibilización, la emergencia y consolidación de actitudes verdaderamente respetuosas con el asentamiento duradero de los inmigrantes en Andalucía. Como decíamos antes, parece difícil que dicho respeto mutuo pueda sostenerse a medio y largo plazo si no se ve la posibilidad de salir del proceso de etnificación del empleo no cualificado. Por ello, en estas campañas sería importante trasmitir la idea de que la realidad de la inmigración se compone de situaciones sociales y perfiles individuales de distinta índole, incluyendo unos perfiles y aspiraciones profesionales muy variadas cuyo denominador común es compartido con la amplia mayoría de los autóctonos, a saber: el afán por mejorar el propio nivel de vida. En este sentido, sería funcional una campaña de sensibilización social diseñada para hacer ver que tras la supuesta homogeneidad de “los inmigrantes” se ocultan situaciones personales y profesionales muy diversas.

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CAPÍTULO 10. INTEGRACIÓN SOCIOEDUCATIVA La integración sociolaboral de la población inmigrante en plena igualdad de condiciones es un ambicioso objetivo a medio y largo plazo que llegará a alcanzarse, en el mejor de los casos, en la segunda generación de inmigrantes, ya nacida en nuestro país. Este pronóstico se basa, por un lado, en el ya mencionado hecho de que muchos inmigrantes tienen considerables dificultades a la hora de hacer valer su formación profesional y nivel educativo, al haber obtenido los correspondientes títulos en el país de origen y estar pendientes de su homologación por parte de las autoridades españolas. Al margen de retrasos adicionales causados por una posible infradotación con recursos administrativos, en muchos casos se trata de un procedimiento nada sencillo, considerando la gran variedad de procedencias y titulaciones en cuestión y la dificultad de conocer su equivalencia real con titulaciones españolas. Por otro lado, la experiencia en otros países de inmigración indica claramente que el papel de la primera generación es fundamentalmente el de “abrir brecha”, creando la base para que las generaciones siguientes puedan seguir mejorando su situación ocupacional y, consecuentemente, acercar su nivel de vida a los patrones habituales para la población autóctona (Portes, 1995a; Portes, 1996; Vermeulen y Penninx, 2000; Zhou, 1999). Este sería el escenario, como decíamos, en la mejor de las hipótesis, pues desde una perspectiva comparativa tampoco faltan ejemplos de estancamiento o incluso retroceso de la situación sociolaboral de las segundas y terceras generaciones respecto de la primera.102 Entre los factores que influyen en la situación social futura de los jóvenes de procedencia inmigrante, el sistema educativo desempeña con toda evidencia un papel decisivo. Asimismo, el sistema educativo juega un papel clave a la hora de configurar las pautas de convivencia entre autóctonos y personas inmigradas. Por estos motivos, es lógico que la Junta de Andalucía, como lo sería también para otras administraciones, haya convertido la integración de los niños inmigrantes en el sistema educativo andaluz en una de sus actuaciones más significativas en materia migratoria. La incorporación de los niños inmigrantes al sistema educativo andaluz se está llevando a cabo con un objetivo integrador, al ser el derecho a la educación obligatoria extensivo

Como subraya Zanfrini (2004: 160-166), en el centro y Norte de Europa, un punto de inflexión fundamental en este sentido era la crisis del petróleo del 1973, crisis que resultó en un importante reconversión industrial y en la consecuente redefinición de la demanda de mano de obra, redefinición cuyos efectos se extienden a la segunda y tercera generación de procedencia inmigrante. Así, hoy en día se observan unas elevadas tasas de desempleo de los ciudadanos de terceros países residentes en algunos países de la Unión Europea con más historia como destinos de la inmigración (Comisión, 2003: 58; Vermeulen y Penninx, 2000: 13). 102

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a todos los niños empadronados en Andalucía, independientemente del estatus administrativo (permisos) propio o de sus padres.103 Dicha incorporación se hace de manera “normalizada”; es decir, se busca la plena participación de todo el alumnado inmigrante en las ofertas educativas generales correspondientes a su edad. Para que todos los niños de procedencia inmigrante puedan efectivamente ejercer su derecho a la educación, se están llevando a cabo actuaciones complementarias de captación, así como refuerzos de la oferta educativa en zonas y épocas de cosecha de temporada. Asimismo, en las aulas se busca promover la interacción, el intercambio y el respeto entre distintas culturas. Con todo, cabe decir que la actuación fundamental – y presupuestariamente más relevante – de la Administración autonómica en el ámbito educativo es la de “facilitar la escolarización, en cualquier época del año, de todas las niñas y niños pertenecientes a familias inmigrantes, en las mismas condiciones que el alumnado andaluz” (objetivo especifico 1.1. del Plan Integral). A continuación, utilizaremos datos de la encuesta para comprobar los resultados de dicha actuación, para posteriormente hacer una serie de observaciones ulteriores. 10.1. Escolarización A todos aquellos entrevistados que declararon convivir con alguien en su hogar hicimos varias preguntas sobre la convivencia con menores de edad. En un 78% de estos casos, los encuestados declaran no convivir con niños de hasta 6 años de edad, y en un 75% declaran que no lo hacen con niños de entre 6 y 15 años. Dicho al revés, en un 22% de los hogares de inmigrantes hay niños de menos de 6 años (tramo no obligatorio del sistema educativo andaluz), y en un 25% hay niños entre 6 y 15 años (tramo obligatorio). Los porcentajes de mujeres que viven con niños son claramente superiores a los de los varones para ambos intervalos de edad, pero, en cualquiera de los dos casos, destaca el hecho de que el número de menores en los hogares es relativamente bajo, pues sólo el 3% declara convivir con más de 2 niños de entre 6 y 15 años y sólo el 0,5% dice hacerlo con más de dos niños de menos de 6 años (ver Anexo 2, Tablas 60 a 65). A los inmigrantes que conviven con niños, se les preguntó por la escolarización de los mismos, término que se utiliza aquí en sentido amplio, incluyendo la educación preescolar. Los resultados revelan una alta incidencia

103 Cabe subrayar que dicha extensión del derecho a la educación obligatoria radica en varios tratados internacionales, de manera que su reconocimiento por la legislación española no es, ni mucho menos, un acto de generosidad deliberada, sino simplemente fruto de normas firmemente establecidas (y compromisos ineludiblemente adquiridos) en el ámbito internacional (Aja, 1999).

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de la escolarización temprana, puesto que más de las dos terceras partes de los niños con menos de 6 años se encuentran escolarizados, a pesar de tratarse de un tramo no obligatorio del sistema educativo. Al restante tercio se le pidió indicar también los motivos de la no escolarización, destacando dos causas: por un lado, la preferencia por tener a los niños en casa (por lo que la ausencia podría suponerse voluntaria) y, por otro, la falta de plazas en guarderías públicas (en este caso se puede hablar de una causa no voluntaria). Por procedencia, los iberoamericanos tienen una mayor tendencia a atribuir la no asistencia a la escasez de plazas de guardería (este motivo es indicado por un 22% de los casos correspondientes). Como motivo para no llevar a su niño a la guardería o el colegio, las mujeres aluden, con mayor frecuencia que los varones, al hecho de que prefieren tenerlo en casa. Esta respuesta es particularmente destacable entre las mujeres magrebíes; un 63% de las cuales se pronuncia en este sentido. Sin embargo, el número de entrevistados que contestó esta pregunta es demasiado reducido como para poder hacer afirmaciones estadísticamente representativas. Con relación al tramo de edades entre 6 y 15 años, si contemplamos los números absolutos de las observaciones correspondientes en la encuesta, la escolarización de los niños no parece presentar graves problemas. Sólo 19 entrevistados declararon convivir con menores de este grupo de edad que no se encuentran escolarizados; la mayoría de ellos (12) residentes en la provincia de Almería. Sin embargo, si contemplamos estos casos de no escolarización como proporción de los niños escolarizados en este tramo de edades (tomando como referencia siempre los datos proporcionados por aquellos encuestados que declararon convivir con menores del correspondiente tramo), se puede constatar que en las zonas de asentamiento de tipo rural o semi-rural aún queda margen para seguir mejorando los resultados (véanse los Gráficos 20 y 21). En resumen, con los matices que acabamos de aportar, el esfuerzo hecho por la Junta de Andalucía por conseguir la plena escolarización de los niños inmigrantes (incluyendo los niños pertenecientes a familias dedicadas a labores de temporada) parece estar dando sus frutos. En la actualidad, las carencias con relación al acceso de los niños inmigrantes a la educación obligatoria parecen ser reducidas, mientras que se observan tasas elevadas de escolarización también en el tramo no obligatorio (menos de 6 años). Se trata de un éxito importante, máxime en un contexto en el que el volumen del alumnado de procedencia extranjera crece muy rápidamente. Hay que destacar que atribuimos una función clave a la continuidad de esta actuación (fomentar la plena escolarización de los niños de procedencia inmigrante) para poder progresar hacia el objetivo de conseguir la integración de los inmigrantes en la sociedad andaluza. Las reflexiones que siguen se basan en la consideración de que la plena escolarización del alumnado inmigrante no garantiza, por sí misma, la integración. Constituye sólo una primera precondición indispensable.

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%total(muestra ponderada)

Gráfico 20. Proporción de no escolarizados de entre los menores (6-15 años), población inmigrante asentada en Andalucía, primavera de 2003, por Zona de asentamiento 12 10 8 6 4 2 0 Grandes Zonas rurales del Ciudades interior

Zonas de Zonas Costeras agricultura intensiva

Fuente: estudio NEPIA

Gráfico 21. Proporción de no escolarizados de entre los menores (6-15 años), población inmigrante asentada en Andalucía, primavera de 2003, por Conjunto geopolítico de procedencia

%total(muestra ponderada)

12 10 8 6 4 2 0 Asia

Europa del Iberoam. Magreb y Este OP

África Sub.

Fuente: estudio NEPIA

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Centraremos nuestras observaciones en la incorporación de los niños de origen inmigrante en los tramos obligatorios del sistema educativo andaluz, siendo ésta una de las actuaciones más destacadas emprendidas por la Junta de Andalucía en materia de política migratoria. Cabe mencionar, sin embargo, que la inserción de los niños de procedencia inmigrante en la atención socioeducativa preescolar también tiene una eminente función estratégica, en el sentido de que puede contribuir a prevenir una serie de problemas que pudieran producirse posteriormente, ya en etapa escolar.104 En este sentido, es conveniente ampliar la oferta de plazas de atención socioeducativa para menores de 3 años, de manera que pueda satisfacer la demanda de todas las familias que reúnan los requisitos actualmente vigentes (requisitos entre los que destaca la actividad laboral de los padres o cuidador monoparental, según el caso).105 Se trata de una medida apta para mejorar no sólo la integración del alumnado inmigrante en el sistema educativo y la cohesión social de la población andaluza en su conjunto, previniendo un posible desfase de conocimientos y habilidades en los tramos posteriores del sistema educativo, sino también para fomentar la integración laboral de las mujeres inmigrantes y autóctonas. 10.2. Solvencia lingüística y académica Por considerar que en el sistema educativo la sociedad andaluza se juega, en gran parte, la posibilidad de conseguir la integración social en igualdad de condiciones de las personas de procedencia inmigrante, quisiéramos hacer algunas observaciones más sobre la adecuación a este objetivo de la actual oferta y normativa educativas. Estas observaciones tratan sobre (1) las necesidades educativas especiales de algunos alumnos de procedencia inmigrante, (2) la configuración normativa del alumnado inmigrante como

104 La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) otorga gran relevancia a la educación preescolar. A pesar de no estar incluida en una evaluación pormenorizada de las políticas correspondientes en 18 países, realizada recientemente por dicha organización, cabe vaticinar que algunas de sus conclusiones son aplicables también a España. Así, respecto de Alemania – es decir, otro país europeo que está abocado a una grave crisis demográfica a causa de unas tasas de fertilidad bajísimas – se observa una preocupante infra-dotación de recursos educativos específicamente para niños de entre cero y tres años de edad (OCDE, 2004). 105 Véase el Decreto 137/2002 de la Junta de Andalucía, de Apoyo a las Familias Andaluzas (Art.9), modificado por el Decreto 18/2003 (Art.4). Nuestra sugerencia es convertir en no operativo el Art. 15 (Criterios de valoración) de la Orden del 6 de Mayo de 2002, por la que se regula el procedimiento de admisión en Centros de atención socioeducativa en aquellos casos en los que la demanda supera la oferta. Para el texto de cualquier normativa de ámbito andaluz, ver www.andaluciajunta.es/BOJA.

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colectivo con necesidades educativas especiales, (3) los mecanismos de escolarización del alumnado inmigrante, y (4) la medición de los resultados obtenidos por el sistema educativo con relación a la integración social del alumnado inmigrante. (1) En la actualidad, se constatan principalmente dos tipos de necesidades especiales por parte de algunos alumnos inmigrantes. La primera, probablemente la más específica y urgente, se da por parte de algunos niños o adolescentes que llegan a España desconociendo nuestro idioma y siendo analfabetos en su propia lengua. Frente a estas carencias, se precisa una actuación especializada, cuya excepcionalidad no viene marcada por el origen de la población objeto de la intervención (puesto que otros niños de ese mismo origen no se verán en la misma circunstancia), sino por las especiales condiciones que concurren en estos casos. Al realizar las entrevistas con los informantes cualificados, en los meses de junio y julio de 2003, la actuación preceptiva a este respecto era escolarizar a estos niños o adolescentes en el nivel que, al haber seguido el currículo escolar normal, se correspondería a su edad. Su situación educativa real venía considerándose un hecho secundario, en el sentido de que no influía en la determinación del año escolar que se les supone correspondiente. De esta manera, chicos de 14 o 15 años sin experiencia escolar previa se enfrentaban a la exigencia de obtener, en un plazo de dos o tres años, un diploma que certifica 10 años de estudios (ESO), exigencia que resulta descomunal incluso si el alumno cuenta con el respaldo de programas de educación compensatoria. El Decreto 167/2003 de la Junta de Andalucía, de 17 de junio, por el que se establece la ordenación de la atención educativa a los alumnos y alumnas con necesidades educativas especiales asociadas a condiciones sociales desfavorables, incluye una norma que podría contribuir a solucionar este problema. Concretamente, en su Artículo 10, dicho Decreto establece que los Planes de Compensación Educativa a elaborar por centros docentes que escolaricen alumnado con necesidades de compensación educativa deberán concretar, entre otros elementos, “medidas para compensar el desfase curricular que pueda presentar el alumnado en situación de desventaja socioeducativa, incluyendo, en su caso, una adecuada planificación y organización de los espacios, tiempos y agrupamientos del alumnado de forma flexible y adaptada a sus necesidades”. Esta norma permite a los centros que escolaricen a alumnado con las características mencionadas (un nivel educativo muy desfasado en relación con la edad del alumno) flexibilizar la agrupación en unidades escolares de la manera que mejor se corresponda con las necesidades de todo el alumnado; queda por ver su efecto real en la práctica educativa. La segunda necesidad educativa especial consiste en el aprendizaje del idioma español por parte de los niños inmigrantes que lo desconocieran (cabe señalar que ciertas carencias lingüísticas se extienden incluso a niños inmi-

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grantes de origen iberoamericano, puesto que pueden no estar preparados para manejar el sistema de categorías y expresiones habitual en la sociedad de acogida). Es evidente que la plena participación del alumnado inmigrante en las ofertas educativas generales (y de forma más amplia, la integración de los inmigrantes en la sociedad andaluza) presupone, lógicamente, un buen conocimiento del idioma. Por ello, la adaptación lingüística constituye una prioridad igualmente lógica a la hora de atender al alumnado inmigrante. A estos efectos, el Primer Plan Integral para la Inmigración en Andalucía y el mencionado Decreto 167/2003, en su Artículo 26, prevé el establecimiento de grupos o aulas temporales de adaptación lingüística (ATAL) en aquellos “centros que escolaricen un número significativo de alumnado inmigrante en situación de desventaja sociocultural”. Las ATAL constituyen un recurso de integración sencillamente indispensable, siempre que no lleguen a convertirse en alternativa a la – igualmente indispensable – formación de todo el profesorado para afrontar el reto de desempeñar su trabajo ante un alumnado cada vez más heterogéneo en cuanto a su procedencia. Enfatizamos, por tanto, la naturaleza prioritaria de la correspondiente medida del Primer Plan Integral para la Inmigración en Andalucía (concretamente, la medida 1.3.1, es decir la “instalación progresiva de Aulas de Adaptación Lingüística en función de las necesidades de cada una de las zonas y centros que escolarizan alumnado inmigrante, con su equipamiento correspondiente”). (2) Parece acertado el planteamiento comentado en el punto anterior, según el que las necesidades educativas especiales de algunos alumnos de procedencia inmigrante no surgen en función de su origen, sino de determinadas circunstancias sociales o individuales. No obstante, quisiéramos señalar con cierta preocupación que la actual configuración normativa del alumnado inmigrante como posible destinatario de actuaciones educativas compensatorias podría resultar disfuncional de cara al reto de conseguir la plena integración educativa de dicho alumnado. El Decreto 167/2003 establece una serie de situaciones o condiciones sociales constitutivas de necesidades educativas especiales, complementando de esta manera las actuaciones compensatorias dirigidas al alumnado con necesidades educativas especiales debidas a discapacidades personales de orden físico, psíquico, cognitivo o sensorial. Concretamente, las actuaciones de dicho Decreto se dirigen a las siguientes categorías de alumnado (Art.3): (a) Que se encuentre en situación de desventaja sociocultural. (b) Que por pertenecer a minorías étnicas o culturales se encuentre en situación desfavorecida para su acceso, permanencia y promoción en el sistema educativo. (c) Que por razones sociales o familiares no pueda seguir un proceso normalizado de escolarización. (d) Que por decisiones judiciales o razones de salud necesite atención educativa fuera de las instituciones escolares.

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(e) Que por cualquier otra circunstancia se encuentre en situación desfavorecida similar. Es obvio que la dotación con recursos financieros y económicos de medidas tan esenciales para la integración del alumnado inmigrante, como son las mencionadas Aulas Temporales de Adaptación Lingüística, presupone lógicamente la configuración normativa de las necesidades correspondientes (véase Aja, 1999: 80-83). Sin embargo, podría resultar contraproducente la inclusión de dicho alumnado como colectivo, en función esencialmente de factores étnicos o culturales, como destinatarios de actuaciones de compensación educativa. Mientras que el Decreto 167/2003 sí define, en el Art. 15, la “situación de desventaja sociocultural” a la que se refiere el Art.3 (a) (se trata de zonas urbanas con altas tasas de problemas como el absentismo escolar, la pobreza o el desempleo), no se contempla definición específica alguna de “desventaja” en relación con las minorías étnicas o culturales. Así las cosas, existe una variedad de posibles interpretaciones en cuanto a la naturaleza de dicha “desventaja”: - La aplicabilidad de los elementos definitorios del Art. 15 (se encontrarían en “desventaja sociocultural” aquellas minorías con altas tasas de los problemas sociales mencionados). - La propia naturaleza minoritaria de determinados grupos étnicos o culturales. - El estatus jurídico de estos inmigrantes. - La zona de procedencia de algunas de las minorías étnicas o culturales asentadas en Andalucía. Se puede descartar la primera de estas interpretaciones, puesto que no disponemos de conocimientos lo suficientemente pormenorizados como para poder medir estos indicadores de manera operativa. También se puede descartar la segunda interpretación por tautológica. La tercera interpretación puede tener cierta verosimilitud, considerando sobre todo la gran diferencia que comporta, con relación a los derechos civiles, sociales y políticos, disponer de la ciudadanía de uno de los países de la Unión Europea, frente a otras nacionalidades. Por tanto, la tercera interpretación conduce a la cuarta: resulta, en resumidas cuentas, que el alumnado inmigrante ha de considerarse necesitado de compensación educativa esencialmente en función de su zona de origen. O sea, para volver a citar el mencionado Decreto (en este caso, su Preámbulo), la procedencia étnica o cultural de los niños inmigrantes comportaría, de entrada, el peligro o riesgo de perjudicar “los resultados académicos” que pudieran alcanzar. Si bien es cierto que, en un momento dado, dicho Preámbulo se refiere a los niños pertenecientes a minorías étnicas o culturales que precisen medidas y actuaciones de carácter compensador, matizando por tanto que la pertenencia a dichas minorías no

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se considera automáticamente un criterio suficiente para la necesidad de educación compensatoria, la semántica general del Decreto no excluye una lectura que implicaría cierta problematización del alumnado inmigrante como supuestamente menos proclive a alcanzar buenos resultados académicos. Ante la posibilidad de que una lectura de este tipo pueda resultar socialmente influyente, es oportuno revisar la configuración conceptual y normativa de las necesidades educativas especiales de alumnos de origen inmigrante de tal manera que se evite cualquier referencia a estos alumnos como colectivamente necesitados de educación compensatoria.106 Concretamente, cabe estudiar la posibilidad de referirse a necesidades concretas que dependen de la situación social e individual de cada alumno, incluyendo necesidades de tipo lingüístico, necesidades relativas a la asistencia en las tareas escolares, etc. (3) Existen representaciones mediáticas que, con relación a la situación en otras Comunidades Autónomas cuyo volumen relativo y absoluto de alumnado inmigrante es actualmente muy superior al observado en Andalucía, han estado vaticinando la conversión de la escuela pública en su conjunto en gueto educativo para niños inmigrantes. No descartamos que estas representaciones, restándoles cierta dosis de exageración y parcialidad, pueden indicar la tendencia a la aparición de un problema real que puede afectar a Andalucía igual que a otras CC.AA., a saber, la concentración, en función de su procedencia, de los alumnos inmigrantes en determinados centros docentes. Según un reciente informe del Defensor del Pueblo español (DP, 2003), “la variable ‘concentración’, es decir, el examen de los centros educativos con porcentajes de alumnado de origen inmigrante superiores al 30%, da lugar a valoraciones negativas de la situación por parte de la práctica totalidad de los integrantes de la comunidad educativa” (p.9). El problema consistiría pues en la combinación de (a) una concentración real (empíricamente contrastada) del alumnado inmigrante en determinados centros escolares con (b) una valoración negativa de dicha situación sobre todo por parte de los padres de alumnos de origen autóctono, valoración que podría generar a su vez un efecto de retroalimentación del fenómeno. No disponemos de datos que permitan hacer un diagnóstico representativo de esta realidad en Andalucía, pero es menester señalar que en la actualidad, en Andalucía igual que en otras CC.AA., se detectan ya concentraciones elevadas de niños inmigrantes en determinados colegios e institutos, tendencia que está previsiblemente destinada a reforzarse. En cuanto a las causas, la distribución residencial de las familias inmigradas juega sin duda un papel destacado, dada la elevada ponderación de la cercanía inmediata del domicilio en los baremos de

106 Las observaciones de Aramburu (2002: 196-198; con referencia a Pascual, 1998) y de García Castaño y Granados Martínez (1997), respectivamente, apuntan en la misma dirección.

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admisión a cada centro (área de influencia vs. área limítrofe). Sin embargo, no parece que sea el único factor: existen indicios de que, una vez creada una concentración incipiente de alumnado inmigrante en un determinado centro, ésta se refuerza a veces desde la Administración educativa en aras de amortizar los correspondientes recursos y conocimientos específicos. La concentración del alumnado inmigrante en determinados centros constituye una cuestión extremadamente espinosa y en relación con la que no nos constan propuestas concretas de eficacia contrastada. Queda por ver el efecto de la reciente creación, por parte de la Consejería de Educación y Ciencia de la Junta de Andalucía (Decreto 77/2004), de la posibilidad de reservar hasta tres plazas por unidad escolar para niños con necesidades educativas especiales, entre ellos, niños de familias inmigradas, efecto que dependerá, a nuestro juicio, enteramente de los criterios y mecanismos concretos de su aplicación. Nos limitamos de momento a subrayar que la concentración del alumnado inmigrante se convierte en un problema social fundamentalmente en la medida en la que está siendo percibida como perjudicial para el rendimiento académico del alumnado en su conjunto. Desde esta óptica (entre otras), al margen de la posibilidad de conseguir una distribución más homogénea de dicho alumnado, el reto prioritario consiste sin duda en fomentar un buen rendimiento académico de todo el alumnado, independientemente de su procedencia. (4) En la actualidad, los indicadores incluidos en el Plan Integral para la Inmigración en Andalucía, no permiten medir el progreso material en la plena integración social del alumnado de origen inmigrante. Este objetivo general (conseguir la plena integración social) debería plasmarse, en el ámbito educativo, en indicadores que se refieran al rendimiento académico de los alumnos de procedencia inmigrante. Sin embargo, en la actualidad, los indicadores disponibles se refieren bien a la dotación o número de determinados recursos en los centros educativos, bien al número de alumnos inmigrantes escolarizados. Esta situación es comprensible, visto que el reto prioritario a la hora de redactar el Plan era conseguir la plena escolarización de este alumnado y establecer una serie de actuaciones complementarias. Al haberse conseguido, con ciertos matices, un nivel satisfactorio de escolarización, en ediciones futuras del Plan, sería oportuno incluir indicadores aptos para medir los efectos materiales de las medidas implementadas, así como la capacidad del sistema educativo andaluz en su conjunto para forjar en su alumnado las dotes académicas correspondientes a su edad. Por poner un ejemplo, un objetivo relevante a medio plazo podría consistir en conseguir (a) que los porcentajes de alumnos andaluces que finalizan determinadas etapas educativas en la edad ideal (por ejemplo, la enseñanza obligatoria a los 15 años de edad) alcancen las correspondientes medias nacionales, y (b) que los alumnos de procedencia inmigrante alcancen valores similares a los demás jóvenes escolarizados en Andalucía en lo que a dichos porcentajes se

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refiere.107 No cabe duda alguna de que el rendimiento académico de los alumnos de procedencia inmigrante es un factor clave en el proceso de integración de la población inmigrante (Portes y Hao, 2004; Portes y Rumbaut, 2001). Asimismo, es menester señalar que será muy difícil conseguir los ambiciosos objetivos que se ha marcado la Junta de Andalucía respecto de la integración social de los inmigrantes, junto con otros objetivos de gran importancia (sociedad del conocimiento; mejora de la productividad; etc.), sin incrementar de manera significativa los recursos dedicados al sistema educativo. Nos referimos, por un lado, a actuaciones dirigidas específicamente al alumnado de procedencia inmigrante (ATAL; dotaciones extraordinarias de funcionamiento; formación de todo el profesorado; complementos de retribución; servicios de transporte; etc.), y, por otro, en términos generales, a la inversión por alumno.

107 Desde una perspectiva comparativa, es llamativo que los resultados del primer estudio PISA – estudio sobre los conocimientos del alumnado de educación secundaria elaborado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE, 2002) – provocaron un amplio y sostenido debate en algunos de los países que obtuvieron unos resultados mediocres en dicha evaluación, debate que se centra, precisamente, en cómo mejorar los conocimientos académicos del alumnado. En España, tal debate ha brillado por su ausencia; está por ver qué reacción suscitarán los resultados del segundo estudio PISA (www.oecd.org/pisa), igual de desoladores que los del primer Informe PISA en lo que al sistema educativo español se refiere. – Respecto de la experiencia escolar de los jóvenes inmigrados, el estudio de Mata (2004) (para el caso de Lleida) señala retos considerables en cuanto a aspectos como la motivación, las relaciones sociales y la permanencia en el sistema educativo hasta, cuando menos, terminar la etapa obligatoria. Problemas como la desmotivación de muchos alumnos y la infradotación con recursos son señalados también por Pérez Díaz et al. (2001: 205-212).

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CAPÍTULO 11. OTRAS POLÍTICAS SECTORIALES En este capítulo se analizan otros tres ámbitos destacados de actuación, a saber: la política de vivienda, la política sanitaria y la política de servicios sociales. Excepto para el caso de la vivienda, en el que ya hemos descrito la situación en la que se encuentra la población inmigrante asentada en Andalucía, enlazaremos la descripción de dicha situación, fundamentalmente a tenor de indicadores incluidos en la encuesta, con reflexiones y sugerencias relacionadas con el objetivo primordial de conseguir la integración social de los inmigrantes. Una primera observación ha de dirigirse a la configuración general de la política migratoria de la Junta de Andalucía. Nos referimos al hecho de que, al igual que en los ámbitos laboral y educativo, la Administración autonómica apuesta por la llamada normalización de los recursos de atención disponibles para los inmigrantes. Esto significa que, en vez de establecer recursos y cauces paralelos a los utilizados por la población autóctona, la Junta de Andalucía aboga por la incorporación de los inmigrantes asentados en esta Comunidad Autónoma a sus principales políticas de bienestar. Por tanto, en cuanto a los recursos de atención, en Andalucía está ya en marcha una política de normalización del fenómeno migratorio. En líneas generales, y sin menoscabo de ciertos matices, cabe calificar esa línea de actuación como positiva y exitosa. Si no estuviera ya firmemente establecida y plasmada en documentos como el Primer Plan Integral para la Inmigración, la principal recomendación, en cuanto al diseño general de los recursos de atención, sería optar precisamente por esta vía. Visto el objetivo estratégico de la Administración Autonómica de conseguir la plena integración social de los inmigrantes, sus actuaciones concretas tendrán que buscar siempre la normalización de los recursos de atención destinados a esa parte de la población. Cualquier excepción a esta regla deberá concebirse como medida temporal referida a un segmento de la población definido en función no de su origen, sino de situaciones sociales específicas.108 El establecimiento de recursos diseñados específicamente para la población inmigrante puede resultar funcional con relación a dicho objetivo (conseguir la plena integración social de los inmigrantes) sólo como medida temporal que facilite la participación de los inmigrantes en la sociedad andaluza y en sus instituciones en igualdad de condiciones con la población autóctona. Es más, a la hora de establecer recursos temporales específicamente para los inmigrantes, tendrá que tenerse en cuenta el triple riesgo de (a) lo que podríamos denominar “etnificación simbólica” de los problemas sociales, (b)

108 Es el caso, por ejemplo, de las actuaciones de primera acogida dirigidas a las personas recién llegadas (Pajares, 2002: 529).

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la generación de intereses corporativos relacionados con la atención a esta parte de la población, y (c) la percepción, por parte de algunos sectores de la población autóctona, de trato preferente hacia los inmigrantes. Desde esta perspectiva, pensando en las competencias autonómicas, los principales retos a medio y largo plazo consisten en consolidar dicha línea político-administrativa de incorporación de los inmigrantes a las políticas generales de bienestar, prevenir posibles tensiones sociales entre las poblaciones autóctona e inmigrada y mejorar la eficacia de dichas actuaciones respecto de toda la población andaluza, en función de su situación social y necesidades específicas. 11.1. La calidad de la situación residencial La actual política de la Junta de Andalucía en materia de vivienda, articulada en el IV Plan Andaluz de Vivienda y Suelo, es un buen ejemplo de lo que venimos observando: persigue los objetivos de incorporación a las políticas generales, prevención de tensiones sociales y eficacia. Antes de analizar esta política con algo más de detalle, cabe describir brevemente su contexto. A estos efectos, parece oportuno distinguir entre el contexto general y el específico, respectivamente. En cuanto al contexto general, común para toda la población andaluza, es menester recordar la importante subida de precios en el mercado inmobiliario observada durante los últimos años en España, incluyendo a Andalucía. Se trata precisamente del periodo en el que se ha acelerado notablemente el ritmo de llegada de los inmigrantes a tierras andaluzas. Las implicaciones de dicha subida, perjudiciales sobre todo para los segmentos económicamente más desfavorecidos de la población, son extensivos a los inmigrantes. Concretamente, si ya en general se constata que “la movilidad residencial decrece con la renta y con la clase social” (Leal, 2002: 67), la actual coyuntura del mercado inmobiliario acentúa la distribución espacial de la población en función de su poder adquisitivo, posiblemente fomentando procesos de concentración de personas expuestas al riesgo de exclusión social (Pérez Yruela et al., 2002). Los datos presentados en el capítulo 6 reflejan la preocupación de los inmigrantes por los altos precios de la vivienda, sobre todo en las zonas de “Costa turística” y “Grandes ciudades”. Sin embargo, en cuanto al contexto específico, cabe referirse principalmente a las restantes dos zonas de asentamiento, a saber, las zonas del “Rural interior” y, sobre todo, de la “Agricultura intensiva”. En estas zonas, una proporción muy considerable de los inmigrantes procedentes de países menos desarrollados se encuentra altamente necesitada en cuanto a la calidad de su vivienda o alojamiento, bien por superar el número de temporeros que acuden en época de cosecha, por un lado, el número de plazas habitacionales disponibles, por otro, bien por residir en condiciones infrahumanas incluso una

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elevada proporción de los inmigrantes asentados de manera más estable. Se trata de situaciones residenciales que, al margen de lo insostenibles que son para los propios afectados, pueden crear una considerable alarma social. Con relación a este fenómeno, nuestros datos contextualizan y corrigen las cifras manejadas anteriormente y, sobre todo, especifican mejor la naturaleza del problema. Así, resulta que tres de cada diez inmigrantes actualmente afincados en municipios andaluces con actividad socioeconómica predominantemente de “agricultura intensiva”, residen en viviendas no dignas. Concretamente, un 8% de estos inmigrantes vive en situación de exclusión espacial; alrededor del 9% está expuesto a hacinamiento grave en su hogar, y para el 20% de todos los inmigrantes asentados en dichos municipios, este “hogar” es una infravivienda. Estos mismos porcentajes indican que, para algunos inmigrantes, se sobreponen varios de los mencionados problemas. Se trata de cifras realmente preocupantes, si bien se quedan (diríamos afortunadamente) lejos de los disparados porcentajes manejados en estudios anteriores.109 Por la relevancia del tema y sus implicaciones para la buena convivencia entre distintos sectores de la población, la Administración Autonómica ya diseñó en su momento una actuación: el Decreto 2/2001, destinado a promover la construcción de alojamientos y viviendas en régimen de alquiler en zonas de alta movilidad laboral. A pesar de haberse definido las subvenciones en dicho Decreto en términos económicamente muy atractivos (véanse los Artículos 5.1. y 5.2. del Decreto en cuestión), el número de proyectos de construcción que se acogieron a dicha normativa (y al Decreto 106/2001, que prolongó su vigencia) se quedó corto respecto a las expectativas. El análisis de las limitaciones del Decreto 2/2001 (modificado por el Decreto 291/2003) condujo a la Consejería de Obras Públicas y Transportes a apostar por una diversificación de sus actuaciones. El IV Plan Andaluz de Vivienda y Suelo 2003-2007 (Decreto 149/2003 de 10 de junio de 2003; BOJA núm. 117/2003) incluye una serie de herramientas en este sentido: la promoción de viviendas protegidas de régimen especial en venta (Art. 18-22), la promoción de alojamientos protegidos en alquiler destinados a personas con recursos limitados y necesidades temporales de vivienda (Art. 36-39), el apoyo de bolsas locales de viviendas para alquiler (Art. 52-5) y la transformación de la infravivienda (Art.61-64). Cabe subrayar una vez más que se trata de herramientas generales, aplicables a toda la población andaluza en función de determinadas situaciones sociales. Su funcionalidad específica para contribuir a la mejora de la situación residencial de la población inmigrante deriva del hecho de

109 Esta diferencia respecto de estudios anteriores se explica, fundamentalmente, por haberse ampliado notablemente el ámbito territorial. Así, nuestros datos confirman que en algunos municipios de la provincia de Almería, la vivienda no digna afecta a entre aproximadamente un tercio (Almería capital; El Ejido; Roquetas) y la mitad (Níjar) de la población inmigrante.

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que, a la hora de proceder a la distribución (mediante sorteo) entre los aspirantes, los promotores públicos pueden establecer cupos para determinados colectivos sociales especialmente vulnerables. Hay que destacar que, a diferencia de lo anteriormente observado en relación con la normativa vigente en el ámbito educativo, el Plan Andaluz de Vivienda y Suelo 2003-2007 evita la configuración a priori de determinadas minorías étnicas o culturales como desfavorecidas: “se considera familia con especiales problemas sociales aquellas respecto de las cuales desde los Servicios Sociales Comunitarios se indiquen carencias personales, económicas, laborales, o de otra índole que en su conjunto provoquen una situación de exclusión social o el riesgo de acceder a ella” (Art. 3.7.). Puede entenderse que el establecimiento de cupos específicos para inmigrantes impulsado desde la Consejería competente seguirá esta misma línea, evitando por tanto cualquier tendencia a una etnificación simbólica de los riesgos de exclusión social. Ahora bien, hay que subrayar que tal incorporación genérica o tácita de los inmigrantes al conjunto de los potenciales beneficiarios de las políticas de vivienda estará sujeta, durante la vigencia del mencionado Plan, a la prueba empírica de su eficacia; caso de no resultar operativa, tendrán que volver a plantearse otras opciones. Dicha eficacia será mayor si la actuación general se complementa con actuaciones específicas de información o gestión, que deberían centrarse en aquellas zonas con más problemas en cuanto a la calidad de la situación residencial de los inmigrantes. 11.2. El rendimiento del sistema sanitario público La pieza fundamental –y el principal logro– de la política sanitaria andaluza en relación con los inmigrantes residentes en Andalucía consiste en ofrecerles acceso generalizado al sistema sanitario, con independencia de factores como procedencia, estatus administrativo (posesión de permiso) o nivel de ingresos. En otras palabras, a pesar de estar formalmente vinculado al sistema de la Seguridad Social, y siguiendo una pauta observable en varios países europeos (Gulliford y Morgan, 2003; Moreno Fuentes, 2003; Vulpiani et al., 2000), a efectos prácticos, el sistema sanitario andaluz tiene vocación universalista, vocación que se extiende también a los inmigrantes procedentes de países menos desarrollados. Concretamente, a la hora de atenderles, a los inmigrantes se les exige, como documentación justificante, sólo la inscripción en el Padrón municipal (justificación de la que se prescinde en casos de emergencia). Se trata de otro ejemplo de una política sectorial “normalizada”, con beneficios para todos los andaluces: como política sanitaria universalista, para los inmigrantes atendidos, y como política de salud pública, para el conjunto de la población. Ahora bien, en el caso de la población inmigrante, dicha incorporación a las instituciones sanitarias generales exige un esfuerzo activo de captación. Así,

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en vez de atender sólo a los inmigrantes que acudan por su propia iniciativa a sus instalaciones, el sistema sanitario andaluz promueve activamente la conversión en usuarios de la red de hospitales y centros de salud públicos de todos los inmigrantes que tuvieran algún problema de salud. Se trata de un planteamiento observado con relación a otras políticas sectoriales: la integración al cauce institucional general se consigue y se consolida con actuaciones complementarias. En este caso, las actuaciones específicas se concretan principalmente en la derivación al sistema sanitario público por parte de varias ONG, la emisión de una tarjeta sanitaria específica para aquellos inmigrantes que carecieran de vinculación al sistema de la Seguridad Social español y la creación de carpetas clínicas portátiles para los segmentos geográficamente más móviles de la población inmigrante. Existe, además, un servicio específico que actúa como dispositivo de emergencia en atención a los recién llegados, fundamentalmente en la zona del Estrecho de Gibraltar. Asimismo, para paliar posibles problemas de comunicación con el personal facultativo, aparte de la utilización de traductores, en algunas zonas con alto volumen de inmigrantes temporeros, se ha llegado bien a contratar personal específicamente preparado, desde el punto de vista lingüístico, para atender a los inmigrantes, bien a formar a los profesionales para que puedan atender mejor a este segmento de los usuarios. La encuesta revela que, como resultado de esta política, el 88% de los inmigrantes procedentes de países menos desarrollados residentes en Andalucía dispone en la actualidad de algún tipo de tarjeta que acredite su acceso al sistema sanitario. Esta proporción roza el 100% para los inmigrantes que llegaron antes del año 1995, bajando al 73% en el caso de los inmigrantes llegados durante el año 2002. Por conjuntos geopolíticos, posee algún tipo de tarjeta sanitaria válida el 95% de los asiáticos, alrededor del 90% de los magrebíes, iberoamericanos y subsaharianos y el 75% de los europeos del Este. Excepto en este último caso (con un 70% de los hombres y el 79% de las mujeres poseedores de tarjeta), apenas se observan diferencias por sexo. La posesión de tarjeta sanitaria alcanza casi el 100% entre los inmigrantes nacionalizados o poseedores de permiso de residencia, bajando sin embargo sensiblemente entre las personas que, a pesar de haber hecho gestiones de regularización, se encuentran en situación administrativa incierta o irregular (con valores alrededor del 85%) y sobre todo entre las personas que no hicieron gestión alguna para regularizar su estatus administrativo en España (con valores alrededor del 66%). En cuanto a los distintos tipos de tarjetas sanitarias o seguros existentes, el 63% de los poseedores de algún tipo de tarjeta sanitaria señala disponer de una “tarjeta o cartilla de la Seguridad Social”, el 34% de una “tarjeta sanitaria para inmigrantes de la Junta de Andalucía” y alrededor del 6%, de un “seguro privado”. Las tarjetas de la Seguridad Social predominan claramente entre los inmigrantes con año de llegada a Andalucía antes de 1995 (94%), frente

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al 30,5% entre los llegados en el año 2002 o a principios de 2003. También en función de otras variables independientes, se reproducen correlaciones parecidas a las observadas antes, en el sentido de que un porcentaje comparativamente bajo de “algún tipo de tarjeta sanitaria” suele predecir un porcentaje bajo de “tarjeta de la Seguridad Social”. Así, los europeos del Este destacan nuevamente por una baja proporción de poseedores de tarjeta de la Seguridad Social, siendo relativamente alta en este conjunto de procedencia la proporción de tarjetas sanitarias para inmigrantes de la Junta de Andalucía (para datos detallados, véase Anexo 2, Tablas 66, 67 y 68). Estos datos (y otros más que presentaremos a continuación) permiten constatar que la política sanitaria de la Junta está cumpliendo en gran medida con el objetivo básico de garantizar el acceso generalizado de los inmigrantes al sistema sanitario público. Así, a la hora de señalar problemas destacables, los inmigrantes se ven afectados esencialmente por las mismas carencias que cualquier otro ciudadano pudiera observar en relación con la atención sanitaria recibida. Lo mismo vale, por otro lado, en relación con comportamientos – observables también en la población autóctona – como la excesiva utilización de los servicios de urgencia en situaciones en las que correspondería acudir a otro recurso sanitario. Por tanto, en cuanto a la atención sanitaria a la población inmigrante, al margen de mantener la filosofía y pautas actuales, el principal reto para el futuro consiste en aportar mejoras puntuales que permitan perfeccionar el rendimiento del sistema. Como un elemento de estas posibles mejoras, cabe destacar la labor realizada por los trabajadores sociales empleados por el sistema sanitario para atender las situaciones de carencia relacionadas con situaciones de enfermedad, actuando de enlace entre el hospital y los servicios sociales comunitarios. Aunque se trate, una vez más, de un recurso destinado al conjunto de la población, reviste una especial importancia entre los inmigrantes. Esto es así porque algunos segmentos de la población inmigrante, al carecer de apoyos familiares o encontrarse en otras circunstancias de alta vulnerabilidad, pueden precisar con mayor frecuencia recursos que podríamos denominar de atención sociosanitaria. Por ejemplo, en coordinación con trabajadores sociales de otras instituciones públicas, este recurso desempeña tareas como facilitar el acceso a medicaciones costosas, buscar entornos adecuados a las exigencias de una patología concreta, tramitar solicitudes de tipo administrativo o resolver problemas relacionados con la cobertura sanitaria. Su actuación resulta especialmente eficaz en casos de malos tratos y violencia de género (en colaboración con los Centros de la Mujer) y en relación con problemáticas relativas a los menores (adopciones, abandonos, abusos o maltrato). Se pueden destacar, además, servicios especiales como la atención sanitaria dirigida a personas dedicadas a la prostitución, intentando tratar y prevenir las enfermedades de transmisión sexual. En definitiva, el hecho de que los recursos sociosanitarios estén de momento desarrollados relativamente poco, afecta a las franjas más vulnerables de la población, sea ésta de procedencia autóctona o inmigrante.

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Estado de salud La encuesta incluye varios indicadores sobre el estado de salud de los entrevistados. Adaptando un indicador concebido originalmente por la principal agencia de salud pública estadounidense (los Centers for Disease Control), en primer lugar se preguntó por los problemas de salud física o psico-emotiva durante los 30 días precedentes. Asimismo, se preguntó a todos si se habían puesto enfermos alguna vez después de su llegada a Andalucía y, en caso afirmativo, de qué enfermedades se trató y si tuvieron su origen en las condiciones laborales (incluyendo accidentes). Finalmente, se pedía también una evaluación general del propio estado de salud en estos momentos. El 72% de los inmigrantes entrevistados señala no haber tenido ningún problema de salud física durante los 30 días previos a la realización de la entrevista. Este porcentaje es significativamente superior entre varones que entre mujeres (75% frente al 68,5%). Mientras no se observan diferencias por sexo en relación con aquellos inmigrantes que señalan haber tenido problemas de salud física durante todo el período en cuestión (un 4%), para todos los intervalos intermedios superiores a los 4 días, la proporción de mujeres con problemas de salud física supera con creces a la de los varones (ver Anexo 2, Tabla 69). En cuanto a la salud psíquica y emotiva, está notablemente peor que la física, pues casi la mitad de los entrevistados indica no haber disfrutado de un buen estado de ánimo en alguna ocasión durante los 30 días previos a la realización de la entrevista. Nuevamente, se observan diferencias importantes entre los sexos, ya que el porcentaje de personas que declaran haber tenido un buen estado de ánimo durante todo el período en cuestión (los 30 días previos a la entrevista) roza el 60% entre los hombres, mientras no alcanza el 52% en el caso de las mujeres. Llama la atención que aproximadamente uno de cada diez inmigrantes indique haber tenido un bajo estado de ánimo durante todos los 30 días previos a la realización de la entrevista. Estos datos varían en función de la procedencia (ver Anexo, Tabla 70), destacando los inmigrantes del Magreb y, sobre todo, del África subsahariana por proporciones elevadas de malestar, mientras que el año de llegada influye poco en estos dos indicadores, excepto por mayores niveles de un bajo estado de ánimo entre los llegados en fechas muy recientes. Sin embargo, las diferencias más relevantes se encuentran según la zona socioeconómica de residencia del entrevistado, como ilustra el Gráfico 22 (para más datos, ver Anexo 2, Tablas 71 y 72). En las zonas de “Agricultura intensiva”, se eleva el porcentaje de personas que indican haber tenido un bajo estado de ánimo durante todos los 30 días de referencia, mientras que dicho porcentaje es comparativamente bajo en las zonas de “Costa turística”. Las zonas de “Agricultura intensiva” vuelven a destacar negativamente si pasamos al siguiente indicador, visto que entre los inmigrantes allí asentados aumenta el porcentaje de personas que enfermaron “varias veces” desde su llegada a Andalucía, como ilustra el Gráfico 23.

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%total(muestra ponderada)

Gráfico 22. Salud física y psico-emotiva “no buena” durante todos los 30 días previos, población inmigrante asentada en Andalucía en la primavera de 2003, por Zona socioeconómica de asentamiento.

20 18 16 14 12 10 8 6 4 2 0

Salud física Estado de ánimo

Rural interior

Ciudades

Costa

Agricultura

Fuente: estudio NEPIA

Gráfico 23. Enfermedad(es) desde la llegada a Andalucía,población inmigrante asentada en Andalucía en la primavera de 2003, por Zona de asentamiento110.

60 50 40

Una vez

30

Varias veces

20

Nunca

10 0 Rural interior

Ciudades

Costa

Agricultura

Fuente: estudio NEPIA

110

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En el gráfico no están representados 4 casos con respuesta NS/NC.

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Asimismo, las mujeres señalan en mayor medida (46,5%) que los varones (37%) haber enfermado varias veces. Esta diferencia entre sexos se amplia aún más entre los inmigrantes procedentes de Europa del Este y del Magreb/ Oriente Próximo, así como entre los inmigrantes asentados en las “Grandes ciudades” (ver Anexo 2, Tablas 73 y 74). De todos los entrevistados que declararon haber enfermado una sola vez desde su llegada a Andalucía, un 15% establece una relación causal con sus condiciones laborales o con accidentes sucedidos en el trabajo, porcentaje que pasa al 26% para los entrevistados que padecieron varias enfermedades. Entre las enfermedades relacionadas con causas laborales, cabe señalar las lesiones musculares, las lesiones de huesos y ligamentos y las alergias. Finalmente, pasando a la evaluación general del estado de salud actual, (Gráfico 24) se vuelve a observar una peor situación en las zonas de “Agricultura intensiva” que en el resto de Andalucía (para datos más pormenorizados, véase Anexo 2, Tablas 75 y 76).

%total(muestra ponderada)

Gráfico 24. Evaluación del estado de salud actual (agrupación “muy a disgusto” y“a disgusto”), población inmigrante asentada en Andalucía, primavera de 2003, por Zona socioeconómica de asentamiento.

18 16 14 12 10 8 6 4 2 0 Rural interior

Ciudades

Costa

Agricultura

Fuente: estudio NEPIA

En resumen, la diferencia entre distintas zonas de Andalucía es lo suficientemente llamativa como para ser tenida en cuenta por las instituciones.

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Contacto y satisfacción con el sistema sanitario En caso de enfermedad, la amplia mayoría de los inmigrantes afirma haber acudido al médico o a un centro de salud (86%), sin observarse diferencias importantes por sexo o zonas socioeconómicas de asentamiento. Sin embargo, existen algunas diferencias significativas en función de la procedencia, pues los inmigrantes de Europa del Este indican asistir en menor medida al médico o centro de salud que el resto de inmigrantes (72%), y en mayor medida lo hacen los subsaharianos (un 93% indica haber asistido al médico o centro de salud). Entre los motivos aducidos por los inmigrantes que no acudieron al sistema sanitario en caso de enfermedad, el más importante con diferencia es por considerar que la enfermedad no era lo suficientemente grave para precisar atención médica; a mucha distancia, le sigue el motivo “falta de tiempo”. Indicaciones como el desconocimiento del derecho a la atención sanitaria, la falta de confianza en el personal médico o los problemas lingüísticos son muy minoritarias, alrededor del 1% de los inmigrantes que habían señalado problemas de salud. De los inmigrantes que sí acudieron a un médico o centro de salud, el 4% indicó no estar “nada satisfecho” con la atención sanitaria recibida y el 11% se declaró “poco satisfecho”. La mayoría, un 59%, indicó encontrarse “satisfecho”, y un 26% dijo estar “muy satisfecho”. En términos generales, el nivel de satisfacción es elevado, observación que vale tanto para los varones como para las mujeres. Asimismo, las diferencias por procedencia o zona de asentamiento son muy reducidas, excepto por un nivel de satisfacción algo menor entre los inmigrantes procedentes de Asia y algo mayor entre los africanos subsaharianos. Por parte de los entrevistados poco o nada satisfechos, los tiempos de espera son una queja habitual, mientras que los problemas lingüísticos son señalados sólo por un 8% de estos entrevistados. Para concluir, de estos datos se desprende un diagnóstico más bien positivo sobre la actuación del sistema sanitario andaluz respecto de los inmigrantes. Para poder mantener, o incluso mejorar, este nivel de prestaciones en el futuro, al margen de intensificar las actuaciones complementarias en relación con algunos segmentos de la población inmigrante, la principal sugerencia es la de reforzar los servicios sanitarios en zonas con un volumen relativamente alto de asentamiento de inmigrantes, donde su presencia puede llevar a que se incremente de forma considerable el volumen de población que debe atenderse por parte del sistema sanitario. 11.3. Estructura y dotación del sistema de servicios sociales El área de Servicios Sociales es otra política sectorial más a la que se están incorporando los inmigrantes residentes en Andalucía. Las actuaciones englobadas en el área de “Recursos Sociales” del Primer Plan Integral para

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PARTE III. LA INTEGRACIÓN COMO RETO

la Inmigración en Andalucía persiguen, como principales objetivos: (a) favorecer el acceso de los inmigrantes a los servicios públicos existentes (desde el asesoramiento jurídico y laboral hasta la sanidad), (b) atender a grupos especialmente vulnerables (por ejemplo, menores no acompañados y mujeres en situación de especial vulnerabilidad), (c) fomentar el asociacionismo de inmigrantes y pro inmigrante y (d) impulsar actividades que fomenten la convivencia y mejoren la cohesión social, tales como el deporte. Por tanto, aparte de desempeñar directamente algunas de las tareas mencionadas, el sistema de Servicios Sociales está diseñado como portal de acceso al conjunto de los servicios públicos. En sintonía con la particular configuración del sistema del bienestar español (Ariño Villarroya y Cucó i Giner, 2001; Moreno et al., 2003; Pérez Yruela, 1997; Sarasa, 1995) (y en nuestro caso concreto, el andaluz), estas actuaciones están siendo llevadas a cabo por un amplio número de organismos oficiales y ONGs. Para dar una idea de esta variedad, en el año 2002 eran más de 70 las Corporaciones Locales, ONGs y sindicatos receptores de subvenciones otorgadas por la Junta de Andalucía en relación con la atención de la población inmigrante, en la mayoría de los casos para finalidades relacionadas con el asesoramiento en materia jurídica, laboral, etc. 111 El asesoramiento era también el servicio más demandado por los inmigrantes que acudieron a los Servicios Sociales Comunitarios. A continuación se presentan datos sobre la utilización de los Servicios Sociales Comunitarios, por un lado, y de los servicios públicos de atención en general, por otro, para posteriormente traer algunas conclusiones respecto de la misión y organización del sistema de servicios sociales. Utilización de los recursos de atención disponibles La gran variedad de instituciones y organizaciones que contribuyen de alguna manera a las prestaciones del sistema público de “servicios sociales” convierte la evaluación del mismo en una tarea compleja, máxime si se tiene en cuenta que no todos los inmigrantes asentados en Andalucía están lo suficientemente bien informados sobre la matriz institucional de un determinado servicio público como para identificarla correctamente. En este sentido, es menester señalar que la amplia difusión de las tarjetas sanitarias y la intensa utilización del sistema sanitario andaluz, descritas arriba, no se reflejan del todo en otras indicaciones recogidas por la encuesta NEPIA, que ilustraremos enseguida.

111 Nos referimos a las subvenciones relativas al objetivo específico 4.1 del Primer Plan Integral para la Inmigración en Andalucía (informar, orientar y asesorar a los inmigrantes en materia laboral, jurídica, social y educativa) (DGCPM, 2004).

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Con relación a los recursos de atención social en sentido amplio, incluyendo no sólo los servicios sociales propiamente dicho sino una amplio abanico de instituciones que ofrecen todo tipo de servicios a los inmigrantes, las instituciones de las que más entrevistados indican haber demandado alguna vez algún servicio son los Ayuntamientos (42%), las representaciones diplomáticas del país de origen (35%), las asociaciones pro inmigrantes (33%) y las instituciones dependientes de la Junta de Andalucía (30%). Les siguen, por orden de importancia declarada, las asociaciones de inmigrantes (24,5%), las parroquias (17%), los agentes sociales, es decir los sindicatos y las asociaciones empresariales (13%), y las mezquitas (9%). El siguiente Gráfico ilustra las utilización de los cuatro recursos más importantes por año de llegada (para más datos, ver Anexo 2, Tablas 77 y 78). Se observa que la relevancia de la asociaciones pro inmigrantes es más acentuada entre los inmigrantes con llegada reciente, mientras se observa la tendencia opuesta en relación con los Ayuntamientos, las representaciones diplomáticas y las instituciones autonómicas. Gráfico 25. Instituciones a las que se ha demandado alguna vez un servicio, población inmigrante asentada en Andalucía en la primavera de 2003, por Año de llegada a Andalucía.

%total(muestra ponderada)

60

Ayuntamiento

50 40

Representaciones diplomáticas del país de origen

30 20

Asociaciones pro inmigrantes

10 0 Antes de 1995

Entre 1995 y 1999

2000

2001

20022003

Instituciones dependientes de la Junta de Andalucía

Fuente: estudio NEPIA

Teniendo en cuenta los datos sobre el sistema sanitario, cabe sospechar que el dato sobre la utilización de recursos dependientes de la Administración autonómica constituye una infraestimación. La Junta de Andalucía, aparte de gestionar o encargar directamente una serie de servicios propios (entre ellos, el sistema sanitario público), aporta también cofinanciación a muchos

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servicios prestados por otros organismos, destacando entre ellos el sector no gubernamental y los Ayuntamientos. Por tanto, hay que interpretar estos datos sobre la utilización de servicios con mucha cautela. Dicha cautela ha de mantenerse a la hora de pasar a un sentido más estricto del término “atención social”: sólo aproximadamente uno de cada cinco inmigrantes entrevistados declara haber tenido alguna vez algún tipo de contacto con los servicios sociales públicos. Nuevamente, no descartamos que se pueda tratar de una infraestimación,112 ya que en una parte de los – relativamente muchos – casos de inmigrantes que declaran haber utilizado servicios ofrecidos por los Ayuntamientos, podría tratarse de la utilización de los servicios sociales comunitarios ofertados por éstos. Hecha esta observación general, cabe decir también que algunos matices en cuanto a la utilización de los servicios sociales sí encajan con resultados presentados anteriormente; es éste el caso, por ejemplo, de nuestros datos sobre la situación sociolaboral y económica. En este sentido, cabe señalar que son los procedentes del Magreb y de Oriente Próximo los que han tenido contacto con los servicios sociales públicos en mayor proporción (25%), seguidos de iberoamericanos (20,5%), subsaharianos (19%) y europeos del Este (18%), mientras que los asiáticos (12%) son los que menos han acudido a ellos (ver Anexo 2, Tabla 79). A pesar de no existir una relación lineal, es interesante notar, por ejemplo, que el conjunto de procedencia económicamente mejor situado (Asia) tiene la menor proporción de usuarios declarados de los servicios sociales. Asimismo, es interesante notar que en las zonas del “rural interior”, el porcentaje de mujeres inmigrantes que indican haber utilizado los servicios sociales públicos es un 10% superior al de los varones, mientras que en las zonas de “Agricultura intensiva”, se observa, de manera aún más acentuada, la tendencia opuesta (ver Anexo 2, Tabla 80). En cuanto a los recursos más utilizados por esta quinta parte de la población inmigrante que declara haber estado en contacto con los Servicios Sociales públicos, el primero con diferencia es el de “información y asesoramiento” (44%), seguido por el “asesoramiento jurídico” (17%), la “ayuda económica de emergencia” (16%), la “formación y orientación profesional” (14%), las “subvenciones para alquiler, rehabilitación o compra de una vivienda” (9%) y las “guarderías infantiles” (6%).113 Se observa un claro predominio de los 112 Sin embargo, una encuesta a los inmigrantes en situación irregular realizada en 2000 indica que en dicho colectivo, la utilización de los servicios sociales (en este caso, públicos y privados) alcanza un valor muy parecido al nuestro (concretamente, el 22%) (Rodríguez Cabrero, 2003: 276). Asimismo, Aparicio Gómez y Tornos (2005) destacan la limitada utilidad de las redes institucionalizadas de información y ayuda, frente a las redes informales de apoyo. 113 Hemos agrupado aquí el conjunto de respuestas a una pregunta multirespuesta (añadiendo por tanto a las 359 respuestas relativas al primer servicio utilizado, aquellas 113 y 23 personas, respectivamente, que indicaron haber utilizado un segundo o tercer servicio). El conjunto de “otros” servicios no especificados en las opciones respuesta fue utilizado por un 24% de los encuestados.

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Servicios Sociales comunitarios, dirigidos a toda la población, siendo el uso de los Servicios Sociales especializados muy minoritario; de entre éstos, la mayor afluencia se observa con relación a los centros para personas sin hogar (4%). Este último es también uno de los recursos con relación al que se observa una notable diferencia por sexo; otra diferencia interesante en este sentido existe en el caso de los servicios de “formación y orientación profesional” (24% de mujeres frente al 8% de varones) (ver Anexo 2, Tablas 81 y 82).

%total(muestra ponderada)

Gráfico 26. Principales servicios utilizados, población inmigrante asentada en Andalucía en la primavera de 2003, y que ha tenido contacto con los Servicios Sociales, por Sexo.

50 45 40 35 30 25 20 15 10 5 0

Varones Mujeres

Información y Asesoramiento asesorameinto jurídico

Ayuda económica de emergencia

Formación y orientación profesional

Fuente: estudio NEPIA

En cuanto a la satisfacción con los Servicios Sociales públicos, la mayor parte de los inmigrantes declaran encontrarse “satisfechos” (47%) o “muy satisfechos” (7%) con las soluciones dadas a sus problemas por los servicios sociales a los que acudieron. Los inmigrantes procedentes del Magreb y Oriente Próximo y los iberoamericanos declaran con más frecuencia estar “poco” o “nada” satisfechos. Se observa, además, que en las “zonas costeras turísticas” existen importantes diferencias entre sexos: un 49% de las mujeres se declara poco o nada satisfechas, frente al 14% en el caso de los varones (ver Anexo 2, Tablas 83 y 84). Volviendo a la cuestión de la fiabilidad de la información aportada por los entrevistados sobre su utilización de los servicios de atención social, se puede comparar el dato sobre la petición de “ayuda económica de emergencia” a los Servicios Sociales con otro indicador de la encuesta: las situaciones de

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estrechez económica experimentadas en los últimos 12 meses.114 Una de las opciones respuesta de esta pregunta, contestada por todos los encuestados, era “pedir ayuda económica a la Administración Pública”. Esta opción fue escogida por un 9% de la muestra, más del doble de la proporción que, calculado sobre el total de la muestra, escogió este servicio específico después de haber contestado el filtro sobre utilización de los Servicios Sociales. No nos atrevemos a derivar de esta observación una regla de interpretación generalizada, de manera que todos los porcentajes sobre utilización de los recursos públicos deberían multiplicarse por dos para obtener una aproximación correcta a la realidad. Dejando ulteriores comprobaciones para otra ocasión, nos limitaremos aquí a reiterar nuestra invitación a la cautela interpretativa específicamente con relación a este tema. Hay que insistir también en el limitado papel de las Administraciones Públicas a la hora de paliar los problemas de los inmigrantes. La petición de ayuda económica a la Administración Pública (9%) es la indicación menos frecuente de siete situaciones relacionadas con la estrechez económica, concretamente: “dejar de pagar el alquiler” (10,5%), “pedir ayuda a una ONG” (11%), “dejar de pagar los recibos de luz, agua o teléfono” (13%), “pedir ayuda económica a familiares” (21%) “reducir gastos básicos (alimentación, vestido...) (50%) y “gastar los ahorros” (62%). Estas dos últimas situaciones se dan con mucha frecuencia en todas las zonas de asentamiento y en todos los conjuntos de procedencia, destacando las zonas del “Rural interior” y los años de llegada más recientes por una proporción especialmente elevada de precariedad, y el conjunto de procedencia “Asia” por una situación comparativamente favorable (ver Anexo 2, Tablas 85 y 86). Implicaciones De entre los distintos organismos agrupados en el entramado de instituciones que aportan algún que otro tipo de recurso de atención social a la población inmigrante, cabe destacar a los Ayuntamientos por la centralidad de su papel, especialmente en todos aquellos municipios que cuenten con una presencia comparativamente elevada de inmigrantes, bien a través de los servicios sociales normalizados, bien a través de determinados servicios específicos (Oficinas del Temporero; Servicios de Atención al Inmigrante; etc.) que pudieran establecer. A todas luces, considerando también experiencias como el Proyecto Equal Arena115 y teniendo en cuenta la gran variedad de demandas

114 “En los últimos doce meses ¿se ha encontrado en alguna de las siguientes situaciones por problemas económicos?” 115 Para las características de dicho proyecto, véanse las páginas de Internet correspondientes (http://www.equal-alameda.org/).

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%total(muestra ponderada)

Gráfico 27. Principales situaciones por problemas económicos, población inmigrante asentada en Andalucía, primavera de 2003, por Año de llegada a Andalucía

80 70 60 50 40 30 20 10 0

Gastar los ahorros Reducir gastos básicos

Antes Entre de 1995 1995 y 1999

2000

2001

20022003

Fuente: estudio NEPIA

y necesidades que pudieran manifestarse, el nivel local resulta determinante a la hora de mejorar la prestación de servicios. Coincidimos, por tanto, con los responsables técnicos del Primer Plan Integral para la Inmigración en Andalucía en destacar, como viene haciéndose en los primeros dos Documentos de Seguimiento de dicho Plan, la necesidad de reforzar y mejorar el sistema de Servicios Sociales Comunitarios, en este caso en relación con su capacidad para prestar una serie de servicios a aquellos inmigrantes que precisaran de ellos. Es conveniente respaldar la labor de los Ayuntamientos con una mayor dotación de recursos financieros, técnicos y humanos, bien potenciando la Red de Servicios Sociales Comunitarios, bien apoyando recursos específicos para la atención de la población inmigrante que pudieran haberse establecido. Estos recursos pueden facilitarse bien directamente (subvenciones o, preferiblemente, convenios plurianuales), bien indirectamente (equipos de apoyo creados, con financiación autonómica, en el nivel provincial o comarcal), según el caso. Pasando a una observación más general, puede resultar funcional, en este área de atención, implicar a una gran variedad de actores institucionales para conseguir la máxima difusión territorial y una adecuada afinidad cultural con la población objeto de la intervención. Sin embargo, cabe constatar que, en la actualidad, la proliferación de las entidades subvencionadas parece haberse convertido casi en un fin en sí mismo, a tenor de los indicadores de evaluación manejados por el Plan.116 Asimismo, se constata que, desde la perspectiva 116 Véanse, por ejemplo, los indicadores relativos a los objetivos específicos 4.1 y 4.2 del Plan (DGCPM, 2002).

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de estas entidades y siempre que no se trate de una fase transitoria que conduzca a otras modalidades de financiación, el régimen de subvenciones anuales implica una elevada dosis de incertidumbre e inestabilidad, factores que pueden repercutir negativamente en la calidad de las prestaciones. Así pues, en cuanto a la relación entre la Administración autonómica y el entramado de organismos involucrados en este área de atención, se pueden identificar dos retos transversales: las características de la dotación (su volumen y continuidad; el desfase entre concesión y pago; etc.), por un lado, y la relación entre dotación y objetivos verificables, por otro. El valor añadido que se puede conseguir con inversiones adicionales aumentará con (a) una mayor coordinación entre las distintas entidades; (b) su mayor especialización funcional; y (c) una mayor estabilidad de la financiación otorgada a las entidades prestadoras de determinados servicios.

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CONCLUSIONES

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CAPÍTULO 12. CONCLUSIONES En este libro se aporta información pormenorizada sobre la situación social de los inmigrantes y sobre su grado de integración en la sociedad andaluza. Se trata de información obtenida directamente de los propios inmigrantes a través de una encuesta con un alto grado de fiabilidad. Por tanto, una de las tres principales aportaciones de este libro al estudio de (y al debate sobre) el fenómeno migratorio consiste en ofrecer una radiografía de la situación social de los inmigrantes y de sus condiciones de vida. Sin ánimo de repetir aquí datos que pueden consultarse en las páginas anteriores, sí quisiéramos resaltar algunos de los hallazgos más importantes. De esta investigación emerge la imagen de una población inmigrante joven, con un nivel educativo elevado, la mayoría de la cual ha llegado a Andalucía –por vía terrestre o por avión sobre todo– durante los últimos tres o cuatro años buscando un mejor nivel de vida. Estos primeros rasgos del perfil sociodemográfico de la mayoría de los inmigrantes contribuyen ya a corregir algunos de los tópicos existentes sobre ellos, empezando por la relevancia del Estrecho de Gibraltar como la principal frontera internacional a efectos de la política migratoria española. Asimismo, cabe subrayar el hecho de que entre los inmigrantes asentados en Andalucía, la proporción de personas con estudios superiores es elevada, lo que debe ayudar a descartar de una vez por todas la idea de que se trata de una inmigración con un nivel educativo y cultural bajo. Los datos obtenidos sobre la situación residencial de la población inmigrante sugieren una menor difusión de infraviviendas u otros problemas graves de lo que solían constatar estudios anteriores. Probablemente, al haber estado éstos centrados precisamente en los grupos más precarios, puede que los casos de inmigrantes afectados por problemas acuciantes hayan estado sobrerepresentados. En el ámbito laboral se confirma una concentración de los inmigrantes fundamentalmente en cinco sectores de actividad económica (producción agrícola, hostelería, comercio, construcción y servicio doméstico) caracterizados muchas veces por unas duras condiciones laborales. Es más, dicha incorporación al mercado laboral secundario se produce, en un porcentaje elevado de los casos, en condiciones de doble irregularidad, careciendo los trabajadores bien de autorización administrativa (permiso), bien de cotización a la Seguridad Social. En los ámbitos educativo y sanitario, una amplia mayoría de los inmigrantes tiene acceso de hecho a los centros educativos para los menores en edad escolar y a los centros sanitarios en caso de enfermedad. Igualmente, aunque con más cautela, puede decirse que los inmigrantes tienden a valorar positivamente su experiencia con relación a la sociedad de acogida, a pesar de que muchos de ellos están insatisfechos con su situación financiera.

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No obstante el hecho de que una minoría de los inmigrantes asentados en Andalucía (fundamentalmente, una proporción relevante de los “recién llegados”) viven en condiciones bastante precarias, los resultados del estudio permiten constatar una realidad social con muchos matices cuya tónica básica, más que de precariedad desesperada, consiste en situaciones, actividades y aspiraciones absolutamente corrientes. En este sentido, el estudio sirve para valorar de manera ponderada las condiciones de vida de la población inmigrante, sin restar un ápice de gravedad a los problemas que existen, pero evitando concebir como problemáticas aquellas situaciones que no lo son. Al margen de los aspectos descriptivos del estudio, nuestras reflexiones y sugerencias acerca de la política migratoria se centran en la necesidad de crear las condiciones para que los trabajadores de procedencia inmigrante – y, desde luego, la generación de sus hijos e hijas – puedan gozar, en función de sus capacidades y méritos, de una movilidad ocupacional y social ascendente. La plena integración social de los inmigrantes sólo será posible en el marco de un proceso de profundización en la modernización de la sociedad andaluza en su conjunto, incluyendo una dinamización del tejido productivo y la correspondiente aceptación universal del mérito como principal criterio para la movilidad ocupacional ascendente. Cabe añadir que, al margen de ser el marco necesario para poder conseguir la plena integración social de los inmigrantes, se trata de un proceso indispensable para la consolidación y mejora de los niveles de bienestar conseguidos por la propia sociedad andaluza durante las últimas décadas. La segunda aportación destacable de este estudio, por tanto, es ampliar el horizonte temporal en relación con el que se observa y evalúa el fenómeno migratorio en Andalucía, el cual aparece muchas veces demasiado anclado en la actualidad. Por mucho que nuestra “radiografía” de la situación social de los inmigrantes se ubique –obvia e inevitablemente– en el presente, estamos convencidos de que los retos planteados o visualizados por el fenómeno migratorio pueden apreciarse sólo desde una óptica que intente prever o, cuando menos, calibrar sus posibles implicaciones y efectos a medio y largo plazo. En este sentido, coincidimos con Pérez Díaz et al. (2004:14) cuando afirman que, como tal, la inmigración no soluciona (ni tampoco crea) ninguno de los problemas estructurales de la sociedad de acogida; todo depende, por así decirlo, de la letra pequeña. Por resaltar dos ejemplos, la inmigración no crea (ni tampoco soluciona) el problema de una pujante economía sumergida intrínsicamente proclive a contratar mano de obra infra-remunerada; asimismo, la inmigración como tal no soluciona (ni mucho menos crea) el problema de la insostenibilidad estratégica de la actual configuración del Estado del bienestar, insostenibilidad que radica en gran medida en una de las tasas de fertilidad más bajas jamás registradas en el mundo. Con respecto a estas cuestiones, como a otras más, toda actuación u omisión político-administrativa constatada en la actualidad tendrá consecuencias a medio y largo plazo que, si bien de manera imperfecta, es posible prever.

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En tercer lugar, creemos que el estudio contribuye a ampliar el marco de referencia en relación a su dimensión sustancial, es decir, la integración de los inmigrantes en la sociedad andaluza. En este campo, más allá de la utilidad de los datos descriptivos a efectos de planificación de recursos, se trata de una aportación conceptual relativa a la naturaleza de dicha integración. A partir de un concepto de integración aparentemente sencillo, por medio fundamentalmente de una simple deducción lógica, se puede articular con toda claridad un objetivo prioritario a perseguir a través tanto de la política migratoria en sentido estricto como de todas las políticas sectoriales implicadas en ella. En absoluto se trata de un aportación original; más bien es una cuestión de coherencia. Y es que, al dotar a un determinado objetivo del estatus de “prioritario”, entre una variedad de posibles alternativas o complementos, se genera un criterio en relación con el que es viable calibrar la funcionalidad de determinadas actuaciones. Para nosotros, la cuestión fundamental no radica ni en el imperativo moral de acoger a todo individuo que quiera – legítimamente, desde luego – escapar de la miseria en su país de origen, ni en la conveniencia de aprovechar la utilidad económica de la mano de obra inmigrante, ni tampoco en el enriquecimiento que aporta el contacto directo entre distintas culturas. Sin restar de manera apriorística vigencia a ninguno de estos supuestos, sí nos urge reiterar que la cuestión clave es otra. ¿Queremos vivir en una sociedad en la que el abanico de derechos y oportunidades al alcance de cada individuo viene marcado fuertemente por la procedencia (geográfica, étnica y/o religiosa) propia o de sus antepasados? En nuestra opinión, una vez contestada esta pregunta, todo lo demás son cuestiones a resolver de manera pragmática.

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ANEXO 1. MATERIALES

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Anexo 1.1.: Diseño y desarrollo del proyecto de investigación NEPIA Tarea 1: Revisión bibliográfica. Objetivo específico y metodología: Revisar investigaciones existentes en relación con las distintas facetas temáticas del estudio, con especial atención a investigaciones relativas a otros países con más experiencia en la gestión del fenómeno migratorio. Resultado: Informe E1 “Informe bibliográfico, proyecto NEPIA” (Manuel Pérez Yruela, Sebastian Rinken, Anaïs Herrón Museur, Elisa Rodríguez Ortiz, Thierry Desrues y Luis Rodríguez Morcillo-Baena), IESA-CSIC, Córdoba (Informes y monografías EC-0303-3), diciembre de 2003 (159 páginas). Se trata de una bibliografía comentada con fichas agrupadas en siete áreas temáticas (demografía; empleo; nivel de vida; recursos de atención; educación; sociedad multicultural; política migratoria). Tarea 2: Revisión de fuentes Objetivo específico: Revisar fuentes estadísticas y datos secundarios existentes sobre cuantía, ubicación y características sociodemográficas de la población inmigrante en Andalucía, según provincia de residencia o estancia, teniendo en cuenta la presencia de personas con estatus administrativo irregular. Metodología: Entre las distintas fuentes disponibles, se apostó por el Padrón Continuo como mejor herramienta de aproximación a la presencia de hecho de inmigrantes. En el otoño de 2002, se recogieron datos padronales actualizados en 150 municipios con presencia significativa de inmigrantes, utilizándose para los restantes municipios los datos a 1 de enero de 2000 proporcionados por el INE. Resultado: Informe E2 “Informe sobre cuantía, ubicación y características sociodemográficas de los inmigrantes en Andalucía” (Manuel Pérez Yruela, Sebastian Rinken, Thierry Desrues, Luis Rodríguez Morcillo-Baena y Elisa Rodríguez Ortiz), IESA-CSIC, Córdoba (Informes y monografías E-0214), diciembre de 2002 (tomo 1: 145 páginas; tomo 2 [Anexo]: 192 páginas). Este Informe detallado identifica, en cada una de las provincias andaluzas, los municipios con una presencia significativa de inmigrantes, dibuja perfiles sociolaborales y sociodemográficos y especifica cuantía y procedencia (nacionalidad) de los inmigrantes empadronados en municipios con presencia significativa.

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Tarea 3: Aportación económica Objetivo específico: Valorar la aportación de la población inmigrante a la economía andaluza, incluyendo todos los conceptos relevantes. Metodología: Contabilidad generacional (realización por un equipo externo, formado por economistas pertenecientes a la Fundación CentrA y la Universidad Pablo de Olavide y coordinado por el Dr. J. Ignacio García Pérez). Resultado: Informe E3 “La inmigración y su efecto en las finanzas públicas andaluzas del corto, medio y largo plazo” (J. Ignacio García Pérez, Victoria Osuna Padilla y Guadalupe Valera Blanes), CentrA, Sevilla, octubre de 2003 (101 páginas). Este Informe dio lugar a la siguiente publicación: García Pérez, Osuna Padilla y Valera Blanes (2004). En este trabajo se estima la aportación a medio y largo plazo (2000-2050) de la población inmigrante a las finanzas públicas andaluzas, contemplándose una amplia variedad de escenarios en cuanto a factores como la evolución de los flujos migratorios, las tasas de natalidad, la política fiscal del Estado y la integración sociolaboral de los inmigrantes. Tarea 4: Mercado laboral Objetivo específico: Analizar el mercado de trabajo en la Comunidad Autónoma de Andalucía y prever su evolución a medio plazo, con especial atención al desarrollo de la demanda de mano de obra inmigrante por parte de la economía andaluza. Metodología: Revisión de fuentes y modelización econométrica basada en datos de la encuesta NEPIA (ver tarea 5) y la Encuesta de la Población Activa (INE). Esta tarea fue realizada por un equipo de economistas pertenecientes al Grupo de Investigación “Análisis Regional Cuantitativo” (AQR) de la Universidad de Barcelona, bajo la dirección de los Dres. Jordi Suriñach y Manuel Artís. Resultado: Informe E4 “Inmigración y mercado de trabajo en Andalucía” (Manuel Artís Artuño, Jordi Suriñach i Caralt, Jordi López Tamayo, Javier Romaní Fernández, Esther Vayá Valcarce, Miquel Clar Lópuez, Ernest Pons Fanals y Raúl Ramos Lobo), Grup de Recerca AQR - Universidad de Barcelona, noviembre de 2003 (283 páginas). En este Informe se analizan (a) la estructura del mercado laboral en Andalucía y sus provincias, (b) el perfil ocupacional de la población inmigrante en comparación con la autóctona, y (c) la utilización de determinados servicios públicos por parte de la población inmigrante.

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Tarea 5: Características y necesidades de la población inmigrante Objetivo específico: Mejorar el conocimiento sobre las características sociodemográficas y socioculturales de la población inmigrante presente en territorio andaluz, incluyendo conocimientos sobre sus experiencias y expectativas biográficas (sobre todo, su trayecto y proyecto migratorios), así como sus necesidades de atención social. Metodología: Se realizó una encuesta representativa, de aproximadamente 1800 entrevistas presenciales, con cuotas cruzadas según procedencia (cinco conjuntos geopolíticos) y asentamiento (cuatro zonas socioeconómicas), además de cuotas proporcionales por sexo. La distribución espacial del trabajo se definió en conformidad con los resultados de la tarea 2. Los cinco conjuntos geopolíticos en los que agrupamos los países de procedencia son los siguientes: Europa del Este; Iberoamérica; África Subsahariana; Magreb y Oriente Próximo1; Asia (excepto Oriente Próximo y Japón). Las municipios andaluces se clasificaron según la realidad socioeconómica predominante, utilizándose las siguientes categorías: (a) “Grandes ciudades” y poblaciones de su área metropolitana (principalmente capitales de provincia y Bahía de Algeciras). (b) “Costa turística”: Municipios de actividad principalmente turística repartidos por el litoral mediterráneo (provincias de Málaga, Granada y Almería). (c) “Agricultura intensiva”: Municipios con actividad principal ligada a la explotación intensiva de la agricultura (situados principalmente en las franjas costeras de las provincias de Almería, Granada y Huelva). (d) “Rural interior”: agrupa al resto de municipios de la Comunidad (en general, la agricultura extensiva es la actividad económica principal en estos municipios) Resultado: Informe E5 “Características y necesidades de la población inmigrante” (Manuel Pérez Yruela, Sebastian Rinken, Matilde Asensio García, Thierry Desrues, Mónica Domínguez Serrano, Luis Rodríguez Morcillo-Baena y Elisa Rodríguez Ortiz), IESA-CSIC, Córdoba (Informes y monografías E0303), agosto de 2003 (462 páginas).

1

Preferimos agrupar todos los países de la orilla sur del Mediterráneo en un conjunto geopolítico de procedencia, en vez de mantener la habitual división por continentes. Cabe señalar, sin embargo, que el número de inmigrantes procedentes de Oriente Próximo es muy reducido; la gran mayoría de los entrevistados agrupados en el conjunto “Magreb y Oriente Próximo” proceden de Marruecos.

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Este Informe presenta una descripción pormenorizada de las características sociodemográficas, socioeconómicas y socioculturales de la población inmigrante residente en la Comunidad Autónoma de Andalucía, con independencia de su estatus administrativo o padronal. Dicha descripción se refiere a una amplio abanico de ámbitos temáticos, incluyendo: -

trayecto y experiencia migratoria, vivienda y convivencia, empleo, ingresos y situación económica, necesidades y utilización de los servicios públicos, satisfacción subjetiva y proyecto migratorio.

Tarea 6: Los recursos de atención social Objetivos específicos: Describir los recursos disponibles para la atención social de la población inmigrante, analizar su relación con las necesidades de dicha población y elaborar propuestas concretas de actuación, aptas para mejorar la adaptación de los recursos a las necesidades de la población inmigrante. El término “atención social” se refiere no sólo a los servicios sociales, sino al conjunto de servicios disponibles (sanidad, educación, etc.). Metodología: Realización de más de 130 entrevistas en profundidad con informadores cualificados, representantes de los siguientes colectivos o instituciones: - las Administraciones (local; provincial; autonómica; central) y los dispositivos de atención social gestionados por ellas; - las organizaciones no gubernamentales activas en temas de inmigración (asociaciones de inmigrantes; asociaciones pro inmigrantes); - los agentes socioeconómicos (empresarios; sindicatos) y otros grupos relevantes; - la población inmigrante en su variedad sociodemográfica y sociocultural. Resultado: Informe E6 “Los recursos de atención social en su relación con las necesidades de la población inmigrante” (Manuel Pérez Yruela, Sebastian Rinken, Luis Rodríguez Morcillo-Baena y Elisa Rodríguez Ortiz), IESA-CSIC, Córdoba (Informes y monografías EC-0303-1), agosto de 2003 (205 páginas). A partir de un análisis pormenorizado de la relación entre necesidades y recursos en las distintas áreas de atención (asesoramiento jurídico; inserción sociolaboral; vivienda; salud; educación; etc.), en este Informe se enfatizan posibles desajustes y se indican propuestas de actuación aptas para mejorar tal relación.

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Tarea 7: Previsión demográfica Objetivo específico: Dibujar las perspectivas demográficas de la población andaluza a medio plazo, relacionando el fenómeno migratorio con las tendencias demográficas manifiestas en la población autóctona. Elaborar las implicaciones (incluyendo implicaciones para el sistema de Seguridad Social) derivadas de dos escenarios alternativos: (a) saldo migratorio positivo al ritmo previsto (b) continuidad de las actuales tendencias demográficas de la población autóctona (natalidad; mortalidad) en ausencia de saldo migratorio positivo. Resultado: Este objetivo se cumplió junto con la tarea 3 (ver arriba). Tarea 8: Experiencias piloto Objetivo específico: Elaborar entre una y tres experiencias piloto cuya puesta en práctica por parte de la administración pública parezca apta para mejorar sensiblemente la integración social de la población inmigrante en la Comunidad Autónoma de Andalucía. Metodología: Aparte de basarse en los resultados de las demás tareas de investigación realizadas, se revisaron documentos y fuentes y se hicieron entrevistas en profundidad con expertos externos. Resultado: Informe E8 “Mejorar la integración social de la población inmigrante. Tres propuestas de experiencias piloto” (Manuel Pérez Yruela, Sebastian Rinken, Matilde Asensio García, Elisa Rodríguez Ortiz y Luis Rodríguez Morcillo-Baena), IESA-CSIC, Córdoba (Informes y monografías EC-0303-2), diciembre de 2003 (60 páginas). En el Informe E8 se detallan objetivos, destinatarios, articulación, recursos y rentabilidad social de tres experiencias piloto relativas a los ámbitos de investigación, servicios sociales y sensibilización social, respectivamente. Tarea 9: Informe final Objetivo específico: Elaborar una síntesis de conclusiones que recoja los resultados más destacados de los anteriores Informes de NEPIA Metodología: Revisión y resumen de los resultados; consultación con Comité Asesor y con otros expertos. Resultado: Informe E9 “Síntesis de conclusiones del proyecto de investigación ‘Necesidades de la población inmigrante en Andalucía” (Manuel Pérez Yruela, Sebastian Rinken y Luis Rodríguez Morcillo-Baena), IESA-CSIC, Córdoba (Informes y monografías EC-0303-4), abril de 2004 (versión ampliada; 92 páginas).

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ANEXO 1.2. MAPAS

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MAPA 1. Proporción de personas con nacionalidad de países menos desarrollados (según definición técnica de NEPIA) entre todos los habitantes empadronados en Andalucía a otoño de 2002, por municipio de empadronamiento.

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MAPA 2. Número de personas con nacionalidad de países menos desarrollados (según definición técnica de NEPIA) y empadronadas en Andalucía a otoño de 2002, por municipio de empadronamiento.

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MAPA 3. Número de personas con nacionalidad de un país perteneciente al conjunto geopolítico "Asia (excepto Japón y Oriente Próximo)" y empadronadas en Andalucía a otoño de 2002, por municipio empadronamiento.

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MAPA 4. Número de personas con nacionalidad de un país perteneciente al conjunto geopolítico "Africa subsahariana" y empadronadas en Andalucía a otoño de 2002, por municipio de empadronamiento.

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MAPA 5. Número de personas con nacionalidad de un país perteneciente al conjunto geopolítico "Europa del Este" y empadronadas en Andalucía a otoño de 2002, por municipio de empradronamiento.

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MAPA 6. Número de personas con nacionalidad de un país perteneciente al conjunto geopolítico "Iberoamérica" y empadronadas en Andalucía a otoño de 2002, por municipio de empradronamiento.

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MAPA 7. Número de personas con nacionalidad de un país perteneciente al conjunto geopolítico "Magreb y Oriente Próximo" y empadronadas en Andalucía a otoño de 2002, por municipio de empradronamiento.

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MAPA 8. Distribución de los municipios andaluces según realidad socioeconómica predominante.

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ANEXO 1.3. FICHA TÉCNICA DE LA ENCUESTA NEPIA

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Ámbito: Comunidad Autónoma de Andalucía Universo: Población inmigrante procedente de países de bajo desarrollo económico residente en Andalucía en la fecha del trabajo de campo y con edad igual o superior a 16 años. Tamaño teórico: 1.800 individuos. Tamaño real: 1.797 individuos Procedimiento de encuesta: Entrevistas personales realizadas a personas seleccionadas de forma accidental. Las entrevistas han sido realizadas por entrevistadores cualificados con instrucción específica en este estudio. Tipo de muestro: Estratificación por zona socioeconómica de asentamiento y conjunto geopolítico al que pertenece el país de origen del inmigrante, con cuotas proporcionales por sexo. Criterios generales de estratificación: Se ha dividido el territorio andaluz según su principal realidad socioeconómica en cuatro grupos: zonas urbanas, turísticas, de agricultura intensiva y resto (“rural interior”, predominantemente con perfil de agricultura extensiva). En cada una de estas zonas se ha previsto la realización del mismo número de entrevistas: 450. Los países de origen de los inmigrantes se han clasificado en cinco conjuntos geopolíticos: Europa del Este (no UE), Latinoamérica, África Subsahariana, Asia Oriental (excepto Japón) y Magreb junto con Oriente Próximo. Para cada uno de estos conjuntos se ha reservado el mismo número de entrevistas: 360. Las cuotas se han repartido dentro de los estratos de acuerdo con su importancia numérica, de forma que se preserven las cifras totales de cada uno. Recuento de las entrevistas realizadas por el proyecto NEPIA según cuotas fijas (por procedencia y zona de asentamiento) y proporcional (sexo) en el cuadro de la siguiente página. Selección de los puntos de muestreo: Se ha utilizado como aproximación al número de personas pertenecientes al universo de referencia el número de personas con nacionalidad de los países incluidos en los cinco conjuntos geopolíticos de procedencia dadas de alta en el Padrón Municipal Continuo. En un primer momento se han manejado las últimas cifras generalmente disponibles a la hora de configurar el estudio, las de 1 de enero de 2.000 publicadas por el INE. Con estas cifras se han seleccionado los municipios donde la población objeto del estudio era importante. Posteriormente, se han actualizado los datos padronales de 150 municipios con presencia significativa de inmigrantes mediante gestión directa con los ayuntamientos, con

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Zona socioeconómica de asentamiento TOTAL Conjunto geopolítico de procedencia

Rural interior

Grandes ciudades

Costa turística

Agricultura intensiva

Varón

Mujer

Varón

Mujer

Varón

Mujer

Varón

Mujer

Varón

Mujer

Asia

203

155

52

30

70

53

77

67

4

5

Europa del Este

165

194

46

57

22

30

39

45

58

62

Iberoamérica

160

200

50

63

44

58

47

57

19

22

Magreb y Oriente Próx.

239

122

65

35

47

27

45

23

82

37

África subsahariana

277

82

39

11

88

24

28

8

122

39

1044

753

252

196

271

192

236

200

285

165

TOTAL

fechas de 2002 (generalmente, octubre o noviembre). Para la estimación del total del universo, se han combinado estas dos fuentes (datos de 2002 de 150 municipios, y datos de 2000 de los restantes 620 municipios andaluces). Dentro de cada tipo de zona se han seleccionado los municipios donde se iban a realizar las entrevistas según el número de inmigrantes estimado, con un mínimo de 8 entrevistas por municipio. En aquellos municipios a los que proporcionalmente les correspondían más de 8 entrevistas se han realizado las que les correspondieran. Entre los demás municipios, a los que les correspondieran menos de 8 entrevistas, se han seleccionado con probabilidad proporcional al número de inmigrantes estimado tantos municipios como hiciera falta, realizándose 8 entrevistas en cada uno, hasta completar las 450 entrevistas en cada zona. Una vez conocido el número de entrevistas que se tenían que realizar dentro de cada zona de asentamiento por conjunto geopolítico de procedencia, y los municipios donde se iban a realizar las entrevistas, se repartieron las cuotas entre los municipios según el número estimado de personas pertenecientes a dicho conjunto geopolítico. Dentro de cada una de estas agrupaciones de países de procedencia, se dividieron las entrevistas por sexo según su distribución en el padrón. La indicación de procedencia se concretó en preferencias – no vinculantes – por determinados países de origen, reflejando su peso en el Padrón. Selección de personas en cada punto de muestreo: En cada municipio se ha buscado a las personas a las que realizar la entrevista según las cuotas de sexo y procedencia, diversificando esta búsqueda en puntos de muestreo

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pertenecientes a los diversos ámbitos en que se mueven los inmigrantes. Se definieron tres ámbitos de captación con cuotas mínimas y máximas (ámbitos laboral, residencial y recreativo) y otro más, sólo con cuota máxima (ámbito asociativo). Coeficiente de ponderación: Los coeficientes de ponderación se han calculado de forma que se restituya la proporcionalidad existente según los datos estimados por zonas geográficas de asentamiento y conjunto geopolítico de procedencia, controlando que permanezca invariable la proporción existente por provincia y sexo. Esto se ha realizado mediante calibración con el programa WesVar 4.2. Nivel de error: En el supuesto de muestreo aleatorio, no aplicable con propiedad en este estudio, el nivel de error para un nivel de confianza del 95% sería del +/- 5,2% para cada subcategoría de procedencia y del +/- 3,15% para la muestra en su conjunto. Fecha de realización del trabajo de campo: marzo y abril de 2.003. Duración de las entrevistas: El cuestionario tenía una duración media aproximada de 40 minutos.

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ANEXO 1.4.: EL CUESTIONARIO DE NEPIA

Realiza

Financia

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NDALUCÍA E A OCIALES D STUDIOS S E E NSTITUTO D IINSTITUTO DE ESTUDIOS SOCIALES DE ANDALUCÍA NDALUCÍA E A IENTÍFICAS/JUNTA D NVESTIGACIONES C E IINVESTIGACIONES UPERIOR D ONSEJO S C CONSEJO SUPERIOR DE CIENTÍFICAS/JUNTA DE ANDALUCÍA

DEPARTAMENTO DE ESTUDIOS

La

información

obtenida

en

encuesta

esta

está

ecreto e g u l a eell ssecreto u e rregula 2 / 8 9 qque e y 112/89 a lley o r lla r o t e g i d a ppor pprotegida

Nº ESTUDIO: 0303

i c a ss,, n o c i o n e s p ú b llica s t r aacion m i n iistr a s a ddmin a r a lla í s t i c o ppa t a ddístico e ssta

ENTREVISTADOR/A:

e n o n i m a t o dde a r a n t i z a r eell aanonimato a r a ggarantizar g r e g a d a , ppara u m é r i c a y aagregada, nnumérica ntrevistados. o s eentrevistados. llos

pudiéndose tratar ni difundir más que de forma

El Instituto de Estudios Sociales de Andalucía (IESA) está llevando a cabo una amplia serie de entrevistas sobre las condiciones de vida de los inmigrantes en Andalucía. Le agradeceríamos mucho su disponibilidad para dedicarnos su tiempo y participar en este proyecto, cuyo objetivo final es contribuir a la mejora de la situación de los inmigrantes

RUTA:

del centro base ________________

CONJUNTO GEOPOLÍTICO:

_______________

Nº CUESTIONARIO : PROVINCIA:

ZONA :

UNICIPIO: M MUNICIPIO:

REVIA ICHA P A – F FICHA PREVIA Para saber si usted es una de las personas a las que va dirigido este estudio, lo primero que querríamos saber es:

A3 –Sexo (anotar) - Varón................................ - Mujer................................

A1 – ¿Cuántos años tiene? ________________

1 2

SOLO SI PROCEDE CONTINUAR ENTREVISTA

Menores de 16 años: Fin Entrevista. A4 – ¿Qué nacionalidad tiene?

A2– ¿En qué país nació usted? ________________ -

Sigue la entrevista (pasa a A3), si procede

NS/NC.................................. 9 Pasa a A2a

SOLO QUIENES CONTESTARON 9 EN A2 A2a – ¿En qué continente nació ? - Norte de África ................. - Africa subsahariana.......... - Asia ..................... ............. - Latinoamérica.................... - Europa............................... - Norteamérica..................... - Oceanía............................ - NS/NC ................................

1 Pasa A3 2 Pasa A3 3 Pasa A3 4 Pasa A3 5 Pasa a A2b Fin entrevista Fin entrevista Fin entrevista

- la de su país de nacimiento ..................................... 1 Sigue A5 - la española ............................................................... 2 Pasa a A4a - la de otro país de la Unión Europea ........................ 3 Pasa a A4a - otra............................................................................ 4 Sigue A5 NO LEER: - doble nacionalidad, incluyendo la española ............ 5 Pasa a A4a - doble nacionalidad, incluyendo la de otro país de la UE ...................................................................... 6 Pasa a A4a - doble nacionalidad, no incluyendo la española ni de otro país de la UE............................. ......................... 7 Sigue A5 - apátrida / ninguna................. ................................... 8 Sigue A5 - otro..................................... ...................................... 9 Sigue A5 - NS............................................................................. 88 Sigue A5 - NC............................................................................. 99 Sigue A5

SOLO QUIENES CONTESTARON 3 o 6 EN A4 A4a–¿En qué año obtuvo la nacionalidad de este país?

SOLO QUIENES CONTESTARON 5 EN A2a A2b– ¿Nació en la Unión Europea u otro país del Espacio Económico Europeo (Noruega, Islandia, Suiza, Liechtenstein, Andorra)? Sí................................ ......... Fin entrevista No........................................ 1 Pasa A3

____ ____ _____ _____ NO LEER: - [La tengo desde mi nacimiento]......... .........1 - NR ................................................................8 - NC...................................................... .........9 A5– ¿Cuál es su estado civil? -

Soltero/a.............................................. Casado/a............................................. Viudo/a................................................ Separado/a o divorciado/a..................

1 2 3 4

1

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MANUEL PÉREZ YRUELA y SEBASTIAN RINKEN

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Resulta que es una de las personas a las que va dirigido el estudio. Por tanto, le agradecería mucho que contestara una serie de preguntas. Más o menos, tardaremos media hora. Desde luego, su participación en este estudio es totalmente voluntaria. Todo el equipo de investigación y yo le garantizamos la plena confidencialidad de la información que nos proporcione. Los datos de todas las entrevistas que iremos haciendo, unas 1800, se analizarán juntos, sin intención ni posibilidad alguna de relacionar lo que me irá diciendo con usted.

OCIAL NTORNO S L E ON E ELACIONES C B – R RELACIONES CON EL ENTORNO SOCIAL Le voy a hacer a continuación algunas preguntas sobre sus condiciones de vida actuales.

Presentar TARJETA Nº1 B7.1 El trabajo B7.2 La política B7.3 La familia B7.4 Los amigos B7.5 El tiempo libre B7.6. El dinero B7.7 La religión

____ ____ ____ ____ ____ ____ ____

B8 – ¿Qué religión profesa?

B1 – ¿En qué localidad vive actualmente? _________________________________________________1 Sigue B2 cod. _____________ - NP................................................... 8 Pasa a B7 - NC................................................... 9 Pasa a B7 SÓLO SIGUEN QUIENES CONTESTARON 1 EN B1 B2 – ¿En qué año empezó a vivir en esta localidad? B2.1. año: _ _ _ _ OPCIONAL B2.2.mes: _ _

- Católica............................ .............. 1 Sigue B9 - Protestante..................................... 2 Sigue B9 - Ortodoxa.......................... .............. 3 Sigue B9 - Budista............................. .............. 4 Sigue B9 - Judía................................ .............. 5 Sigue B9 - Musulmana..................................... 6 Sigue B9 - Hindú.............................................. 7 Sigue B9 - Otra.................................. .............. 8 Sigue B9 - Ninguna.......................................... 9 Pasa a B11 - NC..................................... ............. 99 Pasa a B11 B9 – Respecto a la práctica de su religión en Andalucía, le resulta:

- NR....................... ........................... 88 - NC....................... ........................... 99

- Muy difícil.......................... ............. 1 Sigue B10 - Difícil.................................. ............ 2 Sigue B10 - Fácil................................................ 3 Pasa a B11 - Muy fácil............................ ............. 4 Pasa a B11

B3 – ¿Está empadronado en esta localidad? - Sí.................................................... 1 - No................................................... 2 - NC.................................................. 9 B4 – Ahora le voy a leer una lista de equipamientos y servicios. Dígame si en su barrio existen:

Sí existen

No existen

No está seguro (NS)

NC

B4.1 Guarderías

1

2

8

9

B4.2 Escuelas o institutos

1

2

8

9

B4.3 Transporte público

1

2

8

9

B4.4 Centro de salud

1

2

8

9

B4.5 Zonas verdes

1

2

8

9

1

2

8

9

1

2

8

9

B4.6 Tiendas y comercios

B7 – Le voy a nombrar una serie de aspectos de su vida, ¿podría ordenarlos según la importancia que tienen para Usted en estos momentos, del más importante al menos importante?

B4.7 Instalaciones

NO LEER - No es practicante.............. ............. 7 Pasa a B11 - NS................................................... 8 Pasa a B11 - NC................................................... 9 Pasa a B11

SÓLO QUIENES CONTESTARON 1 O 2 EN B9 B10 – Dígame hasta tres dificultades que haya encontrado, por orden de importancia: B10.1________________________________________________ _____________________________________________ cod.____ B10.2________________________________________________ _____________________________________________ cod.____ B6.10.3_______________________________________________ _____________________________________________ cod.____ Lista de codificación posterior en Manual.

deportivas

B5 –Pensando en la convivencia que mantiene con los vecinos de su barrio, está: - Nada satisfecho..................... ........ 1 Sigue B6 - Poco satisfecho.............................. 2 Sigue B6 - Satisfecho............................. ......... 3 Pasa a B7 - Muy satisfecho...................... ......... 4 Pasa a B7 - NS......................................... ......... 8 Pasa a B7 - NC.................................................. 9 Pasa a B7 SÓLO A QUIENES CONTESTARON 1 o 2 EN B5 B6 – ¿Qué situaciones o problemas dificultan la relación con sus vecinos? Apuntar hasta 3 por orden de importancia: B6.1___________________________________________________ _______________________________________________ cod.____

B11 – Desde su llegada a Andalucía, ¿ha tenido relación con alguna asociación social, política, deportiva o cultural? - Sí........................ ............................ 1 Sigue B11a - No................................................... 2 Pasa a bloque C - NC....................... ........................... 9 Pasa a bloque C

SÓLO QUIENES CONTESTARON 1 EN B11 B11a – Se trata de asociaciones formadas principalmente por: - españoles.................... .................. 1 - inmigrantes......................... ........... 2 - ambos............................................ 3 NO LEER: - NS.................................................. 8 - NC ....................................... ......... 9

B6.2___________________________________________________ _______________________________________________ cod.____ B6.3___________________________________________________ _______________________________________________ cod.____

2

Lista de codificación posterior en Manual.

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LA INTEGRACIÓN DE LOS INMIGRANTES EN LA SOCIEDAD ANDALUZA

C5 – Dígame si en su domicilio tiene acceso a:

C – D OMICILIO DOMICILIO Ahora le haré unas preguntas sobre su domicilio C1 – ¿Cuánto tiempo lleva viviendo en su domicilio actual? C1.1 Años: C1.2 Meses: C1.3 Días:

225

___________ ___________ ___________

Sigue C2 Sigue C2 Sigue C2

- NR.................................................. 77 Sigue C2 - NP (No tiene domicilio) ...... ........... 88 Pasa a C9 - NC........................... ....................... 99 Pasa bloque D

SOLO QUIENES CONTESTEN C1.1, C1.2, C1.3 o NR en C1 C2 – ¿De qué tipo de domicilio o alojamiento se trata? LISTA OCULTA –LEER SÓLO SI ENTREVISTADO NO CONTESTARA:



No

NS

NC

C5.1 Agua caliente

1

2

8

9

C5.2 Baño o ducha

1

2

8

9

C5.3 Lavadora

1

2

8

9

C5.4 Calefacción central

1

2

8

9

C5.5 Aire acondicionado

1

2

8

9

C5.6 Ordenador

1

2

8

9

C5.7 Antena parabólica

1

2

8

9

C5.8 Teléfono fijo

1

2

8

9

C5.9 Teléfono móvil

1

2

8

9

NO LEER: - C5.10 Señala que no tiene agua corriente .............. 88 - C5.11 Señala que no tiene instalación eléctrica...... 99

(Vivienda completa)

- Casa o adosado............. ................ ......................... 1 Sigue C3

C6 – La búsqueda de su actual domicilio, le resultó:

- Cortijo, casa de campo, hacienda agrícola o similares....................................... ......................... 2 Sigue C3 - Piso completo (a disposición propia o bien compartido) ................ 3 Sigue C3 (Habitación)

- Habitación en piso (subarriendo)............................ 4 Pasa a C5 - Habitación en casa de patrones (servicio doméstico interno) ........... ......................... 5 Pasa a C5

- Muy difícil........................ ............. 1 Sigue C7 - Difícil............................................. 2 Sigue C7 - [NO LEER: ni fácil ni difícil]... ....... 3 Pasa a C8 - Fácil.............................................. 4 Pasa a C8 - Muy fácil.............................. ......... 5 Pasa a C8

NO LEER: - NS......................................... ....... 7 Pasa a C8 - NC.......................................... ...... 8 Pasa a C8 - NP......................................... ....... 9 Pasa a C8

- Hotel / pensión / hostal................... ......................... 6 Pasa a C5 SÓLO A QUIENES CONTESTARON 1 o 2 EN C6 C7 – ¿Qué problema ha tenido en relación con esta búsqueda? Dígame hasta tres, por orden de importancia

(Precariedad)

- Centro transeúntes u otra residencia colectiva precaria similar...... ......................... ......................... 7 Pasa a C9 - Chabola, casa abandonada,

C7.1_____________________________________________ _________________________________________cod.____

nave industrial o similares........................................ 8 Pasa a C9

C7.2_____________________________________________

- Coche / tienda de campaña ........... ......................... 9 Pasa a C9

_________________________________________cod.____

- Sin techo......................................... ......................... 10 Pasa a C9

C7.3_____________________________________________

NO LEER en ningún caso:

_________________________________________ cod.____

- Otro (especificar):___________ ............................. 11 Pasa a C9

Lista de codificación posterior en Manual

- NS................................................... 88 Pasa bloque D - NC................................................... 99 Pasa bloque D

C8 – En definitiva, respecto a su domicilio se siente:

SÓLO A QUIENES CONTESTARON 1,2 o 3 EN C2 C3 – Su vivienda la tiene ¿en propiedad, en alquiler o cedida por alguien? NO LEER LISTA y señalar respuesta con círculo:

- Muy a disgusto............................ ........................... 1 - A disgusto................................... ........................... 2 - [NO LEER: Ni a disgusto ni a gusto]...................... 3 - A gusto................................................................... 4 - Muy a gusto......................................... .................. 5 NO LEER: - NS................................................... ....................... 8 - NC ......................................................................... 9

- en propiedad............................... .............. 1 - en alquiler ............................................ .... 2 - cedida por la empresa o empleador donde trabaja.................................................... ..... 3 - cedida por familiares o amigos............. .... 4 - cedida por la Administración pública........ 5 - cedida por una ONG.................................. 6 - ocupada............................................... ..... 7 - otro............................................................ 8

PASAR A BLOQUE D

- NS......................................................... .... 88 - NC............................................................. 99 C4 – ¿ Cuántas habitaciones tiene la vivienda? _________________________________ - NC........................................................

9

3

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MANUEL PÉREZ YRUELA y SEBASTIAN RINKEN

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SOLO A QUIENES CONTESTARON 88 EN C1 o 8, 9, 10 o 11 EN C2 (viviendas precarias) C9 – ¿Cuánto tiempo lleva viviendo en esas circunstancias? - C9.1. Nº Semanas: ___________ - C9.2. Nº Meses: ______________ - C9.3: NºAños:________________

D3 – De todas las personas con las que convive, ¿con cuántas comparte ingresos? _____ _______.................................... Sigue D4

- NR .................................................. 888 - NC .................................................. 999 C10 – Desde que está en Andalucía, ¿ha tratado de encontrar otro tipo de alojamiento o domicilio? - Sí.................................................... 1 Sigue C10a - No................................................... 2 Pasa a bloque D - NC..................... ............................. 9 Pasa a bloque D

SÓLO A QUIENES CONTESTARON 1 EN C10 C10a – ¿De qué tipo? NO LEER LISTA y señalar respuesta con círculo: - Casa o adosado............................. ..........................1 - Cortijo, casa de campo, hacienda agrícola o similares..................................................2 - Piso completo (a disposición propia o bien compartido) ...................................................3 - Habitación en piso (subarriendo; servicio doméstico interno; etc.)...............................4 - Hotel / pensión / hostal.............................................5 - Albergue / centro transeúntes u otra residencia colectiva ............................. ....................6 - Otro (_________________)................ .....................7 - NC................................................... .........................9

-

Ninguna………………… 00 Pasa a D6 NC........................................ 99 Pasa a D6

SÓLO QUIENES CONTESTARON UNA CIFRA EN D3 D4 – ¿Con quién comparte los ingresos? Se trata de: Multirrespuesta: - su cónyuge o pareja ......................1 - hijos o hijastros suyos ................ ...2 - padres suyos o de su pareja ..........3 - hermanos suyos o de su pareja... ..4 - otros familiares...............................5 - personas no familiares................. ..6 - NC................................................ ..9 D5 – En el mes de febrero de 2003, aproximadamente ¿a cuántos Euros ascendieron estos ingresos compartidos? __________________ EUROS - NS................................................ ..8 - NC ...................................................9

A TODOS D6 – ¿Qué lengua hablan habitualmente en su domicilio? Multirrespuesta. Máximo 3

C10b – ¿Qué problemas ha tenido en relación con esta búsqueda? C7.1___________________________________________________ ______________________________________________ cod.____ C7.1___________________________________________________ ______________________________________________ cod.____ C7.1___________________________________________________ ______________________________________________ cod.____ Lista de codificación posterior en Manual.

D – C ONVIVENCIA E N E L D OMICILIO CONVIVENCIA EN EL DOMICILIO Ahora le voy a hacer algunas preguntas sobre las personas con las que convive. Para empezar: D1 –¿Cuántas son? incluya también a los niños y a los que no sean familiares, si hubiese.

- Español................................. ................................... 1 - Francés................................. ................................... 2 - Inglés........................................................................ 3 - Árabe........................................................................ 4 - Chino........................................................................ 5 - Ruso......................................................................... 6 - Otro idioma............................. ................................. 7 - NC............................................................................ 9 D7 – De las personas con las que convive, ¿cuántas tienen menos de 6 años de edad? _____ ______ ....................................... Sigue D8 -

Ninguna…………………… ..... 00 Pasa a D10 NC....................................... ... 99 Pasa a D10

SÓLO QUIENES CONTESTARON UNA CIFRA EN D7 D8 – ¿Cuántos van a una guardería o escuela infantil? - Cifra distinta a D7 (___ __)............ Sigue D9 - Misma cifra que en D7 (__ __) ...... Pasa a D10 - NC.................................................. 99 Pasa a D10

_________ _________........................... Sigue D2 - Vive solo......................................... 00 Pasa a D13 - NP (vive con patrones)................... 88 Pasa a D13 - NC ..................................... ............ 99 Pasa a D13 D2 – De todas las personas con las que convive, ¿cuántas son hombres o niños varones? _____ _______.................................

Sigue D2a

- Ninguna …………… ....................... 00 Pasa a D3 - NC....................................... ........... 99 Pasa a D3 SÓLO QUIENES CONTESTARON UNA CIFRA EN D2 D2a – Y de los hombres o niños varones, ¿cuántos son menores de 16 años? ________ _________

SÓLO QUIENES CONTESTARON EN D8 UNA CIFRA DISTINTA A D7 D9 – Los que no van, ¿por qué motivo no van a la guardería o a la escuela infantil? D9.1_____________________________________________ _________________________________________ cod.____ D9.2_____________________________________________ _________________________________________ cod.____ D9.3_____________________________________________ _________________________________________ cod.____ Lista de codificación posterior en Manual.

- Ninguna ……………....................... 00 - NC ................................................. 99

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LA INTEGRACIÓN DE LOS INMIGRANTES EN LA SOCIEDAD ANDALUZA

A TODOS D10 – Y, pensando de nuevo en todas las personas con las que convive, ¿cuántas tienen edades entre 6 y 15 años?

227

SÓLO QUIENES CONTESTARON EN D15 D16 – Y ¿dónde vive la mayoría de esas personas? - en la misma localidad que Usted. ............................1 - en otra localidad de España....................................2 - en su país de origen.................................................3 - en un país tercero................................ ....................4 - en varios países ......................................................5 - NS....................................................... .....................7 - NC....................................................... .....................9

_______ __________ ........................... Sigue D11 - Ninguna……………… .................... 00 Pasa a D13 - NS......................................... ......... 88 Pasa a D13 - NC.................................................. 99 Pasa a D13 SÓLO QUIENES CONTESTARON UNA CIFRA EN D10 D11 – ¿Cuántas van a un colegio? - Cifra distinta a D10 (___ __)...........Sigue D12 - Misma cifra que D10 (__ __) .........Pasa a D13 - NC.................................... ..............99 Pasa a D13

E – IINGRESOS NGRESOS P ERSONALES PERSONALES Las siguientes preguntas se refieren a sus ingresos personales E1 – Incluyendo todo, ¿cuántos euros gastó durante el último mes de febrero?

SÓLO QUIENES CONTESTARON EN D11 UNA CIFRA DISTINTA A D10

__________________ NS/NR................... 7 NC......................... 8 NP......................... 9 Pasa Bloque F

D12 – Los que no van, ¿por qué motivo no van al colegio?

E2 –En febrero, ¿qué fuentes de ingresos tuvo?

D12.1________________________________________________ _____________________________________________ cod.____

Multirrespuesta:

D12.2________________________________________________

NO LEER LISTA y señalar con círculo (Leer sólo si el entrevistado duda)

_____________________________________________ cod.____ D12.3________________________________________________

- Trabajo asalariado (con o sin contrato) ................... 1

_____________________________________________ cod.____

- Ingresos de negocios y empresas ........................... 2 Lista de codificación posterior en Manual.

- Rentas ...................................................................... 3 - Pensiones (jubilación, invalidez, viudedad,

A TODOS

orfandad, no contributivas)....................................... 4

D13 – En los últimos doce meses, ¿se ha encontrado en alguna de las siguientes situaciones por problemas económicos?

- Prestaciones por desempleo (general y agrario)..... 5 - Salario social ............................................................ 6

Sí No NS NC NP

- Otras prestaciones sociales .................................... 7

1

2

7

8

9

- Ayudas de familiares en metálico o en especie

teléfono

1

2

7

8

9

- Otras ......................................................................... 9

D13.3 Dejar de pagar el alquiler

1

2

7

8

9

- Ninguna .................................................................... 10Pasa bloque F

vestido...)

1

2

7

8

9

D13.5 Pedir ayuda económica a familiares

1

2

7

8

9

Pública

1

2

7

8

9

D13. 7 Pedir ayuda a una ONG

1

2

7

8

9

D13.1 Gastar los ahorros

(sólo familiares que no viven en el hogar) ............... 8

D13.2 Dejar de pagar recibos de luz, agua o

- NC............................................................................. 99

D13.4 Reducir gastos básicos (alimentación,

D13.6 Pedir ayuda económica a Administración

D14 – En febrero de 2003, ¿ envió dinero a familiares que no conviven con usted? - Sí ........................ ........................... 1 Sigue D14a - No…………..................................... 2 Pasa a Bloque E - NP...................... ............................ 88 Pasa a Bloque E - NC......................... ......................... 99 Pasa a Bloque E SÓLO QUIENES CONTESTARON 1 EN D14 D14a – Aproximadamente, ¿cuánto dinero envió? ___________________ EUROS

E3 – Y en total, ¿cuántos euros ingresó durante el mes de febrero? _______________ euros - Sin ingresos.................................... 00 Pasa bloque F - NS/NR................... ......................... 8 - NC......................... ......................... 9

E4 – Con el dinero de que dispone, está - Muy insatisfecho............................ .......................... 1 - Insatisfecho.............................................................. 2 - [NO LEER: Ni a satisfecho ni a insatisfecho]..... ..... 3 - Satisfecho............................................. ................... 4 - Muy satisfecho......................................................... 5 NO LEER: - NS............................................................................ 7 - NC ........................................................................... 8

- NC .................................................9 D15 – ¿Cuántas personas pueden beneficiarse de ese dinero? ________ _______ ......... .......................Sigue D16 - NS...................................................777 Sigue D16 - NC...................................................999 Pasa a Bloque E

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5

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MANUEL PÉREZ YRUELA y SEBASTIAN RINKEN

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G – E MPLEO EMPLEO F – E XPERIENCIA L ABORAL E N E SPAÑA EXPERIENCIA LABORAL EN ESPAÑA Ahora le preguntaré sobre su actividad laboral en España. F1 – ¿En qué año llegó a España? ___ ___ ___ ___ - Este año (2003).............................. 1 Pasa Bloque G - NR......................... ......................... 8 - NC......................... ......................... 9 F2 – Y en el año 2002,¿durante cuántos meses estuvo trabajando en España? ________ ________............................... Sigue F3 - NS.......................... ........................ 88 Sigue F3 - Ninguno............... ........................... 00 Pasa a Bloque G - NC......................... ......................... 99 Pasa a Bloque G

SÓLO QUIENES CONTESTARON UNA CIFRA o 88 en F2 F3 – ¿Para cuántas empresas u hogares ha estado trabajando durante el 2002? ____________________ - NR................................................... 88 - NC................................................... 99 F4 – ¿En cuántas de estas empresas u hogares cotizó a la Seguridad Social?

Si antes hemos hablado de 2002, ahora nos referiremos solamente a su actividad laboral durante febrero de 2003. G1 – En febrero de 2003, ¿ha estado trabajando en el servicio doméstico o en alguna empresa? - Sí........ ............................................ 1 Sigue G2 - No................................................... 2 Pasa a Bloque H - NC......................... ......................... 9 Pasa a Bloque H

SÓLO QUIENES CONTESTARON 1 EN G1 En caso de que hubiera tenido varios empleos, ahora solamente nos referiremos a su trabajo principal, es decir, aquél al que en febrero dedicaba más tiempo. G2 – En febrero, ¿cuántas horas semanales ha estado dedicando a su trabajo principal? ________ __________ - NC.................................... .............. 99 G3 – ¿Cuál era su oficio o profesión en ese trabajo? (Especificar al máximo) __________________________________________________________ __________________________________________________________ - NC................................................... 9

____________________

G4– En febrero, ¿cuál era su situación profesional? - NS................................................... 77 - NR................................................... 88 - NC................................................... 99 F5 – En el 2002, ¿en cuántas provincias españolas ha estado trabajando? ____________________ - NR................................................... 88 - NC................................................... 99 F6 – Siempre pensando en el 2002, ¿cuáles eran sus oficios o profesiones más importantes? (Especificar al máximo)

- Empresario o autónomo........................................... 1 - Miembro de una cooperativa........ ........................... 2 - Asalariado ................................... ............................ 3 - Ayuda familiar .............................. ........................... 4 NO LEER: - Otro:______________________............................. 8 - NC............................................................................ 9 G5 – En febrero de 2003, ¿cotizó a la Seguridad Social? - Si.................................................... 1 - No................................................... 2 - NS......................................... ......... 8 - NC.................................................. 9

1)_________________________________________________________

G6 – En febrero, ¿cuánto cobró por este trabajo?

__________________________________________________________

_________________ _______________ Euros - NS................................................... 7 - NR..................... ............................. 8 - NC...................... ............................ 9

2)_________________________________________________________ __________________________________________________________

G7 – ¿A qué se dedica la empresa donde estaba empleado? __________________________________________________________

3)_________________________________________________________

__________________________________________________________

__________________________________________________________ - NC................................................... 9 F7 – Desde que llegó a España, ¿aprendió alguna profesión u oficio específico? (especificar al máximo)

- NS......................................... ......... 8 - NC.................................................. 9 G8 – ¿En qué fecha empezó a trabajar por primera vez en esa empresa? ___ ___ // ___ ____ - NS......................................... ......... 88 - NC.................................................. 99

- ________________________________________________________ - ________________________________________________________ - No............................................... ... 2 - NC.................................................. 9

G9– A final de febrero ¿cuánto tiempo llevaba trabajando de forma continuada en esta empresa? - G9.1 ______ _______ años - G9.2 ______ _______ meses - Menos de un mes........................... 77 - NR.................................................. 88 - NC.................................................. 99

6

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LA INTEGRACIÓN DE LOS INMIGRANTES EN LA SOCIEDAD ANDALUZA

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BLOQUE H SÓLO PARA QUIENES NO HAN CONTESTADO BLOQUE G

G10 – ¿ En su empleo principal, con qué frecuencia se dan las siguientes condiciones?: MOSTRAR / LEER TARJETA Nº2: Habitualmente Ocasionalmente Nunca NS/ NC G10.1 Tener alto riesgo

ESEMPLEADOS MPLEO, D E E ÚSQUEDA D H – B BÚSQUEDA DE EMPLEO, DESEMPLEADOS 003 E 22003 EBRERO D N F E EN FEBRERO DE H1 – Durante el mes de febrero, ¿ha tratado de encontrar empleo o ha hecho alguna gestión para establecerse por su cuenta?

de accidentes o enfermedades

1

2

3

9 NO LEER LISTA y señalar respuesta con círculo:

G10.2 Disfrutar de descanso semanal, vacaciones y permisos

1

2

3

9

1

2

3

9

1

2

3

9

G10.3 Cobrar puntualmente G10.4 Trabajar por la noche

- Sí ................................................... 1 Pasa a H3 - No, pero le gustaría tener empleo . 2 Sigue H2 - No quiere tener empleo.................. 3 Pasa Bloque i - NC.................................... .............. 9 Pasa Bloque i

SÓLO QUIENES CONTESTARON 2 EN H1 H2 – ¿Por qué no busca empleo? ______________________________________________

G10.5 Trabajar los

_____________________________________ cod._____

domingos u otros días festivos

1

2

3

9 Lista de codificación posterior en Manual.

G11 – Resumiendo, ¿cómo se siente respecto a este trabajo? - Muy a disgusto......................................................... 1 - A disgusto...................................... .......................... 2 - [NO LEER: Ni a disgusto ni a gusto]........................ 3 - A gusto..................................................................... 4 - Muy a gusto......................................... .................... 5 NO LEER: - NS............................................................................ 8 - NC ........................................................................... 9

PASAR A BLOQUE i

SÓLO QUIENES CONTESTARON 1 EN H1 H3 – ¿Qué trabajo ha buscado? (especificar al máximo) H3.1__________________________________________________

G12 – En febrero de 2003, ¿tenía otro empleo? - Sí.............................................................................. 1 Sigue G13 - No............................................................................. 2 Pasa a G14 - NC..................................... ....................................... 9 Pasa a G14

_____________________________________________________ H3.2__________________________________________________ _____________________________________________________ H3.3__________________________________________________

SÓLO QUIENES CONTESTARON 1 EN G12 G13 – ¿Cuántas horas semanales dedicaba a otros empleos?________________________ - NC ..................................................................................99

G14 – En las cuatro últimas semanas, ¿ha hecho alguna gestión para encontrar otro empleo o para establecerse por su cuenta? - Sí....................... ............................. 1 Sigue G15 - No................................................... 2 Pasa a bloque i - NC........................ .......................... 9 Pasa a bloque i SÓLO A QUIENES CONTESTARON 1EN G14 G15 – ¿Qué trabajo ha buscado? (especificar al máximo) 1.__________________________________________________ 2.__________________________________________________ 3.__________________________________________________ NO LEER: - Cualquiera ................................................................ 1 - Cualquiera que pague bien/mejor............................ 2 - Cualquiera que sea legal ......................................... 3 - NS............................................................................ 8 - NC ........................................................................... 9

_____________________________________________________ NO LEER: - Cualquiera.................................................................1 - Cualquiera que pague bien/mejor ............................2 - Cualquiera que sea legal..........................................3 - NS................................................... .........................8 - NC ..................................................... ......................9

H3a– A día de hoy, ¿encontró empleo? - Sí.................................................... 1 - No.......................... ........................ 2 - NC.................................................. 9 H4 – A final de febrero 2003, ¿cuánto tiempo llevaba usted desempleado? - H4.1 ______ _______ .................. años - H4.2 ______ _______ .................. meses - menos de un mes............... ........... 77 - NR........................................ ......... 88 - NC......................................... ........ 99

PASAR A BLOQUE i

7

199-236-Anexo 1. Materiales

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30/3/05, 13:23

MANUEL PÉREZ YRUELA y SEBASTIAN RINKEN

230

J2 – ¿A cuáles de las siguientes instituciones ha demandado alguna vez algún servicio?

ii.. E DUCACIÓN EDUCACIÓN A TODOS i1 –¿Cuál es el mayor nivel de estudios que ha alcanzado? De la lista que le voy a enseñar, elija la respuesta que mejor refleje su situación. MOSTRAR TARJETA No.3: - No sabe leer ni escribir................ ......................0 Pasa a bloque J

- Sin estudios pero sabe leer y escribir................1 Pasa a bloque J - Estudios primarios sin finalizar............. .............2 Pasa a bloque J - Estudios primarios completos............................3 Pasa a bloque J - Educación Secundaria Obligatoria completa.....4 Sigue i2 - Grado medio (Bachillerato, F.P., BUP, COU, y similares).................... .....................................5 Sigue i2 - Título universitario no reglado...................... .....6 Sigue i2 - Ciclos formativos de grado superior (F. P. II; Artes plásticas...)................................................7 Sigue i2 - Estudios universitarios de grado medio (diplomatura o primer ciclo)................................8 Sigue i2 - Est. univ. de grado superior (segundo ciclo; licenciatura) o especialización técnico-profesional...... ..........9 Sigue i2 - Tercer ciclo (doctorado)....... ..............................10 Sigue i2 - NS.......................................................................99 Pasa a bloque J SÓLO QUIENES CONTESTARON 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10 EN i1 i2 – ¿ Dónde obtuvo este título? - en España....................... ...............1 - en su país de origen.......................2 - en otro país tercero.............. ..........3 - NC..................................... .............9

J – A TENCIÓN S OCIAL ATENCIÓN SOCIAL

Sí No NC J2.1 Instituciones dependientes de la Junta de Andalucía

1

2

9

J2.2 Diputación o Mancomunidad

1

2

9

J2.3 Ayuntamiento

1

2

9

J2.4 Iglesia

1

2

9

J2.5 Mezquita

1

2

9

J2.6.Asociación pro inmigrantes

1

2

9

J2.7 Asociación de inmigrantes

1

2

9

J2.8 Sindicato o asociación empresarial

1

2

9

J2.9 Consulado o embajada de su país de origen

1

2

9

J3 – ¿Ha tenido alguna vez algún tipo de contacto con los servicios sociales públicos? - Sí ................................................... 1Sigue J4 - No .................................................. 2 Pasa a J6 - NS ........................................ ......... 3 Pasa a J6 - NC ................................................. 4 Pasa a J6 SÓLO QUIENES CONTESTARON 1 EN J3 J4 – Concretamente, ¿qué servicio o prestación utilizó? Multirespuesta: APUNTAR hasta tres respuestas: 1 _______________________________________________ __________________________________ cod.___Pasa a J5 2 _______________________________________________ __________________________________ cod.___Pasa a J5 3 _______________________________________________ __________________________________ cod.___Pasa a J5 Lista de codificación posterior en Manual. - NS............................ ...................... 88 Pasa a J6 - NC................................................... 99 Pasa a J6 - Ninguno ......................................... 00 Pasa a J6 Lista de codificación posterior en Manual.

Ahora pasaremos a algunas preguntas sobre sus necesidades sociales y las gestiones realizadas para atenderlas. J1 – En estos momentos, ¿cuáles son, por orden de importancia, sus tres problemas o necesidades principales?

SÓLO QUIENES CONTESTARON EN J4 J5 – ¿Hasta qué punto está satisfecho con las soluciones que le proporcionaron?

APUNTAR por orden de importancia:

__________________________________________________________

- Nada satisfecho..............................1 - Poco satisfecho................... ...........2 - Satisfecho.......................................3 - Muy satisfecho...................... .........4

J1.2_______________________________________________________

- NS......................................... .........8 - NC......................................... .........9

J1.1_______________________________________________________

__________________________________________________________ J1.3_______________________________________________________ __________________________________________________________ - Ninguno .......................................... 00

A TODOS J6 – Desde su llegada a España, ¿hizo alguna gestión para obtener algún tipo de permiso? - Sí.......................... .......................... 1 Sigue J7 - No................................................... 2 Pasa a bloque K - NC......................... ......................... 9 Pasa a bloque K

- NS................................................... 88 - NC................................................... 99

8

199-236-Anexo 1. Materiales

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30/3/05, 13:23

LA INTEGRACIÓN DE LOS INMIGRANTES EN LA SOCIEDAD ANDALUZA

SÓLO QUIENES CONTESTARON 1 EN J6 J7 – ¿Qué resultado obtuvo con sus gestiones? - En la actualidad tiene permiso ....................1 Sigue J8 - En la actualidad está nacionalizado............2 Pasa a bloque K - Obtuvo permiso en el pasado pero actualmente no tiene....................................3 Pasa a bloque K - Solicitud pendiente de resolución................4 Pasa a bloque K - Solicitud a punto de presentarse.................5 Pasa a bloque K - Solicitud denegada ......................................6 Pasa a bloque K - NC................................................................9 Pasa a bloque K

231

SÓLO QUIENES CONTESTARON 1 o 2 EN K3 K4 – ¿Y qué enfermedad/es tuvo? K4.1 _______________________________________________ ___________________________________________ cod. ____ K4.2 _______________________________________________ ___________________________________________ cod. ____

SÓLO QUIENES CONTESTARON 1 EN J7 J8 – ¿Qué tipo de permiso tiene? - Permiso de residencia ..............................................1 - Permiso inicial de trabajo y residencia.....................2 - Permiso de trabajo y residencia renovado...............3 - Permiso de trabajo y residencia permanente ..........4 - Permiso de estudiantes con o sin autorización de trabajo......... ..............................................................5 - Otros tipos de permiso........................ .....................6 - NS......................................................... ...................8 - NC........................................................ ....................9

K4.3 _______________________________________________ ___________________________________________ cod. ____ Lista de codificación posterior en Manual. K5 – ¿Alguna de estas enfermedades estuvo originada por sus condiciones laborales o por accidentes sucedidos en el lugar de trabajo? - Sí..................................... .............. 1 - No.................................... .............. 2 - NS .................................................. 8 - NC.................................................. 9

ALUD – S K K– SALUD Las siguientes preguntas se refieren a su estado de salud: K1 –¿Cuántos días durante los últimos 30 días su salud física no fue buena?

K6 – Y en cualquiera de las ocasiones en que estuvo enfermo ¿ acudió a un médico o centro de salud? - Sí....................................... ............ 1 Sigue K7 - No....................................... ........... 2 Pasa a K8 - NC.................................................. 9 Pasa a K10

_________ __________ - Ninguno.......................................... 77 - NS/NR ........................................... 88 - NC.................................................. 99 K2 – ¿Y cuántos días durante los últimos 30 días su estado de ánimo no fue bueno? _________ __________ - Ninguno.......................................... 77 - NS/NR ........................................... 88 - NC.................................................. 99 K3 – Desde su llegada a Andalucía, ¿se ha puesto enfermo alguna vez?

SOLO QUIENES CONTESTARON 1 EN K6 K7 – ¿Hasta qué punto está satisfecho con la atención sanitaria recibida? - Nada satisfecho..............................1 Sigue K7a - Poco satisfecho................... ...........2 Sigue K7a - Satisfecho.......................................3 Pasa a K10 - Muy satisfecho...................... .........4 Pasa a K10 - NS......................................... .........8 Pasa a K10 - NC......................................... .........9 Pasa a K10

SÓLO QUIENES CONTESTARON 1o 2 EN K7 K7a – ¿Cuáles fueron los problemas con los que se encontró? K7a.1______________________________________________

- Sí, una vez............................ ......... 1 Sigue K4 - Sí, varias veces.............................. 2 Sigue K4 - No, nunca....................................... 3 Pasa a K10 - NC.................................................. 9 Pasa a K10

___________________________________________cod. ____

K7a.2______________________________________________

________________________________cod. ____ K7a.3______________________________________________

________________________________cod. ____ Lista de codificación posterior en Manual. PASAR A K10

9

199-236-Anexo 1. Materiales

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MANUEL PÉREZ YRUELA y SEBASTIAN RINKEN

232

SOLO QUIENES CONTESTARON 2 EN K6 K8 – Entonces, ¿qué hizo para mejorar? K8.1___________________________________________________

___________________________________cod. ____

L – E XPERIENCIAS Y P ROYECTO M IGRATORIO EXPERIENCIAS PROYECTO MIGRATORIO Ahora, para terminar, hablaremos de su experiencia migratoria.

K8.2___________________________________________________

___________________________________cod. ____ K8.3___________________________________________________

___________________________________cod. ____ Lista de codificación posterior en Manual. K9 – ¿Por qué no acudió a un médico o centro de salud? K9.1___________________________________________________

___________________________________cod. ____

L1 – Si piensa en todo lo que le ha pasado desde que llegó a Andalucía, se siente: - Nada satisfecho..................... ..................... 1 - Poco satisfecho........................................... 2 - Satisfecho............................. ...................... 3 - Muy satisfecho...................... ...................... 4 - NS......................................... ...................... 8 - NC............................................................... 9 Anotaciones / observaciones: __________________________________________________________ __________________________________________________________ __________________________________________________________

K9.2___________________________________________________

___________________________________cod. ____ K9.3___________________________________________________

___________________________________cod. ____ Lista de codificación posterior en Manual.

L2 –¿En qué tipo de localidad nació usted?: - en el campo (diseminado) .......................... 1 - en una aldea rural ...................................... 2 - en una ciudad pequeña................ .............. 3 - en una ciudad media o grande ................... 4 - NC................................................................ 9 L3 – Y el último lugar en el que vivió antes de salir de su país, era:

A TODOS K10 – En definitiva, ¿cómo se siente respecto a su actual estado de salud? - Muy a disgusto............................................ 1 - A disgusto...................................... ............. 2 - [NO LEER: Ni a disgusto ni a gusto]........... 3 - A gusto........................................................ 4 - Muy a gusto......................................... ....... 5 NO LEER: - NS............................................................... 8 - NC .............................................................. 9 K11 – Actualmente, ¿tiene usted una tarjeta sanitaria válida? - Sí............................ ........................ 1 Sigue K11a - No................................................... 2 Pasa Bloque L - NS.......................... ........................ 8 Pasa Bloque L - NC.......................... ........................ 9 Pasa Bloque L SOLO QUIENES CONTESTARON 1 EN K11 K11a – ¿De qué tarjeta se trata? Multirrespuesta:

- en el campo (diseminado) .......................... 1 - en una aldea rural ...................................... 2 - en una ciudad pequeña................ .............. 3 - en una ciudad media o grande ................... 4 - NC................................................................ 9 L4 – ¿Cuáles fueron los motivos u objetivos principales por los que dejó su país? Dígame hasta 3 por orden de importancia 1)_________________________________________________________ ___________________________________________________ cod. ___ 2)_________________________________________________________ ___________________________________________________ cod. ___ 3)_________________________________________________________ ___________________________________________________ cod. ___ Lista de codificación posterior en Manual. L5 – Desde que partió de su país, ¿en cuántos países ha estado viviendo antes de llegar a España? ______ ______ .................................................... 1

- Tarjeta / cartilla de la Seguridad Social....................1 - Tarjeta sanitaria para inmigrantes de la Junta de Andalucía. ..................................................2 - Seguro privado.................................... .....................3 - otra...................................................... .....................4 - NC...................................................... ......................9

- Ninguno .................................................... 00 - NC ............................................................. 99 L6 – ¿Con qué medio de transporte llegó a España? __________________________________________________ cod. ____ Lista de codificación posterior en Manual. L7 – Después de llegar a España, antes de establecerse en su actual domicilio, ¿en cuántas provincias ha vivido? ____ ____ - NR................................................................ 88 - NC......................... ...................................... 99

10

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LA INTEGRACIÓN DE LOS INMIGRANTES EN LA SOCIEDAD ANDALUZA

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L8 – ¿En qué año empezó a vivir en Andalucía? SOLO QUIENES CONTESTARON 2 EN L13 L13b – ¿Por qué?

____ ____ ____ ____ - NR................................................................ 8 - NC......................... ...................................... 9

L9 – En el momento de llegar a Andalucía, vino con la intención de: - Establecerse por tiempo indefinido ................................1 - Quedarse por un tiempo y después volver a su país.....2 - Irse a otra zona de España.............................................3 - Irse a otro país europeo..................................................4 NO LEER - Otro – especificar:________________...........................5 - No distingue claramente “Andalucía” de otras zonas de España........................ ....................................................6 - NC...................................................................................9 L10 – Y con la experiencia que tiene ahora, ¿qué tiene previsto hacer de cara al futuro? - Establecerse por tiempo indefinido ................................1 - Quedarse por un tiempo y después volver a su país.....2 - Irse a otra zona de España.............................................3 - Irse a otro país europeo..................................................4 NO LEER - Otro – especificar:________________...........................5 - No distingue claramente “Andalucía” de otras zonas de España........................ ....................................................6 - NC...................................................................................9 Anotaciones / observaciones: __________________________________________________________ __________________________________________________________ __________________________________________________________ L11 – De los familiares de su país de origen, ¿cuántos han emigrado? Nº________________ - NS/NR......................................................... 888 - NC............................................................... 999 L12 – Y, de los que aún permanecen allí, ¿cuántos tienen la intención de venir a España?

NO LEER LISTA y señalar respuesta con círculo: - por no llevar el suficiente tiempo en España ...........1 - por carecer de estatus regularizado.........................2 - por carecer de recursos económicos para mantener a mis familiares en España.............3 - por carecer de vivienda suficiente............................4 - no quiero.......................................... ........................5 - NP (no tengo familiares cercanos) ..........................6 - Por otros motivos: __________________________ ____________________________ ...........................7 - NC............................................................................9

A TODOS L14 – ¿ Por término medio, cada cuánto tiempo visita a los familiares que siguen en su país de origen? NO LEER LISTA y señalar respuesta con círculo: - Por lo menos una vez al año..................... . 1 - Menos de una vez al año............................ 2 - Nunca .................................................. ...... 3 - NC............................................................... 99 - No procede.................................................. 88 Pasa a L16 L15 – Y ¿con qué frecuencia está en contacto con ellos? NO LEER LISTA y señalar respuesta con círculo: - A diario......................................................... 1 - Al menos una vez cada semana ................ 2 - Al menos una vez al mes ........................... 3 - Al menos una vez cada tres meses............ 4 - Al menos una vez al año.................... ........ 5 - Menos de una vez al año ........................... 6 - NP (nunca)................................................. 7 - NC................................................................ 9

A TODOS L16 – En definitiva, si pudiera volver atrás en el tiempo, ¿volvería a salir de su país o se quedaría?

_____________ - Ninguno…………………………………........ 777 - NS............................................................... 888 - NC............................................................... 999 L13 – ¿Ha presentado alguna vez una solicitud de reagrupación familiar?

- Volvería a salir.......................................................... 1 - Se quedaría .............................................................. 2 NO LEER - Otro.......................................................................... 3 - NS............................................................................ 8 - NC............................................................................ 9

- Sí.................................................... 1 Pasa a L13a - No................................................... 2 Pasa a L13b - NC................................ .................. 9 Pasa a L14

SÓLO A QUIENES CONTESTARON 1 EN L13 L13a – ¿Con qué resultado? - La tengo concedida................ .....................1 - La tengo denegada .....................................2 - Está en trámite .................... .......................3 - NC....................................... ........................9

11

199-236-Anexo 1. Materiales

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MANUEL PÉREZ YRUELA y SEBASTIAN RINKEN

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Hemos llegado al final del cuestionario. Muchísimas gracias por su paciencia y colaboración. Sólo le pediré dos cosas más, y hemos terminado. PETICIÓN NÚMERO DE TELÉFONO Primero, por si surgiera alguna duda respecto de la información que he estado apuntando en el cuestionario, le agradecería que me facilitara un número de contacto, preferiblemente el de su teléfono móvil. T1. APUNTAR NÚMERO DE CONTACTO: _____________________

T3.-Apuntar nombre o alias (del entrevistado) por el que preguntar:____________________________

T2.- El teléfono facilitado es: - propio ............................................. 1 - de un familiar .................................. 2 - de un vecino o conocido ................ 3 - de un bar / restaurante / etc........... 4 - de una asociación ......................... 5 - NP................................................... 9

- ninguno (contesta el propio entrevistado)................ 1 - NP ............................................................................. 9 T4.- ¿Cuándo es mejor llamar? T4.1.- Día de la semana: T4.2.- Hora:

___________________ ___________________

[LEER SÓLO SI NO SE CONSIGUIERA EL TELÉFONO AL PRIMER INTENTO] Puede ser cualquier número (móvil o fijo), siempre que llamando allí fuera posible hablar con usted. Sólo se trata de poder aclarar las dudas que puedan surgir, para que no se tuviera que anular el cuestionario por resultar incompleto o poco claro, pues en este caso no podría cobrar por mi trabajo, y la información que me ha facilitado se perdería. Puede darme el número de un amigo o de un bar o de una asociación cultural, cualquier lugar donde fuera posible contactarle, preguntando por usted con su nombre propio u otro inventado. Muchísimas gracias. PETICIÓN SUGERENCIAS DE CAPTACIÓN Segundo, ¿me puede hacer alguna sugerencia acerca de lugares donde podría encontrar a otros entrevistados? (opcional): “Concretamente, estoy buscando un sitio donde encontrar a … [según exigencias del entrevistador]” Sugerencias de puntos de captación - especificar: 1.- lugar _________________________________________________ municipio: ___________________ colectivo: ___________ 2.- lugar _________________________________________________ municipio:____________________colectivo: ___________ 3.- lugar ________________________________ _________________municipio: ___________________ colectivo: ___________

A RELLENAR POR EL/LA ENTREVISTADOR/A U1.- Municipio en el que se realizó la entrevista: ______________________________________ U1a.- Marcar si fuera municipio sustitutivo ...... 1 U2.- Tipo de lugar donde se realizó la entrevista: ______________________________________ U3.- Dirección (no es obligatorio si es la del domicilio del entrevistado) ________________________________________________________ ________________________________________________________ U4.- Descripción detallada del lugar( del barrio si se trata del

- asociativo ....................................................................... 4 especificar:__________________________________ U6. Número de contactos realizados hasta realizar la entrevista: U6.1- nº de personas contactadas que no cumplían con la cuota: __________ U6.2 - nº de personas contactadas que se niegan a hacer la entrevista:_________ U6.3 - nº de personas que comienzan pero no finalizan la entrevista:___________

domicilio): ________________________________________________________ ________________________________________________________ ________________________________________________________ ________________________________________________________ U5. Ámbito de captación del entrevistado - laboral....................................................................... 1 especificar:__________________________________ - residencial................................................................ 2 especificar:__________________________________ - recreativo.......................... ....................................... 3 especificar:__________________________________

U6.4 – nº de contactos previos con el entrevistado: _____ U7.- Fecha de realización U.7.1. Día ___ ___ U7.2. Mes ___ ___ U8.- Día de la semana - Lunes........................................................................ 1 - Martes............................. ......................................... 2 - Miércoles............ ...................................................... 3 - Jueves...................................................................... 4 - Viernes........................... .......................................... 5 - Sábado..................................................................... 6 - Domingo................... ................................................ 7 U9- Hora de realización - Mañana (antes de las 12)............... ......................... 1 - Mediodía (entre 12y 15h)......................................... 2 - Tarde (entre 15 y 20h)................... .......................... 3 - Noche (después de las 20h) .................................... 4

12

199-236-Anexo 1. Materiales

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LA INTEGRACIÓN DE LOS INMIGRANTES EN LA SOCIEDAD ANDALUZA

U10.- Duración de la entrevista en minutos: _ _ _ U11.-Nombre del entrevistador: _________________________________________

235

U14a Observaciones acerca de la comprensión del idioma (dudas reiteradas, confusiones más frecuentes etc...) ________________________________________________________ ________________________________________________________ _______________________________________________________

U12.- Desarrollo de la entrevista: - Muy bueno................................................................ 5 - Bueno ....................................................................... 4 - Regular ..................................................................... 3 - Malo .......................................................................... 2 - Muy malo .................................................................. 1 U12a.Observaciones sobre el desarrollo de la entrevista: ________________________________________________________

U15. Sinceridad de la persona entrevistada: - Muy buena ................................................................ 5 - Buena ....................................................................... 4 - Regular ..................................................................... 3 - Mala .......................................................................... 2 - Muy mala .................................................................. 1

________________________________________________________

U15a. Observaciones acerca de la sinceridad de la persona entrevistada: ________________________________________________________

________________________________________________________

________________________________________________________ ________________________________________________________

U13. Condiciones externas de desarrollo de la entrevista - Muy buenas .............................................................. 5 - Buenas...................................................................... 4 - Regulares ................................................................. 3 - Malas ........................................................................ 2 - Muy malas ................................................................ 1 U13a. Observaciones sobre las condiciones externas (ruido, interrupciones...) ________________________________________________________ ________________________________________________________

U16. Número de entrevistas realizadas en el mismo día antes que ésta: __ U17. Si el entrevistado facilitó alguna indicación para la búsqueda de otras entrevistados, indicar (multirrespuesta): - ámbito laboral ........................................................... 1 - ámbito residencial..................................................... 2 - ámbito recreativo ...................................................... 3 - ámbito asociativo ..................................................... 4 - NP ............................................................................ 9

________________________________________________________

U14.- Nivel de comprensión del idioma y las preguntas que demostró el entrevistado: - Muy bueno................................................................ 5 - Bueno ....................................................................... 4 - Regular ..................................................................... 3 - Malo .......................................................................... 2 - Muy malo .................................................................. 1

ESA E L IIESA ÉCNICA D NIDAD T A U OR L ELLENAR P A R RELLENAR POR LA UNIDAD TÉCNICA DEL Cod.1:_________________

Cod.2:_________________

Z1.- Cuestionario - válido ........................................................................ 1 - corregido................................................................... 2 Pasa a Z2

Z3.- Inspección del cuestionario

Z2.- Motivos de corrección del cuestionario Z2.1_______

Z2.2._________

Z2.3_________

- Sí............................................................................... 1 Pasa a Z3a - No ............................................................................. 2 Z3a.- Resultado de Inspección del cuestionario - válido ........................................................................ 1 - corregido................................................................... 2 Z4.- Motivos de corrección del cuestionario Z4.1_______

Z4.2._________

Z4.3_________

Z5. - Valoración de la inspección - válido ........................................................................ 1 - anulado..................................................................... 2 Inicio revisión del cuestionario (día/mes): __ __ //__ __ Finalización revisión del cuestionario:

__ __ //__ __

13

199-236-Anexo 1. Materiales

235

30/3/05, 13:24

199-236-Anexo 1. Materiales

236

30/3/05, 13:24

ANEXO 2. TABLAS CON RESULTADOS DE LA ENCUESTA NEPIA

237-296-ANEXO 2

237

30/3/05, 13:26

237-296-ANEXO 2

238

30/3/05, 13:26

239

LA INTEGRACIÓN DE LOS INMIGRANTES EN LA SOCIEDAD ANDALUZA

Tabla 1

Nivel de estudios por Conjunto geopolítico de procedencia y Sexo * I1: “¿Cuál es el mayor nivel de estudios que ha alcanzado? De la lista que le voy a enseñar, elija la respuesta que mejor refleje su situación.” Sexo**

Nivel educativo

Conjunto geopolítico Europa del Este

Asia

V

M

V

M

M

14,2 15,1 12,9 10,4 10,3

1,2

1,4

1,3

2,3

26,2

33,5

24,5

39,3

Primarios Completos %

15,8 14,5 17,4 22,3 21,2

9,1

14

13,5

15,9

13,7

21,1

23,8

16,3

Educación Secundaria Obligatoria completa %

18,2 18,5 17,9 17,9 24,7 17,2 14,5

20,8

19

16,3

17,3

24,1

12,8

Grado Medio (Bachillerato, BUP, FP, COU) %

24,1 23,6 24,6 32,2 18,6 42,8 28,7

25

29,9

19,6

16

10,6

18,4

Estudios Universitarios %

27,7 28,2

39,5

33

24,1

12,1

16,4

11,5

,6

1,7

NS %

M

V

M

27 17,1 24,3 29,6 41,4 ,9

V

M

,1

,1

,1

100

100

100

100

100

100

100

100

100

100

100

100

100

1797 1044

753

203

155

165

194

160

200

239

122

277

82

TOTAL % RECUENTO

V

África Subsahariana

V

Sin estudios/ primarios sin finalizar %

TOTAL

Iberoamérica

Magreb y Oriente Próximo

* Las siglas en las explicaciones por debajo del título se refieren a la posición de la pregunta correspondiente en el Cuestionario (ver Anexo 1). ** Las iniciales de las cabeceras de todas las tablas (V) y (M) se refieren a Varón y Mujer.

237-296-ANEXO 2

239

30/3/05, 13:26

240

MANUEL PÉREZ YRUELA Y SEBASTIAN RINKEN

Tabla 2

Medio de transporte por Conjunto geopolítico de procedencia y Sexo L6: “¿Con qué medio de transporte llegó a España?” Conjunto geopolítico

Sexo Tipo de transporte

África Magreb Iberoamérica y Oriente Próximo Subsahariana

Europa del Este

Asia V

M

V

M

M

V

En coche %

2,6

2,7

2,4

2,8

1,8 12,7

9,2

,2

En autobús %

9,5

9,3

9,8

2,5

4,1 59,6 54,9

1

En camión o camioneta %

1,3

2,1

,2

,6

1,1

,5

En tren %

1,3

1,8

,7

2,7

1,2

4,1

2,1

TOTAL

V

50,7

44,1 59,2 88,8 91,4 22,2 32,7 96,6

En barco %

26,2

27,6 24,5

A pie %

7,3

10,8

,0

,0

M

V

M

2,5

6,7

2,2

4,6

1,2

5,3

5,6

4,2

,4

,8

1,6

,7

5,4

2,2

97,4

10

7,5

45,7

62,9

,8

57,6

80,1

10

11,6

19,2

7,6

24,2

14,2

,7

,3

En avión % En patera %

V 1,3

M

,3

2,5

2,7

,6

NC %

1,1

1,4

,5

1,9

1

1,5

1,5

1,5

TOTAL %

100

100

100 100 100 100 100

100

100

100

100

100

100

1797

1044

753 203 155 165 194

160

200

239

122

277

82

RECUENTO

,6

,7

,9

Tabla 3 Medio de transporte por Año de llegada a Andalucía1 L6: “¿Con qué medio de transporte llegó a España?” Año de llegada a Andalucía

Tipo de transporte

TOTAL

2000

2001

En coche %

2,6

1,4

3,3

4,1

2,7

1,8

En autobús %

9,5

1

5,9

8,8

11,8

13,9

En camión o camioneta %

1,3

1,7

1,5

,4

2,1

En tren %

1994 o antes

Entre 1995 y 1999

2002-2003

1,3

,5

,9

,6

,9

2,5

En avión %

50,7

45,6

36,9

58,5

56,4

53

En barco %

26,2

49,5

44,7

15,9

18

17

7,3

,4

5,3

9,4

8,7

9,1

1,1

1,6

1,3

1

1,2

,7

100

100

100

100

100

100

1792

240

331

291

360

570

En patera % A pie %

,0

NC % TOTAL % RECUENTO

,2

1 Cinco personas no contestaron a la pregunta L8: "¿En qué año empezó a vivir en Andalucía"?, por lo que cada vez que se utilice esta variable como variable independiente, el recuento total será inferior al del número de personas que contestaron a la pregunta de la variable dependiente. Recordamos, además, que la categoría "2002-2003" se refiere al año 2002 y el primer trimestre de 2003.

237-296-ANEXO 2

240

30/3/05, 13:26

241

LA INTEGRACIÓN DE LOS INMIGRANTES EN LA SOCIEDAD ANDALUZA

Tabla 4 Tipo de localidad de nacimiento por Año de llegada a Andalucía L2: “¿En qué tipo de localidad nació usted?” Año de llegada a Andalucía Tipo de localidad de nacimiento

TOTAL

En el campo (diseminado) %

1994 o antes

Entre 1995 y 1999

2000

2001

2002-2003

4,2

3,6

4,8

4,3

4,9

3,6

En una aldea rural %

12,5

6,7

16,8

15,5

11,8

11,2

En una ciudad pequeña %

26,3

18,8

21

30,7

25,7

30,3

En una ciudad mediana o grande %

56,9

70,9

57,3

49,5

57,5

54,7

NC %

,1

,1

,1

100

100

100

100

100

100

1792

240

331

291

360

570

TOTAL % RECUENTO

,1

Tabla 5 Países de residencia por Conjunto geopolítico de procedencia y Sexo L5: “Desde que partió de su país, ¿en cuántos países ha estado viviendo antes de llegar a España?” Sexo Europa del Este

Magreb y Oriente Próximo

Número de países de residencia

TOTAL

V

M

Ninguno %

82,8

77,7

89,4

Uno %

11,9

15,2

7,6

Dos %

3,5

5

1,6

5,2

Tres o más %

1,7

2

1,4

3,9

,0

,0

,0

100

100

100

100

100

100

100

100

100

100

100

1797 1044

753

203

155

165

194

160

200

239

122

NC % TOTAL % RECUENTO

237-296-ANEXO 2

Conjunto geopolítico

Asia

241

V

M

V

M

66,8 77,9 73,8 87,6 24,2 13,4 15,2

Iberoamérica V

África Subsahariana

M

V

M

V

M

83

94,5

82,2

86,1

45,7

73,4

7,2

11,7

4,1

13,3

11,3

33,2

17,4

4,4

7,2

2,2

4,5

,7

3,2

1,4

14,6

8,1

4

3,8

2,9

,9

,7

1,4

1,2

6,4

1,1

,2

,1

30/3/05, 13:26

100 277

100 82

242

MANUEL PÉREZ YRUELA Y SEBASTIAN RINKEN

Tabla 6 Provincias de residencia por Conjunto geopolítico de procedencia y Sexo L7: “Después de llegar a España, antes de establecerse en su actual domicilio, ¿en cuántas provincias ha vivido?” Sexo

Número de provincias de residencia

Conjunto geopolítico Europa del Este

Asia TOTAL

V

Ninguna %

52,3

44

Una %

30,9

33,8

Dos %

8,2

9,7

Tres o más %

7,1

10,9

V

M

M

63 43,6

V

Iberoamérica

Magreb y Oriente Próximo

África Subsahariana

M

V

M

V

M

V

M

49

60

70,9

59,4

70,9

30,7

49,9

44,9

42,1

27,1 28,9 35,5

26,2

21,8

27,8

20,7

39,4

38,2

35,1

36,9

6,5

5,1

8,9

5,6

11

6,4

10,8

10,3

7,3

1

2,8

2,8

16,8

1,6

8

9

6,2

9 10,1

2,3 14,9

4,6

NR/NC %

1,5

1,6

1,4

3,6

,8

1,2

1,1

2,1

3,9

1,3

1,7

TOTAL %

100

100

100

100

100

100

100

100

100

100

100

100

100

1797

1044

753

203

155

165

194

160

200

239

122

359

277

RECUENTO

Tabla 7 Provincias de residencia por Zona socioeconómica de asentamiento y Sexo L7: “Después de llegar a España, antes de establecerse en su actual domicilio, ¿en cuántas provincias ha vivido?” Sexo

Número de provincias de residencia

Zonas rurales del interior TOTAL

V

M

V

M

Grandes ciudades (capitales y cinturón metropolitano) V

M

Zonas costeras turísticas V

M

Zonas de agricultura intensiva V

M

Ninguna %

52,3

44

63

33

50,6

47,3

74

43,2

51,9

44,9

63

Una %

30,9

33,8

27,1

24,8

32,8

32,9

19,7

44,8

36,7

29,4

26,2

Dos %

8,2

9,7

6,2

17,1

11,6

8,7

4,1

6,4

5,2

10,7

8,4

Tres o más %

7,1

10,9

2,3

23,8

4,9

9,8

1,2

2,3

3,6

14,1

1,2

NR/NC %

1,5

1,6

1,4

1,3

1,2

1

3,4

2,7

,9

1,2

TOTAL %

100

100

100

100

100

100

100

100

100

100

100

1797

1044

753

252

196

271

192

236

200

285

165

RECUENTO

237-296-ANEXO 2

Zona socioeconómica de asentamiento

242

30/3/05, 13:26

243

LA INTEGRACIÓN DE LOS INMIGRANTES EN LA SOCIEDAD ANDALUZA

Tabla 8 Motivos de emigración por Conjunto geopolítico de procedencia y Sexo (Multirespuesta) L4: “¿Cuáles fueron los motivos u objetivos principales por los que dejó su país? Dígame hasta 3 por orden de importancia.” Sexo

Conjunto geopolítico Europa del Este Iberoamérica

Asia Motivos

TOTAL

V

M

V

M

V

M

33,5 29,3 26,3 20,4 35,2

31,4

25,3

26,2

38,2

34,5

39,3

32,9

2,3

2,7

1,8

1,5

1

3,2

2,7

,8

2,6

2,1

5,9

11,4

Para reagruparme con familiares %

13,1

7

20,9

26

9,2

13,6

5,6

13,6

5,2

31,9

6,5

29,5

Por dificultades económicas o mejorar mi economía %

27,1

26,9 27,5 21,3 17,2 30,2

38

36,1

29,8

19,7

19,5

33

34,9

Para mejorar mi trabajo o negocio %

13,9

15,8 11,4 13,8 15,2 14,3

9,3

12,4

14,4

17,7

6,5

20,7

17,4

24

25,6 22,1 23,2 12,7 33,2

25,6

27,2

23,9

21,7

18,6

32,6

28,5

19,9 13,8

5,3

8,1

10,4

11,1

31,3

17,9

17,2

10,3

15,7

8,9

6,1

1,5

3,1

10,1

10,7

8,9

6,9

4,4

4,7

4,1

15,3 14,1 16,7 12,1

13

14,8

15,2

17,2

15,5

10,1

16,1

5,4

7

7,4

6,6

2,4

3,8

3,1

6,1

1,9

5,1

12

10

9,7

3,2

Problemas o motivos personales %

7,5

6,6

8,7

5,2

5,9

1,2

7,7

6

9,1

8,8

9,1

5

8,7

Otros motivos %

5,9

6,6

4,9

4,9

4,8

5

6,6

5,5

4,4

7,8

4,8

6,9

5

Respuestas consideradas erróneas2 %

4,7

4,6

4,9

3,3

1,9

4,7

5,1

2,5

3,2

6,1

7,7

4,4

8,8

1785 1038 747

202

154

165

192

159

200

236

122

276

79

Ayudar a mi familia %

Porque no tenía trabajo %

31,7

Por la mala situación política o social de mi país %

17,2

Falta de perspectivas de futuro %

6,3

Por aventura o ganas de viajar %

14,8

Para estudiar %

TOTAL

M

6,4

V

M

40,5

V

África Subsahariana

M

Mejorar la calidad de vida %

V

Magreb y Oriente Próximo

2 Se trata de respuestas poco específicas (por ejemplo, “el trabajo”), de manera que no permiten una clasificación diferenciada.

237-296-ANEXO 2

243

30/3/05, 13:26

244

MANUEL PÉREZ YRUELA Y SEBASTIAN RINKEN

Tabla 9 Proyecto migratorio inicial por Conjunto geopolítico de procedencia y Sexo L9: “En el momento de llegar a Andalucía, vino con la intención de:” Sexo

Intenciones al llegar a Andalucía Establecerse por tiempo indefinido % Quedarse un tiempo y después volver a su país %

Europa del Este

Asia TOTAL

V

M

Iberoamérica

Magreb y Oriente Próximo

África Subsahariana

V

M

V

M

V

M

V

M

V

M

55,1

54,6 55,8

66,4

67,1

53,1

43,2

63,6

54,4

49

61,5

48,6

67,5

32

28,6 36,2

22,6

19,7

37,5

49,5

27

38,3

28,2

30,4

30

21,8

Irse a otra zona de España %

5,4

7,6

2,5

4,6

4,5

5,7

3,1

5,7

2,3

9,5

2,3

8,9

1,1

Irse a otro país europeo %

5,3

7,2

2,7

2,9

1,2

2

1,2

2,5

2,8

12

3,4

7,4

6,7

Otro %

1,1

2,2

1,2

1,9

,9

,3

1,3

1

1,6

2,1

3,6

No distingue Andalucía de otras zonas de España %

,3

,4

,3

,5

1,7

NC %

,6

,4

,9

1

2,2

,5

,8

100

100

100

100

100

100

100

100

1797 1044 753

203

155

165

194

160

TOTAL % RECUENTO

237-296-ANEXO 2

Conjunto geopolítico

244

,3

2

4,6

1,1

,5

2,1

,6

100

100

100

100

100

200

239

122

277

82

30/3/05, 13:26

245

LA INTEGRACIÓN DE LOS INMIGRANTES EN LA SOCIEDAD ANDALUZA

Tabla 10 Proyecto migratorio actual por Conjunto geopolítico de procedencia L10: “Y con la experiencia que tiene ahora, ¿qué tiene previsto hacer de cara al futuro?” Sexo

Intenciones futuras

Conjunto geopolítico Europa del Este

Asia TOTAL

V

M

Establecerse por tiempo indefinido %

57,2

54,2

61

Quedarse un tiempo y después volver a su país %

21,9

Irse a otra zona de España %

V

M

Iberoamérica

Magreb y Oriente Próximo

África Subsahariana

V

M

V

M

V

M

V

M

61,3

55,3

68,6

61,7

41,2

59,3

54,1

71,7

21,8 22,1 12,4 13,5

26

28,2

18,5

23,3

23,2

19,2

26,5

15,3

9,6

12,7

5,5

4,1

2,9

5,7

7,3

5,3

3,6

20,7

7,9

9,4

6,4

Irse a otro país europeo %

7,1

7,8

6,2

4,8

,9

3,5

3,2

4,3

4,9

11,4

10,7

7,8

6,6

Otro %

2,6

2,1

3,3

4,7

4,3

1,8

4,5

2,3

4,1

1,8

1,5

1,1

No distingue Andalucía de otras zonas de España %

,1

,1

,1

,5

2

Irse a un país tercero (ni donde nació, ni europeo) %

,2

,0

,5

,7

72,8 75,1

,6

,6

,8

NC %

1,3

1,3

1,4

1,3

1,6

,8

,9

1,6

1,7

1,4

,5

TOTAL %

100

100

100

100

100

100

100

100

100

100

100

100

100

1797 1044 753

203

155

165

194

160

200

239

122

277

82

RECUENTO

Tabla 11 Proyecto migratorio inicial por Año de llegada a Andalucía L9: “En el momento de llegar a Andalucía, vino con la intención de:” Año de llegada a Andalucía Intenciones al llegar a Andalucía Establecerse por tiempo indefinido % Quedarse un tiempo y después volver a su país % Irse a otra zona de España % Irse a otro país europeo % Otro % No distingue Andalucía de otras zonas de España % NC % TOTAL % RECUENTO

237-296-ANEXO 2

245

TOTAL

1994 o antes

Entre 1995 y 1999

55,1

55,6

59,3

53,5

58,7

51,3

32

31,3

32,1

36,2

29,9

31,4

5,4

3,6

3,2

5,2

4,9

7,8

5,3

5,2

3,4

4

4,1

7,6

1,3

2,4

1,4

,8

1,1

1,1

,1

,2

,2

,7

,3

2000

2001

2002-2003

,6

1,9

,6

,1

1

,1

100

100

100

100

100

100

1792

240

331

291

360

570

30/3/05, 13:26

246

MANUEL PÉREZ YRUELA Y SEBASTIAN RINKEN

Tabla 12 Proyecto migratorio actual por Año de llegada a Andalucía L10: “Y con la experiencia que tiene ahora, ¿qué tiene previsto hacer de cara al futuro?” Año de llegada a Andalucía

TOTAL

1994 o antes

Entre 1995 y 1999

Establecerse por tiempo indefinido %

57,2

80,8

58,1

61,4

52,2

48,1

Quedarse un tiempo y después volver a su país %

21,9

9,9

20,4

22,7

26,8

24,2 12,3

Intenciones futuras

2000

20022003

2001

Irse a otra zona de España %

9,6

,9

11,6

7,5

10,6

Irse a otro país europeo %

7,1

4,4

5,3

4,3

6,5

11

Otro %

2,6

2,9

2,2

2,5

2,6

2,8

No distingue Andalucía de otras zonas de España %

,1

Irse a un país tercero (ni donde nació, ni europeo) %

,2

NC %

,2 1

,2

1,3

1,2

2,3

,6

1,3

1,2

100

100

100

100

100

100

1792

240

331

291

360

570

TOTAL % RECUENTO

,1

Tabla 13 Proyecto migratorio familiar por Conjunto geopolítico de procedencia y Sexo L12: “Y, de los (familiares) que aún permanecen allí (en el país de origen), ¿cuántos tienen la intención de venir a España?” Sexo Europa del Este

Magreb y Oriente Próximo

África Subsahariana

Familiares con intención de emigrar

TOTAL

M

V

Ninguno %

50,2 48,5 52,4 53,8 53,8 55,4 59,1 56,1

52,7

44,4

Uno %

12,6

11,9 13,4

7,6

12,1

12,7

8

15,7

15,3

12

8,3

8,6

Dos %

13,6

14,5 12,5 11,7 14,6

10,9

11,9

15,3

11,2

14,8

13,5

16,6

21,7

Tres %

7,1

7,7

6,4

5,1

3,6

6,6

4,8

8,4

9,5

7,7

3,1

8,5

4,1

Cuatro %

3,4

4,2

2,4

4,1

1,2

1,9

,4

3,8

1,9

4,2

3,6

8,3

11,4

Cinco %

2,2

2

2,5

3,5

4,7

2,9

1,1

1,9

,9

1,4

4,8

3,3

7,1

Entre seis y diez %

3,8

3,4

4,3

3,5

6,9

2,3

1,8

1,3

3,5

4,6

6,3

6,3

5,4

,9

,7

1

1,3

1,2

,9

1,2

1,5

1,5

1,1

5,9

6,8

4,8

8

5,1

3,8

15,8

15,5

,3

,2

,2

Once o más % NS % NC % TOTAL RECUENTO

237-296-ANEXO 2

Conjunto geopolítico

,2

Asia V

M

V

M

8,9

V

M

Iberoamérica V

,2 7,2

M

8

5,2

3,7

6

51

V

M

31,5

25,1

1,2

,7

,4

,3

100

100 100 100 100

100

100

100

100

100

100

100

100

1797

1044 753 203 155

165

194

160

200

239

122

277

82

246

30/3/05, 13:27

247

LA INTEGRACIÓN DE LOS INMIGRANTES EN LA SOCIEDAD ANDALUZA

Tabla 14 Resultado de las gestiones para obtener el permiso por Conjunto geopolítico de procedencia y Sexo J7: “¿Qué resultado obtuvo con sus gestiones?”. Responden a esta pregunta sólo las personas que han contestado “Sí” en la pregunta J6 (“Desde su llegada a España, ¿hizo alguna gestión para obtener algún tipo de permiso?”), N = 1464. Sexo

Conjunto geopolítico

Asia

Resultados de las gestiones

TOTAL

En la actualidad tiene permiso %

V

M

62,2 63,7 60,1

En la actualidad está nacionalizado %

5,1

4,1

Obtuvo permiso en el pasado pero actualmente no tiene %

2,5

3

Solicitud pendiente de resolución % Solicitud a punto de presentarse % Solicitud denegada % NC % TOTAL % RECUENTO

V

M

Europa del Este V

Iberoamérica

M

M

V

M

V

M

42,7

48,4

74,2

80,2

68,6

68,4

7,7

11

2

1,5

,6

2,4

2,6

1,2

2,8

4,5

1,6

1,6

2,1

10,1

7,6

17,8

9,6

4,2

4,7

7

12,8

79 79,4 60,9 40,8

6,4 13,1 10,8

1,7

1,5

18,8 16,5 21,8

4

7,8 20,9 39,5

27,9

29,3

9,5

6,8

3,2

7 12,9

5,2

3,2

2,9

,5

8

9

6,7

1,9

,4

,6

,2

1,9

África Subsahariana

V

1,9

3,1

Magreb y Oriente Próximo

5,8 ,5

9,9

1,2

,8

8,5

9,1

,7

,1

100

100 100 100 100

100 100

100

100

100

100

100

100

1464

860 604 189 137

103 133

125

156

202

109

241

69

Tabla 15 Resultado de las gestiones para obtener el permiso por Año de llegada a Andalucía J7: “¿Qué resultado obtuvo con sus gestiones?” Responden a esta pregunta sólo las personas que han contestado “Sí” en la pregunta J6 (“Desde su llegada a España, ¿hizo alguna gestión para obtener algún tipo de permiso?”), N = 1464. Año de llegada a Andalucía Resultados de las gestiones

TOTAL

En la actualidad tiene permiso % En la actualidad está nacionalizado % Obtuvo permiso en el pasado peroactualmente no tiene % Solicitud pendiente de resolución % Solicitud a punto de presentarse % Solicitud denegada % NC %

Entre 1995 y 1999

2000

2001

20022003

62,1

71,3

88,2

76,9

48,7

32,4

5,1

24,8

2,5

1,4

2

,3

2,5 18,8

,9

3,9

1,4

1,9

4,4

1,9

13,7

24,1

45,4

3,1

,8

,6

,2

4,3

8

8

2,2

2,9

6,3

17,2

9,4

1,8

,1

100

100

100

100

100

100

1459

226

311

273

317

332

,4

TOTAL % RECUENTO

237-296-ANEXO 2

1994 o antes

247

30/3/05, 13:27

248

MANUEL PÉREZ YRUELA Y SEBASTIAN RINKEN

Tabla 16 Tipo de permiso por Año de llegada a Andalucía J8: “¿Qué tipo de permiso tiene?” Responden a esta pregunta sólo las personas que han contestado “En la actualidad tengo permiso” en la pregunta J7 (“¿Qué resultado obtuvo con sus gestiones?”), N = 943. Año de llegada a Andalucía Tipo de permiso

TOTAL 1994 o antes Entre 1995 y 1999

2000

2001

9,7

3,9

8

7,5

16,6

17,3

Permiso inicial de trabajo y residencia %

23,9

7,2

10,9

35,2

46

27,5

Permiso de trabajo y residencia renovado %

39,7

26,2

50,8

48,3

28

32

Permiso de trabajo y residencia permanente %

21,1

54,9

24,2

7

7,2

11,2

Permiso de estudiantes con o sin autorización de trabajo %

2,2

2,2

2,7

1,5

Otros tipos de permiso %

3,1

5,6

2,6

,5

2,1

7

Permiso de residencia %

NC %

,2

2002-2003

5,1

,7

TOTAL %

100

100

100

100

100

100

RECUENTO

940

158

284

226

165

107

Tabla 17 Tipo de permiso por Conjunto geopolítico de procedencia y Sexo J8: “¿Qué tipo de permiso tiene?”. Responden a esta pregunta sólo las personas que han contestado “En la actualidad tengo permiso” en la pregunta J7 (“¿Qué resultado obtuvo con sus gestiones?”), N = 943. Sexo

Tipo de permiso

TOTAL

Permiso de residencia %

Asia M

23,9

24,2 23,6 19,1 17,9 40,2 44,4

39,7

44,5 33,2

Permiso de trabajo y residencia permanente %

21,1

20,1 22,6 34,5 26,1

Permiso de estudiantes con o sin autorización de trabajo %

2,2

2,6 1,6

Otros tipos de permiso %

3,1

3,6

,0

,0

Permiso de trabajo y residencia renovado %

NC %

,2

4,7 16,7

V

2,3

NS %

237-296-ANEXO 2

M

1,8 10,5

Permiso inicial de trabajo y residencia %

9,7

V

2,3

8,1 16,3

Conjunto geopolítico Magreb Europa y Oriente África del Este Iberoamérica Próximo Subsahariana V M V M V M V M

34 36,8 47,3 36,1 5,7

5

,7

6,7

34,3

30,5 17,7 14,5

31,9

22,1

39,2

40,1 47,7

25

42,6

47,3

20,4

16,2 20,1 31,3

19,7

19,4

1,4

2,5

3

2,9

4,9

3,7

1,9

100 100

100

100

149

164

47

2

4,3 3,4

3,9

3,7

4,6

100

100

53

74

1,8

,3

,4

,7

TOTAL %

100

100 100

100 100 100 100

RECUENTO

943

570 373

145 109

248

6,2 27,4

1

6,6

59

56

30/3/05, 13:27

87

249

LA INTEGRACIÓN DE LOS INMIGRANTES EN LA SOCIEDAD ANDALUZA

Tabla 18 Cotización por Conjunto geopolítico de procedencia y Sexo G5: “En febrero de 2003, ¿cotizó a la Seguridad Social?” Responden a esta pregunta sólo las personas que han contestado “Sí” en la pregunta G1 (“En febrero de 2003, ¿ha estado trabajando en el servicio doméstico o en alguna empresa?”), N = 1305. Sexo

Cotización S.S. TOTAL

Conjunto geopolítico Europa del Este

Asia

África Subsahariana

V

M

M

V

M

V

M

V

M

54,1

59,2

47

86,6

84,7 42,5

28,4

44,6

42,9

69,8

56

68

58,5

No %

45

40,3

51,6

13,4

12,5 57,2

70,3

54,6

57,1

29,5

40

32

41,5

NS %

,6

,2

1,2

1,4

NC %

,3

,3

,3

1,3

,3

1,3

100

100

100

100

100

100

100

100

100

100

100

100

100

1305

789

516

173

115

128

132

136

146

163

73

189

50

Sí %

TOTAL % RECUENTO

V

M

V

Iberoamérica

Magreb y Oriente Próximo

,7

4 ,7

Tabla 19 Empleo por Conjunto geopolítico de procedencia y Sexo G1: “En febrero de 2003, ¿ha estado trabajando en el servicio doméstico o en alguna empresa?” Sexo

Trabajo en febrero TOTAL

Europa del Este

Asia V

Iberoamérica

Magreb y Oriente Próximo

M

V

M

V

M

V

M

V

M

África Subsahariana V

M

Sí %

71,1

73,3

68,4

87,7

77,6

76,4

69,7

83,8

71,9

65,1

61

67,8

63,4

No %

28,8

26,6

31,6

12,3

22,4

22,9

30,3

16,2

28,1

34,9

39

31,7

36,6

NC %

,1

,1

100

100

100

100

100

100

100

100

100

100

100

100

100

1797 1044

753

203

155

165

194

160

200

239

122

277

82

TOTAL % RECUENTO

237-296-ANEXO 2

Conjunto geopolítico

249

,7

,6

30/3/05, 13:27

250

MANUEL PÉREZ YRUELA Y SEBASTIAN RINKEN

Tabla 20 Situación profesional por Conjunto geopolítico de procedencia y Sexo G4: “En febrero, ¿cuál era su situación profesional?”. Responden a esta pregunta sólo las personas que han contestado “Sí” en la pregunta G1 (“En febrero de 2003, ¿ha estado trabajando en el servicio doméstico o en alguna empresa?”), N = 1305. Sexo

Situación profesional Empresario o autónomo % Miembro de una cooperativa % Asalariado %

Conjunto geopolítico

Asia

M

V

M

V

M

V

M

39,8

25,7

2,7

1,6

17,9

11,3

24,6

12,4

18,3

15,6

1,9

1,4

,8

,7

,7

,6

5,9

,9

76 82,5

56,6

78,8

87

70,4

73

78,5

78,4

16,5

20,4

11

1,2

,6

78,7

M

2,2

1,4

3,3

,8

Otro %

1,3

1,6

1

1,1

,0

NC %

RECUENTO

,1

África Subsahariana

V

V

V

Iberoamérica

Magreb y Oriente Próximo

M

TOTAL

Ayuda familiar %

TOTAL %

Europa del Este

68 97,3 90,5 4,1

6,5

,3

3,1

6,6

,7

3,4

2,6

,7

1,3

2,1

1,5

2,6

,3

,2

1,3

100

100 100

100

100

100

100

1,4 100

100

100

100

100

100

1305

789 516

173

115

128

132

136

146

163

73

189

50

Tabla 21 Búsqueda de empleo por Conjunto geopolítico de procedencia y Sexo H1: “Durante el mes de febrero, ¿ha tratado de encontrar empleo o ha hecho alguna gestión para establecerse por su cuenta?” Responden a esta pregunta sólo las personas que han contestado “No” o “NC” en la pregunta G1 (“En febrero de 2003, ¿ha estado trabajando en el servicio doméstico o en alguna empresa?”), N = 492 Sexo

Búsqueda de empleo

Europa del Este

Asia TOTAL

V

M

Sí %

65,7

72,9 57,8

No, pero le gustaría tener empleo %

18,8

15,8

No quiere tener empleo %

14,2

NC %

237-296-ANEXO 2

Conjunto geopolítico

V

M

V

M

Iberoamérica V

M

Magreb y Oriente Próximo V

M

África Subsahariana V

M

57,4 33,4

91,6

62,3

77,2

64,1

69,4

52,7

72,6

45

22

19 31,4

5,5

20,6

18,8

15

16,6

27,1

13,8

47,8

9,9 18,8

19,9 35,2

19,1

14

19,4

10,1

7,2

14,8

1,4

1,4

1,4

3,8

2,9

2,4

4

1,8

,8

3,5

TOTAL %

100

100

100

100

100

100

100

100

100

100

100

100

100

RECUENTO

492

255

237

30

40

37

62

24

54

76

49

88

32

250

30/3/05, 13:27

251

LA INTEGRACIÓN DE LOS INMIGRANTES EN LA SOCIEDAD ANDALUZA

Tabla 22 Sector de actividad por Conjunto geopolítico de procedencia y Sexo G7: “¿A qué se dedica la empresa donde estaba empleado?”. Responden a esta pregunta sólo las personas que han contestado “Sí” en la pregunta G1 (“En febrero de 2003, ¿ha estado trabajando en el servicio doméstico o en alguna empresa?”), N = 1305. Sexo CNAE 93 selectiva (5 sectores + "otros") Producción agrícola %

Europa del Este

Asia TOTAL 20,3

V

M

V

25,4 13,3

Construcción e instalación inmuebles %

8,7

14,9

Comercio al por menor %

12,5

15,6

Hostelería %

19

Hogares que emplean personal doméstico %

13,4

Otras actividades %

21,6

,0

3

V 1

,5

30

21,7 21,6

M

28,7

V

20,6

38,7

9,8 30,8 18,3

16,9 21,8 1,3

M

Iberoamérica

13,5

M

Magreb y Oriente Próximo V

10,1

18,4

37,2

M 16,9

5,9

África Subsahariana V

M

29,1

19,7

25,5

1,8

1,3

3,9

11,9

10,1

18,8

11,1

22,2

5,4

55 57,6

7

12,9

20,1

21,3

13,5

20,5

2,9

15,9

2,1 14,2

2,7

37,5

2,2

32

26,4

1,5

19,8

7,8

8,4

18,2

16,9

29,9

26,3

19,5

17,2

13,9

35,8

1,2

,7

2,1

7,5

4,5

,3

6,3

6,1

6,4

1,7

1,4

,8

NC %

4,1

4,9

3

NS %

,4

,2

,9

100

100

100

100

100

100

100

100

100

100

100

100

100

1305

789

516

173

115

128

132

136

146

163

73

189

50

TOTAL % RECUENTO

237-296-ANEXO 2

Conjunto geopolítico

251

2,8

30/3/05, 13:27

252

MANUEL PÉREZ YRUELA Y SEBASTIAN RINKEN

Tabla 23 Nivel ocupacional, población inmigrante ocupada en Andalucía en febrero de 2003, por Año de llegada a Andalucía G3: “¿Cuál era su oficio o profesión en ese trabajo?”. Responden a esta pregunta sólo las personas que han contestado “Sí” en la pregunta G1 (“En febrero de 2003, ¿ha estado trabajando en el servicio doméstico o en alguna empresa?”), N = 1305. Año de llegada a Andalucía Oficio o profesión (CNO primer dígito)

Entre 1995 y 1999

2000

2001

20022003

Dirección de empresas y Admones. Públicas %

5,7

16,7

8,3

3,7

2,6

2

Técnicos y Profesionales Científicos e Intelectuales %

3,7

15,2

3,7

,8

1,6

1,3

Técnicos y Profesionales de apoyo %

3,5

7

3,7

4,2

2,7

1,6

Empleados de tipo administrativo %

3,3

5,4

3,2

4,2

,6

3,8

Restauración, Personales, Protección y Vendedores comercio %

24,4

25,2

22,9

29,4

25,4

21,2

,5

,1

1,1

1,4

,1

Artesanos, Cualif. Manufacturas, Construcción, Minería %

7,3

1

9,4

7,9

7,1

8,7

Operadores de Instalaciones y Maquinaria, Montadores %

2,2

2,2

1,2

,3

2,5

3,9

48,6

26,8

46,5

48,4

55,2

56,5

,7

,6

1,1

,1

,9

,8

100

100

100

100

100

100

1303

189

265

231

271

347

Trabajadores cualificados en agricultura y pesca %

Trabajadores no cualificados % NC % TOTAL % RECUENTO

237-296-ANEXO 2

TOTAL

1994 o antes

252

30/3/05, 13:27

253

LA INTEGRACIÓN DE LOS INMIGRANTES EN LA SOCIEDAD ANDALUZA

Tabla 24 Nivel ocupacional, población inmigrante ocupada en Andalucía en febrero de 2003, por Conjunto geopolítico de procedencia y Sexo G3: “¿Cuál era su oficio o profesión en ese trabajo?”. Responden a esta pregunta sólo las personas que han contestado “Sí” en la pregunta G1 (“En febrero de 2003, ¿ha estado trabajando en el servicio doméstico o en alguna empresa?”), N = 1305. Sexo

Oficio o profesión (CNO primer dígito) TOTAL

Europa del Este Iberoamérica

Asia M

V

M

8

2,6

18,3

10,6

3,7

4,7

2,4

,8

1,5

Técnicos y Profesionales de apoyo %

3,5

3,8

3

1,1

2,7

Empleados de tipo administrativo %

3,3

3,3

3,3

2,5

,8

24,4 17,6 33,8

54

60,6

Dirección de empresas y Admones. Públicas %

5,7

Técnicos y Profesionales Científicos e Intelectuales %

Restauración, Personales, Protección y Vendedores comercio %

V

Trabajadores cualificados en agricultura y pesca %

,5

,9

Artesanos, Cualif. Manufacturas, Construcción, Minería %

7,3

11

Operadores de Instalaciones y Maquinaria, Montadores %

2,2

3,2

Trabajadores no cualificados %

TOTAL % RECUENTO

V

M

V

M

,8

6,1

2,5

,9

1,2

6,4

1,4

2,4

6,2

,5

4

2,1

1,8

21,2

,9

,5

7,2

48,6 46,4 51,7

19,5

NC %

237-296-ANEXO 2

Conjunto geopolítico

,7

58,8

V

África Subsahariana

M

V

M

10,8

2,1

3,5

3,1

3,7

5,6

1,3

,5

5,1

4,3

3,9

1,3

3,4

5,9

3,4

2,3

4,4

3,8

2,9

6,1

20,9

19,6

36,8

15,8

30,4

3,8

29,9

1,1

1,9

66,1

,8

16,1

1,8

5,1

3,3

13,6

3,6

1

2,6

1,3

1,1

38,3

47,6

49,9

56,4

68,6

1,9

1,8

59,1

,2

,9

1,5

,3

,8

,3

100

100 100

100

100

100

100

100

100

100

100

100

100

1305

789 516

173

115

128

132

136

146

163

73

189

50

253

1,1

22,3

Magreb y Oriente Próximo

30/3/05, 13:27

1,7

254

MANUEL PÉREZ YRUELA Y SEBASTIAN RINKEN

Tabla 25 Antigüedad continuada en empresa actual, población inmigrante ocupada en Andalucía en febrero de 2003, por Zona socioeconómica de asentamiento y Sexo G9: “A final de febrero, ¿cuánto tiempo llevaba trabajando de forma continuada en esta empresa?” Responden a esta pregunta sólo las personas que han contestado “Sí” en la pregunta G1 (“En febrero de 2003, ¿ha estado trabajando en el servicio doméstico o en alguna empresa?”), N = 1305 Sexo

Zonas rurales del interior

Tiempo continuado en empresa actual

TOTAL

V

M

V

M

V

M

Zonas costeras turísticas

Zonas de Agricultura intensiva

V

M

V

M

Hasta 3 meses %

27,7

27,9 27,4

40,9

25,9

21,7

27,1

21,3

25,3

36,3

31,9

De 3 a 6 meses %

17,3

16,8

18

19,7

21,5

16,1

15

13,6

21,1

19,1

18,1

De 6 a 12 meses %

15,5

16,4 14,1

10,4

26,2

21,5

13,4

10,6

10,7

17,8

12,2

De 1 a 2 años %

22,7

22 23,7

15

14,4

22

27,3

32,7

25,5

15,9

19,9

De 2 a 5 años %

9,9

9,5 10,4

9,3

6,2

10,1

10,5

10,1

8,8

8,3

14,8

Más de 5 años %

5,3

5,5

5,1

4,3

5,5

6,1

4,5

9,5

8,3

1,2

2,3

NR/NC %

1,6

1,9

1,2

,3

,3

2,4

2,2

2,3

,3

1,5

,9

100

100 100

100

100

100

100

100

100

100

100

1305

789 516

195

121

197

137

190

140

207

118

TOTAL % RECUENTO

237-296-ANEXO 2

Zona Grandes ciudades (capitales y cinturón metropolitano)

254

30/3/05, 13:27

237-296-ANEXO 2

255

30/3/05, 13:27

Trabajar los domingos u otros días festivos %

Trabajar por la noche %

Cobrar puntualmente %

Disfrutar de descanso semanal, vacaciones y permisos %

Tener alto riesgo de accidentes o enfermedades %

Condiciones laborales

28,8 13,5 1,6

Ocasionalmente

Nunca

NS/NC

56,1 1

Nunca

NS/NC

1

NS/NC 1305

33,1

Nunca

RECUENTO

32,9

Ocasionalmente

33

21,3

Ocasionalmente

Habitualmente

21,6

1,8

NS/NC

Habitualmente

5,8

Nunca

13,2

56

Habitualmente

Ocasionalmente

1,2

NS/NC

79,2

60,7

Habitualmente

26,3

Nunca

11,8

TOTAL

Ocasionalmente

Habitualmente

V

789

,9

32,1

34,9

32,1

,5

60,9

21,7

16,8

2

6,8

14,5

76,8

1,1

15,7

30

53,1

,7

55,4

27,7

16,2

Sexo

516

1,2

34,4

30,2

34,2

1,7

49,4

20,7

28,2

1,7

4,4

11,3

82,6

2,3

10,5

27,2

59,9

1,9

68

24,3

5,7

M

195

22,4

29,8

47,7

72,2

10,5

17,3

2

9,5

9,6

78,9

1,5

28,8

26,2

43,4

1,4

52

36,1

10,5

V

121

1,1

35,1

24,3

39,4

,6

57,9

17,2

24,3

3,6

6,7

9,5

80,3

2,5

14,8

18,8

63,9

2,4

75

19,4

3,2

M

Zonas rurales del interior

197

2,2

35,4

29,5

32,9

1,2

51,4

28,4

19

1,7

7,2

17,8

73,3

2,5

15

25,6

56,9

1

62,7

24,7

11,5

V

137

1,3

35,7

33,7

29,3

2,7

45,7

18,6

32,9

1,8

1,9

12

84,3

2,7

7,8

22,9

66,6

2,6

64,8

28,6

3,9

M

Grandes ciudades (capitales cinturón metropolitano)

Zona

190

,2

28,7

38,1

33

48

29,7

22,3

,7

5,1

18,5

75,7

9,1

38,6

52,3

,4

60,8

29,4

9,4

V

140

,9

24,1

31,2

43,8

,7

46,4

24,7

28,3

,7

6,1

10,5

82,7

2,2

5,4

30

62,4

1,6

77,2

17,6

3,6

M

Zonas costeras turísticas

207

,4

35,7

42,3

21,6

,4

81

10,4

8,2

3,5

6,2

8,5

81,8

16

30,4

53,6

,1

41,6

25,8

32,5

V

118

1,3

44,1

25,4

29,3

1,3

55,5

22,5

20,7

1,5

6,2

12,1

80,1

1,7

19,8

38,4

40

,6

58,6

26,9

13,9

M

Zonas de Agricultura intensiva

G10: “¿En su empleo principal, con qué frecuencia se dan las siguientes condiciones?”. Responden a esta pregunta sólo las personas que han contestado “Sí” en la pregunta G1 (“En febrero de 2003, ¿ha estado trabajando en el servicio doméstico o en alguna empresa?”), N = 1305.

Tabla 26 Condiciones laborales por Zona socioeconómica de asentamiento y Sexo LA INTEGRACIÓN DE LOS INMIGRANTES EN LA SOCIEDAD ANDALUZA 255

237-296-ANEXO 2

256

30/3/05, 13:27

28,8 13,5 1,6

Ocasionalmente

Nunca

NS/NC

1

NS/NC

RECUENTO

V

,9

1 789

32,1

1305

34,9

33,1

32,1

,5

60,9

21,7

16,8

2

6,8

14,5

76,8

1,1

15,7

30

53,1

,7

55,4

27,7

16,2

32,9

33

56,1

Nunca

Habitualmente

21,3

Ocasionalmente

21,6

1,8

NS/NC

Habitualmente

5,8

Nunca

13,2

56

Habitualmente

79,2

1,2

NS/NC

Ocasionalmente

60,7

Nunca

Habitualmente

26,3

11,8

TOTAL

Ocasionalmente

Trabajar los Ocasionalmente domingos u otros Nunca días festivos % NS/NC

Trabajar por la noche %

Cobrar puntualmente %

Disfrutar de descanso semanal, vacaciones y permisos %

Tener alto riesgo de accidentes o enfermedades %

Habitualmente

Condiciones laborales

Sexo

516

1,2

34,4

30,2

34,2

1,7

49,4

20,7

28,2

1,7

4,4

11,3

82,6

2,3

10,5

27,2

59,9

1,9

68

24,3

5,7

M

173

18

14,4

67,6

,9

33,1

23,3

42,7

3,1

5,4

12,7

78,9

18,5

31,6

49,9

,3

81,4

15,8

2,4

V

Asia

115

1,2

19,3

25,3

54,2

,9

37,4

23,4

38,2

,9

1,1

13,8

84,1

,9

8,9

25,7

64,4

,9

85,7

12,1

1,3

M

128

,8

30,7

45,7

22,7

,8

79,4

8,5

11,3

1,7

3,1

12,9

82,3

19,7

27,5

52,8

,9

44,7

38,3

16,1

V

132

3,1

29,9

35

32

2,8

62,1

18,8

16,3

4,3

2,8

7,4

85,4

4

16,9

27,3

51,8

3,4

64

27,6

4,9

M

Europa del Este

136

2,2

35,2

31,1

31,5

1,1

53,6

26,1

19,2

1,1

8,2

16,1

74,5

2,7

12,5

26

58,8

1,1

58,4

28,7

11,8

V

146

38,1

28,9

33

1,1

47,5

20,3

31,1

,7

3,6

10,7

85

1,5

6,3

26,2

66

,3

73,3

22,3

4,1

M

Iberoamérica

163

31,2

37,3

31,5

65,4

21,2

13,4

2,4

8

14,5

75,1

,5

17,9

32,3

49,3

,4

56,9

24,8

17,9

V

73

2,1

34

30,3

33,6

2,1

47,9

21,1

28,9

2,1

7,9

14,3

75,8

3,5

14,9

28,7

52,9

4,2

59

28,1

8,8

M

Magreb y Oriente Próximo

Conjunto geopolítico

189

1,2

37,6

40,1

21

66,8

22,8

10,4

2,9

,2

10,8

86,1

10,4

37,8

51,8

,3

28,1

33,4

38,2

V

19

50

1,8

31,6

35

31,6

2,6

48,8

30

18,6

1,7

1,7

11,7

84,9

8,3

34,4

57,3

3,6

45,5

31,9

M

África Subsahariana

G10: “¿En su empleo principal, con qué frecuencia se dan las siguientes condiciones?”. Responden a esta pregunta sólo las personas que han contestado “Sí” en la pregunta G1 (“En febrero de 2003, ¿ha estado trabajando en el servicio doméstico o en alguna empresa?”), N = 1305.

Tabla 27 Condiciones laborales por Conjunto geopolítico de procedencia y Sexo 256 MANUEL PÉREZ YRUELA Y SEBASTIAN RINKEN

257

LA INTEGRACIÓN DE LOS INMIGRANTES EN LA SOCIEDAD ANDALUZA

Tabla 28 Jornada semanal por Conjunto geopolítico de procedencia y Sexo G2: “En febrero, ¿cuántas horas semanales ha estado dedicando a su trabajo principal?” Responden a esta pregunta sólo las personas que han contestado “Sí” en la pregunta G1 (“En febrero de 2003, ¿ha estado trabajando en el servicio doméstico o en alguna empresa?”), N = 1305. Sexo Horas semanales trabajando (febrero 2003)

Conjunto geopolítico

Asia V

M

Magreb y Oriente Próximo

Europa del Este Iberoamérica

V

M

V

V

M

Hasta 20 h %

9,4

7,2 12,6

8,1

7,8

3,5

9

9

13,8

7,2

14,4

3,3

5,6

Entre 21 y 30 h %

9,5

6,6 13,4

4,1

3,4

6,3

19,7

8,7

13,9

5,5

11,4

5,4

9,9

Entre 31 y 40 h %

29 35,4 20,1 25,3

35,1

25,7

17,4

26,2

15,8

44,9

24,8

48,4

34,4

Entre 41 y 50 h %

23,7 25,8 20,9 28,9

22,1

39,4

23,9

26,9

20,8

20,3

17

27,7

40,1

Entre 51 y 60 h %

14,7 13,7 16,2 19,2

22,4

12,7

17,7

20,1

16

9,3

15,3

5,1

4,8 5,3

TOTAL

M

V

M

V

África Subsahariana

M

Entre 61 y 70 h %

4,4

4,2

4,5

6,9

2,7

3,5

2

3,7

7

4,6

1,9

3,5

71 horas o más %

5,3

3,2

8,3

6,2

3,2

7,2

7,9

3,4

11,8

1,3

4,3

3,3

4

NC %

4

1,3

3,2

1,8

2,4

2

1,1

6,8

10,8

3,1

100

4

100 100

100

100

100

100

100

100

100

100

100

100

1305

789 516

173

115

128

132

136

146

163

73

189

50

TOTAL % RECUENTO

Tabla 29 Jornada semanal por Zona socioeconómica de asentamiento y Sexo G2: “En febrero, ¿cuántas horas semanales ha estado dedicando a su trabajo principal?” Responden a esta pregunta sólo las personas que han contestado “Sí” en la pregunta G1 (“En febrero de 2003, ¿ha estado trabajando en el servicio doméstico o en alguna empresa?”), N = 1305. Sexo

Zonas de Agricultura intensiva

Horas semanales trabajando (febrero 2003)

TOTAL

M

V

M

Hasta 20 h %

9,4

7,2 12,6

7,5

18

7,6

10,4

9,2

16,8

4,5

8,5

Entre 21 y 30 h %

9,5

6,6 13,4

9

21,1

8,1

15

3,8

13

5,7

5,8

Entre 31 y 40 h %

29 35,4 20,1

32,9

15,1

36,1

18,4

38,4

22,9

33,1

23,5

Entre 41 y 50 h %

23,7 25,8 20,9

28,8

19,4

22,2

19,9

22,6

20,3

32,4

24,8

Entre 51 y 60 h %

14,7 13,7 16,2

7,1

14,7

16,2

17,6

14,3

15,5

12,9

14,9

V

M

V

M

V

M

V

Entre 61 y 70 h %

4,4

4,2

4,5

2,1

3,8

4,3

5,7

4,9

3,6

4,7

3,6

71 horas o más %

5,3

3,2

8,3

4

4,9

2,3

8,6

4,7

6,9

2,5

11,9

NC %

4

4

4

8,8

3

3,3

4,5

2

1

4,3

7,1

100

100

100

100

100

100

100

100

100

100

100

1305

789

516

195

121

197

137

190

140

207

118

TOTAL % RECUENTO

237-296-ANEXO 2

Zona Grandes ciudades (capitales Zonas rurales y cinturón Zonas costeras del interior metropolitano) turísticas

257

30/3/05, 13:27

258

MANUEL PÉREZ YRUELA Y SEBASTIAN RINKEN

Tabla 30 Fuentes de ingresos por Conjunto geopolítico de procedencia y Sexo (Multirespuesta) E2: “En febrero, ¿qué fuentes de ingresos tuvo?”. Responden a esta pregunta todos aquellos entrevistados que, en su respuesta a la E1 (“Incluyendo todo, ¿cuántos euros gastó durante el último mes de febrero?”), no habían señalado carecer de la posibilidad de gastarse dinero (NP), N = 1707. Sexo

Fuentes de ingresos Trabajo asalariado % Ingresos de negocios y empresas % Rentas %

Europa del Este

Asia

Iberoamérica

Magreb y Oriente Próximo

África Subsahariana

TOTAL

V

M

61,8

61,8

61,8

52,5

53,6

82,2

70,9

70,1

65,9

53,4

52,5

59,1

55,6

13

17,4

7,3

33,2

25,4

1,5

,6

15,3

6,9

20,3

7,7

17,9

13,9

1,3

1,4

,2

V

M

V

M

M

V

M

V

M

,7

,6

,7

,7

2,8

2,6

3,5

5

2,8

,3

5,6

1,5

2,7

3,5

3,5

2,4

Ayudas familiares en metálico o especie %

4,1

3,9

4,2

1,7

1

2,3

2,1

1,6

4,6

5,6

5

6,8

7,7

Ninguna % NC % TOTAL

,6

V

Prestaciones sociales %

Otras %

237-296-ANEXO 2

Conjunto geopolítico

,5

8,3

6,6

10,6

6,2

4,5

3,6

15,7

3,2

5,8

9,2

16,1

8,2

16,8

13,7

10,5

17,8

4,1

14

11,1

13,5

10,9

19,6

10,3

18,4

13,7

12,4

,4

,2

,7

,9

,9

,8

,3

1,8

,5

1707

995

712

198

148

185

157

113

258

258

153

196

229

30/3/05, 13:27

70

259

LA INTEGRACIÓN DE LOS INMIGRANTES EN LA SOCIEDAD ANDALUZA

Tabla 31 Remuneración en febrero 2003 por Conjunto geopolítico de procedencia y Sexo G6: “En febrero, ¿cuánto cobró por este trabajo?”. Responden a esta pregunta sólo las personas que han contestado “Sí” en la pregunta G1 (“En febrero de 2003, ¿ha estado trabajando en el servicio doméstico o en alguna empresa?”), N = 1305. Sexo Sueldo febrero 2003

Europa del Este

Asia TOTAL

V

M

Sin ingresos %

,4

,3

,5

Hasta 250 € %

7,3

5,8

9,3

Entre 251 y 500 € %

23,9

16,5

Entre 50 y 750 € %

26,4

Entre 751 y 1000 € %

V

M

V

Iberoamérica

M

V

M

1,6

,3

2,5

2,8

5

11,6

10,3

34,1

14,6

15,9

13,9

28,4

27,3

25,2

24

28,3

28,2

21,9

25,5

17

21

17,4

Entre 1001 y 1250 € %

4,8

6,3

2,6

6,1

Entre 1251 y 1500 € %

2,6

3,8

,9

Entre 1501 y 200 € %

3

4,3

Más de 2000 € %

1,7

NS/NR % NC % TOTAL % RECUENTO

237-296-ANEXO 2

Conjunto geopolítico Magreb y Oriente Próximo V

M

África Subsahariana V

M

,6

1,3

7,2

3,4

14,1

3,2

18,5

36,8

15,2

38

19,4

21,6

27,6

30,6

29,3

24,4

12,9

30

48,2

35,7

20,3

22,6

18,2

26,6

13,5

20,5

11,7

1,9

11,4

1,6

5,8

3,8

5

1,4

8,6

1,7

2,1

2,3

2,8

2

,7

5,7

1,4

4,1

1,8

1,1

4,7

4,6

,4

4

1

6,3

1,3

,5

2,1

1,2

2,8

1,1

3,4

1,4

1,7

3,6

3,3

3,9

7,3

11,4

3,8

1

1,6

4,7

6,3

7,4

7

4,5

4,8

4,1

14,9

12,8

2,2

4

1,7

6,5

9,7

4,4

4,5

100

100

100

100

100

100

100

100

100

100

100

100

100

1305

789

516

173

115

128

132

136

146

163

73

189

50

259

2,7

30/3/05, 13:27

3,4

1,8

260

MANUEL PÉREZ YRUELA Y SEBASTIAN RINKEN

Tabla 32 Remuneración en febrero 2003 por Año de llegada a Andalucía G6: “En febrero, ¿cuánto cobró por este trabajo?” Responden a esta pregunta sólo las personas que han contestado “Sí” en la pregunta G1 (“En febrero de 2003, ¿ha estado trabajando en el servicio doméstico o en alguna empresa?”), N = 1305. Año de llegada a Andalucía Sueldo Febrero 2003

1994 o antes

TOTAL

Entre 1995 y 1999

2000

2001

Sin ingresos %

,4

,2

,8

,1

,8

,0

Hasta 250 € %

7,3

4,4

1,6

3,6

8,6

14,1

Entre 251 y 500 € %

23,9

20,3

18,4

22,7

24,7

29,6

Entre 501 y 750 € %

26,4

11,1

26,3

25,6

32,5

30,4

Entre 751 y 1000 € %

21,9

24

25,4

31,6

17,7

15,4

Entre 1001 y 1250 € %

4,8

6,7

3,9

6

5,8

2,9

Entre 1251 y 1500 € %

2,6

8,5

1

,8

4,1

,6

Entre 1501 y 2000 € %

3

5,4

7,3

3,5

,1

,5

Más de 2000 € %

1,7

4,2

1,9

1,8

,6

1,3

NS/NR %

3,6

9,5

6,4

1,5

,9

1,8

NC %

4,5

5,6

7

2,8

4,3

3,3

100

100

100

100

100

100

1303

189

265

231

271

347

TOTAL % RECUENTO

2002-2003

Tabla 33 Ingresos totales en febrero 2003 por Conjunto geopolítico de procedencia y sexo E3: “Y en total, ¿cuántos euros ingresó durante el mes de febrero?” Responden a esta pregunta las personas que han declarado disponer de alguna fuente de ingresos (E2: “En febrero, ¿qué fuentes de ingresos tuvo?”), N= 1489. Sexo

Ingresos personales en febrero Sin ingresos Hasta 250 € % Entre 251 y 500 € % Entre 501 y 750 € % Entre 751 y 1000 € %

Europa del Este

Asia

Magreb y Oriente África Iberoamérica Próximo Subsahariana

V

M

V

M

V

M

V

2

1,7

2,5

,2

2,5

,4

2,7

1,2

7,1

7,4

6,6

3,4

4

6,2 11,2

9,6

5,7

18 31,9 15,3 19,5 14,2 32,4

18

34,1

25 25,3 24,2 25,5 24,4

26,3

29,1

21,7 23,8 18,6 21,3 14,6 34,1 20,8

24,3

20,9

TOTAL

23,8

25 24,9

M ,3

V

M

V

M

2,5

5,7

1,5

4,4

7

6,7

6,3

,9

18,7 31,9

20,6

17,7

23,6 17,8

26,4

36,1

22,5 14,9

17,9

16,6

Entre 1001 y 1250 € %

5

6,8

2,5

5,7

2,4

9,3

2,1

8,4

3,4

5,2

1,1

8

4,3

Entre 1251 y 1500 € %

2,6

3,5

1,3

2

2,1

4,6

1,3

2,9

1,4

3,9

1,1

3,4

1,5

Entre 1500 y 2000 € %

2,6

3,3

1,6

5,2

5

1,4

2,6

1,6

4,5

1,1

2,4

1,5

2000 ó más € %

1,7

2,3

,9

2,9

1

,4

,7

3,8

1,5

1,9

NS/NR %

4,8

4,6

5

8,8 15,7

4,5

,3

2,1

2

5,3

10

8

NC %

3,7

3,5

4

9,9

,8

2,7

,9

4,8

9,8

4,6

6,3

100

100 100 100 100 100 100

100

100

100

100

100

100

1489

893 596 188 127 137 157

141

160

203

91

224

61

TOTAL % RECUENTO

237-296-ANEXO 2

Conjunto geopolítico

260

9

30/3/05, 13:27

,9 10,7

261

LA INTEGRACIÓN DE LOS INMIGRANTES EN LA SOCIEDAD ANDALUZA

Tabla 34 Ingresos totales en febrero 2003 por Año de llegada en Andalucía E3: “Y en total, ¿cuántos euros ingresó durante el mes de febrero?” Responden a esta pregunta las personas que han declarado disponer de alguna fuente de ingresos (E2: “En febrero, ¿qué fuentes de ingresos tuvo?”), N= 1489. Año de llegada a Andalucía Ingresos personales febrero 2003

2000

2001

Sin ingresos %

2

1,9

1,2

1,9

1,4

3,1

Hasta 250 € %

7,1

2,7

3,6

2

9,5

12,8

Entre 251 y 500 € %

23,8

21,2

20,4

20,1

21,8

30,8

Entre 501 y 750 € %

25

10,8

27,4

28,5

29,9

25

21,7

25

21,4

29,2

21,7

16

Entre 1001 y 1250 € %

5

8,1

4,1

5,4

7,2

2,2

Entre 1251 y 1500 € %

2,6

6,3

1,4

1,7

4,7

,9

Entre 1500 y 2000 € %

2,6

5,4

5,9

2,8

,1

2000 ó más € %

1,7

4,5

1,8

2,7

NS/NR %

4,8

9,9

7,5

4,6

,9

NC %

3,7

4,5

5,3

1,2

2,8

4,2

100

100

100

100

100

100

1485

215

297

255

301

417

Entre 751 y 1000 € %

TOTAL % RECUENTO

TOTAL

1994 o antes

Entre 1995 y 1999

2002-2003

,7 1,1 3,3

Tabla 35 Satisfacción con empleo principal por Año de llegada a Andalucía G11: “Resumiendo, ¿cómo se siente respecto a este trabajo?” Responden a esta pregunta sólo las personas que han contestado “Sí” en la pregunta G1 (“En febrero de 2003, ¿ha estado trabajando en el servicio doméstico o en alguna empresa?”), N = 1305. Año de llegada a Andalucía Satisfacción con el trabajo

TOTAL

2000

2001

8

2,1

7,5

5,8

8,5

12,3

A disgusto %

20,9

15,2

22,3

18,5

21,3

23,8

Ni a disgusto ni a gusto %

13,4

13,7

12,2

15,9

15,1

11,2

A gusto %

45,7

47,9

42,3

46,9

46,9

45,4

Muy a gusto %

11,1

21,1

13,4

11,5

7,6

6,6

Muy a disgusto %

NS %

Entre 1995 y 1999

,0

NC % RECUENTO

261

2002-2003

,2

,9

TOTAL %

237-296-ANEXO 2

1994 o antes

2,2

1,2

,4

,8

100

100

100

100

100

100

1303

189

265

231

271

347

30/3/05, 13:27

262

MANUEL PÉREZ YRUELA Y SEBASTIAN RINKEN

Tabla 36 Satisfacción con el dinero del que se dispone por Conjunto geopolítico de procedencia y Sexo E4: “Con el dinero del que dispone, está:” Responden a esta pregunta las personas que, contestando la pregunta anterior (E3), indicaron haber tenido algún tipo de ingresos en febrero de 2003; N= 1459. Sexo Europa del Este

Asia

Satisfacción con el dinero

TOTAL

V

M

V

M

18,9 17,9 10,4

4,8 14,9 19,6

17,3

16,6

20,9

21,8

25

17,5

Insatisfecho %

37,4

38,2 36,3 33,7 28,2 34,9 35,1

41,3

38,7

37,4

33,4

38,9

48,8

16

5,6

10

2,5

7,1

8,9

12,1

31 38,3 47,6 32,9 27,6

33,5

30,5

34

32

23,8

14,5

1,5

4,1

3

3,5

3,3

5,6

Satisfecho % Muy satisfecho % NS % NC % TOTAL % RECUENTO

262

M

V

5,9 10,4 12,5 12,7 15,4

32,3

33,2

2,9

2,4

3,5

,4

,5

,1

4,2

4,8

1,1

M

V

,7

M

África Subsahariana

18,5

7,8

V

Iberoamérica

Magreb y Oriente Próximo

Muy insatisfecho %

Ni satisfecho ni insatisfecho %

237-296-ANEXO 2

Conjunto geopolítico

1,5

V

M

1,2

,8

,8

,9

,8

,3

,8

1

,7

1

2,3

,2

1,6

100

100

100

100

100

100

100

100

100

100

100

100

100

1459

882

577

187

123

136

151

139

159

200

85

220

59

30/3/05, 13:27

263

LA INTEGRACIÓN DE LOS INMIGRANTES EN LA SOCIEDAD ANDALUZA

Tabla 37 Tipo de domicilio por Zona socioeconómica de asentamiento y Sexo C2: “¿De qué tipo de domicilio o alojamiento se trata?” No responden a esta pregunta aquellas diez personas que contestaron NP-No tiene domicilio a la pregunta C1 (“¿Cuánto tiempo lleva viviendo en su domicilio actual?”); N = 1787. Sexo

Zonas rurales del interior

Precariedad %

Habitación %

Vivienda completa %

Tipo de domicilio

TOTAL

V

M

V

M

14,3

11,9

17,4

26,5

24,1

5,4

3,8

5,3

1,9

6,7

3,2

3

Piso completo (propio o compartido)

67,3

65,6

69,4

52,1

59,8

77,2

Habitación en piso (subarriendo)

5,4

5

5,8

4,7

4,6

Habitación en casa de patrones

2,3

1,2

3,7

,7

5,9

Hotel, pensión, hostal

,7

1,1

,2

,6

Centro de transeúntes u otra residencia colectiva

1,3

1,6

,8

2,2

,6

2,6

Chabola, casa abandonada, nave industrial o similares

4,3

7,3

,4

5,4

,4

4,5

Coche, tienda de campaña

,1

,1

,0

,5

,3

Sin techo

,1

,2

Casa o adosado Cortijo, casa de campo, hacienda agrícola o similar

Otro % TOTAL % RECUENTO

237-296-ANEXO 2

Zona Grandes ciudades (capitales y cinturón Zonas costeras metropolitano) turísticas

263

V

M

V

12,1

V

M

10

8,8

16,5

34,9

2,6

,3

10,5

6,9

73,4

79,9

82

41,2

51,2

4,1

8,5

4,4

5,2

7,2

1,8

1

4

2,1

2,4

,8

3,1

,7

,7

,6

,3

,6

1,2

1,8

,1

M

Zonas de Agricultura intensiva

1,4

19,4

1,7

,2 ,3

,1

,6

,7

,4

,4

1,1

,1

,5

2,3

,3

100

100

100

100

100

100

100

100

100

100

100

1787

1034

753

250

196

269

192

236

200

279

165

30/3/05, 13:27

264

MANUEL PÉREZ YRUELA Y SEBASTIAN RINKEN

Tabla 38 Tipo de domicilio por Conjunto geopolítico de procedencia y Sexo C2: “¿De qué tipo de domicilio o alojamiento se trata?”. No responden a esta pregunta aquellas diez personas que contestaron NP-No tiene domicilio a la pregunta C1 (“¿Cuánto tiempo lleva viviendo en su domicilio actual?”); N = 1787. Sexo

Precariedad %

Habitación %

Vivienda completa %

Tipo de domicilio Casa o adosado

Europa del Este

Asia TOTAL 14,3

Cortijo, casa de campo, hacienda agrícola o similar

3,8

V

M

11,9 17,4

5,3

1,9

V

M

V

M

V

M

V

M

16

17,3

9,9

12,4

11,9

26,3

11,3

12,8

6,5

1,7

2,8

,7

7,8

4,1

1,3

2,2

75,5 78,7 62,1

61,1

79,4

76

55,9

62,5

67,8

64,3

10,2

11,9

,9

67,3

Habitación en piso (subarriendo)

5,4

5

5,8

3,2

2,4

7,1

7,9

4,1

6,2

4,4

4,1

Habitación en casa de patrones

2,3

1,2

3,7

5

5,6

,7

5,5

,6

4,4

1,4

1,5

,7

1,1

,2

1,2

1

Centro de transeúntes u otra residencia colectiva

1,3

1,6

,8

3,9

2,5

Chabola, casa abandonada, nave industrial o similares

4,3

7,3

,4

,9

1,3

Coche, tienda de campaña

,1

,1

,0

1,1

,2

Sin techo

,1

,2

Otro %

,6

,7

,4

100

100

100

100

1787

1034

753

203

Hotel, pensión, hostal

RECUENTO

264

65,6 69,4

África Subsahariana

M

15,3 13,3

V

Iberoamérica

Magreb y Oriente Próximo

Piso completo (propio o compartido)

TOTAL %

237-296-ANEXO 2

Conjunto geopolítico

1,7

2,6

2,1

1,1

,4

1,5

13

,6

7,5

1,2

5,8

,4

,5

1,3

100

100

100

155

163

194

,3

1,3

,5

1,9

100

100

100

100

100

100

160

200

235

122

273

82

30/3/05, 13:27

265

LA INTEGRACIÓN DE LOS INMIGRANTES EN LA SOCIEDAD ANDALUZA

Tabla 39 Tipo de domicilio por Año de llegada a Andalucía C2: “¿De qué tipo de domicilio o alojamiento se trata?”. No responden a esta pregunta aquellas diez personas que contestaron NP-No tiene domicilio a la pregunta C1 (“¿Cuánto tiempo lleva viviendo en su domicilio actual?”); N = 1787. Año de llegada a Andalucía

Precariedad %

Habitación %

Vivienda completa %

Tipo de domicilio

TOTAL

Entre 1995 y 1999

2000

2001

14,3

20,4

19,4

12,3

15,1

9,6

3,8

,9

4,1

6,4

3,6

3,5

67,3

75,9

69,9

67,7

68,8

61,2

Habitación en piso (subarriendo)

5,4

,5

1,7

6,6

4,9

9

Habitación en casa de patrones

2,3

,5

2,5

1,4

2

3,5

,5

,3

Casa o adosado Cortijo, casa de campo, hacienda agrícola o similar Piso completo (propio o compartido)

Hotel, pensión, hostal

,7

Centro de transeúntes u otra residencia colectiva

1,3

Chabola, casa abandonada, nave industrial o similares

4,3

1

Coche, tienda de campaña

,1

Sin techo

,1

Otro %

,6

,9

100

100

1783

240

TOTAL % RECUENTO

237-296-ANEXO 2

1994 o antes

265

1,4

2002-2003

1,7

1,2

,7

2,9

4,1

4,3

7,2

,3 ,4

,1 ,1

,6

1

100

100

100

100

330

290

359

564

30/3/05, 13:27

266

MANUEL PÉREZ YRUELA Y SEBASTIAN RINKEN

Tabla 40 Equipamientos de la vivienda por Zona socioeconómica de asentamiento y Sexo C5: “Dígame si en su domicilio tiene acceso a:”. No responden a esta pregunta las 10 personas a las que no procedía (NP-No tiene domicilio) hacerles la pregunta C2, ni las 104 personas que en la pregunta C2 (“¿De qué tipo de domicilio o alojamiento se trata?”) contestaron “Precariedad” u “Otro”; N= 1683. Sexo

Equipamientos

TOTAL

Sí 97,7 No 2,3 Sí 98,9 Baño o ducha % No 1,1 Sí 89,4 Lavadora % No 10,6 Sí 12,2 No 87,6 Calefacción NS ,2 central % NC ,0 Sí 12,1 Aire No 87,9 condicionado % NC ,0 Sí 21,9 No 78 Ordenador % NC ,1 Sí 27,5 No 72,3 Antena NS ,1 parabólica % NC ,1 Sí 23,9 No 76 Teléfono NS ,0 fijo % NC ,1 Sí 86,2 Teléfono No 13,6 móvil % NC ,2 NP 100 Señala que no tiene No tiene agua agua ,0 corriente % corriente Señala que NP 99,8 no tiene No tiene instalación instalación ,2 eléctrica % eléctrica TOTAL RECUENTO 1683 Agua caliente %

237-296-ANEXO 2

266

Zona

V

M

97,4 2,6 99 1 87,6 12,4 12,2 87,7 ,1 ,0 9,8 90,2 ,1 21,2 78,7 ,1 28 71,9 ,0 ,1 21,5 78,4 ,1

98,1 1,9 98,8 1,2 91,5 8,5 12,1 87,4 ,5

Zonas rurales del interior V M 97 97,9 3 2,1 95,5 100 4,5 84,8 90,5 15,2 9,5 9,3 18 90,7 82

14,7 85,3

4,9 95,1

13,9 86,1

22,8 77,1 ,1 26,9 72,8 ,2 ,1 26,7 73,2

10,3 89,7

14,4 84,5 1,1 27 71,9 ,3 ,8 22,9 77,1

,1 85,9 86,6 13,8 13,4 ,3 ,0 99,9 100 ,1

23,1 76 ,8 15,2 84,8

76,6 22,6 ,8 99,3

Grandes ciudades (capitales y cinturón metropolitano) V M 98,2 98,7 1,8 1,3 99 100 1 90,8 93,1 9,2 6,9 12,9 16,8 87 82,3 ,9 ,1 13,3 23,4 86,6 76,6 ,1 27,5 31 72,5 69 23,9 76,1

25 74,6 ,4

27,2 72,8

36,2 63,6

100

85,4 14,2 ,3 100

,2 85,4 14,5 ,1 100

100

100

99

81,1 18,9

93,6 6,4 13,7 86 ,3

94 6 4,9 94,7 ,4

9,9 90,1

8,5 91,5

25,7 74,2 ,1 24,3 75,6 ,1

21,7 78,3

Zonas de Agricultura intensiva V M 94,8 94,6 5,2 5,4 100 93,7 6,3 76 85,6 24 14,4 10,7 8 89,3 92

5,3 94,7

22,2 77,8

5,9 94 ,1 10,7 89,2 ,1 42,8 57,2

24,2 75,5 ,3

25,4 74,6

11,4 88,6

11 88,8

88,1 11,9

92,3 7,7

100

100

89,7 10 ,3 100

100

100

100

12,4 87,6 37,1 62,9

,2 85,1 14,9 100

,7

100 99,6

100

,4 950

Zonas costeras turísticas V M 98,5 100 1,5 100 100

733

100

1 231

190

255

188

235

30/3/05, 13:28

198

229

157

267

LA INTEGRACIÓN DE LOS INMIGRANTES EN LA SOCIEDAD ANDALUZA

Tabla 41 Equipamientos de la vivienda por Conjunto geopolítico de procedencia y Sexo C5: “Dígame si en su domicilio tiene acceso a:”. No responden a esta pregunta las 10 personas (N = 10) a las que no procedía (NP-No tiene domicilio) hacerles la pregunta C2, ni las 104 personas que en la pregunta C2 (“¿De qué tipo de domicilio o alojamiento se trata?”) contestaron “Precariedad” u “Otro”; N= 1683. Conjunto geopolítico

Sexo

Equipamientos Agua caliente % Baño o ducha % Lavadora %

Calefacción central %

Aire condicionado %

Ordenador %

Antena parabólica %

Teléfono fijo %

Teléfono móvil %

97,7

No

2,3



98,9

V

M

97,4 98,1 99,8 2,6

1,9

,2

99 98,8

100

1

100 98,9 99,1 100

Iberoamérica V M

Magreb y Oriente Próximo V M

África Subsahariana V M

99,4

99

95,8

96

94,4

1,1

,9

,6

1

4,2

4

5,6

2,3

100

100

100

100

97,7

95,8

100

100

2,3

4,2

98,7

95,3

78,2

83,1

81,8

90

1,1



89,4

87,6 91,5 92,7 97,1 92,3 94,8

No

10,6

12,4

2,9

7,7

5,2

1,3

4,7

21,8

16,9

18,2

10



12,2

12,2 12,1 15,3 10,9

6,1

6,6

17,2

16,4

7,8

8,3

21,2

14,5

No

87,6

87,7 87,4 84,7 89,1 93,3 92,7

82,8

82,9

92,2

91,7

78,2

85,5

NS

,2

,1

1,2

97,7

No

8,5

,6

,6

4,3

7,2

17,2

21,5

5,3

8,2

3,5

8,8

81 83,8 95,7 92,8

82,8

78,5

94,7

91,8

95,6

91,2

9,2

27,4

29,9

17,6

16,1

15,5

11,8

78,7 77,1 64,7 58,5 86,1 90,8

72,6

70,1

82,4

83,5

84,1

88,2

,4

,3

,0



12,1

9,8 14,7

No

87,9

90,2 85,3

NC

,0



21,9

No

78

NC

,1



27,5

No

72,3

NS

,1

7,3

,5

NC

,8

,0

,6 19 16,2

,1

,9

21,2 22,8 34,8 41,3 13,9 ,1

,1

28 26,9

,5

,2

40 40,8 17,7 11,4

15,9

17

38

47,7

29

29,2

71,9 72,8 59,5 59,2 82,3 87,2

83,8

82,8

62

52,3

71

70,8

,0

,2

,1

,1

,5

1,3

NC

,1

,3

,2



23,9

21,5 26,7 45,3 54,3 11,4 13,5

28,4

32

15,4

19,6

21

30

No

76

78,4 73,2 54,7 44,8 87,9 86,5

71,6

68

84,6

80,4

79

66,9

NS

,0

NC

,1



86,2

85,9 86,6 86,6 85,7 82,4 85,8

87,6

86,7

84,8

87,1

89,6

84,6

,1

,6

13,8 13,4 13,4 13,4 17,6 14,2

12,1

13,3

15,2

12,9

8,1

15,4

,1

No

13,6

NC

,2

,3

,0

NP

100

99,9

100

,0

,1

Señala que no tiene agua corriente %

No tiene agua corriente

Señala que no tiene instalación eléctrica %

No tiene instalación eléctrica

TOTAL

237-296-ANEXO 2

TOTAL Sí

Asia V M

Europa del Este V M

NP

RECUENTO

267

100 99,6

,2

,4 950

3

,9 100

100

,3 100

100

100

2,4 100

99,8

100

100

100

100

100

100

100

193

121

247

75

,2

99,8

1683

,9

733

100

100

100

100

100

99,1 ,9

203

155

149

183

158

199

30/3/05, 13:28

268

MANUEL PÉREZ YRUELA Y SEBASTIAN RINKEN

Tabla 42 Equipamientos de la vivienda por Año de llegada a Andalucía C5: “Dígame si en su domicilio tiene acceso a:”. No responden a esta pregunta las 10 personas a las que no procedía (NP-No tiene domicilio) hacerles la pregunta C2, ni las 104 personas que en la pregunta C2 (“¿De qué tipo de domicilio o alojamiento se trata?”) contestaron “Precariedad” u “Otro”; N= 1683. Año de llegada a Andalucía TOTAL

1994 o antes



97,7

98,8

97,4

97,8

98,5

No

2,3

1,2

2,6

2,2

1,5

3



98,9

99,2

99,1

97,4

98,6

99,7

Equipamientos Agua caliente % Baño o ducha % Lavadora %

Calefacción central %

Aire acondicionado %

Ordenador %

Antena parabólica %

Teléfono fijo %

Teléfono móvil % Señala que no tiene agua corriente %

237-296-ANEXO 2

2002-2003 97

1,1

,8

,9

2,6

1,4

,3

89,4

96,9

90,7

88

85,5

88,6

No

10,6

3,1

9,3

12

14,5

11,4



12,2

11,8

9,7

13,8

10,7

14

No

87,6

88,2

90,1

86,2

89,3

85,3

NS

,2

NC

,0



12,1

19,5

9,2

15,9

10,1

9,8

,2

,7

80,5

90,8

84,1

89,9

90,1

,1

No

87,9

NC

,0



21,9

43,4

28

19,1

14,5

15,2

80,9

85,5

84,7

,1

No

78

56,5

71,7

NC

,1

,1

,3



27,5

52,1

38,4

22,3

19,4

18

47,5

61,6

77,6

80,2

81,7

,1

,4

,1

,1

No

72,3

NS

,1

NC

,1

,4



23,9

45,7

27,3

21

18,7

17,2

54,3

72,6

79

81,1

82,6

No

76

NS

,0

NC

,1



86,2

89,2

,2

,1 ,1

,1

,1

92,6

92,9

88,1

76,2

7,1

11,7

23,6

No

13,6

10,7

7

NC

,2

,2

,3

NP

100

100

100

NP

268

2001



No tiene instalación eléctrica RECUENTO

TOTAL

2000

No

No tiene agua corriente

Señala que no tiene instalación eléctrica %

Entre 1995 y 1999

100

,2

,2

100

99,8

,0 99,8

,2 100

100

100

100

,2 1679

99,4 ,6

237

325

278

30/3/05, 13:28

337

502

269

LA INTEGRACIÓN DE LOS INMIGRANTES EN LA SOCIEDAD ANDALUZA

Tabla 43 Régimen de tenencia de la vivienda por Conjunto geopolítico de procedencia y Sexo C3: “Su vivienda la tiene ¿en propiedad, en alquiler o cedida por alguien?” Responden a esta pregunta sólo las personas que residen en una “vivienda completa” según la pregunta C2 (“¿De qué tipo de domicilio o alojamiento se trata?); N = 1520. Sexo Régimen de tenencia de la vivienda TOTAL V En propiedad % 13,1 12,2 En alquiler % 78,1 77,4 Cedida por la empresa o 3,9 4,5 empleador donde trabaja % Cedida por familiares o 3,5 3,9 amigos % Cedida por la Administración ,0 ,0 Pública % Cedida por ,6 ,8 una ONG % Otro % ,5 ,8 NC % ,4 ,4 TOTAL % 100 100 RECUENTO 1520 862

M 14,2 78,9

Asia V M 33,2 39,3 50,9 43,5

Conjunto Geopolítico Magreb y Europa Oriente África del Este Iberoamérica Próximo Subsahariana V M V M V M V M 3,1 7,6 8,8 13,8 14,3 13,6 11,2 12 84,1 84 82,1 83,5 75 75,7 81,4 82,1

3,1

9,4

9,2

8,5

4,8

,4

,8

6,6

5

1,3

3,1

5,5

7,3

3,6

2,7

4,9

1,3

2,6

5,4

5,8

1,4

,0

,2

,2 ,3

2,4

,4

,3

2,1

,2 ,7 ,7 ,3 ,7 100 100 100 100 100 658 184 140 139 162

1,4 ,6 100 177

,6 ,9 100 175

,2

,5

100 149

2,5 100 114

100 215

100 65

Tabla 44 Dificultad en la busqueda del domicilio por Conjunto geopolítico de procedencia y Sexo C6: “La búsqueda de su actual domicilio le resultó:” Responden a esta pregunta sólo las personas que residen en una “vivienda completa” o en una “habitación” según la pregunta C2 (“¿De qué tipo de domicilio o alojamiento se trata?); N = 1683. Sexo Búsqueda del domicilio TOTAL Muy difícil % 15,6 Difícil % 18,9 Ni fácil ni difícil % 7,2 Fácil % 45,7 Muy fácil % 8 NS % 1,1 NC % ,1 NP % 3,3 TOTAL % 100 RECUENTO 1683

237-296-ANEXO 2

269

Asia V M V M 14,5 16,8 7,1 7,4 18,6 19,3 16,1 10,4 7 7,5 5,7 6,1 48,2 42,9 47,6 48,6 9,1 6,7 12 12,1 ,6 1,7 ,2 1,1 ,3 ,6 2 4,8 11,3 13,7 100 100 100 100 950 733 203 155

Conjunto geopolítico Magreb y Europa Oriente África del Este Iberoamérica Próximo Subsahariana V M V M V M V M 8,6 13,4 12,3 15,8 17,3 22,4 21,9 11,5 16,7 22,5 17,2 17,8 20 21,5 21,2 21,7 11,1 11,9 8,5 7,2 4,6 5,2 9,8 14 55,7 39,4 49,5 46,2 47,5 38,5 36,5 43,5 8 9,9 11,4 6,5 7,5 4,2 8 6,6 ,8 ,9 1,3 3,6 ,9 ,8 2 1,1 5,6 1,9 3,7 1,7 2,7 100 100 100 100 100 100 100 100 149 183 158 199 193 121 247 75

30/3/05, 13:28

270

MANUEL PÉREZ YRUELA Y SEBASTIAN RINKEN

Tabla 45 Equipamientos del barrio, por Zona socioeconómica de asentamiento y Sexo B4: “Ahora le voy a leer una serie de equipamientos y servicios. Dígame si en su barrio existen:” No responden a esta pregunta aquellos siete entrevistados que no contestaron (NC) al la pregunta B1 (“¿En qué localidad vive actualmente?”); N = 1790. Sexo

Equipamientos barrio

Zonas rurales del interior V

M

V

M

Zonas costeras turísticas V

M

65,2

64,2

66,5

56,4

65,8

47,9

57,4

No existen No está seguro NC

22,6

28,6

14,9

21,5

22,3

21,2

11,3

37,6

18,5

17,4

19,8

13,6

10,5

22,3

22,8

14,5

,2

,3

,1

,7

,7

Sí existen

78,8

73,9

85,2

79,4

85,7

77,7

87,9

No existen No está seguro NC

15,9

20,4

10,1

16,1

12,6

13,2

5

5,3

4,6

3,7

1,6

,2

,3

Sí existen

87,3

85,8

89,3

76,3

No existen No está seguro NC

10,7

12,5

8,5

1,8

1,5

,2

,3

Sí existen

80,3

75,3

17

20,9

2,3 ,4

Sí existen

V

M 73,3

18,1

35

13,1

24,5

14,6

13,6

65,4

77,5

73,3

89,3

7,9

31,5

15,1

23,4

6,6

9,2

4,2

2,9

7,4

2,5

4,1

80,8

94,3

93,6

90,9

88,5

72,6

87,1

22

18,6

3,4

5

8,2

8,2

25,5

9,5

2,1

,9

,3

2,2

1,4

,9

3,4

1,1

3,4

,0

,8

,2

86,7

83

80,8

74,8

87,6

73

85,7

74,5

90,1

12

15,1

17,5

19,4

11

25,4

13,2

21,9

8,9

3,2

1,2

1,8

1,7

4,8

1,5

1,6

1,1

2,9

,6

,6

,1

,1

75,2

70,2

81,7

85

83,8

65,1

82,1

82,6

No existen No está seguro NC

22,5

27,3

16,4

13,8

14,6

30,9

16,3

2,1

2,2

1,9

1

1,4

3,9

1,6

,2

,4

,0

,2

,2

Sí existen

92,8

90,7

95,5

93

93,1

94,6

6,5

8,4

4,1

5,9

6,9

4,5

,3

,5

Sí existen

Centro de salud %

Transporte público %

Escuelas o Guarderías % institutos %

49,6

Zonas verdes %

M

53,6

Tiendas y comercios %

V

58,7

Zonas de Agricultura intensiva

Instalaciones deportivas %

TOTAL

Sí existen

No existen No está seguro NC

No existen No está seguro NC

,8

,7

,2

,8

,8

1

1

,8

,4

82,9

59,3

77,9

16,3

13,6

38,2

21,2

1,1

3,5

1

,9

95,2

95,3

97,6

79,3

95

3,8

4,7

2,4

18,9

5

1,5

,9

,3

,4

,4

,4

,1

60,2

54,8

67

63,5

66,4

51,9

67,5

59,7

60,3

50,6

75,1

31

37,2

22,9

30

27,8

36,7

24,2

36,7

25,9

41,9

13,1

8,5

7,3

9,9

6,4

4,7

10,4

8,3

3,4

13,8

6,8

11,7

,4

,6

,2

,1

1,1

1

1790 1041

749

251

195

270

No existen No está seguro NC RECUENTO

237-296-ANEXO 2

Zona Grandes ciudades (capitales y cinturón metropolitano)

270

1

1,5

,1 190

235

30/3/05, 13:28

,8 199

285

165

271

LA INTEGRACIÓN DE LOS INMIGRANTES EN LA SOCIEDAD ANDALUZA

Tabla 46 Equipamientos del barrio, por Conjunto geopolítico de procedencia y Sexo B4: “Ahora le voy a leer una serie de equipamientos y servicios. Dígame si en su barrio existen:” No responden a esta pregunta aquellos siete entrevistados que no contestaron (NC) al la pregunta B1 (“¿En qué localidad vive actualmente?”); N = 1790. Sexo

Centro de salud %

Transporte público %

Escuelas o institutos %

Guarderías %

Equipamientos barrio

Zonas verdes %

Europa del Este

Asia

V

M

V

M

V

M

V

M

69,9

75

51,7

58,6

62,5

63,6

43,9

69,2

69,5

71,6

No existen

22,7 28,7 14,9

17

8,7

17,6

12,4

15,7

11,6

43,2

22,9

16,9

10,8

No está seguro

18,5 17,5 19,8

13,1

16,3

30,7

29

21,7

24,9

12,9

8

13,5

17,6

NC

,2

V

,3

M

,1

M

África Subsahariana

58,8 53,8 65,3

TOTAL

V

Iberoamérica

Magreb y Oriente Próximo

Sí existen

,3

,5

,6

,1

Sí existen

79 74,1 85,2

78,7

87,6

77,1

81,6

84

87,9

65,5

82,9

80,3

81,9

No existen

16 20,5 10,1

14,9

4,7

12,6

8,4

12,5

7,1

29,7

16,8

12,2

9,4

4,6

6,4

7,8

10,3

10

3,6

5

4,9

,3

7,5

8,8

86 89,3

94

92,4

85,5

90,7

88,9

87,3

83

90,7

88,3

95,2

8,5

5,8

7,6

10,4

6,8

9,8

8,9

15,9

9,3

10

4,8

,2

4,1

2,5

1,3

3,8

1,1

No está seguro

5

NC

,2

5,3 ,3

Sí existen

87,5

No existen

10,8 12,5

No está seguro NC

,6

1,8

1,5

2,1

,2

,3

,0

,8

1,7

,2

,3

Sí existen

80,6 75,8 86,8

87,1

88,6

81,6

89,2

85,8

88,1

65,4

82,7

82,2

89,8

No existen

17,1

21

12

12,3

9

9,2

7

12,7

11,1

31,4

16,9

14,8

8,7

2,3

3,2

1,2

,7

2,4

9,2

3,8

1,5

,8

3,2

,4

3,1

1,5

,4

,6

,1

73,2

73,1

78,5

84,6

62,4

81,6

72,2

76,6

18,4

24,4

19,5

3,5

3,9

No está seguro NC

,4

,5

75,4 70,5 81,7

87,6

85,3

No existen

22,6 27,4 16,4

11,3

12,8

25

21,4

18,6

13,6

35,9

1,1

1,9

1,8

5,4

2,9

1,9

1,7

No está seguro

2,1

,6

2,2

1,9

,4

,0

,2

,2

,6

91 95,9

96,6

94,8

95,8

96,8

98,3

96,8

84,5

94,1

91,4

97

3,4

5,2

4,2

3,2

1,7

3,2

14,6

5,9

7,2

3

,1

Tiendas y comercios %

,4

Sí existen

,8

1,4

,1

Instalaciones deportivas %

,2 93,1

,1

1,2

Sí existen

NC

Sí existen

60,4 55,2 67,1

62,7

64,3

68,7

65,1

67,7

70,3

41

63,3

66,2

72,3

No existen

31,1 37,4 22,9

27,6

19,4

20,3

19,9

25,3

18

52,7

32,9

24,6

22

9,7

16,3

10,9

15

7

11,7

6,2

3,8

9,3

5,7

,2

1,2

153

165

193

159

199

239

122

277

No existen No está seguro NC

No está seguro

6,5

8,4

,3

,5

,4

,4

8,5

NC

271

4,1

,9 ,4

7,4

9,9

,6

,2

,5

1790 1041 749

201

,4

RECUENTO

237-296-ANEXO 2

Conjunto Geopolítico

,4

30/3/05, 13:28

1,4

,6 82

272

MANUEL PÉREZ YRUELA Y SEBASTIAN RINKEN

Tabla 47 Número de habitantes en el domicilio, por Zona socioeconómica de asentamiento y Sexo D1: “¿Con cuántas personas convive? Incluya también a los niños y a los que no sean familiares, si hubiese”. Sexo

Número de personas con las que convive en el domicilio TOTAL

Zonas rurales del interior

Zonas costeras turísticas

Zonas de Agricultura intensiva

V

M

V

V

M

V

M

V

M

11,2

13,1

8,6

17,1

4,7

13,8

11,7

15,9

9,1

7,6

4,3

Una persona %

15,9

14,2 18,1

4,7

13,9

15,8

18,6

20,3

27,7

10,7

7,6

Dos personas %

18,6

18,2 19,1

18,9

22,1

18,7

17,8

18,1

22,3

17,3

15,8

Tres personas %

16,1

16,6 15,5

19,8

12,3

20,4

17,6

14,8

14,5

11

14,7

12

12,7 11,2

12,9

15,5

10

11,1

12,2

4,7

17

17,1

11,5

10,9 12,2

11,4

9,3

13,6

14

7,5

10

9,7

13,2

Cinco personas %

M

Grandes ciudades (capitales y cinturón metropolitano)

Vive sólo %

Cuatro personas % Seis personas %

6,4

5,7

7,3

6,6

8,1

2,7

5,2

4,6

4,2

10,6

15,5

Siete personas %

2,5

2,8

2,1

1,4

3,7

2

,4

1,5

2,6

5,9

4,1

Ocho o más personas %

3,9

4,8

2,7

7,1

3,9

2,2

,7

4

3,3

8,2

5,6

Vive con patrones %

1,7

1

2,7

5,2

,9

3,1

,7

1

1,9

2,1

,2

,1

,3

,1

1,2

,3

,4

,1

100

100

100

100

100

100

100

100

100

100

1044 753

252

196

271

192

236

200

285

165

NC % TOTAL %

100

RECUENTO

237-296-ANEXO 2

Zona

1797

272

30/3/05, 13:28

273

LA INTEGRACIÓN DE LOS INMIGRANTES EN LA SOCIEDAD ANDALUZA

Tabla 48 Hacinamiento en el domicilio, por Conjunto geopolítico de procedencia y Sexo Para poder calcular el ratio, hemos tenido que transformar la variable referida al número de habitaciones (C4), ya que esta pregunta sólo se hacía a las personas que habían declarado habitar una vivienda completa (n=1520). Hemos considerado que las personas a las que no correspondía responder a esta pregunta, en general están viviendo en una sola unidad habitacional, ya que por una parte se trata de personas que han declarado vivir en una habitación, y por otra de habitantes de alojamientos precarios, muchos de los que pueden equivaler, con los matices correspondientes, a unidades habitacionales singulares. Como resultado de estas operaciones, el número de casos de la variable “número de habitaciones” es 1784. Por su parte, en la variable referida al número de habitantes (D1), hemos considerado a las personas que viven con sus patrones (que habían quedado recogidas por separado) como si vivieran solas y las respuestas “NC” como valores perdidos, resultando un número de casos igual a 1790. Una vez hecho el cociente entre ambas variables obtenemos 1777 casos. Con el fin de evitar distorsiones en el porcentaje de hacinados, no se van a tener en cuenta los casos en los que se declara convivir con 12 o más personas por habitación (se piense por ejemplo en la posibilidad de que algunos entrevistados alojados en residencias colectivas pueden haberse referido, al indicar este número, a dormitorios amplios que, a pesar de carecer de tabiques de separación, y por tanto presentar una falta de intimidad, no suponen necesariamente una situación de hacinamiento; se piense, por otra parte, también en la posibilidad de que algunos entrevistados se refieran al total de personas alojadas en la pensión u hostal, por ejemplo). La decisión de descartar los casos a partir de la cantidad de 12 personas por habitación no es arbitraria, sino que responde al hecho de que a partir de esta cantidad, se trata sólo de casos de alojamiento precario, lo que hace más probable las posibles distorsiones que hemos señalado (y quedando en cualquier caso estas situaciones recogidas en nuestra definición global de vivienda no digna). Con esta decisión se descartan 8 casos, siendo el número final de casos válidos N=1769. Sexo

Conjunto geopolítico

Asia Hacinamiento

TOTAL

No hacinamiento % Hacinamiento %

273

V

M

V

M

Iberoamérica V 91,4

M

Magreb y Oriente Próximo

África Subsahariana

V

M

V

M

93

87,2

91,7

84,7

80,2

7,4

5,3

4,7

5,2

5,6

8,6

7

12,8

8,3

15,3

19,8

100

100

100

100

100

100

100

100

100

100

100

100

1769 1024

745

203

154

163

191

157

200

232

120

269

80

100

RECUENTO

M

90,8 89,5 92,6 94,7 95,3 94,8 94,4 9,2 10,5

TOTAL %

237-296-ANEXO 2

V

Europa del Este

30/3/05, 13:28

274

MANUEL PÉREZ YRUELA Y SEBASTIAN RINKEN

Tabla 49 Composición del "hogar socioeconómico" (compartir ingresos), por Conjunto geopolítico de procedencia y Sexo (Multirespuesta) D4: “¿Con quién comparte ingresos?” Responden a esta pregunta sólo las personas que en la pregunta D3 (“De todas las personas con las que convive, ¿con cuántas comparte ingresos?”) han contestado que comparten ingresos con alguien; N= 960. Sexo

Conjunto geopolítico Europa del Este

Asia

V

M

70,6 72,3

77,7

73,6

76,9

71,8

74,4

49,5

62,6

52,5

55,5

39

49,5 56,1

58,1

39,7

39

38,6

44,2

37,2

61

34,3

43,2

10,3

13

7,9 19,4

19,3

21,5

9

10,3

5,5

13,3

9,4

8,4

4,7

13,5

15,4

11,8 16,2

13,6

11,9

5,2

14,6

10,3

15,9

15,3

21,7

26,4

Otros familiares %

11

11,3

10,7

7,7

7,1

3,2

6,7

9

7,6

14,3

17,3

22,4

15,2

Personas no familiares %

11,6

17,1

6,9

7,6

3,7

7

3,5

14,1

7,6

23,9

7,5

16,9

10,2

RECUENTO

960

451

509

107

104

66

118

94

139

89

91

95

57

TOTAL

V

66,6

62,1

Hijos o hijas suyos y/o su pareja %

44,6

Padres suyos o de su pareja % Hermanos suyos o de su pareja %

M

V

M

V

M

África Subsahariana

M

Relación Su cónyuge o pareja %

V

Iberoamérica

Magreb y Oriente Próximo

V

M

Tabla 50 Idiomas que se hablan en el domicilio por Conjunto geopolítico de procedencia y Sexo (Multirespuesta) D6: “¿Qué lengua hablan habitualmente en su domicilio?” Responden a esta pregunta sólo las personas que en la pregunta D1 (“¿Con cuántas personas convive? Incluya también a los niños y a los que no sean familiares, si hubiese”) indicaron compartir el domicilio con alguien (siempre que no se trate de los patrones de personas dedicadas al servicio doméstico interno); N= 1593. No están representados en la tabla los 5 casos que no contestaron a la pregunta D6. Sexo

Conjunto geopolítico Europa del Este

Asia Idioma Español %

TOTAL

Francés % Inglés % Árabe % Chino % Ruso % Otro idioma % RECUENTO

237-296-ANEXO 2

V

5

5,9

3,6

4,4

31,6 37,1 3,1

3

3,3

2,5

16,7 17,8 1588

274

V

M

59,6 52,1

910

68,8

29

4

1,5

2,6 12,4 24,7

V

M

19,1

26,2

18,5

,3

1,2

100

V

,4

,9

África Subsahariana

M

V

M

34

50,3

27,6

46,7

7,7

11,3

24,2

19,4

32,7

29,4

,9

,5

1,5 84

82,5

57,7

,5

,4

1,2

23,3

28,3

32,6

77,6

62,4

145

140

167

182

M

1,1

15,3 39,7 678

V 100 ,9

1,1

3,3 51,8 4,3

M 35,2

Iberoamérica

Magreb y Oriente Próximo

145

1,2

4

5,2

65,5

63,7

179

191

109

252

78

30/3/05, 13:28

275

LA INTEGRACIÓN DE LOS INMIGRANTES EN LA SOCIEDAD ANDALUZA

Tabla 51 Convivencia vecinal, por Conjunto geopolítico de procedencia y Sexo B5: “Pensando en la convivencia que mantiene con los vecinos de su barrio, está:” No responden a esta pregunta las siete personas que no contestaron (NC) al la pregunta B1 (“¿En qué localidad vive actualmente?”); N = 1790. Sexo

Conjunto geopolítico Europa del Este

Asia

Convivencia con vecinos

V

M

V

M

3,8

3,9

3,7

2,8

1,4

6,8

6,8

6,9

3,6

8,9

TOTAL

Nada satisfecho % Poco satisfecho %

V

Iberoamérica V

África Subsahariana

M

V

M

V

M

,5

,6

2,1

7,1

8,5

3,5

2,6

5,3

6

8,5

8,4

5,3

9,6

2,8

Satisfecho %

65,6 66,6 64,2 72,9 62,9 72,7 75,8 70,3

66

63,1

55,1

61

67

Muy satisfecho %

20,1 17,9 22,9 20,1 22,2 20,9 16,5 20,2

23

15,2

26,2

19,5

24

,4

4,6

1,6

4,7

1,1

NS %

2,5

NC % TOTAL % RECUENTO

3,6

1

,7

2,4

1,5

M

Magreb y Oriente Próximo

3,1

1,3

2,4

1,2

1,2

1,3

2,3

1,8

,5

,5

1,5

3,3

1,7

2,6

100

100

100

100

100

100

100

100

100

100

100

100

100

1041

749

201

153

165

193

159

199

239

122

277

82

1790

Tabla 52 Problemas en la convivencia vecinal, por Zona socioeconómica de asentamiento y Sexo (Multirrespuesta) B6: “¿Qué situaciones o problemas dificultan la relación con sus vecinos?” Sólo responden a esta pregunta las personas que contestaron estar “Nada satisfechos” o “Poco satisfechos” en la pregunta B5 (“Pensando en la convivencia que mantiene con los vecinos de su barrio, está:”); N= 156. No están representados en la tabla los 5 casos que no respondieron (NC) a la pregunta B6. Sexo

Zona Grandes ciudades Zonas (capitales rurales y cinturón del interior metropolitano)

Problemas TOTAL V Percepción de 31,8 39,8 prejuicios % Rechazo manifiesto 33,2 33,1 de los vecinos % Aislamiento 1,1 2 geográfico % Aislamiento 11,3 12,8 social % Problemas de 14,3 17,5 inseguridad % Problemas normales 24,5 16 de convivencia % Nuevo en el barrio; 8,7 8,1 no los conoce % Dificultades 8 7,7 con el idioma % Otro % 12,7 9,9 RECUENTO

237-296-ANEXO 2

151

275

93

Zonas costeras turísticas

M

V

M

V

M

V

21,4

46,3

41,2

39,4

19,9

37,7

36,1

28,3

38,1

33,8

33,4

M

V

M

9,3

39,8

25,2

15,2

41,3

30,7

1 9,3

20,2

10,2 35,5

56,4

9,5

Zonas de Agricultura intensiva

3,5

12

7,9

16,9

6,9

11,6

17

12,7

35,7

7,2

21,8

17,8

4

12,8

2,6

16,2

34,4

9,4

62,8

12,1

33,9

5,7

17,7

11,7

2,3

6,9

2,8

7

5,9

4

10,1

8,3

9,5

7,4

14,2

8,2

16,3

2,5

27,5

7,3

20,9

2,3

5,9

14,8

7

58

15

10

26

24

11

10

41

14

30/3/05, 13:28

276

MANUEL PÉREZ YRUELA Y SEBASTIAN RINKEN

Tabla 53 Problemas en la convivencia vecinal, por Conjunto geopolítico de procedencia y Sexo (Multirespuesta) B6: “¿Qué situaciones o problemas dificultan la relación con sus vecinos?” Sólo responden a esta pregunta las personas que contestaron estar “Nada satisfechos” o “Poco satisfechos” en la pregunta B5 (“Pensando en la convivencia que mantiene con los vecinos de su barrio, está:”); N= 156. No están representados en la tabla los 5 casos que no respondieron (NC) a la pregunta B6. Sexo

Conjunto geopolítico Europa del Este

Asia V

M

V

Percepción de prejuicios %

31,8

39,8

21,4

20,8

14,1 33,2

10,9

9,7

26,3

50,1 19,4

32,7

Rechazo manifiesto de los vecinos %

33,2

33,1

33,4

21,6

45,4

15,6

26,3

34,2

35,1 33,2

40,9

1,1

2

Aislamiento social %

11,3

12,8

9,3

Problemas de inseguridad %

14,3

17,5

10,2

Problemas normales de convivencia %

24,5

16

35,5

30,1

8,7

8,1

9,5

7,4

8

7,7

8,3

16,8

12,7

9,9

16,3

29

15,6

151

93

58

13

11

Aislamiento geográfico %

Nuevo en el barrio; no los conoce % Dificultades con el idioma % Otro % RECUENTO

V

Iberoamérica

TOTAL

Problemas

M

Magreb y Oriente África Próximo Subsahariana

M

V

M

V

11,2

M

V

2

11,2

23,8 66,8

6,3

13,4 22,4

10,9

9,7

10,5

7,7

9,7

47,8 16,3

6

19,5

6,9

21,9 16,5

9,5

39,9

30,6

9,9 42,6

10,7

21,1

17,6

4,8

9,3

6,9

14,9

10

10

21

67,3

2,6

11,6

14,7

3

M

32,7

8

7,5 15,2

18,9

8,2 20,1

23,4

34

12

35,3

33

4

Tabla 54 Tipo de asociación por Conjunto geopolítico de procedencia y Sexo B11a: “Se trata de asociaciones formadas principalmente por:...” Responden a esta pregunta sólo las personas que contestaron “Sí” en la pregunta B11 (“Desde su llegada a Andalucía, ¿ha tenido relación con alguna asociación social, política, deportiva o cultural?”); N= 752. Sexo Composición mayoritaria de la asociación TOTAL

Asia V

M

V

M

V

M

Españoles %

33,4

33,3 33,6

32,5 30,6 36,3 25,8

Inmigrantes %

15,8

17,3 13,9

12,9

Ambos %

50,5

49 52,4

NS %

237-296-ANEXO 2

Conjunto geopolítico Europa del Este

Magreb y África Iberoamérica Oriente Próximo Subsahariana V

M

36,8

53,9

35,8

V

15,1

M

12,7

V

19,9

M

19 14,9 24,1

8,7

7,9

18,4

13,4

34,9

40,8

54,7 48,5 48,8 50,1

54,5

38,2

45

71,4

52,4

39,2

,3

,4

,1

TOTAL %

100

100

100

100

100

100

100

100

100

100

100

100

100

RECUENTO

752

445

307

49

49

56

77

61

80

105

55

174

46

276

1,9

,9

30/3/05, 13:28

277

LA INTEGRACIÓN DE LOS INMIGRANTES EN LA SOCIEDAD ANDALUZA

Tabla 55 Problema principal por Conjunto geopolítico de procedencia y Sexo J1: “En estos momentos, ¿cuáles son, por orden de importancia, sus tres problemas o necesidades principales?” Conjunto geopolítico

Sexo Europa del Este

Asia Primer problema

Seguridad económica y financiera %

M

V

M

V

M

V

M

12,5

14,6

15,2

13,2

16,9

3,6

6,6

17,3 18,6 15,7

12,1

M

M

6,8

2,9

29,6

26,2

18,7

15,9

16

12,6

26,2

2,2

2,5

1,8

2,4

,7

,7

1,1

,6

1,8

4

2,5

2,7

5,9

5,2

6,7

7,9

6,6

5,2

5

4,7

6

4,9

8,5

6,6

11

4

3,2

5,1

8,1

9,3

2,4

4,9

1,7

5,6

3,3

3,4

5,7

7,9

13,3 14,8 11,4

5,6

5,8

13,5

14,3

12,1

9,1

18,6

14,9

11,2

6,7

12,9 13,4 12,3 10,9 11,4

12,9

11,1

11,3

13,4

14,5

10,4

17,2

20,8

7,6

12,2

4,2

9,5

5,1

1,8

5,3

6,6

14,7

,3

,6

,2

,4

1,5

1,8

2

5,8

6,1

Formar una familia %

,6

,5

,7

2,8

,6

Practicar su religión %

,2

,0

,4

,6

,2

,9

,8

1,1

3,8

6,4

1,2

4,9

1

1,1

,8

2,8

2,4

,2

1,1

,9

,5

1,2

1,1

1,5

,5

1,3

1,3

,9

1,1

,6

2,1

,5

,5

,4

,5

,6

1

,4

,6

,1

,0

,2

1

,4

1,6

1,4

1,3

,4

,4

,5

,7

,7

,7

,6

,4

,4

,3

Aprender o mejorar el español % Tener mayor autonomía de desplazamiento % Mejorar la convivencia con el entorno social % No padecer discriminación % Acceso a los servicios sociales % Acceso a los servicios de salud % Conseguir plazas escolares % Encontrar una formación % Homologar títulos y/o diplomas % Acceso a la comida %

5,4 11,8

1,3 ,7

1,6

,5

2,2

1,1

,2

,8

,8

,1

1,4

1,5

1

1,3

1,6

1,1

,5

1,1

,5

2,7

7,2

4,1

4,8

5,9

6,5

NS %

1,2

1,3

1,1

,4

1

11,4 10,4 12,6

2,8

4,9

6,4

7,6

15,3

100

100

100

100

100

1797 1044 753

203

155

165

194

277

,3 ,2

,0

RECUENTO

2,2

1,4

4,9

100

1,8

,4

,0

100

,9

1,8

4,9

TOTAL %

1,6

,5

Otros % NC %

237-296-ANEXO 2

V 11,6

V

V

África Subsahariana

14,3 13,2 15,8 23,1 29,8

TOTAL

Ninguno Seguridad jurídica de residencia y /o trabajo % Acceder a una vivienda % Acceder a una vivienda mejor Obtener la reagrupación familiar % Encontrar un trabajo % Mejorar situación profesional %

Iberoamérica

Magreb y Oriente Próximo

1

,8 2,6

4

6,6

3,8

5,6

2,7

2,9

,5

1,7

17,5

9,9

10

6,5

4,1

100

100

100

100

100

100

160

200

239

122

277

82

,8

30/3/05, 13:28

278

MANUEL PÉREZ YRUELA Y SEBASTIAN RINKEN

Tabla 56 Orden de importancia del trabajo y la familia por Conjunto geopolítico de procedencia y Sexo B7: “Le voy a nombrar una serie de aspectos de su vida, ¿podría ordenarlos, según la importancia que tienen para usted en estos momentos, del más importante al menos importante?” No están representados en la tabla los 3 casos que no le dieron un orden (NC) a estos dos aspectos. Sexo

Conjunto geopolítico Europa del Este

Asia

V

M

33,2

38,2 26,8 36,7 15,8 48,4 30,6

32,3

22,8 39,2 31,4

41,4

41,5

Segundo lugar

37,5

34,7 41,1 30,9 40,2 32,6 43,4

46,6

47,3 28,8 32,1

30,1

22,9

Tercer lugar

17,9

16,3

20

20

13,6

20 17,7 20,9

22

27,7

Cuarto lugar

7,1

6,8

7,5

6,9

9

4

6,8

5,8

6,6

8,6

9,5

3,7

3,9

Quinto lugar

2

1,3

2,8

2,8

5,8

2,7

1,8

1,1

2,5

,8

3,3

2,3

1,1

5,2

,6

1,6 ,6

,9

2,7

2,8

,4

1,1

100

100

100

100

100

100

200

238

El trabajo %

Sexto lugar Séptimo lugar TOTAL

La familia %

Recuento

M

V

M

V

24 11,7 15,8

,9

1,2

,6

1,4

1,4

1,5

1,3

1,4

100

100

100

100

100

100

100

1794 1041

753

203

155

165

M

V

M

2,3

1,7

194

160

122

275

82

Primer lugar

43,1

33,5 55,4 42,6 65,2 38,6 53,8

55,5

68,9 18,3 35,7

26,5

34

Segundo lugar

26,1

28,6

24,1

19,1 29,6 28,7

29,4

33,3

Tercer lugar

16,8

21,5 10,7 12,8

6,4 17,8 14,6

14,4

5,4 26,8 17,4

28

14,1

Cuarto lugar

8,1

10,2

5,5

3,4

3,2

6,8

3,6

1,7 16,4 12,1

7,8

9,1

Quinto lugar

2,8

3,1

2,4

1

1,3

4,6

3

,5

1,9

4,9

2

7,2

Sexto lugar

1,4

1,4

1,3

,9

1

,9

1,4

1,8

2,3

,7

Séptimo lugar TOTAL % RECUENTO

237-296-ANEXO 2

V

M

Iberoamérica

Primer lugar

TOTAL

V

Magreb y Oriente África Próximo Subsahariana

278

23 38,5 22,9 30,6 21,7

4,3

2,6

4,7

1,7

1,8

1,6

,8

,6

1,1

,7

3,3

3,5

1,6

2,3

100

100

100

100

100

100

100

100

100

100

100

100

100

1794 1041

753

203

155

165

194

160

200

237

122

276

82

30/3/05, 13:28

279

LA INTEGRACIÓN DE LOS INMIGRANTES EN LA SOCIEDAD ANDALUZA

Tabla 57 Orden de importancia del dinero por Conjunto geopolítico de procedencia y Sexo B7: “Le voy a nombrar una serie de aspectos de su vida, ¿podría ordenarlos, según la importancia que tienen para usted en estos momentos, del más importante al menos importante?” No están representados en la tabla los 7 casos que no le dieron un orden (NC) a este aspecto. Sexo

Conjunto geopolítico Europa del Este

Asia El dinero

TOTAL

Primer lugar %

6

Iberoamérica

M

V

V

M

V

M

V

5,2

7,1

5,7

8,4 10,7

2,5

2,6

7,2

5,5

15,4

13

10,7

8,5

17,6

14,6

22

18,3

37 30,7

34

30,6

24

22,3

25,6

28,7

14,3

15,8 12,4 16,2 15,5 16,8 17,4

Tercer lugar %

V

M

África Subsahariana

6,6

Segundo lugar %

M

Magreb y Oriente Próximo

V

M

28,3

28,7 27,9 27,5 26,5

Cuarto lugar %

21

19,8 22,4 23,2 21,1

19 20,5

17,4

22,3

21,5

23,4

18,8

27,2

Quinto lugar %

16,2

16,6 15,9 14,5 19,3

9,7 10,9

20,9

15,9

16,4

18,5

12,1

8,7 2,2

Sexto lugar %

8,9

7,9 10,1

Séptimo lugar %

5,3

4,7

100 1790

TOTAL % RECUENTO

6,5

8,8

6

8,3

10,6

12,8

7,2

7,8

5,5

6,2

5

3,1

3,1

1,6

3,9

7,2

6,2

7,9

,6

1,8

100

100

100

100

100

100

100

100

100

100

100

100

1038

752

203

155

165

193

159

200

235

122

276

82

Tabla 58 Orden de importancia de la religión por Conjunto geopolítico de procedencia y Sexo B7: “Le voy a nombrar una serie de aspectos de su vida, ¿podría ordenarlos, según la importancia que tienen para usted en estos momentos, del más importante al menos importante?” No están representados en la tabla los 5 casos que no le dieron un orden (NC) a este aspecto. Sexo

Conjunto geopolítico Europa del Este

Asia La religión Primer lugar %

TOTAL

V

14,1

18,1

Segundo lugar %

V

8,9 12,1

M

M

V

7,7

V 2

3,6

6,1

M ,6

África Subsahariana

V

M

V

M

31,7

25,1

11

7,3 15,7

9,5

8,4

10,9

2,4

7,5

8,1

6,4

1,8

8,1

13

17,9

11,1

Tercer lugar %

10,3

10,4

10,2

7,4 11,7

3,4

7,5

3,9

6,8

16,8

16,6

10

9,9

Cuarto lugar %

14,9

13,3

17 16,4 15,7 12,2

9,7

12

19,3

12,2

17,2

23,7

18,9

Quinto lugar %

11,3

11

15 11,2

13

14,8

9,2

7,2

9,3

14,8

Sexto lugar %

19,7

18,3

21,6 24,2 25,5 25,5 32,2

28,6

26,3

9

8,2

19,4

19,9

Séptimo lugar %

20,1

20,5

19,6 27,1 20,6 33,8 29,5

34,7

24

8,2

7,8

15,6

13,5

100

100

100

100

100

100

100

100

100

100

100

100

100

1792

1039

753

202

155

165

194

160

200

236

122

276

82

TOTAL % RECUENTO

237-296-ANEXO 2

M

Iberoamérica

Magreb y Oriente Próximo

279

11,8 10,3 11,3

30/3/05, 13:28

280

MANUEL PÉREZ YRUELA Y SEBASTIAN RINKEN

Tabla 59 Confesión declarada por Conjunto geopolítico de procedencia y Sexo B8: “¿Qué religión profesa?” Sexo

Conjunto geopolítico Europa del Este

Asia

Iberoamérica

TOTAL

V

M

V

M

V

M

32,3

25,8

40,6

9,8

13,8

16,1

17,1

69

77,7

Protestante %

3,6

3,2

4,2

7,1

9,1

12,6

9

3,2

3,7

Ortodoxa %

7,2

5,3

9,6

,4

4,8

49,5

59,3 ,6

Religión Católica %

Budista % Musulmana %

1,3

,8

1,9

12,2

33,4

1,1

41,3

50,6

29,4

25,8

6

,9

,4

,5

,3

8,9

5,6

Hindú % Otra % Ninguna %

RECUENTO

V

M

V

M

África Subsahariana V

,4

M

36

40,6

6,4

19,1

,5

97,4

94,6

50,2

34,7

3,4

3,4

3,4

7,6

4,6

3,7

2,2

6,7

5,8

1

1,2

3,3

10,4

10,3

10,6

26,9

21,7

15,7

11,8

21,1

12,7

1,1

5,4

5,1

2,3

NC % TOTAL %

Magreb y Oriente Próximo

,1

,2

,0

1,4

,9

,2

100

100

100

100

100

100

100

100

100

100

100

100

,6 100

1797 1044

753

203

155

165

194

160

200

239

122

277

82

Tabla 60 Menores de hasta seis años conviviendo en el domicilio del entrevistado/a, por Zona socioeconómica de asentamiento y Sexo D7: “De las personas con las que convive, ¿cuántas tienen menos de 6 años de edad?” Responden a esta pregunta sólo las personas que en la pregunta D1 indicaron convivir con alguien (excepto los patrones de personas empleadas en el servicio doméstico interno); N= 1593. Sexo Menores de hasta seis años en el domicilio TOTAL

Zonas rurales del interior

Grandes ciudades (capitales y cinturón metropolitano)

Zonas de Agricultura intensiva

V

M

V

M

V

V

M

V

M

78,3

82,4

73,1

77,4

61,6

83,6

76,2

79,9

79,3

85,1

66,7

Uno %

16,6

13,3

20,7

18,3

28,6

13

19,7

15,4

16,2

9,7

23,4

Dos %

4,6

3,9

5,4

4,3

8,3

3,4

4,1

4,4

3,4

4

8,4

Tres %

,4

,1

,8

,1

1,1

,4

1,4

Cuatro %

,1

,2

TOTAL % RECUENTO

M

Zonas costeras turísticas

Ninguno %

NC %

237-296-ANEXO 2

Zona

1,5

,8

,0

,0

,0

100

100

100

100

100

100

100

100

100

100

100

1593

915

678

216

174

238

170

196

178

265

156

280

,1

,2

30/3/05, 13:29

281

LA INTEGRACIÓN DE LOS INMIGRANTES EN LA SOCIEDAD ANDALUZA

Tabla 61 Menores de hasta seis años conviviendo en el domicilio del entrevistado/a, por Conjunto geopolítico de procedencia y Sexo D7: “De las personas con las que convive, ¿cuántas tienen menos de 6 años de edad?” Responden a esta pregunta sólo las personas que en la pregunta D1 indicaron convivir con alguien (excepto sus patrones); N= 1593. Sexo Menores de hasta seis años en el domicilio TOTAL

Conjunto geopolítico Europa del Este

Asia V

M

V

M

V

M

Magreb y África Iberoamérica Oriente Próximo Subsahariana V

M

V

M

V

M

Ninguno %

78,3

82,4 73,1

79,7

78,1 83,3

82,4

75,3

76,1

86,6

63

87,7

69,7

Uno %

16,6

13,3 20,7

15,2

18,6 13,3

11,9

18,7

19,7

9,6

26,8

11,1

23,8

Dos %

4,6

3,9

5,4

4,1

2,6

4,8

6

3,5

3,3

9,2

,9

4,6

Tres %

,4

,1

,8

,5

,8

,9

1

,3

,7

Cuatro %

,1

,2

NC %

3,3

,7 ,5

,0

,0

,0

,5

100

100

100

100

100

100

100

100

100

100

100

100

100

RECUENTO 1593

915

678

184

145

140

167

146

179

192

109

253

78

TOTAL %

1,1

Tabla 62 Menores de hasta seis años conviviendo en el domicilio del entrevistado/a, por Año de llegada a Andalucía D7: “De las personas con las que convive, ¿cuántas tienen menos de 6 años de edad?” Responden a esta pregunta sólo las personas que en la pregunta D1 indicaron convivir con alguien (excepto sus patrones); N= 1593. Menores de hasta seis años en el domicilio

2000

2001

Ninguno %

78,3

67,7

75

76,9

78,4

85,3

Uno %

16,6

24,4

21,9

18,7

17,4

8,5

Dos %

4,6

7,7

2,2

4,4

3,4

5,5

Tres %

,4

,1

,1

,7

,8

Cuatro %

,1

NC % TOTAL % RECUENTO

237-296-ANEXO 2

Año de llegada a Andalucía

281

TOTAL

1994 o antes

Entre 1995 y 1999

2002-2003

,7

,0

,1

,1

100

100

100

100

100

100

1589

222

294

263

317

493

30/3/05, 13:29

282

MANUEL PÉREZ YRUELA Y SEBASTIAN RINKEN

Tabla 63 Menores con edades entre seis y quince años conviviendo en el domicilio del entrevistado/a, por Zona socioeconómica de asentamiento y Sexo D10: “Y, pensando de nuevo en todas las personas con las que convive, ¿cuántas tienen edades entre 6 y 15 años?” Responden a esta pregunta sólo las personas que en la pregunta D1 indicaron convivir con alguien (excepto los patrones de personas empleadas en el servicio doméstico interno); N= 1593. Un caso de respuesta errónea no está representado en la tabla. Sexo

Menores con edad de entre 6 y 15 años TOTAL

Zona

Zonas rurales del interior V

M

Grandes ciudades (capitales y cinturón metropolitano)

Zonas de Agricultura intensiva

Zonas costeras turísticas

V

M

V

M

V

M

Ninguno %

74,7

80,9

67

73,8

65,2

82,7

68,5

79,1

70,3

83

61,2

Uno %

14,6

11,2

18,8

17

22,2

8,7

17,8

15,2

18,3

8,9

19,1

Dos %

7,2

5,9

8,8

7

7,9

6,6

6,8

4,2

8,3

5,9

13,6

Tres %

1,9

1,1

2,9

1

2

,2

3,1

1,4

2,2

2

3,9

Cuatro %

1,1

,5

1,8

1,8

1,3

2,8

,5

,3

,8

1,2

1

,5

1

100

100

100

100

100

100

100

100

100

100

100

1592

914

678

216

174

238

170

196

178

264

156

NC % TOTAL % RECUENTO

V

M

,1

2

,9

,2

Tabla 64 Menores con edades entre seis y quince años conviviendo en el domicilio del entrevistado/a, por Conjunto geopolítico de procedencia y Sexo D10: “Y, pensando de nuevo en todas las personas con las que convive, ¿cuántas tienen edades entre 6 y 15 años?” Responden a esta pregunta sólo las personas que en la pregunta D1 indicaron convivir con alguien (excepto sus patrones); N= 1593. Un caso de respuesta errónea no está representado en la tabla. Conjunto geopolítico

Sexo Menores con edad de entre 6 y 15 años TOTAL

Asia

Iberoamérica

África Magreb y Oriente Próximo Subsahariana V

M

Ninguno %

74,7 80,9

67 66,2 70,6 83,2 80,5

76

66,9

84,4

59,4

87,4

69,2

Uno %

14,6 11,2 18,8 18,6 15,6 13,4 13,6

12,3

21,1

9,9

18,9

6,5

14,6

9

6,9

4,6

14,2

4,9

9,8

1

1

2,3

1,1

4,6

,3

4,1

1,9

1,5

1,2

2,9

,3

1,1

,3

1,6

V

M

V

M

V

M

M

V

7,2

5,9

8,8 10,7 10,2

,8

Tres %

1,9

1,1

2,9

3,6

3

,8

Cuatro %

1,1

,5

1,8

,9

,5

,5

,3

,8

100

100

100

100

100

100

100

100

100

100

1592

914

678

184

145

139

167

146

179

192

TOTAL % RECUENTO

282

3

V

Dos %

NC %

237-296-ANEXO 2

Europa del Este

1,7

30/3/05, 13:29

M

,5

1,1

100

100

100

109

253

78

283

LA INTEGRACIÓN DE LOS INMIGRANTES EN LA SOCIEDAD ANDALUZA

Tabla 65 Menores con edades entre seis y quince años conviviendo en el domicilio del entrevistado/a, por Año de llegada a Andalucía D10: “Y, pensando de nuevo en todas las personas con las que convive, ¿cuántas tienen edades entre 6 y 15 años?” Responden a esta pregunta sólo las personas que en la pregunta D1 indicaron convivir con alguien (excepto los patrones de personas empleadas en el servicio doméstico interno); N= 1593. Un caso de respuesta errónea no está representado en la tabla. Año de llegada a Andalucía Menores con edad de entre 6 y 15 años

TOTAL

1994 o antes

Entre 1995 y 1999

2000

2001

2002-2003

Ninguno %

74,7

62,7

62,6

76

79,3

83,1

Uno %

14,6

23,9

25

12,7

10,1

8,6

Dos %

7,2

9,9

8,7

4,4

6,7

6,9

Tres %

1,9

1,8

3,1

1,5

3,3

,6

Cuatro %

1,1

1,4

,1

4

,2

,6

,5

,2

,5

1,4

,4

,3

100

100

100

100

100

100

1588

222

294

262

317

493

NC % TOTAL % RECUENTO

Tabla 66 Tipo de tarjeta sanitaria por Año de llegada a Andalucía (Multirespuesta) K11a: “¿De qué tarjeta se trata?” (Tarjeta Sanitaria válida). Responden a esta pregunta sólo las personas que han contestado “Sí” a la pregunta K11 (“Actualmente, ¿tiene usted una tarjeta sanitaria válida?”) N= 1568. En la tabla no están representados los 4 casos que no contestaron (NC) a la pregunta K11a. Año de llegada a Andalucía TOTAL

Tipo de tarjeta Tarjeta o cartilla de la Seguridad Social % Tarjeta sanitaria para inmigrantes de la JA % Seguro privado % Otra %

2000

2001

2002-2003

94,4

87,9

74,7

49,2

30,5

34

4,9

10,8

24,8

50,2

61,2

5,6

10,4

5

2,2

4,7

6,4

,6

,1

,1

1562

283

Entre 1995 y 1999

63,2

1

RECUENTO

237-296-ANEXO 2

1994 o antes

239

323

277

30/3/05, 13:29

322

3,3 401

284

MANUEL PÉREZ YRUELA Y SEBASTIAN RINKEN

Tabla 67 Tipo de tarjeta sanitaria por Conjunto geopolítico de procedencia y Sexo (Multirespuesta) K11a: “¿De qué tarjeta se trata? (Tarjeta Sanitaria válida). Responden a esta pregunta sólo las personas que han contestado “Sí” a la pregunta K11 (“Actualmente, ¿tiene usted una tarjeta sanitaria válida?”) N= 1568. En la tabla no están representados los 4 casos que no contestaron (NC) a la pregunta K11a. Sexo

Tipo de tarjeta Tarjeta o cartilla de la Seguridad Social % Tarjeta sanitaria para inmigrantes de la JA %

Europa del Este

Asia

M

63,3 64,2 62,1 92,9 95,3 53,6 36,8

52,9

55,9

68,8

33,9 32,9 35,2

59

40,7

38,5

2

6,8

6,2

5,6

Otra %

V

5,8

V

M

5,3

1

,8

1,4

1564

905

659

M

V

7,3

4,7 47,9

6,1

3,1

194

148

112

M

Magreb y África Iberoamérica Oriente Próximo Subsahariana V

TOTAL

Seguro privado % RECUENTO

Conjunto geopolítico

V

3,2

2,5

1,9

154

143

174

M

Varón

Mujer

76,4

68,6

67,2

28,4

25,3

33,7

32,1

6,7

6,3

2,8

2

218

112

238

71

2

Tabla 68 Tipo de tarjeta sanitaria por Zona socioeconómica de asentamiento (Multirespuesta) K11a: “¿De qué tarjeta se trata?” (Tarjeta Sanitaria válida). Responden a esta pregunta sólo las personas que han contestado “Sí” a la pregunta K11 (“Actualmente, ¿tiene usted una tarjeta sanitaria válida?”) N= 1568. En la tabla no están representados los 4 casos que no contestaron (NC) a la pregunta K11a. Zona

Sexo Zonas rurales del interior

Tipo de tarjeta

Zonas costeras turísticas

Zonas de Agricultura intensiva

TOTAL

V

M

V

M

V

M

V

M

Tarjeta o cartilla de la Seguridad Social %

63,3

64,2

62,1

61,7

48,7

63,9

64,1

73,9

63,4

57

65,1

Tarjeta sanitaria para inmigrantes de la JA %

33,9

32,9

35,2

36,1

46,6

30,9

33,1

23

34,7

43,4

33

Seguro privado %

5,6

5,8

5,3

1,9

3,1

9,1

7,9

7,9

5,5

,8

1,2

1

,8

1,4

2,6

4

1,4

1,9

,4

1564

905

659

216

165

166

208

180

242

148

Otra % RECUENTO

237-296-ANEXO 2

Grandes ciudades (capitales y cinturón metropolitano)

284

239

30/3/05, 13:29

V

M

1

285

LA INTEGRACIÓN DE LOS INMIGRANTES EN LA SOCIEDAD ANDALUZA

Tabla 69 Número de días (de entre los últimos 30) con salud física "no buena" por Conjunto geopolítico de procedencia y Sexo K1: “¿Cuántos días durante los últimos 30 días su salud física no fue buena?” Sexo

Días con salud física “no buena” Ninguno %

Conjunto geopolítico

Asia TOTAL 72

V

M

V

Magreb y Oriente África Iberoamérica Próximo Subsahariana

Europa del Este

V

M

74,8 68,5 74,7 79,9 80,3 69,7

M

V

M

74,8

V

71,3 73,7 61,4

73,3

67,9

12,9 10,1 10,3

15,9

10,4 11,7

8,9

10,9

13,2

4 11,5

6,7

7,4

1,8

4,9

,5

1,1

Entre 1 y 4 días %

11,7

Entre 5 y 9 días %

7,3

5,4

9,8

9,2

7,7

Entre 10 y 19 días %

3,3

1,8

5,2

1,1

Entre 20 y 29 días %

,7

,1

1,3

1,6

30 días %

3,9

4

3,8

3

,2

NS/NR/NC %

1,1

1

1,2

100

100

100

100

100 100

100

1797

1044

753

203

155 165

194

TOTAL % RECUENTO

5,7 13,1 12,4 3,7

M

9,2

7,1

9,4

5,8

4,9

1,3

3,9

,6

1,9 2,3

V

M

2,7

7,4

2,1

1,8

1

2,7

6,8

7,3

2

3,8

,2

1,2

3,4

4,9

1,7

100

100

100

100

100

100

160

200

239

122

277

82

,6

Tabla 70 Número de días (de entre los últimos 30) con estado de ánimo "no bueno" por Conjunto geopolítico de procedencia y Sexo K2: "¿Y cuántos días durante los últimos 30 días su estado de ánimo no fue bueno?" Sexo

Días con estado de ánimo “no bueno”

V

55,9

59,3

Entre 1 y 4 días %

8,7

8,3

Entre 5 y 9 días %

9,2

Entre 10 y 19 días %

9,3

Entre 20 y 29 días % 30 días % NS/NR/NC % TOTAL % RECUENTO

237-296-ANEXO 2

285

Europa del Este

Asia TOTAL

Ninguno %

Conjunto geopolítico

M

V

M

V

M

51,6 75,4 69,1 61,2 54,3 9,2

7,6 11,2

9,1

9,3

5,7

7,1

12,2

4,1

V 59,3

M

V

M

49,7 60,5 50,9 8,8

4,9

10

V

M

39,1

42,7

9

8,5

8,2

12,9

4,5 12,6

9,9

8,3

8,9

4,3

4,7 12,4 14,1

5,4

15,4

6,5

7,3

11,9

13,8

1

7

10

Magreb y Oriente África Iberoamérica Próximo Subsahariana

10 10,2

2,9

2,2

3,7

1,5

1,8

3,9

1,4

3,1

6,7

,8

3,9

2,2

10,9

10,5

11,5

4,8

5,2

7,3

9

7,5

9,4 13,1 17,2

14

11,9

1

1,1

,6

,4

100 100 100

100

3,1

3,6

100

100

1797

1044

2,5 100

753 203 155

165

194

1,9 100 160

1,8 100

3,9

3,6

100 100

200 239 122

30/3/05, 13:29

13,2

16,6

100

100

277

82

286

MANUEL PÉREZ YRUELA Y SEBASTIAN RINKEN

Tabla 71 Número de días (de entre los últimos 30) con salud física "no buena" por Zona socioeconómica de asentamiento y Sexo K1: “¿Cuántos días durante los últimos 30 días su salud física no fue buena?” Sexo

Días con salud física “no buena” Ninguno %

Zona Grandes ciudades (capitales y cinturón metropolitano)

Zonas rurales del interior TOTAL

V

M

V

M

V

M

72

74,8 68,5

78,3

70

75,2

Entre 1 y 4 días %

11,7

12,9 10,1

7,7

9,1

Entre 5 y 9 días %

7,3

5,4

9,8

7,6

9,3

Entre 10 y 19 días %

3,3

1,8

5,2

2,9

4,7

,7

,1

1,3

3,9

4

3,8

Entre 20 y 29 días % 30 días % NS/NR/NC % TOTAL % RECUENTO

Zonas costeras turísticas V

Zonas de Agricultura intensiva

M

V

M

69,6

79,1

76

68,4

55,4

13,9

8,6

14,3

9,9

12,8

14,2

4,6

10,7

4,3

6,3

6,4

13

1,9

5,9

,1

4,5

2,8

5,2

1,2

,2

1

,2

,5

2

2,6

3,2

1,6

2,8

8,6

3,3

3,3 7,7

1,1

1

1,2

,1

3,7

1,6

1,1

,5

1

1,2

100

100

100

100

100

100

100

100

100

100

100

1797

1044

753

252

196

271

192

236

200

285

165

Tabla 72 Número de días (de entre los últimos 30) con estado de ánimo "no bueno" por Zona socioeconómica de asentamiento y Sexo K2: "¿Y cuántos días durante los últimos 30 días su estado de ánimo no fue bueno?" Sexo

Días con estado de ánimo “no bueno” Ninguno %

Zonas rurales del interior TOTAL 55,9

V

M

59,3 51,6

V

M

Zonas costeras turísticas

V

M

V

M

67,6

57

62,7

49,4

62,7

61,2

Zonas de Agricultura intensiva V

M

47

40

Entre 1 y 4 días %

8,7

8,3

9,2

7,2

7

7,7

8,7

10,3

11,6

8

8,4

Entre 5 y 9 días %

9,2

9,1

9,3

9

7

9

9

8,1

9,2

10,1

11,8

Entre 10 y 19 días %

9,3

7,1 12,2

5

11,5

3,9

14,1

8,9

8,8

11,4

12,9

3,7

3,1

2,2

1,6

4,7

2,2

1,3

2,7

6,1

10,5 11,5

7,8

8,8

11

12,2

3,9

5,6

17,1

19,7

Entre 20 y 29 días % 30 días %

2,9 10,9

NS/NR/NC %

3,1

TOTAL % RECUENTO

237-296-ANEXO 2

Zona Grandes ciudades (capitales y cinturón metropolitano)

286

2,2

3,6

2,5

,3

6,5

4,2

2

3,9

2,3

3,8

1,1

100

100

100

100

100

100

100

100

100

100

100

1797

1044

753

252

196

271

192

236

200

285

165

30/3/05, 13:29

287

LA INTEGRACIÓN DE LOS INMIGRANTES EN LA SOCIEDAD ANDALUZA

Tabla 73 Enfermedad desde la llegada a Andalucía por Conjunto geopolítico de procedencia y Sexo K3: “Desde su llegada a Andalucía, ¿se ha puesto enfermo alguna vez?” Sexo

Conjunto geopolítico

Asia Enfermedad

TOTAL

Sí, una vez %

24,8

M

V

M

V

V

M

21,1

32,9

29,5 25,9 12,3

17,3

20,3

38,4 43,7 62,4

41,6

53,2

32,1 30,4

41,2

26,5

Sí, varias veces %

41

36,8 46,5

45 49,9

20,7

38,1

29

No, nunca %

34

36,4 31,1 35,4 34,7

54

40,8

38,1

NC % TOTAL % RECUENTO

,4

V

M

África Subsahariana

25,3

M

M

Iberoamérica

Magreb y Oriente Próximo

26,8 22,1 19,3 15,4

V

V

Europa del Este

24

,2

,0

100

100

100 100 100

,4 100

100

100

100

100

100

1,3 100

100

1797 1044

753 203 155

165

194

160

200

239

122

277

82

Tabla 74 Enfermedad desde la llegada a Andalucía por Zona socioeconómica de asentamiento y Sexo

K3: “Desde su llegada a Andalucía, ¿se ha puesto enfermo alguna vez?” Sexo

Zona

Zonas rurales del interior

Zonas costeras turísticas

Zonas de Agricultura intensiva

V

M

V

M

V

M

V

M

V

M

24,8

26,8

22,1

24,1

16,9

31,9

21,2

27,2

29,8

20,2

17,2

Sí, varias veces %

41

36,8

46,5

33,6

33,9

30,5

48,5

31,5

37,9

52,7

62,1

No, nunca %

34

36,4

31,1

42,4

49,3

37,6

29,3

41,3

32,3

27,1

20,7

,2

,0

,4

,9

,1

100

100

100

100

100

100

100

100

100

100

100

1797

1044

753

252

196

271

192

236

200

285

165

Enfermedad

TOTAL

Sí, una vez %

NC % TOTAL % RECUENTO

237-296-ANEXO 2

Grandes ciudades (capitales y cinturón metropolitano)

287

30/3/05, 13:29

288

MANUEL PÉREZ YRUELA Y SEBASTIAN RINKEN

Tabla 75 Evaluación del estado de salud actual por Conjunto geopolítico de procedencia y Sexo K10: “En definitiva, ¿cómo se siente respecto a su actual estado de salud? Sexo

Conjunto geopolítico Europa del Este

Asia

Evaluación del estado de salud

TOTAL

V

M

V

M

V

Iberoamérica

M

V

M

Magreb y Oriente África Próximo Subsahariana V

M

V

M

Muy a disgusto %

2,2

2,7

1,5

3,1

,2

1,8

1,3

1,6

1,3

3,5

1,8

2,8

5,2

A disgusto %

8,3

8,1

8,5

6,3

6,6

5

7,1

4,3

8,3

11,5

9,7

8,1

8,6

Ni a disgusto ni a gusto %

9,4

7,4

12

8,8

7,5

9,9

13,8

7

12,7

7,3

11

5,4

8,1

52,5

56

55,6

60,7

25,2 21,4

27,3

17,4

A gusto %

55,8

54,7 57,2

58,2

53,7 53,7

57,6

57,5

58

Muy a gusto %

24,2

27 20,6

23,1

32 29,6

20,2

29,6

19,1

NS %

,0

NC %

,2

TOTAL %

100

RECUENTO

,1

,5

,0

,3

,3

,7

,5

100 100

100

100

100

100

100

100

100

100

100

100

1797 1044 753

203

155

165

194

160

200

239

122

277

82

Tabla 76 Evaluación del estado de salud actual por Zona socioeconómica de asentamiento y Sexo K10: “En definitiva, ¿cómo se siente respecto a su actual estado de salud? Sexo

Zonas rurales del interior

Evaluación del estado de salud

TOTAL

V

M

V

M

V

M

Zonas costeras turísticas

Zonas de Agricultura intensiva

V

M

V

M

Muy a disgusto %

2,2

2,7

1,5

3,1

2,6

3,2

1

1,4

1,3

2,9

2

A disgusto %

8,3

8,1

8,5

7,6

7,5

4,1

8,3

6,6

6,8

16

11,6

Ni a disgusto ni a gusto %

9,4

7,4

12

4,3

9,3

4,6

12,5

11,4

9,1

9,4

16,3

A gusto %

55,8

54,7 57,2

58,2

59,1

53,6

57,9

62,3

60,3

47,7

50,4

Muy a gusto %

24,2

27 20,6

26,9

21,6

34,4

19,6

18,1

22,5

24,1

19,7

100

100

100

NS %

,0

NC %

,2

TOTAL %

100

RECUENTO

237-296-ANEXO 2

Zona Grandes ciudades (capitales y cinturón metropolitano)

1797

288

,1 ,0 100

,2 ,3 100

1044 753

,1 100 252

100 196

100 271

,7 100 192

100 236

200

30/3/05, 13:29

285

165

289

LA INTEGRACIÓN DE LOS INMIGRANTES EN LA SOCIEDAD ANDALUZA

Tabla 77 Instituciones a las que se ha demandado alguna vez un servicio por Zona socioeconómica de asentamiento y Sexo J2: “¿A cuáles de las siguientes instituciones ha demandado alguna vez algún servicio?” Sexo

Zona Grandes ciudades (capitales y cinturón metropolitano)

Zonas rurales del interior Instituciones Instituciones dependientes de la J.A. %

Iglesia %

Asociación de inmigrantes %

Sindicato o asociación empresarial % Consulado o embajada de su país de origen %

V

M

V

M



29,6

30,4

28,5

24,4

24,7

28

26,8

29,3

31,9

38

30,3

No

69,3

68,3

70,5

72

73,4

70,7

72,2

69,8

66,9

61,4

69,7

NC

1,1

1,3

1

3,6

1,9

1,2

1,1

,9

1,1

,6



5,8

7,1

4,1

3,3

2

6,7

4,6

4,4

2,6

12,1

6,2

92,1

91,3

93,1

92,6

95,5

92,4

90,6

93,9

95,6

86,7

93,8

2,1

1,6

2,8

4,1

2,5

,9

4,8

1,8

1,8

1,2



42,3

42,8

41,7

39

36,1

44,4

46,5

43,1

34,7

41,8

44,4

No

57,5

56,9

58,3

60,4

63,9

54,8

53,3

56,9

65,3

58,2

55,6

NC

,2

,4

,1

,6

,8

,1



16,3

14,2

19

11,5

18,6

15,7

20,2

14,5

19,7

13

15,7

No

82,8

84,3

81

85,9

81,4

82,6

79,7

83,8

80,3

86,4

84,3

NC

,9

1,5

,0

2,6

1,7

,1

1,8

No

,6

8,6

13

3

10,4

2,5

14,1

2

12,3

5,6

13,2

2

90,8

86,2

96,7

89

96

85,1

97,8

86,4

94,4

86,3

98

,6

,8

,3

,6

1,6

,8

,2

1,3



32,9

32,6

33,4

30,7

30,5

34,5

42,6

29,1

26,7

33,8

24,8

No

66,7

66,8

66,5

68,6

69,5

64,7

57,1

70

73,3

66,1

75,2

NC

,4

,6

,1

,7

,8

,3

,9



24,6

25,8

23,1

21,1

19,9

31,1

26,9

18,3

14,7

26,8

28,1

No

74,9

73,4

76,8

78,7

80,1

67,1

72,9

81,7

85,3

72,5

71,9

NC

,5

,9

,1

,2

1,8

,2



13,2

15,4

10,4

11,9

5,2

14,1

7,1

15,1

22,6

19,6

5

No

86,3

83,9

89,4

88,1

94,8

85,1

92,7

84

77,4

79,8

94,6

NC

,5

,7

,2

,8

,2

,9

,7

,4



34,9

34,7

35,2

36,4

25,5

36,5

37,9

31,6

38

33,8

32,5

No

64,7

64,8

64,7

63,6

74,5

62,7

61,8

67,5

62

66,1

67,5

,8

,2

,9

252

196

271

192

236

200

285

NC

RECUENTO

237-296-ANEXO 2

M

M

NC Asociación pro inmigrantes %

V

V

Sí Mezquita %

M

Zonas de Agricultura intensiva

TOTAL

Diputación o No Mancomunidad % NC

Ayuntamiento %

V

Zonas costeras turísticas

289

,3

,5

,1

1797

1044

753

,6

,1

,7

30/3/05, 13:29

,1 165

290

MANUEL PÉREZ YRUELA Y SEBASTIAN RINKEN

Tabla 78 Instituciones a las que se ha demandado alguna vez un servicio por Cojunto geopolítico de procedencia y Sexo J2: “¿A cuáles de las siguientes instituciones ha demandado alguna vez algún servicio?” Sexo

Conjunto geopolítico Magreb Europa y Oriente del Este Iberoamérica Próximo

TOTAL Asia V

Instituciones Instituciones dependientes de la J.A. %

Iglesia %

Asociación pro inmigrantes %

Sindicato o asociación empresarial % Consulado o embajada de su país de origen %

M

V

M

V

M

V

M

30,4 28,5 20,8 15,7 36,8 33,3 27,9

26,4

34,7

33,6

13,5

7,4

69,3

68,3 70,5 78,4 83,8

73,4

62,9

63,5

86,3

92,6

NC

1,1

1,3

1

,8



5,8

7,1

4,1

3,2

92,1 2,1

91,3 93,1

,2

2,4

2,9

,2

5,8

1,6

8,1

7,2

3,6

96 95,6 88,8 92,7 94,2

97,5

88,5

85,5

96,4

100

,9

3,4

7,3

51 47,2 47,7 53,1 40,3

30,8

41,3

51,3

47,8

45,4

No

57,5

56,9 58,3

49 52,8 52,3 46,9 59,7

69,2

57,8

48,7

52,2

52,6

NC

,2

,4



16,3

14,2

19 10,7 19,1 30,6 29,9 17,7

20,4

8,1

10,1

17

25,5

No

82,8

84,3

81 89,3

79,6

88,6

89,9

83

74,5

NC

,9

1,5

8,6

NC

,6

13

,8

3,2

7,1

42,8 41,7

90,8

2,8

1,1

1,2 11,2

42,3

No

1,6

,5

62 66,7 72,1



,2

,1

,8

,0

80 69,4 70,1 82,3 ,9

3 11,1

1,7

3,3 ,7

1,4

86,2 96,7 88,9 96,5 98,7 98,4 ,8

,3

2

1,8

,6

100

,2

24,7

8,4

11,2

6,6

99,6

73,7

91,6

88,5

93,4

,4

1,6

,3



32,9

32,6 33,4 13,7 13,1

37

42 36,2

32,6

31,8

34,1

30,7

27,9

No

66,7

66,8 66,5 86,1 84,2

63

58 63,8

67,4

66,9

65,9

69

72,1

7,4 10,6 16,7

23 17,3

16,1

31,9

34,7

45,7

39

83,9

67,1

65,3

54

61

,4

,6

,1

,2

2,7



24,6

25,8 23,1

No

74,9

73,4 76,8 91,9 87,6

NC

,5

,9

1,3

83

77 81,6

,1

,7

1,8

,2

1,1

3,8

3,4

4,7

1

,3

13,2

15,4 10,4

9,7

15,1

22

7,7

21

8,8

No

86,3

83,9 89,4 96,2 94,8 95,3 94,9 90,3

84,9

76,5

92,3

78,7

91,2

NC

,5

,7

,2

1,8

4,5

,3



,5

1,4

,3



34,9

34,7 35,2 38,1 35,6

23 30,5 28,1

30,6

42,2

46,1

28,9

23

No

64,7

64,8 64,7 61,9 62,6

77 69,5 71,9

69,4

56,7

53,9

70,8

77

NC

,3

RECUENTO

237-296-ANEXO 2

V

29,6

NC Asociación de inmigrantes %

M

No

Sí Mezquita %

V



Diputación o No Mancomunidad % NC

Ayuntamiento %

M

África Subsahariana

,5

,1

1,8

1797 1044 753 203 155 165 194

290

1,1 160

200

239

30/3/05, 13:29

,3 122

277

82

291

LA INTEGRACIÓN DE LOS INMIGRANTES EN LA SOCIEDAD ANDALUZA

Tabla 79 Contacto con los Servicios Sociales por Conjunto geopolítico de procedencia y Sexo J3: “¿Ha tenido alguna vez algún tipo de contacto con los Servicios Sociales públicos?” Sexo

Conjunto geopolítico

Contacto con los Servicios Sociales TOTAL

V

Sí %

21,3

23 19,2

No %

77,7 76,3 79,6

NS %

,5

NC % TOTAL % RECUENTO

Europa del Este

Asia M

,2

V

Iberoamérica

Magreb y Oriente Próximo

África Subsahariana

M

V

M

V

M

V

M

V

M

13

10,1

19,5

17,2

22,8

18,6

25,7

23,4

19,4

15,5

85,5

88,7

80,5

81,7

77,2

81,4

73

73,6

79,4

82,5

,5

2,2

,9

1,2

1,1

2

,4

,5

,2

1,4

,8

,8

1,1

100

100

100

100

100

100

100

100

100

100

100

100

100

1797 1044

753

203

155

165

194

160

200

239

122

277

82

Tabla 80 Contacto con los Servicios Sociales por Zona socioeconómica de asentamiento y Sexo J3: “¿Ha tenido alguna vez algún tipo de contacto con los servicios sociales públicos?” Sexo

Contacto con los Servicios Sociales TOTAL

Zonas rurales del interior V

M

V

M

V

M

Zonas costeras turísticas V

Zonas de Agricultura intensiva

M

V

M



21,3

23

19,2

18,7

29,2

18,9

15,3

18,7

21,3

35,1

18,1

No

77,7

76,3

79,6

78,8

70

79,9

83,3

81,3

78,1

64,9

80,2

NS

,5

,2

,9

1,9

,8

NC

,4

,5

,2

,6

100

100

100

100

100

100

100

100

100

100

100

1797 1044

753

252

196

271

192

236

200

285

165

TOTAL RECUENTO

237-296-ANEXO 2

Zona Grandes ciudades (capitales y cinturón metropolitano)

291

1,4

,6

,4

1,2

1,2

30/3/05, 13:29

292

MANUEL PÉREZ YRUELA Y SEBASTIAN RINKEN

Tabla 81 Servicio utilizado por Zona socioeconómica de asentamiento y Sexo (Multirespuesta) J4: “Concretamente, ¿qué servicio o prestación utilizó?” Responden a esta pregunta sólo las personas que contestaron “sí” en la pregunta J3 (“¿Ha tenido alguna vez algún tipo de contacto con los servicios sociales públicos?”) N= 359. No están representados en la tabla los 4 casos que no respondieron (NC) a la pregunta J4, y un caso de la opción (NS). Sexo

Zona

Zonas rurales del interior Servicios utilizados

Zonas costeras turísticas

Zonas de Agricultura intensiva

TOTAL

V

M

V

M

V

M

V

M

V

M

43,6

41,5

46,8

33,7

35,5

37,8

56,8

52,3

42,2

41,5

48,2

17

19,5

13,3

45,7

20,5

27,3

6

15,5

17,7

7,9

11,7

16,2

13

21,1

11,6

16,5

26,1

26,8

8

21,7

4,7

14,8

Formación y orientación profesional %

14

7,6

23,8

1,7

35,8

13,3

27,4

6,5

23

4,8

5,6

Subvención para alquiler/ rehabilitación/ compra de vivienda %

8,6

5,8

12,7

13,6

4,8

8,5

6,7

18,7

7,8

10

Guardería infantil %

5,7

3,2

9,5

3,5

8,4

,6

13,7

4,5

4,6

18

Centros para personas sin hogar %

3,8

5,8

,6

20,7

1

2,9

2

1,3

3,1

3,4

1,2

1,6

,6

1,1

Información y asesoramiento % Asesoramiento jurídico % Ayuda económica de emergencia %

Centros o casas de acogida para mujeres % Centro de día o residencia para discapacitados % Centro para drogodependientes %

,5

1,3

Ayuda a domicilio %

,2

,5

Otros %

23,7

Ninguno % RECUENTO

237-296-ANEXO 2

Grandes ciudades (capitales y cinturón metropolitano)

292

26,6

,5

,9

354

211

19,4

5,2 5,5

2,9

1,4

,6

4,7 2,2

6,9

33,4

28

4,5 4,7

2,5 13,3

19,4

16,8

18,7

36,5

14,8

2,2 143

48

54

54

30

38

30/3/05, 13:29

32

71

27

293

LA INTEGRACIÓN DE LOS INMIGRANTES EN LA SOCIEDAD ANDALUZA

Tabla 82 Servicio utilizado por Conjunto geopolítico de procedencia y Sexo (Multirespuesta) J4: “Concretamente, ¿qué servicio o prestación utilizó?” Responden a esta pregunta sólo las personas que contestaron “Sí” en la pregunta J3 (“¿Ha tenido alguna vez algún tipo de contacto con los servicios sociales públicos?”) N= 359. No están representados en la tabla los 4 casos que no respondieron (NC) a la pregunta J4, y un caso de la opción (NS). Sexo

Conjunto geopolítico Magreb Europa y Oriente África del Este Iberoamérica Próximo Subsahariana

Asia Servicios utilizados

TOTAL

Información y asesoramiento %

M

V

M

43,6 41,5 46,8 68,9 68,3

Asesoramiento jurídico %

17 19,5 13,3

Ayuda económica de emergencia %

V

14,7

11,1 15,2 15,2

12,2

17,2 14,4 29,7

8,6

7,4

19 13,1 25,6

12,6

19,1

4,1 30,2

2,4

10,7

7,9

6,9 20,5

9,4

7,9

7,3

1,7 10,9

5,8 12,7 16,6 17,5 12,2

Guardería infantil %

5,7

3,2

9,5

Centros para personas sin hogar %

3,8

5,8

,6

2

1,3

3,1

1,2

1,6

,6

,2

,5

Otros %

8,9

7,6

3,3 11,4 14,2

4,3

1,3

,5

RECUENTO

354

293

6 2,8

6,2

1,2

4

4,8

1,3

8,4 3,5

1,8

1,1 18

25,2 29,9

,9 211 143

1,7

19,5

3,7

23,7 26,6 19,4 51,1 46,1 15,9 22,2

Ninguno %

61,5

16

8,6

Ayuda a domicilio %

M

11,4 21,9

Subvención para alquiler/ rehabilitación/ compra de vivienda %

1,3

V

19,4

7,6 23,8

,5

M

16,1 17,2

14

Centro para drogodependientes %

V

44,7

Formación y orientación profesional %

Centro de día o residencia para discapacitados %

M

44,5 32,6 51,6

13 21,1

6

V 54,7

1,3

11

M

36 35,2

16,2

Centros o casas de acogida para mujeres %

237-296-ANEXO 2

V

8,6

42,5

28,3

33

51

13

1,7 25

13

36

41

37

43

62

30/3/05, 13:29

294

MANUEL PÉREZ YRUELA Y SEBASTIAN RINKEN

Tabla 83 Satisfacción con los Servicios Sociales por Conjunto geopolítico de procedencia y Sexo J5: “¿Hasta qué punto está satisfecho con las soluciones que le proporcionaron?” Sólo responden a esta pregunta las personas que contestaron “Sí” en la pregunta J3 (“¿Ha tenido alguna vez algún tipo de contacto con los servicios sociales públicos?”) (N= 359) y además dieron una respuesta diferente a “Ninguno”, “NS”, “NC” en la pregunta J4 (“Concretamente, ¿qué servicio o prestación utilizó?”). Sexo Satisfacción con el servicio TOTAL

Conjunto geopolítico Europa del Este

Asia

30,5

6,3

20,7

29,8

21,1

19,6

11,1

39,6

45

38,7

49

54

8,4

7,8

5,1

3,9

18,2

7,3

3,2

1,4

11

9,4

5,7

6,9

100

100

100

100

100

37

43

64

33

53

6,9 100 14

5 13,5

21,3

14,6

9

22,6 23,4 19,9 12,3 16,6 21,8

12,8

27

56,1

15,2

12,1 19,9

Poco satisfecho %

22,9

Satisfecho %

47,1

Muy satisfecho %

7

7,5

NS %

,6

NC %

7,2

50 42,7

V

M

M

M

Nada satisfecho %

M

V

V

V

V

Magreb y África Iberoamérica Oriente Próximo Subsahariana

9

53

M

68 58,5 55,8

6,2

18 17,5

,8

,2

2,2

7

7,6

6

4,4 1,3

13,9

TOTAL %

100

100 100 100 100 100 100

RECUENTO

359

215 144

25

13

36

V

M

1,6

41

Tabla 84 Satisfacción con los Servicios Sociales por Zona socioeconómica de asentamiento y Sexo J5: “¿Hasta qué punto está satisfecho con las soluciones que le proporcionaron?” Sólo responden a esta pregunta las personas que contestaron “Sí” en la pregunta J3 (“¿Ha tenido alguna vez algún tipo de contacto con los servicios sociales?”) (N= 359) y además dieron una respuesta diferente a “Ninguno”, “NS”, “NC” en la pregunta J4 (“Concretamente, ¿qué servicio o prestación utilizó?”). Sexo

Satisfacción con el servicio TOTAL

V

M

M

V

M

18,4

9,3

11,2

23,3

4,9

20,1

14,7

25,1

Poco satisfecho %

22,9

22,6 23,4

10,2

12,6

39,9

31,1

9,1

28,9

18,3

12,9

Satisfecho %

47,1

50 42,7

53,5

58,7

45,8

44,1

60,4

28,8

47,4

44,4

7,1

8,3

3

1,5

15,9

9,3

7,1

7,5

7

7,5

6,2

,6

,8

,2

V

M

V

Zonas de Agricultura intensiva

12,1 19,9

NC %

M

Zonas costeras turísticas

15,2

NS %

V

Grandes ciudades (capitales y cinturón metropolitano)

Nada satisfecho %

Muy satisfecho %

237-296-ANEXO 2

Zona Zonas rurales del interior

1,2

2,2

7,2

7

7,6

10,8

9,9

9,7

13

10,3

10,1

TOTAL %

100

100

100

100

100

100

100

100

100

100

100

RECUENTO

359

215

144

48

54

54

30

39

32

74

28

294

30/3/05, 13:29

295

LA INTEGRACIÓN DE LOS INMIGRANTES EN LA SOCIEDAD ANDALUZA

Tabla 85 Situaciones por problemas económicos, por Zona socioeconómica de asentamiento y Sexo D13: “En los últimos 12 meses, ¿se ha encontrado en alguna de las siguientes situaciones por problemas económicos?” Sexo

Zonas rurales del interior

Problemas económicos

TOTAL

Sí No Gastar los NS ahorros % NC NP Sí Dejar de pagar No los recibos de NS luz, agua o NC teléfono % NP Sí No Dejar de pagar NS el alquiler % NC NP Sí Reducir No gastos básicos NS (alimentación, NC vestido...) % NP Sí No Pedir ayuda económica a NS familiares % NC NP Sí Pedir ayuda No económica NS a la Admón. NC Pública % NP Sí No Pedir ayuda a NS una ONG % NC NP RECUENTO

237-296-ANEXO 2

Zona

295

V

61,9 34,5 ,2 ,3 3,1 12,8 78,2 ,3 ,1 8,6 10,5 75,7 ,2 ,5 13,1 50,6 47,5 ,1 ,0 1,7 20,6 77,9 ,0 ,3 1,1 8,9 89,6 ,3 ,2 1 10,7 88 ,3 ,2 ,8

62,9 32,8 ,0 ,3 3,9 13,9 75,3 ,3 ,0 10,5 12,3 72,5 ,2 ,3 14,7 51,6 46,2 ,1

1797

1044

2 21,3 77,4 ,0 ,4 ,9 8,2 90,3 ,3 ,3 1 10,1 88,3 ,2 ,3 1,2

M 60,7 36,6 ,4 ,2 2,1 11,3 82 ,4 ,1 6,2 8,4 79,7 ,1 ,8 11 49,3 49,2 ,1 ,0 1,4 19,7 78,6

Grandes ciudades (capitales y cinturón metropolitano)

Zonas costeras turísticas

Zonas de Agricultura intensiva

V

M

V

M

V

M

V

M

72,6 25,1 ,1

67,9 28,1 ,1 1,2 2,8 10,9 79,5 2,2 ,8 6,6 10 75,7 1,1

62,2 31

61,4 35,4 ,1

53,3 43,7

64,2 34,7 ,3

3,1 8,9 83,2

3 11,1 85,2

,8 16,1 79 ,3

49,8 47,4 1,4 ,2 1,2 10,5 85

7,9 7,6 78,6

3,7 7,6 82,5

4,6 8 78,7

2 11,8 51,1 46,9

,9 9 50,2 49,3 ,3

68,1 29,4 ,1 ,1 2,3 16,3 60,3 ,8 ,1 22,5 15,2 57 ,8 ,1 27 49,8 48,8

2,2 19,6 69,6 ,1 10,7 18,1 69

,8 6 12,2 81 ,1

12,8 58,6 38,4 ,6

13,2 64,7 35,1

6,7 11,3 77,8 ,1 ,1 10,7 51,5 45,2

2,4 25,8 72,4 ,1

,3 18,6 81,1

3,3 21,3 76,8

2 20,8 76,6

,3 15 84,1

13,3 43,8 53,8 ,3 ,1 2 15,1 83,8

,3 1,3 9,8 88,7 ,4 ,0 1 11,5 87,6 ,5 ,0 ,4

1,7 11,7 84,9 1,2 ,6 1,5 14,4 82,9 1,2 ,6 ,8

,3 12,2 86,7 ,9

,9 1 6,9 91,1 ,1

,1 2,5 9,2 88,9 ,3

,9 8,5 90,7

,1 1 11,7 87,2

,2 16,3 82,2 1

1,8 11,7 86,1 ,1

1,6 11,3 88,3 ,3

,5

2

,1

753

252

196

271

192

,9 10,5 88,6

,1 1 11,1 87,7

1,4 25,1 74,5

4,7 42,5 57,5

24,4 74,4 1,2

,4 8,2 91,2 ,2 ,4 5 93,9

,9

,1 1

1,1

236

200

285

30/3/05, 13:29

4,5 9,2 86

6,7 91,9 1 ,4 9,1 89,9 1

165

296

MANUEL PÉREZ YRUELA Y SEBASTIAN RINKEN

Tabla 86 Situaciones por problemas económicos, por Conjunto geopolítico de procedencia y Sexo D13: “En los últimos 12 meses, ¿se ha encontrado en alguna de las siguientes situaciones por problemas económicos?” Sexo

Dejar de pagar los recibos de luz, agua o teléfono

Dejar de pagar el alquiler %

Reducir gastos básicos (alimentación, vestido...) %

Pedir ayuda económica a familiares %

Pedir ayuda económica a la Administración Pública %

TOTAL

M

M

V

M

V

M

62,9 60,7 45,8 41,7 62,6 61,4

70

67,5

60,6

53,6

61,8

56,6

No

34,5

32,8 36,6 53,9 54,4 33,2 35,9 27,7

31,1

33,7

42,1

32,1

38,5

NS

,2

,7

,3

,0

V

,4

NC

,3

,3

,2

NP

3,1

3,9

2,1

,3

M

V

M

1,1

V

África Subsahariana

61,9

,9 ,7

,5

,3

1,9

2,2

1,4

5

3

5,4

3,9

2,2 11,3 10,5

9,9

12

16,3

12,3

23,9

12,1

82 82,9 85,3 80,7 80,9

88

83,5

66,2

79,6

68,5

83

,3

,4

,5

,6

,3

,3

,4

7,3

6,7

4,5



12,8

13,9 11,3

No

78,2

75,3

NS

,3

,3

,4

2,8 4,9

4,2

,3

,5

NC

,1

,0

NP

8,6

10,5

6,2 11,8 12,5



10,5

12,3

8,4

No

75,7

NS

,2

,2

,1

NC

,5

,3

,8

NP

13,1

14,7

6,8



50,6

No

47,5

NS

,1

NC

,0

NP

1,7

,1

1,1

8

8,1

2,1

4,2

17,1

,9 10,2

8,8

8,7

9,9

15,1

7,5

16,7

4,3

72,5 79,7 69,1 65,9 79,7 80,2 84,5

80

63,4

80,3

73,3

91,1

,3

,4

5,5

,8

,6

,4

2,8

,3

9,8

20,7

9,5

9,2

4,5

51,6 49,3 32,1 30,7 62,9 51,9 55,2

50,6

48,4

48,6

55,6

57,3

46,2 49,2 67,9 67,3 34,3 45,2 44,5

48,4

48,5

49,9

41

42,7

3,4

11 24,7 33,2

,1

,1 ,0

,5

2

1,4

1,5

10

11

,6

,5

2,2

,2

2,4

,3

1

3

1,5



20,6

21,3 19,7 14,5 12,9 21,9 22,6

16

16,9

24

23,9

29

19,6

No

77,9

77,4 78,6 85,2 84,2 77,9 76,2 83,7

81,9

73,9

73,8

68,8

78,7

NS

,0

,0

NC

,3

,4

,3

1,4

,8

,8

NP

1,1

,9

1,3

1,5

,2

1,2

,3

1,3

1,3

1,5

2,3

1,7



8,9

8,2

9,8

1,7

9

3,8

9,3

10,2

8,3

14,2

90,3 88,7 96,1 96,3 90,5 93,6 90,4

88,9

89,2

84

,4

,3

,3

5,2 91,8 ,6

4,9 94,4 ,7

5,4 94,6

,3

No

89,6

NS

,3

,3

,4

NC

,2

,3

,0

1

1



1 10,7

10,1 11,5

95

,3

,2

,5

NC

,2

,3

,0

,8

1,2

,4

1797 1044

753

,8

,6 ,3

,5

1,5

1,5

9,6 12,2

12,1

9,6

13,6

87 88,9 87,5

86,9

87,7

86,1

,4

,3

,3

2,4 6,2 90,8 ,6

122

2,4 277

1,5

88,3 87,6 96,4

NS

296

,6 ,5 3

88

NP

3,9

2,2

No

RECUENTO

237-296-ANEXO 2

V

Iberoamérica

Magreb y Oriente Próximo



NP

Pedir ayuda a una ONG %

Europa del Este

Asia

Problemas económicos

Gastar los ahorros

Conjunto geopolítico

1,7 13

1,1 ,5 1,4

1,5

,6 ,4

,3

,5

1,7

203 155 165 194

160

200

239

30/3/05, 13:30

82

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