LA INTEGRACION DE LA PERSONA HUMANA A LA COMUNIDAD ORGANIZADA.

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Descripción

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La integración de la persona humana a la comunidad organizada. La cuestión social y el rol de la Seguridad Social. 1.- Introducción: 1.1. La Comunidad Organizada: Dentro del ideario político del peronismo, el concepto, o mejor dicho, la concepción de “Comunidad Organizada” es la principal. Sobre esta concepción, se construye el modelo social, político y cultural al que aspira el peronismo como movimiento político. La comunidad organizada se construye en forma ascendente. Es decir, es el pueblo mismo el que debe organizarse por voluntad propia para cumplir su misión común. En esa tarea sustancial, el gobierno es el instrumento administrativo, jurídico y político que debe fortalecer, a través de su acción, a las organizaciones libres que surgen desde el pueblo en el marco de un Estado descentralizado. Si el pueblo se organiza, adquiere poder y se transforma en el actor privilegiado del cambio histórico. A este proceso ascendente hoy también se lo denomina “empoderamiento del pueblo”. El fundamento de esta concepción, se asienta sobre la dignidad eminente que tiene la persona humana como miembro de ese “nosotros” o ente colectivo, que es la comunidad organizada. El mismo Perón en el discurso de apertura del Congreso Internacional de Filosofía de 1949 en Mendoza dijo: “Aristóteles nos dice: El hombre es un ser ordenado para la convivencia social; el bien supremo no se realiza, por consiguiente, en la vida individual humana, sino en el organismo superindividual del Estado; la ética culmina en la política.”.1 La concepción tanto de la persona humana, como de su dignidad, son tomados por Juan Domingo Perón, de la tradición jurídica y política grecolatina sintetizada en el ideal romano de la “humanitas”. La “humanitas” para la concepción romana “… significa por una parte, el sentido de la dignidad de la personalidad propia, peculiarísima y que se debe cultivar y desarrollar hasta el máximo. Por otra, significa el reconocimiento de la personalidad de los demás y de su derecho a cultivarla, y este reconocimiento implica transigencia, dominio de sí, simpatía y consideración.”2. Esta elevada concepción de la jerarquía de la persona humana heredada de griegos y romanos, a su vez fue enriquecida por el aporte del cristianismo. La importancia que para el cristianismo reviste la persona humana, últimamente, fue plasmada en la enseñanza social de la Iglesia: “El principio fundamental de esta concepción consiste en que cada uno de los seres humanos es y debe ser el fundamento, el fin y el sujeto de todas las instituciones en las que se expresa y actúa la vida social:

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Teniente General Juan Domingo Perón, La Comunidad Organizada, Secretaría Política de la Presidencia de la Nación, Buenos Aires, 1974, Editorial Códex, pág. 25. 2 R. H. Barrow, Los Romanos, Fondo de Cultura Económica, México, 2008, pág. 15.

2 cada uno de los seres humanos visto en lo que es y en lo que debe ser según su naturaleza intrínsecamente social y en el plan providencial de su elevación al orden sobre natural.”3 En consecuencia, sobre la dignidad de la persona humana, y su naturaleza eminentemente social, es decir la persona como perteneciente a un “todo” de manera esencial, es que se edifica la comunidad organizada. Su objetivo, es que cada persona se realice de manera integral y plena como miembro activo de una comunidad que también se realiza y plenifica, con el aporte de cada uno de sus miembros. Ese esfuerzo común y mancomunado de todos, realiza el destino de la comunidad organizada. En tanto esta se realiza y plenifica, ello produce la realización y plenificación de cada uno de sus integrantes. La construcción de la “comunidad organizada” implica el restablecimiento del sentido de la vida en común (el paso del yo al nosotros) y de las verdades últimas de un hombre vertical en un mundo en el que dominan el desarrollo científico-tecnológico, el individualismo y el consumismo exacerbado, aunque este último paradójicamente, sólo para unos pocos. El mismo Perón dice: “Lo que nuestra filosofía intenta restablecer al emplear el término armonía es, cabalmente, el sentido de plenitud de la existencia. Al principio hegeliano de realización del yo en el nosotros, apuntamos la necesidad de que ese “nosotros” se realice y perfecciones por el yo.”4 . Una cuestión importante a destacar, es que esta comunidad organizada a la que aspiramos, está situada en un tiempo y en un espacio determinado. Al agregarse estas dos dimensiones, la comunidad organizada se transforma en la patria concebida como morada, como pertenecía, como devenir y destino colectivo. Devenir y destino colectivo cuyo desarrollo es función principal del estado, el cual se concibe como conciencia histórica y política de la patria. La persona como miembro de una comunidad queda ligada a un paisaje, a un grupo humano, a un lenguaje y a una cultura histórica. La geografía que habita esta comunidad organizada, se transforma en geocultura –como para Kusch- espacio cargado de significación. Ámbito en donde se opera la relación con los otros y donde se juega el destino colectivo y que es para quienes lo habitan “el rincón más risueño de la tierra”, pues allí se sitúan las vivencias más íntimas y significativas del ser humano.5 La vivencia que se opera dentro de la comunidad de poseer un origen en común, una historia y un destino colectivo, brota de la coordenada temporal. De allí surge la noción de pueblo como conjunto fraternal, no gregario, construido sobre la noción cristiana de persona. El pueblo es el sujeto histórico y colectivo que realiza el destino común. Parafraseando a Marechal, la construcción de una comunidad organizada es “transformar una masa numeral, en un pueblo esencial”.6

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Juan XXIII, Mater et Magistra, n° 219. Teniente General Juan Domingo Perón, La Comunidad Organizada, Secretaría Política de la Presidencia de la Nación, Buenos Aires, 1974, Editorial Códex, pág. 75 5 Graciela Maturo, Marechal, El Camino De La Belleza, Editorial Biblos, Buenos Aires, 1999, pág. 268 y sig. 6 Andrés, Alfredo. Palabras con Marechal, Editorial Ceyne SRL, Buenos Aires, 1990, pág 49. 4

3 Es importante volver a remarcar, que la concepción peronista de la comunidad organizada, toma sus contornos de la herencia cultural griega y romana. Esencialmente la noción de como a través de la acción política se ponen en contacto el mundo divino y el mundo humano. Noción que luego fue incorporada por el cristianismo. En efecto, para Hesíodo, la comunidad política se funda en un acto de inspiración, es decir se traslada aquello que está en el orden divino de las Musas hacia al orden humano. El gobernante no puede entender el acto de conducción política, sino a través del principio de inspiración y no puede ordenar armoniosamente la comunidad, sino como un acto de interiorización que se traslada a la realidad política. De esa realización íntima procede el desarrollo de la comunidad humana y política tal como la entiende el griego: una comunidad como realidad nueva incorporada a la realidad cósmica. Realidad cósmica en donde interactúa lo visible y lo invisible. La comunidad política queda de esa forma inserta en una realidad mayor y sobrenatural. Por su parte, en la religión romana interesa en primer lugar, la intervención activa del hombre en el cosmos. El hombre como creador de un espacio sacro -“templum”- en el que se ponen en contacto el mundo divino, invisible, misterioso, con el mundo de nuestra experiencia, con la tierra, con el cosmos. El hombre posibilita ese vínculo en la medida en que realiza una acción sagrada. Esa relación entre ambas esferas para el romano, se debe plasmar en el orden de la comunidad humana y política. Es el carácter activo del hombre a través de su acción, lo que le permite ser intermediario entre lo divino y lo humano, nexo entre ambas dimensiones. El rasgo característico de esta actividad sagrada para el romano lo da su condición de fundador, el denominado “homo conditor” según la célebre frase de Cicerón. El carácter fundador se da principalmente en la fundación de la comunidad política, que es para el romano el verdadero ámbito donde se ponen en contacto lo divino, lo humano y lo cósmico. Ese vínculo con lo numinoso, con lo divino, para el romano debe expresarse en un orden social y político, tal como lo expresara para la inmortalidad Cicerón: “…porque en realidad no hay ninguna cosa en la cual la virtud humana se acerque más al numen de los dioses que el hecho, o de fundar ciudades nuevas o de conservar la ya fundadas.”7. Como puede observarse, la construcción de la comunidad organizada es una tarea de la máxima importancia y del máximo nivel, que corresponde a la alta política y que en cada época y en cada período histórico, debe enfrentar nuevos desafíos estratégicos y nuevos problemas que conspiran contra su identidad, unidad, dinamismo y cohesión interior. Una vez aclarada la concepción de la comunidad organizada en todas sus dimensiones, sus fundamentos y antecedentes, a continuación, se expondrán los desafíos estratégicos que se presentan para la construcción y el mantenimiento de la comunidad organizada, desde la perspectiva de su necesaria cohesión social, materia propia de la seguridad social.

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Cicerón, De re pública, libro VI, Editorial Gredos, Madrid, 2000.

4 1.2. Desafíos que representa la construcción y mantenimiento de una comunidad organizada y vigorosa en la actualidad. Partimos desde una concepción de la defensa nacional, como una noción integral, de donde se concluye que dentro de la estrategia de defensa debe incluirse en forma inequívoca el bienestar del pueblo al cual se debe defender. A lo dicho, debe agregarse, además, que en el caso hipotético de conflicto bélico, los soldados que nutren el ejército siempre van a provenir de ese mismo pueblo al que hay que defender. Por lo tanto, es fundamental que ese pueblo se encuentre bien organizado, sus miembros estén bien educados y formados y se trate de una sociedad bien cohesionada e integrada. Un pueblo sin conciencia de su destino, fragmentado, con partes importantes de su población excluida socialmente y en la marginalidad, conspira contra una concepción integral de la defensa nacional, tal como el que desarrolla Perón en su discurso de inauguración de la cátedra de Defensa Nacional en la Universidad de La Plata en 1944. Desde esta perspectiva señalada es que planteamos dos clases de desafíos. A.- La primera clase de desafíos son los que están relacionados con la protección de recursos naturales, de las materias primas, del agua y de la biodiversidad. Con respecto a esta clase de desafíos simplemente los vamos a mencionar, en tanto y en cuanto existe una influencia aunque sea indirecta con la seguridad social. En efecto, es virtualmente imposible realizar una eficaz defensa de los recursos naturales estratégicos de la nación, sin una comunidad organizada, cohesionada, educada, integrada por miembros activos, bien formados y capacitados para hacer frente a los mismos. Desde esta concepción, entonces, los Intereses Estratégicos de la Nación se definen en el marco de la protección y defensa del acceso, apropiación y control de los flujos de recursos energéticos en primer lugar (principalmente los recursos hidrocarburíferos) y de recursos de subsistencia general en segundo lugar, como son el agua potable, la tierra cultivable y los minerales críticos. En efecto, los conflictos entre las potencias en la actualidad, se definen por una creciente competencia por el acceso a las fuentes de energía, agua y otros recursos naturales de exportación, que configuran una nueva Geografía Estratégica en el siglo XXI. Adviértase al respecto, que gran parte de los conflictos existentes en los últimos años en Asia, África y la América del Sur, tienen que ver con el dominio de yacimientos de petróleo y gas, o de los flujos que ellos originan, así como también por el dominio de cuencas hidrográficas de agua potable, áreas de minerales críticos o alimentos de fuerte demanda mundial.8 A estos planteos, le agregamos como factor estratégico clave para la seguridad y el bienestar de la población la cuestión demográfica en América del Sur en general y en Argentina en particular.

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Koutoudjian, Adolfo. Lineamientos Estratégicos Para La Argentina, Ciclo de Conferencias: Argentina y Sus Desafíos Estratégicos, IEERI, Congreso de la Nación, Círculo de Legisladores, Buenos Aires, 2007.

5 En este contexto descripto, que indudablemente define los hipotéticos conflictos actuales y futuros, la recuperación del Estado y sus funciones indelegables en Seguridad y Bienestar general de la población son parte fundamental del interés nacional argentino. B.- La segunda clase de desafíos son lo que surgen “ad intra” de la comunidad organizada y cuyas causas son de orden cultural, económico, social y también político. Para mencionar los que consideramos más importantes señalamos: a) Perdida de sentido de la existencia, b) consumismo exacerbado, c) materialismo, d) egoísmo, e) pérdida de horizontes, f) exclusión social, g) fragmentación, h) disminución de la tasa de fecundidad, i) pérdida de identidad cultural. Aclaramos que si bien denominamos a esta clasificación como surgidas “ad intra” de la comunidad, esto no implica que estos males o problemas sociales no sean promocionados desde afuera. Lo que sí es importante aclarar, es que todos estos factores conspiran contra la cohesión, la salud y el vigor de una comunidad organizada. Sin embargo, el análisis se centrará sobre la cuestión de la exclusión social, especialmente la cuestión social de la infancia.

2.- La exclusión social como problema: Tal como fue señalado, la recuperación del Estado y sus funciones indelegables en Seguridad y Bienestar general de la población, son parte fundamental del interés nacional argentino. La exclusión social entre otras graves consecuencias, significa que quienes se encuentran en dicha situación, deben soportar serios, y en muchos casos, insuperables obstáculos para el ejercicio de su libertad y de sus derechos, como así también implica un grave obstáculo para la formación del capital social. La exclusión social conspira contra el logro de una comunidad organizada e integrada. El término capital social hace referencia a las normas, instituciones y organizaciones que promueven la confianza, la ayuda recíproca y la cooperación. Va de suyo que en una sociedad en donde se va diluyendo la confianza, la ayuda recíproca y la cooperación, se genera fragmentación social, violencia, incertidumbre, conflictividad y anomia. Factores que si se cristalizan dificultan precisamente el desarrollo y generan una sociedad patológica. Para medir el desarrollo de un pueblo se tienen en cuenta los siguientes parámetros: niveles de distribución del ingreso, la movilidad social, el desarrollo del capital humano y el capital social. Por su parte, para medir el desarrollo del capital humano se ponderan los niveles de educación, capacitación, salud y experiencia de la población. Estas variables, son muy importantes también para analizar el cumplimiento de los objetivos de la comunidad organizada.

2.1- La importancia estratégica de fortalecer el desarrollo del capital humano:

6 Sobre esta cuestión hay una máxima fundamental: Una sociedad sin capital humano no puede crecer, ni desarrollarse sostenidamente, ni alcanzar su bienestar. Es decir, no es posible la construcción de una comunidad realmente organizada, porque existiría una falla en la base de la misma. Esta máxima se vuelve mucho más importante, si consideramos que nos encontramos frente a lo que se denomina la sociedad del conocimiento. El término proviene de las Ciencias Sociales y resalta la importancia que tiene el conocimiento como principio estructurador de la sociedad moderna y como forma específica de organización social, en donde la generación, procesamiento y transmisión de información y conocimiento se convierten en la fuente fundamental de la productividad y del saber. Esto significa, que en una sociedad donde información y conocimiento se convierten en los factores productivos más importantes, se vuelve todavía más imperioso fortalecer el desarrollo del capital humano para lograr mayor inclusión social, movilidad social ascendente y distribución del ingreso. Todos factores fundamentales para la cohesión social y en consecuencia, para la defensa nacional. Si se descuida el desarrollo del capital humano, como consecuencia del vertiginoso desarrollo de las Tecnologías de la Información y de la Comunicación (TICs) es altamente probable que en el seno de la comunidad se produzca una profunda brecha digital entre quienes tienen acceso a estas tecnologías y quienes no, dando origen a una sociedad profundamente desigual y con altos niveles de exclusión social. Se puede observar, a su vez, que el desarrollo de las tecnologías de la información y de la comunicación, llevan la tendencia a una des-estandarización de las relaciones laborales (es decir que las relaciones laborales se vuelven intermitentes), a un probable aumento de la productividad, pero simultáneamente un aumento del desempleo, de la fragilidad y de la fragmentación social. Estas consecuencias deben evitarse a toda costa, bajo pena de no poder concretarse los altos fines de la comunidad organizada. En consecuencia, desde una perspectiva económica, y teniendo como meta política lograr cada vez mejores niveles de desarrollo como interés estratégico, es fundamental de cara al futuro salvaguardar el hombre en tanto integrante de una comunidad organizada. Este es el primer capital que hay que salvaguardar. Así se desprende claramente del más reciente documento del magisterio social de la Iglesia: “La dignidad de la persona y las exigencias de la justicia requieren, sobre todo hoy, que las opciones económicas no hagan aumentar de manera excesiva y moralmente inaceptable las desigualdades y que se siga buscando como prioridad el objetivo del acceso al trabajo, por parte de todos, o lo mantengan. Pensándolo bien, esto es también una exigencia de la “razón económica”. El aumento sistémico de las desigualdades entre grupos sociales dentro de un mismo país y entre las poblaciones de los diferentes países, es decir, el aumento masivo de la pobreza relativa, no sólo tiende a erosionar la cohesión social y, de este modo, poner en peligro la democracia, sino que tiene también un impacto negativo en el plano económico por el progresivo

7 desgaste del “capital social”, es decir, del conjunto de relaciones de confianza, fiabilidad y respeto de las normas, que son indispensables en toda convivencia civil.”9.

2.2.- El rol de familia en cuanto organización económica y la importancia de políticas de protección social: En relación al desarrollo del capital humano ocupa un lugar destacado el rol de la familia. La familia como célula básica de la sociedad, debe protegerse por múltiples razones. En este punto, la analizaremos como organización económica. La familia, en cuanto organización económica, está recibiendo una atención creciente por su influencia sobre tres factores estratégicos: a) la demografía (clave para el desarrollo sobre todo en Argentina), b) la acumulación de capital de humano y c) la formación de identidad económica de los individuos. La identidad está dada por creencias compartidas o esquemas cognitivos incorporados a través de procesos de socialización y aprendizaje en organizaciones como la familia y la escuela10. Aquí ya se puede observar la singular importancia que adquiere para el desarrollo del capital humano el binomio familia-escuela. Por consiguiente, desde esta perspectiva, es fundamental fortalecer a las familias y brindarles una eficaz protección social, pues son el primer agente de socialización, de formación de virtudes y de transmisión de cultura de los futuros miembros activos de la comunidad organizada. El desarrollo del capital humano es clave para conseguir el objetivo de un desarrollo humano y económico sostenido. En este contexto, -sin perjuicio de que a continuación abordaremos específicamente la cuestión social de la infancia-, hay que mencionar que una media de seguridad social fundamental ha sido la Asignación Universal por Hijo (AUH), la cual incorporó según indican Rofman y Olivieri (2011) cerca de 1,8 millones de hogares y 3,5 millones de niños.11 Según estos autores, entre la ampliación de la cobertura previsional a través del plan de inclusión previsional y la AUH mejoraron el índice Gini (índice que mide la igualdad/desigualdad social) en hasta 5,5 punto, pero la estrella es la AUH que por sí sola explica 2,5 puntos. Un verdadero hito en política de protección social, distribución del ingreso y fortalecimiento de la familia. Estas importantes y necesarias políticas de protección social deben estar integradas y coordinadas con las políticas tradicionales en el campo de la educación y la salud. Es decir, que deben ser complementarias unas de otras. Un ejemplo de ello, es el plan Conectar Igualdad, que tiene como objetivo fundamental reducir la brecha digital, mediante la entrega de netbooks que incluyen un 9

Benedicto XVI, Carta Encíclica Caritas In Veritate, punto 32, Editorial Ágape, Buenos Aires, 2009. Fanelli, Jose María, La Argentina y el Desarrollo Económico en el Siglo XXI, Siglo XXI editores, 1ra. Edición, Buenos Aires, pág. 58 y siguientes. 11 Fanelli, Jose María, La Argentina y el Desarrollo Económico en el Siglo XXI, Siglo XXI editores, 1ra. Edición, Buenos Aires, pág. 317 y siguientes. 10

8 importante y moderno material educativo para todos los alumnos de escuelas secundarias públicas y pisos tecnológicos y elementos pedagógicos de última generación.

2.3. La cuestión social de la infancia: No hay ninguna duda que si queremos pensar cuestiones estratégicas para la Argentina del futuro, debemos focalizarnos en proteger de manera especial a nuestra infancia, a nuestros niños y jóvenes quienes serán miembros plenos de la comunidad organizada en el futuro. No se trata de una cuestión romántica, biológicamente son el futuro. La Asignación Universal por Hijo, fue creada a fines de 2009 en Argentina. Es una medida a favor de la inclusión social de las niñas, los niños y sus familias, que por su amplio alcance e inversión es única en su tipo en la región. No obstante, y pese al indudable éxito de la medida, en una segunda fase para incrementar su eficacia, se deben fortalecer los sistemas de salud y de educación. Respecto del fortalecimiento de los sistemas de salud y educación, se trata de una tarea ciertamente compleja y que demandará tiempo, debido a las desatinadas políticas desarrollada en estos campos durante la década del 90. Así pues, en 1991, se sancionó la polémica ley que transfirió los pocos hospitales que quedaban en Nación a la ciudad de Buenos Aires y a las provincias, y las escuelas secundarias a la órbita de los gobiernos provinciales. Esta medida produjo una indudable y perjudicial fragmentación de las políticas públicas de salud y educación a lo largo y a lo ancho del país, que conspiran contra su eficacia y que todavía pese a los indudables avances que se han experimentado, no ha podido revertirse completamente. La desprotección social que acompañó a las políticas públicas implementada durante los 90, en lo que respecta a la cuestión social de la infancia, fue direccionada a segregar a la infancia en instituciones por concebírsela como una amenaza social o patología individual, y no como lo que verdaderamente es: un problema social. Durante la década del 90, con sus criterios exclusivamente economicistas, la situación social de la infancia no formaba parte de la agenda estatal. Así, se generó una desmesurada desigualdad social entre los niños, según su ubicación territorial. Como consecuencia de ello, se verificaron: estrepitosos niveles de pobreza por ingreso en la infancia, brechas de acceso y calidad de la educación, brechas de acceso a la salud, a las nuevas tecnologías, a la cultura y a un entorno familiar protector. Este panorama recién descripto, provocó un incremento de las adicciones, un aumento de consumo de alcohol y drogas, y un aumento de la delincuencia juvenil. La estructura familiar también experimentó importantes modificaciones: aumento de la actividad laboral de las mujeres, en detrimento de su rol de madres, una amplia proporción de jóvenes que no

9 estudiaban ni trabajaban, embarazo adolescente, ausencia de espacios de participación y de encuentro, falta de promoción de actividades deportivas.12 En definitiva, las políticas erradas de los 90, generaron en la cuestión social de la infancia un cuadro preocupante.

2.4 La implementación de la Asignación Universal por Hijo y su impacto: A fines de 2009 el gobierno nacional sanciona el decreto 1602/09, por el cual se establece la Asignación Universal por Hijo para trabajadores informales, desocupados y del servicio doméstico que tengan hijos menores de 18 años. De esta forma se extendieron las asignaciones familiares a todos los niños y niñas del país independientemente de la condición laboral de sus padres. Este programa de protección social otorga mayor equidad en las transferencias destinadas a las familias, toda vez que incorporó a las familias de menores ingresos al Sistema de Asignaciones Familiares, a través de un mecanismo no contributivo. De esta forma se hizo realidad el derecho humano a la protección social para los niños y niñas de las familias más vulnerables de nuestra comunidad. Esta medida de protección social debe relacionarse con la sanción de la ley 26.061, de protección Integral de los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes promulgada a fines de 2005, toda vez que se hizo efectivo el derecho a la obtención de una buena calidad de vida, educación y beneficios de la seguridad social. A casi tres años de su implementación, la asignación universal por hijo se constituyó en una medida que benefició a más de 3.5 millones de niños y niñas, y a 1.8 millones de familias, ascendiendo su presupuesto a alrededor del 1% del PBI. Esta trascendental medida de protección social, en lo que hace a la cuestión social de la infancia, significó un cambio de paradigma de significativa importancia. Así pues, se revierte sustancialmente la fragmentación del sistema de seguridad social, y se constituyó un núcleo duro nivelador, de ingresos hacia las familias más vulnerables, sobre los cuales se pueden integrar las políticas provinciales, municipales y focalizadas, tendientes a atacar los núcleos duros de pobreza y exclusión. El cambio de paradigma al que se hizo referencia en el párrafo anterior hace eje en brindar un entorno familiar protector a la infancia y en el “trabajo decente” como eje estructurador de lo social. El país está en camino a nueva institucionalidad social de la infancia, que tiene como articulador al Estado Nacional, como objetivo el derecho de los niños y niñas a la obtención de una buena calidad

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Mazzola, Roxana, Nuevo Paradigma. La Asignación Universal Por Hijo En La Argentina, Editorial Prometeo, 1ra. Edición, Buenos Aires, 2012.

10 de vida, educación y beneficios de la seguridad social y como eje a la familia como él entorno protector por antonomasia.13

3.- Hacia una política familiar: La importancia de avanzar hacia el otorgamiento de mayores derechos a la maternidad como lo planeaba Eva Perón. El avance en las políticas de seguridad social en la última década ha sido notable, de eso no hay dudas, y los ejes sobre los cuales se asientan estas políticas han sido los acertados para el logro de la comunidad organizada categoría política fundamental en la idiosincrasia del peronismo. Ahora bien, ciertamente los logros obtenidos han sido titánicos, pero es necesario profundizar lo hecho, pues todavía subsisten núcleos duros de pobreza y de excusión social que es menester combatir con la mayor urgencia posible. Para eso resulta ineludible volver al pensamiento que Eva Perón desarrollo en la Razón de Mi Vida sobre estos temas.

3.1. El verdadero y el falso feminismo según Eva Perón: Eva Perón, critica con claridad el falso feminismo que se había instalado, confundiendo la verdadera esencia de la mujer. “Cada día es mayor el número de mujeres jóvenes convencidas de que el peor negocio para ellas es formar un hogar. Y sin embargo para eso nacimos. Allí está nuestro grave problema.”. Pero también advierte: “En las puertas del hogar termina la nación entera y comienzan otras leyes y otros derechos…la ley y el derecho del hombre ... que muchas veces es solo un amo y a veces también ... un dictador.” En efecto, para Eva Perón, el trabajo de las madres está fuera de toda previsión social, no conoce salario, ni descanso, ni vacaciones, ni indemnización alguna, no es posible mantener dicho estado de situación, con el argumento simplista de que la mujer hace todo eso por amor, pues muchas veces el amor se frustra o fracasa en un matrimonio, y a la mujer solo le queda el sacrificio y el dolor.14 El mundo necesita cada vez más hogares unidos y felices, pero cada vez hay menos mujeres dispuestos a formarlos. He ahí el dilema. De ahí que para Eva Perón el primer objetivo de un movimiento femenino auténtico, que no aspire a cambiarlas en hombres, debe ser el hogar. Por eso la mujer debe encontrar en el hogar la necesaria

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Mazzola, Roxana. Nuevo Paradigma. La Asignación Universal Por Hijo En La Argentina, Editorial Prometeo, 1ra. Edición, Buenos Aires, 2012. 14

Duarte de Perón, María Eva. La Razón De Mi Vida, 2da. Edición, Cooperativa de Trabajo Editorial del Pilar, Buenos Aires, 2009, pág. 149 y siguientes.

11 independencia económica que les permita mayor libertad e igualdad con el hombre dentro del contexto familiar. He ahí la solución que plantea Eva Perón al dilema. 3.2. La importancia estratégica y fundamental de otorgar mayores derechos a las madres. Dentro de la perspectiva que desarrolla Eva Perón, donde la función sublime de la mujer es precisamente la de ser madre y fundadora de un hogar, lo que ella propone para fortalecer esa función tan importante, es que a las mujeres que son madres, el Estado les pague un sueldo que les de independencia económica. Hoy los tiempos han cambiado y la estructura familiar ya no es la misma que a fines de la década de 1940. Hoy son muchos más los hogares mono parentales, donde la cabeza de la familia es una mujer que es madre. Estos cambios, lejos de volver desactualizada la propuesta de Eva Perón, la torna más necesaria que nunca. La presencia de la madre en el hogar, educando y criando a sus hijos es fundamental para el desarrollo de estos. Desde una perspectiva de la política económica, es fundamental fortalecer el rol de las madres para que se profundice el desarrollo del capital social y del capital humano de nuestra comunidad. El primer ámbito de desarrollo de los mismos es el de la familia. En este sentido es una idea que debe ser reflotada y profundizada, porque permitirá el empoderamiento de la mujer en su rol de madre y le otorgará mayor independencia. Esta medida también redundará importantes beneficios en materia poblacional, pues implicará un estímulo a engendrar y criar hijos, en un país que todavía tienen una densidad poblacional muy baja, en un mundo en donde el factor poblacional es cada vez más un factor de poder. 4.- Conclusión: No puede haber estrategia de defensa integral de la Nación, si no se asegura una sociedad cohesionada e integrada en base a un modelo social solidario basado en la concepción de la comunidad organizada desarrollada por Perón. En ese marco, se requiere una visión dinámica y actualizada de la seguridad social, porque al ser su objeto la protección de los riesgos sociales, es la que posibilita que no se genere, ni se cristalice una sociedad desigual, fragmentada y patológica, con sectores de la misma excluidos o marginados, lo cual conspira en sí mismo contra su cohesión y vigor. Desde esta perspectiva y concentrándonos en la cuestión social de la infancia debido a su importancia estratégica, la Asignación Universal por Hijo, resultó una herramienta sumamente eficaz y poderosa para lograr la inclusión social de los niños de los sectores más vulnerables. A su vez, por su diseño permitió un mayor acceso al derecho a la educación y a la salud de los beneficiarios de esta medida. Es tal la importancia de la Asignación Universal, que implicó un

12 cambio de paradigma en lo que respecta a la cuestión social de la infancia, al volver a poner al Estado Nacional como articulador de las políticas públicas tendientes a solucionar la misma. Ahora bien, desde la perspectiva estratégica, es fundamental seguir fortaleciendo el rol de la familia. La familia es el primer agente de socialización, el ámbito natural donde se transmiten las virtudes y los valores culturales de un pueblo. Sólo pensando desde un punto de vista económico, este rol que cumple la familia es clave para lograr una mayor productividad a lo largo y a lo ancho de la Nación. En este sentido, se debe tener especial consideración por el factor demográfico. Argentina es un país que debe fortalecer sus políticas poblacionales, pues la densidad poblacional es aún muy baja y eso puede afectar su desarrollo pleno en el futuro. El fortalecimiento del rol de las familias contribuirá enormemente en este sentido. Va de suyo, que las políticas poblacionales, a su vez, deben ser complementadas con un adecuado reordenamiento territorial. Por este motivo, el Estado debe fortalecer el rol de la mujer como madre, pues son ellas – especialmente en los sectores más vulnerables- quienes garantizan la educación de sus hijos. Una medida que debe ser debidamente ponderada es la de otorgarle una prestación a la mujeres que son madres, para fortalecer el transcendental rol que cumplen como eje de la familia, especialmente cuando se trata de familias mono parentales. La propuesta realizada por Eva Perón, es más actual que nunca y cumple el doble rol de favorecer la inclusión y la integración social, y de servir de estímulo a una política poblacional. Finalmente, un aspecto novedoso y que debe ser destacado con particular énfasis, es la sanción del decreto 84/2014 con fecha 23 de enero de 2014, que crea el plan PROGRESAR “PROGRAMA DE RESPALDO A ESTUDIANTES ARGENTINOS” cuyo objeto es el de generar oportunidades de inclusión social y laboral a través de acciones integradas que permitan capacitar a jóvenes entre 18 y 24 años de edad inclusive con el objeto de finalizar la escolaridad obligatoria, iniciar o facilitar la continuidad de una educación superior y realizar experiencias de formación o prácticas calificantes en ambientes de trabajo. Tal como se señala en los considerandos del decreto “Que la mejor política social de promoción e integración es el trabajo y una formación plena de los jóvenes permitirá que los mismos sean los futuros protagonistas del desarrollo en nuestro país.” Con este nuevo programa se busca resolver uno de los problemas sociales más graves en la actualidad que se verifica entre los jóvenes vulnerables de dicha franja etaria. Este nuevo plan debe contextualizarse dentro de la acertada implementación de la AUH, la mejora del presupuesto educativo, la creación de escuelas y universidades, junto a las políticas de generación de empleo, lo cual permite vislumbrar que el mismo tendrá importantes efectos en el futuro próximo. Ahora en nuestro país existen planes de protección social desde el inicio de la vida humana en el seno materno hasta los 24 años inclusive, un sistema verdaderamente inédito y asombroso. Hasta ahora, como pesada herencia de épocas anteriores, uno de cada cuatro jóvenes entre 18 y 25 años, tiene un problema de exclusión social combinando su situación laboral y educativa.

13 Al igual que sucedió con la AUH, considero que la implementación de una política nacional para solucionar la problemática, permitirá que vayan surgiendo también planes complementarios y políticas focalizadas destinadas a situaciones particulares como por ejemplo los jóvenes que se encuentran en situación de riesgo frente a la amenaza de la adicción de la droga, el alcoholismo, el narcotráfico y la delincuencia en general. Este plan se combina con el acceso a la salud y a la educación lo cual permite realizar un primer análisis positivo. Es necesario también que se complemente fuertemente con el acceso al deporte, y a la actividad solidaria de manera conjunta. Quizás sea posible que desde la Escuela Pública, tanto primaria como secundaria, se promuevan torneos deportivos no sólo para alumnos, sino también para las familias y así establecer a la escuela como un centro donde se desarrollan deportes y donde se realiza una socialización distinta a partir de la actividad deportiva y la acción solidaria. A partir de este nuevo rol de la escuela, es posible que se monte un sistema de tutorías sociales, a cargo de referentes comunitarios que tengan las posibilidades de hacer un seguimiento personal de los jóvenes que forman parte de este plan nacional. Esto sin perjuicio de los planes particulares y focalizados que puedan desarrollar las provincias y municipalidades. El desafío es enorme, pero el interés estratégico de la Argentina requiere que las políticas de seguridad social destinadas a los jóvenes entre 18 y 25 años sean eficaces y ataquen los núcleos duros de exclusión social que todavía subsisten. Este problema no se va a solucionar desde el derecho penal, ni a través del sistema penitenciario o carcelario, de eso no hay dudas pues ello demostraría que se iría tras los efectos y no tras la causas. En ese sentido, vislumbramos que el plan PROGRESAR va detrás de las causas, aunque habrá que analizar y evaluar su desarrollo una vez implementado. En definitiva, se debe continuar en el fortalecimiento de las familias, especialmente del rol de la mujer. Asimismo, es necesario que la ejecución del plan PROGRESAR política de seguridad social destinada a los jóvenes entre 18 y 25 años que padecen problemas de exclusión, se realice con eficacia, pues se trata de uno de los problemas sociales más graves de los que todavía subsisten. No tenemos dudas que es un primer paso sumamente importante que seguramente va a ser complementado con otras medidas que respondan a la complejidad del problema. No tenemos dudas más allá de lo perfectible de las políticas desarrolladas, que nuestro país ha logrado un avance significativo en la lucha contra la desigualdad y la exclusión social. Ahora el desafío que viene está más en profundizar lo hecho de conformidad con los nuevos desafíos que se van afrontado. La protección irrestricta del capital humano, avanzar hacia mayores niveles de cohesión social y de integración, es clave para el logro de la comunidad organizada que pretende el peronismo para la Nación.

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